Tumgik
#pedirlo
leregirenga · 1 year
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"Mujer, no tienes que pedir que te presuman, no tienes que pedir que te visiten o te llamen, que te respondan rápido, no tienes que pedir que te respeten, no tienes que pedir que te cojan, no tienes que pedir que no te fallen, porque quien te ama, lo hace sin que tú se lo pidas."
Mujer tu no eres la mitad de nadie, ya naciste completa, original desde nacimiento y grande desde cualquier ángulo por dónde te vean. Tu inteligencia te define, tu sabiduría te hace super especial y tu belleza interior es tu real y auténtica carta de presentación.
Leregi Renga
Ella, la que sueña, la que escribe
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Te perdí pero gané tranquilidad
Te perdí pero gané, gané tranquilidad, gané paz, gané irme a dormir por las noches sin la duda y sin sentirme insuficiente.
Me costó un chingo pero te superé, fueron muchos días mordiéndome los dedos para no escribirte, fueron muchas madrugadas pensando porqué carajos tú no hiciste nada para no perderme.
Muchísimas noches me costaron entender que el que ama lo demuestra sin pedirlo, sin esperar nada, y más si existe alguna posibilidad de perderte, quien no lo de todo justo en ese momento, no merece mi amor
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ℜ𝔬𝔰𝔞🖤
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mantecol · 2 years
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Turning into the increíble hulk because MATUTE is not ANSWERING MY EMAILS
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mrstick-yaoi · 9 months
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Ahora entraré en mi estado depresivo y mudo, así que no publicaré por un tiempo a menos que se actualice, ya que mis palabras no valen mucho sin que se adjunten a mi mérito artístico.... Nunca entiendo por qué todos me tienen tanto miedo; eyyo internet local nadie
Es triste pero cierto- :/
DE TODOS MODOS ADIÓS PARA SIEMPRE HASTA EL PRÓXIMO CAPÍTULO !!!!!!!! =_=
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archivo54135230 · 1 year
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                             ❛ you found me in the flames ’ /   @p3ach3snplums​
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' nada que un trago decente no cure ’ se atreve a juzgar situación sin conocer, pero considera que una vez que alguien se para frente a la barra, el alcohol es la resolución a cualquier mal. extiende vaso hacia contrarie como obsequio, un gesto que suele permitirse cuando casi no hay nadie o están por cerrar. de todas formas, sus jefas son comprensivas y amables. ‘ ¿y bien? ¿qué te trae por aquí tan tarde? ’ quiso decir, tardísimo, pero es un horario abierto al público en ese lugar.
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0ystercatcher · 2 years
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mi app de pedidos ya esta en argentino ayuda miki maus
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heinous-bitch · 5 months
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Proyecto Libros Argentinos
Hola gente, este es un drive con libros de autores argentinos que va a quedar a disposición de todos. La idea es que haya todo tipo de libros, desde ficción hasta política, y que todos aportemos nuestro granito de arena para hacer crecer esta biblioteca virtual.
Si querés pedir un libro, podés hacerlo acá:
Si ya tenés un libro y querés que se añada a la carpeta, podés mandarlo a [email protected]
Antes de pedir un libro, fíjense en este sitio, es muy bueno y tiene de todo:
Si lo que estás buscando es una revista, acá están muchas digitalizadas:
Aún así, si pueden comprar uno de estos libros en una librería chica o pedirlo en una biblioteca, por favor háganlo. no dejemos morir el libro argentino.
Les voy a agradecer mucho la participación y la paciencia. En las próximas semanas voy a ir subiendo de a poco todo lo que manden.
- Male
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prontaentrega · 2 years
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pasas ig
no tengo 🫡
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myillicitaffair · 4 months
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Strawberries & cigarettes | Esteban Kukuriczka
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Sumario: llamar a tu ex en la mitad de la noche jamás podrá ser buena idea, a menos de que se trate de él, claro.
Advertencias: sexo explícito (+18), masturbación, dirty talking, degradación, cigarrillos y engaños.
Créditos: el fic está basado en la canción de troye sivan y las fotos utilizadas para el collage las saqué de pinterest.
Nota del autor: este mi primer request, gracias por pedirlo, amoor xx
2k words
La ciudad se alza orgullosa frente a mis ojos, los edificios brillando en todo su esplendor. Un limitado arsenal de vehículos se pasea por las calles; desplegada en una silla de mimbre, me pregunto su destino.
¿A dónde se dirigen a las 2 de la mañana?
La bulliciosa metrópoli parece tomarse un respiro a estas horas de la madrugada, logrando, por consiguiente, relajar a los escasos espectadores de su tranquilidad.
Jugueteo con el cigarrillo entre mis dedos, notándolo desperdigarse gracias a la brisa otoñal. Es un mal hábito, lo sé, pero es de los pocos resabios de su presencia que aún conservo, una de las pocas garantías que aseveran su paso por mi vida.
Lo introduzco en mi boca, inhalando el humo profundamente para luego exhalarlo. Degusto sus notas amargas en mis papilas gustativas, como casi saboreando sus labios…
Esteban y yo habíamos terminado en buenos términos; él vivía en capital y yo demasiado lejos, ahí fue cuando descubrimos que la relación a distancia simplemente no funcionaba para nosotros.
Después su carrera como actor despegó, yo senté cabeza con un viejo novio de la infancia- inofensivo, predecible- y en nuestras vidas ya no cabía lugar para el otro. Incluso ahora, cohabitando en la misma ciudad, nuestros rumbos se habían desviado del otro.
Tecleo los números de su teléfono de memoria, grabados a fuego en mi retina.
Soy perfectamente consciente de las horribles consecuencias que mis acciones podrían conllevar, pero nada de eso cobra importancia cuando la línea se interrumpe con su contestación, su voz dormida aguardando al otro lado de la llamada.
“¿Hola?”- Vocifera, ronco y un tanto desorientado.
Mi pulso se desestabiliza al escucharlo hablar luego de tanto tiempo, recordando de golpe los matices en su tono. Me lo imagino tumbado en su recámara, durmiendo en posición fetal, como siempre, la almohada abrazada entre su fuerte contextura.
“¿Tebi, te desperté?”- Mi respuesta se oye torpe ante el nerviosismo. ¡Es la madrugada, claro que lo desperté!
“Nena, ¿sos vos?”- Pregunta, esta vez un tanto más despierto y despabilado.
Aquel viejo apodo se desliza por sus labios sin siquiera notarlo, sin causarle ningún esfuerzo. Sin embargo, a mi me destruye, me obliga a rebobinar el tiempo y fundirme en los agridulces recuerdos.
“¡Si! Perdón que te llame tan tarde”- Me disculpo atropelladamente, de pasada nada más- “Yo se que no hablamos hace meses.”
Me arrepiento de mis palabras en el segundo en el que las formulo, mis miedos se solidifican ante mis ojos; el temor a parecer necesitada, débil, obsesiva incluso.
Más allá de ello, se que fue la decisión correcta. Es en noches como estas, solitarias y sin una estrella parpadeando en el cielo, en que más extraño su luz, la que jamás fallaba en brindar sin pretensiones.
Un par de lagrimas fugaces atentan mis mejillas, derrumbando por completo el sereno revestimiento que tanto me esforcé en construir.
“¿Estás bien? ¿Qué pasó?”- Cuestiona, todo en su actitud delatando una reciente preocupación. Puedo oír el rechinar de las bases de su cama, evidenciando su brusca reacción, la fricción contra las sábanas al enderezar su espalda.
“Si si, pero ¿Podes pasarte por casa?”- Propongo, más temblorosa de lo que me gustaría.
Agradezco el soporte que el asiento me proporciona, tal vez sin este, mis piernas hubiesen cedido ante la ansiedad.
Espero paciente al otro lado de la convocatoria, siendo testigo de su respiración acompasada, como sopesando mis palabras.
“Estoy allá en 15 minutos, máximo.”- Confirma, irguiéndose para emprender camino.
“Esteban”- Llamo su atención, provocando que sus extremidades se aquieten- “Muchas gracias…”
Una sonrisa brota de su expresión, dándole lugar a una leve risa, que escucho desde la quietud de mi balcón. Sin notarlo, mis comisuras imitan su gesto.
“No hay de qué, chiquita, ¡esperame que ya llego!”- Asegura, dando por concluida la comunicación.
Un poco más distendida, permanezco quieta en mi lugar, moviendo mis anestesiados dedos solo para fumar pausadamente.
Una pequeña expectativa comienza a burbujear en mi interior; con la simple idea de volver a estar en su presencia, mi corazón descontrolado golpetea mi caja torácica, como tratando de huir de sus confinamientos.
¿Cuánto tiempo habré permanecido así? Genuinamente, no lo sé, pero lo suficiente para que él arribe.
Mis ensoñaciones se ven interrumpidas por el timbre resonando en mi departamento, generando temblores en toda la superficie.
Salto de mi butaca impacientemente, avanzando con agilidad hasta el recibidor. Del otro lado de la puerta, lo descubro enfrentándome, jugueteando con las llaves entre sus dedos. Sus orbes se pasean por mi persona presurosamente, por lo que autorizo a los propios a hacer lo mismo.
A pesar de nuestro breve tiempo separados, él permaneció prácticamente intocado; su postura relajada, sus cabellos alocados y desparramados en todas direcciones… ���tal vez dejó crecerse la barba”, filosofo al chequearlo.
Sin más premeditaciones, me arrojo a sus brazos entreabiertos, los cuales me reciben gustosamente. Escondo mi nariz en su cuello, inhalando aquella familiar fragancia, perdiéndome en su calor corporal engulléndome por completo. Se toma la libertad de posar su pera contra la corona de mi cabeza.
Contra mis propios deseos, me despego de su torso, alejándome levemente para guiarlo adentro. Estiro mi mano, aguardando que la tome para adentrarnos en el living.
Una vez allí, esquivo la pequeña mesa ratona para dirigirlo hacia el sillón, donde se sienta sin mediar palabra.
Allí, parada en la sala de estar, mis pensamientos giran en su torno, envalentonándose con cada segundo que transcurre. Por un impulso indescifrable, me apropincuo a su espacio personal, rompiendo dicha barrera.
Acomodo mis piernas de modo que las suyas queden entre medio, para luego sentarme sobre sus templados muslos, regodeándome en la sensación de su contacto físico. Mi boca busca la suya en un movimiento desesperado, moviendo mis labios contra los suyos con una inesperada urgencia.
Me inunda la decepción al sentirlo separar nuestros rostros. La confusión tiñe su semblante, mientras investiga la escena que se le presenta.
“¿Y tu novio?”- Consulta, penetrándome con el fulgor de su mirada.
Abrazo su nuca entre mis brazos, atrayéndolo nuevamente hacia mí. Una mano se desliza hasta juguetear con el cuello de su remera, señalizando mi deseo de arrancársela.
“No está en casa”- Ronroneo en su oído, serpenteando mis manos por sus hombros con delicadeza- “No pienses en él, amor, concéntrate en mí.”
Comienzo a despilfarrar besos por su cuello, succionando su sensible piel hasta dejar marcas, clavándole los dientes juguetonamente para luego chupar el escozor. Saboreo su colonia en mi lengua y me encuentro adicta a su sabor amaderado, incapaz de separarme. Una necesidad primal se cuece en mi interior al presenciar su tez brillante con mi saliva.
“Esto está mal, nena”- Gime profundamente, echando su cabeza hacia atrás y concediéndome más acceso.
Me cuelo entre nuestras siluetas, acariciando su agitado abdomen, el cual se estremece ante mi toque. Batallo con el botón de su pantalón hasta desabrocharlo, sin parafernalias desciendo el cierre y descanso mi palma en su entrepierna.
“Decime que queres parar y yo lo hago”- Respiro, sobre la ardiente piel de sus hombros. Aún estática sobre su ropa interior.
“Sabes que no te voy a pedir que pares”- Murmura pesadamente, levantando sus caderas hasta rozarse con mis dedos. Evacua un sollozo de alivio.
Como cobrando vida, deslizo mis yemas por su longitud, generando una creciente erección. Masturbo su miembro sobre el calzoncillo a un ritmo agonizantemente lento.
“Entonces no te niegues, Tebi”- Respondo, inmiscuyéndome en la tela para palparlo piel a piel y acelerar mis atenciones.
Sus gemidos llenan el aire, complaciéndome de sobre manera y excitándome más de lo que creía posible. Buscando desesperadamente calmar el ardor, me froto contra la tela del pantalón, escasas barreras separándolo de mi centro.
Sus músculos se tensan bajo mi coño, devolviéndome placer al golpear mi clítoris al unísono de mis caricias en su polla. Mis labios se entreabren ante la fricción, escurriendo murmullos de regocijo por mis cuerdas vocales.
“Al final, que puta que resultaste”- Se burla cínicamente, enjaulando mi cintura en su agarre para presionarme más contra él.
Subo el volumen de mis quejidos ante la nueva intensidad de sus acciones, la degradación dejándome sin raciocinio. Mi torso completamente presionado contra el suyo, mis manos aún tocándolo deprisa.
Utilizando su fuerza, me recuesta en el sillón y se despega de mí, sentándose en el otro costado de este.
“Quiero que me muestres como te estuviste tocando, pensando en mí, mientras tu noviecito dormía a tu lado”- Demanda, su vista fija en mi mientras comienza a palparse.
“Mi amor, por favor”- Ruego, un tanto agobiada ante las llamaradas quemando mi vientre bajo.
Observo sus movimientos con atención, como sus yemas rozan su glande perezosamente, excitándose aún más. Una gota de sudor descendiendo por su cuello ante el esfuerzo físico, escondiéndose bajo su camiseta de algodón.
Bajo mis shorts aun observando la imagen frente a mí, aventándolos al suelo junto con mi blusa. Recubierta únicamente por mi ropa interior, asciendo hasta mi busto, pellizcando mis pezones hasta formar duros picos entre mis dedos. Sus penetrantes orbes persiguen cada uno de mis movimientos, sintonizando los suyos para que ambos nos movamos al mismo ritmo.
“Tu noviecito no te sabe satisfacer, por eso tuviste que llamarme, ¿o no?”- Se mofa al presenciar la impaciencia que me consume, como me apresuro a infiltrarme por mis bragas para sobar mi punto mas sensible con urgencia.
“Nadie me coge como vos, Tebi…”- Susurro, extraviada ante el renovado éxtasis.
Fantaseo con su toque entre mis labios, desparramando mi humedad, saboreándola desenfadadamente, con los ojos cerrados y la lengua paseándose por sus propios dígitos.
Sin embargo, debo conformarme con la mediocridad de la autovalidez, hasta que decida tomar piedad de mis intentos en vano de remplazar sus atenciones.
“No doy más, necesito que te corras conmigo, mi amor”- Pide al sentir su orgasmo aproximarse, ahora follando su propio puño con premura.
Al ver su estado de frenesí descontrolado, decido avivar mis caricias a mis zonas intimas, introduciendo mis dedos en mi apretado agujero hasta notar que mi estomago empieza a tensarse.
El ambiente transluce nuestros inminentes apogeos con los suspiros que desangran nuestras gargantas, el sucio sonido de humedad encontrada por extremidades y suplicas al aire, con un destinatario en concreto.
Acerca su temblorosa complexión a la mía, atisbando mi muñeca moverse al compás de los bombeos en su longitud y arrimándose a mis piernas abiertas. Ante un sollozo particularmente estridente de su parte, despierto de mi ensimismamiento y lo acerco a partir de sus caderas en erráticos movimientos.
“Encima de mí, por favor, ¡correte encima de mí!”- Imploro, aturdida por las oleadas de placer poseyéndome por completo.
Suelta un grave gruñido seguido de improperios al momento de llegar a la culminación de la satisfacción, depositando cuerdas infinitas de semen blanco sobre mi meciente pecho. Su excitación comienza a chorrear por mi vientre, agrupándose en mi ombligo para continuar su descenso pausado.
Con tal candencia rodeando los actos desplegados, logro abandonarme al pasmo de la conclusión con un arrollador orgasmo; mi coño apretando mis propios dedos, deseando que se aniden allí, mi cuerpo gozando violentos espasmos, mi visión jamás partiendo de las farolas apuntadas en mi dirección.
“Muy bien, chiquita, siempre tan obediente para mi”- Me alaga, estirando sus yemas para recoger unas resbalantes gotas de semen y empotrarlas en mi boca entreabierta, indicándome tácitamente mis propias acciones.
Mi lengua recorre cada uno de sus surcos y recovecos, aspirando casi instantáneamente su salada carga, como si de un codiciado elixir se tratase.
“Ahora vas a dejar que te coja hasta que no puedas ni caminar, hasta que te olvides incluso de su nombre ¿si bebita?”- Propone sin remover sus dígitos de mi cavidad, sus crudas palabras contrastando con la suavidad de sus manos en mí.
Asiento frenéticamente, ahuecando mis mejillas para lograr tomarlo aún más profundo, notando un estremecimiento recorrer mi medula espinal ante la anticipación de una larga noche de pasión.
Aclarar que cumplió con sus promesas al pie de la letra sería, francamente, caer en un vago eufemismo…
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libros-argentinos · 5 months
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Bienvenidos al Proyecto Libros Argentinos
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Este va a ser el blog oficial del proyecto. Los libros se van a ir subiendo de a poco cada semana. Si quieren pedir algún libro de un autor argentino pueden hacerlo en las preguntas, o si tienen alguno que quieran compartir, pueden mandarlo a [email protected]
NAVEGACIÓN SIMPLIFICADA DE LA BIBLIOTECA "LIBROS ARGENTINOS"
Les dejo también otros sitios para buscar libros y revistas argentinas:
Aún así, si pueden comprar uno de estos libros en una librería chica o pedirlo en una biblioteca, por favor háganlo. No dejemos morir el libro argentino.
Muchas gracias por su participación y paciencia. Nos estamos leyendo
-Male (@heinous-bitch)
créditos de la imagen: @ghiacomo
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a--z--u--l · 1 month
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Significa mucho más si no tienes que pedirlo.
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Creo que sí no es para mi, el destino y la vida lo alejara. Las cosas pasan por algo, y no podemos forzar a las personas a estar o quererte. El que quiere lo hará y sin pedirlo.
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tiempoydestino · 29 days
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Gustosamente regresaré algo de la amabilidad que he recibido gratuitamente y sin pedirlo de parte del universo.
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baul-de-frases · 9 months
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Te pedí tomar mi mano porque necesitaba sentirme a salvo, acompañada, y hace tiempo ya no lo haces si no te lo pido. No me gusta pedirlo, siento que te obligo a tocarme; pero es la única manera de sentirte conmigo. Cuando estamos juntos sólo los recuerdos hacen las veces de compañía, hacen más llevadera tu insensibilidad e indiferencia; tu calor, tu cariño y cuidado, todo parece haberse ido desde hace tanto, para no volver.
No es algo que quiero vivir, sin ti a mi lado... No sé como seguir.
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Papittafritta
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sinfonia-relativa · 14 days
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A veces pierdo la fe en las personas y en su amabilidad, en su nobleza de espíritu. Me parecen todos tan falsos, he llegado a sentir que cada quien busca su propio beneficio en mi. Pero luego, sin esperarlo y sin pedirlo, alguien me demuestra que no, un simple hecho, una mirada o una palabra me hace ver que no todos son así y que no debo caer en la desconfianza plena de que todo el mundo es malo. Entonces vuelvo a creer y permitirme ser con quien es conmigo. Así de sencillo, para quien esté, así mismo estaré yo.
Moongirl
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inc0ncebible · 29 days
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que importante es decir te quiero en las relaciones a distancia no? y eso que solo nos separan 3 horas, pero en este momento sólo es media hora la que nos separa y aún así ni si quiera nos vemos y todavía has dejado de decirme que me quieres, se que hay cosas que para ti no son importantes o al menos eso no es importante en tu relación conmigo y esta bien, pero para mí lo es y solo espero que así como yo tomó tus cosas importantes y trato de hacerte sentir amado, quisiera que hagas lo mismo, pero el amor no se pide, esos detalles de amor e interés no se piden, no tendría porqué pedirlos, pero aquí me tienes, suplicando que lo hagas... te quiero, te quiero mucho, te quiero más, te quiero demasiado, tan sólo un te quiero te pido, quisiera ver ese te quiero tuyo, un día, una tarde, una semana, un día a las 9 a.m, una tarde a las 4 p.m, pero para ti no es importante decirme que me quieres... entonces hoy tampoco me sentí querida
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