Tumgik
#la vida extrema
roehenstart · 2 months
Text
Tumblr media
Don Pietro de' Medici. Anonimo. Museo del Prado.
131 notes · View notes
conociendomasconwh1 · 2 years
Text
Tumblr media
¡1000 publicaciones!
4 notes · View notes
sonsofks · 11 months
Text
Descubre los desafíos y la belleza de la carretera en el fascinante tráiler de jugabilidad de Alaskan Road Truckers.
¡Vive la emoción de la carretera en el nuevo tráiler extendido de jugabilidad de Alaskan Road Truckers! Londres, Reino Unido – 12 de junio de 2023. Tras la presentación exclusiva del tráiler de Alaskan Road Truckers durante The Future Games Show el fin de semana, Green Man Gaming Publishing, Movie Games S.A. y Road Studio se complacen en lanzar una versión extendida del video que muestra aún más…
Tumblr media
View On WordPress
0 notes
voglatte · 3 months
Note
smut con matías y que sea muy dom porfa, im begging you bestie 😢
⊹ ┊OR NAH ꒱ .゚
Tumblr media
↷ ˊ- pairing: matías recalt x f!reader.
warnings: +18, dom!matias, minors dni, choking, dirty talk?, creampie, p en v, thigh-riding, (leer bajo su responsabilidad).
summary: matías no se salva de caer bajo tus encantos aún sabiendo que eres prohibida.
• dani’s typing… ! siento que no sirvo para escribir smut pero bueno hago todo lo posible para que quede decente.
Tumblr media
las luces de colores adornaban el lugar junto con un puño de gente en la pista de baile, sintiendo la música que sonaba dentro del local donde se encontraban.
ya habías dejado de sentir tus piernas pero aún así decidida seguiste moviendo tus caderas con movimientos circulares mientras tus manos bajaban por tu figura cubierta por un fino vestido negro de cuero.
no pasó más de dos minutos cuando la respiración pesada y entrecortada de alguien chocaba contra tu cuello caliente, no le diste mucha importancia y seguiste bailando pegando tus caderas a la notable intimidad del “extraño”.
tu cuerpo se relajó al sentir el característico olor de hierba con menta, que te volvía loca.
“te quiero comer entera, nena” la voz de matías sonaba un poco más profunda de lo que era haciendo que tus muslos se apretaran para aliviar el calor que se posaba en tu vientre.
no dejó pasar el detalle subiendo su mano hasta tu cuello dándole un pequeño apretón y riendo.
“sos una atorada, muñeca. espera que por lo menos estemos en un lugar más privado” dió un último apretón en tu cuello dejando la marca de los anillos que adornaba sus dedos y de un jalón te llevó fuera del local sin decirle a nadie.
sentías tus pantys mojadas y la cara interna de tus muslos llenarse de tu excitación.
“te voy a coger tan duro que te voy a dejar hecha un desastre, hm” la pesaba mano apretó tus mejillas dejando tus labios en forma de pez, para adentrarse a su auto con tu compañía.
tu respiración se entrecortó frotando por milésima vez tus muslo, tu centro pedia a gritos atención y matías no estaba aguantando más.
llegaron en tiempo récord donde él residía y sin perder tiempo estampó tu espalda contra la puerta de la moderna casa haciéndote gruñir por la rudeza.
“ahora muñeca, te vas desquitar tu misma en mi muslo mientras veo esas tetas tuyas rebotar enfrente de mi” al tiempo de la luz te despojó de tu vestido haciéndote sentar sobre él, en su cómodo sillón. “es mejor que vayas empezando desde ya” golpeó tu glúteo.
una mancha ya se formaba en los pantalones claros de matías y podías decir que te avergonzaba lo necesitada que estabas pero es que nunca lo podías evitar, más cuando se ponía autoritario, dándote órdenes.
tus caderas empezaron a tomar vida propia moviéndose para adelante y atrás consiguiendo el ritmo perfecto, tus gemidos salieron de tu boca al sentir la áspera tela de sus jeans contra tu clítoris aún cubierto por la fina capa de la ropa interior.
su boca aprovechó de morder y chupar tus sensibles pezones mientras dos dedos de su mano llegaron a tu boca, lo entendiste completamente y empezaste a chuparlos casi atragantándote.
“soy adicto a tus tetas, amor” ronroneó sintiendo la húmeda de tu boca contra sus dedos y la viscosidad en su prenda inferior.
el único sonido que se escuchaba eran las succiones de matías junto a tus gemidos cada vez más agudos que indicaban que estabas a punto de venirte.
tus movimientos se volvieron más desordenados cosa que lo notó y te hizo parar.
negó sonriendo, disfrutaba verte así toda arruinada con tus cabellos sudados pegados a tu frente y con la máscara corrida, culpa de las pequeñas lágrimas que salían de tus ojos por placer.
“no amor, te vas a venir en mi polla” te hizo levantarte con el leve temblor en tus piernas hasta llegar a su espaciosa habitación con la cual ya estabas familiarizada.
llegó a tumbarte en las acolchadas mantas mientras se desprendía de sus prendas con extrema rapidez, sus dedos bajaron el elástico de tu ropa interior dejando ver tu intimidad brillante cosa que le hizo agua la boca.
pero ya sería para otro momento, todo lo que quería era cogerte hasta que alguno de los dos no dieran más.
su polla ahora liberada y rodillas apoyadas en el colchón hizo que se inclinara un poco, pegando toda su masculinidad a tu vientre.
la deslizó unas cuantas veces en tu centro haciéndote lloriquear como una mimada lo cual fue reprendido por dos fuertes nalgadas en tus glúteos dejándolos rojos.
“cerra la boquita” dió dos golpecitos suaves en tu mejilla mientras tus labios formaban un puchero. “¿estás lista para lo que te voy a dar o no?” y con un leve asentimiento de tu parte su miembro se hizo espacio entre tus labios inferiores, cavando profundo en una sola estocada que te hizo gritar.
sus manos se mantuvieron firme en la parte trasera de tus muslos pegándolos a tu pecho mientras veía en primera plana como tu intimidad tragaba su polla.
sus manos ya marcadas en tus muslos y glúteos por las nalgadas que te daba cuando sentía su miembro ser apretado por tu intimida.
“preciosa, me vas asfixiar con tu coño” dijo entrecortado, su respiración se iba agitando con el paso del tiempo.
tu intimidad absorbía su polla y la apretaba de una manera exquisita para él que se encontraba al borde del colapso, en esos minutos donde sus movimientos se hicieron perezosos y sus gruñidos eran más fuertes, tomó tu cuello con rudeza apretando en el punto clave.
dos, tres, cuatro estocadas más y su semilla desbordaba de tus pliegues junto a tus jugos. la habitación olía a sudor y sexo, inhalaste por la boca queriendo agarrar todo el aire que se te había escapado.
se quedó observando un momento como su semen se mezclaba con los jugos de tu intimidad y sintió otra vez el calor en su vientre.
dejó un beso algo bruto en tus labios y se acostó al lado de tu figura mientras te apretaba junto a él.
no bastaron diez minutos cuando sonó un móvil, era el de matías y el nombre que alumbró la pantalla fue “enzo”, esperó unos segundos y le respondió a su amigo.
— “hey boludo ¿de casualidad mi hermana anda con vos?” se escuchaba cierto ruido por el móvil, indicando que aún seguía en el boliche.
— “lamento informarte que no, creo que me comentó que se iba a quedar donde lena y que la iba a pasar buscando, seguro se le pasó decírtelo a vos” a veces no sabía con que cara mentirle a su amigo cuando a su lado tenía a sus mismísima hermana en brazos.
— “ya la llamaré, dale matu ¡gracias!” sonó un característico sonido indicando que había trancado.
te reíste un poco para luego negar con tu cabeza.
“no se si sabés pero lena me dijo que ya no la usáramos como cuartada” dijiste y el rodó los ojos.
“en realidad, no me importa” se lanzó contra tu boca, besándola sin ningún apuro.
así es, te estabas enredando con el amigo de tu hermano desde hace ya varios meses pero ninguno tenía la cara de decirle por lo que se mantenían en secreto y les estaba gustando a ambos, le daba un poco más de emoción a la situación.
———————————————————————————
by ﹫ VOGLATTE ╱ ando trabajando en más escritos que próximamente los voy a estar publicando, paciencia que a veces me llegan muchos pedidos (los tqm) .ᐟ
428 notes · View notes
Text
© Lucas Garcete, La rama pensativa (The thoughtful branch)
Otras miradas buscándote en el cielo en noches como ésta, no las hay en la vida; acaso un hombre único descubre en tu belleza el ardiente artificio y extrema soledad.
Other looks looking for you in the sky on nights like this, there are none in life; perhaps a unique man discovers in your beauty the burning artifice and extreme loneliness.
143 notes · View notes
louddysgirl · 11 months
Text
𖠁 GO AHEAD AND CRY, LITTLE GIRL (2)
Tumblr media
Descrição: Faz 5 meses desde que ele foi embora. Desde que Louis a abandonou. 5 meses que Harry dormia na sua porta, chorando e sentindo sua falta. Sedenta de cada pedacinho seu de pele.
Ela não sabia quando ele voltaria, e também não sabia se voltaria. Mas, em uma noite perambulando pelas estradas frias de Londres, ele veio buscá-la para levá-la para casa. Ela só não sabe se isso foi sorte sua, ou, azar.
ATENÇÃO COM OS AVISOS ANTES DE PROSSEGUIR COM A LEITURA;
𖠁 Primeira parte aqui.
𖠁 Contém sexo EXPLÍCITO entre duas pessoas. Se caso você não goste, não leia.
𖠁 Diferença grande de idade: Louis 40 e Harry 17.
𖠁 Inocência extrema. Infantilismo. Penetração anal & vaginal FORÇADAS. Dependência emocional. Sadismo. Humilhação EXTREMA (como de costume) CNC (Consensual Não-Consensual EXTREMO) Pain kink. Dumbfication.
AVISO DE CONTEÚDO SENSÍVEL:
• Dependência emocional EXTREMA.
• Problemas familiares (daddy issues).
• Menção a morte de familiar. Menção a tortura física & psicológica.
• Perseguição. Uso de entorpecentes.
• Abuso mental extremo.
Caso algum dos assuntos abordados acima não te agrade ou te deixe desconfortável de alguma forma, NÃO PROSSIGA COM A LEITURA.
Lembrando que, essa é uma obra de sexo SÓRDIDO. Ninguém nessa one é normal. Não encham o meu saco.
Bebam água e se cuidem.
All the love, Aly. <3
𖠁
Ao longo dos 17 anos de vida de Harry, ela sempre escutou muitas, muitas coisas.
Músicas bonitas. O canto de tipos diferentes de passarinhos. Melodias inesquecíveis. Som de instrumentos musicais. Poemas.
Harry também escutou muitos conselhos na sua vida. Alguns realmente foram bons, e lhe serviram de algo. Enquanto outros, ela chora até os dias atuais por ter dado ouvidos.
Mas, sem dúvidas, o que Harry mais escutou na sua vida inteira, foram diferentes significados para a palavra saudade.
Veja bem, Harry foi uma garota que perdeu a sua amada mãezinha muito cedo. E tudo que ela sente desde então, é saudade. Muitas, muitas saudades.
Então, quando algum familiar a via chorando de canto nas festas de família, a abraçavam carinhosamente e tentavam a todo momento fazer com que ela parasse de sentir um pouco da dor que a corroía por dentro.
“Estou com saudade da minha mãe.” era o que Harry choramingava com a cabeça enterrada no pescoço de Amby, sua tia. Ela tinha apenas cinco anos de idade. E isso acontecia toda vez. Toda, toda vez.
“Saudade é pesar, querida.” sua tia a respondia, a ninando nos seus braços. “E ela nunca, nunca melhora. Mas, em um certo momento, ela vira algo bom.” ela beijou o topo da sua cabeça carinhosamente. “E então, você vai se lembrar da sua mãezinha e vai sentir saudade. Mas não vai machucar tanto o seu coraçãozinho, da forma que está machucando agora. E você vai se sentir confortável, como se ela só tivesse fazendo uma longa viagem.”
Harry nunca se esqueceu desse diálogo. Porque apesar de ter escutado diversas definições para saudade ao longo da sua vida, nenhuma delas nunca pareceu tão real quanto a que a sua tia lhe disse naquela noite.
Com um pouquinho de carinho e palavras de conforto, Amby conseguiu acalmar o coraçãozinho acalentado de Harry.
E então, Harry apenas esperou ansiosamente pelo dia que não doeria mais.
E hoje, com 17 anos, Harry confirma totalmente essa versão.
Agora, quando lhe vem à memória da sua mãezinha arrumando os seus cachos antes da escolhinha, ou do cheiro único da sua comida, ou dos seus toques tão carinhosos, vem como uma forma de sopro de ar fresco. Como uma conversa com a lua, onde ela não se sente sozinha.
E Harry fica feliz ao lembrar-se que passou por essa fase da saudade. Levou alguns anos, mas finalmente, havia cicatrizado, e agora ela estava em paz. Ela se sentia em paz em relação a sua mãe.
Entretanto, há alguns anos atrás, Louis entrou na vida de Harry, e tudo foi por água abaixo.
Agora ela o amava de forma doentia, e precisava tanto dele quanto de oxigênio. E bem, isso nunca havia sido um problema, até o dia que ele foi embora.
E ela estava miserável.
Faziam 5 meses desde que Louis havia sumido completamente da vida de Harry, arrancando o ar que ela precisa para ao menos sobreviver. E de repente, ela está novamente passando pela fase doída da saudade. Vivendo o luto de perder alguém pela qual ela daria a sua vida.
Mas, dessa vez parece pior. Ela sente que ingere ácido todos os dias, a todo momento. E ela consegue sentir perfeitamente todos os seus órgãos se desfazendo dentro de si, e virando pó. E de novo, de novo, e de novo. Todos os malditos dias.
E é torturante, merda. É como se estivessem dilacerando a sua alma entre os dedos, para depois, a mastigarem com os dentes pontudos.
Ela está miserável.
Pesando 43 quilos. Sem dormir. Doente e fraca. Machucada, perdida. Harry estava desolada. Novamente, ela não tinha ninguém. Não tinha um lugar onde pudesse descansar, e sentir-se protegida.
É uma merda dizer isso, mas a saudade que Harry sente de Louis, parece pior que a que sentia de Anne.
A de Louis queima. Arde, porra.
Eram três horas da manhã, e Harry estava perdida. Mais cedo, teve uma briga feia com John, e ele a espancou.
Seu pai ficou irritado pelo 6 em física que tinha no boletim escolar. John resolveu ignorar todas as outras matérias com notas excelentes, e quase a matou na sala de estar da sua casa por causa de um 6.
E então, ela só se lembra de ter conseguido escapar dos ataques de fúria de John, e de ter corrido para fora de casa, sem rumo algum. O problema é que, Harry nunca foi uma garota de andar sozinha por lugar nenhum.
E foi exatamente assim que ela acabou daquele jeito. Perdida em uma estrada deserta, às três horas da manhã, com uma chuva infernal caindo sobre a sua cabeça. Seu rosto machucado ardia com os pequenos pingos de chuva que caíam ali, a fazendo choramingar
Ela abraçou o próprio corpo e continuou andando mais a frente. Os pelinhos ralos da sua perna e braços descobertos estavam eriçados, entregando o frio que ela sentia.
O cabelo estava completamente encharcado e desgrenhado, e a sua maquiagem escorreu pela sua bochecha, deixando o seu rostinho delicado preto. As lágrimas que escorriam pelos seus olhos misturavam-se com a água gelada da chuva, e ela sequer fazia questão de secá-las.
E seguiu-se assim por mais vinte minutos. Ela caminhava feito um zumbi, de modo robótico. Estava cansada, com frio e sentindo-se doente.
Foi quando no final da estrada, os seus olhos verdes iluminaram-se com a luz forte de um carro que estava passando por ali. Ela não gostou da luminosidade, e colocou o antebraço na frente dos olhos.
Entretanto, Harry leu a placa da Porsche preta que se aproximava. Era o mesmo carro que a tirava da escola no meio de uma prova importante para foder. E bem, era ele ali. O oxigênio que ela precisava. Mais distante do que perto, e isso doía.
E então, numa atitude repentina, Harry se colocou no meio da estrada. Louis buzinava, e ela o encarava de forma fria. Ele sabia que ela não iria sair.
E então, milésimos antes do carro a atingir e espalhar os seus miolos pela estrada tão fria, Louis conseguiu frear o veículo. Foi muito, muito perto. A frente do carro caro triscou na barrinha da saía branca de Harry.
Louis bateu a palma da mão no volante inúmeras, inúmeras vezes. Os dentes estavam cerrados e ele claramente estava furioso.
Sem pensar muito, ele apenas colocou o capuz do moletom e saiu do carro, também encharcando-se com a chuva forte que caía.
— Que merda você estava pensando, caralho? — Louis gritou desnecessariamente alto ao ficar na frente de Harry, mas ela abaixou a cabeça e não respondeu. Ao invés disso, um soluço escapou da sua garganta dolorida, e os seus ombros começaram a chacoalhar, enquanto ela salivava de tanto chorar. — Qual é a porra do seu problema, Harry?! — Louis deu um soco na lataria do carro, o amassando levemente. — Porra. Eu ia te matar, cacete.
Harry abraçou o próprio corpo quando apenas tombou um pouco para frente, encostando a sua testa no peitoral de Louis. Ele suspirou fundo e começou a passar os dedos pelas costas de Harry, em um carinho sutil.
Ela chorava tão dolorosamente. Tão, tão. — Você já fez isso. — ela sussurrou com a voz quebrada e rouca, engasgando-se um pouco.
Louis puxou o ar, inclinando o pescoço para trás e fechando os olhos. — Eu sei.
— Tudo que eu f-fiz foi te amar. Eu vivo por v-você, Louis. — Harry choramingou, soluçando. — Desde que eu te c-conheci, meu amor, eu respiro por v-você. E você m-me sepultou em uma cova rasa. — ela o olhou com os olhos sonolentos. Chorosos. — Eu n-nunca senti tanta dor na minha vida. Por que v-você fez isso comigo, Lou?
Louis se afastou um pouco apenas para segurar nas bochechas de Harry, a forçando a encará-lo. — O que aconteceu? Por que está machucada?
— Eu te a-amo tanto… — Harry resmungou, como se estivesse chapada. — Por que o senhor n-não me ama, papai? — e então, ela voltou a chorar descontroladamente.
— O que eu fiz com você, Harry? — Louis perguntou para si mesmo em um suspiro pesaroso, quando finalmente a abraçou pela sua nuca. O corpo trêmulo de Harry estava pressionado contra o seu, e ele a abraçava como se quisesse protegê-la.
A forma que ela chorava fazia a sua cabeça repetir a todo momento que ele era o pior monstro que já existiu. E essa merda realmente o atingiu.
Até porque, ninguém gosta de se dar conta de que é, de fato, uma pessoa ruim. Absolutamente ninguém. Nem mesmo a pior dentre elas.
Louis.
— Eu d-dormi na sua porta. Hoje faz 5 meses. — ela o agarrou, o abraçando com toda força que existia no seu corpo pequeno. Ela o apertava tanto que estava começando a faltar ar para Louis. — Durante 5 meses, eu dormi na sua porta, papai. Com uma cobertinha rosa. E eu lhe dava beijinhos de boa noite pela madeira, assim como o senhor costumava fazer quando eu ainda era utilizável. — ela soluçou, apoiando o queixo no peitoral de Louis e o encarando no fundo da sua imensidão azul. Seus olhos pesavam, e ela realmente se sentia gripada. — Eu d-deixava um desenho para o s-senhor todos os dias. Eu o queria mais que tudo.
— Eu guardei todos eles. — Louis sorriu com o canto dos lábios, porém, a sua voz ainda era autoritária e causava arrepios em Harry. Amedrontamento. — Todos eles, querida.
Ela fez um beicinho manhoso, e se possível fosse, Harry grudaria em Louis para que ficassem daquele mesmo jeito para sempre. Abraçados depois de meses longe um do outro, na chuva e em uma estrada totalmente deserta. Estava perfeito. Ele estava ali, como poderia não estar?
— O p-papai vai voltar pra mim? — ela o encarou feito um gatinho assustado, e Louis entendeu apenas com o olhar que Harry lhe direcionou que ela literalmente precisava dele e faria qualquer coisa para que pudesse tê-lo. — P-por favor, papai? Eu não consigo mais… Eu realmente não sei mais como viver desse jeito. Eu…
— Vamos pra casa, amor. Não quero que fique gripada. — Louis a interrompeu com um selinho nos seus lábios inchados, proferindo cada frase com a boca grudada na de Harry. — Eu vou cuidar de você.
— Pra c-casa? — ela soluçou, o olhando admirada. — Vou tê-lo de novo? — Louis continuou a olhando com a pupila dilatada e as orbes frias, aparentando não gostar do tanto de pergunta. Entretanto, Harry pareceu não entender, já que continuou falando, e falando. — Papai? O que significou isso? Ein, papaizinho? — ela puxou a barra do moletom de Louis, insistindo para que ele a desse uma resposta. Qualquer uma que fosse. — Lou… — chamou, manhosinha.
— Eu vou ter que educá-la de novo? — Harry negou com a cabeça, chupando o polegar. — Então, cala a porra da boca e entra no carro. Pode fazer isso por mim, pequena?
Harry sorriu e lhe deu um beijo babado na bochecha, dando uma pequena corridinha até a Porsche estacionada atrás de ambos. Ela abriu a porta e sentou-se no passageiro com as perninhas cruzadas, encharcando todo o couro do assento com o seu corpo molhado.
Louis ficou do lado de fora do veículo por mais 20 minutos, e acabou fumando dois cigarros na chuva. Ele estava encostado na lataria do carro e o capuz não cobria mais o seu cabelo, o deixando completamente molhado. Louis é tão bonito.
O céu era sortudo naquela noite por assisti-lo.
Louis estava pensativo. Não era como se não soubesse que Harry estaria ali. Não estamos na porra de um filme clichê. Louis não passou ali por coincidência ou porque queria dar um passeio às 3 horas da manhã na chuva. Quanta ingenuidade.
Entretanto, por ora, Louis iria ao menos fingir que foi a enorme conexão que eles tinham que o levou até ali, exatamente no ponto que ela estava. Perdida.
Mas, Harry não parecia preocupada com isso. Não parecia pensar no que Louis estava fazendo ali, na hora e no momento certo.
Louis olhou para dentro do carro por cima do ombro, soprando a fumaça do cigarro para cima com um biquinho nos lábios. Harry mexia na sua coxa, em específico, nas enormes marcas arroxeadas que coloriam a sua pele esbranquiçada.
Os dedinhos pequenos traçavam as marcas com cuidado, e ela choramingava quando sem querer, pressionava ali muito forte. Ela tocava a própria pele com pesar e um olhar choroso, provavelmente, desolada por perceber a situação que havia chegado. Harry não era a mesma de alguns meses atrás.
Estava parecendo os viciados em cocaína quando ficam sem a droga por um tempo, e então, eles emagrecem bruscamente. Ficam parecendo zumbis, à mercê de qualquer coisa que venha a acontecer.
Mas, o problema de Harry é pior. Vício em drogas dá para curar. É quase impossível, mas com muita reabilitação, paciência e esforço, é possível.
Mas, e quando é um vício de alma? Além de você e de tudo que você já viu, ou sentiu? Dava para curar?
Harry era viciada em uma pessoa. A sua alma era necessitada dele e de tudo que o envolvia, e isso era uma merda.
Oh, a pobrezinha era viciada em Louis. Em Louis, porra.
Tomlinson jogou a bituca do cigarro no chão molhado e escorregadio, e então, o apagou com a ponta dos Vans. Em seguida, ele deu a volta no carro e entrou no mesmo, sentando-se no banco do motorista.
Os olhinhos de Harry voaram para ele, e ela sorriu sonolenta.
— Tem dormido direito? — ele perguntou enquanto ligava o ar-condicionado do carro, o deixando quentinho. Harry gemeu pela sensação corporal e pelo calor que a abraçou imediatamente, e então, ela negou com a cabeça para Louis. — Por que? — ele ligou o carro e deu partida, dirigindo rápido demais.
Filho da puta. Ele sabia o motivo.
— Não consigo dormir desde que o papai foi embora. — ela resmungou e bocejou logo em seguida.
Oh, Harry, pare de ser tão inocente! Ele sabe que é por isso.
— Entendi. — ele sorriu com o canto dos lábios, levantando o quadril para arrumar a calça de moletom. — Você vai me contar porque está toda machucada, Harry?
— John me bateu, Lou. — ela disse. — Muito.
Louis negou com a cabeça, arqueando a sobrancelha. — Vamos cuidar disso, bebê. — Louis colocou a mão na coxa de Harry, onde tinham enormes roxos. E então, ele apertou a carne macia com força entre os dedos, apenas para escutá-la gemendo de dor. O seu rostinho bonito contorcido em uma careta de desagrado.
Mas, porra, ela não iria dizer nada. Absolutamente nada. Ele poderia esmagar a coxa de Harry com a palma da mão, e ainda assim, ela não abriria a porra da boca dela para contestar.
E foi isso que aconteceu. Nesse momento, os dedos dos pés de Harry curvavam-se dentro do saltinho rosa e os lábios eram mordiscados com força. Os olhos estavam com lágrimas e a dor incendiava todo o seu corpo, mas ela não falou nada.
— Não vamos, pequena? — perguntou de forma retórica, olhando nos seus olhos. Louis estava duro. — Eu e você?
— V-vamos, p-papai. — ela choramingou. — Eu e o s-senhor.
Satisfeito, Louis tirou a mão da coxa de Harry e voltou a mesma para o volante. Agora, a marca dos seus dedos também estavam na pele branca da sua menininha.
𖠁
Haviam chegado na casa de Louis há aproximadamente 1h. Nesse momento, Harry estava na banheira de Louis, e o seu corpo coberto de espumas borbulhantes. E ela não parava de espirrar, provavelmente, a gripe já tinha lhe pegado.
Enquanto colocava uma mechinha teimosa do seu cabelo para dentro do coque mal feito novamente, Louis abriu a porta do banheiro, adentrando no cômodo.
Ele já havia tomado banho, e o cheiro do seu perfume amadeirado invadiu os sentidos de Harry, a fazendo querer gemer.
Ele vestia uma calça de moletom da Adidas e o seu peito tatuado estava desnudo. O cabelo raspado na lateral estava penteado para trás e uma mechinha atrapalhava a sua visão.
Harry perdeu-se o admirando, e por pouco, saliva não escorreu pelo canto dos seus lábios.
— Se sente melhor, querida? — ele perguntou com a voz aveludada, a trazendo para a realidade de volta. Louis segurava uma bandeja de vegetais e sanduíches saudáveis, que ele carregava com facilidade.
— Melhorei, papi. — Harry falou manhosa, enrugando o nariz para as comidas saudáveis que Louis carregava. — Infelizmente, não vai ser necessário eu comer os negócios verd… — e então, antes que ela terminasse a frase, um espirro a interrompeu.
E outro, e então outro, e outro…
— Estou vendo que melhorou. — Louis deu risada, sentando-se na borda da banheira. Ele colocou a bandeja no apoiador e molhou o dedo na espuma, e logo em seguida, o passou na pontinha do nariz de Harry. — Seu narizinho está vermelho.
— Papai, eu n-não quero comer isso. — ela olhou feio para a bandeja, analisando cada alimento ali. — Eu não como brócolis, e nem cenoura. Eu também não como tomate e nem… Ew! Palmito. Não como alface e também não gosto de rúcula. E eu também…
— O que é que você come? — ele a interrompeu, perguntando com humor.
Como uma criança gulosa, Harry sorriu para Louis. — Eu gosto de bolinho de chocolate com cobertura de chocolate e muitos morangos por cima.
— Isso faz mal, mocinha. — ele disse. — Mas, se você comer pelo menos um pouco, talvez eu te dê o seu bolo de chocolate com cobertura de chocolate. Talvez.
Harry arregalou os olhos. — Com muitos moranguinhos por cima, papai?! — perguntou animada, sorrindo com os dentinhos de coelho.
— Com muitos morangos por cima, amor. — Louis sorriu, entrelaçando o seu dedo mindinho com o minúsculo de Harry.
Harry olhou de forma travessa para Louis quando seus dedinhos foram até a bandeja de saladas, e então, ela levou um pedaço de cenoura com o garfo até os lábios gordinhos.
Sua careta foi impagável, e Louis gargalhou verdadeiramente. Os olhos de Harry brilharam com a visão, completamente fascinada.
Aos pouquinhos, Harry foi comendo os vegetais e as frutas que tinham ali, resmungando e contorcendo o rosto com o gosto ruim.
Enquanto isso, Louis limpava os seus machucados do rosto com um pedaço pequeno de algodão e soro fisiológico. Os machucados não doíam tanto, então foi uma tarefa fácil para ambos.
Em alguns minutos, Harry estava com todos os cortes do rosto protegidos por um band aid da Hello Kitty. Ela era literalmente o ser mais amável e adorável do mundo, e Louis estava confortável da forma que estavam agindo um com o outro naquele momento.
Quando a bandeja finalmente estava vazia, Harry deitou a cabeça na coxa de Louis, fungando e bocejando. Ela ainda espirrava, e então, o homem achou melhor tirá-la da água para que ela pudesse dormir e o resfriado não piorar de alguma forma.
Como um bebê dengoso, Harry ficou em pé na banheira e escondeu o seu corpo, com vergonha dos olhares de Louis. Ela sabia que havia mudanças bruscas em toda parte dele, e isso a deixava constrangida.
Mas, aparentemente, não a ele, já que o homem pareceu nem reparar. Ele apenas pegou o roupão rosa e quentinho da garota e o levou até ela, a ajudando a vestir.
— O s-senhor guardou meu roupão. Achei que tivesse se l-livrado das minhas coisas que estavam aqui. — ela choramingou.
— Suas duas gavetas de roupas ainda estão cheias, bebê. Não se preocupe. — ele sorriu doce ao pegar Harry no colo, a abraçando pelo seu quadril.
Harry apenas o agarrou pelo pescoço e deitou a cabeça no ombro de Louis, acalmando-se imediatamente quando inspirou o cheiro de sabonete e perfume que ele exalava.
— Papai. — ela sussurrou no lóbulo do seu ouvido. Louis caminhava pelo corredor do banheiro até o seu quarto, a segurando com força.
— Oi, querida? — Louis abriu a porta do quarto com cuidado, não querendo assustá-la.
— Obrigada por me fazer respirar. — ela beijou a nuca de Louis com cuidado, suspirando aliviada.
Louis apenas beijou a bochecha quentinha de Harry, caminhando até a cama espaçosa e a colocando sentada no meio dela.
E então, ele separou seu pijaminha, os cremes corporais, cremes do cabelo e a chupeta que ela usaria.
Com muito cuidado, Louis cuidou de Harry e fez parecer que todas as cicatrizes que ela possuía em cada pedacinho do seu corpo, simplesmente sumissem.
O toque dele era sutil e algo delicado. Não havia maldade e nem malícia enquanto ele deslizava as mãos quentes pela sua barriga, cintura, clavícula e ombros, espalhando o creme cheiroso de morango que ela sempre usou. Ele não a olhava com maldade. Pelo contrário. Parecia ter medo que ela quebrasse dentre os seus dedos, e então, tomou muito cuidado ao tocá-la.
Louis vestiu Harry com cuidado. Ela estava adorável com o pijama branco de ursinhos, e os cabelos estavam bem penteados e definidos. Tudo havia sido Louis que fez, então, parecia mais especial. Harry se sentia leve e poderia passar o resto da noite acordada, com um sorriso bobo rasgando os seus lábios.
Entretanto, quando foram se deitar, algo havia mudado nele. E isso a preocupou, e de repente, ela queria chorar.
A respiração dele estava pesada, e Harry estava deitada no seu peitoral, mas ele não a tocava. Seus olhos estavam frios e focados em um ponto específico do teto. Não havia expressão.
— Lou? — ela chamou baixinho e preocupada.
— Você sabia que, — ele começou, ainda com os olhos presos no teto. — sabia que eu sempre soube?
— Do que está falando?
Louis, então, com um movimento repentino, os virou para o lado, e eles estavam de conchinha. O bumbum de Harry pressionava a semi-ereção de Louis de forma dolorosa, e ela gemeu baixinho pelo contato. Louis a segurou contra o seu corpo de forma possessiva, abraçando a sua cintura.
— Eu sempre estive lá, bebê. Eu assistia através de uma câmera instalada no seu quarto as noites que você se contorcia de chorar, sentindo a minha falta. — ele a beijou na nuca, pressionando a ponta do nariz ali. O que? — Eu me lembro das vezes que você tentava comer, mas na segunda colherada, vomitava a pouca comida que havia ingerido. E isso tudo por sentir a minha falta.
— O senhor instalou c-câmeras no meu quarto? — ela perguntou assustada, e Louis murmurou um ‘uhum’. — Por que?
— Com calma, mocinha. Já vamos chegar lá. — Harry assentiu com a cabeça, tentando se livrar do aperto de Louis. Ele estava a machucando. — Eu via a forma que você se torturava. A forma que se machucava. — Louis passou os dedos pelas coxas machucadas de Harry, as apertando dolorosamente entre os seus dedos. Harry gemeu de dor, e uma lágrima solitária rolou dos seus olhos. — E você sabe o que eu fazia quando a via em um estado tão deplorável por minha causa?
Harry negou com a cabeça, completamente assustada. Louis beliscou um dos cortes recentes da sua perna. — Me responde.
— Oh, Deus! — Harry gritou de dor, se remexendo nos braços de Louis e o deixando dolorosamente duro. — N-não, papai! E-eu não sei! Está me m-machucando.
Louis tirou os dedos das coxas de Harry e deu um tapa ardido no mesmo lugar, antes de colocar a língua para fora e lamber todo o pescoço de Harry, até que ele finalmente chegasse no lóbulo do seu ouvido. Ele deu uma mordida fraca ali e sussurrou baixo;
— Eu me masturbava, querida. — ele sorriu, raspando os dentes no mesmo lugar onde havia acabado de deixar um rastro da sua saliva. — Porra, Harry, era a melhor sensação do mundo. Assisti-la morrendo aos poucos por minha causa. E isso me excitava, meu amor.
— Louis… — ela o olhou com os olhos arregalados, entrando em desespero.
— Eu sabia que você estava se degradando. Eu sempre soube, pequena. — sorrateiramente, Louis levou os dedos curiosos até a barrinha do shortinho fino de Harry, os descendo devagar pelas suas coxas roliças. — Eu também sabia que John a espancava todos os dias. Eu sei a sequência das cores dos laços que você usa no cabelo, porra.
Harry soluçou, começando a chorar desenfreadamente. Louis a tocava devagar por cima do tecido fino da calcinha, a sentindo vergonhosamente molhada.
— Todas as vezes que você me pergunta o porquê de eu ter ido embora, eu me lembro que foi por diversão. Foi pela minha diversão. E sabe o que acontece, Harry? — Louis perguntou de forma rude, colocando a calcinha de Harry para o lado.
— E-eu não s-sei, papai. — ela o respondeu, e o seu choro era agonizante. Causaria pena e dó em qualquer pessoa. Menos em Louis, claro.
— Acontece que, eu fico me sentindo um merda. — Louis sussurrou, invadindo Harry com três dedos de uma vez.
— Papai, n-não! Oh, Cristo! Por f-favor. — Harry começou a tremer, batendo a ponta dos dedos dos pés no colchão em completo desespero. — Deus, D-Deus!
Louis começou a estocar com rapidez, mesmo que tivesse uma certa dificuldade. O buraquinho pequeno estava apertado, e parecia menor do que da última vez que ele se lembra. — Todas as vezes que você fala o quanto me ama. Quando fala o quanto precisa de mim para respirar. Cacete. — resmungou irritado, tesourando Harry. — Quando me olha como se quisesse me dar a porra do mundo, pequena, eu me sinto um merda.
— Lou! Para, p-por favor! — Harry gritou em alto e bom som, desesperada. Suas pernas tremiam e saliva escorria dos seus lábios e catarro do seu nariz. Ela não parava de chorar. — Papai! N-não…
— Eu fui embora, Harry, porque sou a porra de um doente. Um narcisista de merda, egocêntrico. — Louis pressionou o polegar no seu clítoris inchadinho, a fazendo derramar-se em seus dedos. — Eu instalei câmeras no seu quarto porque não a queria por perto, mas ainda assim, queria controlá-la como a porra de uma marionete. Um brinquedo inútil. — Louis gargalhou, e o seu olhar estava sombrio, contendo luxúria. Ele assistia com devoção o corpo miúdo de Harry se desfazendo em seus dedos. Tão fraca a cada toque dele.
Harry derramou inúmeras lágrimas doloridas, e então, a sua alma machucada o encarou no fundo dos seus olhos azuis enquanto ela gozava forte nos dedos dele. Louis continuava estocando com força, forçando o quarto dedo.
— Papai, eu estou im-implorando. Eu o adoro tanto. Não me m-machuca desse j-jeito, por favor. — Harry levou a mãozinha pequena até a mandíbula de Louis, acariciando a sua barba rala. Ela lhe deu um selinho carinhoso. — Por favor. P-por favor, p-papai.
Louis a olhou de volta, retirando os dedos de dentro dela devagar. Louis acariciou os lábios entreabertos de Harry com os dedos sujos do seu melzinho, e então, os forçou para dentro da boquinha dela.
Harry os chupou com devoção, se deliciando com o seu gosto tão docinho. Sua língua quentinha acariciava os dedos de Louis e os devorava, os chupando, parecendo faminta.
Seus olhos ainda derramavam algumas lágrimas, e eles ainda mantinham o contato visual.
— Eu vou fazer a sua mamadeira. Me espere aqui. — Louis tirou os dedos de dentro da boca de Harry, e um fio de saliva ainda os ligava a sua boquinha inchada.
Louis levantou da cama e foi em direção a porta, pronto para sair do quarto. Entretanto…
— Lou. — Harry o chamou com a voz rouca e quebrada, coçando os olhinhos. Um bico manhoso cresceu nos seus lábios e ela bocejou. Louis a olhou antes de sair do quarto. — Posso assistir desenho no seu celular?
Louis suspirou e tirou o aparelho do bolso, desbloqueando-o e colocando ‘A Turma da Mônica' para Harry assistir, e ela sorriu doce ao pegar o celular. — Obrigada, papai.
Louis acenou com a cabeça. — Fique aqui quietinha, tudo bem?
— Uhum. — ela murmurou distraída, seus olhinhos presos no desenho.
Louis fazia a mamadeira de Harry em silêncio e um sentimento ruim no peito, algo como angústia. Mas bem, não tinha muito o que fazer. Era o que era. Ele a manteria consigo. Era egoísmo, mas o maior estrago já havia sido feito e não tinha como voltar atrás.
E em meio ao silêncio, Louis escutou um espirro manhoso muito perto de si. Muito, muito perto.
E então, ele caminhou até a porta da cozinha e encontrou Harry parada ali, com a mão tapando o nariz e a boca, tentando fazer menos barulho. Quando viu Louis parado na sua frente, Harry arregalou os olhos e tossiu desconfortável. O celular do homem ainda passava o desenho animado, mas em volume baixo.
Louis cruzou os braços e a olhou autoritário. — Me lembro de ter mandado que me esperasse no quarto.
— É que… Bem, o papai me prometeu b-bolinho de chocolate com cobertura de chocolate e…
Louis interrompeu, sorrindo levemente — Morango por cima. Sim, querida, eu me lembro. Desculpe. — ele estendeu a sua mão para Harry, e ela a agarrou timidamente, sorrindo como um coelhinho.
Adentraram na cozinha juntos, e Louis a ajudou a subir na ilha de mármore. Os seus pezinhos ficaram balançando no ar, e o único barulho era da Mônica gritando com o Cebolinha no seu celular. E aquilo parecia a coisa mais interessante do mundo para Harry, já que ela sorria feito boba.
Louis tirou o bolo exageradamente grande da geladeira, e ele era exatamente como Harry havia pedido.
Ele sabia que ela iria querer comer exatamente isso. Afinal, nos últimos 5 meses, foi a coisa que Marta, a esposa de John, mais lhe ofereceu para ver se a garotinha ao menos se alimentava um pouco. Porém, todas as vezes, ela recusava.
— Papai! — seus olhos se arregalaram em espanto, e era o dia mais feliz da sua vida.
— Gostou? — ele perguntou com humor, e Harry assentiu freneticamente. Louis pegou um pratinho de sobremesa para cortar um pedaço do bolo para Harry. — Só um pedaço porque está muito tarde.
— Sim, sim, papi. — Louis entregou o bolo para Harry, e ela o comia como se fosse a coisa mais gostosa que já fizeram para ela.
Louis acendeu um cigarro e ficou esperando pacientemente. Harry estava em uma linha tênue entre comer e gargalhar com o desenho, e às vezes, ela se engasgava por causa disso.
Qualquer pessoa se apaixonaria por ela. Ela ilumina tudo apenas por existir. Qual era o problema de Louis?
— Papi, me ajuda a descer, por favor?
— A senhorinha vai ter que trocar o pijama, mocinha. Se sujou toda. — Louis sorriu, tirando o celular da mão de Harry e a tirando da bancada.
Harry lavou as mãozinhas com pressa, querendo pegar o celular de volta.
Em pouco tempo, Harry já estava subindo para o quarto novamente, pendurada no colo de Louis como um coelhinho manhoso e sonolento.
Harry e Louis escovaram os dentes para dormir e Louis trocou o pijama de Harry, a vestindo com um que não estivesse sujo de cobertura de chocolate.
A mamadeira de Harry repousava em cima do criado-mudo, e ao deitar-se, Louis lhe deu o leite morno na boca, enquanto ela assistia. E bem, ele acabou assistindo junto.
E agora, eles estavam agarrados embaixo das cobertas quentinhas de Louis. Harry babava no seu peito e ronronava baixinho, dormindo bem pela primeira vez em 5 meses.
Ele beijou o topo da sua cabeça e enrolou um cachinho entre o dedo, permitindo-se descansar também.
𖠁
Era provavelmente o quarto cigarro que Louis acendia naquela tarde. Uma tosse seca surgiu no fundo da sua garganta, o deixando ainda mais irritado.
E então, ele afrouxou o aperto da sua gravata ao redor do seu pescoço e subiu as mangas da camisa social branca, tentando relaxar de alguma forma. O ar condicionado do escritório estava gelado, frio.
— Porra. — resmungou entredentes, apagando o cigarro no próprio antebraço. Jogou a cabeça para trás e fechou os olhos, fascinado com a pequena dor que se espalhava pelo seu corpo aos poucos. Um sorriso genuíno surgiu nos seus lábios pela primeira vez no dia.
Uma fumaça branca começou a sair da ponta morta do cigarro, inebriando todo o ambiente com o forte cheiro de nicotina. Cheiro esse que, imediatamente, adentrou nas narinas de Louis, o acalmando quase de imediato.
Como alguém conseguia ser tão impaciente às 07:30 da manhã de uma quinta-feira?
Mas, bem, Louis tinha uma explicação plausível.
Acontece que, Louis levou Harry até a escola hoje. Iria ter uma festa fantasia, e bem, como de costume, ela estava linda. Parecia um doce. Aqueles que todos são obcecados. Crianças e adultos.
Entretanto, ela fez uma enorme birra, querendo faltar a aula. Na sua cabeça ingênua, agora que tinha Louis, poderia ficar agarrada a ele 24 horas por dia, e não é assim que as coisas funcionam.
E aí ela chorou. Se jogou no chão, e chorou de novo. Engasgou. Não quis se alimentar.
Não era um problema para Louis. Até porque, sempre foi bom em adestra-la. Educá-la para que ela ficasse do jeito que ele queria. Para que ela fosse ideal, e então, não tivesse problemas.
Mas, ficou 5 meses longe dela. E como uma criança birrenta, estava mal educada.
Esse era o motivo do seu stress. Começar com o processo de deixá-la perfeita tudo de novo. De moldar cada tracinho seu, para que ela pudesse ser útil novamente. Eles já tinham passado dessa fase, e agora, começaria de novo.
O telefone do seu escritório soou, e só o barulho insistente o fez soltar um suspiro irritado e um palavrão sussurrado.
“Bryan.” Louis cumprimentou o estagiário ao colocar o telefone na orelha. Sua voz era autoritária.
“Sr. Tomlinson, perdão interromper. A escola de Harry está ligando, eu posso passar a ligação?”
Louis sorriu e se acomodou no assento da sua cadeira giratória, suspirando alto. “Bryan, me tira uma dúvida, por gentileza.”
“Sim, senhor, claro.”
“Você já repetiu algum ano na escola?” Louis tirou um cigarro do bolso e logo em seguida o isqueiro, o acendendo.
“Perdão?”
“Perguntei se já repetiu algum ano escolar.” soprou a fumaça, jogando a cabeça para trás.
“Hm… Não, senhor.”
“Oh, verdade? E me diz, como isso é possível?” Louis fez a pergunta de forma retórica. “Porque, vejamos, eu te contratei há exatos 4 dias. Em apenas 4 dias você esqueceu as instruções que eu repassei inúmeras vezes? Como conseguiu aprender física, matemática, e guardar na porra da sua cabeça?” Bryan engoliu em seco do outro lado da linha, fungando.
“Eu sinto muito, senhor Tomlinson.”
“Ligações relacionadas a Harry, me passa de uma vez, cacete” Louis prendeu o cigarro entre os lábios, falando um pouco abafado. “Você me entendeu?”
“Sim, senhor.” Bryan falou choroso.
“Então diz: “Eu entendi, senhor Tomlinson.”
“Eu entendi, senhor Tomlinson.”
“O que você entendeu, Bryan?”
Porra.
“Ligações relacionadas a Harry serão repassadas de uma vez. Não vai voltar a acontecer.”
“Muito bem.” Louis o parabenizou, apagando o cigarro novamente no antebraço, gemendo baixo. “Vamos, passe a ligação.”
Em menos de cinco segundos, a voz de diretora da escola renomada de Harry soou nos ouvidos de Louis, chamando a sua atenção.
“Bom dia, sr. Louis. Aqui é da escola da senhorita Styles. Sou a diretora Jully.”
“Bom dia. O que aconteceu?” Louis perguntou um tanto quanto impaciente.
“É que, bem, Harry foi mal educada com uma das nossas professoras. Mal educada e grosseira. Ela levou uma suspensão, e precisamos que o senhor venha buscá-la.”
“Entendi.” Louis sorriu sádico, mordendo o lábio inferior. “Em cinco minutos eu estou ai.”
“Obrigada.”
E assim, a ligação se encerrou por parte da diretora.
Porra. Louis nunca esteve tão feliz e satisfeito na vida.
Com toda paciência do mundo, Louis acendeu outro cigarro, tossindo quando o tragou para dentro do pulmão.
Louis sempre foi fascinado pelo efeito que o cigarro lhe causa. A nicotina faz efeito no seu corpo de uma forma surpreendentemente rápida, e então, ele entra em um êxtase absurdo.
Louis fez um laço perfeito na gravata novamente, vestiu o seu paletó e saiu do escritório com a chave do carro nos dedos.
Pediu o elevador e esperou pacientemente até que as grandes portas de metais se abrissem. E ele esperou pacientemente por todos os andares, e esperou pacientemente até chegar no térreo.
Louis esperou pacientemente durante todo o percurso. Não tinha pressa.
Ao passar por Bryan, o estagiário o encarou. — Onde vai, senhor? Eu preciso…
— Shh, Bryan. Eu sou o dono, você não precisa anotar nada. — o homem piscou, sorrindo com o canto dos lábios.
Deixando Bryan com um ponto de interrogação enorme na testa, essa foi a deixa de Louis para caminhar para a garagem do prédio e pegar o seu carro.
Louis batucava os dedos no volante ao som de ‘505’ de Arctic Monkeys, que tocava baixinho ao fundo no rádio do carro.
Quando seus olhos azuis avistaram o letreiro da escola cara de Harry, ele sorriu para si mesmo. Completamente insano.
Ao adentrar na secretaria da escola, Louis viu Harry sentada na frente da mesa da diretora com os braços cruzados e a chupeta rosa pendurada nos lábios. Sua expressão era furiosa.
Louis bateu educadamente na porta com o nó dos dedos, e quando a diretora confirmou a sua entrada com a voz mansa, Louis sorriu amável ao adentrar na sala.
— Com licença. — ele murmurou, estendendo a mão para a diretora. — Muito prazer, Jully. Como vai a sua manhã?
A diretora apertou a sua mão, corando vergonhosamente. — O prazer é todo meu, Sr Tomlinson. Por enquanto, tudo certo. E a do senhor? — ela perguntou.
— Papai! — Harry reclamou, birrenta. — Estão armando para mim só para nós dois brigarmos.
— Harry, agora não. Estou conversando. — Louis falou baixo, tentando manter-se paciente. E então, ele deu atenção a Jully novamente.
— Mas Lou! — ela bateu o salto no chão, bufando irritada. Louis a encarou, e então, Harry abaixou a cabeça e cruzou as pernas, ficando em silêncio.
— Jully, acho melhor conversarmos depois, tudo bem? — a expressão da diretora era triste, mas depois, ela apenas sorriu compreensiva. — Tenho uma situação chata para resolver. Não é, mocinha? — Louis perguntou para Harry, e o olhar dele estava lhe causando calafrios.
— Sim, mas armaram para mim. — Harry resmungou contrariada, querendo abraçar Louis e sair daquele lugar.
Jully colocou a mão no ombro de Harry. — Querida, só queremos ajudá-la. Sabemos que você não é assim.
— É, ela realmente não é. Mas, não vai voltar a acontecer. — Louis completou, convencido de si mesmo. — Peça desculpas pela mau criação, Harry. — a garota olhou feio para a diretora, que se encolheu um pouco. — Agora.
— Desculpe, Senhorita Jully. — Harry resmungou, e Jully sorriu dócil.
— Vamos, pequena. — Louis abriu a porta, deixando passagem para Harry ir na frente.
Harry saiu com os bracinhos cruzados e a expressão raivosa. Seu vestido estava um pouco mais curto, revelando suas coxas marcadas e machucadas. A meia rosa bebê ia até o seu tornozelo e o saltinho rosa fazia um barulho chato ao ser pressionado contra o piso. A asinha estava um pouco torta e a varinha de condão com uma estrela na ponta era segurada fortemente entre os seus dedos. Estava linda.
— Até mais, Jully. — Louis sorriu adorável, caminhando ao lado de Harry.
Ambos caminharam até o carro em silêncio, com Harry bufando irritada o tempo todo. Na presença de Louis, ela se sentia envergonhada das suas atitudes, mas estava estressada e com saudade do seu papai, poxa! Não era difícil entendê-la.
Quando Louis deu partida no carro, ele sequer a olhou. Sua respiração era pesada e a sua mandíbula estava travada, em fúria. O seu olhar era o mesmo de quando ele beliscou sua coxa machucada e as veias das mãos e da nuca estavam aparentes.
Louis era alguém muito expressivo, e também, alguém muito conhecido por Harry. Ela sabia que ele estava irritado. Com ódio, talvez.
E ela queria resolver aquilo. Oh, ela queria, sim! Mas não sabia como, e isso a frustrava.
— Lou… Eu… — ela fez a primeira tentativa de diálogo, porém, Louis negou com a cabeça ainda sem encará-la, a evitando a todo custo.
— Não. — Louis resmungou.
— Eu estou a-arrependida, papai!
— Você é retardada, ou o que? Não sabe obedecer a porra de uma regra? Eu não quero escutar a sua voz. Eu não quero olhar pra você. Fica quieta e cala a porra da boca. — Louis gritou, assustando Harry. Ela se encolheu no banco e choramingou. — Você é uma vadia burra. Não serve pra merda nenhuma. Por que você me envergonha tanto, Harry? Eu tento ser bom pra você o tempo todo! O tempo todo, caralho! — Louis bateu no volante, irritado como nunca. — Você vai voltar a me respeitar. — Louis agarrou os fios de cabelo da nuca de Harry, os puxando fortemente entre os dedos. — Você vai voltar a me respeitar da pior forma possível, vadia burra do caralho. Você me dá nojo, porra. Escutou?
— N-não, p-papai, por favor! Não fala a-assim comigo. — Harry chorou, assustando-se quando Louis fez uma curva brusca. Era a curva da casa do homem. — Eu n-não fiz por mal. Eu q-quero ser boa p-para o senhor.
Louis estacionou o carro, fingindo não ter escutado o pedido de socorro da menina. E então, ele saiu do veículo e deixou Harry para trás, sozinha.
Mas, ela estava desesperada pelo seu perdão! Estava desesperada por ele. Não poderia perdê-lo. Não novamente. De forma alguma. Ela não conseguia, era completamente dependente. Completamente! Oh, Deus… Isso é desesperador.
Harry tirou os saltos delicado dos pés e os deixou no piso do carro, abrindo a porta da Porsche com pressa e a fechando com um barulho alto. Harry então correu atrás de Louis. Lágrimas já molhavam a sua bochecha e o seu coração estava acelerado. E bem, a sua mente a amaldiçoava a todo tempo.
— Lou, Lou! — ela gritou alarmada subindo as escadas atrás dele, de dois em dois degraus. Seus olhos o buscavam em todos os cômodos possíveis da enorme casa do homem. — Por f-favor. — Harry choramingou derrotada, caindo de joelhos no corredor dos quartos. O choro atingiu a sua garganta e ela finalmente não se aguentou, rendendo-se a dor e a angústia que a cercavam. — Eu não queria s-ser uma garotinha r-ruim…
Louis apareceu na porta do quarto, encostado no batente da mesma. Ele estava mais despojado sem o terno e a gravata apertada. Os três primeiros botões da camiseta estavam arreganhados, e ele parecia um ser irreal. A porra de um Deus Magnífico.
— Eu vou acabar com você. — ele disse, fazendo-a se tremer dos pés à cabeça. Sua voz era carregada de ódio. — Você vai se arrepender de ter entrado na porra do meu carro ontem. E se pudesse voltar atrás, iria preferir morrer congelada de frio na chuva. Você vai se arrepender de ter me tirado do meu trabalho para resolver suas questões. Vai se arrepender, Harry, de destruir a minha mente.
Harry escondeu o rosto corado entre as mãos, envergonhada e assustada. — Papai, por f-favor.
Louis gargalhou. — Você vai tentar correr de mim de novo, querida? Seria burra o suficiente para tentar fazer isso outra vez? — Harry negou com a cabeça, se pondo de quatro para engatinhar para dentro do quarto, sabendo que não tinha o que fazer. — Isso, querida, assim mesmo. Lembre-se; foi por isso que você nasceu, hm? Para me agradar e ser boazinha para o Lou. E apenas por isso.
Quando Harry estava dentro do cômodo, Louis fechou a porta atrás de si e serviu-se com conhaque em copo de drink. Harry olhava em volta com os olhos perdidos, não sabendo muito o que fazer.
— Você está adorável vestida de fadinha. — ele comentou. — Minha mocinha.
— O senhor gostou? — Harry perguntou. Parecia uma cadela feliz quando o dono lhe acariciava. — Foi o papai que escolheu! — ela sorriu, orgulhosa.
— Gostei, meu amor. Eu gostei tanto que, até me dói um pouco em mandar que a tire do corpo. Realmente me dói. — Louis fez um biquinho de falsa chateação. — Apenas calcinha e sutiã, Harry.
E então, ela se colocou de pé. Harry se despiu diante dos olhos de Louis, que a queimavam a cada movimento seu. Primeiro, ela desceu as alcinhas finas do vestido, revelando o seu sutiã rosa de rendinhas bordadas. Parecia uma boneca.
Em seguida, ela o desceu pelas suas coxas torneadas e roliças, e Louis mordeu os lábios tentadoramente ao notar a enorme mancha molhada no tecido fino da calcinha minúscula que Harry usava.
— Agora, dobre a roupa e a coloque na cômoda de forma organizada. — Louis mandou, e com cuidado, Harry pegou a peça e a dobrou devagar, para a guardar logo em seguida.
— Isso, bebê. — ele sorriu, e Harry sorriu junto. — Deite-se na cama, querida.
Harry caminhou incerta até a cama enorme, e deitou-se no centro dela, com as perninhas dobradas. Ela só esperava as próximas instruções de Louis.
Entretanto, elas não vieram. O homem apenas parou na sua frente e a trouxe mais para perto pelos seus tornozelos finos, arrancando um gritinho surpreso dos seus lábios.
Louis então, enfiou a mão no bolso da calça, buscando o isqueiro. Ele o acendia e apagava, acendia e apagava, parecendo se divertir.
— O que o p-papai vai fazer? — ela perguntou incrédula. Seus dedinhos apertavam o lençol que forrava a cama e os seus olhos estavam arregalados. — Papai? O que…
— Sua palavra de segurança? — Louis a interrompeu.
— Rosa. Minha palavra é rosa, p-papai…
Louis, então, se aproximou do corpo de Harry, e junto levou o isqueiro, que agora estava com a chama acesa.
Devagar, ele começou a passear com o isqueiro pela barriguinha de Harry, a deixando desconfortável e constrangida.
— Sabe, querida, existem dois fatos sobre punições que eu acho importante que você saiba quais são. — Louis comentou por alto, explorando o corpo de Harry com a chama ardente do isqueiro. Harry mal respirava, o olhando desolada. — O primeiro fato, é que, na maioria das vezes, punições não funcionam. Ela desconecta facilmente a pessoa que aplica da pessoa que recebe, causando um efeito reverso do que o esperado. — Louis encarou Harry nos olhos, a fazendo virar o rosto para desfazer o contato visual. Ela não estava gostando do rumo da conversa, não. — O segundo fato é que, infelizmente, ela é necessária em casos extremos. E bem, o seu caso, é extremo. — Louis fez um biquinho de falsa chateação quando parou a chama do isqueiro na cintura de Harry, a encostando na pele branquinha e intocável dela.
Nesse momento, Harry gritou de dor. Ela arqueou as costas e literalmente gritou.
— N-não, não! É d-demais, Lou. Está me q-queimando, papai! — Harry choramingou, mas, sua bocetinha vazava vergonhosamente. — Louis! Oh, por Deus, eu n-não quero!
Louis pressionou mais a chama do isqueiro contra a pele de Harry, a fazendo suar e revirar os olhos. — Veja bem; você destratou uma professora. Fez birra na hora de ir para a aula, e apareceu machucada na minha frente. Machucados que eu não me lembro de ter causado. — formou uma bolha enorme na cintura de Harry, e só assim, Louis desfez o contato da chama do fogo. Mas, apenas para colocar em outro lugar.
Agora estava em um dos cortes da coxa.
— Cacete! — Harry se contorceu, sentindo-se alheia. Talvez chapada. Ela jura nunca ter sentido tanta dor na vida. — Os m-machucados não foi culpa minha p-papai! O senhor sabe! — ela chorou, tremendo as pernas e respirando com dificuldade.
— Quer dizer, eu não sei bem. Acho que foram culpa sua, sim. Você sempre faz algo de errado. — Louis pressionou mais a chama do isqueiro no machucado da coxa, e ele abriu um pouco, derramando alguns pingos de sangue. — Eu entendo o seu pai, Harry. Deve ser deplorável ter que lidar com você.
— Não me d-diga isso! Oh, meu Deus, dói m-muito, Lou! Por f-favor, por favor, não me machuca d-desse jeito, merda…— Harry o encarou com os olhos quase fechados, seu corpo estava se entregando a dor imensurável que sentia, cedendo e querendo apagar. — Eu não c-consigo mais! Droga!
— Eu quero ouvir, querida. Quero ouvir com a sua voz chata o quão inútil e desinteressante você é. Me diga, meu amor, você adoeceu de saudades do papai? — ele sorriu como a porra de um psicopata. Suas pupilas estavam dilatadas e ele parecia fodidamente chapado. — Você não sente vergonha? Porra, você é nojenta. — Louis gargalhou. — O seu melzinho está escorrendo da calcinha, amor. Você está sujando o chão do papai.
— Louis, Louis! Eu v-vou desmaiar, oh… — ela fechou os olhos, arranhando o próprio rosto com as unhas delicadas. — Eu não q-quero mais! Pare com i-isso, por favor, papaizinho, por f-favor!
— Eu quero te escutar falando, porra! — Louis gritou, cuspindo no seu rosto e em seguida lhe dando um tapa ardido na bochecha. — Me obedece, putinha burra.
Estava doendo mais internamente do que fisicamente, e Harry estava angustiada. Mas, o seu buraquinho pulsava e doía, gritando por Louis o alargando com o pau grande e grosso. O único que adentrava lá. O único que a tinha.
O sangue da sua coxa escorria em abundância, e a situação estava precária. Assustadora, talvez.
— Você está me m-machucando, papai! A sua m-mocinha. — ela choramingou, perdendo completamente os sentidos. — Cristo…
— É só dizer, amor, e eu paro. As palavrinhas mágicas. — Louis a queimou mais, sorrindo de canto. Harry gritava. Harry estava suando. Ela se contorcia. Gemia e pedia por ajuda.
— Não m-me f-faz dizer isso… Dói, papaizinho, p-por favor. O senhor… Oh! — Harry revirou os olhos, e então, ela não sabia mais o que estava fazendo e como continuaria consciente se ele não parasse. Ela engoliu em seco e várias lágrimas caíram dos seus olhos, quando ela finalmente disse; — O meu p-pai me e-espanca porque eu não sou b-boa o suficiente. — Harry soluçou, degradando-se em pedaços do que um dia já fez parte dela.
— Oh, porra. Tão fodidamente devota. — Louis gemeu em excitação, encaixando-se no meio das pernas de Harry para simular estocadas. E ela gemia alto, a fricção estimulando o seu grelinho inchado. — Continue, querida. Adore o papai.
— Eu s-sou uma putinha d-desinteressante, dependente do meu papai… Oh, Lou! — gritou quando o homem simulou uma estocada forte, a fazendo revirar os olhos. — Eu preciso do meu papai. Eu o amo mais que tudo. O senhor me faz b-brilhar, papai! Eu só existo com o p-papai.
— Cacete. — Louis suspirou. O seu pau doía de tão duro. O isqueiro foi para um lado no chão, e Harry suspirou aliviada. Porém, Louis se afastou, e imediatamente, ela se jogou no chão, engatinhando até ele. Sua coxa doía e ela podia jurar que os seus sentidos foram embora. Mas, ela o agradaria. Iria demonstrar que se arrependia das suas atitudes de garota mimada. — Me coloque na boca, amor.
Harry desfez o aperto do cinto de Louis, e em seguida, abriu o botão da calça para depois, abrir o zíper da peça de roupa. Ela enfiou os dedinhos curiosos dentro da cueca do homem, liberando o pau grosso e rubro que ela tanto possuía fascínio.
— O s-senhor é tão incrível… — ela murmurou admirada.
Sem mais delongas, Harry encaixou a glande inchada e arroxeada do homem nos seus lábios pequenos com um pouco de dificuldade. Ela ficou chupetando ali, o acariciando com a língua e o mamando devagar, sugando todo o pré-gozo que vazava da ponta. Ela encarava Louis com os olhos chorosos e a porra da sua coxa pingava sangue enquanto tremia. Ela nunca sentiu tanta dor em toda sua vida, e ainda assim, estava tentando o agradar.
— Porra, Harry. — Louis gemeu com a visão, se empurrando para dentro do aperto da garganta quentinha e apertada. Louis não estava respeitando o tempo dela, logo, começou a lhe faltar ar. E ela se desesperou. — Shh, amor. Aqui, querida. — ele pegou uma das mãos de Harry e as levou para os próprios testículos, ambos os acariciando juntos. — Minha doce menina. Você me faz tão feliz, porra. — Louis gemeu em um sussurro, se enterrando cada vez mais na garganta fodida de Harry, a privando de ar. — Respira pelo nariz.
Harry apertou a coxa de Louis enquanto batia a ponta dos dedos dos pés no chão, alarmada em desespero. Uma quantidade absurda de saliva escorria da sua boca aberta a tempo demais, fazendo uma pequena poça abaixo de ambos. Ela o olhava em desespero enquanto sentia-se desfalecendo, seu corpo ficando mole e desacordado.
Louis estocava freneticamente contra a sua boca atrás do seu orgasmo. Uma das suas mãos estava nas suas bolas cheias e pesadas junto com a de Harry, e a outra, masturbava a si próprio por cima da camada fina de pele do pescoço de Harry. O seu volume aparecia no fundo da sua garganta toda vez que ele estocava, e porra, ele estava louco. Completamente insano.
Harry se engasgou bruscamente e revirou os olhos quando Louis puxou o cacete para fora apenas para ficar brincando com ele no rosto de Harry. Ele o batia na sua bochechinha quente e o tirava e o encaixava outra vez nos seus lábios macios.
Harry já parecia estar inconsciente, já que ela o olhava e chorava, claramente tentando pronunciar uma frase ou qualquer palavra boba que fosse, mas não conseguia e soltava apenas lamúrios pels boca, tossindo e fazendo ânsia. Ela estava engasgada.
— Pa-papi… D-dói. — choramingou, se contorcendo abaixo do corpo de Louis. Ela puxava o ar e parecia que ele não chegava, porra. Que sensação desesperadora. — Lou!
— Olhe para mim, Harry. — Louis mandou de forma autoritária, dando duas batidinhas na bochecha corada de Harry. E então, com o olhar caído, ela tentou manter as íris verdes abertas apenas pra ele, agarrando nas suas coxas. — Você precisa se concentrar, bebê. O papai está entrando na sua boquinha, e é a melhor sensação do mundo, querida. — Louis falava com a voz carregada de manipulação enquanto se encaixava dentro do espaço apertado dentro da boca de Harry novamente, e ela apenas tentava recebê-lo. — Oh, porra… Veja só você. — Louis gemeu em êxtase, jogando a cabeça para trás e mordendo os lábios. E então, ele voltou a ir fundo e voltar, como se toda a sua existência fosse resumida apenas nisso, e ele faria que valesse a pena.
Harry, por sua vez, nunca se esforçou tanto na vida para que algo desse certo. Entretanto, o ar começou a faltar nos seus pulmões e a sua garganta ardia como o inferno. Sua mandíbula doía e o abdômen gritava, sentindo-se pressionado.
E então, ela tentou avisá-lo, esmurrando com as mãos pequenas o seu joelho. Tentava murmurar algo com ele preenchendo a sua boca. Ele não a ouviu.
E então, quando os primeiros jatos de porra começaram a atingir o fundo da sua garganta, Harry simplesmente apagou. Suas costas bateram no chão frio, e ela havia desmaiado.
— Porra, porra, porra! — Louis gritou, masturbando todo o seu cumprimento. Ele gozava em cima do corpo desfalecido de Harry, e aquele era o maior ápice de prazer que já havia sentido. Harry estava acabada, e era exatamente isso que os seus olhos queriam ver.
A sua coxa ainda escorria sangue, junto com o seco que tinha ali. Havia saliva e fios de cabelo grudados por toda a parte no seu rosto. Suas mãos estavam vermelhas e os olhos ainda escorriam pequenas lágrimas. Sua bocetinha pingava, ultrapassando o tecido macio e fino da calcinha, deixando um pequeno fio do seu melzinho doce no chão.
E Louis não parava de gozar.
Mas, quando finalmente se acalmou, o homem ajeitou as roupas e a pegou no colo estilo ‘noiva’, a colocando deitadinha entre os lençóis macios. Harry murmurou algo, gemendo necessitada. Ela não parava de pingar.
Talvez, agora, estivesse dormindo.
Pensando nisso, Louis se despiu devagar, admirando a cena de Harry adormecida na sua cama, completamente suja de semen branquinho. Resquícios do prazer de Louis, e somente do seu.
Louis se deitou por cima dela novamente, ficando entre as pernas abertas de Harry, completamente nu. Seu pau doído pressionava a xotinha molhada de Harry, fazendo ambos estremecerem. Ele distribuía beijos carinhosos por todo o seu rostinho acabado, acariciando as cicatrizes que ele mesmo havia causado. Harry resmungava com um beicinho manhoso nos lábios. Bonita pra caralho.
Devagar, Louis desceu a alcinha fina do seu sutiã, raspando a ponta dos dedos na pele arrepiada de Harry. Sua visão era tão bonita. O mamilo rosado estava eriçado e gritava pela sua boca, o mordiscando e os puxando entre os seus dentes. O machucando e o maltratando da maneira mais sórdida possível.
— Querida. — Louis sussurrou com a voz melodiosa, colocando a língua para fora e deixando que um fio de saliva caísse diretamente no bico do peitinho de Harry. Ela gemeu necessitada, ainda adormecida. — Preciso que acorde, hm? — ele finalmente abocanhou o mamilo de Harry, o mordendo devagar e raspando seus dentes nele. Sua língua o acariciava e o prensava.
Com a ponta do outro dedo, Louis dava atenção ao outro biquinho rígido, o beliscando e o puxando, parecendo se divertir.
Harry gemia manhosinha, franzindo a testa e se contorcendo abaixo do corpo de Louis, como se fosse despertar a qualquer instante. Louis esfregava a sua ereção contra o tecido da calcinha de Harry, e ela o molhava cada vez mais.
— Papai… — ela chamou quando despertou, coçando os olhinhos. Louis a olhou de baixo e pareceu sorrir com os olhos, ainda a satisfazendo com a sua língua mamando o seu peitinho. — O s-senhor me p-perdoa? — ela pediu cuidadosa, e a sua mãozinha curiosa voou para o meio dos seus corpos, agarrando o cacete duro de Louis. Ela o pincelava na sua grutinha necessitada, chorando vergonhosamente. — Por f-favor?
Louis assoprou o bico do seu peito e se afastou. Seu queixo estava coberto de saliva e os lábios vermelhinhos. Estava extremamente bonito. — Você é tão doce. O papai a ama, amor.
Uma lágrima solitária escorreu pela bochechinha de Harry, e ela sorriu triste. Porém, sentiu verdade no que ele lhe disse. Pela primeira vez. — M-mesmo, papai? — ela perguntou com a voz quebrada e sensível. Sentia medo de ser rejeitada pela única pessoa que tanto amava. — O senhor me a-ama?
— Cada vez mais, querida. Eu te amo com a alma. — ele falava baixinho, afastando a calcinha de Harry para o lado devagar. Seus dedos brincaram um pouco pelos lábios grandes da bocetinha apertada dela, e Harry nunca deixaria de deixar Louis completamente boquiaberto com a forma que ela se molhava nos seus dedos. Ela era extremamente entregue.
Devagar, ele guiou a sua glande babada para a entradinha pequena e quente, encaixando-se dentro dela devagar.
Os dois gemeram em uníssono. A sensação de aconchego invadindo os dois, e eles matavam a saudade dos seus corpos, se esbaldando e embebedando-se um no outro com certo desespero.
A atmosfera era perfeita, e era apenas disso que eles precisavam. Seus suores e salivas se misturando. Os gemidos baixinhos e o barulho da cabeceira da cama batendo contra a parede. Os sons manhosos de Harry, e ela se alargando dolorosamente para obrigá-lo. Porra. Era apenas isso. Só existiam eles no mundo naquele momento.
— Me fale que vai voltar a ser boazinha para o papai, querida. — ele sussurrou, enterrando o pau dentro da xotinha cada vez mais, a alargando.
— Eu v-vou, Lou, eu prometo. me desculp… Oh, sim! — ela gemeu dolorida quando Louis finalmente a preencheu por completo. E então, ele começou a estocar devagar, sentindo as paredes internas de Harry com fascínio. — Eu te amo. Eu te amo, p-papai. — ela chorou
E então, Louis rasgou a calcinha de Harry numa facilidade absurda, a virando de costas. Harry gemeu quando o seu joelho machucado pressionou no colchão, mas, empinou o bumbum na direção de Louis, e ele se afundou nela outra vez com um barulho molhado.
— Sim, sim! Deus! — Harry gemeu extasiada quando Louis afundou a sua cabeça no colchão com uma das mãos. Seus peitos esbarravam no edredom macio, causando uma fricção gostosa.
— Você é tão incrível, porra. — Louis lhe deu um tapa ardido, quando cuspiu na entradinha do cuzinho apertado de Harry, pressionando a ponta do polegar no lugar quentinho. O buraquinho fechado sugava a ponta do seu dedo para dentro.
— Oh, papai! — ela revirou os olhos dentro das pálpebras, e Louis estava a machucando fortemente. O barulho das bolas cheias do homem batendo contra sua bunda preenchiam o quarto, e porra, era o melhor som do mundo. Ele estava suado acima de si, com o cabelo bagunçado e as bochechas rosadas, e ela pingava ao olhá-lo por cima do ombro. — Meu papaizinho. Só m-meu. Cacete! — Harry gritou quando Louis enfiou somente a pontinha do dedo no seu cuzinho, o alargando.
— Eu sou louco por você. — Louis sussurrou, estocando de forma bruta e necessitada. Desesperado. Ele precisava disso. Ela precisa disso. Ambos precisavam um do outro, e era literalmente a melhor sensação do mundo. — Porra, porra. — ele alarmou, quando a bocetinha de Harry tentou expulsá-lo de dentro dela, e então, ela começou a gozar no seu pau. — Tão fodidamente bonita. Minha princesa.
— Lou, Lou! — ela mordeu os lábios, o olhando por cima do ombro. — Papai! Eu v-vou… Merda! — Louis enfiou dois dedos no cuzinho de Harry, e gozou dentro da sua xotinha pulsante, a deixando cheinha de si e do seu prazer.
Nesse momento, Harry começou a tremer desenfreadamente e os seus joelhos cederam no colchão. Ela revirou os olhos e fechou a mão na bucetinha machucada em formato de concha. Com Louis ainda a preenchendo e estocando contra o seu pontinho, ela começou a esguichar.
Molhou o colchão, a si própria e também molhou completamente o abdômen de Louis, e os olhos azuis do homem brilhavam. Obsessão.
Obsessão. Vício. Fascínio.
Harry tremia feito louca. Seu corpo parecia que iria convulsionar a qualquer instante, e seus olhos encaravam Louis de forma amedrontada.
Louis saiu de dentro de Harry e deitou na cama, encostando as costas na cabeceira. Ele trouxe Harry para o seu peito, tentando a acalmar.
— Consegue me ouvir, querida? — Harry soltou lamúrias desconexas, mas encarou as pupilas dilatadas de Louis. — O papai está aqui, doce. Eu não vou sair daqui.
Harry o abraçou forte. Ela não conseguia formular frase alguma, mas o seu peito parecia explodir, e ela queria muito falar. Muito.
— Obrigada por ser tão boa. Você é a melhor do mundo, bebê. Me faz muito feliz. — Louis passou o indicador na pontinha acentuada do narizinho de Harry, e ela fungou tímida. — O papai vai cuidar de você, amor. Todos os dias.
Oh, ela voltou pra casa.
𖠁
A manhã seguinte, foi um dos dias que Louis teve certeza que a sua vida valia a pena. Harry acordou ao seu lado, babando exageradamente no seu travesseiro, e era a única coisa que ele queria ver pelo resto da vida.
E eles tomaram banho juntos. Louis decidiu a roupa que Harry iria usar para a aula, e arrumou os seus cachos perfeitamente, os deixando definidos e bem arrumadinhos. Ela estava linda e alegre. Irradiava a luz que morava no seu corpo, sorrindo para o céu aberto.
E bem, era disso que Louis precisava.
Entretanto, infelizmente, Louis também tinha outras obrigações na sua vida corrida. Era por isso que ele estava no seu escritório agora, trabalhando, e dando um jeito em algumas documentações referente a reuniões pendentes.
Seria um dia corrido para todos.
Louis ligou na recepção, e quando Bryan o atendeu, Louis mandou com uma voz autoritária;
“Ligue na sala de John e diga que o mandei vir aqui, por gentileza.”
“Sim, senhor Tomlinson.”
Com isso, Louis desligou a ligação. Sentia-se ansioso.
Louis levantou-se da sua cadeira e começou a andar pelo seu escritório, com as mãos enfiadas no bolso. A grande janela de vidro dava uma bela vista de toda a cidade de Londres, e ele amava aquele lugar. Ficaria horas e horas com os seus olhos azuis presos na paisagem à sua frente.
Porém, uma batida tímida na porta soou nos seus ouvidos, interrompendo-o.
— Pode entrar. — reclamou.
E lá estava ele. John estava dentro do seu escritório.
Com toda a sua glória de homem másculo e assustador, em um terno caro azul marinho e os nós dos dedos ensanguentados que tentava a todo custo esconder dos olhos de gavião de Louis.
— Louis. — cumprimentou. Mas, Louis o olhou por cima do ombro com os olhos cerrados. — Perdão, Senhor Tomlinson.
Louis deu uma risada de nariz, finalmente virando-se para frente. Com toda paciência do mundo, caminhou devagar e com passos decididos até John, e parou na sua frente, o analisando dos pés à cabeça.
Tirou um cigarro de maconha do bolso, e logo em seguida, puxou o isqueiro. O acendeu devagar e tragou a fumaça, soprando no rosto de John.
— Está com calor? — Louis perguntou, ainda o analisando atentamente. John apenas negou com a cabeça. — Está suando.
— Nervoso, apenas. — o homem respondeu, não se deixando intimidar.
— Entendi. — Louis virou de costas, caminhando até a sua mesa e se sentando na cadeira novamente. — Eu também estou bem nervoso, John. Bastante mesmo.
— É mesmo, Louis? — perguntou de maneira cínica.
Louis sorriu e afastou as pernas. Seria divertido. — Uhum. — afirmou, indicando com a cabeça para que John sentasse na cadeira à frente. — Como anda a minha menina, hm?
John ajeitou o paletó no corpo e limpou a garganta, sentando-se na cadeira na frente da mesa de Louis. — Ela… Bom, ela está ótima.
— Bom. Muito bom. — Louis girou na cadeira, parecendo despreocupado. A droga fazia efeito no seu corpo devagar, o deixando em êxtase. Chapado. — Para você, não pra mim. Até porque, é só por isso que você ainda está vivo, sim? — Louis perguntou de forma retórica, apontando para John com o baseado preso entre os dedos. — Para a segurança da minha menininha.
— Onde quer chegar, Louis? — John perguntou, querendo acabar com aquele assunto de uma vez por todas. — Preciso trabalhar.
— Você ainda não perguntou o motivo da minha irritação. — Louis questionou com uma falsa chateação. — Desde quando você é tão mal educado? — um biquinho cresceu nos seus lábios quando ele negou com a cabeça.
— Desculpe-me. — John abaixou a cabeça covardemente, e Louis quis rir da posição ridícula do homem. — O que o irrita tanto?
E então, Louis voltou a girar na sua cadeira acolchoada, fumando o seu baseado. — Imagine que você sabe de tudo, John. Que é a porra de um Deus. Que os seus olhos atentos estão em todo lugar e sabem de absolutamente tudo que acontece ao redor. — Louis fez uma longa pausa, virando-se para o homem à sua frente novamente. — Imaginou?
— Imaginei, senhor Tomlinson.
E com a resposta, Louis colocou os cotovelos em cima da mesa de vidro, encarando John fixamente. — Mas aí, John, acontece o inesperado. O papai idiota de alguém muito importante para você a maltrata, e por incrível que pareça, os seus olhos são incapazes de enxergar o que anda acontecendo.
— Louis.
— E aí, John… — Louis se levantou e rodeou a mesa, ficando atrás de John. Uma das suas mãos estavam enfiadas no bolso da calça social e a outra ainda segurava o cigarro de maconha. — E aí, você a encontra em uma estrada escura, em uma chuva infernal, às três horas da manhã. A mercê de todo mal da raça humana. Sozinha e desamparada. O motivo? O papai idiota dela queria se divertir um pouco. — Louis soprou uma última vez à fumaça do baseado, o apagando no cinzeiro em cima da sua mesa. — É por isso que fica dando socos na parede do meu prédio? Por ter deixado a minha menina sumir, e até agora não ter a encontrado? — Louis gargalhou. — Você é uma vergonha.
John enrijeceu.
— O que foi? Você queria descontar as suas frustrações em algo que é meu?
— Eu não fiz nada com ela. Harry está ótima.
Louis estalou a língua no céu da boca, fingindo estar pensativo. — É mesmo? Ela não me parece ótima.
— Sabe qual é a questão, Louis? — John se levantou de repente. — Você acha que-
— Shh. — Louis o interrompeu. — Você sabe qual é o diamante mais caro do mundo, John?
— Não sei, Louis. — o homem sorriu cínico.
— É o Williamson Pink Star. Ele é bem pequeno, e é rosa. O chamam de ‘diamante rosa’. Ele é pequeno, frágil e bonito. É absurdamente valioso. Parece alguém. — Louis enfiou as duas mãos no bolso. — Agora, eu vou te explicar a questão. Eu lhe entreguei o meu diamante rosa e mandei que você cuidasse dele e o protegesse com a porra da sua vida. — Louis se estressou, e uma veia cresceu no seu pescoço. — Você se lembra disso? — John abaixou a cabeça vergonhosamente, nao sabendo o que dizer. — Oh, claro que se lembra. Que merda eu te falei a cinco meses atrás?
John não respondeu.
E então, Louis puxou uma pistola do cós da calça e a pressionou na têmpora de John, o fazendo cambalear e segurar na mesa atrás de si. — Porra. Eu odeio repetir as minhas perguntas. — resmungou, estralando o pescoço. Louis engatilhou a arma. — Você quer que eu repita a pergunta, ou, você vai facilitar e apenas me responder?
— Disse que… Cacete. — John choramingou quando uma lágrima escorreu pela sua bochecha. — Que eu iria desejar não ter n-nascido se encostasse nela.
— Eu sou um homem de palavra, John. — Louis voltou a guardar a pistola no mesmo lugar. — Sabe o que vai te acontecer, hm? — perguntou de forma retórica. Sua postura era inabalável. — Eu irei te pendurar pelo pescoço em uma corda feita de aço, não muito apertada para que não morra asfixiado e dilacerar cada centímetro da sua pele. Vou arrancar a porra dos seus órgãos com as minhas próprias mãos e os colocarei diante de seus olhos, e aí, John, você vai sentir exatamente a dor que me causou a maltratando. — John prendeu a respiração, encarando Louis com ódio nas orbes. — Depois, eu vou cortar a sua garganta tão fundo que sua cabeça vai desgrudar do corpo. Não vai sobrar absolutamente nada de você. Marta vai ter que sair procurando por partes do seu corpo para um funeral decente. — Louis gargalhou, jogando a cabeça para trás. — Já imaginou?
— Você é louco, Louis. Completamente insano. — John limpou a lágrima que escorria da sua bochecha com as costas da mão. Sua expressão poderia ser assustadora. — Sabe o que te causa mais raiva? O fato de eu não ter te obedecido. De ter ido contra a porra das suas leis. — Louis empinou o nariz. — Você e eu sabemos que não se importa com Harry. A quem você quer enganar, Tomlinson? Você é incapaz de se importar com outra pessoa além de si mesmo. Está com saudade de usar o corpo daquela inútil, não é? De ter alguém tão devota a você e a tudo que você faz.
— Você não sabe que merda está falando. — Louis falou baixo com a respiração engatada.
— Oh, eu sei, sim. Me tortura, Louis. Faz exatamente o que disse. A dor que vou sentir não é maior do que a que eu sei que está sentindo agora por não amá-la da forma que ela merece. Você não vai conseguir ser melhor pra ela. Talvez, seja pior do que eu consegui ser. —
John chorou novamente, mas dessa vez, envergonhado. — Eu sei que dói, Louis. Sei porque eu estou tentando amar a minha filha desde que Anne foi embora. Você e eu sabemos que ela é uma garota incrível. É adorável. É inteligente e educada. Você sabe, não sabe?
Louis derramou uma lágrima fina. Agarrou o colarinho de John pressionou a pistola ainda mais na cabeça de John, deixando uma marca do cano. — Eu vou estourar a porra da sua cabeça!
— Sim, você sabe. — John sorriu de canto. — Estamos matando uma menina inocente. Somos pessoas horríveis, Tomlinson. Você e eu.
No momento que as palavras doídas pararam de sair da boca de John, Louis pode sentir perfeitamente o momento em que todas elas o atingiram como flechas. Todas elas com veneno nas pontas. E então, a dura realidade o atingiu rápido como a luz. A ficha foi caindo bem diante dos seus olhos.
E pela primeira vez, Louis queria ser cego.
Porra, ele sabia que John estava certo. Ele sempre, sempre soube. E essa parte doía no fundo da sua alma. Ele sentia que ela ardia como fogo, espalhando-se por todo o seu corpo e incendiando absolutamente tudo, sendo finalmente condenada por ser tão impura e maldosa.
Como ele poderia não se importar? Ser tão doente e cruel ao ponto de, simplesmente, não se importar? Como era possível não amá-la, cacete?
Harry é inexplicável. Ela parece ser de outro mundo. É tão pura e doce, tão, tão amável. Ela sorri e apenas ilumina tudo. Era impossível olhar para aquela garota e não a querer pelo resto da vida. Impossível para qualquer outra pessoa, para Louis, não.
Por mais que ele quisesse, por mais que todos quisessem, ele não a amava.
Essa merda doía.
349 notes · View notes
triste-pensante · 23 days
Text
No estamos hechos para amar ni ser amados. Nosotros los humanos de baja categoría tenemos una misión en esta vida: encontrarnos a nosotros mismos y ver la realidad con ojos de extrema lucidez. 
29 notes · View notes
jorgema · 7 months
Text
Rasgando el velo de la irrealidad: Susurros en verso para una musa desconocida
~
Dulce musa desconocida, dulce ninfa que se oculta tras los suspiros en verso. Tú que llegas en sueños y haces estremecer el alma con tu etérea presencia, provocando un torbellino de sentimientos con tu sublime esencia. A ti, y solo a ti, necesito dedicarte mi prosa en esta lejana noche, pues de manera inesperada, haces que mi vida dé tres giros en dirección a una hermosa sorpresa, una que me cautiva y me llena de ti. Dulce musa desconocida, dulce ángel que ha descendido del cielo para sorprender al destino mientras creas poemas con cada parpadeo. Tú llegas sin previo aviso, pero justo a tiempo, desvelando y rasgando el velo de la irrealidad, convirtiendo mil versos de sueño en una verdad tangible. A ti, y solo a ti, dedico este presente literario, que desesperadamente y con extrema locura racional, intenta abrazarte a la distancia mientras suspiro por un baile con aroma a té y café. Dulce musa desconocida, dulce poetisa y escribana divina, que con una hermosa marca en tu piel, sella sin temor al tiempo ni a la verdad, tu infinita belleza natural y tu unicidad fantástica en este paraje concreto que llamamos realidad. A ti, y solo a ti, escribo este poema mortal que no hace justicia a lo increíblemente bella que eres, pero que busca tu agrado y anhela tu abrazo.   Así que, por favor, al terminar de leerlo, vuelve a leerlo despacio, como si fuese un susurro en tu oído y recordando que quiero provocar escalofríos en tu piel mientras busco abrazar tu mente, verso a verso.
— Confesión Poética 44 || @jorgema (Cartas a una hermosa desconocida)
63 notes · View notes
manvlqa · 16 days
Text
Vejez adolescente.
La vejez, esa maduración tan extrema que directamente todo nuestro organismo decae, se resigna al contralor del tiempo, a no querer más crecer, a simplemente dejarse llevar. Y si por lo menos pudiera tener oportunidad contigo de solo envejecer a tu lado mientras tomo de tu mano. Y si por lo menos contigo te viera otra vez, hasta quedarme inerte contigo mirándote a los ojos. Si tan solo te viera, si tan solo viera tus ojos, si tan solo pudiera verte, si tan solo verte, si tan solo verte una vez más. No entiendo de la razón tan enorme de querer verte, no la entiendo; mi vehemencia converge en quererte encontrar. Si en algún momento del tiempo te viese, espero por lo menos ver los matices de tus ojos, espero que estés en soledad, aislada, viéndote, viendo tú el celular. En ese lugar del bus, en la espera, entrando, viéndote, sentándote, y yo, yo sin decir nada, viéndote, apreciándote; quedaría enmudecido todo el viaje hasta la terminal sin decir nada. Después de eso, conectar nuestras miradas, convergiendo en la sorpresa misma y en el enaltecimiento de emociones, donde no nos podamos ver directos a la cara, donde tú y yo compartamos asiento para la vuelta a casa. Diciendo mil cosas de nosotros, de que la vida nos trata mal, de nuestras mil relaciones que dejamos atrás, de nuestras mil miradas que se quieren encontrar, diciendo más de una vez para salir a otro lugar, diciéndonos mil veces en la subyacente hablar que nos extrañamos, pero no lo sabemos expresar. Y en el frío mismo, compartamos de nuestro cuerpo, tomando de nuestras manos, estribando nuestras cabezas después de un día largo de trabajo, reflejando nuestros pasados recuerdos tan vividos en esto, recorriendo recuerdos de lo que antes éramos; simples adolescentes que se intentaron amar, pero no lo lograron. Llegando al paradero, sorprendiéndonos que el tiempo pasó muy rápido, que nos interesa tanto uno del otro, que tiene miedo de que se pierda en el camino lleno de saqueadores, que uno dice que le acompaña, que los dos mismos se acompañan. Tomándose de la mano hasta llegar, que sin querer se evocaron de mil cosas, que concluyeron de todo, qué amor es lo que nunca se fue, que mil miradas hubo, pero que solo la primera bastó para que converjan en lo mismo. Sus manos cálidas compartían latidos. En el camino divergente, llegaron, llegaron a su destino, no sabían cómo despedirse, la otra tomó de su corazón y de su impulso y lo invadió en todo su ser, expresándolo y llevándolo a lo tangible, besándose a uno al otro, en esa noche desolada; en las que carros no existía, nadie existía, solo ellos dos, con la luz exigua que pintaba muy bien el lugar, que solo ellos dos componían el lugar. Él otro tomó de su corazón y de ella, agarró de todo su cuerpo y la abrazó, tomó de su cara, tomó de su aliento, tomó de su alma que amor siempre estuvo, que nunca supo cómo olvidarse de ella, qué momento propicio siempre esperó para saber si ella le extrañaba; pero parecía que el momento nunca llegaba, reprimiendo sus emociones, reprimiendo todo de él llenándolo en relaciones banales, en besos inocuos, en miradas desteñidas; no llenaba ese vacío que ella dejó en él. Y de tanto expresar, lloraron, lloraron y se tomaron de la mano; hablando y recordando, se pidieron disculpas, hablando de sus errores y sus faltas; esos dos se perdonaron. Si tan solo verte, sin tan solo verte otra vez, nada de esto escribiría, nada de mis emociones volarían tanto, qué escenarios crean, como si de un viejo recordando su adolescencia se tratase; pero no lo soy, solo soy un triste escritor.
25 notes · View notes
cuidemonos-juntos · 7 months
Text
Trastorno de síntomas somáticos
Tumblr media
El trastorno de síntomas somáticos (TSS) se presenta cuando una persona siente una ansiedad extrema exagerada a causa de síntomas físicos. La persona tiene pensamientos, sensaciones y comportamientos tan intensos relacionados con los síntomas que siente que no puede hacer algunas de las actividades de su vida diaria. Ellos pueden creer que los padecimientos médicos cotidianos son mortales. Esta ansiedad puede no mejorar a pesar de los resultados normales del examen y de la reconfirmación del proveedor de atención médica. Una persona con TSS no finge sus síntomas. El dolor y los demás problemas son reales. Pueden ser provocados por un padecimiento de salud. A menudo, no se puede encontrar una causa física. Sin embargo, el problema principal es la reacción extrema y los comportamientos relacionados con los síntomas.
Causas
El TSS generalmente comienza antes de los 30 años. Se presenta más frecuentemente en las mujeres que en los hombres. No está claro por qué algunas personas presentan esta afección. Ciertos factores pueden estar involucrados:
Tener perspectivas negativas
Ser más sensible física y emocionalmente al dolor y otras sensaciones
Antecedentes familiares o educación
Genética
Síntomas principal del TSS
es la manera en la que una persona se siente y se comporta en respuesta a estas sensaciones físicas. Estas reacciones deben persistir por 6 meses o más. Una persona con este trastorno puede:
Sentir ansiedad extrema con respecto a los síntomas
Sentir preocupación por que los síntomas ligeros sean una señal de una enfermedad grave
Acudir al proveedor para realizarse múltiples pruebas y procedimientos, pero no creer en los resultados si son normales
Sentir que el proveedor no toma sus síntomas con la seriedad suficiente o no ha hecho un buen trabajo para tratar el problema
Pasar demasiado tiempo y energía lidiando con inquietudes médicas
Tener problemas para funcionar debido a sus pensamientos, sentimientos y comportamientos sobre los síntomas
59 notes · View notes
jartitameteneis · 8 days
Text
Tumblr media
¿Qué existe en las películas para adultos, pero no en la vida real?
1-El porno es una fantasía erótica destinada principalmente a los hombres. Mujeres exuberantes con implantes o con buenos atributos físicos.
Hombres con penes más grandes que la media que al final del día son solamente instrumentos. Esto se lo escuché a un productor de este tipo de videos, el hombre es un mero instrumento.
Sexo interminable por una extrema cantidad de tiempo, creando una sensación de que el hombre debe durar sesiones interminables cuando en la realidad no es así.
Sexo sin amor? Se da mucho en nuestra sociedad desde luego, pero al menos es raro que una mujer vaya contigo a la cama de buenas a primeras sin al menos tener un grado de confianza. Las porno van a lo que van no pretenden ser una película romántica con sexo. Es sexo sin afinidad alguna.
El porno es una industria que busca complacer diferentes gustos y fantasías sexuales de los hombres. Cierto hay mujeres que las ven pero no son la mayoría ni la audiencia principal.
No quiero sonar puritano pero el porno al final es una parodia del sexo real.
No hay motivos ni nada, solo ir a tener relaciones sexuales y cuando las ves se nota que no son reales.
Las mujeres no te van a aceptar en su mayoría tríos, maltrato verbal o físico, eyaculaciones en la cara, doble penetración o sexo anal, ni tampoco que las sometas o le agarres el cabello como si fuera la crin de una yegua.
Las actrices porno lo han manifestado, ella hacen eso por dinero y algunas rechazan algunas peticiones en videos porno como el sexo anal o relaciones con mujeres.
Al final del día el porno es dinero y las relaciones reales tienen otro tipo de complementos.
18 notes · View notes
elbiotipo · 9 months
Note
Hola bio, hace año y medio que dirijo una campaña de rol. La campaña gira alrededor de un valle que nunca ve la luz del sol, está siempre nublado básicamente.
Quería saber que tanto afectaría al ecosistema del valle nunca recibir luz solar directa.
Este es un ask interesante, porque hay muchos lugares del mundo que son similares. Lo primero que se me vino a la mente son las Montañas Khasi en la India y los bosques del sur de Chile, considerados los lugares más lluviosos del mundo:
Tumblr media Tumblr media
Pero no son los lugares más NUBLADOS del mundo, por ejemplo, la lluvia en las montañas Khasi es por el monzón, así que hay estaciones donde no hay tanta lluvia. Los lugares más nublados del mundo son en particular, las selvas ecuatoriales... pero más específicamente, los bosques nubosos..., como las Yungas en Argentina y Bolivia, y la selva del Pacífico en Colombia con lugares de 98% de nubosidad, o sea, 98% del año nublado.
Como verás, las plantas crecen de todas formas en todos estos lugares. Resulta ser que las plantas se adaptan bastante bien a la sombra; es más, en esos ambientes, compiten fieramente por la luz, creciendo lo más rápido posible, trepando sobre otras plantas o estrangulándolas (hay una secuencia muy interesante de esto en el documental Planeta Tierra), mientras que otras se adaptan adquiriendo pigmentos más oscuros o cromoplastos (o sea, colores que ayudan a absorber más luz) que pueden cambiar con las estaciones o la luz, estructuras iridiscentes, y cabe destacar que muchas plantas carnívoras son de sombra. Estas adaptaciones en biología las vi como adaptaciones "umbrófilas" (amantes de las tormentas), pero en inglés son "sciophilous" (amantes de la sombra), y me cuesta bastante encontrar más de ellas; aparentemente están poco estudiadas; por ejemplo, se desconoce por qué algunas son iridiscentes. Podés leer más acá, pero me sorprende la poca información que hay sobre ellas más allá de la jardinería (porque las plantas "de sombra" son muy populares.
En cuanto a los animales, se adaptan bastante bien a la vida nocturna, así que la vida en esos lugares nublados no sería mucho problema. Un animal que parece perfectamente adaptado a estos ambientes es el Margay, un felino chiquito, camuflado, y con ojos ENORMES. La diversidad de animales y plantas en los bosques nubosos es tremenda, desde orquídeas a ranas dardo a helechos a quien sabe cuantos otros bichos. Me imagino que un lugar donde la nubosidad sea permanente, las adaptaciones serían más extremas, pero no muy diferentes a lo que podés encontrar, realmente, solamente con ver la fauna de las Yungas podés imaginar un montón de criaturas.
Eso por supuesto en zonas tropicales y ecuatoriales donde HAY luz solar, incluso si hay nubes. En zonas templadas y árticas es otra historia. Ahí la falta de plantas y animales es por la baja temperatura y la longitud del día, más que por la la nubosidad. Hay determinadas latitudes y altitudes (variables) donde los árboles y arbustos simplemente no pueden crecer, y lo único que encontrás son pastos, líquenes, musgos y plantas similares. En parte esto es también un poco por la actividad humana, si no hubiese tantos pastores alpinos es muy probable que habría más bosques alpinos. Pero en lugares como en las Islas Faroe, otro de los lugares más lluviosos y nublados del mundo, vas a ver que solamente existen ese tipo de plantas, y la vida animal está limitada en su mayoría a aves y animales marinos, porque las islas no pueden mantener animales grandes (excepto las ovejas introducidas)
En los valles montañosos también hay un fenómeno muy interesante y relevante llamado "umbría" y "solana", donde las laderas que dan al sur o al norte (depende del hemisferio) tienen más o menos luz solar. Entonces, algunas laderas serán más frías y conservarán nieve que otras que son más soleadas. Algunos pueblos en los Alpes, por ejemplo, tienen muchas menos horas de día porque el sol prácticamente no sale, se esconde rápido por las montañas.
Ahora, estoy asumiendo un ambiente donde pese a estar nublado todo el tiempo, el sol ESTÁ de fondo. Si asumimos algo más mágico como una noche eterna, ya estaríamos hablando de algo más similar a los ambientes de cuevas o las chimeneas abisales. Ahí los animales son ciegos y se mueven lo menos posible (como los proteos que se mueven solamente para comer y reproducirse cada década) y la energía en el ecosistema es tan baja que es dificíl pensar en como seres humanos podrían vivir ahí. Los animales tan energéticos como los murciélagos, por supuesto, viven en cuevas e incluso aportan energía en forma de guano pero consiguen su alimento (insectos, polen, fruta, sangre...) de otras partes. Ahí podría haber algo curioso, animales que usen los valles nubosos de refugio pero consigan su alimento en otras partes. Uno podría también imaginar enormes hongos bioluminiscentes que reemplazen a las plantas en la cadena trófica, aunque los recursos para que ellos crezcan en tal magnitud también tienen que salir de alguna parte. Pero en general, los lugares oscuros (estoy hablando de NADA de luz) tienden a tener ecosistemas lentos y conservando energía.
En cuanto a los efectos de todo esto en los seres humanos, supuestamente la lluvia y el clima nublado se ha relacionado a la depresión "estacional" aunque yo no estoy tan convencido. La falta de luz en el círculo polar ártico sí se ha relacionado con una mayor tasa de suicidios y depresión, aunque tampoco sabría decir si eso no es por la soledad o por el hecho de que los suecos no comparten la comida. Pero ya te di ideas para el ambiente, la cultura sale de eso.
63 notes · View notes
caostalgia · 1 year
Text
Cuando asumes y presumes que TODO en esta vida es personal, demuestras tu egocentrismo, amor. Los eventos al azar no requieren tu interpretación y tampoco corresponden a ofensas directas que no poseen desvíos ni errores.
"Te perturbo" señalas en una frase lapidaria, fría y contundente que no explica nada más. Vaya sorpresa y desilusión encontrarme con un interlocutor que posee tres años de edad mental que no se plantea argumentos y menos aún, los expone.
Yo respeto tus reacciones desbordadas, desmesuradas y fuera de contexto. Me las banco. Pero no esperes que me zampe que se deben a tu don de sensibilidad extrema: eres infantil y ciertamente...
Me tienes harta, precioso.
-Cinthyacabalga
275 notes · View notes
bzmbshellarch · 4 months
Text
Tumblr media
੭       ˙ ˖ ⠀  ╱       𝐋𝐈𝐆𝐇𝐓𝐒 ,  𝑐𝑎𝑚𝑒𝑟𝑎 ,  𝐚𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧  !
                filled  with  𝑷𝑶𝑰𝑺𝑶𝑵                                   but  𝑏𝑙𝑒𝑠𝑠𝑒𝑑  with  𝐛𝐞𝐚𝐮𝐭𝐲 .
 * 𝐩𝐢𝐧𝐭𝐞𝐫𝐞𝐬𝐭 . * 𝐜𝐨𝐧𝐧𝐞𝐜𝐭𝐢𝐨𝐧𝐬 .   * 𝐞𝐱𝐭𝐫𝐚𝐬 .  
𝚘𝚗𝚎     ,          ↬       𝚋𝚊𝚜𝚒𝚌𝚜   !
nome  completo     :       alyssa  sinclair    . idade     :    25  anos   . data  de  nascimento     :     doze  de  dezembro   .     local  de  nascimento     :     las vegas     . signo  do  zodíaco     :     sagitário    . identidade  de  gênero  e  pronomes     :     mulher  cisgênero ,   ela / dela   . orientação  sexual     :     bissexual     .     chalé     :    12  / dionísio     .       habilidades     :    vigor sobre-humano e agilidade sobre-humana    .   .      atividades     :    membro da equipe azul de queimada e membro da equipe azul de escalada    .      traços  da  personalidade     :   qualidades  ↬  autêntica ,  comunicativa  e  criativa  ;   defeitos  ↬  indiscreta ,  inconstante  e  autoritária    .    
está há 12 anos no acampamento , no nível iii .
𝚝𝚠𝚘     ,          ↬       𝚊𝚋𝚘𝚞𝚝  !
  𝒐𝒏𝒄𝒆  𝒖𝒑𝒐𝒏  𝒂  𝒕𝒊𝒎𝒆 ⠀ :⠀       Entre as luzes hipnotizantes de Las Vegas, nasceram as gêmeas Alyssa e Sierra, fusão entre o divino e o terreno. A vida de Erin começou na Austrália, mas a busca pelo sonho americano a levou para os Estados Unidos, onde, infelizmente, as promessas de uma vida melhor pareciam cada vez mais distantes. Em busca de meios de subsistência, encontrou-se em uma inusitada ocupação como acompanhante de um apostador profissional em Las Vegas. Embora as circunstâncias que a levaram a esse caminho sejam difusas em sua memória, o dinheiro que ganhava oferecia uma sensação de estabilidade em meio à incerteza de sua vida. No entanto, a frequente presença de Erin nos cassinos despertou seu interesse pelo mundo dos jogos de azar e das festas. Ela se viu cada vez mais atraída pelo estilo de vida, e suas visitas aos cassinos se tornaram cada vez mais constantes. Em uma das noites de aposta e adrenalina, o destino de Erin se entrelaçou de maneira surpreendente com o de Dionísio, o deus das festas, vinho e êxtase. O encontro casual entre os dois, marcado por interesses em comum, rapidamente se transformou em um romance arrebatador e intenso. Foi nesse momento de paixão desenfreada que uma gravidez inesperada surgiu, trazendo consigo um presente divino em dose dupla, as gêmeas Alyssa e Sierra. No entanto, quando a notícia foi dada, uma sombra de preocupação se abateu sobre Dionísio. Apesar da intensidade do amor que compartilhavam, a responsabilidade divina e as ameaças potenciais à segurança das gêmeas tornaram a separação inevitável. Erin, mesmo desapontada, compreendeu a magnitude das palavras de Dionísio e aceitou a difícil decisão.
Erin, zelosa e atenta, guardou com extrema cautela o segredo de sua herança divina. Compreendendo que a revelação da verdadeira natureza de Alyssa e Sierra poderia atrair monstros e perigos inimagináveis, Erin optou por manter esse aspecto de suas filhas oculto, sacrificando sua própria paz para protegê-las. Mesmo com a falta de uma figura paterna, Alyssa teve uma boa infância, incrível se você for comparar com a das outras crianças da região. Criada por uma mãe solteira, Erin, cuja vida amorosa era tão efêmera quanto suas escolhas de coquetéis, não permitiu que essa peculiaridade afetasse a relação próxima que tinha com sua filha. Alyssa, por sua vez, enxergava além desses detalhes, reconhecendo o valor da educação e dos ensinamentos fundamentais que a mãe lhe proporcionava. No entanto, a vida escolar de Alyssa revelou-se um campo de desafios. Alvo de provocações incessantes e marginalização por parte de um grupo de líderes de torcida, ela enfrentou uma jornada acadêmica mais árdua do que muitos de seus colegas. O ápice desses tormentos ocorreu durante uma apresentação escolar, onde Alyssa, em um momento de intensas emoções, manifestou pela primeira vez seu poder divino de indução à insanidade. Incapaz de controlar as correntes de emoção que fluíam dentro dela, uma das líderes de torcida, inadvertidamente, caiu do topo da pirâmide e quebrou a perna. Alyssa, totalmente inconsciente de sua herança divina, interpretou o incidente como um simples erro de coreografia.
Apesar do acidente, Alyssa revelou desde cedo um espírito aventureiro. Seus dias eram dedicados a explorar os labirintos cintilantes dos cassinos de Las Vegas, enquanto sua mãe, Erin, desempenhava seu trabalho nas mesas de jogo. Fascinada pelas luzes brilhantes, os sons hipnotizantes e a agitação constante da cidade, ela desenvolveu um amor natural pela vida noturna. No entanto, as circunstâncias predeterminadas da vida de Alyssa logo a lembraram de que as estrelas que brilham mais intensamente muitas vezes queimam mais rápido. A vida de Alyssa deu uma reviravolta devastadora com a revelação do grave acidente de carro que deixou sua mãe em estado crítico e sua irmã com a perna amputada. O impacto foi avassalador, deixando Alyssa atordoada e desamparada diante do inesperado fardo que estava prestes a carregar. O diagnóstico médico era incerto, dado a limitada acessibilidade ao sistema de saúde do país, mas uma certeza se impôs: Erin enfrentaria um destino precoce. O acidente causara danos irreversíveis ao seu sistema nervoso, resultando em uma paralisia motora progressiva. Enquanto isso, Sierra lidava com a amputação de sua perna, embarcando em uma jornada de reabilitação desafiadora. Alyssa, com apenas treze anos de idade, viu-se encarregada não apenas do cuidado de sua mãe, mas também de sua irmã gêmea, precisando assumir o papel de guardiã e pilar de apoio em um momento de extrema adversidade.
À medida que os dias se arrastavam e a condição da mãe se deteriorava, uma noite sombria trouxe a verdade há muito tempo escondida. Antes de partir, Erin sussurrou às filhas os segredos que as envolviam, revelando a identidade de um pai divino e a herança que as duas carregavam. O impacto dessas palavras ecoou na mente da Sinclair como um trovão, preenchendo-a com uma mistura de choque, curiosidade e uma inquietante sensação de destino. Erin, em seus últimos suspiros, finalmente abriu as portas para o mundo misterioso e extraordinário que estava destinado a ser das gêmeas Sinclair. Após a morte de sua mãe, a vulnerabilidade de Alyssa e Sierra perante os monstros do mundo mitológico se tornou uma preocupação crescente. Sem a proteção de Erin e com sua herança divina agora conhecida, as duas se tornaram um alvo mais fácil para criaturas que desejavam capturá-las ou prejudicá-las. Foi nesse momento crítico que Dionísio, seu pai divino, percebeu que a segurança das filhas estava em risco. Em uma intervenção providencial, Dionísio enviou um sátiro para guiá-las até o Acampamento Meio-Sangue, um refúgio secreto para semideuses como elas. A princípio, a transição foi desafiadora, mas Alyssa mostrou-se aberta às mudanças, canalizando suas habilidades divinas e sua natureza curiosa para se destacar nas atividades do acampamento, principalmente as que visavam preparar semideuses para possíveis missões. Como se buscasse redenção por não ter conseguido salvar a vida da mãe, Alyssa empenhou-se intensamente em treinamentos de combate, estratégia e aprimoramento de seus poderes divinos.
𝚝𝚑𝚛𝚎𝚎     ,          ↬       𝚙𝚘𝚠𝚎𝚛  !
𝒊𝒏𝒅𝒖𝒄̧𝒂̃𝒐  𝒅𝒆  𝒊𝒏𝒔𝒂𝒏𝒊𝒅𝒂𝒅𝒆  :  Alyssa é dotada da habilidade de criar, controlar e manipular a insanidade das pessoas. Essa condição pode se manifestar de diversas formas, desde delírios extremos até a completa desconexão com o mundo ao seu redor. Algumas vítimas podem tornar-se paranoicas, constantemente atormentadas por pensamentos irracionais e medos incontroláveis. Outras podem adotar comportamentos catatônicos, imersas em um estado de imobilidade e apatia. Há também o risco de as vítimas se tornarem hostis, agindo de maneiras perigosas e descontroladas. Uma faceta única de sua habilidade é a capacidade de restaurar a sanidade das vítimas após o uso de seus poderes ou de outros fatores. Para se proteger contra influências mentais adversas, Alyssa possui a capacidade de criar um escudo mental, uma barreira psíquica que a resguarda contra ataques mentais externos. Entretanto, a imprevisibilidade das reações das vítimas e os riscos associados ao desencadeamento da loucura tornam sua habilidade notoriamente difícil de ser controlada. Alyssa precisa enfrentar a tentação de ser consumida pela própria loucura que manipula, tornando-se vulnerável a efeitos colaterais inesperados que podem afetar não apenas suas vítimas, mas também ela própria.
𝚏𝚘𝚞𝚛    ,          ↬       𝚠𝚎𝚊𝚙𝚘𝚗  !
Alyssa carrega consigo uma arma única, apelidada carinhosamente como "Espada da Insanidade". Sua lâmina, feita de um metal prateado e reluzente, exala uma aura mística. A empunhadura é uma obra-prima esculpida, exibindo um padrão intrincado de flores de lótus que se estendem ao longo dela. A lâmina da espada não é apenas uma ferramenta afiada, mas também uma fonte de poder peculiar. Quando entra em contato com um oponente, libera instantaneamente o delicado e cativante aroma da flor de lótus. No entanto, essa fragrância sutil não é apenas um perfume agradável. Em vez disso, desencadeia um efeito perturbador, mergulhando o oponente em uma insanidade temporária. A vítima, envolta no aroma hipnotizante, experimenta alucinações vívidas e uma confusão mental avassaladora. O impacto resultante é a perda temporária do foco e da capacidade de tomar decisões claras. A Espada da Insanidade não apenas corta fisicamente, mas também tece um véu de confusão psicológica ao seu redor, tornando-a uma arma formidável em combate.
23 notes · View notes
lyricthecat-12 · 3 months
Text
¿Porqué Dolph Laserhawk, es un gran personaje?
La semana que viene al fin se publicará la novela precuela de Captain Laserhawk “Crushing Love”, en donde se ahondará en el pasado de Dolph y su relación con Alex, y para explicar por qué me emociona tanto quisiera hacer un repaso de todo lo que sabemos y podemos suponer sobre él.
En primera, aclaró que no tomare en cuenta nada de lo dicho en el documental mostrado en el Cap 1, por el simple y llano hecho de haber sido producido por EDEN, quiénes obviamente habrán exagerado o inventado datos para hacer ver a Dolph como un psicópata sombrío y sin sentimientos
Por lo que me basare únicamente en lo mostrado a lo largo de la serie, el libro del arte y los adelantos de la precuela, para corroborar los hechos y algunas suposiciones:
El Pasado de Dolph
Dolph siempre estuvo solo. Desde que era un niño de 4 años fue entrenado y adiestrado única y exclusivamente para ser un soldado implacable y mortífero, en un mundo donde las mentiras, las traiciones y la violencia están a la orden del día.
No es descabellado pensar que durante gran parte de este tiempo Dolph, al igual que Rayman, creyó ciegamente en la idea de que estaba aportando a una causa próspera y benigna. Sin embargo, todo eso cambió tras ser sometido, sin su consentimiento, a una serie de pruebas de cibernética experimental, las cuales en su descripción oficial se nos deja implícito que le incomodan.
Tumblr media
Sería tras esto que finalmente vería la verdad tras el gobierno que “lo salvó” y de forma obviamente improvisada, trato de escapar de él, lo que le llevó a vagar por las calles, sin rumbo o tan siquiera saber cosas básicas como el funcionamiento del dinero. No sabemos con exactitud cuánto fue pero por el estado deplorable en el que lo vemos en el flashback del Cap 2, bien pudieron ser varias semanas tratando de sobrevivir a duras penas.
Hasta que se topó con Alex, la primera persona que le mostró algo de amabilidad y preocupación genuina en ese tiempo, o hasta me atrevería a decir, en su vida. De ahí, no sabemos cómo fue que se enamoraron, pero es a partir de aquí donde más podemos ver que esa imagen que EDEN nos vendió,
Es mentira.
Dolph no es ningún psicópata que solo piensa en si mismo y busca hacer arder a EDEN. Todo lo contrario, a lo largo de la serie podemos ver como Dolph en realidad se preocupa genuinamente por otros, se siente culpable cuando no puede ayudar a sus compañeros y como todo lo que busca es aquello que nunca pudo tener: una vida tranquila lejos del dolor, la traición y el odio y junto a quién parece ser, la única persona que llegó a conocerlo y amarlo pese a lo que es.
Dolph y Alex
He visto que muchos interpretan la relación de Dolph con Alex como una obsesión insana, con lo cual yo discrepo y para ello quisiera ahondar brevemente en la siguiente cuestión:
Como bien sabemos el amor es una emoción compleja y la forma en que reaccionamos a ella depende tanto de nuestro ambiente social, la experiencia previa y el que tan acostumbrados estamos las reacción química de nuestro cerebro ante los estímulos que nos genera.
Si eres una persona personal y socialmente estable, con buenas experiencias por detrás o acostumbrada a reacciones emocionales positivas, lo más seguro es que la reacción a la hora de asimilar y manejar el amor, sea amoroso o platónico, sea de forma más equilibrada.
Sin embargo, si ha crecido en un ambiente rígido, frío o directamente hostil, con constante control sobre sus acciones y pensamientos, con experiencias negativas e interacción social nula, ect... No es de sorprender que la reacción pueda ser más extrema e impactante. De aquí pueden salir muchas cosas; desde una obsesión debido a la necesidad interna de mantener y controlar aquello que nos aporta calidez, hasta la negación de sentimientos debido al miedo al dolor o a cómo estos pueden afectar a nuestro ambiente por no saber cómo procesar dichas sensaciones, pero a parte también es común que en estos casos el sujeto desarrolle cierta admiración por la otra persona debido a las emociones distintivas que provoca y a lo que según su perspectiva, esta representa
Ya sea establecido que Alex es el amor de la vida de Dolph pero a parte, en el libro de arte se dice explícitamente que Alex fue diseñado para ser todo lo opuesto, citó:
“Alex Taylor siempre tuvo la intención de ser el forajido más carismático, seductor y extravagante. Un bromista genial, ruidoso y encantador: lo opuesto a Dolph”
Y también se explica como era la dinámica de su relación, de la cuál destacó la siguiente línea:
“Estar con Alex ha desbloqueado sentimientos dentro de Dolph. En cierto sentido, la visión romantizada que Dolph tiene de Alex, es quién Dolph desearía ser”
No es descabellado pensar que Dolph tenga baja autoestima o directamente odio por sí mismo, tras años apoyando a un gobierno hipócrita que no repara en utilizarle a él u otros medios para herir, matar o manipular inocentes, por lo que debe tener algo de peso sobre su conciencia
Y ya pudimos ver a esa versión idealizada que tenía de Alex en el Cap 5, durante la simulación de Dolph se muestra a un Alex carismático, amigable y cariñoso pero además comprensivo y hasta altruista por una instancia.
Es por esto que digo que Alex fue la primera persona que genuinamente amo y fue amada por Dolph, porque más allá de solo quererlo, protegerlo y soñar con pasar el resto de su vida con él, el impacto y devoción por Alex le a llevado desear poder ser como ese hombre amoroso, abierto y comprensivo que creyó conocer, incluso tras traicionarlo.
(También como un dato extra y a parte:
En la secuencia de flashbacks que ocurre tras la revelación de Alex, vemos un recuerdo de ellos en la cama con Dolph acurrucado, casi cubriendo a Alex y en una posición doblada casi fetal
Podría ser solo una muestra de lo cercanos que eran, sin embargo, tras verla varias veces recordé las palabras que escuche de un psicoanalista, también amante de la animación hace años, acerca de las connotaciones de esta posición, asique por curiosidad decidí corroborarlo. Encontré varios datos sin relevancia pero llegados al apartado psicológico, se menciona acerca de que está postura representa Vulnerabilidad y Sensibilidad y que en ocasiones, las personas la adoptan por estar pasando por una situación de mucho estrés o ansiedad
En otros casos, puede representar una personalidad introvertida y retraída, como mecanismo interno de defensa debido al deseo de evadir el dolor emocional, mostrada sobre todo en las primeras interacciones. También se mencionaba que esta gente vive el amor con una mayor intensidad)
La Crisis de Dolph
Es de ahí que su traición tenga tal impacto en él, al punto de no poder evitar pensar en lo sucedido y en el por qué en los días siguientes. Sabiendo cómo fue educado, no es de sorprender que su respuesta inicial sea de ira absoluta y venganza. Pero como ya nos han dejado en claro muchos medios, la venganza es sólo una ilusión, una idea de satisfacción o justicia por el daño que nos han hecho pero que rara vez logra compensarlo o apaciguarlo y que incluso, puede dejarte más vacío y perdido que antes. Que es justo lo que pasa aquí
.
.
.
.
Desde el primer capítulo, se nos ha dicho una y otra vez que Dolph no le tiene miedo a morir, lo que al principio podría solo parecer la típica actitud “badass” de soldado duro e imbatible sin más. Eso transmite, hasta el final de capítulo 3 donde podemos ver explícitamente como trata de suicidarse, por que:
¿Qué le queda a Dolph a este punto?
Toda su vida vivió siguiendo órdenes y siendo tratado y usado como un arma para matar a “enemigos” que no eran suyos, para al final ser convertido en justo eso y sin retorno. Una vez huyó, quedó vagando por las calles sin hogar, contactos, provisiones o tan siquiera una forma real de escapar. Cuando finalmente pareció encontrar un rayo de esperanza, todo resultó ser otra mentira, la persona que más amaba lo utilizó y desecho sin mayor explicación que continuar con la misma lucha sin fin.
Y aunque logra sobrevivir, es nuevamente para ser la herramienta de otro funcionario hambriento de control y poder, y cuando logra culminar con su venganza, resulta que nada ha cambiado. Sigue atrapado en el mismo infierno, rodeado de mentiras y violencia, sólo y sin escapatoria.
Sin embargo, por suerte, no todo está perdido, lo que me lleva directamente a hablar de Bullfrog.
Dolph y Bullfrog
El único otro personaje que demuestra preocupación genuina por Dolph, como se muestra al inicio del Cap 3, y el único otro por el que Dolph muestra aprecio y preocupación, tal y como se ve tanto al final de Cap 5 y el Cap 6.
Por él, no sólo Dolph decide abandonar el falso paraíso en el que se había acomodado escenas atrás y se determina a volver al origen de sus problemas con la vaga esperanza de salvarlo, sino que además cuando finalmente estaba por morir, malherido, en ridícula desventaja y con un troyano deteriorando su cibernética, son sus palabras las que lo motivan a seguir luchando, pero más importante aún, a seguir viviendo.
En conclusión: Todos necesitamos de un Bullfrog en nuestra vida 🥹🐸💚💚⚔️
Pero también me emociona saber que será de Dolph Laserhawk por que su historia pinta no solo ser una trama clásica de volver a confiar en otros, sino también de superación personal, de construirse un futuro y batallar en contra de las injusticias y males de un mundo en ruinas para lograrlo 🦅💛
Y por las connotaciones al final, tengo la expectativa de que su relación con Bullfrog será un punto clave para él, o incluso para el desarrollo de ambos en general.
Es una pena pensar en lo mucho que se limitó el tiempo en pantalla de sus interacciones con Bullfrog o Alex, aunque eso es culpa de Netflix por limitar la cantidad de capítulos para esta 1°temporada. Asique solo queda esperar al 23 de enero para saber más de esta gran historia.
20 notes · View notes
mvnzr · 7 months
Text
“Palabras, palabras... El amor es otra cosa. Y no me importa que maltraten el mío ni que lo castiguen con la indiferencia más extrema. Yo sé que es real, yo sé que existe y me duele más que mi vida, o igual, porque es mi vida.”
— Diarios, Alejandra Pizarnik
51 notes · View notes