Tumgik
#citas graciosas
lobos-grises · 4 months
Text
Tumblr media
ig: soidiego_
5K notes · View notes
solovivesenmimente2 · 7 months
Text
Tumblr media
1K notes · View notes
lbluel-04 · 4 months
Text
Si te gusto dímelo, soy divina no adivina.
-|BLUE|
46 notes · View notes
chuiweeee · 6 months
Text
Algunas personas necesitan que les choque los cinco.
En la cara.
Con una silla.
12 notes · View notes
cocokira · 2 years
Text
Tal vez un beso me haga recuperar el sentido de la vida.
50 notes · View notes
Text
Mamá, no hables de mí
En la cola del supermercado: “¡Qué niña más linda! Tiene carita de buena”. “Sí, pues lleva una mañanita que me tiene frita”.
Con los abuelos: “Abuela, ¿sabes que a Jorge lo han castigado hoy en el colegio? Anda, cuéntale, dile a la abuela lo que has hecho”.
Con la vecina: “El mío duerme fatal, lo está viendo el pediatra, porque puede que tenga un trastorno del sueño”. “Pues la mía duerme del tirón desde que tenía tres meses, he tenido mucha suerte”.
No hay nada de malo en hablar con personas de confianza de lo que nos preocupa acerca de la crianza de nuestros hijos o compartir las pequeñas anécdotas que llenan nuestro día a día. La cuestión es que solemos hacerlo en presencia de nuestros hijos y sin tenerlos en cuenta; y es que nuestros hijos construyen su imagen de sí mismos a través de lo que escuchan de nosotros.  Esto quiere decir que hay algunos detalles, por lo tanto, que deberíamos tener en cuenta.
No hables mal de mí a otras personas
Resulta humillante. No tenemos más que imaginar ese trato en cualquier otro tipo de relación. Cuando discutimos con nuestra pareja no vamos por ahí contándole a la cajera del súper que estamos hasta el gorro, con nuestra pareja al lado, porque no ha puesto el lavavajillas.
Incluso si tenemos que desahogarnos con alguien de confianza no lo hacemos en presencia de nuestra pareja, ridiculizándolo. “Qué suerte que tu marido es un manitas, el mío no sirve para nada”. “¡Qué rico está el salmorejo! A ver si aprendes, cariño, que por más que lo intentas…”.
¿Cómo nos sentiríamos en estas situaciones? Humillados, ninguneados, ridiculizados… del mismo modo que se sienten nuestros hijos si hablamos negativamente de ellos con terceras personas. Si nuestro hijo ha cometido un error, en primer lugar, deberíamos aceptar que forma parte del aprendizaje y enfocarnos en encontrar soluciones en lugar de señalar el error. Pero sobre todo, si estamos molestos y enfadados con ellos, que podemos estarlo y mucho, debemos expresárselo en privado porque forma parte de la intimidad de la familia. De la nuestra, sí, pero también de la suya.
Además, nuestros hijos están continuamente formándose una imagen del mundo y de sí mismos a través de nosotros. Si nos escuchan decir a menudo que son desordenados o desastres o flojos o lo que quiera que se nos ocurra llamarles, la etiqueta irá calando en ellos. Y como todos respondemos a las expectativas externas en cierto modo, las conductas que estamos criticando se acentuarán aún más. “Soy un desastre, nunca voy a conseguir tener ordenada mi habitación, ¿para qué voy a intentarlo?”.
No cuentes anécdotas graciosas sobre mí si me molesta
A menudo, los niños tienen ocurrencias que nos hacen reír a carcajadas. Ya sea por su media lengua, por su inocencia a la hora de interpretar el mundo o por su falta de prejuicios y convencionalismos, todos recordamos situaciones en la que alguno de nuestros hijos dijo o hizo algo que nos provocó ternura y risa a la vez
Cuando esto sucede, de forma natural, hay niños que se sienten molestos y lo manifiestan: “No te rías de mí”. En estas ocasiones, tratamos de explicar al niño o niña que no nos estamos riendo de ellos sino que nos ha hecho gracia la situación o la ocurrencia que ha tenido.
A menudo, estas anécdotas tan divertidas las compartimos con otros adultos de la familia. Y es frecuente escuchar a algunos niños sentirse incómodos. “No lo cuentes”, llegan a decir abiertamente. Pues tan sencillo como eso. Si es algo que pertenece a su intimidad y no quiere que lo contemos, no lo hagamos; o, al menos, no lo hagamos en su presencia.
Ahorrarle el mal trago no cuesta nada. Pensemos en algo que no quisiéramos ir contando por ahí pero que a los demás les pueda resultar gracioso, por ejemplo, una caída. ¿Os imagináis que vuestra pareja lo fuese contando a diestro y siniestro a pesar de decirle que no lo haga? Qué situación tan irrespetuosa, ¿verdad?
No te pases con lo de presumir
Y si vamos a decir cosas bonitas de nuestros hijos, ¿tampoco debemos? Entonces, ¿no podemos hablar de nuestros hijos nunca con nadie? Tampoco es eso. Pero cuidado igual que antes con las etiquetas. El hecho de que sean etiquetas positivas tampoco las convierte en inofensivas.
Los halagos, las etiquetas positivas, acaban creando presión en nuestros hijos para cumplir con nuestras expectativas y, además, les enseñan a depender continuamente de la aprobación externa.
Si todos los días le decimos a nuestro hijo que es el mejor, que estamos muy orgullosos y que saca unas notas maravillosas. ¿Qué pasará si de pronto un día no se lo decimos? ¿Le bastará con su propia satisfacción o echará en falta que le demos nuestro reconocimiento? ¿Y si en una ocasión suspende un examen? ¿Pensará que es un error del que puede aprender para hacerlo mejor la próxima vez? ¿O se centrará en nosotros pensando que nos ha fallado?
El problema de los halagos es que centran demasiado la atención en lo que nosotros esperamos o valoramos del niño. Un dulce de vez en cuando no amarga a nadie. Pero ojo con convertirlos en diabéticos emocionales. Que su motor en la vida sean su realización y satisfacción personal; y no contentarnos a nosotros.
No hables de mí como si no estuviera delante
Es muy frecuente y resulta muy antinatural. No lo solemos hacer en ningún otro tipo de relación, tampoco. No me imagino a nadie hablando de un amigo, por ejemplo, en su presencia y sin tenerlo en cuenta. “Estoy preocupada por Mario, está muy raro últimamente, algo le debe estar pasando”. ¿Mientras Mario escucha todo como si no fuera con él? Resulta desconcertante solo imaginarlo.
Pues con los niños se hace. Y aunque pensemos que no prestan atención se enteran de todo. Mucho mejor involucrarlos en la conversación si tiene que ver con ellos. “Cariño, le estaba diciendo a la tita que no sabes si apuntarte a fútbol o a baloncesto. Es que los dos te gustan mucho, ¿verdad?”.
Habla conmigo
Resumiendo: No vamos a dejar de hablar de nuestros hijos. Imposible. E innecesario. Son una parte tan importante de nuestra vida que sería ilógico que no hablásemos de ellos. Se trata de hacerlo de forma respetuosa y de involucrarlos en la conversación, siempre que podamos y siempre que no tratemos un tema que ellos no quieran que salga a la luz. Porque no vamos a dejar de hablar de ellos, pero mucho mejor si no perdemos la ocasión de hablar con ellos.
Tumblr media
2 notes · View notes
vodka-tristx · 1 year
Text
Tumblr media
4 notes · View notes
euforicos · 4 months
Text
A kilómetros de distancia, pero tu tan presente en mi mente como sí diario estuvieras aquí o yo allá, a ya varios años sin verte pero aún recordando tu cabellera y su aroma, más aún años sin hablar en persona, pero aún recordando tus gestos, tu aura, tu sonrisa, tus muecas al hablar de tu día, imaginando que vas conmigo cuando manejo disfrutando las ciudades y los paisajes, aún imagino que te sientas en la misma mesa que yo probando lo que cocino, comiendo lo que yo pido en los restaurantes por que se te hace más rico, aún espero despertar y tener la fortuna de verte y aún dormido sueño con miles de citas, miles de situaciones romanticas, graciosas y emocionantes que aún no pasan, que no te platico pues aunque soy esceptico la idea de que eso sera real me hacen callarlo y me generan nostalgia como si el deseo no solo fuera eso, como si supiera que pasara y el universo siempre lo ha sabido.
🐺MEC
41 notes · View notes
natalygrhol · 3 months
Text
Quizas no sea graciosa, solo sea grosera con las palabras, quizás no sepa manejarlas, quizás ellas me manejen.
Soy malisima para las citas, vengo bien hasta que suelto una bala y pum, la cago.
No se manejar las indirectas, las diréctas tampoco, recuerdo que me dijeron te amo, y dije yo también amigo, porque nunca cai que era una declaración.
Hasta ahora sigo pensando si cuando me dijeron en mi adolescencia, queres ser mi novia, era cierto o un chiste... me gustaba mucho ese chico, y nunca se lo pude decir.
Mas adelante conocí a otro, fue por etapas, no quería sentirme vacía y usada y creo que todo lo que hice o dije fue por miedo, el sintió que no conectabamos, y yo que fui una idiota porque me gustaba pero no veía que yo coincidiera con lo que sea que buscaba.
Tenia una alma noble, pero se mostraba superficial, tanto lujo era un escudo , el solo quería que lo quisiéran, lo que sea que le dije en la plaza lo espanto y aun sigo haciendo eso... ya adquirí cierto entrenamiento en lo que al autoboicot se refiere.
Vi más crecimiento en mi soledad , quizás por que mi hiperfoco soy yo y ya no hay un alguien más.
¿Que si deseo un compañero? Claro que me gustaría, pero no estoy para compartirme con cualquiera, bastante me costo pegar los pedazos para despues volverlos a unir.
Natalia grhol
3 notes · View notes
misticakalamity · 3 months
Text
Mini Reseña de "DC's How to Lose a Guy Gardner in 10 Days".- 8 Comedias Románticas al estilo Cómics ❤️
Tumblr media Tumblr media
De entrada los títulos me encantaron aunque creo que el de Nightwing y Batgirl fue el menos inspirado 🙈
Tumblr media
¡La historia de Guy y Vicki Vale fue exactamente lo que esperaba!
Si a alguien le iba quedar esa historia, definitivamente iba ser a Guy jeje, y al final creo que lo balancearon bien con el lindo gesto que tuvo, ya que igual no dejo de ser el mismo. 🤭
Tumblr media
La historia de Tornado Rojo por otro lado, me pone en conflicto porque ¿me gusto la idea?, ¿mensaje?
Pero... No sé... esa AI por más que digan que no, definitivamente es un clon de su ex 😖
P.S. por supuesto que Batman iba a hacer su Batgpt 🤣
Tumblr media
Lo que más me sorprendió de la historia de Booster Gold, es que al parecer ¡¿da buenos consejos para citas?! 😅🙈
Tumblr media
Barry, Barry, Barry enserio ¡Deja de viajar en el tiempo para arreglar cosas! 😭🤦‍♀️
Pero ya enserio, la historia ¿estuvo linda?, ¿tierna?, me hizo gracia porque en cuanto termine de leerla tuve que confirmar si había sido escrita que por una mujer 😅🙈 así de obvio fue jeje.
No que sea malo pero... Si..., we notó a leguas.
Tumblr media
Se que dije 8 comedias, pero la historia de Constantine tal y como el personaje fue otra cosa.
Al principio fue muy linda y graciosa, como una tira comica a la Mafalda o Calvin & Hobbes, pero ¡ese final! Supongo no hay historias felices para Constantine
Igual me gusto como incluyeron la bisexualidad de John.
Tumblr media
Eel de verdad debería de saber que no se puede confiar en Selina 🤣
Pero ya en serio me sorprendió cuánto me gusto esta historia, es más me atrevería a decir que fue mi favorita.
Tumblr media
Por otro lado... Si yo fuera Diana, estaría un poco más preocupada de que Gorila Grodd y Hiedra Venenosa se lleven tan bien 🙈
Y si bien esta historia fue graciosa, sin duda fue mi menos favorita.
Tumblr media
Finalmente, la historia de Dick y Barbara tuvo el título menos original pero al final si me gusto jeje.
Me hizo mucha gracia que a pesar de que iban a tener una cita "normal" al final ambos llevaban sus trajes porque no pueden evitar estar al pendiente todo el tiempo 🤣
Definitivamente se entienden jeje.
En fin..., en general me gusto mucho más este especial que el del año pasado y creo que es una lectura divertida para estas fechas 🤗
5 notes · View notes
yuraamar · 1 year
Text
30 Días de Buddy Daddies
Tumblr media
📆Fecha:1 Abril
Día 1. Protagonista favorito (Miri,Kazu o Rei)
Dia 2. Personaje secundario favorito
Día 3. Personaje que NO te gusta
Día 4. Momento de Miri
Día 5. Momento de Kazuki
Día 6. Momento de Rei
Día 7. Escena favorita
Día 8. Escena más graciosa
Día 9. Escena que te causo angustia
Día 10. Parte del opening favorita
Día 11. Parte del Ending favorita
Día 12. Cita/frase favorita dicha en el anime.
Día 13. Fanfics favoritos
Día 14. Artistas favorit@s
Día 15. Ilustración oficial favorita.
Dia. 16. Personaje con el que más te identificas.
Día 17. Personaje del que te gustaría saber más su historia.
Día 18. Teorias o Headcanons
Día 19. Qué escribirías en el Chat de las mamás.
Día 20.Escena/momento que te hubiese gustado ver.
Día 21. Un Post del instagram de Kazuki.
Día 22. Dibujo favorito del diario de Miri
Día.23 Qué actor/actriz hispanohablante te gustaría que diera voz a los personajes.
Día 24. Crossover
Día 25. Cosas que te gustaría ver en futuros proyectos del anime.
Día 26. Playlist
Día 27.¿Qué te hizo ver el anime?
Día 28. ¿Qué cambiarías de la historia?
Dia 29. Que mensaje dejarías a los creadores y todo el staff del anime.
Día 30.Día libre
✨✨✨✨
𝐅𝐮𝐞𝐧𝐭𝐞𝐬 𝐚 𝐮𝐬𝐚𝐫:
🖌️Diario de Miri
🖼️ Instagram Kasuki
🐦Twitter de la animadora Yurie Oohigashi
⚠️ 𝐍𝐎𝐓𝐀: En caso de usar fanarts o edits, revisen que el autor permita el reposteo y den créditos correspondientes.
English
13 notes · View notes
Text
Tumblr media
Vayan a seguirme en ig: solovivesenmimente2
1K notes · View notes
lbluel-04 · 5 months
Text
No soy nutricionista pero coman mierda.
-|BLUE|
15 notes · View notes
aer-quewea · 5 months
Note
103, 104, 105
103. Una anécdota graciosa.
No recuerdo 🤔
104. La peor cita de tu vida.
Una vez me junté con un personaje, iba todo bien, una conversación común y corriente en un restobar pero sentí algo raro, tuve un mal presentimiento y le pedí que me fuera a dejar a mi casa porque tenía que irme, en el camino en plena carretera detuvo el auto y desde su asiento me comenzó a tocar y besar a la fuerza, lo empujé y no sé si reaccionó, pero me dejó y llegué bien a mi casa.
Debe haber alguna peor, pero ahora no recuerdo xd
105. ¿Un deseo?¿Por qué?
Que mi hijo sea feliz toda su vida, que no le falte nada y esté rodeado de amor y de gente con buenas intenciones, porque es lo más importante de mi vida y quiero entregarle todo lo que pueda, se lo debo por traerlo a este mundo tan malo.
4 notes · View notes
lenordecase · 4 months
Text
No es que yo sea una loca acosadora, es que me bloqueas de todos lados y te tengo que buscar en todos los perfiles de tu familia y amigos, hasta en LinkedIn solo para saber de ti o verte a ver cómo sigue tu vida sin mi, pero no es acoso, respétame un poco.
0 notes
lyon-amore · 1 year
Text
Detrás de las Mentiras Duskwood Capítulo 2
Capítulo 1 -------------------------------------------------------------
Habían pasado tres meses desde que MC salvó a Hannah. Ya había dejado atrás todo aquello. No quería recordarlo. No Duskwood, no Hannah… No Jake. Quería olvidarlos a todos, se había mudado de ciudad, cambiado de número de teléfono, todo lo necesario para desaparecer ella también. Quizás le dolía haber dejado atrás al grupo, pero si seguía siendo su amiga, seguiría acordándose en todas esas mentiras que Jake le contó. Qué no le amaba. Que no era el hacker que había sido perseguido. Le había ayudado a despistar a los que seguía con su hermana ¿Acaso no había importado? ¿Todo lo que se habían dicho era mentira? Es por eso que, mejor olvidarlo. No estaba huyendo, solo quería empezar de nuevo a querer una vida normal.
Su turno de mañana había terminado en la tienda de ropa y ya regresaba a casa. Tenía ganas de descansar ese viernes. El sábado tenía una cita con un hombre maravilloso al que había conocido por una de sus nuevas amigas y tocaba sesión de belleza. Escuchó un leve llanto cerca del parque. Miró a todos los lados, confusa. Se acercó al tobogán y miró dentro. Una niña, de cabellos negros estaba llorando.   —Hola —saludó MC de manera amigable— ¿Te has perdido?    La niña negó con la cabeza, haciendo agitar sus dos coletas.   — ¿Y tu mama o tú papá? —Miró a alrededor, buscando por todas partes— ¿Estás sola?   —Quería ir a ver a papi a su trabajo—dijo entre lágrima la pequeña—, me separé de mamá porque quería ir a buscarle…   <<Habla mejor que yo para una ser una niña pequeña…>>    MC continuó mirando a todas partes ¿Qué iba a hacer? No podía dejarla sola. Le extendió la mano, con una sonrisa. Esperaba que no se asustara.   — ¿Por qué no vamos a comisaría y avisamos a los policías para que llamen a tu madre? —la niña miró con duda. Obviamente no iba a hacer caso a un desconocido, pero dejarla sola sería mucho peor— Y de camino te compro un helado ¿Qué te parece?    Pensaba que quizás así le haría más caso, aunque fuera un truco rastrero, pero era lo único que se le ocurría. La pequeña asintió, comenzando a salir del tobogán. MC se apartó para dejarla salir y le tendió la mano.   —Vamos, no te separes de mí ¿De acuerdo?   — ¡Sí! —la niña extendió su mano, con una sonrisa.   — ¿Y cómo te llamas?   — ¡Rose! ¿Y tú?   —Yo me llamo MC.   — ¿MC? —Se puso a pensar, para luego, reír— ¡Me gusta tu nombre!   —Gracias Rose, tú también tienes un bonito nombre.   —Papá me lo puso.   —Vaya, pues te escogió un nombre precioso —MC sonrió a la pequeña.    Su manera de hablar era muy graciosa, como si intentase parecer una adulta, pero aún hablaba como una niña. Sospechó que quizás era porque intentaba imitar a sus padres, para sentirse segura.
Le compró el helado y fueron a comisaría. La policía se sorprendió ver a la niña.   —Ya es la segunda vez esta semana, pequeña —dijo uno de los policías, agachándose a su altura.   —Yo sólo quiero ver a mi papi… —contestó la pequeña, agarrándose a la pierna de MC.   —Lo sabemos —el policía se incorporó con una sonrisa, mirando esta vez a MC—. Nosotros nos encargamos de ella, llamaré a su madre para que venga a recogerla.   —De acuerdo —MC se colocó a la altura de la pequeña, sacando un pañuelo para limpiarle la cara de chocolate—. Bueno Rose, un placer conocerte, pero me tengo que ir-   — ¡No! ¡No quiero! —La abrazó y miró al policía— ¿Puede quedarse ella también en el cuarto de los niños?   —Rose, a lo mejor la señorita tiene que hacer cosas-   —Claro que sí, estoy ocupada —separó a la niña con cuidado, arreglándola las coletas también. Quería que cuando su madre regresara, no la viera echa un desastre—. Lo siento, Rose, pero tengo que irme.   —Pero no quiero, porfi…—puso la mejor mirada convincente.    La joven MC suspiró. Suponía que por un poco más de tiempo, no pasaba nada.   —Supongo que puedo quedarme hasta que venga tu madre —contestó al final.   — ¡Bien! ¡MC se queda! —la niña se abalanzó a ella, abrazándola.   — ¿Está usted segura? —le preguntó el policía.    MC se encogió de hombros. No podía decirle que no a la pequeña Rose. Además de que, la niña parecía feliz estando con ella.
Esperaron en una sala en donde había todo tipo de entretenimiento para los niños. Rose se acercó a MC, con un folio en la mano. La joven lo cogió y la niña empezó a hablar.   —Esta es mamá, este es papá, esta soy yo y está eres tú.   — ¿Soy yo? —Preguntó sorprendida, aunque los dibujos casi eran indescriptibles— Vaya, me has retratado perfectamente.   —Se lo daré a papá cuando regrese.   — ¡ROSE! —Una mujer de cabellos rojos y cortos apareció en la sala, acercándose a la niña— ¿Dónde estabas? ¡Te he buscado por todas partes!   —Quería ir con papi...   —Lo sé cielo, pero hasta la noche no regresa —su madre no paraba de observarla, buscando alguna herida.   —La encontré en un parque —dijo MC, dejando el dibujo en la mesa.    La mujer cogió a la niña en brazos y la observó. MC se sintió incómoda.   —Estaba hablando por teléfono un segundo cuando se marchó —explicó la mujer—. Muchas gracias por traerla, soy Katherine —extendió su mano a modo de saludo—, siento que mi hija le haya causado problemas.   —MC y para nada, ha sido todo lo contrario, realmente es una niña muy valiente.    Katherine la miró de arriba abajo al haber escuchado su nombre. Quizás estaba mirando si de verdad era de fiar.   —Mira qué tarde es —miró la madre su móvil—. Tendrías que estar ya con la abuela.   —No quiero ir con la abuela —negó la niña, señalando a MC—, quiero quedarme con MC, al menos ella me da helado para comer, la abuela no me deja ver dibujos de la tela.   — ¡Rose! —su madre la recriminó, después mirando a MC como si estuviera pidiendo disculpas— Perdona, se supone que no debería hablar de manera tan directa, seguro que lo ha aprendido de su padre.   —No se disculpe, los niños tienden a ser demasiado sinceros.   —Mamá, porfi, porfi…. Qué me cuide MC….    Katherine miró a la joven y después a su hija. A continuación, volvió a mirar a MC.   —Solo será hasta la noche —le empezó a explicar Katherine—, tengo que irme fuera de la ciudad a un trabajo y necesito que alguien la cuide.   —No sé sí-   — ¡Te pagaré!   <<Ding, Ding, Ding.>>   —Claro —asintió MC. No pasaba nada por hacer de niñera un día ¿No?
MC las acompañó al edificio. Realmente era un piso carísimo y bastante alto. Entraron en el ascensor y la mujer metió una especie de llave, activándolo. Ni el piso de MC tenía un como eso.
Llegaron al piso, pero cuando abrió el ascensor, ya estaban directamente en el piso. Era bastante grande, con unas ventanas amplias y vistas maravillosas a la ciudad. Pero eso no fue lo que le llamó la atención. Encima de la chimenea eléctrica, vio unas fotos de boda. Y, en esas fotos, salía Jake. Su corazón latió deprisa al verle tan elegantemente vestido. Era demasiado atractivo como para ser real.   —Mi marido —Katherine se acercó, con una sonrisa—, estuvo cuatro años en una investigación contra una banda terrorista. Solo conoció a Rose cuando nació, antes de marcharse —la mujer suspiró, cruzándose de brazos—. Le dejó un montón de videos grabados para que conforme iba creciendo, le fuera reconociendo la voz.    MC no dijo nada, tan sólo escuchó atentamente. Tenía que largarse de allí en cuanto podía.   —Acabo de recordar de que tengo que hacer un par de cosas para mañana-   —Sé quién eres —le cortó Katherine y MC palideció. Pensaba que iba a gritar la o algo por el estilo, pero la sorprendió bastante— y me alegra mucho que llegases a rescatar a la hermana de mi marido. Cuando me lo contó, no paraba de hablar maravillas de ti y de lo bien que lo hiciste.   —Gracias….    Era algo normal ¿Verdad? Qué le hablase de ella y lo que le hizo, pero… ¿De verdad le había contado la investigación sobre los terroristas? ¿A ella? ¿A su mujer? Bueno, no le tendría que importar, al fin y al cabo, era su mujer… Tendría que confiar en ella.   —Gracias a ti…. Él pudo terminar su investigación y regresar a casa y conocer a su hija…. Gracias —Katherine la abrazó y ella se quedó sin saber cómo reaccionar.    La abrazó dándole palmaditas en la espalda, como si siquiera animarla. La verdad es que cuando Jake le contó la verdad, deseo que al menos un camión de camino a casa le atropellase o que se atragantara con la cena que su mujer le preparase y se quedase azul por la asfixia, pero después de esto, de saber que lo que había hecho le había devuelto también a una niña un padre, pues tuvo que dejar la ira apartada. Rose no tenía la culpa de tener un padre tan capullo.   — ¡Bueno! ¡Tengo que irme ya! —se separó corriendo, desapareciendo por el pasillo— Ven, te enseño todo rápido.    MC la siguió mientras iba contado dónde estaba casa cosa, qué hacía qué mando, si la nevera y los hornos… En fin, un tour por una casa mucho más magnífica que la suya con un montón de cosas que ella no podía obtener.   <<Jake, te odio…>>   — ¡Un beso Rose! —la madre se acercó a la niña, cogiendo su carita aplastando las mejillas, dejándole un beso en ellas— Pórtate bien y haz caso a MC, papá regresará en la noche, así que no vayas a buscarle ¿De acuerdo?   —Sí mami.   —MC —salieron del cuarto de la niña para dirigirse al ascensor—, te pagaré cuando regrese o si quieres, puedo decirle a Jake que-   —Puedo esperar a que regreses —la corto rápidamente. Se negaba que él le diera dinero después de que ella misma se lo tirase a la cara—. No me sentiría bien aceptando el dinero de la persona que ayude a salvar a su hermana —explicó entre mentiras.   —De acuerdo entonces —cogió su chaqueta y la maleta, llamando al ascensor—. Hay toda una lista de teléfonos en la nevera y si necesitas salir a por algo el código del ascensor es 725B—entró en el ascensor girándose.   —Está bien-   — ¡Y qué no se quedé hasta muy tarde despierta! —iba exclamando mientras las puertas se cerraban.   — ¡Que pase un buen viaje!    MC suspiró. Tenía que tener en mente que esa niña no tenía la culpa de nada. La había conocido sin saber quién era. No iba a ser cruel con ella, de eso estaba segura.
Fue al cuarto de la niña, para ver cómo estaba. Se encontraba pintando en los folios. MC se agachó para sentarse en la pequeña silla que tenía al lado. Su cuarto estaba hecho para una niña con mucho dinero, su cama, imitaba a un castillo de princesas, con escaleras para subir a la cama.   — ¿Quieres comer algo, Rose? —preguntó MC tranquila.   —Mmm… —la niña se puso a pensar, torciendo los labios y dándose golpecitos en la cara— ¡Helado!    MC se rió, viendo cómo extendía sus brazos de la emoción.   —No, no más helado por hoy y me refería a comer algo de verdad.   — ¿Y no puede haber helado de postre?    Oh, no… Ya le estaba poniendo la mirada inocente.   —Habrá helado si no se lo dices a mamá y a papá de que te he dado helado dos veces en un mismo día.   — ¡Prometido! ¡No digo nada!    La niña ofreció su meñique y MC aceptó. Las risas cómplice de la niña le hizo gracia.
Dejó a la niña comer en la cocina, mientras ella limpiaba lo que había utilizado.   —MC —la niña empezó a hablar y ella hizo un sonido de que la estaba escuchando— ¿Tú ayudaste a mi papi?   —Bueno, ayudar, ayudar… —terminó de fregar y se secó las manos con un trapo, sentándose a su lado— En realidad solo fue investigar, no hice nada más.   —Pero ha contado todo lo que hiciste y eso es genial —extendió sus bracitos en el aire— ¡Eres como una súper heroína! ¡Cómo papi! ¡Que derrotó a los malos!   —Vaya, es un honor ser una súper heroína —MC se levantó de la encimera para acercarse a la nevera, sacando una pequeña tarrina de helado y una cuchara—. Te lo mereces.   —Gracias Súper MC.    MC sonrió, viendo cómo comía. No lo había pensado en ese modo, que era una heroína. Quizás porque estaba más empeñada a sentir rabia que a sentirse bien por haber hecho algo bueno.
Se pasaron la tarde jugando a tantas cosas que MC acabó agotada antes que la niña. No pasó por su cabeza que era la hija de Jake, ni que estaba en su casa. Tan solo que cuidaba a una niña. Con unos padres demasiado geniales como para tener esa casa. Esperaba que el dinero que le diera, valiera la pena.
Mientras la niña cenaba, se escuchó el ascensor. Rose saltó del asiento, aunque MC llegó a tiempo para evitar que se cayera.   — ¡Papi! ¡Papi! —gritó de alegría, saliendo a correr.    MC suspiró. Sabía que esto iba a pasar y que se encontraría con él. Bueno, tenía que dar ejemplo a una niña y no mostrarse rencorosa delante de ella. Mejor tragarse el orgullo y mostrar su mejor cara.
Empezó a salir de las cocina, dirección al ascensor. Ya podía escuchar su voz. Un enorme dolor en el corazón se hizo presente.   —Cielo, ¿No tendrías que estar en casa de la abuela? —escuchó preguntarle a la niña.   —MC me está cuidando ¡Es genial!   — ¿MC?    La joven apareció y le miro de manera incómoda, con las manos en los bolsillos del vaquero. Jake la miró sin saber qué decir. No la esperaba en su propia casa después de tres meses sin saber de ella. Después de que le destrozara el corazón.   —Me encontré a Rose en la calle y en la comisaría, tu… —MC cogió aire pesadamente— Mujer me pidió que cuidase de ella porque no paraba de insistir.   —Claro, ya veo.    Se quedaron mirándose. Sin saber qué más decir. MC quería marcharse ya ahora que Jake estaba, así que decidió coger la iniciativa de ir a por su abrigo en el perchero.   —Bueno, yo ya me voy-   — ¡No! Quédate —dijo Rose, para luego mirar a su padre que aún la tenía en brazos—. Papi, dile a MC que se quede, al menos hasta que me vaya a dormir, por favor.    Jake suspiró. Tampoco él podía resistirse a la carita de su hija. Miró a MC y se encogió de hombros.   —Ya la has oído a la jefa —dijo finalmente, con una sonrisa.    MC se mordió el interior de la mejilla. Tampoco ella podía resistirse a su cara. Rose era una buena manipuladora. Al igual que cierta persona. Y su madre había dicho que no se quedase hasta muy tarde despierta, sería terminar de cenar y a la cama.   —Vale, me quedo —dejó la chaqueta, intentando poner su mejor sonrisa—. Pero tú tienes que terminar de cenar, jovencita.   — ¡Cierto! ¡Tengo que cenar, papi!    Jake la dejo en el suelo y ella salió corriendo. Se quedaron ambos en la entrada. Todavía sin decir ninguna palabra. En algún momento, alguien tendría que hablar.   —Tienes un buen aspecto —dijo Jake, con las manos en los bolsillos de su traje.   —Gracias —contestó MC, cruzándose de brazos— y tú.... Tienes una bonita casa.    El joven soltó una risa floja. Claramente ella seguía enfadada.   — ¡MC! ¡No llego a la silla! —escucharon a Rose gritar.   — ¡Voy a ayudarte! —MC gritó, sin apartar la mirada de Jake.    No sabía si había hecho bien en quedarse, pero por esa niña, aguantaría un poco más.
Estaban tranquilas en la cocina cuando el padre de la niña hizo su aparición, vestido con una simple camiseta negra y pantalones cómodos. La camiseta era tan ajustada que hizo que MC apartase la mirada avergonzada por sus pensamientos. No podía mirarle de esa manera con su hija delante. Y que aún lo odiaba.   —Lo…. Lo siento, sólo he preparado cena para Rose —se excusó MC, sin mirarle.   —No pasa nada, he cenado fuera por trabajo —se apoyó en la encimera, con una botella de agua— ¿Qué se dice, Rose?   —Gracias por la cena, súper MC —contestó la niña, riendo.   — ¿Súper MC? —Jake miró a MC, con una sonrisa.    La joven evitó su mirada. Sé que él iba de amigo, pero ella todavía tenía que alejar esas emociones.   —Soy su heroína por salvar a su tía —contestó, aclarándose la garganta—. Al parecer, alguien ha estado hablando demasiado de mí.   —Bueno, procuro no ocultarle nada a mi familia —contestó Jake, bebiendo un poco de agua. MC vio cómo pasó su lengua por los labios, secándose el agua que se quedó en ellos.    La joven tragó saliva, apretando la mano con fuerza. Menuda tentación le habían puesto en el camino. Pero claro, sus palabras habían sido lo bastante duras para ella. No le ocultaba nada a su familia. Lo contrario que a ella. Ojalá pudiera responderle a esa frase, pero causaría problemas con Rose y seguramente se lo diría a su madre. Y adiós dinero.   —Eso es muy bonito —dijo finalmente MC, evitando sonar molesta—, tienes que ser como tu padre Rose, sé totalmente sincera, nunca mientas a las personas que te importan.    Sabía que era como lanzarle una indirecta. Y él lo sabía. Rose asintió y continuó cenando.
MC fregaba lo platos de la niña con tranquilidad. Jake se puso a su lado apoyándose en la encimera.   —Agradezco que te hayas quedado un poco más con ella—dijo Jake, con calma—. Aunque no quiero que lo hagas por mí.   —Me he quedado porque Rose me lo ha pedido, no porque TÚ me lo hayas dicho—le dijo molesta—. Y sí, tú mujer me ha contado que sabía quién era porque le has hablado de mí —terminó de fregar, secándose las manos con un trapo, para después tirárselo a la cara.    Evitaba gritar por la niña, no quería que los oyera discutir. Jake suspiró, dejando el trapo en la encimera. Sí, aún seguía molesta con él.   —Bueno, Katherine y yo nos lo contamos todo —contestó Jake, encogiéndose de hombros—, no tengo nada que ocultarla.   — ¿Oh? ¿Seguro? —MC se cruzó de brazos, frunciendo el ceño cada vez más enfadada— ¿Exactamente qué le has dicho? ¿Qué querías coger mi mano y huir? ¿Qué no parabas de pensar en m? —Jake hizo una mueca, pellizcándose el puente de la nariz— ¡No! Espera: Le has dicho que me querías.    MC se quedó esperando a la respuesta de Jake, que parecía estar pensándoselo. Por supuesto que no se lo había dicho ¿De verdad le iba a contar a su mujer que había mentido a una chica para conseguir que siguiera ayudándolo a encontrar a su hermana? Claramente estaría muerto por jugar con los sentimientos de otra persona. Y MC lo sabía, porque Katherine la había tratado con amabilidad.   —Tan sólo le he contado que me ayudaste y que somos amigos —contestó finalmente, viendo cómo MC poco a poco se iba a aproximando a él con rabia, y Jake, iba retrocediendo con miedo—. MC, vamos a calmarnos ¿De acuerdo?   —Si no te mato ahora mismo es porque adoro a tú hija, es un ángel comparado con el demonio de su padre —le dio toques en su pecho, enfadada. Ni siquiera sabía por qué seguía allí, ya estaba todo terminado, Rose se iba a dormir y ella a regresar con su vida—. Un capullo que no tuvo en cuenta los sentimientos de otra persona.   —Eso no es cierto y lo sabes —le dijo Jake ahora en un tono más serio. Lo que hizo que MC se riera con sarcasmo.   — ¿Ah sí? Dime ¿En qué momento pensaste que hacerme creer que me amabas es parte de “preocuparte de mis sentimientos”?    Jake agachó la cabeza. Incapaz de verla a los ojos. MC asintió, entendiendo que no iba a contestarle. Pero al final, el levantó la cabeza, preparado para hablar.
Unos pasitos se escucharon entrar en la cocina. Rose tenía en su mano un cepillo de dientes. Miró a los dos adultos, que la miraron un poco asustados al ver la sangre de su labio. Jake cogió papel de cocina, acercándose a ella.   — ¿Rose, qué ha pasado? —preguntó su padre, agachándose para limpiar su labio.   — ¿Estás bien, Rose? —preguntó MC, también poniéndose a su altura.   —Me estaba cepillando los dientes y se me ha caído uno al agua —contesto, con voz temblorosa— ¡Papi! ¡¿Me voy a quedar sin dientes como la abuela?!    Ambos adultos se rieron. La tensión había desaparecido entre ellos gracias a la pequeña que los había salvado.   —No cielo, es algo muy natural, significa que te estás haciendo mayor —contestó Jake, con una sonrisa—, vas a cumplir seis años, es común que a tu edad los cambios de los dientes sucedan.   — ¿Y sabes qué es lo mejor? —MC comenzó a decir, manteniendo la atención de la niña— El hada de los dientes te pondrá debajo de la almohada un billete de cinco euros.   — ¿De verdad? —A la niña se le iluminó la cara, mirando a su padre ahora— ¿Es cierto? ¿Hay un hada que te da dinero por dientes?    Jake miró a MC, que sonreía con malicia. Podría no querer su dinero, pero no se iba a librar ahora de que tuviera que darle a su hija un billete cada vez que un diente se le cayera. Muy astuta, lo admitía. Usaba a su hija de manera inocente contra él. No le molestaba porque a todos los niños se le contaba esa historia, pero un billete era demasiado.   —Sí, te da dinero como agradecimiento —contestó finalmente Jake— ¿Tienes el diente?   — ¡Sí! —La niña abrió la mano, mostrándolo sin miedo— ¡Ahora mismo voy a dejarlo!    Se incorporaron viéndola marcharse. La discusión de antes había desaparecido.   —Gracias, ahora tendré que darle a una niña de seis años billetes —le recriminó Jake un poco jocoso.   —De nada, un placer ayudar en mantener la imaginación despierta de tu hija.    El joven asintió, aceptando la derrota.
La niña regresó corriendo, esta vez, con una película en la mano.   — ¡Me voy a mantener despierta a que venga el hada de los dientes! —Exclamó mostrando la película— ¡Papi! ¡MC! ¡Vamos a ver Frozen!    Jake y MC se miraron. Tenían que terminar con esto. MC ya estaba pasando demasiado tiempo con ellos y cada vez dolía más y más el estar con él.   —Rose, cariño —Jake volvió a agacharse, cogiendo la película—, ya es tarde, y estoy seguro de que mamá ya querría que estuvieras en la cama, además —dirigió la vista a MC, un poco incómodo y después se la devolvió a su hija—, MC ya tiene que irse, no puede quedarse aquí ¿Lo entiendes?   —Porfi, porfi —la niña suplicó, para luego acercarse a MC con esos ojos brillantes. Los mismos ojos que su padre— ¡MC! ¡Por favor! ¡Vamos a ver Frozen! Y esperamos al hada de los dientes juntas.    MC miró a Jake, que ya se había incorporado. Se encogió de hombros, suspirando. Ninguno quería ser demasiado duro con ella, aunque sólo por ese día, le estaba regalando un día con su heroína. Nunca más la iba a volver a ver.   —Claro —dijo finalmente—, vamos a ver la película.   — ¡Bien! —salió de la cocina corriendo.    Jake se acercó a MC, murmurando entre dientes.   — ¿Podías apoyarme un poco? —le preguntó a la joven, un poco molesto— No quiero tener que escuchar otra vez ‘Let It go’.   —Es la paternidad, Jake —MC le dio golpes en el pecho, con una sonrisa victoriosa—, te toca aguantar las princesas y los héroes con sus chistes malos.    Mientras MC salía de la cocina, le escuchó soltar un suspiro cargante. Cómo lo estaba disfrutando malcriando a su hija y luego, iba a recibir dinero de su esposa. Mejor imposible.
Se sentaron en el sofá, con Rose en medio de los dos, haciendo de muro. A veces, MC podía notar la mirada de Jake. No sabía si le resultaba incómodo o quizás excitante por ser algo prohibido.
Agitó la cabeza. No. Seguía enfadada. Le dirigió una mirada al pillarlo mirándola. Lo que hizo que él tosiera nervioso cuando vio la mirada asesina de la joven. Estaba claro. Había demasiadas cosas sin hablar. El problema era, que había hecho demasiado daño. Y eso quizás jamás lo iba a poder a arreglar.
Rose se quedó dormida, en el regazo de MC, que le acariciaba el cabello con suavidad. Al verla así, Jake quitó la película, levantándose del sofá.   —Dámela, la llevaré a su cama —el joven de cabellos negros cogió a la niña en brazos. Para luego marcharse del salón.    MC los siguió, al menos para ver a la niña por última vez. Se apoyó en el marco de la puerta, viendo cómo Jake la arropaba. Bueno, era un capullo, pero un capullo buen padre. Cuando Jake fue a alejarse, la niña empezó a despejarse un poco, pero aún seguía un poco dormida.   — ¿Hada de los dientes…? —preguntó, sin abrir los ojos todavía.    Jake hizo señales a MC para que entrara, asustado de que pudiera romperle los sueños de la niña. MC negó con la cabeza mientras que Jake la metió en el cuarto. Ella empezó entonces a buscar alguna cosa para fingir, mientras que Rose empezaba a incorporarse. La joven logro encontrar una corona y una varita de juguete, y se acercó a la cama deprisa. Jake le tendió un billete y se quedó fuera del cuarto, mirando detrás de la puerta.   — ¿MC…? —preguntó la niña, con los ojos un poco abiertos.   —Me has pillado —dijo la joven, con una sonrisa, dejando el billete debajo de la almohada—, has descubierto mi verdadera identidad.   — ¿Eres el hada de los dientes…?   —Sí, pero no se lo digas a nadie —levantó el meñique, mirándola cómplice—, es nuestro secreto.    Rose sonrió un poco, todavía dormida.   —MC, ¿Puedo pedir algo más que dinero?    MC miró atrás, en donde Jake negaba con la cabeza. Bueno, otra cosa más con qué arruinarlo.   —Claro, ¿El qué? —pudo escuchar a Jake quejarse entre dientes.   — ¿Puedes hacer que mamá y papá pasen más tiempo conmigo?    MC pasó de una sonrisa a una mirada triste. No esperaba que la pequeña Rose le dijeras algo como eso.   —Bueno, Rose —MC se sentó en la cama, quitándose la corona—, tus padres puede que estén siempre ocupados, pero eso no significa que no te quieran.   — ¿Y no podrías quedarte tú conmigo?    Tragó saliva con fuerza. No podía mentirla. No podía hacerle eso.   —Cariño, lo siento mucho, pero… Yo no puedo quedarme —le quitó las coletas, cepillándola el cabello con los dedos—, tengo también cosas que hacer, lo entiendes ¿Verdad?    La pequeña asintió. Parecía que iba a llorar en cualquier momento.   —Me he divertido mucho hoy hada de los dientes —susurró la niña, volviendo a estar cansada—, ha sido el mejor día de mi vida… Quiero que todos los días sean así…    MC la tumbó despacio, acariciando su cabello con cuidado. Para una niña, necesitar a sus padres era importante. Si no hubiera sido por ella, quizás Jake no hubiera visto su primer diente de leche caer. Ya eran bastantes años que se había perdido verla crecer.
Salió del cuarto y miró a Jake, que estaba mirando a su hija. No a ella como antes.   —Tienes una hija increíble —le dijo MC, sonriéndole.   —Y un padre como capullo, lo sé —dijo Jake, con un suspiro—. Te acompaño al ascensor. MC asintió, siguiéndole.
Cogió su chaqueta y su bolso, colocándoselo. Se acercó al ascensor y esperó a que subiera.   —Sí que me preocupé de tus sentimientos —retomó Jake la conversación de la cocina, mirándola—, el problema era que… Me dejé llevar por los míos. MC reaccionó despacio, mirándole poco a poco. ¿De verdad le estaba diciendo eso? ¿Ahora? ¿En este momento? Soltó un suspiro y se puso a darle deprisa al botón del ascensor, como si eso fuera a ir más deprisa.   —MC-   — ¡No! —Le gritó la joven, susurrando— Ni se te ocurra seguir.   —No pude decir nada en la comisaría porque estaban mirando por el espejo —continuó hablando Jake.    El ascensor llegó y MC entró deprisa en él, pulsando el botón del piso de abajo. Jake paró la puerta del ascensor, para entrar en él. Ella intentó mantener el espacio entre ellos, evitando mirarle a la cara.   — ¿Acaso no tengo derecho a decirte la verdad? —se intentó defender Jake, mirándola.   —No, no tienes derecho a decir que me vas a decir la verdad después de mentirme —MC le miró con enfado.   —Cuando te dije que era peligroso para los dos, en parte era cierto —continuó el joven, soltando un suspiro—, por mi misión y por otra parte, rechacé tus sentimientos porque recordé que estaba casado.   — ¡¿Recordaste?! —Le gritó sorprendida gesticulando rápidamente con las manos, controlándose en no abofetearlo— ¡¿Recordaste que estabas casado?! ¡¿En serio?! ¡¿Y también recordaste que tenías una hija?!   —No, nunca olvidé a Rose-   — ¿Ah, no? —Se cruzó de brazos, ofendida— Porque no lo parecía cuando me dijiste que no parabas de pensar en mí.   —Hay dos cosas que me arrepentiré en mi vida —la joven no quería fijarse en los ojos de Jake. Podía ver que estaba dolido. Y ella sabía que iba a ser su debilidad—: La primera en no haber podido ver crecer a mi hija y la segunda… Haberte engañado.    MC tragó saliva nerviosa. Evitó mirarlo de nuevo. No quería seguir escuchándole.
Se hizo el silencio en el ascensor. Jake sabía que no la escucharía.
Llegaron a la planta de abajo, pero MC, decidida, decidió cerrar las puertas y mirarle a los ojos. Quizás si de verdad le decía la verdad, podría al menos perdonarle y seguir con su vida normal, no odiándole.   —Dímelo.   — ¿Qué te diga qué, MC? —Se encogió de hombros Jake, sin entenderla.   — ¿De verdad llegaste a sentir algo por mí? Dímelo ahora que no hay nadie vigilándonos —apretó la mandíbula, asustada de la respuesta.    Jake suspiró. Colocándose en frente de ella. No la tocó. No la acarició. Pero ambos estaban lo bastante cerca como para sentir la respiración del otro. MC se sentía intoxicada por el olor de su colonia. Lo miraba a los ojos, esperando a sus palabras. Él asintió, despacio, sin apartar la mirada de ella.   —Sí —contestó, sin dudar ni un segundo—. Gracias a ti pude soportar el tiempo que estuve solo. Conocerte hizo que saliera unas emociones demasiado intensas que jamás había sentido con nadie-   —Jake ¿te das cuenta de lo que estás diciendo?   —Tú lo has preguntado-   —No es eso lo que te estoy diciendo —negó la chica con la cabeza, suspirando—. Sigues amándola ¿verdad? A Katherine.    El moreno agachó la mirada. Claramente, eso no se lo podía ocultar.   —Sí, la quiero —contestó despacio—. Ella siempre ha estado a mi lado y siempre ha sido comprensiva conmigo. Quizás es la mejor compañera jamás hubiera podido imaginar tener.
MC le dio al botón del ascensor para abrir la puerta. Soltó todo el aire cargado, saliendo del lugar.   — ¡Espera MC! —Jake fue tras ella, parándola, colocándose delante— ¡Pero eso no significa que no sienta nada por ti!   — ¡Jake! —Gritó su nombre furiosa, mirando a todos los lados asustada de que alguien los oyera— ¡¿Me estás diciendo que te parece bien que estés con TÚ mujer y que yo sea la amante?!   El chico la miró, casi dudando. MC no podía creerlo. Era increíble lo que estaba sucediendo.   —No pienso arruinar una familia solo porque tú no seas valiente en decirle a tu mujer de que la engañaste —negó MC con la cabeza, agarrándole con fuerza de la camiseta—. Que te quede claro, no pienso dejar a esa niña sin familia solo porque su padre es un gilipollas que le gusta jugar a dos bandas.   —No, no estoy jugando a dos bandas-   — ¡No puedes tenernos las dos a la vez! —MC comenzó a llorar, empujándole— ¡La quieres, Jake! ¡Esa es la verdad! ¡Yo no fui más que una aventura para ti! ¡Algo con lo que distraerte mientras yo me encargaba de buscar a tu hermana!   — ¡NO! —Jake gritó con fuerza, colocando sus manos en el hombro de la joven— Nunca pensé eso de ti, no pienses que fuiste la otra.    Evitó mirarle. Era increíble. Pasó la lengua por sus labios, notando el saber de las saladas lágrimas que le brotaban. Quitó despacio sus manos, respirando con dificultad.   —Pero lo era… Siempre lo he sido…   —Yo… —Jake cogió aire, mirándola con confusión— Yo solo sé que nunca he sabido cómo comportarme contigo… Y que fue cierto todo lo que te dije-   —Ahora no puedo creerte —MC le apartó, pero esta vez sin mucha fuerza, quería alejarse de allí—. Tengo que irme.   —MC… —Jake volvió a detenerla, cogiendo su mano. La chica se dio la vuelta, secándose las lágrimas— No dejo de pensar en todo el daño que te hice… En el dolor que te causé… La imagen de ti llorando por lo que te dije no la puedo olvidar.   —Para… No sigas…   —No puedo olvidarme de ti —colocó sus manos en las mejillas de la joven, acariciándolas despacio—. MC, me has marcado tanto que no puedo sacarte de mi cabeza.    La chica respiró con dificultad, pasando su mano por su flequillo. Al final negó con la cabeza. Lo que estaba haciendo era hacerse daño. Pero si de verdad él se lo estaba diciendo de manera sincera, tendría que dejárselo claro.   —Para estar conmigo, se tiene que estar en serio —dijo firme, cogiendo sus manos para quitárselas de la cara—, no te digo que dejes a tu hija, porque eso nunca te lo diría, no soy así —vio los ojos de Jake brillar. Pareciera que también él quisiera llorar. Sabía perfectamente que estaban haciendo daño a todos por su egoísmo—. Pero si de verdad me quieres, se lo tienes que dejar claro a Katherine —Jake fue a hablar, pero ella siguió—, si no… Entonces no me busques… No me hables… Déjame vivir, Jake… Si me consideraste también una amiga, entonces acepta mi decisión.   —MC-   —No —se alejó un poco, dejando de querer respirar su colonia. Su aroma. No quería cometer un error—. Lo siento Jake, pero no es mi decisión, es la tuya. Yo no puedo decidir a quién debes querer de verdad.    Se dio la vuelta, comenzando a alejarse.
Antes de salir del edificio, miró para atrás, viendo cómo él la observaba. Al ver que ni iba a por ella, teniéndolo claro, se marchó de allí.
No iba a romper una familia siendo la amante. No iba a destruir algo que Katherine y él habían creado: La familia perfecta. Y quería que Jake se lo pensase de verdad, que supiera lo que conllevaba a querer a dos personas. No quería que él lo destruyera tampoco solo por ella, un capricho. Algo fugaz ¿Emociones intensas? ¿Cómo le podía decir eso?
Cuando estuvo más alejada del edificio, continuó llorando hasta agacharse, abrazándose a sí misma.
Se había alejado para olvidar, pero parecía que no iba a librarse de esos sentimientos todavía.
Capítulo 3
11 notes · View notes