Tumgik
#deseaban
deepinsideyourbeing · 12 days
Text
No te alejes tanto de mí - Enzo Vogrincic
Tumblr media Tumblr media
+18! Dom!Enzo. (Alusión a) Breeding kink, creampie, dirty talk, dry humping, face slapping, fingering, sexo oral, sexo sin protección, edades no especificadas. Uso de español rioplatense (y mucho diálogo otra vez).
El departamento que compartís con Enzo es, sin lugar a dudas, el lugar más tranquilo que conociste en tu vida. La armonía y serenidad son pilares fundamentales en su relación, así como la buena comunicación, y esto se ve reflejado en el espacio que ambos llaman hogar.
Enzo es silencio y calma y durante la madrugada se desliza fuera de la cama sin despertarte, siempre cierra las puertas con delicadeza y sus movimientos a tu alrededor son protectores. Siempre sabe qué decir y qué no, qué hacer y qué no, también sabe cuándo acompañarte y cuándo darte espacio, y vos podés presumir de saber hacer lo mismo por él.
La vida con Enzo es estar en constante sintonía, dos cuerpos y mentes diferentes siempre en la misma órbita.
O eso creías...
Las peleas comenzaron hace semanas, volviéndose cada vez más frecuentes y alejándolos de lo que solían ser. Enzo no parece comprender cuánto te hiere sentir que se distanció y jura que tal cosa no sucedió, pero luego prueba que tus palabras son ciertas cuando un pequeño desacuerdo provoca que se aísle y no deja lugar para una conversación sobre lo ocurrido.
Normalmente es fácil de ignorar cuando se trata de nimiedades como los platos sucios, ropa sin lavar o la cama deshecha, pero con todas esas pequeñas faltas acumuladas fue difícil contenerte cuando remarcó de la peor manera tu falta de cuidado con la maqueta de su actual proyecto.
-Si ordenás un poco entonces no me voy a chocar tus cosas cada vez que entre...- contestaste, arrojando sobre su escritorio un trozo de la maqueta.
-¿Qué tengo que ordenar? Si nunca estoy, el desorden es tuyo.
Fingió no notar tu expresión, una nueva costumbre suya para evitar disculparse o hacerse cargo de algo. El que te culpara del caos no fue la principal causa de tu disgusto, no... Te molestó que reconociera no estar lo suficiente en su propio hogar, recordar que en lugar de pasar unos días a tu lado escogiera marcharse a Bariloche con un amigo y que al regresar pasara horas encerrado.
Abandonaste la pequeña habitación donde organizó su oficina y pronto sus pasos sonaron a tus espaldas junto con su voz que no dejaba de pedir tu ayuda. Cerraste la puerta con fuerza y te sentaste sobre la cama, furiosa, percibiendo cómo la ira crecía y consumía tus entrañas.
Cuando Enzo abrió la puerta te dedicó una mueca de disgusto que pretendía comunicar algo, pero si alguna vez logró hablarte sólo con la mirada eso ahora parecía ser un recuerdo lejano que decidiste ignorar. Permaneciste en la misma posición, tus brazos y piernas cruzados, inconscientemente mostrando rechazo mientras él te observaba.
-Ayudame- arqueaste una ceja-. Vos lo rompiste.
-¿Qué somos? ¿Unos nenes chiquitos…?
-Parece que sí, porque si fueras un adulto responsable te disculparías y me ayudarías.
Soltaste una risa de frustración y apretaste los labios esperando así poder contener la ira y todas las palabras que deseaban escapar de tu boca, pero cuando te señaló con un dedo acusador tus deseos de mantener la calma se evaporaron. Haciendo alarde de su excelente comportamiento comenzó a enumerar las recientes faltas que tuviste con él.
La diplomacia pareció extinguirse cuando lo interrumpiste.
-Andá a cagar.
-¿Cómo…?
-¿Ahora además de ser tremendo fantasma también sos sordo, pelotudo?
-Fijate cómo me hablás porque yo jamás te traté así- señaló-. No sé qué mierda te pasa.
-¿A mí? ¿Vos no sabés lo que me pasa a mí?- gritaste, poniéndote de pie para acercarte a él-. ¿Y no se te ocurrió preguntarme? Porque por ahí tiene que ver con que no me hablás, no me mirás, no me cogés, no me preguntas ni cómo estoy.
-No podés estar así porque no cogimos en unos días.
Tu expresión podría haberse catalogado como un poema o como el relato más aterrador. Retrocediste un par de pasos, confundida y levemente aturdida por su capacidad de desentenderse de tal manera de la situación, esperando ver en su rostro un algo.
Pero sus labios no temblaban como solían hacerlo cuando contenía la risa y sus cejas no se curvaron en ese particular ángulo que adoptaban cuando esperaba ver tu reacción luego de contarte uno de sus pésimos chistes o anécdotas.
-Tomátelas.
-¿Eh?
-¡Tomátelas! No te quiero ver.
-No me podés echar de mi casa.
-Ah…- mordiste tu lengua-. Tenés razón, como es tu casa me voy yo.
Intentaste huir de la habitación pero él fue más rápido y lo impidió tomándote del brazo.
-Yo no dije eso- intentaste zafarte de su agarre pero no lo permitió-. Esta es tu casa, vos vivís acá también.
-Pero parece que vos no- reclamaste-. Soltame, Enzo.
-No, tenemos que hablar.
-¿Ahora querés hablar?
Su expresión pareció volverse más dura y juraste ver una arruga que antes no estaba allí.
-No podemos estar así.
-Yo no puedo estar así. Vos estás perfecto.
-¿Por qué todo es mi culpa?- gritó con voz entrecortada, soltándote de manera brusca-. Vos nunca hacés nada, ¿no? Siempre soy yo el responsable.
-Y sí papito, si…
El diminutivo y tu tono colmaron su paciencia.
-Cerrá el orto- se alejó de tu figura como si estar en tu presencia quemara-. Querías que me vaya, ¿eso querías?
-Sí.
-Perfecto entonces- abrió la puerta-. Porque me voy a ir bien a la mierda para no tener que verte.
Arrancaste tu anillo de compromiso de tu dedo y lo arrojaste a sus espaldas con la esperanza de golpearlo, pero –y luego agradeciste por ello- fue la puerta ya cerrada la que recibió el impacto y Enzo se marchó, completamente ajeno a tus acciones. Ignoraste las lágrimas que rodaron por tus mejillas cuando corriste para recoger la alianza.
Una hora más tarde notaste que olvidó su teléfono y su billetera, también sus llaves y el abrigo que lo habría protegido de las bajas temperaturas o el viento nocturno. Te preguntaste si estaría refugiándose en algún sitio con calefacción y por un breve instante consideraste buscarlo en el estacionamiento del edificio, pero descartaste la idea por puro orgullo.
-La concha de mi madre…- decís entre dientes.
Tus dedos están adheridos por el pegamento y tirar para despegarlos duele. Llevás un largo rato intentando reparar algunas partes de la maqueta y parece ser una tarea imposible: suspirás, te quejás, golpeás tu frente frustrada y ansiosa, pero continuás tu misión de unir los restos para evitar que tus manos vuelvan a jugar con el anillo en tu dedo. La mesa es un completo desastre.
Y Enzo aún no regresa.
Dejás caer tus hombros luego de ver el reloj, sin saber si es peor sentirte derrotada o sentir que te rendís. Reprimís todos esos pensamientos horribles y sin sentido que corren por tu mente y chocan con los muros de tu parte lógica y racional: se fue, está con alguien más, ya no va a volver, tuvo un accidente, lo acorralaron en La Rambla, se perdió caminando por ahí…
Desbloqueás tu teléfono esperando encontrar algún mensaje o llamadas perdidas y mantenés el suyo cerca sólo por si acaso, decepcionada cuando ambos permanecen en completo silencio. Tu oído escoge centrarse en el tictac del reloj y el sonido del adorno que golpea la puerta del balcón cada vez que el viento sopla. Siempre temés que esos pequeños golpes destrocen el cristal.
Y es que siempre son pequeñas las cosas que desatan el caos: la grieta que apareció mágicamente en tu taza, el pequeño agujero que terminó por deshacer el suéter favorito de Enzo, la alarma que postergaste estando aún dormida y lo hizo perder un vuelo, la comida quemada que intentó solucionar ordenando pizza, el abrazo que no correspondiste cuando regresó de los premios Goya, su falta de entusiasmo ante la usual noche de películas…
Evitás preguntarte qué sucederá porque la respuesta que ronda tu cabeza hace que tu respiración se entrecorte y te asfixia. No querés ser extremista, no sos una persona que se dé por vencida así como así y una pelea –incluso esta pelea, probablemente la peor que recordás haber tenido con Enzo- no te parece motivo para arrojar todo por la borda, pero… Las relaciones son de a dos, ¿no? Y no tenés idea de qué pensará o cuáles son los planes del otro lado.
Maldecís por lo bajo y esta vez es sin saber el motivo.
-No hace falta que lo arregles- dice una voz a tus espaldas-. Los materiales son una cagada.
Una sensación similar al pánico te recorre y volteás a verlo.
-Volviste.
Su rostro se tiñe de dolor y vergüenza por una fracción de segundo.
-¿Cómo no voy a volver?
-Dijiste…
-Ya sé lo que dije- se arrodilla a tu lado y toma tu mano-. No era verdad.
-Estás helado.
-Hace frío. Mucho.
-¿Querés un té?- intentás ponerte de pie y te detiene-. No cociné, pero si querés…
-Quiero que hablemos.
Suspirás.
-Sí, tenemos que hablar.
-¿Qué está pasando? Nosotros no somos así.
Limpiás las lágrimas que nublan tu vista y él se deja caer sobre las cerámicas frías, aún sosteniendo tu mano entre sus dedos y acariciando tus nudillos con su pulgar en un intento de ofrecerte un poco de consuelo. Espera pacientemente mientras te recuperás para poder contestar.
-Los últimos meses fueron muy raros.
-Es mi culpa- lamenta-. No sé cómo manejar… nada, todo, esto que está pasando.
-Y yo no sirvo como apoyo.
-No, no digas eso- toma tu mentón-. Siempre estás para mí, me cuidás y me ayudás en todo... Pero creo que desde hace un tiempo no estoy tan presente como debería y no es recíproco.
-No entiendo por qué- descansás tu rostro sobre tu mano-. Creo que, no sé…, por ahí ahora que anduviste por todos lados ya estás cansado de mí.
-Nunca.
-Pero…
-Jamás me cansaría de vos.
-¿Y por qué hacés de todo menos estar conmigo?
-Tengo miedo de arruinar las cosas- contesta con simpleza-. Tengo miedo de todo lo que está pasando y tengo miedo de arrastrarte conmigo cuando… ¿Y si me olvido de mí?
-Eso es imposible.
-Ya no estoy tan seguro.
-Yo sí- lo obligás a mirarte-. Creo que te conozco lo suficiente para saberlo.
Permanecen en silencio unos momentos y sus ojos jamás dejan los tuyos.
-Perdón- susurra-. Sé que hay mucho de qué hablar, pero…
-Yo también estoy cansada… Vamos a la cama y mañana temprano vemos.
-Lo vamos a solucionar.
-Sé que sí- y dejás salir una risa nerviosa-. Pero hoy no estaba muy segura.
-Me hubiera gustado tener esa discusión antes.
-¿Por qué?
Su mirada oscura es terriblemente sincera, muy Enzo.
-Porque cuando me fui me di cuenta de cuánto te extrañaba.
Cuando tomás su rostro entre tus manos para poder besar su frente él busca tus labios. Te besa lenta y suavemente, pero es incapaz de ocultar la desesperación que guía sus acciones y pronto deja de lado los delicados roces para invadir tu boca con su lengua, robándote la respiración y  aferrándose a tus muslos con sus manos.
-Extrañaba tus besos- decís cuando te regala unos segundos para respirar-. Te extrañaba.
 -Me tenés acá, ahora y para siempre.
Acariciás su cabello y él te observa desde su posición sobre sus rodillas, sus manos aún en tus piernas y sus pulgares dibujando figuras sobre tu pantalón. Te sonríe y la imagen te toma por sorpresa, pero también te sorprende el significado oculto en su expresión y la facilidad con la que puede hacerte saber lo que quiere.
-¿No te duelen las rodillas?- suelta una carcajada y lo ayudás a ponerse de pie-. Dale, vamos.
La distancia desde la cocina hasta la habitación es interminable ahora que ambos desean llegar cuanto antes. Atraviesan el oscuro corredor tomados de la mano y cuando llegan a la habitación Enzo toma asiento en la cama, te posiciona entre sus piernas y abraza tu cintura con fuerza para poder admirarte; deposita besos sobre tu abdomen y entre tus pechos, frustrado por tu ropa interponiéndose entre sus labios y tu piel.
Cuando sus dedos se deslizan debajo de tu camiseta suspirás y arrojás la cabeza hacia atrás, abrumada por la intensidad del contacto y por el rastro de fuego que sus manos dibujan en tu cuerpo. Te ayuda a desvestirte y en cuestión de milisegundos sus labios capturan tu pezón izquierdo, succionando y permitiendo también que sus dientes y lengua jueguen con vos.
Tu creciente desesperación te lleva a abrazarlo en busca de más contacto y cuando sentís sus gemidos contra tu piel tus dedos se dirigen por cuenta propia hacia su cabello. Sus párpados se cierran en contra de su voluntad cuando tus manos hacen arder su cuero cabelludo, sensación que no hace más que empeorar la erección que oculta su pantalón.
Se separa de tu pecho luego de morderte con la fuerza suficiente para hacerte gritar y te despoja del resto de ropa que te cubre, asegurándose de no romper ninguna prenda con sus movimientos rápidos y ansiosos. Se arroja sobre las almohadas y te deja sobre su muslo, complacido por ver tus mejillas enrojecidas ante la implicación de la posición.
-Te hace falta una buena cogida, ¿no?
-¿Y de quién es la culpa?
Te toma por el cuello para acercarte a su rostro.
-Fijate bien lo que me decís- pellizca tu pezón y el dolor te hace gemir-. Y lo que hacés.
Comenzás a rozarte sobre su pierna, muy consciente del significado de sus palabras y la amenaza que las adorna, tus manos en su pecho en busca de estabilidad y tus ojos sobre los suyos. Toma tu cadera para guiar tus movimientos, dolorosamente lentos, y no deja espacio alguno entre tu centro y sus jeans que comienzan a mancharse con tus fluidos.
El cosquilleo entre tus piernas y el dolor de sus uñas marcando tu cadera es suficiente para orillarte hacia tu orgasmo en cuestión de minutos. Cerrás los ojos, masajeando tus pechos tal como él suele hacerlo, pero no es suficiente y cuando comprendés que necesitás de sus manos un patético sollozo deja tus labios.
-¿Qué pasa bebé? No podés solita, ¿no?
-Quiero…
-¿Qué querés? Decime y yo te lo doy.
-A vos.
Enzo no puede hacer más que contemplar la imagen frente a sí, tu delicado cuerpo rindiéndose nuevamente bajo sus manos y tus dientes torturando tus labios mientras su mirada te recorre. Hace unos días sólo podía soñar con tenerte de esta manera y complacerte, así que ahora se pregunta cuánto tendrá que contenerse para que el momento no acabe demasiado rápido y cuánto tardarás en suplicarle que se detenga o en caer agotada entre sus brazos.
-Entonces ya sabés lo que tenés que hacer.
En pocos segundos abandonás su regazo y te recostás entre sus piernas, esperando su confirmación para poder tocarlo y prácticamente arrancando la ropa de su cuerpo cuando la obtenés. Ya está duro, muy duro, su punta brilla con las gotas de líquido preseminal que de allí brotan y las venas que recorren su extensión parecen pedir tu atención a gritos.
Comenzás a masturbarlo lentamente e intentás seguir el ritmo con el que movía tu cuerpo sobre el suyo, tu pulgar acaricia su punta y cuando lo separás de esta podés apreciar el hilo traslúcido que brilla con la luz. Te llevás el dedo a la boca y gemís cuando sentís su sabor en tu lengua, calmándote y a la vez haciendo que lo desees todavía más.
Dejás besos húmedos sobre su miembro y sus gemidos sólo empeoran la situación entre tus piernas. Cuando tus labios se cierran sobre la punta sentís su cuerpo tensarse, sus párpados se cierran por un breve instante y sus dedos acarician la comisura de tus labios, que se estiran a más no poder para recibirlo en tu boca.
-Qué linda que sos cuando me la chupás.
Sus palabras te resultan tan humillantes como excitantes y por un segundo considerás deslizar una mano bajo tu cuerpo para calmar tu necesidad. Tu saliva mancha tu piel, tus dedos y corre bañando todo su miembro antes de deslizarse entre sus piernas y caer sobre las sábanas, pero aún así te es difícil tomar más que la mitad.
Tu frustración crece minuto a minuto pero para Enzo, que sabe cuánto te cuesta, la imagen es una bendición… Y también una tortura, por lo que no encuentra más solución que tirar de tu cabello para alejarte de su cuerpo y evitar un muy necesitado orgasmo.
-Ya está, ya está- responde a tus quejas-. Lo hiciste muy bien, pero…
-¿Pero?
-Me toca a mí.
Te arroja sobre el colchón para luego posicionarse sobre tu cuerpo y acorralarte, su intensa mirada de pupilas dilatadas haciéndote sentir como una presa. En su camino hacia tu centro su aliento golpea tu mejilla, tu mandíbula, tu cuello sensible y tus clavículas, pero él sólo piensa en una cosa y cuando separa tus piernas se dedica a apreciar tus pliegues y entrada brillantes.
Te acaricia de manera superficial y cuando te retorcés rodea tu cadera con un brazo para inmovilizarte. Su pulgar presiona sobre tu entrada, que gotea lo suficiente para manchar las sábanas, juega con la piel que la rodea y sólo se dirige hacia tu clítoris después de ver que te contraés desesperadamente en torno a la nada misma. Se muerde los labios, impaciente.
Suspirás cuando sentís su ataque y los círculos que su dígito traza con una lentitud insoportable, deteniéndose de cuando en cuando para acariciar también tus pliegues húmedos y tantear tu entrada con la intención de provocarte todavía más. Gemís su nombre una y otra vez para tentarlo y suplicás por más, pero te ignora y prolonga sus tortuosas acciones otro rato.
Dirige un dedo a tu entrada y lo introduce con delicadeza, siempre atento a la reacción de tu cuerpo: tus paredes no oponen resistencia y el placer cuando curva su dedo para acariciar tu punto dulce se intensifica gracias a su lengua deslizándose sobre tu clítoris. Un gemido casi animal deja tu garganta y ante esto él decide acelerar sus movimientos.
-¿Así te gusta?- pregunta cuando gemís aún más fuerte, como si la respuesta no fuera obvia. Aprovecha tu estado y tu abundante excitación para deslizar otro dedo, haciéndote sisear por el repentino ardor que trae consigo la dilatación-. ¿Qué pasa, no aguantás ni dos dedos?
Cubrís tu rostro ardiente con una mano y evitás hacer comentarios sobre quién es el responsable de tu estado actual; no recordás cuándo fue la última vez que jugó con tu cuerpo y tu forma de tolerar su ausencia fueron tus propios dedos, más delgados y cortos que los suyos e inútiles cuando se trataba de obtener placer.
-Más.
-¿Más...?- y succiona tu clítoris con fuerza para oírte gritar.
Enzo conoce tu cuerpo mejor que nadie y sabe exactamente qué hacer para volverte loca. Los movimientos de su lengua no se detienen y las formas que esta dibuja hacen que tus manos tiren de su cabello, arruguen las sábanas y masajeen tus pechos, aferrándose con desesperación a cualquier objeto que se interponga en su camino.
Sus dedos no dejan de abusar de tu sensibilidad y la combinación de sensaciones, que parece ser muchísimo más intensa gracias a las semanas sin contacto, comienza a ser casi demasiado para tu cuerpo. Te llevás una mano a la boca y cuando tu orgasmo te golpea mordés tus nudillos desmedidamente, ahogando tus gemidos y los gritos que amenazan con irritar tu garganta.
Te lleva unos minutos regular tu respiración y dejar de temblar, minutos que transcurren con sus dedos aún enterrados en las profundidades de tu cuerpo mientras sus labios bañan tu centro y el interior de tus muslos con besos y alguna que otra pequeña marca producto de sus dientes. Bajo tu atenta mirada desliza sus dedos entre sus labios para no desperdiciar los restos de tu esencia.
Abandona la cama para deshacerse del resto de su ropa y cuando regresa vuelve a posicionarse sobre tu cuerpo para atacar tu boca con un beso hambriento. Tus piernas abrazan su cadera y cuando sentís su miembro caliente golpeándote no podés evitar gemir contra su lengua, tu mano buscándolo para poder masajearlo antes de guiarlo hacia tu entrada. Su punta te quema.
Toma tu rostro y te obliga a mirarlo.
-¿Querés que te la meta?
-Por favor.
Te quejás cuando comienza a penetrarte y aunque tus ojos arden jamás rompés el contacto visual. Enzo te distrae tirando de tu labio inferior con su pulgar y antes de notarlo estás succionando el dígito, con el cual parece imitar los movimientos de su cadera.
-Estás muy apretada.
-Es…- te interrumpís con un grito cuando introduce otro par de centímetros de manera súbita. Su pulgar manchado con tu saliva acaricia tu mejilla para calmarte-. No puedo.
-Sí, sí podés.
Sus labios abrazan los tuyos mientras realiza movimientos suaves y calculados que convierten tus quejas en gemidos y provocan que tus paredes se contraigan sobre su miembro. Suspira cuando por fin logra introducirse por completo en tu interior y besa tu cuello, tu perfume embriagador nublando sus sentidos y tus pequeños gemidos tentándolo a moverse.
Tus manos aferrándose a sus hombros son la única confirmación que necesita: te golpea con fuerza y tu grito es una mezcla de sorpresa y placer por el repentino ataque, el cual repite hasta convertirlo en un ritmo constante que resuena en toda la habitación y llena tus oídos. Sacude tu cuerpo con cada embestida y lo único que podés hacer es aceptar el placer, completamente a su merced.
Luego de una estocada particularmente profunda tus uñas se clavan en su piel y Enzo sólo lo sabe. Descansa su peso sobre sus piernas y sus manos en la parte posterior de tus muslos ejercen presión hasta que tus rodillas rozan tus pechos, el ángulo permitiéndole llegar hasta ese punto para abusar del mismo y convertirte en un completo e incoherente desastre.
Gritás su nombre y las palabras que le dedicás entre tus agudos gemidos son incomprensibles. Tu expresión es indecente y la vista entre tus piernas, donde su cuerpo se une con el tuyo y brilla con tus fluidos, lo es aún más… pero le encanta y no puede evitar jugar con vos, agregando otro estímulo que te hace cerrar los ojos con fuerza y sacudir la cabeza.
-Enzo- advertís-. Por favor.
El gesto es mínimo pero suficiente y en cuestión de segundos tus dedos se cierran sobre sus muñecas. Tu figura se sacude con la fuerza de sus embestidas y por los espasmos de tu orgasmo, el cual arquea tu espalda como si estuvieras presentándote ante él y hace que tus músculos se contraigan, dificultando sus movimientos y haciéndote llorar.
Jamás se detiene.
Lo mirás horrorizada, tu orgasmo prolongándose indefinidamente y haciendo del placer una sensación casi intolerable. Enzo continúa golpeando tu cérvix mientras su pulgar juega con tu clítoris y sus dedos presionan sobre tu abdomen bajo, forzándote a sentir cuán profundo llega su miembro y cómo estimula cada fibra de tu cálido y estrecho interior.
Te lleva al límite, pero antes de permitirte gozar de un segundo clímax se detiene.     
-No, no- protestás-. ¿Por qué? Quería…
Te interrumpe golpeando tu mejilla y cuando abandona tu interior mantenés la boca cerrada. Toma tus caderas y te obliga a voltear, dejándote sobre tu estómago y posicionándose sobre tu cuerpo para aprisionarte contra el colchón.
Rodea tu cuello con su brazo y te penetra con desesperación. En cuestión de segundos su pelvis golpea tus muslos y tus glúteos con la fuerza suficiente para arruinar tu piel, causando también un sinfín de sonidos húmedos y obscenos que acompañan sus gruñidos y tus gemidos.
Buscar refugio contra en el colchón tiene como consecuencia que la fuerza de su asalto vaya en aumento y la única opción que encontrás para ahogar tus gritos es morder las sábanas, húmedas con las lágrimas que corren por tus mejillas. La solución sólo dura unos minutos gracias a que Enzo, que en este momento prefiere no ser el único que oye cuánto gritás por él, endereza su postura y tira de tu cabello para hacerte arquear la espalda.
El nuevo ángulo te permite verlo y por un instante parece buscar tus labios con la intención de besarte, pero en su lugar escupe sobre tus labios entreabiertos y observa cómo tu expresión se transforma con la humillación y excitación. Le encanta tratarte como un juguete y sabe que lo disfrutás tanto como él, sobre todo cuando te toma por sorpresa.
-Sos una putita, ¿no? Mirá como estás- y remarca sus palabras con una estocada que te hace temblar violentamente-. ¿Querés que te llene toda?
Tragás saliva –sin saber cuánta es suya- para contestar pero todo lo que sale de tu boca son patéticos sonidos sin sentido. Sonríe satisfecho y vuelve a escupirte, esta vez asegurándose de manchar aún más tu rostro para ver su saliva deslizándose por tu piel junto con tus lágrimas.
Te libera de manera brusca y tu rostro impacta con el colchón, las sábanas oscureciéndose cuando entran en contacto con los fluidos en tu rostro y arrugándose aún más cuando te aferrás a ellas con una mano acalambrada. Tu otra mano se entrelaza con la suya y lo guiás hacia tu abdomen bajo, ignorando cómo los músculos de su abdomen se tensan con tu acción.
-Ahí- suplicás entre gemidos-. Adentro.
Enzo sólo quiere obedecerte y unos minutos más tarde cumple tus deseos: su semen caliente salpica tu interior y mancha tus paredes de blanco mientras el palpitar de tu miembro te lleva a otro orgasmo, menos intenso pero más duradero. Tus músculos se aferran a él y lo mantienen dentro tuyo hasta que la última gota de su liberación te llena.
Su boca roza tu frente y tu mejilla antes de besar la comisura de tus labios.
-Te amo.
-Te amo.
Intenta peinarte y cuando fracasa se limita a masajear tu cuerpo cabelludo con la yema de sus dedos. Evita alejarse de tu cuerpo, consciente de lo mucho que ambos necesitan la cercanía en un momento como este, y sonríe cuando tus dedos vuelven a entrelazarse con los suyos.
-¿Querés ir al baño?
-No- negás rápidamente y besa tu mejilla para calmarte-. ¿Podemos estar así un rato?
-Obvio.
Admira tu perfil y tus párpados cayendo sobre tus ojos vidriosos.
-¿Sabes qué vamos a hacer mañana?
-¿Qué?
-Nos vamos a levantar bien temprano y vamos a ir a desayunar al lugar de siempre, ¿querés?- propone-. Después podemos ir a pasear un rato al mercado de artesanos… y elegís una taza nueva.
Soltás una risa encantadora y asentís.
El título y la historia están inspirados en esta canción de Spinetta. Tiene muchas interpretaciones pero en mi opinión es una muy buena metáfora sobre el cambio constante que atraviesan las personas y por ende también las relaciones :)
taglist: @madame-fear @creative-heart @llorented @recaltiente @delusionalgirlplace @chiquititamia @lastflowrr ♡
160 notes · View notes
dariann-garcia · 2 months
Text
Lo llamaban amor, aun cuando sus labios deseaban estar sobre otro cuerpo.
56 notes · View notes
polidftgirl · 2 months
Text
Tumblr media
‧₊⋅♡𓂃 ࣪ ִֶָ°• ! 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝗆𝗂𝖾𝗅 𝖾𝗇 𝖾𝗅 𝗉𝖺𝗅𝖺𝖽𝖺𝗋.
. . : ̗̀➛ blas polidori.
. . : ̗̀➛ tw: ninguno! sólo fluff.
. . : ̗̀➛ N/A: espero disfruten! pueden pedirme que escriba sobre cualquiera del cast. <3
. . . !
esa noche el violento frío se hizo presente pero en el bar el calor era acogedor gracias a la cantidad de personas que se encontraban en ese mismo espacio. blas estaba en la barra tomando algo que ni siquiera él sabía qué era pero no parecía disgustarle, mientras le sonreía a las personas que pasaban y se detenían tal vez pequeños segundos a mirarlo.
su mejor amiga, aixa, no podía culparlos al respecto. el chico era un ángel caído del mismo cielo, era como poder admirar un amanecer en la playa con los pies enterrados en la arena. no hacían falta más adjetivos para saber lo enamorada que ella estaba.
se sentía como en una película de amor, de esas que tanto le gustan a él. donde los protagonistas son mejores amigos hasta que confiesan su amor por el otro y a pesar de los obstáculos lograban terminar felices por el resto de sus vidas. pero entre ellos se veía bastante imposible, blas era tan enamoradizo que aixa no tenía ni siquiera una oportunidad.
“¿estás bien?” su grave voz la sacó de sus pensamientos. el pelinegro la miraba con una pequeña sonrisa inocente. sus labios estaban rojos al igual que la punta de su nariz, señal de que había bebido mucho.
“nunca pude haber estado mejor” ella le devolvió la sonrisa, aunque su amigo no parecía convencido.
“me estoy aburriendo, ¿por qué no nos vamos?” él cuestionó. aixa dudó un poco, pero al fin y al cabi terminó asintiendo. blas la tomó de una mano para no perderla hacia el camino de la salida según él, pero en el cuerpo de ella las mariposas ya se habían instalado.
( . . . )
iban caminando por las calles, hablando sobre cualquier cosa que se presentara. buenos aires era inmenso, la capital de noche era algo imperdible y ellos deseaban aprovechar cada segundo de ser posible.
se aproximaron a una plaza. aixa se sentó en un columpio y comenzó a arrastras sus pies, sin hamacarse por completo.
“¿me ayudas?” más bien le suplicó. el más alto rodó los ojos pero no podía decirle que no, nunca podía decirle que no. sin más sus grandes manos fueron a ubicarse en la delicada cintura de su amiga, haciendo un agarre seguro ahí y comenzó a impulsarla hacia adelante.
“¡voy a llegar a las estrellas!” ella exclamaba riendo. el pelinegro no iba a confesarlo, pero oír la risa de esa chica lo aturdía en una manera sana, era lo único que quería escuchar por el resto de su vida. podía compararla con la más angelical melodía y aún así seguiría quedándose corto. en su mente su amor no correspondido por aixa le traía demasiados problemas. nunca supo cómo aprovechar el tiempo a solas con ella y a pesar de que no era la primera vez que ambos salían y no volvían hasta estar dados vuelta, no tenía idea de cómo acercarse más. pero quería que su mejor amiga se diera cuenta de cómo lo traía, de cómo su mundo estaba de cabeza gracias a ella.
aixa estaba en su propio mundo, ni siquiera notó cuando blas sacó las manos de su propia cintura. su ritmo bajó hasta que por fin sus pies tocaron nuevamente la tierra y ni siquiera pudo pensar en algo cuando tuvo el rostro de su mejor amigo tan cerca del suyo. para ello blas debía estar arrodillado ya que aixa era un tanto más baja que él estando parada, estando en un columpio era mucho peor.
ninguno hablaba, no había necesidad. sus respiraciones se mezclaban, el aliento del más alto chocaba en el rostro de la chica como una caliente brisa; menta mezclada con algo de alcohol y tabaco. no le gustaba ver a la gente fumar, pero cuando blas lo hacía era una gran excepción.
“quiero besarte, ¿puedo?” él simplemente preguntó, dejándola boquiabierta. ella había soñado tanto tiempo por esto que ni siquiera parecía real. temía decirle que sí y caer abruptamente en la dura realidad donde ellos seguían siendo mejores amigos.
”¿qué decís, tonto?, estás borracho” aixa intentaba ocultar sus nervios bajo una fachada falsa de seguridad. blas le sonrió, acunando esas mejillas rosadas que él tanto amaba entre sus largos dedos y las firmes palmas de sus manos.
“puede ser, pero por lo menos espero estar borracho de tanto amor” respondió, ahora estando tan sólo a centímetros de la boca de su mejor amiga.
sus narices se rozaban, creando un pequeño beso imaginario. estaban separados por un pequeño hilo que ninguno se animaba a romper por orgullo, y tal vez por algo de temor.
“por favor, me estoy muriendo de ganas” suplicó, lamiendo su propio labio inferior. aixa asintió un poco temerosa de que todo sea una broma de mal gusto, pero no lo fue.
blas unió sus bocas en ese tan deseado beso que ambos esperaron por años en silencio. la lengua del pelinegro se abrió paso a la cavidad bucal de ella, explorando a su antojo. los labios de aixa se sentían completamente húmedos y ahora estaban hinchados. sus delicadas manos fueron a aferrarse en el cabello del contrario, amasando a su gusto aquellos rulos que tanto amaba.
blas nuevamente se aferró a la cintura de aixa. nunca había tenido un beso tan dulce como ese e incluso se sentía con dolor en el estómago, era hasta más dulce que comer miel desde la cuchara, y no podía evitar soltar pequeños suspiros en la boca ajena.
había sido una larga noche, pero la espera por fin valió la pena.
53 notes · View notes
flan-tasma · 7 months
Text
Bugambilia (Neuvillette x Fem!Reader) pt. 2
💖~ I really like it and I wanted to do something else.
If I'm honest while I was doing this I couldn't help but remember that my grandmother had bougainvilleas in her garden and I always paid more attention to the colorful part than to the flower itself.
Part 1 here
Warning: angst | Google Translate sponsors me (it's a lie) If I made any mistakes in the english translation, I would be happy to read your comments! | Content in spanish and english
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Spanish:
Neuvillette era un amante sensato, siempre pensaba en lo mejor para ti y te permitía tus caprichos cuando eran justos, si deseabas retenerlo un poco más en la mañana, si alargabas los besos de despedida o cuando llegabas con el almuerzo para comer juntos, él apartaría lo que tuviera en el camino para que seas feliz.
Siempre deseaba verte feliz, y aunque al inicio fue algo normal de parte de cualquier amor, él notó que muchas veces lo mirabas confusa. Había algo detrás de tus ojos, una especie de sospecha que te nublaban la mirada y revestía tu alma con una falsa tranquilidad. Pero Neuvillette te conoce, más de lo que deseabas, menos de lo que esperabas. En un intento de apaciguar tu extraño sentimiento, decidió ofrecerte una caja de dulces, sonriendo cuando los compró, pensando en tu rostro feliz cuando tu comías unos parecidos antes.
Su humor se congeló al ver que no eran de tu gusto, aunque los aceptaste como un gesto amable, no eran de tu gusto y tu mueca disimulada te delató. En un inicio no lo entendió y prometió hacerlo mejor, quería esforzarse por mantener tu sonrisa y eso fue lo que te llenó de insertidumbre.
"No me estás mirando a mí." Llegaste a una conclusión, Neuvillette alzó una ceja en desconcierto, sin entender del todo la intensión detrás de tus palabras. "Eres nostálgico y melancólico, sonríes pero parece que quieres llorar, esperas pacientemente por mi cuando caminamos, me ayudas a bajar las escaleras y me sostienes tan dulcemente pero..." Él esperó a que terminaras, seguía viendo tu rostro angustiado, asustado en algún punto, casi enojado, y eso lo destrozó. "Tu no haces esas cosas por mi, ¿no es así?"
"Claro que las hago por ti, esta eres tu, querida. ¿A quién más amaría tanto como para servirle de esta manera?" Esa pregunta tenía una trampa y Neuvillette lo sabía, en su cabeza pasaron las mismas imágenes que lo atormentaban cuando no dormías a su lado, el baile de una flor morada que lo hacía llorar y anhelar el antaño, y cuando volvía al presente te veía a ti, sentada y analizando su rostro. Entrando en razón por fin, suspirando y haciendo lo único que podría matarlo con tanta facilidad, fruncir el ceño.
"Lo haces por alguien más que no soy yo." Ante sus ojos los colores monocromáticos no deseaban irse, se incrustaban en sus ojos como una bugambilia, con sus púas negras partiendo su corazón y sin permitirle ver los matices de morado que vestían ambas personas amadas. No quería aceptar que tu mirada era distinta, su color y la forma de tus ojos cristalinos, tus labios bonitos no sabían como antes, ahora sentía el sabor salado de un mal amor y tu cuerpo, que era cubierto por sus brazos para consolarte, se sentía distinto bajo su tacto. Eras distinta, y tus pétalos caían por culpa de ello. Por culpa suya.
Su corazón golpeó violentamente contra su pecho cuando te abriste paso y las espinas le perforaron la conciencia. El morado y el magenta peleaban por un espacio en su corazón y eso lo destruía mientras te abrazaba, disculpándose y llorando. La lluvia de flores no había vuelto, solo había sido reemplazada por pétalos distintos de un color parecido, cuyas flores arañaban su corazón en una súplica por ser favorecidas. Las pequeñas flores que crecían marchitas en un jardín, esperando a que acabe el turno de la otra, con gustos contrarios y apariencia saludable que camuflaba que las raíces estaban muertas y jugaban contra la lluvia y el viento con sus flores claras en busca de un corto rayo de sol asustó a Neuvillette.
"Me recuerdas tanto a ella..." Los susurros de Neuvillette eran tan bajos a comparación de la lluvia torrencial que golpeaba los techos y las ventanas, se escondía entre tu hombro de la mirada monocromática que lo mantenía cuerdo y que ahora deseaba castigarlo con los miles de tonos que existían en el jardín. Lloraba en tu ropa y se disculpaba, deseando que entiendas que su corazón estaba herido y no caía sangre sino el amargo alquitrán que manchó su visión. "Estaría tan enojada por lo que te estoy haciendo. Ella jamás me perdonaría."
"Yo tampoco lo haría." Una amenaza que Neuvillette aceptó, dispuesto a cumplir con su destierro de tu corazón si así lo preferías. Te abrazó más fuerte, besando tus mejillas y tus lágrimas en un intento de consuelo, por fin viendo que tú color jamás fue el morado sino lo que él prefirió ver. Sollozó junto a ti y se disculpó por haber confundido el amor eterno, por jamás haber aprendido que una pequeña flor amarilla era lo que debía amar en vez de las coloridas brácteas que atraían y enamoraban.
Tumblr media
English:
Neuvillette was a rational lover, he always thought of what was best for you and allowed you your whims when they were fair, if you wanted to keep him a little longer in the morning, if you extended the goodbye kisses or when you arrived with lunch to eat together, he would push aside whatever he have in the way for you to be happy.
He always wanted to see you happy, and although at first it was normal for any love, he noticed that you often looked at him confused. There was something behind your eyes, a kind of suspicion that clouded your gaze and clothed your soul with a false tranquility. But Neuvillette knows you, more than you wanted, less than you expected. In an attempt to appease your strange feeling, he decided to offer you a box of sweets, smiling when he bought them, thinking of your happy face when you ate similar ones before.
His mood froze when he saw that they were not to your taste, although you accepted them as a kind gesture, they were not to your taste and your hidden grimace gave you away. At first he didn't understand and promised to do better, he wanted to make an effort to keep your smile and that was what filled you with insertion.
"You're not looking at me." You came to a conclusion, Neuvillette raised an eyebrow in bewilderment, not quite understanding the intention behind your words. "You are nostalgic and melancholic, you smile but it seems like you want to cry, you wait patiently for me when we walk, you help me down the stairs and you hold me so sweetly but..." He waited for you to finish, he kept seeing your anguished face, scared in his heart at some point, almost angry, and that destroyed him. "You don't do those things for me, do you?"
"Of course I do them for you, this is you, my dear. Who else would I love so much to serve in this way?" That question had a trap and Neuvillette knew it, the same images that tormented him when you didn't sleep next to him passed through his head, the dance of a purple flower that made him cry and long for the past, and when he returned to the present he saw you, sitting and analyzing his face. Finally coming to his senses, he sighed and did the only thing that could kill him so easily, frowning.
"You're doing it for someone other than me." Before his eyes the monochromatic colors did not want to leave, they embedded themselves in his eyes like a bougainvillea, with their black spikes breaking his heart and not allowing him to see the shades of purple that both loved ones were wearing. He didn't want to accept that your look was different, the color and the shape of your crystalline eyes, your pretty lips didn't taste like before, now he felt the salty taste of a bad love and your body, which was covered by his arms to comfort you, felt different under his touch. You were different, and your petals fell because of it. Because of him.
His heart pounded violently against his chest as you pushed your way through, thorns piercing his consciousness. The purple and the magenta fought for a space in his heart and it destroyed him as he hugged you, apologizing and crying. The shower of flowers had not returned, it had only been replaced by different petals of a similar color, whose flowers scratched his heart in a plea to be favored. The small flowers that grew withered in a garden, waiting for the other's turn to end, with contrary tastes and healthy appearance that camouflaged that the roots were dead and played against the rain and the wind with their clear flowers in search of a short sunbeam frightened Neuvillette.
"You remind me so much of her..." Neuvillette's whispers were so low compared to the torrential rain that hit the roofs and windows, hiding between your shoulder from the monochrome gaze that kept him sane and that now wanted to punish him with the thousands of shades that existed in the garden. He cried into your clothes and apologized, wanting you to understand that his heart was wounded and not blood was falling but the bitter tar that stained his vision. "She would be so angry at what I'm doing to you. She would never forgive me."
"I wouldn't do it either." A threat that Neuvillette accepted, willing to fulfill his banishment from your heart if you preferred. He hugged you tighter, kissing your cheeks and your tears in an attempt at comfort, finally seeing that your color was never purple but rather what he preferred to see. He sobbed next to you and apologized for having confused eternal love, for never having learned that a small yellow flower was what he should love instead of the colorful bracts that attracted and made him fall in love.
65 notes · View notes
portugshit · 4 months
Text
Tumblr media
Pues bien, ¡esos izquierdistas en realidad deseaban ser destinados como los norcoreanos, los afganos, los turcomanos o incluso los palestinos! 🤣
¡Mientras que ser cubano y venezolano no era tan malo para ellos! 🙄
21 notes · View notes
solxs · 7 months
Text
Y mi alma añoraba tu regreso, suplicaba tu vuelta; mis ojos deseaban verte una vez más, pero mi corazón... Mi corazón se sentía bien con tu ausencia.
d A n Y
35 notes · View notes
dobbywordie · 10 months
Text
Tumblr media
Haz más silencio. P.J
GENERO: Smut, masturbación, sexo con protección, palabras sucias, palabras de disculpa, sentarse en la cara, tragar semen, squirting, cachetadas.
Un viaje de vacaciones con los amigos de tu hermano podría terminar en algo más con el menor de todos.
Tumblr media
Hace bastante tiempo que no lo veías, la última vez que lo viste fue cuando era un puberto de 17 años que tenía las hormonas alborotadas. Sería incómodo mirarlo a los ojos o simplemente el volver a verse luego de mucho cuando supiste de todo lo que pensaba sobre ti, aún no podías creerlo ya que siempre lo viste como un dulce y adorable niño. A la mierda eso, se deseaban mutuamente y era obvio. Jisung siempre fue tu peor tentación y perdición, a pesar de su carita de niño dulce, querías con todas tus ganas que te domine y te haga rogar por él, tal vez esas fantasías nunca pasarían. Hace años no se ven y mucho menos hablan, Jaemin siempre está pendiente de todo y puede notar la falta que se hacen pero nunca dijo nada. Tu hermano era su mejor amigo y siempre estaba al tanto de tus pensamientos o sentimientos, por eso se le ocurrió la grandiosa idea de llevarlos a acampar en cabañas, sería perfecto.
“Jisung, por favor ya sal de ahí, nos estamos atrasando para el viaje y debemos pasar por la hermana de Jaemin!” Gritó Jeno detrás de la puerta del baño donde estaba Jisung.
Él estaba sentado en el inodoro con la tapa baja, sus pensamientos se alborotaron y no estaba preparado para volverte a ver luego de mucho tiempo. Nunca ha estado tan nervioso en su vida.
“Maldita sea Jisung! Sal del baño y deja de comportarte como un puberto, ya tienes 21 años” Hablaba Renjun detrás de la puerta algo enfadado, hace tiempo que Jisung estaba metido en el baño y aún no salía.
La perilla se giró y de ahí salió un Jisung mirándolos mientras cubría su rostro y suspiraba. Jeno y Renjun se miraron entre si, no entendían que le sucedía.
“Que mierda te sucede ahora?” Renjun se cruzó de brazos mirándolo.
“No estoy preparado para verla... ¿Porque no van ustedes y yo me quedo?” Los chicos se echaron a reír al escucharlo, comprendían porque tardó tanto y porque decía todo eso. Era normal en jisung, sentirse avergonzado por lo que hizo y volver a ver a la chica que le gusta.
“Oh dios mío, Jisung, no es el fin del mundo, ella ya ha olvidado todos tus pensamientos, además, eso pasó hace 4 años” Jeno trató de tranquilizarlo con algunas palabras coherentes, si supiera que aún no olvidaste todo lo que pensaba.
Y si supieras que aún sigue pensando de esa forma.
“Jeno tiene razón, ahora apresurate, Mark está por matarnos” Renjun y Jeno se retiraron dejando a Jisung solo.
No hubo de otra, fue a buscar sus maletas, serían prácticamente 3 días en esa cabaña, ni siquiera sabía que pantalones llevar, tampoco sabía si era invierno o verano. Bajaba las escaleras con los pensamientos en otro universo mientras en su mente se imaginaba los momentos lindos que podrían pasar allí, te pusiste más bonita y él nunca ha dejado de sentir cosas por ti. Se enamoró a temprana edad de ti y tú de él, nunca lo confesaron pero era obvio en las miradas que se tiraban.
Dejando la parte de Jisung, vamos por tu parte. Ahí estabas, regañando a Jaemin por haber elegido un viaje juntos, tampoco estabas preparada para verlo, mucho menos para interactuar con él y dormir juntos, te negaste rotundamente a ir a ese viaje pero tus padres salieron a favor de Jaemin, querían que te dieras un respiro de la tecnología y que salieras de tu "guarida".
“No me pondré esto!” Exclamaste mirándolo. Traías puesto una camiseta a tirantes y un pequeño short de vaquero ajustado a tu cuerpo, podías deducir que lo eligieron Jaemin y tu madre.
“Oh si te lo pondrás, ya te dije que no vas a ir con esos pantalones gigantes, hace un calor extremadamente insoportable, así que hazme caso” Te miró fijamente cruzando los brazos, te diste por vencida, no querías discutir con tu hermano, al final siempre tenía razón.
“¿Porque carajos debo ir? Ni siquiera soy cercana a tu círculo de amigos” Era la verdad, no eras demasiado cercana, solo hablabas con Haechan.
“Irás porque vas a pasar tiempo con todos y también porque noto que extrañas a Jisung... Y no, no te creeré si me dices que no, perfectamente sabes que te conozco” Él tenía demasiada razón en sus palabras, te quedaste callada dando un último suspiro.
“Además, no creo que lo único que metas en tu boca sea comida, hermanita ” Y ahí estaba su doble sentido, guiñó el ojo mientras reía. Era un hijo de puta.
Antes de poder decir algo escucharon la bocina de algún coche, miraste a Jaemin haciéndote una seña para irse. Tomaste tus cosas, bajaron las escaleras y te despediste de tus padres, con una cara de frustración te fuiste mientras ellos se reían de ti, no podías creer que estabas por ver de nuevo a tu "mejor amigo" pondría muchas comillas pero se entiende.
La camioneta era prestada de Taeyong, el que conducía sería Mark, antes de usar esa camioneta, Taeyong le dió mil advertencias sobre lo que no debía hacer para luego amenazarlo por si llegaba con algún rasguño. Jaemin abrió la puerta, subiendo atrás, en el medio de Renjun y Jisung había un asiento para ti, maldeciste con todo tu alma a Jaemin. Subiste y tomaste asiento en ese lugar, obviamente sin antes saludar a los dos chicos de tus costados.
Jisung se sentía extremadamente nervioso, no sabía dónde esconder su rostro, quería desaparecer de la faz de la tierra pero maldita sea, te veías tan perfecta que con la mirada ya te saboreó. Lo miraste examinandolo con la mirada, no cambió nada, aunque estaba más guapo de lo normal, su cara de niño pequeño seguía ahí.
Los pensamientos de Jisung eran un río de obsenidades, miraba tus piernas con deseo, su cabeza de vez en cuando estaba en el asiento solo para mirarte de reojo a ti y a tus saltarinas. Habían muchos baches en el camino, eso hizo que su tentación aumente.
“t/n ¿Porque dejaste de venir a vernos? Hace tiempo que no te veíamos” Renjun habló iniciando una conversación.
“Oh, supongo que no lo sé, creo que Jaemin dejó de llevarme y yo dejé de insistir... También tuve mucho trabajo últimamente” Respondiste sonriéndole.
“Desde hoy ven más de seguido, los chicos incluído jisungie te extrañan mucho” Escucharlo decir eso te hacía sonreír. Miraste a Jisung dedicándole una sonrisa cálida, su rostro estaba rojo como un tomate y su mirada era de asombro.
“Realmente... Si me hacías f-falta” Los chicos empezaban con sus abucheos de forma tierna gracias a lo que dijo, te encantó escucharlo decir eso, tu corazón se aceleraba a mil por segundo.
“Jaggi, yo también te extrañé” Haechan abrazaba tus hombros mientras besaba tu mejilla. Los asientos no tenían cabeza así que era fácil que él hiciera eso.
Reiste ante sus palabras, acariciando sus brazos. La mirada de Jisung era intensa en ustedes, cosa que Haechan notaba y aún así lo hacía frente suyo para provocarlo.
El viaje fue largo, llegaron a eso de las 13:30, bastante tarde, habían almorzado por el camino y lo único que querías hacer era descansar en la cabaña, todos estaban agotados. Al llegar bajaron las cosas, el dueño les dió las llaves de las cabañas, tomaste la de ustedes y se dirigieron a la cabaña 11, justo al lado de Renjun, Jeno y Jaemin. Abriste la puerta mirando el diseño rústico que había dentro, gracias a Dios habían 2 camas, algo grandes pero era algo, cerraste la puerta bajando tus cosas a un lado y tirandote en la cama agotada. Jisung miraba sus pies, jugando con sus zapatos.
“ Es lindo, ¿No?” Rompiste el silencio sentandote en el borde.
“ Realmente si” Te sonríe tímidamente volviendo a desviar la mirada.
Su comportamiento no te sorprendió ya que él siempre ha sido un chico tímido y deseguro le sorprendía estar durmiendo contigo de nuevo. Quitaste tus zapatos incorporandote en la cama, ni siquiera te importaba que las luces estén encendidas.
Jisung notó tu cansancio y apagó las luces por ti, volviendo a su cama te miró un poco asegurándose de que estés descansando tranquilamente. Sonrió al verte tan tierna y se tiró en su cama, mirando su teléfono celular.
“Jisung la va poner”
Jisung: Quien mierda puso ese nombre al grupo.
Jaemin: Yo, y que?
Jisung: Tienen una obsesión con que yo la ponga.
Haechan: Es obvio que lo harás hoy, no te hagas, será seguro que vas a llevar dos sandías a tu boca.
Mark: Es por eso que yo y Jeno te compramos preservativos, están en el bolsillo de tu mochila.
Jeno: Te compré uno de fresa, no sé porque con sabor pero por si a su vagina no le gusta tu olor.
Jisung: Váyanse a la mierda, los odio.
Renjun: Nos iremos a la mierda pero tú te irás a comer unas ricas tetas.
Chenle: Quien pudiera.
Jisung dió un suspiro, dejando de lado su teléfono, miró el techo pensando.
“Realmente puede pasar eso? No lo creo, soy demasiado virgen para ella” Pensó.
Sus ojos se cerraban lentamente, te dió la espalda acomodándose en la cama hasta por fin cerrar los ojos por completo, estaba demasiado cansado para pensar en esas cosas. Hasta en sus sueños le perseguía eso de que comería unas tetas, le sorprendía y le intrigaba saber si eso sucedería.
Era de tarde-noche, habían despertado casi recién gracias a el toque de la puerta, eran Renjun y Chenle, dijeron que en la cabaña de Mark cenarian.
“Realmente ya creí que era un nuevo día ” Hablaste frotando tus ojos.
“También yo” Jisung imitó tu acción levantándose torpemente de la cama.
“Tienen que ser demasiado estúpidos para creer eso” Habló Chenle atacandolos con sus palabras sarcásticas.
“¿No es obvio? Bobos con bobos deben coger ” Renjun rió junto con Chenle golpeando puños.
“Bueno, los esperamos allá” Chenle habló saliendo de la cabaña y cerrando la puerta. Tus ojos entreabiertoa miraron a Jisung confundida.
“Son unos idiotas ” Respondió rodando los ojos a lo que soltaste una pequeña risita. Tu vestimenta de hace un rato era lo que llevarías, luego de la cena vendrías a darte una ducha. Te levantaste sentandote de nuevo en el borde, frotando tus ojos suavemente para luego colocarte tus converse negras. Jisung imitó tu acción, estaba demasiado cansado para cambiarse en este momento.
“Uh, t/n” Tus ojos se posaron en él, hicieron contacto visual pero él rápidamente retiró la mirada mirando sus zapatos. “Si Mark o alguien de los chicos hace algún comentario con doble sentido, por favor no te lo tomes personal... Sabes cómo son ellos”
Comprendias que no serían en broma porque claramente nadie olvida los pensamientos obsenos del pequeño jisungie. “Claro Ji, no te preocupes, sé lo molestos que pueden ser”
Te sonrió tímidamente de nuevo, tu mirada seguía posada en él pensando en como podía ser tan lindo? Ha pasado un tiempo desde la última vez que se vieron y él seguía tan lindo, deseguro hasta tiene novia.
“Entonces Jisung... ¿Como está tu vida desde que yo no estoy en ella?” Soltaste de repente jugando con tus dedos, querías saber de su vida a pesar de que ya sabías algunas cosas.
“No hay nada nuevo... t/n no creas que mi vida mejoró porque no es así, entre nosotros, si me haces falta” Su sonrojo carmesí se hizo presente, era lo más común en jisung. Sus palabras eran tiernas, dejando de lado que es un chico pervertido y virgen contigo, él realmente acumulaba muchos sentimientos perdidos sobre ti, el problema es que no los sabe expresar a la perfección.
Hubo una pequeña charla antes de ir a la cabaña 9, la cual era la cabaña de Mark y haechan. Al ingresar Haechan los recibió, saltando a tus brazos como si se tratase de un pequeño niño que extrañaba a su madre, llenándote de besos en la cara cariñosamente. La mirada de Jisung era seria, sus ojos asesinaban a Haechan y su mente decía mil aberraciones por segundo, Mark notó esto entonces pasó su brazo por el cuello de este susurrandole “Cambia esa cara, a kilómetros se nota que estás celoso” Se alejó mientras llamaba la atención de todos. “Hoy cenaremos ramen ya que aquí no llegan los deliverys, peroo” Se acercó al refrigerador de su cabaña, abriéndolo y mostrando las botellas de cerveza que había allí dentro, todos aplaudieron felices. Sabias que esto se descontrolaria totalmente pero sería divertido verlos a todos borrachos.
No pasó mucho tiempo para que eso suceda, estaban tomados todos, a excepción de tú, Chenle y Jisung. Chenle no era alguien que bebe demasiado pero si lo sigue haciendo es posible que termine borracho como los demás, te sorprendía ver borrachos a Jeno y Renjun, tenían conversaciones raras pero divertidas. Jisung y tú estaban en el piso, teniendo una que otra conversación, no habían perdido la esencia de tener miles de conversaciones al azar.
Viste como Jaemin bebía toda una botella mientras le gritaban “¡Fondo, fondo!” Esto terminaría mal y con un castigo por parte de tus padres, sabían que eran mayores de edad pero vivían bajo su techo y comprendían sus reglas. La botella la coloco en el suelo, haciendo señas para que formen una ronda, aquí si sería la perdición de todos, jugar verdad o reto borrachos era el juego favorito de todos, menos el tuyo.
“Bueno, jugaremos verdad o reto pero, será todo subido de tono... Abstenganse a las consecuencias” La voz de borracho de Jaemin era tan graciosa, no pudiste evitar soltar una risita.
“No me besaré con nadie de aquí, prefiero besar el piso” Chenle reía ante su comentario.
“Si no te gusta algún reto o verdad, pásamelo a mi” Jisung susurró a tu oído haciéndote sentir seguirá y cómoda, le diste una sonrisa dándole a entender que lo harías.
El juego había comenzado, esto sin duda se saldrá de control. No pudiste evitar reír por todos los retos y verdades, realmente eran tan divertido y demasiado raros, en todo eso rezabas para que no te tocara aún. Tus padres veían que Jaemin era el organizador de este juego y sin duda alguna los castigaría por meses sin dejarlos salir. Estabas tan distraída en hablar sobre estupideces con Jisung que no te diste cuenta que la botella paró en ti, apuntandote, te sorprendiste al verlo allí pero también te lo esperabas, tarde o temprano te tocaría.
Al ser tu turno todos gritaron mientras aplaudían, sabías que estaban esperando para este momento. “¡Verdad o reto!” Salía de la boca de Mark con entusiasmo.
“Si elijo cualquiera de todas formas tendré un final malo así que elijo...” Pensaste un segundo, cualquiera de los dos te dejaría en ridículo. Verdad era donde habían preguntas como; Si estuvieras en una habitación, con quién tendrias sexo? Cosas así, reto era más tranquilo, casi nadie lo eligió y no pasó a más arriba de bailes. “Reto.” Dijiste haciendo que todos gritasen y aplaudieran, era obvio que se te venía lo peor encima.
La mano de Jisung apretó tu muslo suavemente llamando tu atención y susurrando de nuevo a tu oído “t/n, si no te sientes segura con el reto nos podemos ir” Era atento y se preocupaba por tu comodidad. Sonreiste y acariciaste su mano suavemente haciéndole entender que estaba bien “Hay que divertirnos un poco”
“¿Los tortolitos ya terminaron de decirse cosas lindas?” Decía Mark burlón haciéndolos reír un poco. “t/n, te reto a besar a Jisung peroo” Un reto más infantil, era obvio que escogerían eso, no ibas a negarlo y mucho menos a oponerte si era muy obvio que lo querías, al igual que Jisung. Lo miraste asegurándote de que esté cómodo y solo asintió con la cabeza desviando la mirada para no encontrarse con tus ojos.
“Debe ser un beso con lengua, así de esos picosos” Mark hacía caras mientras expresaba la palabra 'picosos'.
“Pan comido” Dijiste. La última vez que besaste a alguien fue a los 15 años, con tu último ex novio, no sabías demasiado de besar pero un poco si, estabas segura de que le gustaría. Giraste tu cuerpo sentado hacia Jisung y te acercaste lentamente, los chicos estaban emocionados que se golpeaban entre si por lo que pasaba, Jaemin era el más emocionado entre todos ellos, al momento de unir sus labios, soltaron un grito de felicidad, te concentraste en el beso, poniendo tu mano en su cuello y besándolo suavemente, de a poco introduciste tu lengua, podías notar la falta de afecto femenino que le hacía a Jisung, no te sorprendía, él mismo te confesó que su primer beso robado fue a los 13 años. Sus manos acariciaron tus muslos, el beso se intensificó y ahora estaban jugando con sus lenguas, los chicos no paraban de emocionarse mientras ustedes seguían en su órbita, deseabas comerlo ahí mismo pero sin embargo dijiste que lo harías luego, te separaste lentamente mirándolo a los ojos.
“Tuvieron que coger frente nosotros!” Abucheo Haechan riendo.
El rostro de Jisung mostraba vergüenza, estaba completamente rojo, sus manos rascaban nerviosamente su nuca mientras su mirada se perdía. Nunca había creído que este momento llegaría, realmente creía que estaba en un futuro demasiado lejano, sentía que necesitaba aún más de ti, el beso le había encantado que quería volver a probar tus labios.
El juego siguió, era lo mismo pero ahora estaban hablando de idioteces, eran las 3:50 am cuando todos comenzaron a cerrar sus ojos, era sorprendente porque el piso les resultaba cómodo. Con tu cabeza le hiciste una seña a Jisung para irse a lo que asintió con la cabeza, salieron de la cabaña sin hacer ruido y riendo por el camino.
“Hoy fue tan loco” Hablaste riendo mientras golpeabas su brazo suavemente.
“Realmente lo fue, nunca pensé ver a Jaemin Hyung tan borracho” Rió recordando la escena de Jaemin bailandole a Jeno. “Por cierto... T-tus labios saben a caramelo”
Era repentino que haya dicho eso así que realmente te sorprendió pero entendiste que le había gustado el beso. “¿Realmente dices que saben a eso?”
“Ujum” Asintió con la cabeza, mirando su camino, ni siquiera era capaz de mirarte a los ojos. “También son muy adictivos”
Soltaste una pequeña risita, abriendo la puerta de la cabaña para que pudieran pasar, al ingresar quitaron sus zapatos y miraste a Jisung, estabas nerviosa y insegura por lo que dirías. “¿Quieres volver a probarlos?”
En su mirada se veía como le tomó por sorpresa pero estaba decidido a hacerlo. “No te lo negaré”
Sus brazos se envolvieron alrededor de tu cintura mientras los tuyos alrededor de su cuello uniendo sus labios de nuevo en un beso lento pero ardiente, sus lenguas jugaban entre sí dejándose llevar mutuamente. Estaban perdidos en el momento, decididos a hacer esto, se deseaban demasiado, era obvio que esto pasaría, no pueden poner a dos personas que se desean mutuamente en una habitación solos. Las manos de Jisung acariciaban tu espalda baja, bajando sus manos hasta tu trasero donde lo apretó fuertemente, sus manos eran grandes y fuertes, no pudiste evitar jadear en medio del beso al sentir su apretón, una mano tuya se deslizaba por el pecho de Jisung, posándose en su erección, estaba duro y por su pantalón corto de tela algo fina se notaba lo inchado que está, jugaste con el elástico unas veces y luego volviste a posicionar la mano en el mismo lugar. Jisung caminó hacia atrás, asegurándose de sentarse en su cama, te posicionaste en su regazo, manteniendo ambas piernas al costado.
Sus manos apretaban todos los lugares, tus caderas eran juguetonas y se movían en círculos contra él, su cabeza estaba tirada hacia atrás mientras aprovechabas para dejar besos y pequeños marcas en ese lugar. Su mano ahora se escabullia por debajo de tu camiseta tocando tus pechos, moviendolos arriba y abajo torpemente, con la ayuda de sus manos quitó tu camiseta, tampoco te quedaste atrás, hiciste lo mismo apreciando el abdomen marcado que tenía, las venas por debajo de su pelvis se hacían demasiado notorias.
“Santa mierda, estás tan deliciosa...” Habló tocando tus pechos con sus dos manos como si fuese un niño pequeño.
Te deslizaste al piso, arrodillandote enfrente suyo. Tus manos jugaban con su pene, moliendolo por fuera de sus pantalones, pasaste al elástico jugando con él, bajaste lentamente su pantalón observando lo erecto que estaba su pene, te sorprendiste, realmente era sorprendente el tamaño pero te lo esperabas, era un chico alto, con muchas venas así que prácticamente te imaginabas como sería al bajarlo. Tus manos bajaron su ropa interior, Jisung solo soltaba gemidos silenciosos, tus ojos se abrieron, era grande y con venas, dolería pero te gustaría tenerlo dentro.
Con una mano envolviste su miembro, bombeandolo lentamente mientras tiraba la cabeza hacia atrás, su respiración era algo entrecortada, él estaba lleno de excitación y adrenalina, sus ojos se pusieron en blanco al verte besar la punta de su pene antes de meterlo en tu boca, era demasiado largo, no podías meterlo completamente. Lo chupabas haciendo que toque tu cabello, te hizo una cola de caballo mientras bruscamente te empujaba hacia abajo dándote pequeñas horcadas gracias al tamaño, aumentaste la velocidad buscando llevarlo a su orgasmo, sus caderas empujaban hacia arriba mientras sostenía tu cabello, notaste que estaba cerca por los murmuros casi inaudibles que soltaba, sus gemidos eran bajos pero intensos, su orgasmo se acercó más rápido que flash “Tu garganta m-me está apretando.... Mierda” volviendo a empujar tu cabeza hacia abajo, viniendose completamente en tu garganta. Levantó tu rostro con su mano, mirándote tragar su semen mientras que con su pulgar limpiaba los restos que se escapaban por tus mejillas.
“Sientate en mi cara... Por favor” Sus palabras repentinas te sorprendieron, creíste que lo decía en broma pero luego lo viste levantarte del suelo haciendote quedar de pie, desabrochando tu pantalón corto de jeans desesperado, lo ayudaste, miró tus bragas un momento para luego mirarte buscando tu consentimiento, asentiste con la cabeza y él solamente las bajó, su mano no tardó en tocar tu clítoris, haciendo círculos, tus piernas sintieron un peso de pluma por la carga de excitación que te dió eso.
“Amo lo mojada que estás, allí adentro deberá ser apretado solo para mí... Ven cariño, siéntate en mi cara” Su voz era ronca y lujuriosa, tenía gran carga de excitación que lo sentías en la matriz. Subiste en la cama, él se acostó, entendiste como sería esto así que posicionaste insegura tu vagina en su boca sintiendo un cosquilleo por todo tus cuerpo, sus manos se movían en tu espalda, desabrochando atrevida y audazmente tu sostén, no pudiste hacer nada más que tirarlo a un lado, sus manos ahora estaban apretando tus pechos como si fuesen bolas antiestrés. Su lengua comenzaba a moverse por toda tus paredes vaginales, se sentía tan bien que te preguntaste de donde había aprendido a hacer eso siendo que en su vida había tocado a una mujer.
Si supieras que Haechan y Mark le dieron lecciones de cómo "satisfacer a una mujer" poniendo de ejemplo a una naranja, fue traumático pero al menos le estaba sirviendo.
Sus brazos rodeaban tus muslos, manteniendote firme mientras su lengua seguía haciéndote sentir satisfacción, sentía que ya no podrías más, se movía tan bien que tus gemidos no podían siquiera parar.
Uno, dos, tres orgasmos tuviste para que te desvanecieras, retirandote de encima suyo y acostándote, respirando agitadamente por la gran ola de excitación que te dió, sentiste sus brazos de nuevo alrededor de tus muslos atrayendote a él. En su boca traía un condón, con mucho cuidado lo abrió colocandoselo mientras rozaba su pene contra tu entrada haciendote estremecer.
“Tus tetas son iguales a las sandías... Totalmente deliciosas” Te miró, sus ojos eran negros como la noche sin estrellas, no tenía ni siquiera un poco de brillo en ellos, ya no sabias con qué ojos mirarlo, su lado de niño pequeño se había acabado, estaba tomando el control de todo. Un último roce hasta que por fin metió su longitud dentro tuyo, su tamaño no era apto para ti, hasta te preguntabas como es que eso pudo entrar por completo dentro tuyo. “Lo siento... Sé que esto duele, en serio perdón pero te estoy deseando demasiado” Hasta que por fin lo había metido por completo, haciéndote gemir alto y cerrando con fuerza tus ojos mientras agarrabas sus brazos fuertemente, se inclinó hacia a ti, apoyando sus manos a tus costados y comenzando a dar embestidas, no podías con el dolor y el tamaño.
“J-jisung... Es demasiado grande para mí...” Dijiste en un gemido entrecortado, tus manos ahora estaban en la espalda de Jisung, clavando tus uñas algo fuerte.
“Lo sé, perdona... Vas a ver que luego se te pasa, perdón si sigue doliendo” No comprendias que estaba tratando de decir al disculparse tantas veces. “Te deseé tanto desde los 17, y ahora que te vi de nuevo, los pensamientos obsenos regresaron a mi mente... Lo siento” Sus disculpas hacían que te confundas pero luego comprendiste cuando comenzó a acelerar sus embestidas, entendiste que no podría controlarse, tus gemidos eran un río imparable sintiendo tus paredes apretarse contra él, aún no te acostumbrabas a su tamaño, era demasiado para ti pero aún así no podías evitar sentir excitación de todas formas.
Sus embestidas comenzaban a ser más fuertes, dándote más razones para llorar, tomó tus manos agarrandolas de tu muñeca y posicionandola en tu estómago, mirando como rebotaban tus pechos, estaba vuelto loco con eso. Ya habías tenido un primer orgasmo que realmente fue violento, se acercaba el segundo con un gran cosquilleo en tu estómago. Las embestidas eran dolorosas, sus bolas chocaban contra tu trasero, su mano libre frotaba tu clítoris con su pulgar haciéndote sentir más cosas, gemías incontrolablemente junto con Jisung, sus gemidos eran demasiado graves que te encantaba y más ver su rostro.
El segundo orgasmo llegó más violento que el otro pero fue diferente, un gran chorro había salido de tu vagina sorprendiendolos mientras él se salía de dentro tuyo, haciéndote sentir más adolorida, tus piernas temblaron poniendo tus ojos en blanco.
“Tan cachonda que estabas mi pequeña perra” Volvía a frotar su pulgar contra tu clítoris antes de poder embestirte con mucha más fuerza y rudeza tomando de nuevo el control.
No bastó demasiado para que comiences a ser más sumisa de lo que ya lo eras con él, una cachetada se insertó en tu mejilla por parte de Jisung haciéndote gemir de nuevo, él te tenía como querías, en persona él era otra cosa pero al parecer en el sexo no podía contener sus impulsos. Otra y otra cachetada fue aterrizada en tu mejilla junto con más gemidos de parte tuya.
“Haz más silencio puta, no quisieras que tu hermanito oiga como te estoy dando ¿O si?”
“A la mierda jaemin” Expresaste dando a entender que no te importaba lo que él diga aunque en el fondo estaba claro que te atormentaria de por vida.
No había pasado demasiado desde el segundo orgasmo, el tercero ahora estaba llegando de la misma forma en la que el segundo llegó, notó que te estabas acercando así que volvió a frotar tu clítoris con rudeza haciendo que tus pliegues de nuevo se aprieten alrededor de su pene, lo animó a seguir aún haciendo las embestidas mucho más fuertes, estaba claro que Jisung estaba en su mejor momento, sus sueños se habían vuelto realidad, había hecho todo lo que alguna vez soñó. Al ver gran chorro volviste a gemir haciendo temblar tus piernas, Jisung sacó su pene y se inclinó hacia ti, besando tus labios suavemente, correspondiste algo débil por la gran cantidad de chorros.
“No quiero que esto sea solo de una noche... Me gustaría follarte siempre pero siendo algo tuyo” Era gracioso oír sus palabras ya que sus manos jugaban con tus pezones mientras sus labios dejaban besos en esa zona, envolviendolos con su boca, ni siquiera cabían en su boca y le gustaba eso.
“Mmhp” Jadeaste acariciando su cabello “Estás sugiriendo ser novios?”
Levantó su cabeza mirándote a los ojos y asintiendo sinceramente, él quería eso y no dejaría pasar la oportunidad, mucho menos dejaría que esto sea solo una pequeña aventura.
“Entonces también quiero que me folles todas las noches pero siendo mi novio” Reiste un poco envolviendo sus brazos alrededor de su cuello.
Besó tus labios suavemente dandote a entender que estaba feliz porque lo hayas aceptado, en serio no podría describir su felicidad pero era grande, era simplemente un sueño para él. “¿Lista para un segundo round?” Preguntó alineando su pene en tu entrada de nuevo, jadeaste ante eso mordiendo tu labio.
“Mierda” Gemiste.
49 notes · View notes
alittlekiwito · 3 months
Text
La otra cara de la moneda.
Voy a dejar este comunicado y lo difundiré de ser necesario para que la gente conozca las dos caras de la moneda. Es muy fácil creer lo que una persona cuenta de primeras, pero ni todo es tan blanco, ni todo es tan negro. A esta chica, a la cual se conoce como Fire Lotus, Seven, Miss Understood, o como le gusta llamarse "Perrito de perrera", la conocí en un foro que no nombraré por respeto, y sería apropiado que otros acostumbraran a lo mismo. Nos empezamos a llevar muy bien, demasiado bien. Para ser más exacta, conecté con ella como llevaba muchísimo tiempo sin conectar con nadie. Quién me iba a decir que esa conexión me llevaría a tener que escribir algo como esto, no solo para defenderme, sino para que se sepa la verdad. Por circunstancias que más adelante os contaré (porque voy a ir punto por punto), tuvimos, por llamarlo de alguna manera, un desencuentro muy doloroso para mi y que empezó a desembocar en actitudes tóxicas de esta chica, tales como: quitarme los poderes de Wicked Hearts, foro que también me pertenecía a mi, repito, TAMBIÉN ME PERTENECÍA, sin preguntarme o siquiera hablar antes, de forma repentina y sin sentido. Por supuesto, ella ya llevaba tiempo teniendo una serie de actitudes horribles hacía mi persona y mi vida de las cuales no me daba cuenta, porque estaba ciega; actitudes que, por supuesto, voy a detallar aquí. También voy a poner pruebas que verifiquen lo que estoy contando. Primero voy a empezar hablando de Blueberry, foro que dejé a Nebula Maelstrom, repito, DEJÉ, jamás se lo regale o se lo di. Ese foro siempre ha sido mío y ella sabía que yo podía entrar, hacer y deshacer cuando a mi me diera la gana; porque, por si aún no quedó del todo claro, ese foro me pertenece. Ella quedaría a cargo para que el foro siguiera actualizado para que aquellos usuarios que se mantenían activos no se viesen afectados de ninguna manera por mi ausencia. Esta chica ha demostrado que regaba lo que conversaba con ella a Seven, y soy consciente porque ha nombrado cosas en su comunicado que solo he hablado con ella. Con esto dicho, no tengo porqué explicar que el foro que es mío, vuelva a ser mío. Ya no me apetecía darle poder a gente que solo quiere beneficiarse a mi costa. Y esto lo hice a consecuencia de ver el trato que me había dado con anterioridad Seven, dándome cuenta de que esta chica también podría hacer lo mismo que ella y quitarme mi derecho/acceso al foro, cuando la vi cometer tal error. Cabe destacar, que la mayoría de personajes en BB son de ella y sus partners, por lo que este foro estaba siendo casi exclusivo para su uso. Y sí, yo estaba permitiendo que ella tuviera ese beneficio. Es curioso que Nebula, de no ser por una afiliación, no se hubiera dado ni cuenta de que yo había recuperado mi poder dentro de Blueberry. Supongo que, le damos importancia a las cosas cuando nos parece y tergiversamos las cosas como bien creemos. A ella nadie le quitó nada, ni a ella, ni a su amiga/o Niall.
Por cierto, para aclarar las cosas en este asunto, se le ofreció a los usuarios quedarse en el foro y dejé escrito de manera explícita que no borraría ni el foro ni los temas. De igual manera, se les proporcionó el tan famoso vínculo de Unsubscribe de Foroactivo para que borraran sus cuentas con total libertad si así lo deseaban. A día de hoy, sigo esperando si algún usuario se anima a administrar el foro. Al final del todo dejaré las pruebas pertinentes para que ustedes vean que el foro nunca lo regalé.
También ya que mete conversaciones privadas que tuve con terceras personas, tengo capturas donde ella también dice “cosas” sobre X personas e Y foros. Porque todos hablamos y decimos cosas, en momentos calientes o no, de broma o que realmente pensamos, con personas que creemos que son de confianza.
Y habla de terceros cuando todo lo que se dice es algo dicho por terceros, y ella sabe perfectamente que tiene una amiga que habló conmigo por un supuesto “problema” con ella y su partner, y vaya, se le escapó una captura de nuestra conversación en nuestro mismo chat, y aún así fui tonta en seguir hablando con ella y contarle cosas, incluso sabiendo que esas capturas y cada palabra que dijera iba a acabar en el chat de Seven. Con ese hecho en consideración, creo apropiado decir que no fui yo quien comenzó involucrando a terceros en un problema que claramente siempre debió ser de dos. Para empezar Wicked Hearts no solo tenía mi skin, si no también tenía un bestiario que creé enteramente yo sola y tiene a día de hoy una raza que fue idea mía: los Bereshit. No se preocupen, que tendrán capturas de lo que digo, así como la MUESTRA de que jamás tuve una palabra más alta que la otra, y pedí las cosas de forma amable. Pero bueno, vamos punto por punto, poco a poco. Lo principal es que quede claro que este proyecto lo comenzamos juntas, y era tanto mío como de ella. Wicked Hearts se llevó a cabo como un sitio donde poder rolear las dos, donde hacer un foro a nuestra medida y donde poder disfrutar de esa conexión que teníamos. Yo había abandonado previamente otro foro (que tampoco nombraré), donde no me sentía animada, además de que me habían golpeado otras cosas de la vida real (que no viene al caso contar) y por ende me hicieron perder la ilusión por este proyecto. Al mismo tiempo, otro foro en el que estábamos roleando cerró. Nos quedábamos sin opciones que verdaderamente nos gustasen, y entonces la idea de Wicked Hearts apareció, se nos antojó como la mejor opción. Ella ponía lore y yo diseñaba nuestro skin, a su vez también añadía algunas cositas al lore también, aunque no fuera la totalidad, pero ahí estaban (y los Bereshit están). Esta persona, Seven, se da golpes en el pecho de orgullo creyendo que es la más legal del mundo, que nunca ha hecho o dicho nada malo, y que claro, las cosas nacen del aire. No ha tenido escrúpulos a la hora de sacar temas privados entre nosotras para que la comunidad los lea. Ahora seré yo quien la exponga, con todas las pruebas pertinentes para dar peso a mis palabras. No es la imagen que está intentando vender, ni dar. Aprovecho para añadir, que tengo pruebas de Seven “bromeando” con querer cabrear a otros foros como Mabeobsan, queriendo abrir un foro idéntico a los suyos en cuanto a lore; es gracioso, ¿Por qué ese foro en concreto? ¿Por qué Mabeobsan? Pues porque ya había tenido problemas con ellos y la rabia le podía, pero no solo con estos sino también con otros. Y tengo pruebas donde quedan retratadas sus acciones, que sin yo tener conocimiento previo, se apropiaba de ideas de otros para implementarlas en Wicked Hearts. De haberlo sabido le hubiese parado los pies, porque igual que digo una cosa, digo la otra.
Yo admití cometer un error y lo hablé con dicha administración, incluso se lo admití a la propia Seven que intenta tirarme tierra por este hecho. Yo actúe acorde a lo que tenía que hacer: eliminar aquello que había tomado. La administración del foro no me lo tuvo en cuenta, de hecho terminamos y seguimos en buenos términos. Destacar que todo este tema fue llevado de forma PRIVADA. 
Por cierto, la parte retirada fue un reproductor de música, algo que en lo que Seven expresó deseo de mantener, así que en un foro de pruebas estuve varios días intentando crear uno por cuenta propia para que lo tuviéramos (reproductor que al conseguirlo, no quiso). En este mismo incidente, Seven insistió por activa y pasiva para que pidiera que se retirase la skin al foro de esta administración, aún yo habiendo tenido el detalle de haberla ofrecido.
Esta chica dice no se qué de robos, plagios… Bueno, ni sé a qué se está refiriendo realmente. Si es por el tema de Queenie, creo que ya quedó bastante visto lo sucedido, y no tengo nada que comentar al respecto. Por supuesto, cuando estaban por hacer el cambio de skin, y a sabiendas de todo lo que había pasado con esta coder, expresé mi disgusto y mi miedo a que pudiera tomar cosas del skin de Wicked Hearts que creé. En cuanto a la frase «Ahora solo entró para chismosear a ver si se muere», diré que es lo único cierto en todo lo expuesto en este párrafo, de hecho le falta el icono que puse y aprovecho para adjuntarlo: 😎. Entiendan que, para esta altura de la historia, Seven ya había hecho de las suyas (pero ya llegaremos a eso). Celos, pataletas, etc… Se queja de cosas que yo también he tenido que aguantar de ella.
Yo me abrí a esta persona, le comenté lo que sentía y fuí crítica conmigo misma, y esto está en capturas, y está en nuestra conversación. Me parece rastrero sacar y atacar con un tema que hablas con alguien importante POR PRIVADO y que está lleno de sentimientos, emociones y pensamientos reflexionados… Una cosa si dejaré clara, nunca antes he hecho un comunicado para funar a nadie, siempre he dejado correr el tema, como muchos de por aquí hacen, a pesar de que este tipo de personas son las que se merecen subir a la palestra y ser expuestas. Yo, como cualquier persona, puedo comunicar a mis amistades ciertos pensamientos, sentimientos o emociones, ciertas opiniones, y eso no hace que me monte en pie de guerra cada vez que algo pasa, y me lie a mandar asks anónimos, exponer gente en mi tumblr, largo etc… Yo lo llamo sentido común, saber estar. 
Una pena que no esté más extendida esta filosofía de vida. Vamos con el epicentro de este tema, tema del cual Seven era completamente consciente y estaba plenamente informada. Nos situamos en Noviembre del año pasado: mi gata Zoey empieza con vómitos diarios y a no querer comer. Todo aquel que tiene animales sabe perfectamente lo que es la angustia de no saber qué le está pasando, y también el gasto que esto conlleva. La llevamos al veterinario varias veces, lugar donde no sabían qué tenía, y señalando como prioridad el que se le hiciera una ecografía por si tenía algo en el estómago. Esta ecografía se retrasó más de una semana, obligándonos a buscar alternativas. A destacar que, en este periodo de tiempo, se tuvo que ir casi de forma diaria a que le pusieran suero a la gata, algo que a nivel familiar afectó por los nervios y la incertidumbre. Finalmente, la llevamos de urgencias a un hospital veterinario y acabó ingresada durante varios días. En este punto introduzco un problema personal que, cabe destacar, Seven conocía de antemano y cualquier persona cercana a mí se ha dado cuenta o tiene conocimiento. El problema con mi gata y la situación en mi casa me estaba generando mucho estrés, acrecentando dicho problema, por lo que un día, creyendo que esta persona me había dado un espacio seguro en el que poder sincerarme y expresarme, que era mi amiga y podía hablar con ella de lo que fuera, le comento como me siento: “Tengo ganas de mandarlo todo a la mierda”. Tras esto se hablaron las cosas, intenté explicarle varias veces la expresión, que era algo generalizado, personal, y le pedí disculpas tantas veces como me fue posible, porque mi intención no era ofenderla. Pero para mi sorpresa, Seven uso este hecho para victimizarse cada vez más, manipularme psicológicamente haciéndome sentir culpable y perpetuar el acto de repetirmelo todo el tiempo. Todo el tiempo me lo echaba en cara, era su carta magna. Ella consiguió poder con esto, y no dudó en usarlo. Antes de seguir, una de las tantas noches en las que ya no podía más, me dieron varios ataques de ansiedad por primera vez en mi vida, estando Seven presente en todo momento, explicandole continuamente como me sentía porque yo pensaba que me había sentado algo mal, que no era nada importante, debido a como soy yo. Ella fue quien reconoció estos achaques como ataques de ansiedad, porque yo no era capaz de reconocerlos. Mientras pasaba todo esto y lo de mi gata, siempre estuve pendiente del foro y ayudando en todo lo posible, roleando, hasta que la situación con mi gata y en mi casa fue empeorando, volviéndose insostenible para mi. No obstante, Seven se encargó de hacerme saber numerosas veces que no mostraba interés por el foro, y que estaba ella sola administrando, cuando yo había hecho tanto esfuerzo por no dejarlo de lado. La gata volvió con una sonda puesta y se tenía que alimentar cada dos horas, fui distanciándome de las cosas administrativas del foro poco a poco porque no me sentía bien ni física, ni mentalmente, y porque no me quedaba más remedio. Estuve noches enteras sin dormir por alimentar a la gata, y descoloqué completamente mi horario de sueño, pudiendo descansar únicamente por las tardes cuando uno de mis familiares volvía a casa. Como comprenderéis el agotamiento era brutal, y aunque adoraba Wicked Hearts, la vida real me necesitaba ahí en ese momento.
En todo ese tiempo, comencé a notar contestaciones que a mí me parecieron entre raras y frías, todo esto sumado a la incertidumbre de, si después de haber soltado mi desahogo de “querer mandarlo todo a la mierda”, nuestra relación seguía bien o no, pregunté en varias ocasiones, lo que llevó a más discusiones, malos entendidos y a encontrarme con una Seven que era un muro, porque era como hablarle a una pared. No hacía un mínimo de esfuerzo por entender nada.
En ningún momento me sentí escuchada, pese a que traté de explicarme muchísimas veces, todo lo que decía lo devolvía en mi contra como algo malo, todo lo usaba como un ataque hacía mi persona. Aún así, se supone que arreglamos las cosas y todo quedó bien, aunque con el tiempo me fui dando cuenta de ciertos aspectos que no me gustaron nada. Además, aprovechaba para recalcar que seguía hablando con una buena amiga con la que Seven tuvo problemas. Finalmente, mi gata estuvo con sonda hasta mediados de Enero porque se negaba a comer. Fue un proceso costoso, no solo a nivel monetario, sino que el ver en los huesos a un animal al que adoras y amas, que no come y que apenas se mueve del sitio es bastante doloroso. Seven en muchas ocasiones me comentaba que ella pasó por algo parecido con su gato, por lo que lo natural era pensar que esta chica sabría ponerse en mi lugar. Pero lejos de esto, aún sabiendo todo, decidió seguir machacándome con mi desahogo, del cual, repito, pedí perdón múltiples veces, porque entendía que quizás pudiera haber llegado a sonar mal cuando no era mi intención. Se lo expliqué en repetidas ocasiones, y aún así siguió sin hacerme caso y sacando el tema para hacerme daño.
También, y de manera constante, venía a preguntarme por el foro y cosas del mismo, llegando a tomarse a mal una contestación que di sobre meter otra persona a la administración. Mi respuesta fue: que ella la conocía mejor que yo, porque tenían más contacto y eran más cercanas, y que si confiaba en ella, estaba de acuerdo con la decisión, que “le diera palante”. Una vez más, tuve que explicar mi respuesta, porque se la tomó a mal. Para mí meter a alguien en el staff debe tener como requisito principal contar con la confianza de esa persona, y yo apenas había interactuado con la persona que proponía, pero sabía que Seven tenía un relación más estrecha con esta. No había motivo para negar la ayuda, a mi parecer, pero no entendió el mensaje. Y aquí llega lo verdaderamente impactante, que podréis leer abajo junto a todas las pruebas. Llevé a mi gata al hospital veterinario, lugar donde me tocó permanecer todo el día hasta que nos dijeran los resultados y demás. Al volver a casa, Seven había cambiado todas las contraseñas de nuestras cuentas en Wicked Hearts, negándome el paso. Qué decir de su fantástica excusa: “es que me cabree y me cegué”, pero no me devolvió los poderes que me pertenecían para seguir en el que TAMBIÉN ERA MI FORO. Que sorpresa me llevé al saber también que ese mismo día ya había empezado a ceder nuestras tramas a otras personas, con las que seguramente ya llevaba tiempo comentándolo, porque una trama no se deja de la noche a la mañana si no tienes ya todo pensado con otra persona.
La única disculpa que me parece pertinente dejar en este comunicado va dirigida a los usuarios que se vieron envueltos en esta situación. Entiendo que el asunto les tomó por sorpresa y la incertidumbre pudo incomodar, pero espero que puedan entender también mis deseos de recuperar algo que también me pertenecía y fue retirado de manera injusta y, también, repentinamente. En mi intención en ningún momento hubo maldad, pues de haber querido, podría haber eliminado el foro y ya. Quise recuperar temas de rol que echaba en falta, y nada más. En ningún momento hubo pretensiones de deformar el foro o borrar nada, porque podría haberlo hecho perfectamente, pero no quería eso. Obviamente, me pegué un susto cuando vi lo que pasó, pero yo no podía entrar tampoco al foro y arreglar lo sucedido. Por ello lo dejé estar, porque entendía que sólo Seven podría recuperar el foro por completo. Sencillamente, la próxima vez espero que me menciones, Seven, y no que me tenga que enterar por terceras personas. Mi bandeja de ask volverá a estar abierta para responder dudas o cosas acerca de códigos, mas no para insultos o similares -como los deseos de muerte que recibí incluso, muack a esas personas- que simplemente no serán publicados. Dicho esto, no voy a contestar ni decir nada más al respecto del tema, que cada cual crea lo que quiera creer.
PRUEBAS
Capturas referentes a Blueberry:
https://i.imgur.com/0AqcC1F.png
https://i.imgur.com/by66DMI.png
Capturas de mi petición nada adecuada
https://i.imgur.com/DQBNUR4.png
Capturas donde se muestra que en ningún momento me negué en arreglar nada del foro.
https://i.imgur.com/VLC9LVI.jpeg
https://i.imgur.com/gZPH48j.jpeg
https://love-is-wicked.tumblr.com/post/733520131148414976/hola-sin-ninguna-mala-intenci%C3%B3n-les-pregunto-si
(Este error fue solucionado por mí de inmediato)
Fechas en la que mi gata estaba mal y aún así seguía atendiendo el foro, buscando maneras de mejorarlo y cambiando detallitos. Así que no, no fue que “no quise corregir los errores que presentaba, causando bugs extraños y poco estéticos”. Cuando se me echó, la skin seguía presentando problemas, cosas puntuales que se veían solo desde invitado y que no me pude llegar a dar cuenta en su momento y que tampoco se nos notificó. Si se dio el caso de que surgiera algo que molestara a los usuarios, no se hizo ni siquiera el amago de contactar conmigo para ver qué podría ser o solucionarlo.
Capturas referentes a HD
https://i.imgur.com/sJg4xCj.png
https://i.imgur.com/mqUnSBQ.jpeg
Hablar de plagio cuando la guía omegaverse, leída por el staff del anterior foro en el que estuvo ha dicho que es extrañamente similar a la propia. Las pruebas, dadas por la misma administración de dicho foro y que se me ha dado permiso para publicar:
HD: Un nido se crea en zonas específicas y seguras, como una habitación o una morada privada, la cual usualmente limpian y preparan para convertirla en su escondite temporal. Amontonan un montón de pertenencias que signifiquen algo, desde ropa hasta peluches.
WH: Esta área puede variar ampliamente, desde un rincón acogedor en una habitación hasta un espacio acondicionado especialmente con ropa de cama y artículos que brindan confort. Los omegas pueden reunir mantas suaves, almohadas, peluches y otros elementos para hacer que la zona sea lo más acogedora posible.
HD: Ambos tienen la capacidad curiosa de emitir una vibración leve proveniente del interior del pecho, como el sutil ronroneo de un felino. Este fenómeno sucede en momentos de comodidad, alegría, emociones y sentimientos positivos.
WH: Ronroneo: pueden ronronear para expresar felicidad, satisfacción o disfrute. Algunos lo hacen de manera inconsciente, mientras que otros pueden hacerlo a voluntad.
HD: Los alfas presentan una peculiaridad en la base del miembro ya que allí reside lo que se conoce como bulbo glandis, también conocido como el nudo. Este generalmente se inflama después del coito, bloqueando las paredes internas de un omega para así garantizar la posibilidad de embarazo.
WH: Nudo: los alfas tienen la presencia de una estructura en la base conocida como “bulbo glandis” o simplemente “nudo”. Durante las relaciones sexuales que se tienen en los ciclos de celo, este nudo se infla y se bloquea.
Captura referente a la raza de los Bereshit
https://i.imgur.com/5fiQLHu.png
(No puedo aportar más porque todo fue hablado en un servidor de Discord del cual también se me echó)
Capturas referentes a lo sucedido con mi gata
https://i.imgur.com/P9BsUL4.jpeg
https://i.imgur.com/1yCMhOY.jpeg
https://i.imgur.com/sR5gKxQ.jpeg
https://i.imgur.com/BsVLBOb.jpeg
Más pruebas de que a pesar de mi situación, seguía no solo interesada en seguir con el foro, ya que seguía roleando y atendiéndolo hasta que simplemente no pude más, si no que en otros foros que también estaba por ella:
https://i.imgur.com/BsQ9E3y.png
https://i.imgur.com/RBUHAEB.jpeg
(Solo hay que ver las fechas, la primera captura aportada sobre mi gata es del 28/11 y su mal estado empezó mucho antes, siendo el tema de conversación la tercera o cuarta cita veterinaria que tenía).
Capturas referentes a “mandarlo todo a la mierda”, de como se habló del tema, y de uno de sus tantos ataques en referencia a esto
https://i.imgur.com/00UPJ6P.jpeg
https://i.imgur.com/ugLJA4W.jpeg
https://i.imgur.com/O8TLlFO.jpeg
https://i.imgur.com/gS5v2iX.jpeg
https://i.imgur.com/iWr9azo.jpeg
Más ataques constantes
https://i.imgur.com/ekj1FTY.jpeg
https://i.imgur.com/1zdvttv.png
https://i.imgur.com/j3pcVzQ.png
https://i.imgur.com/eGPBtrX.jpeg
https://i.imgur.com/n7NsZq3.jpeg
https://i.imgur.com/qzQx5w7.jpeg
Mabeobsan
https://i.imgur.com/IKruUFt.png
https://i.imgur.com/CXUC7hi.png
Finalmente, el día que se cambiaron todas las contraseñas
https://i.imgur.com/maUgwPk.png https://i.imgur.com/lJm3o5c.jpeg
----
Wicked empezó esto al sacar cosas personales en su comunicado, yo solo me he defendido.
Nunca hubo foro de prueba
https://imgur.com/a/fJ4Pgmw
14 notes · View notes
senig-fandom · 2 months
Text
Visita #JapomexY
Advertencia:
El contenido puede llegar a contener comentarios ''fuertes'' con la intención de dañar y herir únicamente al personaje. También recalcar que lo escrito aquí, no tiene la intención de crear odio o dar un mensaje de algún tema, simplemente esta echo por el mero echo de entretener. Gracias. 🧡🧡🧡
_____________________________________________________________
México se levantaba con los ruidos de pisadas y quejas en la otra habitación, mientras se restregaba los ojos y se sobaba el abdomen, bostezando cada pisada, toca la puerta de la habitación escuchando como el ruido se detenía y se abría lentamente mostrando a su compañero de cuarto.
-Méxicooo…-Japón parecía frustrado y triste- ayudameee…
Ambos hablaban tomando un café, tal parecía que a las 5 de la mañana Japón recibió un mensaje de su presidente de que Asía venía a Tokio a ver los cambios, mejoras y propuestas del país de Japón, a este mismo no le molestaba, pero cuando le dijo cuándo vendría, Japón entro en pánico, estuvo organizando esto desde las 5 porque parece ser que vendrá el mismo día de hoy a las 8.
México estaba confundido, con el bombardeo de información y poco despierto solo podía ver a su pareja quejándose de la llegada del representante continental.
-porque tiene que ser así siempre, nunca avisa sus llegadas y viene cuando quiere, pasa dos días aquí, y luego se va y no vuelve hasta sabe cuánto tiempo, lo peor es que no puedo saber sus horarios de tiempo porque siempre las cambia, haaaa…-México solo consolaba a Japón, este mismo le ha hablado un poco de Asía, aunque para México es difícil pensar mal de un continente porque el suyo es bastante amable.-Y luego se quejara de todo, criticara cada singularidad de mi mera existencia y la de todo el mundo, mis trabajadores no lo soportaran, no a él…
-Vamos no creo que sea tan malo-México es sostenido por Japón con ambas manos en el hombro, asustando a México unos segundos.
-No lo conoces, no sabes el monstruo que es, no sabes lo que hemos soportado- México le parecían más una advertencia de Japón a cómo debe ver a Asia más que un regaño a su comentario.
México solo se disculpa por su comentario, dejando a Japón suspirando y levantándose, diciendo que debe prepararse para ir al aeropuerto internacional de Tokio si quiere recibir a Asía.
México ve como Japón tambalea de tristeza al baño, dejándolo pensando un poco como ayudar a su querido compañero.
.
.
.
El aeropuerto era un caos, cada parte del personal, limpiaba, pulía, acomodaba, incluso se discutía el cambio de vestimenta de los pilotos y azafatas, Japón llega en el momento más caótico, aunque era entendible si esa persona era la que iba a llegar.
Japón solo pasaba entre las multitudes para llegar junto a su hermano Tokio quien lo esperaba junto al presidente del país, que le hace una reverencia en cuando ve a Japón y este lo hace de vuelta.
-El mejor día de mi vida- menciona Tokio a su hermano con sarcasmo-no puede ser mejor.
-Calla, quiero que tengas tu mejor cara, van a ser días muy, pero muy largos…
-Maestro Asahi, otra vez piensa hacerse cargo del señor Hajime por su cuenta- El presidente se para junto a sus representantes, para escucharlos con más claridad.
-Que otra opción tengo, es a mí a quien busca-Japón, solo recibió apoyo de parte de Tokio y el presidente quienes le deseaban suerte con sus presencias.
Fueron en un carrito para llegar donde aterrizaría el avión de Asia, todos estaban nerviosos, preparando una alfombra para el tal esperado huésped.
Tras el aterrizaje y el acomodo de la escalera, una de las azafatas abre la puerta, dejando a todos un poco mareados, incluso a Tokio, que aunque ya estaba más acostumbrado seguía siendo fuerte, la presencia de Asia el representante continental.
Allí estaban, viéndose a los ojos los dos, rojo y negro combatiendo entre sí, para ver quien decaía primero, claramente Japón fue el primero en dar la reverencia a su ‘‘querido’’ bisabuelo junto a todos los presentes. Asia cada pisada que daba solo podían sentir la presión en el aire, los trabajadores junto a Tokio y Japón apenas podían soportar la presión de sus pechos por la falta de aire, así que cuando Asia todo el suelo, Japón dio la orden de que todos se retiraran, y así fue.
Todo el aeropuerto estaba vacío, en un silencio inquietante, mientras Japón y Tokio llevaban a Asia a un auto.
-Cuanto tiempo sin verte Nihon, parece ayer que vine aquí tras tus horribles tsunamis, solo para salvar a un desliñado vagabundo.-Japón solo se disculpaba por darle a su bisabuelo una horrible apariencia de el en ese momento.
Así con cada cosa que hablaban Japón solo pedía disculpa o intentaba otorgar información a Asía, quien solo lo llenaba de insultos a su persona y sus trabajos, Tokio solo podía soportar el escuchar la conversación, mientras conducía y jurando llegar rápido a su destino para no tener que seguir oyendo a su hermano soportando a Asía.
Tras la llegada al hotel, a la lejanía veían dos presencias conocidas, frente al hotel veían a México con otro tipo mucho más alto que el, Japón lo llama y al ambos voltear se escucha el grito de un nombre mucho más fuerte.
-¡ASIA!-El hombre junto a México corre lejos de él y va y abraza al más alto de los asiáticos, dejando en el aire un poco incomodos a todos.
Después de la incomodidad todo regresa a la normalidad.
-Japón, Tokio, les presento a América, el representante del continente americano.-El mencionado saluda con fulgor y una alegría genuina, destacaba tanto por sus ropas y apariencia que era difícil no darse cuenta de que no era normal al resto.
-Un gusto, me pueden llamar América o Yala, como guste o que se les facilite pronunciar-América empieza sosteniéndoles las manos a ambos hermanos al mismo tiempo y sacudiéndolos con ferocidad, por su parte México se divertía con la reacción de ambos a su continente.
-Es un placer, él es Tokio y yo soy-América lo acerca más a él con unos ojos brillantes mientras sostiene sus dos manos.
-Oh yo sé quién eres, eres el novio de México, el me habla mucho de ti, y por lo que veo eres muy guapo, lo que no me sorprende con los gustos de Eduardo.-detrás de él se escucha un ‘’OYE’’ mientras ven a un México sonrojado por el comentario de América, siendo que este ría.-Lo que no esperaba era ver a mi querido hermano Asia, jejeje ¿Cuánto tiempo no?
-Sí, lo mismo digo, ¿Qué es lo que te trae aquí Yala?
-Oh, bueno es que desde que se fue México aquí, ya no lo he podido ver, y como lo extrañe mucho decidir venir lo más rápido posible así que me teletrasporte aquí…-América hacia un puchero, porque se veía venir la mirada filosa de su hermano mayor, así que sin apuros y sin mentiras dijo todo.
Por otro lado, los otros tres se alejaban de los continentes un poco y hablaban entre ellos.
-México ¿qué es esto? ¿Qué hace tu continente aquí?
-Tranquilo, como vi mucho alboroto aquí, decidí calmar las aguas con la presencia amable y enérgica de América, aunque comúnmente es tranquilo, tal vez es porque esta Asía.
-Pero como lo trajiste aquí tan rápido.
-Oh eso es fácil, le dije a Sur que le enviara una carta a América con la excusa de que se olvidó de mí y que lo trajera aquí lo más rápido posible.
-¿Qué?-México le entrega la misma carta a Japón, quien empieza a traducirla para su hermano Tokio.
Querido Tatarabuelo América Ha pasado ya 3 años desde que vivo en Japón, y a pesar de que vivo tranquilo aquí, siento la tristeza de que no me has visitado nunca, mis hermanos me visitan, mis amigos me visitan, pero no veo tu presencia conmigo, ¿No me extrañas? ¿Ya te olvidaste de mí? No quisiera ser una carga para ti si estas ocupado, pero espero y que puedas considerarme en un punto, te extraño mucho tatarabuelo. Con mucho amor y tristeza tu tataranieto México.
Tokio y Japón se quedaron piedra tras leer la carta.
-Esto es… ¿Manipulación emocional?-deducción Tokio.
-Claro y me sorprendió mucho que funcionara bien con él, fui muy obvio, porque siempre le envió cartas contándole mi vida aquí, así que no sé porque no le dio la idea de que yo lo manipule para venir aquí.
-Que me disculpen mis palabras, pero su actitud es muy…ingenua…-Tokio dio en el blanco.
-Pero traerlo aquí sin previo aviso, no sé qué hare con dos continentes aquí.-preocupado Japón intentaba dar cálculos en su cabeza para los pagos que tendrá que dar por hotel, comida, viajes de estos y un gran cúmulo de cosas.
-Tranquilo, América solo vino como un turista normal, claro que lo puse en el mejor hotel pero es un pago que yo hice y page mucho, así que lo demás es lo que América hará.
-Pero es un continente…
-Y uno muy especial, ha estado en todo tipo de lugares, no sabes los gustos ‘‘refinados’’ de América, es más vive la mayor parte en una hamaca en casa de Guatemala que dentro de casa, ya anda como Sur que vive en los árboles y se duerme en una rama.
-Muy bien muy bien, entiendo tiene el mismo problema de sueño que tu hermano, bien confiare, solo espero y no se salga de control.
.
.
.
Tokio tuvo que irse a realizar los trabajos que Japón no podría hacer para poder vigilar a Asia, así que solo se quedaron los cuatro. América se llevaba a rastras a Asía a que le explicara cada cosa que este veía, desde cómo se le decía gato en este país y que decía los ingredientes de comida, en restaurante a tiendas y de tiendas a maquinas, no había lugar donde Asia no fuera llevado por América.
México y Japón los seguían de cerca, solo viendo lo divertido que se veían ambos hermanos, uno tan serio y el otro lleno de energía.
-jajaja, esto es el mejor plan que he tenido, y al mismo tiempo no me creo que funcione…
-América tiene una actitud muy refrescante, me recuerda mucho a Sur y su curiosidad con la hiperactividad de El salvador, pero también tiene algo como Brasil y Norte en actitud inocente, ¿me pregunto que pasara si se enojara? Tendrá el carácter de Guatemala o la de Perú…
-No quiero averiguarlo, me gusta que sea así, siempre me hace querer estar con el incluso en mis peores momentos.
-Nunca lo vi cuando volviste de tu secuestro y nunca lo conocí en persona, solo oí de él…
-Bueno, el suele ser discreto con los extranjeros, él se mantenía oculto cuando un montón de países fueron a ver mi estado cuando volví, pero no se presentó, lo único que si hizo fue hacer crecer mi árbol favorito cerca del hospital, un Sauce tan brillante, así supe que lloro mucho por mí y que su alma estaba en paz cuando supo de mi regreso.
-Eso es muy lindo…-Un suspiro soltaba la ver las diferencias entre el la actitud de América y Asía, América mostraba la preocupación por sus países, que hasta llora cuando uno sufre, mientras que Asia nunca muestra ni una sola muestra de afecto por nadie, ni siquiera quienes tienen su mismo legado como él o China.-Quisiera algo así algún día, pero eso sería mucho pedir.
Antes de que México respondiera a Japón, América aparece de repente y agarra a Japón, preguntándole un montón de cosas mientras era arrastrado por el enérgico americano, México solo se quedó viendo como su pareja siendo llevado lejos con una mirada confundida.
Pero en su avance por rescatar a Japón de las preguntas infinitas de América, paso al lado de Asia.
-Te crees que puedes pasar a mi lado como si nada, indígena mugriento- El movimiento de México se detuvieron instantáneamente- jejeje, crees que he aceptado tu relación con él, la razón por la que no te e destruido, es porque no he encontrado a alguien que te elimine y acepte morir en manos de Nihon, un accidente parece razonable a este punto, pero bueno…-México se sentía como si estuviera en una habitación de un solo metro, hecho a su medida, sin un lugar donde encontrar aire, recordando las torturas al mismo instante, buscando en su mente un método para respirar.
México perdía la vista, sentía que todo se desvanecía al frente de él, hasta que unas manos lo tocan y lo traen de vuelta a la realidad, Japón lo sostenía de los brazos, como si lo sostuvieran para no caer, con un América preocupado extendiendo su mano para acariciar su rostro con cuidado con un trapo.
-¿Estas bien México?...-América pregunto mientras le quitaba el sudor del rostro del mexicano- parecías enfermo por unos segundos...
México vio que Asía estaba parado un poco más lejos de ellos, era claro para México, Asia solo lo amenazo a él, mostrando las verdadera cara del representante de este continente.
-Estas bien?...-México vio la preocupación de Japón, por lo cual sostuvo su mano y asintió.
-Solo me mare un poco, no estoy tan acostumbrado a estar tan temprano como Japón.
-¿Eso así?-América no quitaba su preocupación hacia su nieto.
-Está agotado, llevamos moviéndonos por horas, además, casi oscurecerá, no sería mejor tomar las riendas mañana.-Asia hizo su presencia ahora en la conversación.
-Creo que sería lo mejor-América estuvo de acuerdo, por lo cual todos regresaron al auto, pero México, nunca soltó la manos de Japón.
.
.
.
Al llevar al hotel a ambos continentes, América dándole un montón de consejos a México sobre qué hacer si se siente mareado o con malestar, por si el síntoma vuelve, y al mismo tiempo dándole una bendición a su modo en un idioma que ni México ni Japón entendían, la pareja va de regreso a su departamento, México se dirige al sofá donde se sienta y suelta un gran suspiro, mientras cubría su cara con sus manos.
-Hey Eduardo, que paso allí, te veías bien toda la mañana, pero de repente-Japón se arodilla frente a México buscando su rostro.
-Asahi…recuerdas que te dije que no creía que fuera tan malo- La reacción de Japón capto rápido las palabras de México, mostrando una mirada llena de dolor-Tenias razón, es horrible, no sé…cómo pueden soportar algo así todo el tiempo, es tan asfixiante…-Las lágrimas salían por fin, no solo lo hizo sentirse débil, hizo que el recuerdo de años de torturan volvieran de golpe, Japón vio el ataque de pánico de México, por lo cual su reacción fue abrazarlo lo más fuerte que pudiera, mientras este se rompía en pedazos en sus brazos.
Japón solo vería sus ojos rojos brillar, pero aunque lo odiara, no podía hacer nada, un odio reprimido es lo mejor, y consolar al amor de su vida ahora era su prioridad, prometiéndole que siempre estaría con él.
.
.
.
En el hotel, América y Asía aún seguían hablando en la habitación de Asía.
-Este día fue muy bueno, este país es increíble, tiene tanto que aportar, aunque tenga esas pequeñas curiosidades raras, me parece hasta divertido jejeje.
-¿Te parece así? A mí me parece un hábito repugnante, algo así debe ser reprendido, le dije el año pasado que los eliminara y no lo ha hecho.
-Vamos se más permisivo, el chico apenas y parece tener un hábito, estaré de acuerdo contigo si eso es dañino, pero por el momento no parece malo.
-Ser permisivo es dañino, tengo que corregirlo desde ahora antes de que sea tarde, al fin y acabo él es una decepción desde la segunda guerra mundial, ni siquiera su padre China supo ponerle límites, por eso tengo que hacerlo yo, chiss, ni siquiera mi nieto es útil.
-Oye, ellos lo intentan, nadie puede superar tu nivel hermano, tu perfeccionismo es casi imposible.
-Pero eso es lo que los ayudo a ser mejores que los de Europa, ser más avanzados.
-Si pero…
-Deberías ser tu menos permisivo, mira que cuando te encontramos aun seguías siendo un animal, canibalismo, guerras, peleas, eras un desastre sanguinario…
-Sí, pero era mío…
-Y por eso te ayudamos, como tus hermanos teníamos que ayudarte a avanzar más rápido, todos nosotros tuvimos que portarte algo para que dejaras de ser un animal, para que te acercaras más a nuestros avances, para que dejes de ser lento. Y míralos ahora, no son mejor que antes, o bueno por lo menos para tus estándares.
-¿Qué quieres decir?...
-Aún tienen muchos defectos, esos ruidos que haces, su forma de hablar, esos vocabularios, las festividades tan vagas, los seres en los que creen, siguen siendo tan salvajes, solo con mirar a esa cosa al lado de mi sangre me repugna.
-¿Eh?, ¿te refieres a México?
-A quien más, viste la cantidad de cicatrices que tiene, aun Japón con una bomba nuclear destrozándole el abdomen y un brazo, se curó más rápido que este, mostrando sus cicatrices como si fuera un logro, que asco…
Cállate maldito hipócrita.
-Eh? ¿Dijiste algo?
-Dije que no hables así, México es uno de mis nietos con un intelecto increíble, además tuvo mucho que soportar, paso 17 años desaparecido, soportando que lo que sea que tuvo que sufrir en ese lugar, incluso ni con su ayuda pude encontrarlo, y cuando volvió, estaba peor de lo que lo vez ahora, así que por favor, solo te pido que no hables así…no de alguien que paso por tanto…por favor…
Asia solo suspira miera a su hermano que también estaba cubierto de cicatrices, cicatrices echas por ellos, así sale de su escritorio y se dirige a su cama.
-Bien, ahora vete, tengo cosas que hablar con Japón mañana y no me pienso quedar mucho aquí.
-¿Eh? ¿Cuándo te vas?
-Pasado mañana en la mañana, visitare a Rusia-Asia muestra una sonrisa malévola.
-Siento pena por el…
Así América se despide de su hermano, con un sabor agrio en su salida, solo deseando que pueda pasar tiempo luego con Japón y México y luego volver a su querido hogar.
Continuara???
Tumblr media Tumblr media
15 notes · View notes
rutgdc · 3 months
Text
Tumblr media
Así empezó a mentir […], a decir sólo aquello que sabía que los demás deseaban oírle decir, a leer sus miradas y sus anhelos, a encerrar la honestidad y la sinceridad en el calabozo de las imprudencias, a sentir que vendía su alma a trozos..
(𝐋𝐚 𝐬𝐨𝐦𝐛𝐫𝐚 𝐝𝐞𝐥 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐭𝐨 - 𝐂𝐚𝐫𝐥𝐨𝐬 𝐑𝐮𝐢𝐳 𝐙𝐚𝐟𝐨́𝐧)
─ 𝕀𝕞𝕒𝕘𝕖𝕟 𝕕𝕖 𝔸𝕕𝕣𝕚𝕒́𝕟 𝔽𝕖𝕣𝕣𝕖𝕪𝕣𝕒 ─
14 notes · View notes
cutiepansstuff · 3 months
Text
Knowing you better than anyone
Missa sabe esconder sus sentimientos, pero Philza es quien mejor sabe leerlo.
Este es un escrito qué subí en AO3 a inicios del purgatorio, así que si no tiene sentido con los sucesos actuales y del purgatorio, es por esa razón.
Capítulo único
— Creo que eso sería todo por hoy, you made a good job guys.- habla el esqueleto a su equipo mientras guarda sus cosas en su mochila.
— Same to you Missa.- contesta su compañero americano palmeando amistosamente su espalda.
El ambiente amistoso que se había generado se convierte rápido en hostil y defensivo ante la llegada de cierto cuervo, quien levanta los brazos en señal de paz.
— I'm not here to fight, I'm disarmed.- hace saber dejando ver su inventario vacío a excepción de algo de comida.
— ¿Y qué se te ofrece Philza?.- contesta aún sin bajar su espada.
— I just want to talk with Missa, what do you say mate? Still trust on me?.- cuestionó mirando a aún esposo platónico, quien a pesar de la situación, continúa sintiendo afecto por su compañero.
— Ok, just one moment, don't worry guys, you can leave.- acepta otorgando una sonrisa hacia su equipo, quienes aún desconfiados continúan su camino.
BadBoyHalo te susurró: If you feel uncomfortable, call me
El esqueleto apreciaba el cariño y ayuda de su equipo, apaga su dispositivo volteando a ver receptivo al rubio, quien le dedica una sonrisa y abre sus brazos como si esperará un abrazo.
— Philza what-
— I know, better than nobody, you're sad, and probably guilty, maybe you are the same with everybody but I read you; you're not the same since the notice about Spreen.- aquella última parte hizo al pelinegro temblar, aprieta los puños volteando la mirada.
— Spreen was someone so important in your life, like a big brother, he's gone and nobody did nothing to find where he was; we don't know what happened, we live our lives like always without knowing what he was going through, and you, you hide your feelings.- continúa con su discurso acercándose con cautela al menor, quien por acto reflejo da unos pasos hacia atrás aún sin decir palabra.
— Come here mate, you need to release how you feel, I won't say nothing of this, I'm just worried about you.- termina por acercarse agachándose para poder entrar en el campo visual del mexicano, quien sin poder soportarlo más se abalanza a abrazarlo comenzando a llorar como nunca antes había hecho.
Pasaron varios minutos en esa posición en total silencio, únicamente escuchando los sollozos desconsolados del esqueleto, cuando Spreen fue dado oficialmente por muerto no pudo hacer nada más que continuar adelante, continuar por su equipo y por la vida de su hijo. Duraron un par de horas más así, no sin antes notificar a Bad sobre su estado para evitar su preocupación.
No dijeron palabra durante su tiempo juntos, sintiendo nostalgia por aquellas noches donde dormían abrazados con Chayanne en medio de ambos, ambos deseaban volver a aquellos tiempos, Philza deseaba que todo aquello no fuera más que un mal sueño y Missa, él se arrepentía del todo tiempo que estuvo fuera de casa, desaprovechando tantos momentos que pudo haber pasado al lado de Philza y Chayanne e inclusive Tallulah.
Para desgracia de ambos, no pueden retroceder en el tiempo ni revertir sus acciones, ahora deben combatir contra el otro por la seguridad de sus pequeños, o al menos eso es lo que esperan.
12 notes · View notes
Text
Tumblr media
Narciso era un joven conocido por su esplendorosa belleza,todas las mujeres lo deseaban,pero Narciso no creía que ninguna de ellas fuera lo suficientemente hermosa para él. Desde muy pequeño tenía prohibido buscar el reflejo de su propia imagen, ya que al nacer Narciso,el adivino Tiresias le había advertido a su madre la ninfa Liriope,que verse él mismo reflejado supondría su perdición.
Entre las jóvenes que amaban a Narciso se encontraba la ninfa Eco, una ninfa habladora y alegre que con su don para el habla entretenía y maravillaba a la esposa de Zeus. Mientras Eco entretenía a Hera, la esposa de Zeus, éste pasaba el tiempo con otras mujeres. Al enterarse Hera de lo que hacía su esposo con la complicidad de Eco, condenó a la ninfa a no poder hablar, solo podría repetir las últimas palabras de las frases que escuchaba.
Cierto día mientras Narciso paseaba por los bosques descubrió que la ninfa Eco le seguía. Narciso comenzó a hablarle, pero ella ya solo podía repetir las últimas palabras que Narciso pronunciaba, lo que le dió pie a Narciso para burlarse de ella y la rechazó, por lo cual Eco, rota por la pena se retiró a una cueva cercana donde murió desolada.
Y para castigar a Narciso por sus acciones, Némesis,diosa de la venganza, provocó que Narciso en uno de sus paseos por el bosque desfalleciera de sed; así que Narciso tuvo que acudir a un río cercano a beber. En el reflejo del agua observó al joven más bello que jamás hubiese imaginado. Narciso quedó absolutamente cegado por su propia belleza, tanto que al intentar tocarla, se cumplió el vaticinio mortal de Tiresias y Narciso cayó al agua falleciendo ahogado. En su lugar surgió una de las flores más bellas a la que llamaron en su honor "Narciso".
De aquí también surge el término "narcisismo" que no es otra cosa que la admiración excesiva y exagerada que siente una persona por sí misma o vanidad basada en la imagen propia.
56 notes · View notes
el-dio · 3 months
Text
V&V "Súcubo AU"
Un Au de Trolls para pasar el rato y todo por una frase que dice Floyd _son como súcubos.
Floyd llevaba 20 años separado de sus hermanos y hubiera seguido por más tiempo pero una noche despertó con el corazón desbocado, la falta de vitalidad era notoria, un miedo inexplicable recorría cada fibra de su ser.
Cada noche durante un mes sufrió en silencio, ya no aguanto al notar la perdida de color en sus pies, varios mechones blanquecinos decoraban su abundante melena, talvez fue su paranoia lo que impulso a tomar decisiones drásticas tales como reunir a sus hermanos nuevamente y llevarlos a disculparse con aquel Troll quien abandonaron en un acto cobarde, presentía que su tiempo era ajustado y se agotaba cada vez más rápido, paso calvarios pero logro su cometido.
Les hizo jurar no contarle al menor sobre tan complejo asunto, solo los mayores sabrían que estaba muriendo, la primera noche en el búnker de su hermanito fue extrañamente tranquila, también la segunda, la tercera no cambió, concluyó que su estado se debía a la culpa tras el abandono, ojalá hubiera sido eso.
La cuarta noche todo volvió a repetirse, pero algo nuevo paso, pudo soñar después de mucho tiempo, aunque no sabía realmente que sentir, en el mundo onírico dos hermosas e imponentes figuras jugaron con el de un modo apasionante, lograron hacerlo tocar el cielo para después besar el infierno mismo, de ojos zafiros y verdosos cabellos aquellos hermanos lo volvieron aún más loco.
Ya ni ponerse en pie podía, todo el día en cama bajo la excusa de tener resfriado, fue nuevamente visitado tras caer vencido, disfrutaba del tacto cariñoso que el chico con peinado alto le daba, sedia fácilmente ante la dominante mujer de coleta larga, todo se torcía al despertar y confirmar su creciente deterioro acompañado de la perdida de aún más color.
Pasado la semana no pudo seguir ocultando la verdad, confesó estar muriendo a su pequeño hermano, las lágrimas estallaron hasta agotarse, deseaban encontrar respuestas o una cura pero todo fue en vano, incluso se arriesgaron con la armonía perfecta, fallaron claramente.
Miraba las estrellas antes de sumergirse en su cansada mentecilla, tenía el presentimiento que está sería su despedida, pero no, ambos hermanos discutían mientras el flotaba gracias a una oja, se encontraban en un lago.
_lo digo enserio hermana, basta, ¡dejemos al pobre en paz!.
_eres un exagerado Ven, yo lo veo perfectamente bien, demonios solo terminemos el trabajo.
_¡lo estamos matando!, sabías que no debíamos meternos con especies pequeñas, porfavor Vel.
Aclaro antes de hablar, realmente no quería ser entrometido pero era su vida la que estaba en juego
_Disculpen pero ¿Será posible me dejen ir?, no quiero morir todavía, apenas logré reunir a mi familia.
_calla enano, solo aguanta hasta que haga entrar en razón a este bello cretino.
_incluso el lo sabe, solo busquemos a alguien más, ¿Que tal la gigante morada, se llama Orchid, verdad?.
_ella no está mal pero la esencia de este troll es mejor, solo un poco más y podremos ascender, no lo arruines por tu sentimentalismo
Siguieron así un buen rato, a Floyd no le quedó de otra que esperar, se estaba aburriendo así que empezó a tararear cualquier cosa, en ese momento se le iluminó el foco
_¡Son súcubos!.
_si, eso somos genio, no estamos contigo por que estés bueno.
_aunque eres bueno realmente, pero ese no es el punto, Vel, juro que si sigues con esto... ¡Me largo y no me vuelves a ver en tu vida!
_bien por mi, ¡así me dejas de estorbar de una buena vez!
_¡SIEMPRE ERES CRUEL!
_¡Y TU UN LLORON BUENO PARA NADA!
_¡TE DETESTO!
_¡SOLO ERES UNA CARGA! ¡NI SE PARA QUE NACIST-
_¡BASTA LOS DOS!, basta, se están lastimando.
El pelo verde había comenzó a llorar mientras hipaba, intentando torpemente parar las saladas gotas con sus temblorosas manos, al troll se le apretó el corazón, mientras la peli verde miraba en silencio.
_yo se que no lo dices en serio, puedo notar como te preocupas por el, cuando se ponía nervioso te tomabas el tiempo para ayudarlo, siempre estás muy pendiente.
_¿En verdad preferias que yo no naciera?
_no, maldición no, eres lo poco bueno que me ha pasado, solo quiero que los dos alcancemos la sima.
_Velvet, estoy feliz mientras estemos juntos y bien, tu también eres lo mejor que me ha pasado.
_no puedo obligarte, se cancela la cesión troll ¡ni una palabra de esto a nadie!
Luego de aquello ambos se marcharon volando hacia la luna, Floyd despertó con más energía que nunca, después de eso pasaron los días y recupero toda salud perdida, hasta su color excepto por el cabello.
Solo espera que ambos hermanos estén bien, en secreto le gustaría volver a verlos.
Listo, hasta aquí llegó está mini historia, no pos ni yo sé cómo me atrevo a escribir esta cosa :)
Tumblr media
7 notes · View notes
nebulamorada · 4 months
Text
┏━━━━━━━━━━━━━━┓ siendo su novia y trabajando con    él en la panadería de su familia ┗━━━━━━━━━━━━━━┛
Mas allá de que Peeta es una pareja sumamente presente de forma emocional, siendo él uno de los encargados de la panadería realmente no hay muchos momentos libres, en los este completamente exento de alguna responsabilidad que su madre haya tenido ganas de darle, que te pueda dedicar, por lo que una vez que a la mujer terminaste de agradarle lo suficiente como para que al menos dejara de tener esa mirada de desprecio y esa expresión de estar chupando limón, ambos empezaron a pasar tiempo juntos trabajando en la panadería; los días en los que sus padres tenían descansos y sus hermanos no estaban allí las horas pasaban tranquilas, con él realizando las delicias que se comerciaban en el local mientras te encargabas de la caja registradora y los clientes, a veces pasando agradables minutos con algunas clientas que deseaban cosas en específico, como pasteles para eventos o alguna tarta o docena de galletas de algún sabor en particular, incluso usando un pequeño libro de ilustraciones bastante realistas de dichos postres que Peeta había echo con algunos materiales como acuarelas y pinturas como muestrario.
Es grato para él poder colocarse detrás de tuyo y rodear tu cintura con esos fuertes brazos, recargando su mentón sobre tu hombro mientras su rostro se entierra en tu cuello en los momentos en los que la tienda está vacía, permaneciendo allí tanto como sea posible antes de volver a sus responsabilidades, dejando pequeños besitos sobre tus mejillas a menos que te encuentres haciendo alguna tarea que requiera tu concentración, en ese caso, disfrutará de torturarte unos pocos momentos, esparciendo besos por tu cuello y paseando sus manos de tu cintura hasta tus muslos ida y vuelta hasta que tiene tu atención en él, lo que lo hace dejar un beso en tu frente y murmurar algunas palabras dulces antes de volver a sus actividades, con una sonrisita traviesa en sus labios.
Aunque claro, desde la vez que una de las manos enharinadas de Peeta quedó marcada en la parte trasera de tu pantalón y casi es vista por uno de sus hermanos, ambos son muchos más cuidadosos sobre ciertos cariñitos.
12 notes · View notes
cassandra-baker · 30 days
Text
Los besos que nos dimos (Hazbin Hotel FallenWings one-shot)
 Nuestro primer beso fue tan inocente que no sabíamos lo que iba a desencadenar.
No sé si te acordarás porque hace ya mucho tiempo, pero yo nunca podré olvidar nuestro primer beso. Es curioso porque aunque fue el primero realmente no significó nada para nosotras. Aún no éramos nada. No pensábamos que nunca pudiéramos ser nada y es por eso por lo que ese inocente primer contacto de nuestros labios parecía tan insignificante.
Lo recuerdo como si fuera ayer, habíamos vuelto de otro exterminio exitoso. Siempre celebrábamos nuestro éxito con una fiesta en el cuartel de las exorcistas. Era un día de celebración, el único día del año en el que podíamos dejar a un lado la rigidez de nuestra vida militar. El Cielo hacía la vista gorda y durante unas horas podíamos hacer lo que quisiéramos.
Tras un par de horas de fiesta desenfrenada, muchas chicas que ya llevaban unas copas de más habían empezado a jugar a la botella. Todas estaban sentadas en un círculo y cada vez se unían más. Desde una esquina, te vi bufar como siempre que se comportaban como adolescentes después del exterminio. Pero siempre has sido indulgente con todas, sobre todo en las fiestas.
Yo me uní rápidamente a ellas en cuanto empezaron a llamarme. No te lo había dicho nunca pero admitir que incentivé un poco a las chicas a que jugaran. Era divertido ver como se divertían por una vez al año.
Recuerdo que tú también te uniste a regañadientes. Varias chicas se armaron de valor para llamarte, una de ellas incluso te empujó un poco para que no te resistieras. Y te sentaste con nosotras en el círculo que rodeaba la primer botella de ron que se había vaciado aquella noche. Siempre has sido una buena líder y te gusta fomentar la hermandad entre las exorcistas.
—A ver quién tiene la suerte de besar a la teniente. —Recuerdo que una de las exorcistas estaba deseando que la botella eligiera a la afortunada que pudieras besar después de señalarte.
Siempre has sido la heroína del escuadrón y muchas disimulan muy mal el amor platónico que tienen por ti. Por eso muchas deseaban aunque fuera probar tus labios gracias a un simple juego.
Ninguna se esperó que el destino me eligiera a mí. Pero parecía que a ninguna le molestaba y para otras era justo el resultado que más esperaban nuestras compañeras. No las puedo culpar: la rígida teniente del ejército contra la prodigio descarriada. Éramos una pareja perfecta que podía despertar la vena morbosa de las exorcistas, así que, con una vida tan tranquila como la nuestra era normal que se emocionaran.
—¿Te da vergüenza, teniente? —te reté cuando vi que no hacías ningún movimiento.
Siempre te han encantado los retos y por eso esbozaste una sonrisa traviesa antes de acercarte a mí y besarme sin pensarlo para callar mi arrogante boca.
Fue muy rápido casi imperceptible con los vítores de nuestras compañeras de fondo, pero debo confesarte que ese pequeño roce de nuestros labios se quedó impregnado en mi tacto. A día de hoy, cuando lo recuerdo, sigo sintiendo el tacto fantasma de tus labios.
Creo que incluso me sonrojé pero el alcohol parecía haber disimulado mis emociones. No sé lo que sentiste tú, pero yo me quedé con ganas de más. Quería volver a sentir tus labios sobre los míos el tiempo suficiente como para grabar en mi memoria todas las sensaciones que me habías hecho sentir con ese primer beso.
Es por eso por lo que, tras armarme de valor no mucho tiempo después de aquella fiesta, te pedí nuestra primera cita. No pensé que aceptarías, pero siempre has sido una caja de sorpresas.
Una cita siguió a la otra, los besos que tanto deseaba se habían vuelto una agradable constante en mi vida y esa calidez que sentí en mis labios parecía no desaparecer nunca. Cuando amenazaba por desaparecer, parecía que tenías un instinto que te obligaba a volver a acariciar mis labios con los tuyos. Y así la calidez nunca se marchaba.
Por primera vez desde ese primer beso, siento que esta calidez se está marchando. Y sé que después de tanto tiempo voy a sentir la frialdad en mis labios con la certeza de que ya no vas a volver a brindarme la calidez de tus labios.
................................................................................................................................................................
Esos besos inocentes que me dabas en los entrenamientos me llenaban de energía.
Claro que nunca podría olvidar nuestro primer beso. Sin embargo, quizás no es el primero que me viene a mi memoria cuando tu recuerdo me asola.
Aquellos recuerdos que más atesoro siempre serán aquellos que reflejaban la cotidianidad de nuestra relación desde que la formalizamos en nuestra secreta intimidad. Nuestros momentos más comunes, los que no eran nada del otro mundo pero eran especiales por poder disfrutarlos a tu lado.
Siempre has sido la más rebelde de las exorcistas. Quizás eso de que los opuestos se atraen es lo que mejor puede definir nuestra relación. Siempre hacías las cosas a tu manera desenfadada e independiente. Siempre lo has cuestionado todo y aún así seguías siendo la más eficiente de todas. La prodigio que no le gustaba seguir las órdenes de su teniente y que aun así seguía consiguiendo resultados perfectos.
Estaba más que claro que todas las chicas se fijaban en ti y, aunque quisiera negarlo yo también. Aunque nunca lo creí posible hasta que me pediste esa primera cita.
Desde que empezamos nuestra relación me afané en intentar que fuera algo a escondidas y sé que lo aceptaste a regañadientes pero querías hacerme sentir cómoda con lo que estábamos creando. No quería soportar la arrogante necesidad de Adam de darme sus desagradables consejos amorosos.
Sin embargo, a pesar de acceder a mantener nuestra relación oculta, siempre te gustó jugar con fuego. Y nunca temiste darme muestras de afecto en público. Incluso en los entrenamientos. Sabías que siempre ha sido muy común entre las exorcistas tener muestras de cercanía ya que éramos lo único que teníamos. Solo que yo siempre he sido muy reacia al contacto, pero contigo era imposible resistirme.
Nunca voy a entender esa manía que tenías de frotar nuestras narices en medio de las simulaciones de batalla. Eras capaz de hacer sonrojar mis mejillas sin necesidad de que nuestros labios se tocaran. Esos traviesos besos de esquimal eran suficientes. Y tú sabías todas mis debilidades porque siempre esbozabas una sonrisa juguetona antes de volver a atacarme como si no hubieras hecho nada. Hacías lo mismo en todos los entrenamientos sin importarte quién hubiera delante.
Nuestras compañeras siempre vitoreaban como adolescentes cada vez que rozabas tu nariz con la mía. Las hacíamos creer que solo eran toques casuales, que no había ninguna otra intención. Y ellas, como adolescentes, disfrutaban de la posibilidad de que en algún momento acabara pasando algo entre nosotras. La historia de amor entre la teniente y la prodigio que ya se estaba desarrollando a espaldas de todo el escuadrón.
Ellas no eran el problema, sino nuestro jefe que en más de una ocasión torcía el gesto cuando te veía darme esos cariñosos toques en la nariz. No era el hombre más espabilado así que era fácil de engañar pero estaba claro que ese tipo de actitudes entre sus soldados no le hacía mucha gracia. Por eso tenía miedo de las consecuencias que podría tener sacar a la luz nuestra relación. Y por desgracia, las dos sabemos que tenía razón.
No obstante en esos momentos aún vivíamos en la ignorancia infantil de una relación recién iniciada en la que unos dulces toques en la nariz eran suficiente para sentirme llena de tu amor.
Me gustaba resguardarme en esas inocentes caricias de nariz durante los entrenamientos. En esas dulces señas tuyas de que estabas a mi lado y que te estabas conteniendo. Porque eres terrible mintiendo y sabía que tú empezabas a necesitar más de mí y yo no sabía si estaba preparada. Pero no me presionaste, simplemente acariciabas mi nariz con ternura, era tu forma de mostrarme tu cariño sin presionarme.
Siempre has sido la más pasional de las dos, la más directa. Mientras yo sentía en ocasiones que era una especie de lastre para todo lo que tú querías. Y te agradezco que hicieras tu mejor esfuerzo para respetar mis tiempos y mi carácter más reservado.
Y esos tiernos besos durante los entrenamientos me daban fuerzas para salir de mi zona de confort. Para hacerte feliz.
................................................................................................................................................................
Esos fugaces besos que me dabas sin preguntar, me hacían arder.
No estoy de acuerdo con que yo fuera la más pasional de las dos. Es verdad que yo siempre he sido la menos discreta, pero la que vivía la relación con más pasión siempre has sido tú, no te hagas la orgullosa.
Tú eras la apasionada a la que le gustaba robarme besos sin preguntar.
Siempre parecías adicta a mis labios y no necesitabas preguntar cuando necesitabas tu dosis. Porque sabías que nunca te iba a decir que no.
Ya fuera después del entrenamiento, si coincidíamos en mitad del exterminio o en cualquier momento en el que no hubiera ojos indiscretos cerca. Siempre que había suficiente privacidad, te abalanzabas sobre mi para besarme quitarme el aliento.
—¿Y si nos descubren algún día? —te preguntaba cada vez que te pasabas de audaz.
A mí nunca me importó. Ya lo sabes, pero respetaba que quisieras mantener la relación oculta para no tener que soportar a Adam.
—Diré que es parte del entrenamiento —me respondías siempre con una sonrisa pícara.
Era una excusa terrible pero las dos sabíamos que las exorcistas no harían preguntas aunque luego fuéramos la comidilla de los dormitorios.
No es que me vaya a quejar de esos besos. A día de hoy los sigo recordando con cariño así que no lo hacías nada mal. Me hacía muy feliz cuando en mitad del paseo me empujabas a un callejón tranquilo porque ya no aguantabas más que nuestros labios estuvieran separados. Yo agradecía mucho esos arrebatos tuyos de pasión. Eran la muestra de todo lo que me querías y que dadas las circunstancias tenías que reprimir hasta explotar en esos momentos de pasión.
Los besos siempre empezaban de forma suave, intentabas contenerte. El calor de tu cuerpo me hacía no querer separarme de ti y la necesidad de tus caricias solo hacía que todo me resultara más atrayente.
La calidez de tus labios hacía que mis manos traviesas se aventuraran para acariciar también tu cuerpo. Poco me importaba si alguien nos veía en medio de la calle disfrutando de tus arrebatos de pasión. Poco importaba que nos recriminaran los serafines. Solo estar contigo y disfrutar de tu calor y la emoción que me generaban esos besos robados era más que suficiente.
—Te quiero, Lute —susurré en aquel callejón con la cara sonrojada y los labios hinchados.
Se hizo el silencio. Era la primera vez que te lo decía y tenía miedo de asustarte. Pero para nada. Esbozaste una sonrisa. Me diste un ligero beso.
—Yo también te quiero, Vaggie.
Esos prontos espontáneos tuyos me llenaban de felicidad. Eran una prueba de que no eras la perra frígida que todo el mundo veía en ti. Eran la prueba de que tienes un lado cálido, cariñoso y capaz de dar amor. Siempre me he sentido afortunada de ser la única a la que le mostrabas ese lado tuyo. La única que tenía el privilegio de recibir tu amor incondicional.
¿Quién nos iba a decir cuando disfrutábamos de esos besos en el callejón que nuestra vida iba a cambiar tanto, Lute? Cuando me robabas esos apasionados besos y nada más nos preocupaba.
Hay veces en las que te echo tanto de menos, echo de menos todo de ti y todo lo que me hacías sentir. Porque contigo no tenía que pensar, no tenía que rebelarme. Solo tenía que dejarme llevar por las órdenes de mi teniente. Y créeme que obedecía con mucho gusto.
Y es que estos recuerdos de lo que tuvimos no hacen más que hacerme pensar con lastima lo que podríamos haber sido y no nos dejaron ser.
................................................................................................................................................................
Nunca olvidaré aquel día en el que Adam casi nos descubre. Cada vez que lo recuerdo, el corazón me va a cien.
A pesar de tus esfuerzos por intentar contenerte para seguir mi ritmo, sé que siempre te ha gustado llamar la atención. Jugar con fuego con respecto a nuestra relación siempre ha sido uno de tus vicios. O eso o que disfrutas de ponerme nerviosa.
Siempre eras más atrevida cuando estábamos en público, como los roces en los entrenamientos o esas manos que tocaban con discreción donde no debían durante las simulaciones de batalla. Mientras yo hacía lo posible para que mis arrebatos de pasión fueran siempre en lugares discretos, tú parecías disfrutar de la adrenalina de ser descubiertas.
—Te espero en los vestuarios, teniente.
No era la primera vez que me susurrabas esa invitación mientras entrenábamos. Aquella leve invitación con tu voz aterciopelada y el ligero toque de tus labios en mi oreja me erizaba la piel. Quizás nunca lo supiste, pero ese tipo de atrevimientos tuyos me hacían latir el corazón como si me fuera a estallar. Esos gestos tan simples conseguían que me temblaran las piernas y empezaba a cometer pequeños fallos en los entrenamientos. Pequeños fallos casi imperceptibles para la mayoría pero que yo sí notaba.
En esos momentos, ya solo quería que el entrenamiento acabara, que los vestuarios se quedaran vacíos para nosotras dos para poder disfrutar al fin de esa sesiones de besos que me prometías.
Aquel día me quedé más tiempo ordenando todo el material de entrenamiento y te hice esperar. Pero tu sonrisa hambrienta me demostró que no te importaba. Ya te habías quitado el uniforme y yo intenté darme prisa en cambiarme, pero al quitarme las botas te acercaste para interrumpirme.
—¿Vas a hacerme esperar más? —preguntaste con un puchero.
Era tan raro verte mostrar esa actitud tan inocente, pero no era capaz de resistirme a esa faceta tan adorable. Hicieras lo que hicieras siempre eras capaz de derretirme el corazón.
Con una sonrisa complaciente, dejé a un lado mi misión de cambiarme y me abalancé para besarte. Pero no tenía intención de ponértelo tan fácil. No después de haber estado tentándome toda la tarde. No eres la única que sabía jugar.
Me acerqué a ti para acariciar tu mejilla y pude notar como te tensabas, deseosa de mis labios igual que yo de los tuyos. Pero aquella vez no pudo ser.
—¿Por qué seguís aquí, perras? —La desagradable voz de nuestro superior nos paralizó a ambas.
Con un rápido movimiento impulsado por el instinto nos separamos y yo me volví a acercar a mis botas como si me estuviera cambiando.
—Hola, señor —ambas lo saludamos.
—Estábamos acabando de organizar los materiales —respondí.
—Así me gusta, muy diligente. ¿Y tú qué, Vagina? ¿Esperándola? —asentiste.
—No entiendo esa costumbre de las mujeres de ir juntas a todos lados —bufé—. Estamos en el puto Cielo, no va a pasar nada.
Sentía que se me iba a salir el corazón por la boca. Estaba tan nerviosa de que nos descubrieran. Por tener que soportar las impertinencias de Adam sobre una relación entre dos mujeres. Por suerte no es tan listo y no se dio cuenta.
—Bueno, Lute, cámbiate rápido que tienes muchos papeles por hacer.
Era su trabajo no el mío y aun así tenía que hacerlo por él.
—Sí señor. Vaggie puedes retirarte —te dije con un toque de pena en mi voz.
—A sus órdenes, teniente. Nos vemos en el próximo entrenamiento. Adiós, señor —te despediste y me diste una última sonrisa antes de marcharte a casa.
Por suerte no nos habían descubierto, pero mi corazón lloraba por no haber podido probar tus labios.
................................................................................................................................................................
Ese beso que me quitó el aliento solo fue el preludio de aquella noche inolvidable.
Aún nos estábamos recuperando del susto que nos dio Adam en los vestuarios cuando decidimos que por un tiempo debíamos ser aún más discretas.
Los besos traviesos que nos robábamos en los vestuarios y los entrenamientos fueron reemplazados por pequeñas caricias y miradas discretas que no llamaran la atención de los demás. Pero esa decisión no fue quizás la mejor de las opciones para ninguna de las dos. La falta de contacto estaba empezando a volverme loca. Mis miradas habían dejado de ser cálidas para ser hambrientas. Te necesitaba y el miedo a que nos descubrieran me impedía tener lo que quería.
Aquella abstinencia me hizo darme cuenta de que aunque volviéramos a besarnos como antes ya no tendría suficiente, había llegado el momento en el que necesitaba más de ti. Para mi fortuna pude notar que sentías lo mismo cuando tras un entrenamiento me invitaste a tu casa.
—Claro, allí nos vemos —acepté con una sonrisa traviesa.
La espera se me hizo eterna pero una vez llegué a tu apartamento y cerraste la puerta, pude notar cómo me aprisionaste contra la pared y como tus labios reclamaban los míos llenos de necesidad. Podía notar que el calor desesperado de tu cuerpo se fusionaba con el mío. Ambas estábamos igual de necesitadas. El tiempo estando separadas había llegado a ser doloroso y parecía que estar tan justas nos curaba de aquel dolor que habíamos estado aguantando desde la interrupción de Adam.
Acabé notando que tú también estabas sufriendo la misma necesidad que yo cuando me di cuenta de que tu lengua había empezado a explorar cada centímetro de mi boda.
Con aquel simple pero apasionado beso fuiste capaz de hacer que mis piernas temblaran y que mi cuerpo solo quisiera más de ti. Habías desbloqueado una nueva necesidad en mí. Ahora quería que solo me besaras con esas pasión y esa necesidad con la que estabas acorralando mi cuerpo mientras tu lengua tomaba el control completo de mi boca.
Intenté de forma inútil tomar el control del beso en una pelea entre tu lengua y la mía, pero tú jugabas con ventaja. Quizás tenías un talento natural o no era la primera vez que lo hacías, no obstante preferí no preguntar y dejarme llevar por aquel baile apasionado de nuestras lenguas. Me rendí y dejé que guiaras la situación.
Los besos no se detuvieron un solo momento mientras me guiabas hasta tu cama. Dejabas el tacto de tus labios impregnado en mis mejillas, mi cuello, mi pecho...
Cuando acabé tumbada en la cama, tus hábiles manos se encargaron de dejarnos a las dos completamente expuestas. De verdad quería hacer algo pero me había quedado hipnotizada con todas tus caricias y me había quedado reducida a la devota receptora de todo tu cariño. A pesar de todo el tiempo que habíamos pasado juntas aquella fue la primera vez que estaba desnuda frente a alguien y estaba bastante avergonzada. No quería que te arrepintieras de nada al verme completamente expuesta.
—Que no te de vergüenza, Vaggie. Eres preciosa. —Antes de que te pudiera replicar volviste a atacar mi boca y conseguiste que todas mis preocupaciones desaparecieran.
Ya no había lugar para los recatados besos que nos habíamos dado hasta el momento. Ahora todo era pasión, gemidos inconexos saliendo de mi boca cada vez que podía respirar. Me había entregado completamente a ti y no podía ser más feliz.
Tu tacto llegó a ser adictivo desde aquella primera noche que pasamos juntas. La primera de muchas.
................................................................................................................................................................
 Esos besos tan delicados que me dabas, valían más que todo el oro del mundo.
Puede que tú disfrutaras en gran medida de mis besos más apasionados, a mí también me encantaba devorar tus labios cuando los instintos no me dejaban siquiera pensar, pero aquellos que tú me dabas llenos de amor son los que recuerdo con más cariño. No puedo evitar seguir esbozando una cálida sonrisa cada vez que lo recuerdo. Está claro que tus memorias se han quedado grabadas en mi mente y mi corazón incluso ahora.
No es que esté pensando en ningún momento concreto. Todos aquellos gestos desinteresados y traviesos tuyos me hacían enamorarme de ti cada día más. Y son los recuerdos más cálidos que atesoraré durante toda la eternidad.
Y tengo que admitir que los que guardo en mi corazón con cariño de nuestras sesiones de sexo desenfrenado no era el propio acto en sí, sino que cuando habíamos terminado y caíamos agotadas siempre me dabas un cálido y desinteresado beso en la frente antes de que cayeramos dormidas. Podía sentir como todo tu amor llegaba a mí a través de aquel ligero toque de tus labios.
Podía notar como todo mi cuerpo flotaba, los músculos tensos se relajaban al fin. Me embriagaba con el dulce olor a sexo y sudor que siempre acababa inundando la habitación. Finalmente me dejaba caer en un cálido sueño. En el cálido abrazo en el que me envolvías, con el que me protegías. Tus alas nos rodeaban a las dos y nos abrigaban para que no necesitáramos ropa y que pudiéramos disfrutar del tacto de nuestros cuerpos.
Aquel era mi mayor momento de debilidad y simplemente era feliz. Me encantaba poder bajar por completo mis barreras, podía relajarme, dejarme llevar, podía dejar de lado la estricta imagen que debía mantener como mano derecha de Adam, no pensar y solo disfrutar de ti y lo que me hacías sentir.
En ese momento, los dulces besos que me dabas eran mis favoritos. Me sentía protegida y querida por el ángel más bello del Cielo. En esos preciados momentos de intimidad podía relajarme para ser solo Lute. Y eso era suficiente para las dos.
—Descansa, preciosa. —Aquella era la frase que siempre decías después de darme ese beso, cuando los párpados ya nos pesaban.
Me acurrucaba en tu pecho como si fuera un niño pequeño, restregándome con cuidado reclamando tu atención. Quería tus mimos. Quería seguir sintiendo el tacto de tus labios en la frente. Esa acción inocente que servía para reclamar que yo era tuya como yo te había reclamado en la cama.
—Hasta mañana, cariño. —Siempre hacía todo lo posible para darte las buenas noches aunque mi cuerpo me rogaba que le diera su merecido descanso.
Disfrutaba mucho de esa burbuja de felicidad en la que nos refugiábamos aquellas noches de amor y pasión que finalizaban con tus cálidos besos.
Poder disfrutar de tu abrazo era la única forma en la que podía descansar realmente, tranquila al poder disfrutar del abrigo de tu protección. Debo admitir que desde aquel momento nunca he podido volver a dormir tan bien como cuando podía disfrutar del calor de tus besos.
................................................................................................................................................................
Ese beso lo cambió todo. Te salvé y tú tuviste miedo de las consecuencias.
¿Por qué las cosas empezaron a cambiar cuando todo iba tan bien? Supongo que todo se empezó a torcer a partir de aquel aciago día. El exterminio estaba cerca y Adam estaba más insoportable de lo habitual. Nos hacía entrenar durante horas hasta caer exhaustas. Muchas exorcistas casi desfallecían del agotamiento. Algunas incluso se lesionaron durante los entrenamientos, pero parecía que nada de eso le importaba a nuestro tiránico jefe.
—¡Menos quejas, perras! Fuisteis creadas para matar pecadores. Así que no podéis fallar. Este año quiero las calles de esa puta ciudad totalmente limpias de esos sucios demonios.
—Sí, señor.
Todas seguíamos sin rechistar las órdenes del primer nombre e incluso las lesionadas hacían su mayor esfuerzo para continuar el ritmo de los entrenamientos. Los combates eran feroces y en el campo de entrenamiento solo se escuchaba el sonido de nuestras armas chocando.
Como siempre, tú luchabas conmigo y hacíamos todo lo posible para que todos los golpes fueran perfectos. A pesar de las presiones de nuestro comandante, tú intentabas llamar mi atención para que dejara de preocuparme. Siempre intentabas que los entrenamientos aunque eficaces fueran distendidos.
—Muy bien chicas —nos iba felicitando Adam mientras patrullaba por el campo—. Así me gusta. —Se detuvo con el gesto torcido frente a nosotras—. Pero te estoy viendo algo suave, Lute. No es propio de ti.
Adam me apartó sin miramientos a un lado para enfrentarte y propinarte un fuerte golpe en el estómago sin pensárselo.
En ese momento, aparté al hombre para intentar atraparte antes de que cayeras al suelo. Caíste a plomo. Tu cuerpo había quedado completamente inerte.
—¿Veis? A esto os arriesgáis si os confiáis —señaló Adam— ¡y no voy a dejar que esos malditos demonios se burlen de mi puto ejercito! ¡Seguid entrenando!
—Señor, no respira —intenté hacer que el hombre entrara en razón, pero no hizo caso.
Yo solo podía mirarte desesperada mientras yacías inconsciente en mis brazos. Tuve miedo de perderte y, en ese momento, hice todo lo que pude para salvarte. Empecé a golpear tu pecho con las manos, tenía que hacer que volvieras a respirar. Por suerte, había aprendido primeros auxilios de los ángeles médicos aunque a las exorcistas no se nos enseñaban ese tipo de cosas.
Estaba desesperada y notaba como nuestras compañeras nos rodeaban a pesar de las múltiples quejas de Adam.
Te tapé la nariz para unir nuestros labios y darte aire. Aquello ni siquiera era un beso. No podía serlo porque no sentía la calidez que siempre acompañaba a tus labios. Estabas tibia y yo temblaba impulsada por el miedo a perderte. Repetí el proceso incontables veces. Cada vez que nuestros labios se tocaban, una lagrima salía de mis ojos. Me sentía impotente. A pesar de todos mis esfuerzos tú seguías sin responder.
—Vaggie, Vaggie, por favor —rogué—. Despierta. No puedo perderte —sollocé.
—Déjala, Lute. Esto solo prueba que es una inútil —escupió Adam con desprecio. Él solo quería seguir con el entrenamiento.
—¡Cállate la puta boca!
Se hizo el silencio. Nunca antes una exorcista le había alzado la voz a Adam, pero ya no podía soportarlo un segundo más.
Volví a poner mi atención en ti, repetí la maniobra otra vez. Rezando para que volvieras a respirar, para que no te separaras de mi lado.
Y aquella vez noté como tus labios empezaron a responder al toque de los míos. Abriste los ojos y te incorporaste para tomar aire de forma desesperada. No lo pensé antes de lanzarme a abrazarte con ganas. No te había perdido.
—¿Qué ha pasado? —preguntaste algo desorientada.
—No te preocupes, ahora todo está bien. Vamos a casa a descansar.
Te ayudé a incorporarte y nos encaminamos a casa.
—¡Volved aquí, perras desgraciadas! ¡Lute esto va a tener consecuencias!
Noté como tu cuerpo se tensaba ante las amenazas de Adam.
—No te preocupes, lo arreglaré —te susurré para calmarte.
Me respondiste con una cálida sonrisa, apretaste el agarre que nos unía y las dos nos encaminamos a casa, rumbo a nuestra burbuja de felicidad donde nadie podría hacernos daño. Al día siguiente tendríamos que enfrentarnos a las consecuencias de lo que había pasado aquella tarde. 
................................................................................................................................................................
Aún recuerdo el dolor en mis labios cuando me despedí de ti con aquel furtivo beso.
Estaba claro que lo que había pasado en el campo de entrenamiento iba a tener consecuencias. Unas consecuencias tan grandes que acabaron con nuestra unión para siempre.
Tú estabas reacia a sacarme el tema cada vez que te preguntaba. Sabía que lo hacías porque no querías preocuparme, pero yo no podía vivir con la incertidumbre. Me vi obligada a preguntar a nuestras compañeras que me lo contaron lo que había ocurrido cuando perdí el conocimiento con una mezcla de preocupación y morbo. Todas en el cuartel estaban seguras de que la actitud con Adam iba a traerte consecuencias. Sin embargo, yo no iba a dejar que fueras perjudicada por culpa de mi debilidad.
Me encaminé con paso firme hasta la oficina de Adam y entré sin llamar a la puerta. Ni que estuviera ocupado. Nunca lo estaba.
—¿A ti qué te pasa, perra? ¿No sabes llamar a la puerta? —gritó furioso.
—Tenemos que hablar. —Golpee su escritorio con las manos, estaba furiosa.
—No voy a hablar nada con una zorra alterada. Ve a que te calme tu noviecita en la cama primero. —Hizo un gesto con desdén intentando echarme.
—Justamente de eso tenemos que hablar.
—¿Me vas a contar como te acuestas con Lute? —preguntó mientras alzaba una ceja.
—Lute y yo no tenemos nada —respondí de forma contundente.
Aquella frase me quemó la garganta.
—Pues no lo parecía el otro día.
—Conoces a Lute. Sabes que es la exterminadora más diligente que tienes, no hay ninguna tan perfeccionista como ella. Solo estaba preocupada por perder a una compañera antes de un exterminio. No quería que diera la sensación de que su entrenamiento no era suficiente. —Quería confiar en la poca inteligencia de nuestro jefe para no tener que darle más explicaciones.
—¿Y esos rumores que circulan entre las chicas de que estáis juntas? —inquirió—. Que os besuqueáis en los vestuarios y vais por ahí cogidas de las manos.
Parece que no habíamos sido tan discretas como pensábamos.
—Eso ha sido cosa mía —suspiré vencida—. A mí... sí me gusta Lute y he intentado seducirla desde hace tiempo, pero ella no ha cedido.
—¿Estas de coña? —La mirada de asco de Adan me hizo sentirme culpable—. ¿Una de mis exorcistas lesbiana? Eres un puto error, Vaggie.
Bajé la cabeza avergonzada y me quedé en silencio soportando el rapapolvo homofobo de Adam, pero todo merecía la pena si con eso conseguía protegerte.
—Esto es asqueroso —concluyó—. Márchate y espero no volver a verte cerca de mis exorcistas. No vaya a ser que eso sea contagioso —dijo con cara de asco.
—¿Me estás echando? —pregunté incrédula.
—Exacto, ya no eres una exorcista, perra. Y si no te marchas yo mismo te mandaré derecha al infierno, pecadora —me amenazó.
Me marché del despacho en shock, pero sabía que había merecido la pena porque tú estabas a salvo.
Fui como siempre a tu casa para disfrutar de una noche de pasión en la que te di todo mi amor sabiendo que iba a ser la última vez que podría disfrutar de tu presencia. Quería hacerte disfrutar, hacerte feliz sabiendo que me acabarás odiando por la decisión que tomé sin haberla consultado contigo.
Como siempre, te recostaste en mis brazos y, como siempre, te di un cálido beso en la frente. No sé si te diste cuenta, pero esta vez me costó más separar mis labios de tu frente. Sabía lo que significaba esa separación. Iba a ser la última vez que podía besarte, la última vez que podía disfrutar del aroma de tu cuerpo y de la calidez de tus abrazos.
Noté que te habías dormido y no me resistí a darte un beso más, intentando retrasar lo inevitable.
Me levanté de la cama con cuidado porque sabía que si te despertaste y me preguntabas dónde iba no podría resistirme. Además que soy una terrible mentirosa, te acabaría confesando la verdad. Me fui en silencio como una cobarde.
No sabía si podría quedarme en el Cielo o acabar condenándome a la caída, pero por ti merecía la pena. Y espero que ahora al fin entiendas por qué hice lo que hice. Que no te quise hacer ningún mal. Que todo lo he hecho porque te quise y te sigo queriendo, Lute.
................................................................................................................................................................
Hice esta colección de relatos para una dinámica de Facebook y aquí la traigo completa.
Este one-shot pertenece a la antología Tanto en el Cielo como en el Infierno.
4 notes · View notes
nuis-world · 3 months
Text
Capítulo 1: Bienvenidos al mundo de K-Nuis~
Historia: Shizume Shade
—Totsuka, ¿esto es necesario? Ya me cansé de estar aquí.
Mikoto miraba con aburrimiento al rubio entusiasta, mismo que ni siquiera le estaba prestando atención porque tenía su concentración fija en la cámara dispuesto a grabar importándole nada el que sus conocidos y amigos estuvieran incómodos en la misma postura formando la letra K.
—¡Bienvenidos sean todos al maravilloso mundo de K-Nuis donde contaremos nuestro día a día, momentos que nos mantienen humildes y aventuras!
Totsuka sonreía mientras una canción pegajosa sonaba al fondo de su grabación, acallando las quejas de los involucrados en aquel nuevo proyecto del rubio que consistía en grabar todo lo que hicieran para monetizar y de ese modo costear sus hobbies.
También era su venganza personal por los comentarios de Kusanagi cuando dijo que consiguiera un trabajo de verdad.
Totsuka Tatara había nacido para estar frente a una cámara y si las personas deseaban conocerlos a todos ellos, él se encargaría de enseñarles cómo se comportaban sus amigos en sus momentos más vergonzosos.
"Esto de ser pobre nada más no me está gustando nada.", pensó abrumado de ver que las cuentas crecían y su billetera se hacía más delgada.
Con una sonrisa y la firme decisión de no dejar de lado su costoso estilo de vida, finalizó el video, oyendo cómo más de uno azotaba como res después de haber estado haciendo tanto esfuerzo físico.
"Deben echarle ganitas para que yo gane dinero, que el público ama y vive por la desgracia ajena.", meditó el rubio pensando en todo lo que debería grabar a partir de ahora.
Todo fuese por sus fans y pagar las cuentas.
4 notes · View notes