Tumgik
#me muero de amor con ellos
wontyouletitlie · 6 months
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Madeline A. Longbottom & Kyle T. Garber
Dandelion, into the wind you go Won't you let my darling know that? I'm in a field of dandelions Wishing on every one that you'd be mine, mine And I see forever in your eyes I feel okay when I see you smile, smile Wishing on dandelions all of the time Praying to God that one day you'll be mine
Dandelions - Ruth B.
@homenum-revelio-rpg
@sweetm3lody
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arkhamreeves · 5 months
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escribo para saciar mi sed de sombras malévolas
corteza pura de sentimientos desgraciados
alma que intenta huir 
paralizada por el perfume de flores deshechas
curvas perversas en mi corazón desfilan satisfechas corroyendo mi cuerpo 
espera eterna de ser por fin la niña que he sido
sonriente en fotos antiguas, actualmente hosca
me conformo con morir de amor pero muero de pena al mismo tiempo
tantas muertes históricas en mi derrotero 
crueles, pacíficas, salvajes
caminar indolente en un mundo presuroso
sirviente de las penumbras que me maltratan 
decir "paz" vivir en suplicios 
me convocan seres adoloridos a ser parte de su herejía
me siento partir en una barca hacia un vacío lóbrego
soy parte de un todo y soy parte de la nada 
desafiando días a duelos vehementes hasta que llegue la calma de la noche 
no
desarmarme en silencio absoluto ser derribada por mi juicio de enferma 
ubicar dolores en mi ser apabullarme sobre ellos 
volver a la morada del enemigo mental 
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persepolisph · 7 months
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ULTIMA CARTA DE PIZARNIK A SILVINA OCAMPO.
Tristísimo día en que te telefoneé para no escuchar sino voces espúreas, indignas, originarias de criaturas que los hacedores de golems hacían frente a los espejos.
Pero vos, mi amor, no me desmemories. Vos sabés cuánto y sobre todo sufro. Acaso las dos sepamos que te estoy buscando. Sea como fuere, aquí hay un bosque musical para dos niñas fieles: S. y A.
Escribime, la muy querida. Necesito de la bella certidumbre de tu estar aquí, aquí abajo; sin embargo, yo traduzco sin ganas, mi asma es impresionante (para festejarme descubrí que a Martha le molesta el ruido de mi respiración de enferma). ¿Por qué, Silvina adorada, cualquier mierda respira bien y yo me quedo encerrada y soy Fedra y soy Ana Frank?
El sábado, en Bécquar, corrí en moto y choqué. Me duele todo (no me dolería si me tocaras –y esto no es una frase zalamera). Como no quise alarmar a los de la casa, nada dije. Me eché al sol. Me desmayé pero por suerte nadie lo supo. Me gusta contarte estas gansadas porque sólo vos me las escuchás. ¿Y tu libro? El mío acaba de salir. Formato precioso. Te lo envío a Posadas 1650, quien, por ser amante de Quintana, se lo transmitirá entre escogencia y escogencia.
Les envié así un cuaderniyo venezolano con un no sé qué de degutante [desagradable] (como dicen Ellos). Pero que te editen en 15 días.
Oh Sylvette, si estuvieras. Claro es que te besaría una mano y lloraría, pero sos mi paraíso perdido. Vuelto a encontrar y perdido. Al carajo los greco-romanos. Yo adoro tu cara. Y tus piernas y tus manos que llevan a la casa del recuerdo-sueños, urdida en un más allá del pasado verdadero.
Silvine, mi vida (en el sentido literal) le escribí a Adolfito para que nuestra amistad no se duerma. Me atreví a rogarle que te bese (poco: 5 o 6 veces) de mi parte y creo que se dio cuenta de que te amo sin fondo. A él lo amo pero es distinto, vos sabés, ¿no? Además lo admiro y es tan dulce y aristocrático y simple. Pero no es vos. Te dejo: me muero de fiebre y tengo frío. Quisiera que estuvieras desnuda, a mi lado, leyendo tus poemas en voz viva. Sylvette, pronto te escribiré. Sylv, yo sé lo que es esta carta. Pero te tengo confianza mística. Además la muerte tan cercana a mí, tan lozana, me oprime. Sylvette, no es una calentura, es un re-conocimiento infinito de que sos maravillosa, genial y adorable. Haceme un lugarcito en vos, no te molestaré. Pero te quiero, oh no imaginás cómo me estremezco al recordar tus manos que jamás volveré a tocar si no te complace puesto que ya lo ves lo sexual es un “tercero” por añadidura. En fin, no sigo. Les mando los 2 librejos de poemas póstumos –cosa seria—. Te beso como yo sé, a la rusa (con variantes francesas y de Córcega). O no te beso sino que te saludo, según tus gustos, como quieras.
Me someto. Siempre dije no para un día decir mejor sí.
Sylvette, sos la única. Pero es necesario decirlo: nunca encontrarás a nadie como yo. Y eso lo sabés (todo). Y ahora estoy llorando. Sylvette, curame, ayudame, no es posible ser tamaña supliciada, Sylvette, curame, no hagas que tenga que morir, ya…
Tuya:
Alejandra.
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cartas-de-luchi · 1 year
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Carta 7.
Para ti mamá; que siempre tuviste la oportunidad de conocerme de verdad entre letras y nunca escogiste hacerlo:
Siempre fuimos demasiado diferentes para convivir, pero estábamos destinadas a rompernos. Porque lo hiciste, me rompiste el corazón y la vida. Supongo que yo a ti también, no aposta, pero supongo que lo hice de forma inevitable.
Estaba mal, ¿sabes? Tan mal que vivir me suponía un reto, uno difícil y que pensé que no superaría. Pero lo hice, sin ti. Ya sé que encerrarme y no hablar no era la solución pero, ¿qué querías que hiciera sino? No me escuchabas, no me consolabas, no estabas. Siempre noté tu falta aún teniendo tu habitación a unos pasos de la mía, aún conviviendo en el mismo lugar. Siempre te noté lejos aún viendo nuestro programa favorito juntas.
No nos entendíamos porque yo era una águila que estaba atrapada en una jaula que llamaste hogar y tú eras un canario que agradecía los barrotes que te impedían volar. No te culpo, quizá si yo me hubiera sentido un canario hubiéramos sido capaces de querernos bien, de entendernos y ser felices entre los barrotes de aquel sitio que llamabas casa.
Tampoco me culpo a mí, porque tenía carencias que tú nunca supiste ver y que terminé escondiendo entre las cuatro paredes que me axfisiaban. Supongo que el esconderlas tanto tiempo fue un error, porque cuando ya no fui capaz de esconderlas todo se vino abajo. Los barrotes se hicieron más gruesos y ya no había aire puro que respirar, me ahogaba mamá, ¿no te dabas cuenta?
Necesitaba que me enseñaras a volar, pero nunca lo hiciste. Me rompí en cada intento desesperado de romper los barrotes que me mantenían en una vida imposible de soportar. Había gritos por todos lados, control y una cadena invisible atada a mi cuello, impidiendome vivir.
Creo que nunca quisiste entenderme, era demasiado difícil ordenar mis piezas rotas y desgastadas, buscar las que se habían quedado otras personas y recomponer las que estaban hechas trizas. Y creo que en algún momento me resigne a ello, a ser un rompecabezas que no merecía la pena a tus ojos, a ser una niña perdida en sí misma porque le faltaba amor y comprensión.
Creo que tampoco quisiste ver la depresión en la que estaba sumida, porque sabías que, independientemente de todo, tú también eras responsable de ella. Decidiste no ver las ojeras, los cortes, la mala alimentación, las lágrimas y las súplicas silenciosas. Decidiste ignorarlo todo pensando que solo era para llamar la atención, incluso cuando mis intentos de romper los barrotes casi me llevan a la muerte. Una muerte que deseaba desesperadamente en aquel entonces y a la que tú decidiste que era mejor no dar importancia.
Pero en eso se resume todo, ¿no? En intentos fallidos de escapar de una vida que a mí me estaba matando. Una vida en la que un hombre importaba más que mis sentimientos. Una vida en la que recibí insultos y malos tratos que tú permitías, aunque yo siempre te defendiera con todo lo que tenía. Aunque hacerlo supusiera seguir muriéndome por dentro, matando mi inocencia a base de gritos y hostias.
¿Recuerdas cuándo casi lo mato? Me lo impediste porque lo querías más a él que a mí. ¿Recuerdas cuando casi me muero de un ataque de ansiedad? Sentía que mi corazón iba a explotar, que no iba a soportarlo. ¿Recuerdas la única vez que me agredió físicamente? Yo no la olvido aunque tú dijeras que no había pasado. ¿Recuerdas mi taza favorita haciéndose añicos? Ojalá no hubieras cambiado su trayectoria. ¿Recuerdas el cuchillo en mi mano? Ojalá no me hubieras hecho irme de casa para tranquilizarme. ¿Recuerdas los gritos a las 2 de la madrugada que nunca supe si terminaban en golpes para ti? Ojalá no me hubieras mandado a mi habitación cada vez que intervenía. ¿Recuerdas su alcohismo? Yo no puedo olvidarlo, ese olor a cerveza mezclado con algo que nunca identifiqué todavía me sigue en sueños.
Dime mamá, ¿recuerdas esas cosas? Porque yo no consigo deshacerme de ellas y del sabor amargo que me dejan en la boca cada vez que vuelven a mi mente.
A veces me pregunto si los momentos felices que hubo en medio de todos esos años eran sueños que mi cabeza creaba para mantenerme cuerda, pero aún siento el tacto de la arena de la playa y el sonido de mi risa por unos buenos chistes. Supongo que disfrutaba de la calma que se nos permitía de vez en cuando porque era lo único a lo que podía agarrarme para no romperme del todo, para no terminar desquiciada.
Supongo que nunca podré olvidarme de aquellos años en los que me rompí de tantas formas. Los años oscuros que siempre me perseguirán vaya a donde vaya, esté con quien esté. Tampoco creo que pueda olvidarme nunca de que repetiste la ecuación cuando por fin empezábamos a querernos mejor, cuando escogiste a otro, de nuevo, por encima de mí.
Pero espero que estés orgullosa de que esta vez supe irme antes de mendigar un amor que tú no tenías para mí. También espero que un día me veas triunfar sin tu ayuda a pesar de todas la heridas que nunca sanarán y que te sientas orgullosa de lo que pude conseguir sin unos padres en los que apoyarme.
Y deseo que seas feliz de todas formas, que por favor lo seas. Porque no podría soportar que eligieras algo que te haga infeliz antes que a mí, mi corazón no lo aguantaría. Nunca mentí en que tu felicidad era más importante que la mía, pero a veces hay que ser un poco egoístas para no morir, lo siento por haber intentado sobrevivir mamá. Espero que tú estés viviendo.
Luchi
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ocasoinefable · 2 months
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A veces camino con el corazón encogido. Y rehuyó de las miradas y sus preguntas. Quizás como lo hace la luna al ver llorar al mar, al ver las lágrimas de un tulipán entre aire y la tierra. Y aquí estoy en la banca de un jardín mirando dos oruguitas (el aire tiene gotas de lluvia, el parque vive entre el verde, el negro, el café y el amarillo, los niños corretean sus juegos, se hacen travesuras y saltan entre sus risas, los niños creer y sueñan, el corazón niño se mantiene entre poemas y sencillez. las palomitas se dejan recados entre sus piquitos y se hacen confidentes a la brisa. un toque le dan las abejas a las margaritas), les confieso oruguitas que no tengo televisor en mi cuarto, que no compro el periódico, que no me veo en tal intención de hacerlo, pueden juzgar como insensato mi decisión por su razón de ser y su contradicción... Me mantengo presente en el mundo y busco alberga fe en mis actos, el motivo de existir es el amor y con esto en mis ojos miro los ojos. Un mártir puede decirse más aun solo es la ternura que siento por la vida y el respeto por la humanidad, es mi humanidad misma latiendo en mi corazón, veo anuncios de guerras y maltrato y muero con ello, literalmente allí muero en un diluvio de llanto y confusión, mientras busco con afán dentro de aquella muerte una solución, un cambio para bien, una mejora, una esperanza, una luz .. y me exasperó, luego caigo, y ridículamente me siento como un triste grano de arena más en un reloj arena sin poder hacer más... Se mueven las orugas mientras la brisa sopla. Vaya que lo es oruguitas, quizás no es mucho más aun es todo lo que tengo, este latir y creer, las llevo sobre una flor y allí las veo volar. Un niño se acerca a mí por su pelota, me sonríe y me invita a jugar con él. Y así como yo les digo a las oruguitas es todo lo que tengo, el niño me dice; es todo lo que tengo y me sonríe. Yo le digo es gigante lo que tienes, es el motivo por el cual la vida vive y es amable.. es más que solo es todo lo que tengo. Lo es todo.
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constelacionesycielos · 4 months
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Encontré sueños diamante en su sonrisa de niño y el brillo de sus ojos caramelo, junto a los cuales anheló permanecer hasta el último eclipsar de la dulce luna y el sol♡~
🌷+🌊:
No puedo ocultar
Cómo me haces brillar
Floto y puedo volar
Y ahora que estás aquí.
Ahora puedo entender
Que en tu esencia encontré
El sentido en mi caminar.
Qué rico es encontrarte
Son tus besos diamantes
Que cuelgan de mi cuello, radiante me veo
Con tanto amor que tú me regalaste.
Sentarme junto a ti es todo una proeza
Mis versos manifiestan, deleitas tanto en mí
Dormir junto a ti es aceptar que si muero
Seré feliz sabiendo que sí te conocí.
—Carla Morrison, Diamantes.
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“Fui una pequeña luciérnaga que en éste gentil presente se transformó en la esencia de los dientes de león y las margaritas, dónde mi destino finalmente ¡encontré! siendo arrullado con nuevos sueños que tiñeron el sonrojado amanecer con su sonricita de niño, junto a la cuál volví a nacer, llevando ahora chispitas del gentil mar y otoño en mi corazón, entre besos y abrazos que cubrieron cada partecita de mi ser, invitándome a volver a florecer.
¿Podría existir tal magia en está gentil vida? ¡para mí sí! desde que lo conocí y sus sentimientos cuidadosamente recibí a través del regreso del cálido sol que cubrió con su calor nuestras manos después de que tímidamente se tomaron entre sí, para recorrer nuevas estaciones cubiertas por renovados colores, cuan colibríes que vuelan a través de dulces ensoñaciones.
El final de cada mes, se convirtió en el comienzo de una nueva ilusión cargada de anhelo y añoranza, acompañado de poemas y también tiernos besos, dónde nuestros corazones reciben nuevos amaneceres, atardeceres y anocheceres, enseñándonos a descubrir nuevas formas de amarnos eternamente♡.”
🍁+🌼:
“Contigo todo es mejor, cada sonrisa, cada emoción” ¡felices ocho florecitas y otoños, mi amor! ‹30/04/23› mi corazón permanece profundamente conmovido al compartir el final e inicio de un nuevo mes a su ladito, llevando consigo un sin fin de aventurillas que hemos compartido, desde nuestra tardecita de picnic en la cuál escuché por primera vez la magia de su voz y su sentir, hasta la nochecita en la cuál la luna cubrió con su luz nuestros corazones, mientras escuchábamos una dulce melodía y bailábamos al compás de la brisa que nuestros cabellitos movía.
A través de éste largo y añorado camino, he ido recolectando algunas caracolas de mar, hojas de otoño, pétalos de flores, esencia de estrellas, aroma a café y más, más, guardando en cada una de ellas los colorcitos que le conforman, para que cada vez que alguno de ellos pueda tomar, su dulce esencia pueda experimentar aquí, en mi soñador corazón dónde usted vive cuan caricia de una gentil pluma que mis mejillas invita a sonreir por sus traviesas cosquillas. Usted es un conmovedor ¡planeta! para mí, a su lado me siento en un viaje eterno hacia el asteroide ‹612› en donde nos convertimos en dos niños, que aman soñar y ver el mundo con nuevas formas y sentimientos.
¿Podría acompañarlo esté nuevo mes? en dónde un nuevo año nos acompañará, uno aún más renovado y ¡bello! para seguir recolectando aquellos juguetoncitos seres que encontramos en las esponjosas nubes bañadas por los atardeceres, cada vez que nos recostamos sobre el césped para contemplar el cielo, permitiéndonos conversar con añoranza y escuchar la melodía de nuestros corazones que se sincronizan entre sí, hasta que nuestras miradas se encuentren y transmitan el su brillito, el infinito sentir que compartimos.
Su amor que es tan suave de sentir en el corazón, me hacen sentir infinitamente dichosa y agradecida con los cielos por unirnos cuán silencioso sueño, lo amo ¡mucho, mucho! desde la luna hasta las estrellas del universo, sigamos recolectando sonrisas, abrazos, caricias y besos, hasta que nuestro corazón quedé sonrojadito por tanta alegría. Amare apreciar un poco más sus ojos asueñados en cada amanecer, su sonrisa dormiloncita pero cargada de los mejores sentires y aquellos lunarcitos que decoraron su rostro cuán regazo de estrellas, sus abrazos que reconfortan mi alma y su voz que siempre transmite amor. Es aquí, dónde quedará plasmada la dicha de nuestro sentir en cada mesesito compartido♡.
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kaos-literario · 2 months
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¿Por qué no pudiste verme con esos ojos? ¿Por qué no me viste como me vieron todos ellos? ¿Por qué no te reíste de mi mal humor? ¿Por qué no entendiste de mi necesidad de mi? ¿Por qué no me amaste por lo que era y no por lo que querías que fuera? ¿Por qué me idealizaste ángel? ¿Por qué pensaste que me convertiría en esa imagen de novia perfecta? ¿Por qué pensaste que yo sería como ella? ¿Por qué no me viste como un ángel igualado? ¿Por qué no pudiste besarme la frente y luego la boca? ¿Por qué no me hiciste el amor? ¿Por qué me obligaste a bajar de las nubes? ¿Por qué no me amaste por lo que era? ¿Por qué no me quisiste así? ¿Por qué?
¿Por qué quisiste más de mi? ¿Por qué me dijiste que era poco? ¿Por qué hiciste referencia que nunca estuvimos juntos? ¿Por qué señalaste lo que para vos eran mis errores? ¿Por qué no me amaste?
¿Por qué no fuiste más amable? ¿Por qué me trataste de loca? ¿Por qué me inculpaste? ¿Por qué dejaste que me marchara? ¿Por qué no estuviste? ¿Por qué esperabas que yo accionara y tu luego inculpabas? ¿Por qué me dijiste que te besaba poco? ¿Por qué me hiciste sentir que soy tan poco? ¿Por qué hoy siento que muero día a día? ¿Por qué me siento destruida? ¿Por qué no me dijiste no venías a darme amor? ¿Por qué me dejaste tan destruída? ¿Acaso alguna sentiste de verdad? ¿Estabas enamorada realmente? ¿Por qué acercarte si ibas a destruir? ¿Por qué besarme y luego alejarte? ¿Por qué esperar tanto y dejarme sin nada? ¿Por qué me duele tanto y a ti nada? ¿Por qué?
¿Por qué me odiabas tanto si yo no te había hecho nada? ¿Por qué me marcaste lo insuficiente que era? ¿Por qué me besaste? ¿Por qué me tocaste? ¿Por qué te permití que me vieras desnuda? ¿Por qué dejé que me tocaras? ¿Por qué dejé que te colaras entre mi vulnerabilidad? ¿Por qué dejé que me vieras llorar? ¿Por que permití que me tocaras?…. Yo que tanto me resguardo de las energías, yo que tanto me cuido de los hombres, yo que tanto me alejo de la sexualidad; ¿por que dejé me tocaras?
Ahora solo quiero quitarme tantas preguntas y arrancarme la piel, y poder tener una nueva, una que no hayas tocado y una que no volverás nunca a tener la suerte de tocar.
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la-semillera · 1 year
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Claude Lalanne & Clarice Lispector
Es allí a donde voy
Más allá de la oreja existe un sonido, la extremidad de la mirada un aspecto, las puntas de los dedos un objeto: es allí a donde voy.
La punta del lápiz el trazo.
Donde expira un pensamiento hay una idea, en el últi­mo suspiro de alegría otra alegría, en la punta de la es­pada la magia: es allí a donde voy.
En la punta del pie el salto.
Parece la historia de alguien que fue y no volvió: es allí a donde voy.
¿O no voy? Voy, sí. Y vuelvo para ver cómo están las cosas. Si continúan mágicas. ¿Realidad? Te espero. Es allí a donde voy.
En la punta de la palabra está la palabra. Quiero usar la palabra «tertulia», y no sé dónde ni cuándo. Al lado de la tertulia está la familia. Al lado de la familia estoy yo. Al lado de mí estoy yo. Es hacia mí a donde voy. Y de mí salgo para ver. ¿Ver qué? Ver lo que existe. Des­pués de muerta es hacia la realidad a donde voy. Mien­tras tanto, lo que hay es un sueño. Sueño fatídico. Pero después, después todo es real. Y el alma libre busca un canto para acomodarse. Soy un yo que anuncia. No sé de qué estoy hablando. Estoy hablando de nada. Yo soy nada. Después de muerta me agrandaré y me esparciré, y alguien dirá con amor mi nombre.
Es hacia mi pobre nombre a donde voy.
Y de allá vuelvo para llamar al nombre del ser amado y de los hijos. Ellos me responderán. Al fin tendré una respuesta. ¿Qué respuesta? La del amor. Amor: yo os amo tanto. Yo amo el amor. El amor es rojo. Los celos son verdes. Mis ojos son verdes. Pero son verdes tan oscuros que en las fotografías salen negros. Mi secreto es tener los ojos verdes y que nadie lo sepa.
En la extremidad de mí estoy yo. Yo, implorante, yo, la que necesita, la que pide, la que llora, la que se lamen­ta. Pero la que canta. La que dice palabras. ¿Palabras al viento? Qué importa, los vientos las traen de nuevo y yo las poseo.
Yo al lado del viento. La colina de los vientos aullan­tes me llama. Voy, bruja que soy. Y me transmuto.
Oh, cachorro, ¿dónde está tu alma? ¿Está cerca de tu cuerpo? Yo estoy cerca de mi cuerpo. Y muero len­tamente.
¿Qué estoy diciendo? Estoy diciendo amor. Y cerca del amor estamos nosotros.
- Clarice Lispector. Traducción de Cristina Peri Rossi.
- Claude y François-Xavier Lalanne en su cama "Cocodoll", 1966
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cartas-de-eli · 1 year
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9. Un poema más y lo olvido...
No encierres tus sentimientos o conocerás lo doloroso que es escuchar sus lamentos; cada noche a mis mejillas humedecen porque quieren salir y besar el lugar al que pertenecen.
Busco una manera para matarlos pero para ello tendría que poder enfrentarlos; trato de fingir que soy más fuerte que ellos pero con un par de recuerdos ya me hacen sentir menos.
Olvidé el sabor de la libertad porque me he convertido en esclava de mi verdad; quiero volar en un cielo despejado pero mi amor por ti encuentro por todos lados.
Puedes gritar y decirme COBARDE por silenciar un amor que siempre quiso expresarse; se que con mis acciones a mi buen corazón hiero pero no voy a permitir volver a sentir que por desamor muero.
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princessroyal95 · 9 months
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Daddy (Crocodile x Reader) [Spanish versión]
Advertencia: este capítulo contiene contenido sexual. Si no te gusta este tipo de contenido, no sigas leyendo, aunque eso implique que perderás información de la historia.
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Es el buen momento para irme a mi casa y tomar un buen baño. Estoy demasiado tenso después del trabajo y necesito relajarme, mis músculos lo necesitan. Desde que soy dueño de Rain Dinners no he parado de trabajar para poner contento a mis clientes y así ganar mucho dinero. Ser el hombre más rico del mundo tiene sus ventajas, pero también sus inconvenientes ya que tengo enemigos que desean tener mi negocio.
Insensatos. No saben quién soy. Soy el afamado Crocodile, un miembro de los Shichibukais y un héroe ante los ojos de todo el reino de Arabasta. Que hipócritas que son. Si supieran cuáles son mis planes para conquistar esta tierra llena de hambruna. Por lo menos, no muero de hambre al igual que mis subordinadas. Al igual que ella. Mi mocosa. Me estará esperando con un buen plato de comida.
Cuando consiga mi objetivo, ella será mi reina. La futura Reina de Arabasta. Tendremos el mayor poder absoluto y un arma que puede destruir cualquier cosa. Solo espero que esa estúpida de Nico Robin encuentre el Polygriph, no me fío de ella ni un pelo. Sin embargo, esa morena se lleva bien con mi preciada ___. Solo espero que no la haga daño porque te aseguro que no dudaré en asesinarla con mis propias manos o, más bien, con mi propio garfio. ¿Cómo es posible que esa mocosa se haya fijado en mí? Casi no puedo tocarla por culpa de este artilugio.
Me siento vulnerable cuando estoy cerca de ella y más cuando dice esa palabra que me vuelve loco. Una palabra un tanto prohibida para cualquier persona, pero que para mí es excitante. Una palabra que contiene cinco letras y es música para mis oídos. Dios, ya con pensar en ello me he puesto cachondo. ¡Joder! Solo espero llegar a mi gran mansión y poder relajarme.
Y hablando de mi casa, sin darme cuenta, ya había llegado al sitio. Es una gran casa que me ofrecieron los habitantes de Arabasta por proteger sus tierras de ladrones y desalmados piratas. Son unos idiotas; sin embargo, se agradece su hospitalidad. Cierro los ojos al detectar aquel aroma que llega a mis fosas nasales. ¡Oh por Dios! Si es mi comida preferida. Esta niña sabe cómo ponerme de buen humor.
Sin remordimiento alguno, poso la mano en el pomo de la puerta y, seguidamente, lo abrí entrando ya en la casa. Que bien huele. Como se nota que es una gran cocinera. Pero no te preocupes mi bella mocosa, cuando seas reina no tendrás que preocuparte de hacer tus deberes. Ahora que me fijo, no ha llegado a darme la bienvenida. Eso es muy raro por parte de ella. Dejo mi gran abrigo en el perchero para luego dirigirme hacia la cocina encontrándome que estaba vacía. «¿Dónde se habrá metido?», esa es mi gran pregunta y ya me estoy preocupando.
Sin embargo, mis oídos se agudizan cuando escucho un grito proveniente de la otra habitación, más bien en el gran salón. Me dirijo hacia allí encontrándome con ___ intentando alimentar a un bebé cocodrilo. ¿Por qué dejé que lo adoptase?
—Eres muy malo, Banis. —Se queja la joven poniendo una mueca de dolor—. Al menos déjame darte de comer como es debido.
El pequeño cocodrilo no hizo ni caso por lo que camina en dirección mía apoyando su cabeza en mis zapatos. Siento un amor profundo ante esta especie, son las únicas criaturas a las que me siento identificado.
—Crocodile-san, no le había sentido, lo siento mucho—. Se disculpa ___ haciendo una leve reverencia.
—Veo que el pequeño Banis está siendo un revoltoso.
—He intentado darle de comer, pero rehúye de mi —dice apretando un poco de sus dedos. Clavo mi vista en ellas observando como unas gotas de sangre aparecen.
—Te he dicho mil veces que no le des de comer sin mi presencia. —Esta niña a veces me saca de quicio. Voy en busca de un botiquín para curarle esa herida fea. Por lo menos el cocodrilo no se atrevió a romperle un brazo.
—Pero es nuestro bebé, tengo derecho alimentarlo.
«Nuestro bebé...», esas palabras resuenan en mi cabeza una y otra vez como si tratase de una grabadora que tengo que escuchar unas mil más. Desde que estamos juntos, siempre me pedía en adoptar a un cocodrilo por mi afición a esta especie y porque es una criatura muy especial para ella. ¿Por qué debí de aceptar su petición? No quiero que salga herida por solo verla feliz.
—La próxima vez, si te arranca algún miembro, me avisas para castigarlo. —Lo digo con toda la tranquilidad del mundo mientras expulso el humo de mi puro y ya vendando la pequeña herida de ___.
—No seas cruel con él. Es un cocodrilo, su naturaleza es así.
—Pero no quiero que mi bella mocosa salga herida. —¿Di en el clavo? Puedo ver como tus mejillas se tornan rosadas. Eres tan inocente y pura.
—... ¡La comida! —grita ___ corriendo hacia la cocina mientras yo, como idiota, sonrío y decido seguir sus pasos.
—No te preocupes, eres una experta en la comida. —Mis palabras sinceras salen de mi boca a lo que me siento en la silla apoyando los codos en la encimera, queriendo observarla con detenimiento—. En el tiempo que estamos juntos no se te ha pegado ni quemado la comida.
—Pero me da rabia. —Pone cara de niña arrepentida a lo que apaga los fogones.
Solo esbozo más la sonrisa disponiéndome a leer un poco el periódico. La verdad con tantos negocios en mi vida casi no tengo tiempo como para echar un vistazo las noticias. Aunque la gran mayoría de ellas son causadas por mi o por mi organización secreta. Solo espero que mis planes salgan bien, falta poco para que se cumpla mi propósito y poder ser alguien más importante que ser un mísero Shichibukai.
Un perro del Gobierno es lo que me llaman todos los piratas cada vez que me ven. Pero no tengo mucha importancia en ese tema. Escucho unos pasos alejarse de mi a lo que bajo un poco el periódico viendo cómo ___ va colocando la mesa, ya emplatando los platos.
Me levanto de la butaca para dirigirme a mi asiento no sin ver al pequeño Banis acercarse a ___ acariciando las piernas de ésta con su cabeza.
—Oh, ¿viniste a disculparte? —La joven se agacha acariciando la cabeza de éste—. Sabes que mamá nunca se enfadaría contigo.
—Le estás mimando mucho —comento, sentándome ya oliendo el plato.
—Tú haces lo mismo con los que están en Rain Dinners. —Esta niña sabe cómo devolver la jugada.
—Touché.
Nos disponemos a comer con tranquilidad sin decir nada. Me encanta esta sensación de paz y armonía, algo que mi cuerpo necesita. Sin embargo, faltaba como un pequeño toque y es un buen baño. Mis músculos me lo agradecerán. Como me gusta la comida que prepara ___, lo hace por mí, por el amor que siente.
Pero mi disfrute de la comida se desvaneció cuando escucho los pequeños quejidos del cocodrilo. Me fijo que el bebé, con sus dientes hincados en el vestido de ___, tiraba de ella con fuerza como queriendo algo. Y yo sé que es lo que quiere.
—Mamá está comiendo, Banis.
Banis vuelve hacer ese gesto hasta unas lágrimas se sobresalen en el pequeño cocodrilo. Maldita bestia con cuatro patas.
—Mimoso. —Sin más preámbulo, ___ coge a Banis para colocarlo sobre sus piernas y comienza a acariciar el costado de éste.
—Pones más atención a él que a mí —dije sin tapujos mirando mal a ese endemoniado.
—Oh vamos Crocodile-san, es solo un bebé. —Pone una excusa la mocosa—. Necesita mucha atención y mucho cariño.
Desde que hemos adoptado al pequeño cocodrilo, todas mis atenciones se desvanecieron ya que ella se dedicaba en cuidar al desgraciado que está en sus piernas. Y cuando estoy con ganas de hacerlo con ella siempre tiene una excusa de que está cansada porque no paró de perseguir a Banis por no querer hacerle caso.
Hasta echo de menos aquella palabra que me gustaba escuchar de ella. Asqueroso roba novias.
Puede que sea tu mamá en tu vista de cocodrilo, pero es mi pareja y no tienes derecho a quitarme lo que es mío. ¿Acaso tengo que señalarte la marca que tiene en el cuello, cerca de la yugular?
—Crocodile-san, ¿son cosas mías o está mirando con cara de asesino a Banis?
Me pongo tenso cuando escucho la pregunta de ___ que todo mi rostro cambió repentinamente. Mierda, ¿por qué tiene que delatarme de esa manera?
—Son cosas tuyas, mujer.
—Veo que ha terminado el plato. —La joven se levanta cogiendo en brazos al bebé. Pero veo que esboza una sonrisa tierna mirando a la cría—. Y por lo que veo, el pequeño Banis se quedó dormido.
¿El condenado se durmió? Me fijo en el rostro del cocodrilo y, efectivamente, estaba plácidamente dormido. Raro de esa cría, es la primera que me encuentro de todas las especies de cocodrilos que es la más activa. Aunque una bombilla resurgió en mi cabeza. Esta sería mi gran oportunidad para poder estar con ella. A solas. Sin ninguna interrupción.
—¿Por qué no dejas a Banis en su estanque? Yo me encargaré de recoger la mesa.
—Vale. Enseguida vuelvo, Crocodile-san. —___ se retira mientras yo me dispongo a hacer la tarea.
De estas cosas recurro a la habilidad de la Fruta del Diablo, ya que con una sola mano es imposible recoger los utensilios y demás. Me siento torpe. Esos recuerdos aún están vivos en mi mente en cómo me amputaron la mano. Un escalofrío recorre por todo mi cuerpo mientras me toco la zona de la muñeca. Una extraña sensación de dolor y placer resurge desde mis entrañas a lo que esbozo una pequeña sonrisa.
Mis ojos se giran en dirección hacia la puerta de salida viendo que mi pequeña mocosa había vuelto del estanque y siempre con esa sonrisa que me gustaba de ella. Como me gusta verla de esa manera, sin tener pensamientos negativos. La felicidad es su droga principal y yo se la estoy proporcionando.
—Lavaré los platos —dice ___ acercándose al fregadero, pero sostengo una de sus muñecas para que me mirase.
—Estoy un poco exhausto y mis hombros necesitan un poco de atención.
—... ¿Quiere que le dé un masaje?
—Exacto —exhalo el humo de mi puro sin dejar de mirarla. La sonrisa de la joven se ensancha más como si le hubiera gustado la idea.
—En cuanto termine con los platos me pondré a darle el masaje, Crocodile-san.
—Bien, entonces... —Alzo su mentón con mi garfio queriendo tenerla cerca de mi rostro—, te esperaré en el baño. —Como me gusta ver tus mejillas poniéndose de ese color y con un rostro un tanto inocente.
Me alejo de ella entrecortando la respiración de ambos a lo que me dispongo a subir las escaleras dirigiéndome al baño. Mientras escucho como ella maldice al diablo por dejarla en ese estado tan vulnerable. Oh, mocosa, yo soy el mismísimo diablo en persona. Con esa idea en mi cabeza sonrío como un bellaco hasta que llega al punto en que me río como si no hubiera un mañana.
Ya estaba enfrente del baño. Realmente era amplía y con una gran bañera que hasta podía caber perfectamente el pequeño cocodrilo o una persona más grande que yo. Abro el grifo dejando que el agua caliente caiga sobre éste y una pequeña gota cae en mi mano. Gracias a mi habilidad lo absorbo; sin embargo, es una gran debilidad ya que me deja vulnerable ante ojos de cualquiera.
Retiro el puro de mi boca apagándola en un cenicero que se encontraba ahí y me dispongo a quitarme la ropa. Siempre elegante mostrando lo caballeroso que puedo ser, aunque con mi ropaje para que soy un mafioso. Y en el fondo lo soy. Soy un hombre con muchos pecados. Un hombre que ha visto la muerte del "Rey de los Piratas": Gold D. Roger.
Un rey muy afamado por todos los piratas y alguien a quien se tenía respeto. Y ahora todos van en buscar de ese tesoro que al principio me llamó la atención, pero mis ideas se esfumaron al convertirme en un perro más del Gobierno. Tuve que soportar a esos desgraciados al igual que mis compañeros. Ya dentro de la bañera apoyo la espalda en el borde relajándome por completo. Que sensación tan agradable, lo echaba de menos. Aunque, falta una cosa.
Y como si mis pensamientos fueron escuchados, ___ abre la puerta dando pequeños pasos en el interior del sitio. Mis ojos se clavan en el cuerpo de la joven o más bien en su vestido deseando que se lo quitase.
—No ha esperado por mí, Crocodile-san. —¿Eso fue un modo de echarme la bronca?
—Mi cuerpo lo pedía a gritos, ___. —Acerco mi cuerpo hacia el otro extremo de la bañera apoyando los brazos en éste para verla mejor.
—Voy a darle el masaje. —Me fijo que estaba preparando unas pequeñas butacas para uno poder sentarse. Oh no, niña, no entiendes. Esa inocencia en ella me reproduce algo de gracia a lo que una pequeña risa escapa de mis labios—. ¿Qué tiene gracia?
—Yo pensaba que me la ibas a dar dentro de la bañera. —Unas cuantas hebras de mi cabello se esparcen por mi rostro y, de nuevo, las mejillas de ___ se tornan de color rosa, pero esta vez, más intenso.
Las pequeñas manos de la joven se posan en aquel vestido que le regalé hace un año celebrando nuestro aniversario. Ese traje le queda tan jodidamente bien que me daban ganas de arrancarlo con mi propia mano. Mi lengua pasa por mis labios humedeciéndolos al ver que mi pequeña se había quitado completamente aquel traje dejándola semidesnuda. Me encanta ese conjunto de ropa interior, le queda condenadamente bien, la hace verse sexy. ¿Por qué no lo reconoce? A ojos de cualquiera es una Reina.
Y ahora, ya desnuda por completa, una Diosa divina. Recuerdo la primera vez que la vi sin ropa debajo mío tiritando de miedo y cubriendo cuanto pudiese sus partes íntimas ya que le daba vergüenza en que la viese en ese estado. Ella en su mente creyó que no me gustaba lo que veía, al contrario, me excitaba tenerla así. Tan sumisa y perfecta, y más intentando disimular aquellas mordidas que provocaba en su cuerpo. Aunque ella no se quedaba atrás, arañándome la espalda como una gata y dando leves mordidas por mi cuello. ¡Mierda! La tengo dura como un condenado.
Se acerca con timidez a la bañera y me alejo para que tuviera suficiente espacio para incorporarse. Se mete por completo en el agua dejando su cabeza fuera de ésta. Ya recogió sus cabellos antes con una simple coleta. Niña, me estás tentando en cogértelo y obligarte a que gimas.
—Crocodile-san —Su voz, tan suave como el sonido de las mareas, hace que me centre en ella—, ¿puede acercarse para poder hacerle el masaje?
Casi se me olvida del porqué la hice venir, aunque tengo otra cosa en mente. Eso lo dejaré para más adelante cuando haya recibido mi "precalentamiento". Ella ya estaba sentada en el borde de la bañera con las piernas casi abiertas, dejando ver su sexo. Ya me estoy planteando seriamente si recibir un masaje o probar aquel manjar que me vuelve loco y hace que ___ gima para mí.
Lo primero es lo primero. Me pongo de espaldas colocando todo mi cuerpo entre las piernas de ella hasta notar como aquellas manos se posan en mis cansados hombros. Oh, que sensación más agradable. Cierro los ojos dejándome llevar en este exquisito manjar que hace que esté tocando el mismo cielo. ¿Cómo me iba a olvidar de las exquisitas manos de mi bella mocosa? Explorando con timidez mi cuerpo bien formado con alguna que otra cicatriz provocada por batallas que tuve en mi época.
Tocando puntos que desconocía. Me estaba llevando al bendito cielo o más bien al infierno. Un gemido de satisfacción sale de mi garganta y, por un momento, sentí como el cuerpo de la joven se tensa. ¿Acaso no te esperabas esa reacción de mí? Ninguna mujer ha hecho que gimiera como un maldito, pero tú, no sé cómo, lo haces.
—Por lo que veo le está gustando. —Mi cara lo dice todo.
—Como para no gustarme, tus manos son exquisitas. —Apoyo la cabeza en su vientre descansándola.
—¿Cómo le ha ido el trabajo?
—Pues la verdad un tanto aburrido —confieso abriendo mis ojos para verla, aunque tengo unas vistas estupendas de sus pechos cubiertas por diminutas gotas de agua que parecen perlas a ojos de cualquier humano—, ya deseaba llegar a mi casa y estar contigo.
—Que tierno por su parte, Crocodile-san. —Un beso es lo que recibo en mi frente. Yo deseaba algo más que ese simple beso.
—___. —La llamo recibiendo su atención—. Ha pasado un mes desde que hemos adoptado a Banis y ya echo de menos tu cercanía. —Mis palabras son sinceras, nunca mentiría lo que siento.
—Está exagerando un poco, Crocodile-san.
—¿Sabes cuánto he deseado tenerte cerca mía y hacerte el amor las veces que haga falta? —Ahora su rostro es un poema y sus mejillas se incendiaron aún más como si estuviera a punto de erupcionar.
—E... Exagera. —Sus tartamudeos le estaban traicionando.
—Yo nunca exagero. —Me levanto de mi sitio estando a su altura y mirándola cara a cara. Apoyo la mano en el borde de la bañera como base de apoyo mientras que con mi garfio hago que alce la mirada para que me mirase a los ojos.
—Crocodile-san. —Un pequeño gemido escapa de sus labios y yo aguantando las ganas de besarla.
—Siempre me dejas en un estado de "enfermo". —Queda perpleja por aquella palabra que no entendía muy bien a lo que se refería. Pero sus ojos curiosos descienden encontrándose con una grata sorpresa a lo que su rostro se vuelve más coloreada y su cuerpo empieza a temblar—. Y siempre tengo que recurrir a la masturbación.
—Crocodile-san...
—Echo de menos tus besos, tus caricias... —Apoyo mi frente en la suya con los ojos cerrados—, tu boca en mi polla jugando con ella como si fuera un simple caramelo, tus gemidos provocados por mi causa. —Puedo oler a excitación en ella.
—Yo... —Y que se quede sin habla cada vez que digo alguna palabra sucia cerca de su oído me ponía cachondo.
Asciendo la mano sana para acariciar aquellos labios que tanto me tientan en besar. Tan carnosos y llenos de vida. Quiero volver a explorar su boca con mi lengua, deleitándome en una pelea con la de ella a ver quién domina a quien. Pero, lo que realmente echo de menos es una cosa que siempre me lo dice cuando estamos en una situación íntima.
Esa palabra se lo pedí que lo dijera porque, por alguna extraña razón, me encendía algo que ninguna otra chica pudo conseguir. Y ella lo hizo, deleitándome con esos gemidos y pronunciando aquella palabra. Quiero oírlo. Quiero que encienda la mecha que hay en mí.
—Dilo... —se lo suplico ya muy cerca de sus labios, quería que detonase la bomba que hay en mí—. Quiero oír esa suculenta palabra, ___.
Su cuerpo tiembla ante mí, por cada palabra, por cada susurro que digo muy cerca de ella haciendo que tenga pequeños espasmos y que su cerebro no funcione del todo bien. Su respiración se vuelve agitada y pausada como si necesitara algo de oxígeno en sus pulmones. Sus ojos dan ese toque de lujuria que a mí me encanta. Oh, ya conozco esa mirada. Vamos dilo sin miedo mi Reina.
Abre un poco sus labios para articular una palabra. Una palabra que lo anhelaba y al final lo dice:
—Daddy.
Ese fue el culmen de todo. El detonante que necesitaba para poder besarla como nunca. En un principio, fui algo suave pero poco a poco, los besos iban en aumento mostrando que mi necesidad era mucho mayor que antes. Solo quería demostrar que realmente la necesitaba más que nunca. Con timidez, rodea los brazos en mi cuello dándole un toque de intimidad entre ambos y yo, sin dudarlo, la acerco más a mi cuerpo queriendo sentirla.
No sé cuánto tiempo ha pasado, pero ya mis pulmones pedían a gritos un poco de aire por lo que me separo de ella y suspira agradeciendo que aún está viva por ese ataque tan repentino. Su rostro está encendido como la vela misma en donde sus ojos muestran ese toque de lujuria. Tan brillantes, deseosa de querer más. Mi pequeña se ha vuelto una pervertida. Se ha vuelto adicta a mí.
—Crocodile-san... —Aún da bocanadas de aire intentando regular su respiración—. Más...
—¿Ya te has olvidado como tienes que pedírmelo? —susurro con una voz ronca y varonil que hasta diría que el vello de la piel de la joven se erizó.
—Quiero más de Daddy. —Esconde el rostro en mi pecho mostrando de nuevo esa inseguridad y esa timidez en sí misma. Lo reconozco, al principio tiene esa conducta, pero ya cuando pasemos en los preliminares, cambia radicalmente.
—¿Qué quieres de Daddy? —La tiento de manera persuasiva mientras mi mano derecha va acariciando cada poro de su piel.
—Su boca para que me dé besos.
—¿Qué más? —Venga pequeña, yo sé que quieres más.
—Su... Su lengua pasar por mi cuello. —Al decir eso, ya mi lengua viperina estaba haciendo su labor, lamiendo el cuello de la joven buscando ya los conocidos puntos sensibles que hacen que se derrita—. Sus mordiscos... ¡Ah! —Ya me atreví a morder la zona de la yugular marcándola aún más.
Me encanta tener estas mordidas en su cuerpo. Un significado bastante tentador a ojos de cualquiera. Es mía y de nadie más, ella lo sabe perfectamente. Pero no solo me dediqué a morder esa zona sino le daba pequeños mordiscos alrededor de su cuello e incluso a su diminuta nuez donde recibo un gemido bastante gutural por parte de ella. Por Kami, echaba de menos ese sonido cada vez que la provoco con mis caricias, mis mordidas y cuando la follo como un animal.
Sus manos acariciando mis cabellos dándole un toque de mimo; no obstante, cada vez que toco alguna sensible tira o aprieta con fuerza de ellos dándome entender que le estaba gustando, que no parase en ninguna circunstancia. Y, claramente, no lo haré.
Con un toque de picardía, desciendo mi mano lentamente pasando por la zona del esternón en donde los pezones de sus pechos se erizan en seguida. «Demasiado tentador» y lo era, pero debo tener mucha paciencia, me estaba gustando torturarla de esa manera. Que sepa que he estado un mes sin ella y se merece este castigo severo. Ya mis dedos se encontraban cerca de su sexo pidiendo a gritos que lo toque, pero tenía otra cosa en mente. Ensancho más la sonrisa un tanto provocador a lo que ella me mira confusa y, sin esperarlo en donde un gemido de sorpresa sale de sus labios, doy una leve palmada en esa zona.
—¡Daddy!
—Como me gusta oírlo de tus labios.
—Eres muy malo. —Como tú dijiste antes soy el mismo diablo.
—¿Yo malo? Mira quien fue hablar. —Otra palmada y esta vez cerca de su clítoris. Ella simplemente arquea la espalda y gime más fuerte—. Estás cachonda, ¿cierto? —Afirma con la cabeza—. Te mereces un castigo por dejarme siempre con las ganas.
—No quiero castigo. Le deseo, Daddy. —¿Intentando convencerme niña?
—Yo también te deseo y demasiado —respondo con sinceridad notando como mi polla se endurece aún más queriendo poseerla en ese mismo instante—, pero tengo que darte un buen escarmiento.
Quiero que sepa perfectamente como me he sentido en todo este maldito mes sin poder hacerle el amor y solo tenía que conformarme en tocarme como un maldito poseso. Ya está bastante lubricada así que meto dos dedos de golpe recibiendo como sus paredes vaginales aprietan con deseo mis articulaciones. «Y si fuera mi polla no me quiero imaginar cómo se siente después de tanto tiempo», un gruñido gutural sale de mi garganta complacido y ella me mira queriendo recibir más de mí.
Los muevo con algo de lentitud para que se acostumbrara a ellos ya que lleva mucho tiempo sin recibir nada en su entrada. Está bastante cerrada, lo puedo notar, aunque poco a poco se va abriendo, dejando paso mi invasión queriendo recibir más. En cambio, ___ no para de gemir apoyando las manos en el borde de la bañera, su cuerpo tiembla por cada movimiento que daba que cada vez son más rápidos.
Su espalda va arqueando poco a poco entendiendo perfectamente que estaba a punto de venirse. Y yo, como el mismísimo del diablo, quito los dedos con rapidez dejándola en una sensación de frustración. Sus ojos comienzan a lagrimear por cortarle el rollo. Bienvenida a mi castigo, mi pequeña.
—Y estaré así hasta que supliques. —Doy un toque malicia algo que el cuerpo de la chica se tensa rápidamente.
—Por favor, Daddy, no quiero ese castigo. —Su voz la estaba delatando, agarrándome de los hombros—. Ha... Haré cualquiera cosa, pero no más. No me gusta ese castigo.
—¿Cualquier cosa? —Qué rápido has caído, pequeña. Y decía que yo era el que estaba desesperado.
—Cualquier... cosa...
Sumisa. Queriendo satisfacer los deseos más oscuros de su pareja o más bien de "Daddy". Y yo quiero hacer lo mismo con ella. Y un pensamiento vino a mi cabeza a lo que yo sonrío como un bellaco: «Cualquier cosa, ¿eh?». Me pongo de pie completamente mostrando mi verdadera altura y, así, dejando una buena posición de mi miembro cerca de su rostro. ___ se sonroja de golpe al tener ese gran trozo de carne enfrente suya. Hasta tengo la sensación de que sus ojos brillaron con más intensidad que antes.
—Si haces que me corra puede que deje de lado el castigo.
Detonante esa es la palabra exacta para ver como su rostro se ilumina con ilusión y acaricia con decisión miembro. Pero no era suficiente para mí, sé que sus caricias son buenas, pero falta algo que añadir. Y como si me hubiera leído el pensamiento, mi polla ya estaba dentro de su boca a lo que gimo con sorpresa. Tan caliente y húmeda. El calor que estaba teniendo no es causado por la bañera sino de mi cuerpo corporal, sintiendo como la temperatura va en aumento cada vez que ___ lo masturba con su boca.
Su lengua jugueteando con la punta mientras que sus manos acarician mis testículos. Dios, no me arrepiento en nada de haberle enseñado estas cosas. Poso mi mano en su cabeza impidiendo a que parase porque era exquisito esta sensación. Joder, como lo echaba de menos. Estaría así por toda la eternidad. Con solo el glande puedo tocar la campanilla de su boca ya que la mocosa intentaba metérselo entero hasta dar leves arcadas. Que ingenua es mi niña.
Me muerdo el labio con fuerza al mismo tiempo que mi mano sujetando aquella coleta sintiendo un pequeño hormigueo por debajo de mi vientre. Ya estaba a punto de llegar al orgasmo, tengo que mirarla, ver como recibe mi esencia en su boca. Cuando lo liberé, llenándola completamente, su rostro cambió a una lleno de deseo y de querer más. Se apartó de aquel trozo de carne que en unos segundos ya volvería a cobrar vida porque aún no estaba satisfecho. Ni siquiera escupió el semen, se lo tragó entero. Ya con eso me bastaba a que mi polla se ponga dura como una roca de nuevo.
—Daddy. —Me llama con deseo.
—Veo que te gustó mucho. —Sonrío tranquilamente mientras echo para atrás algunos flecos que cubrían su rostro.
—¿Y a Daddy le gustó?
—Joder, como para no gustarme. —Un gruñido ronco sale de mis entrañas.
Apoya sus manos en mis antebrazos haciendo el esfuerzo de levantarse ya que se siente gelatina en ese mismo instante. Su cabeza llega hasta mi vientre por lo cual es normal, ella mide como un humano normal y corriente y yo, en cambio, soy un hombre de más de dos metros. Acaricio lentamente su rostro viendo lo pequeña que es a mi lado y que necesita que alguien la proteja de cualquier peligro.
Hace el mínimo esfuerzo para acercarse a mis labios y yo, obviamente, me agacho para probarlos una vez más. Esta vez es un beso más tierno e íntimo para los dos. Si yo fuera ella, ya la estaría besando como un demonio, pero debo tranquilizar mis ansias de follarla ahí mismo. Cada caricia que me daba en mi rostro hace que todo mi cuerpo se relaje e incluso va tocando mis cicatrices de guerra. Ella es mi cura, ante todo.
La magia se rompe cuando ella decide alejarse de mí y de mi cuerpo dejándome con un sabor bastante amargo. Como odio que haga esas cosas sin que yo se lo haya dicho. Aunque hay un motivo: me da la espalda agachando un poco el cuerpo, apoyando las manos en la bañera, mostrando aquella posición que ningún hombre puede resistirse.
Una posición en donde ella es la perrita y yo el perro en celo que quiere poseerla.
—Daddy —gime pronunciando ese nombre para girar un poco la cabeza para mirarme—, quiero la polla de Daddy en mi... sucia vagina. —¿Qué es lo que escuché? Es la primera vez que dice algo así.
—Mocosa... —Es raro, pero de alguna manera, mi rostro estaba al rojo vivo por tal cosa. Nunca me imaginé, ni en mis sueños más húmedos, que ella diría una palabra sucia.
—¿No quiere follar a esta niña mala? —pregunta un tanto inocente y no se esperó que entrase en ella con rapidez sintiendo toda la extensión de mi hombría.
—Oh, claro que quiero y más cuando dijiste esa palabra tan sucia en tu boca. —Meto dos dedos en su cavidad bucal cogiendo su lengua—. ¿Quién te ha enseñado a decir esas barbaridades, cachonda?
—U... Usted... —Casi se ahoga al no poder articular palabra alguna.
—A veces se me olvida. —Doy una estocada fuerte recibiendo un gran gemido por parte de ___—. Repítelo.
—Daddy... mi... sucia vagina requiere su atención.
Un gruñido de satisfacción suena en mi garganta dando de nuevo otra estocada y está vez, más profunda que antes. Y aquí empieza ale vaivén que los dos estábamos esperando: uno salvaje y llena de fuerza que ni hasta los mortales pueden soportar. Y una cosa: «Muy apretada». Me gusta que esté así, tan apretada que es capaz de engullir perfectamente mi polla donde remarco aún más los movimientos.
Nuestros gemidos se vuelven ecos en el baño. El agua sale de la bañera por cada estocada que daba en ella, pero no me importaba que la casa se inunde. Estoy más centrado en esto porque ahora estoy en el verdadero paraíso. Ella gimiendo a los cuatro vientos diciendo todo rato "Daddy" y yo aumento mis movimientos a modo de respuesta. Mierda, si tuviera la otra mano ya estaría sujetando sus caderas como es debido, pero no es momento para pensar en esas cosas.
Mis ojos se clavan en la espalda perfecta de la chica, arqueando lentamente dándome entender que está a punto de recibir un orgasmo. No, pequeña, aún no. Detengo mis movimientos sacando mi polla de sus entrañas a lo que ella se queja de nuevo como antes hizo. Me miró con cara de frustración a lo que yo solamente le sonrío mientras me siento al otro extremo de la bañera, apoyando mi espalda en ésta.
Ella entendió el mensaje y con pequeños pasos se acerca a mí, y menos mal que no cayó en ningún momento porque las piernas le estaban temblando. Cabalgaba sobre mí y no le fue difícil en meter mi miembro dentro de ella. Y un gemido se nos escapa al mismo tiempo. Tener sexo en el baño no está mal, debería hacerlo muy a menudo. Para tener algo de apoyo, posa las manos en mis hombros y sube todo su cuerpo para luego bajar recibiendo una pequeña descarga en su espalda.
Excitante, ¿verdad?
Apoyo la mano derecha y la muñeca donde está mi garfio en su cintura dándole una pequeña ayuda extra. La verdad en ningún momento la he visto soltarse cuando lo hacemos en esta posición. Le daba vergüenza ser observada por mí mientras mis ojos están clavados en su rostro presenciando lo hermosa y excitada que se ve o en sus pechos que rebotan sin cesar. Oh, se me olvidaba mimarlos, no está bien por mi parte.
—¡Daddy!
Me dispongo a lamer, besar y morder aquellos pechos que siempre me vuelven loco, notando como mi mocosa va aumentando el ritmo gustándole esta sensación nueva. Hasta puedo decir que he dejado algún que otro mordisco en sus pechos, lo siento, son muy adictivos mi pequeña. Rodea los brazos en mi cuello clavando las uñas en mi espalda como siempre hace advirtiéndome que el orgasmo estaba a punto de llegar.
Ya se acabó el juego, hay que terminar. Me posiciono un poco descendiendo mi cuerpo estando en una posición perfecta para ambos y vuelvo retomar el vaivén frenético de antes. Eso es, gime para mí, nadie te va a escuchar aparte del hombre que te está follando como un condenado. Un hombre que ha estado esperando todo un mes para tener aquí y gritando como una loca. Y en cuestión de segundos, los dos llegamos al bendito orgasmo liberando mi semilla dentro de ella. Menos mal que por lo menos se está tomando las pastillas anticonceptivas, aún no estoy preparado para tener un hijo con ella. Es muy pronto y ella lo entiende.
Me reincorporo de nuevo donde ___ aprovecha para apoyar la cabeza en mi pecho recuperando el aliento mientras la mimo con mis caricias y mis besos.
—No recordaba... que tener sexo contigo... era tan espléndido.
—¿Ves lo que te has perdido en todo este mes? —Estiro el brazo hacia el otro extremo cogiendo un puro de mi cajetilla y un mechero, dispuesto a encenderlo. Necesitaba algo con que relajarme.
—Lo siento... debí de haber estado más atenta. —Se disculpa ocultando su bello rostro en mi bien formado cuerpo.
—___. —Con mi garfio alzo su mirada clavando sus hermosos ojos junto con los míos—. Échale la culpa a Banis, por favor. Es él quien me está quitando lo que es mío.
Una risa burlona se escapa de sus labios como si le hubiera hecho gracia.
—Crocodile-san, sabes perfectamente que soy tuya. —Señala la mordida cerca de su yugular—. Esta prueba lo dice todo.
—Pero ese travieso te mordió aquí —Alzo su mano viendo aquella venda en su dedo—, y esto me pertenece también. —Lo beso con ternura. Ella solo recibe un pequeño escalofrío.
—Es usted un poseedor de cosas.
—Más bien el alfa de la manada de los cocodrilos. —Otra risa por parte de ___. Me encanta verla así—. ___... si el plan sale mal... —No me dio tiempo para decir aquello que quiero escupir ya que selló mis labios con un simple beso.
—Si todo sale mal yo estaré ahí, amándote como nunca. Y si te capturan y te llevan a Impel Down buscaré la forma de sacarte de ahí y estar juntos.
Mi alma se calma al escuchar aquellas palabras. Es lo que deseaba oír en ese instante. Un abrazo reconfortante por sus bellas palabras.
—Te doblo la edad y la estatura. Soy un perro del Gobierno y...
—Algún día tú y yo seremos grandes reyes —Vuelve a sellar mis labios con los suyos—, y nadie podrá separarnos.
Nadie lo hará. Eres mi bella mocosa y yo soy tu "Daddy".
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mylittlegemlins · 10 months
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Nimona review parte 2(spanish)
Pero en el climax el hecho de que dijera directamente "no se que asusta más el hecho de que todos en el reino quieran clavarme una espada, o el hecho de que a veces, quiero que lo hagan" es una carta de suicidio demasiado directa. Y el mensaje de la escena post-creditos parece ser una linea de ayuda para las personas en está situación, Nate ya mandaba apoyo desde su novela cuando le dedicaba está historia a todas las chicas mounstro, está pelicula va dirigida a todas las personas que se sienten que como mounstro a quien deben clavarle una espada en el corazon, para que sepan que hay alguien que los ve, no estas solo.
Algunas transiciones son bastante geniales, la escena en la que Ballister sale de la casa directo a la cárcel me parecio perfecta, pero veo quejas sobre la escena del closet ya que pasan de estar discutiendo con mucha intensidad en un lugar oscuro a una escena donde no hay más ruido más que el de Nimona saliendo como rinoceronte con un golpe a una sala iluminada. Algo de eso no se siente bien. 
Pasando a los personajes Nimona es una protagonista con el que es fácil encariñarse, su rediseño es precioso, su comedia, sus expresiones de furia son divertidas y sus dibujos son algo que quiero colgar en mi pared, pero tambien es alguien que a pasado por mucho dolor, y es abierta con su jefe por como se siente al respecto, sus ojos llenos de decepción en las escenas fuertes me dan ganas de abrazarla.
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Siento que cuando se muestra como villana me da vibras de que perfectamente podría ser la hija de Demencia y Black Hat, ya que es capaz de generar una masacre en una epica secuencia de un minuto, nunca habia visto a alguien patear a tanta gente teniendo forma de avestruz, es impresionante, Balliste tiene unos ojos de cachorro que lo hacen adorable, pero además de ello es el padre que siempre quisiste, y el unico con la paciencia suficiente para soportar a Nimona, siento que Golden no brillo mucho en está pelicula, pero me cae mucho mejor que en la novela, la escena en la que le grita la reina que cortar brazos no es una muestra de amor es la representación perfecta de cuando quieres gritar todo lo que piensas pero elijes encajar en la sociedad. Sin embargo, cuando pareciera que le estaba mostrando a Ballister que lo estaban manipulando mientras veian el video de la directora solo para rematarlo con que Nimona es quien lo manipula, es un poco decepcionante pero te muestra cuando lavado de cerebro hay en el instituto, y cuanta confianza hay entre estos personajes, Balliste confia en Golden pero tambien en Nimona y Golden confia en la directora a pesar de estar en conflicto con su novio. Asi de perfecta esta construida la relación entre los personajes, la relacion entre Nimona y Ballister me llena de ternura. Nimona es quien pone toda la iniciativa para poder ser amiga de Blackheart, ella es quien lo rescata de prisión y le ofrece su apoyo, además de decirle directamente que si todo el mundo lo odia es igual que ella, como si no tuviera más opcion que ser su amigo ya que son todo lo que tienen, no solo Nimona está lista para hacer amigos despues de 1000 años de estar sola sino que quiere estar con alguien que admira porque se identifica con él, partiendo de ese punto, los momentos que tienen para conocerse pasar muy rapido, un dia destruyen el instituto, por la tarde destruyen el mercado, y parece que en la noche entrevistan al guardia que grabo el video, pero me encanta que Nimona este dispuesta a hablar, nunca revela exactamente que es, pero si que se acercan y se toman el tiempo de jugar monopoly y bailar para celebrar. Esas escenas me llenan de ternura, de hecho la escena donde Nimona está teniendo pesadillas y su jefe/figura paterna la arropa y le dice que esta en casa …. dios me muero de amor <3
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La pelicula le tira una bofetada en la cara a disney mostrando un claro romance gay desde el primer minuto, y un beso para terminar con broche de oro el mes del orgullo, te adoro Nate. El hecho de que la estrenaran en el pride le queda como anillo al dedo considerando los problemas que tuvieron al producir esta película luego del cierre de Blue Sky, y aun así pusieron referencias al estudio en la peli! Quédense a apreciar los creditos por un momento porque la canción es oro, y yo y mi hermano andabamos bailando el soundtrack, esta chica tiene buenos gustos musicales,  la canción se llama T-rex by K. Flay. 
En general es una pelicula muy divertida. La construcción del mundo tambien me encanto. Algo que le falto a “Elementos” que casi no te muestra nada de la gente nube y la gente tierra, mientras que en está pelicula la gente del pueblo interactúa con los protagonistas y con la prensa todo el tiempo, te muestran que clase de mundo medieval futurista es en el que te encuentras, te hablan del muro y de lo que habia afuera, del odio hacia el monstro y la devoción hacia Gloriana que la gente tuvo durante generaciones, que tan avanzados son sus autos voladores y sus pantallas que sacan las noticias en vivo, contrastando con el ejercito de caballeros y las estatuas de cientos de años, y más importante aun te muestra un mundo donde la sociedad es tan clasista y prejuiciosa como en la realidad, que prefieren dejar a un bebe desamparado contal de evitar problemas, que no respetan las opiniones ni de su propia reina y que se creen la defensa de la directora a pesar de que tardo hasta dias en decirla. Claro que tiene muchas exageraciones con el proposito de entretener pero quien no ha visto el efecto que tienen ciertas sociedades como la asiatica que no se atreven a tocar a un compañero que se desmaya solo para que alguien más se lleve el drama o incluso los gastos medicos ? 
Hay momentos donde se nota el 20% que seguramente tuvieron que hacer a la volada, porque la escena del bebe demonio la siento con demasiada iluminación
Si bien hay muchas diferencia con la novela grafica el mensaje es el mismo, una alegoría al rechazo social que sufren las personas queer, y no se molestan en lo más minimo en esconder sus indirectas (podemos hablar del "you´re gonna die in the closet" lmao) Nimona es definitivamente genero fluido, adoro que sea mucho más abierta y se queje de que ella es el mounstro. Porque tanto en la novela como en la pelicula, Nimona no era una asesina serial cuando comenzaron a llamarla mounstro, pero se convirtio en el “””””mounstro””””” que el instituto quería que fuera para que la destruyeran y quedaran como los heroes de su historia. 
Por cierto las escena de los avances en las que nimona se dibuja como un pajaro y el dice a Balliste como dar like no salen en la peli asi que estoy feliz de que se molestaran en animar contenido para promocionarla. En está version no hay indicios de que GoldenLion halla rebanado el brazo de su novio a proposito, algo que me parecio muy acertado porque si que suena toxico salir con quien te dejo invalido. Por cierto que rayos con la escena de la flecha, Nimona admite que le duele pero no grita ante el dolor como un ser humano. 
En el final, Nimona saluda a Balliste apenas logra recuperar su forma. Dandonos el alivio de ver que no murio en la explosión . Y diablos deben ver la escena final en ingles. La película la calificaria como +7 nada más porque conservaron 2 gotas de sangre. Me siento orgullosa de Nate, ya admiraba su trabajo en Netflix por el reboot de She-ra, se necesitó de dos estudios para lograr que su trabajo sea reconocido en Netflix a pesar de que empezó como un simple proyecto para graduarse, se convirtio en una historia que miles de personas lucharon por que se diera a conocer. Ahora todo el mundo podrá conocer a tu chica. Nimona.
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Parte 1: https://www.tumblr.com/mylittlegemlins/721658744305516544/nimona-review-spanish?source=share
Versión en ingles: https://www.tumblr.com/mylittlegemlins/721661075018350592/nimona-review-english?source=share
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emevedea · 11 months
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Ya no puedo más...
He sentido que muero y me quedo sin aire con cada decepcion amorosa que he tenido en mi vida, debo admitir que cada una a sido peor que la otra, con la única diferencia que son de diferentes autores materiales...
Me partiste en mi pedazos en el instante que decidiste tomar la decisión de estar con alguien más, y peor aún cuando decides ocultarmelo bajo la excusa de "ya no estamos juntos, es mi problema" en un tono soez y con tal grado de falta de empatía que hace que se me desgarre cada latido de mi corazón.
Por un instante me pregunto ¿Lo merecía? Y por más que le dé vueltas al asunto, tengo la firme certeza de que por más errores que haya cometido, no lo merecía. No merezco el desprecio, tu desamor, tu acidez y apatía sobretodo cuando estoy pasando por uno de los peores momentos de mi vida y sentía que te necesitaba más que nada en el mundo.
Mis errores son parte de mi, y créeme que nadie me ha juzgado más que yo misma, me duelen, los sufro, los siento y los padezco como parte de mi ser. Ellos me han ayudado a ser lo que soy, a sufrir y a reír, y aunque no los voy a justificar hoy me libero de esta enorme culpa y dolor que me invade al recordarlos, me pesan como una piedra en la espalda y cada día son más difíciles de llevar ya que son más grandes, sin embargo cada error fue un desencadenante de una reacción tuya, y de eso sí que no te puedes librar
Por otra parte, odio la parte de mi que quiere vengarse, que quiere cobrar cada una de las lágrimas de dolor derramadas, de cada preocupación, de cada culpa y admiro profundamente a las personas que tienen la capacidad de soltar y simplemente "dejar eso así" cuando para mí esto resulta una de las tareas más difíciles que me ha tocado enfrentar... Pues me molesta y me irrita el alma ver una sonrisa en la cara del verdugo que tanto daño causó, aunque paradójicamente lo ame con todas las entrañas.
Aunque entiendo que cada quien obtiene lo que se merece y que la vida a veces nos libra de cierta batallas sin que antes comencemos a peliarlas porque simplemente no nos pertecen, no son nuestras y debemos entenderlo, con o sin lágrimas, entenderlo al fin.
Debo aprender a aceptar tus decisiones y respetar tu distancia. No puedo obligarte a quererme, ni mucho menos a sentir todo este amor bonito que llevo dentro de mi. Me queda sepultarte en lo más profundo de mi pecho aunque sea la tarea más difícil, porque te clavaste en mi como el más bonito vivir y a pesar de todo te sigo amando como el primer día y se que eso no pasa de hoy para mañana, tengo que aprender a vivir con la decepción de tus acciones y el amor que te tengo en una lucha constante por quien es más fuerte que el otro... Pero estoy segura que ganará la decepción, es mi fiel amiga y además siempre me ayuda a abrir los ojos en momentos como estos.
Se libre, espero que si tenemos otra vida podamos encontrarnos, tal vez más sanos y menos inmaduros, tal vez más empáticos y menos dañados, o quizás más paciente y menos enredados...
Emevedea
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todastusestrellas · 7 months
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20/09
Si muero hoy, ¿crees que la gente me recordaría? Para ser honesta, yo no lo creo, no, creo que no lo harían.
Aun así, estos días quiero morir, sólo por un día o dos, sólo lo suficiente para poder ver las caras de las personas después, poder ver cómo me verían al día siguiente, poder sentir cuán apretados y cálidos serían sus brazos cuando me rodearan, sentir sus abrazos, sentir un poco de ese amor que las personas reservan solo para los muertos, para aquellos que creen que no volverán a ver, desvergonzado y desatado, completamente salvaje, una cacofonia de emociones que te hace llorar y reír al mismo tiempo, un tipo de amor maníaco, desquiciado, inhumano, incivilizado y primitivo, como el que le dan solo a sus mascotas, a sus muertos o a sus hijos, más similares entres ellos de lo que les gustaría aceptar, un amor protector y desenmascarado, el amor que le das a los que sabes que no te juzgarán y cuando dije que el amor no es para los vivos, quise decir que, para mí, los muertos están primeros en esa lista, porque ningún muerto dirá nunca "haces demasiado por mí, me amas demasiado, eres abrumador". Tal vez es porque no pueden hacerlo, pero al mismo tiempo, yo tampoco lo diría, hasta cierto punto, a ciertas personas, y supongo que es por eso que no le tengo tanto miedo a la muerte como se lo tengo al amor, este último me ha dejado cicatrices más profundas y eso significa mucho viniendo de mí, con mi piel llena de heridas. Todavía, me parece que es un buen compromiso, para mí que quería morir todos los días, morir por uno o dos, no parece tan malo.
A altas horas de la noche, llamo a mi ex amante, ese que vive al otro lado del océano en un bonito pueblo del sur de Londres, Sutton creo que se llama y cuando levanta el teléfono, no dice una palabra durante un minuto y sé que está ajustando sus hombros en una mejor postura y sus labios en una mejor sonrisa al otro lado de la línea, me habla mucho más severamente ahora, su voz se ha vuelto más profunda (sus preocupaciones también) y habla en inglés mucho más a menudo de lo que solía hacerlo, interpreta un papel tal y como yo lo hago, pero él suena mucho más serio y mucho más adulto de esa manera y por un segundo recuerdo el tiempo entre nosotros y olvido que solo tenía veintiún años cuando nos conocimos, veintitrés años la última vez que nos vimos, tan precioso y tan perfecto, simplemente un chico con un gran corazón, con un sueño igual de grande y ese par de ojos de color verde azulado que podrían contener cómodamente una galaxia en su interior. Mi chico que ya no es un chico, mi amante que nunca fue realmente mi amante, excepto por la forma en que ambos nos amamos él uno al otro y—
Nunca pasó nada entre nosotros, ¿sabías?, pero al mismo tiempo pasó... todo lo que tengo y todo lo que soy.
Otro minuto de silencio menos sepulcral va y viene después de que le cuento cómo su (mi) mejor amigo adoptó otro gato, no ese bonito atigrado que pensaba al principio, sino uno blanco y negro que parece estar muy enfermo, dice "suena como algo que él haría" y sé que es cierto, adoptar y acoger a los tristes y miserables no es para los débiles de corazón, como yo... yo estoy más bien al otro lado de la moneda.
Antes de colgar me pregunto si dirá que me extraña, sólo una vez, si dirá que quiere volver. Sé que no lo hará y todavía, como hace años, sé que es lo mejor, pero supongo que un alma desesperada puede tener esperanzas y solo por un momento, deseo morir por uno o dos días. Esa noche tranquila y sin luna a las dos de la mañana, miro fuera de mi ventana y veo a esa pareja peleando en el estacionamiento igual que lo hacen todos los fines de semana, siento una sensación terrible de pérdida y me llega un recuerdo asqueroso, el recuerdo de que uno puede amar hasta el punto de odiar y eso ya lo sabía, pero supongo que necesitaba ver cómo ella lo abofeteaba para recordar lo odioso que pueden ser nuestros propios deseos egoístas y cómo, al final son los que más nos lastiman, porque yo me he hecho mucho daño y he hecho daños peores y ¿cómo no tenerle tanto miedo al amor después de eso?
"Eso no es amor", dice el mejor amigo de mi ex amante mientras observa a sus dos gatos pelear por un ratón de juguete andrajoso, el que adoptó recientemente tambaleándose por la habitación intentando huir, mientras el negro solo lo mira y muestra sus colmillos brillantes,"¿entonces cómo llamarías a esto?", pregunto señalando a los dos gatos en su continúa danza no totalmente amenazante, con mi copa de vino vacía.
"Rendición", dice él, "el que está destinado a ganar siempre ganará, y el que está destinado a perder siempre terminará magullado".
Y sé que tiene razón, aun así, ¿es acaso el amor sólo un juego de ganadores?, ¿Acaso estoy intentado ganar cuando digo que quiero morir por un día o dos?, ¿Cuando digo que quiero sentir el amor que la gente reserva sólo para sus muertos, ver si así me verían de manera diferente, me abrazarían de manera diferente, me extrañarían de manera diferente? Tal vez, pero agarrando el ratón de juguete con sus entrañas de algodón colgando a un lado, él sonríe y me dice: "uno también debe ser consciente de por qué vale la pena luchar", y por una vez lo entiendo todo y por una milésima de segundo sé que extrañar de manera diferente, no necesariamente significa extrañar lo suficiente para volver.
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angiequiroz · 2 years
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Día 34 sin ti.
Me sigo muriendo de frío, amor. ¿Sabes? Me ha dado por acordarme del momento cuando creí que todo volvería a ser como al principio, cuando todavía me quedaban ganas de escribirte, de leerte y releerte. La verdad es que sigo dolida conmigo, porque preferí cerrar los ojos ante la evidencia que resignarme a perderte. Siempre hubo para ti algo antes que yo. En efecto, yo era tan "importante" para ti que no te importaba humillarme. Ni a mí me importaba perdonar. Nunca he entendido por qué soy así contigo, siempre he creído que te quiero en demasíado.
Cada día se me hacia más difícil creer en tus sentimientos. Normal ¿no crees? Es difícil creer en lo que no ves. Y aún así me duele. Me duele porque hoy lo único que quisiera es volver a empezar, borrar mis errores, darte la mitad de ese amor que nunca has merecido y dejarme el resto para mí, porque ahora me hace falta y no lo tengo, porque tú te lo llevaste todo. Hasta mi sonrisa y el brillo de mis ojos.
¿Sabes? Aún con ello, todavía me quedan buenos deseos para ti, deseo que seas feliz, y que me encuentres si es lo que quieres, aunque lo más probable es que cuando me vayas a buscar yo ya no esté aquí. Tal vez te siga echando de menos, sí, pero tal vez ya no desee verte volver, tal vez me acostumbre a estar sin ti. Por eso te deseo que vuelvas aquí, si es lo que quieres. Antes de que deje de contar días. Antes de que me aburra de contar las horas. Antes de que me acostumbre a recordarte sin mirarte. Antes de que seas cicatriz.
¿Por qué será que solo aprendemos a golpes? Yo a caricias también aprendí: aprendí a superarme, a no rendirme jamás, a luchar por lo que quiero. Aunque también es verdad que nada de eso me ha servido hasta ahora. Será que la estupidez solo se borra con el paso de los daños, aunque nunca estemos del todo libres de ella.
De todos modos, dudo que pudieras aguantar verme así todos los días de tu vida. Aunque tú mismo seas consciente de que tú te lo buscaste. Porque eres demasiado cobarde. Demasiado cobarde para volver. Demasiado cobarde fuiste para quedarte, para no irte, para hacer frente a tus sentimientos.
Siempre fuiste muy oportuno, apareciste en el momento exacto para llevarte mi alma: dulce, noble e ingenua, como una niña recién nacida. Espero que nunca pierdas ese don. Me encantaría verte justo antes de cerrar, como la primera vez, pero esta vez mejor. Entonces yo por ti me rendiría, aunque tú tendrías que conformarte con verme tras las rendijas. Porque si la historia se repite, no será del tiempo, será mía.
Y aunque desde el alma espero que vuelvas, no me extrañaría que nunca más lo hicieras. Porque nunca he sido suficiente para ti, porque para ti solo he sido un frío chat que nunca ha podido abrazarte cuando estabas solo. Y no lo he olvidado. No he olvidado que siempre estuviste conmigo por miedo a lo que yo pudiera hacerme, por miedo a la soledad, por miedo a hundirte y que nadie te diese la mano. Menos mal que siempre tendrás otras personas que, dándote la mitad como yo debí haber hecho, te harán siempre sentir el doble. Y te harán sentir mejor. Yo me muero de envidia, pero eso da lo mismo, porque a ti te importó poco en su momento, y ahora, te importará menos. Y hoy no, pero algún día, tal vez a mí también me dé igual.
Y también dudo bastante que tú quieras darme, o puedas darme ni siquiera la mitad de lo que yo te he dado. O por lo menos, y mejor dicho, la mitad de lo que yo intenté darte. Y no por falta de recursos, sino por exceso de orgullo, por falta de interés, por deficiencia de empatía. Por falta de sentimientos.
Y si me equivoco, demuéstramelo.
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rinconliterario · 9 months
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“Yo, Olga Orozco” Olga Orozco.
Yo, Olga Orozco, desde tu corazón digo a todos que muero.
Amé la soledad, la heroica perduración de toda fe, el ocio donde crecen animales extraños y plantas fabulosas, la sombra de un gran tiempo que pasó entre misterios y entre alucinaciones, y también el pequeño temblor de las bujías en el anochecer. Mi historia está en mis manos y en las manos con que otros las tatuaron. De mi estadía quedan las magias y los ritos, unas fechas gastadas por el soplo de un despiadado amor, la humareda distante de la casa donde nunca estuvimos, y unos gestos dispersos entre los gestos de otros que no me conocieron. Lo demás aún se cumple en el olvido, aún labra la desdicha en el rostro de aquello que se buscaba en mí igual que en un espejo de sonrientes praderas, y a la que tú verás extrañamente ajena: mi propia aparecida condenada a mi forma de este mundo. Ella hubiera querido guardarme en el desdén o en el orgullo, en un último instante fulmíneo como el rayo, no en el túmulo incierto donde alzo todavía la voz ronca y llorada entre los remolinos de tu corazón. No. Esta muerte n tiene descanso ni grandeza. No puedo estar mirándola por primera vez durante tanto tiempo. Pero debo seguir muriendo hasta tu muerte porque soy tu testigo ante una ley más honda y más oscura que los cambiantes sueños, allá, donde escribimos la sentencia: “Ellos han muerto ya. Se habían elegido por castigo y perdón, por cielo y por infierno. Son ahora una mancha de humedad en las paredes del primer aposento”.
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kpwx · 1 year
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Las primeras poetisas en lengua castellana, de Clara Janés (ed.)
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Aunque para ser poesía del Siglo de Oro tiene pocas notas explicativas, este es un libro muy recomendable si lo que se quiere es conocer escritoras poco conocidas de esa época. (En lo que respecta a mí y a mi supina ignorancia, solo conocía a cuatro de las cuarenta y cuatro poetisas aquí incluidas). Por criticarle algo, me hubiese gustado que se incluyesen menos poemas de sor Juana Inés de la Cruz (que es quien ocupa más páginas) a cambio de agregar algunos más de otras menos conocidas.
Para no hacerlo aun más largo de lo que es, de algunos poemas solo dejo un par de estrofas. Aquí van.
Leonor de la Cueva y Silva
“Ni sé si muero ni si tengo vida”
Ni sé si muero ni si tengo vida, ni estoy en mí, ni fuera puedo hallarme, ni en tanto olvido cuido de buscarme, que estoy de pena y de dolor vestida. Dame pesar el verme aborrecida y si me quieren, doy en disgustarme; ninguna cosa puede contentarme, todo me enfada y deja desabrida; ni aborrezco ni quiero ni desamo; ni desamo ni quiero ni aborrezco, ni vivo confiada ni celosa; lo que desprecio a un tiempo adoro y amo; vario portento en condición parezco, pues que me cansa toda humana cosa.
“Todo lo pierde quien lo quiere todo”
Muestra Galicio que a Leonarda adora, y con segura y cierta confianza promete que en su fe no habrá mudanza, que el ser mudable su firmeza ignora. Mas de su amor a la segunda aurora muda su pensamiento y su esperanza, y sin tener del bien desconfianza, publica que Elia sola le enamora. Con gran fineza, aunque si bien fingida, a Leonarda da el alma por despojos, y luego con un falso y nuevo modo dice que es Elia el dueño de su vida; pues oiga un desengaño a sus antojos: todo lo pierde quien lo quiere todo.
“Liras en la muerte de mi querido padre y señor”
Musa, detente un poco, que si de tantos males hago suma y en el presente toco, no es suficiente mi grosera pluma, que pues estoy penando, cuanto puedo decir digo callando.
 Francisca Páez de Colindres
“Sátira en Ovillejos en tiempo de Felipe IV y el Conde Duque,...”
Mirad que es mortal quien os engaña y que saber morir es grande hazaña; pues de solo un momento pende el eterno premio o el tormento, y si una vez se yerra no hay remedio en el cielo ni en la tierra; no es bien que en vanidades sumergidos tengáis vuestros sentidos sin la justa memoria de que es un soplo toda humana gloria; mirad que la grandeza anda enferma de vahídos de cabeza; advertid que es prestada y que ayer fuisteis poco más que nada.
Catalina Clara Ramírez de Guzmán
“Retrato suyo”
Un retrato me has pedido, y aunque es alhaja costosa a mi recato, por lograrte agradecido, si he dicho que soy hermosa, me retracto. El carecer de belleza con paciencia lo he llevado; mas repara en que ya a cansarme empieza, y aunque lo niegue mi agrado, me da en cara. Pero, pues precepto ha sido, va a un traslado reducida mi figura, y porque sea parecido ha de ser cosa perdida la pintura. No siendo largo ni rizo, a todos parece bien mi cabello, porque tiene tal hechizo, que dicen cuantos le ven que es bello. Si es de azucena o de rosa mi frente, no comprenhendo, ni el color, y será dificultosa de imitar, pues no le entiendo, yo la flor. Y aunque las cejas en frente viven de quien las mormura sin recelo, andan en traje indecente, pues siempre está su hermosura de mal pelo. Los ojos se me han hundido, y callar sus maravillas me da enojos, y en su ausencia me han servido como negros dos neguillas de ojos. Mis mejillas desmayadas, nunca se ve su candor, y esto ha sido porque son tan descuidadas las tales, que hasta el color han perdido. De mi nariz he pensado que algún azar ha tenido, o son antojos; pero a ello me persuado porque siempre la he traído entre ojos. Viéndola siempre a caballo, mi malicia me previene que lo doma, y en buena razón lo hallo, pues aunque lengua no tiene se va a Roma. No hallaré falta a mi boca aunque molesto el desdén me lo mande, porque el creerlo me toca, que dicen cuantos la ven que es cosa grande. Pero aunque es tan acabada, confieso que le hace agravio un azar, pues a los que más agrada dicen que tiene en el labio un lunar. La garganta es pasadera, y aunque no es larga, no estoy disgustada, pues en viéndome cualquiera ha de confesar que soy descollada. Tiene el que llega a mi mano, aunque de corta lo niega, gran ventura, pues llegue tarde o temprano a sus dedos, siempre llega a coyuntura. Con todo, tan poco valen aunque alegan sus querellas no ser mancas, que cuanto mejores salen no habrá quien me dé por ellas dos blancas. Porque nada desperdicia dicen que es corto mi talle, y he observado que no es talle de codicia, pues nadie puede negalle que es delgado. Que el mundo le viene estrecho su vanidad ha llegado a presumir, y viendo su mal derecho más de cuatro le han cortado de vestir. Pues no merece mi brío quedarse para después ni el donaire, ni encarezco porque es mío; solo digo que no es cosa de aire. A ser célebres sospecho que caminan mis pinceles si me copio, pues el retrato que he hecho sé que no lo hiciera Apeles tan propio. Sin haberle obedecido, el retrato a mi despecho ha sido vano, pues tú cabal lo has pedido, y todo el retrato he hecho de mi mano. Y que tiene, es infalible, algún misterio escondido, y yo peno por saber cómo es posible que estando tan parecido, no esté bueno. Tal cual allá va esa copia, y si me deseas ver, yo creo según ha salido propia, que te ha de hacer perder el deseo. Y si tal efecto hace, temo que pareceré confiada, y aunque no me satisface mi trabajo, quedaré muy pagada.
Por largo que fuese, no quise suprimir ninguna estrofa de su bonito retrato.
Cristobalina Fernández de Alarcón
“Canción amorosa”
Mil veces me imagino gozando tu presencia en dulce gloria, y con gozo divino renueva el alma su pasada historia; que con esta memoria se engaña el pensamiento y en parte se suspende el mal que siento. Mas como luego veo que es falsa imagen que cual sombra huye, auméntase el deseo, y ansias mortales en mi pecho influye con que el vivir destruye; que amor en mil maneras me da burlando el bien, y el mal de veras. Canción, de aquí no pases; cese tu triste canto que se deshace el alma en triste llanto.
Juana de Arteaga
“Alegres horas de memorias tristes”
Alegres horas de memorias tristes que, por un breve punto que durastes, a eterna soledad me condenastes en pago de un contento que me distes. Decid: ¿por qué de mí, sin mí, os partistes sabiendo vos, sin vos, cuál me dejastes? Y si por do venistes os tornastes, ¿por qué no al mismo punto que vinistes? ¡Cuánto fue esta venida deseada y cuán arrebatada esta venida! Que, en fin, la mejor hora fue menguada. No me costastes menos que una vida: la media en desear vuestra llegada y la media en llorar vuestra partida.
Santa Teresa de Jesús
“Unos versos de la Santa Madre Teresa de Jesús, nacidos al fuego del amor de Dios que en sí tenía”
¡Ay! ¡Qué larga es esta vida, qué duros estos destierros, esta cárcel y estos hierros, en que el alma está metida! Solo esperar la salida me causa un dolor tan fiero, que muero porque no muero. Mira que el amor es fuerte; vida, no me seas molesta; mira que solo te resta, para ganarte, perderte: venga ya la dulce muerte, venga el morir muy ligero, que muero porque no muero.
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