Tumgik
#Agua oscura
villings · 2 years
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(...) Ya nada me distingue del mundo. —Sí, tú eres la firmeza única, el momento cierto que me espera a un lado de la noche para abordarme, pero eres el único eco capaz de nombrar lo que ejerce la oscuridad sobre la llanura— Ya nada me distingue del mundo porque nada detengo. Pero (sopla lento el viento) cada partícula de polvo, cada gota de agua que viene en el viento, un instante antes de entrar en mí se detiene. Nada me distingue del mundo, es cierto, pero nada me traspasa. Todo, justo un instante antes de perforarme, me señala, me sostiene, me demarca.
Agua oscura | Carmen Boullosa
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laconcienciadejeno · 1 year
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youtube
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En éste video platicamos con la artista plástica Fer Gala acerca de sus proyectos de tatuaje, teatro y pintura. También nos platica su propósito de vida y lo que hay que saber para poder cambiar al mundo, desde el interior de uno mismo, hasta las acciones que se pueden llevar a cabo para generar cambios en el planeta.🎨
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flan-tasma · 7 months
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wriothesley with nurse reader???
where he 'accidentally' hurt himself, so he can see you. and you treat him for his wound
💖~ That's so cute!
Omg this is so pinche large
Ksjjdj I made a new banner for this man, I love him so much <33333
Warning: Nope now ✨, Fem!Reader | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
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Spanish:
Trabajabas en un pequeño consultorio médico haciendo tareas pequeñas y revisando pacientes, anteriormente tu vida no tenía ningún chiste y se basaba en rutinas aburridas como repetirle a ancianos sus recetas y a los niños que no pueden correr por todos lados o se caerían,darles una paleta dulce por su valentía y salían de tu consultorio. Eso había cambiado cuando una noche encontraste al duque en la calle.
Cerca de tu hora de cierre y habiendo cumplido con todos los quehaceres que el doctor te había encomendado, el hombre de cabello oscuro parecía herido y apenas podía caminar con una gran cortada en su abdomen. No lo conocías, pero ayudarlo fue un gran cambio de tu rutina.
Wriothesley había convencido a Sigewinne de tomarte bajo su ala y hacerte parte de su equipo en el Fuerte Merópide, por lo que tenías un nuevo lugar de trabajo y era bastante bueno, habías logrado una amistad con tus compañeros y era más divertido estar con ellos que en tu soledad con el viejo doctor malhumorado con el que trabajabas antes. La razón de tu cambio se reveló como Wriothesley diciendo que tenías talento en tu campo, y no ibas a negar que era verdad y que tu orgullo creció cuando te lo dijeron, pero eso era solo una mentira piadosa para lo que el duque realmente quería.
A ti, entendiste un día cuando notaste que el señor siempre llegaba en algún momento del día y tenía algunas heridas debajo de su ropa o sus vendas oscuras. Te pediría que lo ayudes y al inicio te aseguraste de hacer un buen trabajo para que no te despidan. Se creó una nueva rutina que no era precisamente aburrida pues Wriothesley mantenía un semblante curioso.
No sonreía mucho a menos que se dijera algún chiste para aliviar el ambiente, pero su rostro serio pintado con polvo rojo en su rostro era imposible de ignorar y reírte para ti misma. Hoy no fue una excepción.
"Lo estaba esperando, señor." Hablaste con burla y un sospechoso rostro serio, Wriothesley tembló y sus mejillas se sonrojaron más al verte pedirle que tome asiento. "¿Qué lo aqueja el día de hoy?"
Wriothesley no tenía una gran seguridad de hablarte a ti, prueba de eso era que no te había visto a los ojos desde la primera noche en que lo curaste, pero siempre hacía eso de aclarar su garganta para tomar valor.
"Peleé con algunos monstruos cuando venía aquí..." El noble tembló bajo tu mirada que escaneaba sus brazos y sus piernas, sus rostros y sus manos, y no parecía haber nada fuera de lugar. Sus músculos y las cicatrices que se asomaban entre su ropa seguían siendo las mismas que ya conocías.
"Y sus heridas están en..." Esperabas que Wriothesley te dijera que estaba detrás de él, tal vez cerca de su codo o en sus pantorrillas, no esperabas que empezara a quitarse la camisa. Sus músculos se marcaban más deliciosamente cuando no los cubrían la ropa, el vello en sus brazos y pecho era oscuro y se te hizo agua la boca hasta que se dio vuelta y su belleza era derrotada por una gran herida en su espalda. "Arcontes, ¿cómo llegó hasta aquí con eso? Por favor, quédese quieto."
Atendiste la herida desinfectando los alrededores y usando tus ungüentos antes de vendar su espalda. Por el tamaño de los rasguños debió ser un Mitachurl determinado a no dejar en pie a su enemigo, fuera de eso, la profundidad de la herida no requería sutura. Wriothesley había permanecido callado y mirando tu rostro serio a través del espejo de la sala, sin hacer un solo ruido y perdido en tus expresiones. Sabía que no podría pasar mucho tiempo más contigo, no encontraba otra manera de hablarte más que pedirte exclusivamente a ti que lo cures, pero hoy haría un nuevo movimiento para su plan: invitarte a salir.
Cuando acabaste y le diste las instrucciones para que no se dañara más su herida, él hacía pequeños sonidos para demostrar que estaba atento. Cuando te vio tomar su ropa sucia de tierra y sangre le dijiste que lo mandarías a lavar si no era mucha molestia.
"Puedo hacerlo yo, no sé preocupe, mademoiselle" Wriothesley se levantó de su silla y le ayudaste a ponerse erguido a pesar de su dolor. Tus manos, aunque estaban enguantadas, producían cosquillas contra la piel del noble que soltó un suspiro, sus mejillas volvieron a tomar su profundo tono rojo y tembló al no poder decir lo que deseaba. "Yo... ¿Puede por favor...?"
No sabías qué iba a pedir, pero tu mirada fija en sus ojos lo alteró y bajó la mirada. No era momento de coquetear, pensaste, deberías ayudarlo a sentirse mejor. "¿Quiere algo más, señor Wriothesley?"
Cubriendo su boca con la palma de su mano y con la mirada fija en algo más que no eras tu, asintió. Seguiste su mirada y sonreíste, el te vio de reojo y su corazón palpitó con más fuerza cuando te alejaste, el ruido del metal y el vidrio no lo alertó de la realidad, en su cabeza habían mil escenarios fantasiosos, uno más dulce que el otro. Con esas situaciones en mente no necesitaría azúcar en su té en dos semanas.
"Está bien, puede tener uno." Tal vez le darías un beso para que se sienta mejor, podría besar la herida o incluso solo acariciar su rostro, tal vez un abrazo para que tenga fuerzas para trabajar el resto del día. Sus fantasías cayeron en lo profundo del mar de Fontaine cuando le diste una paleta ya sin envoltorio.
Abrió la boca con la cara compitiendo contra la paleta de cereza y se la diste para que la probara. Una lluvia de afirmaciones acerca de ser muy valiente y haberse quedado quieto, todo con tu mismo tono burlón que al inicio. El Alcaide del Fuerte Merópide se golpeó la frente mientras se levantaba para huir estratégicamente y salvar algo de su dignidad.
"Vuelva cuando quiera, señor Wriothesley." Tu voz terminó con una risa que atormentaría sus sueños por un tiempo.
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English:
You worked in a small doctor's office doing small tasks and checking on patients. Previously your life didn't have much meaning and was based on boring routines like repeating recipes to the elderly and giving children who can't run everywhere or they would fall, giving them a sweet lollipop for their bravery and they left your office. That had changed when one night you found the duke on the street.
Near your closing time and having completed all the chores that the doctor had given you, the dark-haired man seemed injured and could barely walk with a large cut on his abdomen. You didn't know him, but helping him was a big change from your routine.
Wriothesley had convinced Sigewinne to take you under her wing and make you part of his team at Fortress of Meropide, so you had a new place of work and it was pretty good, you had made friends with your colleagues and it was more fun to be with them than in your solitude with the grumpy old doctor you worked with before. The reason for your change was revealed as Wriothesley saying that you were talented in your field, and you weren't going to deny that it was true and that your pride grew when you were told it, but that was just a white lie for what the duke really wanted.
You, understood one day when you noticed that the man always arrived at some time of the day and had some wounds under his clothes or his dark bandages. He would ask you to help him and at the beginning you made sure to do a good job so that you wouldn't get fired. A new routine was created that wasn't exactly boring because Wriothesley kept a curious face.
He didn't smile much unless a joke was told to lighten the mood, but his serious face painted with red powder on his face was impossible to ignore and laugh to yourself. Today he was no exception.
"I was waiting for you, sir." You spoke with mockery and a suspiciously serious face, Wriothesley trembled and his cheeks blushed redder as he saw you ask him to take a seat. "What ails you today?"
Wriothesley didn't have great confidence about talking to you, proof of that was that he hadn't seen your eyes since the first night you healed him, but he always did that thing of clearing his throat to gain courage.
"I fought some monsters when I came here..." The noble trembled under your gaze that scanned his arms and his legs, his faces and his hands, and there didn't seem to be anything out of place. His muscles and the scars that showed through his clothes were still the same ones you already knew.
"And his wounds are on..." You expected Wriothesley to tell you that it was behind him, maybe near his elbow or on his calves, you didn't expect him to start taking off his shirt. His muscles were more deliciously visible when they were not covered by clothing, the hair on his arms and chest was dark and made your mouth water until he turned around and his beauty was defeated by a large gash on his back "Archons, how did he get here with that? Please stay still."
You tended to the wound by disinfecting the surroundings and using your ointments before bandaging his back. Given the size of the scratches, a Mitachurl must have been determined not to leave his enemy standing; apart from that, the depth of the wound did not require sutures. Wriothesley had remained silent and looking at your serious face through the living room mirror, without making a single sound and lost in your expressions. He knew that he couldn't spend much more time with you, he couldn't find any other way to talk to you other than asking you exclusively to heal him, but today he would make a new move for his plan: ask you out.
When you finished and gave him instructions so that his wound would not be damaged further, he made small sounds to show that he was attentive. When he saw you take his clothes dirty with dirt and blood, you told him that you would send him to wash them if it wasn't too much trouble.
"I can do it, don't worry, mademoiselle" Wriothesley stood up from his chair and you helped him stand upright despite his pain. Your hands, although they were gloved, tickled against the skin of the nobleman who let out a sigh, his cheeks returned to their deep red tone and he trembled as he could not say what he wanted. "I... Can you please...?"
You didn't know what he was going to ask for, but your gaze on his eyes upset him and he lowered his gaze. This wasn't the time to flirt, you thought, you should help him feel better. "Would you like anything else, Monsieur Wriothesley?"
Covering his mouth with the palm of his hand and staring at something else that wasn't you, he nodded. You followed his gaze and smiled, he saw you out of the corner of his eye and his heart beat harder when you walked away, the noise of metal and glass did not alert him to reality, in his head there were a thousand fantasy scenarios, one sweeter than the other. With those situations in mind he wouldn't need sugar in his tea for two weeks.
"It's okay, you can have one." Maybe you would give him a kiss to make his feel better, you could kiss the wound or even just caress his face, maybe a hug so he has the strength to work the rest of the day. His fantasies fell into the depths of the Fontaine sea when you gave him an unwrapped lollipop.
He opened his mouth, his face competing against the cherry popsicle, and you handed it to him to try. A shower of statements about being very brave and staying still, all with the same mocking tone as at the beginning. The Warden of Fort Meropide slapped his forehead as he stood up to strategically flee and save some of his dignity.
"Come back anytime, Monsieur Wriothesley." Your voice ended with a laugh that would haunt his dreams for a while.
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a-breezy--day · 1 month
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— Constantemente veo al lobo, constantemente veo la luna. La sombra oscura sobre la orilla, o por debajo del agua. Sale y escurre agua o un poco de alquitrán por su cuerpo. Nunca parece lo que es, es cuándo te acercas tierno cómo voz aterciopelada. — Pero rústico cómo el asfalto. Aparece constantemente en mis sueños. Bajo un árbol con raíces protuberantes cerca de un lago turbio y con poco movimiento.
—No se porque me acerco y me recuesto bajo ése árbol cerca del lago, si le temo al agua. Me quedo dormida y cuándo él emerge de la orilla, alto y estilizado, se contonea suavemente por la orilla y me mira durante mucho tiempo, cómo si el quisiera decir algo. Cuándo va arribando la luna hacía el extremo y viene asomándose el Sol, nuevamente se retira hacia el lago suavemente y entonces... es cuándo despierto.
— ¿Algún día me dirás, qué es lo qué escondes cuando me miras escondidas? ¿ Otros sueños han de ocurrir, antes de tú voz oír?
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huellas-poeticas · 10 months
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Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano en tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.
Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.
Julio Cortázar
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caostalgia · 2 months
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¿Notaste alguna vez que siempre queda una última palabra dicha antes de que al amor, se lo lleve todo y lo extinga el carajo?
Antes de que los silencios aparezcan, ahí, -cómo eco que retumba en la cabeza, cómo siseo o un susurro- prevalece ensartada, esa palabra definitiva. (Antes del derrumbe, del desastre, del siniestro... previo a la inmersión en las aguas oscuras que arrastran cada vez más hacia abajo el alma)
Para mí, ella está por encima del tiempo; se burla de mis recuerdos y a veces me despierta de madrugada para pronunciarse: "Acabó"
Existen palabras que tienen la brujería de cambiarlo todo; pero con tu voz, amor mío, son fulminantes.
-Cinthyacabalga
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danielac1world · 3 months
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No quiero nada, pero si me abrazas por las noches, me quedo.
No quiero nada, pero si no necesitas razones, me atrevo a mirarte a los ojos.
No quiero nada, pero si te quedas después de la madrugada, o escuchas mis recitados paranoicos y tristes, si me ves llorar rompiendo nuestros silencios, y todavía existes; si me extiendes la mano en plena pesadilla distopica, si no sales corriendo después de mi tercera crisis de pánico, puedo prometerte, que también tomaré tu mano.
Y si me llamas loca y provocas mi risa, si no me tocas con prisa sino con permisos de pausa, si haces que la piel de mi cuello descanse entre tus dedos de ceniza, si me avisas entre miradas que las llamas son demasiado altas, si saltas conmigo y sobrevives al fuego entre aguas, después del primer orgasmo de la noche nostálgica; puedes dormir bajo la misma almohada, mientras con tenerte pretendo quedarme sin querer nada.
Si no me llenas de arena los pies y las alas, si tus te quiero´s no riman con la fría nada, si te gusta abrazar bien fuerte a los miedos en distancia, si te dejas mimar a oscuras entre dramas; si pronuncias la "M" con el miedo de mis palabras... puede que quiera más que no querer nada. Quizás un beso bajo la lluvia sin la ropa mojada, una caricia como una melodía de piano a destiempo, una curita para los órganos muertos, una herida sana que rompa el silencio, y construir nuestra historia en la oscuridad de lo que seremos, porque si yo no quiero nada, y me das la mano entre tantas pausas, me atreveré a mirarte a los ojos para dejar de esconder el miedo de querer un poco más, que mis cimientos.
-danielac1world ~Desmintiendo una taza de té ~
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rinconliterario · 2 months
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Como Casandra yo escuché tu paso en las baldosas de la galería. Como ella, adivinaba yo en los días y en la voz recurrente del ocaso lo que ocultabas y conozco tanto. Ciega, sola, atenta penetré en tu velado reino y consagré bajo sus plantas, al rencor, mi espanto. Transformabas el mundo en un desierto. Como a Casandra no quisiste oírme. Pensando junto al río sólo en irme, en la noche incesante busqué el puerto. Al ver los astros, con aristas, rojos, sabía que el infierno era mirarte y volver a tu lado y no olvidarte. ¡Ah, por qué no quemé más bien mis ojos! ¡Vanas son las mentiras y las guerras! Nuestros ojos traicionan nuestra cara; la vuelven transparente, fría y clara como el agua en la orilla de las tierras. No me perdonarás de haber llorado: no me lo perdonabas, yo tampoco. Tus noches y tus días los evoco. ¡Por qué con tanto amor me has engañado! Símbolos tiene la desesperanza, propiedades antiguas y suntuosas, A veces tiene cosas muy preciosas. Como la muerte, siempre nos alcanza. Con el rostro de piedra, de la ira, por tu amor me acerqué a sus pabellones. Ah, fue triste en los pérfidos frontones de sus oscuras torres tu mentira. Vi que en su primavera con glicinas, la languidez secreta de las ramas, las canciones del mirlo, las retamas, la vegetal constancia que germina, urden una ávida y común tortura a ejemplo de esos ramos en la muerte que simbolizan con un lujo inerte la soledad, el polvo, la locura. Vi al pie de las columnas los despojos de las fiestas en sueño, de la aurora; te seguí paso a paso, hora por hora, más que tu sombra guiada por tus ojos. Oscuros en tu cuarto me rodeaban los muebles habituales: los abismos labraban en desorden cataclismos mientras las furias su clamor callaban. En los iridiscentes labios rojos de alguna flor resplandecía el alma del céfiro purísimo en su calma: mas yo estaba cegada por tus ojos. La llanura, la nieve o la montaña me recibía reconciliadora: y persistía entre árboles sonora la dicha exigua que la duda empaña. Vi caras, muchas caras previsibles; todos mis diálogos fueron falaces; escuché de las voces los compases sin oír las palabras más sensibles; proyecté formas de mi destrucción. En las ciudades, en la calle sucia, en los sórdidos parques, sin astucia llegué al infierno con obstinación. Como alas nacen del cansancio arrojos busqué por todas partes el horror, el desencanto pacificador como los santos porque vi tus ojos. Y conseguí morir perfectamente sin ningún esplendor como soñaba sola en el iris gris que me aterraba viendo tus ojos incesantemente.
Silvina Ocampo.
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abril-juvenile · 8 months
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La cuerda floja
Allí, en aquel teatro con hedor a muerte, su voz comenzó a perderse y el eco dejó de alcanzar su nombre, de pronto, cayó el telón antes de tiempo, eran las dos de la mañana y el invierno agonizaba como el silencio de las calles. Tom Penny se desplomó como una bala disparada hacia la luna. La caída fue fatal. Aquí, cerca de la última mesa, el olor del tabaco y del alcohol nubló la preocupación del público. Lo tomaban como parte de su desatinado performance. Una tos incontenible se escuchó, era la de Tom, estaba tiñendo de sangre la palestra. Súbitamente, una voz desconocida gritó: “¡Tom! ¡La vida te pegó un tiro!”. Se escucharon las sirenas de la ambulancia, los paramédicos tímidamente se acercaron a Tom, lo cargaron como un costal de basura y se lo llevaron raudamente hacia un hospital de mala muerte cerca del teatro. Cuando Tom abrió los ojos, desconcertado, no recordaba qué ocurrió. Un médico con voz torva, se acercó y le ordenó que se despida de la música, de su lacerante voz que evocaba espíritus del averno. Una extraña enfermedad degenerativa lo dejaría sin el habla para siempre y el desarrollo de una tos incontenible acechándolo lentamente, como la sombra de su inconsciente. Tom, quien había empezado su carrera desde su desolada infancia, entre el abandono de un padre y la locura de una madre, yacía solo en la desgracia. Su carrera había despegado, y las disqueras estaban considerándolo para una gira nacional en los lugares de las clases medias y altas que siempre despreció. Una marea oscura perturbó su mente, a raíz de la fría e inesperada noticia. Intentó cantar algunas estrofas conocidas, pero comenzaba a toser inconteniblemente, como si se hubiera tomado 13 botellas heladas de vodka, un baño con agua fría a la intemperie, una fibrosis de cantina y una tuberculosis bohemia. Nunca sintió la pérdida, nació desubicado, al perder su voz se esfumó su sonrisa altanera y se quebró en sus propios pensamientos. No había peor muerte para un artista en vida, que verse incapacitado de ejercer su arte. Los miembros de su banda, al enterarse de la noticia, encontraron un sustituto para Tom. Su único medio de sustento le fue arrebatado por una enfermedad que no sabe si él la buscó, pero su vida era un desorden, no era de extrañar que el caos fuera engendrado en su organismo.
Ahí se encontraba su lúgubre presencia, Tom Penny, el maldito del suburbio, decían que su voz desgarradora pelaba las sucias capas de pintura enmohecidas de los bares y teatros de la olvidada estirpe de Jersey. Estirpe de la clase más baja: ladrones tísicos, prostitutas de caucho, yonkis de alcantarillados, indigentes sin Dios, desahuciados sin escrúpulos, mafiosos con cerebro de reptil y relojes arrancados de sus agujas. Tom recordaba sus vagos días de la niñez cuando jugaba a los pequeños gánsters del cine negro. Nunca conoció el amor de madre o de padre, ni este tuvo la oportunidad de robarle suspiros como para volverse un adicto. Todo lo que recibió como aprendizaje, era sobre la maldad humana: la realidad que alguna vez leyó en los cuentos de Poe. El arte entró a su vida por un interés mundano, que luego se transformó en amor por placeres como el dinero, el sexo, las drogas y el alcohol. Nada parecía detenerlo, su hambre voraz y el esfuerzo inusitado por cantar los resentimientos de su origen, conectó indirectamente con el corazón estrujado de muchos infelices ajenos a ese sueño americano que los periódicos enorgullecían cada fin de semana. Tom siempre decía que las balas lo esquivaban a él, porque ningún peligro lo consumía, vivía sin la necesidad de Dios, sin pedirle un centavo o un día más de vida. Para él, la nada era absoluta, él y ese micrófono, él y ese escenario, él y esa banda de postpunk. De bar en bar, de teatro en teatro, de plaza en plaza, iba cosechando fama, hasta que el destino lo empujó hacia un estudio de grabación que masificó sus canciones y alentó sus demonios narcisistas. Por la calle principal de Jersey corría de boca en boca un viejo refrán que decía: “El ego de un gánster era una bala perdida hacia su reflejo”. Un vagabundo se lo dijo, pero Tom se reía, creía que jamás llegaría a ocurrirle algo que afectara su ciego sentido de invulnerabilidad.
Tom había perdido el habla. Su vida se paralizó, su mirada apuntaba hacia dentro, y el golpe de aquel evento fue la primera pieza de dominó en caer y desbaratar su cordura, su construcción plástica de chico malo. Grito en silencio: “¡No!”. Las heridas del alma, la ausencia, la vida y las ráfagas de análisis impulsivos que los despersonalizaban hasta vomitar su propia existencia. Pasaron las semanas, mientras él se aislaba, hasta que vio la luz una tarde cualquiera acompañado de su tos incontenible que no enmudecía nunca, y aceptó el cese de una vida sin brújula. Recordó que en el hospital había afiches despintados sobre citas bíblicas, alguna especie de puente hacia una vida frugal y muerta para el artista sin muchos estímulos para concebir el arte, salvo repetir las decimonónicas plegarias y cánticos de iglesias hieráticas. Tom decidió saltar al otro lado del abismo, a otra cuerda floja con un círculo vicioso de seguridad y bienaventuranza. El gentío rumoreaba por las calles: “Se suicidó”, “Lo vi robarse mi cajetilla de cigarros”, “Me saludó a lo lejos”, “Se ha redimido”. Nadie tenía la razón. Murió simbólicamente o en vida, pero algo era seguro, la luz se lo llevó. Tom era un sueño de Jersey.
Sexto escrito de la serie "Micro-relatos".
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Mi corazón se quebró en mil pedazos, me ancle al ayer y dejé de ver el mañana, me hundí en lo más profundo de un arrecife lleno de oscuridad, no logré salir, no logre escapar; el agua oscura me consumió dejándome poco a poco cansada de luchar.
-Jash
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baki-tiene-un-simp · 9 months
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Holii! ¿Como te encuentras? He visto que tus pedidos están abiertos y tengo uno que puede llegar a ser algo inusual...
Verás en mi escenario Tokugawa tiene una nieta (en mi mente es un mc femenino pero como siempre, puedes hacerlo gn si prefieres) que está en sus 20 o así y él empieza a preocuparse por encontrarle pareja así que lo habla con los peleadores de su arena.
Me hace gracia imaginarlo teniendo una conversación con Doppo y Natsue en plan "no creo pedir mucho, solo quiero irme al otro lado sabiendo que mi nieta está con un hombre que pueda protegerla".
O incluso algunos peleadores como Hanayama o Kureha intentando cortejar a mc y Tokugawa está observando como: 😃🫶
Puntos extra si la nieta de Tokugawa tiene esa vibra de princesa de cuento de hadas.
Bueno eso sería, por supuesto lo entiendo perfectamente si te incomoda o directamente no te apetece hacer este pedido, por favor recuerda cuidarte, beber agua y alimentarte bien, besos! 🩷
Situación: Tokugawa quiere que su nieta (S/O) tenga pareja.
Mitsunari Tokugawa.
Está terriblemente mortificado. Los años pasan y él simplemente no se hace más joven, dentro de poco deberá pasar su imperio a su sucesor —El padre de S/O—, y no puede evitar pensar en su adorada nieta… Si él no está, ¿Quién la protegerá?
Y es que para Tokugawa, su nieta es un ser divino impoluto, un ángel en toda la regla, una hermosa flor en medio de un campo en donde ninguna otra flor puede compararse, un espíritu amable y suave que tiene la capacidad de encantar hasta al alma más oscura con su sonrisa y— Creo que ya entienden más o menos.
Es su primera nieta, es natural que esté tan encantado con ella, dejen al pobre hombre ser.
Recurre a los Orochi como primera y mejor opción, por supuesto.
"¿Necesita qué?" Doppo fue el primero en hablar, Natsue a su lado todavía estaba procesando toda la situación, ya acostumbrado al pequeño hombre y su tren de pensamiento.
"Un esposo para mi nieta" El líder de la familia Tokugawa se repite a sí mismo, firme en su petición. "Necesito que sea alguien que pueda protegerla, esto último es indispensable"
"¿Quiere un pretendiente para su nieta?" Natsue se acopló al ritmo de la conversación de forma lenta, haciendo una doble toma en la dirección de su esposo para estar segura de que ha escuchado bien.
"No, no" Natsue respira tranquila por unos segundos ante la negativa de Tokugawa, "Necesito un esposo para ella"
Natsue, pobrecita, está haciendo lo posible para explicarle a Tokugawa que no puede simplemente colgar un formulario en la calle para que los interesados envíen su curriculum, como si estuvieran aplicando a un simple trabajo. A Doppo le parece una situación graciosa, así que lanza a Katsumi al fuego cruzado.
"Oh, Katsumi definitivamente es un buen prospecto, ¡Y están en un rango de edad similar! Sabía que podría contar contigo Doppo"
También estaba considerando extendiendo su propuesta a su campeón, Baki, sin embargo, este ya tiene una pareja y es demasiado joven para el matrimonio, definitivamente su nieta no lo aceptaría.
No creo que Tokugawa pueda ser quisquilloso con la ocupación del pretendiente de su nieta, Yakuza o doctor, da igual. Lo importante es la fuerza, LA FUERZA, la fuerza es lo único importante.
La familia Tokugawa es increíblemente rica, no les falta nada; el anciano organizo un torneo de peleas clandestino, creó un clon y descongelo a un ser prehistórico, solo con eso debes estar seguro de que el dinero no va a impresionar a la nieta de este hombre. Probablemente, está algo mimada de todas formas.
Kureha es un hombre con economía estable, no es exorbitante, pero sí lo suficientemente respetable, y es un luchador que se mantiene en forma, tiene los pies en la tierra y es alguien confiable. Hay FUERZA notable, sin embargo, Tokugawa se preocupa por la felicidad de su nieta y la felicidad requiere tiempo, Kureha no parece ser alguien a que pueda contar con mucho tiempo libre.
Hanayama es un hombre con una vida especial, un yakuza es un yakuza; hay dinero, poder e influencia, hay FUERZA y en el caso de Kaoru Hanayama es mucha FUERZA. Tokugawa está más que satisfecho con esto, el problema viene con la otra cara de la moneda, entregar a su hermosa nieta a un yakuza también significa arriesgar su vida y eso resta muchos puntos en la tabla de prospectos de Tokugawa.
Yujiro está fuera de la lista. No hay contexto, simplemente no.
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elbiotipo · 5 months
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algunas imágenes del Futuro Biopunk que tengo vívidas en mi cabeza pero no sé como escribirlas:
Las Defensas, inmensas moles de cemento dando al Río de La Plata para evitar su crecida durante la crisis climática. Cubiertas por una infinidad de grafittis de pintura bacteriana que viven y mueren cada día, creando una pintura irreal en costante cambio
Una estación de servicio que se convirtió en un restaurante, ahora que todo el centro porteño es peatonal. Sentados en una réplica de un taxi negro y amarillo, dos pibes esperan un lomito
Mariposas multicolores y geckos de cristal caminan entre los recovecos de un ombú artificial, con hojas traslúcidas como claraboyas. Entre las ramas esculpidas como repisas, reposan orgullosos trofeos y fotos de campeones de tiempos mejores.
Pedazos irreconocibles de cemento se desploman sobre humedales de algún barrio, en donde las lianas biomodificadas con kudzu crecen sobre la flora envenedada y frágil, en un intento de contener a bombas bacteriológicas aún no desarmadas. Escritos con grafittis insultado a los ecocidas, silenciosos gritos sobre las aguas oscuras.
En una pampa sin alambrados ni soja, tropas de ganado corren bajo monilos eólicos. Como un relámpago, un tren bala blanco y celeste aparece y se desvanece. El expreso Buenos Aires-Resistencia, en menos de 4 horas.
Otra alerta de patógenos. El barrio está en oscuridad de noche, los helicópteros del SENA zumbean como langostas, los genedarmes humanos y caninos entre las calles. La única luz es la parpadeante alerta azul de la torre de bioseguridad que se eleva sobre las viejas casas de ladrillo. Todos rezando por que no se vuelva roja.
En la costa de Fortaleza, Brasil, la suave brisa del Atlántico ecuatorial mece las palmeras. Un hilo de luces desciende al tranquilo mar. Es el cable plateado que conecta la Tierra con los cielos, el ascensor espacial Santos-Dumont.
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mer1099 · 5 months
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((C!goldenheart WIP angsty, and sorry for Spanish bc my English is not that good. If interested, you can use deepl.com for a quite decent translation))
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Durante sus pequeñas treguas, en aquella paz que duraba lo que dura que dos cuerpos ardiendo combustionen juntos, existían estos brevísimos, desbordados segundos en los que, atrapado en el punto de no retorno, Ballister sentía auténtico terror.
Con el cabello lascivamente derramado como agua dorada, el rostro arrebolado y el iris de sus ojos temblando como el centro azul de una llama, Ambrosius no era una criatura de este mundo. Blackheart no podía enfrentarse a aquella condenada dríade. No cuando gemía su nombre de aquella forma, volviéndole loco.
Era un embrujo, no cabía duda, no era su culpa que aquel hombrecillo se sirviera de artes oscuras para nublar su raciocinio.
Porque Ballister sabía, joder si lo sabía, que Ambrosius en aquel instante podría haberle pedido que se rindiera, que abandonara su noble propósito o que renunciara a sus principios, maldita sea, Ambrosius podría haberle pedido que se arrancara el otro brazo, que él habría sucumbido patéticamente a cualquier petición salida de sus labios.
Pero no, Goldenloin nunca empleó aquel poder para aquellos fines.
En realidad, lo usó para algo my diferente. Aunque mucho peor, más ruin y retorcido, según Blackheart.
Con los ojos cuajados de lágrimas, suspendidas precariamente en los vértices, disimulando ridículamente mal aquella desoladora duda que lo que pretendía era ser una demanda capciosa, Ambrosius le preguntaría si de verdad había dejado de amarle.
Un circunloquio mediocre o un silencio emponzoñado de reproches serían los máximos alardes de valentía del villano del Reino ante aquella pregunta.
Pero jamás sería capaz de responderle explícitamente con un "sí".
Sumidos en aquel placer deslavazado al que no sabían renunciar, dos lágrimas acabarían por rodar por las mejillas de Ambrosius. Sonreiría, y las comisuras le dolerían como le dolían el cuerpo y el corazón cuando, estando Ballister dentro de él, le sentía tan insoportablemente lejos.
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las-microfisuras · 3 months
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Dos o tres experiencias de vacío
I   sabemos    (creemos saber) que
    hay            un tablero
                    piezas
                    casillas claras y oscuras
    sabemos (entrevemos) que
    otros
    juegan con nosotros
    pero
    qué pieza se ha movido
    quién la ha movido
    cómo se ha movido
    y a fin de cuentas
    qué sabemos
    de las
    reglas del juego
    dentro de este cuarto
    donde
    el día es una
    mecha humeante
.
2 me das (te doy) la mano
    toda la mano
    sólo
    la mano
.
3  todo el sedoso aire
    removido
    por el relampagueante
    colibrí
    cornucopia vaciándose
    sobre la cálida
    huerta del aire
    uvas tiernamente oscuras
    violetas oprimidas
    en la secreta
    mano
    del verano
    y la distraída mariposa
    y la rosa en alto
    y yo solo    y tú sola
       y yo solo    y tú sola
          y yo solo    y tú sola
    en este
    transparente
    recodo del día
    y
    la certeza
    de haber escrito en el agua
.
4  las blancas paredes    de la casa
    los blancos huesos     bajo tierra
    la blanca                 soledad
    del mar                           del cielo
    la blanca mariposa
                                           del sueño
    sumidas
    en el trazo
                                           negro de la tinta
    extendidas
    hasta alcanzar su negra orilla
.
5  la tarde pestañea
    blandamente
    en las persianas
             vaga su luz
                su vaho tibio
    por entre las cosas
                sumarias y
                bien puestas
    da vueltas
                en torno
    al sagitario
                vaso de retamas
    que en cierto modo
                concluye
    el latido natural
    de la pieza
                donde escribo
    una resaca silenciosa
                se va
                         arrastrando mis palabras
    y sé
    que es noche
_ Javier Sologuren, incluido en Las ínsulas extrañas. Antología de poesía en lengua española (1950-2000) . Galaxia Gutenberg Círculo de lectores, 2002, selecc. de Eduardo Milán, Andrés Sánchez Robayna, Blanca Varela y José Ángel Valente.
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huellas-poeticas · 9 months
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El mar estaba lejos.
Pero en el aire húmedo de la mañana
se percibía un vago olor salado y rumoroso.
Fue entonces cuando el hombre despertó.
Guardó en su pecho las hermosas imágenes del sueño
y emprendió su camino.
Atrás fueron quedando
las ciudades, los pueblos, las aldeas
que el afán de los hombres levantara.
Atravesó también bosques umbrosos,
tierras resecas, valles pensativos.
Pasaron muchas horas. Y ya el sol último
arrojaba los restos de su incendio
a las cimas de los montes más altos.
Y el caminante se adentró en la noche
como un dios en su soledad.
Ahora la luna brilla en el centro del cielo
y su plena mirada contempla con amor
la juventud del hombre y su quimera.
El mar estaba aún lejos. Pero ya podía oírse
su canción misteriosa.
La madrugada
refrescaba las sienes fatigadas del hombre,
que siguió caminando y advirtió
una presencia humana en la lejana orilla.
Una hermosa muchacha lo veía acercarse:
eran grandes sus ojos;
su cabello, oscuro como el viento nocturno:
su cuerpo, silvestre y frágil.
Intensamente se miraron,
y el silencio les hizo comprenderse.
Abandonaron sus ropas en la arena
y juntos penetraron en las oscuras aguas.
Eloy Sánchez Rosillo
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esuemmanuel · 5 months
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Esclavo, fui un esclavo, de lo que sentí… de lo que pensé… de lo que pinté en un lienzo oscuro que no tenía principio ni fin… Me dejé envolver por la negrura, el silencio, el vacío y la soledad, pero no la hermosa ni la calma, sino aquella gélida y traicionera que nos aleja a todos de la gracia de vivir, de lo amado y hermoso, de la dicha de existir. Me enfoqué en el destierro de mi alma para dejarme llenar por la nada y, así, creerme importante. Hoy me deshago en agua, en quebranto, en dolor por haberme dejado cegar por el lienzo de la manifestación oscura… Mi alma solloza… y mi Yo también.
Slave, I was a slave, of what I felt... of what I thought... of what I painted on a dark canvas that had neither beginning nor end... I let myself be enveloped by blackness, silence, emptiness, and loneliness, but not the beautiful or the calm, but that icy and treacherous one that keeps us all away from the grace of living, from what is loved and beautiful, from the joy of existing. I focused on the banishment of my soul to let myself be filled by nothingness and, thus, believe myself important. Today, I melt in water, in pain, in sorrow for having let myself be blinded by the canvas of the dark manifestation... My soul is sobbing... and so is my Self.
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