Tumgik
#a verm tale
vermillioncrown · 1 year
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ppl don't portray academia right bc we're all a bit Something to keep wanting to go to school
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in honor of tumblr's 'click for frogs'
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psycofreakx · 5 months
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Close Start: @house-of-tales
A noite estava fria e um céu lindo sem estrelas, apenas uma lua cheia bela e brilhante, tomando conta do céu e carregando toda a beleza para si. Marshall vestia um casaco de pele, não por estar com frio, afinal estava sempre frio, mas apenas por estilo. Caminhava tranquilo pela sua mansão, uma taça de vinho em sua mão esquerda e um cigarro na direita. Logo tomando a sua rotina diária: visitar cada cômodo e admirar suas estátuas e analisar, às vezes precisava de algum toque ou reforma.  
Cada lugar tinha um estilo de época diferente, todos voltados a período história, artístico ou musical. Gostava muito do cômodo dos góticos e do pop, toda sua inspiração da atualidade era em torno da cantora Lady Gaga, mesmo que o gênero em si não fosse seu favorito. Cada canto estava em ordem, até chegar na ala ‘natural’. Um espaço onde suas esculturas eram puras, sem nenhuma modificação, todas nuas e revelando apenas o ouro de seu veneno. 
De frente estava tudo certo, mas ao olhas as costas, pode notas que várias, para não dizer todas, apresentavam desenhos e rabiscos de mal gosto. Apesar da pele gelada, estava queimando de raiva, a mão explodindo a taça com a fúria. - “Quem foi o verme, desgraçado, filha de uma puta ordinária que fez isso?” - os gritos ecoavam, sentindo que o culpado não estava tão longe.  
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mooneaters · 7 months
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I. Creation
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El inicio y el final de una historia siempre están marcados por hechos gloriosos, significativos o desgarradores. Son el inicio y el final las partes más importantes de cualquier ser y determinarán el camino que se debió recorrer durante días, semanas, meses, años o siglos. Sin embargo, las esperanzas de la vida de un demonio no siempre son las mejores.
Mi inicio comenzó en el Círculo de la Pereza del Infierno, los llantos de un recién nacido se mezclaban con los gritos ahogados de desesperación y rabia de los eternos condenados en el río de Estigia, fluyente y defensor de los juramentos, dónde el primer niño nacido en el decimosegundo mes del año fue “bautizado” como un demonio más de los infiernos.
No sabría especificar cuánto tiempo viví en el tan conocido Inframundo ya que  allí no existe el día ni la noche, el tiempo es solo un invento de los humanos que solo los del Limbo tenían la desdicha de experimentar por su naturaleza de no bautizados. Lo que los humanos consideran infancia y adolescencia lo pasé entre travesuras, desobediencias y peleas sin sentido.
Era común verme entre el mismo grupo de jóvenes demonios corriendo y gritando por sus vidas luego de robarle a los viejos, siendo espectadores de la almas llenas de ira golpeando, mordiendo y jalando a cualquiera que se acercara, o lanzando piedras y saltando sobre los cuerpos de los perezosos que mantenían boca abajo en el Estigia.
Así pasó el tiempo, siendo confidentes de nuestras condenadas vidas, haciendo planes para destrozar la poca comodidad de nuestros vecinos y juzgando las aburridas reglas del infierno. Éramos mocosos a los ojos del resto, niños cuya curiosidad de uno era contagiada al resto como una plaga sin fundamentos.
Al inicio eran preguntas inocentes tales como: “¿qué pasaría si atamos las almas y navegamos y así poder ver mejor cómo los iracundos se destrozan entre ellos?”, o “¿Podemos ir al resto de Círculos?”, e incluso la duda que nos condería…“¿Qué se siente ser humano?” 
Porque los demonios nacidos en el Infierno no tienen alma, son solo espectros, desechos creados en base a la imperfección humana que retrata todo lo que el Todopoderoso rechaza en su Santo Reino. 
Solo éramos niños confundidos y llenos del deseo de la Sabiduría que odiaban vivir entre las cadenas de un castigo que nunca cumplieron, sólo experimentaban lo que su entorno le proveía, solo querían ir más allá del Bien y del Mal impuesto hace milenios atrás. Veíamos injusticia en la realidad y decidimos rebelarnos a las leyes sin conocer las consecuencias de nuestra sed ya que estas solo fueron mostradas cuando ya éramos tachados como “Fygás”.
Decir que la partida a la Tierra fue dolorosa sería un eufemismo. Nos hicieron tener nervios para torturarnos con la sola excusa de “enseñarnos lo que es sentir para los humanos”, nos maldijeron y a nuestras familias a la desolación absoluta, y nos echaron a patadas de nuestro hogar. 
Seguíamos siendo un cascarón vacío sin alma alguna, destinados a ambicionar el calor de un toque porque solo es el alma el que permite a una persona vivir.
Vagué por años con la necesidad infinita de morir, muchos fueron los intentos de suicidio de cada forma posible que cruzara en mi cabeza y en cada una de ellas, sin excepción, era salvado por un maldito de ojos brillantes que susurraba “no podrás escapar”, así que me di por vencido y me refugié en la escritura, tanto como trabajo como método de “superación” (una terapeuta que llegué a conocer lo llamaba “terapia”).
Y es aquí en que inicia el cambio en mi redacción.
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kpwx · 1 year
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Las primeras poetisas en lengua castellana, de Clara Janés (ed.)
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Aunque para ser poesía del Siglo de Oro tiene pocas notas explicativas, este es un libro muy recomendable si lo que se quiere es conocer escritoras poco conocidas de esa época. (En lo que respecta a mí y a mi supina ignorancia, solo conocía a cuatro de las cuarenta y cuatro poetisas aquí incluidas). Por criticarle algo, me hubiese gustado que se incluyesen menos poemas de sor Juana Inés de la Cruz (que es quien ocupa más páginas) a cambio de agregar algunos más de otras menos conocidas.
Para no hacerlo aun más largo de lo que es, de algunos poemas solo dejo un par de estrofas. Aquí van.
Leonor de la Cueva y Silva
“Ni sé si muero ni si tengo vida”
Ni sé si muero ni si tengo vida, ni estoy en mí, ni fuera puedo hallarme, ni en tanto olvido cuido de buscarme, que estoy de pena y de dolor vestida. Dame pesar el verme aborrecida y si me quieren, doy en disgustarme; ninguna cosa puede contentarme, todo me enfada y deja desabrida; ni aborrezco ni quiero ni desamo; ni desamo ni quiero ni aborrezco, ni vivo confiada ni celosa; lo que desprecio a un tiempo adoro y amo; vario portento en condición parezco, pues que me cansa toda humana cosa.
“Todo lo pierde quien lo quiere todo”
Muestra Galicio que a Leonarda adora, y con segura y cierta confianza promete que en su fe no habrá mudanza, que el ser mudable su firmeza ignora. Mas de su amor a la segunda aurora muda su pensamiento y su esperanza, y sin tener del bien desconfianza, publica que Elia sola le enamora. Con gran fineza, aunque si bien fingida, a Leonarda da el alma por despojos, y luego con un falso y nuevo modo dice que es Elia el dueño de su vida; pues oiga un desengaño a sus antojos: todo lo pierde quien lo quiere todo.
“Liras en la muerte de mi querido padre y señor”
Musa, detente un poco, que si de tantos males hago suma y en el presente toco, no es suficiente mi grosera pluma, que pues estoy penando, cuanto puedo decir digo callando.
 Francisca Páez de Colindres
“Sátira en Ovillejos en tiempo de Felipe IV y el Conde Duque,...”
Mirad que es mortal quien os engaña y que saber morir es grande hazaña; pues de solo un momento pende el eterno premio o el tormento, y si una vez se yerra no hay remedio en el cielo ni en la tierra; no es bien que en vanidades sumergidos tengáis vuestros sentidos sin la justa memoria de que es un soplo toda humana gloria; mirad que la grandeza anda enferma de vahídos de cabeza; advertid que es prestada y que ayer fuisteis poco más que nada.
Catalina Clara Ramírez de Guzmán
“Retrato suyo”
Un retrato me has pedido, y aunque es alhaja costosa a mi recato, por lograrte agradecido, si he dicho que soy hermosa, me retracto. El carecer de belleza con paciencia lo he llevado; mas repara en que ya a cansarme empieza, y aunque lo niegue mi agrado, me da en cara. Pero, pues precepto ha sido, va a un traslado reducida mi figura, y porque sea parecido ha de ser cosa perdida la pintura. No siendo largo ni rizo, a todos parece bien mi cabello, porque tiene tal hechizo, que dicen cuantos le ven que es bello. Si es de azucena o de rosa mi frente, no comprenhendo, ni el color, y será dificultosa de imitar, pues no le entiendo, yo la flor. Y aunque las cejas en frente viven de quien las mormura sin recelo, andan en traje indecente, pues siempre está su hermosura de mal pelo. Los ojos se me han hundido, y callar sus maravillas me da enojos, y en su ausencia me han servido como negros dos neguillas de ojos. Mis mejillas desmayadas, nunca se ve su candor, y esto ha sido porque son tan descuidadas las tales, que hasta el color han perdido. De mi nariz he pensado que algún azar ha tenido, o son antojos; pero a ello me persuado porque siempre la he traído entre ojos. Viéndola siempre a caballo, mi malicia me previene que lo doma, y en buena razón lo hallo, pues aunque lengua no tiene se va a Roma. No hallaré falta a mi boca aunque molesto el desdén me lo mande, porque el creerlo me toca, que dicen cuantos la ven que es cosa grande. Pero aunque es tan acabada, confieso que le hace agravio un azar, pues a los que más agrada dicen que tiene en el labio un lunar. La garganta es pasadera, y aunque no es larga, no estoy disgustada, pues en viéndome cualquiera ha de confesar que soy descollada. Tiene el que llega a mi mano, aunque de corta lo niega, gran ventura, pues llegue tarde o temprano a sus dedos, siempre llega a coyuntura. Con todo, tan poco valen aunque alegan sus querellas no ser mancas, que cuanto mejores salen no habrá quien me dé por ellas dos blancas. Porque nada desperdicia dicen que es corto mi talle, y he observado que no es talle de codicia, pues nadie puede negalle que es delgado. Que el mundo le viene estrecho su vanidad ha llegado a presumir, y viendo su mal derecho más de cuatro le han cortado de vestir. Pues no merece mi brío quedarse para después ni el donaire, ni encarezco porque es mío; solo digo que no es cosa de aire. A ser célebres sospecho que caminan mis pinceles si me copio, pues el retrato que he hecho sé que no lo hiciera Apeles tan propio. Sin haberle obedecido, el retrato a mi despecho ha sido vano, pues tú cabal lo has pedido, y todo el retrato he hecho de mi mano. Y que tiene, es infalible, algún misterio escondido, y yo peno por saber cómo es posible que estando tan parecido, no esté bueno. Tal cual allá va esa copia, y si me deseas ver, yo creo según ha salido propia, que te ha de hacer perder el deseo. Y si tal efecto hace, temo que pareceré confiada, y aunque no me satisface mi trabajo, quedaré muy pagada.
Por largo que fuese, no quise suprimir ninguna estrofa de su bonito retrato.
Cristobalina Fernández de Alarcón
“Canción amorosa”
Mil veces me imagino gozando tu presencia en dulce gloria, y con gozo divino renueva el alma su pasada historia; que con esta memoria se engaña el pensamiento y en parte se suspende el mal que siento. Mas como luego veo que es falsa imagen que cual sombra huye, auméntase el deseo, y ansias mortales en mi pecho influye con que el vivir destruye; que amor en mil maneras me da burlando el bien, y el mal de veras. Canción, de aquí no pases; cese tu triste canto que se deshace el alma en triste llanto.
Juana de Arteaga
“Alegres horas de memorias tristes”
Alegres horas de memorias tristes que, por un breve punto que durastes, a eterna soledad me condenastes en pago de un contento que me distes. Decid: ¿por qué de mí, sin mí, os partistes sabiendo vos, sin vos, cuál me dejastes? Y si por do venistes os tornastes, ¿por qué no al mismo punto que vinistes? ¡Cuánto fue esta venida deseada y cuán arrebatada esta venida! Que, en fin, la mejor hora fue menguada. No me costastes menos que una vida: la media en desear vuestra llegada y la media en llorar vuestra partida.
Santa Teresa de Jesús
“Unos versos de la Santa Madre Teresa de Jesús, nacidos al fuego del amor de Dios que en sí tenía”
¡Ay! ¡Qué larga es esta vida, qué duros estos destierros, esta cárcel y estos hierros, en que el alma está metida! Solo esperar la salida me causa un dolor tan fiero, que muero porque no muero. Mira que el amor es fuerte; vida, no me seas molesta; mira que solo te resta, para ganarte, perderte: venga ya la dulce muerte, venga el morir muy ligero, que muero porque no muero.
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ochoislas · 2 years
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«Al día siguiente a mediodía me topé con el viejo que había ido a vender el caballo. Yo estaba parado ante una cascada no muy lejos de la aldea y él volvía a la cabaña. Nos encontramos justo en el momento en que yo había resuelto abandonar mi condición de monje peregrino y volver a la choza para pasar el resto de mis días junto a la mujer.
»A decir verdad, desde que me separé de ella por la mañana, ésa era mi idea fija. No hubo serpientes que cruzaran mi camino, ni bosques infestados de sanguijuelas. Pero me daba cuenta de que, aunque el camino siguiera siendo duro y mortificara mi cuerpo y mi alma, mi peregrinación ya no tenía sentido. Mis sueños de endosar algún día la estola púrpura y presidir un gran monasterio ya no significaban nada para mí. Ser llamado Buda viviente, que los fieles se agolparan a venerarme, sólo me revolvería el estómago con el hedor de mi pecado carnal.
»Podrá imaginar que no le he contado todos los detalles de mi historia, pero tras meter en la cama al idiota la mujer volvió a salir a la sala donde yo estaba acostado junto al hogar. Me dijo que mejor que tornar a una vida de abnegación y austeridades debía quedarme a su lado en la cabaña junto al río, donde el verano era fresco y el invierno cálido. De haber yo cedido a su ruego por tan fútiles motivos, diría usted sin duda que me había hechizado su belleza. Pero permítame decir en mi defensa que sentí por ella una sincera compasión. ¿Cómo sería su vida en aquella montaña aislada, con un idiota como único compañero, sin comunicación alguna, sintiendo como poco a poco perdía la facultad de hablar?
»Aquella mañana al despedirnos a la luz del alba, me dolía a dejarla. Ella lamentaba no volver a verme nunca más y envejecer sola en aquel andurrial. Me dijo que si alguna vez veía yo pétalos blancos flotando en una corriente, aunque fuera mínima, sabría que ella se había arrojado al río y se estaba deshaciendo en pedazos. Aunque abatida, su hospitalidad no flaqueó. Me dijo que siguiera la ribera y llegaría a la siguiente aldea: el agua embravecida, precipitándose por una catarata sería señal de que el caserío estaba cerca. Llevándome al camino, me acompañó hasta que la cabaña se perdió de vista.
»Aunque nunca caminaríamos de la mano como marido y mujer, seguía fantaseando con ser su compañero y confortarla día y noche. Yo dispondría la leña y ella colgaría el caldero. Nos sentaríamos a la mesa conversando ante nuestra sopa de setas.  Recogería nueces y ella las pelaría. O trabajaríamos juntos, yo en el porche y ella dentro, conversando y riendo todo el rato. Luego bajaríamos al río. Se desnudaría y, con su aliento en mi espalda, me envolvería en el cálido y delicado aroma de sus pétalos. Solo eran fantasías, pero de buen grado hubiera entregado mi vida por ellas.
»Con la vista en la cascada me atormentaba con tales pensamientos. Incluso ahora cuando lo rememoro me dan sudores fríos. Estaba completamente extenuado, física y espiritualmente. Había emprendido una marcha rápida y tenía las piernas cansadas. Aunque estuviera volviendo a la civilización sabía que lo mejor que podía esperar era que una vejarrona con mal aliento me sirviera una taza de té malo en un ventorrillo. No podía apetecerme menos llegar al pueblo, así que me senté en una piedra a contemplar la cascada desde lo alto. Luego me enteré de que se llamaba el Salto del Marido y la Mujer.
»Una gran peña tajada, negra como el morro de un tiburón, sobresalía del risco, partiendo en dos las aguas, que se precipitaban abajo a gran velocidad. El agua tronaba y caía unos quince metros —blanca sobre verde—, luego bajaba como una flecha hacia la aldea. El brazo de la cascada más allá de la peña tendría dos metros de ancho y se vertía como una cinta tersa. El que quedaba de mi lado era más estrecho, como de un metro, y al caer se trizaba en mil gemas, chocando en no sé cuántas rocas ocultas.
»El ramal pequeño —la mujer— trataba de salvar el peñasco para unirse al mayor, pero la protuberante roca hendía netamente la corriente, impidiendo que una sola gota saltara al otro lado. Zarandeado y atormentado, se veía desmedrado, exangüe; su voz era como un grito de angustia, un sollozo.
»El marido, por el contrario, se desplomaba vigorosamente, socavando las rocas debajo y penetrando la tierra. Me dolía verlos caer por separado, partidos por la peña. La desgarrada esposa era como una delicada mujer tratando de aferrarse al hombre, sollozando temblorosa.
»Mientras contemplaba aquello desde la seguridad de la orilla, empecé a temblar también, y mi carne se alborotó recordando cómo la mujer me había lavado, aguas arriba de aquel mismo río. Con mi febril imaginación la vi dentro de las aguas que caían, ya anegada, ya resurgiendo; su piel se deshacía y dispersaba como pétalos entre mil levantiscas arroyadas. Boqueé ante tal visión, y al punto su figura se recompuso: el mismo rostro, cuerpo, pechos, brazos y piernas, subiendo y bajando, desmembrados un instante, enteros al siguiente. Incapaz de soportarlo más quise arrojarme a la cascada y abrazar las aguas. El rugido estruendoso del marido, que hacía vibrar la montaña con su embestida, me hizo volver en mis cabales. Si tal era su fuerza ¿por qué no la rescataba? ¡Yo lo haría, al precio que fuera!
»Mejor volver a la cabaña antes que matarme en la cascada... A tal punto de zozobra me habían conducido mis bajos deseos. Mientras pudiera ver su rostro y escuchar su voz ¿qué me importaba que compartiera su lecho con un imbécil? Siempre sería mejor que sufrir interminables privaciones y emplear el resto de mi vida en religión.»
Izumi Kyōka
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nadiafugaz · 5 days
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Diario de una tragedia
22/09 Día 1. No sé qué está pasando, yo solo actúo.
23/09 Día 2. Estar aquí es enloquecedor.
24/09 Día 3. Hasta ahora puedo pensar humanamente, ayer y antier era solo una máquina.
17:05
A veces tengo ganas de escribirte y contarte todo lo que ha pasado pero recuerdo que no estás y no te puedo contar, que nadie lo leerá, no estás para darme ánimo ni ayudarme en todo lo que puedes, como siempre.
18:06
No quiero estar en la casa, no quiero dormir aquí, no quiero cocinar, no quiero lavar, no quiero hacer nada normal, quiero estar afuera o en otra casa o en el hospital o en la calle pero aquí no, porque me recuerda que no estás y no sé cuándo vas a regresar o si volverás.
18:58
Siento que aquí pasa muy lento el tiempo más lento que en la sala de espera y quiero ir de nuevo y estar ahí toda la noche y todo el día, no importa cuántos días pasen, fuera de aquí serían segundos.
22:07
Están comenzando a hacerse hongos en la comida que se quedó abandonada en la estufa, no había estado aquí desde el viernes que me fui al trabajo y tú tampoco, son normales los hongos en la comida después de 3 días. Esa mañana me despedí de ti y estabas enojado, casi todas las mañanas consigo hacerte enojar o tú eliges enojarte si me salgo un poquito de tu molde, que a mí jamás me quedó. Me dijiste con aire de tristeza que no iría al cumpleaños de mi amiga porque ya no me iba a querer invitar después del relajo que hiciste en su fiesta del año pasado por mala copa y yo te dije que sí iba a ir pero no contigo, entonces te enfadaste conmigo y te dije adiós y te sonreí aunque estuvieras con tu carota seria. Y tenías razón, no fui a su cumpleaños porque tus elecciones y estilo de vida terminaron por llevarte a una cama de hospital.
25/09 Día 4. Grandes decisiones.
23:18
Hoy tuve un día muy agotador, desde temprano, en el hospital, me trajeron de aquí para allá comprando cosas y me cansé de subir y bajar tantas veces las escaleras, la verdad es que a la tercera y cuarta ya no quise y me fui por el elevador, luego hubo un poco de tranquilidad. A medio día pasé a hablar con un doctor especialista, después a verte un ratito y luego a informes generales, fue demasiada información para procesar en un ratito y avisarles a todos cómo estás. Y estás grave, cariño, pero yo sigo confiando en que eres muy fuerte y muy resistente. Hoy se tomaron importantes decisiones entre tus hermanos y yo, todos te quieren ver bien y hacen todo lo posible por ayudarnos. Te queremos mucho.
26/09 Día 5. Soy una máquina.
23:57
Hoy regresé al trabajo, me sentía desubicada y con muchos pendientes, sin saber dónde comenzar, sentí que no hice nada, pero sí estuve al pendiente de ti, aunque sea a la distancia. Tu hermana dice que te moviste y aunque eso solo significa que tu cuerpo funciona no me dice que tu mente también, fue alentador para tu familia, ¿sabes? Pero la verdad es que yo tengo miedo. Hoy no te vi y te extraño un poco, no sé qué extraño, si verte en el hospital o abrazarte en la noche con mi nariz en tu espalda. Las dos cosas. Te quiero.
01:07
Tu hermano vino a verme, tal parece que está devastado, me abrazó, lloró mucho y gritó, yo no lloré nada frente a él, quizá lo ven como algo raro o no sé, pero eso no significa que no me duelas, solo que yo no lloro con quien no siento confianza. Vino con algunos de tus amigos y me trajeron dinero, se les agradece.
01:23
No puedo dormir y tampoco es que sienta sueño, es como si no necesitara dormir o simplemente mis ojos no se cansaran, me dicen que duerma bien, que trate de descansar pero yo no siento que me haga falta, tampoco he tomado suficiente agua, hoy lo olvidé y no desayuné, pero no es porque no quiera o porque esté triste, solo se me olvida porque no siento dolor de hambre ni de sed ni de sueño, como si yo no requiriera hacer tales cosas para vivir.
27/09 Día 6. Perdón por ser tan débil
15:05
Estallé de ira y me avergüenzo, pero creo que era necesario, lamento haber perdido el control frente a tu hermana, más tarde le pedí disculpas, tú sabes que a ella la quiero mucho, a quien ya no soporto es a tu excuñada y su esposo, ojalá nunca tenga que conocerlo en persona.
19:36
Se está yendo tu aroma de la ropa, busqué entre tu ropa sucia, que no he podido lavar, y ya casi no huele a ti o ya no recuerdo a qué olía tu espalda.
22:34
Estoy aquí afuera en la sala de espera, estamos tan cerca pero tan lejos, quisiera entrar a verte. Me tendré que esperar hasta el sábado.
28/09 Día 7. Soy una máquina.
10:59
¿Sabes? De repente tengo delirios de creerme que soy un robot.
Ayer me desperté a las 5:00am, me bañé a las seis, fui a donar sangre, me fui a trabajar, regresé a darle de cenar a nuestra hija y luego a velar en el hospital, salí hoy a las 10:00am del hospital, me fui a bañar y ya me voy al trabajo, no he comido ni dormido, mi mantra es "soy una máquina" y no necesito nada humano.
Ni sentimientos.
He decidido apagarlos.
Querían una versión mía malvada, la tendrán.
Porque a la versión buena onda le quieren estar dando órdenes y decir qué hacer y qué no hacer.
Soy una máquina, pero no seré controlada por ellos.
Ya no necesito que me entiendan.
-Nadia Fugaz 🌠
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kaelucfantasy · 2 months
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TROCITO 26
Me sorprendió al ver la región a la que habíamos llegado con el barco. No por el calor, pues al manejar el hielo en mis hechizos, agradecia la temperatura. Si no tambien que todo estuviera repartido entre islas y el aspecto de la arquitectura y cultura que se notaba distinto a lo que conocía; que hacia que mis venas ardiera de ganas probar comida y enterarme de todas las curiosidades que existían.
—¡Remus! ¡¿A donde vas?! -Diluc corrio a por mi, agarrándome del codo —No debes separarte de nosotros
—Pero… pero… es que todo es tan emocionante… mira esas ropas tan coloridas… las casas… el olor del mercado hace que me de hambre…
—He he… parece un cachorro que se le saca por primera vez de paseo -dijo Kaeya riendo mientras se acercaba a nosotros
—¿Si te compro algo de comer, te estarás quieto? -pregunto Diluc
—¡¡Chiii!! -dije dando saltitos
Diluc fue hacia uno de los puestos de comida y me compro un bolillo de cochinita pibill, al cual el vendedor me dijo que podia echarme salsa y me fui para la salsa mas roja que habia.
Diluc y Kaeya miraron con horror por que sabían que esa salsa era la más picosa pero despues cambiaron al supor al verme comer aquel bolillo con placer mientras les acompañaba.
—Remus… en serio ¿no te pica? -pregunto Kaeya
—Chií… pero esta muy rico… -dije mientras comia
—Diluc, te esta ganando en cuanto fuerza estomacal
El viaje buscando donde se encontraría a quien estábamos buscando, yo me mantenía tranquilo escuchando en silencio despues de comer aquel bolillo; entendia que no fuera sencillo, ya que un heraldo fatui no se dejaría encontrar por cualquiera.
Cuando al caer casi la noche, escuche un extraño rugido que hizo que me volviera a sentir excitado ante lo que podia ver.
—Remus… no… -me advirtio Diluc
—¡Pero, pero… SON DRAGONES! ¡ESTOY ESCUCHANDO DRAGONES! -suplique a Diluc
—¿Y que quieres? ¿Que te coman de un bocado como si fuera sushi? -dijo Kaeya sujetándome —que son bestias salvajes, que ellos no entienden como humanos… te comerán antes de que te expliques quien eres
—Jooo…
En ese momento, vi dragones volando por el cielo y di un gritito de felicidad y de emoción.
—¡Dragones, Dragones! ¡Mira que lindos! -exclame de emoción
—Pfff… es difícil enojarse contigo… -dijo Kaeya
—Si, si… son precisamente eso, lindos… -dijo Diluc frotandose las sienes —Solo tu eres capaz de ver lindo a tales criaturas
—Sobretodo ese, mira lo alto que vuela… y lo grande que es…
Me quede mirando embobado, era tan hermoso verlo volar en círculos con sus escamas rojas y anaranjadas en el vientre que hacia referencia a su poder de pyro.
Pero eso hizo que no estuviéramos atentos al ataque que se nos venia encima y que esquivamos por los pelos levantando Kaeya y yo un muro de hielo potente, pero que acabo hecho cubitos por la explosión que nos hizo caer al suelo.
Levante mi rostro y vi un enorme hombre vestido de traje de gala negro y su casco que ocultaba su rostro, blandiendo un enorme mandoble.
—Esperaba mas de alguien que viene del poder de las brujas del aquelarre…
Este levanto el mandoble dispuesto a atacarnos pero mis lobos de la fisura salieron del relicario interponiéndose entre él y nosotros.
—¡Niños! -exclame al verlos hacer eso
El heraldo freno su ataque, mirando al grupo de cinco lobos de la fisura blancos que le gruñian furiosos.
—¿Son tuyos?… -pregunto el heraldo bajando el mandoble
Yo asentí con mi mirada, Diluc y Kaeya miraban confusos la situación pues no se esperaban esta actitud.
—Entiendo -dijo guardando el mandoble —esto es… algo que no esperaba…
Y tanto que no lo esperábamos.
Por sorpresa, escuchamos un zumbido cada vez mas intenso que nos hizo mirar hacia arriba, viendo como un enorme dragon, el que habia visto volar a círculos en el cielo; descendió hasta tomar tierra levantando una gran nube de humo.
—¡WAW! ¡REMUS! -exclamo Diluc intentando buscarme
—¡REMUS! -dijo Kaeya preocupado
La nube de humo se disipo lentamente mientras los lobos ladraban desesperados mientras temblaban. Entre el humo, serpenteaba el cuerpo del enorme dragon que se levantaba furioso mirando al heraldo lanzando un rugido atronador.
Nos acabábamos de meter en una batalla campal entre el heraldo numero 2 y un dragon pyro de Nathal.
END TROCITO 26
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lasociedadconnery · 8 months
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18.10.23
Yo también estoy como Luis Díaz así que de alguna forma tengo que desahogarme. La Coyuntura geopolítica actual me recuerda la batalla de subculturas favorita del barranquillero jarocho promedio: el dilema salsa-vallenato. Dije que me iba a enfocar en este fenómeno Social como contrapartida por no aprender matemática y verme privado de las decisiones capitales. Se está cumpliendo el contenido programático. Empecemos: es un asunto agropecuario, primeramente, y tener que elaborar más es tierno y lo hago porque en lo tierno soy ya un rey. Se trata de la frontera demarcada en el espectro a través del sonido y cómo funciona de maravilloso para que el pib no se me vaya de aquí para allá porque, no sé, lo prefiero en mi regazo. Sólo tal vez. Plastilina hispánica para mi gente. No te quieren en Bogotá y ya te estás pintando en el Estado de Nueva York, patinando en Central Park. Eres hombre ¿qué lo impide? Ahora mismo tengo tinta, papel, metal y un dispositivo conectado a una red global, por lo que puedo acuñar dineros las veinticuatro horas al día de los siete días de la semana; si decretara no dormir, claro está. Como no es el caso, paso el desvelo sobrepensando en este medio preguntas tales como por qué seguir prostituyendo las tradiciones centenarias o milenarias, si el objeto real de las campañas es ya tan evidente. ¿Será la música el receptáculo donde aflora todo el malestar, que en nuestro caso es una cultura de la-violencia-por-la-violencia? No sería raro en un país donde hay un período histórico conocido como La Violencia. Cosas de docentes, a no dudar. El pib, el pibe o la piba ajenos no me incumben; si son de mayor calidad técnica o virtud sin par, si me captarán mayores utilidades o me utilizarán como captor de cartas a lo Sakura, no debería importarme. Soy un hombre, así que si me están cogiendo de parche ¿voy a enfadarme e iniciar una pelea? Y de visitante, que es lo mejor. Viví en Santa Marta tres años y recibí muchas burlas por mi aspecto físico y lugar de nacimiento; lo primero es confirmado, lo segundo solamente presunto. "Sóbese, siga adelante y cuidado una queja, caballero andante" me dice Antonio siempre que me lamento a su lado; ya está cachaco, el malparido. Le doy gracias al Cielo por abrirme los ojos en la primera infancia y mostrarme con reposo las cosas más pesadas sensibles al ojo: personas, tierras, aguas, medallas, banderas y armaduras. Se me escapan algunas, mas yo leo los comentarios. Los libros están excelentes, muchas gracias. Creo que tendré atención para leerlos muy pronto. Ahora, pretendo concentrarme en la música porque si me confirma Félix que los musulmanes guardan acordes para uso ritual, no podré más que pensar bastante sobre ello y buscar confirmarlo. Saberse uno de repente viviendo tan hijo de sus enemigos naturales y, casi de inmediato, realizar que se puede gobernar con una o dos operaciones que los Naturales ignoran o apenas frecuentan, sí que debe ser suficiente motivo para subirle el volumen al equipo de sonido.
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neelps · 8 months
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mi perdo altrove: tra il rumore sordo delle suole dei miei stivali striscianti sul tufo bianco e liscio, tra grottesche storie notturne e luci fioche di una casa che spero non mi rigetti come altrove, altre volte, è successo.
scrivo d'impulso, come quando ridi di gusto, sgombro da pre-pensieri di cemento; come quando ti getti nel mondo d'urgenza, senza paura alcuna, e cammini per strada -come io camminavo nell'antico e caratteristico borgo- respirando un'aria che ha il gusto cocainomane d'invincibilità. come scrivo può non piacere. eppure, penso che non potrei fare altro. sono un'inguaribile egoista, io: studio per ascoltare gli altri, ma vivo per narrare me stessa. forse, semplicemente, sono prigioniera di mesi in cui l'unica premura che sento di potermi concedere sarebbe aprir bocca e tuffarmi nella paurosa introspezione gridata a gran voce. gridare, gridare di quelle persecutorie e imbattibili guerre familiari, di quelle parole che si portano dietro, come cadaveri riemersi dall'abisso, trascinati a riva da onde crudeli e impietose, di quelle urla, strazianti, indomabili, laceranti che restano tracce mnestiche da riprodurre, dal timpano al labirinto, in ogni momento di apparente quiete. questa merda ti si stringe forte forte al corpo, come alghe che infestano un relitto, e ti ancorano giù giù giù, dove il sole, non per sua timidezza ma per cattiveria dell'oscurità, rinuncia a sfiorarti, dimentico del suo democratico compito.
ebbene, può capitare che altri si dimentichino di te. forse un relitto abbandonato è troppo lontano dal mondo emerso per essere anche solo pensato. a volte ho paura che io sia nient'altro che una mia creazione. capita ch'io mi ci autoconvinca in quei giorni in cui tutti si affrettano a destra e a manca, come formiche affannate e iperattive, terrorizzate all'idea di tornare a casa a mani vuote.
e pensare ch'io il bottino più gonfio lo conquisto stando a letto, lì rintanata come una narcisista e sadica ape regina: è allora che posso giocare con la mente, oziare con le parole, logorarmi per ricucirmi. l'arte a misura di stanza, la rabbia a misura di cuscino, le lacrime appena appena a misura della federa che innaffiano. fuori, lungi dall'arricchirmi, rischio, invece, di far appassire quei germogli che nascono nell'umidità delle lenzuola.
non per questo, ammetto di essere fuori allenamento come mai prima d'ora è stato necessario ch'io constatassi. un solo e unico giorno di ritiro è stato sufficiente a farmi creare così tanto da trasformare il germoglio in pianta, la pianta in albero, in sola qualche ora. e le radici, invadenti, così dolorosamente conficcate nel terreno, sono piantate in una tale profondità che non c'è più spazio per loro. il vaso sta per cedere, mi sembra d'implodere. il non-più-germoglio morirà prima ch'io incontri il mondo, domani; e, al suo appassirsi, seguirà il più grande vuoto che un verme allettato, impotente, superbo e sciocco, possa immaginare.
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concha-de-vainilla · 10 months
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Hoy, esta noche, hace unos minutos decidiste romper la barrera de distancia y el contacto cero para enviarme un mensaje y posterior a que te permitiera hablar, me vienes a decir que me extrañas, que estuviste pensando en mi estos últimos días y que te encantaría verme y ofrecerme una relación romántica en un futuro. ¿No te parece egoísta que después de 3 meses vengas a buscarme y a decirme tales cosas? Vaya atrevimiento el tuyo de romper el contacto cero para confesarme tus sentimientos hacía mi. Tu fuiste quien decidió irse aquel 3 de Mayo y romperme en mil pedazos esa noche. Tú me escuchaste llorar y pedirte por horas al teléfono que no te fueras, que vieras las cosas diferente y por mucho que dije no logré retenerte y ahora vuelves contándome esto.
No voy a negar que me sacaste un par de lagrimas después de haberte escuchado y estoy descifrando lo que sentí hace un momento ¿sabes? Jamás pensé que llegaría tal noche en la que dijeras esas cosas. Pues hace semanas que empecé a sanar lo nuestro, a trabajar en mi sentir y en mis heridas, por lo tanto dejé de pensar en tu regreso.
Estoy confundida, estoy molesta, estoy ansiosa y me queda claro que todavía te tengo cariño, más no quiero correr a tus brazos, pues tengo bien presente lo que he camino yo sola y lo que he logrado estos meses sin ti. Tengo miedo de mirar atrás y que mis avances se desvanezcan por esa decisión, no quiero retroceder.
Me siento orgullosa de saber que la Daniela de hoy, de agosto, de esta noche tuvo la capacidad de expresar sus sentimientos, de poner un límite y tener claro que no estoy lista para una relación, mucho menos si se trata de un acercamiento contigo, Julián.
Hoy no tengo nada que ofrecerte, cuídate mucho y quizás en un futuro resolveremos si es buena idea vernos o ya no más.
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vermillioncrown · 2 years
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looking through old knb reblogs, scrubbing through episodes...
we really just had all these gay ass sport anime back then didn't we
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air1999 · 1 year
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Autista. Parte 1
Yo siempre quise ser alguien más. Desde muy pequeña tuve la costumbre de imaginar una vida distinta antes de dormir, era una especie de ritual donde cerraba mis ojos y creaba historias en mi cabeza, yo podía ser quien quisiera, verme como quisiera y tener en mi vida a las personas que quisiera, todo era a mi libre elección. Lo curioso de esto es que siempre me imaginaba como alguien totalmente distinto a mí, con otro sexo, otro nombre, otra forma de vestir, otra apariencia. A veces, para ayudar a la imaginación, me elegía siendo algún famoso actor o cantante o alguien a quien admirara físicamente, para así tomar posesión de su apariencia en mi mente. Ahora, en temas de personalidad, me creaba con todos los atributos que siempre observé en las personas y que siempre quise tener en mí, tales como la elocuencia, la creatividad, la gracia, pero por sobre todo, la genuinidad, algo que en mí no se encontraba en lo absoluto.
Yo me veía a mi misma como una experta imitadora. Gestos, respuestas, risas, movimientos. Nada parecía salir de mí, genuinamente. Me sentía como un libro en blanco en un mundo donde todos tenían intrínsecamente en su mente las instrucciones. Todos creaban sus propias historias en la vida real y yo estaba ahí, imaginándolas en mi mente, totalmente fuera de espacio, totalmente fuera de lugar. ¿Algún día podría sentirme distinta? No lo sabía. Sin darme cuenta, me sumía en una intensa depresión, deseando ser alguien más, deseando tener otra vida.
Poco a poco, la vida comenzó a pesar mucho más, me sentía desnuda ante el mundo y solo los animales, a quienes por cierto no tienes que entender o descifrar, me hacían sentir calma. Adopté un gato y se convirtió en mi refugio, en mi lugar seguro. En mis momentos libres, deseaba pasar más tiempo en soledad que compartir con mis cercanos ya que esto resultaba ser un trabajo muy agotador y angustiante para mi mente. No obstante, siempre sentía una fuerte presión por encajar y no verme distinta al resto, por lo que me esforzaba demasiado por tener amigos y hacer una “vida normal”.
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kpwx · 5 months
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Las principales características de la escritura de Antón Chéjov expresadas y desarrolladas por el propio autor en esta muy recomendable recopilación de cartas, opiniones y pensamientos sueltos (estos últimos, eso sí, tomados de las mismas cartas). Yo no soy un apasionado por la literatura rusa en general ni por la obra de Chéjov en particular, pero comparto casi por completo sus ideas respecto a la escritura. Y no me refiero únicamente a las que podrían considerarse estilísticas o formales (la simpleza, la originalidad y la objetividad, por ejemplo), sino también a su concepción de la literatura en general. Lejos está este autor de los iluminados que se creen capaces de dar respuestas a todo y de los ideólogos que utilizan sus obras con un mero fin evangelizador: Chéjov encarna la escritura por la escritura misma, y eso me gusta.
Temo a quienes buscan tendencias entre líneas y quieren verme a toda costa como liberal o conservador. No soy liberal, conservador, reformista, monje ni indiferente. Quisiera ser un artista libre, solo eso, y lamento que Dios no me haya dado fuerzas para serlo. Odio la mentira y la violencia en todos sus modos, y me son tan antipáticos tanto los secretarios del Consistorio como los señores Notóvich y Gradovski. El fariseísmo, la necedad y los abusos no solo reinan en el comercio y en las prisiones; los veo también en la ciencia, la literatura y entre los jóvenes… Por eso, siento por igual poca simpatía hacia los gendarmes, los carniceros, los científicos, los escritores y los jóvenes. Considero como prejuicios las marcas y las etiquetas. Lo más sagrado para mí es el cuerpo humano, la salud, la inteligencia, el talento, la inspiración, el amor y la libertad absoluta, la libertad respecto a la fuerza y a la mentira, en todas sus formas. Este es el programa que mantendría si fuera un gran artista.
No creo en nuestra intelligentsia, hipócrita, falta, histérica, maleducada y perezosa. Ni siquiera creo en ella cuando sufre y se queja, pues sus verdugos salen de su propio seno. Creo en las personas. Las veo dispersas por toda Rusia. Ya sean intelectuales o mujiks, en ellas está la fuerza, a pesar de su escaso número. Nadie es profeta en su tierra. Y las personas de las que hablo desempeñan un papel insignificante en la sociedad. No dominan, pero su trabajo es visible. Sea como fuere, la ciencia no deja de progresar, la sociedad toma cada día mayor conciencia de sí misma, las cuestiones morales comienzan a descomponerse, etcétera, etcétera, y todo eso ocurre al margen de los procuradores, de los ingenieros, de los gobernadores, al margen de la intelligentsia en masse y a pesar de todo…
Me parece que los escritores no deben resolver cuestiones tales como Dios, el pesimismo, etcétera. El papel del escritor consiste solo en representar quién, qué y en qué circunstancias habló de Dios o del pesimismo. El artista no debe ser el juez de sus personajes ni de lo que hablan, sino solo un testigo imparcial. Mi papel consiste solo en tener talento, o sea, saber distinguir las declaraciones importantes de las insignificantes, saber iluminar los personajes y hablar sus lenguas.
Me asusta la palabra «arte», como a las mujeres de los comerciantes les asustan los espantajos. Cuando me hablan de lo artístico y de lo antiartístico, de lo que es escénico y de lo que no lo es, de tendencias, de realismo, etcétera, me pierdo, titubeo y respondo con medias verdades banales, que no valen nada. Divido las obras en dos clases: las que me gustan y las que no me gustan. No tengo otro criterio, y si usted me pregunta por qué me gusta Shakespeare y no Zlatovratski, no le sabré responder. Tal vez, con el tiempo, cuando me haga más inteligente, tendré otros criterios, pero por ahora todas las conversaciones sobre «arte» me fatigan y me parecen la continuación de todas aquellas discusiones escolásticas con las que las personas se fatigaban en la Edad Media.
Exigen que haya héroes, heroínas, efectos escénicos. Pero en la vida la gente no está todo el tiempo disparándose, ahorcándose ni dando explicaciones amorosas. Ni diciendo cosas inteligentes. La mayor parte del tiempo, la gente come, bebe, charla, dice tonterías. Y hace falta que eso se vea en escena. Hay que crear una obra teatral así, donde la gente entre, salte, coma, hable del tiempo, juegue a las cartas… no porque lo necesita el autor, sino porque sucede así en la vida real.
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rhetoricandlogic · 1 year
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A Man Lies Dreaming by Lavie Tidhar review – a noir novel about the Holocaust
Adam RobertsA Holocaust novel like no other, Lavie Tidhar's A Man Lies Dreaming comes crashing through the door of literature like Sam Spade with a .38 in his hand. This is a shocking book as well as a rather brilliant one, and it treats the topic of genocide with a kind of energetic unseriousness.That hasn't, of course, been the general approach. Personal testimonies by the likes of Primo Levi and Elie Wiesel harrow their readers, and are supposed to. Howard Jacobson may be famous as a comic writer, but when he writes about an imaginary Holocaust in his latest novel, J, the comic sparkle goes out the window and he assumes the dour demeanour of a man writing about Serious Stuff.
Latterly, though, there's been evidence of a shift in tone. Timur Vermes's Look Who's Back, translated into English earlier this year, uses Hitler to score darkly satirical points at the expense of the YouTube generation. Martin Amis's The Zone of Interest finds a grim kind of comedy in the death camps. We can trace this approach back to Roberto Benigni's 1997 Oscar-winning movie, Life Is Beautiful, a film that dared to tell a lighthearted Holocaust story. For many, of course, laughter is simply out of place in Holocaust fiction. But humour is at least ironic, and irony has a better purchase on an enormity so extreme that it defies reason and humanity. Theodor W Adorno famously claimed that writing poetry after Auschwitz was barbaric, and when dealing with the moral abyss of such a subject, "seriousness" can look like po-faced impertinence.
Tidhar's novel treats its grim theme not as a comedy, although there is plenty of caustic humour, but instead as a pulp-noir tale of seamy city streets, gumshoes and lowlifes. It is an alternate history in which Hitler's rise to power is thwarted in the early 1930s. Germany is now a communist state and former Nazis have fled abroad, many of them to London. "Wolf" (the meaning of the name "Adolf") is now working as a private detective. Hired by a beautiful Jewish woman to track down her sister, he goes to work: spouting savage antisemitic and otherwise hateful opinions at anyone who'll listen; getting beaten up by the police; visiting brothels and S&M clubs; and lifting the lid on white slavery and plots by the CIA to overthrow the Red German government. He rubs shoulders with Oswald Mosley, the Mitford sisters and even a young Ian Fleming. All the while, a sinister new Jack the Ripper is murdering East End prostitutes and carving swastikas into their dead bodies.
Tidhar gets the outre tone just right: outrageous sex and violence related in a briskly workmanlike style. And Tidhar's Hitler is a striking reimagination of that endlessly reimagined individual: twisted with hatred, doing good almost by accident. Discovering a group of Jewish women being trafficked for sex, for instance, he beats up their pimp and frees them, even as he rants about how despicable they are. Just when you think Tidhar has gone too far – Hitler with a rubber-ball in his mouth being whipped by a dominatrix dressed in leather SS gear – he goes further. At one point, Wolf is forcibly circumcised by a knife-wielding Jewish gangster. Though introduced into the story as a piece of casual torture and humiliation, by the book's end this mutilation has taken on a more profound resonance.
This, though, is only half the novel. The other half is the titular dreaming man: one Shomer Aleichem, based on the Yiddish author Sholem Aleichem. Before the war, Shomer had been the writer of lurid pulp adventures. Now in Auschwitz, he is, it seems, dreaming his revisionist fantasy of Hitler the detective to escape the horrors of his waking life – scenes that are written with expert, chilling precision by Tidhar. These sections interleave the pulp mystery, and save the novel from becoming simply ludicrous by anchoring it in the reality of suffering. It is a risk, yoking together two such tonally disparate elements, but it comes off. The book manages to provide both the guilty pleasures of a fast-paced violent pulp and the more thoughtful moral depth of a genuine engagement with what the camps meant.
Tidhar, who cut his teeth in the world of genre SF, understands how eloquent pulp can be. His Osama was also an alternate history: a world where 9/11 didn't happen, in which a private detective called Joe is hired by a mysterious woman to locate the reclusive author of pulp-fiction novels featuring one "Osama bin Laden, Vigilante". It won the World Fantasy award. I wouldn't be surprised to see A Man Lies Dreaming repeat that achievement.
Or perhaps turning so hallowed a site of human suffering into pulp fiction will scare admirers off. It is an approach more common in movies: treating weighty subjects such as nazism and slavery through the medium of schlock is, after all, exactly what Quentin Tarantino does. Like Tarantino, Tidhar may find that some people don't take him seriously. But the joke's on them. Seriousness is the least of it: A Man Lies Dreaming is a twisted masterpiece.
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theflamesblog · 1 year
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Enojo.
Turbulencia inesperada sobre algún hecho o acción que desploma en algune otre o en une misme.
Se encuentra muchas veces en el ego. Ese escudo plateado brillante que derriba, increíblemente,  cualquier cosa que decida ingresar. Son muchas veces, las que nos sentimos tocades por cosas ajenas que le otre hace. Spoiler alert: no las hace para vos, solo acciona. Podes estar de acuerdo o no, a lo que presentó o dejó la otredad.
Tomarlo personal es típico del ego. Esa molestia continua, esa tomada de pelo que creemos que fue diseñada perfectamente para nosotres.
Que magníficos que somos, que importantes que nos sentimos ante esto. Ser consciente que nuestro ego es parte del enojo, es desesperanzador.
A veces, el enojo nos sirve para volver a regularnos, para hacernos valer ante tales situaciones que vivimos. Porque también, es ese pequeño límite que hace sonar una alarma, preguntándonos ¿realmente quiero esto? o ¿me voy a bancar esto? (entre otras).
El enojo es la confrontación ciega con el ego, porque a veces nos impulsa a desparramar mentiras, insultos, palabrerías, cosas que nunca quisimos decir porque realmente, no las sentimos.
Pero también, es motivador a impulsarme, a preguntarme para finalmente calmarme y encontrar una respuesta. Es una invitación a verme crudamente, a verme en mi oscuridad. A sacarme de mi zona de confort, a hacerle frente aquello que tanto miedo da.
Es la causa misma, por la cual vivo bajando en cuotas el ego. Es porque me pregunto constantemente, si es válida esta carga que me adjudicó o si simplemente, me victimizo.
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proaudiovisualcmc · 1 year
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Sandra Hermida Muñiz (1972-)
Directora de producción y productora de cine española. Ha producido más de 30 películas nacionales e internacionales, tales como El alquimista impaciente (2002), El orfanato (2007), Lo imposible (2012) y Un monstruo viene a verme (2016).
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Nacionalidad: Española
Ciudad de origen: Madrid
Logros: En 2010, Hermida ganó el premio Goya a la mejor película documental por Garbo: el espía
Posteriormente, consiguió otros tres premios Goya a la Mejor Dirección de Producción por El orfanato, Lo Imposible y Un monstruo viene a verme.
​ En 2013, ganó el premio "Outstanding Supporting Visual Effects in a Feature Motion Picture" de la Visual Effects Society por Lo imposible. En 2017, ganó el Premio Gaudí a Mejor Dirección de Producción por Un monstruo viene a verme
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