Te sigo buscando, alma mía, alma entera que llevas mi nombre como la nube al viento. Sigo aguardando por ti en la espera intranquila de una letra más muerta que viva, porque voy cayendo por un abismo plagado de estrellas, de luciérnagas, del resplandor que emerge de la mágica tierra cuando las invisibles alas de los ángeles emprenden el vuelo. ¡Oh, mi cielo, yo te quiero y escudriño entre los rincones de mi psique, sé que ahí estás, estás ahí escondido entre el sueño revestido de desvelo! Porque tú, niño, también buscas las aves de luz que llevo dentro. Y estaré aquí, aquí en medio de lo azul y de lo blanco, entre la niebla y el turquí de este cielo arrebatado, arrebolado como la mujer que quiere hacerte el amor con el dorado del bosque y el encanto de sus hechiceras desoladas.
Tengo la decisión de terminar con lo nuestro, pero no tengo el suficiente valor para hacerlo y es que la verdad te amo demasiado que tengo miedo a estar lejos de ti. No puedo aceptar que todo lo que se vivió algún día se termine de un día para otro. Y es que la manera en que nos conocimos fue verdaderamente espectacular. Me terminó cuestionando del porqué nuestras miradas se tuvieron que colisionar, por qué nuestros corazones terminaron teniendo esa conexión, por qué tuvimos que fundirnos en uno mismo. Siempre he creído que en las relaciones siempre te lleva ah algo bueno o ah algo malo. Nuestro amor fue creciendo poco a poco y se volvió tan fuerte e inmenso. La manera en la que te conocí fue bastante ilegal y prohibido que ambos sabíamos que lo nuestro no tenía que suceder, pero decidí desafiarme y jugármela sin saber que algún momento de mi vida esto tenía que terminar y ahora aquí estoy perdiendo todo, oh mi corazón se está partiendo en dos, estoy jodidamente destruida, estoy varada sin saber dónde ir y que hacer. No quiero conocer a alguien más en estos momentos, quiero permanecer con nuestro amor por un momento, quiero seguir reviviendo nuestros recuerdos, quiero quedarme con nuestro primer beso que hizo que nos amaramos profundamente. Quiero quedarme con nuestra historia que construimos hasta que pueda sanar completamente. Y yo no quiero aceptar que tú y yo tenemos un final, pero se que al final tengo que aceptarlo, cruel realidad.
Cuando pienso en escribirte, no sé ni por donde comenzar. Son tantas las cosas por decir y tan poco el tiempo que tengo para hacerlo. No sé si comenzar por tus ojos cafés que me quitan el sueño, o tu sonrisa tan perfecta que me deja sin habla. Tu risa muy poco común que me alegra el día, o tus manos grandes y cálidas cuando están sobre las mias. No sé si hablar de tu mirada que me calma y altera a la vez, o tu voz ronca que me deja sin aliento.
Cuando es sobre ti, no sé por dónde comenzar, pero sé por donde terminar.
"Que alguien que querés o te interesa, no responda tus mensajes, también es un mensaje" y ese mensaje dice: "lo que sentis por mí no es recíproco. No estoy lo suficientemente interesado en vos como para formar un vínculo".
Es doloroso aceptar el rechazo, pero duele mucho más quedarnos en un lugar donde constantemente nos sentimos insuficientes. Tenemos la responsabilidad de elegir entre lo que nos hace bien por sobre lo que tenemos ganas.
Pocas veces nos ah pasado que nos sale una oportunidad para nuestras vidas de estar donde queremos e irnos lejos pero estás tan enamorada (o) que si esa persona que amas te pide quedarte y te promete que no te va a defraudar y siempre estará para ti pero al final no lo cumple y te deja sola y decepcionada; déjame decirte que te entiendo y es el peor sentimiento que te puede ocurrir. Nunca te quedes por una persona que al final no lo valorará y se terminará yendo de tu vida.
Es el deseo sincero de pintar de alegría en tus pupilas con el que extiendo mis manos cuando escribo. Traigo a tu alma los colores de la mía y la música que tararea cada línea la escondo en el espacio entre tus labios. Te beso con ternura el cielo inmenso que llevas en el corazón y lo abrigó con el calor de cada estrella que haces brillar en el mio. Sonreir es saberme de tus noches tanto como de tus días cuando me acurruco en el silencio que los habita al ofrendarme a tus pupilas como un esbozo de tinta.
Evidentemente esto no esta funcionando, siguen pasando los años y seguimos en las misma brecha, en la misma linea de tiempo que no esta avanzando para nada.
sigo estancada ahí en ese lugar, en esos abrazos, en esos besos, en esas caricias, sin razón alguna de que eso se vuelva permanente, de que no solo viva en mi cabeza, si no en mi realidad.
en verdad deseo tanto que esto sea algo de verdad, que en verdad sienta lo mismo que yo por el, que sepa que me nace todo del fondo de mi alma, que no quiero que sea un pasatiempo, un tal vez nos veamos, quiero algo en verdad estable, que mi cabeza no me manipule pensando que no es asi, pero y si mi cabeza tiene razón y es cierto todo eso, no se que hacer, o ms bien si pero sigo con la esperanza de que todo eso cambie en algún momento, para bien o para mal. el resultado que sea lo aceptare. aunque me duele el aceptarlo.
sabdy Glez 26-10-23
Te he visto ir y venir, alejarte y acercarte a mí, te he visto ausente y también cercano… Y he sentido en cada uno de esos espacios al corazón desgarrarse en la esperanza de poder tenerte completo, de poder ser la totalidad de la mujer que soy —en ti.
He observado allá, en el horizonte de zarco celaje, tu mirada que irradia hacia la mía, que besa todos mis rincones y de pronto se apaga dejándome los más atezados sinsabores.
Le he pedido al viento la compasión del beso, que te robe un poco de tu aliento y me haga beber de él para ya no sentir que me asfixio en la blancura de este papel, esperando por tenerte, esperando por a la distancia vencer.
Y el reloj avanza… Como los sueños se arrullan.
Y la lágrima danza para después desperdigarse en la penumbra.
Y tu nombre repica en la atmósfera, me hace creer que te alcanzaré con sólo abrir mis manos para en mis palmas resguardarte. Pero… No estás… No estás y el alma ya no puede seguir extrañando.
No estás… Y me atrevo a detener al tiempo y a su paso tras la mampara que vigila tu sueño, allí en la alcoba donde todavía un sollozo nos recuerda, que a pesar de todo, estamos el uno para el otro hechos.
—Paloma Zerimar
Dentro. Muy dentro de mí, algo vibra y me susurra al oído del alma, que eres mío sin aún ser mío pues la vida nos ha jugado así.