Tumgik
#smut español
7days · 4 months
Text
💭 — choi san x lectora femenina!
warning: contenido sexual explícito, creampie, demonio x humano.
1.2k
THE DEVIL IN I.
La sensación de intranquilidad le recorría el cuerpo, el cual estaba caliente y de alguna forma le dolía, su corazón iba bombeando tan rápido y sus piernas temblaban abiertas sólo dispuesta para el mayor que estaba entre medio de ellas devorandole el coño húmedo. La muchacha deslizó su mano de sus senos hasta los cabellos del ajenos sin saber quién era, sólo suponiendo que era un hombre por los gruñidos descomunales y los jadeos roncos, le desesperaba la idea de no poder verlo, de no tener la fuerza de abrir los ojos.
Adormecida jadeó aferrándose a las sábanas mientras escuchaba como el desconocido le hablaba con un tono tan sucio que sintió que iba a correrse por completo. Se removió en la cama en busca de más, jamás en su vida se había sentido tan complacida como en ese momento, desesperada por verlo habló entre sueños.
— por el amor de dios, quiero verte.— suplicó entre un sollozo alto y por obra de algún ser más allá de lo humano despertó.
Frente suyo había un hombre desnudo, piel morena, su cuerpo era tan perfecto, hombros anchos y cintura pequeña, su abdomen marcado, los muslos gruesos la hicieron gemir y aquél miembro erecto, largo y carnoso, la dejó sin aire, sintiendo su pecho subir y bajar, alterada. Quién era ese hombre, por qué estaba en su habitación y por sobre todo por qué estaba tocándole.
— ugh, ¿era necesario mencionar a ese hombre? —su voz resonó por la habitación mientras la miraba con atención alzando una ceja y ella juró derretirse ante los ojos rojizos que el alto poseía.
— ¿quién eres tú?¿p-por qué estás en mi habitación? ¿quién demonios eres? — alzó la voz agarrando las sábanas tratando de cubrirse el cuerpo desnudo con estas, estaba desesperada, sus piernas temblaban y su vagina palpitaba buscando nuevamente un toque de ese chico, quería que le tocara, la usara a su propio beneficio, comenzando a sospechar que él no era humano.
¡era imposible!, sus ojos llamativos, la voz ronca que tenía, hacía que prácticamente quisiera colocarse de rodillas frente a él, pidiéndole disculpas sin ningún motivo aparente.
— sé lo que estás pensando, que no soy humano y estás en lo correcto. Sin embargo, para tu mala fortuna, no puedo darte mucho más detalles, incluso es mejor que no sepas mucho de mi, te traería problemas y por lo que siempre veo de ti, eres sólo una chiquilla tan buena, moría de ganas que despertaras y pudieras verme.— mencionó nuevamente acomodando encima de la cama pero la menor trató de empujarlo con fuerza, fallando en el intento, relamió sus labios riendo por lo bajo y suspiró. —¿qué por qué tan asustada?, no estabas así cuando te estaba comiendo.
—¡eres un imbécil!, no sé qué eres, tampoco quiero saberlo, vete vete. — gritó con fuerza pero el hombre le cubrió la boca con su mano, provocando que la fémina quedara rendida ante el aroma tan llamativo que poseía. —¿qué… qué eres? Dime tu nombre.
— mi nombre es san, soy un demonio.— dijo alzando su mano acariciando su mejilla con delicadeza.
— estás loco.— susurró y san asintió con la cabeza susurrando sobre sus labios un “por ti, siempre lo he estado”.
La tomó de las mejillas acercándose a besarle los labios de forma intensa y profunda, su lengua dio paso a entrar a su cavidad bucal, y la mujer colocó sus manos sobre su pecho acariciandole de forma descarada pero aquello le dio indicio a san para quitar la sábana dejándola por al lado de la cama. Se colocó entre medio de sus piernas frotando su polla contra su intimidad, suspiró con pesadez sonriendo al escucharla jadear su nombre.
— justo así quería tenerte, nenita. — sonrió pasando su mano por entremedio de sus muslos, sus falanges separaron los labios menores de la chica tocando a su antojo su clítoris sensible, jadeos moviendo su cadera frotando su polla contra el muslo ajeno y finalmente metió dos de sus dedos en su interior, penetrándola con rapidez, una y otra vez, la miró atento robandole un nuevo beso en los labios y la chica agarró su miembro para masturbarle casi al mismo ritmo.— déjame hacer todo el trabajo, no te preocupes por mi.—
Ella asintió sin siquiera resistirse en lo absoluto, san se enfocó en darle placer con sus dedos, besándole el cuello, dejando alguno que otro chupetón en aquella zona, relamió sus labios metiendo un tercer dedo llenándola con total satisfacción. Bajó aquellos besos hasta los senos de la menor, tomando uno de sus pezones con su boca, lamiendo y mordió de manera lenta, tan atenta y caliente que ella gemía cada vez más fuerte, sin importarle el resto o que alguien pudiera ser testigo de aquél suceso.
— por favor, hazlo, quiero sentirte, te necesito dentro mío, ahora, san.— dijo con tono lastimero e incluso un poco chillón.
San jadeó asintiendo con la cabeza, tomó uno de sus muslos acariciandolos con delicadeza para poder tomar su miembro alineandolo en su vagina caliente, ambos se miraron atento, el uno al otro con deseo y total excitación, el mayor entró de una sola estocada dura y firme, sin importarle que la muchacha estuviera tan estrecha tomándole su polla. Escondió su rostro en el cuello de ella comenzando con embestidas rápidas y por sobre todo con una dirección en particular, buscando su punto sensible.
Sus manos recorrían con hambre el cuerpo, su pelvis chocaba violentamente contra las piernas de ella, sonriendo subió la mano por uno de sus senos apretandolo y pellizcando sus pezones rosados, su polla estaba siendo tan bien apretada que los jadeos era involuntarios y además su respiración se mantenía agitada, se inclinó para llevarse uno de los pezones a la boca succionando y lamiendo el alrededor de la aréola.
— Mgh, justo así, muñequita, sigue apretandome la polla duro, ¿si?, si tan solo pudieras apreciar lo caliente que te ves de ésta manera abierta solo para mi.— Sonrió burlón y ella sólo pudo apretar sus piernas involuntariamente ante la sobreestimulacion que recibía, pero San las separó de inmediato tomándola de las mejillas con dureza besandole los labios de forma desastrosa y sumamente caliente, un chasquido salió de sus bocas mientras la menor deslizaba sus dedos hasta su vulva en donde presionó su clítoris en círculos para masturbarse rápidamente.
— M-más,San, maldita sea, mierda, justo así.— Alzó la voz sosteniéndose del hombro contrario aún moviendo sus dedos sobre su vulva de manera tan desesperada que a los cortos segundos llegó al orgasmo retorciéndose bajo el tacto del demonio, el cual con un par de estocadas más se corrió en su interior, jadeó mirándola y luego a su vagina.
Sacó su miembro, viendo como el semen escurría de su cavidad, con sus dedos trató de meterlo nuevamente hacía adentro dando suspirando pesado y le sonrió amplio notando como ella volvía a respirar menos agitado.
— No quiero que te vayas, quédate conmigo.— Suplicó tomándolo de las mejilllas para que éste lo mirara, San con sus ojos rojizo color fuego se enfocó en la chica.
— Llámame en tus noches, pídeme en tus sueños, mi amor, que yo siempre vendré por ti.— Sonrió robandole un último beso alejándose de ella.
Pero San volvería, por supuesto que lo haría.
20 notes · View notes
myillicitaffair · 3 months
Text
Hands to myself | Esteban Kukuriczka.
Tumblr media
Sumario: mañanas tranquilas con tu novio.
Warnings: sexo explícito (+18), fingering, sexo desprotegido, dirty talking.
Notas: cómo argentina, me parece preocupante la falta de fanfics que hay de este hombre xx.
Créditos: esta inspirado en la canción de Selena Gómez, las imágenes del principio no me pertenecen y las encontré en pinterest, sin embargo, el collage fue hecho por mi.
1.3k words.
La suave brisa bonaerense inunda el amplio cuarto, jugueteando con mis mechones, desperdigados en las almohadas. El sol empieza a colarse sin consideraciones por las ventanas entreabiertas, obligando a mis cansados parpados a perforar mi sueño.
Los fuertes brazos anclados en mi cintura me atraen aún más cerca del hombre dormitando a mi lado, su rostro anidado en mi cuello, su dulce y varonil aroma inundando mis fosas nasales, envolviéndome en su calor corporal.
“Buenos días, Tebi”- Murmuro suavemente, cubriendo sus hombros con delicados besos para despertarlo.
“Buenos días, preciosa”- Responde, despegándose de la somnolencia y serpenteando sus extremidades con las mías.
Hinco mis dientes seductoramente en su piel descubierta, salpicándolo con pequeñas marcas rojas en contraste con su tez pecosa. Ansiosa, deslizo mis piernas sobre las suyas, posicionándome a horcajadas sobre su regazo.
“¿Andamos cariñosas esta mañana?”- Socarrón, amasa la desnudez de mis caderas entre sus palmas, causando que nuestros sexos se rocen firmemente. La burlona fricción no está ni cerca de ser suficiente para calmar las llamaradas que empiezan a asentarse en mi estomago bajo.
“Dale, amor, ¡por favor te pido!”- Ruego impaciente, tratando de replicar sus movimientos. Su agarre me mantiene estática en mi lugar, sin permitirme mover.
“¿Por favor qué?”- Finge inocencia mientras las puntas de sus dedos empiezan a dibujar entramados sobre mis costillas, trepando hacia mis pechos.
Atrapa mis pezones entre sus yemas, jugueteando con ambos a la vez, hasta sentir como se endurecen ante sus atenciones.
“Tocame, te necesito…”- Aclaro sin aliento.
Con una sonrisa ladina, acerca su boca hacia el derecho, provocando el montículo con la lengua hasta empezar a succionarlo con urgencia. Me enredo en su cabello, tirando de el con ferocidad, ganándome un gimoteo de satisfacción de su parte.
Separándose de mi abusado busto, observa mis ojos con cierta malicia impresa en los suyos al tiempo que me restriega contra su palpitante centro. Una creciente erección se hace notar bajo la ropa interior que nos separa.
“Mira lo que me haces”- Acentúa su punto al embestir mi coño cubierto con su pulsante miembro. Mi boca se entreabre ante el placer repentino- “Me pones tan duro.”
“Tebi, no puedo más”- Susurro cuando su mano baja por mi estomago hasta hallar mi intimidad, desliza mi tanga por mis pantorrillas para así estimular el clítoris en premeditados movimientos circulares. Creo enloquecer ante sus ralentizadas caricias
Asienta su toque errante en mi humedad, sus yemas buceando entre mis jugos. Retira sus dedos índice y corazón, para luego sorberlos ruidosamente, lamiendo mi reluciente excitación.
“¿Quién te tiene así de mojadita? Mh?”- Pregunta orgulloso, sabiendo perfectamente que el es el causante.
Reanuda sus ministraciones en mi núcleo, colándose por entre mis labios para penetrarte con dos dígitos. Mis orbes fijos en sus movimientos, aun desconcertada por lo obsceno de su accionar.
Rápidamente acelera sus movimientos, curvándose para golpear la esponjosa cavidad. Su longitud roza todos mis puntos sensibles, acercándome a un inexorable crescendo. Sumergida en el disfrute, lo único que escapa mis cuerdas vocales son quejidos de satisfacción, entrelazados con gemidos nombrándolo.
“Contestame, nena. ”- Reclama, forzando el contacto visual al aprisionar mi mandíbula en su agarre.
“Vos, Kuku, ¡solo vos!”- Contesto, hundiendo mis uñas en la tersura de sus bíceps, marcando lunas crecientes para la posteridad. Una sonrisa engreída tiñe sus delicadas facciones al notar mi estrechez aspirándolo, signo de mi orgasmo aproximándose a pasos agigantados.
Meciéndome sobre sus largos dedos, comienzo a percibir las avasallantes olas de mi culminación; la presión en mi vientre amenazando con explotar, la euforia difuminando todo a mi alrededor, centrándome solo en el rostro de mi novio cercano al mío.
El clímax se ve remplazado por un insoportable vacío cuando retira sus dígitos de mi calor, negándome la liberación. Un sollozo se cuela por mi expresión desahuciada, mis ojos alarmadamente abiertos cubiertos por una fina capa de lágrimas.
“No no no, por favor”- Lloriqueo en su oído, tratando de reganar el pasado contacto. Sus fuertes extremidades me aquietan por encima de su muslo, logrando que mis movimientos mueran lentamente.
“Tranquila, linda. Ahora te voy a coger, ¿sí?”- Pronuncia, apaciguando mis patéticos hipidos. Asiento frenéticamente, deseosa de sentirlo en mi interior.
Con un preciso movimiento, me enjaula bajo suyo, su largo cuerpo enmarcando al mío. Lo observo despojarse de sus calzoncillos, ardiendo al presenciar su desnudez absoluta.
Mis ojos merodean desde su esbelto pecho hasta los colorados vellos que trazan el inicio de su pelvis, gruesa y rebosante de líquido preseminal.
Casi ausente, permito que mi mano recorra su cuerpo, centrándome en su furioso pene. Con lánguidos movimientos, trazo su longitud, torciendo mi muñeca para proporcionarle el mayor placer posible.
“Me vas a matar, bebé”- Confiesa, acalorado y excitado. Sus rizos cobre empiezan a pegarse a su frente ante el esfuerzo físico, unas singulares gotas de sudor recorren su tórax.
Toma mis extremidades superiores entre sus garras para anclarlas sobre mi cabeza, dejándome completamente a su merced. Con un gesto busca mi consentimiento, el cual soy rápida en proporcionarle.
Su glande comienza a ingresar por mi núcleo, empujándose pacientemente dentro mío. Mas allá de la cantidad de veces que repitamos el procedimiento, jamás lograría acostumbrarme a la deliciosa manera en que me estira. El aire se condensa de sus suspiros de alivio al sentir su polla completamente en mi interior.
Así, inmóvil entre mis piernas, logro sentir cada una de sus vena latiendo dentro mío, las crestas y surcos que lo componen.
“Hace conmigo lo que quieras, Kuku, pero por favor movete”- Demando sin aire, todavía pasmada por la intrusión.
Ni bien las palabras me abandonan, Esteban retira su falo casi por completo antes de embestirme ferozmente. Su boca yace abierta, su cara contorsionada por el deleite, sus cejas arrugadas entre sí… La vista más bella del mundo.
Noto que mis caderas intentan acompasarse a su compás, encontrándolo a medio camino. Un frenesí casi inhumano apoderándose de ambos, obligándonos a acelerar el ritmo para satisfacer aquel deseo tan primal.
Su palma izquierda apresando mis muñecas fuera de su camino, la derecha se posa en mi abultada panza, advirtiendo la protuberancia que su pene delinea en mi vientre bajo. Un gemido nace de mi garganta al notar lo que ocurre.
“Así de profundo te estoy cogiendo, nena”- Gruñe en mi oído, su mano aún en mi estómago, sus penetraciones cada vez más hondas.
“Ay, Esteban, estoy tan llena”- Plaño frente a su boca, robándole un chape al notarme increíblemente mojada ante la imagen.
Vuelven a apropincuarse las primeras olas de mi culminación quemándome por dentro, consiguiendo desesperarme por concluir. Sin siquiera notarlo, mi voz se fuerza por vociferar el regocijo que me inunda, aumentando su volumen a medida que mi clímax me alcanza.
“Dios, me voy a venir”- Advierto, enloquecida por las sensaciones apoderándose de mí. El mayor se apresura, complaciendo mi pedido tácito.
Su boca busca de nuevo la mía cuando mi coño pulsa delirantemente su entrepierna, buscando conducirlo hacia su propia liberación.
“¿Ah sí? ¿Me vas a empapar la chota, amor?”- Cuestiona, sabiendo cuanto me gusta que me hable así de sucio.
Su nombre huyendo de mis labios como mantras, mis uñas anclándose en su espalda, marcándolo como propio.
Me entrego al orgasmo que me engulle, mi cuerpo retorciéndose espasmódicamente bajo su imponente figura, mi centro manchándolo con mi corrida al contraerse.
En la brevedad, aúlla desaforado pues su masculinidad pulsa hasta derramarse dentro mío. Su semen pintando mis paredes internas, colmándome por completo.
Se retira de mis cavidades con lentitud luego de venirse, procurando que sus espermatozoides permanezcan en mi interior. Selecciona mi ropa interior de las desechas sabanas, calzándomelas como si nada.
“Así no se escapa nada”- Murmura, regalándome un pico. Me fascino ante la idea de mantener su eyaculación así de cerca de mí.
Lo arropo contra mí, exhausta y saciada, con la intención de quedarme atrapada en sus brazos por un rato más. Recíproca mi voluntad, reposando su cabeza entre mis pechos y acariciándome delicadamente.
“Te amo”- Digo luego de unos instantes, observándolo maravillada.
“Yo te amo más”- Responde, presionando nuestras bocas en un beso descuidado.
496 notes · View notes
fairlyang · 3 months
Text
18+ smut. miguel blurb. cadena 🕷️
imagínense a Miguel montándose arriba de ti y su cadena de la virgencita flotando en frente de tu cara
he positions himself to your entrance then rams into you without a second thought
gemidos se les escapan de sus bocas mientras que empuja sus caderas en las tuyas
his chain dangled with every thrust and something about it was just really doing it for you
tal ves por tener la virgencita ahí en frente de ti y sabiendo que lo que estás haciendo, no era algo tan inocente
maybe it was just the lil irony of it all and add his dirty nothings and ooo was it really something beyond innocent
“Te gusta tanto huh chiquita?”
“Taking this fucking cock every night.”
“Tomándolo como Dios manda, verdad angelita?”
instead of a response the only thing you could do was whimper as your walls tightened against him because his words always made you melt, how could they not?
se río y agarro tu cara para que vea tu carita tan bonita cuando empieza a moverse hasta más rápido, ganándose más gemidos hermosas de ti
he groaned and leaned down, your foreheads touching as he continued his relentless pace with you bringing your arms to wrap around your neck, bringing him even closer
“Así amor-! no p-pares por favor.”
“Please please please.”
“Follándome tan rico, como siempre.”
243 notes · View notes
gyummigon · 11 months
Text
Xdinary Heroes as netflix film poster
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
613 notes · View notes
social-attack · 11 days
Text
https://jennifer-782.tengp.icu/hd/A1hiag0
135 notes · View notes
project-price · 13 days
Text
126 notes · View notes
7days · 4 months
Text
Tumblr media
💭 — jung wooyoung x lectora femenina.
warning: contenido sexual explícito, smut fluff y drama.
1.1k
MY LOVER.
— vamos nena, lo estás haciendo muy bien, continúa así, dios, siento que me vas a reventar la polla de lo estrecha que estás.— relamió sus labios tomándola de la cadera mientras la contraria daba saltos sobre su regazo, sus piernas flexionas a su costado mientras se sostenía de sus hombros, tenía la respiración agitada y la boquita entreabierta murmurándole lo mucho que lo deseaba y por sobre todo cuanto lo amaba. 
la pasión que aquellos adultos crecía cada día más, lamentablemente con el tiempo los sentimientos se comenzaron a involucrar y el simple hecho de verse los fin de semanas en la casa de la suegra de la menor, no era suficiente. ninguno de los dos saben con exactitud cuando fue que se necesitaron el uno al otro, quizá cuando por equivocación se quedaron a solos después de la cena de navidad, cuando tuvieron que compartir habitación en la vacaciones familiares. wooyoung sólo tenía claro que la amaba y que no dejaba de pensar en ella, por más que fuera la hermana de su esposa.
— wooyoung, por favor, continúa, vas a romperme así. quiero que me llenes por completo.— dijo entrecortado sintiendo como su cuerpo temblaba bajo aquél toque tan increíble del mayor.
recorría su cuerpo con las manos, tocando su abdomen y parte de los hombros, incluso rasguñandole con suavidad en la espalda, estaba desesperada por sentirlo más profundo, me gustaba tanto la manera en que la follaba, con las piernas abiertas tomandole de los muslos y dejando espacio a que se deslizara como él quisiera porque la muchacha siempre estaría a su disposición, ya sea cual sea el panorama. la fémina cubrió su rostro con el antebrazo pero rápidamente lo alejo frunciendo el ceño, la tomó del cuello ejerciendo un poco de presión, de tal manera que pudiera controlarla, gimió con fuerza sin importarle lo ruidoso que podían llegar, a la mierda lo que pensaran sus vecinos y el resto, wooyoung quería permanecer a su lado todo el tiempo posible.
el teléfono del chico sonó y gruñó molesto sabiendo perfectamente quién era, lo hizo a un lado inclinándose para besarle los labios de forma grotesca, produciendo chasquidos entre medio debido a que él jugueteaba su lengua de forma tan particular que la hacia jadear como una cualquier, bajó los besos hasta su cuello chupando la zons, dejando marcas que pronto serían demasiado notorias. junto a su mano libre tomó uno de sus senos llevandoselo a la boca para mordisquear muy sutil sus pezones y regalarle una que otra mordida a éste.
— mierda, amor. sigue así, tocame todo lo que quieras por favor.— tartamudeo enredando sus dedos en el cabello del ajeno tratando de acercarlo más a su propio cuerpo.— responde el maldito teléfono.— gruñó cuando volvió a sonar y él negó con la cabeza apagandolo.
— déjalo, se cansará, quiero estar contigo ahora, sólo a tu lado, mi amor.— respondió soltando el agarré en su cuello para tomarle de la cadera.
ella sabía que esto estaba mal, engañarle de esa forma era de lo peor, no obstante, no sabía como detenerse y lo había intentado, una y otra vez, pero no funcionó, miró al pelinegro tomándolo de las mejillas con delicadeza robandolo un corto beso en los labios, justo después de que llegaron a la par al orgasmo duradero.
— amor, hay que terminar esto.— sentenció la chica sentándose con cuidado en la cama, wooyoung rió negando mientras la recostaba encima de él sin salir de su interior.— hablo en serio, comenzaré a salir con alguien.— dijo sentándose sobre él y éste fruncio el ceño, casi desesperado.
— no, en lo absoluto, ni siquiera haz salido con alguien desde que iniciamos esto.— negó tomandola de la cadera y gruñó molesto.— y ¿es que no te gusta como te lo hago acaso? ¿es eso?, la dejaré, te juro que la dejaré, mi amor.— respondió con rapidez prometiendo algo que ella tenía claro que por ahora no sucedería.
tontamente ¿aceptó? una vez más.
y cuando lo hizo, él le repitió cuanto la amaba, la deseaba y quería que fuera suya. inició con un movimiento lento de caderas, penetrandola, las acaricias subian y bajaban por sus muslos, colocó sus dedos sobre su vulva en donde provocó un sobresalto, él sin detenerse movió estos en su clítoris, presionandolo en círculos rápidamente y las embestidas empezaron a ser mucho más bruscas y determinadas en buscar su punto.
por más que la chica quería detener aquella relación. la manera en que wooyoung la trataba y se lo hacía, era inposible.
— oh, dios, sigue así, venga, salta para mi.— susurró aún masturbandola rápidamente, así su boca atrapó la ajena, devorandola en un beso intenso.
como indicación, lo montó, moviéndose encima suyo apoyandose en las rodillas. dando saltitos en los que trató de apoyarse sobre su pecho gimiendo su nombre por lo bajo.
wooyoung salió de la chica colocandola boca abajo cuando sintió que se iba a correr, se inclinó dejando un beso en su pelvis y su boca se acercó a la vagina de ella, introdujo tres dedos de golpe odiando la idea de que de sintiera vacia después de quitarle su miembro.
su lengua tibia y húmeda recorrió los labios mayores los que con ayuda de los largos dedos, separó enfocándose nuevamente en su clítoris hinchado, a wooyoung no le importaba tener una erección tan dura que le doliera si ella no estaba tranquila expectante con su orgasmo. lamió de forma rapida su vulva, deleitándose del sabor tan agradable, continuó sintiendo como es que ella apretaba sus muslos dejando algunas marcas de sus dedos en la piel y lo miró con atención viendo una sonrisa burlona asomarse en su rostro.
— voy a correrme, sigue más rápido.— suplicó moviendo su cadera tomándolo del cabello para sentirlo de mejor manera, provocando que a los cortos segundos se corriera en su boca y él en la sábanas ante el roce y la simple calentura de tenerla así. suspiro con pesadez limpiando su rostro con el dorso de su mano.
— te amo, mi amor. en serio no tienes idea de lo mucho que te amo, dejaría todo para que estuviéramos juntos.— susurró tomándole del mentón y ella tomó su mano dejando un beso en el dorso.
— debo irme, wooyoung.— se levantó de la cama comenzando a vestirse sin mirar atrás, deseando que él se negará, que le rogara quedarse, pero no pasó.
— si, tengo que ir a casa también, debo ir a ver a los niños.— suspiró comenzando a colocarse el pantalón.
— adiós wooyoung.— le interrumpió justo antes de que pudiera hablar.
no quería más esa relación, costara lo que costara se iba alejar de él, no le importaba si tenía que llorar y sufrir. no volvería a verlo nunca más.
14 notes · View notes
myillicitaffair · 3 months
Text
You are in love | Esteban Kukuriczka.
Tumblr media
sumario: noches de pizza con tu amigo… claro, amigo.
advertencias: sexo explícito (+18) , penetración, sexo sin protección, consumo de alcohol.
créditos: las fotos del collage fueron extraídas de pinterest, más las edite yo. la canción cuya letra utilice es You Are In love (Taylor’s Version) de Taylor Swift.
notas: honestamente, no estoy muy contenta con el resultado final pero espero que puedan disfrutarlo de todas maneras xx.
No hay pruebas, no fue demasiado, pero yo vi suficiente.
Paciente, fuera de su recibidor, me encuentro parada, esperándolo con una botella de vino bajo la axila. Aliso los pliegues de mi falda varias veces con las manos, un hábito al que recurro para evitar sucumbir a la ansiedad que me atormenta. Con la cámara de mi celular, observo mi reflejo, comprobando que mi maquillaje permanezca en su lugar, que mi cabello siga viéndose inmaculado.
No recuerdo un tiempo en el que Kuku haya sido simplemente un amigo, siempre fue más; mi confidente, el protagonista de mis fantasías, quien roba mis suspiros y miradas, de quien terminé enamorándome.
Las pisadas sobre las baldosas delatan su presencia apropincuándose, luego el traqueteo de las llaves en la cerradura, las bisagras girando en su eje para revelarlo frente a mí.
La alegría tiñe su rostro al verme, redondeando sus angulosos pómulos y centrando mi atención en la mueca en sus labios. Condenadamente cerca de mí y a la vez tan inalcanzables.
Su voz dándome la bienvenida me sacude de mi subrepticia quimera, trayéndome de un zarpazo de vuelta a la realidad. Me estrecha contra su torso, con las muñecas serpenteándose por mi cintura para atraerme más cerca.
“Traje vino, Kuku”- pronuncio, a modo de saludo, mientras lo abrazo estrechamente.
“¡Gracias, ángel! Entrá que está por llegar la comida”- informa, de manera tan casual y ligera que siento mi corazón escurrirse hasta tocar el suelo.
“Ángel” me dijo, jodiéndome para siempre. ¿Cómo seré alguna vez capaz de recuperarme de tal agravio a mi integridad? Decido asentir y adentrarme a su hogar.
Me recibe una sala de estar cálidamente iluminada, las paredes blancas cubiertas de cuadros y fotos, un aterciopelado sofá rojo situado en medio de la habitación.
Me acerco a una repisa de madera, donde reposa un retrato recientemente seleccionado… todo el elenco de La Sociedad De La Nieve posando bajo el lente de su cámara, sonrisas reflejadas en nuestros rostros enmarcados.
“Esa la tomé el último día de rodaje”- me recuerda, apareciendo por detrás mío, con una mano en mi espalda baja.
No hay pruebas, un toque singular, pero yo sentí suficiente.
Mis vellos corporales se erizan ante el contacto, un escalofrío recorriéndome cargado de anticipación por lo que jamás sucederá. Asiento torpemente, deseosa de fundirme en el calor de su silueta.
Pienso en esos mismos dedos, acorralando mi piel a su paso, incendiando su sendero. Acariciando mis mejillas con ternura, colándose por mis labios, desvistiéndome con precisión.
El timbre retumbando en la sala me despierta, desarraigándome de mis maquinaciones pecaminosas. El hombre a mi lado da largas zancadas, con un caminar tímido y garbado, hasta alcanzar la puerta de madera y ojear la mirilla. Luego de cerciorarse de la identidad del intruso, le permite ingresar para que deposite el delivery entre sus brazos, marchándose luego de recibir su pago.
Sobre la mesa del comedor se halla mi bolso, el cual rebusco hasta toparme con la billetera y separar varios billetes para pagar una porción del importe de la cena.
“Dividamos los costos de la comida entre los dos, ¿te parece?”- debato, tendiéndole el dinero para así compensar la mitad de su perdida.
“Pero no, nena, ¡guarda eso! Te invito yo”- rechaza tajante al ignorar mi ofrenda, con juguetona indignación en sus facciones.
Más allá de mi recurrente insistencia, rechaza contundentemente todos mis intentos de devolverle la plata, escudándose en excusas absurdas. Una cálida sensación se apodera de mí ante su caballeroso gesto, traduciéndose en atontados vistazos en su dirección, mientras sigo cada uno de sus movimientos al sacar el par de copas de una alacena.
“Pedí pizza de ese bar que te gusta”- comienza a explicar, aun movilizándose para descorchar el vino- “la de pepperoni sigue siendo tu favorita, ¿verdad?”
Un solo paso, no fue demasiado, pero dijo suficiente.
Silencio. Silencio desgarrador y sepulcral a mi alrededor, petrificando el aire a su paso.
“¿Te acordaste?”- asevero con un hilo de voz, aunque suena más a una pregunta, reflejando mi propia inseguridad.
Mis extremidades tramitan un cosquilleo colectivo, despertándome de la anestesia que se había apoderado de mí.
“Si, obvio”- le resta importancia, sirviendo la bebida y entregándome mi copa.
Y yo entiendo lo tonto que debe sonar, pero, por un momento, me permito sentirme importante e incluso un tanto sustancial en su existencia. “Me escuchó” medito, atónita por la revelación, revolucionando todas mis ternuras dirigidas hacia él.
Mis ojos se obsesionan con su él, simplemente él y su aura dorada coronándolo como si de un halo se tratara. ¿Cómo logré tener tanta suerte?
“No me mires así, nena”- pide al devolver mi mirada, su entrecejo fruncido en concentración- “Vas a hacerme creer que los chicos tenían razón…”
Mi mueca se tiñe de confusión, no sabiendo con exactitud si se refiere a lo que yo supongo. Intento decodificar sus palabras, pero, tal vez por el prospecto de ver mi entusiasmo destrozado, me limito a repreguntar.
“¿De qué hablas, Kuku?”- atrapo mi labio inferior entre mis dientes para así detener los temblores que lo acosan.
“Ya sabes…”- se encoge de hombros, pero, al ver mi perplejidad se resigna a continuar- “Fran y Juani siempre nos cargaban con que… em, con que debíamos salir.”
Siento un hondazo envestirme de lleno y un deseo irremediable de que el mismo continúe hasta hacerme perder la conciencia.
“Ah, eso”- murmuro en voz baja, de repente completamente drenada de seguridad. Trato de difuminar mis conflictuadas preocupaciones con una risotada punzante, delatando la rigidez de mis hombros estáticos y la incomodidad en mi gesto.
¡Qué estúpida! ¿Cómo me permití alguna vez pensar que el podría sentir lo mismo que yo? Deseo tirarme al suelo y revolcarme en el bochorno que me arrima, lo suficiente para olvidarlo a él con sus grandes ojos fijos y perder la cordura a manos de la vergüenza.
“Era un chiste nada más, no deseaba hacerte sentir mal”- aclara cálidamente, rodeando la mesa hasta rozar nuestros hombros.
Es absurda la cantidad irremediables de terminaciones nerviosas que logra incendiar con solo oprimir su marco con el mío. ¡Debo frenar esta locura antes de que se me vaya de las manos!
“Claro…”- suspiro, forzando una sonrisa al tomar asiento en la silla que abuso bajo mis pálidos nudillos.
Tomando la copa entre mis palmas, la balanceo hasta verter el liquido más allá de mis labios, rezando para que el espirituoso proveniente de uva disipe su comentario furtivo.
El mayor, aún parado a mi lado, hinca sus rodillas para arrodillarse y así quedar a la altura de mis ojos.
“Ángel, lo siento si te ofendí. No era mi intención”- se disculpa, escurriendo sus dígitos entre mi cabello para plegarme un mechón tras mi oreja.
“Ya sé, Kuku… y lo prometo, ¡estoy bien!”- miento descaradamente en su cara, con las comisuras adheridas a mis tensas mejillas.
Por unos prolongados segundos- que se sienten como una eternidad- nos miramos firmemente, tratando de descifrar los pensamientos cabalgando en la cabeza opuesta. Con un afectado suspiro, se levanta del suelo para luego posicionarse en la silla contigua a la mía.
Una vez asentado en su sitio, levanta el rostro para enfrentarme y toma mis temblorosas manos entre las suyas. Inmediatamente noto su calor corporal, las asperezas desperdigadas por sus palmas, sus anillos colisionando con los míos.
“Ahora entiendo cómo mi comentario pudo haber sonado y te pido perdón por ello”- alega mientras me observa, pausando en cada pequeño lunar e imperfección.
Inhibida y un tanto cohibida ante su escrutinio, desvío mis ojos hacia un costado y muerdo mi labio inferior, aprisionándolo entre mis paletas.
“No quería hacerte mal…”- confiesa, con sus orbes ahora clavados en mis labios mordisqueándose- “Sos mi mejor amiga.”
una mueca extraña en su rostro. Pausa, luego dice “sos mi mejor amiga.” Y yo supe a que se refería, está enamorado.
Una fuerza gravitacional me empuja aún más cerca suyo; envalentonada gracias a su fijación por mi boca, empiezo a disparar la ajena sin dudarlo. Deslizo una mano por su cachete, acariciando la incipiente barba creciendo allí mientras le robo un breve pico.
Al separarme, escaneo al hombre que acabo de besar, desesperada por hallar una reacción. La confusión tiñe su cara, tiene la mandíbula presionada con fuerza y un furioso sonrojo trepando hasta su nariz. Sin perder un solo minuto más. Vuelve a unir nuestras figuras en un beso, uno real esta vez.
Sus labios en contacto con los míos consienten un hambre que venía cultivando hace meses, acelerando mi deseo de conseguir más. Mi corazón late con una velocidad alarmante, saltando implacablemente contra mi caja torácica, y agravando los temblores en todo mi cuerpo.
Una danza desenfrenada se desenlaza, dando rápido paso a una intrépida batalla por apropiarse de la ventaja que implica dominarnos mutuamente. Una de sus manos se enreda en mi melena, tirándola hacia atrás mientras su lengua se apresura en inmiscuirse en mi cavidad bucal, cepillando la propia y paseándose por toda su extensión.
El aire comienza a escasear y el ardor en nuestros pulmones nos fuerzan a dividirnos, aprovecho el breve impase para deslizar mis extremidades por sus piernas y así, sentarme a horcajadas sobre su regazo.
“¿Sabes hace cuánto deseo hacer esto?”- cuestiona, entrelazando sus dígitos por mis curvas y asentándome sobre la junción de su torso y piernas.
Bajo mío, noto un bulto que comienza a alzarse, punzando mi centro deliciosamente. Sin siquiera razonarlo, muelo mis caderas contra él, percibiendo un curso de placer recorrerme entera ante la fricción contra sus pantalones.
En un arrojo de valentía, me deshago de la blusa que flamea en mis costados, arrojándola lejos nuestro. Como si de un arreglo tácito se tratara, el argentino adjunta sus labios con mi pecho y comienza a succionar mi piel con fiereza, yo me limito a atraerlo contra mí mediante su cabellera.
“Tantas veces fantasee con esto…”- admito, sin poder evitarlo, mientras él libera mi busto del corpiño.
Levito hacia su remera, forcejeando con ella hasta deshacerla hacia las baldosas y revelar su tórax al descubierto. Recubierto de pecas difuminándose en su blancura, dudo alguna vez haber visto una imagen más hermosa.
Sosteniéndose de mis muslos, se irgue y tropieza hasta toparse con el sillón, descargándome sobre el terciopelo con una impredecible agilidad. Allí, acostada en medio de su sala de estar, centro mi atención a sus dedos desenlazando mi falda con ternura, para luego despojarme por completo de mis confinamientos.
Imitando sus movimientos, aviento mis brazos hacia su entrepierna para desabrocharlo y librarlo de sus prendas. Aceleradamente, lo desvisto hasta que nuestras desnudeces son lo único que prevalece.
“Sos hermosa”- me halaga, recorriendo cada centímetro de mi piel con delicadeza, intentando memorizarlo para siempre.
Respondo con mi agarre volando hasta su palpitante erección y acariciándola juguetonamente, con constancia hasta donde me lo permite.
“Necesito sentirte adentro mío, Kuku…”- pido, sin sentir un ápice de vergüenza ante mi explicitación.
Un gruñido escapa su garganta ante mi directiva, deshaciéndose de mi toque para posicionar su polla entre los pliegues de mi coño y comenzar a adentrarse. Sollozos son lanzados en su dirección, animándolo a ir más allá, a continuar.
“Dios, estás tan apretada”- pronuncia cuando la cabeza de su pene logra tocar mi fondo, disfrutando los espasmos que mi canal le proporcionan.
En un frenesí ocasionado por la sensibilidad que su miembro me genera, embisto mis caderas para acercar nuestros centros aún más y luego retirarme, provocando un extasiante vaivén. Los gemidos retumban en el silencio del salón, con la danza que nuestros sexos lideran al fusionarse.
“Estoy enamorado de vos, ángel, desde la primera vez que te vi”- dice al observarme con atención, aun penetrándome hacia la culminación.
Sorprendida por lo inaudito de la situación, una lagrima se cuela por mis ojos y rueda en su sendero por mi mejilla ante su confesión, una que aguardo hace meses.
Esteban la recoge, interrumpiendo su trayecto hacia mi cuello para besarme nuevamente, con renovada emoción.
Y ahora comprendes por qué perdieron la cabeza y pelearon sus batallas, y por qué yo he pasado toda mi vida tratando de ponerlo en palabras.
298 notes · View notes
yeah-picture · 27 days
Text
120 notes · View notes
themasterreader69 · 1 month
Text
INTERLUDIO
Enzo Vogrincic x Reader
Enzo Vogrincic protagoniza "Romeo y Julieta" en el teatro El Galpón con su ex, Sofia Lara. La narradora vive un interludio íntimo, desafiando la dualidad entre escenario y realidad.
Tumblr media
Esa noche de verano la compartimos en el teatro El Galpón. Él que se encontraba trabajando actualmente en "Romeo y Julieta" una reversión del clásico pero dirigida por Marcos un director de mala muerte que insistía en la participación estelar de Enzo —quien se había convertido en su actor fetiche— como Romeo. Ahora ¿quién fue la mismísima Julieta? evidentemente no podría serlo yo, de teatro lo único que sé es contar las butacas. El aclamado papel lo cumplió ni más ni menos que Sofia Lara, ex de Enzo. Marcos conocía —como todo el mundo actualmente— muy bien su historia y la química de ambos en el escenario era inigualable. 
     Puntos para ella, pensé yo.
Enzo estuvo durante todo el día, ansioso. Él me había confesado sus pensamientos y yo había querido calmarlo pero nada fue suficiente, hoy era distinto, era especial, la última función —al menos hasta la próxima temporada—
     No es como si le fuera a ir mal, lo había hecho muchas veces ya, ensayado más de mil quinientas. Por unos meses incluso, en cada cita que teníamos incorporaba diálogos de la obra, quizá para algunos eso sería agotador de experimentar pero para mí eso sólo indicaba su compromiso artístico, digno de su talento.
Él había insistido en que fuera a verlo —lo cual era algo inusual para mí— para darle mi apoyo. Estar juntos públicamente era arriesgado, no queríamos —ninguno de los dos— terminar en ningún programa de farándula y acordamos desde el principio hacer de nuestros encuentros nuestro pequeño mundo, aislado, privado... Nuestro.
«Pasa a buscarme cuando comience el interludio ¿si?» fueron sus últimas palabras antes de subir al escenario. Intrigada, intenté descifrar su significado, pero la confusión me impidió formular preguntas. Cuando logré procesar la situación, ya se había sumergido en la actuación.
Enzo se sumergió en la escena del balcón con una emotividad arrebatadora. Su expresión reflejaba el anhelo y la desesperación del amor prohibido.
 Cada palabra resonaba con un amor apasionado, y su mirada ardiente iluminaba el escenario. La química con la Julieta en el papel de Sofia Lara era palpable; eso a mí me generaba una tormenta de emociones. Cada gesto, cada mirada compartida, evocaba un vínculo que, aunque ficticio, despertaba sentimientos latentes. 
     La conexión palpable entre ellos se volvía un espejo de lo que había compartido con Enzo. Verlo entregarse a la escena con tal intensidad despertaba una mezcla de admiración y celos, recordándome que en el escenario, aunque actúen un amor efímero, la realidad de su historia compartida previamente se volvía más aguda y compleja. 
Salí de mi asiento con apuro, el bullicio no me dejaba pensar pero me moví abriéndome paso entre la gente hasta llegar a unos baños que Enzo me había indicado previamente.
«Amor, estuviste excelente» Habría soltado con emoción al verlo, si no fuera porque me interrumpió silenciándome con su mano mientras hacía una mueca apoyando su dedo índice sobre sus labios. Entramos al baño.
El interludio había llegado.
La puerta se cerró detrás nuestro y el susurro de esa cerradura vieja fue como un telón que caía, marcando inicio de nuestro propio acto privado.
En la penumbra del baño, la energía de la función aún vibraba en el aire. Enzo me guío hacia ese espacio íntimo, donde las luces tenues y los murmullos distantes creaban una atmósfera cargada de anticipación, me rodeó con la intensidad de su deseo sin mediar palabras sus labios encontraron los tuyos en un beso que evocaba la pasión contenida durante la actuación. 
     ¿Será este el amor prohibido que su expresión anhelaba desesperadamente?
—Estás realmente hermoso— Le susurré al oído tan pronto como pude hablar y le dí una lamida juguetona en su oreja. 
      Su boca, buscaba la mía con hambre, como si quisiera devorar cada beso como si fuera el último. El perfume de madera que Enzo llevaba consigo se mezclaba con el olor a sudor, como debe ser en un hombre. Era un aroma que me enloquecía, que me sumergía en la vorágine de la pasión.
—No me podía concentrar, no dejaba de pensar en vos— Me decía con una voz ronca y agitada, mientras sus manos, hábiles y decididas, recorrieron mi cuerpo como si quisiera cartografiar cada rincón de él.
     Me decidí por seguirlo y pronto logré su ritmo, en esa intimidad podría jurar que había sentido su pálpito. El encuentro se desarrolló como una sinfonía de jadeos y nuestra conexión alcanzaba un crescendo incontenible.
     El aroma a maquillaje se mezclaba con el calor creciente, era como un juego de contrastes, intensificando la experiencia visceral. Nuestra conexión era como una danza salvaje, pero yo lo sentía tan suave al mismo tiempo. 
     El baño del teatro se volvía el escenario de un encuentro donde la pasión se expresaba sin restricciones, como un río desbordado que no conocía límites.
     Más que en las nubes, estaba en Babilonia, hasta que lo arruinó cuando se despegó de mí para preguntar: «Decime la verdad ¿no te pone mal verme actuar con Julieta en escena?»
Su mirada buscaba la mía con intensidad, mientras sus manos seguían explorando con deseo.
Que tipo que sabe arruinar un momento.
—No, porque ella no te tiene así como yo— Le dije agarrándolo del mentón y luego de morder sus labios continúe explicando.— No hay escenario, no hay público, no hay tal acting.  Sos mío en este momento. Cada suspiro que compartimos ahora nos pertenece, solo a nosotros— Respondí con una mirada que desafiaba cualquier sombra de celos.
     El encuentro era crudo y real, sin reservas ni formalidades, nos buscábamos y encontrábamos con ansias, sin inhibiciones.
     Era primitivo, de haber estado en su casa, él habría sido un caballero, me habría preparado... Pero esto no era su casa y en ese baño no había ningún hombre, ni caballero, tan sólo un animal.
     Todo era perfecto pero volví a caer de las nubes cuando separándose de mí, dijo: «Aunque este interludio haya sido una obra maestra, tengo que regresar al escenario» — Y me soltó.
Fin de interludio.
55 notes · View notes
7days · 4 months
Text
💭 park seonghwa x lectora femenino.
warning: contenido sexual explícito, seonghwa sumiso.
1.5k
FLAME.
— y ¿por qué ellos no  se pueden enterar de lo nuestro?, me resulta un poco injusto. si tu dijeras que me amas en público estoy seguro que algunos de mis problemas disminuirían considerablemente, es decir, ¿por qué me tienes que esconder? ¿es que acaso te avergüenzo?— seonghwa te preguntó tomando tu mano con delicadeza, lo miraste soltando un suspiro por lo bajo. 
el aspecto del muchacho era de un completo nerd, sus lentes grandes y negros resaltaban más que sus hermosos ojos, la ropa bien planchada de la cual sólo querías arrancar y colocarte de rodillas, para hacerle disfrutarte como sólo tu podía hacerlo. negaste con la cabeza de inmediato acercándote a él para tomarlo de las mejillas y besarle los labios por un par de segundos cosa que provocó un tonto sonrojado en ambos. 
— para nada, sólo que sabemos que si mingi se entera de esto va a querer matarte, por favor, sólo aguanta un poco, en lo que los presento y todo eso, sé que van a poder a llevarse bien. él no te molestará ni nada de eso, sólo debo hacer que se lleven bien, mi hermano no es un demonio así como parece.— abultaste tus labios suavemente acariciando sus mejillas con delicadeza, robaste un último beso en su boquita y éste asintió con la cabeza para poder abrazarte por la cadera. 
— está bien, entonces te veo hoy en tú casa hoy, llevaré mis cuadernos de matemáticas así podemos estudiar para la próxima semana, espero que tu hermano no me odie, no quiero perderte.— confesó con una suave mueca en el rostro y tú sólo sonreíste amplio. 
— no dejaría que nadie nos separe, mi amor, eres todo lo que quiero.— susurró dejando un último beso en sus labios, se despidió para poder salir de la estrecha sala de conserje en donde se escondían en los recesos de los días viernes. 
caminaste por el pasillo pensando en la situación, no tenía muy claro que hacer con respecto a tu hermano mayor, mingi era uno de los chicos más populares de la escuela, un chico que se metía en problemas con todo y por todo, sus victimas siempre eran chicos de buenas calificaciones, callados y ordenados, todo lo que tenía seonghwa, tu novio, el cual mantenían una relación de ya casi siete meses, en donde la sala del conserje y las salidas a escondidas eran sus mejores aliadas. 
las clases, por fortuna de ambas habían terminado pronto, te dirigiste donde mingi que te esperaba en la salida de la escuela, a pesar de que él iba en un curso menor que tu, parecía ir en el último, con su altura y rostro de pocos amigos intimidaba a cualquiera que se colocara en su camino. 
— mmh, hoy vendrá seonghwa a casa, me está dando clases de matemáticas. así que por favor comienza a comportarte con él, no me gusta la manera en la que lo tratas, ya es molesto ver como le quitas las cosas o lo metes en problemas. — murmuraste aferrada a las mangas de tu sudadera, mingi te miró alzando una ceja, confundido y es que era la primera vez que te quejabas de la actitud que tenía en la escuela, normalmente no te entrometías en sus asuntos. — y lo sé, es raro, pero me está ayudando gratis y mínimo quiero ayudarlo con algo.— dijiste encogiéndote de hombros y el contrario sólo asintió con la cabeza. 
— si, puedo hacer una excepción con él si te está ayudando con las notas, de todas maneras no estaré en casa, volveré el domingo, nuestros padres están al tanto, tengo entrenamiento de volley y campeonato en otra ciudad, así que no podré estar.— sonrió un poco dejando un beso en su mejillas para luego entrar a la casa.— así que cualquier cosas que ese niño con pinta de loquito te quiera hacer, llamas a la policía, ¿entendido? — dijo y asentiste. 
oh, si tan sólo supieras que tu eras la desesperada por tenerlo dentro tuyo. 
[...]
— hola, mi vida, traje mis libros de matemáticas, también unos apuntes que acomodé muy bien, así no se te haga tan difícil practicar los ejercicios, estoy seguro que te irá excelente, con un poco de estudio y listo.— sonrió amplio entrando a tu casa con la cabeza agacha, sin percatarse de que llevabas un bata de seda rosa pastel, el cabello un poco húmedo y un perfume tan fino que seonghwa frunció el ceño un poco alterado. — cariño, tu hermano puede verte así... yo, yo iré a la cocina, puedo esperar ahí.— murmuró rápidamente y negaste riendo por lo bajo, él era tan adorable que te encantaba muchísimo. 
— mingi se fue, no llegará hasta el domingo, mis padres siguen en el trabajo... estamos solos, y tengo una sorpresa para ti, mi amor.— sonreíste tomándolo de la mano para llevarlo hasta tu habitación en donde habían un par de juguetes sexuales en la cama, el muchacho estaba tan sonrojado que te fue imposible no abrazarlo con cuidado por la cadera. — quiero agradecerte por todo lo que haz hecho por mi, hwa, me haz hecho la chica más feliz del universo, no hay día ni momento en el día que no piense en ti, sólo eres tu en mi vida y sólo tú.— dijiste retirándote la bata quedando completamente desnuda, el chico tragó y asintió con la cabeza sonrojado, por supuesto que no era la primera vez que lo hacían pero él seguía siendo tan tímido y adorable. 
tomaste su mano para que se sentara sobre la orilla de la cama, agarraste una almohada colocándola entre medio de sus pies para sentarte de rodillas, bajaste la cremallera de su pantalón bajándolo junto a su ropa interior, tomando su miembro para masturbarlo lentitud mientras que tu boca se dirigía a su glande chupandolo y trazando circulos con la lengua. el muchacho antes de que pudiera tocarte negaste tomando una de las esposas de color rosado detrás suyo. 
— mmh, no, tu no vas tocarme hoy, quiero satisfacerte por completo, mi amor.— dijiste tomando las manos del chico para juntas contra su pecho y colocarle las esposas dejándolo de manos atadas. 
nuevamente te acercaste a engullir su miembro una y otra vez tratando de cubrir todo la extensión, sin duda al principio si era lo más complejo, es que el tamaño protuberante de éste ni siquiera te dejaba respirar de buena manera, acariciaste sus muslos cuando lo viste mover su cadera en contra de tu boca, sabiendo lo desesperado que podía estar por correrse, seonghwa no era como los demás chicos, él era ruidoso y gemía tan ronco que la húmeda en tu vagina sólo crecía más, bajaste tu mano por tu entrepiernas tocando tu vulva humedecida por solo pensar que iba a montarlo hasta que más no pudiera. lo miraste con fingida inocencia en el rostro y los ojitos llenos de lagrimas que caían de vez en cuando por tus mejillas. 
— mierda, muñequita, sigue chupandome así, estoy por llenarte esa boquita de semen.— el semblante caliente y serio de seonghwa apareció y tu no hiciste más que meterte los dedos de forma rápida, a compás de la felación que le estabas proporcionando, a los cortos segundos sin previo aviso y con cierta maldad, él se corrió en tu boca totalmente excitado.— ven y pone ese culo enorme sobre mi, quiero que me montes, pequeña.
gemiste mirándolo y te sentaste sobre su regazo tomando su verga para alinearla contra tu vulva mojada, de un sólo sentón metiste todo dentro de ti, gimieron al mismo tiempo y empezaste a dar saltitos rápidos y muy constantes, tu vientre se lleno de cosquillas y subiste una de tus manos su boca cubriéndola. 
— yo mando hoy, así que guarda silencio, mi bebé.— susurraste cerca de su oído sin dejar de dar saltitos sobre su miembro endurecido por completo, el chico estaba tan caliente que aprovechaste de dejar chupetones y marcas por todo su cuello hasta que lo tomaste de la nuca y lo acercaste a tus senos lo cuales rebotaban ante tal movimientos duros. seonghwa se llevó uno de tus pezones a la boca, chupandolo y lamiendolos de forma tan constante que lo miraste sonriendo. 
mordisqueó lentamente estas zonas, incluso dejó una mordida sobre tu seno derecho que sin duda dejaría una marca terriblemente notoria, pero poco le importaba porque sabía que él era el único que podía ver aquello. lo miraste tomándolo de las mejillas entre suaves jadeos que se combinaban entre ustedes dos. 
— dios, mi amor, voy a correrme, tocaste mi punto sin siquiera moverte.— murmuraste saltando sobre él tan rápido que la cama chocaba contra la pared a la par.
a unos saltitos más seonghwa se corrió en tu interior y tu te corriste a chorro. mojandole el regazo e incluso parte de sus manos, sonreiste ampliamente con la respiración agitada, soltaste sus manos robandole besos en los labios.
— mgh, mi amor, eso estuvo tan bien, estuvo fantástico. quiero... quiero continuar.— tomaste sus mejillas con delicadeza y él chico te agarró de la cadera para abrazarte, luego te recostó sobre la cama con rapidez colocándose entre medio.
— vamos a continuar cuantas veces tú quieras, mi amor.— dijo seonghwa.
15 notes · View notes
emeraldkniight · 6 months
Text
𝓞lder. d.wayne ୨ ໋ ˳ ⊹ esp. . . !
ADVERTENCIAS. . . drabble. damian!older. contenido nsfw. sexo, masturbación, negación del orgasmo, thigh riding, dirty talk, degradación.
SUMMARY. . . en donde la lectora molesta a Damian por ser mayor que él solo por unos años y este se venga de ella de la manera más cruel.
COPYRIGHT. . . ningún tipo de copia de mis obras está permitida. Se permite la libre traducción siempre y cuando se den los créditos correspondientes a mi persona.
Tumblr media
𝓝o debiste burlarte de él. Te compadecías de ti misma por haber hecho ese chiste que lo hizo ponerse completamente furioso y hacer someter a tu cuerpo a tal hambrienta necesidad.
Querías con profunda honestidad correrte encima del muslo que se deslizaba en lo más profundo de tu coño mojado; siendo embarrado de manera grotesca de todos los fluidos provenientes de la excitación que él mismo te había provocado.
¿Realmente merecías tal trato solo por hacerle una broma sin sentido o maldad?
Tú tenías una ventaja sobre Damian, y era que eras mayor que él por un año exacto. La broma en la mansión sobre Damian siendo el más joven te hacía reír, sinceramente. Sin embargo, el único problema era que desconocías que tú no tenías permiso para hacerle una broma sobre su edad.
A pesar de que Damian había crecido y ahora era mayor de edad desde hace tiempo, decidiste unirte a la broma, pensando que lo peor que podría pasar sería que te mirara mal. Sin embargo, desconocías que eso sería el menor de tus problemas en comparación con lo que te esperaba.
— ¿Que pasa, tn? ¿No que era un puto crío para ti? Mira donde tenemos ahora a la famosa señorita madura, rogando desesperadamente por correrse bajo mi muslo. Siempre has sido una perra, pero me tomó por sorpresa que seas tan débil y patética.
Tus lagrimas se resbalaban por tus mejillas hasta caer sobre sus hombros debido a la manera humillante en la que se mofaba de ti.
El clítoris te palpitaba sobre la presencia de la piel caliente raspandote, estaba lleno. Tu propia entrada vaginal de la excitación chorreaba fluidos y se apretaba alrededor de la nada. La hipersensibilidad de la aproximación de tu orgasmo no te dejaba ver las cosas con claridad.
Lo que más dolía en ese instante era saber que Damian por nada del mundo te permitiría correrte. Ese era tu castigo por haber sido mala con él, tú penitencia.
Y ahora, su muslo no era suficiente. Tu entrada ansiaba que una polla se hundiera en ti para que bastara.
Cuando se hundió en ti, en un principio no sentiste nada más que plenitud, nada además de la sensación de tener el vientre completamente lleno. Luego, empezó a embestirte tan fuerte que sentiste por un momento que iba a partirte por la mitad; sus caderas se balanceaban contra tu agujero abusado en el cual su virilidad encajaba a la perfección. Damian adoraba la sensación de sentirse rodeado por tu calor.
Antes de que pudieras realmente darte cuenta y arrepentirte, ya había tenido lo suficiente de ti. Por lo que, te enfrentaste a una realidad donde estabas en su cama con los muslos manchados de su orgasmo sin obtener nada a cambio del encuentro más que sufrimiento.
— Pude haberte hecho sentir realmente bien, pero te tocó ser una puta bromista con tus chistes de mierda.
Lamentablemente, sabías que tenía razón.
105 notes · View notes
roguenovus · 1 month
Text
HAZBIN HOTEL / HELLUVA BOSS X READER
¡Buenas! Voy a estar escribiendo shots X lector. Acepto sugerencias para obtener inspo!!
Normalmente escribo en español pero puedo incluir traducciones al inglés (If you configure the option to translate pages that are not in English in Google, you can directly translate the fics even if they are in Spanish, so don't refrain from suggesting even if you communicate in English!!!)
Intentaré publicar los shots en español e inglés si veo que hay lectores de ambas lenguas y se les dificulta la traducción.
I'll try and post the fics in both Spanish and English if I see that there is a mix of people reading and you cannot translate it for whatever reason
VOY A ESCRIBIR// I'LL BE WRITING
Blitzø X reader (mostly right now)
Alastor X reader
Vox X reader
Lucifer X reader
DO YOUR SUGGESTIONS!! PROPONGAN SUS IDEAS!!
Tumblr media
35 notes · View notes
gyummigon · 7 months
Text
☆ ducha gentil | choi beomgyu
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
beomgyu x gn!lector
୨୧ word count: 0.8k ୨୧ genre: romance, drama, relación establecida, algo sugerente? ୨୧ summary: solo un poco de tierna intimidad en la bañera con un dulce y divertido beomgyu.
english ver
Tumblr media
Soltaste todo el aire de tus pulmones e intentaste relajarte. Tus manos temblaron un poco cuando se dirigieron a la espalda de Beomgyu, causando que este se estremeciera y soltara un risita nerviosa. 
El agua tibia cubría tu cuerpo hasta el inicio de tu pecho, queriendo tomarte el tiempo de disfrutar el ambiente acogedor, recargaste tu espalda en la tina de baño y olfateaste el aroma de los ingredientes añadidos al agua. Entre tus piernas aguardaba un curioso Beomgyu, con sus manos dándole palmadas al agua para causar salpicaduras y sus piernas flexionadas de tal forma que casi tocaban su pecho. 
—Eres muy grande para mi tina de baño —murmuraste mientras lo mirabas hacer sus travesuras con una sonrisa. 
—Oh, te sorprenderías. Creo que puedo hacer algo de espacio. —Beomgyu río y se inclinó hacia atrás, haciendo que su espalda y tu pecho se tocaran—. ¿Mejor así? —dijo cuando inclinó su cabeza hacia tu hombro para mirarte. 
Asentiste y retiraste un mechón de pelo que caía sobre su frente. Beomgyu sonrió por el gesto, tomó tu mano con suavidad y la dirigió a sus labios, depositando un dulce beso y haciendo caricias con sus dedos. Por un momento te quedaste perdida en la sensación que se deslizó por tu cuerpo mientras lo mirabas, encontrando en él profunda conexión y paz. 
—Déjame lavar tu pelo —pediste de pronto. Él fingió pensar un momento, con sus ojos posados en el techo y una sonrisa en la que se pudo apreciar alguna de las cosas que le pasaron por la cabeza.
—Espera un momento.
Beomgyu cerró los ojos y uso sus piernas para empujarse más contra ti. Pasaste tus brazos por encima de sus hombros y posaste tu barbilla sobre su cabeza, dejado que pegara su rostro a tu pecho y restregara su mejilla en él.
—¿Que estás haciendo? —cuestionaste cuando sentiste sus músculos vibrar contra los tuyos,.
—Estoy ronroneando —respondió mientras simulaba el sonido característico de los mininos y tú soltaste un risita baja. 
—Raro.
Beomgyu continuó con la acción hasta que tuvo suficiente. Luego de unos minutos se enderezó, asintió en silencio y tomó el grifo de la tina de baño. 
—También quiero lavar tu pelo —anunció al tenderte el grifo. Por la forma en la que parpadeó lentamente supiste que empezaba a tener sueño.
—Ya veremos —dijiste y el soltó un quejido. 
Luego de humedecer su cabello, colocaste el shampoo y empezaste a esparcirlo con movimientos gentiles. Sabías que le gustaba que jugaras con su pelo, y pareció más que feliz cuando empezaste a masajear su cabeza. Después de unos segundos, retiraste una mano y la colocaste sobre su hombro, dejando que tu pulgar dibujara círculos sobre su piel. 
Por la forma en la que cerró sus ojos y soltó un suspiro, te dio la impresión que la estaba pasando bien. 
—Se siente bien —susurro con una sonrisa—. Te llevaré conmigo cada vez que me duche de ahora en adelante.
—No me quejaré. —Acercaste el rostro al sitio donde tu mano acariciaba su espalda y rozaste su piel con tu nariz, olfateando su aroma y dejando un suave beso sobre su piel. 
Beomgyu se estremeció y pudiste verlo sonriendo para sí mismo, era una sonrisa genuina y casi pudiste ver y sentir la felicidad que había en ella.
—Esto se siente mejor... —dijo antes de respirar hondo, con las puntas de sus orejas tornándose rojas.
No pudiste detenerlo cuando se lanzó para rodearte entre sus brazos, causando que el agua se derramara de la tina de baño y mojara el piso. Estabas por reñirlo, pero Beomgyu selló tus labios con los suyos antes de que pudieras decir algo. 
Ni siquiera con consideraste resistirte. Te recargaste de nuevo contra la bañera y dejaste que tu cuerpo se inclinara al tacto de Beomgyu cuando se acomodó entre tus piernas. Al principio, sus labios recorrieron los tuyos con movimientos pausados, lambiendo y succionando lenta y atrevidamente hasta que estuvieron igual de humedecidos que sus cuerpos. De manera automática pasaste tus brazos al rededor de su cuello, lo que le permitió pegar más su cuerpo al tuyo.
Sentiste la electricidad en el aire mientras lo sostenías cerca y, su aliento y el tuyo, se volvían uno solo. Pudiste sentirlo todo, era tan real, tan amable y refrescante. En cierto momento, lo escuchaste soltar un gemido y te sorprendiste, pensando por un momento que la gentil cercanía de sus cuerpos empezaría a ir a más allá esa noche; sin embargo, cuando Beomgyu repitió el sonido no percibiste solamente deseo, sino también dolor. 
—Ay, me ha entrado shampoo al ojo —lloriqueó, pero a pesar de todo, continuó besándote.
Tumblr media
© gyummigon | todos los derechos reservados. prohibida copia o adaptación
70 notes · View notes
ybklix · 28 days
Text
Lost in translation
Tumblr media
☆ lee minho.
𐙚 genre - content - tags: fanfic / smut / legal age gap / lee know x fem character
₊˚⊹♡ inspired by 2003 sofia cappola's movie: lost in translation.
Sinopsis: Una joven confundida por la vida sin rumbo. Un joven artista exitoso, en medio de una crisis en su máximo esplendor de carrera. Ambos reunidos, en un viaje espontáneo en Tokio.
Tumblr media
★ 𝐿𝑜𝓈𝓉 𝒾𝓃 𝓉𝓇𝒶𝓃𝓈𝓁𝒶𝓉𝒾𝑜𝓃 ୧ ‧₊˚ 🍵 ⋅
Bien se había escuchado que Nueva York era la cuidad que no dormía, ¿pero habían visto acaso alguna vez Tokio? Más de las que el mismísimo Lee Minho pudo contar, inclusive estando en el vientre de su amada madre. Para alguien como él donde todo parece brillar, la gente no conocía ni el más mínimo detalle de sus sentimientos internos... y entre el lento y cansado trabajo, pudo cruzarse con una distracción que lo hizo sentir como no lo hacía desde hace tiempo. Volver al pasado, donde simplemente era una persona y no una imagen que valía millones. Fue ahí cuando de pronto regresó a sentirse vivo. Cuando decían que todo lo que Minho tocaba se convertía en oro... el repentino y suave toque a aquella extraña chica con complejo de no aportar un alma... ¿podía convertirse ella también en tan precioso metal?
En una unión inconvencional. Uno de sus tantos viajes a Tokio para él; la fría compañía de viaje de su hermana para ella. Pero un repentino encuentro donde el lenguaje no es una barrera, sino más bien un juego divertido de descifrar.
25 notes · View notes
yzzikatte · 20 days
Text
Big boy ⊹
Advertencia: sub ! Choso, dom ! Lectora, oral, creampie, negar orgasmo, sobreestimulacion.
Tumblr media
Tumblr media
- Choso se estremecía bajo tu suave toque, recostado sobre su cama en su cómoda habitación, mientras tanto tú sobre su cuerpo tocando cada punto sensible de el mientras te restregabas contra su intimidad.
Se podían escuchar los jadeos desesperados de el gran muchacho que te volvía loca, con pequeños gemidos por aquí y por allá cuándo sus intimidades se rozaban de manera más inquieta y precisa.
Tu lindo novio portaba un gran y trabajado fisico, con una gran espalda y unos brazos considerablemente más grandes que tus muslos y sin hacerlo de menos unas manos que podían agarrar sin problema tus dos muñecas, con grandes venas saliendo a relucir que lo decoraban con gran sensualidad.
Seguías sobre el frotando su centros de placer mientras te dirigías a morder y succionar su pálido cuello, cada que gemía de satisfacción su manzana de Adán se movía de forma sugestiva.
Pasaban los minutos y comenzabas a tocar cada ricón de su cuerpo, sus lindos pectorales con pezones rosáceos, sus abdominales marcados y mirando desde abajo su definido y sensual rostro, con una forma curvada en sus abundantes cejas y ojos cansados levemente cerrados de placer.
A pesar de que es muy vocal para la hora de el sexo en este momento estaba callado, simplemente jadeando, hasta que algo dentro de el se rompió incitándolo a hablar.
"Dios mío, ____! Creo que estoy cerca, muy cerca" Dijo cerrando sus ojos y mordiendo su labio esperando la confirmación que no obtuvo.
"No te corras Choso, quiero disfrutar de tu miembro un rato más, se un buen chico y espera a que esté satisfecha" Dijiste para seguir restregandote en el hasta que se comenzó a contraer y gemir más alto, a lo que te detuviste.
"Por favor... Estaba tan cerca" Exclamó Choso sin mirarte a los ojos desviando su mirada a la mesa de noche al lado de la cama.
Sin mediar palabra con el lindo hombre debajo de tí, te escurriste cuál serpiente hasta estar frente a su intimidad, bajando tortuosamente sus pantalones de dormir y boxer color negro mientras el te miraba suplicante, pero sin decir ni una palabra.
Al bajar su ropa, te encontraste con su prominente erección que golpeó fuertemente tu mejilla derecha, un golpe seco que hizo gemir a Choso.
Sin importarte mucho diste una gran lamida a su miembro desde la base hasta la punta succionando la misma, ganado un suspiro pesado de el contrario.
Ya estando en el inicio de su intimidad, fuiste bajando mientras lo colocabas dentro de tu boca, escenario que volvía loco al pelinegro que agarraba fuertemente las sábanas para después tirar su cabeza hacia atrás de el placer obtenido.
Tus movimientos eran constantes y rápidos, aunque en momentos bajabas la intensidad para torturar al contrario.
Los gemidos de el hombre se hacían presentes y su inminente orgasmo también, el chico estaba a punto de explotar, lindos gemidos y súplicas salían de el, haciendole honor a tu nombre.
"____! Por favor... Dios mío, déjame correrme, te lo suplico" Dijo Choso rogando mientras su labio estaba siendo mordido por el mismo al punto de sangrar levemente.
Sacaste su miembro de tu boca, para acariciar sus abdominales mientras movías tu mano de arriba a abajo sobre su eje.
Escuchando sus súplicas y pensando que decir detuviste nuevamente tus movimientos, frustrando de sobremanera al más alto.
"Un rato más lindo, te haré sentir muy bien, la espera vale la pena, solo se paciente" Dijiste para guiñarle un ojo y comenzar a bajar tu short y ropa interior, dándole una linda vista al contrario.
Volviste a tu posición inicial de estar en su regazo, teniendo sus intimidades cerca.
Agarras su miembro y comienzas a introducirlo, mientras con la mano que tenías apoyo en su muslo estaba siendo marcado con tus uñas bien cuidadas.
Choso se estremecía y jadeaba mientras tus paredes lo abrazaban sin quitar la mirada en ningun momento de la unión de sus intimidades.
Comenzaste a moverte sobre el, escuchando sus pieles chocar haciendo un ruido sumamente obsceno que volvía loco al hombre, sus gemidos cubrían los tuyos, siendo muy ruidoso por todo lo que estaba sintiendo, tanta estimulación y negación lo estaba matando.
Fuiste más rápido, apoyándote en su hombro, mordiendo su cuello nuevamente.
Tenías su boca en tu oreja escuchando a claridad total todo su placer.
Parecía que tú estabas hecha para el, como se conectaban, como apretabas todo su eje y encajaban perfectamente, lo volvía loco y adicto a lo que le provocabas.
Estaba a punto de llegar a su climax, y esta vez si tienes planeado dejar que lo alcance.
Casi llorando, con los ojos cristalizados el más grande súplica.
"D-dios, dime qué si, por dios, dime qué me puedo correr, lo necesito, t-te necesito" dijo cerrando los ojos dejando caer sus lágrimas de estimulación.
"Si, Choso puedes correte" Dije entrecortadamente para el hombre.
Cada segundo que pasaba aumentaba la intensidad separando mi cara de su hombro para mirarlo a los ojos.
El obsesionado mirando mis pechos rebotar mientras llevaba uno a su gran mano, apretándolo suavemente.
Gruñia en vez de gemir, los jadeos ya eran casi inexistentes, hasta que por fin llegó a su climax.
Su cuerpo se contrajo y agarro mis caderas para moverme y dejar toda su semilla dentro de mí.
Jadeando soltó mis caderas, pero sinceramente no había llegado a mi punto final, así que seguí moviendome.
Su cara fue un poema, jamás había experimentado la sobreestimulacion y se notaba.
Desesperado colocó parte de su puño en su boca para morderlo por la sensación que le estaba haciendo sentir.
Agarraba las sábanas con desesperación, mientras lágrimas brotaban de sus ojos.
Su semilla se veía esparcida entre mis muslos y su pelvis, dando una lubricación natural.
Pronto sentiría mi propio orgasmo llegar al igual que el suyo, ya por segunda vez.
Me moví con más intensidad persiguiendo mi primer climax, consiguiéndolo a la par de Choso.
Cansados tratamos de calmar nuestras respiraciones, con nuestros corazones juntos y un lindo abrazo que denota todo el amor que tiene para dar.
Sinceramente fue una noche que siempre va a recordar.
⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘⫘
28 notes · View notes