Tumgik
#Manos del Uruguay
knithacker · 8 months
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Olga Lukoyanova's Unique Illustrations for Gloria Yarn - Hanks Have Never Looked So Good: 👉 https://buff.ly/2Fmd5Td
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crabbarts · 2 years
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this yarn is delightful to work with :0 it’s so soft!!
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spidersinmysoup · 28 days
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Ayer me dijeron que no me iban a pagar las horas extras que estoy haciendo y que me podian llegar a retar por quedarme más tiempo en mi turno (me pagan 1400 la hora y mi horario es de 15-21/16-21, aka cobro una miseria)
Hora de actualizar y mandar cv!! Wish me luck!!
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cristinabcn · 5 months
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La Aventura del Tango: De la mano del Lunfardo   
ANTONIO PIPPO PEDRAGOSA. Periodista, Escritor, Editorialista. Director Gral. Cultura Tanguera. Columnista -Mientras la catriela esparaba al otario, su chomita metía los garfios de sotana y afanaba una música a la gurda. En una traducción libre, con un dejo de intrínseca ironía y que pertenece a José Gobello, se podría decir: -Mientras la muchacha distraía a la víctima, su querido le introducía…
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olee · 4 months
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Amor y Odio II | Enzo Vogrincic
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Para: los que quieren volver con su ex!
Parte 2:
Lo primero que cruza por tu mente es recordar todo lo compartido con la persona con la que te has encontrado de manera inesperada. Al mirar a Enzo, percibes sorpresa en su rostro, y te das cuenta de que la colisión ha causado que tu nariz sangre.
Enzo, también asombrado, busca rápidamente una servilleta en la cafetería y te la ofrece para cubrirte la nariz. Sin embargo, con un tono agresivo, le retiras la servilleta de la mano y le dices: "Déjame, yo me encargo". La tensión en el aire es palpable mientras tratas de manejar la situación de manera independiente, incluso en medio de la sorpresa de encontrarte con tu ex en un lugar tan inesperado.
Enzo te mira, aún visiblemente impactado, y te pregunta de manera titubeante: "¿Cómo estás?" Luego, señala la mesa cercana en la cafetería para que te sientes. Asientes y lo observas con seriedad, sosteniendo la servilleta en tu nariz. Él busca dos vasos de agua y te entrega uno, sentándose a continuación, mientras el silencio se instala, cargado de pensamientos reflexivos.
La realidad es que todavía estabas impactada, como si el universo los hubiera juntado sin explicación. Al mirarlo seriamente, Enzo rompe el silencio y pregunta de nuevo: "Eh... ¿cómo estás? Veo que no andas por Uruguay". Respondes bruscamente, "¿no es obvio?" Enzo te mira y corrige su tono, "Cierto. Eh... ¿cómo va todo?" Tú le respondes con seriedad, sin mirarlo a los ojos, "bien, trabajando... ¿y vos?" Enzo pone una sonrisita y te dice, "muy bien, mejor dicho, me siento fantástico". En ese momento, lo miras a los ojos y te reís cortamente con sarcasmo, comentando, "me imagino".
Un tenso silencio llena la cafetería y decides levantarte del asiento, tomando tu cartera. "Bueno, si es así, me voy", anuncias. Enzo, rápidamente, se pone de pie y te detiene: "¡Espera! Por favor, (tu nombre), hablemos. Si quieres, nos vemos mañana o algo, eh... ¿hasta cuándo vas a estar aquí?" Tu respuesta es contundente, con un tono de rechazo: "Yo no quiero hablar contigo para nada. Vos decidiste dejarme, y ahora no me tenés. Así que vete pal carajo", expresás antes de marcharte rápidamente por las calles de Madrid.
Entonces, en medio de la calle que estabas cruzando, Enzo te agarra y te dice con urgencia: "(tu nombre), porfa, hablemos". Tu mirada se encuentra con la suya en un tenso intercambio, la luz se pone roja y los autos detrás comienzan a tocar bocina. Ante la presión del momento, decides ir con él al Parque del Retiro para hablar. La tensión persiste en el aire mientras se adentran juntos en el parque, dejando atrás el caos de la calle y permitiéndose un espacio para desentrañar las complejidades de sus emociones.
Caminando por el Retiro, intentas evitar mirar a Enzo y él hace lo mismo. Un silencio incómodo envuelve la conversación, pero él finalmente comienza a contarte las cosas que le han sucedido desde que se separaron. "Pues, en dos días voy para Los Ángeles para una audición con, puede ser que sea con la producción de Star Wars y...", pero tus pensamientos se dispersan observando a la gente haciendo ejercicio, los pavos reales, los niños jugando en el parque. Intentas no prestar atención a Enzo.
Sin embargo, él se detiene y te pregunta, "¿todo bien?" No puedes contenerlo más y lo miras intensamente, como si estuvieras a punto de llorar, y le dices, "tú no sabes lo preocupada que estaba por vos. No sabes las noches que no he dormido pensando que estabas sufriendo. Y ahora, horas después, estás súper bien. Nunca viniste a buscarme, me dejaste como una cucaracha muerta, tirada. Ahora, no quiero saber nada de vos. Mejor quédate con esas actrices, fóllatelas a todas y vive tu vida en Hollywood. Yo estoy súper bien aquí en mi trabajo", dices, temblando de enojo y con ganas de soltarle más verdades.
Enzo te mira intensamente y admite: "Vos tenés toda la razón. Yo no te voy a decir un pero. Sé que me alejé y no volví. La verdad es que no sabía cómo, y estoy sumamente de acuerdo en que es mi culpa", se apuñala metafóricamente en el pecho mientras te mira con tristeza y esperanza. "Así que por favor, perdóname. Sé que me odias, me odias demasiado, pero por favor, perdóname".
Tú lo miras y, a pesar de tus esfuerzos por contener las lágrimas, una se escapa. Le respondes: "Enzo... de verdad no sé qué hacer. Me he quedado esperándote, una llamada tuya, un mensaje, pero solo recibía mensajes de tu manager, no de vos. Era como si me odiaras o te diera asco, es que—" Él te interrumpe apresuradamente: "Asco para nada, amor. Yo nunca te odié. Vos sos todo para mí. ¿Cómo que asco, (tu nombre)?", te dice agitado.
Tú te tapas la cara con las manos, sintiendo la tensión y el coraje que te genera Enzo. Internamente, sabes que lo amas y que deseas volver al pasado, anhelas esos besos, tocarlo, abrazarlo como hacían todas las noches. Extrañas las caminatas por Montevideo, los cafecitos con la abuela, extrañas todo lo que compartías y decías con Enzo. Pero en ese momento, no sabes realmente qué decir. Solo logras murmurar: "Creo que es muy tarde ya".
Enzo te mira fijamente y te pregunta con sinceridad: "(tu nombre), ¿eso es realmente lo que quieres? ¿Sabes algo? No he dejado de pensar en vos, te amo demasiado. El amor es tan intenso que siento que mi pecho quiere salirse. Vos conoces todo de mí, eres la única que me entiende. No me importa lo que haya pasado hasta ahora, y le doy gracias a Dios por darme la oportunidad de volverte a ver. ¡Vos no sabes cuántas veces le he pedido a Dios!", dice con emoción, como si estuviera al borde de las lágrimas.
Tú lo miras, sorprendida por la intensidad de las palabras de Enzo. Nunca lo habías escuchado hablar de esa manera. Siempre fue tranquilo y ansioso, pero en ese momento, su desesperación parece temblarte a ti también. Enzo confiesa: "Te amo, (tu nombre)". Mirando a ambos lados y contemplando el atardecer, los rayos del sol iluminan el rostro de Enzo. Respondes, un poco más relajada y con una pequeña sonrisa: "Enzo, por favor, deja esa bobería de romántico que eso no es vos".
Enzo te mira, sonríe pero a la vez llora, y te dice: "Te puedo decir algo". Miras justo en la terminada del atardecer y le animas: "Dale, dime". Con sus ojos enrojecidos, Enzo confiesa: "Quiero besarte, pero todita". Tú le sonríes sarcásticamente y le respondes: "Como si yo quisiera lo mismo". Él se acerca, acariciando tu brazo y llegando a la muñeca, masajeándola en círculos. "Ven acá, chiquita,” te dice, tomándote del rostro y dándote un beso apasionado mientras el sol completa su despedida. Fin.
VOLVIMOS CON EL EX! 😬
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themasterreader69 · 2 months
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RURAL
Enzo Vogrincic x Reader
Enzo Vogrincic te invita a tomarte unas vacaciones en la chacra de sus padres, a las afueras de la tumultuosa ciudad de Montevideo, Uruguay.
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Íbamos por la ruta 5 hacia la chacra, yo nunca había visitado el departamento de Durazno así que esto era como una pequeña aventura para mí. Viajamos en un Chevrolet Cruze gris que ya tenía varios kilómetros de uso. A Enzoconducir se le daba realmente bien, seguro debido a lo atento que es –una de sus mejores cualidades–. 
     Los temas melancólicos de Jeff Buckley tomaban el auto, él tarareaba Lover, You Should've Come Over y yo no pude evitar cantar a todo pulmón ‹but maybe I'm just too young, to keep good love from going wrong› esa línea dolía, las canciones de Jeff me recordaban a un amante que prefería olvidar, pero en ese momento, ese verso, era solamente para él. 
     Me sentía jóven e iluso a su lado, mis padres siempre bromeaban «¡10 años de diferencia no son nada!» a mí me llenaba de preocupación sentir que no era suficiente para él. ‹big spoon, you have so much to do and I have nothing ahead of me› pasó por mi cabeza. Mi rostro cambió, mi postura también, caí en sobrepensar. Él se dió cuenta –es atento ¿recuerdan?– pareció que iba a decir algo pero se abstuvo y simplemente cambió de canción, entonces Grace sonó. El inglés de Enzo no era particularmente bueno –por no decir que su conocimiento era nulo– pero me daba mucha ternura escucharlo cantar como podía gueit indefaie gueit indefaaaai (wait in the fire). 
     Me encantaba ser copiloto, ser copiloto para mí significaba sentarme a admirar la belleza del piloto, así que el trabajo se me daba naturalmente bien, como prueba de esto voy a describir lo que mis enamorados ojos veían; llevaba una coleta –él decía que le ayudaba a enfocarse– de la que salían algunos mechones de pelos sueltos que quedaban revoloteando por el viento.  Sus ojos radiantes por la luz solar, los rayos que buscaban contornear la forma de su nariz. Simplemente me encantaba su perfil y ver sus brazos firmes, extendidos, tomando el volante con seguridad. 
     Vestía unos jeans tradicionales, remera de algodón color crema que probablemente habría comprado en Hering y unos championes New Balance clásicos –cabe aclarar que yo jamás habría elegido unos championes claros para andar en la tierra, es más, yo llevaba mis Converse que suplicaban piedad, pero él tiene tanta elegancia que simplemente no lo puede evitar– muchos creerían que ahora que colabora en la industria de la moda, él caería en las garras del consumismo, pero lejos de eso, él es un tipo simple y a mí me gusta eso de él.
Durante el camino, Enzo compartió historias alegres de su infancia, nos reímos mucho. En sus historias se notaba un amor filial palpable –aunque incomprensible para mí– yo también compartí algunas anécdotas, alteradas tal vez, para volverlas más alegres de lo que eran.
A minutos de las tres treinta, le bajó poco a poco el volumen a la música.
—Vos sabés que... –él movía su pulgar derecho sobre el volante con cierta inquietud–. Siempre quise poder dejarle a mis viejos un lugar donde puedan disfrutar del buen vivir, respirando aire fresco, todo eso... –vi como mordía el interior de su cachete–. Como para devolverles un poco todo lo que me dieron.
     Extendí mi mano sobre su pierna haciendo una mueca.
—Bueno el punto es que... –siguió–. Esto es un logro para mí y me hace muy feliz poder compartir esto contigo— Dijo mientras soltaba una sonrisa sincera.
     Las palabras de Enzo resonaban con un afecto genuino. No había en sus palabras, nada más que honestidad y para mí eso era un alivio, venía de años de dudas, toda mi vida dudando del cariño de otros pero su querer era algo certero.
Al llegar a la chacra la inmensidad del lugar dejaba boquiabierto, la chacra se reveló como un edén –que bello mi paísito– quería aprovechar estas vacaciones para conectar con la tranquilidad de la naturaleza. De todas formas las vacaciones iban a ser breves, era más como una escapada, ya que Enzo andaba firmando más contratos otra vez.
     Yo quedé impresionado por la fusión perfecta entre lo contemporáneo y lo rústico de la arquitectura al entrar al lugar, tenía detalles modernos, pero la esencia del campo se mantenía intacta. ¡Qué hijo de puta cómo ama a sus padres! –nosotros compartimos un diminuto apartamento en Montevideo–
Estábamos explorando la moderna cocina, yo mantenía la vista sobre el techo de dos aguas que añadía un toque distintivo a la estructura, cuando Enzo irrumpió mis pensamientos con su voz.
—Tanta ruta me dio hambre, me voy a preparar unos wraps vegetarianos ¿te hago unos?
—Tranqui, no tengo hambre. Comé vos —Le dije sin apartar la vista del techo, que placer los buenos ángulos en una casa, siempre escasean—.
—¿Posta no querés comer nada? Le pongo abundante aguacate como te gusta a vos — Insistió mientras se acercaba para jugar con mi cabello.
—No es que no quiera comer nada ¿o acaso estás vos en el menú? — Respondí mientras lo tomaba por sus caderas. Riéndome.
     Enzo soltó una carcajada y sostuvo mis manos.
—Mejor sigo mostrándote la chacra, así te sentís como en casa.
Me presentó las mascotas que nos recibieron con entusiasmo.
—Este es Garfio. — Decía mientras se agachaba para sacudir sus manos detrás de las orejas de un galgo de pelaje oscuro que no dejaba de dar vueltas a nuestro alrededor, celebrándonos con cada movimiento.
     Aunque no suelen gustarme los perros, la alegría con la que Enzo miraba a Garfio me contagió de emoción. Con una sonrisa –como amo verle sonreír– me contó la conmovedora historia de cómo rescató a este compañero leal en la misma ruta por la que habíamos llegado más temprano. 
     Mientras nos acercábamos a dos gatas persas que se encontraban plácidamente descansando en los sillones del living dijo: Estas son mis reinas más preciadas, Thelma y Louise. 
     Me quedé fascinado con ellas.
—¿Sabías que las dos miran películas conmigo?—Me dijo.
    Sentí en ese momento que Enzo actuaba como un niño, todo le causaba ilusión, me quería hablar de todo, contarme todo, compartir todo. Me subieron unas inmensas ganas de sostenerle.
—¿En serio? Me muero del amor— Le respondí pero sin prestarle mucha atención –ya que toda mi atención estaba en Thelma y Louise– mientras me turnaba para darle besitos en la frente a cada una de ellas.
     Con la tentación de quedarme jugando con Thelma y Louise, Enzo me recordó que aún había más por descubrir. La salida trasera reveló un ventanal inmenso que permitía que la luz natural inundara el amplio living.
Me llevó a un pequeño establo donde conocí a Trueno, un majestuoso caballo negro. 
     Curioso, le pregunté a Enzo si sabía montar a caballo, y con una sonrisa, confesó que recién ahora estaba aprendiendo y que su padre era el verdadero experto en la materia. Luego de interactuar un poco con Trueno, Enzo me llevó a conocer los conejos que su madre criaba cerca de un pequeño invernadero que había en el lugar. 
     Los conejos eran unos seres adorables que él agarraba con tal gentileza que mi corazón no pudo evitar derretirse allí mismo.
—Todavía no terminamos, yo sé que desde la ruta las viste, vamos a saludarlas. 
     Nos dirigimos hacia la zona donde pastaban una diversidad de vacas. 
—¡Y no te enojes conmigo! —Dijo alzando las manos—. Pero te tengo que decir que ninguna tiene nombre. Son sólo "Las Vacas".
     Me reí, miré alrededor, el territorio era tan vasto que era difícil no sentirse ínfimo. Encontré un tronco caído a la lejanía y me senté sobre él. Por suerte, Enzo no me siguió y en cambio se quedó hablándole a las vacas. Mientras tanto, yo estaba cargado de muchísimas emociones, la melancolía me recorría el cuerpo.
—Que locura, no merezco esto— Dije mientras me mordía los labios aguantando el llanto.
     No sé si era la brisa veraniega, el canto de los pájaros, el hermoso atardecer que a lo lejos ocurría, la inmensa cantidad de árboles, los animales o el inexplicable y particular olor a eucalipto que tenía el lugar –ni idea de dónde venía porque la plantación de eucalipto la habíamos pasado hacía muchísimos kilómetros– o quizá era todo eso junto, o nada de eso. 
Al regresar nos sumergimos en la habitación –aún inexplorada por mí– buscando un merecido descanso después de la aventura del día.
      Me dejé caer en la cama, inhalando profundamente. Enzo, de pie, me observaba y pude anticipar un comentario del estilo "¿Ya te vas a dormir?". A pesar de que ya era tarde para una siesta, la idea de cerrar los ojos me tentó lo suficiente como para finalmente hacerlo sin culpa. Sutilmente, Enzo se unió a mí en la cama y con delicadeza, posicionó sus piernas entre las mías y se recostó sobre mi pecho. Sentí una paz inconmensurable. Deseaba quedarme eternamente en ese momento. Creo que la paz fue tal, que hasta tuve un momento de meditación y todo. 
—Entonces... —Volteó a verme con sus preciosos ojos marrones—. ¿Te gustó la chacra?
—Me encantó, cada rincón tiene su encanto.
—Me alegra mucho —Me abrazó con una inmensa fuerza mientras que, susurrando con gran timidez, de una forma casi imperceptible le escuché decir "Cuando te veo relajado, siento que todo vale la pena".
No estoy seguro de si transcurrió mucho tiempo mientras reflexionaba sobre cuál sería mi respuesta a eso, sin embargo, cuando me disponía a dar una respuesta, me percaté de que Enzo ya se encontraba en el dulce abrazo del sueño. La serenidad del entorno parecía haberlo envuelto en un manto de descanso antes de que pudiera compartir mis palabras. Con el pasar de los minutos, la atmósfera apacible y la sensación reconfortante me llevaron también a mí.
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analisword · 3 months
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem! Reader)
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Capítulo 1: https://www.tumblr.com/analisword/742694471701037056/high-infidelity-enzo-vogrinc-x-fem-reader?source=share
Capítulo 2: https://www.tumblr.com/analisword/742809931904925697/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 3: https://www.tumblr.com/analisword/742966287515402240/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 4: https://www.tumblr.com/analisword/743085967194390530/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
Capítulo 5: https://www.tumblr.com/analisword/743445192395423744/high-infidelity-enzo-vogrincic-x-fem-reader?source=share
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—No quiero interrumpirte, pero me pregunto si ya comiste algo—Alana fue sacada de su concentración de golpe, giró la cabeza tan bruscamente hacia la puerta que su cuello dolió, Enzo estaba apoyado sobre el marco de la puerta con las manos dentro de los bolsillos. 
Alana tuvo que respirar profundamente al verlo, nunca se acostumbraría a verlo y a su implacable belleza. 
Llevaba una simple camisa interior blanca y unos jogging grises, aún así, lucía jodidamente bien. 
—Hola—saludó Alana felizmente, miró la hora en su celular y quedó perpleja, eran ya las 9 de la noche y efectivamente, no había ingerido bocado en todo el día—. Mierda, se me fue el día. 
—Entonces fue un día bastante productivo, ¿eh?—sonrió Enzo. 
—Sí, es mágico este lugar—exclamó Alana cerrando su computadora, ahora que se había dado cuenta que no había comido nada en todo el día, moría de hambre. 
—Sos mágica—la corrigió—. Vení a comer, traje pizza—dijo moviendo la cabeza, su estómago rugió al escucharlo y lo siguió hasta la sala. 
—Soy vegano—explicó él mientras abría la pizza—. Pero están deliciosas. 
—Tengo tanta hambre que así sea pizza hecha de cartón, la comería—dijo Alana tomando una rebanada. 
—Te dije que eras libre de abrir el freezer—dijo Enzo con tono apelativo. 
—Honestamente me olvidé de comer algo—respondió ella para después darle una mordida a la pizza, tal como Enzo había dicho, estaba deliciosa.
—Tengo que alimentarte para que ese cerebro tuyo siga funcionando—dijo él. 
—¿Cómo te la pasaste tú?
—Ehh, tuvimos que repetir la misma escena unas treinta veces porque al director no le parecía nada, pero al final terminó saliendo.
—Debe ser agotador—exclamó Alana arrugando la nariz. 
—Lo es—dijo él riendo—. Aún no me acostumbro, en teatro lo hacés una vez y ya está.
—¿Te gustaría volver a hacer teatro?—preguntó Alana con genuina curiosidad. 
—Acá no, en Uruguay sí—dijo—. Es más underground allá, nadie te termina viendo y a veces hasta terminas perdiendo plata, pero es auténtico. 
—Eres Enzo, gente irá a verte—dijo Alana rodando los ojos. 
—Sí, supongo—dijo él riendo y bajando la mirada, Alana inclinó la cabeza. 
—No te gusta mucho la fama, ¿no?
—Es complicado, claro que me gusta que mi trabajo sea reconocido, lo que no me gusta es tener a gente hinchándome las pelotas cada que salgo.
—Auges del oficio—exclamó Alana elevado los hombros. 
Al parecer Enzo tampoco había omado bocado en todo el día porque comía con un poco de desesperación, Alana sintió lindo que el chico hubiera esperado hasta tarde para comer con ella, terminaron la pizza en silencio y cuando lo hicieron estaban tan llenos que se tiraron en el suelo con las manos sobre las barrigas. 
���¿Cómo se tomó Sebastián cuando le dijiste que estás escribiendo de nuevo? ¿o pensa que vas por ahí vendiendo drogas?—preguntó Enzo después de que estuvieron varios minutos tirados viendo el techo, Alana se giró para observarlo mejor, sus ojos la miraban detalladamente y la luz cálida que emanaban las lámparas de la sala hacían que estos se vieran más claros de lo normal. 
—Creo que lo de las drogas le hubiera resultado mejor—dijo ella negando con la cabeza—. Dijo que estaba decepcionado de mí—confesó tímidamente. 
Enzo la miró como si le hubieran crecido dos cabezas del cuello y dobló el codo para apoyarse sobre su mano, estaban acostados sobre una alfombra bastante esponjosa, aún así la posición del chico parecía bastante incómoda. 
—¿Vos estás jodiéndome?—preguntó él con tono de incredulidad—. ¿Quién en su santo juicio estaría decepcionado con vos por escribir? Es lo que más te gusta.
—Pues él—respondió Alana—. Vaya—dijo ella un poco más tranquila—. No es por el mero hecho que esté escribiendo, es porque lo estoy haciendo al mismo tiempo que él, él quiere que esté completamente entregada a su libro. 
Enzo arrugó la nariz al escucharla, ella regresó la mirada al techo, ahora que contaba la situación en voz alta, se daba cuenta de lo patética que era.
—Alana…
—Sé lo que vas a decir—lo interrumpió—. Sé que no está bien y creéme que odio esta situación, detesto que Sebastián sea así de inseguro…
—Pero…—la interrumpió ahora él a ella. 
—Pero, supongo que tendremos que solucionarlo eventualmente, no sólo es mi novio, es la única persona que tengo aquí—dijo ella volviendo a mirarlo, Enzo la miraba a ella con una expresión que no pudo descifrar. 
—Vos sabés que eso es mentira—respondió Enzo apretando la mandíbula, Alana tragó saliva en seco, definitivamente sabía que podía contar con el actor, podría decir que era su único amigo en la ciudad, pero sabía a ciencia cierta que Enzo no se quedaría para siempre en Sevilla, probablemente volvería a Uruguay apenas terminara de filmar la película, o se mudaría ahora a otro país durante meses, probablemente Estados Unidos o Inglaterra, para después repetir la rutina una y otra vez, Alana apretó los labios ante la idea, ¿seguirían frecuentándose una vez él se fuera?
¿Al menos seguirían conversando ante la distancia?
La idea la puso nostálgica, de pronto todo el desorden que había en su mente después de intentar construir un nuevo mundo para la historia que comenzaba a escribir había desaparecido, así como el pensamiento de tener que volver a casa más tarde donde lo más probable es que Sebastián volvería a estar de insufrible. 
—Eh…perdona si dije algo que no debo—carraspeó Enzo al notar que ella no decía nada.
Alana rodeó su cintura con sus brazos y hundió su cara en el hueco de su cuello aspirando su olor, no tenía idea lo mucho que había necesitado abrazarlo hasta que lo hizo, el cuerpo de Enzo se tensó al principio por el acto afectivo tan repentino, pero en seguida suspiró y entrelazó ahora sus brazos contra el cuerpo de Alana. 
—Gracias por estar aquí—murmuró ella—. Gracias por alentarme a volver a escribir y por prestarme tu casa—hundió más su cara en el cuello del chico y él apretó más su agarre. 
—Hey, no tenés nada que agradecer—dijo él—. Yo sólo quiero que vos seas feliz—acarició su cabello suavemente, Alana cerró los ojos, le apetecía tanto quedarse ahí durante horas, dormir con él, el suelo nunca se había sentido tan cómodo nunca, de pronto los brazos de Enzo eran la cama más cómoda que podía existir. 
¿Pero qué mierda estaba pensando? 
Alana alejó  el rostro lentamente, Enzo lo tomó entre sus manos, ella suspiró y volvió a cerrar los ojos, podía sentir su aliento y el de Enzo mezclándose deliciosamente, no podía abrir los ojos, no podía hacerlo porque sabía que si lo hacía se encontraría con los labios de Enzo tan cerca a los de ella que no podría resistirse, de pronto los dedos de Enzo comenzaron a bajar por su cuello, tan largos y firmes pero suaves al mismo tiempo, no sabía qué se escuchaba más fuerte, si su propia respiración o la de Enzo, no podía salir del trance, sabía que haría una estupidez si se quedaba en esa posición un segundo más, de pronto sintió algo húmedo en su cuello.
Enzo había depositado un beso ahí, y aunque había sido suficiente para que ella mordiera su labio inferior patéticamente, también fue suficiente para que saliera del hechizo que él había aplicado sobre ella, Alana puso ahora sus manos sobre el pecho de Enzo y lo apartó un poco.
—Alana…
—Nuevamente gracias por todo—respondió ella—. Pero tengo que irme—Enzo la miró apenado y asintió levemente, Alana depositó un beso en su mejilla y salió prácticamente corriendo del departamento, Enzo no tuvo la intención de seguirla, Alana sabía perfectamente el por qué. 
No tardó mucho en llegar a su departamento, se quitó los zapatos y sus pies tocaron el frío suelo de la sala, a comparación del departamento de Enzo, el que ella compartía con su novio estaba casi siempre frío porque el chico adoraba las temperaturas bajas, no había alfombras en el lugar, no lámparas cálidas, no muebles que impedían que el frío aire que se colaba de las calles por la ventana le rozaran peligrosamente la nuca. 
Alana se tocó el cuello, aún podía sentir los labios de Enzo sobre su piel, podía sentir sus manos y si se concentraba mucho, aún podía olerlo.
—Hola—la voz de Sebastián la sacó de sus pensamientos bruscamente, ella apartó la mano de su cuello rápidamente, cruzó los brazos sobre su pecho, como intentando borrar las huellas invisibles de Enzo sobre ella. 
—Hola. 
—Te preparé algo de cenar—informó—. Tu platillo favorito. 
Una ola de culpabilidad la invadió, su platillo favorito no se podía conseguir fácilmente, sabía que para prepararlo Sebastián había tenido que recorrer al menos tres mercados diferentes para conseguir los ingredientes traídos desde México. 
—He cenado ya y estoy llenísima—respondió, era verdad, el botón de su pantalón de mezclilla estaba haciendo lo posible para no romperse, su vientre estaba pesado e hinchado por las cuatro rebanadas de pizza vegana que había comido—. Pero gracias, mañana me lo desayuno. 
Sebastián asintió y parpadeó varias veces, Alana lo conocía tan bien, lo conocía de tanto que sabía que él hacía eso cuando tenía ganas de llorar. 
—Quiero pedirte disculpas por el dolor de cabeza que te he estado dando últimamente—dijo él acercándose a ella—. Soy un idiota, y si estamos aquí es gracias a ti. 
Alana sabía que se refería a cuestiones de dinero, pues aunque Sebastián haya sido el que recibió el trabajo, no hubieran podido sustentarse para mudarse a España sin el dinero que Alana ganaba. 
—Y lamento que hayas llegado al extremo de tener que alquilar una oficina para sentirte cómoda para escribir. 
Las imágenes de ella y Enzo en la supuesta oficina invadieron su mente. 
—Le diré a Maricia que consiga a alguien para que revise lo que yo vaya escribiendo—informó. 
—No tienes que hacer eso—replicó Alana. 
—Los dos sabemos que no quieres seguir leyéndome, Alana—dijo él—. Y eso está bien, sé lo agotador que es, yo mismo no quise volverte a leer después de tu primer libro y nunca me diste un mal rato por ello, incluso cuando sí era mi trabajo hacerlo.
—Lamento que leernos nos incomode tanto—dijo ella, lo decía en serio. 
—Esas cosas pasan—dijo.
¿Pero por qué ella sí quería que Enzo la leyera?
¿Por qué se había sentido tan triste cuando Enzo no indagó o pidió leer lo que ella había escrito hoy?
—Sí—mintió—. Esas cosas siempre pasan.
—Quiero que esto siga funcionando—dijo él tomándole las manos. 
Alana asintió, no podía echar su relación a la basura. 
Sin embargo, cuando Sebastián la besó, Alana no pudo evitar imaginarse que era Enzo el que lo hacía. 
Y se odió a sí misma por no sentirse ni un poco culpable al respecto. 
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senig-fandom · 4 days
Note
¡¡Pregunta!!
¿Hay algo que caracterice a los continentes como algo único de ellos? ¿Qué aunque se replique igual no es lo mismo, ya sea un poder o algo así?
Saludos desde Chile :)
Mmm... viendo mi Word escribí algo a parte como un recordatorio, así que a ver lo pongo aquí exactamente:
Continentes, Habilidad Especial: (El control mental no cuenta, ya que todos lo pueden usar) Europa- El único que puede ver el futuro o predecir el futuro, puede cambiar lo que vio antes pero luego ve los cambios de esas acciones. Pero tiene un limite de años, que aun no se sabe exactamente cuanto puede llegar a ver el europeo. (Dato Extra: Hay países que pueden ver un futuro, Filipinas, Grecia y Italia, pero se trata más de una visión de algo que puede pasar que un acontecimiento que pasara y cambia, así que aun así Europa es el único que puede ver un futuro exacto y ver los posibles cambios) (Antes de morir, vio lo que paso con su hermano América, sabiendo por fin donde estaba, que paso con el y llorando porque solamente lo encontró en una visión futura donde lo ve morir, irónicamente cuando ve morir a América el tambien muere.) África- El único que puede cancelar los poderes de un país, no continente solo país. Lo usa mucho con los suyos y ha llegado a usarlo con Sur. (Dato extra: África cuando alguien entra en su tierra, se quedan sin sus poder si él lo decide, pero cuando el sale de sus tierras tiene que tocar a ese país para quitárselo) (Sur a maldecido a África varias veces por quitarle su poder en medio del camino, y Guyana Francesa al no tener su poder teme que en algún punto África controle a Sudáfrica para hacerle daño, por eso es que ella nunca se queda mucho tiempo haya aunque Sudáfrica si es bueno con ella)
Asia- El único que puede hacer que el cuerpo se debilite en un radio de 20 metros a todo su alrededor. (Síntomas: Hace que se dificulte respirar, temblor en las piernas, incapacidad para mover las manos, mareos e incluso dolor de cabeza) (Dato extra: A diferencia de África, no es necesario mantener contacto con él, pero al igual que África su poder no funciona con los continentes pero si en países.) (Enfermería tras encontrar el alma del continente estudio sus efectos en aquellos que lo tocaron, y parece que es un tipo de enfermedad que va por el aire, pero aun sigue con la investigación) (Se desconoce si algún pais tiene algo parecido a su habilidad, algunos piensan que podría ser Ucrania o Chad) Oceanía- La única que puede nadar hasta lo más profundo del mar, y la que tiene de mascotas a muchas bestias de las profundidades. (Dato Extra: Al igual que Europa hay países que tienen algo parecido a ella como Argentina, Uruguay y Paraguay que pueden usar sus poderes de agua para ir al fondo del mar, pero estos no pueden ir tan profundo, también Países Bajos, Islas Marshall y Estados Federados de Micronesia, tienen una resistencia al ir bajo el mar) (También Oceanía tiene una habilidad para hablar con animales, pero eso ya lo tienen Australia y Brasil) América- El único que puede crear materiales naturales, desde lava, gemas, tierra, e incluso agua, incluso materiales que son casi imposible de crear por el humano. (Dato extra: Países como Chile, Venezuela y Cuba, pueden tener un control de ciertos metales y partes de la tierra, pero cuando intentan crear un material nuevo siempre dependen de otros para crearlos,[Chile al mejorar encontró el uso del calor y agua de su cuerpo para crear obsidiana, Centro explica que los países de Sudamérica solo mantienen la idea base de sus poderes, pero que realmente son tan holgazanes que no buscan mejorarlos] otros países que manejan ese tipo de poderes son República democrática del Congo, Irán y Polonia.) (Los poderes de América se ve reflejado en todos los americanos, a excepción de los hermanos Mexicanos, mas con México Centro y su extraño esclerosis amarilla que es muy característico de África, pero sorprendentemente, USA, Canadá y Groenlandia, si mantienen un poder con América, por las antiguas civilizaciones que vivían en esos países) (Centro, cree que si los países en América dejaran de holgazanear y empezaran a ver mas sus poderes, descubrirían algo mucho mejor [Centro descubrió que Norte casi pudo curar las marcas de Guerra, algo que parecía inútil, pero si Norte lo descubre, ella podría aprender a curarlo] por eso Centro es muy agresivo cuando ve que los entrenamientos no llevan a nada y los países siguen haciendo las mismas jugadas. Centro sabe que todos aquí ya podrían hacerle mierda si solo mejoraran por la combinación de continentes que tienen) (Belice, actualmente esta usando una varita, Guatemala dejo que España entrenara a su hijo, y sorprendentemente Belice mejoro mucho mas, Belice tiene conexión con las habilidades de Europa que trata mas o menos de que deben canalizar su poder en algo [Recordatorio para mi: Seguir escribiendo ´´Belice el heredero olvidado´´] Dato importante: los poderes de los países son variantes porque antes de separarse los hermanos, los países pudieron haber heredado algo de cada continente aun si ellos no pertenecen a ese continente.
Creo que eso es lo que tengo, es algo que escribí en un word y lo tengo para recordar datos o ideas que podría ayudar en algo, ya luego son cambiados, por lo cual este podría ser uno , pero por el momento no.
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Aun así descubrir quienes pueden tener una combinación de otro lugar es interesante 7w7
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elucubrare · 11 months
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Agathis - pattern by Agata Smektala, free on Ravelry. yarn is Manos del Uruguay Maxima in Oxblood (perfect color, perfect texture, Manos del Uruguay i love you, call me)
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sudaca-swag · 2 months
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En esta semana en uruguay los lgbt+ avanzamos veinte veces más que en otros días, primero el gay que hizo que el pibe hetero ese se meara del miedo en el bondi ("soy puto de culo pero no de manos ojo con los putos que nos ponemos tigres" dios lit me lo voy a tatuar) y después ugarte subiendo la foto esa ajwkx
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crabbarts · 1 year
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My newest FO! This is a pair of socks I made as a birthday present for my best friend. The pattern is Oktoberfest Socken by Susan Dittrich. The yarn is thrifted, although it seems very similar to Alegria yarn by Manos del Uruguay.
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foxglenstudio · 5 months
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Kingfisher Cowl
Merino wool with a bit of nylon (sock yarn from Manos del Uruguay), knit in eyelet lace sections broken by garter stitch bands in teal, white, and red-orange.
one of my absolute favorite pieces I've made. this yarn is just so light with such nice drape
Measures ~9" tall by 57" circumference.
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jonathanyob · 6 months
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Three Reasons to Visit Punta del Este in Uruguay
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Punta del Este is a tourist destination in Uruguay, South America. Along Uruguay’s Atlantic coastline, just east of the Bay of Maldonado, Punta del Este stretches 40 miles and comprises several neighborhoods and small towns. The population swells during the busy summer months between December and March.
Several attractions attract tourists to Punta del Este, including:
Cultural events and celebrations. Residents of Punta del Este organize several carnivals during the year. On a carnival night, the resort’s main avenue, La Gorlero, turns into a catwalk with glamorous parades. Thousands of spectators flock to it and the restaurants and nightclubs, where tourists can enjoy local music, culture, and cuisine.
Art. Punta del Este has several artistic attractions, such as La Mano, a giant hand emerging from the sand at Playa Brava, created by Mario Irrazabal in the 1980s. Tourists can visit Casapueblo, a castle near the sea built by Carlos Paez, where guests can attend a daily sunset ceremony. In addition, Punta del Este has several museums, including the Sea Museum, with more than 5,000 specimens.
Outdoor activities. Tourists at Punta del Este can swim with sea lions at Isla de Lobos, boat ride, jet ski, kite surf, or paddle board. It also provides on-land activities, including golf, running, cycling, and tennis.
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fibre-foxx · 1 year
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Fondo Del Mar top from Manos Del Uruguay, 100g sport
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colaherrerar · 3 months
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Jajajajajajajajajajajajajajakakakaka me llamaron del verano uruguayo 🤣🤌🏽
Me llamaron para Punta del Este
JUAAAAAAAAAAJUAJAJAJAJA
Este año me llamaron para las grabaciones para un verano en Punta del Este
Que tanta importancia le di 🤣
Punta del Este?
🤣🤌🏽
Ese verano va de la mano con el verano argento
Uruguay es la copia de Argentina
Es la réplica de el Argentina
Es como decir ibiza y Mykonos
Lo mismo
Lo mismo
Pertenecientes a Europa
Pero estos pertenecientes a Latinoamerica
No te vuelvo a ir a un verano latinoamericano NUNCA MÁS
Soy una villancica ahora
Ir a un verano de Latinoamérica a partir de estos años siendo villancica sería tirar todo lo que hize en Norteamerica
Yo si me hubiera venido de Norteamerica para irme al verano argento 3 hubiera sido tirar todo lo de Norteamerica
Igual que al verano uruguayo
Veranos llenos de argentinos
A esos veranos van todos los argentinos
Son veranos de ellos
Mar de Plata y Punta del Este son para el argentinismo
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analisword · 27 days
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high infidelity (Enzo Vogrincic x Fem Reader)
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Capítulo 30 (Final).
2  años después. 
Enzo se encontraba en el aeropuerto, no era nada nuevo, los últimos 24 meses habían sido probablemente los más ajetreados de su vida, entre grabaciones, entrevistas, ruedas de prensa y promociones, no pasaba más de dos días en el mismo lugar, al menos en esta ocasión no se encontraba solo, su fiel compañera de aventuras, Zola, estaba plácidamente descansando en su transportadora, la gata desde hace mucho tiempo se había acostumbrado a viajar con él, unos pensarían que tanta ida y vuelta resultaría estresante para un simple gato, pero para Zola, estar lejos de casa resultaba una completa fiesta. 
Aunque bueno, ¿podría llamarle casa a lo que tenía en esos momentos? Pasaba más tiempo afuera que en Uruguay, pero hoy era día de volver con su madre y Martina, acababa de terminar la promoción de la película que durante tanto tiempo había estado grabando en España, oficialmente era libre por un par de meses. 
El maullido de Zola lo sacó de sus pensamientos, Enzo miró la hora de su reloj, era hora de su comida. 
—Vos tenés más claridad del tiempo que yo—dijo riendo restándole importancia a que alguien más lo escuchara, gracias al cielo sólo le habían pedido un par de fotografías en lo que esperaba su vuelo, quizá era por lo reservado que se había mantenido en los últimos dos años, después de Alana, su vida privada había dejado de ser muy interesante, se había hundido en el trabajo para no permitirse pensar tanto en ella. 
Claro que fallaba en el intento. 
No había día en el que no se preguntara si la chica se encontraba bien, sabía que lo estaba y tenía la esperanza de que, que Dios no quiera, alguna vez había algo malo sucediéndose,  Enzo fuese la primera persona a la que ella llamara. 
No se habían vuelto a ver desde aquél día en México, en el que Alana se fue en la mañana sin despedirse, no podía culparla, una segunda despedida sonaba igual o incluso peor que la primera, aún así, cuando Enzo despertó con frío aquella mañana en México sin Alana en sus brazos, lloró todo el viaje de camino al aeropuerto. 
Y un par de días más. 
Tampoco habían vuelto a hablarse, Enzo no había logrado conseguir salir con alguien más, ¿cuál era el punto? Alana era la única persona que él quería y odiaba tanto que la distancia y el destino haya podido con ellos. 
Sacudió su cabeza, no quería ponerse a llorar en medio del aeropuerto, decidió hacerle caso a Zola y sacó su pequeño plato y comida mojada de su mochila, la gata ronroneó apenas comenzó a comer. 
—¿Sos Enzo Vogrincic?—escuchó una voz infantil decir, Enzo levantó la vista y encontró un pequeño niño abrazado de una tableta electrónica, una mujer, la cual seguramente se trataba de su madre, se aferraba de su pequeño hombro, luciendo aún más nerviosa que él y con una sonrisa que lucía algo espeluznante. 
—Él mismo—dijo riendo, para ese entonces Enzo se encontraría cansado y en su límite de fotografías con fans, pero nunca se sentiría así con un pequeño niño, por lo que le regaló su mejor sonrisa. 
—¿Puedo tomarme una foto con vos?—preguntó.
—Eh, sí, sí, claro—dijo rápidamente—. Esperáme tantito—dijo abriendo la transportadora, ingresó el plato de Zola adentro y la gata se metió inmediatamente—. Listo. 
Después de pararse incómodamente, se limpió las manos en sus pantalones de mezclilla y se acercó al niño para tomarse la fotografía, la mujer le quitó la tableta electrónica de las manos.
—¿Necesita ayuda?—preguntó Enzo amablemente, la pobre mujer llevaba encima la maleta, la tableta, un libro y el celular. 
—Todo bien—dijo riendo—. Sonrían—indicó, Enzo tuvo que inclinarse un poco para que la diferencia de estatura no se notara tanto y sonrió ante la fotografía. 
Se despidió del niño y su madre, sin embargo, cuando el pequeño se acercó con su madre para tomar de vuelta su tableta, el libró cayó en el suelo. 
Enzo casi corrió a tomarlo, después de vivir con una escritora, había aprendido a apreciar y cuidar un poco mejor de los libros. 
—Aquí tiene—le extendió el libro y sin querer miró la portada, Enzo tragó en seco al observarla—. Disculpe, ¿cuándo salió este?
—Justo hace un par de días, sin embargo, pude obtenerlo hace casi una semana antes, la editorial me los manda con anticipación para escribir sobre ellos en mi blog. 
—¿Y qué le ha parecido hasta ahora?—preguntó mientras inclinaba un poco la cabeza, a juzgar por el separador, la mujer ya iba a más de la mitad de la historia. 
—Me ha encantando hasta ahora, si le soy honesta, es mejor que arco de sangre—dijo felizmente. 
—¿Puedo darle una hojeada?—preguntó con nerviosismo, sin responder, la mujer se limitó a devolverle el libro. 
Sus manos estaban temblando, cuando tomó el libro se sorprendió por lo gordo que era, conocía la historia perfectamente, se trataba del libro que Alana había escrito en su departamento, al fin estaba siendo publicado. 
El libro era más grande de lo que hubiera esperado, pasó las yemas de los dedos con delicadeza sobre las páginas, por un instante sintió que no se encontraba en el aeropuerto con unos completos desconocidos, estaba sumergido en otro mundo, con jardines secretos y dragones, Alana tenía el don de obtener ese tipo de reacciones incluso con sólo escribir un par de oraciones. 
Lo hojeó rápidamente, sabía que aunque quisiese, no podía simplemente ponerse a leer ahí. 
Antes de devolverlo, decidió revisar la contraportada.
Sintió que el alma se le iba a los pies. 
‘‘Para la persona que me prestó un escritorio para Escribir este libro Nada hubiera sido posible sin ti, también para ZOla, esta historia es de ustedes…’’
—No quisiera apresurarte, pero el vuelo a Uruguay estaba apunto de salir—dijo la mujer apuntando la pequeña pantalla, Enzo suspiró. 
¿Qué mierda estaba haciendo?
—No iré a Uruguay—exclamó entregando el libro, tomó su mochila y a Zola, necesitaba comprar un nuevo boleto de avión. 
                                                            ˖⁺‧₊˚♡˚₊‧⁺˖ 
—Respira, tranquila, has hecho esto antes, puedes hacerlo una vez más—la motivó su hermana mayor mientras le echaba algo de aire con las manos, Alana sentía que el maquillaje en su rostro picaba de lo nerviosa que se encontraba. 
—¿Y si no les gustó?—preguntó nerviosamente por enésima vez. 
—Alana, hay como 300 personas esperando por ti allá afuera—dijo—. Además, el libro salió hace apenas unos días, dudo que alguien lo haya terminado aún. 
—¡Peor aún! ¿Qué si lo terminan después y se arrepienten de haber estado tanto tiempo esperando aquí?
—¿Podrías dejar de ser tan jodidamente pesimista por un momento? Esas personas llevan un buen rato esperando—coincidió—. Así que sal allá afuera y más te vale que les pongas una sonrisa bonita. 
Alana asintió efusivamente, se sentía como un luchador en la esquina del ring y con Anna como su entrenadora, era la feria de libros de su ciudad y por ello la firma de autógrafos de su nueva historia, al fin, después de tanto tiempo, la había compartido con el mundo entero. 
Tomó un último y largo respiro y subió al escenario, donde fue bien recibida con gritos y aplausos, Alana saludó con la mano hasta que se sentó en el enorme escritorio, un montón de sus libros estaban colocados estratégicamente como decoración, además el equipo de logística se había encargado de otorgarle una caja entera de marcadores permanentes para la realización de los autógrafos, durante casi tres horas, sonrió, conversó y firmó libros hasta que los dedos le cansaron, sentía el corazón llenó de amor y completamente agradecida por el recibiendo que le estaban otorgando, se encontraba hundida en sus pensamientos, con la mirada baja. 
—¿Podés firmarme este libro? Conozco la historia bastante bien.
Alana levantó la cabeza tan fuerte que sintió un tirón en su cuello, parpadeó varias veces. ¿esto era real, o era un producto de su cansancio y la cantidad exagerada de bebidas energizantes que había tomado desde temprano?
—Somos grandes fanáticos—habló nuevamente, Alana sintió un tirón en su corazón al ver que Enzo sostenía a Zola y sin pensarlo dos veces se abalanzó a ellos. 
No podía dejar de llorar, había un montón de emociones invadiéndola por completo, felicidad, confusión, amor. 
—¿Qué hacen acá? ¿Qué haces aquí?—preguntó Alana acariciando la cabeza de Zola, sentía una paz enorme al notar que su gata no la había olvidado aún y la dejaba tocarla de esa forma. 
—Leí tu dedicatoria—dijo suavemente, Alana era consciente  había un montón de personas viéndolos, algunos tomando fotografías y grabándolos, pero en ese instante, se sentía como si solo fueran ellos tres contra el mundo—. Lana, no quiero volver a perderme, mi lugar es con vos, ya sea que estemos aquí, en México, en Uruguay, en España, o hasta en Marte, pero mi lugar es aquí, con vos, vos sos mi lugar. 
—Enzo—fue lo único que podía decir, como siempre, él le quitaba las palabras a la mujer que más palabras tenía por decir. 
—Y se que no te puedo obligar a nada, no puedo obligarte que me sigas, y sé que será difícil y…
—Enzo—repitió. 
—Pero te he extrañado tanto y…
—¡Enzo!—dijo fuertemente, haciendo que el chico al fin se callara por unos segundos—. Te amo—declaró—. Te amo, yo tampoco quiero volver a perderme, mi lugar es contigo. 
Enzo sonrió fuertemente y Alana lo supo de inmediato, iban a estar bien, porque estarían juntos. 
Fin. 
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