Tumgik
soft-pxachy · 3 months
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⤷  ❝material girl❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!sugardaddy x lectora!fem
➤Recuento de palabras: 15.7k
➤Género: dilf & sugar daddy, smut y obscenidad.
➤Resumen: El señor Jeon Jungkook era todo lo habías soñado en tu corta vida, no te importaba que él estuviera casado o que fuera padre, sabías que él podía darte todo lo que deseabas, y a ti siempre te habían gustado las cosas bonitas y costosas, así que cuando el señor Jeon te hizo la oferta que tanto querías escuchar sabías que serías una tonta si lo rechazabas, aún si eso significaba convertirte en su pequeña y dulce amante.
➤Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | sugar daddy!Jungkook | la lectora es interesada y materialista | diferencia de edad | jungkook 40 años y lectora 21 años | infidelidad | daddy kink | jungkook es un CEO millonario | la lectora es una estudiante malcriada | jungkook es coqueto | tensión sexual | charla sucia | masturbación | halagos durante el sexo | sexo oral (r. Jungkook) | comer semen | Jungkook tiene un gran pene | juego y estimulación del clítoris | nalgadas | sobreestimulación | mención de juguetes sexuales | diferencia de altura (un poco tierno) | follar con los dedos en un auto | bromas juguetonas durante el sexo | sexo duro | sexo sin protección | sexo en un avión | semi-exhibicionismo | Jungkook es padre! ➤Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias.
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♥︎ softpxachy's
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Mientras T/n crecía, recordaba haber oído hablar de su futuro toda su vida. 
En las escuelas le preguntaban qué prefería ser entre doctora y bailarina, y ella siempre recordaba haber pensado en que nunca podría ser médico porque odiaba la sangre. Había oído hablar de los profesores, pero odiaba a los niños. 
En realidad, nunca había pensado mucho en su futuro, no era ambiciosa y emprendedora, pero le gustaba el estilo de vida fácil, y si pudiera, abandonaría la universidad para casarse con un hombre rico y convertirse en una esposa trofeo. Nunca había querido trabajar por nada y hasta ahora había ido por buen camino.
Estaba atrapada en la universidad únicamente porque sus padres pagaban su matrícula y alojamiento. Ahí estaba la cosa, desde que era pequeña T/n nunca tuvo que trabajar duro para conseguir lo que quería. Su padre fue un hombre de negocios que engañó a su ex esposa con su madre, que era veinte años menor que él en ese momento, y él había pagado todo de ella, la escuela, la ropa, los viajes, cualquier cosa que T/n quisiera.
Hasta hace poco nunca había tenido que preocuparse por nada. Sabía que siempre y cuando prometiera ir a la escuela todo estaría pagado hasta terminar su carrera. Y bueno, eso fue hasta el año pasado cuando chocó el nuevo Mercedes Benz que había recibido por su cumpleaños que de repente perdió todos los privilegios que tenía.
Lo que realmente significaba todo lo que una chica rica podía perder en grandes palabras, su padre todavía pagaba la escuela, pero el par de miles de dólares adicionales que recibía cada mes se acababan más pronto de lo que los recibía. Y sabía que necesitaba un trabajo para sus propios gastos, y bueno, T/n tenía gustos caros y este era un mundo cruel.
Así que cuando conoció al Sr. Jeon Jungkook, todo en lo que podía pensar era en lo jodidamente perfecto que era. 
La noche había comenzado lenta, con su compañero de trabajo haciendo todo lo posible para entretenerla fingiendo coquetearle un poco, aunque T/n sabía que Jimin era demasiado gay para funcionar. 
Se aplicó otra capa de brillo labial mirando alrededor de la barra y fue ahí cuando lo vio. Él entró al lugar, el traje negro azabache hecho a la medida se ajustaba a la perfección a su gran y musculoso cuerpo mientras caminaba con un porte elegante y decidido, tenía un cigarro entre los labios y desvió su atención del hombre a su lado cuando sus miradas se encontraron, y la luz se reflejó en su Rolex y en sus ojos.
—Huelo a hombres ricos.— Jimin murmuró arrugando su pequeña nariz  dándole un codazo en el brazo a su amiga, y T/n solo pudo rodar los ojos ante eso, mordiéndose el labio mientras limpiaba el mostrador disimuladamente antes de mirar hacia atrás a Namjoon, quien asintió ligeramente en dirección al hombre. 
Aquí era donde su trabajo era fácil, todo lo que T/n tenía que hacer era intentar que estos hombres gastaran tanto dinero como pudieran en el bar y bueno, esa era su especialidad después de todo.
Arregló el vestido negro que decidió usar esta noche, los accesorios plateados y sus uñas cuidadas brillaron a través de su cabello mientras lo peinaba un poco antes de alcanzar el menú de bebidas y dirigirse a la mesa V.I.P a la que se habían ido los cuatro hombres, y con una sonrisa perfecta se acercó a ellos, con un nivel de energía más alto y una voz coqueta cuando les dio la bienvenida.
Todo su cuerpo se estremeció por completo en cuanto escuchó su voz por primera vez, y simplemente no podía apartar la vista de sus manos, la camisa blanca que usaba se aferraba con fuerza en su pecho y bíceps, las mangas estaban arremangadas hasta los codos y revelaban sus brazos tatuados y musculosos, su cabello era largo y de un negro profundo dejando la vista libre de los rasgos cincelados de su rostro y labios rosados.
Prácticamente le fue imposible a T/n poder apartar la mirada de él mientras atendía su mesa como si fuera cualquier otra, aunque a la mitad de esa primera noche de conocerlo, Jungkook ya estaba en la barra con ella, importándole muy poco sus amigos y con su atención cien por ciento en ella. 
—¿Por qué una chica tan linda como tú trabaja aquí? — Jungkook preguntó por lo bajo con su voz ronca y profunda señalando el lugar levemente. 
“Sassy Muse” era un club del tipo lujoso y costoso de cinco estrellas, estaba ubicado en el corazón de Seúl y tenía una gran demanda entre la población de hombres empresarios y políticos, y por lo tanto, debía cumplir con toda la mayor calidad en todos los sentidos, desde el buen servicio hasta las bebidas, era un trabajo fácil y T/n casi siempre se iba a casa con $400 dólares de propina en una sola noche, además de que siempre estaba en medio de hombres poderosos y millonarios que nunca se tardaban en darle algún cumplido, por supuesto que T/n lo disfrutaba, demasiado.
—Es dinero fácil. —T/n respondió sin rodeos y en una pequeña sonrisa mientras inclinaba su cabeza ligeramente hacia un lado; dejando que su cabello cayera sobre uno de sus hombros solo para ver a Jungkook regresarle la misma sonrisa, y las pequeñas líneas que se formaron en las comisuras de sus ojos le confirmaron que era mucho mayor que ella. 
—¿Estudias? —Jungkook preguntó, su mano estaba apoyada en un lado de su boca, el codo apoyado contra el mostrador mirándola atentamente, con un interés genuino expresado en todo su rostro, y le fue imposible no morder su labio inferior al ver como su clavícula expuesta se abultaba con el profundo suspiro que tomaste, mostrando el valle de tus senos desde la parte superior de tu vestido.
—Sí, en la Universidad de Seúl. —T/n respondió empujando las manos contra el mostrador fingiendo estar limpiando, sonriendo por lo bajo al sentir como sus dedos rozaron solo un poco su mano entintada.
Y por supuesto que Jungkook notó su sutil movimiento, asintió levemente a sus palabras antes de volverse hacia sus amigos que estaban todos de pie en la mesa, así que solo escribió en su cuenta y te deseó buenas noches antes de levantarse y alejarse de la barra, y cuando revisaste el recibo, una sonrisa se dibujó en tu rostro.
Propina: $300
Nota: Para la chica más linda de la noche.
Jeon Jungkook
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Pasó un mes entero antes de que T/n volviera a ver a Jungkook de nuevo, y asumió que se debía a su trabajo, estaba acostumbrada a ver eso una y otra vez con los clientes más recurrentes del “Sassy Muse”, la mayoría de ellos asistían cuando cerraban algún negocio importante o simplemente para relajarse un poco, pero con Jungkook era diferente, no quería nada más que volver a verlo, había quedado encantada con todo lo que era él, así que cuando lo vio entrar de nuevo con el mismo porte y autoridad no pudo evitar sentirse emocionada, Jungkook le sonrió cálidamente desde su mesa y le pidió exclusivamente al dueño del lugar que ella los atendiera a él y a sus amigos, así que T/n se preparó para estar una vez más frente a él. 
—Me preguntaba si podría verte esta noche. —Jungkook preguntó dejando sobre la mesa su vaso de whiskey antes de morderse el labio cuando sus ojos recorrieron todo su cuerpo frente a él, casi reprimiendo la imperiosa necesidad de pasar sus dedos por sus piernas y cintura. 
—Veo que tienes fans a donde quiera que vayamos, Jungkook. —Uno de los hombres a su lado se rio entre dientes de sus palabras, pero a T/n no le importó, confiaba en que había más en juego que un pequeño comentario como ese, como el tamaño de la propina que dejaría esta vez.
Y Jungkook lo hizo callar simplemente, sin dejar de mirarla como si no quisiera perder detalle de ella.— Solo mírala, yo soy el que es fan aquí.
Y con eso T/n ni siquiera pudo evitar sonrojarse ante sus palabras mientras apartaba la mirada levemente de él antes de sonreírle de la misma forma cuando lo vio picotear el interior de su mejilla de una forma tan sensual al mismo tiempo que elevaba sus cejas hacia ella; como si le hubiera gustado su reacción.
—Con gusto señor Jeon, estoy para servirle. —T/n respondió poco después, manteniendo su mirada y excusándose para retirarse de la mesa. 
No entendía muy bien qué fue lo que había pasado, pero era como si pudiera sentir la mirada de Jungkook sobre ella a cada segundo, pero optó por no pensar mucho en eso cuando se encontró con Jimin frente a la barra, y la sonrisita en su rostro le hizo saber que había visto todo lo que pasó, y no tardó en atacarla con la pregunta que ya sabía. 
—¿Nuevo Sugar Daddy? —Soltó aguantando una risita divertida.
—Sería un sueño… —T/n resopló de la misma forma llegando a su lado. —Pero digamos que me verías mucho menos por aquí.
—Bueno, tus sueños podrían hacerse realidad muy pronto. —Jimin habló mirando sobre el hombro de su amiga y haciendo una pequeña señal que T/n no entendió del todo mientras lo veía alejarse de ella hasta que la voz de su cliente favorito se escuchó sobre la música a sus espaldas.
—¿Ya es mi turno de tu atención? —Jungkook murmuró por lo bajo, apoyándose sobre la barra, y T/n reprimió una sonrisa mientras se giraba sobre sus pies hasta encontrarse con su imponente figura frente a ella mirándola con diversión. 
—La acaba de tener, señor Jeon. —T/n respondió en un ronroneo meloso, acercándose solo un poco a él, sin querer demostrar mucho sus intenciones mientras le sonreía sutilmente
—Y ya necesito más. —Jungkook aseguró mordisqueando su labio inferior mientras pasaba una mano por su cabello, peinándolo hacia atrás un poco antes de volver a clavar su mirada en ella 
Era como si T/n lo quisiera devorar con la mirada, sus ojos recorrieron todo su rostro con calma, dándose cuenta de la pequeña cicatriz en su pómulo izquierdo y la forma tan perfecta de sus labios, llevaba un traje color gris esta noche junto a una camisa negra, lucía igual de elegante y poderoso que la última vez que lo vio, y cuando sus ojos se posaron sobre sus manos y el reloj de cristales que llevaba casi se le cortó la respiración, se tomó un momento para admirar las venas que resaltaban hermosamente de su piel y…
Oh, mierda. 
A T/n le tomó dos segundos completos darse cuenta, con los ojos fijos en la banda de oro con diamantes incrustados en su dedo anular. 
 —¿Estás casado? —T/n preguntó recelosamente, aunque era demasiado obvio.
Por supuesto que estaba casado, su identificación le decía que tenía al menos 40 años de edad, pero se veía demasiado joven y era jodidamente atractivo, claramente tenía unos buenos millones y un buen trabajo. ¿Por qué un hombre como él estaría soltero? Jungkook era el hombre perfecto, y si había algo que T/n sabía sobre los hombres casados ​​era que se preocupaban menos por sus esposas que por un polvo rápido.
—Y también soy padre. —Jungkook agregó con voz firme pero sus ojos habían perdido un poco del brillo juguetón que tenía hasta hace poco mientras apartaba su mano de su vista. 
Era más que obvio que T/n no sabía cómo reaccionar ante este nuevo descubrimiento, era como si estuviera procesando sus palabras una y otra vez, y de un momento se quiso dar un golpe en la cara, ¿Había estado fantaseando con un hombre casado los últimos días? ¿Era tan malo como parecía? Bueno, quería pensar que no era así, Jungkook tenía todo el atractivo sexual que T/n necesitaba para que sus pensamientos divagaran hacía ese lugar oscuro dentro de su mente y era indescriptible lo atraída que se sentía por él, nunca había tenido un deseo tan intenso por alguien como lo tenía por Jungkook.
Pero para ser justos, T/n nunca había sido muy estricta con las reglas que le imponían, no era buena siguiendo instrucciones cuando el resultado final no le gustaba, así que no le tomó mucho tiempo en perder toda su moral y decidir que tomaría esta nueva información a su favor, no era como si le fuera a pedir que dejara a su esposa por ella ni nada por el estilo, pero la ultima vez que lo vio le dio una propina increíblemente buena, y se preguntaba que haría un poco más de coqueteo, quién sabe, quizás podría divertirse un poco con él. 
—Apuesto a que debe ser un gran padre, señor Jeon. —T/n habló poco después, cubriendo sus verdaderas intenciones con aquellas palabras.
—Eso es lo que quiero pensar. —Jungkook respondió entre dientes antes de hacer un pequeño movimiento con su mano. —Pero no quiero hablar de eso, quiero hablar de ti. —agregó con calma, y todo su semblante cambió por completo con lo siguiente que dijo. —¿Tienes novio?
—No. —T/n resopló con falsa tristeza, acercándose más a él, casi quedando a la par de su cuerpo. —No me interesan mucho los chicos de mi edad, ya sabe, son inmaduros y poco detallistas, solo… no son mi tipo.     
—¿Entonces qué tipo de hombres te interesan? —Jungkook preguntó entrecerrando sus ojos en su dirección, casi retándola con la mirada antes de pasar la punta de su lengua por sus labios sin romper el contacto visual ni una vez formando una sonrisa divertida.— ¿Cómo yo? 
Bingo. Ahí estaba su oportunidad.
—Ah, señor Jeon, por favor, no me haga ilusionarme, usted es un hombre casado y yo… —T/n comenzó a hablar negando con su cabeza y sin poder evitar morder su labio inferior cuando volvió a encontrar su mirada. —Bueno, puedo ponerme muy difícil cuando no obtengo lo que quiero…
Y con eso fue como si hubiera dicho las palabras mágicas, fue como si el tiempo se hubiera suspendido mientras Jungkook la miraba con una pizca de diversión y lujuria nadando en sus oscuros ojos al mismo tiempo que se inclinaba sobre ella, sin importarle mucho que la barra se interpusiera entre los dos o que sintiera las miradas de sus amigos sobre él.
—¿Y qué es lo que quieres, bebé? Una chica tan linda como tú no debería necesitar nada de mí, ¿verdad? —preguntó por lo bajo observando con atención todo su rostro, reprimiendo las ganas de sonreír al ver cómo sus ojos brillaron con sus palabras. 
Bueno, si los dos iban a jugar, T/n iba a jugar mejor. Dejó escapar un suspiro exagerado, apartando la mirada de él para lograr un efecto completo con lo siguiente que dijo. —Bueno, verá, Señor Jeon, en este momento parece ser usted. 
—Mmh, ya veo… —Jungkook silbó y una leve sonrisa se formó en sus labios al escuchar aquello mientras la veía morder su labio. —Te gustan las cosas prohibidas, ¿verdad?
Eso era música para los oídos de T/n proveniente de este hermoso hombre que tenía enfrente de ella. —Bueno, si las cosas prohibidas tienen su nombre y se parecen a usted, claro que sí. 
Y estaba bien, T/n nunca había dicho que era una buena persona. 
Ni una sola vez en su vida se había considerado una santa. Así que cuando Jungkook le envió un gran ramo de rosas a su trabajo con una pequeña nota y un hermoso vestido de Versace una noche invitándola a cenar, simplemente no pudo encontrar algo en ella para rechazarlo.
No podía evitarlo. Siempre le habían gustado las cosas buenas de la vida y era joven, no le importaba si Jungkook nunca dejaría a su esposa o si no la quería, le estaba dando lo que siempre había querido y ella siempre había sido una chica egoísta y materialista.
Así que cuando Jungkook llegó por ella, T/n ya lo estaba esperando en la entrada de su edificio, y casi tuvo que reprimir una risita cuando lo vio empujar su lengua en el costado de su mejilla cuando la observó de pies a cabeza, casi por demasiado tiempo admirando como el vestido que le había enviado se ajustaba a la perfección a todas sus curvas. 
—Te ves increíble. —Jungkook murmuró contra su oído cuando la saludo con un beso en su mejilla antes de guiarla a la parte trasera del auto donde el conductor sostenía la puerta abierta para ambos.
El restaurante al que fueron era uno de los más reconocidos y lujosos de la ciudad, estaba en el centro de la ciudad y, según Jungkook, pertenecía a uno de sus amigos, el salón principal estaba repleto de una atmósfera cálida y romántica, había ramos de flores que separaban cada una de las mesas principales y había un pianista en vivo que armonizaba todo el lugar.
—Dime lo que estás pensando. —Jungkook fue el primero en hablar una vez que el mesero se fue con sus pedidos. Fue brusco e impaciente, se notaba, pero a T/n no le importaba escuchar su demanda.
—Lo que haces para ganarte la vida. —T/n soltó de la misma forma, sin importarte mucho cómo sonaba. —Es solo que, a veces te veo mucho, y a veces no te veo durante meses.
—Eso es porque paso la mayor parte de mi tiempo en Busan. —Jungkook dijo simplemente, jugando con los dedos alrededor de su copa de Champagne mientras la miraba fijamente. —Soy el CEO de una empresa de entretenimiento tecnológico, nuestra sede está en Busan, pero nuestro socio está en Seúl, y tú también lo estás. 
T/n intento no parecer afectada por sus palabras, porque claramente ese era todo su plan y tal vez su objetivo era que te acostaras con él, pero Jungkook tenía que saber que tú también querías algo a cambio, así que ni siquiera estuvo exactamente tranquilo cuando llegó la comida, Jungkook te mantuvo entretenida y tú a él.
—¿Qué estás estudiando? —preguntó mientras se frotaba los labios con la servilleta, empujando el plato y señalando cómo toda su atención estaba en ella nuevamente.
Y T/n suspiró apartando la mirada de él mientras bajaba su pierna, su pie golpeó accidentalmente el de Jungkook, y se mordió el labio inferior por un segundo sintiendo el dobladillo de sus pantalones, y prácticamente le fue imposible no empujar su pie hasta su tobillo, y Jungkook inmediatamente sintió la calidez contra él, pero mantuvo la compostura, en su mayor parte, no pudo evitar ponerse rígido por tu audacia. 
—Estudio Marketing. —T/n respondió a su pregunta devolviéndole la mirada. —Pero hay tantas cosas de las que prefiero hablar antes que de mi educación. —Agregó sonriéndole levemente mientras su pie subía de a poco por su muslo debajo de la mesa, viéndolo tomar una larga respiración antes de volver a hablar. —Oye, ¿cómo conociste a tu esposa? 
Oh, eras inteligente. Mencionabas a su esposa mientras los dedos de tus pies recorrían suavemente el bulto de sus pantalones creando una pequeña tensión en su abdomen, y Jungkook solo pudo sonreír de lado mientras agachaba su mirada.
—Nos conocimos en la universidad, ambos nos especializamos en negocios y en cierto modo tenía sentido en ese momento. —Comenzó a hablar tratando de regular su respiración que comenzaba a acelerarse al sentir otro suave movimiento contra su entrepierna. —Ella quería un bebé, así que le di uno y ahora tengo a Yunho.
—Que lindo, ¿Y cuantos años tiene? —T/n preguntó dándole una inocente sonrisa, apoyando su pie con un poco más fuerza sobre su bulto. 
—Mi hijo tiene ocho años. —Jungkook dijo con calma, estando completamente seguro de que no tenías idea de con quién te estabas metiendo, su mano agarró tu pie, apretando sus dedos alrededor de tu tobillo mientras lo mirabas con ojos inocentes en su dirección antes de dejar caer tu pie .—¿Tienes idea a qué estás jugando?
—Tú dime. —T/n respondió riendo levemente de él y con su pie subiendo por su pantorrilla nuevamente, con su barbilla descansando sobre sus nudillos y con los codos presionados contra la mesa.
—Sabes que estoy casado. —Jungkook repitió lo obvio, pero T/n solo le respondió con un pequeño asentimiento antes de dejarlo continuar. —Y no me divorciaré de mi esposa.
—Nadie te lo está pidiendo. —T/n respondió simplemente, sonriéndole con picardía, viéndolo hundir sus mejillas en sus dientes mientras pensaba, asintiendo con la cabeza.
—Entonces, qué ganas con esto? Seguramente una chica bonita como tú ya tiene muchos hombres persiguiéndola. No me necesitas. —Jungkook inquirió con curiosidad frunciendo su entrecejo levemente hacia ella.
—Me gusta este vestido que me compraste. —T/n dijo de la nada, mirando el vestido reluciente en el que estaba enfundada. —Es justo de mi talla también.
Y ante eso Jungkook se rio secamente negando con su cabeza, pero cualquiera podía leer en su rostro lo afectado que estaba por ti, fue justo como lo esperaba, había oído hablar de chicas como tú. La joven y hermosa femme fatale, y él había sido tu víctima.
—¿Te gustan los regalos? —preguntó metiendo la mano en el bolsillo de su abrigo. —Porque me gusta dar regalos T/n, y supongo que es por eso que estás aquí conmigo esta noche.
Sacó una caja negra y la presentó frente a ella mientras la invitaba a abrirla. —Pero sentí que apreciarías que te mimaran, así que supongo que es por eso que también te perseguí.
Dentro de la caja había una hermosa gargantilla de diamantes con una perla en el centro, y T/n ni siquiera se molestó en ocultar su sonrisa mientras seguía observando la joya frente a ella. —Y yo había pensado que era por mi apariencia increíble.
—Oh, confía en mí, también juega un papel importante en mi plan. —Jungkook afirmó de inmediato ajustando sus manos en su pierna que hasta ahora había estado descansando sobre su muslo y viéndola estremecerse cuando su palma caliente hizo contacto con su piel. —Sin embargo, tengo algunas condiciones que deberás firmar por escrito si es que llegamos a un acuerdo. 
Y ante eso T/n ni siquiera pudo evitar reírse levemente, bueno, Jungkook parecía conocer de este tema, pero eso solo le hizo querer mover un poco más sus hilos. —¿Me estás diciendo que tu vida amorosa tiene términos y condiciones? ¿Así fue como conquistaste a tu esposa? 
—No. —Jungkook se apresuró a defenderse. —Y yo no lo llamaría una vida amorosa a lo que tú y yo tendríamos. Es solo un negocio, solo dos partes mutuas pasándola bien sin correr el riesgo de sufrir un desamor. Tendríamos citas, claro, pero solo en mis términos ya que estaría invirtiendo mi dinero en ti. 
Bueno, su oferta sonaba muy tentadora a decir verdad, prácticamente Jungkook le estaba ofreciendo en bandeja de plata todo lo que ella quería, pero T/n era una burlona, así que quiera tocar un poco más su ego y ver que podía obtener de él.
—No creo que sea muy justo. —T/n comenzó a hablar, suspirando profundamente mientras sentía su cuerpo calentarse, especialmente donde las yemas de sus dedos entintados se arrastran lentamente hacia arriba por su pierna; cada vez más cerca de donde más lo deseaba.
—¿Puedo preguntar por qué? —Jungkook cuestionó, arqueando levemente su ceño y aplicando un poco más de presión en el interior de su muslo mientras la veía tomar un poco más de su copa. 
—Eventualmente, después de tener algunas citas y conocernos, de una forma u otra terminaríamos teniendo sexo. Y para empezar, podrías besar muy mal o, peor aún, podrías tener un pene pequeño o no saber qué es un clítoris. Ya sabes, no quiero perder el tiempo en algo que podría resultar en una decepción colosal. —T/n respondió en un tono de voz completamente engreído bebiendo su bebida solo para ver a Jungkook reír secamente a sus palabras.
—Veo tu punto, y me ofende que ya pienses tan poco en mí. —Jungkook murmuró bajando el tono de su voz, antes de morderse el labio al sentirla volver a rozar su tensa erección atrapada en sus pantalones y viéndola sonreír con victoria. —Te diré qué, pondré mis cartas sobre la mesa… —comenzó a hablar mientras trazaba formas suavemente en la parte interna de tu muslo con sus dedos tatuados, relamiéndose los labios sin romper el contacto visual ni una vez contigo. —Antes de que aceptes nada, dame esta noche para probarte que no soy ninguna de esas cosas que tanto te asustan.
—¿No va eso en contra de las condiciones de tu acuerdo? Probar antes de comprar. —T/n soltó en tono burlón, se estaba divirtiendo realmente, y sabia que tenia el control total de la situación, solo sonriendo aun mas al verlo todo irritado mientras chasqueaba sus labios. 
—Tienes razón, sería injusto de mi parte esperar aceptar algo antes de haberlo experimentado. —Jungkook aseguró ladeando su cabeza levemente, deteniendo los movimientos sobre su piel para meter su mano en la bolsa de su pantalón y sacar su celular. —Pero estoy seguro de que puedo convencerte de lo contrario.
En el espacio de diez minutos T/n ya estaba sentada en la parte trasera de su auto, apretando las piernas en un intento de disminuir la humedad y excitación palpitante en su ropa interior, la simple tensión sexual dentro del restaurante y las delicadas caricias de Jungkook en su pierna fácilmente la habían dejado al límite, aunque había logrado disimularlo bastante bien, su vista se perdió en la forma en que la gran y tatuada mano de Jungkook sobre su muslo, frotando su pulgar suavemente mientras miraba por la ventana, observando a las personas que entraban y salían del restaurante sin tener siquiera una idea de lo que estaba a punto de hacerte. 
Había pasado un tiempo desde que T/n había tenido sexo, demasiado para su gusto, y la mera perspectiva de que Jungkook la hiciera tener un orgasmo con solo sus dedos era casi suficiente para desesperarla aun más, y Jungkook finalmente se dio cuenta de su estado y su respiración ligeramente agitada a su lado y sonrió para sí mismo.
—Recuérdame otra vez… —Jungkook murmuró cerrando la poca distancia entre sus cuerpos, quitándose el cinturón de seguridad mientras se deslizaba sobre el cuero del asiento hasta acorralarla entre su cuerpo y el respaldo. —¿Cuáles son las cosas que te impiden aceptar mis términos? ¿De qué tienes tanto miedo?
—Bueno, antes que nada, me preocupa que resultes ser un besador realmente malo… —T/n repitió actuando con indiferencia, pero eso no podría estar más lejos de la verdad, lo deseaba ahora, anhelaba tanto su toque y no quería nada más que Jungkook la follara con fuerza como sabía que era más que capaz de hacerlo, él rezumbaba energía sexual por todos lados, y ella solo estaba disfrutando haciéndole pasar un mal rato. —En segundo lugar, podrías tener un pene pequeño, y no me refiero a un pene pequeño, me refiero a un pene pequeño sin ninguna esperanza de complacer a una mujer. Y en tercer lugar, probablemente no sepas dónde está mi clítoris. —T/n terminó, encogiéndose de hombros con indiferencia, a pesar de que estaba gritando internamente por él.
Y Jungkook solo se humedeció los labios, con una sonrisa divertida tirando de sus rasgos. —Esas son preocupaciones razonables, supongo. —dijo y su voz era baja y llena de humor mientras se inclinaba más cerca de ella. —¿Pero qué pasa si tú eres una besadora terrible? 
—No lo soy. Soy una gran besadora. —T/n aseguró de inmediato mirándolo a través de largas pestañas, con el corazón latiendo con fuerza en su pecho casi pudiendo sentir su respiración abanicando sus labios entreabiertos.
—Mmh, ¿es así? —Jungkook inquirió divertido, elevando una sola ceja antes agarrar su mandíbula con fuerza, acercándose más hacia ella y sonriendo con lo siguiente que dijo. —¿Me lo vas a demostrar?
Y de repente, esas palabras fueron todo lo que T/n necesitó para presionar sus labios con los de él en un beso teñido de deseo y ansia, el zumbido del vehículo en movimiento se desvaneció por completo en un ruido blanco de fondo mientras perseguían sus labios con tanta ansia por igual, Jungkook la tomó por su mentón posesivamente y le regresó el beso con mucha más fuerza, con carnalidad pura mientras la empujaba hacia atrás sobre el asiento, parecía como si estuviera descargando toda la ira acumulada durante la cena cuando coló su lengua en el interior de su boca, comenzando a acariciar todo lo que estaba a su paso.
T/n se sentía abrumada, y se vio siendo arrastrada fuera de cualquier pensamiento racional con solo oír el choque de sus bocas la una con la otra, esperaba que Jungkook fuera así, posesivo y autoritario, y se lo recordó una vez más cuando una especie de jadeo brotó de sus labios chocando contra los de él cuando sus grandes manos viajaron por su cuerpo, comenzando a explorar la forma de sus curvas dentro del vestido cada vez más impaciente por sentirla, un ronroneo se derritió en su garganta mientras T/n luchaba con su lengua contra la de él, jugando entre ellas en una perfecta sincronía que provocó que Jungkook gruñera por lo bajo, y ese simple acto hizo que T/n sonriera triunfalmente contra sus labios mientras ajustaba sus manos en sus anchos hombros antes de que Jungkook aprovechara aquello para atrapar su labio inferior entre sus dientes, mordisqueándolo levemente y tirando un poco de él antes de separar sus rostros y labios hinchados.
—Joder… —T/n suspiró suavemente sintiendo a Jungkook sonreír para sí mismo con eso, y por mucho que odiara admitirlo, Jungkook era, de hecho, el mejor besador que había tenido, y esa simple revelación la hizo sentir una nueva ola de excitación viajar por cada uno de sus nervios. 
Algo se rompió de repente y rápidamente Jungkook le desabrochó el cinturón de seguridad ajustando sus manos en su cintura para empujar su espalda sobre el asiento, haciéndose espacio entre sus piernas lo mas rápido posible provocando que sus pelvis se juntaran entre si, un gemido ahogado salió de T/n al sentir su erección enorme y dura clavarse en uno de sus muslos y se vio tentada a replicar otro cuando su boca volvió a callarla besándola con mas fuerza que antes, estrellando sus labios juntos y ladeando su cabeza cuando sus lenguas volvieron a encontrarse a medida que ambos se volvían cada vez mas impacientes, el cuerpo de Jungkook estaba duro y caliente sobre el de ella mientras una de sus manos acariciaba su muslo de arriba hacia abajo, haciéndola gemir dulcemente mientras enredaba sus dedos entre su cabello negro.
—Tan necesitada… —Jungkook murmuró con su voz ronca y en medio de una sonrisita chupando su labio inferior levemente, viéndola desde arriba a través del manto de su cabello.
—Tócame, por favor tócame… —T/n jadeó entre besos lascivos con la boca abierta, desesperada por sentir más de él, y afortunadamente Jungkook escuchó sus súplicas, su mano áspera subió por completo por su pierna hasta alcanzar el lugar deseado entre sus muslos, sus dedos se engancharon en su ropa interior mientras frotaba su núcleo palpitante. —Oh, Jungkook… —maulló, echando su cabeza hacia atrás sobre el asiento y levantando las caderas hacia él en busca de más fricción.
—¿Ansiosa, bebé? —Jungkook susurró en una voz adormilada y cargada de sensualidad, sin poder evitar sumergir su rostro en la curva de su cuello pasando la punta de su lengua por el lóbulo de su oreja hasta delinear su garganta, probando el sabor de su piel y ensuciando su cuello con una serie de besos húmedos.
El auto chocó contra un bache en el camino que hizo que su mano se deslizara y presionara contra su clítoris vestido haciéndola jadear, y lo que T/n pensó que era accidental al principio, Jungkook ahora lo estaba recreando a propósito, frotando burlonamente su punto de nervios más sensible a través de su tanga de encaje, sonriendo socarronamente al verla morderse el labio para evitar gemir antes de alardear con suficiencia. —Creo que puedes tachar el número tres de tu lista, definitivamente sé dónde está.
Y tan pronto como dijo eso, los movimientos repetitivos y placenteros se intensificaron un poco más, frotando su pulgar una y otra vez sobre su clítoris vestido antes de que un gemido ahogado cayera de sus labios entreabiertos mientras empujaba sus caderas hacia su mano y enfocándose en la sensación de placer burbujeando en su interior sin siquiera poder articular alguna palabra entendible, y por supuesto que Jungkook lo notó mientras apoyaba su brazo sobre el asiento, justo al lado de su cabeza e inclinándose más cerca de ella.
—¿Ninguna respuesta ingeniosa? —Jungkook se burló, y su aliento caliente rebotó en la ladera de su cuello antes de que su lengua caliente y húmeda saliera para trazar figuras invisibles de saliva en su piel haciéndola cerrar sus ojos y perderse en sus besos húmedos y caricias repartidas en su clítoris que le pedían gemir cada vez más fuerte. —Bueno, dime ¿Cómo puntúo en los besos? 
Y a T/n le fue increíblemente difícil pensar con claridad cuando Jungkook volvió a chocar sus labios juntos en otra acalorada sesión de besos, sus manos descendieron desesperadas entre su firme pecho hasta llegar a la hebilla de su cinturón tomando el borde de sus pantalones para tirar de él, atrayéndolo hacia ella más cerca, casi arrancándole un gruñido cuando sus dedos se colaron por debajo de su camisa, comenzando a rozar su pelvis y sus tensos abdominales que hizo que Jungkook sintiera un tirón doloroso en su entrepierna ya estimulada por todos los roces.
—Supongo que estás bien… —T/n jadeó aquello en busca de aire, con sus labios presionados bruscamente contra los de él sintiendo todo su cuerpo temblar cuando Jungkook apartó la tela húmeda de su entrada hacia un lado para sumergir sus dedos entre sus pliegues resbaladizos una y otra vez, recorriendo todo el camino hasta subir a su clítoris hinchado para frotarlo con fuerza, haciéndola gemir mientras sus piernas temblaban a cada lado de su cuerpo.
Joder, Jungkook era bueno, sabía que hacer para que todo su cuerpo se retorciera de placer al rojo vivo, lo escuchó susurrar un par de cosas que no pudo entender por completo mientras sus dedos seguían deslizándose entre sus pliegues y jugando con ella, su pulgar se arremolinaba en su clítoris de una forma tan deliciosa y cuando sintió la súbita intrusión de sus dedos en su interior el placer duplicado la hizo gemir, arqueando su espalda hacia él y haciendo que sus senos se presionaran contra su pecho.— Jungkook…
—Maldición… —Jungkook gruñó contra sus labios, dejando toda su mente en blanco por un segundo, solo el sonido de él bombeando dentro y fuera de su coño llenaba la parte trasera del auto, T/n podía sentir su interior apretarse alrededor de sus dedos hasta los nudillos y todo el rostro de Jungkook se arrugó en una mueca de excitación cada vez mayor. —Estás tan jodidamente apretada bebé, toda para mi…
—Ah, Jungkook… —T/n gimoteó dejando caer su cabeza hacia atrás agarrando con fuerza sus hombros, su voz era suficiente para llevarla al límite, su pecho subía y bajaba en cada respiración irregular que daba cada vez más cerca de su orgasmo.
—Vamos bebé… —Jungkook arrulló con voz ronca moviendo sus caderas por ella sobre el asiento, básicamente follándola con sus dedos mientras formaba un sonrisita de lado al verla tratar de enfocar su vista en él amando sus gemidos de placer. —Se una buena niña y córrete en mis dedos. 
Todo el cuerpo de T/n tembló de repente ante sus palabras, podía sentir la ola de placer a punto de golpearla mientras su interior se apretaba alrededor de sus dedos, pero estos no eran sus planes que deseaba, quería algo mucho mejor, así que se obligó a empujar la ráfaga de euforia lejos mientras se retorcía sobre el asiento.
—No, no, espera… —jadeó sin aire, alejándose solo un poco de él, y eso fue todo lo que Jungkook necesito para hacer lo mismo, separándose de su cuerpo y mirándola confundido, sus labios estaban manchados de besos e hinchados.
—¿Te lastimé? —Jungkook preguntó por lo bajo con ojos grandes y preocupados, e inmediatamente supo que debía asegurarle que no hizo nada malo.
—No es eso, en absoluto… —T/n respondió estabilizando tu respiración y tomando su mano que está cubierta con su excitación para presionar los dos dígitos húmedos contra tu boca, salpicándolos con pequeños besos sin dejar de mirarlo antes de hablar dulcemente. —Es solo que… quiero correrme alrededor de tu polla. —murmuró suave, y su inocencia fingida rápidamente se convirtió en una sonrisa traviesa, sabiendo exactamente lo que estaba haciendo.
Y sin siquiera darle la oportunidad de responder, T/n tomó sus dedos cubiertos de su humedad en su boca, deslizando su lengua entre ellos y chupándolos suavemente, creando un sonido obsceno que les hirvió la sangre por igual y que solo hizo que Jungkook suspirara pesadamente mientras apretaba su mandíbula antes de que se abalanzarse sobre ella, tomándola por su mentón con fuerza volviendo a chocar sus labios contra los de ella. 
—Eres una niña tan sucia, debería enseñarte modales… —gruñó con dureza, sus ojos estaban hinchados y llenos de lujuria, mirándola con una expresión indescriptible mientras el auto finalmente se detenía.—Y al parecer hoy tendrás tu primera lección. 
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Jungkook estaba agarrando su muñeca con fuerza; prácticamente arrastrándola hacía el ascensor en su gran complejo de apartamentos, y por más que luchara por ocultarlo, T/n podía ver lo tan excitado que estaba mientras esperaban a que el ascensor se abriera y sonrió al verlo suspirar aliviado mientras entraban, y fue ahí cuando Jungkook decidió recordarle quién era cuando presionó el botón del ultimo Penthouse del edificio.
Todo el recorrido hacia su departamento se volvió increíblemente largo, los dos podían sentir la tensión flotando a su alrededor con la mera idea de lo que estaba a punto de suceder, Jungkook se veía realmente impaciente mientras apretaba su mandíbula tan fuerte que T/n pensó que se la iba a romper en cualquier momento, y cuando escuchó el glorioso sonido de las puertas abriéndose fue que sintió como si le fueran a arrancar todo el aire de sus pulmones. 
Su departamento era enorme y encajaba a la perfección con lo que era Jungkook, los grandes ventanales deban una vista panorámica de la ciudad, el estilo minimalista y los colores monocromáticos en tonos grises y negros predominaban en todo el lugar en el rápido vistazo que le dio a los muebles y las encimeras de mármol mientras el calor inundaba su abdomen ante la perspectiva de finalmente estar completamente a solas con él. Jungkook la dejó sola por unos minutos para dejar a salir a sus perros en el balcón y fue ahí cuando se dedicó a escanear el lugar un poco más, quedándose atrapada mirando las fotos en una de las paredes. 
Jungkook. Jungkook y sus amigos. Jungkook y sus perros. Jungkook y su hijo de ocho años que era una mini copia exacta de él. 
Ahí recordó una vez más que Jungkook estaba casado, sabía que estaba casado, pero francamente no le importaba en absoluto, Jungkook no tenía ni una sola foto de su esposa por ninguna parte, y tal vez esa era la primer señal de que no tenían un matrimonio de cuento de hadas, bueno, si eso fuera así no estaría aquí en primer lugar a punto de ser follada por él. 
—¿En qué estás pensando? —Jungkook preguntó por lo bajo contra su oído, sacándola de sus pensamientos al mismo tiempo que envolvía sus manos en su cintura, inclinándose sobre ella para plantar un beso húmedo en su cuello haciéndola sonreír antes de girarse entre sus brazos para quedar frente a él.
—En qué tanto quiero sentirte dentro de mí… —T/n respondió envolviendo sus brazos en sus hombros mientras lo atraía mas hacia ella, fusionando sus bocas deseosas por la otra una vez más, sus labios se entreabrieron inmediatamente para darle paso libre, y Jungkook no tardó en sumergir su lengua, en cuanto le dio una probada de su aliento mentolado gimió, apretándose más contra él, presionando sus caderas contra su pelvis. 
Todo su cuerpo se estremeció al escuchar el gemido gutural brotar de la garganta de Jungkook ante eso, sus grandes manos se pasaron entre su cabello mientras sus labios se movían con una urgencia desmedida sobre los de ella antes de tomarla posesivamente por su mentón al mismo tiempo que tiraba de su labio inferior entre sus dientes, arrancándole un gemido entrecortado que salió amortiguado contra su boca mientras se alejaba de a poco de ella, y la vista de sus pupilas dilatadas y cargadas de deseo a juego con sus labios rojos e hinchados lo hicieron jadear.
Se acercó a ella con pasos medidos e intentando regular su respiración aunque fue en vano, sus ojos oscuros estaban fijos en ella hasta que su espalda chocó contra la pared al lado de la chimenea acorralando su cuerpo y viéndola arquear su cabeza hacia él, sosteniéndole la mirada con seguridad 
—¿Qué me estás haciendo, T/n? —Jungkook preguntó por voz ronca sujetándola por su mentón, y delineando su labio inferior con su pulgar suavemente.
Y ante eso T/n solo le regaló una pequeña sonrisa inocente que rápidamente se convirtió en una sonrisa traviesa al mismo tiempo que sus manos se deslizaban por su pecho y abdomen hasta llegar al bulto que sobresalía en su pelvis para presionar sus dedos alrededor del eje rígido de su erección, teniendo que morderse el labio al verlo apretar su mandíbula y suspirar con pesadez cuando comenzó a masajear toda la longitud de su pene.— Creo que puedo decir lo mismo, señor Jeon. 
Un imán tiro hacia la boca del otro con esas palabras en un gesto ansioso y casi impaciente, aprisionando su cuerpo por completo contra la pared las caricias de T/n sobre su erección solo se intensificaron, frotando su mano desde la punta donde podía sentir una pequeña mancha de humedad a través de sus pantalones hasta la base de su pene, aplicando un poco más de presión cada vez, Jungkook se encargó de chupar su lengua con hambre, saboreando sus gemidos mientras balanceaba sus caderas más hacia su mano, chocando sus labios contra los suyos cada vez más fuerte, mordisqueando burlonamente su labio inferior porque rápidamente se dio cuenta de lo mucho que le gustaba que lo hiciera, y efectivamente así porque un gemido ahogado la traicionó mientras Jungkook presionaba su muslo contra su centro caliente. 
—Jungkook… —T/n ronroneó gustosa y sin aliento mientras lo sentía trasladar sus besos calientes y húmedos hacia su cuello comenzando a cubrir sus piel con extensas mordidas y profundas lamidas, sus manos se perdieron en su melena oscura y dejó caer su cabeza hacia atrás sobre la pared para darle un acceso exclusivo a su boca jadeante para que la saboreara a su antojo antes de enredar una de sus piernas en su cadera; aferrándose a su cuerpo a como diera lugar.
Un gruñido brotó de los labios de Jungkook al sentirlo, sin poder evitar caer en la tentación de lanzar su mano hacia abajo para apretar el agarre en su muslo que estaba aferrado a su cadera, levantando la tela de su vestido en el camino, tarareando al sentir su piel cálida y suave contra las yemas de sus dedos sin desatender su cuello con besos y mordidas, teniendo que mover del tirante de su vestido hacia abajo; dejando su hombro y clavícula al descubierto, su boca se trasladó a esa zona para devorarla al mismo que la mano en su pierna se colaba un poco más hacia arriba; cubriendo con su palma una de las mejillas de sus glúteos, masajeando con cizaña y aplicando más fuerza de la necesaria que solo le arrancó un jadeo desesperado al sentir su creciente y dura erección por debajo de sus pantalones.
—Jungkook… —T/n volvió a gemir su nombre, sus grandes manos estaban en todas partes al mismo tiempo que su boca, y era como una sobrecarga de estímulos con la que apenas podía lidiar. —Te necesito ahora, por favor…
Y esas palabras endulzadas fueron las que lo regresaron al momento, Jungkook se alejó de a poco de ella mirándola fijamente, perdiéndose un poco en la forma en que sus labios estaban más hinchados de lo normal y en sus mejillas enrojecidas hermosamente, y ahí fue cuando cayó en cuenta de todo, él no había hecho esto nunca antes, no era algo propio de él ni de sus principios, no hasta que te conoció que fue que comenzó a actuar de acuerdo a sus impulsos, y sabía que ya no podía contenerse de tus avances, cualquiera que estuviera medianamente cuerdo podría perderse fácilmente en ti, eras como una sirena que lo llamaba hasta en sus más profundos sueños. 
Su esposa se había estado acostando con su amante desde hace meses, y Jungkook lo sabía, le había sido fiel cada día hasta que supo de su engaño, así que, ¿por qué él no debería hacer lo mismo? Él sabía que lo que tu querías, podía verlo en la chispa de deseo brillando en tus ojos, en tu astucia, en todas tus palabras inteligentes y guiadas solo para conseguir lo que querías lo estaban volviendo loco, y simplemente no pudo encontrar una razón que le importara lo suficiente para no seguir con esto. 
T/n podía ver su quijada apretada con fuerza mientras seguía mirándola fijamente donde todo había quedado suspendido por unos segundos, veía su pecho ancho y firme subir y bajar en prolongadas respiraciones, todo su cabello estaba hecho un desastre por todos los jalones que le había dado, pero era ese aspecto salvaje que sólo la ponían el doble de caliente y necesitada, y se lo hizo saber cuando empujo sus caderas hacia su pelvis con la presión perfecta, comenzando a frotarse como una gatita en celo contra su erección creando una deliciosa fricción que le puso los pelos de punta.
—¿Qué pasa, bebé? ¿Qué es lo que quieres? —Jungkook arrulló en una sonrisa perezosa por la forma en que la escucho gemir por lo que dijo mirándola con sus ojos más ensombrecidos que de costumbre, y con toda malicia, dio un particular y fuerte empujón de sus caderas contra su centro caliente, haciendo que su rostro se arrugara en una mueca de placer sin siquiera poder responder correctamente, y él solo se inclinó más cerca de ella; con sus labios rozando su mandíbula mientras susurraba con bastante sensualidad. —Dime lo que quieres…y será un maldito placer dártelo…
—Te quiero a ti… —T/n jadeó aquello volviendo a mover sus caderas; apretándose más contra él, completamente desesperada por sentirlo, y sabía que Jungkook se estaba divirtiendo con esto, pero le importaba poco mientras hablaba con una voz endulzada. —Quiero que me folles, fóllame por favor…
Una risita oscura rebotó contra su cuello y oído por igual antes de sentir a Jungkook bajar el cierre de su vestido lo mas rápido posible, tomándose la molestia de deslizar sus manos por toda su espalda hasta que quedó en el suelo en un charco negro del que rápidamente T/n salió pateando sus tacones lejos y haciéndose instantáneamente siete centímetros mas baja de lo que solía serlo, pero antes de que pudiera ser consciente de eso, Jungkook volvió a presionar sus labios juntos con una voracidad duplicada y completamente cegado por el deseo donde ambos soltaron un suspiro de satisfacción.
T/n se sentía abrumada por todo lo que era Jungkook, desde la forma en que reclamaba sus labios con esa dureza y posesividad hasta la forma en que sus grandes y ásperas manos acariciaban con total descaro su cuerpo, se apresuró a enredar sus dedos en el cuello de su camisa antes de darle un fuerte tirón; abriendo su camisa blanca por el centro haciendo que algunos botones salieran volando hacia los lados, sin tener la paciencia para soltarlos uno por uno cuando se alejó solo un poco para apreciar su pecho desnudo; revelando la hilera de abdominales trabajados en su vientre y pectorales grandes y abultados, un suspiro de ensueño se le escapó antes de sentirlo trasladar sus besos hacia abajo y por el inicio de sus senos, dejando un rastro de mordidas por toda la zona teniendo que acunar ambos con sus manos antes de sentir su lengua deslizarse alrededor de uno de sus pezones.
—Joder… —T/n jadeó totalmente perdida en el placer latente en el centro de sus piernas a la vez que elevaba sus manos para tomar sus cabellos por la parte trasera de su cabeza, admirando la vista de sus bonitos labios y lengua chupando y succionando su pequeño pezón una y otra vez. —Jungkook, yo…
—Eres tan perfecta… —Jungkook tarareó contra su piel, soltando aquel botón que estaba entre sus labios para luego elevar su mirada hacia ella al mismo tiempo que deslizaba sus pulgares alrededor tus pezones endurecidos; acariciando ambos por igual. —Y toda mía. 
Y tan pronto como dijo eso, la boca de Jungkook se lanzó sobre su otro seno descuidado, dándole la misma atención con su boca y lengua solo haciéndola echar su cabeza hacia atrás mientras gemía descuidadamente, incapaz de poder articular alguna palabra entendible mientras su lengua hacía maravillas sobre ella, todo su cuerpo estaba ardiendo en placer y deseo, tanto que apenas y fue consciente de los dedos de Jungkook enganchándose en la tira de sus bragas para bajarlas por sus piernas con urgencia, apenas dándole tiempo de salir de ellas antes de escucharlo comenzar a desabrochar su cinturón.  
—Recuérdame, ¿por qué me detuviste en el auto? —Jungkook preguntó con un tono de voz mortalmente serio mientras subía por su cuerpo; elevándose sobre ella, sonriendo levemente y con ternura al ver la diferencia de altura entre los dos.
—Porque quiero correrme… —T/n respondió débilmente en un suspiro pesado, justo antes jadear con fuerza al sentir sus dedos deslizarse sin previo aviso entre los pliegues de su entrada por todo lo largo hasta llegar a su punto de nervios para acariciarlo suavemente, y ella tuvo que aferrarse de sus hombros una vez más. 
—¿Solo eso? —Jungkook inquirió en una sonrisita, completamente dispuesto a hacerla hablar, quería escucharla rogar una vez más por él y se lo hizo saber frotando su clítoris en círculos apretados una y otra vez, tarareando al verla desmoronarse con solo sus dedos. 
—Quiero correrme en tu polla… —T/n se las arregló para jadear aquello entre respiraciones irregulares, había algo en el hecho de que ella estuviera completamente desnuda mientras él aún seguía vestido solo que con su camisa abierta que hacía que su abdomen se tensara en anticipación, Jungkook era tan dominante y sexy que sentía que podría explotar en cualquier momento.
—No creo que puedas tomar mi polla todavía, bebé… —Jungkook se burló un poco más de ella, deslizando dos de sus dedos en su interior de a poco, teniendo que apretar su mandíbula con fuerza al sentir como sus paredes revoloteaban en pura anticipación. —Estas tan apretada…
—Sí puedo tomarlo… solo por favor, fóllame Jungkook… —T/n sollozó en un nuevo gemido necesitado, esta era la primera vez que estaba rogando por un hombre, era algo a lo que ninguna otra persona la había reducido jamás, y realmente lo estaba disfrutando, demasiado. 
Jungkook estaba bombeando sus dedos dentro y fuera de ella cada vez más fuerte, estirando su interior y preparándola minuciosamente para él porque sabía que tampoco podía esperar demasiado, la necesitaba más que a cualquier otra cosa en el mundo, y pudo ver el alivio en su rostro cuando terminó de soltar el botón de su pantalón junto a su bragueta hasta que los deslizó hacia abajo dejando en evidencia el prominente bulto de su erección aún atrapada en su bóxer, y T/n tuvo la increíble necesidad de hincarse sobre sus rodillas para poder probarlo un poco, pero esa ilusión rápidamente se rompió cuando sintió a Jungkook volver a estampar sus labios una vez más; comenzando a tomarla como ella quería, como realmente quería, con una ferocidad de la cual cualquiera temería.
Sintió su mano grande y tatuada rodeando su cuello con la presión perfecta para hacerla jadear contra sus labios mientras que la otra bajaba por su espalda hasta que inesperadamente la tomó por su trasero, levantando su cuerpo sin ningún tipo de esfuerzo contra la pared, y T/n no dudo ni siquiera un segundo en envolver sus piernas en sus caderas, soltando un gemido para nada pudoroso cuando Jungkook la apretó con fuerza contra él, presionando sus entrepiernas y frotándose la una con la otra, y toda su mente se nubló de repente.
—¿Qué fue lo segundo que te preocupaba, bebé? —Jungkook preguntó con un tono divertido en su voz, despegando una mano de sus glúteos para poder bajar su bóxer por completo, liberando su pene de su confinamiento solo para sentirlo rebotar ligeramente en el aire, apenas rozando su sensible entrada con la punta cuando la escuchó jadear.
—¿Qué? No puedo recordar Jungkook, solo fóllame, por favor… —T/n rogó una vez más, mirándolo con ojos necesitados balanceándose un poco entre sus brazos para no caerse, pero sí para frotarse contra él y contra la dureza de su erección que sentía clavarse en uno de sus muslos.
—No, no hasta que me digas la segunda cosa que te preocupaba. —Jungkook murmuró moviendo su pelvis hacia enfrente, haciendo que la punta caliente de su pene se deslizara entre sus pliegues húmedos y resbaladizos una y otra vez, frotando su clítoris suavemente y cubriéndola con su humedad al mismo tiempo que se alineaba correctamente en su entrada. 
Y T/n suspiró al sentirlo, se sentía tan pequeña bajo su mirada y le excitaba tanto, nunca antes había conocido a alguien tan naturalmente asertivo, especialmente en el sexo, no así, ningún hombre con el que haya estado se comparaba a Jungkook esta noche.
— Es posible que tengas un pene pequeño que…
Su oración se vio interrumpida cuando Jungkook introdujo la punta de su miembro en su interior, embistiéndola en una sola penetración seca y dura, haciendo que su cuerpo se presionara más contra la pared antes de que un gemido agudo y entrecortado brotara de sus labios al mismo tiempo que arqueaba su espalda al darse cuenta de que su pene era más grande de lo que jamás hubiera imaginado,    Jungkook profirió un gutural gruñido mientras trataba de darle sentido a la deliciosa sensación de su apretado y joven coño envolviendo alrededor de su pene con fuerza, haciéndolo echar la cabeza hacia atrás disfrutando de la calidez y humedad de su interior, dándose cuenta que era esa misma sensación la que no había sentido en mucho tiempo, el Fleshlight que había comprado para usarlo en viajes como estos no era nada en comparación con la contracción ligera o el pulso que su coño alrededor de su polla mientras se esforzaba al máximo, deteniéndose solo el tiempo suficiente para que T/n se relajara y se acostumbrara a su imponente tamaño
—¿Qué fue eso? ¿Hmm? No te escuché, bebé… —Jungkook masculló divertido y en un gemido ahogado, sintiendo como su cálido interior se ceñía sobre su miembro erecto, posicionando sus manos debajo de sus muslos para, sin mayor esfuerzo, elevar su cuerpo levemente para luego dejarla caer sobre su regazo. La penetración en seco logró provocar que un grito descarado y cargado de placer saliera de la boca de T/n y sus manos se aferraron a sus hombros mientras sus piernas se ajustaban con presión en sus caderas.
—Oh, Dios… —T/n siseó sin aliento dejando caer su cabeza hacia atrás y su espalda se despegó de la pared ante un nuevo y fuerte empujón de su miembro dentro de ella, era grueso y ligeramente curvado hacia la derecha y era mucho más grande que cualquiera de sus ex novios juntos, lo suficiente para volverla loca con cada embestida que daba dentro de ella y estaba completamente segura de que Jungkook sabía lo que estaba haciendo o de lo contrario no sería padre. —Es tan grande…
—Es bueno saberlo… —Jungkook se burló en tono arrogante antes de verse a sí mismo acunando sus glúteos redondos para masajearlos con dureza, completamente sediento de ella, deslizándose fuera de su coño solo para tomar envión y volver a empujar su pelvis contra sus caderas haciendo que su pene se enterrara en su interior con fuerza, haciéndola gemir en voz alta cuando comenzó a marcar un ritmo profundo y constante dentro y fuera de ella, procurando tocar ese punto de placer en su interior con cada embestida que daba. —Te voy a follar tan bien bebé, justo como tú mereces ser follada…
Jungkook no podía empezar suave y lento, y tampoco quería, porque maldición, su interior se sentía tan bien, tan estrecho y tan húmedo, y eso rápidamente lo hizo dar inicio a una embestidas bruscas y rítmicas, su pelvis golpeando sus caderas y trasero con cada nueva y profunda penetración que daba en su interior, el ruido de sus pieles calientes y sudorosas chocando continuamente la una con la otra rebotaba en cada rincón del departamento casi a oscuras y solo alimentaba su placer mientras se tomaba el tiempo de apreciar la exquisita imagen frente a él. 
La lujuria cubría el rostro de T/n hermosamente, sus pómulos estaban sonrojados, sus ojos estaban entrecerrados y el destello de brillo que vio en ellos a través de sus pestañas dejaba en evidencia el placer latente que recorría su cuerpo de pies a cabeza, su cuello y pechos estaban cubiertos de una fina capa de sudor y sus pezones rosados y endurecidos estaban justo a su disposición, rozando su afilada mandíbula con cada rebote de su cuerpo contra la pared mientras los suaves gemidos goteaban de sus labios solo animándolo a follarla con más avidez.
—Joder, por supuesto que puedo darte todo lo que quieras… —declaró hundiendo su rostro en el hueco de su cuello para dejar varios besos desordenados y húmedos sin dejar de embestirla con fuerza y que solo erizaron la piel de T/n mientras luchaba por acompañar sus estocadas con sus caderas hacia su pelvis, haciendo que cada una fuera más profunda que la anterior.  
—No, no, no, no pares… —T/n lloriqueó en medio de un gemido tembloroso y componiendo un puchero en sus labios al sentir a Jungkook tomar su miembro por la base para sacarlo de su interior en un sonido húmedo. 
Siguió la mirada de Jungkook hacia abajo y entre sus piernas que estaban aferradas a sus caderas para tener la vista completa de él guiando su pene entre sus pliegues resbaladizos, acariciando su pequeño e hinchado clítoris con la punta un par de veces y sonriendo al escucharla gimotear para luego volver a deslizarse dentro de ella con vehemencia, sumergiéndose nuevamente en su estrecho interior, rozando ese punto de placer cuando tocó fondo en su interior, sus grandes manos la sostenían contra él cuando comenzó a rebotar su cuerpo sobre su polla, hundiéndose más profundamente mientras elevaba su vista de nuevo hacia ella, notando la expresión jodida en su rostro por culpa de su polla. 
—Mírame. —Jungkook ordenó al mismo tiempo que con su mano golpeaba su mejilla lo suficientemente fuerte para devolverla al momento, y cuando sus ojos se desplegaron hacia él un nuevo gemido goteó de los labios de T/n, su cabello largo y ligeramente húmedo por el sudor caía sobre su rostro y ojos, dándole un aura más oscura y carnal que la hizo apretar su interior alrededor de su pene. —Tienes el mejor coño que he tenido…
—¿Mejor que el de tu esposa? —T/n se las arregló para preguntar aquello en medio de gemidos entrecortados y con una sonrisita burlona pintando sus labios mientras enredaba sus dedos en su cabello para atraerlo hacia ella y poder besar el pequeño lunar debajo de su labio inferior
—Mucho mejor bebé, fuiste hecha para mi polla. —Jungkook respondió de la misma forma, regresándole la sonrisa y sintiendo como su pene se contraía dentro de ella antes de volver a estampar sus bocas juntas con desesperación.
—Quiero un abrigo nuevo… —T/n murmuró mordisqueando su labio inferior y tirando levemente de él al mismo tiempo que movía sus caderas hacia su pelvis, sin poder evitar gemir cuando lo sintió estrellar una de sus manos en uno de sus glúteos.
—Siempre quieres algo… —Jungkook masculló soltando una risita ronca al mismo tiempo que acariciaba y apretaba la piel enrojecida que había golpeado, empujando su pene con más fuerza dentro de ella y gruñendo al sentir su interior apretarse imponente a su alrededor. —Por supuesto que si, todo lo que mi bebé quiera…
—Joder, te sientes tan bien papi… —T/n gimoteó contra sus labios, sus uñas se clavaron en sus anchos hombros mientras todo el placer se acumulaba en su vientre casi a punto de romperse. —Quiero correrme…
—¿Oh, sí? —Jungkook preguntó mordiéndose el labio inferior en una sonrisa al verla asentir débilmente a sus palabras antes de enterrar su rostro en su cuello, haciéndola temblar cuando su respiración caliente y áspera golpeó su piel mientras le ordenaba. —Tócate cariño, frota tu bonito clítoris para mi hasta que te corras sobre mi polla tal como querías bebé…
La firmeza de su voz y las duras penetraciones que recibía en su interior la hicieron obedecer sus órdenes más rápido de que pudiera pensarlo, su mano viajó hacia abajo hasta hundirse entre sus piernas y el primer toque de sus dedos sobre su clítoris hinchado la hicieron jadear con fuerza y apretarse alrededor de su pene, toda su mente estaba luchando por darle sentido a lo bien que se sentían sus dedos frotando su punto de nervios una y otra vez, podía sentir la humedad de su excitación goteando y cubriendo sus muslos vergonzosamente y la sensación de la gruesa longitud de Jungkook sumergiéndose repetidamente dentro y fuera de ella encendieron un fuego en su vientre.
—Jungkook, joder… —T/n gimoteó con su respiración agitada mientras sus dedos seguían haciendo maravillas en su clítoris, frotándolo cada vez con más fuerza mientras se retorcía entre sus brazos. —Por favor…
—Córrete para mi bebé, quiero sentirlo… —Jungkook ordenó en un gruñido ronco mientras sus penetraciones perdían ritmo, empujándose en su interior torpemente justo antes de que su orgasmo explotara alrededor de él.
El excitante y sensual sonido de su voz solo hicieron que el deseado orgasmo arrasara todo a su paso, toda la mente de T/n se quedó en blanco mientras sentía su cuerpo ser golpeado por ola tras ola de placer al rojo vivo viajando por cada uno de sus nervios, brotando alrededor de él y cubriendo su polla con su humedad mientras gemía su nombre una y otra vez cuando las embestidas de Jungkook se volvieron descuidadas y ásperas en cuanto sintió su pene palpitar dentro de ella, aprovechando cada segundo de los espasmos de su orgasmo para buscar su propia euforia.
Porque eso fue último que Jungkook necesitó para empujarse por encima de su límite, el agarre en sus caderas se apretó y su cuerpo tembló mientras daba sus últimas y profundas embestidas, empujando hasta el último centímetro de su miembro dentro de ella antes de que su semen caliente y espeso saliera de la punta y llenará su interior; haciéndolo gruñir mientras empujaba su pene perezosamente en su interior un par de veces más sintiéndose completamente abrumado con la sensación de sus paredes ordeñando las últimas gotas y escuchándola gimotear por lo bajo ante la sensibilidad y fue solo ahí cuando se alejó de a poco de su cuerpo. 
Su cabello oscuro estaba pegado a su frente sudorosa, su labio estaba atrapado entre sus dientes, los músculos de sus brazos estaban tensos y toda su piel estaba cubierta en sudor, Jungkook era la viva imagen del sexo, y estaba segura que él era lo mas perfecto que podría haber imaginado en su corta vida.
—Entonces, sobre ese contrato… —T/n comenzó a hablar apartando el cabello húmedo de su rostro, sintiendo la mirada intensa de Jungkook sobre ella antes de que su propia mano encontrara el agarre en la parte posterior de su cabeza mientras se acercaba más a ella. —Si puedes agregar una cláusula que prometa follarme así cada vez, podría estar interesada después de todo.
—Como dije… —Jungkook murmuró sensualmente sobre sus labios, jugando con la tentación de besarla solo para agregar en una sonrisita. —Sabía que podía convencerte de lo contrario.
Y con eso volvió a juntar sus bocas ansiosas por la otra, ronroneando de puro gusto al sentir como sus lenguas se entrelazaban mientras sus labios se chocaban juntos una y otra vez con una urgencia duplicada. Y en el fondo de él, Jungkook sabía que nunca podría tener suficiente de ella. 
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—Éste es mi favorito… —T/n murmuró felizmente mirándose en el espejo frente a ella, admirando el vestido de seda negra sobre su cuerpo, viendo como la figura fruncida alrededor de su cintura enfatizaba aún más sus curvas. 
Había pasado un mes desde que habían comenzado esta relación, Jungkook seguía yendo y viniendo entre Busan y Seúl como siempre, solo que ahora tenía un motivo mucho más importante para viajar mas seguido, siempre que llegaba a la ciudad dejaba de lado su vida como padre y esposo solo para hundirse en el placer con el que T/n siempre lo recibía, y hoy era uno de esos días.
Jungkook había regresado de Busan sin previo aviso, solo explicando que su hijo se había ido de campamento con sus abuelos durante el fin de semana y que él no tenía que hacer nada en su casa y menos con su esposa, así que decidió sorprender a T/n con viaje a la isla de Jeju como regalo solo por ser ella, así que ahora aquí estaba, sentado en uno de los sofás de cuero del avión privado con un vaso de whiskey a la mitad en una de sus manos, sonriéndole a T/n hermosamente mientras veía lo mismo que ella.
Antes de se dirigieran al aeropuerto para tomar su vuelo Jungkook la había llevado de compras a todas y cada una de las tiendas de la ciudad, y T/n no pudo evitar sentir una sensación de orgullo cuando notó a todas las amas de casa comprando solas y mirando boquiabiertas a Jungkook como si fuera un pedazo de carne, y sí, lo era, pero era su pedazo de carne, y tenía que hacérselos saber a como diera lugar, así que en cada momento que podía no desaprovechaba la oportunidad para lanzarse a besarlo como si estuviera hambrienta de él, y por supuesto, Jungkook siempre la recibía gustoso, completamente ajeno a sus intenciones. 
Sus ojos oscuros como la noche se deslizaban sin pudor por cada parte de su cuerpo, mirando la forma en que el escote en su espalda llegaba solo un poco por encima del inicio de su trasero, sus caderas sobresalían mucho más dándole ese aspecto de reloj de arena junto a los tacones Gucci en sus pies que solo alargaban sus piernas. 
El tirón en su entrepierna lo alertó de repente, sabiendo que estaba listo para devorarla por completo, pero antes de que pudiera lanzarse sobre ella, su teléfono sonó, y cuando miro la pantalla, el nombre de su esposa se mostró en letras grandes. 
Eso fue todo lo que T/n necesitó para mirarlo mientras presionaba el botón de no contestar mientras se acercaba a él, viéndolo abrir sus piernas para que pudiera sentarse sobre su regazo a horcajadas, sintiéndolo envolver su brazo tatuado alrededor de su cintura para presionarla contra su pecho, su teléfono volvió a sonar haciéndolo soltar una maldición entre dientes antes de contestar en medio de un suspiro de frustración.— ¿Qué quieres?
—¿Por qué se rechaza mi tarjeta? —La voz de su esposa se escuchó al otro lado de la línea haciendo que Jungkook rodara los ojos con fastidio.
—Porque te dije que comenzaría a limitar tus gastos solo a las necesidades de Yunho. —Respondió con calma, y T/n no pudo evitar pasar sus dedos entre su cabello; peinándolo hacia atrás antes de inclinarse y besar la punta de su nariz con adoración, solo ganándose una sonrisa de Jungkook mientras comenzaba a acariciar su cintura. —Si ya te gastaste tu asignación del mes, lo demás corre por tu cuenta. 
—¿Estás bromeando, Jungkook? —su esposa volvió a quejarse mientras las manos de T/n se deslizaban por su torso, comenzando a soltar uno a uno los botones de su camisa hasta que su pecho y abdomen quedaron al descubierto para luego llegar a la hebilla de su cinturón, y fue ahí cuando Jungkook se dio cuenta de lo que estaba haciendo mientras negaba con su cabeza y apenas escuchando a su esposa. —¿Tienes idea de lo vergonzoso que fue que me rechazaran la tarjeta en Chanel? ¡Soy un miembro V.I.P!
Los labios de Jungkook se entreabrieron en cuando sintió la manos de T/n pasarse por encima de sus pantalones, aplicando presión sobre su ingle para bajar por sus gruesos muslos una y otra vez. —No sé qué decirte, te mando dinero para mi hijo, no para que te compres una puta cartera… —Escupió antes de hacer una pausa para tomar una respiración profunda cuando sintió sus dedos bajando la cremallera y deslizándose dentro, sabiendo que lo único que separaba su mano de su pene endurecido eran sus bóxer Balenciaga. —A principios de mes te di $3000 dls, no es mi culpa que ya te lo hayas gastado todo en tus estúpidas compras. Si tanto te molesta, consíguete un puto trabajo.
T/n sonrió por lo bajo al escuchar lo grosero que Jungkook estaba siendo, ese era un completo contraste con lo suave y dulce que era con ella cuando no estaba follándola, pero escucharlo escupir maldiciones le encantaba y la ponían caliente, así que se lo hizo saber hundiendo su rostro en su cuello, comenzando a repartir besos húmedos por toda la zona al mismo tiempo que terminaba de liberar su pene de su encierro para poder sentir la textura suave y la temperatura de su piel por completo contra sus dedos, viéndolo relajarse visiblemente cuando dio un par de bombeos lentos y perezosos alrededor de su erección antes de soltarlo y elevar esa misma mano hacia él justo debajo de su barbilla; instándolo a escupir sobre sus dedos y Jungkook así lo hizo, tanto que cuando su mano volvió a encontrarse con su miembro erecto una especie de sibilancia escapó de sus bonitos labios.
Los dedos de T/n se enredaron alrededor de su erección y la yema de su pulgar comenzó a rodear la punta enrojecida y cubierta de aquel líquido blanquecino, la cabeza de Jungkook cayó hacia atrás sobre el sofá y su mano se apretó en su cintura resaltando las venas en sus brazos debajo de su piel y antes de que pudiera pensar algo mas, T/n ya se estaba liberando de su abrazo para deslizarse sobre su cuerpo hasta colocarse de rodillas justo entre sus piernas, y Jungkook simplemente no pudo evitar morderse el labio inferior mientras la sentía terminar de quitarle el cinturón.  
— Sí, ya sé porque haces esto, solo estás tratando de darle todo tu dinero a tu puta de turno, no creas que soy estúpida Jungkook, vi cuánto dinero sacaste de la cuenta, ¿Y los boletos de avión a Jeju? ¿Estás con ella ahora, verdad? —Su esposa vociferó al otro lado del teléfono, pero Jungkook apenas y podía escuchar sus gritos, optando por concentrarse en respirar correctamente mientras balanceaba sus caderas hacia arriba y hacia su toque, haciendo que su dura erección se deslizara en el apretón de sus manos una y otra vez.
—Estás enojada porque yo no soy tan idiota como tu amante como para dejar un rastro de todos tus gastos. —Jungkook masculló entre dientes, molestándose aún más al recordar todos los cargos reflejados en su tarjeta de crédito de habitaciones de hotel reservadas, dándose cuenta que su esposa usaba su propio dinero para revolcarse con el instructor de las clases de yoga que él mismo había pagado, así que una sonrisa burlona se formó en su rostro con lo siguiente que dijo. —Pero sí, estoy con ella, y déjame decirte que es mucho mejor que tú follando. 
La voz chillona y molesta de su esposa volvió a escucharse, pero Jungkook simplemente colgó el teléfono con dureza, llevando sus manos hacia su rostro mientras suspiraba frustrado, eso antes de regresar sus ojos hambrientos a T/n, viéndola mover sus manos con más rapidez sobre su pene mientras lo miraba con total adoración. —Lo siento bebé, no quise sonar así, es sólo que ella me enoja. 
Y eso fue todo lo que T/n necesitó para envolver sus labios en la punta de su erección por completo, besándola suavemente y chupando huecamente alrededor, sintiendo las gotas de líquido preseminal golpear sus papilas gustativas sin dejar de mirarlo, Jungkook jadeó y elevó su mano para acariciar su cabello apartando los lados de su camisa abierta con la otra para poder mirarla mejor, viéndola cubrir su punta con besos húmedos antes de tomar su polla con sus labios, introduciéndola en su boca cada vez más, colocando una mano en uno de sus muslos jodidamente gruesos para ayudarse a guiarse mientras su otra mano acariciaba el resto de su longitud, y Jungkook frunció su ceño ante la vista enredando sus dedos entre su cabello apenas dándole un pequeño tirón a sus mechones mientras T/n comenzaba a marcar un ritmo lento y superficial dentro y fuera de su boca. 
T/n lo estaba lamiendo de arriba a abajo, degustando el sabor salado de su piel, sus dedos se fruncieron en la base y mientras lo acariciaba con su lengua, podía sentir la intensidad de sus ojos negros escudriñando cada uno de sus movimientos, y el sonido laborioso de su respiración la hicieron tomar un poco mas de él dentro de su boca, sintiendo como la punta golpeó su garganta levemente; haciéndola tener una pequeña arcada a su alrededor solo para escucharlo soltar un gruñido grave antes de deslizar hacia afuera su pene en un chasquido húmedo de saliva, notando la mirada confundida de Jungkook sobre ella.
—¿Crees que tu hijo sabe que tú y tu esposa tienen problemas? —T/n preguntó por lo bajo, casi en un susurro que salió caliente contra su punta enrojecida e hinchada mientras movía su mano por todo lo largo, acariciándolo suavemente. 
—Yunho es inteligente, no creo que sea difícil para él entenderlo, no creo que nuestra situación sea buena para él y… —Jungkook explicó con voz ronca tratando de respirar correctamente antes de volver a gruñir al sentir a T/n deslizar la punta de su lengua contra una vena prominente en un costado de su miembro, provocando que un poco de líquido preseminal y saliva mancharan su mejilla levemente sin dejar de mirarlo. —Joder, no quiero hablar de mi hijo mientras me chupas la polla…
Y ante eso T/n soltó una pequeña risa contra su longitud antes de volver a tomarlo con su mano y envolver sus labios en su polla sin advertencia, haciendo girar su lengua alrededor de la punta antes de volver a chuparlo, dejando que toda su extensión acariciara por sí sola su lengua y rodeando su base con sus dedos para comenzar a masturbar lo que no había alcanzado a meterse en la boca, sacando su erección y volviéndola a meter en su boca en un sonido húmedo y obsceno, sumergiendo la punta en el interior de su mejilla una y otra vez solo para verlo apretar sus labios y su abdomen tensarse con cada lamida que le daba. 
—Eso es, cariño, eso es, joder eres una buena chica… —Jungkook masculló dejando caer su cabeza hacia atrás sobre el respaldo mientras se mordía el labio inferior, y la perforación en su labio se movió en el proceso. —Me tratas tan bien, bebé…
—Mhm… —T/n asintió levemente, con su lengua sobresaliendo de debajo de su pene para lamer una línea larga mientras lo empujaba más profundo en su garganta, manteniéndolo ahí por un momento, amordazándose con su tamaño y tragando alrededor de la punta solo para escucharlo gemir roncamente mientras sus dedos se apretaban en su cabello con fuerza, podía sentir la saliva deslizándose por un lado de su boca antes de sacarlo y respirar profundamente mientras encontraba su mirada, mirándolo con ojos llorosos por su acto anterior. 
Y Jungkook le sonrió cálidamente, sintiendo esa sensación de orgullo llenar su pecho al verla tan dispuesta a complacerlo, y la necesidad imperiosa de querer regresarle el mismo placer que estaba sintiendo en este preciso momento lo hicieron estremecerse, era difícil no querer hacerlo cuando eras tan hermosa y atenta con él, y apenas y pudo pensar en eso antes de soltar un bufido denso al sentir su lengua húmeda y suave deslizarse por sus testículos, delineando su forma y acariciando la piel rugosa a su alrededor mientras su mano se movía sobre su erección a un ritmo rápido, Jungkook podía sentir que su liberación se acercaba cada vez mas, tus manos eran tan resbaladizas y tu boca tan cálida que se sentía como un adolescente cachondo teniendo sexo por primera vez cuando el cosquilleo familiar se acentuó en su vientre bajo.
T/n jadeó con una risa ligera y aireada cuando su semen se derramó alrededor de sus manos en chorros blanquecinos calientes y espesos aterrizando sobre su abdomen y dedos mientras lo veía deshacerse en un gutural gruñido solo con su boca, pero a ninguno de los dos les importó, Y T/n fue rápida en deslizar su lengua por toda su piel decorada con su semen, limpiando su polla y vientre indulgentemente escuchando a Jungkook sisear antes de volver a subir por su cuerpo encontrando su rostro sonrojado, sintiéndolo elevar su mano para acariciar su labio inferior recolectando un poco de su esencia que había quedado ahí solo para introducir su pulgar en su boca, en una muda señal de que lo limpiara, y T/n así lo hizo; chupándolo y saboreando las últimas gotas de su semen sin dejar de mirarlo con total adoración. 
—Eres una niña tan buena… —Jungkook murmuró en una sonrisa adormilada apartando su cabello de su rostro notando sus ojos más brillosos de lo normal antes de estrellar sus labios juntos con puro ímpetu, dejando el tacto sutil en segundo plano, sus lenguas no tardaron en salir al inminente encuentro, entrelazándose la una con la otra y degustando parte del rastro de su esencia en su boca. 
—Quiero que me folles… —T/n ronroneó apenas separándose de sus labios y comenzando a mover sus caderas en su regazo haciendo que su polla aún dura rosara de a poco su clítoris vestido, escuchando a Jungkook gruñir al sentirlo y apretar el agarre en sus caderas, en un vago e inútil intento de detenerla.
—En una hora vamos a llegar, tendríamos que haber aprovechado y dormir un poco, o en cuanto llegues al hotel vas a entrar en un coma. —Jungkook explicó entre respiraciones densas, como si quisiera convencerse a sí mismo de que no quería follarla como se lo estaba pidiendo y sintiendo como sus movimientos se profundizaban cada vez más. 
—¿Tengo cara de querer dormir? —T/n preguntó divertida hundiendo sus manos en su cabello para darle un pequeño y para nada fuerte tirón a sus mechones, volviendo a besar su cuello al mismo tiempo que pegaba su entrepierna mucho más a la dureza de su erección haciendo gruñir a Jungkook y a ella sonreír al ver que sus intenciones estaban funcionando. —Tú mismo lo dijiste, cuando llegue al hotel me voy a dormir rápido, quiero aprovechar ahora…
Inesperadamente, Jungkook la tomó de su cabello con brusquedad, separándola de su cuello y haciendo que sus rostros quedaran el uno frente al otro, los ojos de Jungkook desprendían deseo puro y T/n tenía una sonrisa de lado que rozaba la picardía mientras que él estaba golpeando el interior de su mejilla con la punta de su lengua.
—¿Vas a ser duro conmigo? Porque tus ojos me dicen que sí… —T/n farfulló sin dejar de sonreírle burlonamente.
Jungkook alzó una ceja ante sus palabras, manteniendo su semblante serio antes de jalar un poco más el agarre que mantenía en su cabello. —¿Quieres que sea duro? 
Y T/n chasqueó su lengua levemente, dando un ligero sentón en su regazo viendo a Jungkook apretar su mandíbula antes de hablar con sorna. —Ya sabes como me gusta que me folles…
Y eso fue suficiente para presionar sus bocas una vez más con carnalidad pura, haciéndola tragarse sus propias palabras con el sonido de sus labios chocando entre sí, sentía que habían pasado semanas, meses desde la última vez que se habían besado así, al menos de aquella forma tan desenfadada y cruda, T/n jadeó contra su boca al sentirlo elevar la tela de su vestido por sus caderas para palmear sus nalgas con dureza y con ambas manos, empujando su cuerpo más hacia él y hacia su erección que parecía haberse endurecido el doble después de sus palabras, separando sus mejillas y masajeando su piel a su gusto y antojo, ayudándole a profundizar sus movimientos sobre su polla antes de finalmente hartarse y tomar el extremo de su vestido para tirar con fuerza hacia los lados, rasgando la tela justo por la mitad, escuchándola jadear sorprendida mientras la vista de sus senos desnudos y pezones endurecidos lo saludaban frente a él, sin poder evitar elevar sus manos y estrujarlos entre sus manos con fuerza.
—Jungkook, mi vestido… —T/n sollozó en una especie de gemido al sentirlo darles un tironcito sus pezones entre sus dedos solo haciéndola retorcerse y echar su cabeza hacia atrás sobre su cuerpo antes de que su boca y lengua se unieran a su pecho, comenzando a chupar alrededor de sus senos, marcando su piel con cada ligera succión que daba.
—Te compraré cien más… —Jungkook gruñó mordisqueando levemente uno de sus pezones y dejándolo ir con un chasquido de salida solo para deslizar su lengua caliente sobre él; calmando la marca que dejó mientras sus manos se enroscaban en sus bragas para hacer lo mismo que con su vestido, escuchando el sonido de tela rompiéndose antes de lanzar las tiras hacia un lado de él, dejándola completamente desnuda sobre su cuerpo. —Abre.
Jungkook ordenó picoteando sus labios con dos de sus dedos y T/n entendió la orden a la perfección entreabriendo sus labios y dándole vía libre a que sus dedos se empaparan con su saliva mientras volvía a encontrar su mirada, las pupilas de Jungkook estaban completamente dilatadas, sus labios estaban más rojos e hinchados de lo normal, y su mandíbula estaba completamente tensa, irradiaba autoridad y carnalidad en su estado más puro… y le encantaba. 
Sin poder contenerse más, Jungkook retiró sus dedos de entre sus labios ahora cubiertos con su saliva para luego viajar hasta ese punto entre sus piernas encontrando su pequeño e hinchado clítoris antes de presionar sus dedos humedecidos sobre él, comenzando a frotarlo con fuerza y en círculos, teniendo que sujetarla con fuerza de su cintura al verla agitarse de placer en su regazo, T/n hundió sus uñas en sus hombros mientras movía sus caderas hacia sus dedos; buscando un poco mas de fricción en su punto de nervios, y Jungkook entendió aquello cuando deslizó un dedo en su interior, arrebatándole un sonoro gemido de placer mientras observaba cada una de sus expresiones moviendo su dedo dentro y fuera de ella, rozando aquel punto dulce en su interior, viéndola cerrar con sus ojos y apoyar su frente contra la de él. 
—Jungkook, ya por favor… —T/n lloriqueó sintiendo todo su cuerpo temblar mientras Jungkook volvía a frotar su clítoris con su pulgar, casi a punto de deshacerse si seguía burlándose de ella de esta forma.
—¿Ya? —Jungkook preguntó pasando la punta de su lengua por su labio inferior y alzando una ceja en pura diversión con su estado completamente necesitado.
—Ya, papi… —T/n asintió sin aliento y en falsa inocencia pintada en su rostro, presionando un débil beso en sus labios
—Dios, no puedes ser tan… —Jungkook gruñó tomándola por sus glúteos con sus dos manos, haciendo que T/n elevará su cadera y se acercará mas a él.
—¿Linda? —T/n agregó en una sonrisa tomando su miembro en su mano para acercarlo a su entrada, rozando la punta con ella un par de veces, cubriéndolo con su humedad y provocándolo un poco más.
—Perfecta. —Jungkook corrigió mordiéndose el labio inferior mientras la veía bajar sus caderas pausadamente sobre él, sintiendo como su erección se iba hundiendo poco a poco en su apretado interior, teniendo que apoyar su cabeza contra el asiento en un gemido áspero notando como su cálido interior se ajustaba a la perfección a su alrededor.
Las manos de T/n volaron hacia sus anchos hombros para sujetarse sintiendo como cada centímetro de su longitud llenaba su coño de una forma tan deliciosa que la hicieron gemir entrecortado antes de siquiera comenzar a moverse, flexionando sus piernas para dar inicio a unos pequeños saltitos sobre su regazo, haciendo que su polla se hundiera una y otra vez dentro de ella, rozando todos los puntos de placer correctos que solo la hacían gemir su nombre una y otra vez.
—Ah, así bebé, justo así… —Jungkook gruñó hundiendo sus uñas en la piel de sus glúteos, ayudándola a enfatizar sus movimientos luego de verla echar su espalda hacia atrás y apoyar sus manos en sus rodillas,moviendo su pelvis en un delicioso balanceo de atrás hacia adelante que lo hicieron ahogar una maldición ante la vista de sus senos y pezones rosados moviéndose justo frente a su boca. —Te sientes tan bien, cariño…
—Solo lo mejor para ti, papi… —T/n jadeó regalandole una adorable sonrisa sin dejar de balancear sus caderas sobre él, podía sentir sus pieles húmedas por el sudor y por el esfuerzo de sus cuerpos, pero eso hacía que todo fuera más intenso y más perfecto. 
—Me encanta cuando me llamas así, dilo de nuevo… —Jungkook pidió con la respiración agitada, elevando su pelvis hacia arriba para encontrar sus movimientos y hacer que su pene se hundiera más profundo en su coño. 
—¿Papi? Eres solo mío papi, y yo soy solo tuya… —T/n gimoteó aquello presionando sus labios con los de Jungkook un par de veces antes de escucharlo gruñir guturalmente y sentir como la tomaba por sus nalgas, parándose de su lugar cargándola entre sus brazos para darse media vuelta cambiando los roles y tumbarla sobre el sofá, haciéndose espacio entre sus piernas y abriendolas mientras bombeaba su erección dura a lo alto.
—Solo mía, cariño… —Jungkook repitió sus palabras aún parado frente a ella, tomando su polla y acercándose a su entrada para volver a penetrarla por completo, arrancándole un gemido de placer mientras salía de su interior. —Solo mía. —declaró y volvió a penetrarla con fuerza. 
—Jungkook… —T/n jadeó sin aliento cuando lo sintió dar inicio a embestidas bruscas y decididas dentro y fuera de ella, arremetiendo sin reparo contra su coño haciendo que sus pieles chocaran y crearan una sinfonía que se mezclaba la fricción de sus cuerpos contra el sofá de cuero blanco del avión.     
Todo estaba dando vueltas ahora, las embestidas de Jungkook eran tan profundas, tan ásperas y tan deliciosas que la hacían arquear su espalda hacia él dejándole en primera plana la vista de sus senos rebotando con cada embestida fuerte y rotunda en su interior, sus manos estaban envueltas en su cintura con tanta fuerza que sabía que sus pulgares dejarían moretones en su piel, pero no le importaba, no cuando Jungkook la estaba follando tan bien, solo como él sabía hacerlo. 
—¿Papá te está follando bien, bebé? ¿Eh? ¿Es así como lo querías? —Jungkook gruñó inclinando su cabeza para tomar su pezón derecho en su boca, y la sensación de su lengua caliente solo aumentó el placer en su cuerpo haciendo que su interior se apretara con fuerza a su alrededor.
—Oh sí, sí papi… —T/n gimoteó sin aliento aferrándose a su ancha espalda sintiendo como el nudo en su vientre estaba a punto de romperse, y no fue hasta que Jungkook traslado una de sus manos entre sus cuerpos hasta llegar a punto deseado entre sus piernas para frotar su pequeño clítoris frenéticamente que sintió como su orgasmo la golpeaba de repente.
Su cuerpo se arqueó sobre el sofá hacia él mientras sentía como las olas de placer duplicado la recorrían de pies a cabeza haciendo que su gemido llenara todo el pasillo del avión, su orgasmo chorreó sobre Jungkook mientras él seguía con sus penetraciones dentro y fuera de ella, atreviéndose a aumentar la intensidad de las mismas gruñendo ante la estrechez que lo rodeó de repente y que solo lo hizo dar dos embestidas profundas y rotundas antes de llenarla de él. 
—Mierda… —Jungkook masculló ahogando un gruñido contra su pecho, toda su mente nubló por unos segundos mientras mecía su pelvis con lentitud dentro de ella, su respiración agitada erizo su piel y cuando se separó de a poco de ella sus ojos recorrieron todo su cuerpo caliente y cubierto de sudor debajo de él. 
Se obligó a tragar en seco mientras salía de su interior, sonriendo por lo bajo al escucharla jadear ante la pérdida y rápidamente la tomó por su mano, haciendo que se levantara hasta quedar frente a él.
—Vamos a limpiarnos bebé, falta poco para aterrizar. —murmuró sonriendo dulcemente antes de depositar un fugaz beso en sus labios para después tirar de ella por el pasillo del jet, directo al baño.
—Uhm, si prometes volver a follarme así en cuanto lleguemos al hotel, te perdonaré por haber rasgado mi vestido. —T/n musitó por lo bajo fingiendo un tono de molestia en su voz con lo último que dijo.
—Estaremos tres días aquí, bebé. —Jungkook soltó una risita ronca ante sus palabras mirándola sobre su hombro y dándole una sonrisa coqueta. —Por supuesto que te voy a follar todas las veces que quieras y como quieras. 
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n/a: el oneshot que tanto me pedían por fin esta de regreso, peroo las entiendo, este os es otro nivel de pecado y ha sido de los que mas me ha encantado y he disfrutado de escribir recuerdan que material girl tenia segunda parte? espérenla muy pronto titis 🎀 gracias por su paciencia, comenten cual es su parte fav de este os, las amito mucho ♥︎
taglist: @guvgguk @lessuwu @cometaart @AnnieKCV @darysnowflwr @nunubly @choco-linny @aavacaf @wtffktt7 @minmin-cat @18fernanda @ariggukie @Katherine Murillo @holiwui032 @lizxz @onixbae02 @piligt @youtis @tessacereza
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soft-pxachy · 3 months
Text
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⤷ ❝hands on❞ — jjk (s.m)
➤ Pareja: jungkook!tatuado x lectora!fem
➤ Recuento de palabras: 7.2k palabras
➤ Género: compañeros de clase, smut y obscenidad.
➤Resumen: Cuando conociste a tu compañero de proyecto nunca te imaginaste terminar babeando y obsesionada por sus manos y por un bocado de él, en un esfuerzo por aliviar algo del estrés decides alimentar tus sucias fantasías con algunos textos y mensajes inocentes sobre Jungkook con tu mejor amiga, detallando, explícitamente, lo que quieres que esas grandes y jodidas manos te hagan, hasta que un día le envías por error unos de esos mensajes a Jungkook, y es ahí cuando él decide cumplir todos tus deseos al pie de la letra.
➤ Advertencias: 18+ | lenguaje maduro y explícito | lenguaje vulgar y obsceno | sobreestimulación | las manos de Jungkook (sí, es una advertencia) | sexting | masturbación | charla sucia | tensión sexual | halagos durante el sexo | sexo oral (r. mujer) | juego y estimulación del clítoris | un poco de insultos | bofetadas en los pechos | chupar pezones | la lectora está atada de manos a una silla | follar con los dedos | jalar el cabello | nalgadas | bromas juguetonas durante el sexo | sexo duro | sexo con protección | JK ama tus tetas y juega con ellas (mucho) es dulce pero también engreído | Jungkook tiene un gran pene! 
➤Si no eres mayor de 18 años, POR FAVOR, no leas. Si lo haces es bajo tu propia responsabilidad, ten en cuenta las advertencias. 
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♥︎ softpxachy's
⤷ masterlist ♡ taglist ♡ instagram
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Esto es malo.
—¿Crees que realmente revisará y contará todas nuestras fuentes? —Jungkook preguntó pero yo no podía escuchar nada de lo que decía.
Esto es realmente malo.    
—Solo tengo diez, pero miré documentos de la época medieval y aún así no encuentro más…
Sus dedos se abrieron paso a través de esos largos mechones negros de su cabello con frustración y sus ojos se cruzaron con los míos por unos segundos.
Esto es jodidamente malo.
—No mucha gente ha escrito sobre este tema en específico y nos estamos quedando sin información…
Jungkook tomó distraídamente su lápiz mientras seguía hablando y mi pulso se aceleró por el pánico creciente en mi cuerpo.
No, por favor no, el lápiz no…
Lo hizo girar hábilmente sobre sus nudillos, moviendo su muñeca casualmente para que crujiera con un pequeño estallido agudo.
Y luego; apretó los puños. Duro. Si, este es el final para mí.
—¡Agua! — casi grité mientras saltaba bruscamente de mi asiento, los papeles de nuestra investigación se deslizaron en todas direcciones y la mirada sorprendida de Jungkook se lanzó hacia mí.
—¿Estás bien? —Jungkook me preguntó sin dejar de mirarme y yo traté de relajar mis nervios.
—Sí. Oh, sí. Solo tengo... sed. —respondí formando una sonrisa forzada, y esas fueron las palabras más verdaderas que jamás había dicho.
Mi dulce, amable y jodidamente sexy compañero de proyecto sonrió; felizmente inconsciente de todas las formas en que lo profanaba mentalmente.
—La cocina está a la vuelta de la esquina, si no tienes problemas en ir sola en lo que investigo más sobre nuestro tema. —Jungkook habló con calma sin borrar su bonita sonrisa y yo solo pude asentir rígidamente antes de desaparecer por el pasillo.
Y unos momentos después, en la relativa privacidad de la cocina de Jungkook, apoyé ambas palmas de mis manos sobre la mesa y traté de respirar correctamente antes de gruñir por lo bajo.
Dios, soy una desgracia.
No siempre había sido así. Todavía podía recordar una época (hace 3 semanas exactamente) en la que era una persona normal, lejos de ser una completa exhibicionista.
Mi carrera era mi prioridad justo ahora, estaba a punto de titularme y debía esforzarme el doble si quería terminar mi último año sin problemas y poder obtener un trabajo decente, tenía todo planeado, nada se me salía de control, sabía lo que quería y lo que tenía que hacer para conseguirlo, tenía toda mi vida organizada y estable.
Hasta que Jeon Jungkook envolvió sus gloriosas manos alrededor de mi piso de cotidianidad y aburrimiento y me sacó de ahí.
A primera vista, Jungkook no representaba una verdadera amenaza. Sí, era hermoso, no estaba ciega, estaba bien formado y era abrumadoramente educado, pero no era una novata inexperta en eso, el salir un par de veces con Park Jimin me habían dejado en claro que había llegado a un nivel superior de belleza con él.
O eso pensaba.
Tal vez era su costumbre de usar mangas holgadas que colgaban sueltas sobre sus brazos hasta que solo se veía el más mínimo indicio de las yemas de sus dedos, pero mi impresión inicial de Jungkook no fue cuando ingresó de último a clase de arte, eso habría sido inolvidable. Más bien fue hasta que el Dr. Kim anunció a los compañeros de tesis que había descubierto mi error fatal.
—Trabajarás con Jeon Jungkook. 
Y ahí los dos nos miramos el uno al otro a través de la pequeña sala de conferencias e intercambiamos amistosos asentimientos, y después de finalizar la clase, mi nuevo compañero se dirigió a mi escritorio.
—Hola, déjame darte mi número, envíame un mensaje de texto con tu disponibilidad y puedo reservar tiempo en la biblioteca para nosotros.
Y entonces sucedió.
Jungkook se arremangó las mangas de su camisa y mi cerebro sufrió un cortocircuito.
Santa mierda.
Sus manos eran obscenas. NSFW. Básicamente pornográficas.
Sus dedos eran largos y con un toque suave en cada nudillo, uñas bien redondeadas y palmas anchas con un toque de venas que subían por sus brazos hermosamente.
—¿Está bien? —preguntó pero su voz solo se escuchaba de fondo mientras yo seguía observando sus manos sin descaro alguno.
Los diseños hábilmente tatuados en su piel sobresalían de su mano derecha y se entrelazaban con su muñeca y su antebrazo, no podía ver más allá de lo que me permitía la manga de su camisa pero estaba segura que todo su brazo estaba tatuado, y juré que moría por pasar mi lengua por cada trazo en su piel.
—A menos que no te sientas cómoda…— volvió a hablar y casi estuve a punto de decirle que se callara para seguir observando sus manos como tanto quería.
Esos anillos; uno en el meñique y otros dos más en sus dedos índices y… el pulgar, Dios, tragué saliva al imaginarme de rodillas frente a él mientras Jungkook me obligaba a chupar su pulgar como si fuera su polla, preparándome antes de…
—Quiero decir, así no tienes que darme tu número, como sea, escríbeme y nos ponemos de acuerdo.
¿Esas eran pulseras de cadena? ¿Quién era este hombre? ¿Quién era yo? ¿Cuál era mi nombre? ¿Qué tan profundo podrían esos dedos deslizarse en mi...?
¿Por qué se está alejando?
—¡Oh, joder! ¡Espera, Jungkook..!
Y realmente todo se había ido cuesta abajo desde allí.
Sus manos eran solo una droga de entrada al resto de todo lo que era Jungkook. Cada detalle que había ignorado sin esfuerzo ahora fluía repentinamente a través de mi conciencia en alta definición.
Su olor era algo deliciosamente masculino con un toque de vainilla que me dejaba aturdida cada que estaba cerca de él, los suaves rizos de su cabello colgaban románticamente sobre los perfectos rasgos de su rostro y ojos, y ese pecho tan ancho, firme, lamible.
Jungkook era un plato completo. Y yo me estaba muriendo de hambre.
No era un secreto que mi libido había estado encarcelado durante demasiado tiempo por todas las horas extra de trabajo y clases que me exigía a mí misma, y ahora solo se había vuelto completamente salvaje, rasgando mi cuerpo cada que tenía alguna sesión de estudio con Jungkook.
Había logrado milagrosamente compensar el mal funcionamiento inicial en el que prácticamente había babeado sobre sus manos en lugar de darle mi número y establecimos un horario de trabajo, pero en realidad, las reuniones con mi compañero se convirtieron rápidamente en un ejercicio diario de incontrolable sed de deseo.
Y era necesario tomar medidas.
No iba a dejar que Jeon Jungkook y sus gloriosas y varoniles manos destruyeran años de arduo trabajo casi autoimpuesto.
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—Necesitas una salida.
La voz de mi amiga Jungyeon interrumpió otro de mis sueños de clasificación porno que tenía sobre Jungkook; en el que me daba una palmada en los muslos en el parque público en el que estábamos.
—¿Qué tipo de salida? —pregunté en medio de un suspiro de tristeza; mirando mis muslos y viendo la notable falta de la mano de Jungkook antes de arrugar mi nariz al tener una sospecha de cuál era la solución que Jungyeon ofrecería.— Por favor, dime que no vas a sugerir una noche sudorosa con algún tipo sucio del bar al que vas cada viernes.
Jungyeon puso los ojos en blanco y me dio un golpecito en la frente.
—No princesa, estaba pensando en una salida más creativa. Como... escribir.
—¿Quieres que empiece a escribir poemas calientes?
—Se le dice literatura erótica.— Jungyeon me corrigió en tono de burla y ahora fue mi turno de rodar los ojos.— Pero como sea; tu pequeño y sucio secreto podría traer mucha alegría al mundo, específicamente a mi mundo.
—Debes estar bromeando. —respondí casi a punto de echarme a reír ante su sugerencia.
—Por supuesto que no estoy bromeando, en lugar de pasarme horas buscando combustible de fantasía en esos blogs usaré tus fantasías como combustible. —Jungyeon explicó con calma como si fuera la solución a todos sus problemas .—Solo envíame un mensaje de texto cuando tengas otra de tus fantasías y podrás estar más tranquila y yo disfrutar un poco, será como un servicio de suscripción sucio.
—Estás loca.
—Soy una genio.
Pero dejando de lado la falta de límites y tacto de Jungyeon, ella era, de hecho, literalmente una genio, porque todo lo que necesité fue intoxicarme de Jungkook durante nuestra próxima sesión de lluvia de ideas que yo ya me estaba escondiendo en el baño para escribirle mi primera fantasía.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook envuelva sus manos alrededor de la parte de atrás de mi cuello y presione mi cara contra la mesa mientras me folla con fuerza hasta que esté gritando.
Jungyeon: Definitivamente soy una genio. ¿Te sientes mejor?
Yo: Sí, un poquito.
Y así comenzaron varias semanas de lo que cariñosamente llamaba "porno kookie".
Algunos eran bastante explícitos:
Yo: “Quiero que Jeon Jungkook arranque mis bragas empapadas y mueva mi clítoris desnudo en sus gruesos muslos hasta que sus jeans estén mojados con mi orgasmo.”
Otros eran de naturaleza más filosófica:
Yo: “Si muero antes de lamer el sudor de los abdominales de Jeon Jungkook, ¿realmente viví?”
Y algunos otros fueron extrañamente específicos:
Yo: “Quiero pasar mi lengua por cada vena de las manos y antebrazos de Jeon Jungkook mientras lame y muerde mis tetas.”
Jungyeon estaba viviendo su mejor vida por supuesto y esperaba con alegría mis reuniones de estudio con Jungkook para poder tener más “kookies".
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Los textos, sin embargo, no eran más que una curita en la herida de bala que tenía. No eran suficientes.
Cada vez que Jungkook me sonreía o me miraba con esa expresión suave y brillante, o decía algo extremadamente inteligente; el latido insistente en mi entrepierna se intensificaba cada vez más hasta que me veía obligada a buscar un alivio inmediato cuando realmente tenía que hacerlo. Frotando mi entrepierna sutilmente contra el respaldo de su sofá cuando Jungkook iba al baño después de que usara la parte inferior de su camisa para limpiar algunas gotas de agua en la mesa; casi asesinándome con un destello de sus abdominales bien marcados por unos segundos.
Pero la peor parte de todo era que sabía muy bien que mi fijación hacia Jungkook no era simplemente sexual. Cuanto más lo disfrutaba genuinamente como persona, menos efectivos se volvían mis espeluznantes textos.
Y ahora aquí estaba: escondida en su cocina con el calor y la humedad pegándose incómodamente entre mis piernas y sin ningún tipo de alivio a la vista. Gruñendo con irritación, saqué mi teléfono y me preparé mentalmente para servirle a Jungyeon un Kookie humeante recién salido del horno de mi imaginación.
Yo: Quiero que Jeon Jungkook me ate a la silla de su comedor. Quiero que rompa mi blusa por la mitad, me golpee las tetas y me chupe los pezones hasta que grite...
La fantasía en mi cabeza se construyó a un ritmo alarmante y mis dedos apenas podían seguir el ritmo de la suciedad que estaba imaginando.
Yo: Quiero que me suba la falda y frote mi clítoris a través de mis bragas empapadas hasta que esté gimiendo su nombre una y otra vez…
Yo: Quiero ver como mete sus dedos en mi coño mojado. Quiero que me incline hacia atrás y juegue con mi clítoris hasta que no pueda recordar quién soy.
Yo: Quiero que me parta por la mitad con su polla y me golpee el culo hasta que no pueda sentarme por días. Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él…
Me dolía el cuerpo. Estaba atormentada. Los textos que alguna vez habían sido una válvula de presión ahora estaban aumentando activamente la presión dentro de mi cuerpo. Estaba gimiendo de frustración, presioné el botón de enviar y volví a guardar el teléfono en mi bolsillo, lista para enfrentar una vez más la fuente de mi miseria cuando de repente...
Da-ding
El sonido de un celular a través del pasillo me regresó directamente a la realidad. Y yo conocía ese sonido.
Era el sonido que Jungkook había programado como alerta de mensajes para mi contacto, y ahora… ahora significaba el sonido de mi mundo derrumbándose por completo.
Con las manos temblorosas saque mi teléfono para confirmar la terrible verdad que muy en el fondo de mi ya sabía. No le había enviado un mensaje de texto a Jungyeon.
Le había enviado un mensaje de texto a Jungkook.
Por un momento, un momento increíblemente breve, consideré la idea de que él simplemente ignoraría el mensaje y continuaría con su búsqueda de información para nuestra tesis. Pero no fue así.
El jadeo débil pero insoportablemente claro llegó a la cocina. Fue el grito ahogado de un hombre que acababa de descubrir que su compañera de tesis quería que la "partiera por la mitad con su polla".
Debía correr. Huir a cualquier otro país y cambiar mi nombre. Mis ojos recorrieron frenéticamente el lugar que me rodeaba; buscando desesperadamente un medio de escape.
Había una sola ventana en toda la habitación, justo encima del fregadero, y estaba segura que si debía trepar por el fregadero para poder salir de aquí. Por supuesto que lo haría; saltaría directo a un tiburón si eso significara librarme de la cocina de máxima seguridad de Jungkook.
Tenía un pie sobre el fregadero y el otro colgaba precariamente en el aire a punto de arrastrarme a la salvación y huir de ahí justo antes de que dos manos grandes y fuertes rodearan mi cintura; tirando mi cuerpo hacia atrás de regreso a la cocina con un esfuerzo vergonzosamente pequeño.
El pequeño chillido de sorpresa que solté no fue nada al darme cuenta de que Jungkook me había arrojado cuidadosamente y con suma facilidad  sobre su hombro como un saco de harina mientras se alejaba conmigo en brazos de lo que había considerado como la única forma de salir viva de su casa.
Un quejido de indignación se me escapó cuando sentí mi trasero golpear la silla del comedor y traté de hacer todo lo posible para mantener mis ojos pegados a sus rodillas; estaba segura que sería incapaz de encontrar la mirada del alma inocente que muy probablemente había traumatizado de por vida.
Por un pequeño instante de silencio todo quedó extrañamente suspendido, no podía decir alguna palabra sin que la vergüenza se apoderara de mí después de que Jungkook hubiera descubierto mi sucio secreto acerca de él, y entonces sentí que dos de sus dedos se presionaban firmemente debajo de mi mandíbula; elevando mi rostro hacia él.
—Debo decir...—Jungkook murmuró arrastrando sus palabras pensativamente, dejando que su mirada intensa se posara sobre mi.— Que esto es algo sorprendente dada tu... historia.
Estaba cerca. Demasiado cerca. Lo suficientemente cerca como para que su aroma, esa mezcla familiar de vainilla me hiciera agua la boca.
Y definitivamente no se veía traumatizado. O inocente.
Tragué saliva al darme cuenta del hecho que el hombre frente a mi parecía más una estrella de rock empapada de sexo; con carisma puro envuelto en tatuajes y músculos sólidos.
—¿Oh? —balbuceé por lo bajo sin entender sus palabras y Jungkook solo me sonrió.
—¿Sorprendida? Eso es lindo viniendo de la mujer que quiere que yo…—alardeó con suficiencia en su voz antes de sacar su teléfono para comprobarlo.— La parta por la mitad con mi polla.
Y ahí estaba.
—Obviamente no quise enviarte eso... a ti. —murmuré por lo bajo sintiendo como la vergüenza subía por todo mi rostro.
—Oh, lo sabía incluso antes de que te atrapara queriendo saltar por la ventana. —Jungkook se rio entre dientes sin dejar de mirarme y yo solo me encogí en la silla.— Hablando de eso…
Su cuerpo se inclinó sobre el mío para tomar algo sobre la mesa y cuando regresó a su posición de antes mis ojos se abrieron al ver lo que era; una cuerda para saltar, la misma que había visto colgada en la pared cuando entré a la cocina y que ahora estaba enrollada sin apretar alrededor de su muñeca. Apenas tuve tiempo para procesar eso antes de verlo moverse hacia un lado y tomar mis manos hacia atrás contra el respaldo de la silla.
—¿Me estás… atando? —pregunté aún sin creerlo y jadeando por lo bajo al sentir un tirón fuerte con la cuerda en mis muñecas, fijando mi posición para que no pudiera moverme.
—¿No es lo que querías? —Jungkook susurró suavemente contra mi oído y su voz melosa y profunda me hizo temblar de forma vergonzosa. —Esta fue la solicitud que enviaste, ¿no es así? —agregó inclinándose para inspeccionar su obra y cuando estuvo satisfecho volvió a estar frente a mi. —Además no puedo permitir que intentes saltar por otra ventana, esto es realmente por tu propia seguridad.
Me sonrojé aún más al ver la sonrisita burlona que me regaló y abrí mis labios para decir algo, pero todo lo que salió fue una especie de sibilancia mientras Jungkook seguía mirándome con diversión engreída.
—¿Sabes que eres una especie de leyenda en la universidad? Te llaman la nena pura y casta. —Jungkook comenzó a hablar y no pude evitar rodar mis ojos ante sus palabras.
—Y se preguntan por qué nunca me acostaré con ellos. —farfullé con amargura siendo muy consciente de lo que se decía de mí y eso solo hizo que Jungkook riera por lo bajo mientras le daba un considerable repaso a todo mi cuerpo a su merced. —Sabes que no puedes andar atando mujeres a sillas contra su…
—¿Contra su voluntad? —Jungkook completó con una sonrisa diabólica adornando su perfecto rostro antes de inclinarse y quedar frente a mí, cara a cara. —Supongo que es bueno que tenga tu permiso por escrito aquí mismo.
Sentí mi respiración atascarse en mi garganta al escucharlo hablar, Jungkook me dio un rápido vistazo antes de enterrar su rostro en mi cuello y su aliento cálido aliento me hizo cosquillas en la piel segundos antes de sentir sus bonitos labios besar mi cuello con hambre, ahogué un gemido por la forma en que su lengua se deslizaba por toda mi piel; marcándola con intensas lamidas y pequeñas mordiditas, y cuando se alejó de mí no pude evitar lloriquear en silencio.
—¿Por qué no me lo lees, hmm? —Jungkook pidió elevando su teléfono a la altura de mi rostro.
—Yo no, no puedo…—balbuceé sintiendo como la vergüenza inicial regresaba a mí y respiré entrecortado cuando Jungkook pasó su pulgar por mi labio inferior lentamente; obligándome a mirarlo.
—Hazlo. —Me ordenó con su voz más dura de lo que esperaba.
El áspero timbre de su orden disparó una chispa caliente de placer directamente al centro de mis piernas, y juré que nunca había estado tan nerviosa como ahora, había algo en su mirada, algo que me hacía querer obedecerlo en todo lo que me pidiera, y así lo hice.
—Yo... quiero que Jeon Jungkook…. —comencé leyendo el texto y mi respiración se detuvo cuando el calor de su mano libre se deslizó sobre mi torso. —Me ate a su silla del comedor.
—Listo. —Afirmó en un susurro dejando que sus dedos delinearan las correas alrededor de mis muñecas.— Continua.
—Quiero que rompa, oh Dios… —balbuceé con la respiración agitada al sentir sus dedos deslizándose por mi pecho haciendo que cada palabra que decía se escuchara rota. —Quiero que rompa mi blusa por la mitad, golpeé mis tetas y…
No pude seguir leyendo más porque la mano pecadora de Jungkook se enganchó en el cuello de mi blusa; tirando con fuerza hacia los lados y rompiendo la tela, haciendo que los botones volaran en todas direcciones y que mi piel se estremeciera al sentir el aire fresco colándose por todo mi pecho.
—Me vuelves jodidamente loco… —Jungkook murmuró con una voz tan sensual y ronca mientras sentía sus ojos posarse en mis senos que subían y bajaban con cada profunda respiración que daba, lo vi relamerse sus bonitos labios al notar el sujetador de encaje negro que me había puesto hoy solo porque todos los demás estaban sucios.
Sus manos eran dulces cielos ardientes mientras se acercaban para palmear mis pechos levemente uno por uno, y yo simplemente no pude evitar gemir en voz alta; arqueando mi espalda hacia adelante y hacia sus manos sin vergüenza. Mi dignidad ya había desaparecido hace mucho tiempo a este punto y no deseaba recuperarla por ahora.
—Por favor… —rogué por lo bajo antes de soltar un pequeño gemido cuando sus grandes manos amasaron mis senos con una presión perfecta, podía sentir el peso de sus anillos a través de la tela de mi sostén.
—Nunca pensé que podría hacer esto. —Jungkook habló mientras sus pulgares rozaban con brusquedad mis pezones; arrancándome un gemido involuntario y haciendo que tirara con fuerza de la cuerda en mis manos. —Deberías de ver lo bonita que te ves así… —continuó hablando en medio de un denso suspiro, y el calor de su aliento chocó contra mi pecho haciéndome remover en la silla mientras sus manos seguían amasando con fuerza mis senos. —Pero quiero que sepas que yo también tengo muchas ideas de lo que yo te quiero hacer.
Y tan pronto como dijo eso su boca ya se encontraba sobre mi pecho; dejando besos húmedos y calientes por encima de la tela en uno de mis senos, haciendo que arqueara mi espalda más a su boca y que el calor en mi entrepierna aumentara incontrolablemente.
Había pasado tanto tiempo y estaba tan sensible, demasiado sensible.
—¡J-Jungkook! —jadeé entrecortado al sentirlo mover su boca hacia mi otro pecho sin previo aviso, dándole la misma atención con su deliciosa boca hasta que estaba retorciéndome y apretando mis muslos juntos sobre la silla.
—¿Ansiosa, bebé? —Jungkook preguntó formando una sonrisita burlona aún en mi pecho y yo solo pude lanzarle una mirada desesperada; rogándole mudamente que me diera lo que tanto quería.
Jungkook sonrió al ver mi estado de necesidad y volví a gemir cuando tomó un nuevo bocado de mi seno en su boca, sus dientes mordisquearon mi pezón sin mucha fuerza por encima de la tela que solo envió una punzada aguda de dolor teñido de placer directamente a mi clítoris, a este punto mi interior ya estaba apretando alrededor de la nada.
—Suenas tan bonita, bebé… —Jungkook elogió gentilmente, dejando que sus labios calmaran mi pezón. —Déjame darte lo que quieres…
Solté un pequeño suspiro de alivio al escucharlo justo antes de que sus dedos se engancharan al borde de las copas de mi sujetador tirando con fuerza hacia abajo hasta que mis senos desnudos se derramaron por encima y lo escuché gruñir ante la vista.
—Joder… —Jungkook jadeó antes de estirar sus manos ahuecar mis senos; como si estuviera probando su peso en ellas, su mirada me devoraba con hambre y ya podía sentir mis bragas empapadas bajo sus atenciones.
No hubo pensamientos más allá de ese segundo, mi deseo era desesperado en este momento, necesitaba más de su toque, más de él, lo necesitaba, lo anhelaba tanto que sentía que podía quedarme sin aliento, empujándome hacia él como una gatita necesitada, hasta que…
Slap.
Jadeé de placer por lo bajo cuando su palma se conectó contra mi piel, golpeando bruscamente un lado de mis senos.
—¿Es esto lo que querías, bebé? —Jungkook preguntó encontrando mis ojos llorosos antes de sonreír al ver mi estado y dar otro rotundo golpe justo del otro lado.
Mi boca se abrió de golpe al sentir mi piel arder, pero no surgió ningún sonido, salvo mis suaves y ahogados jadeos de placer, podía sentir como mis bragas empapadas se pegaban a mi entrepierna con cada impacto exquisito que recibía en mi piel ardiente.
—¿Quieres que marque estas tetas perfectas? —Jungkook volvió a preguntar solo ganándose un asentimiento desesperado de mi parte acompañado de un nuevo gemido cuando volvió a golpearme, y un gruñido primitivo retumbó en lo profundo de su pecho mientras los veía rebotar, completamente hipnotizado.
Jadeé cuando uno de sus dedos comenzó a acariciar alrededor de mi pezón adolorido, calmando mi piel rojiza con tiernas caricias en todo mi seno y cuando menos me di cuenta sus bonitos labios estaban en la misma zona; plantando pequeños besitos y erizando todo mi cuerpo una vez más.
—Debo haberte imaginado así mil veces… —susurró por lo bajo con su boca aún pegada a mi pecho solo para completar. —Y aún así nada se le acerca a lo jodidamente sexy que eres…
Sus ojos se lanzaron para encontrarse con los míos antes de sacar su lengua para lamer la punta hinchada de mi pezón una y otra vez, mi pecho se agitó ante la deliciosa sensación y gimoteé con fuerza cuando se metió todo mi seno a la boca; la obscena imagen de Jungkook chupando con hambre mi pecho mientras su mano grande y pecaminosa apretaba el otro era sacada directamente de mis fantasías más oscuras, y sabía que podía correrme con la simple vista.
Jungkook era implacable, mi cuerpo se inclinó hacia atrás contra las ataduras en mis muñecas al sentir como sus manos bajaban por mi cuerpo, acariciando cada porción de piel que tenía a su disposición con casi adoración mientras mi coño se apretaba desesperadamente alrededor de la nada.
—Jungkook, por favor yo… —sollocé por lo bajo antes de ser interrumpida cuando me tomó por mi barbilla con firmeza, su rostro de porcelana y sus rosados labios estaban a escasos centímetros de mí y tuve que reprimir la necesidad de lanzarme a besarlo.
—¿Y ahora qué, cariño? ¿Qué más quieres? —preguntó sobre mis labios, su voz era suave e indulgente, parecía dispuesto a querer complacerme en cualquier cosa, y yo jadeé de solo pensarlo. 
—Yo… necesito tus manos… —rogué sintiendo mis mejillas arder al pedirle aquello, pero él solo me sonrió.
—¿Dónde las necesitas, mhm? —Jungkook instigó acariciando burlonamente mis piernas desnudas haciéndome temblar en mi lugar, sus ojos oscuros estaban observando cada expresión que hacía mientras me tocaba suavemente.
—Más arriba… —balbuceé a medias moviendo de a poco mis caderas hacia él, desesperada por sentirlas donde más lo necesitaba, pero él era un burlón y solo las deslizó una o dos pulgadas más.— Jungkook…
—Dime. —Susurró contra mis labios con su voz ronca y grave antes de robarme un pequeño y casi imperceptible beso que me dejó queriendo más. —Dime dónde quieres mis manos, cariño.
—Por favor, por favor, quiero tus manos en mi coño… —rogué en medio de jadeos desesperados inclinándome para poder besarlo de nuevo y solo recibiendo una sonrisa llena de lujuria de su parte.
—Buena niña. —Elogió con un tono meloso justo antes de acortar la distancia que nos separaba y besarme con dureza.
Apenas y podía seguirle el ritmo a su demandante beso, sus labios sabían delicioso y chocaban contra los míos con firmeza y hambre una y otra vez, una especie de ronroneo se derritió a través de su garganta cuando nuestras lenguas se encontraron para jugar entre ellas, haciéndome tirar de la cuerda detrás de mí para poder besarlo con más fuerza, su aroma varonil se me pegaba como perfume en todo mi cuerpo e inundaba todos mis pensamientos, de repente un gemido salió de mi boca rompiendo nuestro húmedo beso ganándome un leve mordisco en mi labio inferior cuando mi cuerpo tembló al sentir sus dedos frotando suavemente sobre mis bragas, forzando mis piernas a abrirse para que pudiera seguir tocándome, y yo, obedientemente lo hice.
—Mmh, estás tan mojada, bebé… —Jungkook se maravilló mirándome a los ojos; sonriendo con lujuria mientras su mano seguía frotando pequeños círculos sobre la mancha de humedad en mis bragas, ganándose un gemido desesperado de mi parte. —¿Es todo para mí?
Asentí con la cabeza frenéticamente sin poder articular alguna palabra justo antes de ver como el rostro de Jungkook se endurecía en desaprobación mientras chasqueaba su lengua, sus dedos presionaron con dureza directamente en mi clítoris, y el impacto del placer hizo que mi cuerpo se tambaleara hacia atrás con tanta fuerza que la silla raspó el suelo.
—No puedo escucharte, cariño. —Jungkook demandó ralentizando sus movimientos en mi entrepierna, claramente dispuesto a que le diera una respuesta.
—S-sí… —sollocé incoherentemente tirando con fuerza de la cuerda y moviendo mis caderas hacia sus dedos; desesperada porque me tocara más. —Es todo para ti, Kook…
Jungkook me recompensó con una sonrisa radiante antes de verlo moverse hacia abajo por mi cuerpo y depositar un húmedo beso en mi abdomen antes de abrir más mis piernas con sus manos, y lo escuché gruñir por lo bajo cuando pudo ver lo mojada que estaba realmente.
—Que linda… —tarareó para sí mismo mientras deslizaba un dedo justo por la mitad de mi coño vestido; hundiendo la tela entre mis pliegues hinchados y arrancándome un jadeo desesperado.
Lo vi lamer ligeramente la piel de mi abdomen como si fuera un gatito al mismo tiempo que apartaba la tela húmeda de mis bragas hacia un lado para que sus dedos se deslizaran por completo entre mis pliegues resbaladizos; haciéndome gemir con fuerza y recogiendo la humedad cremosa de alrededor con sus largos dedos.
—Entonces supongo que no te importará si pruebo un poco… —Jungkook habló haciendo contacto visual conmigo, observándome expandirme en lujuria cuando colocó sus dedos dentro de su boca, chupándolos seductoramente y gruñendo por lo bajo ante mi sabor mientras me veía morderme el labio con total necesidad.
Y sacó sus dedos con un chasquido de saliva, estaba completamente segura que este hombre me iba a volver loca.
—Sabes tan delicioso… —ronroneó justo antes de hundir su rostro entre mis piernas, jadeé de sorpresa al sentir sus labios envolver mi entrepierna goteante y medio vestida antes de sentirlo cubrir rápidamente la zona con besos profundos con la boca abierta, la sensación era tan extraña y deliciosa que mis caderas empezaron a temblar por la intensidad, pero sus manos me sostenían por mis pantorrillas; obligándome a soportar el placer que me estaba dando hasta que el vacío en mi coño se volvió realmente insoportable.
—¡Ah! Dios, no puedo... yo... —gimoteé negando con mi cabeza sintiendo como Jungkook me daba las últimas lamidas a mis bragas empapadas justo antes de quitármelas por completo. —Mi falda, quítame la falda, quiero...
Jungkook se echó hacia atrás, inclinando la cabeza expectante al no entender lo que quería.— ¿Oh?
Sentí que mis mejillas comenzaban a calentarse una vez más, pero en este punto ya nada se interpondría en la realización de mi fantasía, no cuando ya estaba atada con las piernas abiertas y las tetas afuera.
—Quiero ver tus manos. Cuando tú... quiero verlas en mí…— Pedí en un tono necesitado sin dejar de mirarlo.
Por su semblante pude notar como si algo en su mente hubiera hecho clic y estuviera entendiendo todo; su vista se movió de sus manos a mi rostro sonrojado y de nuevo a sus manos, su sonrisita burlona se ensanchó aún más al darse cuenta de mi pequeño fetiche con sus manos y como si estuviera recordando el mensaje que llegó a su teléfono.
“Quiero ver como sus jodidas y sexys manos recorren todos los lugares de mi cuerpo caliente por él.”
—Ya veo… —resopló suavemente y luego sus palmas golpearon mis muslos haciéndome jadear y a él reír por lo bajo. —Cualquier cosa para ti, cariño.
Ni siquiera pude entender lo rápido que Jungkook me había quitado mi falda, porque de un momento a otro ya se encontraba amontonada alrededor de mis tobillos; dejándome completamente desnuda a él, su mirada oscura rápidamente regresó a mi coño reluciente y lo vi relamerse los labios ante la vista que tenía.
—Mira este hermoso coño, bebé… —Jungkook tarareó, pasando su pulgar sobre mis pliegues hinchados y resbaladizos, evitando cuidadosamente mi clítoris necesitado, juré que podía morir ahí mismo cuando deslizó su dedo índice dentro de mí, hasta el nudillo, el acero frío de su anillo hizo contacto con mi piel sensible y gemí con fuerza apretando su dedo en mi interior.
Había pasado tanto tiempo desde que algo que no eran mis propios dígitos inadecuados habían estado dentro de mí de esta manera. La sensación era tan diferente y tan deliciosa, y si lo combinaba con la vista erótica de su mano venosa y tatuada presionada lascivamente contra mi coño era como una inyección de puro deseo potenciado burbujeando en mi interior.
—Tu coño está tan apretado… —Jungkook siseó, moviendo lentamente su dedo dentro y fuera de mi antes de agregar un segundo dígito; haciéndome gemir ante el estiramiento. —¿Cómo tomarás mi polla si estás tan apretada, cariño? ¿Cómo lo harás si tu pequeño coño apenas puede manejar dos de mis dedos, eh?
Jungkook hablando de esa forma tan sucia me puso aún más caliente de lo que ya estaba y simplemente no podía apartar la mirada de entre mis piernas, la visión de sus dedos desapareciendo una y otra vez dentro de mí sólo para reaparecer cubiertos de mi humedad me hacía jadear, el sonido lascivo y húmedo alrededor de su mano con cada embestida que daba solo hacia que mi cuerpo se retorciera contra la silla, gimiendo erráticamente mientras la sensación de placer continuaba creciendo dentro de mí, me estaba acercando al borde y él lo sabía. Su mano libre me sujetó por el cuello con la cantidad perfecta de presión para mantener mi mirada enfocada en el lugar donde sus dedos me estaban follando.
—¿Quieres correrte en mis dedos, bebé? —Jungkook preguntó y soltó una risita oscura ante un gemido particularmente fuerte que me dejó cuando su pulgar comenzó a frotar mi sensible clítoris, y todo mi cuerpo se sacudió con fuerza.
—Sí, sí, por favor… —jadeé desesperada moviendo mis caderas lo más que podía hacia su mano; haciendo que sus dedos se hundieran más dentro de mí, sus labios se envolvieron una vez más en mi entrepierna comenzando a chupar mi clítoris al mismo tiempo que sus dedos encontraban ese punto dulce en mi interior, rozándolo suavemente.— ¡J-Jungkook!
Estaba llorando su nombre a este punto, siendo incapaz de poder escapar del abrumante placer que me inundaba, sentí a Jungkook succionar mi clítoris y golpear mi coño con sus dedos sin piedad hasta el momento en el que simplemente me rompí. Mi boca se abrió en un grito silencioso mientras ola tras ola de exquisito placer corría por mi cuerpo una y otra vez, Jungkook susurró sucios elogios contra mi coño tembloroso mientras lamía con hambre mi orgasmo como si se tratara de un néctar de la fuente más dulce.
Solté un sollozo de sensibilidad y Jungkook se apartó de mí, poniéndose de pie entre mis piernas temblorosas antes de tomarme por el cuello e inclinarse para besarme con dureza, sus labios se estrellaron con los míos de forma desenfrenada y yo gustosa lo acepté, estaba tan caliente, y sabía que necesitaba más de él, mucho más.
—Lo juro… —murmuró cuando nos separamos y yo no pude evitar hundir mi rostro en su cuello, comenzando a besar su mandíbula afilada. —Hubo días en que pensé que moriría si no podía tenerte.
—Tómame, entonces… —rogué por lo bajo, mordisqueando levemente su cuello y ganándome un suspiro tembloroso de Jungkook, como si quisiera controlarse un poco.
Casi chillé cuando se alejó de mí para mirarme desde arriba, sus ojos quemaban agujeros en mi cuerpo desnudo, caliente, cubierto de sudor y aún atado a la silla, lo vi relamerse sus bonitos labios y formar una sonrisa arrogante mientras tomaba mi cabello desordenado en su mano con dureza para guiarme hacia su pelvis; solté un gemido cuando movió mi cabeza de lado a lado y cuando mis labios chocaron con brusquedad contra la tela áspera de su pantalón, justo sobre su dura erección.
—Mira lo duro que puso verte así… —Jungkook farfulló con diversión cuando mi lengua salió para intentar lamerlo aunque fuera por encima de la tela y él solo soltó una risita oscura al verme así antes de alejarme jalando mi cabello hacia atrás con fuerza.— Otro día podré sentir tu boquita en mi polla, ahora necesito follarte.
Y tan pronto como dijo eso soltó mi cabello para alejarse de mí y caminar hacia un cajón de la cocina; sacando un condón de él y regresar junto a mi mientras se quitaba la camisa por su cabeza, y yo pude haber babeado ahí mismo sin darme cuenta, joder, este hombre lo era todo, tiré con fuerza de la cuerda en mis manos queriendo poder tocar sus marcados abdominales y eso fue suficiente para que Jungkook soltara el nudo rápidamente y me hiciera ponerme de pie antes de girarme y colocar mi cuerpo con brusquedad sobre la mesa, con mis senos presionados contra la fría superficie.
Sentía mis brazos débiles y adoloridos por tenerlos tanto tiempo atados que cuando escuché a Jungkook bajar la cremallera de sus pantalones con urgencia giré mi rostro hacia atrás queriendo poder verlo, pero ni siquiera pude hacerlo cuando con su pie separó mis piernas; abriéndome para él mientras deslizaba el condón por todo lo largo de su pene en un rápido movimiento.
No podía respirar bien, aún sentía irreal que estuviera aquí, lista para ser follada por Jungkook y sin poder verlo por completo, todos mis sentidos estaban a mil, quería verlo, tocarlo, darle una buena mamada, pero todo eso se esfumó cuando lo sentí frotar la punta de su pene contra mi entrada un par de veces, cubriéndola con mi humedad antes de alinearse correctamente y empujar su pelvis hacia adelante; colando varios centímetros de golpe dentro de mí.
—¡Ah! ¡Jungkook! —me quejé al sentir como si una especie de rampa me hubiera partido por la mitad, había subestimado su tamaño, Jungkook era tan jodidamente grande, y tenía cada centímetro de él en mi interior, tratando de ajustarme a su grosor y lo podía sentir a la perfección palpitando dentro de mí.
—¿Te gusta, bebé? —Jungkook preguntó con su voz ronca y profunda, su densa respiración chocó contra mi nuca enviándome escalofríos por todo mi cuerpo mientras me sujetaba por mis caderas para salir y volver a introducirse en una embestida dura y profunda.— ¿Te gusta mi polla?
—Sí… —sollocé cerrando los ojos mientras lo sentía comenzar a marcar un ritmo más fuerte y constante, sentía mi humedad deslizarse por el interior de mis muslos, cubriendo su polla y haciendo que sus penetraciones fueran más deliciosas tocando lo más profundo de mi.— Me encanta, Jungkook…
Y ante eso recibí un audible gruñido de su parte contra mi oído, su pelvis chocaba con fuerza contra mi trasero, hundiendo su gruesa polla una y otra vez en mi coño, su agarre en mis caderas mantenía mi cuerpo firme contra la mesa justo antes de que la palma de su mano se estrellara contra un lado de mi trasero con fuerza; haciéndome gemir su nombre mientras recibía un nuevo golpe en el mismo lugar, y luego otro, y otro, y cuando menos me di cuenta mis ojos se llenaron de lágrimas ante la dureza de sus azotes y penetraciones.
Sentía la piel mi trasero arder con cada choque de su pelvis cada que volvía a hundirse dentro de mí, podía sentir todo mi cuerpo húmedo de sudor y flujo, solté un gemido particularmente fuerte cuando el ritmo de sus penetraciones se volvió brutal, los jadeos goteaban de mis labios sin que siquiera los pudiera controlar y todos mis pensamientos racionales se esfumaron cuando un fuerte y posesivo jalón en mi cabello me hizo levantarme de la mesa; Jungkook tiró de mi cabeza hacia atrás hasta que mi espalda chocó contra su firme pecho.
—Tu coño se siente tan bien, bebé… —Jungkook jadeó en mi cuello, su respiración agitada y caliente me hizo cosquillas en la piel y gemí fuerte cuando su gran mano tatuada se envolvió alrededor de mi cintura, manteniéndome al ras de su pecho mientras que la otra se aferraba a uno de mis senos; apretándolo con fuerza y haciendo rodar sus dedos sobre mi pezón endurecido y sensible.
—Jungkook… —gimoteé, incapaz de procesar nada más allá de las deliciosas sensaciones de su polla enterrándose en mi coño con cada embestida dura y profunda, tanto que ya podía sentir el nudo formándose en mi vientre cuando comenzó a golpear repetidamente en mi zona de placer.
—¿A quién le pertenece este lindo coño? —Jungkook gruñó posesivamente al mismo tiempo que sus embestidas se volvían más desordenadas, follándome con una fuerza sorprendente mientras mi orgasmo me esperaba ansioso en algún rincón.
—A ti… a ti te pertenece… —jadeé con fuerza aferrándome a sus manos, sintiéndome tan colapsada con todas las sensaciones de él, en cómo su polla me llenaba tan bien, en cómo su aliento cálido me hacía sentir increíblemente más húmeda, estaba tan cerca del borde.
—Buena niña, ¿Vas a correrte de nuevo para mí, cariño? —Jungkook me alentó mientras sus labios se unían a mi cuello para chupar mi piel sensible con hambre, dejando varias marcas rojizas por toda la zona y haciéndome asentir débilmente antes de que mi cuerpo temblara cuando sus dedos se hundieron en mis pliegues resbaladizos, encontrando mi clítoris para frotarlo furiosamente mientras sus penetraciones perdían ritmo.— Córrete en mi polla bebé, vamos, quiero sentirlo.
Un placer abrasador me atravesó en respuesta a su orden, mis piernas temblaron cuando mi orgasmo golpeó mi cuerpo borrando mis pensamientos y haciéndome gemir su nombre una y otra vez mientras mi interior se apretaba alrededor de su dura longitud, Jungkook gruñó y me sujetó con fuerza mientras seguía empujándose dentro de mí antes de dejarse ir con dos estocadas más, la última hasta me dolió, pero era esa clase de dolor placentero por el que pasarías mil veces en la vida.
Estuvimos así por varios segundos o minutos apretados el uno con el otro, tratando de regular nuestras agitadas respiraciones, hasta que la voz de Jungkook rompió el denso silencio.
—Sabes lo que esto significa, ¿verdad, bebé? —musitó con calma pasando sus manos por mis caderas y cintura con calma.
—¿Qué significa? —pregunté girando levemente mi rostro hacia él y casi volví a gemir ante la erótica imagen de su frente cubierta de sudor y su cabello húmedo pegándose a los lados de su rostro mientras mordía su labio inferior con fuerza sin dejar de mirarme.
—Significa que es mejor que a partir de hoy todos esos mensajes sucios me lleguen directamente a mí. —aclaró formando una sensual sonrisa y yo no pude evitar sonreír también al escucharlo antes de volver a besarlo con pura necesidad.
Bueno, algunas cosas eran más importantes que nuestra dichosa investigación. 
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n/a: omg pupiss por fin estoy de regreso a mis andadas de escribir nsfw y eso me hace feli, gracias a todxs lxs que esperaron pacientemente mi regreso y que me siguieron hasta aquí, las amo demasiado ♡ para las personitas nuevas espero que les haya gustado esta historia, pronto seguiré publicando mas os que tengo por ahí guardados y que algunos de ellos ya conocen, gracias por todo y no duden en comentar lo que piensan ♡
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;; - Aquí encontraras todos mis escritos que te harán volar tu imaginación hacia lugares oscuros y placenteros.
Masterlist for BTS, escribo mas para Jungkook y Taehyung, pronto publicare historias con los demas integrantes, be patient ♡
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;; - El contenido de mis one-shots e historias es creado con el único fin de entretener, en ningún momento se busca ensuciar el nombre y/o imagen del o los idols, todo es ficción.
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JUNG HOSEOK
✦𓂃 en proceso
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PARK JIMIN
✦𓂃 en proceso
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KIM NAMJOON
✦𓂃 en proceso
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KIM TAEHYUNG
✦𓂃 en proceso
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JEON JUNGKOOK
❝Hands on❞ 7.2k (s.m) ... compañeros de clase
⤷ te has obsesionado (inconvenientemente) de las manos de tu compañero de proyecto, y en un esfuerzo por aliviar algo de estrés que eso te causa, comenzaste a enviarle mensajes de texto a tu mejor amiga, detallando, explícitamente, lo que quieres que esas manos te hagan, aunque debiste haber comprobado el número telefónico con más atención.
❝Material girl❞ 15.7k (s-m) ... dilf & sugar daddy
⤷ el señor Jeon Jungkook era todo lo habías soñado en tu corta vida, no te importaba que él estuviera casado o que fuera padre, sabías que él podía darte todo lo que deseabas, y a ti siempre te habían gustado las cosas bonitas y costosas, así que cuando te hizo la oferta que tanto querías escuchar sabías que serías una tonta si lo rechazabas, aún si eso significaba convertirte en su pequeña y dulce amante.
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