#marsh dice club | Explore Tumblr Posts and Blogs

devilsmarshhq · 10 months

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cada vecino es único, pero nadie se compara a bethany bordeaux. se dicen tantas cosas de ella, pero lo que más impresionó al pueblo fue lo sucedido durante las entrevistas policiales por la desaparición de fernsby y brown...

¡lourdes, tu audición ha sido aceptada! muchas gracias por el interés mostrado y, por sobre todo, tu paciencia. cuentas con 24 hrs para enviarnos la cuenta de tu personaje, te enviamos un saludo enorme y necesitar cualquier cosa siempre puedes decirnos, ¡esperamos que te diviertas!

OOC

alias: lourdes

zona horaria: gmt-3

triggers: abuso sexual

¿nos das permiso para utilizar a tu personaje en distintas actividades en caso de dar unfollow?: no

fc: alva bratt

𝐂𝐎𝐌𝐈𝐒𝐀𝐑Í𝐀 𝐃𝐄 𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋’𝐒 𝐌𝐀𝐑𝐒𝐇, 𝟖:𝟎𝟎 𝐀𝐌.

El policía observa al ciudadanx que se encuentra frente suyo en esa habitación gris. El primer ítem que busca tachar de su lista es: “nombre completo”, y por eso dice las palabras en voz alta.

Alza las cejas, levemente insultada. Cree que su apellido es lo suficientemente conocido como para no necesitar introducciones, pero también entiende que es una pregunta protocolaria. De todos modos, ese alzar de cejas continúa cuando se presenta: —Bethany Bordeaux.

Al alzar los ojos, suelta: “fecha de nacimiento.”

—Trece de noviembre de mil novecientos dos mil uno.

Acto seguido, se explica: “Has sido citadx en la comisaría de Devil’s Marsh debido a la desaparición de los jóvenes Brown y Fernsbyl. Pero, antes que nada, necesitamos contexto. ¿Cuál es tu ocupación?”

—Soy instructora de tenis y miembro del country club de Devil’s Marsh. —Y si no está en su habitación, lo más posible es que esté en el club de campo con la máquina que eyecta pelotas yendo de lado a lado de la red o tomando algún jugo o infusión o en brunches en alguna de las mesas circulares del área del buffet. Y como trabajadora es más ociosa que como miembro. Está segura que se mantiene estable en el trabajo porque tiene una membresía prácticamente desde que nació y porque, claro, es bastante agraciada en el tenis. —También soy coleccionista. —Que es una manera de decir que gasta mucho dinero en cosas, pero que son cosas bastante caras y que vale la pena tenerlas porque le gustan y ya. Además, la obsesiona acumular. Por eso también tiene muchas carpetas de recortes periodísticos de temas de su interés, que son pocos y bastante potentes.

“¿Cómo te describirías? O, ¿cómo te describirían los demás?

—Inteligente—y viperina—, racional y—tozuda. También mentirosa, actriz, dramática, creída, apabullantemente: —segura de mí misma.

“¿Y cuál es tu historia de vida?”

—Pues, es normal. —Inicia, encogimiento de hombros y uñas francesas, bien cortas y cuidadas, haciendo clac clac en la mesa metálica en la que el policía la entrevista. —Soy la hermana menor. —Y no es como si la señora y el señor Bordeaux le prestaran mucha atención a Bethany o como si le hubieran pedido responsabilidades que ella nunca tomó, demasiado endiosados en la comunidad de Devil’s Marsh, tan religiosos y correctos, como para preocuparse por lo que pasa en el enorme hogar en el que viven. —Usted sabe a que se dedican mis padres. Son dueños del museo de Devil’s Marsh—cosa que a ella no podría importarle menos. Goza del bienestar, de todos modos, puesto a que hay mucho dinero siempre en su cuenta corriente a principio de mes lo cual le asegura las idas a la ciudad más cercana a comprarse ropa importada o los brunches en el country club o los demás sucesos que acontecen en su vida mes a mes. —y siempre hemos estado muy volcados en la comunidad. —Ahí se lleva una mano al pecho. Actúa, por supuesto, y por eso sonríe tiernamente. —Me sacaba dieces en el instituto—le parece necesario decir. —y fui coronada reina del baile en todos los bailes de primavera. —Y si bien nunca lo disfrutó del todo, si le agradaba decir que era la reina. —Era bastante popular. —Y eso la cansaba mucho, porque en realidad Bethany es una mujer muy fría y aislada e, incluso ante la popularidad en su adolescencia, siempre ha estado más o menos en su mundo: uno oscuro y húmedo y estrictamente propio, donde no hay espacio para nadie más que ella y sus obsesiones y sus gustos extraños, como las muñecas antiguas. Por eso no tuvo novio y tampoco tiene grandes amigos. Comienza a incomodarse. No sabe bien qué decir. Podría ahora hablar ahora del paso a la universidad, pero Bethany nunca ha ido a la universidad. En realidad, no hay mucho que le importe más que estar echada en su cama comiendo bombones de chocolate, acariciando a sus gatos y viendo los ojos vacíos de sus muñecas de porcelana, a las cuales cuida mucho, o jugando al tenis, que es otro lugar donde es feliz o al menos le llega allí el espejismo de la felicidad. De todos modos, ella se cree muy satisfecha con su vida, incluso si refunfuña todo el tiempo. —En fin. —Carraspea entonces. —Quiero decir que he tenido una vida muy normal. Lo más loco que me ha pasado es que quise ser tenista profesional. —y ahí frunce los labios. —Pero no era lo mío. —Sí fue muy buena a nivel regional y estatal, pero era una practicante complicada.

“No te sientas nerviosx. Estamos al final de la entrevista: ¿tenías relación con las familias de los desaparecidos?”

—No. —Es la verdad. —A veces nos encontrábamos en algunos eventos, pero nada más.

“Bien, eso es todo.” y tras finalizar las preguntas de protocolo, el policía observa fijamente al ciudadanx. Presiente que hay algo que el entrevistadx no está diciéndole. Un secreto oscuro o no tanto, pero un secreto en fin, y si bien el oficial no siente más que cierta intuición, ese secreto es real y es…

REMOVIDO.

#dm:bordeaux #dm:form

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thecreaturecodex · 2 years

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Meazel

Image © Wizards of the Coast

[I like what 5e has done with a lot of classic D&D monsters. But I do not like their meazel. I love the art; it’s a faithful adaptation of the original Russ Nicholson design. But I do not like that they’ve taken away the disease connection that they’ve had since the beginning (the 1e mezel merely suffered from disease, but from 2e to 4e, they could spread it) and replaced with with yet another shadow teleport ability. Lots of Mordenkainen monsters have shadow teleport abilities, because a major theme of the book is the Shadowfell.

The origins of meazels have been bandied about in different ways in various editions. In 4e, they were humans who made a bad deal with Baalzebuul. In 5e, they’re hermits who retreated into the Shadowfell and became twisted monsters. But personally, I’ve always thought of them as being based on The Mewlips, a poem by Tolkien. Both meazels and mewlips live in marshes and are greedy and murderous. So I’ve given the meazels the name mewlip as an endonym, making this also a literary themed monster.]

Meazel CR 4 NE Humanoid This humanoid has sallow skin covered in a painful-looking rash. Its face is long and mean, with a sunken nose and a wild shock of greasy hair. It has clawed fingers, a slight webbing forming between them, and carries a sword and rope.

Meazels are ill-tempered, murderous hermits native to swamps, caves and other remote areas. They are motivated primarily by a combination of greed and spite, waylaying travelers and merchants in order to rob and eat them. Their origins are somewhat obscure, but they have some orc heritage—despite this, meazels and orcs hate each other. Orcs attempt to kill meazels on sight, and meazels for their part usually keep orcs alive long enough to torture. The name given to meazels by other creatures comes from their various diseases. Meazels cultivate diseases the way other species keep pets, and have a variety of disfiguring symptoms without suffering any greater harm. They call themselves “mewlips”.

Meazels are usually solitary ambushers, lurking behind potential prey for hours before striking when they least expect it. They usually attempt to pick off a scout or straggler rather than attack the core of a group, dragging them off with a garrote or simply stabbing them in the vitals. Most meazels keep swords or clubs on hand, but they are just as deadly with their claws. Meazels hate a fair fight, and will typically flee if their potential victim puts up much of a struggle.

Most humanoid creatures of all alignments hate meazels, and the feeling is mutual. Few meazels can stand the company of others of their own kind either, with small family groups being the primary unit of society. These stay together as long as it takes to raise the children, which isn’t long—meazels are dangerous by the age of three and fully grown by six. They are omnivores with a taste for fungi and carrion, and will often let meat rot for a while in order to make it palatable to their tastes. Some meazels are religious, keeping small shrines to Apollyon, Mammon or other powers of disease, death and avarice. They prefer coins and precious metals to other treasures.

Meazels are short for a medium creature, standing between four and five feet tall.

Garrote Exotic Weapon; Price 3 gp; Weight 1 lbs. Damage special A garrote is a length of cord with a handle on each end. A wielder proficient in garrotes may use one to initiate a grapple as a melee touch attack without provoking an attack of opportunity, as long as the creature it is trying to grapple is within 1 size category of itself. A garrote is wound around the neck—a creature that is grappled using a garrote cannot speak or breathe. Once the wielder initiates a pin, it deals 1d6 points of bludgeoning damage a round with the garrote (assuming Medium size); proficient wielders can add their sneak attack dice to this each round, if they have them. A wielder may, as a standard action, tie the garrote together and leave it behind, continuing to do damage—in this case, the DC to escape from the garrote becomes 10+ the CMD of the wielder. Garrotes tied off in this fashion do not continue to deal sneak attack damage.

Meazel CR 4 XP 1,200 NE Medium humanoid (orc) Init +3; Senses darkvision 120 ft., Perception +9 Defense AC 16, touch 14, flat-footed 12 (+3 Dex, +1 dodge, +2 natural) hp 35 (10d8-10) Fort +2, Ref +6, Will +8 Immune disease, nausea and sickness effects; Weakness light sensitivity Offense Speed 30 ft. Melee short sword +10 (1d6/19-20) or 2 claws +10 (1d4 plus disease) or garrote +10 touch (grapple) Special Attacks mobile grappler, sneak attack +2d6 Statistics Str 10, Dex 17, Con 8, Int 14, Wis 13, Cha 11 Base Atk +7; CMB +10; CMD 24 Feats Agile Maneuvers, Defensive Combat Training, Dodge, Exotic Weapon Proficiency (garrote), Weapon Finesse Skills Acrobatics +8, Climb +8, Disable Device +10, Perception +6, Sleight of Hand +11, Stealth +11, Survival +9, Swim +9; Racial Modifiers +4 Swim Languages Common, Orc, Undercommon SQ disease carrier, fast stealth, thievery Ecology Environment underground or marshes Organization solitary or family (2-5) Treasure standard (short sword, garrote, other treasure) Special Abilities Disease Carrier (Ex) A meazel is immune to ability damage or other negative effects from disease, but suffers cosmetic damage from the physical symptoms. Different meazels may carry different diseases, which become spread by the meazel’s claws, regardless of the original mode of infection, and use a save DC calculated from the meazel’s Hit Dice instead of their normal DC. Disease (Ex) Red ache—injury; save Fort DC 14; onset 1d3 days; frequency 1/day; effect 1d6 Str damage; cure 2 consecutive saves. The save DC is Constitution based. Fast Stealth (Ex) A meazel can move at full speed while using the Stealth skill without penalty. Mobile Grappler (Ex) When a meazel uses a combat maneuver to move a grappled opponent, it can move up to its full speed. Thievery (Ex) Disable Device, Sleight of Hand and Stealth are always class skills for meazels.

#meazel #D&D #fiend folio #pathfinder 1e #the mewlips #orc #jrr tolkien

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theculturedmarxist · 3 years

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In the third decade of the 21st century, the Social Register still exists, there are still debutante balls, polo and lacrosse are still patrician sports, and old money families still summer at Newport. But these are fossil relics of an older class system. The rising ruling class in America is found in every major city in every region. Membership in it depends on having the right diplomas—and the right beliefs.

To observers of the American class system in the 21st century, the common conflation of social class with income is a source of amusement as well as frustration. Depending on how you slice and dice the population, you can come up with as many income classes as you like—four classes with 25%, or the 99% against the 1%, or the 99.99% against the 0.01%. In the United States, as in most advanced societies, class tends to be a compound of income, wealth, education, ethnicity, religion, and race, in various proportions. There has never been a society in which the ruling class consisted merely of a basket of random rich people.

Progressives who equate class with money naturally fall into the mistake of thinking you can reduce class differences by sending lower-income people cash—in the form of a universal basic income, for example. Meanwhile, populists on the right tend to imagine that the United States was much more egalitarian, within the white majority itself, than it really was, whether in the 1950s or the 1850s.

Both sides miss the real story of the evolution of the American class system in the last half century toward the consolidation of a national ruling class—a development which is unprecedented in U.S. history. That’s because, from the American Revolution until the late 20th century, the American elite was divided among regional oligarchies. It is only in the last generation that these regional patriciates have been absorbed into a single, increasingly homogeneous national oligarchy, with the same accent, manners, values, and educational backgrounds from Boston to Austin and San Francisco to New York and Atlanta. This is a truly epochal development.

In living memory, every major city in the United States had its own old money families with their own clubs and their own rituals and their own social and economic networks. Often the money was not very old, going back to a real estate killing or a mining fortune or an oil strike a generation or two before. Even so, the heirs and heiresses set themselves up as a local aristocracy. Like other aristocracies, these urban patricians renewed their bloodlines and bank accounts by admitting new money, once the parvenus had served probation and assimilated the values of the local patriciate.

These regional urban patriciates were similar demographically, at a time when the racial caste system that divided whites from nonwhites was accompanied by an ethnic caste system among whites. Within the white population, Anglo American Protestants, preferably Episcopalian or Presbyterian, were at the top, followed by Anglo Americans belonging to more vulgar denominations like the Methodists and Baptists. German and Scandinavian Americans could be honorary Anglo Americans. But Irish American Catholics, Jews, and Italian and Polish Americans occupied a lower rung. Mexican Americans occupied an ambiguous position. In some areas they were discriminated against as Blacks were, in others they were treated as the equivalent of low-status whites. Black Americans and Asian Americans were excluded.

The Anglo American Protestant patricians in every region and state shared a common Anglo American and Trans-Atlantic culture—but not a common national culture. Instead, they had regional cultures separately based on a common British and European heritage. This is so peculiar that it needs to be explained.

Let us begin with what they shared: Trans-Atlantic culture. From the earliest days of the republic, the wealthy elites of even the most remote and Godforsaken parts of the South and West could afford to vacation in Europe. They would bring back the latest French and British fashions to rural Mississippi or Wyoming. Before the self-consciously regional Prairie Style of Frank Lloyd Wright, there was never any indigenous American architecture, just wave after wave of faddish European styles: Palladianism, Greek Revival, Gothic, Romanesque. The relics of these transient Europhile fads litter the United States in the form of courthouses and other old public buildings from coast to coast.

In contrast, local patriciates tried to boost their own authors at the expense of those in other American regions. My maternal grandmother, a schoolteacher for part of her career, belonged to the minor Southern gentry. She saw to it that my brother and I were introduced to the literary canon as educated white Southerners of the early 20th century conceived of it: A British substrate, consisting of Robert Louis Stevenson and Rudyard Kipling, overlain by Southern writers like Sidney Lanier, whose “The Marshes of Glynn” introduced me to the wonders of verse. The equivalent New England literary canon ran directly from Shakespeare and Milton and Pope and Scott and Tennyson to Emerson, Longfellow and Whittier and the other “Fireside Poets” (Whitman, Hawthorne, and Melville only acquired their present status later, thanks to mid-20th-century academics).

In short, for two centuries there was a double competition among regional American oligarchies. On the one hand, the local notables, particularly those from the newly settled regions, had to prove they were not backward bumpkins, but were just as up-to-date with regard to European fashions as the patricians in New York and Boston and Philadelphia. On the other hand, some of them dreamed that the city they ran, whether it was Atlanta or Milwaukee, would become the Athens or Renaissance Florence of North America, and favored local writers, poets, and artists, as long as their work was in fashionable styles and did not inspire seditious thoughts among the local masses. The subnational blocs of New Englanders, Southerners, and Midwesterners fought to control the federal government in order to promote their regional economic interests.

The status of Harvard and Yale as prestigious national rather than regional universities is relatively recent. A few generations ago, it was assumed that the sons of the local gentry (this was before coeducation began in the 1960s and 1970s) would remain in the area and rise to high office in local and state business, politics, and philanthropy—goals that were best served if they attended a local elite college and joined the right fraternity, rather than being educated in some other part of the country. College was about upper-class socialization, not learning, which is why parochial patricians favored regional colleges and universities. If your family was in the local social register, that was much more important than whether you went to an Ivy League college or a local college or no college at all.

American patricians of earlier generations would have been surprised that rich people, many of them celebrities, would scheme and bribe university officers to get their children into a few top universities. Scheming to get into the right local “society” club—now that would have made sense.

Upper-class women were the chief enforcers of local “society.” Anybody who thinks that women are somehow naturally more generous and egalitarian than men has never encountered a doyenne of high society. Mrs. Astor’s 400 families in New York had their counterparts throughout the United States, from the Mainline elite in Philadelphia to the Highland Park set in Dallas.

As in the novels of Jane Austen, the daughters of the local ruling class had to be married to a young man from a good family, if the dynasty was not to fall into disgrace. Until recently (and to this day, in some circles) a young woman’s debut in society was, if anything, more important than marriage itself, since the debutante ball helped to define her eligibility for a high-status marriage.

When I explain all of this to friends from other countries, they tend to be surprised, if not suspicious of my account. What about frontier egalitarianism? Wasn’t America dominated by the just-folks middle class in the 19th and 20th centuries? Isn’t America in danger now, for the first time in its history, of becoming an Old World style hierarchy?

The egalitarianism of the American frontier is greatly exaggerated. Some of the myth comes from European tourists like Alexis de Tocqueville, Harriet Martineau, and Dickens. For ideological reasons or just for entertainment, they played up how classless and vulgar Americans were for audiences back in Europe. On their trips they mostly encountered the wealthy and educated, who might have been informal by the standards of British dukes or French royalty, but who were hardly yeoman farmers. If these famous tourists had spent their time in slave cabins, immigrant tenements, miners camps, and cowboy bunkhouses, they might have gotten a different sense of how egalitarian America actually was. Elite Americans might have been more likely than elite Brits to smile politely when dealing with working-class people, but they were no more likely to welcome them into the family.

The Western frontier was not entirely a myth, to be sure. My great-great-grandfather proposed marriage to my great-great-grandmother by handing her a letter from horseback before riding north on a cattle drive from Texas to Kansas, and a distant uncle was murdered by outlaws on the road outside of Austin in the 1880s. But the Wild West or boomtown era everywhere was brief. The first white settlers in a region may have been trappers or small farmers or ranchers or outlaws or pirates, but once Native Americans had been removed to reservations and the railroad was in place, the area was rapidly gentrified. The rich moved in, bought up the good land, built mansions and the local opera house in the current European style and drove the frontiersmen and their families out.

White poverty in the United States today is concentrated in greater Appalachia, because the Scots Irish settlers, often illiterate squatters, were priced out of other areas and ended up in the hills of Appalachia, the Ozarks, and the Texas Hill Country. As soon as the affluent discover the scenic views in those areas, they will be forced to move once more, just as old-stock families are already being priced out of the Texas Hill Country by rich refugees from California, bringing with them their cultural heritage of trophy wineries and boutiques, New Age spirituality and organic cuisines.

Because there was no single national American elite, there was never a single Western frontier. New Englanders moved west in a band to the south of the Great Lakes, and then moved eastward and inland from ports on the Pacific Coast. While the Scots Irish followed the hills, the Southern planter class acquired cotton-friendly soil from Virginia along the Gulf of Mexico to central Texas, where the coastal plain collides with the southernmost part of the Great Plains. As the historians David Hackett Fischer and Wilbur Zelinsky have pointed out, these parallel bands of east-to-west settlement brought separate Anglo American cultures, reflected in everything from codes of honor to town layouts (town planners in greater New England laid out village greens with churches and schools, while Southern towns tended to be centered on the courthouse).

In short, a historical narrative which describes a fall from the yeoman democracy of an imagined American past to the plutocracy and technocracy of today is fundamentally wrong. While American society was not formally aristocratic it was hierarchical and class-ridden from the beginning—not to mention racist and ethnically biased. What’s new today is that these highly exclusive local urban patriciates are in the process of being absorbed into the first truly national ruling class in American history—which is a good thing in some ways, and a bad thing in others.

Compared with previous American elites, the emerging American oligarchy is open and meritocratic and free of most glaring forms of racial and ethnic bias. As recently as the 1970s, an acquaintance of mine who worked for a major Northeastern bank had to disguise the fact of his Irish ancestry from the bank’s WASP partners. No longer. Elite banks and businesses are desperate to prove their commitment to diversity. At the moment Wall Street and Silicon Valley are disproportionately white and Asian American, but this reflects the relatively low socioeconomic status of many Black and Hispanic Americans, a status shared by the Scots Irish white poor in greater Appalachia (who are left out of “diversity and inclusion” efforts because of their “white privilege”). Immigrants from Africa and South America (as opposed to Mexico and Central America) tend to be from professional class backgrounds and to be better educated and more affluent than white Americans on average—which explains why Harvard uses rich African immigrants to meet its informal Black quota, although the purpose of affirmative action was supposed to be to help the American descendants of slaves (ADOS). According to Pew, the richest groups in the United States by religion are Episcopalian, Jewish, and Hindu (wealthy “seculars” may be disproportionately East Asian American, though the data on this point is not clear).

Membership in the multiracial, post-ethnic national overclass depends chiefly on graduation with a diploma—preferably a graduate or professional degree—from an Ivy League school or a selective state university, which makes the Ivy League the new social register. But a diploma from the Ivy League or a top-ranked state university by itself is not sufficient for admission to the new national overclass. Like all ruling classes, the new American overclass uses cues like dialect, religion, and values to distinguish insiders from outsiders.

Dialect. You may have been at the top of your class in Harvard business school, but if you pronounce thirty-third “toidy-toid” or have a Southern drawl, you might consider speech therapy.

Religion. You may have edited the Yale Law Review, but if you tell interviewers that you recently accepted Jesus Christ as your personal savior, or fondle a rosary during the interview, don’t expect a job at a prestige firm.

Values. This is the trickiest test, because the ruling class is constantly changing its shibboleths—in order to distinguish true members of the inner circle from vulgar impostors who are trying to break into the elite. A decade ago, as a member of the American overclass you could get away with saying, along with Barack Obama and Hillary Clinton, “I believe that marriage is between a man and a woman, but I strongly support civil unions for gay men and lesbians.” In 2020 you are expected to say, “I strongly support trans rights.” You will flunk the interview if you start going on about civil unions.

More and more Americans are figuring out that “wokeness” functions in the new, centralized American elite as a device to exclude working-class Americans of all races, along with backward remnants of the old regional elites. In effect, the new national oligarchy changes the codes and the passwords every six months or so, and notifies its members through the universities and the prestige media and Twitter. America’s working-class majority of all races pays far less attention than the elite to the media, and is highly unlikely to have a kid at Harvard or Yale to clue them in. And non-college-educated Americans spend very little time on Facebook and Twitter, the latter of which they are unlikely to be able to identify—which, among other things, proves the idiocy of the “Russiagate” theory that Vladimir Putin brainwashed white working-class Americans into voting for Trump by memes in social media which they are the least likely American voters to see.

Constantly replacing old terms with new terms known only to the oligarchs is a brilliant strategy of social exclusion. The rationale is supposed to be that this shows greater respect for particular groups. But there was no grassroots working-class movement among Black Americans demanding the use of “enslaved persons” instead of “slaves” and the overwhelming majority of Americans of Latin American descent—a wildly homogenizing category created by the U.S. Census Bureau—reject the weird term “Latinx.” Woke speech is simply a ruling-class dialect, which must be updated frequently to keep the lower orders from breaking the code and successfully imitating their betters.

Mrs. Astor would approve.

#ivy league #history #american history #oligarchy #aristocracy #american culture #bourgeois culture #bourgeoisie #class society #class struggle #class system #overclass #russiagate #virtue signaling #woke culture #wokeness #petite bourgeois #harvard #yale

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laannie0803 · 4 years

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Seda es un mayordomo de la Guardia de la Noche de servicio en el Castillo Negro.

Seda es descrito como un muchacho hermoso, con ojos oscuros, piel suave y cabello negro con bucles. Le creció la barba y se la acicala con una esencia dulce. Es un joven inteligente que aprende con rapidez, valiente en la batalla, y que sabe leer y escribir más o menos bien. También es un bailarín elegante. En la Batalla del Castillo Negro le dice a Jon que es devoto de la Fe de los Siete, si bien posteriormente cuando presta el juramento como hermano de la Guardia, lo hace en el bosque de arcianos.

Seda es originario de Antigua, y recibió el nombre del burdel donde había nacido y fue criado. Hasta los dieciocho años de edad trabajó allí prostituyéndose.

Dos días antes de la salida de Lord Jeor Mormont en la gran Exploración por el Bosque Encantado, Conwy está de vuelta en el Castillo Negro con seis nuevos reclutas. Estos son un anciano de barba gris que se apoyaba en un bastón, dos muchachos rubios que parecían hermanos, un joven emperifollado vestido con ropas de seda muy sucias -Seda-, un hombre andrajoso con un pie zambo y un orate sonriente que se creía un guerrero.

Donal Noye le dice a Jon Nieve que los trajo de las mazmorras de un señor, cerca de Puerto Gaviota. Queda entrenando en el Castillo Negro bajo la tutela de Endrew Tarth.

Con un grupo de distracción, Mance Rayder logra que Bowen Marsh deje el Castillo Negro para enfrentar una partida de salvajes, dejando una pequeña fuerza para defenderlo. Seda queda allí participando en la Batalla del Castillo Negro. Viste la lana, la cota de mallas y el cuero endurecido de la Guardia de la Noche. Medio año en el Castillo Negro le habían endurecido las manos y Noye decía que era aceptablemente diestro con la ballesta.

Cuando los cuernos sonaron avisando de la llegada de los salvajes, Seda se orinó en los calzones. Estaba pálido como un fantasma y le dice a Jon que tiene miedo. Jon Nieve, Dick Follard y Seda ocuparon posiciones en tres lados de la torre redonda armados de arco y ballestas. Cuando Seda mata a un salvaje, grita con voz ronca y de triunfo, que le ha dado en el pecho. Durante la batalla son superados en número y Dick muere. Jon y Seda abandonan la posición dirigiéndose hasta el parapeto norte, donde la Torre del Rey dominaba la puerta y la barricada que Donal Noye había hecho levantar con barriles y sacos de maíz para defender la escalera al Muro.

Jon le ordena traer el aceite y ambos toman los gruesos paños acolchados que habían dejado junto al fuego, levantan la pesada olla de aceite hirviendo y derraman su contenido por el agujero de la trampilla sobre los thenitas. Los chillidos fueron espantosos y Seda estaba a punto de vomitar. Jon cerró de una patada la trampilla, puso encima la pesada olla de hierro y sacudió a Seda por los hombros para sacarlo de ese estado y continuara peleando. Jon le ordena a Seda ir por las antorchas. Disponían también de una docena de flechas de fuego. Seda, muy asustado, puso una antorcha entre las llamas hasta que se encendió bien y se la llevó a Jon junto con las apagadas. Jon se dedicó a lanzar las flechas de fuego que eran encendidas por Seda. Cuando Jon se quedó sin flechas, Seda y él empezaron a encender las antorchas y a lanzarlas desde las almenas.

Luego de la batalla desde el sur, Jon le pide que lo ayude a bajar al patio con una antorcha. Jon vagó por la oscuridad, con la muleta bajo un brazo y el otro en torno a los hombros de Seda buscando a Ygritte.

Luego de la batalla, el Castillo Negro se queda sin maestro de armas, por lo que Jon participa en el entrenamiento de algunos reclutas, entre ellos Seda. Está entre los que felicitan a Jon Nieve cuando gana la votación para Lord Comandante.

Durante la práctica de tiro con arco Seda se arrancó media uña del pulgar con la cuerda.

Seda se encarga, junto con Caballo y otra docena de hombres, de guiar con antorchas al otro lado del Muro a los salvajes que doblaron la rodilla ante el rey Stannis Baratheon.

Seda termina su entrenamiento y es designado para ser un mayordomo. Va con Jon Nieve a tomar su juramento en el bosque de arcianos en el Bosque Encantado.

Cuando se asigna a Eddison Tollett como mayordomo jefe de Túmulo Largo, el Lord Comandante Jon Nieve nombra Seda su escudero y ayudante. Su nombramiento causó un escándalo y molesto a varios oficiales de alto rango. El septón Cellador es parte de una delegación de tres hombres, junto con Othell Yarwyck y Bowen Marsh, quienes presentan sus demandas al Lord Comandante Jon Nieve. Bowen Marsh, le plantea que a los hombres no les gusta ya que por tradición, el mayordomo del lord comandante es un muchacho de buena familia adiestrado para el mando y que la Guardia de la Noche no seguirá a un ex prostituto en la batalla.

Seda asiste en la boda del Magnar Sigorn con Alys Karstark, la que llevaba el pelo recogido en un remolino de encajes que había encontrado Seda en alguna parte. El Lord Comandante Nieve le pidió que escoltara a la reina Selyse al banquete, pero Ser Malegorn de Lagorrojo, uno de los caballeros de la reina interviene con el fin de cumplir con esta tarea.

Seda está presente en el banquete y bailó derrochando gracia con tres criadas, pero ni siquiera intentó acercarse a ninguna dama de alta cuna, cosa que Jon consideró muy prudente ya que algunos caballeros de la reina, sobre todo Ser Patrek de la Montaña del Rey estaba buscando cualquier provocación para derramar sangre.

Satin is a butler of the Night's Watch on duty at Castle Black.

Satin is described as a handsome boy, with dark eyes, smooth skin, and curly black hair. He grew a beard and is groomed with a sweet scent. He is an intelligent young man who is a fast learner, brave in battle, and can read and write more or less well. He is also a graceful dancer. In the Battle of Castle Black he tells Jon that he is a devotee of the Faith of the Seven, although later when he takes the oath as brother of the Guard, he does so in the weed forest.

Satin is originally from Antigua, and was named after the brothel where he was born and raised. Until he was eighteen years old, he worked there as a prostitute.

Two days before Lord Jeor Mormont's departure on the great Enchanted Forest Exploration, Conwy is back at Castle Black with six new recruits. These are an old man with a gray beard who was leaning on a cane, two blond boys who looked like brothers, a young man dressed in very dirty silk clothes -Silk-, a ragged man with a club foot and a smiling orate who thought he was a Warrior.

Donal Noye tells Jon Snow that he brought them from a lord's dungeon, near Puerto Gaviota. He is training at Castle Black under the tutelage of Endrew Tarth.

With a distraction group, Mance Rayder manages to get Bowen Marsh to leave Castle Black to face a party of savages, leaving a small force to defend it. Seda remains there participating in the Battle of Black Castle. Don the wool, chainmail, and hardened leather of the Night's Watch. Half a year at Castle Black had hardened his hands and Noye said he was acceptably skilled with a crossbow.

When the horns sounded warning of the arrival of the savages, Silk urinated on his breeches. He was pale as a ghost and tells Jon he's scared. Jon Snow, Dick Follard and Satin took positions on three sides of the round tower armed with bows and crossbows. When Satin kills a savage, he yells in a hoarse, triumphant voice that has hit him in the chest. During the battle they are outnumbered and Dick is killed. Jon and Seda leave their position heading to the north parapet, where the King's Tower dominated the gate and the barricade that Donal Noye had erected with barrels and sacks of corn to defend the stairway to the Wall.

Jon orders him to bring the oil and they both take the thick padded cloths that they had left by the fire, lift the heavy pot of boiling oil and spill its contents through the hole in the hatch on the Thenites. The screaming was awful and Satin was about to throw up. Jon kicked the hatch closed, put the heavy iron pot on top, and shook Silk by the shoulders to bring him out of that state and continue fighting. Jon orders Silk to go get the torches. They also had a dozen fire arrows. Satin, very scared, put a torch between the flames until it was lit well and took it to Jon along with the extinguished ones. Jon dedicated himself to launching the fire arrows that were ignited by Satin. When Jon ran out of arrows, he and Satin began lighting the torches and launching them from the battlements.

After the battle from the south, Jon asks him to help him down into the courtyard with a torch. Jon wandered through the darkness, his crutch under one arm and the other around Satin's shoulders, searching for Ygritte.

After the battle, Castle Black is left without a weapons master, so Jon participates in the training of some recruits, including Satin. He is among those who congratulate Jon Snow when he wins the vote for Lord Commander.

During archery practice Satin pulled off half a thumbnail with the string.

Satin, along with Horse and a dozen other men, is tasked with leading with torches to the other side of the Wall the savages who have bowed the knee to King Stannis Baratheon.

Satin finishes his training and is appointed to be a butler. He goes with Jon Snow to take his oath in the weedy forest in the Enchanted Forest.

When Eddison Tollett is assigned as Long Mound's chief steward, Lord Commander Jon Snow appoints Silk as his squire and aide. His appointment caused a scandal and annoyance to several high-ranking officials. The Cellador septon is part of a three-man delegation, along with Othell Yarwyck and Bowen Marsh, who present their demands to Lord Commander Jon Snow. Bowen Marsh, suggests that men do not like it since by tradition, the Lord Commander's butler is a boy of good family trained for command and that the Night's Watch will not follow a former prostitute in battle.

Satin attends the Magnar Sigorn's wedding to Alys Karstark, the one with her hair tied back in a swirl of lace that Satin had found somewhere. Lord Commander Snow asked him to escort Queen Selyse to the banquet, but Ser Malegorn of Redhead, one of the queen's knights intervenes in order to fulfill this task.

Satin is present at the banquet and danced gracefully with three maids, but did not even attempt to approach any highborn lady, which Jon considered very prudent as some of the queen's knights, especially Ser Patrek of King's Mountain, were there. looking for any provocation to shed blood.

#satin flowers #jon snow #Night's Watch #mace ryder #stannis baratheon #samwell tarly #dolorous edd #longclaw #pyp #grenn

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strawberryaziraphale · 4 years

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| also on ao3 |

Weddings. The perfect opportunity to get blind drunk, have a good time and get laid. This time it was Beverly Marsh and Ben Hanscom’s turn. The Losers Club were back, baby, and this time with two extra members in the form of Patty Uris and Audra Denbrough. The couple were enjoying their first dance, completely lost in each other. Richie Tozier, however, had set his eyes on Bev’s cousin, a pretty blond with as many brain cells as drinks in his system. Almost too easy. So how he ended up on his hotel room bed, making out desperately with recently divorced Eddie Kaspbrak, he didn’t know. He remembered talking to dumb blond then maybe Eddie interrupted? Oh, yeah, Eddie did NOT like him talking to dumb blond. His brain stopped working then as Eddie removed his shirt. Only for Richie to suddenly laugh.

“What?”

Richie was seriously struggling to collapse into a heap of laughter, “nothing.”

“Seriously, dude, stop fucking laughing or I swear I’ll put my pants back on and leave you high and dry,” Eddie was folding his arms self-consciously and Richie immediately felt terrible. But he was still slightly drunk and very giggly.

“Sorry, Eds...but ‘no dice’?” He indicated the tattoo on Eddie’s lovely chest. The shorter man relaxed considerably, realising what had Richie in hysterics. He wiped his eyes behind his glasses, “what the fuck?”

“I don’t know! I was young, it seemed a good idea- you know what?” Eddie reached down and roughly pulled Richie’s glasses off, tossing them onto the bedside table, “

“I guess I deserved that,” Richie shrugged, pulling Eddie down so he can peer into his beautiful eyes. He smirked, “I’ll just have to see your O face when I’m sober.”

“You wish,” Eddie laughed, kissing Richie like his life depended on it.

That was last night. Richie half-expected to wake up alone and was surprised to find Eddie still lying next to him. Before Richie could decide whether or not to wrap his arms around the other man and pull him close, Eddie woke and was pulling Richie into the shower. In between complaining of having fallen asleep in a strange bed covered in sweat, Eddie declared they should date but refrain from telling the others yet. Richie was so happy, he kissed Eddie until the water ran cold.

They went down to breakfast together, dropping each other’s hands as soon as they were within view of the others. The newlyweds were happily toasting orange juices with the only other occupants at the table, the Uris’ and the Denbroughs. Bill gestured them over and handed them glasses of fresh juice.

“Morning, guys. You fancy anything for breakfast?” He gestured at the buffet behind them. Eddie shook his head, gratefully sipping the refreshing beverage. Richei leaned back in his chair, smirking.

“No dice, Bill. I ate a lot last night.”

Eddie choked on his drink much to Richie’s amusement. Stan and Patty calmed him down, handing him the useless inhaler he still insisted on hanging onto. The look he was giving Richie as he puffed on the aspirator was positively murderous. Bill looked between them, confused.

“Okay...well, it’s there if you want it.”

The rest of the breakfast went by at a torturously slow pace for poor Eddie. Richie dropped a ‘no dice’ as often as he could, earning him confused looks from everyone at the table; even Eddie kicking at his shins under the table did nothing to dissuade him. Finally, the newly minted Mrs. Hanscom’s curiosity got the better of her.

“Rich, why do you keep saying that?”

"What? It’s a good phrase,” he was grinning, a laugh clearly in his tone of voice. It was at that moment Eddie said Fuck You to the promise they had made in the shower.

“We fucked,” he blurted out, picking up two pieces of toast from the middle of the table. He was very much aware everyone was looking at him but the look on Richie’s face made him smile in smug satisfaction, gesturing to Ben, “pass the jam.”

"Knew it,” Patty muttered to her husband, who nearly choked on his omelette. Not one minute later, Mike sleepily entered the dining hall, waving at the Losers.

“Morning, guys...” he looked around the suspiciously quiet group, all of them either eating or drinking in total silence. He raised an eyebrow, “what did I miss?”

Apparently, No Dice was the funniest thing Richie had ever heard and Eddie was struggling to get away from it. He dropped it into almost every conversation he had with the Losers with no explanation. The worst thing was, Eddie didn’t entirely hate it; it was their little secret and the teasing was always playful, it made Eddie feel loved. He’d never dare tell Richie, though. Richie even decided to name his next tour after his favourite phrase, quickly changing his mind when Eddie threatened to never have sex with him again.

No Dice made no appearance in his proposal to Eddie. Contrary to popular opinion, Richie was capable of being serious and this was the most important question he was ever going to ask. And Eddie said yes, without hesitation. They were both on cloud nine and preparations began almost immediately, neither of them wanting to waste any time. The Losers all pulled together to be their unofficial wedding planners. Beverly announced she would be making their suits, her own original designs especially for them. Ben used his connections to find them a lovely venue. The Denbroughs and Uris’ teamed up with Mike to arrange the catering, music and flowers.

Four months later, Richie and Eddie were standing before their wedding officiator, their best men Stan and Bill by their sides. The custom Beverly Hanscom designs were gorgeous and uniquely them; Richie’s consisted of a hand-stitched floral patterned blue jacket and tasteful Hawaiian shirt beneath. Eddie’s suit was deep red, his initials on one of his wrist sleeves and Richie’s on the other, tiny white R+E’s dotted his black shirt. Both of them had cried when Beverly unveiled them just two weeks ago.

“If anyone knows of any reason why these two shouldn’t be married speak now or forever hold your peace.”

Richie looked to Eddie, half-hopefully, half-expectantly. Against his better judgement, it was their wedding day for God’s sake, he rolled his eyes fondly, “okay, but last one. Like ever.”

Richie grinned and turned to face their guests. He looked so happy, so excited and he nearly shouted in his glee, “no dice, baby! He’s mine now!”

The guests chuckled and Eddie saw Maggie Tozier with a smile on her face, shaking her head and dabbing at her eyes. He faced Eddie again and held his hands, bringing them to his lips. Eddie gazed at him adoringly, feeling nothing but love for his gorgeous very soon-to-be husband.

“I love you, you idiot.”

Richie kissed him, whether he was supposed to yet or not, he didn’t care. They separated and rested their foreheads together, neither of them able to stop smiling, “I love you too, Mr. Tozier.”

#does pj know what he's done. does he know...#reddie fanfic #my writing

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reddieao3feed · 4 years

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No Dice

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by reddie_or_not

Richie has a new catchphrase.

Words: 1182, Chapters: 1/1, Language: English

Fandoms: IT - Stephen King, IT (Movies - Muschietti)

Rating: Teen And Up Audiences

Warnings: No Archive Warnings Apply

Categories: M/M

Characters: Eddie Kaspbrak, Richie Tozier, Bill Denbrough, Mike Hanlon, Ben Hanscom, Beverly Marsh, Stanley Uris, Patricia Blum Uris, Audra Denbrough (mentioned), Maggie Tozier (mentioned)

Relationships: Eddie Kaspbrak/Richie Tozier, Richie Tozier/Eddie Kaspbrak

Additional Tags: Adult Losers Club (IT), Weddings, Hook-Up, Drunken Kissing, Established Relationship, Teasing, Tattoos, Richie Tozier Loves Eddie Kaspbrak, Eddie Kaspbrak Loves Richie Tozier, Richie Tozier is a Little Shit, Mentions of Sex, richie sees eddie's tattoo and teases the shit out of eddie

read it on the AO3 at https://ift.tt/38O8KRv

#IFTTT #ao3feed #fanfic #reddie #it (2017)#richie tozier #eddie kaspbrak

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rubi541-blog · 5 years

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IT ESO

Octubre de 1988:En el pueblo de Derry, en Maine, Bill Denbrough (Jaeden Lieberher) ayuda a su hermano menor, Georgie (Jackson Robert Scott), a hacer un barco de papel, llamándolo «S.S. Georgie». Georgie sale a la calle, donde está lloviendo con bastante intensidad, para jugar con el barco. Bill no puede salir con él a la calle ya que está demasiado enfermo como para salir de la cama. Ambos se abrazan antes de que Georgie salga a jugar.

Mientras persigue su barco por la calle, Georgie accidentalmente se choca contra una señal de tráfico y el barco navega hasta el final de la calle donde cae por el alcantarillado, aunque Georgie corre para intentar detenerlo, preocupado de que Bill se enfade. Mientras observa la alcantarilla, un par de ojos amarillos emergen de la oscuridad causando que se asuste de estos, esos ojos pertenecen a un cambiaformas que se presenta como «Pennywise, el payaso bailarín» (Bill Skarsgård).

Alegremente, Pennywise habla con Georgie antes de que él le diga que tiene que irse. Para evitar eso, Pennywise le muestra el barco, ofreciendo devolvérselo. Sin embargo, cuando Georgie estira su brazo para coger su barco, Pennywise lo agarra mientras abre su boca, revelando una doble fila de dientes afilados, para morder el brazo de Georgie. La criatura le arranca el brazo derecho mientras Georgie, quien desangrándose, se arrastra alejándose del alcantarillado. Sin embargo Pennywise estira su brazo afuera y lo arrastra a la alcantarilla mientras el niño llama a gritos a Bill.

Una mujer sale a asomarse de su casa al escuchar los gritos de Georgie, pero todo lo que ve es mucha sangre donde estaba el niño.

Junio de 1989:Un año después, Mike Hanlon (Chosen Jacobs) está siendo obligado a matar una oveja con una pistola de clavos, por su abuelo Leroy (Steven Williams). Él le dice a Mike que tendrá que tomar decisiones por sí mismo sino otros las tomarían por él, antes de matar a la oveja.

Durante su último día de clase, Bill y sus mejores amigos, Richie Tozier (Finn Wolfhard, Eddie Kaspbrak (Jack Dylan Grazer) y Stanley Uris (Wyatt Oleff), que forman un grupo llamado «el Club de los Perdedores», se preparan para iniciar su verano. Por desgracia, los cuatro se encuentran con el matón psicópata de la escuela, Henry Bowers (Nicholas Hamilton) y sus amigos, Patrick Hockstetter (Owen Teague), Victor Criss (Logan Thompson) y Belch Huggins (Jake Sims). Bill insulta a Henry cuando este se burla de sus amigos, causando que Henry se acerque a él amenazándolo hasta que observa a su padre, el oficial Butch Bowers (Stuart Hughes), detrás de Bill. Henry se aleja, pero no antes de lamerse la palma y frotarla en la cara de Bill.

Mientras tanto, Beverly Marsh (Sophia Lillis) está fumando en el baño cuando un grupo de niñas, lideradas por la matona de la escuela, Gretta (Megan Charpentier), la provocan y la acusan de ser una prostituta. Una de las chicas llena una bolsa de basura con agua y la lanza sobre el baño donde se encuentra Beverly, pero ella se cubre con su mochila. Mientras sale de la escuela, Beverly se encuentra con Ben Hanscom (Jeremy Ray Taylor), el niño nuevo de la escuela, que sufre abusos por su sobrepeso y aparte no tiene amigos. Beverly firma su anuario, mientras Ben parece desarrollar un enamoramiento por ella.

Cuando Bill regresa a casa, su padre Zack (Geoffrey Pounsett), lo regaña por crear un modelo con tubos del sistema de alcantarillado de Derry, ya que él todavía sigue creyendo que Georgie está vivo, perdido en las alcantarillas. Sin embargo, su padre le dice que acepte la realidad de una vez que Georgie está muerto.

Mike se dirige a la carnicería para hacer una entrega, pero ve a Henry y a sus bravucones paseando en un auto, así que sale corriendo a un callejón y al pasar por una puerta cerrada con un candado, él escucha gritos y golpes. La puerta se abre un poco y varias manos quemadas comienzan a salir junto a los gritos de ayuda de los padres de Mike (quienes murieron en un incendio cuando Mike era pequeño). Un poco después, las manos se ocultaron y los gritos pararon, pero de repente la puerta se abre bruscamente y Mike observa a Pennywise asesinando a una oveja detrás de unas cortinas de plástico. Entonces casi lo atropellan Henry y sus amigos con su auto, por lo que huye del lugar.

Stanley está en una sinagoga estudiando para su bar mitzvá. Mientras camina por la oficina del rabino, él observa una pintura mostrando a una mujer con la cara deformada al estilo de Modigliani. La pintura se cae, y cuando Stan la recoge, la mujer ya no está ahí. Cuando Stanley voltea, «Eso» se manifiesta como la mujer y le sonríe con sus colmillos, pero Stanley logra huir.

Ben está en la biblioteca buscando sobre la historia de Derry. A partir de una serie de artículos, él se entera de que los niños de Derry han estado desapareciendo en misteriosas circunstancias durante siglos. El libro contiene una representación de Pennywise y la cabeza de un niño desaparecido en un árbol. Tras observar un globo rojo flotando hacia el corredor de la biblioteca, Ben lo sigue sólo para descubrir un huevo de pascua que empieza a rodar por el pasillo hasta el sótano. Ben baja al sótano, solo para ser perseguido por «Eso» convertido en un niño sin cabeza, entonces aparece la bibliotecaria para preguntarle a Ben que hace allí, mientras que «Eso» desaparece sin dejar rastro, dejando a Ben totalmente aterrado.

Mientras regresa a casa, Ben es atacado por Henry y sus amigos, quienes lo sujetan contra la barandilla del puente de Derry. Patrick quiere quemar a Ben con un encendedor y aerosol, pero Henry le detiene ya que planea escribir su nombre con su cuchillo en el estómago de Ben. Una pareja anciana conduce por el lugar observando esto pero no hacen nada (Eso está allí bajo la presencia de un globo rojo que también aparece en el auto). Henry sólo escribe una H antes de que Ben lo pateé en la entrepierna y caiga del puente, rodando al bosque, causando que los matones lo persigan, pero en el camino, Henry pierde el cuchillo. Mientras tanto, Bill, Richie, Eddie y Stanley están cerca de las alcantarillas cuando Bill los convence de ayudarlo a encontrar a Georgie. Ben cae al agua cerca de ellos, y los niños lo salvan.

Patrick corre a las alcantarillas para intentar atrapar a Ben, separándose de sus amigos. Mientras lo busca, él se pierde y se encuentra con unos niños de aspecto demoníaco que lo hacen correr, pero él llega a un callejón sin salida. Un globo rojo aparece ante él con la frase: «I love Derry (Amo a Derry en español)», cuando este explota revela a Pennywise con la boca ensangrentada. Inmediatamente, Pennywise asesina brutalmente a Patrick.

Bill y sus amigos van a la farmacia para buscar algodón y vendajes para Ben, pero no tienen dinero. Beverly también se encuentra allí, comprando tampones cuando se encuentra con ellos. Después de escuchar su problema, Beverly coquetea con el farmacéutico, el Sr. Keene, para distraerlo el tiempo suficiente para que los niños roben sus suministros y que ella agarre algunos cigarrillos. Beverly sale de la farmacia y los ayuda a curar a Ben, luego Bill invita a Beverly a nadar con ellos en un acantilado para el día siguiente, a lo que ella acepta.

Cuando Beverly regresa a casa, se encuentra con Alvin Marsh (Stephen Bogaert), su padre. Él se acerca a su hija, causando que ella corra al baño llorando. Entonces, Beverly se corta el pelo.

Mientras tanto, Bill, Richie, Eddie y Stanley (ahora unidos con Ben) están en el acantilado listos para saltar al lago, pero nadie está ansioso por ir primero. Beverly aparece y salta primera, llevando a los demás a unirse. Los seis se divierten mientras nadan y juegan, en un momento, Bill mira a Beverly mientras ésta no lo ve, luego ella voltea a verlo y él desvía su mirada, es donde Beverly se da cuenta que Bill se siente atraído por ella. Todos los chicos observan a Beverly mientras ella toma el sol. Más tarde, Ben les cuenta a todos lo que leyó acerca de la historia de Derry.

Más tarde, Eddie está caminando de regreso a casa cuando pasa por una casa abandonada en Neibolt Street, de repente es asustado por «Eso» bajo la apariencia de un leproso, haciendo que Eddie corra alrededor del patio de la casa. Al llegar a una cerca, Pennywise intenta atraerlo con unos globos, pero Eddie horrorizado corre bajo la cerca y escapa.Beverly está en su habitación leyendo un poema escrito por su admirador secreto. Ella piensa que es Bill, pero en realidad fue Ben quien lo escribió. Desde el baño, ella escucha las voces de unos niños provenientes del lavabo y cuando se dirige a observar, los mechones de su cabello salen del lavabo y la sostienen del cuello antes de que una fuente de sangre salga disparada fuera del lavabo y manche todo el baño. Alvin entra al baño y observa a Beverly horrorizada, pero parece no poder ver la sangre y simplemente le dice que su cabello la hace parecer un niño.Bill está durmiendo dentro de su casa cuando observa a Georgie corriendo al sótano. Sorprendido, él entra al sótano, que está inundado. Georgie aparece e invita a Bill a unirse a él diciendo: «Todos flotamos aquí». Georgie repite las palabras «Tú también flotarás» hasta gritar y descomponerse. Entonces, Pennywise emerge del agua e intenta atrapar a Bill, pero él sale corriendo afuera.Al día siguiente, Bill, Richie, Eddie, Stanley y Ben ayudan a Beverly a lavar su baño lleno de sangre, aclarando que mientras los adultos no pueden ver la sangre, ellos sí. En un momento, Bill y Beverly se encuentran hablando, Bill le confiesa que él nunca creyó en los rumores que se decían de Beverly y esta comienza a sentir atracción por él. Más tarde, salen con sus bicicletas mientras cuentan como todos han tenido horribles encuentros con el mismo payaso. Entonces ven la bicicleta de Mike y el auto de Henry y bajan por el arroyo para ver que están haciendo. Y encuentran a Henry, Victor y Belch golpeando a Mike por ser negro, mientras este último ve a Pennywise entre unos arbustos comiendo un brazo mientras lo mira fijamente y, de vez en cuando, lo saluda usando el brazo cercenado. Beverly tira una piedra a la cabeza de Henry, al igual que Ben, lo cual inicia una guerra de lanzamiento de piedras entre ambos grupos. Mike corre hacia el lado de Bill y sus amigos, mientras Victor y Belch huyen y Henry se desmaya debido a los golpes.Cuando los niños huyen con Mike, Bill menciona haber visto a Georgie en su casa. Eddie lo respalda diciendo que se encontró con Pennywise. Mike también menciona que lo mismo le sucedió y habla sobre cómo su antigua casa fue quemada por matones racistas, y sus padres murieron intentando abrir la puerta de su habitación, con su piel derritiéndose hasta los huesos. Richie es el único del grupo que hasta ahora no ha sido aterrorizado por Pennywise, pero admite que le tiene miedo a los payasos.Los niños van al garaje de Bill donde observan el mapa de Derry a través de un proyector. Ellos descubren que todas las alcantarillas del pueblo están unidas a la casa de Neibolt Street, donde creen que «Eso» vive. Entonces, el proyector comienza a mostrar imágenes de Bill y Georgie con sus padres, pero con el rostro de Pennywise apareciendo sobre su madre. Mike le da una patada al proyector con tal de apagarlo, pero éste sigue mostrando imágenes hasta que Pennywise (con tamaño gigante y una sonrisa muy aterradora y perturbadora) sale fuera de la pantalla e intenta atacarlos. Pero ellos se las arreglan para salir del garaje antes de que la criatura pueda hacerles daño.Bill, Beverly, Richie, Eddie, Stanley, Ben y Mike se dirigen a la casa de Neibolt Street para enfrentarse a «Eso». Bill, Eddie y Richie entran a la casa mientras los demás hacen guardia afuera. Richie observa un cartel de desaparecido mostrando su cara y se asusta, pero Bill le recuerda que no es real. Eddie es separado de sus amigos cuando «Eso» lo asusta bajo la apariencia del leproso, causando que Eddie caiga a través del piso hacia la cocina, rompiéndose el brazo con el impacto. Mientras tanto, Bill y Richie intentan ayudarlo pero Richie se encuentran con una puerta, revelando una habitación llena de muñecos de payasos. Richie observa un ataúd donde encuentra un muñeco de sí mismo. Tras cerrar el ataúd, Pennywise salta fuera de el y pronuncia la frase: «Beep Beep Richie», intenta atacarlo, pero Richie logra huir de la habitación. Pennywise devuelve su atención hacia Eddie. Ellos intentan ayudarlo pero se encuentran con tres puertas. Ellos abren la primera puerta, revelando una niña sin piernas. La segunda lleva a Pennywise y Eddie, pero Bill y Richie lo encuentran antes de que el payaso lo asesine. El payaso le revela a Bill que fue el asesino de Georgie, intenta matarlos, y de repente, Beverly aparece y le clava una lanza en la cabeza de Pennywise. Sin embargo, los tres son acorralados mientras Pennywise esta dispuesto a asesinarlos. El logra herir a Ben y huye del lugar.Sonia (Molly Atkinson), la madre de Eddie le prohíbe salir con ellos después de observar su brazo roto. Entonces, Bill y Richie discuten cuando Richie dice que buscar a Georgie casi les cuesta la vida. Stanley, Ben y Mike están demasiado aterrorizados como para continuar, dejando a Bill y Beverly solos. El grupo se quiebra y cada uno va por distintos caminos para continuar con sus vidas.Agosto: Eddie se dirige a la farmacia para recoger su medicamento para el asma, sólo para encontrarse con Gretta (que trabaja detrás del mostrador) la cual le dice que en realidad los medicamentos son placebos. Entonces, ella escribe «PERDEDOR» en el yeso de su brazo.Henry, Víctor y Belch están disparando cosas con el arma del padre de Henry. Él le ordena a Belch que le traiga un gato para dispararle, pero el oficial Bowers aparece y le quita el arma a su hijo. Luego, él le dispara al suelo alrededor de los pies de Henry para humillarlo delante de sus amigos y exponerlo como un cobarde. Más tarde, Henry encuentra un globo rojo en su buzón. Dentro, él encuentra una caja con el cuchillo de su padre, enviado por «Eso». Henry entra a su casa, donde encuentra a su padre durmiendo con la televisión encendida. En la pantalla aparece una mujer con unos niños (todos víctimas de «Eso»), incitando a Henry a matar a su padre. Él lo hace clavando el cuchillo en su cuello y dejando que se desangre. Luego, los niños en la televisión comienzan a cantar: "¡Mátalos! ¡Mátalos! ¡Mátalos!" siendo seguidos por Pennywise con una sonrisa macabra.Mientras tanto, en la casa de Beverly, su padre intenta violarla tras descubrir el poema de Ben. Ella pelea contra él y corre al baño. Cuando Alvin entra, Beverly lo golpea en la cara con la tapa del inodoro, matándolo. Justo cuando ella está a punto de irse para avisar a sus amigos, es secuestrada por Pennywise.Bill entra a la casa de Beverly y encuentra a su padre muerto en el baño, con las palabras "Morirás si lo intentas" escritas con sangre en la pared. Bill se da cuenta de que Pennywise secuestró a Beverly, por lo que decide reparar su amistad con Richie, Stanley, Ben y Mike para rescatarla. Cuando el grupo decide ir a buscar a Eddie, su madre le prohíbe salir para unirse a ellos. Sin embargo, Eddie la desafía y confronta sobre los placebos y huye de su casa para unirse a Bill, reparando su amistad con él.Beverly despierta en la alcantarilla, y observa una montaña de objetos y todos los niños asesinados por Pennywise flotando, ella intenta salir del lugar, hasta que Pennywise aparece bailando, ella encuentra una salida, pero el payaso la atrapa y admite no tenerle miedo pero por desgracia, Pennywise abre su boca mostrando sus «Luces de Muerte» (si se escucha bien, se oyen personas gritando: "¡Ayuda!" "¡Ayuda!") y esto provoca que Beverly entre en una especie de trance.Bill, Richie, Eddie, Stanley, Ben y Mike se dirigen nuevamente a la casa de Neibolt Street y encuentran un pozo conectado a las alcantarillas, donde Pennywise entró. Ellos deciden bajar con una cuerda, pero antes de que Mike pueda bajar, Henry aparece y lo ataca. Él empieza a tirar de la cuerda para evitar que los niños puedan volver a subir a la vez que intenta matar a Mike con la pistola de clavos que trajo, pero Mike pelea contra él y logra empujarlo al pozo, enviándolo a su aparente muerte.Mientras caminan por las alcantarillas, Stanley es atacado por «Eso» bajo la apariencia de la mujer deforme. Ella muerde su cabeza, pero los niños logran alejarla de él mientras consuelan a un traumatizado Stanley.Finalmente, los niños encuentran la guarida de Pennywise: donde descubren a todos los niños que «Eso» alguna vez asesinó flotando en la luz del día bajo algún tipo de trance. El grupo encuentra a Beverly flotando y la tiran hacia abajo mientras Ben la besa para liberarla del trance. Bill observa a Georgie emergiendo de entre las sombras. Georgie le dice a Bill que lo echaba de menos y que estaba esperando a que él viniera a rescatarlo. Bill abraza a su hermano, pero él sabe que realmente no es Georgie, y le dispara en la cabeza con la pistola de clavos de Mike. El cuerpo de Georgie se retuerce en el piso hasta convertirse en Pennywise. El payaso intenta matar a los siete niños, pero los niños pelean contra él hasta que Pennywise atrapa a Bill. Pennywise les da la opción de irse y dejar que él asesine a Bill o que todos mueran juntos. Bill les dice que huyan, pero Richie decide no dejar a su mejor amigo y corre contra Pennywise para atacarlo. Todos los niños comienzan a golpear a Pennywise (el también pelea con ellos transformándose en sus peores pesadillas) con cosas de metal hasta dejarlo impotente e incapaz de lastimarlos porque ellos ya no le temen. Antes de que Bill pueda darle el golpe final, la cabeza de un malherido Pennywise comienza a agrietarse y la criatura susurra: "Miedo..." antes de retirarse en la oscuridad.Todos los niños asesinados por Pennywise comienzan a flotar hacia abajo mientras Bill encuentra la chaqueta impermeable de Georgie. Él se da cuenta de que su hermano menor realmente está muerto y llora mientras sus amigos se reúnen con él y lo abrazan para consolarlo por su pérdida.Septiembre: Con Pennywise derrotado, Bill, Beverly, Richie, Eddie, Stanley, Ben y Mike hacen un juramento de sangre en el bosque prometiendo regresar a Derry en 27 años en caso de que «Eso» también regrese. Los siete amigos se quedan descansando un rato hasta que cada uno se despide (se da a entender que en el orden que ellos se van es el orden de sus muertes como adultos o ancianos) dejando a Bill y Beverly solos. Ella le dice a Bill que se mudará a Portland con su tía en unos días y se despide de él. Sin embargo, mientras ella se aleja, Bill se da cuenta de que tiene una última oportunidad para demostrar sus sentimientos por ella, así que corre hacia ella y le da un beso, ella también le devuelve el beso y se despide de él, este la ve irse mientras sonríe levemente.

#novelasparaleer

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diceclubpodcast · 2 months

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[[{RUN}:GNRT.DSPS.exe]]

Tensions are charged among the party as shocking revelations come to light. Tune in to this current episode to find out how this electrifying story progresses Dice Club Episode 27 Out Now!

#dice club #dice club podcast #thedicecast #dungeons and dragons #dnd podcast #ttrpg podcast #the ghost in the machine #ttrpg #dnd #dnd art #marsh #marsh dice club

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hanscom · 6 years

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would you ever post a sneak peek of the sex tape scandal fic? 😳

here, have the first ~800 words because i have no self-control and i live to please

tag list: @richietoaster @spaghettieds @stranger-club @propertyofthelosersclub @punkrocktozier(Let me know if you want me to add you to the list!)

Eddie Kaspbrak does not manage his own Twitter account, andtherefore he does not immediately know when the news breaks.

It’s a Thursday, sometime in May. He’s not particularly keepingtrack of the date because his latest project is in post-production and he’s notdue back on set until late July. Six whole weeks without obligation. He’s treatingit as something of a vacation – not necessarily because he wants to, butbecause Stan refused to send him another script until he swore to take it easy.

So, he’s taking it easy.

He rarely has the time to cook for himself these days, so he’smaking breakfast. What was originally an omelet has turned into scrambled eggs,made colorful by diced up green peppers and red onions and ham. He takes apicture, uploads it to Instagram – the one social media he handles himself –and then doctors his plate with hot sauce and sour cream.

He eats outside on the porch because the weather’s nice. Theweather is always nice in Los Angeles. It’s nothing like back home, where itwas mostly cold or mostly wet or mostly cloudy. He misses New York sometimes,but not now. Now he’s more than happy to stretch his bare legs out into the sunshine.

It’s probably too hot to wear black, but Eddie can’t be bothered to changehis shirt. It’s the same shirt he always wears around the house, an old bandtee that does not belong to him. Richie left it behind a couple of years ago,like the egotistical bastard he is – because, really, who wears their own band’smerchandise unironically? Richie insists it’s pride, not narcissism, but Eddiemakes fun of him for it regardless.

Richie plays guitar for Gunslinger,a surprisingly successful neo-punk band. Their last amphitheater tour sold outwithin the hour, and the window display of the Hollywood & Highland HotTopic is entirely dedicated to them. Eddie only knows this because Richie snapchattedhim a picture of it, insisting it was the peak of his career.

Eddie and Richie have known each other for awhile. It started withBeverly. Bev Marsh was the wardrobe supervisor for one of the first moviesEddie ever filmed. She’s a small firecracker of a woman, taller than Eddie onlybecause of her heeled boots, all red hair and orange lipstick and black humor. Shemoved to California from Chicago the year before, and spent her first fewmonths in the city searching for coffee that suited her New England tastes. Whenshe met Eddie, she was more than happy to share her secret. The tiny coffeeshopin Pasadena had a quiet little bookstore attached, and both were owned by MikeHanlon, the kind of man who was successful enough to hire someone to manage hisestablishment but who insisted on doing it himself. He was originally fromMaine, but his accent had been muted by years in the city and he teased Eddierelentlessly for the way he pronounced cawfee.

Bill Denbrough spent most of his afternoons in that coffeeshoptyping rapidly on his laptop, and Bev, who had never met a stranger, eventuallyroped him into their conversation. He was sweet and sensitive and painfully heterosexual,exactly the kind of boy Eddie would have had a crush on in high school. Eddieliked him in spite of this.

Bill’s roommate was Ben Hanscom, a man even sweeter and shyer thanBill, who wrote poetry and played the bass guitar and knew more about the city’sarchitecture than the rest of them put together. He was the entire reason theapartment he shared with Bill was decorated with any modicum of taste. Ben couldbe best described as a good man: well-kempt, polite, and honorable.

Ben introduced them all to his bandmate Richie, and Richie… wasnone of those things.

Richie was a shock to the system. He was loud, and his presencewas huge, as big as his hands and hisstupid glasses. He towered over Eddie – well, he towered over most everyone,but especially Eddie – and he used some iteration of fuck in almost every sentence. He was painfully unstylish, and hishair was perpetually swept up into a messy bun, sometimes with flowers orribbons laced through it. He wore Velcro shoes so often that none of them werereally sure he knew how to tie his laces. He liked to get drunk off fruity drinksand flirt with anyone who looked his way.

Eddie adored him.

They had become friends almost on sight. Since they met, most ofEddie’s time in Los Angeles has involved Richie in some way.

It’s a little different, now that they’re both famous.

It’s a little different, now that they’re sleeping together.

Well, to be fair, they’ve been sleeping together for a long time,but. No one knows, not even their friends. Eddie has been very careful aboutthat. It’s just not the sort of publicity he needs.

So, when Beverly calls him that sunny Thursday morning, the lastthing he expects her to say is, “You’refucking Richie?”

#reddie #reddie fic #sometimes i write things #this is going to be so long #i hope you guys are prepared for it #bc i'm not #sex scandal fic

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devilsmarshhq · 10 months

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cada vecino es único, pero nadie se compara a agnes st. romain se dicen tantas cosas de ella, pero lo que más impresionó al pueblo fue lo sucedido durante las entrevistas policiales por la desaparición de fernsby y brown...

¡cherry, tu audición ha sido aceptada! muchas gracias por el interés mostrado y, por sobre todo, tu paciencia. cuentas con 24 hrs para enviarnos la cuenta de tu personaje, te enviamos un saludo enorme y necesitar cualquier cosa siempre puedes decirnos, ¡esperamos que te diviertas!

( .00 ) ooc alias: cherry zona horaria: -6gtm triggers: abuso verbal/físico/, incesto, ¿nos das permiso para utilizar a tu personaje en distintas actividades en caso de dar unfollow?: fc:

( .01 ) ic 𝐂𝐎𝐌𝐈𝐒𝐀𝐑í𝐀 𝐃𝐄 𝐃𝐄𝐕𝐈𝐋’𝐒 𝐌𝐀𝐑𝐒𝐇, 𝟖:𝟎𝟎 𝐀𝐌.

el policía observa al ciudadanx que se encuentra frente suyo en esa habitación gris. el primer ítem que busca tachar de su lista es: “nombre completo”, y por eso dice las palabras en voz alta. “agnes, agnes st. romain”

al alzar los ojos, suelta: “fecha de nacimiento.” nací el 6 de junio de 1998

acto seguido, se explica: “has sido citadx en la comisaría de devil’s marsh debido a la desaparición de los jóvenes brown y fernsbyl. pero, antes que nada, necesitamos contexto. ¿cuál es tu ocupación?” ocupación. “solía estudiar psicología pero ahora soy dj en el club ‘devil’s tears’…una paradoja pero siempre estuve atraída a la música”

“¿cómo te describirías? o, ¿cómo te describirían los demás? “no lo sé, soy bastante tranquila…a pesar de trabajar por la noche. no me gustan mucho los excesos, ni la gente que los tiene. me considero honesta, a pesar de que algunas cosas prefiero limitarlas para mí pero en algún punto puedo explotar. soy demasiado leal, también juzgo demasiado a la gente…supongo que es un instinto que tengo, el de no confiar en nadie… en fin, no soy una persona complicada al menos que realmente busquen molestarme”

“¿y cuál es tu historia de vida?” “ugh, entre cocinas es el recuerdo más vivido que tengo. mí familia es dueña de una hamburguesería, hacía varias travesuras con mí hermano mayor y luego se sumo el más pequeño, esas aventuras duraron poco, obviamente. probé varios deportes, pasatiempos para ocupar el día pero opté por la música. empecé primero la guitarra, luego el piano…violín, después empecé a ser parte de una sinfónica para niños, así hasta mí adolescencia. después entre fiestas me llamó la atención la idea de volverme dj, controladores, mixers, pasé varios meses practicando, luego empecé en pequeñas fiestas hasta que una ex pareja me sugirió en el club donde actualmente sigo trabajando. me hubiera gustado graduarme de la universidad pero tampoco podía concentrarme, los horarios simplemente no coincidían y estoy bien así”

“no te sientas nerviosx. estamos al final de la entrevista: ¿tenías relación con las familias de los desaparecidos?” “no, para nada…los nombres me son familiares pero hasta que no vi las fotografías no pude confirmarlo”

“bien, eso es todo.” y tras finalizar las preguntas de protocolo, el policía observa fijamente al ciudadanx. presiente que hay algo que el entrevistadx no está diciéndole. un secreto oscuro o no tanto, pero un secreto en fin, y si bien el oficial no siente más que cierta intuición, ese secreto es real y es… removido.

#dm:form #dm:st.romain

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oexpresion-blog · 7 years

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OPINIÓN HACIA “IT”

Después de 27 años, Pennywise ha vuelto a aparecer, esta vez, en el cine. Es la película "horror" más esperada del 2017 y la mini-série de 1970 había dejado la vara muy en alto, por lo que esta versión tenía la responsabilidad de traer un payaso que provocará el miedo y angustia como el de hace 27 años. En taquilla le esta yendo bastante bien. ¿Pero, qué tal la historia?

Antes que nada, debo admitir: Salí del cine muy enojado. Sentí que está película me quedo a deber, y mucho. No era lo que yo esperaba ni se le acercaba a una película de terror con escenas que en verdad me causarán algo de miedo. Todo lo contrario, sentí un desperdicio tremendo de una trama que podía llegar a ser -en mi opinión- una obra de arte. Hablé con un amigo y él me comentó "no se trataba de dar miedo, se trataba de complacer a un público exigente sin saber lo que quiere" y le di la razón. No se pudo hacer una película con una saturación de detalles que la hubieran hecho mucho mejor o meter más historia porque varia gente quiere una película ligera, con acción rápida y sentir escalofríos instantáneamente. No dejan contar una historia lentamente con todos sus detalles ni desarrollar personajes puesto que se sentiría "cargada". En fin, no era para nada lo que yo esperaba, inclusive, antes de que se estrenase no me convencía el director argentino Andrés Muschietti puesto que la cinta qué anteriormente había dirigido (Mamá) me pareció buena, pero no me termino de convencer. Pensaba -y sigo pensando- que se pudo hacer un mejor trabajo con otro encargado en la dirección cómo James Wan (El Conjuro) o James Watkins (Eden Lake / The woman in black). Así que, tuve que ver la película otra vez, no podía dar mi opinión sin saber realmente lo que iba a escribir ya que solo estaba pensando en -mentar madres- darle una mala reseña a algo que no estaba comprendiendo bien. Pero en fin, después de una segunda vista, voy a dar mi opinión personal acerca de esta película.

1. Historia

Los avances que se mostraron anteriormente, alimentaban y elevaban más y más mis expectativas. Esperaba ver una película espectacular con muchas apariciones de Pennywise tratando de hacer de las suyas. Y aunque la película "cumplió", no la sentí suficiente. Primeramente, un comienzo brutal y solido que nos introduce a un payaso "carismatico" y siniestro . Me encantó la escena introductoria y me tomó por sorpresa que incluyeran la escena donde Georgie pierde el brazo para después ser arrastrado y asesinado por It en las alcantarillas. Magnifica escena. Después tenemos las distintas secuencias de introducción hacia todo el 'grupo de perdedores' con la respectiva pesadilla de cada uno. Debo resaltar que fueron muy buenas, aunque perceptibles. La escena del proyector. Esperaba, anhelaba, ansiaba esta escena. Cada avance que mostraba este momento me causaba mas emoción por lo que podría llegar a ser. El club de los perdedores analizando el cómo It se movía por la ciudad para después enfrentarlo y tratar de derrotarlo y pum... de repente el proyector empieza a mostrar fotos de Georgie cuando se queda trabada en una y en cada cambió el payaso empieza a tomar el lugar de la madre de Bill en la foto. Se veía espectacular, la sentía impresionante, pero en la película no la llegue a sentir así. Esperaba lo tétrico y angustiante. En parte, si fue así, pero con el momento que tenían y la repentina aparición del payaso, se podía hacer algo mucho mejor que un screamer.

2. Personajes

El principal y del que mas se esperaba: Bill Skarsgård como Pennywise/It. Cumplidor y callador de bocas. Aquellos que dudaban de su capacidad actoral, pueden cambiar de opinión a partir de ahora. Que actuación y además, que gran acierto de los guionistas al tomar algunas características de "It" del libro y plasmarlas en este nuevo payaso. Desafortunadamente, no hay mucho tiempo de pantalla del payaso en la película, o bueno, no tanto como el que se esperaba. Los perdedores mas ganadores: Jaeden Lieberher como Bill Debbrough. Se mantuvo el tartamudeo del personaje, el liderazgo y perseverancia por encontrar a su hermano. El joven actor se muestra seguro de su personaje. Sophia Lillis como Beverly Marsh. Fue un detallazo mantener el abuso constante de su padre con su personajo. El tren de emociones cuando la personaje esta con sus amigos y cuando esta con su padre es muy notorio y el como lo plasma Sophia es de admirar. Finn Wolfhard como Richie Tozier. Fue uno de los que me gustó. La estrella emergente de 'Stranger Things' tuvo un papel que recaia en mucha responsabilidad ya que este era el -irónicamente- payaso del grupo, por lo que tenía que hacer un personaje cómico y hablador. Finn lo logra. Jack Dylan Grazer como Eddie Kaspbrack. El sabelotodo y frágil niño que se le induce que tiene una enfermedad por culpa de su madre. Se complementa muy bien con el personaje Richie Tozier haciendo disfrutar este dúo. Wyatt Oleff como Stan Uris. (Detalle interesante: el fue el niño que actuó como Star-Lord en Guardians of the Galaxy). A diferencia del libro, donde 'It' se representa a través de niños muertos, ahora se le asigna como miedo una mujer pintada en óleo en una iglesia. Chose Jacobs como Mike Hanlon. El "forastero" o el que "no debería estar en la ciudad" segun Henry Bowers. Este joven actor cumple su función. Jeremy Ray Taylor como Ben Hanscom o "Ben el de Ciencias Sociales". Hubiera quedado mejor un actor no tan pequeño como Jeremy, que tiene una cara de bebe aún. A el, no le compre que no le tuviera miedo al payaso en la batalla final. Pero en fin, este personaje será muy importante para el capítulo II, así que dejemos que nos muestre de que es capaz. El que no es de los perdedores pero me termino agradando: Nicholas Hamilton como Henry Bowers. Este chico que no tiene corazón y mucho menos alma. El ser capaz de matar a un pariente -aunque bajo la motivación del payaso- es brutal y Hamilton lo personifica espectacular. Lo odié, y cuando odias a un personaje antagonista significa que lo hizo muy bien. Algo me dice que no será la ultima vez que lo veremos.

3. Desenlace

"¡ESTO ES UN CHISTE!" pensé en mi mente cuando el pequeño 'Ben de Ciencias Sociales' logró despertar a Beverly con el cliché de despertar a la princesa con un beso. Me moleste, me dio risa y me enoje conmigo mismo porque me dio risa. No me gusto la idea, menos la ejecución y mucho menos la adaptación de esta. "¿Tan rápido y fácil?" pensé, cuando derrotaron a Pennywise. "Emputadisimo" “Muy enojado” pensé, cuando estaba muy enojado al acabarse la película la primera vez que la vi. "Bueno, no esta tan mal" pensé, cuando la termine de ver por segunda ocasión. La película deja abierta a la segunda parte de "It" en donde posiblemente veremos a un 'Grupo de perdedores' más grandes y maduros que se tendrán que reunir cuando el payaso vuelva a aparecer después de ser derrotado. ¿La película es buena? Si. ¿Era lo que yo esperaba? No.

4. Calificación (5-10)

Posiblemente, lo que más se me dificultó de decidir. Pero a "It" la califico con un 8/10. ¿Por qué? Porque me encantó la personificación de Bill Skarsgård como Pennywise, me gustó su actuación. El diseño de vestuario estuvo impresionante así como la producción. Y resalto a Bill sobre todas las cosas porque, a pesar de que ya ha habido alguien que encantó con su propia personificación de Pennywise (Tim Curry), Bill estuvo a la altura de llevar una actuación como la que nos brindó en esta entrega.

5. Recomendación

Dale una oportunidad al nuevo payaso, tal vez el de épocas pasadas te haya marcado, pero es momento de que alguien nuevo tome la batuta. La película es entretenida, divertida y cómica, algo raro para una cinta de terror/suspenso. Aun así, siéntate, relájate y espera ver 2 horas y 15 minutos de una buena narrativa.

Tal vez podamos diferir, tal vez no, por supuesto que mucha gente puede decir que le encantó la película, en lo personal, no fue mi caso, pero me agradó (cuando la vi por segunda ocasión). Agradezco que hayas leído hasta acá y si tienes algún comentario o mentada de madre, no dudes en dejármela en el post. Me gusta saber que piensas tú también.

¡Espero que la disfrutes mucho en caso de que vayas a verla y nos leemos a la próxima!

-OExpresión (Edgar Medina)

#it movie 2017 #bill skarsgard #finn wolfhard

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myaltao3feed · 4 years

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by daftprettyboys

The group nods and ejects various terms of agreement. Richie speaks up as Bill picks up the die. "Just so you know, mushmouth, you are now creating six different timelines." Everyone chuckles at his dumb statement. Bill rolls his eyes, "Of course I am, trashmouth."

Six different alternate timelines are created when the Losers roll dice over who has to go get the pizza.

It gets weird.

(Community AU, s03e04)

Words: 6260, Chapters: 1/1, Language: English

Fandoms: IT - Stephen King, IT (Movies - Muschietti)

Rating: Mature

Warnings: Graphic Depictions Of Violence

Categories: F/M, M/M

Characters: Richie Tozier, Eddie Kaspbrak, Ben Hanscom, Beverly Marsh, Mike Hanlon, Stanley Uris, Bill Denbrough

Relationships: Eddie Kaspbrak/Richie Tozier, Bill Denbrough/Stanley Uris, Ben Hanscom/Beverly Marsh

Additional Tags: Things Get Weird!, Richie Believes in Multiple Timelines, Mike Has A Baking Problem, Ben Finds A Quarter!, Bill Denbrough and Richie Tozier Live Together, And They Share A Bunk Bed, Bill Denbrough Hates Roxanne (The Police), Everyone Being an Asshole, Drug Use, Eddie Kaspbrak Has A Gun, Bev Just Wants To Sing, Bad Things Happen When A Loser Leaves The Apartment, Really REALLY Bad Things Happen When Richie Leaves, There Is An Evil Troll, The Gang Plays Yahtzee!, this is a mess, kill me im sorry, Losers Club (IT) Friendship, Eddie Kaspbrak Loves Richie Tozier, Stanley Uris Loves Bill Denbrough, Beverly Marsh Loves Ben Hanscom

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criohyer · 5 years

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the wolf grin returns to her behind a sleet of graphic red, glistening with vibrant gory hue even still when swathed against the impossible night of his endless nil, the vast boundless void. she's seen the butcher; he seethes and springs alive at her, slices and dices open the sternum, reaches in with gangling fingers and grabs handfuls for the taking, the slow and gradual seasoning 'fore wiry sawtooth for gangrene to settle in.

she's unsure when the battle-axe is pierced into her skull, unsure when to trust; unsure when he is going to lunge. if he's soft, enmating the warmth she can curl up into like a kitten back at the cabin or if he has intent to burn, ripen her for the slaughter. she runs to his long limbs, hoping for the tenderness. his lumbering spindly chassis, long and rawboned to be her armour, her wine's chambré embrace.

the crude sunlight of his own distasteful bitterness disturbs them when he wants to feel her from the inside, cling his tongue on her own, their adept bodies sultry and calescent, scalding each others skin searing marks of reminder. the astringent far too biting to forgive after the taste she left in his mouth on the freeway, unable to fall into her with the ease he might have wished. he needed her to know his pain until she begs him to stop. the very moments before the oncoming collision, the dire dread, the shuddersome look on his features to lose her and how quickly it could have happened.

the way she touches; she stains skin like red wine, fleeting fingertips linger on her victims senses. if she weren't all soft edges, alluring to the touch, without jag he might have been cut enough for her to inject into his veins. one, two, three grab the boiling kettle from the stove and cauterize the infection from spreading. nine inch nails, he hammers their bodies together.

his touch is a dark body of water; traveling the black sea without a compass and as it covers you all you see is the night, two dark moons dancing as they reel you in spluttering on the wet bog in marshes, lathery froth spumous running down sides of maw. rushes and reeds winding at the ankles, one unseen quick meteoric tug and you're under. you're so far under.

his firebrand apertures are burning, red hot and throbbing with the fighting urge to spill. irritated, inflamed his steel gaze sheathes her stubborn to not show the caving and instead he bites the inside of his cheek so hard his mouth fills with blood. even so that he wants so badly for it to release, tell her how he fell between the cracks, spewing out the pain that pumped through his gut.

gape beaming eyes stare at where she pressed the blade to her chest, directly situated at her heart, her words bleed into him, ooze into his mouth like the red residue already on his lips, he wears it like a hunter, only distilled to purification on hers like a martyred saint. he is frozen in time, the atmosphere grows stagnant as his point of focus is only her. he closes in around her, ensure she feels like the sun and he will circle her, revolving around her. she is his centre at the toss of roses.

close enough to breathe down her neck, he swipes his thumb across her bottom lip to wipe the wet smeared carnage off. "i want your heart katerina, if it is mine like you say and you will put yourself on your knees for me to beg me for my forgiveness and ask me for a bloodshed exchange, why would you try to kill us?"

"i don't want to kill you, i don't want to drain you of your every drop of blood and rip out your heart, i want you to hurt because i want to know that you're feeling what i am. did your heart become riveted in place, i could have sworn i didn't have a pulse. there wasn't a hole in me, it was in the earth. it hurt so bad, detka. i thought you were dead. i thought you killed us. as soon as i woke up, something died in me. i know it. i might as well had been in your casket with you, because you were my death. i died with you."

( ( ( ) ) )

step right up, step right up onto the stage of death. blindingly yellow-tinted bright bulbs on the end of the floors, below red drawn curtains, light the commencement of the show to the audience; present the worthiness of grandeur and wonder filled eyes; show where the attention should be centre stage that await applause.

the freak show acts smell of roasted peanuts, cotton candy laced with hallucinogens and popcorn swimming with oil and cigar smoke. shots of liquor, red-lipstick stained wine glasses. gunpowder incendiaries which peppered senses; belched flame, flesh-grazing shells. smells akin to freshly laid asphalt, seared carcass strewn, terror and adrenaline rush in vision. smothered ‘neath it all, the stale, wet reality of carnage. tittering clown sounds of burbling laughter from the red smeared lips colored in the paint that wish to entertain when they fire the cannons at sundown.

all mixed with luxurious flashy guests wearing expensive fabrics, all attired in suits or elegant dresses. the venue is a crossbreed between circus and orchestra theatre, not to mind that however as it continuously shape shifts every night.

suspend all fruitless mortal disbelief, the beast is afoot. his imaginings paint naught but a pig’s head piked, eyeless sockets sunken, flyblown and festering.

in long strides he returns to the office once sought after clothing, hands her a new dress she can wear. she mentions that she is performing, his eyes dart to the violin in its case; eyebrows heavily furrowing, his penetrating gaze lands back on her. a soft chortle rises from his chest at the amusement of it, hoping she isn't serious. "are you insane? there's no way you're performing in this club. i'm not going to risk that, i don't want you anywhere near these people."

"that's calling for my heart to be on the line. a death wish, veritably. i don't trust any of these people once they know about you. not only that, but i'm not exactly just running any nightlife venue. it's dangerous, katerina. you can't be apart of it."

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