Tumgik
ginger-break · 9 years
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CHUPETÍN
-Te vendo mi corazón. -No estoy comprando. -Bueno, te lo regalo. -ok, está bien. -No, espera, hacé una oferta. -¿No me lo regalabas? -Sí… Pero… Regatea un poco el regalo, sin regateo, no te llevas nada. Reglas son reglas. -Ok. Bueno, te lo intercambio por un chupetín. -No quiero un chupetín. -Es un picodulce eh… ¿se puede decir marcas? -Sí, se puede, pero no quiero un picodulce. -Bueno, ¿qué queres? -Tú corazón. -No te voy a dar a mi corazón. -Bueno, yo no te doy el mío, entonces. -Okay. -Okay. -Te puedo dar la mitad, la otra mitad la necesito. -Entonces, yo te doy la mitad también. -Me parece justo. -Perfecto. La mitad de tu corazón y el picodulce, entonces. -Me estás cagando… -No. -Sï, me estás re cagando. -No. -Sí. -Bueno.
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ginger-break · 9 years
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JOURNEY
durante mucho tiempo le tuve miedo a la muerte. a la mía, a la de mis seres más queridos, al vacío que nos inunda luego de la ausencia... de una risa que ya no vamos a escuchar, de una mirada que ya no vamos a cruzar, de un abrazo que no vamos a poder dar nunca más. supongo que siempre tuve problemas para lidiar con las pérdidas. con el tiempo me di cuenta que no tenía ningún sentido temerle a la muerte, porque no la puedo evitar, porque está totalmente fuera de mi control, porque va a suceder de igual modo. con el tiempo me di cuenta que le tenía más miedo a la vida, porque es la vida la que realmente duele. y me di cuenta también, que cuando llega ese momento que a todos nos va a llegar, no importa demasiado los logros personales, ni los profesionales, ni el dinero que hayamos podido cultivar. solo quiero que alguien me agarre fuerte la mano y me haga sentir que el viaje valió la pena, porque a fin de cuentas el destino siempre es el mismo, pero es el viaje lo que hace la diferencia.
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ginger-break · 9 years
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MISTAKES
A veces... Vale la pena repetir algunos errores.
Y si valió la pena... Está bien.
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ginger-break · 9 years
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MOMENTOS
A: No es un buen momento… B: Nunca lo es. A: Lo sé. B: Ok. Bueno… Te deseo lo mejor. A: Gracias. B: Suerte con todo. A: Gracias. B: Y ojalá que te vaya bien y que pases el resto de tu vida buscándome eternamente en todas las mujeres que conozcas. A: ¿No te parece un poquito agresivo eso? B: No. A: Bueno. B: Bueno.
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ginger-break · 9 years
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METAMORFOSIS
Gracias hombres por ser tan mujeres y por obligarnos a ser hombres. En esa metamorfosis... Nosotras salimos ganando.
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ginger-break · 9 years
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PREDECIBLE
- Te vas a enamorar perdidamente de mí cuando ya no te quiera... - ¿Cómo sabes? - Porque lo vi... Y porque siempre haces lo mismo, te abrazas a lo que sabes imposible. Eso te vuelve predecible, también. Vi que te iba a odiar mucho por eso. - ¿Más que ahora? - Sí, más que ahora.
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ginger-break · 9 years
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MANZANAS Y HELADOS
—¿De qué la querés? —De manzana, por favor. —¿Grande o chica? —Grande.
Ulises tomó la bandeja de la torta con ambas manos y fue a sentarse a una mesita cerca de la caja. Era la envidia de todos los niños de su edad... No tanto por su cabello enrulado que despertaba suspiros entre las muchachas, ni por las buenas notas que sacaba sin dedicarle un solo minuto de su día a estudiar, no... Su mayor tesoro residía en ser el nieto del heladero que hacía las tortas más ricas del barrio. Curiosamente, entre las selvas negras, las tartas de frutilla y las delicias de chocolate que había para elegir, él siempre pedía la tarta de manzana. Casi como un capricho, casi como una rutina. Eso era lo que pensaban todos, al menos. Sospechaban que después de tanto tiempo, ya ni siquiera le gustaba la manzana, pero que seguía comiéndola de todos modos solo para llevarles la contra. "Te vas a empachar un día de estos", solía decirle su mamá... Y preocupada, insistía en que probara alguna otra de las maravillas artesanales que se hacían en aquel lugar. "Palitos de queso, ¿no querés mejor?", le sugería desesperanzada.
Pero Ulises no probaba otra cosa, y no lo hacía ni por capricho ni por rutina. Internamente, lo movían razones superiores. De tanto en tanto, cansado y frustrado por la insistencia de su madre y su hermana, solía compartir dichas razones con ellas... Pero en ninguna oportunidad sintió que lo lograsen comprender.
—¿Cómo que tenés que ver si está bien hecha?—le respondió un día su madre asombrada. —Claro que está bien hecha, Don Carlos es un excelente panadero.
—Lo sé, ¿pero está igual que ayer? Podría faltarle media cucharada de azúcar, o quizás un huevo... ¿Qué pasaría si la manzana no tiene el mismo grado de acidez?
Su madre se quedó atónita, en silencio. Lo miraba asustada.
—Pero mamá... Es que no entendés... —continuó Ulises—Si yo no la pruebo... ¿Quién va a darse cuenta?
—¡Vos no comes más esa tarta y se terminó! ¿Me oíste?—gritó su madre con el mismo tono que usaba cuando peleaba con el proveedor de la fruta. Y entonces, Ulises supo que era enserio.
Durante ese día no volvieron a hablarse, porque Ulises sabía que era mejor no mencionar el tema. Su madre se sintió satisfecha y volvió a poner su atención en el negocio y en la casa, a sabiendas de que Ulises jamás desobedecía una orden directa.
Al día siguiente, como todos los días, Ulises se levantó temprano y bajó a la heladería a desayunar.
—¿Qué torta te doy? —le preguntó Don Carlos. —Una de frutilla. Una de frutilla, grande —dijo Ulises sonriendo.
Y mientras Don Carlos fue al fondo a buscarla, Ulises miró hacia abajo y encontró su reflejo en el vidrio curvo sobre el que estaba apoyado. Sus ojos grandes brillaron con una luz nueva e hizo una pequeña mueca para sí mismo y pensó, con esperanza, que las frutillas nunca están de igual modo.
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ginger-break · 9 years
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CALZA
Cuando me entango la calza el mundo se vuelve mucho menos hostil. Amén.
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ginger-break · 9 years
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JULIÁN
El otro día le pregunté a mi abuelo qué era el amor... Y me dijo: "Andá a jugar, Julián... sos muy chiquito". Pero yo no creo que sea muy chiquito para entender, entiendo bien muchas cosas. Entiendo, por ejemplo, que quizás mi abuelo no sabe bien qué es. Y no está mal... mucha gente no lo sabe. Mi mamá dice que es "un sentimiento"... Pero no entiendo mucho qué significa eso. Si lo separo, quiere decir "sentir" y "miento" y quizás, las personas que sientan mucho, mientan mucho... No sé. Cuando le pregunté dónde lo encuentro me dijo: "En el corazón... El amor siempre guiará tu camino". Entonces, para mí, que yo tengo el corazón en los pies... Porque son ellos los que me llevan a todos lados y cuando los ando mucho, me duelen y mi mamá me pone curitas. Me pregunto si al corazón se le pone curitas si lo andas mucho... Yo creo que sí. También le pregunté a papá qué era el amor... Y me dijo: "el amor sos vos". Y ahí me terminé de perder del todo la verdad... Lo único que me quedó en claro de todo esto es que mi abuelo, a pesar de sus años, nunca conoció el amor; que la gente que ama muchas veces miente, quizás para ser un poco mas feliz; que el corazón está en los pies y nos marca un camino y que si te duele mucho tu mami te pone curitas y además, me quedó claro que el amor soy yo, Julián. Y que si se necesita amor para ser feliz, entonces no necesito a nadie más.
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ginger-break · 9 years
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CHUPETÍN
Te vendo mi corazón. -No estoy comprando. -Bueno, te lo regalo. -ok, está bien. -No, espera, hacé una oferta. -¿No me lo regalabas? -Sí... Pero... Regatea un poco el regalo, sin regateo, no te llevas nada. Reglas son reglas. -Ok. Bueno, te lo intercambio por un chupetín. -No quiero un chupetín. -Es un picodulce eh... ¿se puede decir marcas? -Sí, se puede, pero no quiero un picodulce. -Bueno, ¿qué queres? -Tú corazón. -No te voy a dar a mi corazón. -Bueno, yo no te doy el mío, entonces. -Okay. -Okay. -Te puedo dar la mitad, la otra mitad la necesito. -Entonces, yo te doy la mitad también. -Me parece justo. -Perfecto. La mitad de tu corazón y el picodulce, entonces. -Me estás cagando... -No. -Sï, me estás re cagando. -No. -Sí. -Bueno.
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ginger-break · 9 years
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SUPERVIVENCIA
Me acabo de enterar que los jubilados tienen que presentar un certificado de supervivencia cada 3 meses para cobrar la jubilación. Para aquellos que no lo sepan un certificado de superviviencia "comprueba la EXISTENCIA" antes el estado y las autoridades competentes. Lo cual me parece bastante lógico a la hora de cobrar un dinero o subsidio que, en definitiva, todos pagamos... Pero no puedo evitar pensar... Entiendo que es un mero requisito administrativo... Pero, digo, quizás, en el fondo, todos necesitemos un certificado de supervivencia para constatar que estamos vivos... Quizás debamos actualizarlo de tanto en tanto... Me pregunto cuánta gente tiene ese certificado y no siente su existencia, en realidad. Creo que es un papelito muy controversial. A mí, me confunde mucho. Pero bueno, after all, todo me confunde mucho, en general.
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ginger-break · 9 years
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JABALÍES
Hoy me contaron una historia que llamó mi atención: un hombre iba manejando con su mujer por una ruta del sur, de noche, y un jabalí embistió al vehículo en pleno movimiento. Ambos quedaron internados, pero afortunadamente, están a salvo. La gente de fauna del lugar explicó que, por inusual que parezca, el reflejo de la luz de la luna sobre el pavimento de la ruta genera, desde la altura, una suerte de espejismo y da la sensación de ser agua y esa es la razón por la que los jabalíes suelen abalanzarse sobre las rutas muchas veces. Esto me lleva a pensar... ¿Cuántas veces nos abalanzamos sobre espejismos y terminamos todo quebrados y con la cabeza rota contra el pavimento? ¿Cuántas veces insistimos, luchamos y peleamos por cosas que cuando, finalmente, las obtenemos vemos que no son para nada lo que pensábamos y que no valieron ni un minuto de nuestro trabajo y esfuerzo? Creo que muchas. Muchas más de las que nos gustaría admitir. Eso somos... Jabalíes de montaña abalanzándonos una y otra vez sobre los espejismos equivocados... Pero de tanto en tanto, con perseverancia, encontramos agua.
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ginger-break · 10 years
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AWKWARD
That awkward moment when you realize you're becoming them... or you're even worse than them... And you hate youself for that.
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ginger-break · 10 years
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AVAILABILITY TO LOVE
DISPONIBILIDAD PARA EL AMOR: Soy una persona disponible para el amor. Me enamoro fácilmente. No tenes que ser Einstein para enamorarme, ni hacer grandes esmeros, porque soy una persona que capta inmediatamente las cosas buenas del otro, las absorve y se enamora de ellas.
Y porque tengo también una gran capacidad para auto-mentirme acerca de las cosas malas. Las argumento, le busco excusas y explicaciones psicológicas de por qué actuas de una cierta manera. Y meto todas esas cosas que no me gustan dentro de un caja, la cierro con llave y tiro la llave bien lejos, haciendo sapito. Y espero que vos hagas lo mismo.
Y así pasamos los mejores meses o años de nuestras vidas… hasta que en algun momento, esas cosas malas que yo habia puesto en una caja y que vos metiste en la tuya van a querer salir como demonios de la caja de Pandora. Pero ya nos vamos a querer demasiado para dejarnos por esas cosas. Y aprendemos a convivir con ellas, o nos queremos más a pesar de ellas, o no… puede pasar que no también. Pero de cualquier manera, ya la habremos pasado increíble y no nos arrepentiremos de nada.
Sobre la Disponibilidad Casi Suicida para el Amor.
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ginger-break · 10 years
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CRAZY
Él: Y... ¿cómo está tu mamá? Yo: Loca. (Risas de ambos). Él: jajaja... No, de verdad te pregunto... Yo: Y yo de verdad te contesto. (Él ríe nerviosamente). Yo: (Cambiando de tema) ¿Pedimos la cuenta? Él: (Aliviado) Dale.
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ginger-break · 10 years
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ESCLAVITUD
Hay muchas maneras de esclavizar a los pueblos. Y si bien la esclavitud de cadenas y bolas de hierro fue abolida hace muchísimos deceños, los gobiernos “democráticos” de la actualidad siguen encontrando maneras de esclavizar a la gente. 
Hay muchas maneras de esclavizar a los pueblos. Una de ellas es sumergirlos en la miseria y la marginalidad. A un niño que no se lo educa, que no se lo estimula desde una temprana edad, se le está coartando su posibilidad de ser. Se lo está privando de aquello sagrado, de aquello que nos diferencia de las bestias, se lo priva de pensar.
Solo basta recorrer los pueblos del interior de muchos países latinoamericanos para recolectar pruebas de esto. Pueblos en lugares paradisíacos, con vastas playas y hermosos paisajes para que lo niños puedan jugar por doquier y dar rienda suelta a su imaginación. Pero no es esto lo que sucede, en el mejor de los casos.
Nos encontramos con pueblos silenciosos, de calles desérticas, donde no se escuchan risas ni juegos… Y nos vemos obligados a preguntar si es que verdaderamente hay niños allí o si es un pueblo de fantasmas.
Y sí los hay, los hay por todas partes, pero su silencio lo invisibiliza. Los hallamos sentados en bancos, debajo de palmeras, como estatuas, inertes, aburridos, con movimientos y reacciones demasiado lentas para niños de su edad… Como si de cierta manera, estuviesen cumpliendo con un designo, con un destino que no eligieron, pero que saben de alguna manera inevitable… El de no ser niños.
Y Guadalupe sabe esto… Sabe que quizás la vida no le repare grandes cosas en su futuro, pero lo acepta con dignidad y resignación, como le enseñaron en su casa, y lo acepta además, porque no conoce otras cosas. 
De todas maneras, como cualquier niña de 15 años, no puede dejar de verse atraída por todo lo novedoso y ocurrente que pueda suceder en un pueblo muy poco novedoso y ocurrente como el suyo.
Por eso, a la hora de la siesta, le gusta caminar por las tranquilas calles del pueblo en busca de alguna aventura… Pero en el último tiempo, se ha dado cuenta que se ha vuelto demasiado grande para las aventuras… Y ha decidido comenzar a mostrarse como una niña de su edad.
Entonces, a la hora de la siesta, mientras sus padres descansan, roba el pequeño celular de su mamá y sale pasear en busca de algo nuevo, pero con el apoyo de aquel diminuto aparatejo que mucho no sabe usar, pero que le sirve para fingir desinterés por las cosas.
Esa tarde de enero, salió igual que como cualquier otra, con su celular en la mano, y dio la recorrida que usualmente da por el centro del pueblo.
Pero lo que encontró ese día no era lo que usualmente encontraba. Dos cuadras antes de llegar a la plaza del centro, escuchó risas y gritos que despertaron su atención y comenzó a caminar más rápido para descubrir la fuente de tanto divertimento. Al llegar, de todas maneras, realentó su paso, fingiendo no estar verdaderamente interesada por lo que acontencía.
En la plaza, estaban todas sus vecinas, que eran cuatro niñas entre 9 y 10 años jugando a una especie de “mancha pelota” con un joven blanco, más grande, de quién no podía precisar bien la edad, pero le parecía era “mucho muy grande” y “americano”. Así le dicen los lugareños a los nativos estadounidenses.
Decidió pasar por delante de ellos para ver qué hacían y pegar una mejor hojeada a aquel hombre extranjero. Y se dio cuenta que estaba equivocada. Ni el joven era tan grande, ni era tan americano como ella pensaba… “porque hablaba como nosotros, pero raro”, me dijo después cuando le pregunté; y entendí enseguida, que “como nosotros” significaba en español, pero de algún otro lugar de Sudamérica.
Se sintió inmediatamente atraída por aquel juego de correr y lanzar la pelota… pero no podía demostrarlo… No podía fingir interes en algo que pensaba no era propio de su edad… Así que pasó por delante, los miró de arriba abajo de forma desinteresada y algo altanera, y continuó su recorrida por el pueblo. 
Quince minutos más tarde, habiendo ya recorrido cada recoveco de aquel acotado lugar, decidió pasar nuevamente por la plaza… Y ahora el panorama había cambiado aún más… Ya no eran solo sus vecinas las que estaban jugando “a la mancha o el manchado, no me acuerdo bien”, sino que se habían acoplado niños de las casas aledañas, y ya eran diez en total… Y los vecinos, habían comenzado a salir de sus hogares para ver qué pasaba, porque aquel estruendoso sonido de risas y alboroto era algo a lo que, definitivamente, no estaban acostumbrados.
Y nuevamente, sintió ganas de jugar… Y nuevamente, las reprimió con toda la fuerza que su madre le había enseñado a tener… porque no sabía cómo acercarse, porque le daba vergüenza, porque ya estaba grande. Así que desfiló nuevamente, frente aquella muchedumbre de niños, con su rostro desinteresado, como si nada pudiese cautivarla más que aquel juego de viborita del celular al que, en realidad, no estaba jugando.
Decidió, entonces, emprender su recorrido hacia la playa… donde podría estar sola y analizar mejor todo aquello extraño y nuevo que sucedía. Se distanció dos cuadras, entró en la primera playa costera, y se sentó en un tronco a mirar el mar, de espaldas a todo aquello que tanto interés le causaba. Y se puso a llorar… Pero no sabía bien por qué… No sabía si era la emoción de que alguien, finalmente, hubiera decidido jugar con los niños de aquel olvidado lugar, o si se debía a su propia imposibilidad de formar parte de esa experiencia… O quizás, a una mezcla de ambas.
Y mientras las lágrimas brotaban de sus hermosos ojos morenos, escuchaba como el ruido del juego se acrecentaba por doquier. Ya no parecían diez o veinte, parecía como si hubiera cincuenta niños jugando en esa pequeña plaza.
Entonces, supo que no podía más. Se secó rápidamente las lágrimas de rostro y corrió las dos cuadras que la alejaban de ese centro de alegría y diversión… Llegó corriendo y esta vez no le importó que la viesen corriendo, se acercó al muchacho blanco de ojos de cielo, le tiró de la remera y le dijo entusiasmada: “¿Yo también puedo jugar?” “Claro”, respondió él, “te estábamos esperando”.
El resto es historia. Su historia. Mi historia ahora. Una tarde en la vida de una niña que decidió vencer sus miedos y los de su pueblo, para entregarse al juego, aunque fuera un ratito, aunque fuera con gente que no conocía bien, aunque se sintiese demasiado grande para hacer lo que estaba haciendo.
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ginger-break · 10 years
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EGO
Su ego y mi ego no entran por la misma puerta… Por eso siempre lo dejo pasar primero.
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