Hojas de vida
Archivo 2017 - 2020 del centro de Lima y Cusco en hojas de contacto hechas en el laboratorio fotográfico los fines de semana, cuando los químicos eran de una de las cosas que aspirabas en el silencio y sin chistar. Algunas hojas tienen el aspecto amarillento por la falta de tiempo sumergido en el baño de paro a causa de la premura de llevarme el resultado a casa envuelto en papel bond para su secado improvisado.
Descifrar los fragmentos de vida haciendo uso del zoom sobre las imágenes análogas hacen que aparezcan algunos recuerdos apenas recordables, a causa de la memoria que se va por momentos. Volver a mirar, entender la historia universal, un cuerpo que envejece como los claros que se tornan amarillos observando los ojos desconocidos de una multitud que mira con asombro al que sujeta la cámara, casi siempre desapercibido en este mundo aun apurado.
Casi nunca ir con una idea ha sido la mejor opción, de hecho la elaboración de una imagen es su contradicción porque el mejor resultado es el anti-plan, lo inesperado como providencia inexacta que vuelve las expectativas como nuevo credo visual ante los ojos.
Conglomerado de frames para mi primer fanzine. Año 2018
El loco sobre los columnas de Chabuca fue una especie de micro ritual que sustentó mi idea del trance.
Dos mil dieciocho como año revelador.
El sol nunca fue tan agradecido con mis ojos en esta porción elevada de tierra llamada Cusco.
Descalzo sobre Qenqo.
Unión civil al aire libre.
Apus llorando sobre el esfuerzo de recorrer su cuerpo oscuro.
Turista ebrio.
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Archivo visual de la aglomeración.
Cachorro marrón de ojos oscuros
mirando si hay futuro doblando la esquina
Pálidas viejas vociferando dramas
los chicos de la academia como batallón cruzan el semáforo
Noche y dia es la excusa perfecta
para salir y esperar no volver tan pronto
Mirar esta ola es como poseer algo finalmente
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Sueños de un héroe programado.
El día lunes se ha convertido en una especie de ritual semanal. He adoptado una postura digna del orden con el que mi padre organiza sus cosas, y es que no puedo huir de la heroica labor que tomo con ímpetu, ya que alguna vez soñé ser útil en un Apocalipsis; pero en mis sueños, lo que miraba, tenía dirección de arte en los fotogramas, estaban llenas de explosiones y los personajes llevaban trajes de revestimientos plateados. Mucha información y altas expectativas desde el mundo onírico.
Afuera, la velocidad se tiene que duplicar al momento de elegir la mejor carne fresca, tener verduras y frutas surtidas; algo nuevo para mí: llevar mucho orden para tanta energía poética acostumbrada, y es que si algo bueno sale de la coyuntura, es su forma de poner a prueba nuestro rendimiento en un escenario poco fortuito, el cual saca lo mejor o peor de nosotros mismos como huéspedes mas antiguos del mundo.
Las miradas entre nosotros los peatones al cruzar, la pista o veredas se convierten en una especie de identificación; ya no puedes ver la sonrisa o la mueca, o las barbas con los bigotes, o las dulces sonrisas de las chicas hablando rápido entre ellas. Ya todo ha cambiado y no creo que para mal, sólo hemos dejado de vernos de la misma forma, tal vez ahora valoremos más la mirada.
Alguien me grito “Imbécil” cuando disparaba en la cámara frente al grifo de la avenida, me parece justo su molestia ya que era evidente que el señor no quería ser parte del encuadre, pero no me importa y seguí caminando.
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Horizonte tardío.
El sol naranja y amarillo aparece rebosante un sábado al azar de la década pasada. Las madres de la cuadra buscan desesperadamente a sus hijos para instruirlos en hermetismo, pero estos hijos del diablo muy hábiles ellos burlan toda seguridad de la casa para ponerse en fila india en medio de una pista que da a un parque donde reina un avión gris viejo. A cinco metros cada chico de zapatillas de doble pasador y correa larga, andan cerca de la caja con filo de fierro como tiburones playeros de dientes filudos y profunda sonrisa efervescente.
Suena un reproductor emepetrés de quinientos doce gigas lleno de archivos hardcore punk.
M1ll3NcollIN 4 life % Tony Hawk pro Skater 3 en la pantalla LCD. (aprieta todo los botones mierda)
Somos switchs flotando con zurdas piernas de cobre miel
la noche es la vida temporal
sorbos de caño fuente de vida para seguir
hardflip no es lo mismo que un flip frontside
no trates de engañarme chiquillo palomo de mercado subnormal
eres chacal empedernido amanerado de cono subsahariano
traemos poco dinero para sobrevivir pero somos honestos.
(Las llantas de goma caen por mis bolsillos rotos)
La falda de un cerro es como un manantial de energia
hicimos una fiesta con luces psicodélicas
pinche el disco como si fuera mi desierto sinfónico
limbo de hermanos púrpuras en medio de la sala
tiempos aquellos donde pesábamos menos
ahora estamos llenos de soledad
abiertos a los cafes con hielo
ya no hay centros comerciales, ya no hay libertad
alguien empieza a recorrer nuestros pasos
madrecita pop volveré pronto a tu regazo eterno
cogeremos colchones de plumas para lanzarlos a la pista
dormiré mucho para soñar con algunos new characters.
Horizonte tardío verano eterno de sonrisas lampiñas
lacio destino de palmeras
llévame a la cruz de tu pecho pero hazme regresar
volver a nacer en alguien porque ya no me reconozco.
(Enter your bad word in calibri font)
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Cuerpo ultravioleta.
Inmigración sublunar magnetiza un cuerpo
dos cuerpos rojos colocados en el infinito: eclipse.
Me veo reflejado en ese salvavidas esperando una señal como obsesión membranosa del afecto.
Peces devueltos al mar llevados por el horizonte de la sobredosis: “Mamá, mira aquel paradero donde conocí el amor”, una danza latiendo sobre la arena despeja las nubes.
Brebaje limítrofe de supervivencia; tendido sobre una roca plateada brillando en la oscuridad, con gafas color tabaco presionando revelación en la oscuridad.
Apiña el hambre de saberse insufrible: amuleto para la tormenta es un poco de azafrán que sobró de la cocina de aquel viaje a un interminable norte.
Chubasco lagrimas de pasos contorneados sobre las chicas conocedoras de buenas películas y el té verde.
Superposición en miles de cuerpos ultravioleta que no entran en una brazada.
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El jardín de senderos que se bifurcan.
"El jardín de senderos que se bifurcan" es un proyecto fotográfico que muestra las distintas personalidades de una chica llamada Karen: de manera fragmentada por la misma hora, sus distintos alter ego encarnan a tres personajes, tales como una escritora, una cantante punk y una astronauta. Si ponemos a la obra sobre una línea podría ser representada por un garabato: altibajos personales, crisis de ideas y a un mutismo caníbal que forjaron a la tempestad de la creación a un nuevos rumbo. Lima como escenario principal, mis ojos siempre abiertos y un personaje talentoso para encarnar el papel, dejaron una honda huella en el proceso. En un punto dejamos todo a merced de la espontaneidad, jugando a los dados recorrimos distintas escenas donde fuimos, a pesar del razonamiento; carne de una obra real donde la ciudad habitada termina por convertirnos en seres de pobres corazones. Terminada en su totalidad con película de 35 milímetros para un presentación en tamaño fanzine: siempre fiel a sus limitaciones y costos, todavía no existe un tiraje ya que su publicación oficial se realizará en un par de meses. A continuación muestro el archivo de un proceso creativo de dos años. A veces siento que fueron más.
Muchas gracias a todas las personas que fueron parte de esta obra que hasta la fecha fue la más difícil de realizar. Un beso siempre para todos los que acompañan en cada lágrima derramada, a los que estuvieron del otro lado y sobretodo a los que ya no están aquí.
David
Fanzine.
Machote Nª 4.
Página cinco y seis.
Ceguera.
Bocetos sobre Moleskine.
Karen Koltrane.
Viñetas de la astronauta.
Retrato del 2019.
Eva tiene tres caras.
El paradero.
Bahía Violeta.
Antenas.
Retratos 2019.
Canción compuesta por Patti Smith para Janis Joplin. Del libro “Eramos unos niños”
Block amarillo.
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Terapia del dolor
De nuevo, me pongo a correr en medio de la pista, mi pulso acelera cuando veo el semáforo que esta por terminar su conteo en verde, es aquí cuando aparecen esos pasajes deteriorados por el olvido, de pronto suena Alphabet Town de Elliot Smith, una especie de abrigo oscuro que reconforta con la melodía, la harmónica es su mejor acompañante. Todo parece ser estático pero es una ilusión, todo está mas salvaje que nunca, como cuando el peligro acecha con su silencio oscuro, el alcohol dentro las venas mas jóvenes, tirados en la vereda, un futuro trasnochado. Pronto será de día y la luz bañará todo. Ilumina al vagabundo con sus ojos falsos. El que cruza la pista.
En mi bolsillo ahora tengo un nuevo acompañante, una cámara telemétrica que la vi en el vitrina del señor Solís, ese pasaje lleno de sorpresas análogas. De pronto supe que la Olympus XA, debía conocer mis deseos, estar en mis manos y aprender de mí tanto como yo estoy aprendiendo de ella.
Su tamaño y su luminosidad es lo que asombra, pero no resulta ser una cámara fácil, de hecho la intuición, como siempre es un requisito indispensable, así como estar atento a sus detalles externos. Tiene el click tan suave al momento de hacer el disparo que resulta ser placentero, una maravilla para la calle, que es para lo que esta hecha y tal vez alguien, en el pasado la haya disfrutado. Ahora me toca a mí probarla.
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Ventana
Estas fotografías representan al origen de mi forma de ver la realidad, a un espacio en el tiempo donde no pude respirar muy bien pero con una felicidad colmada en hormigueos en el cuerpo hace que hasta ahora lo haya hecho como una especie de monumento al comienzo. Fue en el invierno del 2004 de un viaje a la ciudad de Puno, a las islas del lago Titikaka, un destino que salió que decidimos hacer con Flor, en realidad, fue un impulso de improvisar un destino adicional al que originalmente fue la ciudad de Arequipa.
La isla de Amantaní fue un destino donde fuimos como una especie de hijos adoptivos de los pobladores de aquella isla, casi como amamantar entre las cobijas celestes de las casitas hechas de adobe cubiertas de techos de calamina. Fueron caminatas largas cuesta arriba como serpientes cobrizas en medio de un mar de estrellas que el cielo negro las hacía intermitentes, un agujero negro en su totalidad que nos absorbía de nuestra terca gravedad. Esa noche sucedió realmente algo.
La ausencia de colores podría ser una simple decisión resuelta en el lapso donde se discute en cómo queremos representar la realidad, y es que para mi, realmente fue la primera coherencia donde, ya de mas grande, y menos puro ( por así decirlo ) decidí usar película monocroma. Siempre creo que hay algo más de estas simples decisiones, cada uno está en su derecho de abrir un discurso en el universo.
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