Tumgik
#he apretado los dientes estas noches
bolitabug · 2 years
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pasando los días
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let-esp · 8 months
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Zhongli x fem!reader -NSFW español
en resumen... Zhongli regresa a casa tras un largo día de trabajo y espera que su esposa!lectora lo cuide.
Adcertencias: smut, pev, kink de adoración, mención de colmillos y mordidas porque me gusta la idea del Zhongli híbrido. Si se me olvidó algo avisarme.
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La sensación de los dientes de Zhongli en la parte interna de tus muslos te hace levantar la cabeza para encontrarte con una mirada ámbar llena de lujuria
"Zhongli…" susurras ahogando un gemido cuando sientes su lengua deslizarse entre tus pliegues.
"He tenido un largo día" susurra contra tu centro, las ondas enviando vibraciones a tu clítoris. "No puedo disfrutar de mi mujer esta noche?"
Aquello lo dice gateando sobre ti, apoyando las manos a cada lado de tu cabeza e inclinando su cabeza hacia un lado. Para Zhongli, milenios habían pasado hasta volver a encontrar a una criatura tan magnífica como tú, hermosa, y sabrosa en varios sentidos.
"He conocido varias mujeres a lo largo de mi vida" susurró en tu cuello, trazando círculos con el dedo alrededor de tu pezón, "y tu eres de las que más me ha gustado", dicho eso deja un leve mordisco en tu piel, sientes los colmillos de su forma híbrida sobresalir.
"Se supone que eso debe hacerme sentir halagada?" preguntas apartando su cabeza de tu cuello, encontrándote con la mirada brillante del Arconte, que sonríe mostrando los caninos extendidos.
"En efecto" dice con el tono de voz bajo, voz rasposa y grave, enviando calor a la parte baja de tu vientre.
"Todas son eclipsadas por ti, ningún nombre significa algo cuando te tengo aquí, debajo de mi".
"Entonces seré solo una más de tus amantes?" preguntas incorporándote, aunque él no se mueve ni un ápice, quedando sus rostros a escasos centímetros.
"Claro que no" acaricia tu mejilla y deja un beso suave en la comisura de tus labios. "Cuando tu mueras, me iré contigo. No habrá mujer después de tí. Nadie valdría la pena, por eso voy a aprovecharte cada segundo, cada palabra que salga de tu boca, cada movimiento de tu cuerpo y cada gemido que logre arrancar de tí"
"Tenemos tiempo" dices besando su cuello, sintiendo su piel erizarse bajo el toque de tus labios, "todavía soy joven, tengo toda una vida que entregarte".
Notas una pizca de melancolía en sus ojos por un momento, luego una sonrisa ladeada.
"A mi edad, el tiempo pasa más rápido de lo que parece" dice, la boca torcida en una mueca que trata de esconder su desdicha.
"Entonces no hay que perder ni un solo segundo" susurras bajando tu mano hacia la parte más baja de su abdomen, sintiendo su masculinidad endurecerse.
No te acostumbras a la sensación de tenerlo dentro, grande y grueso comparado con tu estrecho coño, sus manos aprisionando las tuyas contra las sábanas de seda, sus dientes abusando de tu pezón enrojecido, y sobretodo las miradas que te lanza cuando te estremeces porque él golpea ese punto suave en tu coño, ese que tan bien conoce.
No está bien, sabes que no es correcto encontrarte de este modo con el Arconte de Liyue, lo sacrílego que es que tus paredes succionen su masculinidad con tanto ímpetu. Lo irrespetuoso que es repetir su nombre entre gimoteos y lágrimas, rogando por velocidad y fuerza.
"Zhongli", aquello sale de tus labios como un grito. Está completamente dentro de tí, el frenesí de sus movimientos hacen que resbales sobre las sábanas, tu cabello un desastre entre tus manos, que siguen aprisionadas por las de él, mucho más grandes en comparación.
"Mírate" dice él, una sonrisa dibujada en su cara, "tomándome tan bien, tan devota de tu Arconte. Pequeña criatura buena, toda mía, con ese lindo coño apretado pidiendo por más".
"Morax" susurras, la voz ya no sale, la garganta te arde de tantas veces que él ha logrado hacerte gemir.
Zhongli se tensa ante tus palabras, cuando usas su nombre de Arconte lo llevas al límite, y eres consciente de aquello.
Le fascina cuando actúas como una criatura devota, cuando le dices Morax y él está dentro de tí hurgando en tus espacios más estrechos. Acelera las embestidas, que se vuelven irregulares, no es Zhongli, no es el consultor de la funeraria, no, es Morax, el Arconte de Liyue que se está cogiendo a su mujer como si fuera el último día de su vida, arrancando de ella cada partícula de placer que pueda.
No se había sentido de este modo en siglos… es más… diría que no se había sentido de este modo nunca.
Siente tu orgasmo sobre su miembro y un delicado anillo brillante formándose alrededor. Continúa hasta llegar a su propio clímax, golpeando ese punto que te sobreestimula de forma magnífica. Se viene dentro de tí, soltando un gruñido casi animal mientras aprieta tus dedos entre los suyos. No te soltó en ningún instante.
Deja caer su pecho sobre el tuyo y esconde su cabeza en tu cuello. Le gusta tu olor, sobretodo después del sexo, porque está mezclado con su propia esencia.
Le acaricias el cabello liberándote de su agarre, y dejas un beso casto sobre su sien.
"Te amo" dices.
Él todavía está dentro de tí, y puedes sentir la forma en que vuelve a endurecerse.
"Zhongli, espera.."
"Tú misma dijiste que no hay que perder ni un solo segundo" dice él. Sabes que te espera una semana larga.
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strawberry-1011 · 4 months
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Primera parte.
Fausto.
—¿Por qué estoy aquí, Francesca?
Lentamente, levanta su mano izquierda y lo veo. El anillo de mi madre. Madonna, esa vista.
Mía.
La satisfacción y la posesión se retuercen a través de mí, una oscuridad que me hace desear inmovilizarla en la cama y follarla hasta que grite. Mi polla comienza a llenarse, alargándose en pulsos que coinciden con los latidos de mi corazón.
No me molesto en ocultar mis pensamientos mientras la recorro lentamente de pies a cabeza.
—¿Sabes lo que significa esto?
—Sí.
—Entonces dilo.
Toma aire y lo suelta.
—Te pertenezco.
Las palabras se hunden en mis músculos, tensándolos en preparación para tenerla a mi merced. Su coño es mío para el resto de nuestras vidas.
—Así es. Tú me perteneces. Y harás todo lo que diga mientras estemos en este dormitorio, ¿no?
Tiene una ligera vacilación y luego asiente.
Esa vacilación me molesta. ¿Todavía está enfadada? ¿O no está segura de casarse conmigo? Quiere demostrar que está dispuesta a entregarse completamente a mí. Que está lista para comenzar nuestros juegos.
—Ponte de pie. Quítate la bata.
Con un grácil giro de sus piernas, pone los dedos de los pies en el suelo y se levanta de la cama. Sus dedos aflojan el cinturón y la seda cae de sus hombros hasta quedar a sus pies. La había visto desnuda en mi oficina hace unas noches, pero sigo aturdido por su belleza. Madre di Dio, nunca me cansaré de esta mujer. Piel cremosa y tetas maduras, piernas largas y un coño apretado y caliente... No hay nadie que pueda compararse.
Paso la lengua por detrás de los dientes, la bestia que tengo dentro de mí aullando para que la deje salir. En cambio, intento mantener un tono frío y uniforme.
—Eres preciosa, amore. Toda una visión. Te he echado mucho de menos. —Sonríe, victoriosa, y da un paso hacia mí. Levanto la mano—. Pero creo que necesitas un recordatorio de quién es tu dueño. Ven aquí. —Señalo mis pies.
Cuando intenta dar otro paso, le digo:
—No, Francesca. Arrástrate hacia mí.
Su sonrisa se desvanece, pero sus ojos permanecen oscuros de lujuria. Sus manos se aprietan a los lados y puedo ver cómo le da vueltas a esta orden en su mente. Hace cinco semanas no habría dudado y yo necesito esa aceptación de nuevo. De lo contrario, esperaré hasta tenerla, hasta que esté lista para someterse a mí.
Nada menos que eso.
Pasan varios segundos. Justo cuando pienso que se negará, justo cuando pienso que tendré que darle más tiempo, hace lo que había estado soñando durante cinco malditas semanas.
Me lo da todo.
Con cuidado, se arrodilla y empieza a arrastrarse hacia mí.
Su cabello se mueve hacia adelante para enmarcar su rostro, pero sus ojos permanecen en mí todo el tiempo. La anticipación me zumba bajo la piel, mis bolas se hacen pesadas, mientras me armo de paciencia y espero. El anillo brilla en su dedo mientras se mueve, y me encanta ver la señal de mi propiedad en ella. Destrozar cualquier hombre que se atreva a tocarla, destruiré a cualquiera que le cause un momento de dolor.
Cuando llega a mis pies, se sienta y me mira. Espera.
Una sonrisa curva mis labios mientras acaricio la parte superior de su cabeza.
—Ti amo, dolcezza. Qué buena chica eres. —Me llevo la mano al cinturón, lo abro de un tirón y me desabrocho los pantalones.
Ella no se mueve, pero sus labios se separan con la fuerza de su respiración, y mi erección liberada rebota entre nosotros, con la cabeza dirigida directamente a su boca—. Sabes lo que quiero, ¿no?
Se lame los labios y asiente, sin dejar de prestar atención a mi polla.
—Entonces empieza —le digo, sin moverme para ayudarla.
Juntando las manos en la espalda, se arrastra hacia adelante sobre las rodillas, acercándose, y un pequeño resoplido de frustración se escapa de sus labios mientras se ajusta. Entonces, la punta de su lengua emerge y se hunde en mi ranura, lamiendo la gota de humedad que hay allí, y yo siseo. Cristo, mi chica codiciosa.
Lame la cabeza hinchada, su lengua acaricia la parte inferior, y un rayo de placer recorre mis piernas. Aprieto las rodillas para mantenerme quieto mientras ella presiona con besos a lo largo del eje con reverencia, como si lo hubiera echado de menos. Espero que sea cierto, porque mi polla definitivamente había echado de menos su boca y su garganta. Es hora de volver a familiarizarme con ambas.
—Abre —gruño—. Llévame hasta el fondo.
Se retuerce para ponerse en mejor posición, persiguiendo mi polla con su boca. Me gusta ver cómo se esfuerza por chuparme sin usar las manos. Con las manos en la espalda, inclina su cuerpo, lo que hace que sus tetas sobresalgan, con su peso balanceándose mientras se mueve. Yo tampoco la ayudo. A mí me gusta degradarla y a Francesca le gusta que lo haga. Por eso trabajamos tan bien juntos. Apuesto a que su coño está goteando ahora mismo.
Por fin se mete la cabeza en la boca y el apretado calor me hace gruñir de satisfacción.
—Más —ladro.
Su mandíbula se ensancha y presiona hacia adelante, dejando que me deslice por su lengua. Cuando llego a la parte superior de su garganta, me detiene. Mis dedos ansían tomar la parte posterior de su cabeza y empujar mi camino hacia el interior, pero la dejo hacer. Ella sabe lo que quiero y yo necesito ver hasta dónde llegará para dármelo.
Ensancha los muslos, cambiando el ángulo, y relaja los músculos de la garganta lo suficiente para que yo pueda entrar.
—Eso es —digo—. Te dejaré respirar en un momento. Mira hacia mí, amore.
Su mirada se amplía, casi de pánico, se encuentra con la mía y veo el miedo y la determinación. Hace que mi polla palpite y doy un pequeño empujón con mis caderas para penetrar más profundamente. Trabajamos juntos durante unos segundos hasta que estoy completamente adentro, exactamente donde quiero estar.
—Relájate —le indico—. No te apartes.
Las lágrimas se acumulan y se derraman sobre sus pestañas, el espectáculo más hermoso que jamás he visto. Mi polla le llena la boca y la garganta, sus labios se aprietan a la base de mi polla.
—Traga, Francesca. —Los músculos de su garganta trabajan, apretándome, y yo jadeo—. Va bene —digo, retirándome para que pueda tomar aire. Después de unos segundos, levanto una ceja en forma de pregunta, indagando en silencio si está lista, y ella asiente una vez.
Esta vez no espero, sin poder evitar agarrar su cabeza y meterle la polla en la garganta. Cuando llego lo más profundo posible, me mantengo allí, amando la forma en que ella está de rodillas, sufriendo para hacerme feliz. Siento que el orgasmo aumenta, que mis bolas se tensan y se ponen pesadas, la necesidad de vaciar mi semilla en su boca. Ella debe verlo en mi rostro porque traga dos veces, y luego otra, tratando de forzar la corrida de mi cuerpo, y la idea de eso es tan caliente que comienzo a follar su boca con rudeza. Después de cada tres o cuatro golpes, me meto en su garganta, y me siento como un hombre poseído. Es mucho mejor de lo que recordaba, su dulce lengua frotando la parte inferior mientras sus labios tiran para darme succión. Como si no pudiera esperar a beberme.
Pero eso no es lo que yo quiero ahora.
—Voy a disparar por todo tu rostro —jadeo—. Por todas tus tetas.
Ella gime en su garganta como si le gustara la idea, y el sonido vibra a lo largo de mi polla. Los delgados hilos de mi autocontrol se rompen y mis bolas chisporrotean con el inminente orgasmo. Al sacarla de su boca, aprieto mi polla mientras los gruesos chorros estallan en impulsos, y cubro su boca y su barbilla, y luego los cremosos montículos de sus pechos. Ella se sienta pacientemente, tomándolo, dejando que la pinte con mi descarga, y yo gruño de satisfacción, deseando poder ahogarla con mi semen.
Cuando termino, el semen gotea de su barbilla y cae sobre su cuerpo, recorriendo los montículos de sus tetas.
—Cazzo —digo, desplomándome contra la puerta—. Me gusta poder tenerte de esta manera. Así, mi chica malvada. A mis pies, cubierta de mi semen.
Sonriendo, se lame los labios, saboreando el espeso líquido.
—Qué rico.
Con un gruñido, la pongo de pie y golpeo mi boca contra la suya. No puedo esperar a limpiarla primero. En lugar de eso, le unto las tetas con el líquido mientras la beso, el sabor salado de sus labios solo me recuerda lo jodidamente caliente que estaba en el suelo hace un momento. Mía. Mi amante, mi juguete. Mi vida entera.
Sujetando su mandíbula con ambas manos, me separo de ella y presiono mi frente contra la suya.
—Solo tú tienes el poder de destruirme. No soy nada sin ti, absolutamente nada. Y nunca, nunca te dejaré ir.
Sus manos rodean mis muñecas.
—Bien, porque me has arruinado, Il Diavolo. Absolutamente arruinada, así que ya no hay forma de deshacerte de mí. Lo que significa que tú y yo vamos a gobernar el puto mundo juntos.
The King of Italy, Mafia Darling, de Mila Finelli.
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robbiestawarski · 2 years
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Robbie, the mortal
It's like you tore a page out of the playbook and you've been trying to re-event the airplane, folding over and over, using the same piece, until there's a crease running in every direction and that shit won't fly.
— Shane Koyczan
Robbie lleva un buen rato recorriendo las calles con el atardecer pisándole los talones.
De todas formas, la noche acabará pillando a la chica que camina muy despacio porque está cansada. Vuelve a lo que queda de su casa con las manos vacías. Ni tiene la droga ni tiene el dinero, lo que significa que su situación no ha cambiado. Se ha fumado medio paquete de tabaco en menos de una hora, pero sabe que eso no va a matarla. Robbie no puede irse, ¿verdad? Tiene dos hermanos pequeños de los que cuidar, un montón de facturas que pagar y una madre moribunda atada al cuello. Puede que por eso le pesen tanto los pies: arrastra demasiado peso.
No ha sido siempre así, piensa, con los ojos cerrados mientras dibuja un círculo de humo con los labios. Rara vez se permite pensar en esos días, pero hoy está cansada, cabreada y sus muros tiemblan. Se jura que puede oír los frenazos de las bicis, a Colton decir una gilipollez sobre princesas y espadas, el eco de un balón contra los graffitis del parque.
La pistola que guarda en el bolsillo derecho de la harrington negra se queja, la reprende por no haber apretado el gatillo. No hubiese servido de nada. Kevin tendría una bala en los sesos, pero su deuda no dejaría de multiplicarse como un puto banco de peces. Aunque le ha faltado poco y no sabe cómo se siente al respecto. ¿Sería capaz de convertirse en una asesina con tal de defender el castillo? Por qué no, ¿no? Ya lo ha apostado todo, no puede empezar a reducir la dosis de somníferos que le da a su conciencia solo porque el monstruo tiene dientes.
Encontrará otra manera. Siempre la encuentra.
Cuando llega al número doce, el sol ya se ha escondido. La chica se hace pequeña dentro de la ropa negra y se queda quieta a este lado de la verja como si no fuera bienvenida. Le devuelve la mirada a las calabazas que hay apostadas a los pies de la puerta. Gruñe y da una patada a la reja oxidada, que se abre, se cierra y vuelve a abrirse. Ha roto otra promesa, y eso significa que hay una madre muriéndose en casa y dos corazones rotos; tan rotos como rota está la bici plateada que se ha corroído en el jardín después de más de cuatro años sin que nadie haya vuelto a usarla.
Robbie se frota los ojos. Recuerda las súplicas de Kevin, la invitación a una fiesta que la espera en el escritorio y el dinero que le debe a un fantasma. Se recompone. Puede hacerlo. Se lo ha repetido tantas veces que un día empezó a creérselo, así que hoy también se lo cree. Más o menos.
Cruza la reja y recorre el camino empedrado mientras busca las llaves en el bolsillo de la chaqueta, donde también guarda el zippo que era de su padre, unas cuantas monedas y un porro. El recibidor huele a té recién hecho y a galletas de jengibre cuando entra en casa, por eso sonríe sin querer. Lanza las llaves al mueble de la entrada y luego se acuclilla para quitarse las vans negras. No puede evitar fijarse en los garabatos de pintura amarilla y rosa que decoran los laterales de la tela. ¿Cuántos años han pasado desde que sus amigas las pintaron?
Lanza el calzado como si le quemaran a los pies del mueble, junto a las botas para la lluvia y los zapatitos que parecen de cristal y que su hermana solo tiene permitido ponerse los viernes. Abre el cajón y guarda la pistola bajo un montón de cartas con sellos rojos y sin abrir. Se deshace de la chaqueta que después cuelga en el perchero y se encamina al salón.
—Es muy tarde —alza la voz—. ¿No deberíais estar esperando con los disfraces puestos y ya preparados para salir? ¿Se ha cancelado Halloween o qué? Sé que os dije que íbamos a preparar las calabazas esta tarde, pero he tenido que hacer horas extra en…
Robbie se detiene en el umbral del salón.
Nunca ha mirado a la muerte a los ojos, aunque estuvo muy cerca de ella alguna vez, como la noche de la sobredosis a los dieciséis o el golpe que se dio en la cabeza jugando a fútbol cuando tenía catorce años. Pero podría decirse que esas veces la muerte la miró a ella y no al revés.
Hoy, la muerte comparte mesa con Odette y Knox.
La parca, por supuesto, viste de negro y se ha presentado en su casa como un chico de veintitantos de sonrisa afable, pelo rubio desgarbado y ojos de un azul grisáceo. La muerte ha venido a cobrar y Robbie sabe que lo único que podría llevarse es lo poco que le queda. Eso explica que esté paralizada. Que antes de que pueda florecer la rabia se quede atrapada en ese capullo que está hecho del miedo más visceral.
Está pensando demasiado rápido y demasiadas cosas a la vez.
Pistola en el recibidor. Niños en la mesa. Té y jengibre. Un puzle de cien piezas.
—¡Robbie!
¿Cuántos segundos han pasado desde que ha entendido que ellos lo saben? Robbie parpadea y suelta el aire que ha estado conteniendo sin darse cuenta cuando ve que su hermana pequeña se baja de la silla. No puede protegerla, ¿verdad?
Aunque la salvara de la muerte, no podría salvarla de la violencia.
Esto es culpa suya.
Esto está pasando porque ha vuelto a casa sin la droga y sin el dinero.
Su hermana rodea la mesa y se acerca a ella con una galleta en la mano. Lleva un disfraz de bruja que le va muy grande y el pelo recogido en dos coletas. Robbie busca marcas en esos mofletes pintados de blanco; busca pruebas de que ha sentenciado a lo que más quiere del mundo. Pero Odette no está herida. Está contenta.
—¡Tu amigo de cuando ibas al cole nos ha traído un puzzle de Frozen! ¡Me encantaaaaaa!
Hijo de puta.
—Lo hago todo yo, Rob —dice Knox desde la mesa, con la boca sucia de chocolate—. Ode dice que me está ayudando pero solo canta todo el rato. Es una pesada. Let it go, let it go!!
—¡No soy una pesada! ¡Él se ha comido cuatro galletas, Robbie! ¡Cuatro!
El niño va disfrazado de Spiderman, como cada año. Da igual las veces que su tutora legal le haya dicho que eso no da nada de miedo, quiere ser el amigo y vecino Spiderman y va a seguir siéndolo. Lo cierto es que ni Knox ni Odette se parecen en nada a su hermana mayor. Robbie siempre ha pensado que es una bendición que los mellizos de nueve años sean igual de rubios y guapos que su padre, aunque tengan los ojos pardos de su madre.
La muerte vuelve a sonreír y le dice:
—Tienes unos hermanos maravillosos, Robbie. 
Robbie reacciona. Aparta la mirada, se acuclilla, hace la mejor impresión de una sonrisa mientras acaricia las dos coletas de su hermana con los dedos y le susurra:
—Es Halloween, bicho. Hoy puede comerse cuatro galletas si quiere.
—¡Pero…!
—¿Dónde está la señora Duncan?
—No sé. —Se encoge de hombros—. ¿En la cocina? ¿Vamos a hacer truco o trato, Robbie?
—Sí. Sí. Claro que sí, pero tenemos visita, ¿eh?
Robbie ve a la asistenta aparecer en el salón. La mujer que tiene más de sesenta años, un repertorio de insultos infinito y el corazón más grande de toda Escocia, entra sonriente y con una cajita metálica azul a rebosar de shortbread. Borra la sonrisa para poner el grito en el cielo.
—¡Niña! Mira las horas que son. Ibas a estar aquí a las cinco y… —Deja la caja sobre la mesa. No parece muy contenta—. Este pobre chico lleva esperándote una hora. ¡Una hora! Después tendremos que oírte decir que no tienes amigos, ¿no? ¡Claro! ¡Cómo vas a tenerlos!
—No se preocupe. —El amigo parece cómodo; demasiado cómodo—. Lo hemos pasado genial. ¿Verdad, Knox?
A Robbie le hierve la sangre cuando el chico le revuelve el pelo a su hermano.
—Tonterías, tonterías —rezonga la mujer—. Robbie es una buena chica, muy trabajadora, ¿sabes, hijo? Pero me da a mí que esas compañías suyas son como poco cuestionables. A ver si tú consigues que siente un poco la cabeza, que parece que tú tienes la tuya en el sitio.
—Amelia. —Robbie se endereza y esconde las manos tras la espalda. Se clava las uñas en las palmas y sonríe, o algo así—. Había olvidado por completo que Scott iba a venir. Sé que es mucho pedir, pero ¿podrías hacer un par de horas más y llevar a los niños al centro?
—¡No! —exclama Odette en su lugar—. Pero Robbie, ¡yo quiero ir contigo!
—¡Buuuuuuagh! —Knox deja caer la cabeza en la mesa, harto de la vida con solo nueve años.
—Iré después, ¿vale? —les promete ella—. De verdad.
La asistenta rezonga una vez más y empieza a quitarse el delantal, airada.
—Tengo el cielo ganado, Stawarski. ¡El cielo ganado! Venga, vosotros dos. A por los abrigos.
—Pero si no hace frío —protesta Odette—. ¡Las brujas no llevan abrigos, Amelia!
—Spiderman sí que no lleva abrigo —apostilla el niño—. ¿Por qué te has pintado la cara? Las brujas no tienen la cara blanca, tonta.
—¡Claro que sí! ¡Claro que sí!
En lo que los niños abandonan el salón entre riñas, la señora Duncan se planta delante de Robbie. No es su madre, pero Dios sabe que ha hecho más veces de una que la suya durante los últimos años. Siempre ha tenido la mirada más expresiva del mundo y, ahora mismo, Amelia la está mirando como si supiera que la mayor de los hermanos Stawarski ha hecho un pacto con el diablo y el diablo ha venido a cobrar su parte.
No, hay pocas cosas que Amelia Duncan pase por alto.
Esta no es una de ellas.
—Le di la última dosis de morfina a tu madre a las cuatro. Le toca dentro de una hora.
Robbie asiente, aparta la mirada y responde en voz baja:
—Gracias. Te llamaré para saber dónde estáis.
—Seguro que sí. —Luego alza la voz para decir—: Un placer conocerte, chico.
—Lo mismo digo, señora Duncan.
Ninguno de los dos se mueve. La muerte sigue en la mesa rodeada de té, galletas de mantequilla y un centenar de piezas de puzzle sin montar. En cuanto oye la última protesta de Knox seguida de un inconfundible portazo, Robbie le da la espalda a Scott y se dirige al mueble de dos puertas del salón. Saca una botella de whisky, dos vasos y vuelve sobre sus pasos para dejarlo todo en la mesa con los pocos modales que ha tenido los últimos cuatro años.
Scott no media palabra, pero insiste con la sonrisa torcida y no le quita los ojos de encima. Ella se deja caer en la silla que antes ocupaba su hermano, coge uno de los vasos y da un trago.
—Es una casa preciosa, Robbie —dice él al cabo de los segundos—. Muy acogedora.
Pero la casa no es suya, ¿verdad? Solo es otro elemento de la larga lista de cosas que son su responsabilidad desde que su madre enfermó. Si hay algo que Robbie sabe a ciencia cierta es que las ratas como Scott huelen el miedo. Serían capaces de percibir ese olor incluso en las profundidades de las alcantarillas. Y ella está asustada. Al fin y al cabo, tratar con sus proveedores exige muchísima más entereza que encararse con unos cuantos niños mimados de instituto.
—¿Tú crees? Te la vendo. Sé por qué has venido.
—Claro que no. Si lo supieras, si de verdad lo entendieras, yo no estaría aquí.
Scott coge el vaso y se lo acerca a la nariz sin apartar la mirada de la chica. Al final, prueba el whisky mientras ella se ajusta un poco la máscara de invulnerabilidad y le dice:
—La venta se ha complicado, pero conseguiré el dinero.
—No me gusta nada el tiempo verbal que has elegido.
—Me he retrasado con el pago un par de semanas. Siempre he sido puntual, y él lo sabe.
—¡Eso mismo ha dicho, sí! Es puntual, tío, ha dicho, una de las mejores. Dos años ha tardado en tener una red de clientes habituales donde otros han tardado cinco, ha dicho también. Le gustas.
El chico se levanta y Robbie, por impasible que aparente estar, aprieta los dedos en el vaso. 
—En fin. —Scott sonríe y empieza a rodear la mesa—. Que no estamos cabreados porque te hayas retrasado un par de semanas. De verdad que no. Lo entendemos. Menuda puta mierda de situación, Robbie. Tu madre a punto de estirar la pata, tus hermanitos que quieren las deportivas más caras como todos sus putos amiguitos del cole. Facturas, facturas, facturas. ¡Jo-der!
Robbie no se mueve. Atiende al eco de los pasos del matón y considera sus posibilidades. Sabe que ahora mismo está justo detrás de ella. Podría girarme y partirle el vaso en la cabeza. Podría hacerlo. Lo ha hecho antes, ¿no? Una vez. Fue una mala noche. El alcohol y esa melancolía que tiene nombre no son compatibles. Podría repetir. Lo único que se lo impide es saber que no servirá de nada. Scott es una pieza reemplazable, como ella. Hoy es él, mañana será otro.
La chica se tensa cuando el matón le respira en la oreja.
—No —susurra el rubio—. ¿Sabes lo que sí nos cabrea? Que nos mientas. —Le aparta un mechón de pelo de la cara y Robbie cierra los ojos—. ¿De verdad pensabas que no íbamos a enterarnos de que has perdido un-puto-kilo-de-coca? ¿Sabes cuánto dinero es eso?
Claro que lo sabe, porque es el dinero que Kevin le debe.
—Treinta mil libras.
—Treinta y cinco mil. No puedes olvidarte de la comisión
—He dicho que conseguiré el puto dinero.
Pero no sabe cómo, claro, ni cuándo. Scott no ve ninguno de esos interrogantes en los ojos de Robbie cuando ella se gira para mirarlo directamente. Solo es una máscara, pero es lo suficientemente creíble. Es tan creíble que, a veces, también la ve en el espejo.
Scott se muerde el labio y asiente.
Lo siguiente pasa muy deprisa. Robbie nota el peso de la mano de Scott en la parte posterior de la cabeza y lo siguiente que sabe es que ha roto el plato de las galletas con la cara.
Cuando era pequeña era la niña más alta del colegio y, según cómo se mirara, la más fuerte. Su madre le dijo una tarde que volvió a casa con el ojo morado que los chavales deberían tenerle miedo a ella y no al revés. Así que, y como Robbie tenía solo ocho años, se lo tomó al pie de la letra y al día siguiente se aseguró de que el culpable volviera a casa con el ojo morado también.
Pero hoy ya no es nadie. Ya no tiene un grupo de amigas a las que proteger ni puede protegerse a ella misma. Hoy, ser la más alta y la más fuerte de la clase no le sirve de nada, porque por mucho que se revuelva sigue teniendo la cara pegada a la mesa y pequeños trozos de cristal clavados en la mejilla. Cierra los ojos y vuelve a abrirlos, pero no despierta.
La pesadilla solo acaba de empezar.
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todastusestrellas · 2 years
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Resucitación
Han sido un par de días (¿semanas?), extraños que se sienten como pequeño bloques de construcción, como tomar cajas minúsculas pero enormes a la vez e intentar organizar todo uno a la vez, lento pero seguro, muy lentamente... Tomo un recuerdo perdido hace tiempo, el dolor fantasma en mi hombro izquierdo, el olor residual del perfume de mi primer amor, el sueño terrible que tuve la noche anterior y, entre la ficción de mi propia existencia, lo coloco todo con cuidado dentro de un recipiente limpio y bonito, para buscarlo después, como una ocurrencia tardía, como un regusto que había olvidado, pero no realmente... Tal vez, solo tal vez.
"Compartimentalizar" dijiste y en realidad te ignoré magistralmente porque mi mente estaba demasiado enfocada en la forma en que doblabas una grulla de papel con tu servilleta, aunque al final no fue capaz de mover las alas y terminó un poco torcida, abandonada sobre la mesa de madera, nada es perfecto dicen y hay siempre una parte, una pequeña parte donde todos nos equivocamos, tú y yo —Sí, especialmente tú y yo. "Tu café se está enfriando" fue todo lo que pude decir y ambos lo dejamos así, porque yo considero tu café vietnamita con leche condensada demasiado dulce para mí y a ti, en algunas ocasiones, a ti también.
Han sido un par de días extraños en los que siento que estoy paleando bancos de arena, corriendo como una demoledora a través de algo, tal vez a través de todo, pero sin lograr mucho de nada, solo con los dientes apretados y los puños aún más apretados, como tratando de retener agua entre los dedos, lo cual no tiene mucho sentido, ¿no es así? Todo se escapa al final. Supongo que las cosas van un poco bien cuando trato de no pensar tanto en ellas, he dejado que todo avance a su propio ritmo y parece estar funcionando por ahora, solo por ahora o tal vez estoy demasiado cansada para preocuparme, e incluso si eso ha sucedido antes y en ese momento se sintió un poco aliviado, esta vez se siente muy extraño, estar demasiado cansada supongo que nunca es algo bueno, mi cerebro está agotado y mi cuerpo lo está aún más y todo se siente demasiado para mí así que me tomé este par de días libres solo para poder acostarme en la cama, mintiendo sin hacer nada y fingiendo como si no existiera, pero eso tampoco resultó bien y supongo que lo que estoy tratando de decir es que ya no me siento humana solo porque ya no me siento viva y cuando miro al techo no siento exactamente lo mismo que cuando miro al cielo, pero de alguna manera ambos se sienten vacíos y eso es triste porque no, no era así antes... El jueves pasado te vi tomar una foto de una bonita nube color bígaro justo a las 5:16 de la tarde y es una imagen que tengo clavada muy vívida en mi mente, porque supongo que extrañé ser parte de ese club, el de la gente que le toma fotos al cielo y últimamente he vuelto a intentarlo, especialmente en la hora azul, que creo que es tu hora favorita porque te ves especialmente hipnotizado en ella y creo que podría decir que es el momento en que te ves más hermoso, pero soy demasiado tímida para decir eso todavía. De todos modos, supongo que es una forma larga de decir que me inspiras y una forma más larga de decir que creo que se supone que soy un personaje de apoyo en esta (tu) historia y realmente no me importa, el hecho de que no soy la protagonista, porque cualquiera que nos haya conocido a ti y a mí se daría cuenta de que tú eres increíble y perfecto y tan increíblemente bueno, bueno en el fondo, mientras que yo solo soy yo, así que este no es el final de la historia porque esta historia no se trata realmente de mí... Supongo que eso es lo que estoy diciendo.
Mientras tanto, estoy escribiendo de nuevo, esa historia que ni siquiera llegué a empezar, tratando de crear de nuevo, meditar de nuevo, volver a ser yo misma, me he metido mucho en las lecturas de tarot y el té de semillas de calabaza últimamente gracias a tus regalos y supongo que en este estado muerto mío, esta falsa sensación de calma mía estoy muy lentamente tratando de resucitar, tan peligroso como eso puede sonar.
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alx1294x · 3 years
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Capítulo 10
No supe nada de Bucky a la mañana siguiente, ni siquiera lo vi en el parque durante mi caminata matutina, por lo que la última cosa que esperaba después de la confesión de Walker era escucharlo deslizándose del otro lado de la cabina.
Podría haber sido el crujido de la puerta o la electricidad que de inmediato recorrió mi piel, pero sabía que era él antes de que hablara.
Su puerta se cerró y nos quedamos en silencio por un tiempo. Escuché su respiración tranquila mientras jugaba ansiosamente con mis manos, odiando que mi entrepierna reaccionara solo por estar a su lado.
─¿Dónde has estado? ─Me atreví a preguntar después de unos minutos.
Exhaló ─Aquí. He estado aquí.
─No se sentía de esa manera.
Me sentí apenado por lo amargo y herido que sonó, pero no me importó. Nunca había dejado que ningún chico me hiciera daño y ahora que sentía ese daño, se sentía como la peor cosa del mundo.
Tal vez exageraba, o tal vez era el efecto que tenía Bucky en mí. Me hizo algo y yo pensaba que no era justo. No era justo que él pudiera sentarse allí sin estar tan herido como yo por nosotros, con lo que sea que “nosotros” significara.
─¿Estás enojado conmigo? ─Preguntó.
Me apoyé en la pared.
─No ─Reconsideré─. Un poco. No lo sé.
─Entonces sí lo estás.
Las palabras salieron como cuchillos de mis labios sin que pudiera evitarlo ─Solo… solo siento que estoy arriesgándolo todo, y tú no arriesgas nada, y tú no eres el que se aleja y no se siente justo.
─¿De qué me estoy alejando, Helmut? ¿De una relación que no podemos tener? ¿Del sexo que podría destruir lo que amas? He pasado los últimos días golpeándome la cabeza contra la pared porque te quiero. Te quiero maldita sea y está tan mal… y si te tengo voy a arruinar tu vida. ¿Cómo crees que me siento? ¿Crees que quiero destrozar esta parte de ti, tu comunidad, todo por lo que has trabajado?
Su estallido se quedó en mi mente mucho después de que dejó de hablar. Eso no se me había ocurrido, que se sentiría culpable, que querría evitarme porque no podía soportar la culpa de haber participado en esta cosa que me arruinaría.
No supe que decir a eso. Me sentía agradecido, confundido y aún herido al mismo tiempo. Así que dije lo único que se me ocurrió ─¿Cuánto tiempo ha pasado desde tu última confesión?
Exhaló ─¿En serio? ¿Así es como va a ir esta conversación?
No me importara cómo fuera la conversación, siempre y cuando pudiera seguir hablando con él.
─Si tú quieres.
─¿Sabes qué? Lo quiero.
El sexo siempre ha sido una de mis debilidades, pero con quién lo hacía nunca fue un problema. Estoy seguro de que tener relaciones sexuales con un sacerdote es un pecado y probablemente follar en el altar es un pecado peor, pero supongo que está bien. Así que voy a confesar eso. Voy a confesar lo jodidamente bien que se sintió follarte en ese altar, estar dentro de ti y hacerte perder la razón. En ese momento sentí que éramos más humanos que nunca, más animales que nunca y de alguna manera me sentía como si estuviera en el puto cielo, mientras toda mi alma se hallaba despierta y alerta por ti. Te vi y pensé “esto es lo que se siente realmente entregarse por amor. Esto es lo que significa volver a nacer”. Sentí que estaba bien tenerte, penetrarte, darte todo de mí. No se sentía como un pecado sino como algo real y bueno, pero ¿cómo puedo disfrutar eso cuando viene a un costo tan alto?
Te dije que me siento culpable, y es cierto, pero siento tantas otras cosas que no puedo separar la culpa de la alegría y el deseo. He pensado muchas veces en decirte que debemos acatar tus votos y elecciones, o que voy a decirte que tenemos que encontrar una manera para seguir, la que sea… que todavía podemos vernos, pero siempre cambio de opinión.
Cuando se trata de ti, no sé que hacer, quiero cuidarte, quiero tenerte y no puedo, ¿cómo no voy a preocuparme?
Ayer por la noche quería responder tu mensaje tanto… pero no sabía qué decir. Quería ir a tu casa y hablar, pero sabía que, si lo hacía, entonces no sería capaz de impedirme tocarte y follarte de nuevo, y no quería hacer las cosas más complicadas de lo que ya eran.
Me quedé mirando tu mensaje, preguntándome exactamente qué pensabas de mí. Me pregunté si pensabas en cómo me sentía cuando estaba dentro de ti. Acerca de la forma en la que me sentía cada vez que te movías hacia mí o si recordabas cuando estuvimos en tu sofá y a los dos mirándonos a medida que nos acercábamos al orgasmo.
Así que, aquí está mi confesión final. Me masturbé mientras te escuchaba hablar durante nuestras primeras confesiones y anoche, quise rezarle a Dios, pero en lugar de eso me bajé los pantalones y me la jalé tan fuerte, fingiendo que eras tú quien lo hacía.
Y cuando eyaculé, esperaba por Dios que fueras capaz de escuchar que llamaba tu nombre.
La gente puede juzgarme por la forma en que mi respiración se aceleró, por la manera en que palmeé mi mano a través de mis pantalones, pero la imagen de Bucky dándose placer con los ojos cerrados y con la mente llena de mí, pensando todo ello mientras se tocaba, era demasiado para resistir.
─Buck… ─dije, desabrochando mi cinturón─ Cuéntame más.
Sabía que podía escucharme. Sabía que podía oír la cremallera. Su aliento se estremeció y luego lo dejó salir.
─Usé la mano completa para tocarme la verga ─susurró─. Deseaba tanto estar dentro de ti, Helmut, eso era todo en lo que podía pensar. En cómo te retorcías bajo mi cuerpo y apretabas a mi alrededor cuando golpeaba ese lugar perfecto en ti.
Todavía inclinado hacia atrás, liberé mi pene de los bóxers y lo agarré, moviendo mi mano lentamente hacia arriba y hacia abajo.
─¿Qué pensabas cuando te corriste? ─Pregunté. Dios, quería que fuera sucio. Quería que fuera tan jodidamente sucio.
Bucky no me defraudó ─Pensé en tomarte por el culo mientras te follaba primero con los dedos. En ti brincando sobre mi y corriéndote sobre mi pecho.
Mierda. Me encontraba duro antes, pero ahora… ahora me sentía prácticamente hecho de concreto. ¿A quién engañaba con esto? Necesitaba que folláramos de nuevo e iba a hacerlo, justo aquí, en la iglesia a medio día de lunes.
─Mi oficina ─dije con los dientes apretados─. Ahora.
Se deslizó fuera del confesionario y lo seguí, apenas alcanzando a poner mi pene en su lugar, pero sin molestarme en subir la cremallera. Tan pronto como estuvimos allí, cerré la puerta con llave y me volví hacia él al momento en que se estrelló contra mi para tomar ambos lados de mi cara y besarme con desenfreno.
Nos aproximamos como dos nubes de tormenta… un accidente de seres independientes que se convierten inmediatamente en una sola entidad. Éramos manos, labios y dientes, éramos mordidas, besos y gemidos, y me guio hacia atrás, lo que significaba que iba a ponerme encima de mi escritorio, pero con nuestras piernas enredadas caímos al suelo, donde me enjauló con sus brazos.
─¿Estás bien? ─Preguntó preocupado.
─Si ─Dije con impaciencia, agarrando su cuello para acercarlo a mis labios. Sus besos me llevaron a un frenesí, el calor de su boca haciendo eco al calor en mi entrepierna.
─Tengo que follarte ─Dijo entre besos, más como una declaración de hechos. Una advertencia.
Me retorcí bajo su tacto y levanté las caderas mientras me quitaba los pantalones. La punta de mi pene estaba tan húmeda que se reflejaba en mi ropa interior y su ruda forma de tratarme solo conseguía excitarme más, porque cuando mis bóxers desaparecieron, volvió a asaltar mi boca y cuello en medio de frases como ¿Lo quieres? Sabes que lo quieres. Te la voy a meter tan adentro que Dios va a escuchar tus gemidos.
Me mordí los labios, sus palabras me excitaban más que otra cosa. Una parte de mí se avergonzaba de lo mucho que me gustaba y la otra quería decirle que solo cerrara la boca y me lo hiciera ya.
Sellé mi boca contra la suya mientras le ayudaba a desabrocharse los pantalones y los bajaba solo lo necesario para liberar su pene. Luego envolví mis piernas alrededor de su cintura y lo empujé hacia mí, haciendo que nuestras erecciones se frotaran ente sí.
─Te quiero ahora ─Exigí─. Solo hazlo.
Se separó un momento solo para tomar un pequeño bote de aceite bendito de mi escritorio, con el cual se bañó los dedos que poco después dirigió a mi entrada, donde se abrió paso suave y rápido al mismo tiempo, preparándome para él.
─Déjame ponerla en tu culo, Helmut ─Me dijo al oído, haciendo que mi espalda se arqueara. Corrió la punta de su nariz a lo largo de la línea de mi mandíbula, haciéndome temblar─. Quiero follarte…
─Oh, Dios ─Gemí─. Sí, por favor.
Me temblaban las manos mientras lo hacía, aún así quise desabrocharme la camisa negra que llevaba y puse mi mano en mi alzacuello, tratando de quitármelo.
─No ─Me detuvo. Sus pupilas me observaban, grandes y azules─. Déjatelo puesto.
Mi pene se irguió. Chico sucio.
─Vas a matarme ─dije cuando sentí sus dedos abrirse en mi interior. Me dio la vuelta sobre mi estómago, dejando mi trasero a su vista. Me apoyé con una mano en el suelo y levanté la otra.
─No. No te toques, cariño. Vamos a llegar juntos.
Tomó mi mano y la separó de mi miembro sin dejar de trabajar en mi culo.
No podía esperar más. Lo pude ver de reojo cuando se sirvió una buena cantidad de aceite en la palma de su mano y poco después empujó la punta de su pene adentro de mí.
─James… ─Dije, haciendo un esfuerzo para tratar de mirarlo─ Hazlo ya… ─Mi voz sonó ansiosa. No podía dejar de mover mis caderas hacia él, desesperado por sentirlo más.
─Tranquilo, amor ─Escuché su esfuerzo por ser amable conmigo, su lucha para contenerse mientras me acostumbraba y cada sonido que hacía se escuchaba tan malditamente sexy, que podía correrme solo con eso─. Espera un poco, está bien.
Acarició mi espalda mientras se movía poco a poco y lo sentí abrirse paso gradualmente en mí.
De repente se encontraba a más de la mitad del camino y ambos tuvimos que dar varias respiraciones profundas hasta que estuvimos seguros de que no íbamos a corrernos demasiado pronto, para disfrutarlo como queríamos.
Salió solo un poco y volvió a empujarse más profundo. Repitió la acción unas cuantas veces más antes de acelerar el ritmo, y ahora sí, empezó a atender mi erección.
Poco a poco me fui adaptando a desearlo, empujándome de nuevo contra él, gimiendo en protesta cada vez que su mano dejaba mi miembro. Me dio más y más hasta que se empujaba en mi tan fuerte que me tuve que morder los labios para no gritar mientras él me decía lo bueno que era, lo rico que se sentía follar mi culo y que le pertenecía. Yo solo lo deseaba dentro, deseaba su pene, sus dedos y su boca.
Me dio la vuelta después de un momento, obligándome a mirarlo mientras volvía a entrar. Gemí con sus palabras y temblé como si tuviera fiebre mientras me tomaba, estaba cubierto de sudor. Estuvimos así por un rato más hasta que finalmente trabajó en serio en mi erección, presionando la yema de su pulgar contra la punta, acariciando, jalando y moviéndose de la manera que me gustaba.
En cuestión de segundos me deshice en gemidos e incoherencias, presioné mi trasero contra sus caderas para que se enterrara hasta las bolas, y finalmente me corrí. Vi cada una de mis piezas derrumbándose como andamios, dejando detrás un estremecimiento, a una criatura incoherente por la necesidad, y entonces entre dientes dije tres palabras, sabiendo que estaba perdido. Perdido de mi control y de mis votos, para todo aquello aparte de la necesidad de que me marcara de la más primitiva y vil manera posible.
Tres palabras.
Soy tuyo, James.
Como si él también se hubiera perdido, fue duro ahora, agarrando mis caderas y estrellándose contra mí, gruñendo para mí y haciéndome gemir de nuevo, persiguiendo su liberación mientras jadeaba a su manera a través de réplicas. Se arrastró como un maremoto, con desenfreno, golpeando y gruñendo mientras se empujaba hacia mí, y luego lo sentí correrse en mi interior. Pensé que iba a desmayarse mientras se derramaba y pensé que yo también volvería a correrme, como si no tuviera fin.
Salió de mi interior poco después, dejándome sentir como su orgasmo bañaba mi entrada con semen.
A medida que mi visión se aclaraba y mis sentidos regresaban, pude admirarlo, jadeante y tembloroso delante de mí, cubierto por mí.
Me deje caer sobre la espalda, aún me sentía entre nubes. ─Límpiame─ Ordené y él se apresuró a obedecer. Me lavó con una toalla húmeda y luego me mantuvo en el suelo mientras masajeaba mis caderas, muslos, pecho y llenaba de besos todo el camino mientras murmuraba las cosas más dulces que había escuchado.
Y me di cuenta, por la forma en que sonreía para sí mismo, la forma en la que cerraba los ojos cada vez que yo le devolvía un beso, que esto era algo que no iba a encontrar en ninguna otra parte. Nunca nadie se había preocupado por mí después del sexo, nunca me habían acariciado de esa forma, elogiando y recompensando.
Después de limpiarnos y acomodarnos la ropa, nos sentamos y hablamos del trabajo. Me ayudó a organizar algunas cosas para el próximo evento de recaudación de fotos y me puso al tanto de las actividades que tendría en la estación de policía durante los próximos días.
Todo el tiempo pude oler el aceite bendito mezclado con su aroma y descubrí que estar con el a cada minuto del día sería suficiente para detener el hambre en la parte baja de mi estómago.
O, aún más peligroso, detener el hambre en mi corazón.
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zcort · 4 years
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Somos de calle: Gerardo
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Serie de relatos basado en las vivencias de unos compas y la mía. Por favor si eres sensible no lo leas.
Me nombre es Gerardo y esta es mi historia… Vivo en una colonia popular, aquí todos son chalanes, albañiles o trabajan en el campo, mientras las mujeres son empleadas domestica o meseras, los morros siempre nos quedábamos encargados con los abuelos o con los parientes que no pueden trabajar… Desde que tengo uso de razón he convivido más con mis amigos de la colonia que con mi familia, la escuela nunca me gusto me sentía encerrado y abandonado cuando asistía, solo encontraba paz con mis amigos, en la calle me sentía libre, me sentía vivo, ellos eran para mí una verdadera familia con ellos viví de todo, mi primera ida a la cárcel, mi primera cogida, con ellos descubrí lo que era el alcohol, el tabaco y las drogas, con ellos me sentía respaldado, protegido, seguro… Como en todo, aquí también había gente buena y gente mala, los más grandes del grupo siempre nos cuidaban, trataban de guiarnos, eran algo así como los hermanos mayores de nosotros… Damián, Lázaro, Kevin, Julián y Noé, eran los mayores, los líderes, tenían entre 20 y 23 años y a su corta edad ya habían vivido más cosas que muchos en toda su vida. Lo que les contare sucedió cuando tenía 14, estaba molesto por que no tenía dinero para un teléfono, quería uno, todos los de la secundaria a donde iba tenían uno y yo no, eso me hacía sentir mal, pero no decía nada pues en casa también faltaba el dinero, recuerdo que hable con Damián de ello y me hizo entender que no siempre es posible tener lo que uno quiere... pero que si uno es astuto siempre hay formas de lograrlo… “cuando crezcas entenderás” me decía… pasaron los días, una tarde como siempre estábamos en la cuadra jugando, llego Damián junto con lázaro, Damián se acercó a mí y me pregunto “¿recuerdas el cel que querías?”, “si” le conteste ¿te lo quieres ganar?” me pregunto, “¿Cómo?” Le respondí… “Tú solo responde ¿sí o no?”, “si, si quiero” conteste emocionado, “sale, en la noche te enseñare como” me dijo mientras me dejaba y se dirigía hacia Bryan otro de los chavos de la cuadra… llego la noche… nosotros seguíamos en la calle, pues pese a ser un barrio peligroso entre todos nos conocíamos y solíamos estar afuera hasta muy tarde… Eran como las 8 de la noche cuando llego un chevy, en el venían Damián y Lázaro, el chevy se estaciono una cuadra bajo, Lázaro y Damián subieron, Damián me hablo a mí y a Bryan, mientras lázaro llevaba a otros dos, nos acercamos al chevy que estaba justo debajo de una vieja lámpara… Damián y lázaro se pudieron al lado de la puerta del conductor y nosotros cuatro estábamos en medio de ellos… “¿No están muy chicos?” preguntó el conductor… “Ya aguantan” dijo lázaro “Además quieren ganarse una moneda” agrego Damián… nosotros 4 nos volteamos a ver sin saber bien que pedo… “Él” dijo el del carro señalándome a mí... “Súbanse agrego”… Damián me tomo del hombro y me llevo junto con él a la parte de atrás del carro, nos subimos y arrancamos sin saber yo a donde iríamos… llegamos al campo de futbol que estaba en la colonia “párate debajo de ese árbol” dijo Damián… el carro se estaciono en la esquina más alejada del campo, justo debajo de un viejo árbol, la oscuridad era casi total, si no fuera por la luz de la luna y la de la vieja lámpara de la calle de arriba que dejaba pasar algunos rayos de luz entre las tupidas ramas del árbol… Damián y yo nos bajamos… al bajarse el conductor pude ver que se trataba de un señor mas o menos joven, entre 30 y 40, medio güero, algo gordito y chaparro… “¿Confías en mí?” me pregunto Damián “simón” le respondí “bueno, haz lo mismo que yo hago y te vas a llevar un cel” dijo mientras el señor ese se acercaba a nosotros… lo siguiente que vi me dejo inmóvil, el señor ese le agarro sin pena alguna el bulto a Damián y este no hizo anda, pero no solo eso, sino que el señor ese empezó a besar a Damián mientras lo jalaba hacia una improvisada banca de madera que había en ese lugar… yo los seguí para ver que más pasaría… el señor ese se sentó en la banca mientras veía como Damián se desabrochaba su bermuda… “ven” me dijo en voz baja el señor, yo me acerque y me quede parado al lado de Damián…  lo que siguió fue algo completamente nuevo para mí, nunca imagine que Damián hacia eso, si bien oía que entre ellos bromeaban con el tema nunca imagine que hicieran esto para ganarse la vida…  mientras el señor ese comenzaba a chuparle la verga a Damián, estiro su mano y me jalo más cerca del… acariciando también mi paquete… sentía raro, me apretaba fuerte, era muy tosco, no era como las chavas con las que había estado que me agarraban mi verga con cuidado…  el señor ese metió la mano por debajo de mi short y empezó a buscar mi verga cuando la encontró… se separó de la verga de Damián y dijo “¡Ya tiene pelitos!”… a lo que Damián respondió “te dijimos que ya aguantaban”… mi verga involuntariamente comenzó a ponerse dura “se le está parando” dijo el señor mientras seguía chupándosela a Damián… “además mira” comento Damián sacando su  y encendiendo la pantalla, acerco la tenue luz del celular hacia mí, me alzo la playera y dijo “mira wey”, “¡no manches!” exclamo el señor con cara de felicidad, ”¡ya tiene cuadritos!” dijo emocionado al mismo tiempo que sacaba la mano de debajo de mi short y me jalaba hacia el sin dejar de ver con asombro mi torso, sus manos gruesas comenzaron a acariciar mi abdomen firme, contaba mis cuadros, pasaba sus dedos en medio de mis abdominales, comenzó a besarlos y acariciarlos al mismo tiempo que acariciaba mis piernas… “y también esta piernón” dijo sin dejar de besar mi torso… “te dijimos que te iban a gustar, los 4 están como los pediste, pero este es el más aventado” dijo Damián mientras me acariciaba la cabeza como en señal de aprobación…
“¿puedo?” me pregunto el señor mientras tomaba el borde de mi short, yo con algo de nervios voltee a ver a Damián quien me dijo “respóndele, no vas  a hacer algo que no quieras… nomas acuérdate del celular que quieres” me dijo… “bueno” le respondí al señor quien rápidamente bajo mi short dejando al descubierto mi pene sema erecto, el señor ese se metió rápidamente mi verga en su boca… su mamada era rara, era muy rápida, muy salvaje, sus dientes me lastimaban un poco, parecía desesperado, como si tuviera prisa… “aguanta, aguanta” me decía Damián pues veía como cerraba los ojos y hacia muecas de dolor… de pronto el señor ese jalo a Damián mas cerca de donde yo estaba y sacándose mi verga de su boca comenzó a chupársela a Damián… mientras con su mano me masturbaba a mí, después de un rato comenzó a alternar entre Damián y yo… en eso nos junta aún más y puso nuestras vergas en su cara… “Me cogen” nos preguntó “Por mí no hay pedo” dijo Damián, “la bronca es que este es nuevo” dijo refiriéndose a mi “no sabe cómo preñar culos aun”… “o sea que seré tu primera vez” dijo mientras se metía mi verga en su boca… “si” le conteste… el señor ese paro para acomodarse bien en la banca improvisada, apoyando sus manos allí y parando bien sus nalgas le dijo a Damián “enséñale como se hace” Damián se colocó atrás de él y me dijo: “checa bien como se hace wey” me dijo… “primero le escupes el culo, luego le metes un dedo pa que afloje, luego te escupes la verga y se la pones en el culo, tienes que apuntarle bien porque si no, no entra y luego ¡madres! Se la entierras toda de un putazo! Me explicaba Damián mientras el del chevy solo alcanzo a gemir “¡auuuu! eres un cabron”… Damián comenzó un rápido mete y saca que hacia gemir al señor ese cada vez que se la metía “mmmm mmm siii mmm siiii” decía el del chevy… “ahora él” indico el señor ese…. Nervioso me puse atrás de él, Damián acomodo el culo del señor ese a manera que quedara a mi altura… le escupí el culo, le metí el dedo se sentía caliente y medio húmedo, luego con la punta de mi verga empecé a buscar la entrada de su culo… cuando la encontré hice lo mismo que Damián le metía mi verga de golpe “mmmm rico” dijo el señor mientras yo sentía como su culo caliente apretaba mi verga, sentía como su culo me mordía el pito, el señor ese aventaba sus nalgas para atrás y comenzaba a mover en círculos sus nalgas, la sensación de su culo apretando y estimulando mi verga me éxito mucho, seguía yo metiendo y sacando mi verga de su culote mordiéndome los labios, tratando de aguantar lo mas posible, era la primera vez que me cogía un culo y era un culo de bato, lo peor era que me gustaba como se sentía…. “dale, dale duro” me decía Damián, mientras se masturbaba al lado de nosotros…. “ahhhhh, ahhhhh, ¡yaaaaa!” exclame…. Mientras me venía adentro de ese señor, la sensación de su culo caliente, húmedo y apretado fue demasiado para mí, no aguante más…. “Que rico mi amor… ¿te gusto mi culo? ¿Te gusto como te apretaba la verga?”… me preguntaba extasiado el señor, “si, si les respondí”… le saque mi verga de su culo la cual seguía dura y Damián nuevamente se la metió, esta vez dándole más duro que la vez anterior, no paso mucho tiempo para que Damián también le llenara el culo de leche “haaaa me vengo” dijo Damián mientras se aferraba con todas sus fuerzas al culote gordo del señor ese metiéndole hasta el tope su verga... “¡siiiiiii papito rico, si asi, préñame, préñame!” Decía el del chevy…. Damián le saco su miembro y se puso al lado mío, mientras se apretaba la verga sacando las ultimas gotas de semen, el señor ese rápidamente fue a su coche saco papel de baño, tomo un pedazo y nos dio el resto… mientras se limpiaba el señor nos decía “Muy rico todo Damián, de verdad que tú nunca me quedas mal, además tu amiguito también está muy muy bien”… “Ya sabes mi Manu, aquí hay pura calidad, cuestión que te sigas portándote chido y verga no te va a faltar o no mi Gera”… “simon” conteste… al terminar de limpiarnos nos subimos al carro y nos llevó cerca de donde nos recogió, nos bajamos y Damián se acercó a la ventana del conductor a hablar con él, el del chevy le dio un dinero y una caja de celular, al ver eso me emocione… arranco el carro y se fue… “Mira Gera, no es nuevo, pero es de los chidos” dijo mientras me daba la caja… yo estaba bien emocionado, cuando me lo dio y vi el modelo más me emocione porque de verdad era de los chidos de los que salían en la tele… “eres un chingon” le dije a Damián mientras checaba las funciones del teléfono… “No agradezcas wey, te la rifaste chido, te lo mereces” me respondió Damián… llegue a casa, me metí a mi cuarto y me puse a cargar el teléfono… y así fue como termino esa primer noche en la que me inicie en este mundo del sexo con batos…
Si les gusto y quieren saber como se desarrolla esa historia hasta nuestros días escribanlo en los comentarios, si no les gusta este tipo de historias también haganmelo saber.
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traductora-chafa · 3 years
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Los Hermanos Peligrosos De La Princesa Capítulo 1
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                     Capítulo 1
Lestia miró a los adultos con un rostro lleno de nerviosismo mientras su pequeño cuerpo estaba pegado cerca de una esquina.
—Hyung*, ¿quieres decir que no puedes devolver mi dinero?
—Lo siento, lo siento— dijo el tío de Lestia, mientras levantaba su cabeza ensangrentada hacia los matones que lucían horrible.
Al parecer no podía devolver el dinero.
Esto sucedía a menudo, pero era la primera vez que los matones acudían a su casa para cobrar el dinero. Ante sus apariencias amenazantes, Lestia no sabía qué hacer, así que se encogió aún más en aquel pequeño rincón.
—Tsk, esta casa destartalada ni siquiera vale algo de dinero.
—No puedo evitarlo. En vista de que no puedes devolver el dinero, tendré que golpearte. ¿un dedo por cada moneda de plata? Ya que son 20 monedas lo que debes, si te corto todos los dedos debería ser suficiente—. Uno de los gánster sonrió mientras sacaba una daga brillante para amenazar al tío de la pequeña.
El tío, al ver la daga dejo escapar un chillido.
—¡Oh! ¡No! —gritó Lestia con sorpresa cuando su tío fue agarrado por los bandidos. Porque aquello era lo único que una pequeña niña de 11 años podía hacer para proteger a su tío.
Pero su tío se dio cuenta de algo y señaló a Lestia antes de hablar.
—¡Ah! Bueno, entonces ¿qué tal darles a esa niña en lugar del dinero?
—¿Eh? — con esa expresión, recién los matones se dieron cuenta de la existencia de Lestia y la miraron fijamente.
La respiración de Lestia se volvió superficial al ver la mirada de aquellos adultos que parecían evaluarla.
—Será útil. La madre de esa chica era muy entusiasta al punto de vender su cuerpo.
Y sólo entonces, Lestia pudo entender lo que su tío estaba diciendo. Él estaba intentando venderla para pagar sus deudas.
—¡Tío!
—Sí, podrás ganar dinero. Puedo ver que serás una belleza cuando crezcas. Bueno, creo que podríamos venderla antes de eso. —uno de los gánster sonrió cuando se ganó frente a Lestia aun con la daga en sus manos.
—¡No! —. Lestia se estremeció de miedo y retrocedió un paso hacia atrás.
Cuando vives en un barrio pobre, incluso un niño de tres años sabe a dónde se vende la gente. Lestia no quería ir a un lugar donde tuviera que vivir de manera inhumana hasta el día de su muerte.
Incluso si vivía día y noche siendo golpeada por su tío borracho. —¡Tío!, ¡Tío! ¡Venderé más flores y trabajaré más duro a partir de ahora, así que por favor...! —. Lestia le suplicó a su tío, quien era su único tutor, le mostraría su utilidad.
Pero su tío estaba irritado.
—¡Cállate! Y síguelos en silencio. Te he alimentado desde que naciste y te he dado un techo para dormir. ¡tienes que devolver mi amabilidad!
—Tío...—pero al final, Lestia fue tomada por los matones y estaba siendo arrastrada fuera de la cabaña.
Era una noche oscura donde incluso la luna estaba oculta por las nubes y una tormenta de nieve estaba rugiendo de tal manera que el mundo exterior no podía ver ni un centímetro más adelante.
La niña, expulsada fuera por la voluntad de los demás, estaba horriblemente asustada y tenía mucho frío. Pero eso no significaba que quisiera renunciar a la vida.
—No, no quiero ser vendida así—. Como si fuera una bestia acorralada, Lestia mordió el dorso de la mano del gánster que la sostenía con fuerza.
—¡Aah! ¡Chica! —. El matón se molestó y arrojó a Lestia directamente a la nieve.
—¡Uh! —El flaco cuerpo de Lestia rodó por el suelo, quejándose de frío y dolor.
—Perra. Primero te enseñaré a escuchar de manera obediente.
—Oye, tómalo con calma, ella es nuestro premio.
—Escúchame bien. Te daré una lección para que sepas exactamente lo que pasará si lo fastidias esta vez también. De esa manera, será más fácil de manejar en el futuro —. el gánster que Lestia mordió, comenzó a acercarse a ella, amenazándola.
—Ah ......—. Frustrada por el miedo, Lestia se levantó con los dientes apretados lista para escapar, pero no pudo ponerse de pie.
Eso se debía a que su cuerpo no se movía acorde a sus órdenes, como si su tobillo se hubiera torcido al resistirse.
<No puedo huir.>
Una terrible sensación de impotencia y desesperación se reflejaron en los ojos grises de Lestia.
La idea de no ser capaz de hacer algo por su propia cuenta la hizo renunciar a todo, y eso era un sentimiento familiar.
Pero enfrentarse a esa familiaridad era algo tan doloroso que la enfermaba.
Lestia se sentó, indefensa, mirando fijamente y de forma inexpresiva como la mano del matón se acercaba a ella. Fue entonces, que la mano de un niño no identificado apareció y detuvo la mano que amenazaba a Lestia.
—Oye, quítale las manos de encima—. La voz baja del chico resonaba a través de la tormenta de nieve, era como la advertencia de una bestia.
Los matones tragaron su saliva y miraron al chico.
La figura, escondida bajo una larga túnica, pertenecía a un niño que acababa de entrar en la pubertad. Sin embargo, todos en la habitación se sintieron abrumados por las palabras de aquel chico.
—Deshazte de él.
Con otra advertencia, un fuerte viento de rocas voló la túnica que cubría el rostro del chico, y entonces, el cabello negro, más oscuro que el cielo nocturno, revoloteó junto con los copos de nieve, revelando unos vívidos ojos dorados.
Lestia por un momento se quedó sin aliento debido a que los hermosos ojos de ese niño la miraban fijamente.
Era una mirada noble que recibía por primera vez en su vida. Esa mirada directa y clara, se convirtió en un rayo de luz ante los ojos grises de Lestia que estaban apagados y borrosos.
—¿Qué, qué? Niño, si no quieres salir lastimado, no te involucres en lo que hacen los adultos.
El matón, que se había tambaleado por el impulso del chico, lo amenazó aún con la sangre que caía de su frente, sin embargo, el muchacho no se estremeció por la amenaza.
—No tiene sentido.
Fue solo en ese momento que las llamas se elevaron de los dedos del chico. Eran una locura.
Una brillante bola de fuego golpeó a los enemigo de Lestia, dibujando una brillante y hermosa línea bajo el negro cielo nocturno.
—Ahhhhhhh— el matón fue golpeado directamente por la bola fuego en el brazo y gritó antes de caer hacia la nieve, rodando en el frío suelo para apagar las llamas de su cuerpo.
—¿Un mago? ¿Por qué hay un mago aquí?
—Solo fue un pequeño toque, que llorón.
Lestia miró con asombro a aquel muchacho que se encontraba frente a ella.
El chico era un mago, y había pocos magos en el continente.
El chico que reveló casualmente su gran identidad les gritó a los matones que se encontraban estupefactos como piedras.
—Si la tocan de nuevo, los quemaré vivos.
Ante la advertencia del muchacho, la pandilla se apresuró a retroceder y a huir.
—Oh, Lysian. Gerard me pidió que trajéramos a nuestra hermana de vuelta y en silencio.
< ¿Cuándo apareció? >
Un joven alto, elegante y con buena apariencia se acercó para posicionarse cerca del chico llamado Lysian.
—No has matado a nadie. bien, eso es suficiente.
Mientras Lysian se cruzaba de brazos y torcía sus hermosos labios, el joven negó la cabeza y se acercó a Lestia.
Ella pensó que el joven de cabello corto y ordenado color limón con ojos esmeralda, se sentían muy cálidos, incluso en el frío.
—Lo siento, ¿te has sorprendido? —él se inclinó e hizo contacto visual con Lestia y habló con una voz amistosa. —Está bien. No te preocupes, es sólo magia.
—Sí...
Era sólo magia.
Pero para Lestia esta era la primera vez que veía algo así. Sin embargo, el joven pronuncio esas palabras en un increíble tono amistoso, como si fuera insignificante.
—No sabía que nos conoceríamos así, pero me alegro de verte. Nos estamos viendo por primera vez, hermanita. Somos tus hermanos.
—¿Eh? ¿Usted es mi hermano? — Lestia parpadeó sus grandes ojos plateados, presa de la confusión.
—Sí, soy tu segundo hermano, Joel, y el de aquí es Lysian, el más joven, o no, ahora la más joven de nuestra familia, eres tú, nuestra hermana menor.
Era una historia increíble. Lestia, quien era hija de una prostituta y que desde siempre se ganó la vida vendiendo flores mientras vivía en la cabaña de su tío borracho en un barrio pobre.
Una niña tan humilde no podría ser la hermana menor de los nobles que tenía frente a ella.
—Bueno, creo que están equivocados. No puedo ser su hermana.
—No, Lestia, eres tú. Iris gris plateado y cabello blanco cremoso. La hermana más joven que hemos estado buscando, es un verdadero éxito encontrarte.
Lestia se sorprendió cuando su nombre salió de la boca de Joel.
Incluso su tío, que era el único pariente consanguíneo, era un hombre que no la llamaba por su propio nombre.
—Mi nombre... ...cómo...
—¿Cómo no sabría el nombre de mi hermana? — Joel sonrió suavemente y se acercó al cabello blanco de Lestia para desordenarlo de una manera amistosa. Entonces, una sensación agradable sopló y sacudió ligeramente los copos de nieve del cuerpo de Lestia.
Lestia miró su cuerpo con sorpresa. Todas las cosas frías y húmedas de la nieve habían desaparecido.
—...Esto también es magia.
—Hermana mía, eres inteligente. Lysian puede manejar el fuego, yo puedo manejar el viento.
Dos valiosos magos, y afirmaban que Lestia era su hermana.
La joven niña era aún más incapaz de creer en las afirmaciones de los nobles ante ella. Pero Joel continuó hablando con voz confiada.
—Vayamos a casa y hablaremos los detalles. Tengo tantas historias que contar y mucho que decir.
—¿A casa...?
—Sí. Te vas a casa con tus hermanos, Lestia—dijo Joel, y extendió su mano cuidadosamente para levantar a Lestia, que estaba tendida en la nieve.
—Oh Dios mío, es demasiado ligero. ¿Cuántos años tienes ahora? ¿No tenías once?
En lugar de responder, Lestia dejó escapar un gemido sin darse cuenta.
Los ojos verde de Joel se suavizaron mientras miraba a Lestia cariñosamente debido al pequeño gemido.
—Lestia, discúlpame un momento —. Joel inmediatamente enrolló la ropa de Lestia que era demasiado delgada y holgada para ser usada en pleno invierno ya que se exponía con demasiada facilidad.
Entonces, en la pálida piel de la niña, se revelaron los moretones azules que florecían como moho.
Esos eran hematomas causados por su tío.
—Esto es...—. Las cejas de Joel, que confirmaban los daños, se arrugaron en un instante.
—¿Quién te hizo esto?
—Oh, no es nada—. Lestia se apresuró a bajar las mangas porque su cuerpo parecía un trapo que aquel hermoso y elegante hombre no debería mirar.
Joel le hablo a Lestia en un tono de consuelo, ya que la niña se había erguido como un erizo.
—Sí Lestia no quiere hablar, no tiene que hacerlo. Pero ahora mismo te duele el tobillo, ¿verdad?
Lestia se sonrojó.
Apenas estaba de pie, pero parecía que la habían pillado por su postura incómoda.
—Vayamos a casa y tratémoslo —. Joel volvió a enfatizar suavemente.
—Pero mi casa es...—. Lestia abrió sus labios, pero pronto los cerró con fuerza.
No podía decir que su casa era suya, ni siquiera como palabras vacías. Una casa de campo con un tío que la había vendido.
Entonces, pudo oír a su tío gritando en la parte de atrás.
—¡Eh! ¡Ustedes! ¡Esa es mi sobrina! ¿Adónde van sin mi permiso?
*Hyung: Se lo dice un hombre a otro que es mayor que él o entre amigos de la misma edad.
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jose-a-perez · 3 years
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💯😈☣️Auto satisfaccion☣️😈💯
Así que ayer, estando en mi cama boca abajo, subí mi pequeña falda, tomé un frasquito de crema de manos, atrapé un poco de contenido con mis dedos y lo apliqué sobre mi ano suave, delicado, dilatado y delicioso...
Hacía pequeños círculos a su alrededor esparciendo la crema, imaginaba la sombra oscura que lo rodea y, mordiéndome los labios, frotaba con mis dedos cubiertos de crema, aquellos indicios perversos de mi auto satisfacción anal, usé los dedos de mi mano izquierda para acariciar la parte externa del agujero mientras que introducía el dedo medio de mi mano derecha...
Lentamente introducía la yema de mi dedo, lo movía un poco como si en ella llevara impregnado el origen del placer, como si el olor tierno de aquella crema dilatara mis cavidades, me pasaban descargas por toda mi zona pélvica, sentía destellos eléctricos que hacían que el clítoris cada vez se acercara al orgasmo y en uno de ellos cerré las piernas con fuerza, sintiendo así la humedad que brotaba de mi cuerpo...
Mi dedo entraba y salía cada vez un poco más, mi mano izquierda ya se encontraba empapada de mi propia saliba, así que la deslizaba por mis blancas nalgas tersas por el ejercicio de la mañana, sacaba el dedo y ahí, tendida boca abajo sobre mi cama, con la falda levantada y las nalgas lubricadas, las tomaba con mis manos, las apretaba fuerte y de vez en cuando las palmeaba imaginando el tono rojizo que pronto adquirirían...
Juntaba mis palmas como si quisiera recitar una oración directa desde el alma, pero no, en el momento me poseía un demonio y me encantaba, no quería rezarle a nadie, las junté para poner ambos pulgares sobre mi ano, empecé a separar mis manos poco a poco deslizando cada una hacia el exterior de mis caderas...
Tomé el buttplug, lo pasé por mi vagina húmeda, redibujando la línea entre mis nalgas, lo hice varias veces para lubricarlo bien y, después de poner la punta en mi cavidad anal, que hace años ha servido más como entrada, empujé suavemente, cerré los ojos haciéndome enteramente consciente de que un objeto me penetraria el culo...
Siempre es mucho más placentero cuando recuerdas que convencionalmente, aquel agujero está ahí para algo muy diferente de la masturbación, mi vagina palpitaba, justo en ese momento, mis ojos cerrados y mi respiración adormecida me hicieron más sensible...
Notaba el ligero temblor de mis muslos, la humedad que se deslizaba por los labios de mi vagina, mi clítoris palpitante, mis labios y mis dientes apretados, el buttplug yacía en mi interior, con mucho morbo hice de nuevo lo que había hecho antes al juntar mis manos, claro, esta vez no podía juntarlas, pero las deslicé desde el interior hasta los extremos de mis caderas, hasta los extremos de mi éxtasis...
Podía sentir el pálpito de mis esfínteres y su pugna crítica entre expulsar el objeto extraño y tragárselo completo, esta era su primera reacción, los esfínteres se contraen y dependiendo de si la parte más gruesa del objeto yace antes o después de ellos, este es absorbido o expulsado...
En este caso era absorbido y gracias a la base que no permite que se pierda en el interior de mis entrañas, el recto intenta expulsarlo, es entonces cuando, en contra de la voluntad de mi cuerpo, hice presión con mi mano, obligándolo a aceptar lo que le había regalado, basta jugar con él un rato para que al final sea aceptado y permanezca allí, donde debería estar siempre...
Este fue solo el preámbulo, después de un rato de juego delicioso, lubricado, desenfrenado, contuve un poco la exagerada lascivia que me inundaba, me puse una tanga de hilo y un jean apretado, salí a la calle sentándome en el asiento acolchado pero firme y duro de mi moto, la encendí y tan solo las vibraciones del motor hacían que sintiera el culo reventar, di un acelerón discreto y ohhhhh, una de mis vecinas, asomada en la ventana de su casa me miraba extrañada....
Tanto mi cuerpo excitado como mi moto bajaron sus revoluciones, y yo pude cambiar la expresión de placer de mi rostro para sonreír y saludar a la anciana chismosa que nunca se aparta de esa ventana...
Con la mirada de vuelta en el medidor de revoluciones de mi moto, la aceleré hasta las 5 mil y en mi mente se hizo un silencio total, pasados unos segundos encontré en mi mirada el paisaje que dibuja la tarde al oeste de mi ciudad, un pajarito gorjeaba parado sobre el cableado eléctrico y había niños jugando en la cancha de baloncesto que hay en la esquina...
El canto del ave, los gritos de los niños y los colores fríos de aquel atardecer de invierno se fueron haciendo más claros mientras el motor se serenaba y las vibraciones en mi culo se hacían más lentas, esa fue la sensación más orgásmica que había tenido en la vida...
Me puse el casco, puse la primera marcha y arranqué despacio, las vibraciones eran diferentes, de inmediato recordé a una chica que vi en un video en la web, iba de pasajera en la moto de un hombre, tenía un dildo sujetado en el asiento trasero y ella lo cabalgaba mientras el hombre aceleraba....
Esta vez era muy distinto, pero lo recordé, crucé toda la ciudad en mi moto, acelerando a fondo de vez en cuando en las avenidas, creo que no lo he mencionado, iba a visitar a mis amigas y no tuve en cuenta que al llegar allí, tendría la entrepierna muy húmeda, así que entré, y justo luego de lo protocolario, me metí al baño, no solo húmeda, mi entrepierna estaba completamente devorada por un calor que pronto inundó todo el baño, el tenue aroma de mis fluidos se impregnaba en las paredes, aún sentía levemente las vibraciones del asiento...
Como cuando viajas mucho tiempo por carretera, destapada y al terminar, extrañas el movimiento brusco de tu cuerpo sobre el asiento, no hace falta entrar en detalles, allí con mis amigas estuve hablando sobre lo que tanto se habla en todo el mundo, sobre nuestros proyectos, nuestros pasatiempos, etc...
Nos tomamos unas cuantas cervezas y estuvimos fumándonos unos cuantos cigarrillos, es una linda costumbre que surgió entre Camila y yo desde que nos visitamos una a la otra esporádica mente, no creo exagerar al decir que todos los seres humanos mayores de edad y conscientes de sus actos tienen muy claro que el humo del cigarrillo es perjudicial para la salud...
Camila y yo lo encontramos placentero al calor del café y una buena charla entre amigas, también debo agregar que la masturbación anal siempre es diferente mientras se fuma, placebo o no, pareciera que al fumar el ano se dilata un poco más, ya que todo el sistema digestivo se ve afectado por la nicotina, haciendo en ocasiones, inevitables las ganas de ir al baño, y en otras más placentera la masturbación...
La charla continuaba, se hacía de noche, los cigarrillos se consumían y con ellos se encendían mis ganas de volver a casa, ya que mi adorado agujero se dilataba y se apretaba constantemente con el ritmo del movimiento de mi culo sobre la silla y del humo entrando y saliendo por mi boca, de vez en cuando acercaba mi mano izquierda a mi entrepierna para sentir el calor sofocante en mi vagina y extrañaba mi habitación...
La noche ya había caído y volvía a casa, volvía a sentir el impresionante éxtasis del motor de mi moto en cada semáforo bajaban las revoluciones, pero con ese suave vibrar mi sangre viajaba un poco más rápido por todo mi cuerpo, en cada semáforo sentía el corazón en la garganta, daba acelerones a fondo y los demás conductores me miraban con desconcierto, llegué a casa por fin...
Me metí en mi habitación a toda velocidad, le di la espalda al espejo, bajé el jean lentamente hasta el extremo inferior de mis nalgas e hice presión hacia arriba, se veían enormes, pero era una ilusión, toda la carne de mi culo levantada por la presión de la pretina del pantalón que manipulaba con mis manos me hacía sentir sexy, separé mis nalgas con las manos y vi el extremo del buttplug asomado, el rededor de mi ano ligeramente rojo y húmedo por el aceite, empecé a ejercer presión en mis esfínteres con mi propia voluntad, sin usar mis manos y luego los relajaba respirando con calma, en el espejo podía ver las contracciones...
Cada tanto recuerdo mis primeras experiencias, las que he relatado en esta página y siento el intenso deseo de vivir todo esto de nuevo como si fuera la primera vez, quisiera que mi culo fuera virgen otra vez, me encantaría sorprenderme de nuevo por todo lo que he visto en internet que se puede hacer con el ano, quisiera volver a ser aquella niña bajo las cobijas descubriendo los placeres de la masturbación anal y volver a empezar...
Es una sensación de morbo muy diferente, aunque deliciosa siempre, así como había visto en tantos videos, ahora quería sacar el objeto y ver en el espejo las dilataciones de mi agujero, lo expulsé lentamente hasta que la parte más gruesa pasó por mis esfínteres, entonces dejé que cayera sobre la sábana que ya tenía lista en el suelo para la acción, y me quedé mirando fijamente las contracciones de mi ano en el espejo...
Me descubrí jadeando y respirando como si hubiera corrido 3 kilómetros, me tiré sobre la sábana, alcancé mi dildo y el aceite de bebé, todos estos objetos los guardo en uno de los cajones de mi cómoda, metí el dildo en mi boca, pasé mi lengua por toda su envergadura, nunca me canso de medir su diámetro con mis labios, haciéndome una idea de todo lo que me voy a meter en el culo...
Lubriqué el enorme glande de la verga falsa y esparcí el aceite por todo el tallo hasta la base de los testículos, también enormes, lo acerqué a mi vagina y la acaricié con esa gran cabeza, sentí un deseo irrefrenable de meterlo allí antes y lo hice, acariciaba mi clítoris con los dedos de mi mano izquierda mientras introducía el dildo en mi cavidad, sentí las contracciones de ambos, mi culo y mi vagina palpitando de éxtasis mientras el clítoris se me llenaba de sangre...
Quería venirme en ese preciso instante, así que aumenté el ritmo de mi mano izquierda y empecé el vaivén imparable de mi mano derecha, tomé el espejo y lo apoyé contra la pared y allí tumbada boca arriba con las piernas abiertas, miraba cómo me penetraba rápidamente, humedecía en exceso, la sábana estaba empapada y descubrí dos de mis dedos en el ano mientras movía el dildo en mi vagina, qué rico, mmmm, mordía mis labios inconscientemente mientras gemía...
El calor que se me escapaba entre los dientes rozaba mis senos, mis pezones rígidos se hicieron más sensibles que de costumbre, resoplaba intensamente hasta que sentí la imperiosa necesidad de sacar el dildo y tras él se escapó un chorro de mis propios fluidos, urgué mi vagina con la mano, no podía gritar, así que toda mi habitación fue un colchón para mis gemidos, ahogados y temblorosos, me retorcía sobre mis fluidos, me puse de lado, subí mi rodilla derecha a la altura de mi abdomen y estiré la otra pierna...
Tomé el consolador y lo clavé en mi culo, no tenía que hacerlo lento, se me fue hasta el fondo y sentí los testículos falsos rozando mi vagina, lo retiré completamente y repetí el proceso, afuera, adentro, afuera, adentro, no lo retiré más y empecé a meterlo y sacarlo hasta que el glande se abría paso por mi esfínter interno, recuerdo que en ese momento susurré esto se siente demasiado rico, ufff, Dios mío, qué delicia...
Alcancé la caja de cigarrillos que había tirado al suelo antes de tirarme yo, tomé el cenicero y lo puse cerca de mi cabeza, empecé a mover el dildo más rápido, con movimientos más cortos, absorbía el humo del filtro como si intentara chupar una bebida espesa por un popote delgado, el humo me invadía los pulmones y sentía al instante unas ganas de expulsar el dildo, como si quisiera ir al baño con urgencia, fue entonces cuando, en contra de mis instintos, introduje con más fuerza y velocidad aquel objeto...
Me subí a la cama, de rodillas en el borde de mi cama, con el culo al aire, me penetraba intensamente mientras fumaba, la ceniza empezó a caer sobre el tendido, ya no me importaba (dos orgasmos después noté unas pequeñas quemaduras en la tela), cuando volví a ser consciente del cigarrillo ya se estaba quemando el filtro y me había quemado un poco los labios, lo tiré al cenicero y encendí otro, disminuí el ritmo, ya más relajada fumé tranquilamente y del mismo modo me penetraba el culo...
Me volví a tirar de lado sobre la sábana, estiré ambas piernas, haciendo que sea más difícil el acceso (los esfínteres se aprietan) y forcé la entrada del dildo nuevamente, otra vez dibujaba una línea con el dildo adentro, insertaba y extraía todos sus 32 cm longitud sin llegar a sacarlo totalmente, cualquier chica tímida que sienta temor ante esta experiencia debe tener por seguro que, siguiendo las medidas básicas adecuadas, podrá tener la certeza de gozar como nunca...
Combinar los placeres de la vagina y el ano, acariciar tu cuerpo sumergida en tus propios fluidos, aceites, el humo del cigarrillo y tus gemidos libres o ahogados, hará que explotes en un éxtasis impresionante, eso sí, corres el riesgo de convertirte en una desquiciada como yo, pero vale la pena ser esta perra enferma que he sido todos estos años....
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kiwisnaranjas · 3 years
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juste un peu tordu (just a bit twisted); chicos heterosexuales #1
Segundo libro en la serie Chicos Heterosexuales. Escrita por Alessandra Hazard. Adaptación a Larry Stylinson sin fines de lucro.  
mexprimer (mon_inspiration)
Créditos de traducción: galaxiainfinitadelibros.blogspot.com
·         1 🩰
La señora Hawkins iba a matarlo.
Louis miró su reloj e hizo una mueca. Ya era la una de la mañana; él había prometido a la señora Hawkins que no iba a volver a casa después de la medianoche.
Preparándose, abrió la puerta tan silenciosamente como pudo. Emily era de sueño ligero.
Louis cerró la puerta, estremeciéndose cuando crujió. Maldita sea.
"¿Sr. Tomlinson?", Dijo la señora Hawkins, frotándose los ojos y sentándose en el sofá.
Louis miró a las gemelas, pero ellas no parecían haber despertado. Se acercó a su niñera. No le tomó mucho tiempo: el apartamento era pequeño.
La señora Hawkins estaba frunciendo el ceño profundamente, una mirada triste en su rostro.
"Lo siento", dijo Louis antes de que ella pudiera decir nada. "Estoy realmente, realmente arrepentido. No pasara nuevamente, lo juro. No podía volver antes. Fue una noche tranquila, y no he conseguido muchas propinas. Yo no tenía suficiente dinero para pagarle por esta semana, así que terminé quedándome hasta que lo hice".
Los labios de la señora Hawkins fruncidos. Ella suspiró. "Sr. Tomlinson Louis. Entiendo su situación — es la única razón por la que sigo aquí — pero debes entender la mía, también. Tengo una familia, también, pero me paso hasta quince horas al día aquí, cuidando de dos enérgicas niñas de cuatro años. No me paga lo suficiente para eso."
"Voy a encontrar otro trabajo", dijo Louis rápidamente, tratando de sofocar el pánico creciente en su pecho. "Voy a encontrar un mejor trabajo y le pagaré más". Ella suspiró de nuevo, sacudiendo la cabeza.
"Eso es lo que dijo el mes pasado, Louis." Miró a las niñas. "Admiro su dedicación, pero no puede seguir así. Solo tiene veinte años. Se merece algo mejor. Ellas se merecen algo mejor, también. ¿Por qué no les encuentra una buena familia?"
"No," dijo, su voz dura. "Ellas ya tienen una familia. Me tienen mí".
"Apenas le ven. Preguntan por usted todo el tiempo. Ellas le extrañan".
Louis miró hacia ellas. Emily y Bee dormían enroscadas una hacia la otra, sus mejillas regordetas casi se tocaban.
Se le formó un nudo en la garganta. "Las extraño, también." Él miró a la señora Hawkins. "Por favor. Encontraré una solución. Realmente no volverá a suceder." Pescando su billetera del bolsillo trasero, le dio a ella todo el dinero que tenía. "Aquí, tome esto."
Ella negó con la cabeza, pero aceptó el dinero. "Piense en lo que le dije, Louis," dijo antes de tomar su bolso y salir.
Louis cerró la puerta y volvió a la cama.
Se arrodilló junto a la cama, apoyó la barbilla en el colchón, y se quedó viendo a las gemelas.
La luz tenue hizo que su pelo castaño ceniza pareciera casi dorado. Parecían pequeños angelitos.
Louis cerró sus ojos. Dios, estaba tan cansado, pero dormir era la última cosa en su mente. No necesitó abrir la heladera para saber que se quedaron sin comestibles: sabía cuánto tiempo los llevó agotarse. Ellos no tendrían nada qué comer el día después de mañana.
La desesperación arañó su garganta. Luego vino el resentimiento y la ira.
Louis se los quitó de encima. Estar enojado con sus padres por tener numerosas deudas, morir y dejarlos sin un centavo era inútil. Él no podía permitirse el lujo de perder el tiempo. Necesitaba dinero. Ahora.
¿Pero cómo? Él ya tenía dos empleos.
"¿Louis?"
Louis abrió los ojos. Una de las niñas ya no dormía. Una oleada de pánico lo recorrió cuando se dio cuenta de que ya no podía distinguirlas. ¿Era Emily o Bee?
"¿Bebé?" Graznó a través del nudo en su garganta.
La niña se sentó lentamente, con cuidado de no despertar a su hermana, y Louis exhaló. Era Emily: ella era más madura y considerada que Bee, quien era frecuentemente una pelota de energía sin dirección.
Emily se acercó a él, y Louis la levantó en sus brazos. "Hey, princesa", susurró, besándola en la sien y respirando su dulce aroma.
"Estás en casa", dijo Emily, envolviendo sus pequeñas manos alrededor de su cuello. "Te extrañé."
"Yo también", Louis murmuró, acariciando su espalda. Lo siento. "¿Te divertiste mientras yo estaba fuera?"
Emily asintió. "Jugamos mucho, pero el Halcón(1) no nos dejó salir fuera"
(1. La niña le dice "Hawk" a la señora Hawkins lo que puede ser una abreviatura de su apellido, aunque también significa "halcón" y en esta ocasión parece estar diciéndolo en este sentido.)
"No llames a la señora Hawkins así." A pesar de que tuvo que reprimir una sonrisa. "¿Algo más?"
"Un hombre grande vino después del desayuno. Él tenía una carta para ti, pero el Halcón no nos dejó que la tocáramos."
"Una carta, ¿eh?" Louis se puso de pie, sosteniendo a Emily junto a su pecho, y caminó hacia su escritorio. "Vamos a ver."
Agarró el sobre y volvió a la lámpara en la mesa de luz. Él entrecerró los ojos ante él y su estómago cayó cuando vio de quién era.
"¿Qué es?" Preguntó Emily.
Louis abrió el sobre, sacó el pedazo de papel en el interior y comenzó a leer.
"... calificaciones inaceptables..." "... en caso de no lograr mejorar..." "...la beca será revocada a menos que el estudiante logre..."
El papel se le cayó de los dedos al suelo y él no se dio cuenta.
"¿Louis? ¿Algo malo pasó?"
Miró abajo a los ampliamente abiertos ojos azules de Emily y forzó una sonrisa. "No, calabaza. Todo está bien." Enterró la cara en su pelo y cerró los ojos.
Cuando llovía, lo hacía a cántaros. 
·         2 🩰
 "¿Algo está mal?", dijo una voz familiar antes de que un brazo se colgara de los hombros de Louis.
Louis miró a Zayn, pero siguió caminando. Su próxima clase iba a comenzar en diez minutos y era una a la que no podía llegar tarde. "Nada."
"Pura mierda. Suéltalo." Los ojos miel oscuro de su amigo estaban fijos en él con curiosidad.
Louis se encogió de hombros. "Estoy en bancarrota. Y encima de eso, van a terminar mi beca si no mejoro mis notas en tres clases".
Zayn frunció el ceño. "Creía que ya habías hablado con Bates y Summers y explicado tu situación."
Suspirando, Louis se pasó una mano por el pelo. "Sí. Pero también está Mecánica de Fluidos".
Zayn hizo una mueca. "Styles."
"Sip," Louis dijo miserablemente.
El profesor titular más joven de la escuela, Harry Styles tenía el apodo de "Profesor Imbécil" por una razón. Estricto y duro, fijó estándares imposiblemente altos para los estudiantes y despreció a aquellos que fallaron en alcanzarlos. Él no toleraba la "flojera". Y como Louis perdió demasiadas de sus clases y, a menudo no tenía tiempo para completar sus tareas, él era probablemente uno de los estudiantes menos favoritos de Styles si el hombre incluso tuviera estudiantes favoritos.
La posibilidad de Styles permitiéndole alguna flexibilidad era inexistente. Styles no ofreció a nadie cualquier flexibilidad. Sus demandas bordeaban lo ridículo, pero a los ojos del consejo Styles no podía hacer nada mal, ya que obtuvo una gran cantidad de becas de investigación como, un montón. Louis tenía que dar a Styles el crédito — uno no llegaba a ser un investigador tan altamente respetado para la edad de treinta y tres años, si uno no era increíblemente inteligente, — pero eso no cambiaba el hecho de que el tipo fuera un completo pendejo.
"¿Qué vas a hacer?", Dijo Zayn.
"No tengo idea" Louis hizo su camino a sus asientos habituales en el frente de la sala de conferencias: Styles les ordenó a él y a Zayn sentarse allí todo el tiempo después de que les había atrapado hablando durante su clase. Louis se sentó y suspiró. "¿Qué debería hacer?"
"Me gustaría poder ayudarte." Zayn se dejó caer en un asiento junto a él. "Pero tú sabes que estoy un poco apretado con el dinero, también."
Louis asintió. Zayn vivía en la casa de su abuela y la ayudaba como podía. Sus padres trabajaban en otro país y no eran de mucha ayuda.
"¿Qué hay de tu tía?", Dijo Zayn. "Pensé que ella solía ayudarte a salir cuando las cosas se ponían difíciles."
Louis se detuvo y lo miró. "Ella murió el año pasado, Zayn. Te dije eso."
La cara de Zayn enrojeció de color rojo brillante. "Mierda, lo siento, — no sé cómo yo —"
Louis negó con la cabeza. "Olvídalo." No es que a Zayn no le importaba; él era muy sociable y tenía más amigos que Louis conocidos. No es de extrañar que se le hubiera deslizado fuera de su mente.
"¿Qué pasa con tu primo — Sage?" Zayn sonrió tímidamente. "Ves, ¡no soy totalmente un caso perdido! ¡Lo recuerdo a él!" Louis rió.
"Tú no tienes esperanza alguna. Él salió hace poco de la cárcel, y tiene que resolver su vida. No necesita mis problemas arriba de los suyos propios. De todos modos, yo no estaba pidiendo dinero. Quiero decir al Profesor Styles. Si no obtengo buenas calificaciones en su clase, voy a perder la beca y tendré que abandonar" Aunque a veces Louis se preguntaba si sería mejor que abandonara: si no tuviera una escuela a la cual asistir, mejorarían sus posibilidades de encontrar un trabajo medio—decente. Excepto que un título universitario aumentaría sus posibilidades de encontrar un trabajo bien remunerado y darle a Emily y Bee todo que necesitaran mientras crecían.
"En realidad", dijo Zayn de repente. "He oído un interesante rumor sobre Styles."
"¿Qué rumor?" Zayn miró a su alrededor, como para asegurarse de que nadie podía oírlos, antes de inclinarse y murmurar al oído de Louis,
"Tucker dice que el profesor Styles tiene una debilidad por los chicos bonitos."
Louis parpadeó. "Ni modo. ¡Él estaba jugando contigo!"
"Nop, él estaba hablando muy en serio. Al parecer, alguien vio a Styles con un chico joven totalmente sobre él".
Louis se rió entre dientes, sacudiendo la cabeza. "Incluso si es verdad, ¿qué tiene eso que ver conmigo?"
Zayn le dio una mirada mordaz.
Louis abrió la boca, la cerró, y luego la abrió de nuevo. "Tienes que estar bromeando conmigo."
Zayn movió sus cejas. "Tucker dice que Styles tiene una cosa por los rubios."
"Mala suerte para ti, entonces."
Sonriendo, Zayn pasó una mano por su desordenado pelo oscuro. "Pfft. Si yo lo quisiera, no importaría. Pero tú lo tienes fácil, bonito. Vamos hombre, ¡es una solución perfecta!"
Louis le dirigió una mirada cansada. "Hay un pequeño problema, sin embargo. Soy heterosexual."
Su amigo no parecía inmutarse; en realidad tuvo el descaro de reírse. "¿Y qué? Yo no te estoy diciendo que lo tomes por culo. A pesar de que en realidad se puede sentir muy, muy bueno si el otro tipo sabe lo que está haciendo". Zayn sonrió, y Louis resopló. Zayn era bisexual y no tenía problema en admitirlo.
"Zayn—"
"Sólo estoy diciendo que puedes ser todo lo coqueto y mierda sin realmente no hacer nada con él, ¿sabes? Tienes él estilo. Quiero decir tú no eres mi tipo, pero no estoy ciego. Eres caliente. Fácilmente el tipo más caliente de la escuela".
"Tú no eres exactamente un patito feo, tampoco." Todo el mundo amaba a Zayn. Podría no ser clásicamente apuesto, pero prácticamente todo el mundo lo encontraba atractivo. Era difícil apartar la mirada de Zayn. Louis podría ser hétero, pero incluso él a veces se paró y miró cuando su amigo sonrió.
Zayn le guiñó un ojo. "Definitivamente no un patito feo, pero no soy tan bonito como tú, princesa."
"Oh, ¡te voy a mostrar, princesa!" Louis lo metió en una llave de cabeza, ambos riendo.
"Sr. Tomlinson, Sr. Malik, ¿ya terminaron?" Dijo una voz fría detrás de ellos.
Louis se congeló antes de soltar a su amigo y enderezarse. No se atrevió a mirar a Styles mientras el hombre pasó junto a ellos hacia su escritorio. El aula de repente se tornó silenciosa.
"Joder," Zayn susurró cuando Styles se detuvo frente a su escritorio y permaneció en silencio.
Louis se mordió el labio con fuerza y le robó una mirada al profesor. Los ojos verdes de Styles estaban fijos en Zayn, sus cejas oscuras fruncidas y los labios apretados con disgusto. Incluso cuando él no estaba disconforme con alguien, la mirada del profesor Styles podía hacer a cualquiera retorcerse. Cuando de hecho era infeliz, nadie quería estar en el extremo receptor de sus duras miradas. Louis pensó que se veía como un halcón, listo para arrojarse y atrapar a su presa.
Los ojos de Styles pasaron de Zayn a él. Si fuera posible, se veía aún más molesto ahora, un músculo palpitante en su mejilla. El estómago de Louis se apretó en un nudo. Se humedeció sus labios resecos y trató de verse lo más respetuoso posible, obligándose a encontrarse con los ojos del profesor con firmeza. Él no era un cobarde, maldita sea. Styles era sólo un hombre.
Los labios de Styles en una línea fina. "Sr. Tomlinson," dijo en un tono tranquilo.
Louis tragó convulsivamente. Había algo en la voz de Styles que lo hacía sonar más amenazante cuanto más tranquila era. "¿Sí, profesor?"
"Si usted y el Sr. Malik no están interesados en lo que yo estoy enseñando aquí, deberían irse."
Mirando la dura expresión del hombre, Louis repentinamente recordó el consejo de Zayn y casi se rió en voz alta de tan ridículo que era.
"No señor. Quiero decir, estamos muy interesados." Cuando no se movió un solo músculo de la cara de Styles, Louis añadió: "De hecho, yo quería hablar con usted después de clase acerca de mis notas."
Styles lo miró por unos momentos antes de ofrecer una respuesta fría, "Yo no tengo horas de oficina hoy." Él se sentó detrás de su escritorio y comenzó su lección.
Louis lo miró en blanco, inseguro de que se suponía que la respuesta de Styles significara. ¿Fue eso un sí o un no? ¿Como en "¿No tengo horas de oficina, por lo que puede venir” o “Yo no tengo horas de oficina, ¿por lo que no puede hacerlo”?
Excelente. Fantástico.
Louis suspiró. 
·         3 🩰
La puerta del despacho del profesor Styles era oscura y muy brillante.
Louis se quedó mirándola, tratando de ignorar la incómoda sensación en el estómago. Sus palmas estaban empezando a sudar, por lo que se las secó en sus jeans.
No seas ridículo, se dijo a sí mismo. Styles es solo un hombre, no un monstruo. La peor cosa que el tipo podía hacer era decir que no.
Él solo hablaría con él, explicaría su situación y esperaría que Styles no fuera el cabrón que todo el mundo creía que era.
"¿Quería usted algo, señor Tomlinson?", una voz baja, suave, dijo.
Louis casi saltó. Dándose la vuelta, trató de encontrar algo que decir.
"¿Sr. Tomlinson?" Styles tenía el ceño fruncido, una arruga entre sus cejas.
"Quería hablar con usted, señor."
"No es una hora de oficina", dijo Styles, destrabando su oficina y entrando.
No empujó la puerta cerrando detrás de él, y Louis vaciló, inseguro de si él debía seguirlo dentro.
Styles se sentó detrás de su enorme escritorio y encendió su computadora.
"No tengo todo el día, Tomlinson," dijo sin mirarlo.
Louis entró en la habitación a toda prisa. Cerró la puerta, se acercó a la mesa y se detuvo. Él miró a su alrededor, pero no había mucho que ver.
"¿Bien?"
Louis se obligó a mirar al otro hombre.
Styles lo estudiaba con un toque de impaciencia.
Louis apretó el respaldo de la silla frente a él. "Como dije, yo quería hablar de mi nota".
Los labios de Styles presionaron en una delgada línea. "No estoy seguro de lo que hay que hablar. Yo no doy segundas oportunidades a los estudiantes que no las merecen. Usted no se molesta en asistir a la mayoría de mis conferencias, la calidad de sus trabajos de curso es pésima, y ahora quiere una calificación aprobatoria. La política en materia de asistencia a clases se expresa claramente en el programa de clases; los estudiantes deben leer esta política cuidadosamente y organizarse en cumplimiento de la misma. Francamente, estoy sorprendido de que usted sea un estudiante becado. Si está preocupado por su beca, me temo que lo único que puede hacer es dejar la clase".
"No puedo dejar su clase — es una correlatividad para otra clase que actualmente estoy tomando y no puedo dejar ambas sin perder mi beca. Así que no puedo desaprobar su clase y no puedo dejarla. Necesito aprobarla, señor".
La mirada que Styles le dio no estaba impresionada. "Se puede culpar sólo a usted mismo, Tomlinson. Usted no se merece una mejor calificación. Su asistencia, tareas, participación en clase, y evaluaciones han estado por debajo de las expectativas del curso. Si usted vino aquí a decirme alguna historia lacrimógena y pedirme una mejor nota, ahórrese el aliento. He oído todo: madres ancianas enfermas, niños pequeños que cuidar, trabajar tres empleos, y así sucesivamente. Si usted no puede o no quiere estudiar y aprender, háganos un favor a ambos: deje de desperdiciar nuestro tiempo y abandone la universidad".
El corazón de Louis se hundió. Una parte de él había esperado que Styles tuviese piedad de él si le decía sobre su situación y le dejaría recuperar sus tareas luego. Pero, al parecer, a Styles no le importaba y no quería escuchar historias lacrimógenas.
La mandíbula de Louis se tensó. Su orgullo le instó a dar la vuelta y marcharse, pero no pudo. Él no podía perder la beca. Sus hermanas dependían de él.
Repentinamente, recordó el ridículo consejo de Zayn,
... dice que el profesor Styles tiene una debilidad por los chicos bonitos... Sólo estoy diciendo que puedes ser todo lo coqueto y mierda sin realmente hacer nada con él
"¿Sr. Tomlinson?"
Louis se estremeció, se sonrojó y volvió a mirar al hombre.
"¿Qué está haciendo todavía en mi oficina? Ha sido excusado".
Viendo la expresión dura de Styles, Louis no podía imaginarse coqueteando con él por su vida. Coqueteo y profesor Styles ni siquiera deberían ser mencionados en la misma frase, y punto. Y Louis no tenía mucha experiencia con el coqueteo, de todos modos: las pocas chicas con las que había tenido relaciones sexuales no requirieron ninguna seducción. A decir verdad, usualmente no tenía que hacer ningún esfuerzo en absoluto.
Louis respiró hondo y miró a los ojos Styles. "Señor, yo..." Tragó saliva. "¿Hay alguna manera en que pueda conseguir una mejor calificación? Haré lo que sea. Cualquier cosa."
Styles lo miró fijamente.
Luego, sus ojos se entrecerraron.
"Sr. Tomlinson," dijo al fin. "¿Está sugiriendo lo que creo que está sugiriendo?"
Louis tragó de nuevo. ¿Lo hacía? El mismo no estaba seguro de que estaba sugiriendo. "Um, ¿sí?"
Las fosas nasales de Styles se encendieron. Se echó hacia atrás en su silla y lo miró fijamente. "Por favor, aclare para evitar una confusión."
Louis barrió su mirada alrededor de la habitación antes de mirar hacia abajo a sus pies y encogerse de hombros. Sus zapatillas estaban gastadas, pero no podían permitirse unas nuevas. "Creo que usted lo sabe, señor."
Silencio.
Segundos pasaban.
"Ya veo", dijo Styles. "Cierre la puerta y venga aquí."
El estómago de Louis se sacudió. Sus piernas temblaban, se acercó a la puerta y la trabó, todo el rato tratando de ignorar la vocecita en pánico dentro de su cabeza que le estaba gritando, ¿Qué estás haciendo?
Mirando cualquier sitio menos a Styles, rodeó el escritorio y se detuvo junto a su profesor, su corazón latiendo en su garganta. Styles se volvió en su silla de modo que se enfrentaba a Louis ahora. Louis centró su mirada en la tela oscura del traje del profesor.
"De rodillas", Styles dijo suavemente.
Dejarse caer de rodillas fue casi un alivio, como de inestables estaban sus piernas.
Styles tomó su barbilla con los dedos y le echó la cabeza hacia arriba, obligando a Louis a encontrar su mirada.
"Yo puedo hacerle expulsar por esto", dijo.
Los ojos de Louis se agrandaron.
Styles le lanzó una mirada con tanto odio que Louis se estremeció. "Tengo estudiantes que nunca se pierden clases y trabajan muy duro para conseguir una C . Y luego están los chicos guapos, cabeza hueca como usted que piensan que, si me chupan la polla, van a tener una buena calificación".
Louis sintió que su cara se encendía. Oír la palabra polla del profesor Styles era extraño como el infierno. Extraño y francamente obsceno.
El agarre de Styles en la barbilla de Louis se apretó. "¿Cree que es justo, Tomlinson?"
Louis tragó, pero se obligó a sostener la mirada del hombre con firmeza. "Si usted va a informar de esto al consejo, recuerde que yo no he dicho una palabra sobre chupar pollas, profesor. Usted lo hizo. Si me denuncia, yo voy a denunciarlo a usted".
Un músculo en la mandíbula de Styles se crispó. "Pedazo de mierda". Su otra mano se hundió en el pelo de Louis y le tiró más cerca de su entrepierna. "Bien. ¿Quiere una calificación aprobatoria? Adelante. Trate de impresionarme".
Louis tomó una aspiración.
Styles sonrió. No era una sonrisa agradable. "¿Arrepintiéndose tan pronto?"
"No," dijo Louis firmemente y alcanzó la cremallera del tipo, diciéndose a sí mismo que era sólo una polla. Él le chuparía la polla al tipo y obtendría una nota aprobatoria. ¿Qué tan difícil podía ser? Probablemente tendría un sabor desagradable, pero no lo mataría ni nada.
Correcto.
Lentamente, le bajó la cremallera a los pantalones del profesor y luego... luego se detuvo. No importaba lo que se dijera a sí mismo, no podía moverse, mirando fijo, paralizado, al bulto debajo de los boxers negros del hombre.
Styles dejó escapar un sonido irritado. "Como yo pensaba. Váyase, y si me molesta de nuevo —"
"No." Louis pasó una mano por los boxers de Styles y agarró su polla.
Un latido pasó.
Louis se debatía entre reír histéricamente y entrar en pánico. Tenía una mano sobre la polla de otro tipo. La polla del profesor Styles.
Era cálida en su mano. Ese fue su primer pensamiento. Fue creciendo y convirtiéndose en más gruesa con cada segundo que pasaba. Le asustó un poco, pero también le dio confianza. No importa lo que Styles dijera, lo deseaba.
Louis le dio un apretón experimental y miró al tipo. El rostro de Styles se mantuvo inmutable. Por alguna razón, eso enojó a Louis. Él sonrió. "Parece que tiene una cosa por los chicos guapos, cabeza hueca, profesor".
Los labios de Styles se presionaron juntos. Por otra parte, parecía casi aburrido. "Es sólo una reacción fisiológica al estímulo y a una cara bonita. No es responsable de su apariencia física, por lo que difícilmente es algo por lo que estar orgulloso. Ahora, si realmente tiene la intención de hacerlo, deje de perder mi tiempo".
Mirándolo, Louis acarició la polla hasta su dureza total, viendo un cambio sutil en la respiración del hombre. El ángulo era incómodo, así que la sacó. Era grande y gruesa — y estaba muy cerca de su cara. A pulgadas de distancia. Louis se lamió los labios nerviosamente, sin poder apartar la vista. Tenían que ser por lo menos ocho (2) pulgadas de largo.
(2. 20,32 cm)
Styles suspiró, como si estuviera disgustado con la reacción de su propio cuerpo, y se movió un poco. La cabeza de su polla presionaba contra los labios de Louis. "Chupa."
Louis inhaló cuidadosamente. No olía tan mal. Tentativamente, lamió la cabeza. El sabor era... extraño, pero nada tan terrible como él había esperado. Pasó la lengua de nuevo.
El profesor gruñó, su mano agarrando el pelo de Louis con más fuerza. "Abre tu boca." Fue una orden.
Louis hizo lo que le dijo, y la gorda cabeza empujó dentro de su boca. Louis chupó suavemente. Una parte de su mente todavía estaba atrapada en el hecho de que tenía la polla del profesor Styles en la boca y no podía creerlo, pero el calor y pesadez de la polla estirando sus labios ampliamente lo hicieron muy, muy real.
Los ojos de Styles estaban fijos en su rostro mientras empujaba su polla más profunda, su mano pesada en la nuca de Louis. Louis encontró su mirada, se sonrojó, y cerró los ojos, decidido a centrarse sólo en conseguir el trabajo hecho. Cuanto más pronto Styles acabara, más pronto esto habría terminado y más pronto se podría olvidar de ello.
Pero con los ojos cerrados, sus otros sentidos volvieron a la vida y podía sentir todo con más intensidad.
Era... tan extraño. Styles estaba duro y grueso en su boca, sabiendo a piel y a algo más. Era extraño, pero no fue terrible. Louis la quitó, respiró y chupó la cabeza de nuevo, bajando un poco más lejos, probando. Tuvo un breve momento de preocupación, de que él no estaba haciendo esto correctamente, pero se dijo a sí mismo que no fuera tonto: no existe tal cosa como una mala mamada, ¿verdad?
Louis bajó un poco más, tratando de tomar la mayor cantidad de la gran polla dentro como podía. Él fue abajo, a continuación, nuevamente arriba, marcando un ritmo, tratando de acostumbrarse a ello. Él se estaba centrando tan duro en esto, tratando de contar en su cabeza, que le tomó un tiempo antes de darse cuenta de que Styles le estaba diciendo algo.
Louis se quitó la polla con un pequeño pop y miró arriba hacia Styles, todavía saboreándolo en toda su lengua. Él parpadeó hacia él y tuvo que reprimir las ridículas ganas de preguntarle si estaba haciéndolo bien, como un alumno deseoso de complacer a su maestro. "¿Qué?", Dijo en cambio. Como de costumbre cuando estaba nervioso, su voz salió un poco arrogante. Tendía a sobre—compensar a veces.
Styles se limitó a mirarlo por lo que pareció una eternidad, sus ojos verdes acristalados, con los párpados pesados. Finalmente dijo: "¿Esta es su primera polla, Tomlinson?" La voz de Styles era áspera y gutural, a pesar de que él fue quien simplemente se había pasado los últimos minutos con una polla en la boca.
"¿Importa?"
Los labios de Styles se torcieron. "No. Pero eso explica por qué es tan malo en ello".
Louis frunció el ceño y apretó la erección del tipo. "Su polla parece pensar que estoy haciéndolo bien."
Styles se burló. "Eso sólo demuestra lo simples que nosotros los hombres somos." Miró a los labios de Louis. "Continúe, pero deje de pensar demasiado. No piensa en clase, pero ahora parece pensar demasiado duro cuando se supone que no debe estar pensando."
Louis lo fulminó con la mirada, pero asintió con la cabeza.
Dio a la polla de Styles unas cuantas lamidas antes de envolver sus labios hacia atrás alrededor de ella y hacer lo que él quería, ritmo y concentración serían, demonios.
Fue mucho más desordenado de esta forma. Bajó tanto como pudo sin ahogarse, volviendo a subir y afuera, lamiendo una larga franja hasta la parte inferior de la polla de Styles y lamiendo la abertura, degustando la salada amargura.
Louis trató de no pensar en lo obsceno que probablemente se veía así, bombeando la cabeza y goteando saliva en todas partes mientras chupaba la polla de su maestro. Styles gruñía y empujaba hacia abajo en su cabeza, por lo que estaba claramente haciendo algo bien. Más tranquilo, Louis seguía chupando, trabajando su boca más rápido ahora, ignorando el dolor en la mandíbula y moviendo su mano más rápido a lo largo de la parte de la polla de Styles que no podía caber en su boca.
"Abre los ojos", Styles espetó.
Louis lo hizo y elevó su vista hacia él. Sus ojos se encontraron, y Louis se sonrojó, muy consciente de que sus labios todavía estaban envueltos firmemente alrededor de la polla de su profesor. La polla de su profesor. Jodido Jesucristo.
"Voy a joder tu boca ahora", dijo Styles, en tono de conversación, como si no tuviera la polla en la boca de su estudiante. "échate hacia atrás y déjame que haga el trabajo. Mírame."
Louis sintió sus mejillas y cuello enrojecerse, pero hizo lo que le fue dicho. Styles se movió, sus fuertes, grandes manos acunando su rostro. Su polla se deslizó fuera de la boca de Louis hasta que sólo la cabeza quedó dentro. Louis miraba a Styles. El hombre le regresó la mirada y empujó profundamente en su boca. Louis se quedó sin aliento, luchando contra su reflejo nauseoso y tratando desesperadamente de respirar alrededor de la polla, pero aun sosteniendo la mirada de su profesor, como se le indicó.
Las fosas nasales de Styles se dilataron, sus ojos vagando por toda la cara de Louis. La sacó y empujó de regreso dentro. Luego de nuevo. Y de nuevo. Todo el rato mirándolo. Louis estaba seguro de que se sonrojaba, porque se sentía increíblemente sucio. Era su profesor el profesor más temido en la escuela — quien estaba usando su boca para aliviarse. Todo se sentía demasiado y abrumador: el gusto, el peso, la sensación de la polla del profesor Styles en la boca, las manos fuertes sosteniendo con firmeza su cara mientras Styles empujaba dentro y fuera de su boca, la respiración del Styles cada vez más trabajosa, sus ojos oscuros e intensos fijos en los de Louis.
Styles resistió sus caderas y Louis casi se ahogó, pero él se deslizó hacia fuera, sintiendo el calor golpeando la parte posterior de su garganta, saliendo a borbotones en rápida sucesión. Tosiendo, dejó que la polla ablandada saliera de su boca.
"Trágalo", Styles ordenó.
Louis lo fulminó con la mirada, pero hizo lo que le dijo, aunque con cierta dificultad. Afortunadamente, no sabía tan asqueroso como había esperado.
Mirándolo hacia abajo a través de ojos con párpados pesados, Styles respiró hondo. Al momento, su expresión se cerró. Quitó las manos y se acomodó a sí mismo. "Pasable".
Louis no sabía si reír o golpear al hijo de puta en la cara. Él se puso de pie, se limpió los labios hinchados y dijo: "Gracias, profesor." Su voz era ronca y rasposa — de chupar la polla de su profesor. "Así que, ¿qué pasa con esa calificación?"
Un músculo palpitaba en la mejilla de Styles. Se veía francamente enojado. "Estás excusado, Tomlinson."
Louis se fue.
Mientras la puerta del despacho del profesor se cerró tras él, Louis exhaló. Él no podía creer que en realidad lo había hecho. Él había chupado la polla de otro hombre. Él había dejado que Harry Styles, de todas las personas, jodiera su boca a cambio de una calificación.
Louis se sonrojó y miró a su alrededor, de repente paranoico de que todo el mundo podría adivinar lo que había sucedido sólo de mirarlo. Pero nadie le estaba prestando ninguna atención. Nadie sabía.
Todo estaba bien.
Lo hecho, hecho estaba. Podía poner el incidente detrás de él y pretender que nunca hubo sucedido.
Ahora sólo podía esperar que Styles mantuviera su parte del trato. 
·         4 🩰
"Relájate, hombre", dijo Zayn, dejándose caer en el asiento a su lado.
"¿Qué quieres decir?", Louis dijo, mirando alrededor del aula antes de mirar a sus manos.
"Tú estás tenso como el infierno. ¿Estás nervioso por tus calificaciones? ¿No dijiste que hablaste con Styles y lo convenciste de que te diera una segunda oportunidad?"
"Si, lo hice. Él no me reprobó aún — Me acabo de enterar que me dio una D." Y Dios, había sido un gran alivio. Louis no creía nunca haber estado tan feliz por recibir una D.
"Felicidades", dijo Zayn con una sonrisa, dándole palmaditas en la espalda. "Todavía me sorprende que te las arreglaste para convencerlo".
Louis cuidadosamente evitó los ojos de su amigo.
"Hablando del diablo," Zayn murmuró.
El silencio instantáneo que cayó sobre el aula era casi divertido. Casi.
Louis echó un vistazo a la alta figura de Styles antes de dejar caer su mirada.
"Las calificaciones de mitad de período fueron ingresadas," dijo Styles, sin preámbulos. "Informé las notas de treinta y ocho estudiantes cuyas calificaciones fueron inferiores a C. — Los informes fueron enviados a la Oficina del secretario, quien las distribuyó a cada estudiante." Hizo una pausa. "Si tienen alguna duda, pregunten."
Silencio.
Un tipo levantó la mano.
"¿Sí, señor Taylor?", dijo Styles, caminando hacia el estudiante. Louis no miró; él sólo lo veía en su visión periférica.
"No lo entiendo", Taylor dijo. "¡Tengo una F , y al parecer eso es todo! ¿Ni siquiera puedo mejorar mi nota? En todas las demás clases, las calificaciones de mitad de período no afectan nuestro GPA(3). Ellas existen, más o menos, para decirnos dónde estamos en la clase, y si tenemos o no que trabajar más duro, pero al parecer, no en su clase. — ¡yo no lo entiendo!"
(3. Promedio general)
Louis se encogió.
"Pobre chico," Zayn murmuró.
Hubo una pausa.
"Sr. Taylor," Styles dijo por fin, su voz peligrosamente suave. "¿Has leído el plan de estudios?"
"Bueno, sí, seguro." Taylor parecía cualquier cosa menos seguro.
"Si usted leyera el plan de estudios, sabría que en mi clase las notas de medio término sí afectan sus calificaciones finales. En otras palabras, si usted recibe una calificación de mitad de período desaprobada, usted no conseguirá una nota final aprobatoria. Sin excepciones."
"¡Pero no es justo!", dijo Taylor. "¡Así no es como se hacen las cosas!"
"Así es como se hacen las cosas en mi clase." De ser posible, la voz de Styles se hizo aún más suave. "Yo no pasaré a un estudiante que tenga un récord de asistencia pésimo para la mitad del periodo y falló en entregar sus tareas o las entregó con demora. Si usted leyera el plan de estudios, como yo les he dicho a todos que hicieran en el primer día del ciclo, usted no estaría en esta situación. Puede dar las gracias sólo a sí mismo. ¿Tiene otras preguntas? ¿Preguntas inteligentes?"
"No," Taylor se quejó.
"Ahora ¿estamos listos con esto, o alguien más quiere perder mi tiempo con preguntas sin sentido de las que se supone que deben saber las respuestas?"
El silencio era casi sobrenatural. Nadie se atrevió a respirar.
"Bien." Styles volvió a su escritorio.
"Wow," susurró Zayn, apenas audible. "¿Qué se le metió por el culo y murió allí dentro?"
Probablemente el enojo de que no pudiera reprobarme, pensó Louis.
Su piel se erizó. Miró hacia arriba y encontró a Styles dándole una mirada de tal odio que hizo que se sienta como si estuviera siendo repelido de la habitación. Louis levantó la barbilla y le miró a los ojos con firmeza. En serio, ¿cuál era el problema del tipo? No era como si él hubiera forzado a Styles a poner su polla en la boca de su estudiante.
El pensamiento — el recuerdo hizo a Louis sonrojarse y removerse en su asiento incómodamente. Mirando al rostro de piedra de Styles, era difícil creer que realmente había sucedido.
Pero sucedió.
Louis miró las manos de Styles — agarrando su cara mientras Styles empujaba su polla dentro de su boca — Louis pasó la lengua por sus labios, su piel incómodamente caliente, y fijó su mirada en el frente.
No pensaría en ello.
Él no lo haría.
·         5 🩰
Había pensado que podría poner el incidente fuera de su mente. Había pensado que Styles solo lo ignoraría después del incidente.
Se había equivocado en ambos casos.
Louis suspiró y miró melancólicamente a la tarea delante de él. Styles había sido increíblemente difícil en los últimos días, dándole tareas brutalmente difíciles y constantemente regañándolo delante de todos cuando Louis fallaba en completarlas para satisfacción de Styles.
"¿Terminó, Tomlinson?", dijo una fría voz familiar, y Louis se tensó. Echó un vistazo a Zayn a su izquierda, pero su amigo miró el libro delante de él con interés exagerado. Traidor.
"Voy a terminar pronto", Louis mintió. Él se puso rígido cuando Styles puso una mano sobre su escritorio y se inclinó a mirar el papel en blanco delante de él.
"Ya veo", Styles dijo.
Louis volvió la cabeza para mirarlo y se sorprendió por lo cerca que estaba el rostro del otro hombre. A pulgadas de distancia. Los ojos verdes se clavaron en los suyos por un momento antes de que los labios de su dueño se retorcieran burlonamente. Styles se irguió en toda su impresionante altura y dijo: "Su tarea debe estar lista en diez minutos, Tomlinson".
"Pero usted dijo—"
"Diez minutos" Styles repitió con una voz que decía claramente que no iba a aceptar ninguna discusión.
Se alejó, y Louis se quedó mirándole la espalda.
Él regresó su mirada al papel delante suyo y lo miró sombríamente. No era justo. ¿Cómo se suponía que iba a completar esta tarea en tan poco tiempo? Las preguntas eran ridículamente difíciles y dudosamente reflejaban lo que habían aprendido en clase. ¿Por qué no podría el cabrón dejarlo en paz? Se sentía como si Styles estaba decidido a hacer de su vida un infierno — y estaba teniendo éxito.
Louis frunció el ceño, tratando de mantener su temperamento bajo control y fallando. Estaba cansado, privado de sueño, con hambre y enojado — nunca una buena combinación.
Más tarde, él culparía de todo a su falta de sueño. Él culparía a su falta de sueño por escribir lo que él nunca habría escrito si no hubiera estado tan malditamente cansado, hambriento y enojado.
Louis entregó su tarea exactamente diez minutos más tarde y regresó a su escritorio. Él no estaba siquiera a medio camino de su escritorio cuando Styles dijo, con voz muy suave, "Sr. Tomlinson, a mi oficina después de sus clases".
Con la boca reseca, Louis asintió.
Idiota, se dijo a sí mismo. No debería haber dejado que su temperamento se llevara lo mejor de él.
·         6 🩰
Cuando sus clases habían terminado, Louis se dirigió a la oficina de Styles, según lo ordenado.
Tomando una profunda respiración, él llamó a la familiar puerta.
"Entre."
Louis entró y cerró la puerta con cuidado.
Luego caminó hacia el escritorio de Styles.
"¿Y bien?", dijo, cruzando los brazos sobre el pecho.
Lentamente, Styles miró hacia arriba. La expresión de su rostro era positivamente de piedra mientras movía un pedazo de papel hacia Louis — la tarea que él había entregado. "¿Cuál es el significado de esto?"
Louis cogió el papel y volvió a leer la única oración escrita allí, como si no supiera lo que decía.
¿Quieres reprobarme así no tendré más remedio que chupar tu polla de nuevo?
Interiormente, Louis se encogía un poco. No podía creer que había perdido los estribos y en realidad escrito eso.
Pero en voz alta, dijo: "¿No sabe leer, señor?" Hace sólo unos días, él no se habría atrevido a utilizar este tono engreído con Styles, pero al parecer, haber tenido la polla del tío en su boca hizo maravillas.
Styles se paró y caminó hacia él.
Él se detuvo sólo a unas pocas pulgadas de distancia.
Louis no se movió, negándose a dejarse intimidar.
"Puedo tenerlo expulsado por esto", dijo Styles.
"Claro, pero se conseguiría el despido y su carrera dañada cuando todo el mundo se enterara de que negocia calificaciones por sexo".
Styles lo agarró del cuello. "Pedazo de mierda." Su mano se apretó en su garganta. "¿Estás amenazándome?"
"No," Louis graznó. "Yo realmente no disfruto de ser intimidado. Yo no le obligué a empujar su polla en mi boca, profesor".
Las fosas nasales de Styles se encendieron. Él no dijo nada, los músculos de su mandíbula trabajando.
"En serio, ¿cuál es su problema conmigo?", dijo Louis, luchando por respirar a través de la presión del agarre de Styles. "No puedo ser el único estudiante que utilizó. No estoy orgulloso de lo que hice, pero fue un trato justo: ambos obtuvimos algo de ello. ¿Por qué estás siempre encima mío?"
"Nunca cambié notas por sexo", Styles dijo entre dientes. "Tú eres la única excepción."
Louis parpadeó. "¿Qué? Pero yo he oído —"
"Sí, tengo ofertas todo el tiempo, pero reporto a cualquiera que es tan estúpido como para sugerirlo abiertamente. ¿Me veo como alguien que cambiaría notas por cualquier cosa, Tomlinson?"
Bueno no. Esa era la razón por la cual Louis había tenido problemas para creerlo cuando Zayn le había dicho el rumor.
"Pero entonces..." Louis estudió a Styles. "Entonces, ¿qué hay de mí? ¿Por qué yo?"
El silencio se prolongó. Y se prolongó. Y se prolongó un poco más.
Oh.
Louis se pasó la lengua por los labios. "Usted me quiere." Él dejó escapar una incierta risita. "Guau. Estoy — estoy algo así como halagado, supongo".
Styles lo fulminó con la mirada, su agarre apretándose en la garganta de Louis. "Es sólo lujuria, nada más. Yo no le daré un tratamiento especial".
"Ya está profesor. Ha sido un completo idiota últimamente — incluso más de lo que normalmente es." Louis le sostuvo la mirada. "Seamos honestos, hombre. Yo necesitaba no reprobar su clase, por lo que se la he chupado. Yo no le obligué a aceptar mi oferta. Usted quería su polla chupada y obtuvo lo que quería. No es mi culpa que no pudiera resistirlo. Y es seguro como el infierno que no es mi culpa que lo excite. Así que por favor deje de agarrárselas conmigo. Lo entiendo: usted está sexualmente frustrado, pero vaya a masturbarse, o fóllese a alguien—"
"No lo creo", dijo Styles, en voz muy baja.
A Louis no le gustó el brillo en sus ojos. "¿Qué?"
"Yo siempre consigo lo que quiero", dijo Styles, su tono suave en desacuerdo con el agarre duro en la garganta de Louis. Probablemente habría hematomas. "Si quiero tu boca, voy a conseguir tu boca, no la de alguien más. Ponte de rodillas."
Louis se le quedó mirando. ¿Hablaba este hombre enserio?
"Yo no lo creo, profesor," él dijo igualmente suave. "Tú eres el que quiere su polla chupada. Yo soy heterosexual. ¿Qué hay en esto para mí?"
Los ojos de Styles se estrecharon. "No voy a repetir mi error otra vez. Va a tener que trabajar por su nota final como todos los demás. No le voy a dar una calificación que no se merece".
"Entonces, todo apunta a que será la primera vez en que no conseguirá lo que quiere. Señor. Déjeme ir. Ahora."
Styles no lo soltó, su mirada evaluándolo. "Dos mil", dijo.
Louis frunció el ceño. "¿Qué?"
"Dos mil dólares al mes." Louis se rió, incrédulo, al límite.
"Tiene que estar bromeando conmigo. No soy una puta". Styles enarcó las cejas.
Louis frunció el ceño, aunque sintió que sus mejillas se calentaban. "Es diferente."
"¿Cómo es diferente?" Los labios de Styles torcidos, pero Louis nunca lo llamaría una sonrisa. "En realidad es mucho más honesto y directo que prostituirse a sí mismo por una nota. Necesita dinero, Tomlinson".
"¿Cómo sabe eso?", Louis dijo bruscamente.
"Tengo ojos. La mayor parte de sus ropas están gastadas y viejas."
El tono de Styles lo daba por hecho, aun así, Louis de repente se sintió muy consciente de la humildad de su apariencia en comparación con el traje impecable de Styles. "¿No tiene mejores cosas que hacer que estudiar la ropa de sus estudiantes?"
Styles acarició con el pulgar el pulso en el cuello de Louis. "Dos mil al mes solo por chuparme la polla. Piense en ello, Tomlinson."
Louis no quería pensar en ello. Quería reírse en la cara de Styles y salir, pero...
Pero.
Pensó en la nevera y armarios vacíos en casa. Pensó en la renta, que vencía la próxima semana. Pensó en el invierno que vendría pronto — y en las facturas de calefacción. Pensó en el salario de la señora Hawkins. Pensó en el hecho de que apenas veía a Emily y a Bee, porque tenía que trabajar en dos empleos y aun así apenas arañaban la vida.
Él fue tentado. Jodido infierno, él fue tentado. No lo hacía exactamente sentirse orgulloso, Styles tenía razón: necesitaba dinero y él no estaba en condiciones de ponerse exigente con el origen del dinero.
"Tres mil", dijo Louis. Si iba a prostituirse a sí mismo, él no iba a ser barato. Styles no estaba casado, tenía un trabajo acomodado y había publicado varios libros galardonados. Él fácilmente podría permitírselo.
Styles resopló. "No puede estar hablando en serio. Puedo encontrar cincuenta putas por ese dinero".
"Estoy seguro de que puede. Pero me quiere a mí. Y yo no soy una puta".
"Podrías haberme engañado."
Louis ignoró la provocación y dijo en voz baja, mirando Styles a los ojos, "No es como que no pueda permitírselo. Tres grandes por follar mi boca cada vez que quiera".
Las fosas nasales de Styles aletearon. Su rostro era difícil de leer, pero el hambre en ellos mientras miraba los labios de Louis era más difícil de ocultar. Hizo a Louis sentirse raro. Él era heterosexual, pero era lo suficientemente honesto consigo mismo para admitir que era halagador como el infierno que este hombre — este poderoso hombre al que todo el mundo temía y respetaba lo deseara tanto a él.
"¿Cada vez que quiera?", dijo Styles, levantando la mirada a los ojos de Louis.
Después de un momento de vacilación, Louis asintió. ¿Con qué frecuencia podría Styles reclamar que él lo hiciera? Probablemente un par de veces a la semana, a lo sumo. Como unas diez veces al mes. Y él obtendría tres mil dólares por eso. Sería capaz de dejar uno de sus empleos y pasar más tiempo con las niñas.
Merecería la pena.
"Muy bien", dijo Styles, soltando su garganta. Volvió a su silla y miró a Louis. "¿Qué está esperando, Tomlinson?"
Louis tragó saliva y miró hacia el impresionante bulto en los pantalones del hombre. Podría totalmente hacerlo. Tan sólo diez veces al mes y tres mil dólares por sus molestias. Ya había chupado la polla de Styles una vez y no era repugnante ni nada. Podría hacerlo.
Louis cerró la puerta y luego cayó de rodillas delante del profesor más odiado de la escuela.
·         7 🩰
Realmente subestimé su deseo sexual, Louis pensó mientras chupaba la polla de su profesor una semana después. Era la quinta vez esa semana que se había encontrado de rodillas delante de Styles.
Louis tuvo que admitir que no era desagradable ni nada; Podría haber sido mucho peor. Mucho peor. La polla de Styles estaba siempre limpia y sabía bien. Claro, el tamaño hacía que la cosa sea más difícil de lo que debería haber sido, pero después de las primeras veces, se había acostumbrado a ello y su mandíbula ya había dejado de dolerle. Además, la mayoría de las veces, Styles hacía la mayor parte del trabajo, sosteniendo la cara de Louis en su lugar y simplemente follándole la boca.
Sin embargo, hubo ocasiones, como hoy, en que Styles ordenó a Louis lamerle y chuparle la polla despacio. Eso era más difícil, pero el interno sentido de justicia de Louis no le dejó hacer un trabajo a medias: Styles le pagó mucho dinero por esto, después de todo.
Si alguien le hubiera dicho hace unas semanas que estaría chupando la polla de otro tipo cada día, Louis se habría reído. Si alguien le hubiera dicho que iba a dejar que el profesor Styles, de todas las personas, pusiera la polla en su boca todos los días, Louis habría pensado que era una muy mala broma. Y no una broma divertida.  
Sin embargo, allí estaba él, chupando la polla de Styles, la gran mano de Styles guiándole la cabeza mientras Louis bombeaba su cabeza, girando su lengua alrededor de la cabeza de la polla de su maestro. Sí, tenía buen gusto. Louis encontró que con cada vez que pasaba le preocupaba menos el sabor.
Styles gruñó, sus caderas empujando hacia arriba ligeramente. Louis no estaba seguro que decía sobre él que supiera que Styles ya estaba cerca de llegar.
"Mírame", Styles exigió.
Louis se encontró con los ojos oscuros y chupó la cabeza lentamente. Luego más duro.
Styles agarró el cabello de Louis, empujó con fuerza y se corrió.
Louis se tragó la corrida. No era un fanático del sabor, pero sabía que a Styles le gustaba cuando lo hacía. El sabor no era tan horrible, de todos modos.
Después de un rato, sintió la mirada de Styles sobre él y levantó la vista de nuevo.
Styles lo miraba con una extraña expresión en su rostro. De repente, Louis se dio cuenta de que todavía tenía la ablandada polla de Styles en su boca y todavía estaba chupándola sin prestar atención, como si fuera un chupetín gigante.
Sonrojándose, Louis dejó que la polla se salga de su boca y se puso de pie. "Yo sólo estaba en otra parte", dijo, alejándose y limpiándose la boca.
"Yo no dije nada", dijo Styles.
Cuando oyó el sonido de una cremallera, Louis se volvió.
Una vez más, el profesor Styles se veía inmaculado e intocable. Si Louis no supiera mejor, nunca creería lo que había ocurrido en esa oficina hace unos minutos.
Louis pasó de un pie al otro.
Echándose hacia atrás en su silla, Styles enarcó las cejas. "¿Sí?"
Mierda. Esto era incómodo como el infierno, pero la señora Hawkins le había dicho que iba a renunciar si Louis no aumentaba su salario. Para empeorar las cosas, su renta vencía hoy. Así que Louis se obligó a hablar, "Necesito dinero. ¿Me puede pagarme ahora? Quiero decir — sé que no era el trato, pero —"
"Ven aquí."
Louis cerró la boca a media frase y dio un paso hacia él. No podía leer la expresión de Styles.
Styles tomó su muñeca y lo tiró en su regazo.
"¿Pero qué—"
"¿Qué hay en esto para mí?" Styles dijo, burlándose claramente de él, usando las palabras que Louis le había dicho hace una semana.
Louis se apoderó del respaldo de la silla de Styles, sintiéndose incómodo y extraño. Nunca había imaginado que estaría en esta situación: sentado en el regazo del profesor Styles y tratando de sacarle dinero. "¿Qué quieres? ¿Otra mamada?"
Styles lo estudió. "Me dejas que te toque y te bese y te daré el dinero."
Louis parpadeó. Bajó la mirada a los labios de Styles y sintió una sensación incómoda en su estómago. "No lo sé — quiero decir, soy heterosexual. Eso sería un poco raro".
Los labios que estaba mirando se torcieron.
"Más extraño que chuparme la polla, Tomlinson?"
Louis sentía una burbuja de risa nerviosa subiendo dentro de él. "Bueno, cuando lo pone de ese modo, supongo que tiene razón."
Styles envolvió una mano alrededor del cuello de Louis, acariciando su pulso con el pulgar. "¿Bien?"
Louis se encogió de hombros. "Bien. Lo que sea."
Parecía como si Styles hubiera estado esperando sólo por esas palabras, porque lo siguiente que Louis supo, es que tenía la lengua de su profesor en la boca. Los ojos de Louis se abrieron, pero se forzó a relajarse.
Cerró los ojos, tratando de distanciarse de lo que estaba sucediendo y fallando. Sorprendentemente, Styles era bastante buen besador. No era descuidado, y el beso no era horroroso, pero era extraño. Era extraño ser el que era besado, y no al revés. Él estaba siendo besado por un hombre, no una chica. La diferencia no debería haber sido tan obvia, pero lo era. Styles besaba de la misma forma en que actuaba: mandón, exigente y duro.
Unos minutos más tarde, Styles finalmente había terminado de besarlo, y los labios de Louis estaban hinchados y sensibles. Se sentía un poco abrumado y más que un poco extraño.
Styles tomó una mirada en él, resopló y lo empujó fuera de su regazo. Louis se puso de pie tambaleándose y se volvió para irse.
"Usted no cobró su pago, Tomlinson."
Pago. Correcto.
Louis volvió y no miró hacia él mientras Styles puso dinero en su bolsillo.
"Ahora váyase", dijo Styles. "Tengo tareas que corregir."
Louis estaba simplemente muy feliz de obedecer.
Una vez que estuvo fuera de la oficina, tocó sus labios doloridos. Ellos le hormigueaban.
·         8 🩰
Resultó, que los besos no eran una cosa de solo una vez. Styles parecía pensar que ahora que lo había hecho una vez, tenía el derecho de meter su lengua en la boca de Louis cuando quisiera — y él parecía quererlo muy a menudo.
Como resultado, Louis había estado pasando un montón de tiempo en el regazo de Styles, con la lengua de Styles en su boca y las manos de Styles en su culo. Lo último le hizo sentir un poco incómodo, pero Styles no parecía querer otra cosa. Louis pensó que el chico no podía evitarlo, así que no hizo un escándalo sobre ello.
Por lo general, después de unos diez minutos de besarse duro, Styles le ordenaba que se la chupara, pero hoy se estaba tomando su tiempo, besándolo una y otra vez, profundo y muy sucio, hasta que Louis apenas podía respirar. La sensación familiar de estar completamente abrumado estaba de vuelta, y Louis se encontró a sí mismo jadeando y haciendo pequeños ruiditos — ni siquiera estaba seguro de por qué. Era simplemente demasiado. Él no estaba seguro de si le gustaba este sentimiento el sentimiento de estar completamente abrumado — o lo odiaba.
Por fin, Styles rompió el beso, pero en lugar de simplemente ordenarle que se la chupara, como generalmente hacía, él comenzó a bajar besando por el cuello de Louis.
"Um, estoy bastante seguro de que esto no era parte del trato", dijo Louis.
Styles lo ignoró, por supuesto.
Louis puso los ojos. Desde que todo empezó, había descubierto que en realidad Styles se mantuvo a sí mismo bajo control en clases y no demostró el alcance de su... personalidad. Cuando estaban solos, Styles no se contenía: era completamente dominante. Todo tenía que hacerse del modo en que Styles quería.
Louis fue arrancado de sus pensamientos cuando sintió la gran mano de Styles deslizarse bajo su remera para acariciar su espalda desnuda.
"Cómo que estás cruzando la línea, hombre," Louis murmuró, aunque si era honesto consigo mismo, no le molestaba tanto que Styles lo tocara. Se preguntó si debía hacerlo.
No era la primera vez que se le había ocurrido a Louis, que él no estaba ni cerca de estar tan asustado por todo el asunto como probablemente debería haberlo estado. Pero, de nuevo, él tenía la polla del tío en su boca todos los días. Esto no era nada.
Styles continuó mordisqueando su cuello agresivamente. "Sácamela y mastúrbame."
Antes de que Louis pudiera hacerlo, el teléfono celular de Styles empezó a vibrar en el escritorio.
Maldiciendo entre dientes, Styles levantó la cabeza del cuello de Louis y extendió la mano por su teléfono.
"¿Sí?", espetó sin mirar el identificador de llamadas.
Louis observó con interés como la cara de Styles se convirtió en una máscara de piedra. Obviamente, no le gustaba lo que sea que quien fuera que llamara le decía, porque su voz se volvió dura. "No me interesa, Gemma." Una pausa. "Me importa un bledo lo que quiere. Guarda tu aliento. No estoy yendo."
Despertada su curiosidad, Louis se acercó al teléfono, tratando de escuchar lo que estaban diciendo.
"...padre está muy enfermo, Harry," la mujer Gemma — dijo. "Te juro que no estoy mintiendo. Él nunca lo admitiría, pero yo sé que él quiere verte antes de — antes... Por favor. Por mí."
La mandíbula de Styles se apretó. "Yo no voy a hacer lo que él quiere que haga. Yo no me voy a casar con esa niña tonta".
"Amanda es una joven agradable", dijo Gemma. "Sí, su padre es amigo de nuestro padre, pero ella no es su padre. Ella es amable y —"
"Gemma" Styles la interrumpió, clavando la vista en su escritorio. "Te estás olvidando de algo. No me interesan las mujeres. E incluso si lo hicieran, nunca me habría casado con la mujer que él eligió para mí".
Gemma suspiró. "Sólo ven a casa este fin de semana. Eso es lo único que te pido".
Styles se pellizcó el puente de la nariz. "Bien," escupió. Colgó bruscamente y tiró el teléfono sobre su escritorio.
"¿Tu hermana?", dijo Louis. Pensando que Styles ya no estaría de humor para sexo, estaba a punto de deslizarse de su regazo cuando Styles lo agarró y lo tiró en un beso.
El beso fue cruel, duro y castigador. Se terminó tan rápido como empezó.
Styles le agarró de la barbilla y lo miró fijamente, la ira aun rodando fuera de él en oleadas. "Tú vas a acompañarme."
Louis se rió entre dientes. "¿Lo haré? Gracias por informarme".
"Te voy a pagar", dijo Styles, en absoluto inmutado. "Otros tres mil por el fin de semana."
Louis se le quedó mirando. "No puedes estar hablando en serio. ¿Estás dispuesto a pagarme tres mil dólares sólo para molestar a tu padre?"
La mirada que Styles le dirigió le habría hecho estremecerse algunas semanas atrás. "Eso no es asunto tuyo." Echó un vistazo a su reloj. "Son casi las dos. Vete a casa y empaca para el fin de semana. Voy a recogerte en dos horas".
Louis puso las manos sobre los hombros de Styles. "Whoa, espera un segundo. Yo no voy a ir a ningún lado. Lo digo en serio. No puedo".
Styles le lanzó una mirada irritada. "¿Por qué no?"
Louis vaciló. "Tengo dos hermanas pequeñas. Tienen sólo cuatro años. No puedo dejarlas el fin de semana. No tienen a nadie más".
Styles tenía una expresión en su rostro que Louis no podía leer. "Consígueles una niñera. Yo lo pagaré."
Poniendo los ojos, Louis saltó de su regazo. "¿Esa es tu respuesta para todo? No se puede comprar todo, ¿sabes? Yo no voy a dejar a las niñas con alguien que no conocen. Su niñera habitual tiene el fin de semana libre."
Styles exhaló un suspiro, sus cejas alzándose levemente mientras el ceño fruncido alcanzaba a sus labios. "Bien. Trae a las mocosas con nosotros".
Louis hizo una pausa antes de enfrentársele. "Yo no creo que sea una buena idea. Ellas se ponen ansiosas con los extraños, y tú... bueno, tú eres tú".
Una sonrisa irónica apareció en el rostro de Styles. "Contrariamente a la opinión popular, yo no como bebés para el desayuno." Se puso de pie y caminó hacia Louis. "Te vienes conmigo", dijo, deteniéndose frente a él. "No me importa lo que hagas con las niñas, pero tú te vienes conmigo."
Antes de que Louis pudiera decir nada, Styles lo agarró del cuello y lo tiró en un beso.
Unos minutos más tarde Styles finalmente le permitió respirar de nuevo, y Louis estuvo perturbado de encontrar sus dedos apretados en la camisa de Styles.
"Correcto", dijo, un tanto aturdido, parpadeando.
Styles le dio un empujón hacia la puerta. "Te recogeré en dos horas. Conozco tu dirección."
"Correcto", dijo Louis de nuevo y se fue, sintiéndose más que un poco confundido y asustado.  
·         9 🩰
"Pero ¿a dónde vamos?" preguntó Emily, tirando de la mano de Louis.
"¿Quién va a venir a recogernos?", preguntó Bee, rebotando con entusiasmo y tirando de su otra mano.
Louis miró entre sus caritas emocionadas e hizo una mueca en su interior. Esta era una idea terrible.
"Un amigo", dijo, eligiendo responderle a Bee, ya que no tenía idea a dónde se dirigían. Presumiblemente a visitar al padre de Styles. Parecía que Styles y su padre tenían desacuerdos — por decirlo suavemente así que Louis dudaba que fuera a ser una cálida reunión familiar, incluso sin tomar en cuenta el hecho de que Styles le estaba llevando sólo para molestar a su padre.
Arrastrar a Emily y a Bee en esto no era una buena idea, pero por otra parte... tres mil dólares. No tendría que preocuparse de los salarios de la señora Hawkins durante unos cuantos meses.
"¿Es él? ¿Es él?" Bee rebotaba poniéndose aún más excitada mientras señalaba al Mercedes negro que había estacionado en el frente del edificio.
"Probablemente", dijo Louis. "Vamos." Él tomó su maleta y agarró la mano de Bee con su otra mano. Se podía confiar en Emily para que se quedara cerca y no corriera a cualquier lugar; En Bee, no se podía.
Las puertas del Mercedes se abrieron cuando llegaron a él.
Louis se sorprendió al encontrar que Styles ya tenía asientos de seguridad para niños instalados.
"Oye", le dijo a Styles, sintiéndose torpe y fuera de balance. Nunca se supuso que Styles conociera a sus hermanas. "Emily, Melissa, saluden al Sr. Styles."
"¡Yo no soy Melissa!", dijo Bee con un mohín.
Louis ocultó una sonrisa. "Emily, Bee, saluden al Sr. Styles."
"¡Hola, Sr. Styles!", dijeron juntas y Louis sintió una oleada de orgullo. Ellas solo tenían cuatro, pero eran muy inteligentes y hablaban claro. Parecían angelitos de cabellos dorados, sonriéndole tímidamente al hombre. Cualquier persona con un corazón les habría regresado la sonrisa.
Al parecer, no Harry Styles. Styles estudió a las niñas como si fuesen especímenes de otro planeta antes de asentir débilmente y girar de nuevo hacia Louis. "Consigue ponerlas en sus sillas. Yo pondré tu maleta en el maletero".
Louis solo rodó los ojos, preguntándose qué había vuelto a Styles tal monstruo del control. Fue una orden completamente innecesaria.
Para el momento en que las niñas estaban aseguradas en el asiento trasero, Styles había vuelto al asiento del conductor. Louis miró a las niñas por última vez antes de cerrar la puerta con cuidado y tomar su asiento.
"Antes de irnos, quiero dejar algo claro", dijo Louis, bajando la voz para que las niñas no pudieran oír. "Sé muy poco acerca de su familia, pero no vas a arrastrar a las niñas en tus problemas con tu padre. Si alguien les trata mal, nos iremos. A la mierda el dinero. ¿Lo entiendes?"
Styles lo miró por un momento.
"Nadie va a tratarlas mal", dijo antes de inclinarse, agarrando la barbilla de Louis y cubriendo los labios de Louis con los suyos.
Louis frunció el ceño no era ni el momento ni el lugar — pero Styles sostenía firmemente su cara, sus labios fuertes y hambrientos, su lengua profundizando en la boca de Louis, seguro y reclamando su propiedad, y muy pronto, Louis se encontró completamente abrumado por la intensidad del beso. Y continuó, y continuó, y continuó
"Louis, ¿estás herido?"
Con un jadeo, empujó a Styles a distancia y centró su mirada en Emily. "¿Qué? ¡No!"  
Un surco apareció entre sus pequeñas cejas. "Pensé que estabas herido. Estabas haciendo ruidos".
Su rostro caliente, Louis determinadamente evitaba mirar a Styles. "Yo no estaba haciendo ruidos."
"¡Lo hacías!", dijo Bee, mirando perpleja. "¡Mentir es malo! ¡Tú lo dijiste!"
Emily asintió. "¿Y por qué el Sr. Styles puso su lengua en tu boca?"
"Debido a que tu hermano quería algo para chupar", comentó Styles, arrancando el motor.
Sonrojándose, Louis le dio una patada en la espinilla, pero para su sorpresa, las gemelas parecían satisfechas con la explicación y empezaron a hablar de otra cosa.
Él se acomodó en su asiento.
Louis no miró hacia Styles. Él no podía.
Todavía se sentía caliente por todas partes, con la piel tensa y la respiración irregular.
Mierda. ¿Qué le estaba pasando?
·         10 🩰
"Entonces, ¿cuál es el asunto con tu papá?"
Habían estado manejando durante más de una hora y las chicas estaban dormidas.
Los ojos de Styles estaban fijos en la carretera. "¿Desde cuándo esto es tu asunto?"
"No lo sé", dijo Louis, con sarcasmo. "Me está arrastrando a mí — y a mi familia — a la casa de tu padre, sin haber sido invitados. Algo me dice que él no va a estar feliz de vernos".
"No lo hará. Pero si te hace sentir mejor, no va a estar feliz de verme, tampoco".
Louis se recostó en su asiento y estudió su perfil. "Pensé que te había invitado."
Styles se rió entre dientes. Era un sonido escalofriante. "Mi padre nunca se tragaría su orgullo y me invitaría. Hace quince años, me dijo que volvería arrastrándome de regreso cuando se me acabara el dinero. Él odia cuando se le demuestra que está equivocado".
Los ojos de Louis se agrandaron. "¿Quieres decir que no has estado en casa en quince años?"
"Y yo con mucho gusto me mantendría alejado por quince años más. Todavía no estoy convencido de que mi hermana no está mintiendo sobre su salud. Ese viejo bastardo nos sobrevivirá a todos".
Louis estaba un poco perturbado. ¿Qué hizo el padre de Styles para merecer tanto odio de su propio hijo?
"Mmm, ¿te golpeó cuando eras un niño?"
La esquina de la boca de Styles se crispó. "Joseph Styles nunca haría algo tan plebeyo."
"Ah." Louis vaciló. "¿Te echó de tu casa por tu sexualidad?"
Los dedos de Styles se agarraron al volante con más fuerza. "Nunca me echó. Me fui yo mismo".
Louis podía sentir que era más complicado que eso. Si el padre de Styles quería que su hijo se casara con alguna mujer, eso significaba que aún no había aceptado la sexualidad de su hijo; él probablemente pensó que era algo curable . Sin embargo, como Louis no conocía al padre de Styles, sólo podía especular.
"¿Cómo es él?"
Styles se encogió de hombros. "Un típico viejo con dinero. Orgulloso, prepotente e inflexible".
"Hmm, me recuerda a alguien, entonces."
Styles visiblemente se puso rígido.
Louis reconoció en la tensión en el conjunto de sus anchos hombros, el aspecto agresivo de su perfil. La sombra de las cinco en punto le daba un aspecto duro, más áspero. Los ojos de Louis bajaron por los brazos de Styles, desde sus bíceps tensos debajo de las mangas de su camisa a los dedos que sujetaban el volante un poco más apretado de lo necesario. Louis pasó la lengua por sus labios resecos, mirando las manos de Styles. Las recordaba agarrando su barbilla, su cuello...
"Sigue mirándome de esa manera y vas a acabar con mi polla en ti antes de que el viaje termine."
Louis rompió su mirada de la cara de Styles. Styles estaba mirando el camino por delante.
Con su rostro caliente, Louis dijo, "No sé de lo que estás hablando."
Styles solo resopló.
El silencio entre ellos se hizo, espeso, cargado, hormigueando en alerta.
Finalmente, Louis no pudo soportarlo más. "¿Qué quisiste decir?"
"Sabes a lo que me refiero. A pesar de tus malas notas, no eres completamente estúpido".
"Guau gracias. Voy a marcar este día en el almanaque. profesor Styles dijo que yo no soy completamente estúpido. Me siento tan especial, ya sabes."
"Tomlinson." Styles seguía sin mirar a Louis. "Tú no eres tan heterosexual cómo crees. Para decirlo sin rodeos: me miras como si quisieras chuparme la polla."
Louis abrió la boca, pero la cerró sin decir nada. Luego se echó a reír. "Tú tienes una muy alta opinión de ti mismo".
Styles suspiró, sacó el coche fuera de la carretera y apagó el motor. Sin decir una palabra, se salió del coche, caminó hasta el asiento del copiloto, abrió la puerta y arrastró a Louis fuera.
"¡Hey!", dijo Louis, mirando hacia atrás a las gemelas, pero todavía estaban profundamente dormidas.
Styles cerró la puerta y arrastró a Louis lejos del auto, hacia el bosque.
"Mira —" Louis comenzó, pero fue cortado cuando Styles lo empujó contra el amplio tronco de un árbol y colocó sus manos en ambos lados de la cara de Louis.
Los ojos oscuros se clavaron en él. "No tengo paciencia para el pánico ante la homosexualidad. Me tiene sin cuidado si te engañas a ti mismo pensando que eres totalmente hétero. Pero cuando estás conmigo, yo no quiero escuchar ese sin sentido".
Louis rió con incertidumbre. "¿No crees que es un poco presuntuoso de tu parte decir que sabes mejor que yo si soy heterosexual o gay?"
"En realidad, creo que eres bisexual, pero no es aquí ni allí. No digo que yo sé mejor que tú lo que te enciende. Pero tengo ojos. Puedo fácilmente decir cuando un chico quiere chuparme la polla".
"Yo no quiero chuparte la polla. Te chupo la polla sólo porque tú me pagas por hacerlo".
"Sí, yo te pago", dijo Styles en voz baja. "Pero eso no significa que no te guste. Tú tienes un poco de fijación oral, Tomlinson. Tú boca es muy sensible. Te gusta tener la boca llena. Te gusta ser besado. Te gusta ser follado en la boca".
Louis se estremeció. "A mí no."
Styles enarcó las cejas. "Tú sigues chupando mi polla, incluso después de que yo me corra."
Su piel volviéndose caliente, Louis desvió la mirada. Sí, él se había atrapado a sí mismo haciendo eso algunas veces, pero... "Incluso si lo que dices es cierto, no prueba nada." Fijación oral era en realidad un buena explicación del por qué le gustaban los besos de Styles y del por qué tener la polla de Styles en la boca se sintió algo así cómo... bien.
"Tienes razón", dijo Styles. "Disfrutar de chupar la polla de otro hombre no te hace gay."
"Deja de burlarte de mí."
"No me estoy burlando de ti."
Se miraron el uno al otro en silencio.
Louis se humedeció los labios con un golpe de su lengua.
Styles levantó la mano y acarició el labio inferior de Louis con el pulgar.
Louis se quedó muy quieto, casi sin respirar.
Styles empujó lentamente el pulgar en la boca, separando suavemente los labios de Louis, mientras se continuaban mirando el uno al otro. Louis rozó tentativamente la punta de su lengua por el pulgar y luego...
Él chupó.
Styles inhaló bruscamente. Empezó a empujar y tirar del pulgar dentro y fuera de la boca de Louis, todo el tiempo mirándolo a los ojos. Hizo a Louis ruborizarse él estaba chupando el pulgar de su profesor, por Dios santo — pero que Dios lo ayudara, él amaba hacerlo, el interior de su boca hormigueaba. No podía dejar de chupar. Quería seguir chupándolo.
Él hizo un pequeño ruidito cuando Styles quitó el pulgar.
"Definitivamente fijación oral", Styles murmuró antes de inclinarse y reemplazar el pulgar por su lengua.
Varios minutos después, Louis se encontró en la hierba, con el pesado cuerpo de Styles sobre él. Él estaba gimiendo mientras chupaba con avidez la lengua de Styles, sus manos enterradas en el cabello del hombre. No podía fingir más que no disfrutaba de esto, así que no trató de suprimir sus suspiros y gemidos de placer mientras Styles follaba a fondo su boca con la lengua.
"Eres ruidoso," gruñó Styles, pellizcando a lo largo de la mandíbula de Louis y por su cuello.
Louis se sentía demasiado desorientado para responder y sólo lo jaló de nuevo a sus labios. Quería más besos. Necesitaba más besos.
Styles lo forzó, besándolo profundamente, su mano torpemente entre ellos, haciendo... algo.
Los ojos de Louis se abrieron cuando sintió a Styles envolver su mano alrededor de sus pollas. Él se tensó. Él estaba duro. Él estaba duro.
"Olvídate de las etiquetas, maldita sea", dijo Styles y comenzó a acariciarlos rápidamente, besando a Louis más profundamente y más sucio.
Louis no podía hacer nada más que gemir. Estaba demasiado ido para protestar. Él quería venirse. Antes de que pudiera detenerse, empezó a mover las caderas, encontrándose con los golpes de Styles, sintiendo la polla de Styles frotar contra la suya, y joder, de solo pensarlo — estaba mal y era excitante todo a la vez.
No pasó mucho tiempo. Ni siquiera estaban besándose ahora — más como tratando de tragarse uno al otro, labios y dientes mordiendo y chupando. Louis rodó un poco y enganchó una pierna sobre Styles, arrastrándolos juntos. Fuego quemó a través de él en un resplandor rojo vivo, y podía sentir que se reunía en su vientre, difundiéndose hacia el exterior en rayas. Sintió a Styles gruñir, bajo y áspero, estremeciéndose mientras se corría, pegajoso calor húmedo reuniéndose entre ellos. Unos cuantos golpes más y Louis se venía también, gimiendo y arañando la espalda de Styles.
Abrió los ojos lentamente y se encontró a Styles ya de pie, cerrándose los pantalones.
Al darse cuenta de que su polla todavía estaba a la intemperie, Louis se guardó rápidamente a sí mismo y se subió la cremallera, sus dedos temblando.
Podía oír a Styles caminar de regreso al coche. "Uno de ellos está despierto."
Louis se puso de pie. "¿Ellos?", dijo, todavía incapaz de pensar en nada, además del hecho de que él simplemente había tenido relaciones sexuales con un hombre.
"Uno de los niños", dijo Styles, entrando en el asiento del conductor.
La forma en que Styles dijo que la palabra "niños", podría ser también que estuviera hablando de extraterrestres. Casi hizo a Louis sonreír. Casi.
Louis caminó al coche y se sentó en su lugar.
Bee aún dormía, pero Emily no lo hacía. Ella estaba chupándose el dedo medio dormida, mirando entre Louis y Styles. "Ustedes no estaban aquí cuando me desperté."
Louis se inclinó y la besó en la frente. "Lo siento bebé. ¿Estabas asustada?"
"Yo no soy un bebé", dijo Emily. "Soy grande. ¿Estamos ahí ya?"
"No," dijo Louis.
"¿Entonces por qué se detuvo el coche?"
Louis se aclaró la garganta. ¿Cómo se suponía que iba a responder a eso? "Debido a que el Sr. Styles y yo necesitábamos hablar."
Styles puso en marcha el motor.
Emily bostezó. "¿Por qué no podían hablar en el coche?"
"Porque — porque no queríamos despertarlas."
Emily frunció el ceño, pero pareció aceptar la explicación. Sus ojos empezaron a cerrarse de nuevo.
Exhalando, Louis se apartó de ella y miró el paisaje que pasaban.
"Ponte el cinturón de seguridad," Styles ordenó después de un tiempo.
Louis se puso el cinturón de seguridad y murmuró, "loco del control".
"¿Así que ya dejaste de enloquecer?" El tono de Styles era sardónico.
"No estaba enloqueciéndome." Al darse cuenta de que lo dijo un poco demasiado alto, Louis bajó la voz. "¿Por qué lo haría? Así que me diste un trabajo manual. Gran cosa. No he tenido sexo en muchísimo tiempo, y tú sabes que besar me excita".
Styles no dijo nada y volvió su mirada a la carretera, con el rostro completamente ilegible.
Louis lo estudió. "Sabes, tengo curiosidad sobre algo," murmuró. "¿Por qué yo? ¿Por qué me pagas una cantidad obscena de dinero por unas cuantas mamadas? Tú no necesitas incluso pagar por sexo. Estoy seguro de que muchos hombres gay gustosamente tendrían sexo contigo. Quiero decir, no es como si fueras feo o algo. Así que ¿por qué yo?"
"¿Estás a la pesca de cumplidos?"
"Nop. Estoy genuinamente curioso".
"Quería follarte desde el momento en que entraste en mi salón hace algunos meses. Es tan simple como eso."
Louis se humedeció los labios, su estómago cosquilleando. "Tú me deseaste por tanto tiempo?"
Styles resopló, sin mirarlo. "Yo no estaba suspirando ni nada, Tomlinson. Quería meter mi polla en ti. Tan solo eres mi tipo".
"¿Ojos azules?"
"No. No me refiero a tu aspecto. Si nos guiamos por el aspecto únicamente, tu amigo, Malik, es más mi tipo que tú."
La tripa de Louis se apretó. No estaba seguro de por qué estaba sorprendido. Zayn era extremadamente atractivo. Infiernos, todo el mundo se sentía atraído por él. Y con su pelo oscuro, ojos mieles expresivos y sensuales labios rojos, era todo lo contrario de Louis. Louis siempre se sentía descolorido y lavado al lado de su amigo."
"Así que si era Zayn quien te ofrecía sexo por una nota, ¿lo habrías hecho?"
Styles le lanzó una mirada extraña. "No."
Los músculos en el intestino de Louis se cerraban. "¿Por qué no?"
"Porque yo no quiero joderlo", dijo Styles crudamente. Estaba empezando a verse irritado, por alguna razón. "Encontrar a alguien físicamente atractivo, no es lo mismo que desearlo."
"Entonces, ¿a qué te referías cuando dijiste que soy tu tipo?"
Styles permaneció en silencio durante tanto tiempo que Louis comenzó a pensar que no iba a responder en absoluto.
Había un toque de auto—desprecio en su voz cuando dijo, "Es todo muy cliché. Cuando estaba en la escuela, yo era el estereotipo del nerd impopular."
"¿En serio?" Mirando a este arrogante, seguro de sí mismo hombre, Louis tenía problemas para creer eso.
"Por supuesto que lo era. Conseguí mi doctorado a los veintitrés años, Tomlinson. Yo no tenía exactamente el tiempo para socializar con las personas."
"Eso explica muchas cosas," Louis murmuró. "Déjame adivinar: ¿había un deportista muy popular con el que tuviste un ardiente flechazo y me parezco a él?"
"Él no se parecía en nada a ti."
"Entonces, ¿cómo es eso relevante?"
"Si dejas de interrumpirme, te darás cuenta." Los labios de Styles curvados. "Él era el estereotipo del deportista popular. Obviamente recto(4) como una flecha y actuaba como si fuera el dueño del mundo, y yo quería... lo miraba y me imaginaba forzando mi polla en su garganta. Imaginaba sostenerlo hacia abajo y hacerle rogar para ser follado. Hacer a un chico hétero rogar por mi polla".
(4. La autora usa el término "straight" que en inglés significa tanto recto/derecho -de ahí la metáfora de la flecha- como heterosexual. En la frase se refiere a las dos significaciones.)
Louis tragó saliva y miró a las niñas para asegurarse de que estaban dormidas. "¿A dónde vas con esto?"
Styles se encogió de hombros, con los ojos en la carretera. "Bastante heterosexual e inalcanzable: eso es básicamente mi tipo. Si dejas que te folle, me aburriré de ti. Siempre me aburro de ellos".
Louis cruzó los brazos sobre el pecho, sintiendo frío de repente.
"¿Quién te ha hecho esto a ti?", le preguntó al fin, mirando el paisaje que pasaba. Estaba oscureciendo.
"¿Qué?"
"Alguien te jodió." Louis volvió la cabeza hacia él. "No es saludable entrar en relaciones sabiendo que están condenadas al fracaso — que perderías interés en el hombre después de follártelo. Y es realmente muy jodido tener a hombres heterosexuales, inalcanzables como tu tipo. ¿Estás asustado del compromiso? ¿O de otra cosa?"
La mandíbula de Styles se apretó con tanta fuerza que los tendones del cuello se destacaban. "Ahórrate tu análisis pseudo—psicológico. La explicación es en realidad mucho más simple: sólo me gusta corromper y follarme niños heterosexuales. Me excita. Y antes de que me llames un imbécil: siempre soy honesto con ellos. La mayoría de los bi—curiosos chicos 'heterosexuales' eventualmente quieren volver a sus vidas rectas(5) de todos modos, y yo no mantengo relaciones a largo plazo. Así que es un ganarganar para todos los involucrados. Sin condiciones."
(5. De nuevo: recto es héterosexual en este contexto)
"¿Por qué no mantienes relaciones a largo plazo? Tú tienes treinta y tres".
"¿Y?", dijo Styles. "Yo no soy el tipo de hombre que quiere la cerca blanca y dos hijos y medio."
Louis miró a Emily y Bee. "No lo sé", dijo lentamente. "Siempre pensé que los chicos gay no eran muy diferentes de los hombres heterosexuales y querrían establecerse eventualmente. Incluso Zayn quiere eso".
"¿Zayn?" Styles parecía un poco perplejo.
Louis frunció el ceño. "¿Mi mejor amigo?"
"Ah. Te refieres a Malik".
"¿Enserio? ¿No sabes su nombre?"
"¿Por qué querría saber su nombre de pila? Él es mi estudiante".
"Soy su estudiante también, profesor."
Styles lo miró, la comisura de sus labios retorciéndose hacia arriba. "¿Quién dice que conozco tu primer nombre, Tomlinson?"
Louis se rió en voz baja. "Está bien. Para tu información, es Simón".
"No, no lo es."
"¡A—ha!"
Sacudiendo la cabeza, Styles volvió a mirar a la carretera. "Obviamente sé tu nombre, pero no pienso en ti como Louis".
"Lo suficientemente justo. No pienso en ti como Harry " Incluso decir el nombre en voz alta era un poco extraño, en realidad. Louis puso el nombre en su lengua. Harry. Nop. Styles era Styles. Louis estaría muy preocupado el día en que comenzara a pensar en Styles como Harry.
"Me alegro de que nos entendamos," murmuró Styles, con un toque de diversión en su voz. "Ahora ven aquí y dame un beso."
Louis parpadeó. "¿Qué? Tú estás conduciendo".
"Voy a mantener mis ojos abiertos", Styles dijo secamente, sin mirarlo.
"¿Hablas en serio?"
"Tú debes saber para ahora que siempre soy serio. Estoy perdiendo la paciencia".
Louis miró los labios de Styles y dijo: "Está bien."
Se deslizó hacia allí.
Styles volvió un poco la cabeza, puso la mano en la nuca de Louis y lo besó. Louis suspiró y empezó a chupar la lengua de Styles.
Después... un poco más tarde, Styles mordió el labio inferior de Louis por última vez, y lo apartó.
"Deberías dejarme joderte", dijo con gravedad.
Echándose hacia atrás en su asiento, Louis se limpió los húmedos, hinchados labios y respiró hondo. Su piel todavía quemando por la barba de Styles.
·         11 🩰
Era de noche cuando llegaron.
Mientras se bajaban del auto, Louis miró a la casa y dijo, no sin humor, "En realidad, algunas cosas acerca de ti ahora están comenzando a tener una horrible cantidad de sentido." Era casi inapropiadamente risible llamarla una casa. Era una gran mansión de diseño clásico.
Bee dio unas palmaditas con entusiasmo. "¡Un palacio!"
"No seas estúpida," dijo Emily, con tono de superioridad. "Los reyes y las princesas viven en palacios. Nuestros país no tiene fidelidad(6)".
(6. Emily se confunde loyalty -fidelidad- con royalty -realeza- ya que en inglés suenan parecido.)
"Realeza", Styles la corrigió, cerrando el coche. "Si vas a llamar a alguien estúpido, asegúrate de no cometer errores tú misma".
Bee le sonrió a Styles y le agarró la mano. "¡Me gusta Sr. Styles!"
Styles se quedó mirando a la pequeña niña con una expresión vagamente perpleja en su rostro, antes de mirar a Louis.
Reprimiendo una sonrisa, Louis dijo, "deja al Sr. Styles en paz, Bee. Ven, toma mi mano".
Bee puso mala cara, pero soltó la mano de Styles y tomó la de Louis. Emily tomó su otra mano mientras que unos cuantos criados salieron para llevar su equipaje dentro.
"A mí no me gusta él," Emily dijo mientras caminaban hacia la casa.
"No seas maleducada, cariño", dijo Louis, mirando el hombre en cuestión, que caminaba al lado de ellos. "El Sr. Styles puede oírte".
Los ojos de Styles se centraron en la casa; no mostró ningún signo de escuchar la conversación.
Louis desvió la mirada. Era difícil creer que hace apenas unas horas, él tenía a este inmaculadamente vestido hombre, de rostro severo, gruñendo y moviéndose encima de él.
"Pero él no me gusta", dijo Emily obstinadamente, pero bajando la voz. "No me gusta la forma en que te mira."
"¿Cómo me mira?" Repitió Louis.
"Como Bee mira a un panqueque."
Louis forzó una sonrisa. Este fue un nuevo nivel de rareza. "Tú sólo estás imaginándolo, calabaza."
"Pero—"
"Sólo imaginándolo", repitió Louis, esperando que Styles no hubiera oído las palabras de Emily.
El rostro de Styles era duro y frío, desprovisto de todo el color. Este era un hombre que volvía a casa, a su padre y su familia después de quince años. Se veía casi tan feliz como un hombre en su camino a la prisión.
Un mayordomo, un jodido mayordomo — abrió la puerta y saludó a Styles con un tranquilo: "Maestro Harry".
Louis guió a las niñas al interior. Se veían tímidas y nerviosas, y Louis tuvo que admitir que no estaba en nada menos nervioso que ellas; él era simplemente mejor en disimularlo.
Su primera impresión de la sala fue por la inmensidad — del mármol y los pilares y bustos clásicos y la cúpula imponente.
"¡Harry!"
Louis miró hacia arriba. Una mujer alta de cabello oscuro iba caminando por las escaleras, una sonrisa vagamente aliviada en sus labios. Abrazó a Styles y lo besó en la mejilla.
"Gemma" Styles murmuró. "Te ves bien."
Así que esta era la hermana que le había convencido para venir.
Louis la miró con curiosidad. Él ciertamente podía ver el parecido familiar. Ella parecía unos pocos años mayor que su hermano, tal vez treinta y cinco.
Gemma se apartó y miró a Louis y a las niñas sobre el hombro de Styles, pero antes de que ella o Louis pudieran decir nada, dos ancianos entraron en la casa.
Uno de ellos, el más alto, mostraba un extraño parecido con Styles. De hecho, podrían haber sido gemelos si el hombre no tuviera alrededor de treinta años más. Louis decidió que este debía ser el padre de Styles, Joseph Styles.
"El hijo pródigo regresa", dijo Joseph con una sonrisa burlona. "Sabía que este día llegaría."
"Entonces te equivocaste", dijo Styles fríamente. "Vine sólo porque Gemma no paraba de molestarme. Al parecer, estás prácticamente en tu lecho de muerte".
"¡Harry!", Gemma dijo, viéndose indignada.
"Voy a tener que decepcionarte, entonces", dijo Joseph. "Tengo un excelente estado de salud." Él estaba mintiendo. Él tenía un matiz casi grisáceo para su complexión. "Así que no conseguirás mi dinero en el corto plazo."
"Tú sabes que yo no necesito tu dinero", dijo Styles.
Se miraron el uno al otro con frialdad, y el parecido que compartían era sorprendente. Louis se preguntó si Styles lo sabría y lo resentía.
En este momento, Joseph desvió la mirada hacia Louis.
Sus agudos ojos verdes lo recorrieron de pies a cabeza, haciendo a Louis ser dolorosamente consciente de su desgastada, ropa barata.
Los labios de Styles padre se torcieron en tono de burla. "¿Y esto?"
Styles dio un paso hacia Louis y le puso una mano en el hombro. "Este es mi amante, Louis Tomlinson".
El otro anciano respiró hondo.
El rostro de Joseph no cambió nada, pero de alguna manera, la temperatura en la habitación parecía haber caído doce grados.
Louis hizo una mueca interna, pero no era como si no se lo esperara.
"Louis, este es mi padre, Joseph Styles," dijo Styles, su voz atípicamente suave. El idiota estaba absolutamente disfrutando esto. "Y el viejo amigo de mi padre, Nathan Brooks."
"Encantado de conocerte", Louis mintió, preguntándose si el señor Brooks era el hombre con cuya hija Joseph quería que su hijo se casara.
"Ya veo," dijo Joseph al fin antes de desviar su pesada mirada hacia las gemelas. "¿Y estas son?"
Louis reprimió el impulso de ocultar a las chicas detrás de su espalda. "Estas son mis hermanas, Sr. Styles. Emily y Melissa." Por una vez, Bee se mantuvo tranquila y no discutió sobre su nombre. Ambas niñas se movieron más cerca de Louis.
"Ya veo", dijo Joseph Styles de nuevo antes de abordar a una criada. "Prepara habitaciones para nuestros invitados."
"Prepara una habitación contigua a la mía para las niñas," Styles interrumpió. "Obviamente Louis permanecerá en la mía."
Louis se encogió un poco.
La vena en la sien de Joseph palpitaba. Gemma vio a su padre con preocupación. El Sr. Brooks tenía una mirada de disgusto en su rostro que no se molestó en ocultar.
"Haz como él dijo," Joseph Styles dijo entre dientes, rompiendo el silencio. "Muéstrales sus habitaciones. La cena es en media hora. Harry, una palabra."
Louis se volvió para seguir a la mucama cuando una mano lo agarró del brazo y lo detuvo.
"Te veré pronto", dijo Styles y le dio un breve beso.
O al menos se suponía probablemente que iba a ser un breve beso, pero Louis encontró que sus labios no querían despedirse, ansiosos. Sintió la sorpresa de Styles antes de que Styles le agarrara del cuello y le besara de verdad. El beso parecía no terminar nunca.
Para el momento en que Styles, finalmente se retiró, Louis apenas podía respirar.
Louis no miró alrededor para ver la reacción de todo el mundo lo podía imaginar bien.
Agarrando a las niñas, siguió a la criada.
Su rostro estaba muy caliente.
·         12 🩰
Decir que la cena fue incómoda sería un eufemismo. No fue sólo incómoda: fue dolorosa.
Habían pasado sólo diez minutos y Louis ya estaba mirando el reloj del abuelo en la pared.
La atmósfera tóxica de la habitación era tan espesa que podría ser cortada. Nunca había visto tanta pasivo—agresividad entre los miembros de una familia. Ahora Louis se alegró de que a Emily y Bee no se les había permitido comer con los adultos.
La parte molesta era, que nadie dijo nada incorrecto; todo estaba cuidadosamente oculto detrás sonrisas insulsas y modales pulidos. Andrew, el marido de Gemma, era el único que parecía estar luchando por ocultar su disgusto por su cuñado.
Styles no prestó a Andrew mucha atención, sin embargo; sus palabras más de cortantes se reservaron para su padre. Styles era bastante famoso por su crueldad en la universidad, pero no era nada comparado con su maldad hacia su padre. Louis habría sentido lástima por Joseph Styles si el anciano no fuera en realidad peor. Durante los primeros diez minutos, Joseph había logrado insultar todo sobre su hijo, desde su inteligencia a su sexualidad, su tono lleno de burla y desprecio.
Al verlos, Louis estaba empezando a entender por qué Styles había dejado su casa y no regresó en quince años. Él también estaba empezando a entender por qué Styles era un monstruo del control. La personalidad de su padre era tan dominante que probablemente había desarrollado una necesidad similar por controlar todo como un mecanismo de defensa.
"Ellos se dan cuenta de lo mucho que son parecidos, ¿no?" Louis murmuró a Gemma, asegurándose de que Styles, que estaba sentado a su otro lado, no podía oírle. Gemma parecía ser la única cara amigable en la mesa.
Ella suspiró. "Creo que eso es en parte el por qué se odian entre sí", murmuró. "Aunque en el fondo, se preocupan el uno por el otro".
Louis observó a padre e hijo como francotiradores el uno hacia el otro y le dio una mirada escéptica.
Gemma sonrió sin humor. "Lo sé, es difícil de creer, pero papá se preocupa por Harry." Sus ojos se volvieron distantes. "Cuando éramos niños, padre solía estar muy orgulloso de él. Yo solía envidiar a Harry. Las cosas se volvieron... difíciles cuando papá se enteró de la sexualidad de Harry, pero estoy seguro de que todavía se preocupa. Si él no lo hiciera, él le habría repudiado hace mucho tiempo y le hubiera desheredado." Echando un vistazo a su marido, ella bajó la voz. "Andrew está muy enojado al respecto. Él ha estado trabajando en la empresa familiar durante años y piensa que se merece heredarla".
"Ah", dijo Louis. Eso explicaba la animosidad de Andrew hacia Styles.
Hablando del hombre, Andrew eligió ese momento para girarse hacia Louis y preguntar: "¿Así que, tú trabajas? ¿O mi cuñado paga tus cuentas por abrir tus piernas para él?"
El silencio cayó sobre la mesa, y Louis se sintió ruborizar.
No podía creer que Andrew había dicho eso realmente. Y a juzgar por la mirada incómoda que brilló en el rostro de Andrew, él no lo podía creer tampoco. Pero entonces Andrew apretó la mandíbula, mirándolo terca y decididamente: él podría haber lamentado decirlo, pero era evidente que no estaba retirándolo.
Louis se mordió el labio, sin saber qué decir. Las palabras de Andrew dieron un poco demasiado cerca de casa. Claro que nadie aquí conocía la naturaleza de su relación con Styles, pero sin embargo, hizo que se sintiera avergonzado y humillado. Louis no había completamente llegado a un acuerdo con sí mismo al respecto, y ahora... él se sentía como una puta. Era ridículo, pero era la primera vez que realmente lo sentía. No se había sentido como una puta cuando chupaba la polla de Styles por dinero; se sentía como una puta mientras estaba sentado en este comedor elegante con toda esta gente snob.
"Discúlpate". Styles. Habló en una voz baja, de acero, pero todo el mundo en la sala lo escuchó.
Andrew miró a Styles. "¿Por qué debería hacerlo? Todos podemos ver que él es pobre y te folla para —"
"Vas a pedir disculpas", dijo Styles, su tono peligrosamente suave.
"Andrew, por favor", dijo Gemma, incómoda. "Eso estuvo fuera de lugar para —"
"Discúlpate", dijo Styles de nuevo.
Joseph Styles estaba observando el intercambio entre su hijo y su yerno como un halcón.
"Está bien", dijo Louis suavemente.
Styles no le hizo caso y continuó frunciéndole el ceño a Andrew, quien parecía cada vez más incómodo. "Él pedirá disculpas o nos vamos."
Louis pensó que era una amenaza extraña de hacer, ya que Andrew se deleitaría claramente si se fueran, pero Joseph Styles frunció el ceño. "Discúlpate, muchacho. Nadie insulta a mis invitados".
Excepto usted, pensó Louis, con ironía.
Andrew dijo secamente, "Mis disculpas si he ofendido a alguien. No fue mi intención".
Styles no parecía satisfecho en lo más mínimo, su cuerpo tenso y los ojos entrecerrados.
"Si quieres saberlo," Louis dijo a Andrew. "Soy estudiante, y trabajo a tiempo parcial como camarero. Sí, Harry paga la mayor parte de mis cuentas. No me avergüenzo de ello. Tengo suerte de tener una pareja que me apoya, en quien confiar." Miró a Andrew a los ojos. "Y si yo extiendo mis piernas para él no tiene nada que ver con eso, y sin duda no es de tu incumbencia." Louis enarcó las cejas. "No estoy seguro de por qué siquiera has sacado el tema, Andrew. A menos que estés envidioso".
Sonrió al rostro del idiota lentamente poniéndose rojo. A Louis ni siquiera le importaba el aturdido, raro silencio que descendió sobre la sala. Cogió su tenedor y comenzó a comer de nuevo, ignorando a todos.
Podía sentir la mirada de Styles en él.
Louis no volvió la cabeza.
·         13 🩰
Louis pasó unas horas jugando con Emily y Bee después de la cena.
Cuando las gemelas finalmente se agotaron y se durmieron, Louis volvió al dormitorio de él de ellos.
Estaba vacío.
Sin saber si estaba aliviado o decepcionado, Louis cogió ropa limpia y tomó una larga ducha. Se quedó por un rato con el agua cayendo sobre su cuerpo desnudo y pensó en el hecho de que iba a compartir la cama con Styles. Toda la noche.
Louis se miró la polla medio dura y suspiró. Esto era todo tan confuso. Styles era un hombre. Era también un jodido gilipollas. Él no podría estar emocionado por compartir la cama con él.
Molesto con su cuerpo, Louis se secó, se vistió, y caminó de regreso al dormitorio.
Al principio, pensó que Styles estaba todavía en otro sitio. Entonces vio una figura alta en el balcón.
Despacio, Louis hizo su camino hacia la puerta, la abrió y salió a la noche. Cuando el aire frío le golpeó, se estremeció un poco y envolvió sus brazos alrededor de sí mismo para mantener el calor. Estaba bastante cálido para noviembre, pero no era lo suficientemente caliente para una capa delgada de ropa.
Styles tenía un cigarrillo en la mano. No volvió la cabeza.
Louis se apoyó en las barandillas del balcón, reflejando la postura de Styles. "Él realmente está enfermo, sabes."
Se dio cuenta de la rigidez sutil de los hombros de Styles sólo porque él lo estaba observando de cerca.
"Sí", dijo Styles con la voz apagada. "Se está muriendo."
Louis no podía decir que estaba sorprendido.
"Lo siento."
Se encogió de hombros y Styles dio una larga calada a su cigarrillo. "No hay amor perdido entre nosotros."
Louis miró a la luna que se asomaba entre las nubes. "Cuando mis padres murieron, dejaron deudas enormes. La casa tuvo que ser vendida para pagar a los acreedores, por lo que terminé sin hogar, apenas legal, y con dos niñas pequeñas que cuidar... A veces los odio. Por morir, por ser tan irresponsables y ponerme en esta posición." Sentía la garganta cerrarse y tuvo que tragar el nudo. Respirando el limpio aire nocturno, inclinó su rostro hacia arriba para sentir la brisa rozar su piel. "Pero los echo de menos. Jodidamente mucho".
Styles no dijo nada.
En algún lugar en la distancia, una lechuza ululó.
"Él es tu papá", dijo Louis.
Styles apagó el cigarrillo. "Yo no te traje aquí para que me puedas dar una conferencia sobre la importancia de la familia." Su voz entrecortada. Irritado.
"No. Tú me trajiste aquí para molestar a tu padre y demostrar tu punto. ¿No crees que es lamentable y desagradable?"
"Él no es ninguna víctima. Morir no le hace ser menos mierda".
"No lo hace", Louis estuvo de acuerdo.
"Y tú no sabes nada sobre nuestra relación."
"Tienes razón: no sé nada. Ya hemos establecido que sólo soy un tonto chico lindo".
Styles se volvió hacia él. Louis podía sentir el calor de su mirada, incluso en la oscuridad.
"Eres increíblemente molesto", dijo Styles antes de tirar de Louis hacia él y aplastar sus labios juntos.
Varios minutos después, Louis abrió los ojos y dijo: "Esto es molesto, también. Estás usando esa cosa de mi fijación oral contra mí."
Styles lo besó otra vez, y todo se volvió mareado, caliente, y abrumador.
Algún, no identificable, tiempo más tarde Louis abrió los ojos de nuevo y se encontró tirado en la cama. Desnudo. Y Styles estaba lamiendo su pezón.
"No vamos a tener sexo", dijo Louis.
"Por supuesto que no lo haremos," Styles estuvo de acuerdo. Él estaba desnudo, también.
La mirada aturdida de Louis recorriendo sobre los anchos hombros, el densamente musculoso pecho y tenso estómago, antes de quedarse en su dura polla roja. Sintió su boca hacérsele agua.
"No, en serio," Louis lo intentó de nuevo, pero se mordió el labio cuando Styles envolvió una mano alrededor de su erección. Dios. "No vamos a tener relaciones sexuales."
Styles acarició la polla de Louis un par de veces antes de soltarla y abrir los muslos de Louis.
Louis se tensó.
Styles acarició sus muslos, sus manos fuertes y grandes, y tan buenas
"Ni siquiera lo pienses," Louis consiguió decir.
"Sólo descansa y disfruta, Tomlinson."
Louis rió. "Correcto. Como si yo no supiera lo que realmente quieres. Tú quieres clavar tu polla en mí."
Los ojos de Styles parecían negros, cuando encontraron los suyos. "Si quiero clavar mi polla en ti, antes de que la noche haya terminado, tú querrás que clave mi polla en ti también".
Louis resopló, mirando a la gruesa polla de Styles. "No hay modo en el infierno de que yo vaya a dejar a esa cosa en cualquier sitio cerca de mi culo".
"Ya veremos." el dedo de Styles presionó firmemente contra el lugar detrás de los testículos de Louis, haciendo jadear a Louis. "Creo que lo harás. Y te verás bien en mi polla".
Louis se sonrojó. "Vete a la mierda. Eres un idiota. Mandón y —"
"Deja de fingir que no te gusta." Las manos grandes de Styles acariciaban los muslos de Louis de nuevo. "Te gusta tener a alguien a cargo de ti. Te gusta no tener que ser responsable por una vez y solo dejarte ir."
Louis abrió la boca para protestar, pero él no podía negarlo. A su polla parecía gustarle el autoritarismo de Styles mucho. "No significa que quiera tu polla en mi culo. Ni siquiera estoy seguro de cómo se supone que eso se sienta bien. No hay manera de que quepa".
"Caberá, no te preocupes." Los ojos de Styles parecían aturdidos con la lujuria, mientras vagaban por el cuerpo desnudo de Louis. "Debo follarte. Cuanto antes mejor."
Louis pasó la lengua por sus labios. "No lo creo—"
"Gira sobre tu estómago", dijo Styles.
"Yo —"
"Gira sobre tu estómago", dijo Styles de nuevo, en el tono de voz que utilizaba en clases.
La polla de Louis se crispó. Se dio la vuelta, cerró los ojos y se dijo que podría parar a Styles en cualquier momento, si las cosas se ponían demasiado extrañas. Él lo haría.
Manos amasaban y acariciaban su culo antes de que algo húmedo y suave tocara su nalga.
Louis se tensó. "Espera—"
"Relájate, te gustará. A todos los chicos heterosexuales les gusta." Styles rió oscuramente. "No te preocupes, no te hará gay".
Louis se encontró sonrojándose. "Um, yo tomé una ducha, y estoy limpio, pero—"
"Tú tienes un hermoso culo." Styles le mordió el glúteo. "He querido hacerte esto durante mucho tiempo."
Los labios de Styles se cerraron alrededor de su arrugada abertura y chupó, y el cerebro de Louis perdió la batalla.
La lengua de Styles siguió adelante, trazando alrededor de su agujero antes de que le diera una larga lamida, y Louis gimió, sus muslos abriéndose más amplio fuera de su propia voluntad. Cristo, nada debería sentirse así de bien.
Suave y resbaladiza, sintió la lengua de Styles lamiéndolo, lamiendo su agujero con abandono. Entonces los pulgares de Styles lo abrieron para el asalto.
Mierda. La lengua de Styles trabajó en él lentamente, señalando y dando golpes suaves en su centro, separando el músculo, persuadiéndolo para que se relajara, deslizándose dentro. Comiéndolo. Tan sucio, tan mal, pero Louis hizo un ruido que sonaba sospechosamente como un sollozo, fregándose contra el colchón, su polla dura como una roca y palpitante.
"Más", jadeó, cambiando su cuerpo hasta que él estaba de rodillas, las piernas abiertas y la cabeza colgando. La ligera barba en el rostro de Styles raspó la suave piel de sus nalgas, intensificando las sensaciones y recordándole una vez más que era un hombre lamiendo su agujero. Era su profesor comiéndole el culo.
El pensamiento envió una oleada de sangre a su polla y él gimió, empujando atrás contra la boca de Styles, mientras Styles lo follaba con su lengua. No era suficiente. Su agujero se sentía hipersensible, pidiendo por algo duro a lo que aferrarse.
Se movieron juntos, esa lengua perversa tratando de profundizar en él con cada empuje hacia el frente. Él estaba gimiendo y temblando tan mal, en el borde y sin poder correrse. Le dolía, y la lengua de Styles no era lo suficientemente grande, no podía llegar lo suficientemente profundo, y Louis necesitaba más. "Más."
Styles se apartó de él, y luego estaban los dedos resbaladizos masajeando la entrada de Louis con un movimiento circular, y Louis gimió. Él estaba teniendo dificultad para pensar, su cuerpo haciéndose cargo y tratando de empalarse a sí mismo en los dedos de Styles. Styles empujó los dedos dentro — uno, luego otro, tijereteándolos rápidamente antes de sacarlos de nuevo.
Jadeante, Louis esperó. Oyó el sonido de un envoltorio de condones desgarrándose. Debió hacerlo entrar en pánico — lo que iba a suceder — pero estaba más allá del punto de enloquecimiento. Estaba tan vacío. Tan duro.
Styles le volteó sobre su espalda. Empujando una almohada debajo de las caderas de Louis, se alineó a sí mismo entre sus piernas, sus oscuros ojos vidriosos por el deseo.
Louis se obligó a relajarse mientras la gruesa cabeza de la polla de Styles lentamente comenzó a estirarlo. Se sentía a sí mismo estirarse, quemándolo, mientras Styles empujaba lentamente en él, las entrañas de Louis dando paso a regañadientes a la intrusión.
"Oh," Louis exhaló cuando Styles estaba totalmente en su interior. Se agarró de los brazos de Styles, sus muslos temblando. Dolía. Por supuesto que dolía.
Styles tomó una respiración profunda, sus músculos rígidos bajo los dedos de Louis. El cuerpo de Styles estaba tenso como el infierno, mientras luchaba mantenerse controlado.
Los ojos de Louis se cerraron, la boca cayendo abierta mientras jadeaba acaloradamente. Fue prácticamente empalado en la polla de Styles, placer persiguiendo al dolor mientras se estiraba hasta su límite. Se sentía tan lleno, la polla de Styles pesada dentro de él en todas las formas correctas. Todavía le dolía, creando una exquisita agonía que hizo a su polla latir y gotear contra su estómago. La sensación de plenitud era satisfactoria de una manera que no podía explicar.
"Estoy bien", dijo Louis, y para su sorpresa, lo estaba. La intensidad, la sensación de vulnerabilidad estaban haciendo cosas extrañas a él, y él estaba derritiéndose, y él quería
Styles comenzó a moverse.
Louis sólo podía abrir y cerrar la boca inútilmente mientras el extraño, intenso placer empezó construirse.
La polla de Styles empujó contra su próstata, duro, y Louis gritó, los dedos clavándose en los hombros de Styles. "Oh Dios, oh Dios", murmuró entre palabras ininteligibles y sonidos mientras Styles embestía dentro y fuera, jodiéndolo en serio ahora. Todavía dolía, pero Louis sólo podía concentrarse en el intenso placer enloquecedor construyéndose en su interior. A él le dolía todo el cuerpo, necesita bombear en él mientras la polla de Styles se enterraba profundamente en él, pero no suficientemente profundo, nunca suficientemente, y era bueno, tan bueno, tan muy bueno —
Echando la cabeza hacia atrás, Louis se mordió el labio mientras Styles prácticamente lo dobló por la mitad, apuntando su polla en un ángulo que hizo a Louis gemir.
Styles se agachó y comenzó a besarlo al ritmo de sus embestidas, su lengua profundizando, y todo lo que Louis pudo hacer fue aguantar y cabalgar la tormenta. Perdió por completo la noción del tiempo, todo su mundo concentrándose en Styles — Harry — su boca caliente, su polla, sus manos acariciando en todo el cuerpo de Louis. Louis ni siquiera hablaba más, sólo lo tomaba y gemía. Su agujero retorciéndose alrededor de la polla de Styles mientras Styles bombeaba en él sin restricciones, besando y mordiendo el cuello y los hombros de Louis. La polla de Louis estaba cerca de estallar y él trató de tocarse a sí mismo, pero Styles no lo dejó.
Louis podía sentir su vientre endurecerse, sentir su agujero comenzar a pulsar, latiendo por toda la dura polla que seguía follándolo, sin nunca darle tregua, tomando su aliento y su cordura y sus inhibiciones.
Louis gimió, hundiendo los dedos en los hombros de Styles. "No puedo —"
"Tú puedes." Styles dio un empuje brutal contra la próstata de Louis, los dedos agarrando las caderas de Louis dolorosamente. "Vamos."
Y Louis se vino, su cuerpo tembloroso mientras su orgasmo lo atravesó.
Styles se estrelló contra él un par de veces más antes de gemir y correrse muy quieto encima de él.
Louis yacía inerte debajo de él, su respiración todavía errática, su cuerpo temblando en réplicas.
Se sentía a la deriva en el sueño, sintiéndose cálido, bien y satisfecho.
·         14 🩰
Cuando Louis despertó, estaba solo. A juzgar por el sol que entraba por la ventana, era alrededor de las ocho de la mañana.
Bostezando, se incorporó y se estiró, tratando de ordenar sus pensamientos.
Los acontecimientos de la noche anterior parecían bizarros y surrealistas. Si su cuerpo no molestara y su culo no le doliera, él habría pensado que fue sólo un sueño.
Pero no fue un sueño.
Había tenido sexo real con Styles. Él había tenido la polla de Styles en él.
Lamiendo sus labios, Louis salió de la cama, haciendo una mueca cuando el movimiento envió una nueva ola de dolor sordo a través de su culo, y caminó hacia el espejo.
Estaba cubierto de moretones.
Louis se quedó mirando los hematomas en forma de dedos en las caderas y muslos y trató de decidir si estaba volviéndose loco por ello o no. Él lo estaba, un poco, pero no a causa de todo el asunto gay. Claro, él nunca esperó tener sexo con un hombre, pero el sexo gay en sí mismo no le molestaba demasiado — al menos no al punto de entrar en pánico y estar histérico. Sus padres se habían ido, y su mejor amigo era bi, por lo que no había nadie para juzgarlo — nadie que le importara.
Lo que molestó a Louis fue el hecho de que él había tenido relaciones sexuales con Styles. No era parte del trato. Por supuesto, Styles había sido muy mandón y decidido a follarlo, pero Louis podría haberse negado fácilmente. Podría fácilmente haberlo detenido. Pero no lo había hecho. Eso lo enloqueció.
Por no mencionar la intensidad del sexo que había sido casi aterradora. Aterrador bueno.
Mordiéndose el labio, Louis pasó un dedo por la contusión en la cadera. Su piel se estremeció.
La puerta del baño se abrió de repente, y Louis saltó un poco.
Styles salió del cuarto de baño, abotonándose la camisa. Él se detuvo al ver a Louis, y Louis tuvo que reprimir el impulso de cubrirse con las manos. Obligó a su cuerpo a relajarse, diciéndose a sí mismo que no fuera ridículo. No tenía nada que Styles no hubiera visto anoche.
Algo cruzó el rostro de Styles antes de que se cerrara, sus facciones volviéndose duras y distantes. "¿Cuánto quieres?"
"¿Qué?"
"¿Cuánto quieres por lo de anoche?"
Louis chupó una sombría respiración. "¿Cuánto quiero?", Repitió.
Styles se acercó a la mesa y tomó su teléfono celular. "Sí. Dime tu precio."
Louis miró a su espalda ancha. "Precio."
"Sí, el precio", dijo Styles, un borde de irritación arrastrándose en su voz. "¿Qué es tan difícil de comprender?"
Su estómago apretándose, Louis recogió sus boxers tirados y se los puso, ignorando las molestias en el culo. Él quería una ducha se sentía sucio, pero no quería permanecer desnudo y vulnerable.
"Cinco mil", dijo. Eso tenía que hacer Styles enojarse, ¿verdad?
Una pausa.
"Bien."
Aparentemente no.
Louis se habría reído, excepto por el nudo en el estómago, convirtiéndose en un nudo apretado en su garganta y haciéndole sentir vagamente enfermo.
Sin decir una palabra, se dirigió al cuarto de baño y cerró la puerta muy despacio.
Recostándose contra ella, Louis cerró los ojos.
La puerta estaba fría contra su piel.
·         15🩰
Una larga ducha caliente aclaró su cabeza.
Para el momento en que Louis salió del baño, él sabía qué hacer, pero Styles había desaparecido. Louis estaba a punto de llamarlo cuando notó el celular de Styles sobre el escritorio. Suspirando, Louis fue a ver a las gemelas, pero aún estaban dormidas, por lo que decidió ir a buscar a Styles. Cuanto más pronto se pusiera a ello, mejor.
Después de unos quince minutos vagabundeando, Louis finalmente admitió que ya no tenía ni idea de dónde estaba. Esta ala de la mansión era completamente desconocida para él, y él no pudo encontrar ningún sirviente que le dijera dónde estaba Styles.
La mansión estaba casi inquietantemente tranquila. El lugar era lujoso, pero se sentía como un museo, no como la casa de alguien. Louis se preguntó cómo habría sido crecer allí, y un escalofrío recorrió su columna vertebral.
Entrando en otra habitación, Louis se quedó inmóvil al ver a Joseph Styles sentado detrás de un enorme escritorio.
"Lo siento", dijo Louis, dando un paso atrás. "No era mi intención—"
"Como cuestión de hecho, yo quería hablar con usted, señor Tomlinson."
"¿Yo?" Louis lo miró con recelo, pero dio un paso de regreso a la habitación y cerró la puerta.
Las espesas cejas grises de Joseph se juntaron. "Ciertamente. Tome asiento."
Louis se sentó en la silla frente al viejo y esperó.
El silencio se extendió a medida que se miraron.
Nuevamente, Louis se sorprendió por lo mucho que Joseph Styles y su hijo se parecían entre ellos. Al parecer, los hombres de esta familia envejecían muy bien. Así es como Styles se vería en treinta o cuarenta años. No es que Louis lo vería.
"Sr. Tomlinson, " dijo Joseph Styles finalmente, cuando Louis se negó a bajar la mirada. "¿Por cuánto tiempo ha estado en esta relación antinatural con mi hijo?"
Louis tuvo que recordarse a sí mismo que Joseph Styles estaba muy enfermo. Él no debería estar discutiendo con un moribundo. "Menos de un mes, señor."
"Eso hace que sea más fácil." Joseph Styles tomó una pluma y escribió algo en un pedazo de papel antes de deslizarlo por encima del escritorio hacia Louis. "Creo que esta sería una compensación justa por poner fin a su asociación con mi hijo".
Louis miró el papel y luego se lo quedó mirándolo a él. "Wow, me siento halagado que me valore tan altamente", dijo y se levantó. "Gracias, pero no gracias."
"Eres un tonto, muchacho", dijo el anciano con una mirada desdeñosa. "Él va a tirarte lejos unas cuantas semanas a lo sumo. Siempre lo hace".
"¿Cómo sabe eso? No lo había visto en quince años".
Joseph se burló. "Puede que no viva aquí más, pero eso no cambia nada. Lo sé todo sobre él. Cada juguete que tuvo y tiró. Por supuesto, hubo unos pocos persistentes, pero todo el mundo tiene un precio."
Cuando registró el significado, Louis se sentía mal del estómago. "Usted está enfermo", susurró. "¿Él sabe que usted pagó para que sus amantes lo dejaran?"
Joseph levantó una ceja. "Por supuesto que sí. Es mi hijo. Él no es tonto excepto por su insistencia tonta en que es homosexual".
Sacudiendo la cabeza, Louis se puso de pie y se dirigió a la puerta. No había ninguna forma de razonar con este hombre.
Cuando abrió la puerta, la voz de Joseph lo detuvo,
"Nombre su precio, señor Tomlinson. Todo tiene un precio".
"Hay cosas que no lo hacen." Louis salió.
Todo el mundo tiene un precio.
Así que esto era lo que Joseph Styles había enseñado a su hijo.
Louis no estaba seguro de quién se compadecía más en este momento: de Styles, su padre o de él mismo.
·         16 🩰
Finalmente encontró a Styles en la terraza media hora más tarde.
"Me voy a casa", dijo Louis.
La espalda de Styles se puso rígida. Se dio la vuelta, con un cigarrillo en la mano.
Extraño. Hasta ayer, Louis había pensado que no fumaba en absoluto.
Styles dio una larga calada, estudiándolo con una expresión indescifrable. "¿Por qué? Se supone que nos vamos mañana".
"Hablé con tu padre."
Por un momento, Styles se quedó inmóvil antes de que una sonrisa sardónica apareciera en su rostro. "¿Cuánto te ofreció?"
"Mucho. Sólo un idiota se negaría".
Styles se alejó. "Felicidades. El dinero más fácil que nunca has hecho".
Louis miró a su espalda recta. "Bueno, nosotros ya hemos establecido que soy tonto, ¿no es así?"
Una pausa.
Styles soltó una carcajada. "Deberías haber tomado el dinero, Tomlinson."
"Él no me agrada."
Styles se dio la vuelta de nuevo y apagó el cigarrillo con su zapato. "A nadie le agrada. No es una razón suficiente para no aceptar el dinero. Nosotros sabemos que no habría hecho ninguna diferencia".
"Lo sabemos, pero él no lo hace." Louis ladeó la cabeza. "¿Estás realmente bien conmigo aceptando su dinero? Él piensa que soy tu novio".
Los labios de Styles retorcidos. "Mi padre ha estado pagando a mis novios para que me dejen desde que tenía quince años. Tú no habrías sido el primero. El anciano es lo suficientemente terco como para pensar me casaré con una bonita niña si él pone fin a toda relación que trate de tener. Aunque estoy un poco sorprendido esta vez. Por lo general, se molesta sólo si el chico dura más de un mes — lo que no ocurre muy a menudo."
Louis se le quedó mirando. "No puedes querer decir que todos ellos aceptaron su dinero."
"No. No todos ellos. Pero la mayoría."
Había una máscara blanda de indiferencia en el rostro de Styles, y Louis tuvo que cerrar las manos en puños y mirar hacia otro lado, tratando de evitar la tentación de tocarlo.
"Dijiste que te recordaba a mí", dijo Styles. "Pero él lo lleva a un nivel completamente nuevo. Él no sabe cuándo parar".
"Sí," Louis murmuró. "Es un imbécil de mente estrecha, ególatra prepotente, y que te ha jodido. Pero no te exime cuando actúas como un idiota. Y si sigues siendo tan insensible y te mantienes tratando a las personas como peones, te convertirás en él. ¿Quieres eso?"
"Yo no te he traído para que me puedas psicoanalizar".
"No, no me has traído para eso", dijo Louis, su voz tranquila. "Pero he terminado."
La mirada de Styles afilada. "¿Qué?"
"Estoy un poco harto de ser tratado como una puta barata por tu familia."
"Yo no te llamaría barato", Styles dijo, con la voz cortada.
Louis se rió en voz baja. "Bueno, tal vez me lo merezco. Necesitaba dinero y no fui lo suficientemente orgulloso para decir que no, pero estoy un poco harto de eso ahora. Eso es todo, profesor."
Se dio la vuelta para irse, pero Styles cruzó la distancia entre ellos en unos pocos pasos y agarró su brazo. "No puedes irte. Tenemos un trato."
Louis lo miró, haciendo caso omiso del agarre doloroso de Styles en su brazo. "Teníamos un trato. Lo estoy terminando ahora. Creo que más que me gané el dinero que me pagaste por este viaje. Puedes quedarte con el dinero del sexo de la noche pasada. Corre a cuenta de la casa."
Intentó tirar su mano libre, pero el agarre de Styles sólo se tensó. "No puedes solo decidir irte."
"¿Por qué no? ¿Por qué siquiera te importa?" Su sonrisa brillante. "¿No dijiste que te aburres de los hombres heterosexuales después que te los follas? Suerte para ti, entonces."
Los labios de Styles apretados en una delgada línea. Su agarre se aflojó.
Tirando su brazo libre, Louis se alejó.
·         17 🩰
Para el momento en que Louis se las arregló para vestir a las niñas y sacarlas de la casa, el coche de Styles estaba esperando por ellos.
Louis miró por la ventana durante la mayor parte del viaje, fingiendo interés por el paisaje que pasaban. Las gemelas estaban haciendo toda la conversación. No miró a Styles, pero la tensión en el aire entre ellos era palpable, y la gran cantidad de ira y frustración era abrumadora. Louis ni siquiera estaba seguro del por qué. No era como si Styles fuera su ex o algo; no era como si hubieran estado saliendo; no había ninguna razón para que esto le afecte. Él había chupado la polla de su profesor por algunas semanas (seguro, no era algo de lo que estaba orgulloso), había sido arrastrado para molestar a Joseph Styles y fue pagado generosamente por ello. Finalmente se había cansado de prostituirse a sí mismo, y ahora tenía unos pocos meses para encontrar un mejor trabajo sin preocuparse por las facturas de todos los días. Así que todo estaba bien. Excelente. Fantástico, en realidad.
Sin embargo, fue un gran alivio cuando el coche finalmente se detuvo frente a su edificio.
Tomó a Louis unos pocos minutos sacar a las niñas fuera del auto. Styles ya tenía la maleta de Louis fuera.
"Gracias, la tomo desde aquí", dijo Louis, sin mirarlo.
"No seas tonto", dijo Styles, caminando hacia el edificio. "Tú no tienes tres manos."
"Las chicas no necesitan que las cargue. Tienen edad suficiente para caminar".
Styles no le hizo caso, por supuesto. Por supuesto.
"Podemos caminar", confirmó Emily.
"Pero quiero ser cargada", dijo Bee.
Louis se quedó mirando la espalda de Styles y recogió a las niñas. "Ni siquiera sabes dónde estás yendo."
"Sé tú dirección. Soy capaz de averiguar dónde está tú apartamento".
Frunciendo el ceño, Louis sólo podía seguirlo, aunque a regañadientes.
Cuando llegaron a su departamento, Louis dudó. No quería que Styles lo viera. No era que estuviese avergonzado de él — bueno, quizás estaba avergonzado de él.
Abrió la puerta y se apresuró en hacer pasar a las niñas al interior antes de cerrarlo y volverse hacia Styles.
Styles dejó la maleta en el suelo, su expresión pétrea.
"Yo...", dijo Louis, cambiando ligeramente en sus pies. "Nos vemos alrededor, supongo."
Styles asintió secamente. Pero él no se movió.
Louis se aclaró la garganta, enganchando los pulgares en los bolsillos en su cadera, meciéndose sobre los talones. "Gracias por cierto."
"¿Por qué?"
"Por ayudarme a averiguar no soy heterosexual."
"¿Qué?", dijo Styles, casi sin inflexión.
"Sí. En caso de que no pudieras notarlo, me gustó tener sexo con un hombre." Louis sonrió débilmente. "No lo esperaba, pero lo hice. Mucho. Así que... tengo más opciones ahora. Supongo que debo darte las gracias por ello".
"Opciones", dijo Styles.
"Sip." Louis frotó la parte posterior de su cuello. "Puedo salir con chicos también ahora."
Algo cambió en la expresión de Styles, pero se había ido antes de que Louis pudiera averiguar lo que era.
"Tú puedes", Styles acordó, empujando sus manos en los bolsillos de su chaqueta.
Maldita sea. ¿Por qué era tan raro, y torpe — y lo que sea en el infierno que era?
Louis estaba seguro de que no estaba imaginando la tensión, la frustración en el aire, sin embargo, el rostro de Styles no reflejaba nada. Y eso enojaba a Louis. Él quería sacudirlo. Él quería escandalizarlo.
Así que dijo: "Tú sabes, yo realmente no veo la hora de saber si el sexo con otros hombres será diferente. Todo es nuevo y muy emocionante".
Styles miró hacia un lado por un momento antes de que una sonrisa se formara en su rostro. "¿Estás tratando de ponerme celoso, Tomlinson? Yo no me pongo celoso. Los celos son para los hombres inseguros con pequeñas pollas y baja autoestima. Y te tiene que importar para estar celoso. Yo no lo hago."
Louis se molestó con las implicaciones. "¿Por qué iba yo a querer darte celos? A mí no me gustas. Tú familia es horrible, tú eres un culo, estás más allá de lo jodido, y eres un compromiso—fóbico. Y no te gustan los niños lo que es, obviamente, un gran problema para mí. Eres todo lo que no quiero".
"Bien." Styles lo fulminó con la mirada.
Sus miradas chocaron y una oleada de hambre sexual se estrelló contra Louis con una fuerza que le robó el aliento.
Con dedos temblorosos, Louis encontró el pomo de la puerta detrás de él y tropezó dentro del departamento.
Cerrando la puerta, Louis se apoyó en ella, respirando con dificultad.
Mierda.
·         18 🩰
"No lo entiendo", dijo Zayn, una semana después, mirándolo desde el otro lado de la mesa de la cafetería del campus. "¿Por qué está siendo tan cabróncontigo? Quiero decir, él siempre es un cabrón, pero últimamente ha sido un súper cabróncuando se trata de ti".
Louis reprimió un suspiro. Zayn tenía razón, por supuesto. Styles le había estado tratando como una mierda toda la semana. No es que eso fuese una completa sorpresa.
"En serio, ¿mataste a su gato? ¿O — O dejaste un pollo ensangrentado en su puerta o algo?" Zayn negó con la cabeza. "Tiene que haber alguna explicación. Se está poniendo ridículo. La gente está comenzando a hablar".
La taza de café de Louis se detuvo a medio camino a su boca. "¿A hablar?"
"No importa." Zayn hizo una mueca, viéndose un poco incómodo. "Sólo algunos rumores estúpidos".
"¿Qué rumores, Zayn?"
Zayn tomó un sorbo de su café. "Algunos piensan que es sospechoso que Styles no te diera una nota reprobatoria a mitad de período".
Louis dejó de respirar. "¿Qué?"
"Algunos dicen que lo has chantajeado para que te dé una calificación aprobatoria. Te dije que era estúpido".
Louis se relajó, recostándose en su silla. "Sí. Estúpido."
"En realidad, es un poco extraño, ¿no crees? Pensé que te haría fallar de seguro. Pero no lo hizo, y ahora él es un idiota total contigo. Todo esto es raro." Zayn le dirigió una mirada sondeándolo. "¿Estás seguro de que no estás ocultando algo de mí?"
Louis sintió una punzada de culpabilidad. Tomó un sorbo de su café y miró a su taza. "Puede ser."
"Muy bien, suéltalo", dijo Zayn, fijando sus ojos en él.
Louis comenzó trazando el borde de la taza con el dedo, siguiendo su forma. "Yo... ¿Recuerdas el consejo que me diste? ¿Sobre Styles?"
Zayn se rió entre dientes. "¿Te refieres a coquetear?"
"Styles no me dio una calificación aprobatoria porque él se apiadó de mí, Zayn."
Las cejas de Zayn fruncidas; luego su boca abierta. "De ninguna manera. ¿En realidad seguiste mi consejo?"
Louis hizo una mueca. "No exactamente." Él miró el sándwich en el plato y tiró del queso que salía por los bordes. "Hice más que coquetear."
Un sonido metálico le hizo mirar hacia arriba. Zayn había dejado caer su tenedor y ahora estaba mirándolo con los ojos muy abiertos. "Estás bromeando."
"Ojalá."
Zayn miró a su alrededor y luego acercó su silla. "Entonces, ¿qué te hizo hacer?"
"¿Qué crees? No un trabajo de mano de seguro".
"Santa mierda. ¿Le hiciste una mamada?"
Louis asintió secamente.
Zayn dejó escapar una breve carcajada. "Wow, nunca pensé que realmente coquetearías con él, mucho menos... Entonces, ¿cómo fue? Quiero decir, ¿te dio asco?" Tomó un sorbo de café.
Louis estaba tentado a decir que sí. Habría hecho todo más sencillo. Pero no podía obligarse a sí mismo a mentir. "No," dijo Louis. "Estuvo bien. Incluso la primera vez".
Zayn se atragantó con el café y empezó a toser.
"¿La primera vez?", Dijo cuándo la tos, finalmente cedió. "¿Quieres decir que lo hiciste más de una vez? ¿Todavía te obliga a hacerlo por una calificación?"
Louis se preguntó si prostituirse a sí mismo por una nota era mejor que prostituirse a sí mismo por dinero. No estaba seguro.
"Mira..." Louis se pasó una mano por los ojos. "Yo realmente no quiero hablar de ello. Sí, ha estado sucediendo por unas semanas, pero lo importante es que ya pasó. Yo terminé el acuerdo".
"¿Pero tú?, tú sabes... ¿te lo follaste?"
"Sí", dijo Louis, luchando por mantener su voz normal. "Yo me lo follé. Bueno, él me folló".
Zayn sonrió, ojos marrones bailando con picardía. "¿Cómo estuvo él? ¿Estuvo bien?"
Sonriendo torcido, Louis negó con la cabeza. "Vamos, ¿tenemos que hablar de ello?"
"¡Por supuesto que tenemos que hablar de ello! ¡Tuviste sexo con Styles! ¡Styles!"
"Callate," Louis dijo entre dientes, mirando a su alrededor. "No quiero hablar de ello. No hay nada que hablar. No... No apestó, pero obviamente me alegro de que todo el asunto haya terminado."
Sintió los ojos de Zayn en él, inusualmente serios e inquisidores.
Louis se removió bajo su escrutinio. "¿Qué?"
"Entonces, ¿por qué está tan enojado contigo si se ha acabado?", dijo Zayn, tamborileando con los dedos sobre la mesa.
Louis tenía una idea del por qué, pero no era algo sobre lo que quisiera pensar. "Ni idea."
Zayn le dio una mirada escéptica, pero no insistió más y miró su taza. Él se quedó en silencio, con una expresión distante, pensativa en su rostro.
Louis miró a su amigo. Pensando en ello, Zayn había estado un poco distraído todo el día. "¿Ocurre algo malo?"
Zayn miró hacia arriba. "En realidad no. Sólo... ¿tú conoces a Mila?"
"¿Mila?"
"¿La niña en la clase de Styles? ¿Muy bonita, con curvas, pelo oscuro?"
Louis se encogió de hombros. "Es una gran clase. No puedo decir que la recuerde. Entonces, ¿qué pasa con ella?"
"Ella me invitó a un trío."
Louis enarcó las cejas. "¿Y cuál es el problema? No es como si nunca has tenido un trío antes." Había muy poco que Zayn no había hecho, en realidad. Su amigo tenía tantas ofertas lascivas a veces que parecía una tontería. El hombre ni siquiera tenía que intentarlo. Si Zayn no fuera tan condenadamente agradable, todos los chicos le odiarían.
"El problema es su novio", dijo Zayn.
"¿Qué hay de él? ¿Lo conoces?"
Zayn vaciló. "No exactamente. Pero yo le he visto por ahí. Él siempre la recoge después de la escuela".
Louis soltó una carcajada, finalmente dándose cuenta de lo que su amigo estaba hablando. "¿El tipo heterosexual del que has estado enamorado por años?"
"Vamos, no estoy enamorado de él", dijo Zayn con una sonrisa torcida. "Yo ni siquiera se su nombre".
Louis le lanzó una mirada que decía, por favor. "Sip, tú no estás enamorado de él. Sólo los miras fijamente y babeas cada vez que lo ves".
"Yo no lo hago."
"Tú lo haces."
Zayn se echó a reír. "Bien. Puede ser. Sólo uno pequeñito. Pero vamos, ¿quién no? Todas las chicas lo miran y babean cada vez que viene. El tipo es ridículamente apuesto".
"Entonces, ¿cuál es el problema?", dijo Louis. "¿No deberías estar feliz de poder llegar a tener sexo con él?"
Zayn lo miró como si fuera un idiota. "Él es hétero. No va a ser ese tipo de trío. Simplemente compartiremos a su novia; eso es todo. Tal vez me equivoque, pero tengo la sensación de que el trío es enteramente idea de Mila,  ella siempre coquetea conmigo, y yo no creo que él ni siquiera sepa que yo existo. Yo no creo que el chico esté muy feliz de que ella me invitara a unirme a ellos. No lo sé... Me da la impresión de que él es del tipo posesivo".
"Un pequeño enamoramiento, sip," Louis bromeó. "Muy pequeñito."
Los oídos de Zayn se pusieron rojos. "Oh, ahórratelo. De todos modos, ese es el problema: No estoy seguro de que este trío sea una buena idea. El tipo probablemente odiará mis pelotas por tocar a su chica".
"Entonces dile a ella que no puedes hacerlo."
"Ya le dije que lo haría." Zayn le dio una mirada tímida. "No pude resistir la oportunidad de verlo desnudo".
Louis negó con la cabeza. "No tienes remedio, hombre."
Zayn sonrió. "Al menos yo no estoy tirándome al profesor cabrón. Vamos, ¡dime que tiene una pequeña polla! ¡Alegraría mi día!"
Louis puso los ojos, sacudiendo la cabeza. "Él no tiene un pene pequeñito. Y yo no me lo estoy follando más. Terminamos."
Levantó su taza y se la llevó a los labios, evitando los ojos de Zayn. Pensó en la forma en que Styles le había mirado en la clase: enojado y tan jodidamente intenso que le hizo ponerse duro al instante. Pensó en cómo había pasado la mitad de la clase fantaseando con caer de rodillas ante Styles y chupar su polla, allí mismo, delante de todos los demás estudiantes. Pensó en sus otras fantasías: cómo quería subir al regazo de Styles, hacerlo callar con besos y luego conseguir la polla de Styles dentro de él.
"¿Estás bien?", dijo Zayn. "Te ves sonrojado."
Louis forzó una sonrisa. "Sí. Estoy bien."
Estupendo.
·         19 🩰
El primo de Louis, Sage, vivía en una parte menos que segura de la ciudad. Fue en parte la razón por la que Louis no lo vio tanto. La otra razón era que su primo había estado extraño como el infierno después de haber sido liberado de la cárcel hace seis meses: parecía deprimido y distante, como si no estuviera realmente allí. Al principio Louis lo atribuyó a la muerte de su tía — ella había muerto, mientras Sage todavía estaba en la prisión — pero no parecía ser el caso. En lugar de mejorar, su primo sólo parecía más deprimido al pasar el tiempo. Louis se preocupaba por él, por supuesto, pero la verdad sea dicha, tenía problemas más acuciantes en que pensar a su alrededor y no tenía tiempo para visitar a su primo.
Pero dado que había tenido que dejar a las niñas en casa de la señora Hawkins antes de su turno nocturno, Louis decidió hacer un pequeño desvío y averiguar cómo Sage lo estaba haciendo.
Su primo le saludó con una sonrisa. "Hola, vamos pasa," le dijo abriendo más la puerta.
Tomó a Louis un momento para recuperarse de su sorpresa. "Te ves bien", dijo palmeándole el hombro y entrando en el departamento. Sage se veía genial de hecho; él siempre había sido el más apuesto de los dos. Podrían compartir el cabello castaño y los ojos azules de sus mamás, pero era donde terminaban las similitudes. Los rasgos de su primo eran mucho más delicados — infiernos, francamente exquisito. Si Zayn hubiera visto a Sage, nunca llamaría a Louis princesa de nuevo.
En realidad hizo a Louis preguntarse, y no por primera vez, si algo... le habían hecho a su primo en la cárcel. Si los rumores sobre lo que pasaba en la prisión eran ciertos, con una cara como esa... Louis se estremeció.
"¿Cómo están las chicas?", preguntó Sage, alejándolo de sus pensamientos.
"Bien. Tengo el turno nocturno esta noche, así que acabo de dejarlas en lo de su niñera."
Sage se sentó en el sofá, con las piernas cruzadas, y palmeó el lugar junto a él.
Sacándose la chaqueta, Louis tomó asiento. "Realmente no puedo quedarme," dijo mirando su reloj. "O voy a llegar tarde al trabajo. Sólo quería chequearte y ver cómo lo estabas haciendo"
La puerta se abrió y un hombre entró en el departamento.
Al ver a Louis, se detuvo y se quedó mirando.
Louis le devolvió la mirada fija. El hombre era alto y muy guapo claramente de ascendencia hispana.
"¿Quién es este?", preguntó el hombre.
"Es mi primo, Louis", dijo Sage, más bien a la defensiva. "Louis, él es Xavier."
Louis esperó una explicación, pero no hubo ninguna.
Pero cuando Xavier se acercó, inclinó la cabeza de Sage y le dio un beso, las explicaciones ya no eran necesarias.
El beso siguió y siguió, y Louis sólo podía mirar. Había estado bastante seguro de que Sage era completamente heterosexual.
Bueno, al parecer, no.
Su primo de hecho gimió, y Louis miró hacia otro lado, más allá de incómodo. Se puso de pie y se aclaró la garganta. "Um, será mejor que me vaya." Él se rió entre dientes. "Tú claramente estás muy bien."
Detrás de él, los besos se detuvieron.
"Mira", dijo Sage, sonando avergonzado. "Yo —"
"Tú no tienes que explicar nada", dijo Louis rápidamente y encaró hacia la puerta. "Me voy."
"Espera", dijo Sage. "Ya está oscuro. No es seguro caminar solo por aquí. Xavier te llevará a tu casa."
"¿Lo haré?" Xavier murmuró.
"No, en realidad no es necesario—"
"Él lo hará", dijo Sage.
"Supongo que lo haré", dijo Xavier. Dio a Sage un breve y duro beso. "Tú mejor estarás desnudo y listo cuando yo regrese, Ojos Azules".
Sonrojándose, Sage empujó a Xavier hacia la puerta. "Voy a ir la próxima semana", dijo a Louis. "Yo no he visto a las niñas en décadas".
Louis asintió y se deslizó en su chaqueta.
Xavier pasó junto a él. "Vámonos. ¿Cuál era tu nombre otra vez?"
"Louis", dijo, inseguro de cómo hablar con el tipo.
"¿Dónde vives?"
Louis le dijo, y Xavier le llevó a una muy antigua, oxidada Ford Pinto. Louis lo miró con recelo. "¿Estás seguro de que esta cosa es segura?"
"No", dijo el tipo, alcanzando el asiento del conductor.
"Eso no es... no es muy tranquilizador."
"¿Quieres que te mienta?", dijo Xavier con un toque de impaciencia, claramente con ganas de acabar de una vez y volver a su primo.
Louis subió al coche y se fueron.
"No hay cinturón de seguridad," Louis murmuró. "¿Por qué no me sorprende?"
Xavier no se dignó contestar.
"Entonces," dijo Louis después de un rato. "¿Tú eres el novio de mi primo o algo así?"
"O algo así", dijo Xavier.
"Pensé que era heterosexual."
Xavier se rió, como si hubiera dicho algo gracioso.
"Pero me alegro de que tenga a alguien, sabes," dijo Louis. "Yo estaba preocupado por él. Él estaba deprimido después de que salió de la cárcel".
"¿En serio?" Xavier murmuró.
"Sí. Espero estar equivocado, pero creo que... Creo que alguien le hizo algo a él en la cárcel."
"Tú no estás equivocado: yo lo hice."
Louis abrió la boca y la cerró sin decir una palabra. Digirió la información por unos pocos momentos. "¿Tú eres un ex convicto?"
"Sip."
Excelente. Se encontraba en un oxidado Ford Pinto, sin cinturón de seguridad, y con un ex convicto al volante.
"¿Por qué estabas en prisión?"
"Maté a ocho personas en un centro comercial."
Louis soltó una carcajada. "En realidad no esperas que crea eso, ¿verdad?"
"Tú primo lo hizo, por un largo tiempo."
Louis sonrió, sacudiendo la cabeza. Sage era un poco ingenuo. A pesar de que era más joven que su primo, Louis a menudo sentía que él era el mayor. "Entonces, ¿qué hiciste realmente?"
"Homicidio involuntario. Me emborraché, me metí en una pelea de bar, alguien murió".
Un escalofrío de inquietud recorrió la espalda de Louis. No podía imaginar lo que este hombre y Sage tenían en común, pero su primo estaba claramente feliz. Eso era lo importante, ¿no?
Louis estuvo tranquilo por el resto del viaje.
"Gracias", dijo cuando el coche finalmente se detuvo frente a su edificio. Para su sorpresa, Xavier salió también. Louis se rió entre dientes. "Nadie me va a atacar aquí. Tú no tienes que—"
"Sage me dijo que te dejara en tu casa. Te dejaré en tu casa." Xavier frunció el ceño, mirando por encima del hombro de Louis. "Alguien nos está mirando. ¿Conoces a ese tipo?"
Louis se dio la vuelta y se congeló. Styles salió de su Mercedes y se dirigió hacia ellos.
"Sí, lo conozco", dijo Louis.
"Se ve enojado," Xavier murmuró.
Louis soltó una carcajada. "Él prácticamente siempre se ve enojado." Él se encogió — eso salió casi cariñoso — y Xavier le lanzó una aguda mirada evaluadora.
Styles se detuvo.
"Hey", dijo Louis.
Styles le dio la mirada que le había estado dando toda la semana, antes de barrer lentamente su vista sobre Xavier con una mirada de desdén que haría cualquier persona sentirse de dos pies de altura. "¿Quién es esta persona?"
Xavier entrecerró los ojos, claramente con aversión a la forma altiva y el tono condescendiente de Styles.
"Xavier Otero," dijo con una sonrisa agradable, dando un paso más cerca de Louis y poniendo una mano en su hombro. "Estaba solo dando un paseo a Louis." Louis inhaló bruscamente al tono sucio en su voz.
Styles claramente no se lo perdió, tampoco. Sus hombros se tensaron y su mirada recorrió a Louis, como si buscara pruebas, antes de pasar al coche de Xavier. Una sonrisa burlona curvó sus labios. "Espero que el viaje fuera cómodo."
Los ojos de Xavier parpadearon hacia el Mercedes de Styles. "Yo no necesito un coche llamativo para eso."
"Bien hecho, chicos, eso no fue pasivo—agresivo en absoluto", dijo Louis, poniendo los ojos en blanco. Él miró a Xavier. "No lo tomes como algo personal — él es desagradable con todos. Y tú" — Louis miró a Styles — "Baja un poco el tono. Él es un ex convicto, no un alumno."
"¿Él es un criminal?" En un abrir y cerrar de ojos, Louis fue jalado lejos de Xavier y empujado detrás de la espalda de Styles.
Louis gritó. "¡Oye! ¿Estás fuera de ti?"
"Metete en tu coche y conduce a otra parte", dijo Styles a Xavier, su voz muy, muy suave. "Ahora. Vuelve cerca de él de nuevo y me aseguraré de que estés de vuelta en tu celda enseguida".
Xavier se puso rígido, apretando los puños. "¿Me estás amenazando?"
"Whoa, ¡cálmense de una puta vez, los dos!" Louis se interpuso entre los dos hombres, poniendo una mano en el pecho de Styles. Él los miró. Idiotas arrogantes, ambos. "Tú." Él miró a Xavier. "Gracias por el aventón, pero por favor, vuelve a casa y fóllate a mi primo. Nadie te está amenazando es sólo la personalidad encantadora de Styles. Ve."
Xavier asintió con rigidez, se subió a su auto y arrancó.
Cuando el coche desapareció de la vista, Louis volvió hacia Styles. "Y tú. ¿Qué pasó con eso de que los celos son para los hombres con peq-"
"Nada", dijo Styles con irritación. "¿Eres estúpido? ¿Sabes lo que criminales como él hacen a chicos lindos como tú en la prisión? Los hombres como él no están acostumbrados a preguntar".
Louis se rió entre dientes. "¿Te preocupas por mí? Estoy conmovido. Se cuidadoso, o voy a empezar a pensar que en realidad te importa una mierda".
Styles lo fulminó con la mirada, pero no dijo nada.
"¿Qué estás incluso haciendo aquí?", Preguntó Louis. Tardíamente, se dio cuenta de que su mano estaba todavía en el pecho de Styles y estaba acariciándolo. Rápidamente, la quitó y la metió en el bolsillo de su chaqueta. Echó un vistazo al coche de Styles. "Espera, ¿estabas esperando por mí?"
"Sí."
"¿Por qué? Podrías haber llamado si querías hablar. Tienes mi número."
"No lo hago. Lo borré."
Las cejas de Louis volaron. "¿Por qué? ¿Acaso te molestaba?"
Un músculo se contrajo en la frente de Styles. "Porque yo no tenía necesidad de él."
"¿Entonces por qué estás aquí?"
Los labios de Styles apretados, con los ojos clavados en Louis. "Estoy aquí para advertirte."
"¿Advertirme?"
"Sí, para advertirte. Tú rendimiento en mi clase sigue siendo terrible—"
"¡Porque tú has estado siendo absolutamente brutal!"
"— así que no esperes que te pase sólo por tu cara bonita, y labios, y ojos, y —" Styles se interrumpió y miró a Louis, como si fuera culpa suya que acabara de decir lo que dijo. "Mi punto es que tú no conseguirás un tratamiento especial, Tomlinson".
Louis se inclinó hacia sus labios y susurró con dureza: "¿Y viniste todo el camino hasta aquí sólo para decirme eso? Yo creo que es una mierda".
Sus respiraciones revueltas, ambas rápidas y tensas, el único sonido en los oídos de Louis.
Cristo, Louis no podía soportarlo más. Estaba temblando, dolorido—
Cuando Styles chocó sus labios juntos, lo primero que Louis sintió fue alivio. Dios, por fin. Y entonces todo lo demás se desvaneció; había grandes manos en su nuca, un cuerpo firme contra el suyo, y labios, calientes y ardientes — tan bueno — y Louis estaba gimiendo, tratando de besarle más duro, llevarlo más profundo.
No tenía ni idea de cuánto tiempo había pasado cuando su celular sonó en el bolsillo de su chaqueta.
Con un suspiro de frustración, Louis arrancó sus labios a distancia y contestó.
"¿Sí?", Logró decir, con los dedos apretados en el suéter de Styles mientras el hombre besó su rostro y su cuello. Dios, sus labios parecían quemar la piel de Louis.  
"¿Dónde diablos estás?" Bill, el gerente del restaurante. Mierda. "¡Ya casi es tarde para tu turno!"
"Lo siento, dame quince minutos —"
"¡Cinco!" Bill colgó.
Louis empujó a Styles a distancia.
"Tengo que irme. Llego tarde al trabajo."
Se alejó rápidamente, con las piernas aún débiles y su cuerpo dolorido de deseo. "Idiota", murmuró. Tendría que haberle dicho a Xavier que lo llevara directamente a trabajar. Diablos, él no debería haber ido a la casa de Sage en absoluto después de dejar caer a las gemelas en lo de la señora Hawkins. Y definitivamente no debería haber desperdiciado minutos chupando la lengua de Styles.
Los neumáticos chirriaron y un Mercedes conocido se detuvo junto a él. La puerta del coche se abrió de golpe.
"Entra," dijo Styles. "Te voy a dar un aventón."
Louis vaciló, pero qué demonios. Realmente se hacía tarde. Terquedad insustancial sería estúpida.
Él entró y dijo a Styles la dirección del restaurante. A veces él era asignado al restaurante en el otro extremo de la ciudad, pero por suerte para Louis, esta noche era el que quedaba cerca de su casa.
Ninguno de los dos habló durante el corto trayecto en coche. Louis se recostó en el asiento y cerró sus ojos mientras luchaba por controlarse.
Afortunadamente, sólo se tarda unos cinco minutos en llegar al restaurante.
"Gracias", Louis murmuró, sin mirar al otro hombre, y abrió la puerta.
Styles le cogió del brazo.
Louis dio un suspiro tembloroso antes de voltear hacia Styles.
Los ojos verdes lo miraron con gravedad.
"Está bien", dijo Louis. "Pero esta es la última vez, ¿entendido?"
Se inclinó hacia Styles, enterró sus dedos en su pelo y le dio un beso profundo, húmedo. Styles aceptó el beso pasivamente, pero Louis podía sentir su cuerpo vibrar con la tensión, e hizo a Louis ponerse dolorosamente duro.
El teléfono sonó de nuevo.
Suspirando, Louis se apartó y le susurró: "Esto es estúpido. Los dos lo sabemos." Se limpió los labios. "Vamos a fingir que esto nunca sucedió, ¿de acuerdo?"
Styles no dijo nada solo miró a Louis con ojos oscuros y hambrientos.
Y Dios, Louis quería besarlo de nuevo. Mal.
Maldiciendo entre dientes, él prácticamente saltó del coche.
·         20 🩰
Louis estaba caminando a su última clase del día cuando vio a Styles caminar hacia el lado contrario.
Sus pasos vacilaron por un momento antes de que él desviara la mirada y continuara caminando, determinado a ignóralo.
Excepto que Styles no se lo permitió.
Él agarró el brazo de Louis mientras se estaban pasando uno al otro. "Una palabra, señor Tomlinson."
Louis se humedeció los labios, su corazón acelerado. Miró directamente frente a él. "No creo que tengamos nada de qué hablar, profesor".
El agarre de su mano se apretó. "Una palabra."
Louis miró a su alrededor. "Déjame ir. Estás llamando la atención".
Styles quitó la mano y espetó: "Sígueme".
"Tengo una clase en unos pocos minutos."
"Te voy a escribir una nota," Styles dijo por encima del hombro antes de alejarse.
"Eso es abuso de poder", Louis se quejó, pero lo siguió.
Styles lo guió hasta un salón de clases al final del pasillo. Estaba vacío.
Louis cerró la puerta. "Mira, esto es—"
Styles lo estrelló contra la pared y aplastó sus labios juntos.
Maldita sea, no esto otra vez. Pero él ya estaba devolviendo el beso y jadeando en la boca de Styles.
El beso fue desordenado y necesitado, Styles presionando contra él como si estuviera tratando de empotrarlo en la pared.
Louis se quejó cuando el beso terminó tan repentinamente como había empezado.
Styles enterró su cara contra el lado de la garganta de Louis, aspirando profundamente, su cuerpo tenso como infierno. "Quiero follarte." Styles chupó con fuerza a un lado de su cuello, sus manos amasando el culo de Louis y empujando sus pollas juntas. "Necesito follarte de nuevo."
Louis cerró los ojos, tratando de pensar, tratando de recordar cómo respirar porque no parecía como si estuviera recibiendo ningún oxígeno en su cerebro y toda su sangre parecía haber sido drenada hacia su polla y su cabeza estaba felizmente vacía. No podía, ni por su propia vida, recordar por qué era una tan mala idea—
"¿Por qué Louis estaría aquí —Oh."
Louis se congeló. Styles se quedó muy quieto, con los labios todavía en el cuello de Louis.
Luego ambos volvieron las cabezas.
Zayn estaba en la entreabierta puerta, con la boca abierta.
"Él no está aquí", dijo en voz alta, dio un paso atrás y cerró la puerta.
Con su rostro caliente, Louis suspiró. "Yo debería irme."
Pero él no se movió.
Styles apoyó su frente contra la pared al lado de la cabeza de Louis. Sus manos estaban todavía agarrando las caderas de Louis, sus pulgares sobre la piel desnuda del bajo estómago de Louis. "Esto es todo tu culpa," él dijo, su voz lacónica.
Louis resopló, hundió la mano en el pelo de Styles y tiró. "¿Cómo es esto culpa mía?"
"No deberías haber decidido terminar temprano", dijo Styles irritado, colocando codiciosos, besos húmedos en el cuello de Louis. "Si no hubieras hecho eso, te habría jodido unas cuantas veces más hasta que se tornara lo suficientemente aburrido".
"Encantador", dijo Louis secamente — o más bien, lo intentó, pero su voz salió un poco entrecortada.
Styles levantó la cabeza de su cuello. Sus pupilas estaban completamente dilatadas mientras su mirada alternaba entre los ojos y la boca de Louis. "Voy a ir a tu casa esta noche y vamos follar." Eso no fue una pregunta.
Louis se humedeció los labios. "¿Ya te olvidaste de las gemelas?"
Respuesta equivocada. Debería haberse negado rotundamente.
Styles se quedó mirando sus labios, sus pulgares acariciando el vientre desnudo de Louis. "¿No se supone que los niños deben irse a dormir temprano?"
"Yo— No puedo dejarlas solas. ¿Qué pasa si se despiertan?"
"Seremos silenciosos."
Louis no estaba seguro de poder ser silencioso. No cuando él ya tenía que tragarse sus gemidos sólo por tener las manos de Styles sobre su estómago.
"Pero—"
"Voy a ir esta noche", dijo Styles firmeza. "Y vamos a follar."
Comenzó a inclinarse para besar a Louis otra vez, pero se detuvo, miró hacia otro lado y salió de la habitación.
Louis golpeó su cabeza contra el muro y tuvo que esperar un tiempo hasta que su excitación se desvaneció y él pudo pensar — y moverse — de nuevo.
"Es usted muy amable de dignarnos con su presencia, señor Tomlinson," la profesora Travis dijo cuando entró en el salón de clases. "Sólo veinte minutos tarde."
"Lo siento, profesora," dijo Louis, tratando de no retorcerse bajo su aguda mirada. A la profesora Travis nunca le había agradado particularmente, pero en su clase era en realidad uno de los mejores, por lo que por lo general no tenía razón para criticarlo. Hasta ahora.
"¿Tiene usted alguna explicación, Tomlinson?"
Louis se frotó la parte de atrás de su cuello. "De hecho, sí. El profesor Styles tenía una tarea urgente para mí. Él me dijo que le pidiera disculpas a usted en su nombre. Él es la razón por la que llego tarde".
Las cejas de la mujer se elevaron. "¿El profesor Styles?"
"Sí," dijo Louis, tratando duro de no reírse. No podía imaginar a Styles disculpándose por nada, y mucho menos con esta mujer. "Lo siento mucho por mi tardanza, pero si usted tiene un problema con ello, usted debería dirigirlo hacia el profesor Styles".
Como el infierno que lo haría.
La profesora Travis todavía parecía desconcertada, pero asintió con la cabeza. "Muy bien. Siéntese, Tomlinson."
Louis se dirigió a su asiento habitual junto a Zayn.
"Una tarea urgente, ¿eh?" Zayn murmuró tan pronto como Louis tomó su asiento. "¿Cómo chuparle la polla?"
Louis sintió que se sonrojaba. "Vamos—"
"Mira," dijo Zayn silenciosamente, con sus ojos marrones mirándolo intensamente. "No estoy juzgando. Pero tú no deberías haber mentido. Se terminó, mi culo."
Louis hizo una mueca. "Realmente pensé que todo había terminado, lo juro. Y lo está..."
"¿Pero?"
Suspirando, Louis murmuró: "Soy un poco realmente malo en pensar con mi cabeza cuando pone su lengua en mi boca".
Zayn lo miró fijamente durante un rato antes de sacudir la cabeza lentamente. "Esto es tan raro, hombre. Quiero decir, este no es ni siquiera un tipo cualquiera del que estamos hablando. Es Styles. ¡Styles!"
"Lo sé. Sé que es raro y estúpido, y totalmente loco y sin sentido. Él es todo lo que yo no quiero, pero al mismo tiempo... Mierda, está jodiendo mi mente".
"Pero todavía lo quieres."
"Sí", dijo Louis.
"Así que, ¿qué vas a hacer al respecto?"
"Él cree que si cogemos un par de veces más, estamos obligados a que se vuelva aburrido."
Louis se reclinó en su silla, pasándose una mano por la cara. "Será mejor que esté en lo correcto."
Será lo mejor.
·         21 🩰
Las niñas se quedaron dormidas a las nueve de la noche, justo después de que Louis volviera del trabajo.
Después de eso, Louis pasó una hora tratando de hacer que el aspecto lamentable del departamento se viera semi—presentable. Al final, se dio por vencido considerándolo como una causa perdida y se dio una ducha rápida. Poniéndose unos viejos shorts azules, Louis se estaba secando a sí mismo cuando alguien llamó despacio en la puerta.
Descalzo, Louis fue en puntillas hasta la puerta y la abrió.
La mirada fuerte de Styles inmediatamente en su pecho desnudo, sus pezones, su ombligo, antes de quedarse en los shorts que caían bajo en sus caderas.
Louis se aclaró la garganta silenciosamente y Styles miró su cara.
En la penumbra de la habitación era difícil de leer su expresión.
Louis apretó un dedo en sus labios y señaló a la cama de las chicas.
Styles asintió secamente.
Louis le tomó la mano, tiró de él dentro, y cerró la puerta. Luego guió a Styles hacia su habitación.
Era la única habitación en el departamento. Cuando recién se habían mudado, Louis tenía la intención de convertirla en el cuarto de las niñas, pero era fría y húmeda, por lo que había terminado por tomarla él mismo.
La habitación también era pequeña y carente de cualquier mueble, además de una cama y un escritorio angosto. Louis se habría sentido más avergonzado si Styles estuviera en realidad mirando a su alrededor, pero no parecía interesado en su entorno mientras él despacito cerró la puerta y miró a Louis a la tenue luz de la lámpara.
Styles comenzó silenciosamente a desvestirse.
El corazón de Louis latía más rápido y de hecho podía oír su propia respiración, desigual y temblorosa. Él se quedó quieto y observo, su piel cálida, su polla dura y pesada en sus calzoncillos.
Por fin, Styles estaba desnudo. Luciendo completamente inconsciente de sí, él se acercó a la cama, se sentó y se dio unas palmaditas en la rodilla, la tensión saliendo de él en oleadas. Su erección permanecía larga y gruesa contra una mata de bello oscuro en su ingle.
Louis apartó la mirada, se deslizó fuera de sus shorts y caminó hacia Styles.
Dudó.
Sus ojos algo caídos, Styles tomó su brazo y lo tironeó a su regazo.
El resto era un borrón de calientes besos y toques, y tanta piel. Louis nunca se había sentido tan fuera del control por el deseo, incapaz de pensar, sin poder hacer otra cosa que sentir y desear.
Cuando finalmente se dejó caer contra la polla de Styles, el profundo alivio fue abrumador. Él gimió. La plenitud, la intimidad era enloquecedora y aterradora por su intensidad. Styles gruñó, tirando de Louis más fuerte contra él, sus pechos rosándose entre ellos.
Mirando dentro de los ojos oscuros, Louis se movió. Fue tan excitante ver los ojos de Styles entrecerrarse, la forma en que su cabeza se sostenía con su espalda arqueada.
Louis abrió sus piernas un poco más, ajustando su postura mientras tomaba tan profunda y dulce, la longitud caliente de su maestro, que le quemaba de adentro hacia afuera. Miró hacia abajo en medio de sus cuerpos, fascinado por el movimiento de sus propias caderas mientras continuaban girando en su lugar. Vio las manos de Styles — grandes, y cálidas, y fuertes en sus caderas — dirigir el movimiento como él lo quería, guiando a Louis montándolo mientras la propia polla de Louis se quedó sin ser tocada entre ellos; estaba enrojecida y gruesa, la humedad reluciente y deslizándose por su eje.
Los pulgares de Styles acariciaron sin pensar en sus huesos de la cadera, su lengua trazando una franja húmeda en su cuello mientras su polla extendía a Louis tan condenadamente bien. Tragándose sus gemidos, Louis empujó hacia abajo para aumentar la presión y tomarlo completamente. La sensación del estómago duro de Styles deslizándose contra la carne dolorida de su polla hizo a Louis gemir, y él se aferró de los hombros de Styles un poco más apretado mientras abandonaba las rotaciones con su pelvis y comenzaba a deslizarse hacia arriba y abajo en la polla de Styles, duro y rápido, con ganas de más, más profundo, más.
Tampoco podía respirar bien y ambos necesitaban todo más duro y más rápido, y pronto Styles estaba golpeando sus caderas para encontrarse con Louis en cada embestida, y Louis jadeaba cada vez que Styles golpeaba su próstata, estrellas chisporroteando detrás de sus ojos. Styles gruñía, sus músculos trabajando mientras él levantaba a Louis y lo bajaba sobre su polla, y joder, su fuerza era tan excitante, y Louis lo quería, lo quería, lo quería.
Styles se corrió primero, y Louis lo siguió poco después, sacudiéndose su camino a través del orgasmo y hundiendo sus dientes en el hombro de Styles para amortiguar sus gemidos.
Louis solamente era vagamente consciente de Styles levantándolo y poniéndolo sobre su espalda: sus párpados crecientemente pesados, su cuerpo lánguido con el placer.
Justo antes de que se quedara dormido, se dio cuenta de que no se habían dicho ni una palabra el uno al otro desde que Styles entró en el departamento.
·         22 🩰 
Louis despertó lentamente, y lo primero que registró fue un cuerpo muy desnudo y muy caliente contra su espalda. Styles.
Estaban haciendo cucharita. Styles le estaba haciendo cucharita.
Diciéndose a sí mismo que no fuera tonto — la cama era muy estrecha, y simplemente no había mucho espacio — Louis abrió los ojos, parpadeando aturdido.
Y se encontró mirando a dos pequeñas niñas observándolos con curiosidad.
"Louis está despierto," susurró Bee, chupando su pulgar. "¿Puedo ser ruidosa ahora?"
Emily negó con la cabeza. "El Sr. Styles todavía está durmiendo".
Un pequeño surco apareció entre las cejas de Bee. "Pero qué está haciendo el señor Styles en la cama de Louis?"
"¡Está durmiendo, tonta!", dijo Emily, olvidándose de susurrar.
Louis sintió que el hombre detrás de él se movió un poco y apretó su agarre suelto alrededor de la cintura de Louis. Styles murmuró algo ininteligible, sus labios rozaron la oreja de Louis.
Louis hizo una mueca y tiró de las sábanas más alto, asegurándose de que las niñas no podían ver nada que no deberían ver.
Bee señaló a Styles. "Tú me dijiste que me callara, pero ves, ¡le despertaste!" Ella sonrió. "Buenos días, Sr. Styles!"
"Buenos días", dijo Styles con voz ronca justo dentro del oído de Louis.
Piel de pollo cubría la piel de Louis. Él cerró los ojos y se mordió el labio. Contrólate. 
"Buen día," dijo al fin, volviendo la cabeza.
Era raro ver el pelo de Styles tan desordenado, pero eso, junto con la barba ligera y toda la piel desnuda, hizo cosas extrañas en las entrañas de Louis. Los ojos oscuros de Styles vagaban sobre su rostro.
Louis no estaba seguro de cómo actuar. No estaba seguro de donde se encontraban.
"¿Por qué el Sr. Styles durmió en tu cama?", Preguntó Bee. "¿Él no tiene una cama?"  
Los labios de Styles retorcidos. "Algo así, enana", dijo, sin dejar de mirar a Louis.
"No la llames enana."
"No me importa", dijo Bee. "¡Soy bajita!"
"A ella no le importa", dijo Styles.
Resoplando, Louis buscó sus shorts y se los puso, haciendo una mueca con algo de malestar.
"¿Duele?" Styles murmuró, sentándose también.
Louis saltó de la cama y le lanzó una mirada con los ojos entornados.
El rostro de Styles era sobre todo inescrutable, pero había un atisbo de algo en sus ojos...
"Deja esa mirada de suficiencia", dijo Louis y echó un vistazo al reloj de la pared. "¿No tienes una clase que dar pronto?"
"Sí", dijo Styles, levantándose de la cama. Se veía tan fuera de lugar en la pequeña habitación en mal estado de Louis, que no era siquiera es gracioso.
Louis se volvió, agarró a las niñas y las sacó de la habitación.
No seas ridículo, se dijo a sí mismo. Sólo fue sexo. Sí, sexo con otro hombre — sexo con su profesor — pero sólo sexo. No tenía motivos para sentirse nervioso. Eran adultos, se habían deseado el uno al otro y habían follado para rascarse la picazón. Sencillo. Nada complicado al respecto. No tenía por qué ser complicado.
Louis seguía diciéndose a sí mismo eso mientras preparaba el desayuno para las niñas cuando el timbre sonó.
Fue a abrir la puerta.
"¡Buenos días!", dijo la señora Hawkins, empujando más allá de él. "Buen día, chicas."
"Buenos días, señora Hawk(7)", las gemelas dijeron al unísono. "¿Han comido ya?" La señora Hawkins preguntó a Louis.
(7. Las chicas le dicen "Hawk" a la señora Hawkins como abreviatura de su apellido. Sin embargo también significa "halcón" y este es el motivo por el cual Louis regaña a una de ellas en el capítulo uno.)
"No, yo estaba a punto de alimentarlas, pero se me está haciendo un poco tarde y realmente apreciaría si usted—"
Ella lo despidió. "Por supuesto, ve a tomar una ducha. Lo haré—"
Styles salió de la habitación de Louis, deslizándose en su chaqueta. Tenía el pelo aún mojado después de una ducha.
La señora Hawkins se lo quedó viendo. Luego su mirada se trasladó a Louis.
Louis sentía el rubor subiendo por su rostro. Uno no tenía que ser un genio para adivinar lo que habían estado haciendo la noche anterior.
Los labios de la señora Hawkins se fruncieron en una línea. Sin decir una palabra, ella asintió con rigidez en la dirección de Styles, tomó a las niñas y las apresuró hacia la cocina.
Louis parpadeó a su espalda. Hace apenas unas semanas, la señora Hawkins le dijo que viviera un poco y se consiguiera una novia, pero al parecer esto era un problema para ella. Qué demonios. Su vida sexual no era su asunto.
"Encuentra otra niñera para los niñas si no quieres que crezcan estrechas de mente". Styles se dirigió a la puerta. "Me tengo que ir. Necesito cambiarme antes del trabajo".
Louis dudó antes de seguirlo hasta la puerta. ¿Era su imaginación o Styles realmente estaba evitando mirarlo?
"Está bien", dijo Louis, forzando la indiferencia en su voz. "Nos vemos alrededor, supongo."
Styles se quedó inmóvil antes de girar la cabeza hacia él.
Un latido pasó.
Styles extendió la mano, metió los dedos en la cintura de los pantalones cortos de Louis y lo acercó.
Inclinó la cabeza y apretó la nariz contra el costado del cuello de Louis antes de chupar duro en su piel. Louis se quedó sin aliento por la mezcla de dolor y placer.
En un parpadeo, Styles se había ido, y Louis se quedó mirando el espacio vacío que había ocupado un momento antes.
¿Qué se supone que significaba eso?
·         23 🩰
"¿Y bien?", dijo Zayn cuando Louis se sentó junto a él un par de horas más tarde.
Cayendo en su asiento, Louis se miró las manos en su estómago. "¿Qué?"
"¿Has tú — Tú sabes?" La curiosidad era clara en la voz de su amigo.
Louis asintió. "Sí," murmuró. "Me lo follé de nuevo."
"¿Y ahora qué? ¿Tú pasas de él?"
Louis dijo: "Claro." Y luego Styles entró en el salón de clases.
Como siempre, el silencio fue instantáneo.
Styles se acercó a su escritorio, vestido con un impecable traje de tres piezas oscuro que abrazaba su musculosa figura. Su fuerte mandíbula estaba limpiamente afeitada—
"Sip, totalmente pasas de él," murmuró Zayn.
Louis se sonrojó y desvió la mirada. "Lo hago."
"Claro que lo haces. Pero limpia esa baba de tu cara. En serio, me estás asustando. Es Styles. El tipo es un idiota total, el que no tiene sentido del humor, ni corazón — y él ni siquiera es guapo para compensar su personalidad".
"Él es guapo," Louis murmuró.
"Él no lo es. Muy bien, tiene un gran cuerpo y la confianza, pero su nariz es demasiado grande, y sus ojos son crueles." Zayn sonrió. "A menos que te vayan ese tipo de cosas, supongo."
Louis puso los ojos y accidentalmente se encontró con la mirada de Styles. De repente, Louis pudo sentir el chupetón oculto tras su cuello alto, los moretones en sus muslos, el dolor en su culo.
Styles miró hacia otro lado y se aclaró la garganta.
·         24 🩰
"Mira, ha venido a recoger a Mila de nuevo," Zayn murmuró, haciendo un gesto con la cabeza, mientras atravesaban el estacionamiento después de sus clases. "Ves, yo no soy el único que se le queda mirando."
Louis siguió la mirada de Zayn.
Efectivamente, había un hombre apoyado en un Lexus blanco, y sí, él estaba atrayendo bastante la atención. El tipo ni siquiera parecía consciente de todos los estudiantes que lo observaban, luciendo aburrido y mirando su reloj de vez en cuando.
"Maldita sea, es tan hermoso", dijo Zayn.
Louis miró al chico críticamente. Él realmente era bastante sorprendentemente hermoso: alto y de cabello oscuro, con características fuertes, clásicamente guapo, una firme boca sensual y ojos castaños profundos capaces de detener el tránsito. Sí, Louis podía entender por qué Zayn se sentía tan atraído por él, a pesar de que el chico parecía todo lo contrario a Zayn: abotonado hasta el cuello, serio y adecuado.  
"No sé, hombre", dijo Louis. "Parece que él tuviera un palo metido en el culo."
Zayn movió sus cejas. "Confía en mí, chicos como este suelen ser los mejores en la cama — pervertido e intenso." Suspiró. "Maldita sea, ¿por qué todos los chicos calientes son héteros? Es tan jodidamente injusto".
Louis resopló y le dio una palmada en el hombro. "Al menos tú llegarás a verlo desnudo este fin de semana."
Zayn hizo una mueca. "Como un niño mirando en el escaparate de una tienda de dulces."
Louis abrió la boca, y luego la cerró cuando un conocido Mercedes negro se detuvo frente a ellos. La puerta se abrió.
"Entra," dijo Styles, sin siquiera echarle un vistazo. Él parecía estar haciendo algo muy desagradable.
"No, gracias, voy a tomar el autobús", dijo Louis.
"Entra," dijo Styles de nuevo.
Louis miró a su alrededor. Ellos estaban atrayendo bastantes miradas curiosas. Mierda.
Él dio a Zayn un encogimiento de hombros y se metió en el coche.
Styles pisó el acelerador.
"¿Estás loco? ¡Todo el mundo nos vio!"
Styles estaba en silencio, conduciendo a una velocidad cegadora.
"¡Así es como comienzan los rumores sucios!"
Styles no dijo nada.
"¡Deja de ignorarme de una jodida vez!"
Styles golpeó el pie en el freno.
Antes de que Louis lo supiera, los labios de Styles estaban en los suyos y su lengua estaba en su boca.
Louis gimió y devolvió el beso, hundiendo las manos en el espeso cabello de Styles. 
Oh, Dios, oh, Dios, Dios.
·         25 🩰
Las siguientes semanas pasaron volando en un borrón.
Todas las noches, Styles venía y se pasaban horas en la cama, teniendo sexo hasta que quedaban completamente agotados y se quedaban dormidos enredados entre sí. A veces corrían uno al otro en los pasillos o Louis iba a la oficina de Styles y se sentaba a horcajadas en su regazo y ellos—
Era una locura. Era desquiciante. Louis no podía mantener sus manos fuera de él; era como si no pudiera controlar su cuerpo en absoluto. Se sentía extrañado por su propio comportamiento insaciable; él nunca se había comportado así antes. Esta cosa fue de hecho empeorando. No importaba cuántas veces follaran, no importaba cuántos orgasmos tuvieran, constantemente quería más, más y más de Harry, pero no podía conseguir suficiente.
Harry.
Esa era otra cosa que molestaba a Louis. Últimamente se había atrapado a sí mismo pensando en Styles como Harry con demasiada frecuencia para su gusto. Y para empeorar las cosas, Louis no estaba tan seguro de que fuera solo sexo lo que él quería. Le gustaba besar a Styles, demasiado. Pero la parte después del sexo era lo peor. Styles besaría su cara y cuello, suavemente y con pereza, y Louis se sentiría bien y cálido.
Al igual que él se estaba sintiendo en este momento mientras Styles acariciaba la parte posterior de su cuello.
"Dios, ya sal," Louis gimió contra la almohada, su voz aún ronca después de la mamada que él le había dado a Styles m��s temprano. "Tengo el turno nocturno esta noche. Necesito estar en el trabajo en menos de dos horas, y toma años llegar allí." Hizo una mueca ante la idea. Odiaba los turnos de noche, odiaba cuando era enviado a trabajar en el restaurante al otro extremo de la ciudad, y odiaba dejar a las gemelas con la señora Hawkins por la noche.
Styles no se movió, su gran cuerpo todavía tumbado sobre la espalda de Louis. Él era demasiado pesado y estaba poniéndose difícil respirar, pero Louis encontró que no le importaba tanto.
"Tengo que ponerme en marcha, también", dijo Styles contra su cuello, besándolo allí. "Tengo cientos de tareas que corregir".
"¿Corregiste la mía ya?"
"Sí."
"¿Y?" El estómago de Louis se tensó mientras esperaba la respuesta de Styles. Había puesto tanto esfuerzo en ella.
"Fue aceptable", dijo Styles. "C."
Louis exhaló. "Oh."
Los labios de Styles se detuvieron contra su nuca.
Luego rodó a Louis y se apoyó en los codos por encima de él. Sus ojos oscuros estudiando la cara de Louis. "¿Estás... molesto?"
"No," dijo Louis ligeramente con una risa suave, evitando su mirada. "Yo solo... yo sólo quería hacerlo mejor. Para callar a las personas que difunden rumores acerca de nosotros".
"Si tuvieras una mejor calificación, sólo lo empeoraría."
"Puede ser. Pero — yo realmente quería hacerlo mejor."
Styles le agarró la barbilla con los dedos y obligó a Louis a mirarlo.
Tenía una extraña expresión en su rostro: irritación mezclada con algo más. "Lo hiciste mejor", dijo con voz ronca. "Yo esperaba algo peor."
Louis resopló, sacudiendo la cabeza. "Gracias. Supongo."
Styles se le quedó mirando con la misma mirada vagamente irritada, antes de inclinarse y besarlo.
Louis no estaba del todo seguro de cómo habían pasado de besarse a que Styles estuviera tratando de empujar su polla dentro de él, de nuevo.
"Tienes que estar bromeándome", dijo Louis, con algo así como una medio risa/medio gemido. "Estoy adolorido."
"Una vez más", dijo Styles, logrando sonar resignado y desesperado al mismo tiempo. "Voy a ser suave."
"Eso es lo que dijiste la última vez", dijo Louis, pero la verdad sea dicha, no le importaba en absoluto. Estaba dolorido, pero Dios, él lo deseaba.
"Yo fui gentil", dijo Styles, sus caderas meciéndose suavemente en él. "Hasta que tú me rogaste que te jodiera más duro".
"Yo no lo hice."
Styles solo resopló.
"Cállate", dijo Louis, tratando de mantener sus caderas quietas — tratando de esconder de Styles lo mucho que estaba disfrutando de la sensación de su polla profundamente en su interior. Se mordió el labio para tragarse sus gemidos. Era realmente vergonzoso: la polla de Styles ni siquiera estaba cepillando su próstata, pero él estaba amando la plenitud increíble y la intimidad embriagadora de tener a otra persona Harry dentro de él, sobre él, a su alrededor, el pesado cuerpo de Harry presionándolo hacia abajo contra el colchón, rodeándolo...
"Tú no tienes que ir", dijo Styles en su oído, jadeando levemente mientras sus caderas se sacudieron en él.
"¿Qué?" Louis consiguió decir.
"Tú no necesitas trabajar allí." Styles dijo dentro de su oreja, jadeando ligeramente mientras sus caderas golpeaban contra él. "Yo pagaré—"
"Ni siquiera comiences."
"Tú aceptaste dinero antes", dijo Styles, golpeando en su próstata, una y otra vez.
"No lo hagas." Louis apretó las sábanas en sus puños. Era demasiado. "Demasiado sensible." Intentó recordar lo que estaban hablando. "Tú sabes que era diferente antes."
Las caderas de Styles se detuvieron, haciendo a Louis quejarse de frustración.
"¿Cómo era tan diferente?", dijo Styles en una voz extraña.
Louis parpadeó aturdido. Era la primera vez que incluso remotamente hablaban sobre esta cuestión entre ellos. "Te di las mamadas porque necesitaba dinero", dijo en voz baja. "Te follo porque lo quiero."
"¿Lo?"
"Porque te quiero a ti."
Silencio.
Louis sintió que se sonrojaba y se dijo a sí mismo que no fuera tonto. No era como si hubiera dicho algo que Styles no podría adivinar por sí mismo: era descaradamente obvio que se querían entre sí. Pero nunca lo habían dicho en realidad.
"¿Qué?", Dijo, un poco a la defensiva.
Haciendo un ruido bajo en su garganta, Styles lo besó de nuevo y, cambiando el ángulo, estableció un ritmo constante, inmensamente satisfactorio.
"¿Bueno?", Preguntó Styles con voz ronca entre sus embestidas.
"Sí." Louis no podía evitar que pequeños gemidos se escaparan de sus labios. "Tan bueno."
Sus gemidos crecieron progresivamente más fuertes con cada embestida, sus bolas apretándose mientras se acercaba orgasmo.
"Sí, así es", dijo Styles en su oído, besándolo. "Te quiero." Apretó húmedos besos calientes sobre todo el cuello de Louis, sus embestidas perdiendo su ritmo, pero sin perder nada de su poder.
"Te quiero", dijo de nuevo, con un tono diferente, de alguna manera.
Una oleada de placer golpeó fuerte a Louis, y él se vino con un gemido, temblando con todo su cuerpo. Dios.
Sólo era vagamente consciente de Styles embistiendo en él por un rato, antes de que finalmente se corriera todavía encima de él. Entonces, para su decepción y alivio, Styles se retiró y salió de él.
Abriendo los ojos, Louis volvió la cabeza.
Styles yacía de espaldas, con los ojos bien abiertos. Su rostro estaba un poco sonrojado, el pecho agitado, pero él estaba lejos de estar relajado. Había una pequeña arruga en su rostro, sus labios apretados en una fina línea.
Finalmente, Styles se levantó de la cama, se deshizo del condón, y comenzó a vestirse.
Louis se sentó, mirando los hombros tensos de Styles. "¿Me puedes dar un aventón al trabajo?"
Las manos de Styles se detuvieron en los botones de su camisa.
Louis no estaba seguro de por qué lo había pedido. Sabía que la casa de Styles estaba en una parte completamente diferente de la ciudad. Simplemente no era práctico para él darle un aventón a Louis si tenía mucho trabajo esperándolo en casa — iba a perder horas si hacía eso.
En serio, ¿por qué había preguntado? Era una tontería.
Louis estiró sus músculos doloridos, trabajando las molestias en su cuello.
"Sí", dijo Styles secamente, apartando la mirada de nuevo. "Vístete."
Louis se bajó de la cama y se dirigió a él, temblando un poco; la habitación estaba fría.
"Está bien si no quieres hacerlo", dijo, con incomodidad, abrochándole el resto de los botones a la camisa de Styles.
Styles miró los dedos de Louis. Tenía una expresión sombría en el rostro. "Lo quiero."
·         26 🩰
El profesor Bates era un idiota. Al menos eso fue lo que pensó Louis, cuando el hombre ignoró a Louis y siguió caminando.
"No hay nada que discutir, Tomlinson," dijo Bates bruscamente, caminando más rápido. "La asignación se debía entregar ayer. No voy a hacer una excepción por ti. Es tu propia culpa. ¡Tú eres irresponsable! La termodinámica es la rama más importante de la ciencia y tú no lo entiendes. Si fallas en mi clase, que parece ser cada vez más probable, será merecido".
Louis hizo una mueca. Sí, era realmente su propia culpa. No debería haber pasado tanto tiempo estudiando para su tarea de Mecánica de Fluidos, tratando de impresionar a Styles. No lo había exactamente impresionado.
"Pero—"
"Deja de poner a prueba mi paciencia, Tomlinson," Bates dijo bruscamente, sacudiendo la cabeza. "¿Qué está mal con los estudiantes en estos días?" Y Bates comenzó a despotricar sobre el sentido de amor propio, la falta de atención, y la falta de humildad de los estudiantes, viéndose más molesto a cada minuto, y Louis se dio cuenta de que no había manera de que Bates le diera más tiempo para completar la tarea.
"Eric," llegó una voz familiar desde detrás de ellos.
Louis se tensó y no miró en su dirección. Maldita sea. Styles era la última persona que quería que presenciara esto.
"¿Hay algún problema?", dijo Styles.
"¡Este muchacho es perezoso e irresponsable!", dijo Bates. "¡Él no hace sus deberes a tiempo y ahora me pide que le de unos días más! ¿Cómo va a ser ingeniero cuando él no puede siquiera arreglárselas para pasar los cursos básicos?"
Louis quería que la tierra se lo tragara. Styles era el hombre más inteligente que él alguna vez había conocido. Probablemente pensó que Louis era tan tonto como una roca. No es que importara lo que él pensara. Excepto, que tipo que lo hacía. Importaba. Muchísimo.
"Tenía la misma opinión que tú, Eric", dijo Styles, su voz indiferente. "Pero Tomlinson ha mostrado cierta mejoría en las últimas semanas. Dale un día. Si se retrasa de nuevo, repruébalo".
La mirada de Louis chocó con él. No había manera en el infierno de que pudiera hacerlo en sólo un día.
"Buena idea", dijo Bates. "Un día, Tomlinson."
"Pero—"
Bates lo fulminó con la mirada. "Un día."
Frunciendo los labios, Louis asintió y se fue.
Sus pies lo llevaron a la oficina de Styles. La puerta estaba destrabada, y él entró.
Louis apoyó la cadera contra el escritorio y se metió las manos en los bolsillos.
No tuvo que esperar mucho.
Styles no parecía sorprendido de verlo, pero parecía ocupado, cargando una pila de trabajos.
"No deberías haber hecho eso", dijo Louis. "No hay manera de que pueda lograr hacerlo para mañana."
"¿Por qué?" Styles puso los papeles sobre la mesa y se sentó.
Louis se encogió de hombros, mirando a sus botas. "Soy estúpido."
"Tú eres un estudiante becado."
Los labios de Louis retorcidos. "Sí. Yo solía pensar que era bastante inteligente, pero... pero no lo soy. La mayor parte de las cosas que Bates y tú enseñan pasan de largo por mi cabeza. En un momento creo que entiendo termodinámica, al siguiente, no tengo ni puta idea de lo que está sucediendo. Realmente debo ser tonto." Louis agarró el borde del escritorio. "Me siento como un perdedor a veces, ¿sabes? No puedo encontrar un trabajo decente, no puedo comprarle a las niñas las cosas que necesitan, y ahora esto. Me siento tan inútil y estúpido, y — yo sólo — yo sólo... olvídalo."
Hubo un largo silencio.
Sintió la mirada de Styles en su nuca.
"No soy bueno consolando a la gente", dijo Styles, irritado.
Louis se volvió hacia él y forzó una pequeña sonrisa. "Está bien. Me sorprende que no me hayas echado a patadas todavía".
Los labios de Styles se adelgazaron. Tenía una expresión muy amarga en el rostro. "Ven acá."
Louis nunca se había movido tan rápido en su vida.
Se subió al regazo de Styles, puso su cabeza en su hombro y cerró los ojos. Los fuertes brazos de Styles se apretaron a su alrededor, y Louis suspiró de placer. Se sentía tan bien. Justo lo que necesitaba. Lo asustó — que necesitara esto — pero lo hacía. Se sentía casi mejor que el sexo.
"Te estás volviendo suave, profesor," murmuró con una sonrisa, respirando su aroma. Era familiar y extrañamente reconfortante.
"Cállate, Tomlinson," dijo Styles, sonando aún más molesto, si eso era posible.
Louis rozó sus labios contra su cuello. "Bien. Eres muy malo y desagradable". Él acarició el cuello de Harry. "Cinco minutos. Entonces puedes patearme fuera y vamos a pretender que esto nunca sucedió".
Styles suspiró. "Muéstrame la asignación."
La boca de Louis se abrió. Levantó la cabeza y miró a Styles. "¿De verdad?"
"No lo haré por ti", dijo Styles, ajustando su mirada en él. "Pero voy a explicarte lo que no comprendas."
Louis sonrió y lo besó.
·         27 🩰
Por lo general, Louis era de sueño ligero.
Pero cuando la puerta de su habitación se abrió esa noche, Louis tuvo dificultad para despertarse, su mente mareada. Él se hundió más profundamente en el hombro caliente de Styles, sus manos apretando alrededor del brazo de Styles.
Las voces parecían venir de muy lejos.
"Tu hermano está dormido", dijo Styles. "Regresa a la cama."
"¡Pero yo tuve una pesadilla! Tengo miedo. ¡Louis siempre me abraza cuando tengo miedo!" Era Emily.
Louis trató de abrir los ojos. No funcionó.
"Emily", dijo Styles severamente. "Eres una niña inteligente. No puedes dormir con Louis porque la cama es demasiado pequeña para nosotros tres."
"Dormiré con Louis. ¡Tú puedes ir a dormir con Bee!"
Styles se rió entre dientes. "Yo no creo que vaya a caber en tu cama, enana."
Emily reflexionó. "Puedo dormir sobre ti. Tú eres grande, y a Louis le gusta dormir encima tuyo".
Louis ciertamente lo hacía, a pesar de que era perturbador que Emily supiera eso.
"No puedes dormir en mí."
"¿Por qué?"
"Porque— porque... Bien," Styles espetó al fin, para sorpresa de Louis.
Chillando de alegría, Emily trepó a la cama y al pecho de Styles.
"Eres muy c��lido", dijo, bostezando.
Él lo era en realidad. La habitación era muy fría, pero Harry era muy cálido. Tan cálido.
"Dormir. Y no te hagas pis encima mío", Styles se quejó.
"Yo no soy un bebé. Soy grande. ¡No me hago pis en la cama!"
"Bien. Ahora duérmete."
"Tienes pelo divertido en el pecho. Louis no tiene pelo divertido en su pecho. ¿Por qué?"
Eso hizo a Styles pausar. "Dormir."
"No te gusto," Emily murmuró. "Te gusta más Bee."
Un suspiro pesado. "¿Por qué crees que ella me gusta más?"
"¡Le diste chocolate ayer!"
Louis frunció el ceño. ¿Eh?
"Porque ella lo pidió. Debes pedirlo si quieres algo".
"Así que si yo pido, ¿me darás algo? ¿Cualquier cosa, cualquier cosa?"
"¿Si digo que sí, vas a dejar de hablar y dormir?"
"¡Sí!"
"Bien. ¿Qué quieres?"
"¡Quiero un cachorro! ¡Negro y esponjoso! ¡Con una estrella blanca en la frente!"
Una pausa. "Elije otra cosa."
"¡Pero dijiste cualquier cosa!"
Louis volvió a dormirse, aun sonriendo.
·         28 🩰
"Entonces," dijo Zayn, echándose hacia atrás y meciéndose un poco en su silla. "¿Qué está pasando contigo y Styles?"
Louis levantó la vista de su plato a él. "¿Eh?"
Zayn rió suavemente. "Vamos. No estoy ciego. Ha estado sucediendo desde hace semanas. Creí que te cansarías de él para ahora, pero todavía te ves totalmente jodido la mayor parte del tiempo—"
"Yo no lo hago."
Zayn le dirigió una mirada chata.
Pellizcándose el puente de la nariz, Louis admitió: "Sí, está bien. ¿Entonces qué?"
Zayn levantó las manos. "Hey, yo no estoy juzgando. Lo que sea que haga flotar tu bote." Se encogió de hombros con una sonrisa torcida. "No es asunto mío si tú estás enamorado de su polla."
Louis se dejó caer en su silla y miró sombríamente a Zayn. "Puede que sea un poquito más complicado que eso." Se pasó una mano por la frente, suspirando. "Ni siquiera estoy seguro de cómo actuar con él en clases ya. Es como si mi cerebro dejara de funcionar cuando él está cerca." Él hizo una mueca. "Yo lo besé ayer afuera de su oficina. No pude evitarlo. Tuvimos suerte de que era tarde y nadie nos vio — creo."
Las cejas de Zayn casi alcanzaron el nacimiento del pelo. Silbó. "Espera, ¿Están, como en una relación?"
Louis frotó el rabillo del ojo. "No — quiero decir — no lo sé. Yo... yo, como que le di una llave de mi casa."
Zayn se echó a reír.
Louis le dio una patada bajo la mesa. "Cállate. Tenía mucho sentido hacerlo. A veces él viene muy tarde, y no quiero que despierte a las niñas con su golpeteo. Esto no significa lo que crees que significa."
"¿Oh enserio?"
Louis dejó escapar un suspiro. "No lo sé. Las cosas han sido raras últimamente. Él es tan bueno conmigo a veces, y me siento como... me siento tan bien con él, ¿sabes?" Feliz. "Es tan confuso."
"No jodas. ¿Ustedes no hablan?"
Louis se encogió de hombros. "Claro, hablamos, pero no sobre eso. Él viene a mi casa por la noche y si las niñas están todavía despiertas, no es que no podamos tener una charla apropiada. Si ellas ya están en la cama, no gastamos mucho tiempo hablando." Sólo quiero conseguirlo desnudo y sobre mí. "Y él no es exactamente del tipo conversador."
"Parece que él quisiera hablar esta vez." Zayn asintió hacia algo detrás de él.
Louis volvió la cabeza y vio a Styles caminar hacia él rápidamente. Louis se puso de pie y dio un paso lejos de la mesa justo cuando Styles lo alcanzó.
"Algo está mal?" Louis murmuró, mirando a su alrededor. Estaban atrayendo miradas curiosas; los instructores normalmente no visitaban la cafetería.
Los hombros de Styles se relajaron un poco. "No," dijo, dando la vuelta y saliendo de la cafetería, esperando claramente que Louis lo siguiera.
Rodando los ojos, Louis lo hizo.
"Me voy por unos días", dijo Styles una vez que estaban afuera.
"¿Dónde? ¿Por qué?"
"No importa. No te incumbe."
Louis cruzó los brazos sobre su pecho. "¿De verdad? Entonces ¿por qué siquiera me lo estás contando?"
Ellos se quedaron mirando uno al otro.
Louis se negó a bajar la mirada.
"Me voy", dijo Styles con carácter definitivo.
"Bien. Ve." Louis se mordió el interior de la mejilla, tratando de contener docenas de preguntas. Preguntas que lo harían verse como una patética y necesitada niñita adolescente.
Styles dio un paso hacia él; sus rostros estaban sólo a pulgadas de distancia ahora. Había una extraña inquietud en los ojos oscuros de Styles. Algo estaba cambiando entre ellos, y eso asustaba a Louis. Y le excitaba.
Pasaron unos segundos, en que sólo se miraron.
Un tipo salió de la cafetería, y ellos se apartaron bruscamente.
"Señor", el chico dijo respetuosamente a Styles.
"Correcto", dijo Louis, metiéndose las manos en los bolsillos. "Me iré."
Antes de saltar sobre ti y besarte delante de todos.
Styles asintió con rigidez y se alejó.
Louis suspiró. Maldita sea.
Quizás unos pocos días de descanso podría hacerles bien. Las cosas se estaban poniendo demasiado extrañas.
O quizás el problema era que ya no eran tan extrañas. 
·         29 🩰
Styles no regresó en unos pocos días.
Tampoco llamó. Louis sabía que podía llamar, pero la sola idea le hizo temblar. No quería parecer pegajoso.
Para el viernes, Louis no sabía qué pensar. No ayudó el que Emily y Bee continuaran preguntando dónde estaba el Sr. Styles — la pregunta para la que Louis no tenía respuesta.
¿Dónde estaba él?
Era un pensamiento persistente en la parte posterior de la mente de Louis el que Styles era un compromiso—fóbico. Tal vez lo había dejado porque esta cosa entre ellos le asustó. Si eso era así, bien, que se joda. Louis estaría condenado si se dejara ser el tipo pegajoso.
"¿Qué te pasa, hombre?" Zayn preguntó el viernes por la mañana, mientras que se sentaron en la clase de Styles.
"Nada."
"Te ves como la mierda."
"No dormí bien", Louis murmuró, frotándose los ojos. No era una mentira. "Sólo estoy —" Se interrumpió a sí mismo, notando al profesor que entraba en el salón de clases.
No era Styles.
Su corazón se hundió.
La profesora Newland se sentó detrás del escritorio de Styles y sonrió a los estudiantes.
"Buenos días", dijo la mujer alegremente. "Voy a estar reemplazando al profesor Styles hasta nuevo aviso".
Una alegría recorrió la habitación.
Louis levantó la mano.
"¿Sí, señor Tomlinson?", dijo Newland.
"¿Dónde está el profesor Styles?"
Ella arqueó las cejas. "Yo no creo que sea tu problema, pero si quieres saberlo... El profesor Styles está ausente debido a circunstancias familiares".
"Sí," la chica sentada al otro lado de Louis murmuró. "He visto en las noticias que él se estará casando con la hija de un político".
Louis se quedó mirándola, aturdido.
Zayn le puso una mano en el hombro y le dijo algo, pero apenas podía oírlo.
¿Casado? ¿Harry?
"No puede ser verdad", susurró: más para sí mismo que para la chica. "Él es gay. Y él es..." Mío.
Excepto que no lo era, ¿verdad? No tenía ningún derecho a estar enojado. No eran nada el uno del otro.
"¿Estás bien?", dijo Zayn, quien lo miraba con el ceño fruncido.
"Estoy bien."
"Louis—"
"¡Estoy jodidamente bien!" Louis respiró hondo y dijo, más suave, "Lo siento. Estoy bien."
·         30 🩰
Louis volvió a casa temprano, despidió a la niñera, se sentó en el sofá y vio a las gemelas jugar.
Sus vestidos estaban gastados y demasiado pequeños para ellas. Necesitaban ropa nueva.
Cerró los ojos y pensó en cuánto costaría. La Navidad no estaba muy lejos, y las Navidades eran caras, por lo que necesitaba ahorrar dinero. La nueva ropa para las niñas tendría que esperar hasta que encontrara un trabajo mejor.
Louis suspiró, frotándose la cara. Sí. Eso era en lo que necesitaba enfocarse. No más distracciones. Las niñas dependían de él.
El sofá se hundió cuando las chicas de pronto subieron a el.
"Estás triste", dijo Bee.
"No nos gusta cuando estás triste", dijo Emily.
Louis sonrió y envolvió sus brazos alrededor de ellas, tirando de ellas cerca. Eran muy cálidas y olían a jabón y dulces. A inocencia.
"No," dijo. "Por supuesto que no estoy triste."
"¿Cuándo va a volver el Sr. Styles?" Preguntó Emily, una vez más, sus ojos azules muy abiertos y brillando con lágrimas. "¡Él me prometió un cachorro! Con una estrella blanca en la frente".
Bee se chupó el pulgar. "Sí, ¿cuándo va a volver?"
El corazón de Louis se apretó. En ese momento, él odiaba a Harry Styles más que a nada. Las chicas no tenían a nadie excepto a Louis; por supuesto que se habían apegado a Harry, ya que había estado prácticamente viviendo con ellos durante el último par de semanas.
Louis sonrió, pero se sentía más como una mueca. "No pareciera que vaya a regresar, cariño."
Las cejas de Emily frunciéndose. "¿Por qué?"
¿Cómo se suponía que iba a responder a eso?
Louis desvió la mirada. "Porque él tiene su propia familia. Y parece que su padre le pidió que se casara". Al menos esa era la única explicación que se le ocurría. "Él va a formar una familia ahora."
"¿Por qué?" dijo Emily.
El labio inferior de Bee tembló. "¿Por qué?"
Louis miró entre ellas y no sabía qué decir.
"No sé, nena", murmuró, presionando sus labios en la frente de Bee y tirando a Emily más cerca. "No lo sé."
·         31 🩰
Louis se despertó en medio de la noche, temblando.
Se acurrucó más profundo debajo de las sábanas. La habitación estaba fría y húmeda, como de costumbre, pero era más difícil de ignorar después de semanas de compartir el calor corporal con otra persona. Echaba de menos estar cálido.
Louis suspiró, giró sobre su estómago y abrazó la almohada, enfadado consigo mismo. Esto se le estaba yendo de las manos. Suficiente. Al carajo con Styles y al carajo con su estúpido cuerpo cálido. Al carajo con él.
Pero no importaba lo que se dijera, el dolor en el estómago todavía estaba allí. El hambre. La necesidad que iba más allá del sexo. Quería el cuerpo de Styles junto a él, grande y caliente. Incluso quería oír sus comentarios mordaces, sentir su aliento contra su piel—
Louis se tensó y levantó la cabeza. Podría haber jurado que oyó voces procedentes del living. Pero las chicas no podían estar despiertas, ¿verdad?
Con el ceño fruncido, Louis salió de la cama, temblando violentamente mientras el aire frío golpeó su piel, y encaró hacia la puerta. Había luz en la sala, pero no significaba nada: él había dejado la lámpara, ya que las gemelas tenían miedo a la oscuridad.
Louis abrió la puerta sin hacer ruido y se congeló.
Styles estaba sentado en el suelo junto a la cama de las niñas, una de las gemelas en su regazo.
El corazón de Louis comenzó a latir en su pecho.
Él estaba de vuelta.
Él estaba de vuelta.
"¿Dónde estabas?", dijo su hermana, frotándose los ojos adormilados con una mano mientras con la otra jugaba con la corbata de Styles. Era Bee, Louis decidió. Styles parecía tener alguna debilidad por Bee, aunque era extraño que Styles estuviera tolerando esto incluso de Bee.
Eso fue hasta que Louis estudió la cara de Styles. Incluso en la tenue luz de la lámpara, su rostro se veía, extrañamente, con la guardia baja y cansado.
"Yo estaba visitando a mi familia", murmuró Styles.
Bee se chupó el pulgar. "Me acuerdo de tu familia. A tu papá no le gustamos mucho nosotros."
Una extraña expresión cruzó el rostro de Styles. Él no dijo nada.
"Louis dijo que estabas haciendo una nueva familia."
Styles se tensó visiblemente. "¿Lo hizo?"
Bee asintió. "Él estaba muy triste."
Louis se sintió ruborizarse. ¿Ella tenía que decirle eso?
Styles tenía una extraña expresión en su rostro. "¿Lo estaba?", Murmuró.
"Yo estaba triste, también", dijo Bee. "No entiendo. ¿Por qué quieres una nueva familia? Nos tienes a nosotros".
Niños, pensó Louis, mordiéndose el labio. No tenían miedo. En cierto modo, los niños eran más valientes que los adultos.
Styles abrió la boca y volvió a cerrarla. Era la primera vez que Louis le había visto quedarse sin palabras. La garganta de Styles convulsionó antes de que él le dijera a Bee, "No te preocupes, no voy a estar haciendo una nueva familia."
Louis exhaló.
"¿No se supone que deberías estar durmiendo, enana?"
Bee estudió a Styles seriamente con sus grandes ojos azules. "Estás triste, también. ¿Algo malo pasó?"
Una sonrisa sin sentido del humor retorció los labios de Styles. "Podrías decir eso."
"Cuando yo estoy triste, Louis me abraza y ya no me siento tan triste. ¿Quieres un abrazo?"
Louis esperaba que Styles rechazara la oferta con una sonrisa burlona.
Él no lo hizo. Él no dijo nada.
Tomando su silencio como un sí, Bee se puso de pie y puso sus cortos brazos alrededor del cuello de Styles. Styles tuvo que sostenerla.
Louis miró las grandes manos de Styles en la espalda de su hermanita, y luego a su rostro en blanco, estoico.
Silenciosamente, cerró la puerta y se dirigió de nuevo a la cama.
Unos veinte minutos pasaron antes de oír la puerta abrirse de nuevo. Hubo un susurro de ropas antes de que el colchón se hundiera con el peso de Styles, y que él se deslizara bajo las sábanas junto a Louis.
La velocidad con la que Louis se pegó a él habría sido embarazosa si Louis pudiera obligarse a que le importara; no lo hizo. Sólo necesitaba que lo besara. Necesitaba que lo tocara. Así que él lo beso y Styles le devolvió el beso igualmente hambriento, sus labios con urgencia, casi desesperados.
Louis no estaba seguro cuántos minutos pasaron besándose — se sintieron como horas y segundos al mismo tiempo.
Cuando finalmente dejaron de besarse para respirar, Louis se sentía cálido de pies a cabeza. Enganchando su pierna sobre la cadera de Styles, puso su cabeza en su pecho. El corazón de Styles latiendo bajo su oído, fuerte y rápido.
Durante mucho tiempo, no había más que agradable silencio.
"Él murió, ¿no?" Louis susurró al fin.
Sintió a Styles ponerse rígido debajo de él. "Sí."
Louis dudó, sin saber qué decir. "¿Qué pasó? Alguien dijo que ibas a casarte".
Styles suspiró, algo que Louis sintió más que escuchó cuando el pecho de Styles se expandió bajo su mejilla. "Fueron las manipulaciones de Joseph de nuevo. Fui allí porque él me dijo que estaba en su lecho de muerte. Cuando llegué, había una gran reunión".
"¿Qué tipo de reunión?", dijo Louis, pasando los dedos por el pelo del pecho de Harry.
"Un montón de políticos, empresarios ricos y periodistas. Cuando llegué, Joseph hizo un anuncio."
Los ojos de Louis se agrandaron. "¿Él realmente, anunció tu compromiso sin preguntarte? Es una locura." Wow. Él sabía que el padre de Harry era un déspota, pero eso era ridículo, incluso para él.
Styles pareció vacilar. "Creo que... creo que no ha estado bien de la cabeza últimamente. Y él Probablemente esperaba que a mí no me gustara hacer una escena delante de tantas personas influyentes y periodistas. Él tenía razón— nuestra familia se habría convertido en un hazmerreír si yo hiciera eso. Lo llevé a un lado y le dije que si él no negaba su anuncio, lo haría yo mismo." Styles hizo una pausa. Su voz era plana cuando él continuó: "Él se puso furioso y tuvo un ataque al corazón. Estaba muerto para la siguiente mañana."
Louis cerró los ojos. "¿Arreglaron las cosas antes de morir?"
Styles se rió entre dientes, el sonido áspero y sin sentido del humor. "No. Incluso en su lecho de muerte, él me llamó la mayor decepción de su vida. Él trató de manipularme incluso mientras luchaba por respirar. Amenazando con dejarle todo al marido de Gemma si yo no me casaba con esa chica. Por supuesto que no lo haría. Él es — él era demasiado anticuado para eso".
Los labios de Louis rozaron la piel caliente, y él respiró en ella, sintiendo el latido constante del corazón de Styles contra su mejilla. "Me alegro de que hayas vuelto, Harry."
Sintió al cuerpo de Styles ponerse rígido por un momento y luego relajarse en contra suyo.
Un fuerte brazo se envolvió en torno a la espalda de Louis y tiró de él cerca, apretado, casi hiriendo sus costillas.
Louis no se quejó. Se acurrucó más cerca de la calidez de Harry y se quedó dormido momentáneamente.
Él dormía como un bebé, por primera vez en una semana.
·         32 🩰
"Harry", dijo Louis, cerrando la puerta.
Harry no levantó la vista de su computadora. "Ahora no. Estoy ocupado y tú eres... tú eres demasiada distracción".
Louis sonrió. "Distracción, ¿eh?"
Harry le lanzó una mirada, pero fue poco entusiasta como mucho.
"¡Vamos, dímelo ya!"
"Sin tratamientos especiales", dijo Harry. "Vas a conocer tu nota cuando todos los demás lo hagan. Mañana."
Apoyándose contra la puerta, Louis se mordió el labio. "¿He reprobado?"
No estaba seguro. Harry le había ayudado mucho últimamente, explicándole muchas de las cosas que Louis se había perdido al inicio del semestre. Louis había pensado que su comprensión de la materia había mejorado y que lo había hecho bastante bien en el examen, pero ahora, mirando a la cara sombría de Harry, ya no estaba seguro.
"No," dijo Harry. "No fallaste."
Louis exhaló. "Entonces, ¿qué me saqué? Una C, ¿verdad?"
Harry frunció los labios. "Obtuviste una B."
La boca de Louis se abrió. "¿De verdad? Espera, acaso tú —"
"No, yo no te doy ningún tratamiento especial", dijo Harry, su tono un tanto a la defensiva. "Hiciste un buen trabajo. Tú no eres poco inteligente. Si realmente te molestaras en asistir a clases, no habrías tenido ningún problema en absoluto".
Louis sonrió, sintiéndose estúpidamente cálido y mareado. Dio un paso hacia el escritorio, pero Harry espetó: "No lo hagas."
"¿Por qué?"
Harry fijó sus ojos en la pantalla delante de él, con la mandíbula apretada. "Te lo dije. Eres una distracción. Tengo que trabajar."
Louis no quería irse. Quería abrazarlo. Quería darle un beso. Quería celebrar con él. "Pero..."
Harry suspiró entre dientes. "Bien. Ven aquí y bésame. Un beso. Luego te vas".
Louis fue allí y lo besó.
Y lo besó de nuevo.
Y otra vez.
Y una vez más.
·         33 🩰
Cuando Louis abrió los ojos a la mañana siguiente, encontró a Harry observándolo.
"Buenos días," Louis murmuró, sus rostros a sólo pulgadas de distancia en la almohada. Se sentía insoportablemente íntimo. "¿Dormiste bien?"
"No, no lo hice", dijo Harry, su pesada mano sobre la espalda de Louis. "Tú cama es terrible. Casi me caigo fuera dos veces".
Louis sonrió perezosamente. "Nadie te está obligando a dormir aquí."
Harry dibujó sus labios en una fina línea y desvió la mirada por un momento antes de mirarlo de nuevo. "Sería mucho más conveniente si utilizáramos la cama en mi casa".
Louis parpadeó. "Tú sabes que no puedo dejar a las niñas solas."
"Tengo una habitación libre para ellas."
Louis se le quedó mirando. "¿Me estás pidiendo que me mude contigo?"
La cara de Harry no mostraba nada. "Sería conveniente."
"¿Conveniente?"
"Sí, conveniente."
Presionando los labios juntos para evitar reír, Louis asintió solemnemente. "Muy conveniente."
"Cállate, Tomlinson," dijo Harry.
Louis sonrió lentamente y enroscó los brazos alrededor de su cuello.
Se miraron el uno al otro a los ojos durante un largo rato, y Louis sintió algo apretando en su pecho. Dijo suavemente, "Te amo, también, Harry."
Harry se lo quedó mirando durante lo que pareció una eternidad antes de que dijera, un poco sin aliento, "Sí."
Louis rió. "Está bien, vamos a tener que trabajar en eso —"
Harry le cerró la boca con un beso.
FIN.
EXTRAS (PUNTO DE VISTA DE ZAYN)
EXTRA 1
Zayn había visto algunas parejas disparejas antes, pero nada siquiera cerca de la aventura entre su mejor amigo y el profesor Styles. Excepto que ya no era incluso una aventura: Louis en realidad se había mudado con Styles, lo que fue mentalmente alucinante en tantos niveles que Louis todavía tenía problemas para creerlo.
"Malik," Styles lo saludó, abriendo la puerta. 
"Profesor", dijo Zayn incómodo y entró en la casa. El hombre podría ser el amante de su mejor amigo, pero no había modo en el infierno de que él pudiera llamar a Styles por su primer nombre. 
"Louis está allí" Styles hizo un gesto a la puerta de su izquierda antes de darle Louis una mirada dura. "Estoy trabajando, así que no me molesten. Mantengan la voz baja." 
"Sí, señor", dijo Zayn. ¿Qué había en este hombre que le hacía sentir como si midiera tres pulgadas de altura?    La puerta se abrió y la cabeza de Louis se asomó.
"¿Estás acosando a Zayn de nuevo?", dijo rodando los ojos. 
Styles levantó una ceja. "¿Yo? ¿Acosando?" 
Dándole una larga sufriente mirada, Louis se acercó a Styles y lo besó. "Ve a trabajar en tu libro mientras puedas. No olvides que les prometiste a Bee y a Emily llevarlas de compras. Están súper emocionadas ellas han querido un cachorro desde siempre." 
"Sí, negro y esponjoso", dijo Styles con una apretada expresión en el rostro. 
Louis sonrió. "¡Y con una estrella blanca en la frente! Eso es muy importante para Emily". 
Styles le dio una mirada. "¿Qué pasa si no hay tal cachorro?" 
"Estoy seguro de que puedes intimidar a la gente para que te consigan uno," dijo Louis. "Ve a trabajar antes de que se despierten." 
Negando con la cabeza y viéndose moderadamente irritado, Styles besó a Louis en los labios y encaró hacia arriba, presumiblemente para su oficina. 
"Esto seriamente me está asustando, hombre", dijo Zayn, parpadeando. 
Louis resopló y lo llevó a la habitación. "A veces todavía me resulta extraño también a mí." Él se dejó caer sobre el sofá y sonrió ampliamente. "Pero nunca he sido tan feliz." 
Zayn miró alrededor de la elegante habitación. "Apuesto a que no hace daño que esté cargado, ¿eh?" 
Louis sólo se rió. "Entonces", dijo, apagando el televisor. "¿Qué pasa contigo últimamente?" Miró a Zayn intensamente, sus ojos miel serios. Esos eran unos ojos hermosos, pero eran color cafe claro, no en absoluto como—
Zayn se encogió. Esto se estaba volviendo ridículo.   "Quiero decir, he sido un amigo de mierda últimamente", dijo Louis con una mirada tímida. "Las cosas han estado locas, y Harry prácticamente tomó mi vida. Sé que es una mala excusa, pero—" 
"No te preocupes", dijo Zayn, hundiéndose en un aparentemente cómodo sofá. 
"Entonces, ¿qué pasa?", Preguntó Louis. "Has estado un poco raro por un tiempo."
Zayn frotó la esquina de su ojo izquierdo. "¿Recuerdas el trío que tuve con Mila y su novio?" 
Louis asintió, pero él tenía el ceño fruncido. "¿No fue hace un mes?" 
"Sí", dijo Zayn. "La cosa es que no fue la única vez que ocurrió. Básicamente, ha estado pasando durante un mes — bueno, hasta Navidad”.
Los ojos de Louis se abrieron un poco. "¿Tanto tiempo? Pero por lo general tú no..." 
"No, yo usualmente no lo hago", dijo Zayn suavemente. 
Hubo un largo silencio, durante el cual Zayn encontró tres tornillos en el techo y una pequeña mancha en la pared que podría haber sido un bicho alguna vez, aunque no podía imaginar a Styles aplastando un bicho.
EXTRA 2
"Deja de estar mirándolos, hombre. Estás siendo demasiado obvio."
Zayn se volvió rápidamente y miró a Louis. "No estaba mirándolos."
No estaba seguro de que era peor: la piedad obvia, mal escondida en los ojos de Louis o la forma en que su pulso se aceleró al momento en que había visto a Alexander. 
Habían pasado dos semanas.
Pegando una sonrisa en su cara, Zayn se recostó contra el banco en el que estaban sentados, mirando a cualquier sitio menos a Mila y a Alexander. "Ellos parecen muy felices, ¿no?"
Louis se encogió de hombros, echando un vistazo en su dirección.
“No lo sé. Ella está sonriendo, pero el rostro de él mayormente no expresa nada.”
Zayn se rió entre dientes. "No significa nada. Él tiene la mejor cara de póquer que he visto jamás. Si él no quiere que sepas lo que siente o piensa, es increíblemente difícil de adivinarlo. Aunque a veces se le cae."    La mirada compasiva de Louis empeoró, poniendo a los dientes de Zayn al borde. Él estaba bien, maldita sea. Así que se había encariñado un poco, ¿y qué? Él no estaba con el corazón roto ni nada.
"¿Se fueron ya?", preguntó un momento después.
Louis los miró de nuevo. "Nop". Una sonrisa divertida iluminó su cara. "Harry solo acaba de ir hacia ellos. Mila reprobó su clase, ya sabes. Ella tiene que recursarla, y Harry odia cuando tiene que perder su tiempo con estudiantes que ya fallaron una vez. La pobre chica se ve aterrorizada."
Zayn volvió la cabeza.
Efectivamente, el profesor Styles se cernía sobre Mila, un ceño fruncido en su rostro mientras la reprendía por algo. Mila asentía tan rápidamente que uno podría pensar que su cabeza se le caería si no se detenía. Zayn debería estar sonriendo si su mirada no estuviera impotentemente siendo atraída hacia Alexander de nuevo.  Alexander estaba observando el intercambio entre Mila y Styles con una expresión indiferente en el rostro, las manos en los bolsillos de su abrigo gris. Su chaqueta estaba desabrochada y su camisa verde metida dentro a la altura de su plano estómago era una combinación casi perfecta para sus ojos.
"Estás mirando fijo de nuevo", Louis dijo, dándole un codazo, y Louis evitó su mirada. Zayn se río entre dientes. "No es que yo te culpe. Él es ridículamente atractivo. Aunque, personalmente, creo que Harry es más caliente."
Zayn le dio una mirada de incredulidad.
"Lo es", Louis dijo, sonriendo. "Él tiene toda esa cosa de alto, oscuro y aterrador a su favor"
Zayn resopló. "¿Aterrador? Seguro. Una pregunta sería: ¿te critica durante el sexo también?" Zayn hizo todo lo posible por imitar la voz de Styles, "Su rendimiento es mediocre, Tomlinson. Haga un esfuerzo para apretar sus músculos alrededor de mi—"
Riendo, Louis tiró de él en una llave de cabeza juguetona.
Alguien se aclaró la garganta deliberadamente.
Con su cuello todavía envuelto en el brazo de Louis, Zayn miró hacia arriba. Su sonrisa desapareció cuando los ojos de Alexander se encontraron con los suyos.
Ellos eran fríos como el hielo.
Louis lo soltó, y ambos se enderezaron.
"Hey", dijo Zayn, tratando de sonar casual e indiferente. Él no estaba seguro de haber tenido éxito.
"Hola", dijo Alexander, con el rostro inexpresivo. Sus ojos parpadearon hacia Louis. "¿No vas a presentarme a... tu amigo?"
"Por supuesto. Este es Louis Tomlinson. Louis, este es Alexander Sheldon."
"Encantado de conocerte", dijo Louis, estirándose para estrechar la mano de Alexander.
Zayn miró a su alrededor. "¿Dónde está Mila?"    "Ella se fue con el profesor Styles para obtener su tarea."
"Ah*, dijo Zayn, entrelazando sus dedos en un intento de mantener sus manos quietas.
Alexander tenía una expresión muy extraña en su rostro: tenso, casi doloroso.
El silencio se prolongó, volviéndose incómodo.
Pero Alexander no se movió, con las manos en los bolsillos, los hombros derechos y los ojos fijos en Zayn.
Louis tosió. "Entonces, ¿Dónde trabajas, Alexander?"    Alexander miró a Louis. "Soy dueño de una pequeña empresa que ofrece traducciones y servicios de validación lingüística"
"Suena interesante", murmuró Louis.
La mirada de Alexander volvió a Zayn.
Pasaron varios minutos en silencio, con los ojos de Alexander llenos de algo a lo que Zayn no podía definir.
Era el silencio más incómodo de los silencios incómodos, y Zayn se revolvía pensando en algo que decir. Lo intentó, pero no lo logró.
Sus labios se separaron ligeramente y tomó un trago codicioso de aire.
Los labios de Alexander estaban apretados. "Nos vemos", dijo con rigidez y se fue despacio.
"Bueno, eso fue raro", dijo Zayn, cayendo hacia atrás en su asiento.
Louis tenía una extraña expresión en su rostro. "Está bien, mi experiencia con los hombres es muy limitada, por lo que podría estar totalmente equivocado, pero él te miraba como si..."
"¿Cómo si qué?"
Louis parecía un poco incómodo. "Como si él quisiera lamerte de pies a cabeza."
Zayn se quejó. "No me digas cosas como esas a mí. Apenas estoy superándolo."
La mirada que Louis le dio fue escéptica — fastidiosamente.  
"¡Lo estoy!" dijo Zayn. Él frunció los labios. "Además, incluso si tuvieras razón, eso no cambia nada."  Miró hacia el estacionamiento donde Mila estaba subiendo al coche de Alexander. "Tiene una novia", dijo rotundamente, viendo al coche arrancar. "Él no va a dejarla."
Louis pasó un brazo alrededor de él y le apretó el hombro. "Que se joda entonces. Es sólo un tipo — bueno, un tipo muy caliente, pero sólo un tipo. Mira alrededor. La mitad de la universidad te desea. Puedes tener a cualquiera de ellos."
Zayn forzó una sonrisa. "Sí. Tienes razón." Styles estaba caminando hacia ellos. "Sé que soy irresistible y todo, pero es mejor que dejes de acariciarme antes de que tu maridito me asesine."    Louis rió. "Harry no es mi maridito."
"Vamos. Él prácticamente lo es."
Styles se detuvo frente a ellos y les miró con una ceja levantada.
Sonriendo, Louis se inclinó aún más cerca de Zayn y le guiñó un ojo a Styles.
"Él es como un hermano para mí", dijo Zayn, por si acaso.
Styles miró a Louis sin inmutarse. "Si ya has terminado de tratar de ponerme celoso, vámonos. Se supone que la nueva niñera llegará en una hora. No tenemos mucho tiempo para llegar a casa."
"No es tu marido, ¿eh?" murmuró Zayn mientras Louis se paraba.
Louis le dirigió una mirada tímida y siguió a Styles hacia su coche.
Zayn los vio irse. No se tocaron — estaban en público después de todo, y las relaciones entre profesores y estudiantes estaban mal vistas después de todo — pero su lenguaje corporal los traicionaba. La forma en que se inclinaban uno hacia el otro, la manera en que Louis le sonrió a Styles, la expresión en los ojos de Styles... Sólo un ciego no vería que ellos estaban totalmente locos el uno por el otro.
EXTRA 3
Louis los miraba con curiosidad, y no era de extrañarse.
Zayn tomó una respiración profunda, tratando de ignorar la mano de Alexander en su cuello.
"Seguro”, dijo a Louis. "Si quieres asegurarte de que la niñera de tus hermanas realmente habla con fluidez italiano y chino, mándala a mi oficina."
Louis se quedó mirando la mano de Alexander en el cuello de Zayn. "No es que me importe", dijo lentamente, forzando sus ojos lejos y dándole una mirada de qué carajos a Zayn, quien le devolvió una mirada impotente como respuesta. "Pero mi pareja encuentra sus referencias un poco sospechosas." Se encogió de hombros, sonriendo torcidamente. "Personalmente, creo que está siendo paranoico, pero no hemos tenido mucha suerte con las niñeras de las gemelas, por lo que él es un poco sobreprotector."
"Envíamela", dijo Alexander, la punta de sus dedos acariciando un lado del cuello del Zayn. 
Zayn esperaba que sus temblores no fueran evidentes.
"Sí, hazlo", dijo a Zayn con una risa un poco forzada. "Tal vez eso haga que este tipo permanezca en su oficina por unas pocas horas."
Alexander lo miró, con un toque de diversión en sus ojos. "Mi negocio puede funcionar sin problemas sin mi supervisión a tiempo completo. Si el gerente necesita estar presente en todo momento, eso significa que él no contrató a la gente adecuada en primer lugar y no creó sistemas eficientes para que ellos sigan. Yo lo hice."
"Presumir de sí mismo no es atractivo", Zayn dijo, sonriéndole. Aunque ¿a quién quería engañar? La autoconfianza de Alexander era algo caliente.
El celular de Alexander sonó. Él contestó el teléfono con la mano libre, la otra todavía envuelta alrededor del cuello de Zayn.
FIN 2.0
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coronabra · 4 years
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Popurrí
                  Si ya sabes que es tuyo, para qué te digo
Todo está en todo. Hoy es una tarde gris. Escribo que te escribo. Regodeo de tus fantasmas. —El sentimiento que golpea el sentimiento en un no quiero estar sin ti si tú no estás aquí me falta el aire, que se escucha en la radio— Nostalgia del pasado. [Te dejo esta pequeña nota que poesía creía que poseía pero Poesía no podría ser esta perversión prosódica] Lamento de mis maltrecheces. Me escurro, me voy escurriendo de nuestro amor que va muriendo. Mil palabras más te escribiré en la senda de la noche. Muchos versosbesos, remedos de canciones.  —Desperfectos de un no te vayas nunca porque no puedo estar aquí tapiando un corazón de amor sin dueño— Mi más puro romanticismo adolescente sangrando en troverías de pecero. Puro absurdo. A Dios no le importa entender por qué te vas. Y afortunadamente nada es para siempre. Afuera llueve y no es llanto. Si es que hubiera un Dios sería infante de canicas y eso es bien sabido. /Locutores de rutina/ —Veo los pájaros silbar en el mismo cantar porque desde que no estás el tiempo se ha quedado atorado— Esto no es un plagio, es el trino de mis aves que resuena. Hoy también es viernes por la tarde desde siempre como ecos de acordeones sin tu amor :el nuestro amor que va muriendo: Me inspiras a escribir los viejos sueños que sonaban a bolero. Requinto de soledades. Mira que irte en plena primavera en tiempos de pandemias.  ...Pero allá tal como aquí en la boca llevarás... La rueda no para y la fortuna trae en ciernes la partida :dientes apretados por el zarandeo del volante de la vida: —No me queda más que perderme en un abismo de tristeza y lágrimas que saben a micrófono abierto para quien quiera desahogarse— ¿Qué tendrá por decir el pasaje de lo que acontece? Quisiera que las letras del abecedario que no se han inventado lograran arrastrase en su invisible agonía inexistente y te alcanzaran para convencerte de quedarte.  Pero solo me quedan por ofrecer los temas comunes de la más aplastante cotidianidad en que te pienso. Canto sin melodía me dolía de todas formas. [Y seguirá doliendo mientras me quede tu silencio] /Cambio de estación/ —Probablemente estoy pidiendo demasiado, es que si no me he querido ir es para ver si algún día— Heme aquí, en la misma ciudad, con la misma y más gente, que se abarrota para transportarse. Para moverse a sus sitios :situaciones complicadas: Se sigue saliendo a la calle pese a todo desengaño. Cuánta desazón desasosiego.  Caras tristes de abandono pueblan los retratos. Dibujos de desilusiones compartiendo un mismo instante. —De por sí el ritmo de esta vida me parece mal y la gente pasa y pasa sin voltear a ver, sí que era diferente cuando estabas— [Vaya que de verdad no hay nada más difícil] Vivir. Vivir aquí. Vivir sin ti. Vivir el frío y el recuerdo al amanecer. La constante pregunta del ánima por ti sin saber dónde estará tu corazón :sin saber si un día llegará: Todo está en todo. Los ritmos del movimiento no se fijan en la letra. Bástenos vendernos en los bailes. [Qué ganas de bailar contigo apretadito] ... Alto intempestivo. Freno de golpe. Corte de bocinas. Me estampo contra tus paredes de distancia. Nunca se tendrá la seguridad de que esta fuera nuestra parada, o si en los caminos las llantas se estropearon. O si aquí terminaba la ruta en colectivo. Lo cierto es que la radio ya no suena. Y solo me alcanzó para decir :En la próxima me bajo:
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tumtum-hawking · 5 years
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Dean: -Me miras y no dejas de hacerlo. Parece que tu mirada se ha clavado en la mía y viceversa. Mantengo mi sonrisa aunque trago saliva al sentir tu mano acariciando mi cuello, una caricia que eriza el vello de mi piel. Esa caricia termina en mi nuca, y siento tus dedos en mi pelo. Me dices que es mejor no saberlo, y yo me pregunto qué pensarías de mí si te dijera que no me llamo Dean, o que no vivo en Ivybridge, pero sobre todo si te dijera qué es lo que he venido a hacer aquí. Noto tu mano haciendo fuerza en mi nuca, y veo como subes unos breves centímetros, mirándome en los labios. Yo siento que mientras que todo eso ocurre, no puedo respirar, que se me ha cerrado la garganta, que ni siquiera mi corazón late ahora, pero aún así, relajo mis manos en tu cintura, y cierro los ojos-.
Atty: -Hay tanto encanto en esa sonrisa tuya que puedo notar cómo me traspasa. No hay nada entre ella, las luces violetas y yo. Creo que solo tú existe esta última noche de verano. Puedo ver el movimiento de tu nuez y en mi boca siento las ganas de la tuya. A lo mejor no soy nada para ti. A lo mejor olvidas que esto ha pasado en cuanto cada uno nos vayamos por un lado. Pero quiero saber qué se siente al besar a un ángel. Lo último que veo, es cómo cierras los ojos cuando estás tan cerca de mí que los cierro yo también. Aprieto con suavidad mis dedos en tu nuca cuando mis labios tocan los tuyos y un escalofrío vertiginoso recorre mi columna vertebral provocándome caricias de manos interiores que me tocan cuando las tuyas se relajan en mi cintura. Acaricio con mi lengua tus labios estremeciéndome con su suavidad.-
Dean: -Siento un escalofrío cuando aprietas tus dedos en mi nuca, quemándome la piel. Cuando lo haces, me doy cuenta de que hace mucho tiempo que he dejado de sentir frío. Mi corazón da un respingo, o más bien soy yo el que lo da, cuando siento el inesperado roce de tu lengua en mis labios. He soñado algunas veces con lo que puede sentirse al besar a una chica, pero ni siquiera ese pequeño contacto, se parece a las cosas con las que he soñado. Me dejo llevar por el instinto, y separo los labios, sintiendo mi corazón latir tan fuerte, que siento que lo hace en mis oídos-.
Atty: -Escucho todo como si me hubieran tapado los oídos, como si estuviera bajo el agua y todo me fuer más lento. Ya no hay música, no hay verano, no hay luces... Siento la separación de tus labios suaves y hundo mi lengua en el interior de tu boca, buscando dar con tu lengua, suavemente, pero con intensidad, pudiendo notar mis labios apretados contra los tuyos, mi nariz a un lado de la tuya, contra tu mejilla, tus dientes rozándome la lengua y produciéndome miles de escalofríos en uno solo, tu barbilla dando en la mía y, tu sabor, recordándome la cereza, aunque no haya ni rastro de ese dulzor en tu saliva, si no otro tipo de dulzor único.-
Dean: -Siento la caricia de tu lengua en la mía y me estremezco como nunca antes lo había hecho. Aprieto mis manos contra tu cintura, ladeando un poco el rostro y separando más los labios para dejarte espacio. No sé besar, no sé hacer nada, no sé vivir... Pero me dejo llevar, y rozo despacio tu lengua con la mía, sintiendo en mi corazón el fuerte golpe de un impacto que me deja sin respiración, mientras mi cuerpo reacciona a los instintos más primarios, unos instintos que tú has sacado en mí mucho más de lo que lo hicieron otras chicas. Desde que te conozco, me siento más adolescente que nunca-.
Atty: -Las consecuencias de algunos actos son como reflejos. Soy consciente de lo que te hago sentir cuando aprietas mi cintura con tus manos. Yo te rodeo por el cuello con las dos manos, acariciando tu nuca con la mano que llevo ahora ahí. Siento lo suave que es tu pelo, pero no  tanto como tu forma de besar. Tu lengua da con la mía de una manera torpe y yo me siento de vuelta en mi primer beso. Nadie ha conseguido nunca llevarme al día que comencé a ser un poco la mujer que soy hoy. Tenías que ser tú. La separación de tus labios y ese movimiento de tu cuello, hace que me sea más sencillo enredar mi lengua a la tuya echándome un poco hacia atrás para girar mi cuello en la otra dirección, abrazándome a ti, con el corazón y la respiración acelerados. Puedo sentir tu excitación contra mí, volviéndome loca. Algo que consigue que, inevitablemente, mi beso se haga más apasionado. Acabo de convertirme en Julieta, sucumbiendo a los placeres de Romeo, sin veneno, pero con un elixir que me lleva de vuelta a la inocencia.-
Dean: -Siento tu otra mano también en mi cuello, y puedo notar por esa presión, el latido de mi yugular, un latido rápido y conciso que hace que sienta vergüenza, aunque no tanta como cuando te pegas a mí, y noto en mi excitado sexo tu cuerpo. Entonces me besas de otra manera, más y mejor, dejándome sin capacidad de reacción, pues por unos segundos me olvido de que todos nacemos con la capacidad innata de besar cuando nos besan por primera vez. Deslizo mis manos por tu cintura hacia tu espalda, y acaricio con mi lengua la tuya, con torpeza. Ese beso se atasca pero yo te lo sigo dando, mientras puedo escuchar la música a lo lejos, y los gritos de la gente que se pierde en música, mientras yo me pierdo en ti-.
Atty: -Sabía que ardería en cuanto tu incendio me tocara. Pero, en esta quema, los dos ardemos sin abrasarnos para morir. Te conocí y me pareciste un ángel. En cambio, me hablaste de que yo lo era. Y no lo creí nunca. El abrasador calor del placer hace que sienta latidos intensos que palpitan a la par que mi corazón. La sangre me circula ahora a mayor velocidad... Lo puedo sentir. Tanto como tu torpeza. En la pasión de este beso, siento tu inocencia... saboreo tu virginidad... Soy la primera chica a a la que besas y sé que, si no rompo este beso a tiempo, seré la causa de algo más que un beso. Pero tus manos acariciándome la espalda avivan las llamas. Se atasca nuestro beso, pero yo lo alargo un poco más. Lo suficiente para que sea inolvidable, para que recuerdes siempre que fue tan maravilloso como yo lo siento ahora. Y separo mis caderas de las tuyas alejándome de tu cuerpo para llevar el control y que tú no pierdas el tuyo. Trago la mezcla de nuestras salivas y, en el último enredo intenso de nuestras lenguas, llevo la mía a mi boca,echando la cabeza hacia atrás para abrir los ojos y verte-
Dean: -Mi pulso se acelera y la respiración me falla mientras nos besamos. Siento muchas cosas mientras te beso, la mayoría de ellas, relacionadas con la niñez... Siento que me alejo de ese niño que fui dos décadas después de nacer, pero me gusta esa sensación que me proporciona besarte y confundir una sensación con otra cuando éstas se entremezclan entre sí. Besarte me da aliento, me da seguridad, me hace sentir bien conmigo mismo por primera vez en mi vida... Juraría que nunca antes de hoy me había sentido bien, por eso cuando siento ese intenso roce antes de que tu lengua se aleje de tu boca, siento vértigo. Trago saliva sintiendo arder los lóbulos de mis orejas y abro los ojos para mirarte. Al hacerlo me doy cuenta de que estoy perdido, de que llegué aquí por una deuda con mi pasado, y que cuando me vaya, seguiré dejando una. Sonrío mirándote con los ojos llenos de lágrimas-.
Atty: -Verte, con los labios húmedos y enrojecidos tanto como tus orejas y tu mejillas, me hace sentir una rara ternura dentro de mí. Te he robado la inocencia y hay lágrimas en tus ojos además de esa sonrisa donde queda la huella de mi beso. Me acuerdo de mi hermana y de Walter, de esa virginidad que le quitó. Es una casualidad que no deja de parecerme curiosa. Pero me mata tu mirada... Rescato de mis labios el sabor de los tuyos, vírgenes de besos y llevo mis manos de tu nuca a tu hermoso rostro.- ¿Por qué hay lágrimas en tus ojos? -Pregunto sintiendo que estas acuden también a los míos, solo por ti.-
Dean: -Trago saliva sintiendo tus manos en mis mejillas, las cuales me arden mientras te miro. Sonrío por la pregunta que me haces, y niego con la cabeza-. Nada... -Susurro mirándote a los ojos, pero esa respuesta hace que mis ojos se llenen aún más de lágrimas, y siento que no puedo respirar-. Solo abrázame... -Te pido aunque puede que no debiera pedirle algo como eso a una chica que me ha llevado a bailar y me ha dado mi primer beso-.
Atty: -Sonríes y niegas a mi pregunta diciéndome que no pasa nada. Me gustaría saber qué pasa en realidad, porque es mentira que no pasa algo. Pero tienes derecho a  quedarte callado. Aunque, cuando me pides que te abrace, quien se queda sin palabras, soy yo. Juraría que hasta me quedo sin canciones y bailes. Es la primera vez que un chico al que beso, me pide que le abrace. Y es la segunda vez que alguien me pide que lo haga. La última, Pray cuando vine a buscarle. Y, aunque me pregunto el por qué de muchas cosas ahora, solo te abrazo, como me pides, pero dándome cuenta de que el corazón me late como aquella vez en que me preguntaste "¿Los ángeles pueden morir?". Creo que me quedé atrapada en un espacio-tiempo del que no quiero escapar nunca. Por eso cierro los ojos, quedándome abrazada a ti.-
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theholeoftears · 5 years
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Anecdotario Parte 1 Cancer
Hace unos años que no se de ti, Parece ser que el amor si duele más allá de lo sentimental, Pues he sentido unos dolores en el pecho que parecieran infartos, No vendría mal morir de amor, pero no lo espero tan literal. Aun recuero cuando hablábamos hasta la madrugada, Se me quedo muy grabado cuando decías "Eres mi primer mensaje del día, Cuando ya era pasado por segundo de las 12:00am, Y yo me llenaba de ilusión, de un estrés extraño en estomago, Que ahora parece no ser tan bueno, Te extrañe por mucho tiempo, y a veces aun lo hago, Porque sigo enamorado de recuerdos, más no de ti, Las cosas han cambiado, mamá se fue, pero no lo hizo cuando la necesitaba, Ella falleció. Antes de que ella se fuera colapse, lo bueno es que no me vio, Si no esto hubiera terminado antes. Me dijeron que tengo ansiedad, supongo que por todo lo que he pasado, Y no quiero victimizarme, Lo que paso es algo que acepto, Me equivoque, te cele mal, te quite libertad y yo tanto que la presumía. Me doliste tanto muchas noches, que me cuesta dormir, Tengo un terrible trauma como tu presencia cada que llega la noche, Y ya no esta quien me apoyaba en aquellos tiempo que sentía miedo. Tal vez esta en mi corazón pero desearía escuchar su voz de vez en cuando, Eso no me vendría nada mal. Recuerdo perfectamente el día que terminamos, Yo tenía que ir a trabajar como vendedor solo por ese ultimo día, que también era el ultimo día de nuestra relación. Te dije que siempre estaría para ti con todo mi corazón abierto, Pensando que probablemente en algún momento me pudieses necesitar, Y tú como algo programado de película dijiste que también lo estarías para mí. Te juro que hay días en los que no quiero estar triste pero no lo puedo evitar, Estoy cansado de estar así pero ¿qué le hago?, ¿Cómo le hago? a donde me voy, si no es a tu labios cada mañana, ¿A donde me voy? si no es a tus brazos cada que despierto, ¿A donde miro? si no es a tus ojos cada que volteó. Ya no creo estar roto como cuando te fuiste, porque como te dije las cosas siguen. He sanado poco a poco lo que dejaste en mí, pero aun así fuiste parte de mi colapso, Por eso te escribo hoy, Para decirte que te amo. Para decirte que te amo sin miedo, porque el miedo ya no me tiene atrapado de ese lado, Ahora me tiene atrapado con morir, porque cuando mi madre se puso mala, tan mala que sentí que la perdía, ahí fue donde me di cuenta que cargaba demasiado, Y mi cuerpo se rompió, Mis sentimientos posiblemente están regados en todo mi cuerpo, Algunos ya los escupí, pero sigo sacando sangre con pedazos de mí en la punta, Y no me culpo, o tal vez sí, estoy hecho un mar de lagrimas por dentro y no sé cuando termine, Porque mamá ya no está... y la extraño mucho. Hoy es navidad, y ayer en noche buena la pase increíble, Con mi hermano, mi papá y mi cuñada. Cantamos toda la noche, por primera vez me sentí comodo al cantar frente a alguien, Fue glorioso. Pero en la noche no pude dormir, Porque ese miedo a la ansiedad que me provoca síntomas en el pecho me saca de quicio, Pero se que no es nada más que sentimientos dentro de mí que aun no han salido, Por eso me escribo. En la ausencia de mamá no ha cambiado mucho la cosa, Pero eso tan simple es lo que más duele, Miro el teléfono y se que no habrá nada de ella, La conversación la archive porque tengo miedo de borrarla, Pero también me da miedo leer los mensajes. A veces pienso si se me olvidará su rostro algún día, O si ya no la extrañaré tanto como lo hago ahora, Pero de algo si estoy seguro, Que lograré todo por ella, No importa cuando me cueste o lo que tenga que hacer, yo se que eso me sanará de esta ansiedad, Comenzaré teniendo fé en la vida, y no dejarme caer, seguir luchando, Seguir viviendo, volver a disfrutar los momentos, dejar que las cosas llegues, Y que cada paso forje lo que quiero, porque donde quiera que estés mamá yo sé que me ves. Por eso te escribo. Hoy a sido un día extraño, no sé como me sentía en la mañana, pero sí sé que no estaba feliz, Papá se esmero por tener una bonita navidad, lo intenta de manera bonita. Intento mostrar la mejor cara a mí papá porque el aun es fuerte, Y no quiero que se vaya tan pronto, no quiero que enferme de tristeza. Solo quiero que se liberé y así los dos ser felices junto con mi hermano, que ha estado más tranquilo, El amor de mi cuñada lo cura rápido. Pero que haces en una soledad como la mía, donde papá no es muy bueno hablando, Y no quieres saturarlo porque sabes que eso podría ponerlo mal. A veces cuando le pega a algo y suena chillante el golpe siento un instinto sorpresivo, Como si captará ahorita de manera más sensible las cosas, es incomodo. He tomado la pastilla antidepresiva, cayendo en el juego de la droga de manera involuntaria, No siempre me ayuda a dormir, así que busco esta la salida para sanar mi ansiedad, Quiero que se vaya, quiero ser feliz, sentir esa felicidad extasiante en mi pecho, Que me abracen y sentirme satisfecho, ya no olvidarme por un amor, Quiero ser yo, y en eso trabajo, ya no más ansiedad YA NO MAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAS ANSIEDAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAD!!!!!!!!!!!!! Fue una bonita navidad a pesar de todo, hubo buenos regalos, Hubo buenas risas, pero las sensaciones en mi cuerpo aun son incontrolables, Ahorita siento raro, no triste pero si decaído, la meditación me ha ayudado. Intento escuchar canciones positivas pero no sirven de mucho, Creo que mi sarcasmo es más efectivo, por lo regular siento mi quijada tensa, Mis dientes están apretados, y relajo la boca, pero después de unos segundo de generar una preocupación innecesaria, Noto que ya la volví a tensar, Y ahí comienzan mis síntomas de nuevo, Estiro, bailo, canto, salgo, y lo olvido todo, pero estando en calma parece que es peor, Pues la calma para mí no es calma, empiezo a sentirme desesperado, Como si FUERA A DESMAYARME!!!! pero eso no pasa porque me calmo y pienso, "Oye! No te duele nada" "Estoy bien" Sí mamá dijera eso tal vez sería diferente. Ahora después de escribir esto siento un poco de paz, me siento mejor, Pero no me confió, la mente juega sucio. A veces miro al cielo y veo lo claro y liso que es, Sin imperfecciones, siendo lo que es, Porque no es la gente así? Tan simple? Tan natural? Que de complicado tiene que la gente sea normal!! Porque tiene que ser tan complicado socializar con alguien? Simplemente no lo sé, Pero lo que si sé es que hoy intento ser libre, dejar que mi mente deje ir todo, Por eso me escribo, Si! Mamá murió, mamá sufrió, mamá dolió, Pero ya descansa y ahora yo no PUEDO DESCANSAR!!!!? Que diría mamá si me viera así? Yo ya no quiero que me vea así porque ahorita es inevitable que no vea, Ella esta en todos lados, lo sabe todo, Ella hasta puede volar, Ella ya no sufre, Ella ya no tiene que caminar, ya no necesita su bastón, Ya no necesita medicamento, Ya no necesita que le duela nada, Ya no necesitar estar aquí, no necesita un teléfono, No necesita llamar, ni mandar mensajes, Ella lo único que necesita es vernos bien, Y lo intento pero estoy roto, y ya no quiero estar roto, Quiero pensar en mamá y sonreír, quiero pensar que ella esta bien, Ya no quiero pensar en su cáncer, quiero olvidar todo lo que sufrió, Todo lo que le falle, y lo que le fallamos como familia, Porque mamá nunca se dio por vencida, Ella pudo hasta el final, hasta ese ultimo momento de grito agonizante que me toco ver estando a tu lado esa noche de sábado para amanecer a domingo, Y yo con ganas de que ya descansaras, pensando fríamente cuando te quedaba de vida. Yo solo quería irme y no verte más así, porque estaba seguro de que yo seria el ultimo en verte así si hubieras estado cociente. Yo te quiero mucho mamá. Natalowska, Nata, Natilla, Natividad, Yo te quiero mucho mamá. Y ahora estoy en este proceso, superando todo de golpe, que realmente se desato en estos últimos meses, Siento un nudo en la garganta aun, pero ya me es más fácil llorar, Ya voy soltando poco a poco todo, Ya voy siento yo otra vez, pero más libre, más fuerte, más feliz, Estoy en la lucha, de encontrar ese bello paisaje que me llene de placer y diga que tu estás ahí, He encontrado buenas amistades, algunos parece que se alejan pero vuelven a aparecer cerca, Otros van llegando sorpresivamente, y de repente ya me olvide de todo lo malo, Ese es el momento que más suelo disfrutar, es hermoso. Seré feliz lo más que se pueda porque ahora que comprendes que es ser feliz ya puedes imaginarlo, Tú decías que nosotros eramos tu felicidad, y tu la nuestra mamá, pero sabes, Estoy seguro de que tu felicidad también era ir a la playa, Estar con tus amigas las clientas, o las pocas amigas que hiciste en el trabajo, Yo se que muchas cosas más te hacían feliz, por eso sabias que era la facilidad, Pero tal vez no sabias percibirla de otra manera que no fuera compartiéndola con nosotros. Te fallamos mucho, nos equivocamos muchas veces, te dijimos que no muchas más, Pero no hay arrepentimientos porque lo que es, es, mamá. Y eso no te hará volver, pero sabes que te quiero mucho. Cuando tenga hijos, si los llego a tener, les mostraré fotos tuyas, Y les diré lo magnifica que eras, y ellos estarán bien educados porque tu me educaste muy bien. Sabrán lo mucho que luchaste y lo fuerte que fuiste, sabrán que venciste muchas veces, Y que nada te doblegaba y que fuiste la mejor. Te queremos.
Atte: Farrell Medina
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tetlevolkk · 5 years
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Carta 1
Este es el día, esta es la hora, ha pasado suficiente tiempo, las gotas cayendo desde lo alto erosionaron por completo el recuerdo, se ha moldeado una nueva marca en la consistencia de mi energía.
Este es un modelo diferente de vida, este es un sonido y un universo diferente ahora.
Te has ido, te he perdido de vista, tus sonidos los he quemado por completo, no creo que pudieses reconocerme si me vieras, yo mismo no puedo identificarme.
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Después del derrumbe , en medio de toda la convulsión , nadie se reconoce, es más fácil cerrar los ojos para reconocerse en la memoria.
Te pienso, pocas veces te pienso, ya no me dueles , el odio se va de a poco entre las risas de mis cercanos, se difumina a cada paso que doy cuando entreno, cuando grito con las piernas lo injusto y necesario de todo este tiempo.
Aún me cuesta encontrarle la lección a todo esto, pero así es ahora, así empezó a ser así desde el día que le siguió a tu partida, porque fue así, realmente me costó muchísimo ponerme en marcha, dar el siguiente paso de donde me quede, de donde no pude moverme tan rápido como tu, de donde me quede pensando que era la peor persona del mundo, donde me hundí y de donde me reconstruí de a poco.
Fue duro, los días han cobrado de pronto una realidad muy intensa, una realidad que no lograba sentir de ninguna manera cuando estabas conmigo, realmente el amor me proporcionaba una sensación de invencibilidad , de fortaleza, creabas un Yo con magnitudes y capacidades distintas.
Tenías razón, te entregué lo mejor de mi, todo el tiempo fue así, no tuve medida en entregarte mi ser, mis risas, poemas y canciones.
Este es mi proceso y así es su evolución, el exito de robarle a tu recuerdo mis mejores canciones para dárselas a alguien más, a alguien que logre enamorarme aún más, conformar un amor más intenso de todo lo que llegue a sentir por ti.
No espero ni deseo sentir lo mismo que sentí por ti, deseo sinceramente no volverlo a sentirlo jamás , deseo enamorarme de una manera más pura y perfecta en el sentido imperfecto, en el sentido de la aceptación de este ser humano lleno de bordes gruesos e irregularidades que desea mañanas con los pies cruzados.
Que si te deseo algo bueno, algo malo? Que si deseo verte? Que si creo en el re encuentro?
Lo que pienso es que todo se valla a la mierda, contigo y tus inseguridades, contigo y tus dientes blancos y grandes, contigo y tu cabello y sonrisa grande , que todo se valla a la mierda y que esa mierda se seque, se pulverice y que después de varios meses de haber apestado se seque y se valla de mi jardín, que ese gran trozo de mierda que dejaste antes de irte, de alguna manera, a pedazos , en fragmentos pulverizados , algún día te llegue, que lo respires y siga dentro de ti como todo el resto de mierda que habita dentro tuyo, que toda esa mierda siga conformándote así, como un gran pedazo de abono para frutos terrestres, para deseos terrestres y perecederos, para frutos con caducidad sin sabor, ni color.
Las raíces de mi mente son de otra calidad y sustancia, mis ideas no son temporales, mis amores no caducan ni se echan a perder, mis amores perduran y trascienden.
Perfectamente sé que no pasan demasiados días antes de que algo te haga recordarme, mi ego se nutre de ello, es malo lo sé y del mismo modo sé que la jodiste y siento compasión por tu energía distorsionada, tenia que decirlo, tenia que quitar el freno de no insultar tu recuerdo , tenia que romper el vidrio y escupir ese pasado, ese pasado que me atormenta de vez en vez, debía apagar las veladoras encendidas y bajarte de ese pedestal intocable mal merecido.
Pasará suficiente tiempo antes de dejar de odiarte por completo, dejar de odiar la manera en que te fuiste, en que huiste , escapaste y te fugaste con ese nuevo amor prometedor, odie la insensibilidad, odie lo repentino, lo odie de la misma manera en la que alguien odia el fuego que se traga su hogar , en la que un terremoto destruye una casa .
No estás y le he cantado a un silencio a gritos, a una huella , a una imagen en el espejo durante meses , he apretado los puños al amanecer porque me armé con un amor de larga caducidad y aún no se echa a perder, pero sabes? cada día llega cada vez más a su fin para mi, claro está que , para ti esa caducidad realmente nunca fue tan larga como siempre lo dijiste, después de todo , ese reto o ese momento fue un punto de quiebre para ti , tu amor no fue lo suficientemente fuerte, ni eterno
Cuantos tipos de eternidades existen?
Que necesidad de volverlo todo eterno, largo, infinito.
No es ese mismo deseo el que al mismo tiempo vuelve efímero todo?
Ha dejado de ser necesario mantenerte en mi imaginación, han dejado de temblar los puños y la mente se torna tranquila y dócil, liberaste contigo un mar de dolores añejados, todo por no escucharme , todo por el cansancio y la calma que procurabas.
Ya no me tengo miedo, ya dejé de temblar por las noches, lo mente descansa al cerrar los ojos, los fantasmas de la madrugada ya no me asustan, voy recobrando mi ritmo y el filo de mi garra, la ciudad me reconoce y me extraña, las luces del centro me lo han dicho, me he re encontrado en mis sitios, me he recargado en mis historias y he encontrado mis huellas, son mías pero ya no son las mismas, ahora mi huella se ha ensanchado, necesitaba ampliarse para soportar mejor la altura que he alcanzado.
“Su boca mintiéndome un beso , los ojos me hubiera cerrado, de no haber notado su prisa, esa tu ansiosa prisa, ha donde te incita volver donde te tiene sujeta que no te permite volver”
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Mantengo las llemas agudas , la nariz afinada para acaparar un aroma nuevo
No tendrás de mi nunca un “Gracias por haberte conocido”
Pudrete una vez más.
No siempre perdonar es la solución, el coraje también es un camino para reconstruir y sanar.
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a-pair-of-iris · 6 years
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Dia 10 promptaton
Pido el Segundo Comodín!! aún no pasa la hora en Mx >o<
Hice un Espías AU porque ni a Aris ni a mi se nos ocurrió algo para arte y música :P  bien corto, bien cliché y es pura comedia porque nunca logré tomarme el plot en serio xD. Otro ArgChi.
AMOR, SOY ESPIA
Otro puñetazo cayó sobre la cara de Martín. El rubio dejó que su cabeza se ladeara por el impacto, y escupió la sangre que llenó su boca a los pies de su agresor.
- ¿Eso es lo mejor que tenés, inglés?
- Escoria argentina -Le respondió el sujeto con un marcado acento. Se reacomodó los guantes negros y tronó los dedos de forma amenazante- You’ll be wailing when I’m done with you.
Martín le dio una sonrisa, mostrando los dientes ensangrentados, dando a entender que no le importaba mucho lo que estaba diciendo. Movió su cabeza hacia atrás, quitándose el pelo de la cara y miró al otro hombre directo a los ojos para sacudirle las pestañas.
- Perdón, ¿Dijiste algo, cariño? -El sujeto le dio un golpe en el estómago por eso. Martín terminó tosiendo y resintiendo el puño por dentro, pero mantuvo las apariencias y, aunque con los ojos un poco apretados, siguió con su sonrisa burlona- Coff ¡No hay por qué ponernos así!
- ¡Vas a decirme qué información compartiste! -Le gritó el inglés nuevamente. Martín siguió con su costumbre de enfadar a sus oponentes, y le lanzó un beso. Recibió otro golpe en la cabeza que lo dejó pestañeando.
- Pirata, no soy un doble espía, no te diré nada -Le comentó Martín un tiempo después, luego de volver a escupir un poco de sangre al piso.
Tocaron a la puerta antes de que su interrogador pudiera darle otra paliza. No tardó en entrar una mujer, vestida completamente de negro al igual que el hombre.
- Lo tenemos.
Martín giró su cabeza hacia la mujer sin levantarla del respaldo de la silla de madera en la que lo tenían amarrado. Por el rabillo del ojo vio que el hombre sonría maliciosamente y entrecerró los ojos. ¿Exactamente qué tenían?
- Excelente, hazlo pasar, tal vez así suelte la lengua este argentino.
La mujer hizo una señal hacia afuera de la habitación, y dos hombres entraron arrastrando a otro joven más bajo, con un saco en la cabeza, y que intentaba en vano pegar sus pies al suelo para evitar que siguieran arrastrándolo.
Martín tragó saliva y comenzó a sentir el cuerpo frío cuando notó unas zapatillas familiares en los pies del joven. Además, estaba seguro de que esos pantalones los había comprado él.
Los hombres sentaron al nuevo rehén enfrente de Martín, uno de ellos se quedó atrás de la silla con ambas manos en los hombros del muchacho, el otro se hizo a un lado, pero antes le quitó el saco de la cabeza al joven, y Martín se encontró con dos ojos cafés un tanto asustados. Cuando las orbes oscuras se posaron sobre él, la expresión del joven se convirtió en una muy, muy enojada. Con su mirada fija en Martín, el recién llegado comenzó a gritarle detrás de la cinta aislante con la que lo habían callado. Intentó levantarse, pero las dos manos sobre sus hombros lo regresaron a su asiento. De todas formas, siguió moviendo sus pies, mostrando lo alterado y enojado que estaba.
Martín puso su mejor cara de nada.
- No tengo idea de quién es este pibe.
- ¡MhmmhHm! -Reclamó el muchacho, agitando su cabeza, ya que no le permitían levantarse.
- Bullshit, sabemos que este hombre es tu pareja.
- Soy un profesional, pirata, no me arriesgaría de esa forma, menos por tan poca carne -El joven en frente frunció los ojos con más fuerza e intentó levantarse otra vez. Martín sintió cómo caía una gota de sudor por su nuca.
- Let’s see what he has to say.
El hombre se acercó al moreno, haciendo que Martín se tensara inmediatamente, pero hizo su mejor intento para disimularlo. El inglés tomó un rincón de la cinta y sin mucha delicadeza la quitó de la cara del joven. El moreno comenzó a gritar de inmediato.
- ¡¿En qué chucha te metiste ahora?! -Bramó a todo pulmón, haciendo que los hombres detrás de él se estremecieran un poco al sentir el grito tan cerca de sus oídos- ¡¿Eso es sangre?! -Siguió gritando, cuando captó las manchas rojas en el suelo y en la ropa del rubio.
Martín continuó con su cara de nada, aún cuando sabía que nadie ahí le estaba creyendo su historia.
- ¡No me ignores, Martín! -Volvió a gritarle el joven, cuando se dio cuenta que estaba rehuyendo su mirada.
- Tal vez lo haya visto en un bar.
- Motherfucker, puedo hacerlo sangrar frente a ti si lo deseas -Le comentó el hombre, comenzando a irritarse con la negación del rubio. Hizo una seña con la mano, y la mujer que entró con Manuel y a los otros dos bravucones tiró de un artefacto en su cinturón, y con un leve movimiento de muñeca lo transformó en un bastón- Será una pequeña diversión antes de hacerte hablar.
Martín tragó saliva, pero cubrió su nerviosismo encogiéndose de hombros, asegurándose de no mirar a Manuel ni por un momento.
- Adelante, no voy a decir nada.
- ¡¿Qué mierda de broma es esta?! -Preguntó Manuel, quien por su rabia y confusión todavía no caía en la cuenta de lo serio de la situación. Todo eso en realidad le recordaba ligeramente cuando conoció a los amigos del rubio, ellos también lo arrastraron a un lugar recóndito cuando Martín no estaba mirando para cuestionar sus razones de salir con él.
Si era otro de sus juegos en los que se creían espías, les iba a partir la cara a todos los involucrados.
Martín solo quería que Manuel se callara por un momento para dejarlo maquinar un plan.
- Pensé que los de tu país serían mejores obteniendo información -Se reclinó en la silla de la forma más relajada que le permitían sus amarras, esperando que el hombre se olvidara por un momento de Manuel al concentrar su atención en él- Pero deben estar muy mal entrenados si traen a cualquier tipo con el que me han visto pasar la noche.
- Okeeey, no creas que no pagaras por eso cuando volvamos a la casa.
Enserio que estaba por gritarle al moreno que cerrara la puta boca.
- ¡I've had enough, take his tongue!
La mujer sonrió y se volteó amenazadoramente hacia Manuel, el moreno por fin captó el peligro al ver su mueca sádica y se encogió en su silla con los ojos bien abiertos.
- ¡Esperá! -Gritó el rubio, dejando la mentira que de igual manera nadie se había creído, y preparó sus pies para levantar la silla junto con él e intentar un escape.
Antes de que cualquiera pudiera ponerle un dedo encima a Manuel, los cristales de las ventanas estallaron y los pedazos cayeron al interior de la habitación. Manuel se echó al suelo, cubriéndose la cabeza mientras gritaba. Sus secuestradores también se cubrieron de los cristales, pero se incorporaron en cuanto varias personas con equipo de ataque comenzaron a entrar por las ventanas.
Martín aprovechó la distracción, y en cuanto su cabeza se aclaró un poco luego del estruendo, levantó la silla al erguir sus piernas y se lanzó sobre ella, quebrándola entre su cuerpo y el piso. Se aguantó el dolor que brotó en sus muñecas y rápidamente hizo a un lado las cuerdas que lo habían sostenido. Corrió hacia Manuel y puso su cuerpo sobre el del moreno para evitar que le dispararan por error.
- ¡¿Qué mierda, Martín?! -Le gritó en cuanto lo sintió junto a él.
- Te lo explico después, ¿Sí? -Uno de los sujetos que había entrado por las ventanas lanzó una pistola cerca del rubio, y luego de tomarla obligó al moreno a levantarse, sujetándolo de un brazo- Vamos, no van a tardar en llegar más chicos malos.
- ¡¿Y qué mierda eri’ vo en todo esto?! -Manuel lo siguió, pegado al cuerpo del rubio y agarrado con fuerza a la ropa de Martín. El rubio se dio el lujo de mirarlo con una sonrisa coqueta y decirle con voz grave.
- Pues, amor, soy un espía -Acto siguiente, obligó al moreno a saltar por una ventana.
- Te juro que te dispararía si no fuera a sentirme tan culpable después -Le comentó Manuel, cuando ya estaban en la sala médica de la base de operaciones, con Luciano vendando el torso de Martín para sostener sus golpeadas costillas. Miguel andaba por ahí quejándose del orificio que una bala le había dejado en el hombro por ir a rescatar el trasero de Martín.
Con razón los amigos de su novio eran tan extraños.
- Creo que te verías muy sexy practicando en la cancha de tiro -El rubio le meneó las cejas, y Manuel le respondió tocando con fuerza uno de sus tantos moretones- ¡Ouch!
- ¿Siquiera te llamas Martín? ¿O es una de esas cosas que “si me dices tendrás que matarme”? -El rubio comenzó a reír, pero terminó chillando cuando una de sus costillas protestó por el movimiento.
- No seas tan dramático, Manu, solo promete que no dirás nada.
- Ninguno de los vecinos me creería de todas formas -Manuel suspiró, y ya que Luciano había acabado, se sentó a un lado de su novio y comenzó a acariciarle la cabeza- Según todos, no matas ni una mosca.
- Siento que te hayan secuestrado por mi culpa -Ronroneó Martín, acercando la cabeza hacia sus caricias como un gato.
- Si, bueno, si esperas que lo nuestro funcione, uno de tus amigos ninjas va a tener que enseñarme a dar uno que otro golpe… y quiero un arma -Agregó rápidamente el moreno.
Martín no sabía si eran los analgésicos, pero de pronto sintió que flotaba.
- No te preocupes Manu, yo te enseño, amor.
- Ja-ja, ni creas que te daré la oportunidad de mandarme al suelo, quiero a Miguel, a él no me importaría golpear.
- ¡A ver si vuelvo a rescatarte alguna vez, Manuel!
En realidad, si fue a buscarlo a la próxima que lo secuestraron, y a la siguiente, y a la siguiente. Y así.
FIN
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bashdupondmoretti · 3 years
Text
𝑾𝒐𝒖𝒍𝒅 𝒚𝒐𝒖 𝒍𝒐𝒗𝒆 𝒎𝒆 𝒎𝒐𝒓𝒆 𝑰𝒇 𝑰 𝒌𝒊𝒍𝒍𝒆𝒅 𝒔𝒐𝒎𝒆𝒐𝒏𝒆 𝒇𝒐𝒓 𝒚𝒐𝒖?
𝐃𝐞𝐜𝐞𝐦𝐛𝐞𝐫, 𝟐𝟎𝟏𝟗. 𝐍𝐞𝐰 𝐘𝐨𝐫𝐤, 𝐄𝐄𝐔𝐔.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Meses de ausencia en las que una traicionera noche de mayo acabó con la intensa e intermitente relación que llevaba con la joven Klaffert. La pasión viró a la locura, una obsesión que palpaba en su presencia y que dolía en su inevitable partida. El alcohol había vuelto a ser su mejor amigo, su confidente, ahogando las penas en aquel añejado de whisky que, a esas alturas, pasaba como agua. Estaba borracho la gran parte del tiempo y sobrio, no hacía más que descargarse en alguna prostituta o, la mejor de las opciones, matar a sangre fría.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Rhage, tengo información…
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Sobre?
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Ni siquiera dio la vuelta pero la mano masculina deslizó un papel por el roble de la barra del bar, acercándosela. Dio vuelta la hoja, donde había escrito una dirección que llevaba al barrio de Manhattan. La dirección indicaba el The Roosevelt Hotel, piso trece.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—La información que pediste ayer, sobre la italiana…
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Nadie se atrevía a decir su nombre tras el quiebre de una relación que jamás fue pero que existía. Nathaniel lo había prohibido, aunque él fuese el máximo artillero de traer el recuerdo de la rubia a su vida. Meses y seguía tan loco como el primer día en que la conoció y, en consecuencia, debía saber dónde estaba para aliviar su propio dolor. Aguantó demasiado pero la opresión en el pecho y el fuego cáustico en su interior no templaba y saber de ella sería lo único que traería un poco de paz para él. Un acto egoísta, pero necesario.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Cuando Nathaniel se levantó, tambaleó un poco y debió apoyarse en el taburete para recuperar el equilibrio. En ese momento, la mano ajena lo tomó por el hombro para darle una advertencia que cambiaría por completo sus planes.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Rhage, espera.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Qué mierda quieres? Tu paga ya está, vete, ahora déjame en paz.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Es que hay algo que no te he dicho…
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¡Y dispara, hombre!
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Kylian Broussard era un portugués que había reclutado en París. Uno de sus mejores espías, sigiloso como un ninja, hábil e inteligente como un felino. No se le escapaba nada; todo lo averiguaba y a una rapidez envidiable por los demás. No por nada le había confiado esa tarea y como siempre, no decepcionó.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No está sola.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Sí, seguro debe estar con los guardaespaldas de su padre o sus hermanos, qué se yo…
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No, Rhage. No está sola. —repitió con un claro énfasis en la última palabra y fue ahí cuando Nathaniel entendió. Estaba con alguien más. —La italiana… está con otro hombre.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Los labios se le secaron y el corazón pareció estrujarse por debajo de sus costillas. En su vida había experimentado un dolor de tal calibre, tanto que se volvió un dolor físico, un malestar que embargó su pesada anatomía. Le dolía todo. Solo imaginarse a otro hombre tocándola, besándola, le revolvía las entrañas. Se sintió nauseabundo, obligándose a reprimir el impulso por vomitar en la impecable baldosa del bar.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Estás bien? Rhage, no quería…
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No, cumpliste con lo que te pedí. Gracias, Kylian.
(...)
⠀⠀⠀⠀⠀⠀El Corvette lo trasladó del bar hasta el edificio Roosevelt. Hervía en furia. Sus dedos se ceñían al manubrio con fuerza, con tanta que sus falanges palidecían al cortarse el flujo sanguíneo. Golpeaba el mismo cada tanto en el intento de no ceder a ese llanto que buscaba calmar la angustia. No podía saberse débil, no podía darle el gusto a Alexya. Quería matarla. Necesitaba hacerlo. ¿Reírse en la cara de Nathaniel? No se lo permitió a ninguna, Alexya no sería la excepción.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Señor, debe registrarse… ¡Señor!
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Volteó y con la mandíbula tensada, la vena marcándose en su sien y en su cuello, lanzó una mirada que fulminó a la recepcionista.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Lo siento, lo siento… Vengo a visitar a una vieja amiga. —respondió suavizando la voz y aclaró su garganta. Se acercó a la recepción, firmó con el típico “Rhage Van Slyck” y le dedicó su más coqueta y divertida sonrisa. —Muchas gracias, cariño. Mis disculpas.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Tomó el elevador y su diestra avanzó por la zona de los oblicuos, palpando el metal que ocultaba bajo la camisa. Un millar de ideas revoloteaban por su cabeza y no se decidía por ninguna; cada una le tentaba más que la otra. El impulso del momento y la sed de sangre era proporcional al dolor que almacenaba su sistema. Necesitaba aliviarse, y no sabía cómo. Pero si de algo estaba seguro, es que sería una masacre.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Como era de esperarse, el décimo tercer piso pertenecía únicamente a la italiana. Al momento de arribar, un guardaespaldas lo recibió. Antes de que pudiese preguntar, el filo de la cuchilla se deslizó horizontalmente por el cuello ajeno. No le importó que el líquido escarlata se irrigara en las ropas limpias del portugués y que se ahogara en su propia sangre, trapicando, apagándose en una rápida agonía frente a él. El cuerpo cayó a los pies y de un improvisado saltó avanzó por el inmenso pasillo. Ahora solo tenía que adivinar dónde estaba la mujer en cuestión.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀La demora del guardaespaldas alertó a sus compañeros, quienes no tardaron en ir a buscarlo. Ahí encontraron a Nathaniel ensangrentado y con la sonrisa viciosa, enseñando sus blancos dientes. Caminó lento, cuidando sus pasos y con sus hombros hacia adelante. El cuchillo lo sujetaba con su diestra mientras que su mano contraria imitaba los movimientos en las cuerdas de una guitarra. No se inmutó ni cuando se abalanzaron contra él los cuatro hombres, deteniéndolos cuando empuñó otra arma blanca, deshaciéndose de dos al hundir las cuchillas la zona toráxica de ambos. Un corte alargado por el abdomen que cortó fácilmente las ropas y cómo no, las carnes que despidieron sangre a borbotones al suelo. Solo quedaban dos.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Despavorido, uno salió a esconderse. Nathaniel alcanzó a dispararle por la espalda con la Colt Python 357 que llevaba consigo. El otro prefirió enfrentarlo con un revólver. Antes de que pudiese dispararle, el portugués se adelantó y lanzó la cuchilla que abatió al valiente guardián de Alexya, hundiéndose la hoja filosa en el globo ocular izquierdo. De espalda cayó, lanzando un grito desgarrador. Acabó con él con la misma arma que lo apuntó anteriormente, disparándole en la sien. Guardó la pistola en su pantalón y continuó.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Asumió que, de donde venían los guardaespaldas, era donde estaba Alexya. Los gritos debieron haberla alertado pero nada más alejado de la realidad. El mayor avanzó campante, guardando las facas en su cinturón. De las tres habitaciones que revisó, vacías. Avanzó a la cuarta recámara la cual estaba cerrada, pero sin seguro. Entró sin dudarlo.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¡Ahora no! ¡Se pueden ir! —exclamó la italiana.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Estaba ocupada. Escucha risas al unísono; ella y otro hombre, tal cual su informante le había avisado. Nathaniel continuó con su camino y esta vez abandonó cualquier atisbo de razonamiento, autocontrol y voluntad. No era él, sino un despiadado animal en busca de las peores venganzas. Meterse con su chica, fue un gravísimo error. Lo suyo era suyo; incluso si no estaba con él. Y los vio juntos. Lo besaba de la misma forma en que lo besaba a él. Lo tocaba. Desnuda, él la tocaba de vuelta. La escena lo destruyó.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Los celos se apoderaron de él, tanto que ni siquiera le oyó a ella gritarle, preguntándole qué es lo que hacía ahí y por qué estaba cubierto en sangre. Los azules de la rubia se clavaron en los vestigios de las gotas de sangre estampadas en la ropa del hombre y pudo jurar haber visto una sonrisa, la que prontamente se desvaneció, en el rostro de quien aún consideraba como —su chica—. Ignoraba cada una de sus palabras y es que su objetivo era otro.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Cómo te atreviste… —con los dientes apretados, desafió a la rubia. —Cómo te atreviste, carajo. Cómo.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Nathaniel, no, mierda, te lo puedo explicar.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Y no, no había nada que explicar. El terror se apoderó de él y del miedo afianzó la fuerza que necesitaba para impedir que Alexya lo detuviera cuando se abalanzó contra él. Su mano contra su pecho fue suficiente para quitarla del medio, empujándola de manera que su espalda embistió contra el decomural. De ahí, todo pasó como cuan película de acción. La música eran los gritos del desconocido que reclamaba piedad, algo que Nathaniel no le iba a entregar. El desconocido intentó arrancar pero la mano de Nate en su cuello se lo impidió. Lo lanzó contra la cama y él se subió arriba de él, aprisionándolo con sus piernas alrededor del sujeto.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—No debiste, hijo de puta, no debiste…
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¡Ni siquiera sabía que estaba con alguien! Créeme, puta madre. ¡Alexya haz algo! ¡Por favor!
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Pero la rubia observaba con una adoración y fascinación indescriptible. No se movió del umbral de la puerta, quizá con miedo o probablemente deseosa del espectáculo que le iba entregar su hombre de primera mano. Lo siguiente fue la cuchilla hundiéndose en la arteria carótida del contrario, desencadenando una explosión de sangre que manchó a Nathaniel, la cama y la marfil pared que ahora tenía manchas burdeos por doquier.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Y continuó apuñalándolo. En el pecho, en el tórax, en los brazos, los hombros, incluso en el cuello. No se detuvo hasta cumplir las veinte puñaladas. Debía ser número par, le repetía el demonio en su cabeza. No podía ser ni una, ni una menos. Las llevaba contadas y cada una perfectamente distribuida por su cuerpo. Cuando alcanzó la cuenta deseada, se detuvo. Su respiración agitada hacía juego con su pecho que subía y bajaba violentamente. La adrenalina le hizo apartarse de inmediato y guardó las armas en su pantalón. Ensangrentado, visualizó el cuerpo inerte y que inundaba las blancas sábanas del metálico líquido. Orgullo sintió e impulsivo pateó las piernas que colgaban de la cama.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Te habías tardado, kitten. —susurró ella, maravillada.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Nathaniel volteó a verla y ella yacía con una sonrisa absorta, admirando la inquietante escena que el hombre había retratado para ella. Su desnudez la cubría con la camisa del ahora difunto. Minutos después, logró discernir el espectáculo que había elaborado exclusivamente para la europea. Había matado por amor. Por obsesión. Por celos.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Alexya, yo…
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Shh, kitten. Te estaba esperando.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Cuando pensó pedir disculpas, ella lo tranquilizó con tan solo una mirada. Los azules le dijeron todo. Se acercó a él y le tomó por el rostro con su diestra, manchándose los dedos con la sangre ajena, aún caliente. Deslizó su mano hasta la hebilla del cinturón de Nate y lo tomó con determinación, agarrando la creciente erección que se formaba bajo la tela.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Aprovechando el momento… me follas. Luego limpiaremos este desastre.
⠀⠀⠀⠀⠀⠀Y sin más, acató a lo que la joven demandó.
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