Tumgik
#hermosa ciudad
wgm-beautiful-world · 2 years
Text
Tumblr media
Flowered steps in Sicily, ITALY
963 notes · View notes
Text
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Hoy me puse a ver mis fotografías favoritas y quise compartirlas con personas que amen este tipo de manifestaciones maravillosas tanto como yo, espero las disfruten!
By: Yenniferapr
39 notes · View notes
full-thro4 · 1 year
Text
Acabo de ver dos publicaciones sobre la primavera y enserio, ¿¿¿donde viven??? Aquí los árboles que deben florecer en primavera florecen en invierno, así que no hay nada pero nada lindo en primavera, ¡encima ni siquiera hay buenas vistas! En fin, que lindas flores enserio
7 notes · View notes
elbiotipo · 2 years
Text
Buenos Aires es más antigua que mi ciudad... literalmente (la mía es una ciudad "moderna", fundada y construida con el siglo XX en mente), pero también inmensa y azotada por las olas de la historia. Acá era apenas una pequeña administración provincial hasta hace poco, mientras que Buenos Aires presumía y aún presume de ser la París de Sudamérica. Acá no vas a encontrar discos de vinilo, muebles antiguos, libros viejos, bibliotecas antiguas, barrios más viejos que la patria, iglesias a todos los santos, bares legendarios, colecciones de cachivaches viejos, calles perdidas, fantasmas de tiempos pasados, y Dios sabrá que más.
(tenemos lapachos, eso sí)
No interpreten esto como que estoy denigrando mi ciudad natal, la amo, es hermosa, es moderna, es cálida, es pujante y feroz, y tiene tremendísima historia también eh. Pero es una bonita parroquia de pueblo comparada con la inmensa catedral gótica que es Buenos Aires.
11 notes · View notes
jaquemuses · 3 months
Note
hola reina te puedo pedir uno de matias recalt en donde haya consumo de marihuana?? si no queres esta todo bien pero me haria ilusion, me encantan tus escritos
‐🪽
HOLA HERMOSA !! Perdón por haber tardado tanto pero aca esta!! Gracias por la request, me super insipiraste jajsj.
𝜗𝜚⊹ ‧₊˚ slow down
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
synopsis: Matias pasa a buscarte para ir a fumar en pos de celebrar buenas noticias, sin embargo no es lo unico por lo que va a terminar celebrando.
pairings: Matias Recalt x reader
content: SMUT! car sex, uso de drogas, marihuana, alcohol,breeding, fingering, blowjob, sobre estimulacion, dirty talk
word count: 7,2k jeje
Tumblr media
i.
Esto ya se habia convertido una costumbre; donde Matías te pasaba a buscar a horas intempestivas para ir hasta la reserva natural de la costanera en su auto, siempre estacionando donde la vista es mejor para pasar un par de horas ahí y compartir un porro mientras esperan para ver el amanecer. No suena como un gran plan, pero son las noches que más esperas. Y esta es una de esas noches.
Estabas en la cama, el ventilador girando arriba tuyo intentando apaciguar las grandes oleadas de calor del mes de enero. El verano en la ciudad de buenos aires era el infierno en tierra. Te estabas revolviendo en la cama contra las sábanas delgadas que causaban mas calor del que creias posible que podia existir luchando contra el insomnio veraniego en donde los dias siempre terminaban en noches calurosas y pegajosas; las peores en tu opinion.
Podias sentir la ligera capa de sudor cubriendote, haciéndote sentir sucia, el ventilador haciendo poco para aliviar la pesadez del clima. -miraste el reloj despertador junto a tu cama por lo que se sentia como la centésima vez, y viste cómo pasaba de la 1:43 a la 1:44. Gracias a Dios es viernes; no estás de humor para levantarte en las próximas 4 horas y prepararte para ir a trabajar con una o dos horas de sueño. Tu horario de sueño ya estaba completamente desordenado y planeabas aprovechar ese fin de semana para intentar arreglarlo. Es justo ahí cuando escuchaste el "ping" de tu teléfono, iluminando el pequeño rincón de tu habitación con el mensaje de texto de Matías.
Holis consegui el papel, ¿venis a celebrar?
Te tapaste la boca con una sonrisa antes de abrir el chat.
Obviamente él sabia que estabas despierta, despues de todo era el quien se ocupo de arruinar tu horario de sueño llevándote a estas escapaditas a altas horas de la noche.
Sin embargo agradeciste internamente la invitación de Matías, hubieras estado dispuesta a inventar cualquier excusa para salir de tu calurosa casa. Tu respuesta fue rápida, y esperabas que no pareciera demasiado desesperada.
"obvio que si, ¿me pasas a buscar?"
Matias tardo un poco más en responder; probablemente estaba preparando sus cosas, llenando sus bolsillos de papelillos y de marihuana. No te sorprendería si se olvidara de traer un encendedor. Podrías contar con los dedos de las manos todas las veces que Matías te había invitado a fumar y se había olvidado de llevar uno. La última vez que se habian juntado, su encendedor se rompió y no habia traido uno de repuesto. Por lo que creiste conveniente recordárselo, porque seguramente ya habia fumado y su memoria no era la mejor cuando estaba drogado.
"Mati"
"acordate de llevar dos encendedores"
"que no nos vaya a pasar lo de la otra vez !!"
"(que no TE vaya a pasar)"
Y no pudiste evitar sentir una pequeña emoción cuando viste el texto debajo de su foto de perfil que te indicaba que estaba escribiendo.
"Jajsjsa, andate a cagar"
"te aviso cuando esté abajo."
Sonreíste ante su respuesta. Estabas segura de que se habia olvidado por completo.
Sin mas preambulos te levantaste de la cama, caminaste hacia el espejo que estaba colgado atras de tu puerta y te observaste. Las ojeras alrededor de tus ojos, y tu pelo desordenado definitivamente delataban tu lucha por conciliar el sueño. Tras ver eso corriste a darte una ducha rápida para refrescarte y al menos estar presentable antes de que él llegara. Te pusiste una musculosa blanca y un par de shorts que ni siquiera recordabas haber comprado. Todavía hacía calor afuera, así que no llevaste una campera ya que estos encuentros generalmente solian durar un par de horas y era cuando comenzaba a refrescar, pero no lo suficiente como para llevar un abrigo, ¿verdad? El auto de Matías llegó antes de que pudieras decidirte.
El claxon te hizo correr escaleras abajo, casi tropezandote al bajar. No pudiste evitar sentirte emocionada, podias sentir que había una gran y estúpida sonrisa en tu rostro. Aun así, no encontraste razones para borrarla, estaban por verse para salir a festejar que matias habia conseguido el papel, era razon suficiente para estar sonriendl. Justo antes de abrir la puerta, te revisaste una vez más: llaves, billetera, teléfono y encendedor. Por las dudas.
Con tus zapatos apenas puestos, cerraste la puerta atras tuyo y corriste por el patio delantero. El aire nocturno se sintió maravilloso y lo recibiste mientras golpeaba tu pelo todavia mojado. Lo sentiste refrescandote y de repente estuviste contenta de haber decidido no traer un abrigo, despues de tantos días de calor este aire fresco se sentia fenomenal.
Pudiste ver el perfil de Matías a través de la ventana del pasajero y casi jadeaste. Su cabello estaba tirado descuidadamente hacia atrás, algunos mechones sueltos enmarcando ligeramente su cara. La luz de los faroles hacian un buen trabajo iluminando su mandíbula, y te preguntaste si realmente era el aire frío lo que causaba los escalofríos.
Esperabas que el color rojo en tus mejillas desapareciera antes de subirte al auto, querias ahorrarte las burlas de parte de tu amigo.
"Hola" dijiste alargando la "a" al entrar al auto, tu sonrisa de oreja a oreja mientras te acomodabas en el asiento para depositar un suave beso en la mejilla del castaño.
Él se inclinó hacia adelante y agarró el abrigo que estaba sobre el asiento del pasajero, tirandolo hacia atrás antes de que subieras. "Hola nena!!" te dijo con una sonrisa ladeada "mira que día festivo te clave ehh." Su habla salió un poco arrastrada; si no te habías dado cuenta ya por el olor en el auto, te dabas cuenta por su voz que ya estaba drogado, o al menos contentito. Te preguntabas qué pensarían tus padres si te hubieran visto ahi, en el auto del porrero de la facu yendo a fumar y a beber alcohol barato. Pero si no se enteran no les va a molestar.
"No es un día festivo, Matías. Deja de buscar excusas para fumar." dijiste riendote "Quiero que me cuentes TODO, como te llamaron que te dijeron que tenes que hacer." empezaste a hablar mientras te abrochabas el cinturon.
Conocías a Matías desde hacia ya bastante tiempo. Estuvieron en la misma secundaria sin embargo sus interacciones no comenzaron hasta que empezaron la universidad. Él se te acercó cuando mientras estudiabas para un examen. No era algo tan importante, pero siempre te estresabas y te ponias frenética dos semanas antes de cualquier examen. Matías no era tonto y habia notado eso, porque te ofrecio algunos consejos para tranquilizarte, por así decirlo.
Una cosa llevó a la otra, y de repente estabas en su habitación, con un bong en una mano y un encendedor en la otra. Empezaste a visitarlo más y más, quedándote por períodos cada vez más largos, hasta el punto en que habian dias que te quedabas a dormir, no siempre consumias porque tampoco te encantaba fumar, pero si disfrutabas de su presencia.
Cabe aclarar, desaprobaste el examen.
"Bueno che pero me estoy portando bien! Ahora decidí que solo voy a fumar en días festivos". Qué mentiroso. Hubieras apostado todo tu sueldo a que esa regla no le iba a durar mucho.
"Matías, si solo fumaras en días festivos, eso significaria que todos los dias de tu vida son festivos". Se metió entre los dos y subió el volumen de la música, chase atlantic sonaba dentro del auto.
"Y bueno, hay que festejar que estamos vivos" Se rió a tu lado, quitando una mano del volante para pasarte una cajita, empujándola contra tu hombro.
"Deja de reclamarme y abrí tu regalo".
Con una mirada confundida en tu rostro, la tomaste. Era larga pero pequeña, y estaba envuelta en una cinta que él había atado en un pequeño moño en la parte superior.
"¿Qué es esto?" Él estaba sonriendo como un nene chiquito.
"Si te fuera a decir entonces no lo hubiera envuelto, tarada", te dijo con un tono burlesco, y una amplia sonrisa en su rostro, "Dale, abrilo"
Y así desataste el pequeño lazo, la cinta se deslizó fácilmente de la caja. Levantaste la tapa y adentro había un porro enrollado de manera desordenada reposando sobre un pequeño almohadoncito de terciopelo. Rodaste los ojos.
"¿Posta envolviste un porro en papel de regalo?" dijiste burlandote.
Matias te miró, los ojos alternando entre tu rostro y la caja. "Ves que sos una forra, ni un gracias me decis..." dijo fingiendo estar ofendido. "Si sos tan desagradecida me lo quedo yo." Intentó agarrar el porro de tus manos, pero fuiste más rápida.
"Menos mal que no te dedicas a robar porque te cagas de hambre, no me podes ni sacar un porro de la mano." El castaño fingió estar herido antes de volver su atención a la carretera.
"Es culpa de la marihuana, hace que mis reacciones sean mas lentas."
"No me digas eso cuando estás manejando el auto, boludo", exclamaste.
"Ay nena. Vos sabes que manejé mucho mas drogado y nunca choqué."
Eso era mentira. ¿Se olvidó que estabas en el auto con él cuando chocó contra el auto de adelante? Tu mama no habia estado muy contenta cuando se entero, pero eras grande ahora; y no podía prohibirte verlo.
"Matias yo estaba con vos esa vez que chocaste contra el auto de un tipo que después te quería cagar a trompadas ¿O te olvidaste de eso?" Le recordaste.
"Bueno pero eso no cuenta. El flaco estaba frenando de golpe, se la buscó. Tuvo suerte de que yo no estaba con ganas de pelear."
"¿No estabas con ganas de pelear? Más bien estabas cagado." Te burlabas de Matías todo el tiempo por eso, pero para ser honesta siempre te sentías segura cuando él manejaba.
Bueno, sí, manejaba cuando estaba fumado, pero había fumado tanto a lo largo de su vida que parecía 100 veces más capaz que cuando estaba sobrio. Confiabas en él con tu vida, para la desgracia de tus papás.
"Y si boluda, ¿vos te acordas del tipo ese? ¡Era alto y estaba armado como si fuera un patovica! Nunca empiezo una pelea que sé que voy a perder. Soy más inteligente, no más fuerte, así sobreviví hasta ahora." Te reías, una sonrisa se te dibujaba en los labios cada vez que lo escuchabas hablar "Bueno, segui así y mira a la ruta cuando manejas."
ii.
Medio porro, tres birras cada uno y media hora de viaje en auto después, llegaron a la costanera. Eran poco más de las 3 am y el horizonte tenía un ligero tinte azul claro, una señal de que el sol pronto traería un nuevo día.
El aire era refrescante y llenaba tus pulmones mientras comenzabas a sentir como todos tus musculos empezaban a relajarse producto de la marihuana haciendo efecto en tu sistema nervioso. El calor parecía haberse ido y ahora el frío se instalaba en tus huesos haciéndote pensar en subir la ventana y en por qué no te habias traido ese abrigo. Matías debió haber notado cómo temblabas porque subió la ventanilla desde los controles en su lado.
"Gracias. ¿Estás pendiente de mí?" dijiste mirandolo a los ojos con una suave sonrisa.
"Siempre". Era verdad, siempre lo estaba.
Debía ser tarde, porque desde la última vez que escucharon al locutor en la radio habian pasado al menos cinco canciones. Ahora los débiles sonidos de clásicos de los 90 se filtraban por los parlantes uno tras otro. Un ruido de fondo perfecto para fumar a esas horas de la noche. Apoyaste tu cabeza contra el asiento y cerraste los ojos disfrutando la sensación de tus músculos volviéndose ligeros.
"Ya son casi las 4:20, ¿cómo vamos a celebrar?"
Matías preguntó sobre el sonido de la radio.
"No sé, ¿como siempre? Fumamos, tomamos, hablamos boludeces y despues vamos a comprar una happy meal." Giraste la cabeza hacia él. "¿Qué podría ser mejor que eso?"
Cogerte en el asiento trasero de su auto mientras fumaban un porro. Eso definitivamente superaría cualquier happy meal de McDonald's. Pensó, pero no lo dijo.
"Me parece perfecto." Dijo Matías aunque preferiria tenerte a su merced en el asiento de atras.
Te pasó el porro que había fumado hasta la mitad y observó como te lamiste los labios antes de deslizarlo entre ellos y tomar una profunda bocanada.
Matías siempre pensó que lucías mejor cuando estabas drogada. La hierba parecía hacer brillar tu piel, creando un cierto aspecto rosado en tus mejillas. Tus ojos siempre lucían más brillantes también, húmedos y un poco vidriosos. Se imaginaba que así era exactamente como te veías cuando estabas caliente, y no estaba equivocado.
Desde que empezaste a fumar, te habias dado cuenta que te ponía un poco más cachonda de lo habitual. No sabías qué te pasaba; era como si encendiera un interruptor adentro tuyo y tus sentidos se agudizaban. Te volvías un poco necesitada y un poco cariñosa, y definitivamente te mojabas mas que cuando estabas sobria. Y cuando estás con Matías fumando? Dios... Apenas dos porros y todo lo que ese hombre tenía que hacer era mirarte para ponerte como una perra en celo.
Tenías la sensación de que Matías sentia lo mismo, pero en todo este tiempo que habias estado haciendo esto con él, nunca habia dado el primer paso. Empezabas a pensar que tal vez no sentia lo mismo, ¿o estaba esperando a que seas vos la que daba el primer paso?
Bueno, apenas habías fumado medio porro y tomado tres cervezas. Pero capaz que otro porro y medio y dos cervezas más te iban a dar la valentia para encararlo.
iii.
El tiempo parecía volar. Matías te estaba contando una historia sobre una chica a la que le vendía marihuana en la universidad y cómo ella se ofreció a hacerle una mamada para pagarsela. Él le dijo que no era por ser desagradecido, pero que necesitaba el dinero. Una mamada hubiera sido genial y todo, explicó el castaño, pero no era lo que estaba buscando. En algún momento entre mencionar una mamada y algo sobre ser abofeteado por la chica mencionada anteriormente, dejaste de prestar atención. La cerveza y el porro ya te habian afectado, pero se mezclaban con algo más peligroso. No podías evitar que tus ojos se desviaran hacia sus labios, viéndolos formar palabras a las que no estabas prestando atención y preguntándote qué tan suaves se sentirían entre los tuyos. Luego tu mirada comenzó a bajar y ahora recién te diste cuenta de que estaba usando pantalones de jogging grises; por lo que podias ver contorno de su pene desde tu posición en el auto, haciendo que tus pensamientos se aceleraran.
"¿Me estas escuchando?" dijo matias cuando se dio cuenta que habias dejado de prestar atención.
No sabías por qué lo decías, pero no hubo forma de evitar que la pregunta saliera de tus labios.
"¿Te puedo chupar la pija?" Solo te diste cuenta de lo que habías dicho cuando volviste a mirar a Matías. Sus ojos estaban abiertos de par en par y parecía confundido.
Mierda.
Él simplemente se quedó allí, con la boca ligeramente abierta mientras procesaba lo que acababas de decirle. ¿Te había escuchado bien? No, seguro habia sido el efecto de la hierba jugandole una mala pasada. Aun así, tenía esperanzas y continuó, "¿Qué?"
Mierda, realmente acababas de decir eso. Pensaste en formas de recuperarte de esto, pero no había forma de que tu cerebro pudiera inventar algo que tuviera sentido. No habia vuelta atras, asi que continuaste, "La oferta no va a durar mucho más." Un nudo comenzó a formarse en tu garganta y tu boca se secó.
Matías empujó su asiento hacia atrás y dejó que sus ojos ligeramente enrojecidos te miraran fijamente, pasando su lengua por su labio inferior mientras su mirada recorría tu cuerpo antes de posarse en tus ojos. Pensabas que no se habia dado cuenta de cómo tus muslos se tensaron cuando el borde de su camiseta se levanto un poco con el movimiento, pero sí lo habia notado, y estaba disfrutando de la forma en que estabas retorciéndote a su lado. Se preguntaba si ya estabas mojada y si esa humedad estaba comenzando a manchar todo el asiento abajo tuyo.
Se preguntaba cuánto tiempo habías querido hacerle esa pregunta. ¿Fue desde que estacionó en la costanera, o mientras estaban en camino? Tal vez incluso antes de eso. ¿Podría haber comenzado cuando te envió un mensaje de texto? ¿O quizás habias tenido este sentimiento durante mucho tiempo, desde cuando solían pasar tiempo juntos en su habitación compartiendo un porro y jugando juegos de mesa? Tal vez, solo tal vez...
Mientras Matías pensaba, definitivamente disfrutaba de verte entrar en pánico. Se aseguró de que estuvieras mirando cuando llevó el porro a sus labios, humedeciéndolos antes de tomar una calada. Respiró profundamente, dejando que el humo llenara sus pulmones. Pudiste ver el extremo del porro brillar, ardiendo en un ámbar profundo.
Cuando Matías exhaló, estuvo velado por el humo; parecía un poco intimidante, sus ojos nunca se apartaron de los tuyos, y podías darte cuenta que estaba pensando en decir algo.
"Dale."
¿Dale? ¿Eso era todo lo que iba a decir? ¿No iba a cuestionarlo? Bueno. Ambos podían jugar ese juego.
Sin apartar la mirada de él, tus dedos fríos se deslizaron por el borde de su pantalón, él respiro entre dientes por el contacto repentino. Fue entonces cuando te diste cuenta de que no llevaba ropa interior, obvio que no, era Matías. Sacaste su miembro de sus pantalones viendo como ya estaba erecto, retorciendose ante tu fresco contacto. Casi jadeaste al verlo y tus muslos se tensaron. Sentiste como una vena prominente a lo largo de la parte inferior se hinchaba bajo tus dedos.
Delicadamente envolviste tus dedos alrededor de su eje y lo llevaste hacia tu boca, tu lengua rozando su punta y dejando que tu cálido aliento lo acaricie. Matías sabia que lo estabas provocando e hizo todo lo posible para no levantar la pelvis y follarte la boca, manteniendo sus ojos en los tuyos. No te iba a dejar ganar.
Sentiste cómo tu compostura comenzaba a flaquear cuando viste la punta goteante de Matías, y no pudiste evitar lamerla con lentitud. Él inhaló una bocanada entre dientes cuando sintio tu lengua, y cuando levantaste la vista, te encontraste con su mirada fija, incitándote con sus ojos.
Cuando saboreaste a Matías en tu lengua, no pudiste evitar succionarlo ligeramente hacia tu boca. Tenia un sabor un poco dulce, sin duda por la hierba que corria por sus venas. Cediste ante su miembro bastante fácilmente, ansiosa por sentir su pene llenando tu garganta. Tu boca se hundio en él lentamente mientras ahuecabas tus mejillas. Pudiste sentir como la saliva se acumulaba en tu boca y cubria su pene dandole un leve brillo. Matias gimió ante la sensacion e inclinó la cabeza hacia atrás, sus manos se hicieron puños a los costados del asiento. Sus gemidos y jadeos fueron los que te incentivaron a moverte y antes de que pudieras darte cuenta estabas subiendo y bajando tu cabeza con un buen ritmo.
Su pene era fino y largo, su punta golpeaba el fondo de tu garganta, cosa que hizo que tuvieras que separarte para retomar el aliento viendo como un jilo de saliva unia tus labios con su bombeante pene. Sus dedos se entrelazaron rapidamente al rededor de tu pelo, guiando tu boca de regreso a su pene.
"Dios nena, no me dejes asi, seguí por favor."
Sentiste tus rodillas temblar ante sus palabras y sin mas dilacion lo tomaste de nuevo dentro de tu boca.
Gemidos salian de tu boca y matias no podia creer que todo esto estuviera pasando, no entraba en su cabeza como podia tenerte wntre sus piernas chupandole la pija en su auto, por un momento pensó que estaba soñando. Sus caderas comenzaron a moverse hacia arriba, penetrando tu boca y haciendote tener algunas arcadas que no detuvieron tu labor. Sus dedos apretaban cada vez mas fuerte tu cabello hasta que en un momento, decidio tirar de ellos apartandote de su pene.
"Ah, mierda- si no te sacaba me iba a correr." dijo jadeando
Tratasgw de recuperar el aliento, ya sabias que posiblemente estabas hecha un desastre, sentias tu cabello pegado en tu rostro cubierto de saliva, la piel enrojecida y las lágrimas en tus pestañas. Pero él todavía te miraba como si estuvieras hecha de polvo de hadas.
"Vení para aca." musitó
Antes de que tu cerebro tenga tiempo de enviar ordenes a tu cuerpo, Matías se inclinó hacia adelante atrayendote hacia él, sus brazos rodeando tu pequeña espalda mientras te acercaba imposiblemente mas a su cuerpo, pecho contra pecho. Su boca se poso sobre la tuya inmediatamente, su lengua pasando por tus labios y metiéndose en tu boca. Podias sentir la tensión de su mandíbula contra la tuya y sus palpitaciones apresuradas contra tus manos sobre su pecho.
El momento era embriagador; podias saborear el dulce sabor de Matías en tu boca y su miembro presionando contra tu intimidad dejandote deseando mas. Simplemente no era suficiente.
Casi como si él hubiera leido tu mente, sentiste el leve roce de los dedos de Matías mientras jugando con el borde de tu musculosa. Sus dedos siempre habian sido fríos y gemiste ante la repentina sensación, gimiendo en su boca mientras sus dedos se deslizaban debajo de la tela, recorriendo la piel cálida de tu torso. Su toque provocó un escalofrío que provoco que tu piel se erizara.
Mierda, te sentías como una colegiala a punto de tener su primera vez. Ya lo habías hecho antes, pero nunca con Matías. Las mariposas revoloteaban en tu estómago por la forma en que te tocaba, y había algo en la forma en que te hablaba que te llenaba de nervios.
Sus dedos acariciando la suave carne de tus pechos te sacaron de tus pensamientos. Sentiste que la respiración de Matías se detenía, y ahí fue cuando recordaste que no estabas usando sostén. Abajo tuyo, tu amigo se rió para sí mismo por su pequeño descubrimiento. Sus pulgares pasaron sobre tus pezones endurecidos y, mierda, ¿habías estado sin sostén todo este tiempo? ¿Sentada junto a él, con los pechos desnudos rozando la tela de tu remera? Matias no pudo evitar preguntarse si tu coño estaba igual de desnudo y su corazón se aceleró ante la idea. Su sistema lleno de sustancias simplemente no podía con ello, y empezó a moverse hacia vos para averiguarlo.
"¿Sin sostén?" Matías susurró contra tu cuello, pudiste sentir el roce de sus labios contra tu piel, una sonrisa traviesa se extendio por su rostro. "¿Lo hiciste a propósito?"
Matías se rió contra tu cuello cuando tus muslos se contrajeron alrededor de él ante sus palabras. Por supuesto que era para él. Todo lo que hacías lo era.
Observaste cómo sus ojos, enrojecidos y vidriosos, caían sobre tus manos mientras tus dedos recorrian su piel hundiéndose ligeramente en esta y definitivamente notó tus escalofríos cuando tus manos encontraron su abdomen duro y, si ya de por si su ego no era lo suficientemente grande, definitivamente lo era ahora. ¿Lo habías deseado tanto como él te había deseado?
Fue entonces cuando Matías te miró, llevando el porro a sus labios resecos y tomando una larga calada, sosteniéndo el humo en su boca mientras se expandia en su garganta y pulmones. Desearías poder ver sus pensamientos en este momento; matarías por saber qué estaba pasando en esa mente nublada suya.
Después de lo que pareció una eternidad, finalmente soltó el humo y lo sopló sobre tu figura medio desnuda, envolviéndote en un suave halo de humo, con los ojos aún clavados en los tuyos como si estuviera esperando tu próximo movimiento.
El silencio de Matías te puso ansiosa. No podías decir si estaba disfrutando de la vista o pensando en cambiar de opinión. La mezcla de la marihuana corriendo por tus venas y los nervios que creaba la mirada de Matías te hizo sentir un poco mareada y nerviosa, así que le preguntaste.
"¿Me das una pitada?" Tenías una sonrisa coqueta en el rostro, un destello travieso en tus ojos mientras tu mano se aventuraba un poco más abajo. ¿Cómo podría decir que no?
Con una sonrisa ladeada, las palabras de Matías salieron lentas y un poco arrastradas mientras raspaban al pasar por sus labios. Siempre te había encantado lo ronca y áspera que se ponía su voz cuando estaba fumado. Nunca dejaba de hacer que tu conchita se mojara.
"Obvio hermosa." Sus manos apretaron más fuerte tus muslos antes de que llevara el porro a tus labios.
Recordó la primera vez que habian fumado juntos.
Nunca esperó que dijeras que sí, pero estaba muy, muy contento de que lo hicieras.
Fue cuando eras bastante inexperta. Ambos estaban en su habitacion, tu mente nebulosa por el consumo de marihuana. Era adorable lo exaltada que te ponías, riendote por cualquier cosa que él dijera o hiciera y haciendo chistes malos que solamente vos encontrarías absolutamente hilarantes. Pero tambien empezaste a volverte audaz, tus manos agarrando su mandíbula para acercarlo para pedir otro porro. Matias recordaba muy bien como tus labios se acercaban hasta que estuvieron casi rozando los suyos, prácticamente suplicando ser besados; pero nunca lo hizo, mas que nada porque no sabia si estabas en tus cabales. Pero se lo pusiste difícil.
La marihuana te ponia mas cariñosa y necesitada a medida que pasaba la noche. Agarrabas el cuello de Matías para acercarlo y susurrarle cosas al oído. Tan cerca que podía sentir tu aliento caliente contra su piel, tus labios presionando ligeramente contra su oreja. Matías apostaba a que tus labios sabrían deliciosos con tu brillo labial de cereza mezclado con el dulce sabor de la marihuana.
Sabia que iba a ser difícil para él detenerse, así que nunca comenzó. Pero con el pasar del tiempo, ibas cada vez más a su casa, y pronto ya no eras tan inexperta.
Dejaste de estar tan exaltada y necesitada a medida que desarrollabas tu tolerancia, incluso eras capaz de manejar un porro entero vos sola. Matías casi estaba orgulloso de lo lejos que habías llegado, pero eso significaba no más mimitos y no más trenzas en el cabello. Estaría mintiendo si dijera que no lo iba a extrañar.
Así que podías imaginarte lo emocionado que estaba en ese momento mientras te restregabas contra él, tan necesitada como las primeras veces que habias fumado, tu coño cubierto frotándose contra su miembro desnudo y palpitante haciendo un desastre en tus shorts.
Los dedos de Matías rodearon tu mandíbula, el pulgar pasando por tus labios incitandolos a abrirse. Lo unico que tuvo que hacer fue meter la punta de su dedo dentro para ver cómo tu boca lo recibia, tu lengua girando alrededor de su dígito. Te acercó un poco más, lo suficiente para mantenerte queriendo más mientras exhalaba, envolviéndote en una nube de humo.
Lo inhalaste y lo sentiste ir directo a tu cabeza, mareandote y haciéndote sentir tan ligera como el aire.
Joder, lo habías extrañado. No pudiste evitar la forma en que tus caderas se movieron hacia él mientras lo hacía de nuevo con su lengua sumergiéndose en tu boca esta vez.
"Mirate. Tan desesperada por tenerme adentro, ¿eh?" Dios, Matías sabia que te morías por él, y nada podía calmar tu hambre excepto su pene llenándote por completo. Cada vez estabas mas impaciente, pero antes de que tuvieras tiempo de tonar cartas en el asunto, sentiste los dedos errantes del castaño rozando tu entrepierna cubierta. La tela de tus shorts y de tus panties formando una especie de barrera y sentiste la necesidad de sentir esos largos dedos profundamente dentro tuyo, sentias que si pasabas un minuto mas sin ser follada ibas a estallar.
Sus dedos frotaron circulos sobre la tela por encima de tu clitoris y sentiste como tu ropa interior se empapaba bajo sus dedos.
"Matías, necesito tus dedos adentro." El simplemente se burló de lo desesperada que estabas y le encantó el hecho de tenerte suplicando encima suyo.
"¿No vas a decir por favor?" Matías podía ser un tarado a veces, pero hoy no estabas en condiciones de responder con algo inteligente, tu cerebro era un lío confuso y todo en lo que podías pensar era en Matías y sus dedos y su pene y cuánto lo necesitabas. Así que simplemente te rendiste, ni siquiera intentaste ser un poco sutil al respecto.
"Ugh, por favor, por favor. Cogeme con tus dedos, por favor." gemiste retorciéndote bajo el su toque, el cual simplemente no era suficiente.
"No puedo si tenes esos shorts puestos."
Obedeciendo a sus deseos, te sacaste los shorts sin rechistar, deseando que esa fastidiosa capa de tela ya no estuviera ahí. El castaño gimio debajo tuyo al ver lo que tenía adelante.
Tenías puesta ropa interior gris, y el color hacía que tu humedad fuera visible para Matías, quien no pudo evitar pasar su dedo índice a lo largo de tu entrepierna y hasta tu clítoris. La acción te sacó un gemido delicioso, y él tuvo que apartar la mirada de tu entrepierna para mirarte.
Observabas connatencion y anhelo cada movimiento de Matías, viendo como su dedo dibujaba circulos alrededor de tu clítoris, tu ropa interior oscureciéndose a medida que la humedad crecía. Tus caderas empezaron a moverse hacia adelante, desesperada por sentir esa presión que tanto deseabas.
Si Matías hubiera tenido la mente clara y no estuviera tan drogado, te hubiera hecho rogar por ello, te habría hecho esperar hasta que estuvieras al borde de las lágrimas antes de darte lo que querías. Pero él estaba tan desesperado como vos, y su compostura estaba al límite.
Entonces, con una mano, apartó tus panties hacia un lado, y un gemido gutural se te escapó cuando sentiste las yemas de los dedos del chico deslizarse entre tus pliegues. Sus dedos esparcieron tu humedad hasta tu clítoris, y despues, tal como había prometido, metio uno dentro de tu coño. Jadeaste mientras sentias como su dedo se colaba entre tus paredes, y soltaste un gemido de alivio que no sabias que estabas conteniendo.
"Mirate bebé. ¿Estas tan mojadita por mí?" Sí. Todo era para él. Siempre lo había sido y siempre lo sería. Tus interiores succionaban su dedo profundamente, apretandose contra sus nudillos, enviando olas de excitacion directamente a su polla palpitante. No podias esperar para que reemplazara sus dedos con su pene. El simple pensamiento de matias cogiendote duro hizo que tus rodillas temblaran con anticipacion.
Su dedo medio se unió a su dedo anular dentro tuyo, y movió su muñeca para posicionarse mejor para poder mover sus dedos a un ritmo más rápido. No tardo mucho en establecer un ritmo que te huzo temblar hasta el alma, y tuviste que extender las manos contra la -ya empañada- ventana. Con cada embestida tus yemas golpeaban ese punto dentro tuyo y justo cuando creias que era demasiado subio su otra mano a tu intimidad para frotar tu clitoris.
Sentiste la conocida sensacion de placer acumulandose en tu centro y antes de que tu cerebro pudiera procesarlo, te estabas corriendo contra sus dedos, tus piernas temblando y tus labios soltando gemidos con su nombre contra su cuello.
"¡D-dios, Matías!" exclamaste, tus uñas clavandose en su antebrazo.
"Shhh. Tranquila, aca estoy." Matías sintió cómo te apretabas alrededor de sus dedos después de haberte corrido, sin embargo retiro sus dedos de tu interior y se los llevo a la boca, gimiendo al rededor de ellos. "No puedo esperar más, bebé. Necesito estar adentro tuyo."
Antes de que tuvieras tiempo de calmarte de tu clímax volviona apartar tu rompa interior hacia un lado y alineó su polla con tu entrada. Lentamente, te hundiste en él.
Gimieron juntos mientras lo tomaste lentamente en tu coño, centímetro a centímetro. Podías sentir esa vena prominente sobresaliendo contra tus paredes, y tus interiores se apretaron ante la sensación.
Una vez que Matías estuvo completamente dentro tuyo, tu cuerpo comenzó a moverse por sí solo, desesperada por sentirlo. Empezaste a moverte hacia abajo, pero él agarró tus caderas para detener tus movimientos, manteniendote quieta encima suyo. Sus ojos estaban cerrados y su ceño fruncido, por lo que te preocupaste. "Mati? Estas bien?" dijiste pasando tus manos por su rostro, quitando el cabello que cubria sus hermosas facciones.
"Si gorda... pero si te moves tan enseguida me voy a correr... Deja, deja que me concentre."
Te reiste por lo bajo y empezaste a dejar un camino de besos desde la comisura de sus labios hasta su cuello, de vez en cuando algunos gemidos ahogados salian de tu boca, necesitabas moverte pero entendias que tenias que darle su tiempo, despues de todo sabias que la marihuana agudizaba todos los sentidos y esto no era excepcion.
"Matías, por favor, no sé cuánto más puedo aguantar.". rogaste en un jadeo que hicieron tido lo ckntrario a ayudarlo a que se concentre. La marihuana tampoco ayudó; lo volvió aún más sensible a las tus cálidas y húmedas paredes apretandolo.
Estabas arriba de él, con su polla bien dentro tuyo durante lo que pareció una eternidad. Te estabas impacientando un poco y casi comenzás a moverte hasta que lo escuchaste debajo de vos.
"Dale, bebé, movete". Y eso fue todo lo que necesitaste escuchar. Comenzaste a mover tus caderas sobre las suyas, la punta de su polla tocando ese punto tan placentero dentro tuyo. Soltaste un pequeño grito cuando sentiste como sus caderas subian para embestirte un poco.
Una de sus grandes manos estaba en tu cadera, balanceándose de un lado a otro con tus movimientos, mientras la otra sostenía el porro entre sus dedos, ofreciéndotelo después de darle una pitada y soplar el humo sobre tu cuerpo, envolviéndote en una neblina de humo. Mientras tanto, la luz naranja de las farolas afuera te bañaban en un resplandor celestial, suavizando tu piel. Matías se inclino a darte un tierno beso. Carajo, te veías etérea y el sabia que iba a recordar esta imagen para siempre, deseaba poder tatuarselanoara revivirla cuando quisiera.
La forma en que tu cuerpo se movía sobre él lo tenía mirándote con asombro. Juraba que eras un puto ángel enviado a la Tierra solo para él. Parecías estar bañada en una luz que lo rodeaba a el también. Todavía no podía creer que esto estuviera pasando realmente.
Parte de Matías quería darte vuelta y tenerte abajo suyo. Quería levantarte la pierna sobre su hombro y llegar un poco más profundo, la punta rozando ese punto dulce dentro tuyo... pero ¿por qué habría de hacerlo cuando lo estabas haciendo tan bien vos misma? Y él tenía la vista más perfecta desde abajo; podía ver todo, desde tu coño hasta los hilos de tu previo orgasmo acumulandose en la base de su polla, hasta tus tetas perfectas rebotando tan perfectamente frente a él. Ni hablar de tu hermosa cara. Si pudiera personificar la euforia, estaba seguro de que eras vos, con las cejas fruncidas, los ojos cerrados y la boca abierta, todos tus sentidos concentrados en todo lo que era él.
Matías no pudo evitar hablar. Tal vez era la marihuana hablando a traves de él o tal vez eran simplemente sus pensamientos sobrios, pero carajo, no podía mantener la boca cerrada y te volvía loca.
"¿Qué diría tu vieja si te viera ahora, ¿eh? ¿Su perfecta hija fumando porro y montandome en el auto?" Los ojos de Matías estaban oscuros, y te hacían sentir como si estuvieras haciendo algo que no deberías. Te daba mariposas en el estómago y sentías una ola de deseo ir directo a tu coño.
Matías se volvía tan charlatan cuando estaba drogado, y definitivamente había fumado demasiado, así que no había forma de detener las palabras que salían de su boca. Pero Dios, sonaba tan malditamente: su voz se escuchaba ligeramente ronca y quejumbrosa mientras te elogiaba, diciéndote lo bien que lo estabas haciendo, cómo estabas tomando su polla tan bien y montandolo como una puta diosa. Mientras tanto, la punta de su pene latía y se retorcía y golpeaba tan profundo desde este ángulo. El placer era casi insoportable pero se sentia tan bien que deseabas que el momento no se acabara jamas.
El ritmo era crudo, duro y tan jodidamente bueno. Era todo lo que podrías haberte imaginado y sabias que estabas al borde de correrte encima suyo. Ningún pensamiento coherente pasaba por tu mente y sentias que no podías formar palabras, pero Matías entendió. Podía notarlo por la forma en que tus movimientos se volvieron bruscos y por la forma en la que tus caderas titubeaban con cada embestida y tu respiración se volvía rápida, casi erratica. Por lo que comenzo a mover sus caderas, parando las tuyas connun fuerte agarre, empujando adentro tuyo con tanto vigor que sentiste que podrias desmayarte en ese momento.
"Muy bien, nena. Correte para mí dale, correte encima mio." Sus palabras de elogio, cargadas de deseo y teñidas de dulzura, fueron las que te llevaron al borde. Habías tenido muchos orgasmos en tu vida, pero ninguno habia sido como este, no cuando estabas tan drogada y encima de Matías. Se sintió glorioso, sentiste que tocabas las estrellas con las yemas de tus dedos. El orgasmo comenzó desde tu centro, extendiéndose a cada centímetro de ti de adentro hacia afuera. Te sentías sin peso y era como si estuvieras flotando, lo unico que te traia a tierra eran los suaves besos que el castaño estaba presionando sobre tu hombro y el fuerte agarre en tus caderas.
Matías no estaba muy lejos; de hecho, el pulsar de tus paredes lo hizo derramar todo lo que tenía dentro tuyo sin darle tiempo de sacar su polla. Era la marihuana la que lo hacía así, adormecía sus sentidos y hacía que sus músculos se sintieran pesados. Aunque en realidad no era eso en absoluto. Simplemente estaba demasiado atrapado en el momento como para detenerse sacar y correrse en tu panza. ¿Y por qué lo haría cuando estabas tomando pastillas anticonceptivas y te sentías tan bien? Sería un loco si no se corria dentro.
Guturales gemidos lastimeros pasaron por sus labios con cada carga que salía disparada. Tuvo que agarrarse de tus caderas como si ellas fueran a salvarlo mientras su orgasmo parecía arrastrarlo hasta el cielo.
Cuando Matías regresó a la Tierra de golpe, fue como si estuviera envuelto en una manta cálida y acogedora. Sus ojos finalmente parpadearon abiertos, y juró que se encontró con un ángel.
Realmente creyó que había muerto y había ido al cielo.
iv.
Ya eran las 5:17 am y ambos estaban de nuevo vestidos, la ligera campera que matias habia tirado anteriormente al asiento trasero -en el cual se encontraban recostados ahora.- te cubria los hombros, protegiendote de la fria brisa matutina. El sol ya comenzaba a asomarse lentamente sobre el horizonte, y Matías apenas comenzaba a sentir cómo la sobriedad lo alcanzaba. Percibió el peso reconfortante de tu cabeza sobre su pecho, tus pestañas y tu respiración suave le hacian cosquillas en la piel.
No puede evitar mirar a su alrededor y recordar con cariño. Las huellas de manos adornan las ventanas, y decide dejarlas allí, como un dulce recordatorio de lo ocurrido en las primeras horas del día. Una sonrisa tierna se dibuja en sus labios al rememorar, recuerdos tenues llenando su mente. Esa noche no solo había conseguido el papel de su vida, sino que también había compartido momentos íntimos con la chica de sus sueños. La vida parecía ser hermosa.
Tus respiracion pacífica lo reconforto mentrias sentia cómo sus párpados se volvian pesados. Antes de ceder al sueño observó con ternura hacia abajo, donde te encontrabas acurrucada junto a él, un ligero rayo de sol iluminando tu piel, y no pudo evitar desear que esta no fuera la última vez.
394 notes · View notes
olee · 3 months
Text
La Familia De | Enzo Vogrincic
Tumblr media
Cuando descubres la infidelidad de tu novio, aceptas la invitación de tu amiga para pasar unas semanas en su país con su familia. Allí conoces al atractivo hermano de tu amiga, desencadenando una serie de emociones inesperadas.
Desde hace un año, la cafetería que posees en Ciudad de México ha sido tu refugio, un santuario de aromas de café y conversaciones animadas. Tu vida ha tomado un giro maravilloso desde que abriste las puertas de este lugar acogedor. No solo tienes un negocio próspero, sino que también tienes a tu lado a un novio increíble, cuyos talentos como tatuador le dan un toque de arte y rebeldía a tu vida cotidiana.
Entre el vapor de los expressos y los murmullos de los clientes habituales, siempre hay un momento especial cuando tu amiga uruguaya aparece por la puerta. Ella, con su encanto sudamericano y su energía contagiosa, es como un rayo de sol que ilumina tu día cada vez que la ves. Aunque vive en CDMX por trabajo, nunca pierde la oportunidad de visitarte en la cafetería, trayendo consigo los últimos chismes y anécdotas que hacen que la vida en la ciudad parezca aún más vibrante.
En medio de este bullicio reconfortante, te das cuenta de que no estás sola. Tu negocio florece, tu relación amorosa está en su mejor momento y tus amistades te brindan compañía y alegría. La paz y la belleza se entrelazan en tu día a día, recordándote que la vida puede ser realmente hermosa cuando tienes a las personas adecuadas a tu lado.
Sin embargo, un día decides cerrar temprano la cafetería porque no te sientes bien y tienes un fuerte dolor de cabeza. De camino a tu departamento, te sientes aún peor, como si algo estuviera terriblemente fuera de lugar. Al llegar a casa y subir las escaleras, el sonido de ruidos extraños te hace detener en seco. Escuchas un respiro profundo, quizás gemidos. Sin entender completamente lo que está sucediendo, decides apresurarte hacia tu habitación.
Al abrir la puerta, te encuentras con algo que nunca podrás borrar de tu mente: tu novio, en medio de un encuentro íntimo con otro hombre. Es una escena que nunca esperaste presenciar, y sin poder soportarlo, das media vuelta y sales corriendo, sintiendo cómo tu mundo se desmorona a tu alrededor.
Con lágrimas nublando tu vista y el corazón hecho pedazos, marcas frenéticamente el número de tu amiga en tu teléfono. "¿Dónde estás? ¡Necesito verte! Me siento horrible, mi novio… mi nov–", apenas logras articular entre sollozos.
La voz tranquila de tu amiga al otro lado de la línea te ofrece un atisbo de consuelo en medio de la devastación que te embarga. "Estoy en casa. Vení y me contás tranquila", te dice, y sus palabras se convierten en un faro de esperanza en medio de la oscuridad que te rodea. Con el corazón roto y el alma hecha trizas, te diriges hacia la casa de tu amiga, en busca de consuelo y apoyo en medio de la tormenta emocional que te consume.
Le cuentas a tu amiga todo lo que había sucedido y no puedes evitar llorar. Estás en el sofá junto a tu amiga, y te dice mientras te peina el cabello: "(Y/N), tenés que ser fuerte, yo sé que no es fácil. ¿Te acordás de Mateo? Que se fue con otra mina, pues te entiendo completamente".
Pero entre sollozos, respondes: "¡Pero en mi caso es distinto!", y lloras más fuerte, como un bebé. "Y... ahora... tú te vas para Montevideo, y... ¡yo voy a estar SOLA!", sigues elevando el tono de tu llanto. "Y no quiero verloooo, nooo, no sé cómo enfrentarloooo".
Tu amiga intenta calmar tus nervios: "Pero yo me voy solamente por tres semanas, si querés, venite conmigo, yo te pago los pasajes".
"No quiero ser un peso más", respondes entre lágrimas.
"¡Boluda! ¡Te vienes conmigo, que se joda!", te dice ella, tratando de sacarte de ese estado emocional.
"Okkkkaaaayyyy", aceptás entre sollozos, llorando como un bebé.
Llevas ya tres días encerrada en la habitación de tu mejor amiga en Montevideo, con un gatito real al que tratas como un peluche. La familia Vogrincic te han adoptado como una hija más, y su madre se ha convertido en tu proveedora oficial de café y consejos sobre el amor, lo cual agradece tu corazón roto.
En una tarde soleada, tu amiga irrumpe en la habitación como un torbellino, encontrándote en la cama con tu celular, absorta en las fotos de tu ahora ex. "¡Che, bo! Dame ese celular. No quiero verte así", ordena con un tono melodramático. "Tienes que salir de esta cueva. Mami me ha dicho que solo sales para tomar café y luego regresas aquí. ¡Ya basta! Esta noche viene mi hermano desde Nueva York, y vamos a recogerlo al aeropuerto. Tienes que venir conmigo, punto final", declara con autoridad.
Tú respondes: "Ay, déjame aquí con la gatita", y ella te corrige: "¡Esa gatita tiene nombre y es Uma!". Insistes: "Pues déjame con Uma, no quiero ir para allá".
Con un suspiro exasperado, tu amiga agarra tu brazo con determinación. "¡Sos una pelotuda! ¡Vas a venir ahora!", exclama, decidida a sacarte de tu caparazón de autocompasión y llevarte a vivir un poco la vida real, aunque sea a la fuerza.
En el auto, el padre de tu amiga está al volante, con la madre como copiloto, mientras tú y tu amiga ocupan los asientos traseros. La atmósfera está cargada de emoción, ya que toda la familia está ansiosa por recoger al tal Enzo. Por lo que has escuchado, es un actor sumamente famoso. Aunque no estás muy familiarizada con su trabajo, tu amiga siempre ha hablado con orgullo sobre él, y su entusiasmo es contagioso.
Antes de dirigirse al aeropuerto, hacen una parada en un mercado para comprar globos, flores y un cartel que dice "¡Llegó el actor de la casa!". A ti no te hacen mucha gracia las flores ni los globos, ya que te recuerdan a tu exnovio.
Al llegar al aeropuerto, tu amiga asigna tareas: "Bo, aguanta los globos; yo llevaré el cartel y mami, tú llevas las flores", dice con entusiasmo. La madre asiente y el padre, con su típico sentido del humor, pregunta: "Y yo, ¿qué llevo?". La madre, con una sonrisa, responde: "La presencia". Todos ríen un poco, preparándose para la llegada del famoso Enzo.
Justo cuando estás a punto de bostezar por el cansancio acumulado, de repente tu amiga y toda su familia irrumpen en gritos de emoción, corriendo hacia un hombre sorprendentemente guapo. Su piel canela y su cabello medio largo y desordenado lo hacen destacar en la multitud. Él también parece adormilado, llevando una maleta, hasta que se percata de su familia y se apresura hacia ellos.
La escena es conmovedora mientras se abraza profundamente con tu amiga, luego se dirige hacia su madre y ambos comienzan a llorar juntos. Por lo que tu amiga te había contado, no se habían visto durante años debido a la ocupada agenda del hermano.
Mientras esta emotiva reunión tiene lugar en el aeropuerto, tú te encuentras parada como un pingüino, sosteniendo los globos en tus manos, sin saber muy bien qué hacer en medio de tanta emoción familiar.
Ya cuendo van para el auto, tu amiga te introduce al hermano diciendo, “Enzo, esta es (Y/N) mi mejor amiga del alma, y va estar con nosotros por estas semanas” dice mientras ya se van sentando al auto, y Enzo, que al parecer se va a sentar al lado tuyo te dice, “Un placer (Y/N)”
Y así van todos contentos para la casa, para cenar, ya que la madre iba a prepara una pasta.
Al llegar a la casa, estás a punto de dirigirte directamente a la habitación para descansar un poco del viaje agotador, pero tu amiga te agarra del brazo con determinación y te dice: "¡Uh uh no! Te quedas con nosotros en la sala. Nada de cueva". Tú asientes, aceptando su decisión, y decides seguir su sugerencia.
Cuando te dispones a sentarte en el sofá de la sala, observas con curiosidad cómo las gatitas, Uma y Ada, salen de una habitación cercana. Enzo, al verlas, no puede contener su emoción y se tira al piso, hablándoles con ternura como si fueran bebés. La verdad es que Enzo se veía increíblemente adorable en ese momento, y no puedes evitar sonreír ante la escena.
Tu amiga te hace una mueca cómica, como si estuviera acostumbrada a este comportamiento de su hermano, y te dice en voz baja: "Es amante de los gatos, así que no te asustes si actúa así". Tú te ríes suavemente, encontrando la situación bastante divertida y encantadora.
Observas cómo Enzo interactúa con las gatitas, y te das cuenta de que tiene un lado dulce y tierno que no esperabas.
Después de un rato, Enzo se levanta del suelo con una sonrisa, dirigiéndose especialmente a su madre: "Ma, me voy a dar una ducha. Avísame cuando esté la cena", dice con tono amable. La madre asiente con un simple "ok", ocupada con los preparativos en la cocina.
Una vez que Enzo se retira para darse una ducha, te inclinas hacia tu amiga y le susurras en voz baja para que no te escuchen: "Oye, no me habías dicho lo guapo que es tu hermano". Ella te responde con una mueca divertida y te dice: "Te lo regalo si quieres". En un gesto juguetón, la empujas suavemente y respondes con un "ajá", aceptando el comentario con humor.
Ambas se miran y se ríen, compartiendo un momento cómplice antes de que Enzo regrese de su ducha y continúe con la cena en familia.
Después de un rato, mientras estás disfrutando de un vino con tu amiga y ayudando a preparar la mesa, Enzo hace su entrada. Viene con una cámara vintage en la mano, su cabello aún húmedo y desordenado, vistiendo una sudadera cómoda y descalzo. En general, se veía muy relajado y como en su casa; no parecía en absoluto un actor de Hollywood.
Mientras tú te sientas con tu vino en la mesa, Enzo comienza a moverse alrededor de la cocina, capturando momentos con su cámara: la madre preparando la comida, el padre cortando la carne asada, y la hermana charlando contigo. Luego, se dirige hacia las gatitas y llama a tu amiga, "Loca, ven acá, tírame una foto con Uma y Ada". Pero antes de que pueda tomar la foto, la madre interviene: "Enzo, después. Ya vamos a comer". Él asiente en respuesta.
Tú observas todo con asombro, pero al mismo tiempo, te sientes como si estuvieras presenciando algo muy familiar. Enzo se sienta nuevamente junto a ti, y de repente te toma una foto inesperadamente. Tu amiga lo regaña de inmediato, diciendo: "¡Enzo! A (Y/N) no le gusta que le tomen fotos". Con un tono suave, Enzo se disculpa: "Disculpa". Y tú respondes con amabilidad: "No te preocupes".
La atmósfera en la casa es cálida y acogedora, y te sientes cada vez más integrada en esta familia tan especial.
Después de unos 45 minutos en la mesa, todos parecían estar inmersos en sus propias conversaciones, dejándote a ti en un silencio momentáneo. Mientras tomas sorbos de tu vino, escuchas atentamente pero te sorprendes al darte cuenta de que nadie te ha dirigido la palabra en todo ese tiempo. Una sensación de soledad momentánea te envuelve, hasta que de repente, es Enzo quien rompe el silencio.
"Y tú, ¿qué haces?", pregunta Enzo, volviendo su atención hacia ti. Levantas la mirada, encontrando sus ojos, y respondes con sinceridad: "Soy dueña de una cafetería en Ciudad de México". Su expresión se ilumina con genuina admiración: "¡Guau, eso es impresionante!", responde con entusiasmo.
En ese momento, sientes una conexión especial con Enzo, como si sus palabras hubieran creado un puente entre ustedes. A pesar del bullicio de la mesa, te encuentras atrapada en su mirada, sintiendo una chispa de complicidad entre ustedes.
Tumblr media
311 notes · View notes
whitefeather-mc · 1 year
Text
Negai Yo Hiike - Make a wish Afraid of the dawn, I wish again and again Farewell to the lonely sky and the salvation of love My prayer is distant, illuminates the crimson lotus
Ringing bells, carry my wish Warm sleep, stretch your hand high today Oh, if only I could be forgiven Joy, sorrow, let us live together Shining human voices full of smiles Please, light, guide me, to the wondrous morning I've longed for
To the beautiful morning I've been waiting for When I wake up, let's start walking Along with my dreams
Ringing bells, carry my wish I dance from my heart in the city that blooms today Oh, now it's blooming beautifully Joy, sorrow, let us all sing together I dreamed so vividly of the love I shared with you Please guide me, let the light guide me
Into Tomorrow --------
Miedo al amanecer, deseo una y otra vez Adiós al cielo solitario y la salvación del amor. Mi oración es distante, ilumina el loto carmesí
Sonando las campanas, lleva mi deseo Sueño cálido, estira tu mano alto hoy Oh, si tan solo pudiera ser perdonado Alegría, tristeza, vivamos juntos Brillantes voces humanas llenas de sonrisas Por favor, luz, guíame, a la maravillosa mañana que he anhelado
A la hermosa mañana que he estado esperando Cuando me despierte, empecemos a caminar. Junto con mis sueños
Sonando las campanas, lleva mi deseo Bailo con mi corazón en la ciudad que hoy florece Oh, ahora está floreciendo maravillosamente Alegría, tristeza, cantemos todos juntos Soñé tan vívidamente con el amor que compartí contigo Por favor guíame, deja que la luz me guíe
hacia el mañana -------
夜明けに怯えて 何度も願う ひとりぼっちの空に別れと 愛の救いを 祈りは遠く 紅蓮を照らす
鐘よ響け 僕の願いを運んで 今日も温かな夢 高く手を伸ばして ああ もし許されるのなら 喜び 悲しみ 共に生きよう 輝く人の声 満ちている笑顔 どうか僕に 光よ導け
焦がれてた素晴らしい朝へ 目覚めたら歩き出そう 僕の夢とともに
鐘よ響け 僕の願いを運んで 今日も華やぐ街に 胸を踊らせてる ああ いま 美しく咲いた 喜び 悲しみ 皆で歌おう 該しく夢に見た 分かち合う愛を どうか僕に 光よ導け
あした へ
720 notes · View notes
Escribo para no olvidarme de ti, para tener a donde regresar y recordarte cuando sienta que sucede, escribo para tapar las fugas de mi memoria. Escribo de ti y de mí, todos los días plasmo lo que no puedo gritar a los 4 vientos, revelando entre líneas todo lo que hicimos y deshicimos a escondidas, todo lo que rompimos y estrujamos; escribo de los te amo entre susurros al final del orgasmo, de los besos con los labios mojados, de las escapadas los fines de semana, de las noches desnudos y sudados en la cama de un hotel cualquiera. Escribo por mí y por ti, y por esas personas que al leerme se identifican, es inevitable que no recuerden a ese amor anónimo, a ese amor prohibido que le entregan su cuerpo y su alma, y su boca, y su piel escondidos entre la gran ciudad donde poco a poco se entregan en su totalidad. Escribo aquí casi casi descubriendo tu identidad, solo me falta poner tu nombre porque tu cuerpo lo he descrito entre las frases de mis escritos sucios, bella, hermosa, con lunares y galaxias adornando toda la superficie de tu piel. Escribo por ti, por mí, por los amantes a escondidas, por los que juntos que no pueden estar, por los que su único delito es... No haber llegado a tiempo.
Tumblr media
51 notes · View notes
jorgema · 10 months
Text
Tu nombre: las letras que escribiré en cada rincón
~
Escribiré tu nombre en cada rincón mientras camino por la ciudad, dejando huellas de amor en cada paso que doy. Escribiré tu nombre tras cada suspiro y con cada latido de mi enloquecido y enamorado corazón.
Cada vez que anhele un beso tuyo, trazaré las letras de tu nombre en el viento, y cuando mi alma desee tus brazos, tu nombre estará grabado en cada latido que dé vida a mi ser. Las letras de tu nombre las exhibiré en lo alto de una montaña, cada vez que mi ser exija contemplar cada detalle de tu hermoso rostro angelical.
Escribiré tu nombre en el lienzo del tiempo: en el futuro distante que imagino, en el presente exacto que disfruto y en el fugaz pasado que atesoro. En cada necesidad que sienta de ti, en cada cercanía y lejanía, en ese sublime instante en el que tomas mi mano y tus ojos me dicen con una mirada que soy tu amor, allí escribiré tu nombre en cada estrella que el firmamento me permita ver.
Sí, escribiré tu nombre en cada lugar que pise y en cada lugar que desee mientras camino por este vasto mundo, porque deseo inundar el universo con esas letras que juntas conforman tu nombre y mostrar a todos que eres y serás el nombre que deseo pronunciar antes y después de decir: «TE AMO».
— Confesión Poética 42 || @jorgema (Cartas a una hermosa desconocida)
138 notes · View notes
Text
Tumblr media
NEW YORK CITY
205 notes · View notes
46snowfox · 21 days
Text
Diabolik Lovers Daylight Animate Tokuten:「Durmiendo junto a un★Vampiro」 [Laito Sakamaki]
Tumblr media
Título original: 「添い寝でおやすみ★ヴァンパイア」
//Traducción pedida en Ko-fi//
Laito: ¡Ah! ¡No aceleres tanto! ¡No necesitas correr! No, estoy bien, me he estado divirtiendo desde el momento en el que me invitaste a salir a pasear para disfrutar de la vista nocturna incluso la espera fue entretenida. Me alegro de que digas eso. Oh, ya sé, podemos ver la ciudad mientras caminamos, ¿pero no te gustaría sentarte un rato y verla con calma? Hay un parque por aquí cerca. Entonces te escoltaré. Bueno, andando. Por cierto, ¿por qué te atrasaste? Ah, no estoy enojado, solo me llamó la atención.
Laito (1:05): ¿Rompiste un plato? ¿No te lastimaste? Hm… Es que eres algo atolondrada, así que pensé que te habrías cortado un dedo, pero parece que estás bien. Eres mía, así que no debes desperdiciar ni una sola gota de sangre.  ¡Ay no! ¡No me veas con esa expresión de desazón! Al final no desperdiciaste nada, ya que no te lastimaste. Listo, llegamos.  ¿Qué opinas? La ciudad se ve hermosa desde aquí, ¿no crees? Fufu, entonces sentémonos aquí.
Laito (2:02): Sí, es una buena locación. Esto no es nada, invítame siempre que quieras, así podré monopolizarte, bitch-chan. Por cierto, el viento es realmente agradable hoy y la ciudad se ve bien. Sí, sí, la vista nocturna es preciosa. Me cuesta creer que todas esas luces representan a los humanos que viven en la ciudad. ¿Hm? Es verdad, el puente brilla con distintos colores, como un arcoíris. Parecen luces decorativas, ¿habrá algún evento?  Sí, está bien, vayamos a ver las iluminaciones, podríamos aprovechar de cenar afuera. Decide qué quieres comer ese día.
Laito (3:12): Jaja, no te preocupes, no tienes que decidir ahora. ¿Sabes? Esta vista nocturna me recuerda a los humanos en sí, las luces que repentinamente se desvanecen me hacen pensar en las almas que de la nada se extinguen, me hace pensar en lo fugaces que son. No pongas esa cara, no dije que fuera algo malo. Mientras tengan luz se esfuerzan por vivir, ¿no? Y pensé que eso era algo que vampiros inmortales como yo no podemos sentir, solo eso… Es algo silencioso y efímero, pero por eso mismo es hermoso… Lo hice sonar algo cursi, pero a eso me refería.
Laito (4:12): ¿Qué piensas tú? Ajaja, como dije algo fuera de lo normal te preocupé, ¿no? No lo pienses profundamente, solo dije lo que sentí. Sí, sí, gracias por ser tan honesta. ¿Hm? ¡Es verdad! Ahora el puente tiene un estampado de flores. ¿Será eso a lo que llaman un “mapeo de proyección”? Estamos tan lejos que no puedo ver nada, pero parece que sí están celebrando algún evento. Está bien, vayamos a verlo. Jaja, cada vez hay más diversión. Oh cierto, ¿no tienes frío? Hay una máquina expendedora allí, ¿quieres que te compre algo de beber?
Laito (5:15): Viniste muy ligera de ropa, si te ataco no te… ¿Eh? ¿Tienes sueño? Así que es porque te relaja estar a mi lado… ¿A pesar de que tiendo a maltratarte? Incluso si me dices eso no seré amable cuando succione tu sangre. Que rara eres. ¿Entonces? ¿Qué quieres beber? Muy bien, entendido. Sé buena chica y espérame, ¿sí? *va a comprar*
Laito (6:09): A ver… me pidió esto… ¿Qué me pediré yo? Creo que lo mismo. *deposita dinero en la máquina y saca dos bebidas* Perdona la espera, ya regresé. Está caliente, así que ten cuidado de no quemarte. No, no te preocupes, yo también quería beber. *se sienta conmigo y abre su lata para beber* Es deliciosa, oye, tú también… Oye, no cabecees con la lata en tu mano. Sabía que tenías sueño. Dame la lata, sería malo que se te derramara encima.
Laito (7:16): ¿Quieres cerrar tus ojos? Pero si ya está dormida… Por más que diga que le relaja estar a mi lado me impresiona que pueda dormir tan tranquila al lado de un vampiro hambriento… No tiene nada de precaución… Aunque no le perdonaría que se durmiera al lado de alguien más. Oye, bitch-chan… *beso* Ni con esto despierta… Fufu, que remedio, la dejaré dormir un poco. Pero cuando despierte tengo que succionar su dulce sangre. Es lo que mereces por invitarme y quedarte dormida… si te resfrías tu sangre sabrá mal, me acercaré un poco más. *se acerca a ti*
Laito (8:28): Hay bastante viento… ¿Cuándo debería despertarla? Oye, quiero beber tu sangre para poder dormir plácidamente, así que hazme caso cuando regresemos. Fufu, aunque dudo que me escuches. Jaja… se siente como si estuviéramos en nuestro propio mundo, no está mal… ya que en casa nos interrumpen… ¿No piensas lo mismo mi bella durmiente? Ese adorable rostro dormido, muéstramelo solo a mí, ¿sí?
Laito (9:22): Ah… en sueños dijo “te quiero”… Obviamente hablas de mí. ¿Verdad bitch-chan? Oye, no soltaré tu mano… así que tú tampoco sueltes la mía… Estemos a solas por un rato más. Aunque… siempre eres cálida… Eres como un cálido guatero… *bosteza*
Laito (10:13): Al acurrucarme a tu lado me entró sueño… Solo un momento… *se queda dormido*
Nota: Con vista nocturna se refieren específicamente a ver la ciudad durante la noche, las luces de la ciudad a lo lejos, durante la noche.
¿Te gustan mis traducciones? Puedes apoyarme en ko-fi nwn
34 notes · View notes
julianalvarez9 · 1 year
Text
brother's best friend / julián álvarez
request: julián revealing his relationship on insta with a family member of the argentina nt (personally, the idea of him getting with enzo’s sister makes me laugh at potential dynamics- because they’re so close and all)
summary: being enzo's little sister, you can bet he loves to embarrass you. what happens when the tables turn around, and the joke is on him?
pairing: julián álvarez x fernández!reader
yourusername
Tumblr media Tumblr media
Liked by enzojfernadez, juliaanalvarez and others.
yourusername siempre apoyándolos 🤍💙 enzojfernandez juliaanalvarez (always supporting you 🤍💙)
View all comments.
enzojfernandez qué número tenés en la camiseta? (which number do you have on your shirt?)
yourusername ?? el tuyo (?? yours)
yourusername
Tumblr media Tumblr media
Liked by juliaanalvarez, enzojfernandez and others.
yourusername mate como celebración por pasar a la final! 🧉🇦🇷 (mate as a celebration for getting onto the finals! 🧉🇦🇷)
View all comments.
enzojfernandez me parece que es una excusa pero como los mates estaban ricos no me quejo (i think it's an excuse but since the mates were nice i won't complain)
yourusername excusa para qué ?? (excuse for what ??)
enzojfernandez ver a cierto jugador que no soy yo (see a certain player that isn't me)
Liked by juliaanalvarez.
Tumblr media
yourusername
Tumblr media Tumblr media
Liked by enzojfernadez, juliaanalvarez and others.
yourusername por siempre orgullosa de ustedes y lo que hicieron 🤍🥹 los amo (forever proud of you and what you did 🤍🥹 i love you)
Comments are limited under this post.
Tumblr media
yourusername
Tumblr media Tumblr media
Liked by juliaanalvarez, yourbff and others.
yourusername la ciudad del amor 💌 (city of love 💌)
tagged: juliaanalvarez
View all comments.
enzojfernandez respondeme las llamadas 🤬 (answer my calls 🤬)
yourusername no puedo esperar a escuchar tus felicitaciones 🤭 (can't wait to hear your congratulations 🤭)
juliaanalvarez 🤍
Liked by yourusername
juliaanalvarez
Tumblr media Tumblr media
Liked by yourusername, erling.haaland and others.
juliaanalvarez más hermosa que la torre eiffel 😍 (prettier than the eiffel tower 😍)
View all comments.
enzojfernandez cuando te decía hermano no era literal 🫡 (when i called you brother i didn't mean it 🫡)
juliaanalvarez hermano 😁 (brother 😁)
yourusername mi chico bonito 🥹 (my pretty boy 🥹)
juliaanalvarez 🤍 te amo (🤍 i love you)
337 notes · View notes
kaos-literario · 2 days
Text
Tumblr media
¡No te acerques a ella!
De ojos brillosos, mirada risueña, un demonio en piel de un ángel celestial, mírala, le sonríe a todos... es obvio que contigo lo haría igual, y no le importa nadie en realidad, escucha, hazme caso, esa mujer es una pesadilla, ¡No te acerques a ella!
De labios perfectos, ni gruesos, ni finos, el tamaño perfecto para perderse en ellos por toda la eternidad, pero es de verdad; ¡No te acerques a ella!
Parece que te va amar, parece que tiene intensiones buenas, pero no puede detener su naturaleza, es una destructora del propio caos, se arranca las alas ella sola, grita como si alguien la hubiera traicionado...
Es que yo lo aprendí a las malas, eres joven, todavía no te ha mirado con sus ojos mieles, todavía no tiene interés en ti, escapa... es una pica flor, esta contigo y con otros ángeles más, hazme caso, no te acerques a esa mujer.
Se que parece un ángel, se que su cabello es brillante, su piel tan limpia, su aroma un hechizo, sus ojos, hermosos, no la mires, por favor... yo puedo correr el riesgo de dejar que me mire y que tu te salves, puedo soportar una vez más perderme en ella, lo hago de corazón, desde el hueco de mi pecho, pero entiéndeme; ¡Estoy enamorado!
De esa mujer con la belleza celestial, de sus manos tan suaves, de su tono de voz tan clásico de una fumadora, de sus alas, rotas, pero hermosas, ¿habías visto un blanco tan perfecto? ¿habías conocido a una mujer tan indescifrable como ella?
Lo sé, es difícil, parece inhumana, es fría y tiene calidez, es feliz y carga tristeza, es hermosa y peca de diabólica, tiene amores, pero ninguno se queda, tiene silencios y dice mucha verdad, ¡Hazme caso!
Déjala ir, ella no te mirará... ya tiene sus ojos en mi, puedo soportar la amargura de su amor, de su indiferencia, de su ausencia, y de su aroma tan extraño, pero encantador, ¡No te acerques a ella!
Te lo prohíbo, es mía, para siempre vive en mi corazón, se que yo habito en el suyo, pero no me la vayas a robar, estoy cansado de pelear con los ángeles que bajan a buscarla, es una anomalía, quieren saber de que grado y la admiran caminar por las calles de la ciudad, la observan... algunos se enamoran. Algunos llegan a tocar su corazón, pero ninguno se queda.
¡Yo he sido el único! ¡No me pienso marchar! así que por favor extraño, te pido, te suplico piedad, y no te acerques a ella más...
17 notes · View notes
viejospellejos · 2 months
Text
OpenAI (ChatGPT) presenta Sora, su nueva función que convierte textos en vídeo
“Sora puede crear videos de hasta 60 segundos con escenas altamente detalladas, movimientos de cámara complejos y varios personajes con emociones vibrantes.”
Así, para crear el vídeo que acabáis de ver, el texto proporcionado es: “La hermosa ciudad nevada de Tokio está bulliciosa. La cámara se mueve por la concurrida calle de la ciudad, siguiendo a varias personas que disfrutan del hermoso clima nevado y comprando en puestos cercanos. Preciosos pétalos de sakura vuelan con el viento junto con los copos de nieve.”
El modelo, explican, es capaz de generar escenas complejas con múltiples personajes. Pero hay más, también se puede especificar el tipo de movimiento del sujeto y detalles precisos del entorno. “El modelo entiende no solo lo que el usuario ha pedido en el mensaje, sino también cómo existen esas cosas en el mundo físico”, dice la compañía.
Aquí puedes empezar a utilizarlo:
31 notes · View notes
analisword · 1 month
Text
high infidelity (Enzo Vogrincic x fem reader)
Tumblr media
Capítulo 21.
—¡Sorpresa!—exclamó Alana en cuanto la puerta se abrió en su cara, tal vez era el café tan cargado que se tomó en el aeropuerto apenas pisó su país natal, tal vez era ver nuevamente el rostro de la persona que más apreciaba en el mundo, pero de pronto toda la fatiga que había sentido en su largo viaje, se esfumó por completo apenas la vio. 
—¿Alana? ¿Qué chingados haces aquí?—preguntó Anna como si  estuviera viendo a un fantasma. 
—No actúes tan emocionada—respondió sarcásticamente. 
—¿Cuándo llegaste a México?—preguntó su hermana mayor jalándola del cuerpo y aplastándola en esa clase de abrazo que sólo ella sabía dar. 
—Acabo de llegar—respondió con tono de culpabilidad, como si de pronto volvieran a tener 9 y 15 años. 
—¿Mamá y papá saben qué  estás aquí?—preguntó Anna tomándola de los hombros e inspeccionándola de arriba a abajo, como cerciorarse que fuera la Alana real y no un producto de su imaginación. 
Anna no sólo era su hermana mayor, también era su mejor amiga, eran polos opuestos, mientras que a Alana siempre se le había dado la literatura, a Anna se le daban los números, Anna tenía una vida básicamente ya resuelta: Estaba casada con otro arquitecto desde hace 6 años, tenían un departamento en la zona más costosa de la ciudad y dos hermosas mellizas. La vida perfecta. 
—No, no realmente—respondió con una mueca. 
Todo había sucedido muy rápido, una noche estaba llorando en el sillón de Enzo debido al asunto de la editorial y a la mañana siguiente ya se encontraba arriba de un avión, volando de vuelta México. 
—Te van a matar cuando se enteren—dijo Anna cruzando los brazos. 
—¿Debería regresar a España?—preguntó con gracia, como si se tratase de la tienda de la esquina—. Sólo serán un par de días. 
—Ojalá fueran más—respondió su hermana, hablando por primera vez con afecto—. Pasa, ¿esa es tu única maleta?—preguntó apuntando la mochila que llevaba en sus hombros, por primera vez, Alana no había sobrecargado su equipaje, todo gracias a Enzo, él mismo le había empacado la mochila con lo que según él, era lo necesario para sobrevivir durante 4 días. 
—Ehh, no—dijo apartándose del marco de la puerta, si a Anna aún no le daba un infarto por la tan inesperada sorpresa, el momento había llegado. 
—¿Te trajiste a tu gata?—gritó horrorizada.
—Su nombre es Zola—le recordó tomando la transportadora y al fin ingresando al departamento, soltó un chiflido cuando lo vio, no recordaba lo espacioso y elegante que era, tal vez eran cosas de arquitectos, o tal vez era que simplemente tenían un trabajo fijo, Alana sintió una punzada en el estómago, últimamente los temas de trabajo y dinero le resultaban bastante sensibles. 
Alana desabrochó la transportadora, Zola salió de ella de inmediato y si no estuviera tan ocupada tomando del plato de agua que Alana acababa de servirle, seguramente inspeccionaría todo el lugar. 
—Por favor dime que tiene todas sus vacunas—dijo horrorizada, Anna era una maniaca de la limpieza, le temía a todo lo que no fuera desinfectante y cloro, de cierta manera, le recordaba un poco a Enzo. 
—Claro que sí, ¿qué clase de madre crees que soy?—preguntó ofendida. 
—Vi las noticias, casi se les ahoga la vez que tú y Enzo se fueron a la playa, ¿cómo está él, por cierto?
—Está bien—dijo sonriendo—. Trabajando hasta el tope, se encuentra grabando las últimas tomas de la peli que lleva tanto tiempo filmando. 
—Aún me parece extraño el hecho de que seas su novia. 
—¿Tan fea soy?—preguntó Alana sentándose en el esponjoso sillón, Zola dejó de beber y se fue a caminar por ahí, Anna la miró no muy contenta, pero se guardó los comentarios que seguramente estaba pensando y se sentó enfrente de Alana. 
—Sabes a lo que me refiero, idiota—exclamó. 
—¿Cómo están las niñas y David?—preguntó inspeccionando el lugar con la cabeza, no había rastro de su cuñado y sobrinas. 
—Se fueron al parque un poco antes de que llegaras, debiste avisar que vendrías, te hubiéramos organizado una bienvenida y limpiado el lugar. 
—¿Estás jodiéndome? Este lugar está más limpio que un hospital—rió—. Perdón por no avisar, todo fue muy rápido, en realidad no tenía planeado venir. 
—Lo supuse, no venías a México desde que te fuiste, a veces pienso que te quedarás para siempre allá. 
Alana apretó los labios al escucharla.
—Dios no lo mande—exclamó, Anna la miró con lástima, ella, junto a Enzo, era la única que sabía que Alana no terminaba de encajar en España, no se podía tomar la libertad de decirle lo mismo a sus padres, principalmente porque los abandonó para seguir a Sebastián, cosa que hasta el día de hoy, aún no se lo perdonaban. 
Si tan sólo los hubiera escuchado mejor…
—¿Cómo te fue en lo de la entrevista?
Alana tomó una gran bocanada de aire y le contó la odisea por la cual había estado pasando las últimas semanas, todas las puertas que había tocado, como su última opción era la editorial Moore y la manera en la que Hector la estaba persuadiendo para escribir historias de terror, como esa era la razón por la cual tuvo que huir de España y regresar a México por unos días. 
—Tu jodido novio literalmente te compró un boleto de avión para que vinieras a México a pensar cosas—dijo con incredulidad cuando Alana terminó de hablar. 
—Si lo dices así suena algo tonto—dijo riendo—. Pero sí, supongo, es la clase de persona que hace eso—dijo con cariño, no llevaba ni un día lejos de él y ya sentía que lo extrañaba.
—Alana, si te soy honesta, cuando me enteré que rompiste con Sebastián, pensé que lo primero que harías sería volver a México—dijo su hermana—. Incluso David y yo te habíamos hecho un espacio aquí, para que pudieras quedarte. 
—Tengo mi propia habitación en la casa de mis papás.
—Ambas sabemos que volver con ellos no es exactamente una opción, siguen enojados porque te fuiste a vivir a España con Sebastián, ya sabes cómo son. 
—A papá nunca le terminó de agradar Sebastián, debí de escucharlo mejor cuando me lo dijo. 
—No sólo era por Sebastián, siguen teniendo una mentalidad muy a la antigua, a mí no me dejaron salir de casa hasta que me casé con David, y que tú te hayas mudado a otro continente sin estar casada fue una…
—Decepción, ya lo sé, Anna, me lo has estado repitiendo por más de dos años—la interrumpió.
—Ellos sólo quieren lo mejor para ti, yo también lo quiero.
—Y se los agradezco, pero sé cuidarme sola—replicó, Anna no respondió, seguramente pensando en cómo habían terminado las cosas con Sebastián, pero por el bien de ambas, no dijo nada—. ¿No piensas volver a México? La idea sigue de pie, puedes quedarte aquí hasta que encuentres otro sitio. 
—Claro que planeo volver aquí eventualmente, pero…
—Ya sé, las cosas son diferentes ahora, o más bien, alguien las hizo diferentes—dijo Anna alzando las cejas, Alana rodó los ojos al sentirse sonrojar. 
—Muero por que lo conozcas, en verdad—dijo entusiasmada. 
—Valeria y Valentina están obsesionadas con él—dijo Anna riendo, refiriéndose a sus hijas de 4 años, como si las hubiera invocado, las niñas entraron por la puerta junto a David. 
—¡Zola!—gritaron al mismo tiempo y corrieron a atrapar la gata que acababa de subirse al piano de cola de la sala, sus sobrinas la habían conocido a través de FaceTime. 
—Divertido que ellas si recuerden el nombre de mi gata y tú no—dijo Alana. 
—Divertido que estén más emocionadas por verla a ella que a ti—dijo Anna. 
—Alana, ¿qué chingados haces aquí?—preguntó David.
—¿Hay alguien que realmente se sienta feliz de verme?—preguntó Alana burlonamente, David negó con la cabeza, pero se acercó a abrazarla. 
—Niñas, vengan a saludar a su tía—gritó Anna. 
Minutos más tarde, David y ella se encontraban en el suelo jugando con las niñas y Zola mientras Anna se refugiaba en la cocina a preparar la cena. 
—¿Cómo estuvo el vuelo?—preguntó David. 
—Largo, no recordaba lo lejos que estoy de acá—dijo. 
—¿Podemos irnos contigo a España?—preguntó Valeria mientras peinaba a Zola con un peine de muñecas. 
—Uy, me encantaría—exclamó Alana—. Podrían quedarse conmigo todo el día en casa y peinar a Zola. 
—No las emociones, tienen que ir a la escuela. 
—¿Qué tan importantes pueden ser las clases para unas niñas de 4 años?—preguntó, David la miró con cara de pocos amigos, Valeria soltó una risa al escucharla, dando a entender que pensaba lo mismo. 
—Ayer aprendimos los días de la semana—dijo Valentina con tono de superioridad. 
—Retiro lo dicho, entonces, no pueden faltar—respondió Alana. 
Valentina comenzó a hablar sobre otras cosas que aprendió en el colegio, como figuras y colores, cuando escucharon el timbre. 
—Esos deben ser tus padres—exclamó David yendo hacia la puerta, Alana giró la cabeza fuertemente hacia Anna. 
—¡Lo lamento! Tenía que decirles que estabas aquí. 
—¡Anna!—dijo parándose y pasándose los dedos por el cabello, seguramente lucía como un desastre.
—No puedes esconderte de tus padres, creí que los extrañabas. 
—¡Lo hago! Pero quería un poco de tiempo para prepararme, hace mucho tiempo que no nos lo veo—habló rápidamente, mucho había pasado desde la última vez que sus papás la visitaron a España, todo el asunto de Sebastián, la editorial, el mundo entero enterándose que le había sido infiel con el actor del momento…
—¿Nos esconderemos de la abuela?—preguntó Valentina emocionada. 
—Tengo el lugar perfecto para eso—dijo Valeria guiñando un ojo. 
—La última vez que las vi no sabían hablar—dijo Alana cayendo en realización. 
—Por eso sus clases son importantes—dijo Anna rodando los ojos. 
—¿Cómo nos escuchó?—preguntó Alana en un susurro. 
—Tiene superpoderes—respondió Valentina en el mismo tono. 
—¡Alana!—gritó su mamá emocionada al verla, al menos alguien se sentía feliz, corrió abrazar a su mamá.
—Hola, papá—lo saludó aún sin escapar de los brazos de su madre. 
—Hola, hija.
—¿Qué opinan de Alana viniendo a México sin avisar?—preguntó David riendo. 
—Bueno, es bienvenida—dijo su madre.
—Es el tipo de cosas que ella hace, no me sorprende—exclamó su padre sacudiéndole el cabello, Alana arrugó la nariz.
—¿Te quedarás ya en casa?—preguntó su madre mientras pasaban todos a sentarse a la gran mesa del comedor. 
—No, sólo estoy acá por unos días—respondió, sus padres fruncieron el ceño. 
—Alana me estaba contando que Enzo le compró el boleto de avión de un momento a otro porque Alana no se había estado sintiendo muy bien, ¿cierto?—preguntó Anna queriéndola salvar de la incómoda situación. 
—¿El tío Enzo es rico?—preguntó Valentina jugando con un tenedor.
—En ese caso nos cae mejor que el tío Sebastián—añadió Valeria. 
—¡Niñas!—las regañó David horrorizado, el padre de Alana se apretó el puente de la nariz y su madre bajó la vista a su plato vacío. 
—Bueno, yo creo que es muy gentil de su parte—carraspeó David. 
—¿Y por qué no vino?—preguntó Javier, su papá. 
—Um, está filmando—respondió. 
—¿Has visto a Sebastián últimamente?—preguntó Laura, su madre, estirando su mano para tomar la de Alana, como muestra de apoyo,  ella se movió incómoda en el asiento. 
—Es preferible que no toquemos ese tema aquí—exclamó Anna abriendo los ojos ampliamente y dándoles una mirada rápida a las niñas, claramente ellas no tenían idea de que Sebastián había agredido a Alana. 
—El tío Sebastián se volvió gay y por eso ahora Alana es novia del millonario Enzo Vog…Vog…—dijo Valeria, Alana se ahogó con su propia saliva. 
—Vogrincic, cariño—la ayudó David bastante nervioso, Alana entrecerró los ojos, claramente él era el culpable de aquella excusa. 
—¿Gay? ¿En serio?
—¡No se me ocurrió otra cosa!—gesticuló David sin soltar ni un sólo sonido. 
—No hablemos más de  hombres en la mesa—sentenció Anna. 
—Amén—dijeron las gemelas, Alana soltó una carcajada, en definitiva había extrañado a su familia. 
—Traeré la cena—dijo David huyendo de la mesa, minutos después, la mesa estaba repleta de toda la comida que Anna había conseguido preparar en menos de una hora.
—¿No te vas a servir pollo?—preguntó Laura con curiosidad al notar el plato de Alana repleto de puré de papá y vegetales.
—Deberías servirte, son como 10 horas de Sevilla hasta acá, debes estar hambrienta—exclamó Javier. 
—En realidad son 15—aclaró David elevando el índice, Anna le dio un codazo. 
—No tengo muchas ganas, gracias—respondió.
Todo se veía delicioso, incluyendo el pollo, pero desde que conocía a Enzo, había adaptado su dieta a una vegana, no lo había hecho a propósito, nunca se le había pasado por la mente dejar de comer productos de origen animal antes, pero después de tanto tiempo conviviendo con él, y después de la mudanza, simplemente sucedió, ahora la idea de comer carne le asqueaba un poco, sabía que era algo bastante común entre las personas que cambiaban de dieta. 
—El tío Enzo es vegetariano—dijo Valentina. 
—En realidad, es vegano—dijo David volviendo a levantar el dedo índice, Anna bufó. 
—¿Por eso no estás comiendo carne?—preguntó Javier horrorizado—. Con razón te ves tan flaca, es una tontería—exclamó colocando una pierna de pollo en su plato, Alana de inmediato sintió que la bilis se le subía por la garganta. 
—Papá, no la fuerces, parece que se va a vomitar. 
—¿Estás embarazada, tía Alana?
—Genial, más pollo para mí—dijo David quitándole la pierna de pollo. 
—¡No estoy embarazada!—dijo horrorizada.
—¿Enzo te hizo vegana?—preguntó su madre. 
—¡No! No fue a propósito, simplemente no consumo tanta carne como antes, una disculpa si los ofendí por ello. 
—No digas tonterías—dijo Laura, pero le arrebató la pierna de pollo a David, dejándolo con la boca abierta para después dejar caer el pollo sobre el plato de Alana. 
—¡No tiene ganas, mamá!—exclamó Anna quitándole nuevamente la pierna y dejándola nuevamente en la mano de David. 
—Creo que ya no se me antoja mucho, cariño—dijo asqueado. 
—¡Ahora te la comes!—gritó Anna, David asintió y le dio una mordida. 
—Bienvenida a casa—dijo Javier sarcásticamente. 
—Enzo me contó el otro día que estabas apunto de terminar tu libro—mencionó David minutos después, una vez que dejaron de pelearse por el pollo.
—¿Desde cuándo pláticas con él?—preguntó Alana riendo. 
—Cuando hablábamos por FaceTime a veces dejabas el celular solo y yo también, Enzo y David conversaban en esos ratos—explicó Anna riendo. 
—No tenía idea—dijo Alana divertida.
—¿Qué podrían tener en común tú y Enzo?—preguntó Javier. 
—Bueno, conectamos bastante bien con el mundo del cine, resulta que tenemos un gusto bastante peculiar y similar, no creo que lo entiendas, con todo respeto, Javier—dijo David con el mismo tono de superioridad de Valentina. 
—Es decir, la película favorita de ambos es Toy Story 2—aclaró Anna. 
—Nos estamos desviando del tema—intervino Laura—. ¿Qué hay del libro, cariño? Hace mucho que no escribías. 
—Um, era sólo una historia tonta que estuve escribiendo durante los últimos meses. 
—Es fantástica—aclaró David—. Bueno, por lo que En me ha contado. 
—¿En? ¿En serio?
—No en de en serio, en de Enzo. 
—¡Se a lo que te refieres!
—Juro que entre Enzo, David y Alana, comparten una neurona en total—dijo Anna. 
—¿Qué es una neurona, mamá?—preguntó Valeria. 
—¿Y qué pasa con la historia?—preguntó Javier—. ¿Ya tienes editorial?
—En eso estoy, papá.
—Pero publicarás esa, ¿cierto? En dice que le podría ir mejor que arco de sangre—dijo David. 
—Creo que empezaré a escribir una historia de horror—dijo Alana, todos en la mesa, incluyendo las gemelas, la miraron como si le hubiera crecido otra cabeza de su cuello. 
—Lo siento, estoy fuera, no pienso leer algo de terror—dijo Valeria cruzando los brazos. 
—Eso es porque no sabes leer—dijo Valentina. 
—Tú tampoco. 
—¿Horror? ¿Qué mierda estás diciendo?—exclamó Anna. 
—Lenguaje—la regañó Javier. 
—Mamá, tendrás que poner dinero en el bote de palabrotas. 
—En un momento, cariño.
—¿Por qué escribirías una historia de horror cuando ya tienes una de fantasía?—preguntó Javier. 
—Es una larga historia—dijo jugando con su comida.
—Bueno, tomaste un jodido viaje largo, lo mejor será que te expliques a ti misma—dijo su madre, David carraspeó. 
—¡Ahorita pongo el maldito dinero, David!
—Genial, la abuela pondrá el doble. 
—Técnicamente, maldito no es una palabrota—le dijo a su sobrina. 
—Niñas, ¿por qué no van a mostrarle su habitación a Zola?—sugirió Anna. 
—¿Trajiste a tu gata?—preguntó Laura, como si Zola la hubiera escuchado, maulló desde el sillón. 
—¡Gata mala! ¡Baja de ahí!—gritó David,
—La editorial con la que quiero firmar sólo me acepta si escribo horror—explicó una vez las niñas abandonaron el comedor. 
—Con todo respeto, Alana, pero eso no tiene sentido—dijo David—. Escribiste la saga en español más leída de los últimos años, ¿por qué te pedirían eso?
—No es lo mismo estar en España que aquí, el público es diferente—dijo cansada de tener que explicar la situación por milésima vez. 
—¿O sea, en España no te quieren?—preguntó Javier. 
—¡Papá!—interfirió Anna. 
—Eso no hubiera pasado si nunca hubiera ido a España. 
—Creo que venir acá pensando que me sentiría mejor fue un error—dijo Alana aventando su servilleta en la mesa. 
—Perdón, no quería decirlo de esa forma, Alana, estoy preocupado por ti, no has escrito nada en siglos. 
—Bueno, ya lo dijo David, ¿no?—dijo apuntándolo—. Escribí una historia, que no vaya a publicarla es otra cosa. 
—Sólo queremos lo mejor para ti—dijo Laura. 
—Todos dicen eso y ninguno se ha tomado la molestía de preguntarme cómo estoy realmente, si quieren lo mejor para mí, entenderían que necesito trabajar y si tengo que escribir un jodido libro de horror, lo haré, fin de la historia. 
—¿Qué piensa Enzo de eso?—preguntó Anna. 
—¿Qué?
—Enzo, ¿qué piensa de eso?
Alana se mordió el interior de la mejilla. 
—Por tu silencio asumo que él también sabe que no es algo que te gustaría—dijo Javier. 
—Papá, necesito trabajar de algo, necesito estar con una editorial o estaré acabada. 
—Entonces vuelve a México, hay miles de editoriales que daría lo que fuera por tenerte aquí—dijo Anna. 
—Te fuiste del país por un hombre y ahora no quieres volver al país por otro hombre—dijo Laura, lo cual se sintió como un golpe. 
—Laura—dijo David horrorizado. 
—No es así mamá, él es diferente—dijo Alana, wow, no llevaba ni dos horas en México y ya estaba llorando—. Me ha ayudado con todo el asunto de Sebastián, incluso antes de ello, él fue la razón por la que volví a escribir. 
—Sólo espero que estés tomando la decisión correcta, Alana, y que no te arrepientas nuevamente. 
Todo era un jodido desastre.
16 notes · View notes
huellas-poeticas · 9 months
Text
El mar estaba lejos.
Pero en el aire húmedo de la mañana
se percibía un vago olor salado y rumoroso.
Fue entonces cuando el hombre despertó.
Guardó en su pecho las hermosas imágenes del sueño
y emprendió su camino.
Atrás fueron quedando
las ciudades, los pueblos, las aldeas
que el afán de los hombres levantara.
Atravesó también bosques umbrosos,
tierras resecas, valles pensativos.
Pasaron muchas horas. Y ya el sol último
arrojaba los restos de su incendio
a las cimas de los montes más altos.
Y el caminante se adentró en la noche
como un dios en su soledad.
Ahora la luna brilla en el centro del cielo
y su plena mirada contempla con amor
la juventud del hombre y su quimera.
El mar estaba aún lejos. Pero ya podía oírse
su canción misteriosa.
La madrugada
refrescaba las sienes fatigadas del hombre,
que siguió caminando y advirtió
una presencia humana en la lejana orilla.
Una hermosa muchacha lo veía acercarse:
eran grandes sus ojos;
su cabello, oscuro como el viento nocturno:
su cuerpo, silvestre y frágil.
Intensamente se miraron,
y el silencio les hizo comprenderse.
Abandonaron sus ropas en la arena
y juntos penetraron en las oscuras aguas.
Eloy Sánchez Rosillo
Tumblr media
49 notes · View notes