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#Ahorcarse
amormusicamuerte · 2 years
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Tal vez ahorcarse sea difícil, no lo sé. Pero vivir es mucho, muchísimo más difícil. ¡Dios sabe lo difícil que es!
"El lobo estepario", de Hermann Karl Hesse, escritor, poeta, novelista y pintor alemán, nacionalizado suizo
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enmnoticias · 2 years
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MUERE TRAS AHORCARSE
Orizaba, Ver.– Una mujer falleció en el hospital de Especializades del IMSS de Orizaba, a donde ingresó después que sus familiares la encontraron colgada de una soga dentro de su vivienda. La finada respondía al nombre de Mariana Nolasco Gámez, de ocupación ama de casa, originaria de Puebla pero quien vivía en la calle Jacaranda, de la Unidad Habitacional 27 de Mayo, de Orizaba. De acuerdo a…
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Después de todo esto debo admitir que soy un suicida frustrado. Es una confesión triste, pues en realidad, se diría, no hay nada más fácil que quitarse la vida. Séneca, autoridad final en la materia, señaló desdeñosamente que hay salidas por todas partes: cada precipicio y cada río, cada rama de cada árbol, cada vena del propio cuerpo pueden liberarlo a uno. Pero en los hechos no es así. Nadie es promiscuo en la muerte. El que ha decidido ahorcarse no se lanzará al paso de un tren. Y cuanto más sofisticado e indoloro el método, mayor la posibilidad de fracaso.
El dios salvaje, Al Álvarez.
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decayinggracerpg · 3 months
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TW: Suicidio.
El amor duele. No. La traición es lo verdaderamente doloroso. Ahora, con el corazón encogido por la tristeza, era plenamente consciente de ello. Tenía grabado en las pupilas el momento exacto donde los labios de su pareja se deslizaban por el cuello de su amante.
"Deja de llorar, debiste escribir vuestras iniciales en el tronco del árbol. Todos los enamorados lo hacen."
"No me gusta ese tipo de “romanticismo”."
"¡Es la historia más bonita del pueblo y mi favorita. Te la voy a recordar.” Min Hyuk encontraba en cualquier cosa una excusa para relatar la trágica historia de los amantes más célebres de Saesijak.
“Ji Soo y Min Ho se conocieron mientras paseaban por los caminos polvorientos cercanos al pueblo. Fue amor a primera vista; el muchacho se enamoró del sonido de su risa y ella de la intensidad de su mirada. Durante un tiempo fueron muy felices, fantaseando con la idea de construir una nueva vida bajo un hermoso cerezo, testigo silencioso de sus primeras promesas de amor. Sin embargo, el destino celoso de su unión decidió acabar con Min Ho, arrebatándolo de los brazos de Ji Soo con una extraña y agónica enfermedad. La chica desconsolada buscó una manera de mantener viva su conexión y, en un acto de amor desesperado, arrastró el cuerpo de Min Ho hasta el cerezo y lo colgó en la rama más cercana al suelo antes de ahorcarse a su lado. A la mañana siguiente, el pueblo amaneció con una imagen difícilmente olvidable, recordándoles lo bonito y trágico que puede ser el amor. Muchos afirmaban haber visto a la pareja bailando delante del cerezo durante las noches de luna llena y, sinceramente, prefiero esa versión. La de dos cuerpos inertes, balanceándose con el viento, mientras te observan con sus miradas vacías me da escalofríos”. Se abrazó a sí mismo durante unos breves segundos.
Las palabras de Min Hyunk revolvieron un sentimiento profundo dentro de las entrañas de Dong Seok. Las promesas de amor podían quedar grabadas en muchos lugares, no solo en las cortezas de los árboles.
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jartitameteneis · 5 months
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Fomentando la lectura.
A los 5 años su mamá lo despidió en la calle, en una estación de Buenos Aires, no quería, no sabía o no podía cuidarlo. El recuerda la intensidad de ese último instante, recuerda perfecto la ropa de su madre y la ve, hoy a la distancia, pintándose los labios antes de la despedida. Desde allí el camino sería de escollos, piedras, puentes y calles suburbanas. En la calle creció y de la calle aprendió: lo bueno, lo doloroso y lo inolvidable.
Tomás dice que, en algún libro de los muchos que devoró, un autor dijo que las heridas se curan con el tiempo, pero él dice que no, que hay heridas que no suturan nunca más y que irán abiertas y latiendo hasta la tumba. La pibada de 8 ó 9 años que lo acompañaba envidiaba su vida y sus tiempos. Tomás no tenía ni horarios, ni padres que obligaran, ni madres que le ordenaran. El resto de los pibes sí los tenían y tenían, con esto, que volver a una hora a la casa, que comer en un horario y que acostarse temprano.
Por eso envidiaban a Tomás y, por eso, Tomás también los envidiaba a ellos en silencio; sobre todo cuando los amigos se iban y él quedaba contando estrellas o apoyando la nariz en la ventana de algún restorán, envidiaba sanamente la suerte de los otros, los retos que él no tenía y las obligaciones que a él le faltaban.
Un juez de Paz, cuando él andaba en sus 6 ó 7 años, le dijo que no sabían qué hacer con él, porque no entraba todavía en la edad de ir a instituto de menores ni a ningún Hogar. Entonces Tomás, el enano Tomás de ese entonces, le pidió una sola cosa al juez: ir a la Escuela. El Juez le preguntó dónde iba a vivir y Tomás le dijo que no se hiciera problema, que del resto él se encargaba. Por eso empezó la Escuela, iba con la ropa que tenía y con la pobreza que cargaba, iba, escuchaba, hacía los deberes y luego antes de irse le devolvía el lápiz prestado a la maestra.
Por las tardes estudiaba en la Biblioteca Nacional; solito se iba a leer cientos de libros y miles de historias. Entrada la noche volvía abajo de algún puente, a alguna tubería o a cualquier lugar más o menos cálido que la tierra regale. Allí soñaría sueños bravos, sueños tiernos y mundos pasados. Luego lo de todos los días, la calle, la dureza del asfalto, la invisibilidad del pibe que arrastra sus penas y sus broncas.
Como a tantos pibes se le abrieron pocas opciones, el delito o la muerte. Tomás encontró el primero y pago duro la condena, pero aún entre rejas, peleas, tumbas y miserias carcelarias, siguió estudiando, pidiendo por estudiar, queriendo leer para saber y para saberse distinto.
Pasó varios años contando los días y tachando las lunas, caminando por las vías de la oscuridad y encontrando, siempre más temprano que tarde, alguna lucecita colada, alguna ventana posible, alguna amistad que hermane las cicatrices reabiertas.
Hoy cuenta Tomás su historia a los pibes de secundario de una escuela pública de la localidad de Vela, viajó desde Olavarría para venir a contar y venir a decir. Y yo lo escucho sin pestañear, cuenta despacio su historia, con ojos gigantes y sabidos de muchas imágenes y muchos rostros que ya no están. Cuenta su historia detalladamente y habla del amor, habla del abrazo y habla del recuerdo. Le dice a los pibes que vayan y que abracen al amigo, al viejo o a la vieja. Dice que no es lo mismo querer que decir te quiero. Que no es lo mismo un sí que un no. Dice que no hay imposibles. Que siempre hay una soga y que no es para ahorcarse, sino para salir del tiempo enlodado, para respirar un viento distinto, para sonreir, para luchar.
Tomás, que abrazó la paria calle del abandono, que abrazó la mísera tumba de la desmemoria, hoy sigue en la cárcel de Sierra Chica, pero como docente. Tomás ha sido de los pocos que ha podido limar la reja de la invisibilidad, ahuecar el muro y espiar, disponer del mundo arrebatado y establecer otros sentidos, otros colores, otras resurrecciones posibles.
Bernardo Penoucos
"Pelota de Trapo"
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el-desorden-que-dejas · 10 months
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No podemos vivir sin afecto, nadie puede hacerlo pero sí podemos amar sin esclavizarnos. Una cosa es defender el lazo afectivo y otra muy distinta ahorcarse con él.
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mary-j · 2 years
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Es preferible consolarse que ahorcarse
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pamhr · 1 year
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:. Casa de La Moira: José Vasconcelos número 125, San Miguel Chapultepec.
“Se cuenta que Marcus entró en la casa abandonada de La Moira a la edad de ocho años.
Marcus escuchó voces extrañas e inexplicables que salían de la casa. El tímido joven entró lentamente a un cuarto, escuchó voces. Algo que no pudo explicar del todo. Estas extrañas voces solo despertaron más su interés y lo impulsaron a explorar más la casa. Marcus procedió con valentía a subir las escaleras de esta casa y entrar en uno de sus dormitorios. Fue aquí donde presenció la inquietante aparición de un hombre que había sido colgado del techo. Asustado, Marcus huyó de la casa solo para desarrollar una obsesión por lo que había visto. Esta vista también molestó mucho a Marcus. La aparición del ahorcado aparentemente dominó sus pensamientos desde entonces y lo puso en un estado mental oscuro. Durante los siguientes 10 años, estos mismos pensamientos oscuros continuaron atormentando la mente de Marcus hasta el punto en que lo llevaron a regresar a la casa. Obsesionado con la casa y en un extraño giro del destino, Marcus entró en la misma habitación en la que había visto la aparición del hombre colgado todos esos años antes. Luego procedió a ahorcarse.
Con el paso del tiempo, la propiedad se utilizó para realizar sesiones espiritistas. Participantes de estas sesiones hablan de diferentes posesiones demoníacas que ocurrieron en ese lugar. También comenzaron a ofrecer recorridos nocturnos por el interior de la casa. No duraron mucho porque los organizadores aseguran que la fuerte presencia de demonios hacía peligroso caminar por la casa.
En un momento la Casa La Moira fue una galería y abrió al público. Hoy es una residencia privada y no es accesible al público en general. Aunque ya no es accesible, la casa sigue siendo conocida como uno de los lugares más encantados de México.” .:
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ekosofchaos · 2 years
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Harta estoy de tener que tomar la medicación, pero al final al parecer es lo único que me ayuda a fingir un poco de normalidad porque me puedo ver muy tranquila cuando en realidad lo que pasa por mi cabeza no puede verse reflejado de forma literal o abstracta. Hey, acá vamos de nuevo: media pastilla antes de ir a dormir, otra vez la estoy tomando tarde porque me olvidé de tomármela más temprano, no es como si me emocionara hacerlo. ¿Para qué fingir que estoy bien si sigo pagando terapia? Siempre vuelvo a reiniciarme después de desquitarme violentamente y esta vez terminó con cortes en la muñeca, ¿qué sentido tiene? Ni siquiera me duele como para replantearme mis decisiones de vida, la única razón por la que quedaron cortes superficiales es sólo porque no tengo otra cosa lo suficientemente filosa y punzante para terminar con todo. ¿Qué sentido tiene seguir viviendo?
Harta. Harta estoy de fingir que estoy bien, que no me molestan las pequeñas cosas, de fingir que no sé cuando va a ser la próxima vez que termine haciéndome daño. Me doy cuenta de todo y lo siento también. Si fuera tan sencillo ahorcarse ya lo hubiese hecho pero ni siquiera tengo dónde o con qué, como si no fuera una idea recurrente.
trato de refugiarme escuchando música pero no estaría ayudándome a apagar los gritos constantes de terminar con todo, ¡pero que pesada! Cómo si no pudiera mencionar otra cosa, pero es algo constante que está ahí y permanece y no se va. No es como si mi ausencia en este mundo afectara algo si la vida continua después de la muerte, el mundo no se detiene por nada ni nadie. ¿de que me sirve llorar si no me saca la angustia del pecho? ¿Cuánto más tengo que aguantarlo?
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diarioelpepazo · 4 months
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Figuran lesiones inusuales en suicidios por ahorcamiento, el incumplimiento de los protocolos habituales en tales casos, así como la falta de acceso a muchos documentos, entre otras. Aunque el financiero estadounidense Jeffrey Epstein, que organizó un entramado de tráfico sexual de menores, murió hace más de cuatro años, supuestamente por suicidio, sigue sin revelarse mucha información relacionada con la investigación del caso. Ahora, el hermano del fallecido delincuente, Mark, que habló con New York Post, intenta conseguir que esos datos se hagan públicos. Epstein fue hallado muerto, aparentemente tras ahorcarse el 10 de agosto de 2019 en su celda del Centro Correccional Metropolitano de Manhattan (Nueva York), donde esperaba para ser juzgado por cargos federales de tráfico sexual de menores. A pesar de que entonces un médico forense dictaminó que se trataba de un suicidio, hay quienes, incluido Mark, siguen poniendo en duda la versión oficial. "Solo quiero revisar los hechos, pero cuando consideramos los hechos disponibles, nos surgen más preguntas. Parece que no hubo una investigación después de que se dictaminara que fue un suicidio [...] Parece haber encubrimiento", dijo el hombre a The Post, presentando los resultados de su propia investigación de cuatro años. Lesiones "extremadamente inusuales en los ahorcamientos suicidas" Luego de haber hallado al empresario en su celda, en el proceso de autopsia participaron dos médicos forenses, entre ellos el Dr. Michael Baden, enviado por Mark para supervisar el procedimiento de forma independiente. Aunque llegaron a la conclusión de que era necesario seguir investigando, una semana más tarde, la jefa forense de Nueva York, Barbara Samson, dictaminó que se trataba de un suicidio y que no eran necesarias investigaciones complementarias. Aseguró que había visto "pruebas adicionales", pero nunca dijo cuáles. Etiqueta en el dedo del pie del cadáver de Jeffrey Epstein.CME Al mismo tiempo, Baden afirmó que el financiero tenía dos fracturas a cada lado del cartílago tiroides, cerca de la nuez, y una por encima, en el lado izquierdo del hueso hioides, lo que es "extremadamente inusual en los ahorcamientos suicidas". "No he visto en 50 años que eso ocurriera en un caso de ahorcamiento suicida", dijo, señalando que este tipo de lesiones pueden ser mucho más comunes en el estrangulamiento homicida. Pruebas inexactas A favor de esta versión también está el hecho de que no hay ninguna fotografía de la posición del cuerpo cuando fue hallado, un dato importante para determinar la forma exacta de la muerte. Según información oficial, para ahorcarse Epstein habría utilizado una sábana naranja atada a la litera. El guardia que encontró el cadáver también dijo que rasgó la sábana y la cortó, y luego comenzó a realizar compresiones torácicas. Al mismo tiempo, la cuerda presentada como prueba no era la que había cortado el guardia, sino un trozo entero de tela y sin manchas. Cámaras de vigilancia no funcionaban Además, durante la noche en la que murió Epstein, las cámaras de vigilancia de la zona donde se encontraba no funcionaban. Según la investigación oficial, "las pruebas de video grabadas los días 9 y 10 de agosto solo estaban disponibles en una cámara de seguridad de la prisión debido al mal funcionamiento del sistema de grabación de video digital". Al mismo tiempo, aunque se asegura que "entre aproximadamente las 22:40 horas del 9 de agosto y las 6:30 horas del 10 de agosto, no se vio a nadie entrar en la celda de Epstein", las imágenes de la cámara, en particular las del momento en el que el cadáver fue retirado por la mañana, nunca se han hecho públicas. Una foto de la celda de Jeffrey Epstein captada tras su muerte.DOJ Otras inconsistencias Hay otros hechos que parecen extraños en el caso. Por ejemplo, los dos guardias de la prisión que se encontraban a cinco metros de la celda de Epstein se quedaron dormidos esa noche. Pese a que inicialmente aseguraron que habían realizado controles de presos, más tarde admitieron haber falsificado esas declaraciones.
Aunque parecía claro que el empresario ya estaba muerto, fue trasladado a un hospital y colocado en una camilla con una bata hospitalaria. El personal de la ambulancia que llegó al penal, así como el del centro médico, no fue entrevistado por la Policía, como suele hacerse en esos casos. También unos meses antes de su muerte, el Departamento de Psicología de la penitenciaría había dictaminado que Epstein debía tener un compañero de celda de forma permanente y ser vigilado. Sin embargo, el preso que vivía con él fue trasladado a otro centro menos de 24 horas antes del incidente. El hermano de Epstein también señala que unos días después de su muerte, se iba a celebrar una audiencia judicial para apelar las restricciones de libertad bajo fianza, lo que hubiera permitido al empresario salir de la cárcel mientras esperaba el juicio en su casa. Para recibir en tu celular esta y otras informaciones, únete a nuestras redes sociales, síguenos en Instagram, Twitter y Facebook como @DiarioElPepazo El Pepazo/RT Español
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dysania-999 · 7 months
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Algunos deben elegir si ahorcarse con la corbata o atreverse a delinquir
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bloodberryblue · 8 months
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"Ahorcarse es tan difícil, no lo sé. Pero vivir es mucho, muchísimo más difícil. ¡Dios sabe lo difícil qué es! "
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lecturasdiarias · 11 months
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Lecturas del Miércoles de la 9ª semana del Tiempo Ordinario
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Lecturas del día Miércoles 7 de Junio de 2023
Primera lectura
Lectura del libro de Tobías 3,1-1a.16-17a
En aquellos días, Tobit, profundamente afligido, oró entre sollozos, diciendo: “Señor, tú eres justo y tus obras también son justas. Siempre procedes con misericordia y lealtad. Tú eres el juez del mundo. Acuérdate de mí, Señor, y ten piedad de mí. No me castigues por mis pecados, no tomes en cuenta mis faltas ni las de mis padres.
Porque desobedecimos tus mandatos nos entregaste al saqueo, al destierro y a la muerte; nos hiciste objeto de las murmuraciones, las burlas y el desprecio de las naciones entre las cuales nos dispersaste. Señor, tu castigo es verdaderamente justo, porque ni mis padres ni yo hemos cumplido tus mandamientos ni hemos sido leales contigo. Haz de mí lo que quieras, Señor: quítame la vida, hazme desaparecer y volver al polvo, pues más me vale morir que vivir, porque me han llenado de insultos y estoy hundido en la tristeza. Líbrame ya, Señor, de esta desgracia, envíame al descanso eterno y no te alejes de mí. Pues más me vale morir que vivir sufriendo tantas desgracias y escuchando tantos insultos’’.
Aquel mismo día, Sara, la hija de Ragüel, que vivía en la ciudad de Ecbatana, en la provincia de Media, tuvo que soportar los insultos de una esclava de su padre, porque Sara se había casado siete veces y Asmodeo, el malvado demonio, había matado a todos sus maridos, apenas se acercaban a ella. Así pues, la esclava le dijo: “¡Tú eres la que estrangulas a tus maridos! Te has casado con siete y no has disfrutado a ninguno. ¿Por qué te desquitas con nosotras por la muerte de tus esposos? Vete a donde están ellos y que nunca veamos ni un hijo ni una hija tuyos”.
Sara se entristeció tanto, que comenzó a llorar y subió al segundo piso de su casa, con intención de ahorcarse. Pero reflexionó: “No lo haré, no vaya a ser que la gente insulte a mi padre, diciéndole que su hija única, tan querida, se ahorcó de dolor y sea yo así la causa de que mi padre se muera de tristeza. Más vale que no me ahorque, sino que le pida al Señor que me envíe la muerte, para que no tenga que escuchar ya tantos insultos durante mi vida”. Entonces levantó sus manos hacia el cielo e invocó al Señor Dios.
En aquel instante, el Dios de la gloria escuchó las súplicas de Sara y de Tobit, y envió al ángel Rafael a curarlos: a Tobit, quitándole las manchas blancas de los ojos, a fin de que pudiera ver la luz de Dios, y a Sara, hija de Ragüel, librándola del malvado demonio Asmodeo, para darla como esposa a Tobías, hijo de Tobit, pues Tobías tenía más derecho a casarse con ella que todos los que la habían pretendido.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 25 (24), 2-3. 4-5ab. 6 y 7bc. 8-9 R./ A ti, Señor, levanto mi alma.
A ti, Señor, levanto mi alma; mi Dios, en ti confío no quede defraudada mi confianza ni se burlen de mí mis enemigos. R./ A ti, Señor, levanto mi alma.
Nadie que haya confiado en ti ha quedado jamás decepcionado. Quienes a Dios traicionan por los ídolos, ésos sí quedarán decepcionados.  R./ A ti, Señor, levanto mi alma.
Descúbrenos, Señor, tus caminos,  guíanos con la verdad de tu doctrina.  Tú eres nuestro Dios y salvador y tenemos en ti nuestra esperanza.  R./ A ti, Señor, levanto mi alma.
Acuérdate, Señor, que son eternos tu amor y tu ternura. Según ese amor y esa ternura, acuérdate de nosotros.  R./ A ti, Señor, levanto mi alma.
Porque el Señor es recto y bondadoso  indica a los pecadores el sendero,  guía por la senda recta a los humildes  y descubre a los pobres sus caminos. R./ A ti, Señor, levanto mi alma.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Marcos 12,18-27
En aquel tiempo, fueron a ver a Jesús algunos de los saduceos, los cuales afirman que los muertos no resucitan, y le dijeron: “Maestro, Moisés nos dejó escrito que si un hombre muere dejando a su viuda sin hijos, que la tome por mujer el hermano del que murió, para darle descendencia a su hermano. Había una vez siete hermanos, el primero de los cuales se casó y murió sin dejar hijos. El segundo se casó con la viuda y murió también, sin dejar hijos; lo mismo el tercero. Los siete se casaron con ella y ninguno de ellos dejó descendencia. Por último, después de todos, murió también la mujer. El día de la resurrección, cuando resuciten de entre los muertos, ¿de cuál de los siete será mujer? Porque fue mujer de los siete”.
Jesús les contestó: “Están en un error, porque no entienden las Escrituras ni el poder de Dios. Pues cuando resuciten de entre los muertos, ni los hombres tendrán mujer ni las mujeres marido, sino que serán como los ángeles del cielo. Y en cuanto al hecho de que los muertos resucitan, ¿acaso no han leído en el libro de Moisés aquel pasaje de la zarza, en que Dios le dijo: Yo soy el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Están, pues, muy equivocados”.
Palabra de Dios
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kaeleme · 1 year
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Buscó el álbum de fotos para romper con todo en su interior, luego de aquellas palabras hirientes, el dolor quemaba en su pecho.
La pena brotaba de sus ojos y sólo el desgarro de las fotos podía aliviar aquella rabia suscitada por el mensaje, pero el álbum no estaba. En su defensa aparecío un marco y su tapa de vidrio, una corbata morada y un poncho para el invierno.
La seductora idea de acabar con todo su dolor se transformó en una opción, ahorcarse, cortarse, asfixiarse, parecían posibilidades tan sólidas como su dolor. Todo en lo que había creído estaba desapareciendo. La angustia frente a la incertidumbre llevó a romper el vidrio acercarlo a sus muñecas y desapegarse al tormento.
Una posibilidad revoloteante pasó por su cabeza, no dudó y le escribió inmediatamente.
¿Puedes decirme quien soy?
Le preguntó a su esperanza mientras la ejecución se pospone.
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stepbrightnessblog · 2 years
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Una cosa es defender el lazo efectivo y otra muy distinta ahorcarse con él.
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kpwx · 2 years
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Aprendiendo de las drogas: usos, abusos, prejuicios y desafíos, de Antonio Escohotado
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Se ignora así aquello en lo cual coinciden sin excepción todos los grandes médicos desde Hipócrates hasta hoy: que drogas y uso de drogas no son la misma cosa. En otras palabras, que la divisoria entre conveniencia e inconveniencia no depende de emplear estos o aquellos compuestos, sino de emplearlos con oportunidad y mesura o a destiempo y desordenadamente.
En lo que respecta a las drogas que no son legales, jamás en mis veinticinco años he consumido o sentido la más mínima curiosidad de probar alguna, y si no lo he hecho hasta ahora, probablemente no lo haga nunca. Pero ello no quiere decir que exista algún motivo profundo detrás: si me niego no es debido a alguna filosofía de vida, religión o subcultura en particular a la que me adscriba, sino simplemente a que no me llaman la atención. No me interesa lo espiritual, la conexión mística con la naturaleza, las sensaciones físicas demasiado fuertes ni nada de lo que las distintas drogas producen en el cuerpo, así que ni siquiera he sentido la necesidad de darles una oportunidad. Dicho esto, lejos estoy también de demonizar o ver con malos ojos a las drogas en sí, pues estas no son más de lo que el consumidor hace con ellas, o como escribe el autor de este libro: «La cuerda que sirve al alpinista para escalar una cima sirve al suicida para ahorcarse y al marino para que sus velas recojan el viento». Se puede no haber probado ninguna droga y ser un idiota, un fracasado y un inmoral, como también lo contrario, tal como lo demuestra el propio Antonio Escohotado. Escohotado fue un consumidor asiduo de drogas durante toda su vida (según le oí a Ernesto Castro —quien lo entrevistó unos años antes de morir—, parece ser que consumía una mezcla de cocaína con algún otro compuesto a diario), y aun así fue una gran persona y un tremendo intelectual. Hasta que yo no escriba obras tan importantes como Los enemigos del comercio o la Historia general de las drogas y no traduzca a Hobbes, Jefferson o Newton —cosa que jamás va a pasar—, no me sentiré capacitado para criticar a alguien por fumar, inhalar o inyectarse cualquier cosa siempre que lo haga racionalmente.
Esa completamente innecesaria introducción me obliga a ser más breve en lo que sigue. Según el propio Escohotado: «[…] este libro se limita a ofrecer datos básicos para el autogobierno de cada individuo. Apuesta por la ilustración farmacológica frente a la barbarie farmacológica, considerando que la objetividad es el mejor estimulo para una conducta racional». Efectos, cantidades optimas, precauciones a tomar, precios y remedios sobre una inmensa variedad de drogas que van desde el café hasta el LSD; desde el gas de la risa hasta la heroína. El único ausente conocido en esta larga lista es el tabaco, del cual se abstuvo de hablar precisamente por no sentirse suficientemente imparcial para hacerlo. Aunque yo no he probado ninguna droga ilegal, sí que consumo regularmente las legales tal como lo hace la inmensa mayoría (o la totalidad, si se incluye el azúcar como una droga) de la población: el café, el té y el mate (este último hace bastante que no lo tomo, pero escuchar a Gardel últimamente me está incitando a hacerlo), junto con benzodiazepinas y algunos fármacos similares para el tratamiento de la depresión y otros trastornos que padezco. 
Una de las cosas más destacables del libro es que no se trata de una descripción netamente teórica ni estadística de los efectos de las drogas. Escohotado probó (y consumió largamente en algunos casos) la práctica totalidad de las drogas que describe, así que puede enriquecer las descripciones de la literatura farmacológica con su propia experiencia. Para terminar, no se puede obviar la mirada tan certera que tenía este autor sobre el tema. En esta obra no incita el consumo ni blanquea su uso, pero critica (cuando se tiene que criticar, pues no es un libro centrado en la historia) la manera en que los estados han intentado solucionar el problema. Autogobierno y responsabilidad en lugar de paternalismo y prohibición.  
Aquí uno de los muchos debates sobre las drogas en los que Escohotado participó brillantemente.
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