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#La Malena
telerealrd · 9 months
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Enadom y CORAABO inauguran el primer acueducto en La Malena, Boca Chica, garantizando acceso a agua potable para la comunidad
 
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bellucci-daily · 9 months
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welcome to bellucci-daily! 
bellucci-daily it’s a new fansite dedicated to italian actress and model monica bellucci. we’ll try to bring the latest on everything monica and her future projects. here you’ll find gifs, photos and news about her. i’m currently looking for member and affiliates, so if you want to apply, click on the link and check out the rules to apply. we track #belluccidaily
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dasakuryo · 3 months
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Todxs obsesionados con el elenco de La Sociedad de La Nieve terminó destapando que Malena Sánchez es una ped/o/fila.
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Aparentemente empezó a salir con Matías cuando él tenía 16 y ella 26. I am livid. Y después viene el spiel que no que es mentira, que en realidad empezaron a salir cuando el tenía 18 y ella 28, y que él ya era mayor de edad cuando se conocieron.... pedofilia apologist much? SON DIEZ AÑOS??? Están en etapas de la vida completamente distintas?? Encima Malena Sánchez diciendo 'no quiero maternar hombres de mi edad' va y 'empieza una relación' con alguien 10 AÑOS menor... no se me ocurre que puede haber estado buscando ahí entonces /s
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teoriaespacial · 10 months
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con une amigue nos pusimos a ver algunos videos viejos de pichot y pensé "que loco que hayamos tenido humor tan ácido y practicamente nb hace 10 años y que ahora las Mujeres tm esten full modo cornudas" y reflexionando pensamos pensamientos pensantes de como muchas críticas hacia los mandatos de género que se hacian hace 10/15 años generalmente para la mayoria de las personas no implicaban que la persona fuera menos mujer. con toda la visibilizacion de lo trans y no binario, muchas personas genero no conformes comenzaron (comenzamos) a identificarse con estas identidades y entonces parece que las mujeres no quieren hacer ninguna crítica hacia esos mandatos porque ya se estarían pasando al bando trans, lo cual explicaría el crecimiento del discurso terf y además de que los estandares de belleza estén mas fuertes que nunca (resurgimiento de toda la estetica skinny de los 90/2000, mucho enfasis en el skin care etc etc)
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vonlipvig · 1 month
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sabés que recién me fijo en las cosas que pagué hace un mes para ir a sacar la licencia de conducir, y resulta que está DIEZ MIL PESOS más caro hoy. mirá vos [se pega un tiro].
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aarandano · 2 months
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a veces me dá cosa cuando alguien me dice algo respecto a q subieron de peso pq obviamente es algo hiper neutro pero generalmente lo dicen con un tono de preocupación y es como q siempre intento responder de una forma justamente ""neutra"" para dejar de alimentar esa gordofobia internalizada
entonces cuando mí amicho el otro día me dijo q subió 7 kilos, no me salió más q decirle
""y con lo mucho q nos están haciendo pasar hambre vas a necesitar guardar grasa, q en 2 meses no comemos más"
nos cagamos de risa pero ahora me cago en q nos cagamos de hambre
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cristinabcn · 2 months
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"Casa Sordera" y su "Herencia cantaora"
“Casa Sordera” and its “Herencia cantaora” TERESA FERNANDEZ HERRERA Periodista, Escritora Directora Gral. de Cultura Flamenca. Prensa Especializada Vicente Soto Sordera, su hermano Enrique Soto y su hija Lela Soto, cantaores gitanos del histórico Barrio de Santiago de Jerez de la Frontera, dejaron ayer viernes 23 de febrero su Herencia cantaora, acompañados por las guitarras  de Vicente…
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rose-jam · 3 months
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more films
33) love story- 9/10
34) le rayon vert- 5/10
35) l'événement- 7/10
36) malena- 6/10
37) a l’aventure- 5/10
38) la notte- 3/10
39) ja, olga hepnarova- 4/10
40) autumn sonata- 7.5/10
41) inglourious basterds- 6.5/10 (and it's just for the christoph waltz)
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denorteanorte · 9 months
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Malena Galmarini con mujeres en Benavidez
Junto a la precandidata a concejala en primer lugar, Micaela Ferraro, funcionaria del ministerio de Desarrollo Social de la Nación; y a la actual diputada bonaerense, Roxana López, tercera en la misma lista, Galmarini difundió propuestas para las mujeres, informaron.  En esta línea dijo: “hay que trabajar todas juntas por los derechos de las mujeres, los niños, niñas y adolescentes. De las…
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elelandia · 11 months
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Lo spazio del fantasy: La Fiamma Azzurra e Malena senza sonno.
Si, questo è l’ennesimo ringraziamento a Fantastici Stonati per i due validissimi consigli in materia. Non è colpa mia se ha dei buoni gusti, ecco! La Fiamma Azzurra e Malena senza sonno sono due titoli del catalogo Dark Zone che Caterina cerca di far leggere anche alla cassiera del supermercato ed è cosa buona giusta diffondere il verbo. La Fiamma Azzurra, scritto da Daniele Viaroli, è un…
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jujuygrafico · 2 years
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Convocan a ONGs para ocupar el tercer miembro del Comité Provincial para la Prevención de la Tortura
#Jujuy #DerechosCiudadanos #Legislatura | Convocan a #ONGs para ocupar el tercer miembro del #ComitéProvincial para la #PrevencióndelaTortura
En el salón “Presidente Raúl Alfonsín” se reunió la Comisión de Derechos Humanos y emitió la resolución que convoca a las Organizaciones No Gubernamentales de Derechos Humanos a postular al 3er. miembro que debe integrar el Comité Provincial para la Prevención de la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles (Ley N° 6137).A modo de detalle, la convocatoria a inscripción es para postulantes que…
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libros-argentinos · 3 months
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Hola gente, buenas noches. Disculpen por no actualizar últimamente acá o en el drive, la época de exámenes es brutal en esta época.
Hoy vengo a contarles sobre una situación de la que creo no muchos están al tanto. En los días previos, el gobierno actual "cerró" la página educ.ar. Para los que no saben, educ.ar era una página del Ministerio de Educación, "proveedor gratuito de contenidos en diversos formatos para nutrir el vínculo de las nuevas tecnologías con la educación en todos los niveles y acompañar a docentes y estudiantes tanto en la enseñanza como en el aprendizaje: cursos y talleres, aplicaciones, el sistema operativo Huayra, podcast y series audiovisuales que recibieron 56 millones de visitas el último año" (fuente: Página 12). Junto a al portal, también se perdió el sitio de Conectar Igualdad.
Digo "cerró" porque los trabajadores encargados del sitio recibieron un email diciendo “la puesta en mantenimiento tanto del Portal como de la Plataforma Conectar Igualdad hasta tanto revisen los contenidos". Dicha "revisión" de contenidos, tiene tintes de censura, ya que en en educ.ar había información sobre ESI (Educación Sexual Integral), previamente criticada por el presidente, e historia nacional reciente.
Sin embargo, Argentina es un país que aún tiene buena gente, y Juan P. Romano hizo un backup del portal:
Juan ha recibido muchos intentos de bajar la página por parte de los seguidores del presidente, pero por suerte es un experto en informática y el sitio está bien protegido. También está recibiendo sugerencias de otras páginas para salvar en caso de que quieran cerrarlas, pueden enviarlas acá:
https://resistenciapirata.jpromano.net
Pueden seguir a Juan Romano en su cuenta de twitter para ver actualizaciones sobre sus proyectos: @jpromanonet
Dudo mucho que tenga Tumblr, pero de igual forma le enviamos un saludo y un agradecimiento enormes por comprometerse a salvar la educación argentina.
-Malena
EDIT: ya está arreglado el link.
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sthavoc · 24 days
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Hi!!
I would like to ask for a chapter inspired by afterglow where enzo and the reader fight, because she was jealous of him with his ex, or any other girl, and their relationship was a secret because he wanted therefore the reader thinks he's cheating on her and that shw was secret bc it would be easier to cheat on her.
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˗ˏˋ🎇 𝐌𝐄𝐄𝐓 𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐀𝐅𝐓𝐄𝐑𝐆𝐋𝐎𝐖 | ENZO VOGRINCIC
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·˚ ༘ pairing: enzo x fem!reader
·˚ ༘ summary: with enzo wanting to keep your relationship a secret, you couldn’t help but to think other things after seeing malena’s comments on enzo’s posts.
·˚ ༘ warnings: angst(with happy ending), secret relationship, jealousy, cussing, crying, overthinking, mentions of cheating(assumption).
·˚ ༘ note: I decided to mix these two requests since they’re almost similar. also NO HATE towards malena, this is just part of the plot.
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There always had to be something. Something wandering in your mind that would make you overthink, always having you on the edge. And even more, if you had a secret relationship with a man that everyone wanted to be with. While you couldn't even hug, kiss, or appreciate him in public.
Relationships in secret can cause fights, trust issues, anything.
“¡Cuantas veces te tengo que decir que entre Malena y yo no hay nada!” Enzo’s voice hollered through the hallway of your house.
Enzo and you had been bickering back and forth about what had been going on between his comment section with Malena. So many comments, she would comment more on your boyfriend’s post than hers, you would think, with the jealousy that would poison your mind. You had given him the silence treatment but it all fell apart when he continued to ask you what was going on with you.
“Ay, por Dios, Enzo.” You pinched the bridge of your nose with a furrow. “Se ve que le gustas a la hija de—” You eliminate your words not wanting to go far with them. Your fists balled with a sigh.
“¡No digas estupideces! ¡Ella está con Matías, carajo!” There was rage in his voice, veins popping on his forehead, if it was possible to pop it with a pin, it would.
The room was hot, with the amount of screaming between the two. You were lucky all the windows were closed, if not the neighbors would’ve gotten a sound of it. No matter how much you tried to control the anger it would grow and grow, and with it, the tears that you felt were gonna come soon. The tears of anger and frustration.
“No tenemos nada.” Enzo’s words are repeated, once more. In a way to leave it evident.
“No te creo.” There was a small smile where all you could see was the corners of your lips raised. A sarcastic smile. “¿No crees que no vi un vídeo de ti con ella después de Los Goya?” You dared, by getting closer to him and pointing him in the chest.
“Estábamos charlando.” He gritted through his teeth.
It was devastating that you couldn’t trust your boyfriend. The idea of him cheating would boil your blood, and break you at the same time into millions. The feeling of a tornado inside of you that would quickly get out and take over everything in the relationship, you were afraid of that. As much as the problem was the both of you having the relation a secret, you would blame yourself for it, for exploding.
“Créeme nena.” Enzo’s hands tried to reach for you, but you drove him away not wanting to have him near you.
“Ya te dije, no te puedo creer.” You looked him in the eyes. Anger is full on them. “Como me pides que te crea si tenemos la relación en secreto ¿Ah?”
“Sabes que yo quería mantenerla los primeros meses por tú bien.” His anger was rising again.
His body figure walked towards you making you walk backwards, but the roles were switched after you started to speak—
“No me jodas, de seguro se te hace más fácil mantenerla en secreto para poder irte con otra chica.” Oh, your words were pushing it. With the anger that was blinding you, you weren’t calculating your words.
“¿Me estás jodiendo verdad? ¿Te estás escuchando? ¡Me estás acusando sobre algo que no es!” His finger went towards his ears in a motion.
“Tendría lógica, Enzo.” You whisper swallowing the lump. “Soy un secreto, ¿es más fácil así no?” You gift him a dead smirk, with the tears that were forming in the corners of your eyes.
“Nena, no llores por favor.” He decided to pay no attention to your previous comments and focused on the tears that were running down your cheeks.
“No, Enzo.” You decided to leave the sentimental aside and wipe the tears. “Será mejor que te vallas.”
You turned around to walk towards the entrance of your house, not even bothering to turn around to see if Enzo followed. You knew he was because you could feel his atmosphere behind you.
“Nena—” He called, but you didn’t stop. “¡Nena! ¡Dejame explicarte por favor!” Still no stopping.
The door swung open and you made a motion with your hand “Vete.” Enzo looked between you and the door, if you thought he would leave without fixing this, you were so wrong.
With his hand, he slammed the door closed making you furrow your brows in anger and ready to protest, but his short words left you silent. “Te sentas.” He points towards the couch.
You knew Enzo, nothing that you would do would make him alter his decision of not leaving. So the better answer was for you to walk over towards that couch, and sit even if you huffed in anger. The silence cried loud in the room, an uncomfortable silence that you didn’t know how to get rid of. By this time your anger was cooling off and you didn’t know how to apologize, but you wanted to. You guessed you were simply afraid of saying it.
And deep inside, you knew, that Enzo wasn’t cheating on you, but the games the mind would play and have you second thinking was what was burning you, and with you, Enzo, and the relationship.
Your body flinched at the contact of Enzo’s fingertips touching your knee, it brought you out of your zone, paying attention to how Enzo kneeled in front of you.
You didn’t realize what you said, not until you did, still being in the zone. “¿Me amas todavía?”
Enzo’s eyes were glued on you, hands still on your knees, but they traveled to your face to hold you. “No hay ningún día en que mi amor por vos no crezca.”
Some sniffles came from you. The tears began falling onto your cheeks but Enzo’s thumbs were doing the favor of wiping them away. Your voice hurt when you spoke. “Perdón por dudar de ti. Es que— se me hace difícil, no te puedo tocar, besar, o tan siquiera salir a tomar un estupido cafe y al ver que otra chica al reír posa sus manos sobre tus hombros o se ve muy juntita a ti me hace pensar que tal ves puedas estar con ella a escondidas, o como con los comentarios de Malena. Los celos hacen olvidarme que tú no eres así.”
“Lo se.” He gifted you a smile. He didn’t want to say much right now, he wanted you to let it out, let you speak how you felt.
But you felt rued, you didn't deserve someone like Enzo. No matter how much you would fuck up or say the most hurtful things, he knew you wouldn’t mean it. Because he knew you.
“Perdón por todo esto, por todo lo que dije. Y perdóname si te lastime, por favor. Todo esto es solo es en mi cabeza.” You took his hands off your cheeks and wrapped them in yours.
“No pasa nada, bonita. Perdóname vos a mí, por querer mantener la relación en secreto. Pensé que te estaba haciendo un bien y solo resultó haciéndote un mal.” He kept his eyes down on your interlocked hands. “Pero ya no más, no te pienso ocultar más. Me di cuenta que no importa cuanto trate de protegerte siempre va a pasar algo. Pero por lo menos estaré yo ahí para poder ayudarte, y que sepas vos que lo que digan no es verdad.”
The first smile after hours, finally grows on your face. The toxin was finally being replaced with the medicine that Enzo would give you, happiness.
“¿En serio?” Your voice was soft, barely hearable.
“Sí.” Enzo smiled with a soft squeeze from his hands. “Es muy cobarde de mi parte ocultar a una persona tan maravillosa como vos, chiquita.” He took his hand back to your cheek, placing a few strands of hair behind your ear.
“¿Te puedo pedir algo?” Your breath fell hot onto his hand that was close to your lips.
“Lo que sea.” A nod was delivered to you after his words.
“Dime que todavía eres mío, y que vamos a estar bien.” Your eyes were glistening, and they had a soft look compared to the previous sore ones.
Enzo got closer to you smiling before he spoke, “Soy tuyo, y vamos a estar bien. Sea lo que sea, pase lo que pase.” He kisses your knuckles, with the other hand that is still holding yours, not sure if you are ready at the moment for a peck. He didn’t want to push the limit.
You felt better knowing Enzo and you would finally make your relationship public. It was exciting at first, having a secret. Having the secret rendezvous, not telling anyone where the both of you would head to. Of course, with time it became a tad exhausting for you, but you would never tell Enzo anything.
So yeah, you were excited to finally make it public, and so was Enzo. Finally able to see everything, together.
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karylvsjuanii · 2 months
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Desvelado | Juani Caruso
tw: ningunoo, todo es súper fluff, algo cursi y menciona infidelidad pero es negada porque no sucede nada. Discusiones.
Por favor dime si hay un error o falta algo.
Basada en la canción “Desvelado - Bobby Pulido”
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Gordi, ya venís? - Pregunta Fran al otro lado de mi celular.
Estoy a 15 Fran, no empiecen sin mi porfa. - Pido finalizando la llamada después de un “no tardés más” de parte de Fran.
Iba manejando por las calles coloridas escuchando “desvelado” de bobby pulido.
“Muy buenos días a todos, y mejores por esta buenísima rolona, como están todos?”
De nuevo esa voz, si sigo así me volveré esquizofrénico.
Llevaba unas dos semanas aproximadamente enamorándome de una voz anónima que pasaba por la radio cada que tomaba rumbo a algún lugar por las mañanas, me había grabado de memoria la estación. La hora. Y la hora en la que se iba.
“Recuerden que la línea está disponible para que llamen para pedir una canción” “Oh, justo a tiempo”
Subí el volumen de la radio para poderla escuchar mejor.
“Hola?, Bien, vamos a reproducirla una vez y se acabe esta canción, gracias por su llamada, que tenga un muy bonito día”
Su voz sonaba tan tranquila, era como escuchar las olas del mar, me enamoré aunque nunca la conocí, y cada que vuelvo a escucharla, anhelo poder encontrarla por alguna de estas calles.
Sinceramente me considero un psicopata por decir todo esto, pero quien no se resistiría a esa voz de ángel?
Finalmente llegué a mi destino. Un restaurante donde se supone todos mis amigos me están esperando para pasar el rato juntos.
Mas tarde tendríamos que ir a una conferencia del cast principal, pero eso sería ya por la noche. Últimamente habíamos tenido esta rutina. Almorzar por la mañana y vernos en la noche para entrevistas, conferencias, premios.
Aburrido. Y más sin poder dejar de pensar en su voz.
Ya tienen su traje listo? Yo tengo que ir saliendo por el mío. - Felipe ríe por lo bajo.
Te acompaño. - Habla Matías antes de meter un pedazo de carne a su boca.
Listo, Juani? -
Blas iba a llevarme en su auto, ya que el mío estaba en mantenimiento y él se ofreció a hacerme el favor. Un amor.
En que tanto pensás, boludo? - Blas me pregunta sin alejar la vista de la carretera.
“No lo sé.” Suelto sin respuesta.
Blas, vos te pensás, tipo, que alto forro si alguien te contara que se está hasta las manos de una voz y no puede dejar de pensar en ella, aunque ni siquiera la conozca, pero incluso ha soñado en su querer, en estar en sus brazos, en que ella le habla. Repito. Sin conocerla. - Creo que estoy todo rojo.
Na amigo, estás re copado. Me estás jodiendo vo’ - Blas ríe haciendo montoncito con sus dedos.
No te jodo boludo, me estoy volviendo loco. Vos entendés eso? Juani, volviendosé loco por una piba que ni en pedo la conoce. -
Me siento aliviado de poder sacar mi frustración aunque un poco mufa por la reacción de Blas.
Me estás diciendo vo’ que por eso has estao’ re colgado por ella? Más bien, por una voz que probablemente sea de cualquier forra bagarta? - Se burla Blas.
Cerrá el orto cheto de mierda, no la conocés. - Quedé re picado por lo que dijo Blas, me hirvió la sangre a 1000 grados.
Ni vos tampoco, gil escracho. -
Okey, eso me envió a la concha de mi madre.
En un par de 10 minutos más, ya estabamos junto a nuestros compañeros y amigos, unos tomandose fotos, arreglandose, otros ya dentro de cabinas donde asignaron sus entrevistas, y los demas, aceptando las bebidas del lugar.
Amigos, me putearon todo. - Llega Mati riéndose.
Por que? Que hiciste pelotudo? - Pregunta Simón dejando su celular a un lado.
Naa, me llenaron de cosas que ni yo me acuerdo por quedarme colgado con la gila que estaba ahí metida en la cabina, era como una de ahí, re linda ella eh. - Matías toma un vaso de agua para llevarlo a sus labios y dar un sorbo sin dejar de vernos.
Te gustó más que Malena? - Pregunto riéndome.
Obviamente, la piba ha de ser unos 10 años o 10 siglos menor que malena. - Felipe ríe burlándose.
No estes jodiendo forrito, tampoco pa tanto, te la dejo a vos que te hace falta una manita eh. - Ríe alejándose lo más rápido de Felipe que inmediatamente fue perseguido por él.
Veía twitter tranquilamente en lo que esperaba pacientemente mi turno, me tocaba después de Enzo.
Pasé viendo todos los comentarios que hacían al respecto por mis rt. Últimamente eran solo de alguien que me gustaba y de lo mucho que me encantaba su voz. Ya se imaginarán las reacciones de todas. A veces eran re bardas las pibas.
Che, Juani, tu turno. Suerte. - Enzo toca mi hombro demostrándome amabilidad, no sin antes dejar una sonrisa y desaparecer de mi vista.
Él y todos sabíamos en sí que a veces era algo tedioso ser entrevistado. Che, cuidar que decís, que hacés, que opinás, las preguntas re incomodas que al toque hacen, vos sabés boludo.
Doy un último sorbo a mi agua helada, y me dirigí con cortos pasos a la cabina número 3, antes adueñada de Enzo.
Y hasta el momento, sigo creyendo que haber cruzado esa puerta fue la mejor decisión de toda mi vida.
Hola Juani, cómo estás? - Se acercó a mi dejando a un lado un frasco que parecía ser un gel.
Extendió su mano con una sonrisa en su rostro, mirándome.
Su voz fue lo primero que me hizo derretir, y ahora estarla escuchando de la nueva niña de mis ojos, me hizo sentir escalofríos.
Era ella. Y no lo dudé ni un segundo.
Parece alta pero no más que yo, llevaba puesta una falda color negra y una blusa color vino de manga larga la cual descubría sus hombros y dejaba ver su clavícula marcada, ese color hacía resaltar demasiado su tono de piel, era blanca como si en su vida hubiera estado bajo el sol y su cabello hacía que se viera aún más.
Qué tal?, Todo bien y vos? - Devuelvo el saludo, encantado.
Igual que vos, un gusto. - Su mano se alejó de la mía, al igual que su cuerpo para llegar a donde antes estaba y señalarme con su dedo un asiento rodeado de cámaras, luces, y micrófonos.
Seguí su indicación y tomé asiento a donde ella señaló.
En la cabina habían más personas vestidas de negro, con cables, computadoras, micrófonos, luces por todos lados, tripiés, e incluso mates.
Empezaron a retocarme un poco el rostro con polvo iluminador, también pasaron un peine por mis rizos, un spray fijador y más polvo.
Para ser sinceros, no preste atención a lo que estaban haciendo conmigo, y no me interesaba, estaba muy ocupado viéndola.
Se encontraba anotando unas cosas en una agenda y computadora, sin dejar a un lado un mate en lo que parecía ser una guampa.
Se veía tan atenta en lo que hacía, tan bonita.
Bien, Juani, como última pregunta. Fuertemente suplicada por tus fans. Quién es esa afortunada chica de la que estás enamorado? -
“Que chota?”, Pensé.
Vos, sos vos mi amor hermosa, la tengo en frente.
Claro que eso es lo que quería gritar, lástima que soy puto.
Ah, eso, una pibita por ahí, secreto. - Digo riendo, jugando con mis manos mostrando nerviosismo. Sabía los altos edits que se venían de esto.
Mm, no es lo que esperaba, la verdad, si te soy sincera, me gustaría saber quien es esa chica. Dicen que estás muy enamorado de su voz, es eso cierto, Juani? - Pregunta mi próxima mujer y dueña de mi corazón, haciendo que una sonrisa invada mis labios.
Si, eso es cierto, me fascina su voz. - Asiento, dándole la razón.
Si? Debe ser una muy bonita voz entonces. - Veo una sonrisa formada en sus labios rosados. Que mujer más perfecta.
De repente quiero sacar el anillo.
Eso es todo Juani, muchas gracias por tu tiempo. Un gusto y que tengas linda noche. - Me dedica nuevamente una sonrisa despidiéndose.
Las cámaras ya se habían apagado. Pues yo era el último.
Gracias a vos, pero no me gustaría irme sin antes pedirte una canción para mañana en tu estación. - Puedo notar su asombro y sonrojo rápidamente.
Oh, muchas gracias, y claro que si. Cual es? - Me acerco lentamente hacia ella con una sonrisa.
Desvelado, de Bobby Pulido. -
Por supuesto, para tu enamorada, verdad? - Ella se cruza de brazos riendo.
Exactamente, oh, y podés leerle este papel cuando pongan la canción? - Saco de mi bolsillo el papel para entregárselo.
Si, no te preocupes. Gracias Juani. - Vuelve a lanzarme una sonrisa y yo salgo de la cabina con una cara de bobo. Anhelando volver a escucharla, volver a verla.
Y para despedirnos, quiero poner una canción a petición de alguien con el que tuve la oportunidad de hablar, espero estés escuchando esto. - Digo antes de dar click a la canción en Spotify.
La radio empezó a reproducir “Desvelado”.
“Será fe que yo encontré
Una voz de ternura
Que me llena de placer
Cuando la oigo hablar
Con ella me enamoré
Que nunca la conocí
Sueño en su querer
Y en sus brazos quiero dormir
Escucho cada día la radio
Seguro que la vuelvo a oír
Por el cielo busco mi estrella
A la luna quiero subir
Voy desvelado
Por estas calles esperando encontrar
A esa voz de ángel que quiero amar
¿Dónde andará?”
Antes de escuchar el último verso de la canción, bajo un poco el volumen de esta.
Y finalmente una nota dejada por él para su dichosa enamorada. - Abro la nota que Juani me dio antes de irse por esa puerta la noche anterior.
“Al final si te encontré. La dueña de esa voz” - Juani.
“Juanicar comenzó a seguirte”
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miskhalie · 2 months
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Besos Robados (Parte 1) - Matías Recalt x Reader x Enzo Vogrincic
Pairing: Matías Recalt y Enzo Vogrincic
Advertencias: La parte de antes del sexo.
Notas: ¿Parte dos? Comenta!
Hacia unos días atrás, después de los Goyas, que se quedaron un par de compañeros a seguir festejando la cantidad de premios recibidos. Fueron a un after y siguieron con los tragos y la musica, en el reservado se oía mucho más floja, con la oportunidad de poder charlar aún con la música puesta.
Al ser veinteañeros, la mayoría, decidisteis jugar a la botella, como cuando eran adolescentes. Algunos prefirieron bailar o seguir tomando tragos, pero una minoría quiso jugar. Generalmente ya ibais un poco bebidos por lo que la sensación de lo prohibido vibraba en el aire. Por suerte no eras la única chica, sino que algunos habían traído a sus parejas.
La primer pareja que quiso jugar fue la de Matías y Malena. Tú los habías visto besándose por los rincones y riendo de bromas suyas y habías tenido curiosidad. No era un secreto que Matías era un chico guapo, y que según el beso en el set que os disteis, él como Canessa y tú como Laurita, besaba de lujo. Verlos tan pegados, disfrutando el uno del otro te hizo suspirar y pensar como sería si tu fueras su novia. Si te besara y te tocara de esa manera.
Tu vida amorosa era complicada, no podías tener a Matías por quien empezabas a sentir algo y también disfrutabas de tiempo a solas con Enzo. Había empezado tras el rodaje de la película, tú estabas soltera y para él estabas super buena y eras una compañía encantadora, y viceversa. Besaba como si siempre hubiera sabido besar. Era una sensación tan sobre-acogedora que no podías evitar terminar en la cama la mayoría de veces. Y no te quejabas de ello. Pero no era nada serio, simplemente erais amigos con derecho a roce.
La segunda pareja en ofrecerse fuisteis vosotros. También se unieron varios chicos y chicas más, solteras o con pareja. La botella empezó a rodar con la tirada de Malena, quién le toco con un chico al que no conocías. Seguidamente de silbidos y gritos, era tu turno. Así como giraba parecía que fueras a besarte con Blas, pero no fue así. La botella se paró entre Enzo y Matías. Malena te dijo que volvieras a tirar que eso no contaba. Lo volviste a hacer con un resultado totalmente idéntico. Agustín dijo que eligieras quién más te gustaba, guiñándote un ojo. Para él era fácil, solo miraba con su novia al lado.
Besaste a Enzo, casi por costumbre, pero no sin sentir la pasión y la lengua cariñosa de él. El beso era suave y dulce. Había tomado un trago con sirope y podías lamerlo en el interior de su boca. Un escalofrío te subió por la espalda. Quisiste agarrarlo y nunca soltarle. Pero eso era lo que te provocaba el alcohol, una facilidad para calentarte con cualquier roce. O simplemente era Enzo, que era lo más probable.
Matías bebió de su copa un poco enfurruñado. Al parecer, no era un secreto que el joven había puesto el ojo sobre ti, un secreto a voces incluso, menos para ti. Tú solo sabías de su relación abierta pero no querías inmiscuirte, por lo que decidiste besar a Enzo, por mucho que os hubieras besado previamente. Aún así, Matías sintió un deseo extraño: los dos increíblemente atractivos besándoos como si no hubiera un mañana de la forma más pasional que hubiera. Puede que quisiera algo de eso. Suspiró y miró a sus novia, ¿le importaría si sucediera algo así? Probablemente no.
Por como avanzaba la noche, sabías que ibas a irte a la habitación de hotel de Enzo. No os dejabais de mirar y no podías resistirte a sus encantos de caballero. Te susurraba al oído y te estremecías, te daba de beber de su trago, te besaba en el cuello cuando alguien le tocaba besarse con otra persona. La fiesta no tardó en terminar y con las limusinas os fuisteis todos al hotel reservado.
Nota: ¿Qué pasara? ¿Enzo y tú pasareis la noche juntos? ¿Se unirá Matías? Eso lo veremos en la parte dos, si es que os interesa. Comentad o dad me gusta y me lo haréis saber.
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casos ilícitos
Matias Recalt x f!Reader
Cap. 4
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Depois de dias de camisas xadrez e noites em que você me tornou sua. Agora você envia minhas coisas de volta e eu caminho para casa sozinha.
Muitoooo animada pra esse capítulo, dessa vez irá ser pelo ponto de vista do Matias pra gente entender um pouco a perspectiva dele. Esse também é o primeiro capítulo com cenas mais explícitas. Matias com ciúmes? Teremosss!!!! Espero que gostem ☺️.
Obs: algumas notas explicativas no final!
Avisos: Smut, fingering, linguagem imprópria, ciúmes, possessivo, angst.
Palavras: 7 k **Já peço desculpas pelo capítulo extenso, os próximos vou tentar fazer menores, mas aproveitem 🙌 !!! **
A noite do restaurante só poderia ser descrita como um desastre absoluto, confuso e inquietante. Assim que você saiu pela porta do banheiro, chateada e apressada, o garoto não soube direito como reagir. Ou melhor, ele não soube como reagir ou o que pensar a respeito da conversa inteira que tiveram. Então só ficou calado, com medo de dizer a coisa errada, te deixando pensar, e assumir o pior da situação e dele. Você era sempre tão calma e racional, então não esperava que iriam ter uma discussão tão acalorada, e ainda mais em um lugar público, com todos os seus amigos do lado de fora os esperando. Ele considerou se deveria te seguir, se deveria tentar te acalmar, e explicar as coisas, mas na promessa de que? O que ele te diria que você já não soubesse? Ele era um idiota e tinha te decepcionado, não tem muito mais o que dizer sobre isso.
Mesmo não querendo que a noite terminasse nesses termos, também não queria te pressionar, e arriscar piorar ainda mais a situação. Então achou melhor te deixar ir embora, e tentar falar com você em um outro momento. Ele te daria espaço se era isso o que você queria, e precisasse. Mas ele não aceitaria o fim de tudo. Preferia acreditar que você estava exaltada e não pensou direito no que disse. Ele precisava acreditar nisso, se não perderia a sanidade ali mesmo.
Após alguns minutos de debate interno, considerando todas as suas opções, inventou algo para os meninos, dizendo que você saiu às pressas porque estava indisposta- o que eles fingiram acreditar, e não questionarem nada, vendo o desespero na cara do garoto – e quinze minutos depois se encontrava na frente de seu prédio. Não ousou interfonar ou pedir para subir, só queria ver se você tinha chegado em casa bem, e em segurança. Não gostava muito da ideia de você entrar no carro de um desconhecido para ir embora, não importasse a quão brava você estivesse com ele, sua segurança deveria vir em primeiro lugar. Então precisava constatar se estava tudo certo, e vendo a luz saindo por sua janela, a qual correspondia ao seu andar, ficou mais tranquilo. E agindo como o mesmo covarde que foi a noite toda, ele dá as costas, e vai embora.
Ele não conseguiu dormir direito aquela noite, só repassando a cena em sua cabeça repetidamente, de novo, e de novo. Se perguntando como um jantar agradável, chegou a aquele ponto. Para começar, não esperava que Malena fosse aparecer lá, não mesmo. Não foi o que ele queria quando mencionou casualmente que sairiam pra comer no mesmo lugar de sempre – após ser questionado se teria planos para aquela noite - Achou que havia ficado explícito a falta de convite, mas obviamente não foi claro o bastante, já que apareceu lá de qualquer maneira.
Ele ficou afetado em vê-la, é óbvio. Desde que a mesma voltará de viagem, a alguns dias atrás, eles só trocaram mensagens, e foi a primeira vez que ele a viu pessoalmente em anos, desde o término. E ela estava tão linda quanto ele se lembrava. Mas a situação saiu de controle conforme conversavam, e ele via o quão desconfortável você parecia, tendo que presenciar uma estranha o tocando, e ele não a afastando. Nunca haviam definido o que tinham, mas sabia que você não ficava com outras pessoas, e esperava que você soubesse que ele também não. Então porque ele afastava todas as garotas que flertavam com ele, mas não essa em específica? Ele não queria pensar no motivo, ou que você soubesse agora.
Malena sempre foi de toque físico, e ele não queria constrangê-la naquele momento, dizendo para manter a formalidade, mas também não queria te chatear, então disse para ela, que eles poderiam conversar melhor em outra hora, só os dois. Sem seus amigos, ou você olhando. Então se despedem, e ao contrário do que imaginou, com a partida da garota mais velha, as coisas só pioraram. A briga no banheiro, seu olhar de mágoa e decepção, e as palavras lançadas impiedosamente, em um momento de raiva.
Ele queria de verdade se acertar com você, mas não sabia como se sentir no momento. Vocês tinham algo especial, ele sabia disso, mas será que era o bastante para firmarem em um relacionamento? Ele tinha medo de se envolver com outra pessoa, e mesmo com você tendo sido paciente, muito mais do que ele poderia pedir, ele sabia que isso não duraria por muito tempo. Eram claras as intenções da Malena ao ir encontrá-lo, e querer vê-lo, e mesmo se odiando, ele estava dividido.
Com Malena, ele saberia o rumo que as coisas tomariam. Continuariam de onde pararam, e ele permaneceria em sua zona de conforto. Com o mais do mesmo, com o conhecido, e usual. Tendo a mesma rotina monótona de sempre. Já com você, seria completamente diferente. Você era um livro de mistérios, o qual ele descobria um novo capítulo toda vez que te via. Se perdia em você, se maravilhando com cada nova coisa aprendida a seu respeito. Ele se desafia, e descobre mais coisas sobre si mesmo quando estão juntos, e detesta isso. Você não deveria fazê-lo se sentir desse jeito, fazê-lo se sentir especial ou importante. Ele estava acostumado a ter o controle da situação, mas com você, era impossível. E enquanto tenta se decidir se isso é realmente algo bom ou ruim, ele cai no sono, esperando que o dia seguinte seja melhor.
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Ele acorda se sentindo um lixo, seja por causa da briga, ou pelas poucas horas de sono que teve aquela noite. O sentimento de preocupação em saber como você estava, ainda era presente, mas ao mesmo tempo, estava hesitante se deveria te mandar uma mensagem, e questionar, ou até mesmo arriscar te fazer uma visita, o que duvidava que você iria apreciar neste momento. O único alívio que sentiu, foi quando alguns minutos depois, olhou no grupo de mensagens, e viu que você havia respondido os garotos, dizendo que estava bem. Dando sinal de vida. Mas só isso. Ele queria te dar um tempo, e até mesmo organizar os próprios pensamentos, mas era difícil. Se acostumou tanto com sua presença, que não sabia como ficar sem você. Mas no momento, isso era o melhor, e ele sabia. Então o resto do domingo foi gasto tentando ter concentração o bastante para adiantar alguns trabalhos da faculdade, vendo algum filme, que ele não se importou em lembrar o nome, e ignorando as notificações da garota mais velha, que insistia em enviar mensagens a ele. Não queria responder, ou falar com ninguém no momento. Só se esse alguém fosse você.
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Na manhã seguinte, com quase nenhuma vontade, ele se levanta, e se prepara para o treino. Não tem ânimo para planejar ataques, ou motivação para se exercitar hoje, e até pensa em não comparecer, mas então lembra, que se ficasse em casa, provavelmente a vontade de te ver só iria piorar, e dessa vez ele não iria pensar no seu espaço, ou a quão possessa você deveria estar ainda com ele. Só iria pensar em te encontrar e te ter pra ele.
Duas horas depois, com um bufo de irritação, ele deseja consigo mesmo que tivesse ficado em casa. Ele foi uma droga no treino, não conseguindo se concentrar, e inerte o tempo todo. É meio idiota, mas ele sempre desviava o olhar para as arquibancadas para ver se você estava lá. Se iria acenar pra ele, dar um grito de motivação, ou até mesmo só ficar assistindo quieta, e com um olhar de preocupação toda vez que ele errava uma jogada, ou acabava no chão. Mas toda vez que ele olhava, o lugar estava sem ninguém. Não tinha você, não tinha gritos, risadas ou motivação. Só um grande vazio.
Isso com certeza não colaborou para que seu humor melhorasse, tirando o fato dos outros jogadores do time, e amigos dele, zombarem do quão péssimo seu desempenho havia sido. Ele estava estressado, e com um pesar, se lembrará que normalmente após o treino, ele seguiria para sua casa. Iria para desfrutarem de um tempo juntos, antes de suas aulas começarem. Comeriam alguma coisa, depois ele te comeria, conversariam sobre algo até dar o horário, e você ter que despachá-lo para ir embora. Mas hoje não seria assim, e ele não queria lembrar de sua ausência, ou o quanto está sentindo sua falta agora.
Assim que chega em casa, deixando suas coisas esparramadas pelo lugar, se dirige até a cozinha, procurando algo para comer. Estava faminto. Assim que começa a consumir a primeira coisa que encontra pela frente, nota alguém se aproximando, e Fran aparece, com um olhar zangado e fechado:
- Como foi o treino? – Diz com a voz sem transparecer emoção alguma.
- O mesmo de sempre. - Responde, não querendo entrar muito no assunto, e explicar a grande perda de tempo que ele passou ao se obrigar a entrar naquele campo.
Tentando mudar o tópico da conversa para outra coisa, não querendo focar nele, ou no grande dia de merda que estava tendo, acha que encontrou uma boa o bastante ao avistar uma caixa de tamanho médio, encostada ao canto, e pergunta:
- Chegou alguma coisa? – Diz apontando com a mão desocupada, enquanto começa a guardar os restos do que estava comendo.
- Chegou sim, é para você – Matias não consegue deixar de notar o tom ácido que sai da boca do garoto. Estranhando, pois normalmente Fran é calmo pela manhã. Na verdade, ele é calmo o tempo todo. Ele quem costumava ser o invocado dos dois.
Decidindo ignorar o comportamento inusitado de seu colega de quarto, segue em frente em direção à caixa, tentando se lembrar de quando, ou o que ele havia comprado, pois não estava esperando nada. Quando finalmente abre, e vê o que tem dentro, seu coração erra uma batida:
- O-o que? – Solta gaguejando, sem conseguir formular uma frase.
Com as mãos trêmulas, abre totalmente o embrulho, quase rasgando toda a caixa no processo. A primeira coisa que avista, são algumas peças de roupa. Não é nenhuma peça em especial, mas ele se lembrava delas bem o bastante para saber que eram as que estavam guardadas em sua casa. O que droga elas estavam fazendo aqui?
Como se estivesse em um transe, começa a retirar rapidamente tudo do interior do pacote, sem se importar com a bagunça que a pilha de roupas está formando ao seu redor, até que ele para abruptamente. O moletom dele também está aqui. Aquele que você adorava, e se recusava a tirar do corpo em dias frios. Ele pega o agasalho e olha desacreditado para aquilo. Por que essas coisas estavam aqui? Você tratava aquela peça como o seu bem mais precioso, como se fosse algo novo e supercaro, não como o tecido super gasto que era, então por que isso estava na frente dele agora?
Vendo a cara de confuso do rapaz, e se compadecendo, Fran decide dar um contexto, e explicar o que aconteceu:
- Ela veio aqui mais cedo, para devolver suas coisas - Diz, e com nenhuma resposta do outro, continua - Disse que você tinha esquecido na casa dela.
Matias só continua olhando repetidamente para suas coisas, tentando assimilar tudo, e aparentemente, não estava conseguindo O garoto de olhos claros, solta um suspiro cansado.
- Vocês estavam ficando, não é? – Questiona finalmente, querendo acabar com a enrolação.
- Nós estamos ficando, no presente – Responde rapidamente, retrucando, e com um leve tom de raiva em sua voz. Vocês não terminaram, e mesmo com as palavras ácidas expelidas de sua boca, ele sabia, ou pensava que sabia, que vocês iriam se acertar. Precisava acreditar nisso.
- Não é o que parece, ela veio devolver as suas coisas, cara! – Rebate com sarcasmo e desdém.
- A gente resolve isso. – Vocês poderiam resolver, certo?
- É por causa da Malena, não é? Vocês vão voltar? – É possível notar o quão hesitante o garoto de olhos claros está em saber a resposta.
É a primeira vez que alguém o questiona isso em voz alta. Obviamente essa possibilidade passou pelos garotos, e por você também, devido ao jantar desastroso, mas ninguém, inclusive você, o questionou diretamente. E ele gostaria de saber pra poder responder, mas ele não sabe. Ele gosta de você, e muito. Mas Malena já é alguém com quem ele teve algo, e não consegue deixar de pensar, se ele queria tanto a garota mais velha, então porque simplesmente não respondia as mensagens dela, e te deixava partir de vez?
- Eu... eu não sei. – Conclui por fim.
E com isso, o outro garoto só lhe lança um olhar reprovador e o dá as costas, indo em direção ao quarto, fechando a porta bruscamente, causando um barulho alto, e o deixando sozinho com seus pensamentos e agonia.
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A semana se passa lentamente, cada segundo demorando uma eternidade, e os dias parecendo durar meses. Ele tentar ocupar esse tempo sem pensar em você, e mesmo com trabalhos, treinos, e provas, ele não consegue. Ele realmente tinha achado que em algum momento, você iria se arrepender, e ir procurá-lo, o que óbvio, não aconteceu. Ele sabia a quão persistente, e obstinada você poderia ser, o que ele sempre achou um traço incrível de sua personalidade, mas estava começando a odiar à medida que usava isso contra ele.
Quando finalmente o final de semana chega, ao contrário do que pensava, ele não estava com ânimo para nada, e os outros garotos pareciam compartilhar desse mesmo sentimento. Sem maiores planos, decidiram se reunirem todos no apartamento, para beberem, e jogarem alguma coisa enquanto conversam. Mas assim que chegam, se surpreendem ao não verem a mesma garota sorridente de sempre pela casa.
- Ela não tá se sentindo melhor ainda? – Enzo questiona. Normalmente você era uma das primeiras a chegar, sempre tentando ajudar em tudo e ser útil.
Matías já esperava que você não fosse aparecer, já que nem se dignou a responder as mensagens no grupo, quando foi feito o convite. Isso não significa que doeu menos.
- Desde sábado que ela ficou estranha, e acho que é por causa da sua ex - Aponta Steban, enquanto se dirige a cozinha e começa a guardar as bebidas que trouxera consigo na geladeira.
Que ótimo, tudo o que ele precisava para melhorar a sua semana caótica, era que trouxessem à tona justamente o assunto do qual ele estava tentando não pensar.
- Quer dizer, eu entendo que ela gosta do bocó aqui, mas ficar bravinha só porque a ex dele apareceu? É ridículo! Eles nem tem nada. – Diz Simon em tom de deboche.
Vocês não têm nada. Nada. Ele odeia essa palavra, e não está gostando nenhum pouco da forma como estão falando ao seu respeito. Para os olhares alheios, até pareceria que você estava exagerando, mas não era uma reação infundada. Tinha algo entre vocês, e mesmo não concordando com a discussão, sabia que era um direito seu se sentir como quisesse nessa relação, se é que ainda tinha alguma. Ele está chegando ao seu ponto de ebulição e não sabe como fazer parar. Sente como se pudesse explodir a qualquer momento.
- Dava pra ver que ela queria ficar com o Matias, só não sabia que ela era tão obcecada, e grudenta assim – Continua Simon com ironia.
- Não fala dela assim! – O garoto perde a postura e solta as palavras sem pensar. Ele não conseguiria ficar ouvindo alguém te criticando, e não interromper imediatamente - A gente tava ficando, satisfeitos? Por isso ela ficou brava. – Admite finalmente, querendo logo acabar com a discussão.
Está feito. Está tudo as claras agora, e estranhamente, ele se sente aliviado, como se tivesse tirado um grande peso das costas. Mas ao ver o olhar dos outros, percebe que está cedo demais para sentir qualquer tipo de alívio.
Enzo, é o primeiro a se pronunciar em meio a todos:
- Peraí, vocês estavam ficando todo esse tempo? – Diz em tom indignado.
- Sim – Confirma – Na verdade, ainda estamos. – Explica, tentando se convencer.
Fran, o qual o ignorou a semana toda, acha que esse é um bom momento para aparecer, e decide entrar na conversa:
- Não tenho tanta certeza disso, ela veio aqui segunda e devolveu as coisas dele – Conta ao resto do grupo - Ah mais uma coisa, ela também devolveu a cópia das chaves. - Termina dizendo com aborrecimento.
Fran retira o pequeno objeto do bolso, e joga em direção a cara de Matías, que o pega um pouco antes que atinja o seu rosto. Isso é mais sério do que ele pensava, se você devolveu sua cópia, era tentando dizer que não planejava mais voltar aqui. Ele ainda está inerte pensando nisso, quando é acordado pelos garotos e suas perguntas.
- Há quanto tempo isso? É recente? – Steban pergunta, enquanto retira um isqueiro, e acendo o cigarro que tem entre os dedos. Todos na sala dirigem seu olhar para o garoto, impacientes, para saberem logo a resposta.
E com muita vergonha ele fala a verdade. Ele já começou, então agora vai até o fim.
- Nós já estávamos saindo quando apresentei ela pra vocês. – Não demora muito para que todos façam as contas.
- Mas isso foi a meses! – Enzo retruca descontente.
Ele murcha em seu lugar.
-É, eu sei. – Responde com o olhar baixo.
Todos estão com expressões desapontadas nos rostos. Vocês dois vem mantendo segredo do restante do grupo, e eles não conseguem parar de questionarem o motivo. Se era porque não confiava neles, se não queriam estragar a dinâmica da amizade, ou se havia outra razão, ou mais especificamente, um outro alguém. Eles estiveram presentes em todo o relacionamento com Malena, então sabem do afeto que o garoto, e a ex tinham um pelo outro.
- Você ainda tem aquele acordo com a Malena? Por isso não assumiu a garota? – Enzo está possesso agora. Ele foi o que mais havia se afeiçoado a você.
O acordo. Ele nem imaginava que os meninos ainda se lembrassem disso, mas sim, foi esse o fator principal dele não querer levar as coisas entre vocês para frente. Não é preciso ele dizer nada, o silencio já fala por si só. Enzo fecha os olhos, tentando manter a calma, e diz por fim:
- Ela gosta de você, de verdade. O mínimo que você deveria fazer, é ser honesto com ela. – Ele é repreensivo e firme em sua afirmação.
Matias só acena com a cabeça em concordância com o mais velho. Você merece ao menos saber o que aconteceu, e o motivo do comportamento dele, mesmo sabendo que você não vai gostar nenhum pouco. E mesmo com medo de você julgá-lo, e odiá-lo mais ainda, ele tem que fazer isso, e depois dos recentes acontecimentos, não tem hora melhor do que agora. Mas quando anuncia sua decisão de sair pra te procurar, e tentar se resolver, Enzo diz com fervor:
- Você não está indo lá pra voltar com ela, e sim para se desculpar, e ser honesto. – Informa á ele, como se estivesse dando uma bronca, um aviso de que não deveria ultrapassar nenhuma linha. - Se não quiser ficar com ela, então a deixe em paz depois disso, e siga em frente – Diz duramente, mas ficando com pena do mais novo, e deixando a raiva de lado, prossegue - E vê se não estraga tudo. – Adverte por final.
E assim, se despedindo do grupo, sai a sua procura, esperando voltar com boas notícias. Com esperanças de que talvez você fosse compreensiva, e o perdoasse, podendo realinhar tudo o que sentem um pelo outro.
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Estacionando a alguns metros de distância do seu prédio, ele fica empacado no mesmo lugar, com os olhos fixos no volante, sem coragem de deixar seu assento. Ele saiu de casa com tanta determinação, mas conforme se aproximava de seu destino, se perguntava cada vez mais se essa era mesmo a decisão mais correta. Será que você ao menos o deixaria subir quando o interfone tocasse? Mas já se passou uma semana, sua raiva deve ter diminuído um pouco, e ele não acha que possa aguentar mais tempo do que isso separado de você.
Com um suspiro resignado, decide soltar o cinto, se libertando. E quando está prestes a abrir a porta do veículo, ele te avista, paralisando. A primeiro momento, ele aperta mais os olhos, tentando focar melhor, para ver se realmente era você, e não algo que ele estava projetando ou confundindo. Mas era você, tão perto, e ainda assim tão longe.
Você está saindo de um carro desconhecido, e enquanto ele está nervosamente tentando abrir a porta, e sair o mais rápido possível para te abordar, ele para ao perceber que você não está sozinha. E fica curioso ao ver você com um homem. Um homem mais velho, alto, e que ele amarguradamente tem que admitir, poderia ser considerado atraente.
Você está parada ao lado da porta do passageiro, encostada no carro. E o sujeito, dando a volta no veículo, se junta ao seu lado, enquanto te encara e começam a conversar. Ele está muito perto. Mais perto do que um colega ficaria. Quem era ele? Do que estão falando? E por que precisam conversar tão perto um do outro? O espaço pessoal existe para um motivo.
A mente do garoto corre solta, imaginando várias possibilidades, e ele acha que pode literalmente queimar de raiva quando você abraça esse estranho, ficando com o rosto escondido no pescoço dele, e ele passando a mãe em suas costas. É bom que aquela mão fique só ali, e não tente nenhuma gracinha, ele pensa irritado.
Quando pensa que não pode ficar pior, é surpreendido com o homem se afastando, e pegando um buque de flores, te presenteando. E ao contrário de você, a reação dele não está nenhum pouco feliz, ou satisfeita. Quem ainda faz isso?! É brega pra caralho! E não pode acreditar na quão animada você ficou com essa merda. Radiante e alegre, o completo oposto de quando o viu pela última vez. E mesmo sendo torturante, continua vendo a cena se desenrolar a sua frente.
Você não tem paciência para esperar que ele te entregue aquela porcaria, e corre para o abraçar – Outra vez! - Por pouco amassando as flores que estavam na mão do babaca. O garoto aperta o volante com força, até os nós dos dedos ficarem completamente brancos, e quando a exibição de cafonice acaba - Finalmente! – Vocês entram no carro, se dirigindo a garagem do prédio e sumindo de vista.
Ele tenta assimilar o que acabou de presenciar. Você estava trazendo homens pra sua casa? O lada dele na sua cama nem tinha esfriado e você já estava o substituindo? Não. Você não era assim, e ele não queria tirar decisões precipitadas, mesmo sendo difícil enxergar a situação de outra forma.
Mais frustrado, e confuso do que estava quando veio, ele dá meia volta com o carro e volta para casa, e quando passa pela porta com a expressão de poucos amigos, nenhum dos garotos precisa lhe perguntar nada para saber que independente do que aconteceu, não havia sido nada bom.
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Passando o domingo se recusando a falar com alguém, Matias é grato pelo chegar da segunda-feira, e poder ir ao treino de Rugby. Assim, ao menos teria no que descontar sua frustração, e poder redirecionar toda a sua raiva em algo produtivo, e tentar ser bom em favor de seu time.
Quando o treino chega ao fim, todos vão se trocar no vestiário, substituindo os uniformes surrados por suas roupas cotidianas. Apenas Simon, que insiste em usar a jaqueta idiota do time, pois gosta de exibi-la com orgulho no Campus para qualquer indivíduo do sexo feminino. Mas o resto, está como sempre, e desta vez, parecem mais satisfeitos com a desenvoltura do garoto com as melhores pernas do time, mas preocupados também. Ele estava quieto, o que é muito incomum, e se recusava a contar o que havia acontecido no sábado. Não querendo que ele ficasse sozinho naquele estado, se afundando mais em sua autopiedade, decidem ir todos juntos ao apartamento de Fran, para tentarem animá-lo e almoçarem juntos. Você não vai comparecer, é claro, e ele não gosta de como a sua ausência está se tornando cada vez mais constante.
Ele não precisa de babá, e também não está contente com a imagem frágil, de coração partido que deve estar passando, mas realmente queria pensar em outra coisa, e quem sabe um tempo com seus amigos o ajude um pouco. Então concorda, e todos, sendo eles, Matias, Enzo, Steban e Simon, entram no carro de Fran, quem fez o favor de lhes dar uma carona até sua casa.
Eles tentam engatar em uma conversa sobre o jogo, contando a Fran, já que o mesmo não fazia parte do time, em como o garoto de cabelos compridos havia se saído bem, uma tentativa falha de tentar animá-lo o bajulando. Mas nem isso foi o bastante para acabar com o mau humor dele.
No meio do trajeto, decidem que estão com muita fome, e não vão ter paciência de prepararem, ou pedirem algo e ter que esperar chegar em casa.
- Cara tô com fome pra caramba, vou desmaiar se não comer alguma coisa – Reclama Simon dramaticamente no banco de trás.
- Vou parar pra abastecer, se quiserem algo vão na loja de conveniência. – Responde Fran, já dando uma alternativa para o problema.
Enquanto Fran abastece, o restante dos rapazes vai até a loja, se preparando pra pegarem o máximo de coisas possíveis, alguns salgadinhos, bebidas e cigarros. Normalmente ele também estaria faminto, mas no momento ele só quer ir para casa, só desceu do carro, pois sabia que se ficasse esperando do lado de fora, os outros iriam se distrair, e demorar mais ainda.
Assim que entra, automaticamente vai em direção aos doces, já acostumado, pois eram os seus favoritos, e o que você sempre pedia. Mas quando chega, ele pensa que finalmente perdeu a cabeça e enlouqueceu de vez. Ele te avista parada bem ali, segurando duas barras de chocolates, e tentando decidir qual delas levar. Você está linda. Ele te viu a apenas dois dias atrás, mas foi de longe, e dessa vez, estava tão perto, mas não o bastante, e antes que ele possa impedir a si mesmo, ele caminha até você. Não é preciso te chamar, ou algo do tipo, pois você instintivamente já se vira, e encontrando o olhar dele, ele paralisa, sem saber o que fazer. Então diz a primeira coisa que vem em sua mente:
- Oi – Solta simplesmente.
Ele se xinga mentalmente, ele pensou em tantas coisas que queria te falar e te explicar, mas assim que te vê, perde a postura e todo a linha de raciocínio. Você parece surpresa, mas fecha o semblante quase que imediatamente, tentando controlar suas emoções. Antes que você possa responder alguma coisa, os garotos te veem, e se aproximam também.
- Ei sumida, vem cá – Enzo te puxa para um abraço apertado, assim como todos os outros a seguir, quando ele dá um passo para frente na mesma intenção, Fran aparece, e rouba sua oportunidade:
- Olha quem apareceu! – E se joga em você, te envolvendo nos braços, e te girando, o que arranco um riso sincero de você. Mas assim que te põe no chão, e seu olhar se encontra com o dele, fica uma tensão pairando no ar. Só os dois se olhando, sem saber o que fazer. Ele odeia, que a uma semana atrás, ele era o quem mais te tocava e tinha contato com você, e agora, era o único quem não podia te dizer oi, sem ficar tudo estranho. Quando ele vai recomeçar e dizer algo, o cara de sábado aparece:
- Ei gatinha, tem vinho tinto, vai querer levar? Eu sei que é desse que você gosta. – Afirma, sem desviar os olhos da garrafa, e perceber os outros presentes.
Fechando os punhos, em sinal de raiva, ele tenta se controlar. Agora, ele consegue examinar esse homem com mais clareza do que da vez passada. Ele é uns bons anos mais velho do que você, tem ombros largos, braços fortes, e parado em frente á ele, consegue notar que também é alto. Basicamente falando, era o total oposto dele, ele não imaginava que esse seria o seu tipo. E que raios de apelido é esse? Já são um casal? com intimidade pra ficaram trocando nomes carinhosos? Você nem parece se incomodar com o modo ridículo que ele te chamou, e ele pensa com raiva, que deve ser porque de onde vieram esses, tem muito mais.
Com a sua falta de resposta, o sujeito retira a atenção da bebida, buscando o seu olhar, a procura de algo errado, e então seguindo o mesmo, repara os meninos parados em sua frente. O homem dá uma olhada rápida em todos de cima a baixo, e ao invés de ficar incomodado ao ver você rodeadas de caras, ele abre um sorriso, e questiona com ânimo:
- Que legal, vocês são do time de Rugby da faculdade dela? – Diz apontando para a jaqueta de Simon, a qual contém o emblema da instituição, e com a escrita do time.
Enzo responde por todos:
- Que observador, somos sim! – E antes que note, estão todos os garotos engatados com esse estranho em uma conversa sobre o esporte. Já não basta você, agora todos tem que gostar desse cara também? Matías está com ainda mais raiva, e tirando o foco dessa discussão besta, sobre ataques, ou qual posição em que cada um atuava, ele nota que você também está bem desconfortável com essa interação entre eles.
E ele queria saber o porquê. Você não queria que o seu príncipe encantado o conhecesse? Era o típico nervoso do atual conhecer o ex? Ele odiava essa linha de pensamento.
Você toma uma atitude, e limpando a garganta bem alto, interrompe o debate:
- Foi muito bom ver vocês – Diz com um sorriso casto, olhando para os meninos a sua frente, menos para ele – Mas a gente tá meio ocupado agora – Vira o rosto para o seu acompanhante, e continua em um tom autoritário, mas disfarçado com falsa simpatia - Vamos? - Parece mais uma ordem do que uma pergunta.
- Claro – Concorda prontamente, entendendo o sinal de que você não quer prolongar esse encontro acidental. Mas algo muda, e de repente, ele parece se lembrar de algo, e com um olhar zombeteiro solta: - Mas tem certeza? Achei que você ia querer pegar camisinha, não foi pra isso que veio aqui? – Te provoca.
Que porra é essa? Matías acha que pode ter soltado um rosnado nesse momento, com essa nova informação. Não interessa se esse homem é maior que ele, ele vai arrebentar o sujeito aqui mesmo, e agora. Que merda de conversa é essa de comprar preservativos? A mera imagem de você embaixo desse cara, enquanto ele estoca profundamente dentro de você, o deixa com náuseas. Ele precisa fazer algo. Os outros devem perceber o quão exaltado ele está ficando, pois Esteban segura seu ombro o impedindo de avançar, e Fran lhe lança um olhar do tipo: se acalme!
O seu rosto fica vermelho, parecendo um tomate. Ele odeia, que esse imbecil esteja espalhando a intimidade de vocês assim, e repudia o fato de você ao menos ter intimidade com esse babaca. Você se engasga ao responder:
- Não quero mais, vamos! – E puxando o homem pela mão, dá meia volta, começando a se afastar.
Nessa hora ele fica furioso. Se pensava que o fato de você transar com esse estranho era nojento, a imagem só piora mil vezes mais quando pensa nele terminando dentro de você. Sem proteção nenhuma, pele na pele.
- Tchau rapazes! – Você se despede enquanto vai com pressa até a fila do caixa, ainda de mãos dadas com o sujeito.
- Foi bom conhecer vocês, boa sorte aí nas próximas partidas.
- Valeu cara. – Responde Enzo, enquanto os outros acenam, e se despedem também.
Ele só pode observar enquanto os dois ficam um ao lado do outro na fila. Parecendo um típico casal fazendo compras, e passando o dia juntos.
- Acho que ela já te superou, agora já sabemos por que ela estava tão ocupada esses dias – Simon brinca, mas o olhar fuzilador de Fran, é o bastante para calá-lo.
- Ele tava na casa dela – Fala. E os garotos o olham sem entender – No sábado, quando fui ver ela. Ele estava lá, vi os dois parados na entrada do prédio. – Explica. – Ele tinha comprado flores pra ela, nem tive como interromper o novo casal - Diz com amargor.
Seus amigos o olham, sem saber o que dizer ou fazer. Não tem como consolar alguém quem acabou de descobrir que a pessoa que ela gosta, está com outra. Não tem nada o que fazer sobre isso. Mas ele não pode ficar parado, vendo você ir embora assim. Sem nem ao menos falar nada, e agora ele quem se sente o trouxa aqui. Ele não foi embora com a Malena no restaurante, ele ficou com você. E agora você, quem está o dando as costas para ficar com outro. Ele tem que fazer algo:
- Eu vou falar com ela, distraiam o velhote enquanto isso.
Fran está prestes a interromper, para dizer que é uma má ideia, mas Enzo o impede. Mesmo não sendo as melhores das situações, vocês precisam conversar, e dúvida muito que você vai querer encontrar o garoto em outras circunstâncias.
Matias vai até você, dessa vez com atitude, certo do que quer fazer:
- Ei, a gente pode conversar? – Diz com convicção.
-Eu..eu…- Você não sabe como negar, sem ficar uma situação chata na frente do seu acompanhante.
- Pode ir, eu me viro aqui, te encontro depois no carro. – Responde o mais velho em seu lugar, e pela primeira vez, Matias gosta de algo que esse imbecil diz.
Você o lança um olhar mortal, e sem ter como escapar, concorda com o mais novo.
- Tudo bem, mas não aqui. – E assim os dois seguem para fora da loja, indo ao lado, onde tinha um estacionamento mais afastado e alguns banheiros. Quando já estão fora de vistas, sem pensar muito, ele te agarra pelo pulso e te arrasta para dentro de um deles. Poderia não ser o lugar mais romântico ou até limpo do mundo, mas teriam privacidade.
Ele não diz nada, só olha brevemente para o lugar, e ao constatar que se encontra vazio, te empurra contra a parede, colocando a mão em sua nuca para que não te machuque no processo.
- O que você tá faze… - Ele te corta, se lança sobre você, e juntando os lábios nos seus agressivamente, te beija. Você solta um som assustado, devido ao movimento inesperado, e tenta afastá-lo pressionando a mão contra o peito dele. E quando ele pensa que foi demais, e que é melhor te soltar, você amolece, cedendo nos braços dele. Soltando um gemido de satisfação, e levando as mãos que estavam o distanciando de você, a cabeça do rapaz, correndo os dedos por seus cabelos, e retribuindo o beijo com fervor. O puxando ainda para mais perto, se é que isso era possível.
Vocês são uma bagunça desesperada de grunhidos, e mãos percorrendo um ao outro incansavelmente. Cada movimento de seus corpos é carregado de eletricidade, se livrando da tensão dos últimos dias, e tentando recuperar o tempo perdido. Tentando absorver o máximo possível um do outro nesse breve momento. Cada toque, cada fricção de suas peles, e o calor que irradia sendo algo sagrado nesse instante.
Relutante, ele se afasta de você quando a falta de ar é presente, separando suas bocas e sentindo sua respiração falha. Com o rosto ainda próximo do seu, ele se curva, e rasteja uma trilha de pequenos beijos molhados até o seu ouvido, mordiscando de leve a orelha direita no processo, te causando arrepios.
- Eu tava com saudades – Sussurra em um tom baixo, quase como se estivesse te confessando um segredo. E desce os beijos em torno de seu queixo, pescoço e ombros. Rodeando toda a área e se dedicando a lamber e dar a devida atenção a cada uma dessas partes. Ele queria deixar marcas em tua pele, e poder sentir o seu gosto, te marcando como dele. Você inclina a cabeça pro lado, o dando mais acesso ao seu colo, se oferecendo a ele, o incentivando a continuar e te fazer se sentir bem.
E ele aceita a missão com prazer, se deixando levar e te atacando ferozmente. Mas em meio a sensação de prazer, de sentir seu calor, seu cheiro, depois de tanto tempo. Ele não consegue parar de pensar, no que você poderia estar fazendo mais tarde com o homem lá fora. Um do qual ele nunca ouviu falar, não sabe como você o conhece, ou o vínculo que tem. Ele odeia não saber nada, não saber o que fizeram quando ele foi a sua casa. O que fariam quando saíssem daqui. E há quanto tempo isso estava acontecendo. Ele não consegue se controlar mais:
- Você tá trepando com ele? – Pergunta com o rosto ainda enterrado em seu pescoço, mas cessando os beijos, ele sabe que é seu ponto sensível, e que quando te provoca ali, você não consegue se concentrar ou sequer pensar direito. E ele quer que você o responda.
Sua expressão é de confusão, tentando se situar e entender sobre quem ele está falando. E quando chega a conclusão, fica em choque e surpresa. Mas você não nega, em nenhum momento, e isso o deixa mais louco ainda.
- Ele te fode como eu? – Desce o rosto, roçando o nariz no vão entre seus seios, no decote de sua blusa. Você não diz nada, e ele dirigindo o olhar a você, responde - Não, ninguém pode te foder como eu, você sabe disso. – Afirma convencidamente, se pressionando ainda mais contra você, querendo te mostrar como o deixa maluco, e sua ereção está ali para provar isso.
- E se eu estiver? – Você desafia - Talvez seja isso que eu precise – Faz uma pausa dramática – Um homem, pra me mostrar o que eu estava perdendo, esse tempo todo.
Com isso, algo estala nele, e completamente fora de si, ele não perde tempo em agarrar suas coxas, entrelaçando suas pernas em volta da cintura dele, te prendendo. E quando faz um movimento brusco de fricção para frente, você solta um gemido abafado.
- Você não parece me achar menos homem agora, não é? – Pressiona seu sexo contra o seu, coberto apenas pelos tecidos de suas roupas. Ele ergue sua saia, a deixando na altura dos quadris, apertando suas coxas. Descendo as mãos até seu íntimo, não se surpreendendo ao te encontrar já úmida, estando tão excitada quanto ele.
- Porra, você tá tão molhada – Puxa a sua calcinha para o lado e continua – Eu preciso que você fique quieta agora – Te diz, e sem mais nenhum aviso, insere dois dedos de uma só vez dentro de você, o que resulta em um gemido alto, quase pornográfico – Quieta! – Te repreende. Colocando uma mão para tampar sua boca e abafar os sons indecentes que você solta. E a outra, permanece no trabalho contínuo de realizar movimentos circulares, e fundos para atingir o seu ponto sensível.
É tão bom. É bom pra caralho. É só o que ele consegue pensar. Está amando sentir em sua palma, as arfadas de ar provocadas pelos gemidos que ele consegue arrancar de você. Em como consegue fazer você se contorcer e arquejar para ele. Sentindo suas paredes se apartarem e estremecerem em seus dedos, ele sabe que você está perto:
- Goza pra mim- Ele acelera os movimentos – Mostra pra mim a garota boa que você é, e goza nos meus dedos – E só com essas palavras, ele escuta a sua lamentação com a sensação avassaladora, e sente quando você vem.
Não é um orgasmo calmo, relaxante ou até mesmo renovador. É forte, rápido, e apressado devido as circunstâncias. Se afastando, ele volta as suas pernas ao chão. Ainda te segurando e dando apoio, vendo como elas estão trêmulas e sensíveis.
Você tenta regular a sua respiração, para que ela volte ao ritmo normal. Ele nunca te achou tão linda. A cara de quem acabou de gozar, com as bochechas coradas, cabelo bagunçado e lábios inchados. Você está perfeita. E tão dele.
- Isso não significou nada, eu tenho que ir.
O encanto é quebrado com suas palavras diretas. Você desce sua saia, ajustando sua calcinha encharcada e arruinada. Se vira para o pequeno espelho do lugar, tentando ajeitar o cabelo, e lavando o rosto, para amenizar o rubor em sua face.
Sem mais nenhuma palavra, você sai, o deixando para trás. Sem despedida ou nada. Do lado de fora, a alguns metros de distância, o seu acompanhante está terminando de guardar as coisas no carro, o qual você entra apressadamente. E em menos de um minuto, ele se junta a você, e ambos vão embora, sumindo de vista.
É estranho, por mais que vocês tenham ficado, e ele tenha te feito gozar, ele se sente usado, e ainda mais distante de você. Você foi embora com outro! Com outro! Ele não consegue acreditar nisso.
Em meio a seu surto de raiva, ele não consegue se controlar. Lança a mão no bolso, e agarrando o aparelho, envia a mensagem que vem evitando a semana toda:
- Oi, posso ir te ver?
Não demora muito para que a garota mais velha o responda, e eles combinem de se encontrarem daqui a pouco. Ele ainda estava duro de sua sessão de amassos, e se você não queria ajudá-lo com isso, outra iria querer, e se você queria ficar com outra pessoa, então ele também iria querer.
Talvez seja assim que as coisas devam ser mesmo. Você ficar com alguém legal e doce, que goste de te dar flores e comprar o seu vinho favorito. E ele, mereça voltar ao seu passado.
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Notas: Eu me inspirei no filme para usar o esporte Rugby na minha história, e sei que nem todos os personagens citados, são os que respectivamente faziam parte do time no filme, mas lembrando!!! A obra é baseada nos ATORES e não no filme, seria até um desrespeito fazer isso com a história trágica que tem por trás. Só queria deixar isto claro. Tchau e até o próximo 🩵😙😙
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