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#grani sigmund
karolinevassalor · 27 days
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I just loved how the played the big guy with poor Milo until Saga arrived.
Heh, Camus know the most to not mess with him.
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elencelebrindal · 3 years
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Honest Opinion - Grani Sigmund
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Overall score (character, not looks): 10/10
And here we have yet another on of my favorites. Is it because I was already a big fan of Siegfried and this man right here is his brother? Probably.  But who cares, Sigmund’s a really good character and I’m here exactly for good characters. 
I loved his interactions with Saga. How he remembered his brother, how much he cared for him. As soon as Siegfried’s Robe came to help him, I was pretty much screaming something incoherent at the screen.  He loves his little brother so much, come on, this is peak content. 
But you know what else is peak content? The heartbreaking scene of Sigmund being forced to become a berserker, and being unable to stop fighting as his brother told him because of that. I swear, Sigmund asking Saga to kill him was one of the most beautifully sad scenes of the series. 
I might not have much to say about him, but rest assured, I absolutely loved this character and I wish we could have had more.
I am deeply aware that the excuse for his sudden kinship with Siegfried is a bit forced, because seriously? Something as simple as “he was in prison for the whole Ring shenanigans” (of which my man Sauron would be proud) doesn’t really work with me, because of many logic problems, but I’m also aware that this characters came way after the Asgard Arc and it’s impossible to create something flawless.  So I didn’t count that into my score, although it could be a negative point.  I enjoy this type of connection between the “old” Asgard and the “new”, so I won’t complain. 
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notausername · 5 years
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homework meme + asgard
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l-e-i-n-t-h · 6 years
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Formato Fic || La Muerte danza en la Nieve - Capítulo 03
Uff, este tomó más tiempo aún. He estado muy ocupada y como estoy alternando entre un capítulo del fic y uno de mi novela, pues no está fácil avanzar.
@trio-infierno,
Título: La Muerte Danza en la Nieve
Capítulo: 03 - El Príncipe Heredero
Capítulos anteriores:  Cap. 01,  Cap. 02
Personajes: OC: Sigmund; OC: Edda; Siegfried; Hilda.
Resumen: El príncipe heredero aprende múltiples cosas y, ciertamente no entiende a su hermana. No la entiende a tiempo, al menos.
Nº de palabras: 2593
Advertencias: No más que las que ustedes mismas pensaron que vendrían en este capítulo.
El Príncipe Heredero
―Así es, muy bien, estás listo para una estatua ecuestre como la de tu abuelo paterno ―dijo Hilda, aplaudiendo.
―Pero no puedo ver nada ―replicó Sigmund, desde lo alto de su viejo caballo, casi sin mover los labios, mientras avanzaba al paso, erguido y sujetando las riendas con una sola mano.
―No necesitas mirar por dónde va el caballo, él también tiene ojos ―oyó decir a madre, pero no podía verla, tieso como iba.
―Antes muerto que sencillo, hijo mío ―apostilló padre desde la orilla del río.
A él sí podía verlo, tratando de desenredar el sedal de Edda, que parecía estar arruinando sus clases de pesca a posta, posiblemente para que padre se demorara más con ella. Pero los hombres de la familia tenían que cazar el almuerzo, así es que pronto se internarían en el bosque para perseguir alguna presa. Sigmund estaba consciente de que hoy solo aprendería a mantener el equilibrio sobe el caballo con una lanza en la mano y que padre haría todo el trabajo, pero le gustaba pensar en que proveería para su madre y su hermana.
Mientras Edda aprendía los rudimentos de la pesca, madre aprovechó de enseñarle a Sigmund algunos trucos para desfilar a caballo, cosa que ella hacía a la perfección. No era fácil ir tan erguido y saludar con tanta gracia, pero como el heredero, debía aprenderlo.
―Listo ―dijo padre, entregándole la caña a Edda nuevamente―. Volveremos a intentarlo.
―¿No puedo simplemente hacerme vegana? ―preguntó la niña, sentada en una piedra, con el agua golpeándole contra las botas.
―Buena suerte con eso, pequeña ―replicó padre―. Con el poco pasto que hay en Asgard serías un esqueleto antes de que puedas decir Aëgishjalmur.
―Sería bueno para mi carrera como modelo ―dijo Edda, alzándose y poniéndose las manos en la cintura―. La abuela Rosamunde dice que tengo madera.
―Con un modelo en la familia basta. ―Padre corrigió la posición de los brazos de Edda para lanzar―. Mi madre está muy equivocada si piensa que dejaré que te embauque a ti como lo hizo conmigo.
―Vamos, Sigmund, otra vuelta ―dijo madre, batiendo palmas para llamar su atención.
El niño sacudió la cabeza e hizo lo que le pedían, aunque estaba muy claro que aprender a desfilar a caballo era cien veces menos entretenido que aprender a cazar sobre uno.
―Bien, al fin ―dijo padre después de un rato―. Ahora solo tienes que esperar que pique. Tu madre te ayudará a sacarlo y matarlo si resulta ser muy grande.
Edda no disimuló su desagrado. Edda casi nunca disimulaba nada, lo que a Sigmund le parecía tan extraño. Como hijos de la princesa debían aprender modales, cómo tratar con nobles y plebeyos, todas cosas que a su hermana parecían no importarle. Padre le hizo una mueca y la chiquilla se la devolvió. Sigmund movió la cabeza de lado a lado.
―¿Estás listo? ―preguntó padre, acercándose.
Sigmund asintió con entusiasmo.
―¡Qué calor hace! ―se quejó el hombre, mojándose la cabeza con un odre.
Era lo que todos los adultos decían: que hacía demasiado calor. Que los niños de hoy no soportarían un invierno como los de antaño. Edda tenía frío todo el tiempo de todas formas, aunque los climogramas que él había estudiado dieran la razón a los adultos.
―¡Tan serio!
Padre le había salpicado la cara y le hizo cosquillas como cuando era más pequeño.
―¡Y tú ahora eres toda mía! ―exclamó madre, metiéndose al río descalza, con el vestido amarrado a la altura de las rodillas para abrazar a Edda por la espalda.
―¡Mamá! ¡Ponte botas por el ojo de Odín!
―Las botas son cosas de noruegos y suecos. Los nacidos en Asgard pescamos así ―respondió madre, paseándose alrededor de la niña, como si fuera una compañerita molestosa.
―¿Estarán bien sin nosotros? ―preguntó Sigmund a su padre.
Sobre Grani, padre se veía exactamente como la estatua del duque Sigmund ―su homónimo― que estaba en el primer patio del Torreón de Fafnir, allá en la frontera donde la abuela Rosamunde era la señora.
―Ningún oso se acercaría jamás a tu madre si quiere conservar la piel.
Edda miró en su dirección, ignorando a madre que trataba de salpicarla con agua. Siempre había algo en los ojos celestes de su hermana que él no lograba entender del todo. “Cosas de chiquilla mimada”, supuso.
Las horas que pasó a solas con su padre fueron tal como las esperaba. Entonces no era el príncipe heredero que criados y guardias trataban con algodones, o que los amigos de la familia juzgaban por su “excesiva seriedad”. En momentos como ese era simplemente Sigmund, el compañero de caza de Siegfried el héroe. Sí, eso era lo que le gustaba de pasar tiempo afuera con su padre: lo escuchaba sin condescendencia, lo corregía sin avergonzarlo y no le decía “eres muy niño para esta conversación”.
―¿Crees que lo que dijo la señora Byrd sea verdad? ―preguntó, cuando ya hacían el camino de regreso.
Padre iba por delante, a pie, pues sobre el lomo de Grani iba un gran ciervo que él había ayudado a acorralar. Padre lo derribó con la lanza y se bajó de un salto del caballo para rematarlo apoyando una mano en su nuca y encendiendo su cosmos. “Si Edda pregunta, la muerte fue instantánea”, le dijo entonces.
―¿Escuchaste ahora a la vieja loca?
Sigmund abrió grandes ojos. No era así como su madre le decía que tenía que referirse a los súbditos.
―No, pero la escuché cuando habló contigo, la semana pasada.
―¿Qué opinas tú?
―Por lo que leí, en algunos lugares son las hadas las que abren los portales que comunican al otro mundo, en Walpurgis y en Samhain, que son esas fechas intermedias entre un solsticio y un equinoccio.
Padre se volvió a mirarlo, con una sonrisa. “¿Habré dicho algo mal?”
―¿Qué más leíste? ―preguntó el hombre, volviendo a mirar por donde guiaba al caballo de guerra.
―Que las hadas en las que cree la señora Byrd son… dan miedo. Si se topan con un niño, lo raptan, si se topan con un hombre lo ahogan o lo seducen, o primero lo seducen y luego lo ahogan.
―¿Qué le hacen a las mujeres?
―Les anuncian la muerte de parto… y si no colaboran con ellas, son capaces de hacerlas enfermar con la mirada. Hay muchas leyendas en el mundo acerca de lo malo que es que un ser del bosque te mire fijamente a los ojos.
―Pero también son muchas las leyendas que hablan de hombres enamorados de las hadas por su gran belleza, ¿qué tan malo podría ser?
―Enloquecer o morir.
Un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando dijo aquello. Lo peor fue que padre se dio cuenta, porque cuando se volvió, haciéndose visera con la mano, estaba sonriendo de nuevo.
―¿Fenrir fue el que te dijo que tenías que leer menos y jugar más?
Sigmund asintió.
―Soy de la misma opinión ―agregó padre antes de reanudar la marcha―. Aunque claro, ya eres mucho más listo que yo, así es que asumo que sabes lo que haces.
Ya podían escuchar las voces de las mujeres.
 Aún faltaba un rato para comer. Había que faenar la caza y era realmente un gran ciervo. “Un rey del bosque”, pensó Sigmund cuando lo abatieron. “¿No sería una mala cosa, considerando que una bean nighe, un espíritu de la naturaleza andaba suelto y de mal humor?”
Comieron pescado primero.
―Más de los que esperaba ―dijo padre cuando vio las truchas en la cesta.
Sigmund no estaba muy seguro de si Edda lo había tomado como un cumplido o no. Con las manos sucias de sangre y vísceras y un mandil de cuero, padre no era muy distinto del señor carnicero y madre tampoco era muy diferente de la señora que vendía arenques fritos ensartados en un palito cerca del puerto. Aunque sus padres eran capaces de muchas más cosas que la gente común. Y él y su hermana también.
Él estaba recibiendo entrenamiento desde los siete años. Edda también había comenzado a entrenar desde ese año y se quejaba como si tuviera los huesos rotos, aunque Sigmund sabía que padre era mucho mejor con ellos de lo que abuelo había sido con él. Solo jugaban a fortalecerse físicamente, y jugaban a concentrar su atención… Y él ya podía jugar a levantar grandes pesos y hacer reventar cosas. Comenzaba a escuchar la grave vibración propia de los cosmos del norte, dones de Odín el de ronca voz.
Conversaron alegremente y jugaron a adivinanzas y trabalenguas durante la comida. Edda falló a propósito varias de sus respuestas, o al menos eso creía él. También cabía la posibilidad de que su hermana fuera sencillamente tonta, pero aquello no era propio de un buen hermano mayor.
En la hora de más calor volaron las ropas y se metieron al río, todos. Los padres armaron una represa con rocas mientras los niños jugaban. Al poco rato, los que quedaron jugando en el agua ―más bien casi luchando― fueron solo padre y madre.
―¿Te acuerdas cuando éramos pequeños y jugábamos a que padre era una balsa? ―le preguntó a su hermana, sentándose en la arena junto a la roca en la que la niña hacía fotosíntesis.
Edda sonrió brevemente. A ella le fascinaba ese juego.
―Era un juego estúpido ―dijo de pronto y se bajó de la roca―. Voy a vestirme ―agregó, parando a su hermano que iba a seguirla.
“No hay manera. Chiquilla tonta”, pensó Sigmund. Minutos más tarde, padre y madre salieron a su vez del agua, arrugados y temblorosos. Se tendieron para secarse al sol y pareció que la tarde se estaba quedando dormida, con todos sus sonidos: los pájaros, el viento en los árboles, el goteo de los parches de nieve viajando rápidamente hacia el río. Sigmund sonrió: solo un asgardiano consideraría un lugar como ese un balneario apto para meterse al agua. Como heredero él había visto las audiencias de los extranjeros del barrio puerto y sabía que en pocos lugares de la tierra la nieve era tan persistente.
Edda no escuchaba la canción del río. Tenía los audífonos puestos y tarareaba una canción del ipod que le había regalado la abuela. Una canción que no era de Asgard, obviamente.
Un ronquido de padre hizo reír a la madre y al hijo. Sigmund se volvió a buscar a su hermana para ver su reacción, pero no estaba en su sitio. La buscó con la mirada y la divisó a cierta distancia, entrando al bosque. Miró hacia los adultos que seguían retozando al sol y no le pareció buena idea interrumpirlos por algo tan nimio. Así es que se adentró en el bosque siguiendo a su hermana. Era otra manera de acechar a una presa: lo consideraría un triunfo si conseguía sorprenderla sin que lo escuchara venir.
Tal vez sí lo escuchaba, porque Edda parecía zigzaguear por el bosque a propósito. Si se volvía, Sigmund aún podía ver el campamento improvisado de su picnic familiar, y hasta le parecía escuchar aún los ronquidos de su padre, pero Edda nunca miraba hacia atrás. El niño apuró el paso para acercarse a ella y entonces escuchó los sollozos.
―Edda, ¿qué te pasa? ―dijo, dando el juego por concluido.
No obtuvo respuesta: solo los sollozos, aunque callados, le llegaron con más claridad.
―Edda.
―Nno… los en…cuenttro, ¿dddonde estánn? ―balbuceaba la niña.
―Edda.
―No me escuchan.
―¡Edda!
Sigmund se adelantó a su hermana para cortarle el paso y tomarla de la mano. La niña tenía los ojos arrasados en lágrimas y angustia, mientras trataba de abrirse paso, mirando sobre el hombro de su hermano, como si él no estuviera ahí.
―¡Edda! ―repitió él, poniéndole las manos en los hombros.
Solo entonces los ojos de la niña se fijaron en él.
―No están ―dijo, llorosa.
―¿Quiénes?
―Papá y mamá. No los encuentro.
―¿De qué estás hablando? Están allá atrás.
―No los encuentro, no puedo encontrarlos.
―Tan solo tienes que volverte ―replicó el niño, tratando de forzar a su hermana a mirar hacia atrás. Estaban a pocos metros del río. O eso había creído.
Cuando miró, Sigmund solo vio árboles y parches de nieve allá donde hubiera un claro. No escuchaba a sus padres, ni siquiera escuchaba al río.
―Estamos perdidos ―dijo Edda.
―No, no lo estamos ―replicó Sigmund, tratando de concentrarse más en su hermana que en su repentina desorientación―. Solo tenemos que dar la vuelta y regresar.
―No, ¡no es por ahí! ¡Ella está ahí!
―¿Ella quién?
Sigmund la agarró del brazo y trató de jalarla, pero Edda se retorció, se soltó y echó a correr. El niño miró hacia atrás, indeciso entre gritarle a sus invisibles padres o salir tras su hermana. “No estamos lejos, no nos alejamos lo suficiente, yo escuchaba el río hasta hace poco. Solo tengo que atraparla y llevarla de vuelta”.
Corrió siguiendo a su hermana, pero ahora no tenía al héroe a su derecha, no tenía cómo acorralarla. Y, ciertamente, la niña corría rápido.
La perdió de vista y, por un momento, el estómago se le fue a los pies, pero mientras bajaba la velocidad de la carrera tuvo a su lado un solevantamiento de grandes piedras que generaban entre sí un hueco: una cueva.
La lentitud de sus movimientos contrastaba con la manera en que su corazón le golpeaba el pecho al introducirse entre las piedras. El interior de la cueva estaba frío, húmedo y mayormente oscuro, a excepción de la luz que se colaba por la entrada y de otra lucecita que dibujaba el perfil de una persona pequeña y asustada: la pantalla del ipod iluminaba de un blanco azuloso el rostro de su hermanita, sentada en el suelo de la cueva, hecha cajita, algunos pasos más allá.
―Edda, volvamos, papá y mamá se preocuparán ―susurró cerca de ella.
―No están. ―La niña seguía llorando.
―¿Por qué dices eso?
Su hermana ocultó la cara entre los brazos y sollozó un poco más.
―Edda…
Sigmund le puso la mano en el hombro y la niña se la quitó bruscamente, poniéndose de pie.
―¡No lo entiendes! ―Su grito retumbó entre las piedras―. Si te pierdes tú, te buscarán. A mí no van a encontrarme nunca.
―¿De dónde sacaste eso?
―Siempre es así: tú lo haces todo bien, siempre los haces sentir orgulloso, eres… eres… ―El ipod había caído al suelo y con su luz dejaba ver que las lágrimas de la niña ya no eran de angustia, sino de rabia―… Eres su hombrecito… Siempre tienen tiempo para ti y lo que tengas que decir siempre es importante, en cambio yo…
―¡No digas tonterías!
“Ias, ías” replicó la caverna, junto con un “ssss” de tierra avanzando hacia el suelo.
―Papá y mamá no son así, tienes que venir conmigo.
Edda retrocedió un paso.
―¡Ahora! ―gritó Sigmund, agarrándola del brazo y la cueva gritó con él, a dos voces, una grave y la otra aguda.
―¡He dicho que no! ―chilló la pequeña y entonces la voz de la cueva no se detuvo. ―¿Qué pasa?
―Shhh ― replicó Sigmund, apretando el brazo de su hermana hasta el dolor, pues las rocas se movían―. ¡Hay que salir! ―gritó cuando la tierra flotó hasta su nariz, dando pasos inseguros hacia la salida.
―¡No, ella está ahí!
Edda se quedó clavada en su sitio como una estaca. Con la última luz que se coló desde fuera, o quizá con una luz diferente, ambos hermanos vieron el perfil blanco de una mujer. Brevemente. Después solo hubo oscuridad.
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drachenheld-archive · 6 years
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I have stumbled upon some translations and summaries from Gotterdamerung, Lost Belt 2 and I’m sorry but I must put this master piece, even if it’s not Siegfried related at all. I feel all of you need to see this, especially @fafnirsxbane/ @drxgonharted Put under a read more because god, this is long. (personal recommendation, read all of it, with this song)
Holmes: Still, I see. By seeing your performance thus far, there are still things I can understand. A mastery of the sword that can even be called peerless, in Scandinavia. A strong and sturdy body. The reflexes and intelligence to easily evade my beams. You know it, right?    You know that I am a Heroic Spirit who employs magical attacks. Likely, we can call that wisdom.    Then, you are… Someone who defeated the evil dragon, and then devoured its knowledge. Am I mistaken?   
Masked Heroic Spirit: Hou?   
Holmes: The son born from the union between Sigmund, King of Hunaland, and the daughter of King Eylimis, Hiordis. Even amongst the brothers who are said to be mighty heroes with strength, intelligence, and all manners of techniques and abilities that surpass the common man…    You were the most excellent of them, a man praised as the noble King of Warriors. You were the wondrous swordsman who renewed further the demonic sword which King Sigmund obtained from overcoming the great god’s trial at the Barnstokkr.   
Mashu: That’s… could it be…!   
Holmes: The seasoned stalwart who defeated the army of King Hunding and took vengeance for his father, Sigmund. The hero who single-handedly defeated Fafnir, the radiant evil dragon phenomenon which became the greed of Gnitaheidr. The human who could ride anywhere in the world after becoming fast friends with Sleipnir’s son, Grani. The great hero, who devoured the dragon’s heart, and obtained invincible strength as well as divine wisdom!    Your true name is Sigurd! Equal to Siegfried, one of the strongest Heroic Spirits in Scandinavia!   
Mashu: Dragonslayer…!
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saintseiyabiblio · 4 years
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Les guerriers divins SoG
Utgarda de Garm
Balder de Hraesvelg
Frodi (en) de Gullinbursti
Fafnir de Nidhögg
Surt d’Eikthyrnir
Sigmund de Grani
Héraclès de Tanngrisnir
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Brynhild acordou e olhou em volta
Quem empunha a espada afiada que corta minhas correntes?
Você deveria me chamar de Sigurd, filho de Sigmund
Você ouviu Sigurd, que lhe mostrou o caminho através da fumaça e do fogo?
Dois pássaros na floresta verde me disseram: Brynhild é linda
Ela anseia por você
Ele conheceu a linda mulher com amor
Asla, filha de Sigurd, nasceu
Ele colocou doze anéis no colo dela
Este deve ser o vínculo do nosso amor
Houve Sigurd, filho de Sigmund, por sete meses
Ele ficou na câmara virgem por um longo tempo. Brynhild falou
Você vai rejuvenescer, sua vida vai acabar
Você será o dono de Gudrun, não será meu
Tenha mais alegria que me pareça maravilhosa
Isso não vai acontecer comigo, vou me tornar meu amor
Não se afaste de você, Brynhild
Ela o seguiu longe e desejou
Feliz viagem: vamos lá, sorte
Espero que você tenha sucesso
Sigurd saiu sem perigo
Então ele viu um animal maligno
Bater com roubo
Cuspir fogo e veneno, sua vida estava em perigo
Sigurd senta-se de costas em massa e não consegue encontrar o caminho
Grani mordeu e bateu, incapaz de encontrar o caminho
Desde que Sigurd teve que correr para a corte de Yuki
O animal maligno desapareceu quando viu onde Krimhild estava sentado
Decorado com fitas coloridas
Krimhild fica do lado de fora com muitos homens
Ela caiu nas rédeas dele com as duas mãos
Sigurd faz uma pausa para sua turnê
Eu tenho uma filha linda que quer amar você
Gudrun é linda, minha filha; onde quer que ela vá
Rosas e lírios brilham do queixo
Fraumudrun saiu em uma túnica azul
O cabelo dela repousava sobre os ombros
Era Krimhild, filha de Juki
Vá para o porão e misture hidromel e vinho
Misture o hidromel e o vinho e adicione o grande
Ela esqueceu todos os grandes esquecidos
Então ela trouxe a bebida e pediu para ele beber com ela
Ele bebeu da buzina por um longo tempo
Sigurd perdeu todas as suas memórias e ninguém poderia curá-lo
Gudrun também bebeu pelo herói respeitado
Sigurd chegou a querer Gudrun grátis
Krimhild falou com sua filha
Entre na sala e prepare-a para o seu convidado
O casamento deles foi celebrado em breve
Sigurd entrou na câmara e encontrou o caminho para o Gudrun
Brynhild disse: Uma lágrima escorre por sua bochecha
Dizem que Gudrun não gosta do bravo guerreiro
Era de manhã cedo, o sol estava nascendo
As duas foram para a água, as duas mulheres eram lindas
Era de manhã cedo, o sol estava ficando vermelho nas montanhas rochosas
As duas mulheres eram lindas. Brynhild e Gudrun
Um estava feliz, o outro doente de sofrer
Brynhild saiu com queixas
O rei Gunnar preocupado subiu até eles para se sentar no corredor
Para visitá-los. Brynhild senta-se confortavelmente em seu quarto
Gunnar chutou sua garganta com uma espada afiada
Ele deve enfrentar uma morte difícil que agiu contra você
Brynhild se senta em uma cadeira e brinca com uma faca de ouro
Você não voltará ao meu salão enquanto Sigurd estiver vivo
Ouça, amante poderoso, você me deixa muito preocupado
Como Sigurd deve morrer para não machucar a espada?
Eles dão comida salgada de Sigurd e nada para beber
Então você vai caçar sem preocupações
Brynhild fica no corredor e desvia o olhar
O famoso Sigurd foi o primeiro
Brynhild senta em uma cadeira de ouro e lágrimas escorrem pelos dois braços
Eles viajam felizes e despreocupados para a floresta
Eles dão comida salgada de Sigurd e nada para beber
Eles bebem da buzina, a buzina de Sigurd fica para trás
Eles bebem dos chifres, eles gostam de beber
Eles bebem da buzina alegremente e sem remorso
Sigurd sai da sela. Sigurd se deita para beber
Onde estava a água no poço? Gunnar tinha a espada no pescoço de Sigurd
Högni esfaqueou e cortou a arma, levando a vida com força
Brynhild senta em uma cadeira de ouro e lágrimas escorrem pelos dois braços
Brynhild senta em uma cadeira de ouro e lágrimas escorrem pelos dois braços...
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Canção de Brynhild
28/03 - 02:16
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cargopantsman · 7 years
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Regin:
The poem Volsupa describes Regin as a dwarf. Is he intended to be a dwarf here, or is this just one of many cases where different versions of myths conflict?
At first this seemed like a pretty clear no to me. But then, as I often do, I started thinking about what dwarves even are within the context of our surviving sources of Norse mythology. Which really is a whole lot. While Tolkien has left an indelible image of what dwarves, and elves, are in our modern consciousness, it’s important to not recast those images and ideas back to these sources without due cause.
Dwarves are never described, nor are elves, within the Eddas aside from broad notions of darkness or light, being earthy or airy, or being formed into the shape of man from the maggots writhing in Ymir’s flesh. Even the terms dwarf and elf are interchanged. It seems dwarves could be synonymous with dark elves. Their powers and traits are varied. Thor at one time keeps a dwarf up until dawn in a debate and when the sunlight falls on it, it turns to stone. Otr, if indeed dwarven, has the ability to shapeshift. Fafnir also shapeshifts, in his own way, due to his coveting of the treasure. Regin fulfills the archetype of the black-smithing dwarf.
That Regin shares a name with a dwarf in the (possibly interpolated) section of Voluspa which goes on listing dwarf names ( which contain names with the very word elf [Gand-alf, Vind-alf] ) could be mere coincidence. But given that this is epic storytelling, it most likely is not.
So is Regin a dwarf? I would definitely say maybe.
What’s more curious to me is that regin in Old Norse and Icelandic means “"the gods, the ruling powers.”
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Regin and Sigurd appear to have a pattern of threes, like mythic tales do. There are three questions Regin asks of Sigurd, which seem to have been interpreted as conniving temptations on the part of a malicious Regin. I personally don’t see it that way though. It’s laid out that Regin raised Sigurd well, educated him broadly. Regin is trying to rear a strong foster-son; physically, mentally and I believe ethically.
That Regin asks if Sigurd trusts the king(s) in holding Sigmund’s wealth, as though to stir up envy or greed seems more like a test which Sigurd passes.
That Regin chides Sigurd about not having a horse and Sigurd just nonchalantly goes and gets Grani ( with the help of Odin ) reflects a sort of… not humility, but that Sigurd is not so caught up in material status reckons a strong spirit.
And then even when Regin expresses his displeasure at Sigurd walking around as though he were only a pauper, and explains to Sigurd where he can gain a mass of treasure, Sigurd promises to slay Fafnir, but only after he has avenged his own father. (Which yes, is chapter 16, but it’s like one paragraph…)
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Regin [Signy] forges [births] three swords [sons] for Sigurd [Sigmund], the first two fail their first test and are destroyed. The third passes the test and proves to be superior in all regards.
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I’m gonna throw this on here too... Originally did this off the Nibelung stories, but then got all giddy when it showed up here.
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I need to learn that rings in Norse mythology are always arm-rings though... Damn you Tolkien.
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sanctum-of-fantasy · 6 years
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I know you want it ¬v¬ so, SagaxSigmund for the OTP asks pleeeeease?
Pooh you know my crack ships so well >w>
Saga x Sigmund it is!
1.Who is more nervous on their first date?
Sigmund, who has never been on many dates in his life, doesn’t help that Saga is well….Saga, who insisted on taking him out when Sigmund followed Aiolos to Greece for a bit.
2.Who can’t stop giggling when their partner kisses them all over their face?
Not giggling more like full blown laughing and the answer is Sigmund most of the time, Saga is a very affectionate lover in private. Sometimes Saga will chuckle when Sigmund teases him about it or kisses back.
3.Who accidentally wears the other’s hat one day?
Both were curious and tried on each other’s helms, Saga likes Grani while Sigmund hates the Gemini helmet with a passion.
4.Who is in love with the other person’s laugh?
Both? Both, Saga loves many things about Sigmund’s laugh. Saga doesn’t laugh often but when Sigmund manages to get him to it leaves a light feeling in his chest.
5.Who covers the other person with a blanket when they fall asleep somewhere other than their bed?
Sigmund has too much self control to fall asleep outside of his normal time or away from his bed. Saga however tends to overwork himself and often falls asleep at his desk.
6.Who cracks open their beverage before handing it to their partner?
Both, they aren’t even aware they do it, it just happens out of reflex and any situation. Not just beverages, but food jars too.
7.What dance moves do they break out on the dance floor together?
Sigmund and Saga dancing? Haha no, not unless its a formal event and they have too, even then its very formal and awkward dancing.
8.What would be their dream vacation?
They think it’s reasonable to want a few days with each other in Greece, without dealing with comrades or coworkers. Especially at the beach since Sigmund hardly gets to enjoy nonfreezing cold water.
9.If they tried to do the yoga couple’s challenge, how would they do?
Saga much better than Sigmund much to his embarrassment. The Gemini had more practice with yoga and Sigmund had hardly heard of it until he really started talking to him.
10.Where do they spend most of their time together?
Sanctuary or the Asgard palace, long distance relationships with their positions make things trickier but they manage to use all the time (Limited time too) they have together before they depart.
11.Who runs their thumb over the other person’s skin to comfort them?
Both, Saga tends to do it over Sigmund’s facial scar and Sigmund does it when they talk about their pasts, especially when Saga talks about his.
12.Who accidentally falls asleep on the other?
Saga falls asleep on Sigmund all the time, and its never on accident. Not that Sigmund minds it really.
13.Who would run a bath for the other person?
Depending on who’s visiting who it’ll switch. In Greece it’s Sigmund who runs the bath for Saga, in Asgard it’s Saga running one for Sigmund since they still have their various duties.
14.What would their wedding look like?
Ever try to get people together for a couple that live in different countries and only see each other every few months? It was a very pain staking task let me tell you.
But it was a very nice wedding none the less, private with the guests being only the closet friends and family. Hosted at night in front of a moon lit lake (Saga’s idea) Hilda and Aiolos led the ceremony (To relief each other’s statues as God Warrior and Saint) they also got married in their armor.
Fun fact: Aiolos was the one who cried the most at the wedding.
15.Who would try to do something artsy for their partner and just before they were going to throw it out because they thought it sucked, their partner comes in and loves the art piece?
Both, and they bummed into each other trying to get rid of the gifts for each other. Awkward? Yes but they found it touching too. (And reassuring that homemade gifts were not their thing)
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notausername · 6 years
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lunch time doodles: MO Milo, LOS Milo, MOE Milo and teenagers Sieg and Sig
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saintseiya-zone · 9 years
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Galaxy Card Battle
Thanks to Jorgegeminis & Ameblo
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