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Siddhartha, de Hermann Hesse (1922)
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sad666clown · 2 years
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"Por lo general, la lengua nos mete en más problemas que la polla".
— Paul Edgecombe (La milla verde), Stephen King.
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arcetoz77 · 2 years
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enalfersa · 2 years
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El diablo puede llorar
El diablo puede llorar
Sherrilyn Kenyon Un dios de la antigüedad, seductor, implacable y vengativo. El Cazador Oscuro más turbador e irresistible de toda la saga. Lleva un largo abrigo de cuero negro donde oculta sus antiquísimas dagas, y recorre Nueva York para dar caza a unos terribles enemigos, los gallu, que son demonios, sumerios como él. Se trata de Sin, un dios al que Artemisa desposeyó de sus poderes, y que…
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deadbunnys · 2 years
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Getting back on track... "Diario de una ninfómana" x @valerietasso69 & @penguinukbooks #diariodeunaninfomana #valerietasso #debolsillo #penguinbooks #bookstagram #bookaddict #booklover #bookgram #bookcollector #deadbunnystore (at Dead Bunny Store) https://www.instagram.com/p/Cgmi_ZoA-KO/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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elnombredaigual · 6 months
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La lectura es placer y alegría de estar vivo o tristeza de estar vivo y sobre todo es conocimiento y preguntas.
Bolaño, R. (2004). 2666. Editorial DeBolsillo.
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la-semillera · 1 year
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Es un hecho extraño que las barreras que preservan los grados de intimidad son inmensamente resistentes y, sin embargo, pueden ser vencidas por el más leve roce. El mundo puede cambiar para siempre con solo tomarle a alguien la mano de una determinada manera, con solo mirarle a los ojos de una determinada manera.
-Iris Murdoch, El príncipe negro. Ed: DEBOLSILLO. Traducción de Camilla Batlles Vinn.
Iris Murdoch y John Bayley
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gregor-samsung · 8 months
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" Nos contaban con mucha seguridad el significado y la historia de cada estancia del palacio, y la forma en que fue restaurado en relación con el edificio anterior, pero hacían prodigios de evasivas y circunloquios para no referirse al 11 de setiembre de 1973. La verdad es que la restauración se hizo con una gran fidelidad a los planos originales. Tapiaron unas puertas, abrieron otras, derribaron muros, cambiaron tabiques de lugar, y eliminaron la entrada de Morandé 80, por donde los presidentes recibían las visitas privadas. Fueron tantos los cambios, que alguien que hubiera conocido el palacio antiguo no sabría orientarse en el nuevo. Los oficiales que nos atendían pasaron un mal rato cuando les pedimos mostrarnos el original del Acta de Independencia que estuvo expuesto durante años en la sala del Consejo de Ministros, y que sabíamos destruido en el bombardeo. Nunca lo admitieron, sino que prometían conseguirnos más tarde un permiso especial para filmarlo, y siempre más tarde y más tarde, hasta que terminamos la filmación. Tampoco pudieron decirnos dónde estaba el escritorio de don Diego Portales, y tantas reliquias que los presidentes anteriores habían ido dejando a lo largo de los años, para un pequeño museo histórico que fue arrasado por las llamas. Tal vez los bustos de todos los presidentes desde O’Higgins corrieron la misma suerte, aunque es corriente la versión de que el gobierno militar los retiró de la galería donde estuvieron siempre para no verse forzados a poner también el de Salvador Allende. En general, la impresión que se tiene después del recorrido completo del palacio, es que todo se ha cambiado a fondo con el propósito único de borrar hasta el último vestigio del presidente asesinado. "
Gabriel García Márquez, La aventura de Miguel Littín clandestino en Chile, edición Debolsillo (Contemporánea), 2012³; pp. 173-174.
[ 1ª edición: Editorial Oveja Negra, Bogotá, Colombia, 1986 ]
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eva248 · 6 months
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Lecturas de noviembre. Tercera semana
Mi hermanita Magdalena / Elena Garro. Editorial Debolsillo, 2022 Magdalena desaparece un domingo lluvioso en ausencia de sus padres. Tras casarse “en broma” durante una ceremonia secreta con Enrique, este la extrae en contra de su voluntad de su casa paterna. Guiadas por Crimen y castigo de Dostoievski, sus lecturas de Sherlock Holmes y su cultura hollywoodesca, Rosa y Estefanía buscarán a su…
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El pájaro pintado, de Jerzy Kosinski (1965)
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las-microfisuras · 2 years
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¿Quién yace en la tumba de un poeta? El poeta, desde luego, no, eso es bien sabido. El poeta está muerto, de lo contrario no tendría una tumba. Pero el que está muerto ya no es nadie, por lo tanto tampoco está en su tumba. Las tumbas son ambiguas. Conservan algo y, sin embargo, no conservan nada. Naturalmente, esto se puede decir de todas las tumbas, pero cuando se trata de las tumbas de los poetas con eso no está todo dicho. En su caso hay algo diferente. La mayoría de los muertos callan. Ya no dicen nada. Literalmente, ya lo han dicho todo. Pero no sucede así con los poetas. Los poetas siguen hablando. A veces se repiten. Esto ocurre cada vez que alguien lee o recita un poema por segunda o centésima vez. Pero hablan también para quienes todavía no han nacido, para unas personas que aún no han vivido cuando ellos escriben lo que escriben. ¿Por qué visitamos la tumba de alguien a quien no hemos conocido en absoluto? Porque aún nos dice algo, algo que sigue resonando en nuestros oídos, que hemos retenido e incluso no hemos olvidado, que nos sabemos de memoria y de vez en cuando repetimos, en voz baja o en voz alta. Con alguien cuyas palabras siguen estando presentes para nosotros mantenemos una relación, del tipo que sea. Por esa razón, no es imprescindible visitar su tumba. Cuando se trata de tumbas, todo es irracional. Llevamos flores a nadie, arrancamos los hierbajos para nadie y aquel por quien vamos no sabe que estamos allí. Sin embargo, lo hacemos. En algún rincón secreto de nuestro corazón albergamos la idea de que esa persona nos ve y se da cuenta de que seguimos pensando en ella. Pues eso es lo que queremos; queremos que los muertos reparen en nosotros, queremos que sepan que seguimos leyéndoles, porque ellos siguen hablándonos. Cuando nos hallamos al lado de sus tumbas, sus palabras nos envuelven. La persona ya no existe, pero las palabras y los pensamientos permanecen. Podemos al menos rememorar. Cada visita a la tumba de un poeta es una conversación en la cual la respuesta ya está ahí mucho antes que todo lo que nosotros mismos pudiéramos decir. Es una paradoja. Algo se ha dicho ya, pero sin que se haya formulado una pregunta. Hemos venido a dar nuestra aquiescencia, a estar cerca de las palabras que ya se han dicho.
- Cees Nooteboom, Tumbas de poetas y pensadores. DeBolsillo 2017. Trad: María Cóndor.
- La tumba de Robert Louis Stevenson en Samoa. Simone Sassen
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bocadosdefilosofia · 1 year
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«Durante el interrogatorio policial, cuando Eichmann declaró repentinamente, y con gran énfasis, que siempre había vivido en consonancia con los preceptos morales de Kant, en especial con la definición kantiana del deber, dio un primer indicio de que tenía una vaga noción de que en aquel asunto había algo más que la simple cuestión del soldado que cumple órdenes claramente criminales, tanto en su naturaleza como por la intención con que son dadas. Esta afirmación resultaba simplemente indignante, y también incomprensible, ya que la filosofía moral de Kant está tan estrechamente unida a la facultad humana de juzgar que elimina en absoluto la obediencia ciega. El policía que interrogó a Eichmann no le pidió explicaciones, pero el juez Raveh, impulsado por la curiosidad o bien por la indignación ante el hecho de que Eichmann se atreviera a invocar a Kant para justificar sus crímenes, decidió interrogar al acusado sobre este punto. Ante la general sorpresa, Eichmann dio una definición aproximadamente correcta del imperativo categórico: “Con mis palabras acerca de Kant quise decir que el principio de mi voluntad debe ser tal que pueda devenir el principio de las leyes generales” (lo cual no es de aplicar al robo y al asesinato, por ejemplo, debido a que el ladrón y el asesino no pueden desear vivir bajo un sistema jurídico que otorgue a los demás el derecho de robarles y asesinarles a ellos). A otras preguntas, Eichmann contestó añadiendo que había leído la Crítica de la razón práctica. Después explicó que desde el momento en que recibió el encargo de llevar a la práctica la Solución Final, había dejado de vivir en consonancia con los principios kantianos, que se había dado cuenta de ello, y que se había consolado pensando que había dejado de ser “dueño de sus propios actos” y que él no podía “cambiar nada”.»
Hannah Arendt: Eichmann en Jersusalén. Debolsillo, págs. 199-200.  Barcelona, 2014
TGO
@bocadosdefilosofia
@dies-irae-1
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enalfersa · 2 years
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El día que se perdió la cordura
El día que se perdió la cordura
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dk-thrive · 2 years
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After all, what are we, what is any one of us, if not a combination, particular and exact, of what we have done, what we have read, and what we have imagined?
Enrique Vila-Matas, Hijos sin hijos (DEBOLSILLO; March 8, 2012) (via Alive on All Channels)
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lalectora · 7 days
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2024/9. EL VELO PINTADO. W. SOMERSET MAUGHAM. DEBOLSILLO
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la-semillera · 1 year
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VALENTINE SCHLEGEL & IRIS MURDOCH
Quizá el mundo pueda ser fundamentalmente descrito como un lugar de sufrimiento. El hombre es un animal que sufre, sujeto a persistente angustia, dolor y temor, sujeto a la regla de lo que los budistas llaman dukha, la infinita e insatisfecha ansiedad de un ser que desea apasionadamente bienes ilusorios. Todos sufrimos, pero sufrimos de manera distinta.
-Iris Murdoch, El príncipe negro. Ed: DEBOLSILLO. Traducción  de Camilla Batlles Vinn.
-Valentine Schlegel, jarrón, servicio (loza, esmalte azul-negro), París, alrededor de 1955
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