Que lindo te ves así: despierto, astuto. Valiente y poderoso.
Qué lindo te ves así, como nunca antes te vi, pero si quienes fueron tras de mí.
Qué lindo, que bello, que maravilloso te ves con la voz hecha orquesta, con tu canto en boca de multitudes, con la empatía calzando tus pies.
Admiro tu coraje, y admiro las heridas que hoy ya no sangran; de hierro son las cicatrices que desfilas.
¡Cuán fuerte es tu legado! Ese que muchos desearon antes de decir adiós , ese que alguna vez todos esperaron.
Hoy yo lo puedo ver y en mi memoria siempre estará.
Habitará los más escondidos rincones de esta jungla de cemento, muros de concreto lo gritarán sin tener boca, y desde lo profundo de sus cimientos compartirán su victoria.
Las llamas esconden autores, cada piedra, cada trozo de descontento delante de un propietario.
Que lindo te ves con tu clamor al viento, ese que traspasa culturas, costumbres, cosmovisiones y realidades. El mismo que ha sido escuchado tras cordillera y bajo suelo.
Qué lindo te ves recuperando lo que fue robado jamás entregado.
Sin embargo que pena, que triste, que desoladora la pérdida que has sacrificado; almas vibrantes y sin miedo. Mentes que fueron y que ya no serán.
Corazones llenos de pasión, de amor, de profundo sentir son los que en nuestros pensamientos alojaremos y lamentaremos pero agradeceremos.
Qué pena, que triste, que desolador ver como la esencia se pierde mas no duele.
Qué pena, que triste, que desolador lamentar lo cotidiano, lo útil, lo tangible, mas no lo emocional, lo espiritual, lo sentimental.
Qué pena, pero que lindo.
Lágrimas entre risas, llantos llenos de alegría.
Una alegría dolorosa que clava, que pincha como puñal por la espalda.
Qué lindo te ves así: despierto, astuto. Valiente y poderoso.
Qué lindo te ves así, Chile.
Ese Chile que pudiendo llorar, ríe.
Qué pudiendo estar quieto, se mueve. Que pudiendo callar, grita.
Qué lindo es este Chile, que aún queriendo parar, no se deja derrumbar.
Qué lindo eres, Chile.
Bien lindo y bien fuerte; así es como quiero contarte, recordarte, vivenciarte.
Así es como te conocerán quienes aún no piensan esta tierra pisar.
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Si usted acude a las convocatorias de hoy recuerde que la yuta es bastarda y no se puede esperar nada de ellos. Por lo que intente llevar antiparras, capucha y agua con bicarbonato. Si es de los que se mete en los puntos de conflicto con los bastardos, agregue casco, guantes y ropa que tape sus tatuajes. Se aceptan todas las formas de protesta, porque ojo, es protesta, no carrete. Las chelas dejelas pa la casa o donde no haya webeo.
Cuidense y cuiden al de al lado.
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