El castillo ambulante y las corrientes artísticas
El castillo ambulante es una película del estudio Ghibli, conocida por su estilo característico. Su estreno fue en 2004, y fue dirigida por Hayao Miyazaki. El público no solo es testigo de un espectáculo visual, sino que cuenta con relatos llenos de magia y emociones y enseñanzas que nos acompañan durante toda la vida.
Si estas películas destacan por algo es por la belleza de sus planos, sobre todo en el caso de esta película, influenciada por estilos que van desde el Art Nouevau del siglo XIX hasta el Steam Punk, pasando por el estilo de decoración gótico clásico.
Pero, ¿Dónde vemos todo esto? Bueno, a lo largo de la película hay escenas y elementos que nos recuerdan a estos estilos. Yo me voy a centrar en explicarlo en el castillo ambulante. En el interior nos encontramos con la habitación de Howl, y es probable que lo primero que nos venga la mente al verla es: "¡Oh! Cuántas cosas". Y si, resulta que no somos los primeros en pensar algo que algo es demasiado. En el siglo XIX se empezó a usar la expresión "Horror Vacui" cuya traducción literal es el miedo al vacío. Por aquel entonces se aplicaba estilos barrocos, rococó, y victorianos, que resulta que influencian sustancialmente esta película.
¿Cómo? Todos estos estilos tienen en común el maximalismo, por lo general se expresa en: colores, elementos, patrones, o materiales que cubren todo el espacio, dando personalidad a los diseños. En el caso de la obra de Miyazaki, en la habitación, vemos el gran uso que se hace de los colores rojo, verde y, amarillo, jugando con sus tonalidades y su saturación.
También aparecen una gran variedad de elementos repetitivos, flores, cristales… Que recuerdan a los patrones del movimiento del Art Nouveau que estaba surgiendo en ese mismo siglo, un ejemplo de esto serían los patrones de las sábanas. Así mismo, vemos la influencia del maximalismo en la gran cantidad de joyería que hay en la habitación, representando los valores hedonistas de este movimiento.
Avanzando un poco en el tiempo, en los años 90, aparece un estilo llamado Whimsigothic, consiste en una amalgama de elementos: místicos, plantas, cristalería, lámparas, patrones, colores, vibrantes… Crean un balance entre lo oscuro y sombrío del gótico y la diversión y suavidad de cluttercore. ¿Te suena de algo esto? Es una gran descripción de la habitación de Howl ¿Verdad?.
En contraposición con el interior, lleno de vida, plantas y luz, en el exterior nos encontramos con una corriente retrofuturista que pone su foco en la Segunda Revolución Industrial. Esto, desde luego, no es una casualidad ya que el director tiene mucha influencia de artistas como Alpes Rovira, que encaja con la mirada al futuro desde el pasado que este estilo pretende transmitir.
Esto se enlaza con la estética Victoriana de la que hablaba antes, ya que es donde suele ir ambientado el steampunk, al ser pre-eléctrico y centrarse en el vapor obliga a buscar soluciones creativas para las máquinas. Por esto vemos que cuando el castillo se desplaza suelta vapor. Además, la estética, con las ventanas redondas que sobresalen recuerda a las gafas típicas de este estilo, que son aquellas que tienen cristales redondos y remaches de metal.
Para terminar, volver a mencionar la contraposición del Castillo con todo su entorno, que parece seguir una filosofía impresionista centrada en “atrapar” la belleza, ya que los colores vibrantes son predominantes y se juega mucho con la luz. Todas las escenas de la película están bellamente adornadas y cargadas, sin perder ese aire misterioso y extravagante que dotan a la película de esta singular estética que atrae a todos aquellos que la ven.
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