Tumgik
#hermana hazme llorar
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Hola Rosi, soy Estrella. :)
Bueno, te comento, tengo novio, sí a pesar de lo que estoy pasando, me di la oportunidad de tener novio, salgo con él, llevamos 2 meses, nos conocemos hace 3 años, mi mami me deja salir con él, él pasaba por mí a la escuela los sábados porque salía en la tardecita, me dejaba hasta mi casa, vive a 1 hr y media de mí, me invita a salir, me lleva a comer o luego se queda conmigo en mi casita y convivimos con toda mi familia, compramos cosas para comer, o sea, me la paso bien, me presento a su familia menos a su mamá porque no vive con ellos, cuando paso esto de que mi papá no podía pasar por mí, mi novio se ofreció a pasar por mí, ya hablamos de seguir juntos mucho tiempo, casarnos, vivir juntos, tener hijos sí pero todavía estamos muy jóvenes, los carros que quisiéramos tener, mi mamá un día le hizo su comida favorita a él, mi familia lo quiere mucho y agradecen de que se cruzara en nuestro camino por algo con él me quedé y paso el ultra mega problema porque tenía chicos que querían conmigo, me venían a ver y todo pero no los quería como novio y llegaron preguntarme sí quería formalizar con ellos pero no quería y con él que menos quería me quede con él, digo que no me quería quedar con él por una razón que te comentaré después fue de curiosidad. Bueno, parece que todo iba bien pero paso algo, me invito a desayunar a su casa y entramos a su cuarto y madres que pasa que veo algo que le regalaron que era un six de cervezas y decía "razones por las que te quiero" pero así enfrente de nosotros estaba, entonces me di cuenta y quería llorar pero me contuve, entonces él se dio cuenta y entonces como que me hizo platica y agarro una caja que tenía y oculto eso y pues obvia razón me enoje, entonces íbamos por el desayuno y me preguntó que tenía y yo le decía que nada, yo estaba de "ahorita en el camino te diré", entonces él se paró en una calle y me dijo que si él estaba haciendo bien las cosas, que si le gustaba como era él conmigo, cosas así, entonces le dije que todo bien pero no me aguanté y le dije lo de las botellas y me dijo que sabia que ya sabía, entonces fue de “wey si vez que esto me molesto porque no me explicas las cosas, tenia que decir yo como me sentía de algo que ya sabias?”, paso y me dijo que esas cervezas ya las tenía que se las iba a tomar con su hermana y que tenían años y ya las iba a tirar, entonces le dije que como iba a esperar mucho tiempo para tomarse unas cervezas y justo ahora que estoy con él, ya se las iba a tomar, ya le dije que mejor ahí la dejáramos porque él sabía la situación que estaba pasando con mis papás y él haciendo estas cosas, no se valía y que yo no iba aguantar la más mínima cosa que me duela y que termináramos, que igual desde que nos conocimos el tenía instalado Tinder, ¿Cómo por?, si ya estábamos para algo él y yo, entonces me dijo que solo lo tenía instalado pero ni lo usaba, hazme el favor!, paso que me dijo que no tenía alguien más, que él lo juraba, que eso fue un error de él de no tomarse las cervezas o tirarlas, que le diera una oportunidad para arreglar esto y la confianza la íbamos a trabajar más y fie de bueno, okey. Paso que estuvimos en su casa, teníamos el cuarto solos no hicimos el ya sabes qué porque no, pero si hubo una que otra cosa que después me arrepentí y fue de madres, ¿Por qué como si nada solo porque me sentía en cierto punto caliente?, entonces esos días se portó super romántico menos un viernes porque el sábado vino a mi casa, ni me mando buenos días, nada, entonces me enoje porque fue de wey, todavía de que la cagas te portas así, entonces me porte pues indiferente con él y ya se iba a ir y le dije que estaba bien, paso que estuvimos discutiendo de eso y le dije que desde que lo que paso yo no le puedo tener esa confianza que él siento que todavía me miente y él me dijo que no, que lo juraba y bueno paso, no terminamos, le había dicho que yo iba a tener la confianza en él pero no íbamos hablar más sobre el tema.
Entonces aquí lo mío, no sé, con esto siento que me sigue engañando, no sé si es por la situación que pasaron mis papás y lo vi, en verdad tengo esa inseguridad, algo que no quiero porque su fidelidad conmigo no significa que es lo que yo valgo, no lo quiero terminar porque por algo le di la oportunidad pero que hago para no volver pensar en eso y mucho menos de que me es infiel.
Otra cosa, he visto que en mis relaciones si no peleo y me reconcilio no estoy bien, ¿sabes?, como que necesito eso en mi vida porque estar sin pelear no me siento bien o si no me hago la indiferente y no me ruegan por así decirlo no me siento bien y es de nomas, mi papá hacia eso, tengo miedo de tener ese patrón. Yo no quiero eso, quiero estar bien en una relación, tener esa responsabilidad afectiva, no quiero ser así...a veces me da miedo que sí me sea infiel él o me deje por otra persona, algo que ni en mi vida tenía, era de “ps lo que tenga que durar y ni modos”, otra cosa, con lo sucedido con lo de mi abuso, últimamente me ha llamado lo sexu4l pero me da miedo tener relaciones porque mi novio y yo hemos tenido ps solo roces y él me dice que el día que salgamos tengamos un ratito para nosotros solos pero me da miedo y no sé cómo decirle que no estoy preparada mentalmente para eso o el hecho de que me lleguen a tocar en la intimidad me da pena, me siento culpable y por lo que pase no quiero contarle, me da mucha pena, al igual que vergüenza porque ya tengo 24 años y no he tenido relaciones… no sé qué hacer, necesito un consejo, no quiero repetir los patrones de mis padres, quiero ser feliz en una relación.
Disculapa en verdad tanto texto pero no tengo con quien platicarlo y contigo me siento segura al decirlo.
Ten bonito día.
A ver ... las pequeñas discusiones que habéis tenido no llegan a ser si quiera importantes, entiendo que debido a todo lo que te ha ocurrido, inconscientemente busques un doble sentido o un trasfondo a las cosas, pero recuerda que no todos los hombres son igual.
Si quieres tener una relación sana, debes intentar no buscar la bronca diaria, no le estés buscando constantemente los 3 pies al gato y si sucede un enojo, por supuesto que hay que solucionarlo antes de despedirse y de marchar cada cual a su casa.
Cariño, todos hemos tenido un pasado y si lo aceptas en tu vida estás aceptando su pasado y no por ello has de estar castigándole continuamente ... sería muy conveniente que le contaras lo ocurrido, no por pena, solo para que te conozca mejor y pueda comprender cuando le digas que aún no estás preparada para ir mas allá en lo sexual, esto es signo de confianza y os unirá mucho más, además te aseguro que te sentirás aliviada.
No parece un mal chico y está bien que te dejes llevar por tus sentimientos y emociones hasta donde veas que te sientes cómoda.
También te recuerdo que a penas lleváis 2 meses y esto es muy poco para ya pensar en un futuro a largo plazo, es bonito soñar e ilusionarse, pero aún estáis en etapa de conoceros y solo habéis rascado una pequeña superficie de cada uno, os queda mucho por saber el uno del otro.
Me alegra que haya algo que te haga feliz y cuando creas que repites PATRÓN, acuérdate de tu padre y pon el freno.
Habla con él de lo ocurrido, es lo que necesitas, no es un secreto que deba guardarse porque tu no hiciste nada, fuiste la víctima y estás luchando por tener una mejor vida.
Un fuerte beso amiga 💋✨
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alfabetas · 7 years
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"Yo no sé ni por qué quiero llorar: será tal vez por el pesar que escondo tal vez por mi infinita sed de amar" 
―Ramón López Velarde
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olenkhacruz · 4 years
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Alexandra y yo
Alexandra está sentada escuchando la homilía del padre Medina en la Iglesia Guadalupe. El sacerdote habla de lo importante que es despegarnos de las cosas vanas y materiales, que solo así podremos entrar al Reino de los Cielos. Hoy es el aniversario de la muerte de su abuelo, de su papacalo. Ocho años han transcurrido desde su deceso. Ella empieza a escuchar el mensaje, pero no puede evitar distraerse con sus recuerdos.
***
Alexandra tiene seis años. Sus papás tienen problemas, discuten muy feo y deciden separarse. Ale no entiende nada y solo ve a su madre sollozando, mientras su papá sale furioso a la calle.
- ¿Qué te pasa, mamita? ¿Por qué lloras? - pregunta desconcertada.
- Nada hijita. Coge algo de ropa que nos vamos a la casa de papacalo por un tiempo. -le dice su mamá con lágrimas en los ojos.
-Pero ¿por qué? ¿por cuánto tiempo? Había quedado en ver una película con Angie y con Nico hoy en la noche. - dice Alexandra decepcionada.
- ¡Hazme caso Alexandra! – se exaspera su madre.
La pequeña Ale va a su cuarto y pone su ropita en una bolsa. Su mamá llega al cuarto y le ordena que ponga más ropa y que la ponga en una mochila. También que no se olvide de sus cuadernos del colegio y los útiles de aseo. Pronto estaban dejando la casa y se disponían a caminar hasta la casa de papacalo. A los diez minutos llegaron y tocaron la puerta. Abre, como siempre, mamachita. Primero le saluda a la nieta muy cariñosa y le dice que vaya a la cocina para que coma gelatina cuajada que tenía ya preparada. Alexandra deja tiradas sus cosas en la sala y va corriendo hacia la cocina. Por fin madre e hija pueden hablar del asunto. Papacalo sale de su habitación y también se une a la conversación. Le reprocha a su hija, pero finalmente le deja quedarse en su casa.
Pasa un par de años. Ale tiene ahora ocho años. La movilidad la deja en la puerta de la casa de papacalo. Siempre las puertas estaban de par en par, la tele encendida y papacalo durmiendo en la sala mientras mamachita cocinaba su típico plato: caldillo de huevo con arroz y encebollado de pollo.
***
Cuando Ale era pequeña (tendría cuatro añitos) era papacalo quien le daba de comer y, con intención o no, le enseñó su forma particular de hacerlo, y no era precisamente la manera más educada. El ritual consistía en: primero, echar el arroz en el caldo para remojarlo bien; segundo, le daba solo el caldito, soplaba para que no se quemara la lengua y dejaba el arroz mezclado con los fideos para el final. No tenía mucha lógica eso. Pero así es como Ale lo hace hasta ahora cuando está sola en casa y no hay visitas. Ella siente que es una manera más de recordar a su abuelito.
***
Es su promoción de primaria. Ella estudiaba de turno tarde y por las mañanas atendía a su papacalo. Cuando su abuelita terminaba de cocinar, ella lo enfriaba un poco para posteriormente licuarlo y luego darle de comer a su abuelito. Él sentía que su nieta menor le tenía más paciencia que todas sus hijas juntas, incluyendo a su esposa. Una vez que el abuelo se terminaba toda la comida, satisfecha, se iba a su colegio a hacer sus deberes, a vivir como niña y a olvidarse de la situación en casa.
Una mañana él se puso sumamente delicado. Se lo llevaron a urgencias del Hospital Regional Cayetano Heredia en un taxi. Esas imágenes jamás se le borrarán de su mente porque fue la última vez que Alexandra vio a su abuelito con vida. Demacrado, inconsciente, pálido y marchito. Ella esperó paciente su regreso, pues no le era permitido entrar al cuarto donde estaba su abuelo. Sin embargo, a la semana siguiente recibió la trágica noticia. Rossana, la madre de Alexandra, llamó a su hermana melliza y esta rompió en llanto y gritaba que no era posible, que su papá no podía haber fallecido tan pronto. Mamachita también empezó a llorar y a lamentarse, mientras Ale aún en shock solo atinó a ir a ese cuarto donde tantas veces su papacalo le contaba muchas historias en esa silla blanca. Donde le había hecho la promesa de un largo viaje hasta Japón, aprovechándose un poco de la inocencia de una niña. Donde tantas veces abuelo y nieta se ponían a lustrar todos sus zapatos mientras él criticaba a los gobiernos corruptos.
Alexandra, se pregunta por qué, por qué no pudo despedirse bien de su abuelo de pelos plateados, se sienta en esa misma silla blanca y empieza a llorar sin consuelo alguno.
***
A los diecinueve años ella aún tiene a sus otros tres abuelos. Mamachita está a su costado, en su silla de ruedas escuchando atentamente al sacerdote, que ahora ya está consagrando la Eucaristía. A su otro costado está Rossana con su esposo a su costado. Atrás está la hermana melliza, Pilar, y la hermana mayor, Milagros, con su hija de ya veintisiete años, Karlita.
Cuando el sacerdote se dispone a entregar el cuerpo de Dios, mamachita le dice a su nieta:
-Ale, llévame para comulgar. –
- Ya abuelita. – Le responde ella parándose para conducirla hasta el ministro más cercano.
***
Ya es otro lunes más y tiene clases a las 9 a.m. y si ella quiere llegar puntual sabe que tiene que estar en pie a las 7 de la mañana o máximo 7:15 a.m. Pone todas las noches su alarma y se acuesta a dormir, no sin antes agradecerle a Diosito y pedirle que por favor a la mañana siguiente escuche la alarma y no se quede dormida.
Ni bien se levanta tiende su cama bien, no tiene que dejar ni una arruga, cuando por fin lo logra se va a juntar agua para bañarse, pone a hervir agua, se lava los dientes y la cara, mientras tanto, y luego avanza haciendo el desayuno para dejarlo enfriando. Cuando ya termina de juntarse el agua coge rápido las cosas del baño, elige qué ponerse (aunque esta tarea es fácil para ella pues ya tiene vestuarios armados), y por fin se mete al baño a ducharse con agua calientita. Sale de la ducha, se viste, se escarmena el cabello, se riza las pestañas, desayuna, coge la mochila y sale a coger la Super Star.
Cuando llega al salón hay cinco o seis alumnos, todavía no llega el profesor y ella aprovecha para ver las redes sociales. No sin antes guardar asiento a sus amigos. Saca todo: cuadernos, cartuchera, chompa y folder para este propósito. Luego de marcar territorio se sienta a esperar hasta que uno a uno van llegando y empieza una charla amena, hasta que llega el profesor. Ahí se acaban las redes sociales (hasta el descanso), el parloteo y la risotada. Desde que saludan al profesor se muestran serios y con capacidad de atender a las clases.
Cuando por fin termina la jornada, a las 8:50 p.m. (todos los días) ella se regresa al paradero de la Super Star y espera paciente cerca de cuarenta minutos hasta su casa. Llega con un hambre voraz, provocado por una vieja ansiedad que nunca se terminó de tratar. Se calienta su cena y la come mientras ve algo entretenido por internet. Cuando termina va y lava su plato. Se lava la cara y se dispone a avanzar con sus trabajos o a leer sus separatas por intervalos de 40 minutos y un descanso de 10 en los que aprovecha para revisar nuevamente redes sociales, hacerse mascarillas en la cara o en el cabello, o avanzar un poco de su serie favorita. Una serie española que la tiene pegada desde hace ya un par de meses. Finalmente es vencida por el cansancio. Pone la alarma en su celular, luego lo pone a cargar y finalmente se acuesta. Rendida.
En un día caótico, donde siente que todo le ha ido mal. No llega y de frente cena. Se tira a la cama y pone música relajante en su celular. Se pone sus audífonos y se pierde en esas melodías que, más adelante, terminan por calmarla y proseguir con su rutina diaria.
***
Llegó el fin de semana y es el día familiar, domingo. Mamá y Ale se ponen a cocinar un rico cabrito a la norteña con menestra de vallo y arroz. Los comensales son: Carlos, el papá de Alexandra, quien no deja de preguntar si ya está la comida a cada rato. Desesperante. También están las hermanas de Rossana y por supuesto, mamachita. Llegó la hora de servir y ahí sí Alexandra se escapa. Puede que le guste cocinar, pero cuando se trata de servir… Se va a sentar con su papá y se ponen a conversar sobre cualquier tema mientras esperan el almuerzo. Las tías de Alexandra, por mientras, se encargan de la mesa. La dejan lista y por fin mamá aparece con los platos bien servidos y con su toque particular de decoración.
Nos sentamos en la mesa. Como todos los domingos siempre en el mismo sitio. Mamachita en la cabecera y al costado derecho su hija mayor (a veces está Karla, otras veces no), al lado izquierdo está la melliza (soltera hasta el día de hoy), al costado de la melliza se sienta Rossana y a su costado su hija, y finalmente, al costado de Alexandra su papá.
Una vez todos sentados empezamos a comer, luego de una pequeña oración. Pronto la comida se ve acompañada de viejos anécdotas. De un tema pasan a otro tema y sin saber cómo, empiezan a hablar de cómo fueron los embarazos y nacimientos de Karla y de Alexandra.
Alexandra nació un 16 de agosto; sin embargo, su madre tuvo dolores desde una semana antes, pero en el hospital siempre le decían que eran falsas alarmas y la regresaban a su casa. Fue una semana de noches a medio dormir, con dolores casi insoportables. Hasta que llegó el día, se le rompió la fuente un 15 de agosto en la noche y la llevaron de emergencia al Regional. La internaron, pero Rossana no dilataba, aunque tenía fuertes dolores. Su esposo, por recomendación del doctor, tuvo que salir a comprar un fármaco para ayudarla en el proceso.
Fue un parto largo. Rossana no tenía muchas fuerzas, pues había pasado una semana trasnochada. El doctor tuvo que subirse encima de su vientre y hacer presión para que la bebé salga. Hasta que al fin. Resulta que esa traviesa niña, desde el nacimiento, venía con la manito en la cabecita, por lo cual más adelante los médicos y las enfermeras le llamaban la bebe militar, aunque ahora que lo piensa Alexandra, de eso nada, pues mide con las justas metro y medio.
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ailincitha · 2 years
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No me digas que soy bonita. No me interesa que te guste mi apariencia. Soy más que mi apariencia. Lo que vale de mí está adentro. Es complejo, rebuscado, confuso y en muchas ocasiones contradictorio. La llama que enciende mis pasiones tiene sed. Sed de conversaciones intensas, pláticas interesantes, discusiones calurosas y cuestionamientos que me hagan pensar, ahondar más en los misterios de este mundo tan absurdo y esta vida tan valiosa y a la vez tan efímera. No me invites una copa. Invítame a conocer mundos nuevos, a explorar nuevos horizontes. Invítame a descubrir de lo que somos capaces. Invítame a soñar. No me agarres la cintura. Toma mi mano apriétala, hazme sentir viva. Recuérdame que las manos de los seres humanos son como piezas de un rompecabezas, que embonan, que están hechas para sostenerse unidas. No me beses con lujuria. Bésame con pasión, con respeto, con entrega. No olvides el sabor de mi boca, recuerda que con esa lengua pronuncio las palabras para expresar lo que pienso y lo que siento. Que con esa boca defiendo al desvalido y grito a todo pulmón, para que el mundo escuche mi voz, junto con las voces de mis hermanos y mis hermanas, y sepa que queremos un mundo justo, un mundo compasivo, un mundo unido. No tomes mi corazón como tu posesión. No es tuyo. Nunca lo será, siéntete afortunado de que lo comparta contigo. Mi posesión más valiosa, mi vitalidad, está en tus manos. Cuídala, porque no te pertenece. No intentes conquistarme. Jamás seré propiedad tuya, ni de nadie más. Han habido muchos antes de ti y todos han intentado colonizarme. Déjame ser libre, mía, pero compartida. Cuando llore, no me tengas lástima, no seas condescendiente. No me digas qué hacer, ni que todo estará mejor. Ya sé que todo pasa. No quieras pensar por mí, ni sentir por mí. Cuando llore, abrázame. Acaríciame, recuérdame que no estoy sola. Que tú también lloras y que está bien llorar. Cuando me equivoque, no me humilles. Recuérdame que soy más que mis errores. Que no soy blanco o negro, que tengo en mí cientos de matices al igual que tú. No me digas que soy perfecta. No me subas a un pedestal porque me voy a caer. Noches🌚 https://www.instagram.com/p/CZQt226AmhlTIbWXRwkRoZRqLbJ7JcKoQsAp580/?utm_medium=tumblr
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beatriz-garrido · 3 years
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Cuando la cierva clama por las aguas
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Cuando la cierva clama por las aguas
“Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios? Fueron mis lágrimas mi pan de día y de noche, Mientras me dicen todos los días: ¿Dónde está tu Dios? Me acuerdo de estas cosas, y derramo mi alma dentro de mí; De cómo yo fui con la multitud, y la conduje hasta la casa de Dios, Entre voces de alegría y de alabanza del pueblo en fiesta. ¿Por qué te abates, oh alma mía, Y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún he de alabarle, Salvación mía y Dios mío……...”
Salmo 42.
Cuando en la noche, una querida hermana joven de Colombia que pasó algunos en nuestra iglesia, compartió en el grupo de mujeres su parte... Siempre es en la noche a causa del horario, su devocional de modo musical, pasó una preciosa canción que escuche más de dos veces en mi noche callada y silenciosa. Realmente me encantó y por alguna razón tocó las fibras más profundas de mi corazón y derramé lágrimas delante de mi Señor.
Aquella canción y sus palabras estaban referidas a este precioso salmo 42, del que os he dejado unos textos.
Sabemos que en original, no habla del ciervo; sino de la cierva, literalmente dice que jadea buscando con desesperación las aguas, de modo especial cuando va a parir.
Siempre me encantó esta verdad y este pensamiento precioso.
Alguien me había preguntado en la mañana cómo era de fuerte mi intensidad en la relación con mi Señor, contesté que muy intensa, ¡muy intensa!, simplemente soy así, en toda mi personalidad y mis relaciones, mis afectos, el más grande el Dios de mi vida. En la noche, cuando escuchaba esta canción y dejaba correr lágrimas por mis mejillas, pensaba algo que también sé, soy muy sensible….. eso en ocasiones nos trae malas jugadas, nos hace sufrir; pero también nos hace sentir al Señor cerca y llorar con los que lloran o ante la belleza del mar o de una flor… o de una canción especial.
Pensando en todo esto, me pregunté cuantas son las veces que bramamos, anhelamos, realmente jadeamos y clamamos por las benditas aguas de Dios. La cierva, cuando va a parir… ¿clamamos con intensidad por sus aguas cuando trabajamos para él y vamos a “parir” fruto?
Podemos correr de aquí para allá, podemos hacer miles de cosas absolutamente vacías…. Pero si nuestro corazón no está totalmente sumergido en sus benditas aguas, no servirá realmente de nada…. ¡no llevará el más mínimo poder!
Señor de mi vida…
Sumérgeme en tus aguas y lléname de ellas hasta rebosar, hazme sacar cada día y cada noche de mi vida; aunque sea en sueños, tiempo para estar contigo; sólo así sabré que serás tú y no yo. Permíteme seguir siendo intensa y a la vez sensible…
¡Haz de mi una bendición que pueda bendecir a otros, te amo mi Señor!
Siempre en Cristo,
Beatriz Garrido
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lecturasdiarias · 3 years
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Lecturas de Nuestra Señora de los Dolores
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Lecturas del día Miércoles 15 de Septiembre de 2021
Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a Timoteo 3, 14-16
Querido hermano: Te escribo estas cosas con la esperanza de ir a verte pronto. Pero si tardo en llegar, quiero que sepas desde ahora cómo debes de actuar en la casa del Dios vivo, que es la Iglesia, columna y fundamento de la verdad.
Realmente es grande el misterio del amor de Dios, que se nos ha manifestado en Cristo, hecho hombre, santificado por el Espíritu, contemplado por los ángeles, anunciado a todas las naciones, aceptado en el mundo mediante la fe y elevado a la gloria.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 110, 1-2. 3-4. 5-6
R./ Alabemos a Dios de todo corazón.
Quiero alabar a Dios, de corazón, en las reuniones de los justos. Grandiosas son las obras del Señor y para todo fiel, dignas de estudio. R./ Alabemos a Dios de todo corazón.
De majestad y gloria hablan sus obras y su justicia dura para siempre. Ha hecho inolvidables sus prodigios. El Señor es piadoso y es clemente. R./ Alabemos a Dios de todo corazón.
Acordándose siempre de su alianza, él le da de comer al que lo teme. Al darle por herencia a las naciones, hizo ver a su pueblo sus poderes. R./ Alabemos a Dios de todo corazón.
Sequencia
La Madre piadosa estaba junto a la cruz, y lloraba mientras el Hijo pendía; cuya alma triste y llorosa, traspasada y dolorosa, fiero cuchillo tenía.
¡Oh cuán triste y afligida estaba la Madre herida, de tantos tormentos llena, cuando triste contemplaba y dolorosa miraba del Hijo amado la pena!
¿Y cuál hombre no llorara si a la Madre contemplara de Cristo en tanto dolor? ¿Y quién no se entristeciera, Madre piadosa, si os viera sujeta a tanto rigor?
Por los pecados del mundo, vio a Jesús en tan profundo tormento la dulce Madre. Vio morir al Hijo amado que rindió desamparado el espíritu a su Padre.
¡Oh dulce fuente de amor!, hazme sentir tu dolor para que llore contigo. Y que, por mi Cristo amado, mi corazón abrasado más viva en él que conmigo.
Y, porque a amarlo me anime, en mi corazón imprime las llagas que tuvo en sí. Y de tu Hijo, Señora, divide conmigo ahora las que padeció por mí.
Hazme contigo llorar y de veras lastimar de sus penas mientras vivo; porque acompañar deseo en la cruz, donde lo veo, tu corazón compasivo.
¡Virgen de vírgenes santas!, llore ya con ansias tantas que el llanto dulce me sea; porque su pasión y muerte tenga en mi alma de suerte que siempre sus penas vea.
Haz que su cruz me enamore y que en ella viva y more de mi fe y amor indicio; porque me inflame y encienda y contigo me defienda en el día del juicio.
Haz que me ampare la muerte de Cristo, cuando en tan fuerte trance vida y alma estén; porque, cuando quede en calma el cuerpo, vaya mi alma a su eterna gloria. Amén.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Juan 19,25-27
En aquel tiempo, junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María la de Cleofás, y María Magdalena.
Al ver a su madre y junto a ella al discípulo que tanto quería, Jesús dijo a su madre: “Mujer, ahí está tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí está tu madre”. Y desde entonces el discípulo se la llevó a vivir con él.
Palabra del Señor
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sofiaberenguervarin · 3 years
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El delito de la mente.
Verano del 2002.
—Esta es la última vez que quiero verte así —la voz de Martina llenó el interior del vehículo. Su hija permanecía encolerizada, pero en silencio. La mujer prosiguió—. ¿Me escuchaste? La última. Matías, que ahora se encontraba aguantando el sueño en el asiento trasero, guardaba también silencio. Sin duda, en sus diecisiete años de vida, la muchacha nunca había presenciado tal nivel de cólera en el semblante de su madre. Ni siquiera esa vez que, en medio de las risas y las bromas, rompió el jarrón griego que algún ex colega había enviado de regalo cuando ella tenía doce o trece años. Ni siquiera en ese momento. Esta reacción, sin embargo, era comprensible. La terquedad de la adolescencia, sin embargo, no dejaba entender realmente a Sofía el peso de sus acciones. —Qué exagerada —dijo entre dientes, arreglándose el cinturón. La madrugada estaba tan oscura que, de apagarse alguno de los focos del auto, no podrían ver nada. La carretera estaba desierta, no obstante. A pesar de ser el fin de semana anterior al fin del verano, cuando todo el que está fuera de la ciudad debe volver a su casa, estaba vacía. Eran las seis y veinte, llevaban un rato viajando; si bien recogieron a Sofía a eso de las cinco con cincuenta, era recién en dicho momento que su madre había reunido el coraje de hablar. — ¿Exagerada? —se volteó a ver a su hija, con el ceño fruncido y las mejillas encendidas—. Me daría vergüenza siquiera hablar si fuera tú. Entornó los ojos. —Exagerada po', tremendo color que le pones porque fui al cumpleaños de la Paz. — ¿Te das cuenta de lo insufriblemente malcriada que estás, Sofía? Espera a que lleguemos a la casa. La chiquilla bufó con sorna y se cruzó de brazos, echando la espalda hacia atrás. Como pudo apoyó los pies en la guantera. Matías se había dormido al fin. Su madre lo había sacado de la cama para que la acompañase, pues su padre no estaba en casa. —Ya, córtala —replicó, finalmente—. Pareces loca de tanto que te sulfuras. ¡Es la primera vez que lo hago! Pero como a ti te encanta exagerar y hacer todo a tu pinta, ¡qué Dios me perdone por querer disfrutar mis vacaciones! Martina Varín era una mujer de ideas fijas, con un temperamento fuerte. Si bien quería en demasía a sus hijos—y bien podría dar su vida por ellos—, en muchas ocasiones rozaba el egocentrismo y la aprensividad. Muy sabido era ya, en ambos círculos familiares, que la mujer odiaba que su hija tuviese ideas propias. Quizá no tanto, pero sí que tuviese una personalidad muy parecida a la suya en ciertos aspectos. Ambas tenían la característica de ser “llevadas a su idea��, como decía Gustavo Varín, padre de Martina y abuelo de Sofía. Se querían, como cualquier madre e hija, pero chocaban más de lo que se expresaban cariño. —Vuelve a faltarme el respeto y te juro —despegó la vista del camino por un segundo, pero al escuchar una bocina tuvo que volver a mirar—, cresta. — ¿Qué? —respondió, terca, la pelirroja—. ¿Me vas a pegar? En tu vida me has pegado, dudo mucho que lo llegues a hacer ahora. Martina parecía estar a punto de soltar una lágrima. — ¿Qué mierda hice mal para que seas así de inconsciente? —Weón —vociferó, intentando no soltar una risa exhausta—. ¿Te das cuenta de lo egocéntrica que eres? "Qué hice mal". ¡Todo se tiene que tratar de ti! Te pasas. Una se estaba echando a llorar, la otra miraba por la ventana aguantándose las ganas de soltar un grito. Parecían haberse olvidado de la presencia del tercer pasajero, quien se había despertado un par de minutos atrás y permanecía, ante todo, bien atento y en silencio a la discusión entre su hermana y su madre. —Siempre todo tiene que dar vueltas alrededor tuyo, siempre —continuó, enderezando la espalda en el asiento y mirando al frente—. ¿Me saco una mala nota? Martina Varín nunca tuvo malas notas. ¿Me hago un tatuaje semipermanente? Qué Dios me perdone por no ser como la perfecta Martina Varín y su piel sin tatuajes. ¡Es enfermante, me ahogai'! — ¿Eso es lo que piensas de mí? —respondió la mujer, recibiendo un asentimiento de parte de su hija. Al final, añadió—. Perfecto.
Entonces haz las weás que quieras, después no quiero que te andes quejando. Sofía soltó un grito, cubriéndose la cara con ambas manos. Su madre se aguantaba las ganas de llorar. — ¿Por qué siempre se la pasan peleando? —dijo, finalmente, la tercera voz. —No pasa nada, Mati —respondió la joven, volteándose apenas y con una sonrisa sutil—. Sigue durmiendo. La castaña esta vez se había echado a llorar en serio. Su hija, quien era la culpable de la odisea por la cual estaban pasando, pensó en disculparse, pero terminó por desechar la idea no bien llegó a su cabeza. El más pequeño de los tres, quien permanecía en el asiento de atrás, se quitó el cinturón para ver de cerca a su madre. — ¿Mamá? —la voz adormilada y medio frágil de Matías Berenguer se escuchó apenas. Estaba inclinado hacia delante, por entre los asientos; había llevado su mano derecha al cabello oscuro de su madre—. ¿Estás bien? —Mati, siéntase. — ¿Mamá? —Mati, por la cresta, siéntate y ponte el cinturón. Hazme caso. —Cállate, que la mamá se puso mal por tu culpa. — ¡No te metas tú! Y ponte el cinturón, siéntate. Martina rompió el silencio, quitó la vista de enfrente y miró a sus hijos. — ¡Se pueden callar los dos, por la cresta, que no... Un destello de luz llegó hasta el parabrisas, el cristal estalló en miles de pedazos que cayeron por todas partes. Todo se detuvo como en las películas. Esta vez, no obstante, Sofía Berenguer sí pudo sentirlo.
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pouring-rains-96 · 6 years
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Conmigo no jugarán
"Conmigo no jugarán" decia decidida cuando veía que mi madre solía llorar cada vez que nos íbamos de la casa por otra falla más por parte de mi padre, aunque a la semana regresábamos a la misma tras una promesa vacía de una nueva vida.
Mi hermana solía contarme cómo el chico que le atraía ahora era parte de una relación con su mejor amiga. Solía consolarla por las noches con una que otra lágrima salía y corría por sus mejillas, "conmigo no jugarán" pensaba una y otra vez.
Tras el primer novio de mi mejor amiga y unos cuantos idas en su relación pude ver como ella solía perdonarlo una y otra vez tras una infidelidad, solía decirme "Cuando te enamores lo entenderás" a lo que yo le respondía "Ja, conmigo no jugarán"
Y ahora mírame, estoy segura que soy una caso más en la historia de una persona que se cree lo suficientemente lista como para dejarse guiar por el corazón, justo como yo lo solía decir, y justo como solía juzgar lo que soy ahora. Vienes con tu sonrisa e incluso antes de que una palabra salga de tu boca vuelvo a ti, y creo que siempre lo haré. Negué la astucia del amor y ahora se esta vengando de mi, solo hazme un favor y dame la razón, no juegues conmigo.
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lavidaenuntren · 4 years
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¿Supiste lo de Andrea?
Estaba caminando sola en la carretera, sin saber cómo había llegado y cómo regresaría. Estaba llorando y hacia un frío muerto.
Amanecí a la mitad del aeropuerto, con una blusa blanca, un impermeable rojo y un cubrebocas. Mi papá decía que teníamos que volar desde Guadalajara pero yo no estaba segura hacia dónde. Una vez en el avión, una aeromoza que no hacía su trabajo se sentó en los últimos asientos del avión mientras yo esperaba para entrar al baño. “¿Supiste lo de Andrea, la tonta?” comenzó a decirme, y prosiguió a balbucear sobre una chica que se había enamorado de más y terminó perdiéndose. Ella sentía vergüenza de conocerla; yo sentí mucha tristeza acumulada en el pecho. 
Bajamos a la pista de aterrizaje y tomamos un segundo avión, donde otra aeromoza se sentó en los últimos asientos y comentó: “Supiste lo de Andrea?”
Mi pecho se comenzaba a apachurrar más mientras me acordaba de las llagas en los pies por caminar tanto tiempo en carretera. Entonces miré hacia el resto de los asientos, ignorando a la segunda aeromoza, y lo vi sentado. Y él se levantó ligeramente, me dirigió una sonrisa macabra y volvió a incorporarse. 
Me encerré en el baño y sentí la ansiedad en mis venas, mientras intentaba concentrarme en qué iba a hacer. Me miré al espejo, exhalé y salí hacia su lugar, pero ya no estaba. Y no lo volví a encontrar. 
Mis papás se quedaron en un café mientras yo iba por mi maleta a la banda, donde lo vi por segunda vez. “Tenía que devolverte unas cosas” dijo, y me entregó mi maleta, pesando mucho más que antes. La abrí y vi fotos, libros y cuadros pequeños, y empecé a llorar mientras él se iba. 
En mi cuarto dentro de un hotel boutique, de esos largos que tienen pocos cuartos y mucho lugar de estacionamiento, empecé a marcarle y a volverme loca porque el número había sido cancelado. Empecé a llorar, a llorar tanto que mi hermana me consolaba sin saber qué hacer. Escuché cómo gritaban mi nombre en la calle y salí, para verlo nuevamente: “Tenía que devolverte unas cosas” dijo, y de repente estaba a menos de un metro de él, cuando tiró post-its de colores en el piso y me agaché a recogerlos. Diferentes notas en cada uno. Parecía que alguna vez contaron una historia y ahora no tenían sentido y no había un orden. “Sabes que siempre estaré para ti” decía uno rosado; “Recuerda este día, te quiero tanto” leía el amarillo; “tal vez funcionamos, pero no aquí”; “Ahora no funcionamos, tal vez no es en esta realidad”; verdes, morados, azules; ninguno tenía sentido. 
“Para que no lo olvides” dijo él mientras yo recogía uno más “Tal vez en realidad no nos quisimos”, y reconocí mi letra. En cada uno de los cuadritos de colores vi mi letra. Comencé a llorar desesperadamente mientras él se alejaba con una risa pequeña e irónica. “No te vayas, vuelve” gritaba entre llantos. 
“No te vayas, vuelve” continuaba rogando desde mi cuarto, tirada en el piso llorando, mareada por el esfuerzo y sin poder levantarme. El dolor era tan real, y nadie entendía por qué gritaba. “Sigue aquí” comencé a explicar, “Y necesito saber por qué no vuelve”. 
Salí de ahí, donde me tomaban por loca, y pedí un coche que me llevara hasta un departamento de cuartos y pasillos pequeños y delgados, donde en la entrada había un sacerdote joven, un viejo amigo. “Dime dónde está”, le pedía mientras él abría muchos los ojos. “No quieres esto ahorita, hazme caso”, “Dime donde está” repetí en desesperación, y tras un trago largo de cerveza comenzó “Espera un momento, camina al final del pasillo y el último cuarto de la derecha, no tiene puerta”. Caminé entonces hacia el pasillo “No está él, pero hay alguien” dijo desde lo lejos mientras su voz se alejaba más. 
En el pasillo había unas cuantas personas bebiendo y platicando, rodeadas de luces de colores y focos navideños. El cuarto estaba iluminado por la luz blanca de un televisor, y había tres personas: una chica sentada en una mesa, un tipo recargado en la pared, y otro sentado en una silla de plástico, bebiendo. Me vieron, y supieron en el instante.
“¿No recuerdas?” dijo el hombre desde su silla. Los conozco, confío en ellos así que me quedo callada esperando a que prosigan. “Es extraño, y es doloroso” dijo el otro tipo. 
“Fueron a cenar, tú y él. Sabías que él no estaba muy bien, y últimamente lucía peor, como si creyera que lo perseguían”, dijo la chica en un tono seco. “Fueron a cenar tú y él, y después se subieron a su coche. Él te dijo que no podía estar aquí, que necesitaba hacer algo por él y se disculpó por meterte en todo eso” trago de cerveza. 
“Te iba a llevar a tu casa pero decidió tomar carretera”, comienzo a verlo manejando su camioneta negra, serio, a punto de romper en llanto, mientras yo veía sus manos al volante y no sabía qué decir.
 “Y de repente vió una montaña con rocas sueltas” recuerdo haber llorado histéricamente rogándole que se quedara conmigo. 
“Y él frenó del otro lado para empujarte fuera del coche”. 
“No te vayas, vuelve” comencé a gritar en el vacío de la carretera, rasguñada por la caída, “No te vayas, vuelve”. 
“Pero no volvió”, dice ella. “Manejó directo a la montaña, donde las rocas caerían encima y la camioneta explotaría”. 
Veo fuego y me arde la garganta por el humo y el esfuerzo. Sigo gritando. “No. Vuelve”, el sudor y la tierra corren por mis hombros “Vuelve. No. Vuelve”.
“Caminaste por horas, te encontraron mucho después con los pies ensangrentados y temblando”.
Hacía un frío de muerte. Salí a buscar ayuda, y de repente todo se volvió más oscuro. Nunca encontré ayuda. Días después estaba en el aeropuerto con mi familia, que intentaban llevarme a la Ciudad de México con un especialista. Yo no recordaba nada, así que fingían que no había pasado. Volví al hotel, donde no regresó al estacionamiento, volví al aeropuerto, donde no recogió más mi maleta. Al avión, donde nunca levantó la cabeza para sonreír. Me atoré, tal vez, en una realidad diferente, donde sí volvías; una realidad que se abrió solamente a mis ojos para recordarte. “Tal vez funcionamos, pero no aquí”. Escribí en una servilleta, sentada en uno de los últimos asientos del avión donde no había nadie. 
“¿Supiste lo de Andrea, la tonta?” Dijo una tercera aeromoza. Sólo que su nombre no era Andrea, era Sofía. 
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orabxd · 4 years
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Un capitulo de la Rosa de Guadalupe de bajo presupuesto
Se que el título suena algo bien turbio, pero generalmente describo mi vida como eso que se menciona. Mi vida tiene una trama bien rara, no se si habrá algún ser o algo que se escape de mi comprensión que haya escrito todo esto pero ha sido comiquisimo e irónico.
Suelo ver que las cosas me pasan en combo, como cuando estás jugando Candy Crush y te salen un montón de combos de un sólo: así exactamente. Recientemente me di cuenta que tanto las cosas buenas como las malas me pasan de la misma manera, tal vez sea por eso que mi vida es bastante inestable y tengo esa obsesión por el pasado de las que le hablaba con anterioridad. La vida me ha premiado muchas veces: me ha permitido conservar a mi madre pese a su enfermedad hasta este momento, me ha regalado una excelente familia y las cosas se me dan con naturalidad, pero desde otra perspectiva las cosas no son tan buenas pues en el ámbito económico siempre he tenido problemas, mi salud a veces no es tan buena y la ansiedad me carcome por dentro, de esto último me he dado cuenta recientemente. 
Digo yo, que las consecuencias de todo lo que he hecho han sido producto de mis traumas de infancia o de alguna lesión cerebral que he de tener porque de pequeño me golpeaba mucho la cabeza, especialmente una vez en quinto grado cuando había armado un sube y baja con una pieza de madera y una piedra en el medio con un compañero, al final me deslicé y pegué la cabeza tan fuerte que recuerdo haber tenido un dolor de cabeza por varios días pero nunca me quejé, o sino los constantes abusos de bullying que sufría cuando estaba pequeño en el busito cuando los mayores me daban golpes en la cabeza por andar siempre bien corto el pelo, no lo sé. Al menos, ninguno de esos acontecimientos me hicieron perder la capacidad de acordarme de cosas innecesarias en momentos inoportunos.
Debo decir que si me siento orgulloso de esta última capacidad. Una vez conversando con mi mamá sobre una foto que me tomaron de pequeño, sin haber tenido siquiera un año, me di cuenta de esto porque no es normal que me acuerde con tanto detalle algo que pasó cuando mi cerebro no estaba tan desarrollado: recuerdo una tarde haber estado donde la hermana de mi mita y de repente estaba en la casa en el sofá viejo que tenemos donde era la sala por donde estaba la palanca de la luz en ese entonces, esperando al fotografo en la tarde para que me viniera a tomar la foto. Escribo esto pensando en cuantas cosas más recuerdo, incluso cuando una de mis tías me regaló un anillo de oro junto a un camioncito para navidad, juntó al árbol y la radio sonando para ese entonces junto a la sirena simbolizando la media noche. Cuando mis primos vivían en mi casa y las travesuras que hacia, ¡que chavalito más necio era!, llegué incluso a pegar la lengua en el refrigerador y después estaba llorando porque pensaba que me la iban a cortar, solo era ocurrencias. Un montón de babosadas que me pasaron y llegó a este momento a pensar que no quiero morir en el futuro próximo porque tengo muchas cosas por hacer todavía.
Me encantaría volver a ser un niño sin preocupaciones o volver a sentirme feliz a como lo fui en mi último año de secundaria. Todo lo que ha pasado después ha venido a mermar mi estabilidad emocional y todo mi entorno ha cambiado drásticamente. He de dar gracias porque a pesar de todo lo que ha pasado, nunca me ha hecho falta nada; a como les digo, mi madre se ha encargado de darme todo lo que hasta incluso no necesito, mi mita y mi papito le hacen ganas para salir adelante todos los días, e igual mi tío ha sido un ángel que me ha sacado de problemas o hasta he de reconocer que sin el dinero que mi padre me facilita mi vida no sería la misma, que le vamos a hacer si ha sido tan ausente en su vida que he llegado a esta edad y nunca me he relacionado con el más que para responder amenazas, pero bueno, no todo se puede en esta vida.
No morí con lo de la vesícula porque Dios es grande. Tres veces me quisieron operar y como dice el dicho: la tercera es la vencida. La primera no porque estaba inflamado, la segunda fue un fracaso porque se dañó la maquina (hasta me habían entubado y todo). la tercera tambien se daño la maquina pero me tuvieron que abrir, ni modo. A como les digo, mi vida es un constante ciclo de pendejadas, sin parar.
Digo ser privilegiado por estar estudiando en una universidad privada, en medio del contexto que vivo es casi un milagro para alguien cuyas raíces son bastante modestas. Comencé la universidad con el pie derecho, perdí algunas amistades pero gané varias más, fortaleci otras que no sabía el provecho que podía sacar, e incluso hice cosas que no había hecho antes. Fue un año curioso porque nada era como antes y tenía una lucha continua para adaptarme a todos los nuevos retos que venían, era nuevo y como todo nuevo fui muy optimista sobre mi futuro, a pesar de que muchas veces lo que pasa es que uno mismo se tropieza pero esta vez fue muy distinto. 
El segundo año de la carrera fue tan extraño que no sabría como describirlo; se suponía que al comenzar de lleno con lo de la carrera uno tendría que sentirse motivado a seguir adelante, pero con profesores que te hacían querer llorar sangre no se valía. Y para colmo, ver como tu estabilidad junto a la de tu país se venían al carajo fue triste y conmovedor: a uno no lo preparan para vivir todo esto, para ver morir gente, para sufrir las consecuencias de la ignorancia de la gente y de la avaricia de los grandes mandadores de tu país. Fue como si todo se juntara para decirte un rotundo no a todos tus planes; y como si fuera falta el día de hoy mueren muchos por la negligencia de los mismos quienes mataron una vez por la ambición y la locura de poder.
La salud mental en mi país, la educación de calidad y el desarrollo tecnológico deberían siempre estar en la agenda de los políticos para evitar ser el hazme reír no solo de la región, sino del mundo entero en todo ámbito. La salud mental porque desde los antecedentes podemos ver que mucha gente con ideas locas de la guerra de los 80′s son los protagonistas de esta historia gris, y porque hoy sufro los estragos de creerme fuerte y nunca decir nada ante todo lo que pasaba, el estrés se acumula y te hace puré de papa cuando la ansiedad se apodera de tu cabeza. 
La educación de calidad porque toda la vida me he cuestionado el porque uno tiene que pagar por la educación si quiere tener un buen futuro (aunque muchas veces suene clasista, creo que todos debemos de tener las mismas oportunidades), sin necesidad de que te den migajas en las escuelas públicas o que te quieran condicionar lo poco que te dan, a como sucede ahora. Me costó quitarme el estigma sobre que todos los que venían de colegios públicos eran iguales, es lo bueno de la universidad: te cambia todos los paradigmas de como concebías la vida antes y despues de salir de la capsula que era tu secundaria.
El desarrollo tecnológico porque si querés prosperar tenes que invertir en tecnología y ciencia. El viaje al congreso en 2019 me hizo abrir los ojos y ver que en otros países están mejor porque los recursos son bien manejados y se destina el dinero público a cosas que si importan, como el desarrollo científico y la tecnología. Espero algún día ver a mi país convertido en lo que los buenos de mi generación queremos para todos, sino me tocará emigrar y hacer de mis sueños la realidad que siempre he anhelado.
Ya me extendí hablando de políticas, pero es lo que he pensado de todo lo que ha pasado desde 2018, espero que algún día todos puedan dejar sus diferencias para hacerle frente al mal y poder prosperar. Sin embargo, aprendí que uno nunca debe envidiar lo que los demás tienen, para eso Dios nos dió a cada quien nuestros dones especiales: si hoy sigo aquí es porque el tiene un plan para concretar todavía. Todavía recuerdo haberme entusiasmado queriendo hacer un examen para el MIT, pero yo andaba bien confundido. Obviamente que si lo quiero, pero en ese momento buscaba competencia cuando en realidad todos debemos de trabajar en modo colaborativo para enfrentar los retos del futuro. Sin embargo, toda esta situación me motivó para mejorar mi experiencia al año siguiente, un año lleno de tantas emociones buenas y malas que todavía no creo que haya llegado a este punto de inflexión tan feo, feo como el 2018.
Viajé, me enamoré, sufrí y pasó de todo. Conocí nuevos lugares, hice cosas que nunca había hecho: di mi primer beso, sufrí por ansiedad social, estuve en otro país y disfrute de la vida. Sin duda este año fue demasiado bueno para ser verdad. Eso si, la ansiedad comenzó cuando mi abuelo paterno murió. A como les decía y de seguro han inferido, la relación con mi padre no es muy buena que se diga. Económicamente ha estado pero de ahí, nada más. No se si la cobardía es hereditaria, pero al parecer eso ha sido una de las cosas que tengo por su parte. No se que razones tendrá para hacer todo lo que ha hecho todos estos años tanto conmigo como con mi hermano pero muchas veces creo injustificable su actitud pedante ante la vida. Eso si, toda mi vida he comprobado que a como uno actúa, a uno se le devuelve todo y no le deseo mal, pero espero que tenga una buena lección que le cambie la vida, una epifanía que lo haga reflexionar sobre todo lo que ha hecho hasta este momento y el daño que ha causado.
La historia de mi familia paterna la quiero dejar para un post completo porque es necesario, pero de una u otra forma me cayeron múltiples problemas por intentar ser amable y tener una sana relación con ellos pues, sucedido lo de 2018 y pensando en que no me quería morir sin tener una buena relación con todos, me metí a un lío tremendo que terminó desembocando en buena parte de mis problemas de ansiedad actualmente. En ese semana que mi abuelo murió, mi mamá se enfermo terriblemente y los asesinos mataron a un vecino injustamente. Todo era una mezcolanza de sentimientos en el estomago que me devolvieron algunos tics que tenía cuando sufría de bullying en la primaria: el brazo izquierdo que nunca encontraba paz.
Eso, y que al final del año mi padre me mandó a amenazar de la forma más soez por haberle hecho un regalo a mi Ita, mi abuelita, una de las personas más tranquilas que nunca he conocido. Le había regalado un par de girasoles y mi padre saltó porque según “”me están utilizando”. Sea o no cierto, yo quiero ser observador y no dar mi opinión al respecto; yo solo sé que no tengo nada que ver y que quiero tener constancia de haber sido un buen nieto.
Antes me cuestionaba porque todo esto me pasaba y es realmente un buen recordatorio que uno debe de “hacer el bien y no mirar a quien”. Yo no soy una monedita de oro, menos un billete de mil. He hecho muchas cosas de las que me arrepiento, he mentido mucho y he pensado muchas cosas que las personas nunca creerían de mí. Sin embargo, y no se como lo he hecho, he tratado de llevar mi vida en paz desde que me puse a analizar el impacto de mis acciones en la vida de los demás, ha sido un cambio radical que he tenido y creo sentirme orgulloso hoy de pensar en los demás antes de ponerme de primero.
Muchas veces el síndrome del impostor se apodera de mi, y no se como explicarlo pero creo que tiene que ver con mi ansiedad y mi necesidad de sobre pensar las cosas, nunca he sabido porque tengo la necesidad de estar preparado para cualquier situación hipotética que suceda pero es sumamente estresante y me ha llevado a agravar mi situación. 
He aprendido que no debo de estresarme por cosas que no están dentro de mi control; con toda el alma me duele lo que pasa a mi alrededor, pero debo de aceptar todo lo que pasa. Me encantaría hacer algo por cambiar todo lo que está pasando, pero no puedo. 
Estoy jodido.
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letras-sempiternas · 4 years
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Ramón López Velarde - Hermana, hazme llorar...
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La historia de una Muñeca Rota
Hola Para quienes no me conocen, mi nombre es Liliana Nicole. Pueden llamarme NiNi o Nicole a secas, pero nunca se refieran a mi como Liliana, detesto ese nombre. No voy empezar contándoles mi historia desde que nací porque en ese periodo todo estuvo bien, pero si diré que nací en Cali, Valle del Cauca, Colombia. Para ese tiempo tenia una familia, mi madre, mi padre y mi hermano. Mi madre 100% Caleña y mi padre nacido en la isla de San Andres de padres Puertorriqueños, pero criado en Cali. Como dije al principio, todo estuvo bien, hasta que cumplí los 10 años. En ese tiempo mi hermano se comenzó a juntar con gente ... extraña. Tenia 16 , la rebeldía a mil y las hormonas alborotadas. En fin, termino siendo un vendedor de drogas, en ese tiempo se le llamaba 'vender dulces'. Yo era la única que¨lo sabia¨(realmente me tenia engañada con lo de los ¨dulces¨) y siempre le preguntaba "Ema (Emanuel), por qué vendes dulces en la calle si papa y mama tienen dinero?" y el siempre me respondía con su típica cara de fastidio "Porque quiero dinero que sea mio, no de papá o mamá". Después de un tiempo dejé de preguntarle, no quería que se enojara conmigo ya que eramos muy unidos, muy, muy unidos. Verdaderos hermanos. Un día salí con el, me dijo que iríamos a comer helado y comprar dulces. Yo como buena tonta y gorda comelona, acepte. Si me hubieran dicho que una simple salida a la esquina con tu hermano me desgraciaría la vida, créanme que no hubiese ido... jamas. Eso termino con mi hermano vendiéndome a un prostíbulo que quedaba a dos horas de mi casa, para pagar una deuda de "dulces", ya se imaginaran lo que paso. Hay duré un mes aproximadamente y conocí a Fernanda. La esposa del dueño del prostíbulo. Ella siempre me decía que si ella hubiese estado ese día en el local, no me hubiese pasado nada. Como si eso fuese a cambiar los hechos. Se preguntaran cómo salí? Yo me escape, no me acuerdo muy bien como, pero me escape. Me acuerdo que ya estando lejos del lugar, le pedí el celular prestado a una señora de que estaba caminando por esa calle y me miro con cara de asco, le conté lo que me pasó y ella misma fue quien llamo a mi casa y a la policía. La policía me fue a buscar, me interrogaron, como siempre con preguntas estúpidas, y yo lo único que quería era morirme. Si, en vez de ser una niña relativamente feliz, jugando, creciendo y viviendo la vida, yo con apenas 10 años ya quería morirme. Mi hermano se hecho la culpa, y la gente a quienes el me vendió lograron escapar, y el termino en el reformatorio para menores. Desde hay, mi vida fue un verdadero infierno. Mi madre siempre me echaba la culpa de lo que paso, siempre me decía (y todavía me dice)que fui una estúpida por salir a la calle con un "muchacho'', como si un hermano fuese cualquier persona de la calle al que no se le puede tener confianza. Cuando cumplí los 11, a mi madre se le ocurrio la brillante idea de mudarnos a EE.UU. porque según ella, tenia miedo que esa gente nos buscara. y así fue. Termino convenciendo a mi padre de mudarnos, y aquí estoy. Estuve estudiando en casa hasta los 13, durante ese tiempo, mi padre conoció a una americana, Patricia o Trysha. Se enamoro de ella y con ella le fue infiel a mi madre. Se fue de la casa y le mando los papeles de divorcio a mi madre por correo. Yo no volví a saber de el hasta el día de mis quinces, hay de la nada, puff, apareció con Trysha y un bebe. Me iré dos años antes, cuando entre en bachillerato (prepa) con apenas 13 años. Me acuerdo que ese día estaba sudando como nunca, super nerviosa y perdida. Los maestro fueron muy amables y en esa semana me guiaron por el lugar. Pero igual, en una preparatoria con capacidad de 6 mil estudiantes, quien carajos no se siente perdido? En los primeros 3 meses todo estuvo normal, hice muy buenos amigos, o al menos eso pensaba yo. Pero desde ese punto en adelante, el bachillerato se volvió una mierda para mi. En las primeras semanas, conocí un chico, Joshua. El era chicano (mexicano nacido en EE.UU) y me encantaba, era muy gracioso y loco. A mitad de primer año, nos hicimos novios. GRAVE ERROR!! Yo no tenia ni idea que el era novio de Lanina, la única panameña en toda la escuela y "mi mejor amiga" para ese entonces. Sinceramente yo a ella la adoraba, no nos hicimos amigas, sino hermanas. Eramos el suspirar de toda la escuela, imagínense, la única panamena con la unica colombiana, una bomba. La verdad eramos feas, especialmente yo, pero a los americanos al parecer les valía, porque siempre nos decia que eramos las mas "exóticas" del lugar. En fin, ella me habia dicho que tenia un novio y que había terminado con el, pero nunca me dijo que su novio era Josh. La relación entre Josh y yo duro una puta semana, por que yo los enfrente a los dos, y termine con el. Lanina comenzó a decirle a todos que sabiendo que Josh era su ex, me metí con el y Josh, no hizo ni mierda para defenderme. Y a la puta se fue mi primer novio y mi mejor amiga. Unos meses después conocí a Evelyn y a su prima Sorciré, las dos iban en ultimo año. Ellas siempre me invitaba a fiestas y yo nunca iba porque estaba ocupada con la escuela o el baile, o simplemente era que mi madre no quería que saliera. Igual ellas como siempre de incistentes, me presentaron a un amigo de ellas, Alejandro. Ale es el cubano mas desabrido que he conocido, pero igual era lindo y me gustaba. Era super tímido, extremadamente tímido para ser un chico de tercer año y cubano. El y sus amigos eran como agua y aceite, literal. Era tan tímido, que el día que me pidió que fuese su novia, tartamudeo tanto que yo no pude aguantarme la risa. De todas mis relaciones, el fue con el único que termine en buen plan. Todavía al sol de hoy somos amigos. Y si se preguntan porque terminamos, fue por mi madre. Ella lo trataba muy mal. Fuera de la escuela, nos teníamos que ver a escondidas. Literal me escapaba de mi casa para irme con el a algún lado. En fin, no estuvo tan mal. Ale, si estas leyendo esto, lo siento. Despues de Ale, conocí a Quinlin, el negro mas sabroso de toda la escuela, ok no :v. Pero media escuela estaba loca por el. El me había confesado que era amigo de Ale, y yo dije "No, este a de ser uno de los amigos locos de Alejandro, paso." pero de todas maneras le seguí hablando, para no ser grosera. Tres meses después, el me pidió que fuese su novia, exactamente un 11 de diciembre, a 9 días de que se acaba el primer semestre de segundo año. Yo le dije que lo pensaría, y ese mismo día le pregunte a Ale por el y que tipo de persona era. Ya se, soy una cabrona por hacerlo pero era el único que lo conocía bien. Total, no se porque le pregunte si termine por no hacerle caso. El me lo dijo muy claro que era un mujeriego. Y yo de tonta no lo escuche pensando que solo estaba celoso. El primer mes estuvo todo divino, de maravilla. Hasta que llego el día de San Valentin. Ese día nos vimos antes de la escuela para darnos los regalos y eso. Quedamos en que íbamos a salir después de escuela y que regresaríamos antes de que mi madre llegara a casa. Al medio día, me envió un mensaje para cancelar. Después de escuela me llamó para decirme que quería terminar porque su mejor amiga se le había confesado y no quería herir sus sentimientos. Cada vez que me acuerdo de esto, tengo sentimientos encontrados, no se si reír o llorar, así que hago las dos. Después de eso nuestra relación duro unos 7 meses, en los cuales habíamos roto mas de 10 veces. Al final una amiga me aconsejó que lo dejara porque no me convenía, pero todo era para ella poder tener su oportunidad con el. La verdad no me molesto, no discrimino a las que les gusta recojer las sobras de otra. Para los gustos los colores, no? En ese tiempo, mi depresión empeoro mucho. Para colmo tenia una competencia de baile acercándose y mi maestra lo único que hacia era recordarme que estaba como una vaca. GORDA! La verdad a mi me daba igual, yo tragaba y tragaba. Habían chicas mas gordas que yo en la academia, pero a ellas siempre las ponían atrás en las alineaciones. Según yo eso era lo peor que me podían hacer. Un mes antes de la competencia mi maestra me llamó a su oficina, para decirme que si yo no hacia nada por adelgazar aunque fuesen 5 kg, me sacaba de la competencia. Y yo alterada le reproche con la excusa de que habían chicas mas gordas que yo, y me acuerdo perfectamente de lo que me contesto "¿Tu de verdad quieres ser como ellas, o quieres ser la mejor, quieres estar al frente, que griten tu nombre y te aplaudan, o quieres esta atrás y ser la sombra de tus compañeras y estar en el grupo que nadie ve?" Me entregó unas hojas con una dieta e instrucciones de lo que debía hacer durante todo ese mes, Luego me dijo, "Yo solo quiero tu bien, eres excelente bailarina, una de las mejores que tengo, así que hazme caso y sigue esta dieta al menos por este mes". Asi mismo hice, y hay fue cuando conocí a ANA (la anorexia). Durante ese mes me maté haciendo entrenando y restringiendome, baje no solo los 5kg, sino 8 y al final no ganamos. Después de la competencia, yo seguí con la dieta, realmente me obsesione con eso. Un día me acosté en mi cama con mi laptop, y busque dietas de menos de 1000 calorías y sorpresa, apareció un blog de ANA Y MIA. El blog de LA MANZANA ENVENENADA, si ese mismo que meses después salio en La Rosa de Guadalupe (los que vean novelas o sean mexicanos sabrán de lo que hablo). Cuando lo descubrí y lo empece a leer, tengo que confesar que lo ame. Empece a conocer a chicas que ya tenían tiempo restringiéndose o que querían empezar. Por un momento me sentí como en familia. Sentía que me querían y me comprendían. Así estuve, me pasa hasta una semana entera en agua y chicles, hasta que me internaron por primera vez, con alrededor de 45kg. Estuve 3 meses allí salí pesando 70 asquerosos kg. Para los que no conozcan como se maneja un desorden alimenticio, la mayoría de doctores y clínicas no te despachan porque ellos tienen la certeza de que estas MENTALMENTE sano o sana como para salir y quitarte el diagnostico. Ellos de engordan como vaca y asumen que por el simple hecho de que no te resistieras a llegar a un peso "sano" ya estas curado o curada. Ellos todavía no entiende que un paciente puede fingir estar bien para salir de ese mugriento lugar y luego volver a la rutina. Así fue como caí 3 veces internada en lo que me quedaba de bachillerato. En ese tiempo conocí a Gabriel David. El odiaba que le llamara Gabriel, pero decía que de mi se escuchaba bonito, xD. Otro chiquillo mas el cual todas morían por el en la escuela pero en mis cuatro años de bachillerato jamas había visto, hasta un mes antes de mi graduación. Nos conocimos en la en la practica de ceremonia de graduación, quedamos en primer cuarto de clase graduanda (de una clase graduanda de 997 estudiantes, originalmente de 1,200). Ya se imaginaran el lió ese día. El estaba en la fila de atrás y una de mis compañeras de clase se paso toda la practica hablando con el y luego de un rato me lo presento. Me dijo que le era de descendencia mexicana y brasilera. LA COSA MAS SEXY QUE PUEDA HABER!! Y yo como pendeja caí mas derretida que el queso, ok no. El hecho es que estuvimos hablando todo ese mes. Para el día de mi graduación mi padre y Trysha habían viajado desde España para mi graduación y creo que tenerlos a todos juntos en la casa, y luego en el auto camino a la escuela fue la peor idea del mundo. Estaba mi padre manejando, callado, muy típico de mi viejo. Luego mi madre y Trysha tirándose indirectas como dos perras en celo. Matthew, mi medio hermano llorando, probablemente porque sintió la tención. Y yo, como pendeja haciendo monerías a ver si se calmaba, y nada. Al fin, me dejaron en la escuela. Nunca había estado tan feliz porque me dejaran en la escuela como en ese día. Llegue, salude a algunas personas, y pum! Hay estaba Gabe esperándome con mi amiga Sara. Por cierto ella era muy linda conmigo, pero después de graduación no volví a saber de ella. Lo bueno no dura. En fin no subimos en el autobús, si llegamos en puto autobus al centro de convenciones, sin aire, un 5 de junio de 2014, con la temperatura a mil, pero llegamos. Esa noche, como mis padres me harían cena de graduación al día siguiente, les pedí que me dejaran ir a cenar con mis amigas(mentira, era con el :V) y me dejaron. Esa noche fuimos a un restaurant muy fino (MUY FINO $$$$$) en el centro de la ciudad. Yo pues obvio hubiese preferido que me llevara al parque a caminar a media noche antes que ir a un restaurant, pero bueno. Esa ANA nunca me soltaba, siempre atormentándome la cabeza. Esa noche fue extraña pero linda a la vez. El me contó sobre su pasado, un pasado, se puede decir, igual de oscuro que el mio, así que yo también le conté sobre mi. El era la única persona que sabia sobre mi pasado fuera de mi familia. Tres meses después nos hicimos novios. Un mes después de eso el se fue a servicio militar. En tan poco tiempo, ya me había convertido en la novia de un soldado de la Marina de los Estado Unidos. Vaya mierda!! Todo lo que me dijo, que me amaba, que nunca me haría daño y que siempre estaría para mi fue MENTIRA! Duramos un año y 3 meses juntos. Le perdone 3 infidelidades, el hecho de que me hubiese ocultado que tenia una hija y toda su indirencia hacia mi. Hasta que un día me harte, y lo deje. Despues de eso, el todavia me busca, me llama, me manda mensajes, pero yo siempre lo ignoro. Hay fue cuando caí mas ondo en la anorexia, y esta vez se le agrego la bulimia. Ya no me cortaba, pero bebía hasta vomitar. Casi no comía, cuando lo hacía eso no duraba ni 5 minutos en mi estomago. Me la pasaba en mi cuarto estudiando, pero la mayoría de veces llorando, mientras mi madre se burlaba de mi por ser tan "regalada" según ella. Por cierto, me he dado cuenta de que no he hablado mucho sobre mi madre, pero es que de ella no hay mucho que decir. Saben, ese tipo de madre que delante de los demás finge amar sus hijos pero cuando no está nadie los trata peor que a una mierda? Así es ella. Ella siempre me hace ver frente a los demás que soy yo la mala porque no sigo sus juegos estupidos de la familia perfecta. Lo que me hace recordar esa canción de Melanie Martínez que dice, "Places, places, get in new places. Put on your dress and put on your doll faces. Everyone thinks that we are perfect. Please, dont let them look through the curtains..." (El que entendió, entendió). En fin, esa es mi querida madre. Como dije, me la pasaba encerrada en mi cuarto deprimida. En ese tiempo todavía no trabajaba de maestra y recién me había retirado de mi trabajo de modelo. Así que iba de mi casa a la uni, y de la uni a mi casa, nada mas. A veces, chateaba con algunas princesas de ANA. Me da risa recordar a todas las wannabes que me atacaban por Facebook porque no creían que la de las fotos era yo así que nunca mas volví a publicar fotos mias. Entre ese caos llego a mi vida Adam o Mariluz, si una mujer. Nos conocimos en un chat. Mi primera pareja virtual, xD. Todavia no sabia que era mujer en este punto asi que me referire a ella como el. El me conto su vida, TODA su vida. Pero esta vez, yo no le conté sobre mi pasado, mi niñez y todo eso, pero si le llegue a contar sobre mi madre y algunas de mis relaciones pasadas. Terminamos teniendo madres similares, xD. El siempre se quejaba de que su madre lo llamase "mujer" todo el tiempo y yo de pendeja no captaba el mensaje. También me decía que ella trataba a su hermano mejor que a el. Paso casi 8 meses de relacion virtual y yo había tenido un intento de suicidio fallido, y en ese punto a el le salio con que nos fuésemos a vivir juntos. Mejor dicho, que yo me fuese a vivir con el, que el me ayudaba con todo que no me preocupara, que solo debía salir de mi casa. Vaya príncipe azul, o debería decir princesa azul? Dos meses después de que estábamos planeando todo, una de mis amigas, quien también había conocido a Adam, me dijo que ella había encontrado un perfil de Facebook con fotos de Adam pero que el perfil era de una chica que se auto denominaba como "TOMBOY"(Andreita FBI :V). Creo que todos sabemos lo que significa así que no lo voy a definir. El chiste es que, a pesar de que las fotos estaban hay y parecía un perfil 100% Real, ella me lo nego diciendo que le habían robado fotos. Y que creen?, esta pendeja le creyo, pero mi adorada Andrea jamas se rindió y buscó pruebas para sacarme de la ceguera en la que estaba, las cuales encontró. El mismo publico una foto suya de cuando no era "tomboy", y a la mierda la relación. Les digo una cosa, no me molesto el hecho de que fuese mujer, me molesto el hecho de que me mintiera sabiendo que yo era hetero, y sabiendo que le di una oportunidad para que me dijera la verdad y termináramos en buen plan. En fin, esa fue otra relación que se fue... a la puta. Y mi ultima relación, y cuando digo ultima, lo digo enserio. David... Llevo todo el día escribiendo y llego a la ultima parte y me pongo a llorar :V... Valgo vergas. A David lo conocí en el mismo chat en el que conocí a Adam (yo no aprendo :v). Fue... una casualidad. El chiste es que empezamos a hablar, aunque era el quien prácticamente hablaba porque yo era muy reservada y aburrida, y lo sigo siendo. Todavía no se de donde saque el valor de contarles todo esto. En fin, al cabo de 12 días contados, el me pidió que fuese su novia. Si, ya se lo que están pensando. Todavía me acuerdo que me dijo " Senorita Nicole, quieres ser mi novia, mi reina, mi todo?". Es necesario que les diga mi respuesta? Al pasar del tiempo, le fui contando sobre mi vida y algunas cosas de mi pasado. Es muy gracioso como el conoce casi todo de mi vida pero a duras penas yo supe de su madre(de quien no se su nombre todavia). Sinceramente, ni yo misma se que paso con nuestra relación. Era un revuelto entre falta de confianza y la distancia por un lado por el otro "demasiado amor" y atención. Pero si quieren que les diga la verdad, yo fui quien acabo con la relación... porque estaba cansada. Cansada de rogar comprencion, cansada de esperar a que el pudiese entenderme. Cansada de que me pidiese perdón con la excusa de que el era "una mierda de persona" para luego volver a lo mismo. Cansada de rogar amor. Estaba y sigo estando cansada de todo. Se preguntaran cual fue el chiste de que contara mi historia. Bueno, a pesar de que probablemente mucha gente vea esto, esto va dirigido a todas las personas que piensan que una anorexica lo es por puro capricho de ser bella y que piensa que solo he contado esto sola para llamar la atencion. Yo ni operandome sere bella, y eso lo tengo MUY claro. Tampoco necesito la pena ni la atencion de nadie. Antes de juzgar a una persona con desordenes alimenticios, piensen primero que esa persona probablemente tenga un pasado igual de oscuro o peor que el mio , y por eso llegaron a esto. No necesitan de gente ignorante que los haga sentir aun mas mal. Yo entiendo que hay mocosas que se meten en esto sin saber lo que hacen, solo para intentar tener el cuerpo de alguien al que admiran, pero por favor, no nos metan a todas en el mismo saco. No se si haré una buena explicación sobre que es un desorden en realidad, pero lo intentare. Saben, cuando personas como yo llevan una vida desordenada y vacía, pierden el control total de sus vidas. Y ya que no ven manera de recuperar el control piensan que quizás controlando cierto aspecto, como lo es el físico y la alimentación, quizás les ayude. Ana y Mia siempre van de la mano. Ana hace que tengas el control, que no comas de mas, o sencillamente que no comas. Mia hace que te deshagas de la comida que consumiste y que vuelvas "retomar el control". Espero que con eso entiendan que la anorexia y la bulimia van mas haya de querer ser bellas. También, esto va para toda aquella chica, especialmente las ninas, que esten me estan leyendo, y se han metido a esto para hacer dieta, para complacer a alguien, para que el ex novio se pudra en celos quieran volver con ellas, etc. No se desgracien la vida por querer complacer a gente imbecil que no vale la pena, por que no lo vale. Tampoco porque en la casa o en el colegio las llamaron gordas. Aléjense y no le hagan caso a personas como esas, sea quien sea. Enserio, se los digo de todo corazón. De esto nunca se sale, nunca. Por mas recuperación que hagan, ese bichito siempre les va a molestar en sus mentes por el resto de sus vidas. Si están a tiempo y no han caído tan bajo como yo, hagan el intento de cambiar sus vidas. Háganlo ahora que quizás tengan las fuerzas y el animo suficiente para luchar y salir adelante. No esperen como yo, que llevo años esperando que mi madre cambie su actitud hacia mi y deje de culparme por lo que pasó, llevo años esperando encontrar alguien que realmente me quiera, años intentando buscar amigas de verdad, años intentando buscar carino, respeto y comprencion fuera de mi casa y lo unico que hice fue destruirme mas. Si se preguntan que va a ser de mi vida ahora. Bueno, ahora solo seremos yo y mi enfermedad. Nada ni nadie mas. Ya se lo que me van a decir," NINI TE VAS A MORIR!!' si me voy a morir, pero por lo menos morire feliz. No feliz porque me gusta tener esta enfermedad, si no feliz porque por primera vez puedo hacer lo que quiera con mi vida. Llámenme loca, egoista, lo quieran, pero esto es lo que me hace feliz. Se que la gran mayoría de las personas que están leyendo esto, probablemente jamas vuelvan a saber de mi. Así que desde qui deseo y espero que sean muy felices. Besos XoXo NINI
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lalunedeloubli · 4 years
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Fuensanta:
dame todas las lágrimas del mar.
Mis ojos están secos y yo sufro
unas inmensas ganas de llorar.
Yo no sé si estoy triste por el alma
de mis fieles difuntos
o porque nuestros mustios corazones
nunca estarán sobre la tierra juntos.
Hazme llorar, hermana,
y la piedad cristiana
de tu manto inconsútil
enjúgueme los llantos con que llore.
el tiempo amargo de mi vida inútil.
Fuensanta:
¿tú conoces el mar?
Dicen que es menos grande y menos hondo
que el pesar.
Yo no sé ni por qué quiero llorar:
será tal vez por el pesar que escondo,
tal vez por mi infinita sed de amar.
Hermana:
dame todas las lágrimas del mar...
López Velarde
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infinito-personal · 5 years
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Ramón López Velarde.
Hermana, hazme llorar...
 
Fuensanta:
dame todas las lágrimas del mar. 
Mis ojos están secos y yo sufro 
unas inmensas ganas de llorar.
Yo no sé si estoy triste por el alma 
de mis fieles difuntos 
o porque nuestros mustios corazones 
nunca estarán sobre la tierra juntos.
Hazme llorar, hermana,
y la piedad cristiana
de tu manto inconsútil
enjúgueme los llantos con que llore
el tiempo amargo de mi vida inútil.
Fuensanta:
¿tú conoces el mar?
Dicen que es menos grande y menos hondo 
que el pesar.
Yo no sé ni por qué quiero llorar: 
será tal vez por el pesar que escondo, 
tal vez por mi infinita sed de amar. 
Hermana:
dame todas las lágrimas del mar...
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sminojjang-blog · 6 years
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                       𝟬𝟬𝟯                          야 이 병신아 티 좀내지마          마음 단단히 먹어 알아 외롭지만              견뎌내야 돼            눈물 흘리냐 사내새끼가
                       𝖼𝖾𝗋𝗋𝖺𝖽𝗈                        ¹⁵⁰⁹¹⁷                                 En su reloj de muñeca marcaban las cuatro de la madrugada, pero en su cabeza no había pasado el tiempo de tal manera. Para asegurarse de que no perdía ya el juicio echó un vistazo al calendario. ¿Una semana?¿Realmente? El concepto de eternidad le pareció útil en ese mismo instante.                     Mino suspiró, cerró sus ojos y dejó caer hacia atrás su cabeza, con ambos brazos apoyados en el lugar que correspondía sobre esa mágica silla, tan cómoda y que tanta calidez le brindaba antes al escribir un montón de canciones y ahora tan jodidamente desagradable.                     — Vida, ¿todavía despierto? –.           — Estoy bien, mamá, buenas noches –.           — Yah… Mino, abre la puerta —.                     La siniestra se llevó al rostro y apretó los labios, esforzándose por no decir, sin querer, alguna pesadez. Se conocía, resultaba vomitivo verbalmente cuando su ánimo no era el mejor y responderle de manera agresiva a ella no estaba en sus planes.                     — Mamá, estoy bien, no tienes que… —. No acabó de hablar y se levantó, a sabiendas de que nada lograría con su severa negativa.                     Tras la puerta, la mujer de azabaches y ondulados cabellos aguardaba con dos botellines de cerveza, sonriente, con esa expresión tan única, serenidad exquisitamente mezclada con ternura.                     — Ten, creo que nos debemos una —. Comentó de manera natural, entrando a la habitación para ir directamente hasta la cama y acomodarse en ella. — ¿Se acabó, verdad? ¿Es eso? —.           — Ahá —. Escueto como nunca, el moreno cerró la puerta tras de sí y recobró su anterior postura, tomando ahora un encendedor desde su bolsillo para abrir la botella ajena, previo a la propia, ganándose con ello una felicitación por tamaña habilidad.           — ¿Tan mal estuvo? —.           — Horrible —.           — Ya veo… —. La fémina asintió, analizando con experticia cada movimiento del polémico rapero, mientras se llevaba a los labios la botella y bebía de la misma. Evidente era que la cerveza no estaba entre sus tragos favoritos, pues su expresión lo declaró sin demora alguna. – Hay algo que tu abuela me dijo una vez cuando era joven y estaba esperando el momento de usarlo —.           — Oye, eso es cruel, ¿sabes? —. Luego de mucho, una sonrisa se asomó en el rostro del artista; una sincera mueca que amenazó con aguarle los ojos. – Pero vamos, procede, quiero ver que te realices —.           — “Es difícil que alguien te rompa el corazón, generalmente eres tú mientras tratas de meterlo a la fuerza en donde bien sabes que no cabe” —.                     Hubo un silencio. La sonrisa ya no se alojaba en el semblante del muchacho y, muy por el contrario, no podía verse más que ambas manos cubriéndole el rostro. Sin querer hacerlo, el mayor de los Song había comenzado a llorar. Era un llanto de aquellos que libera, que disminuye la angustia, que alivia la carga. Las lágrimas caían en orden, serenas, como si antes se hubiesen resignado a la idea de morir agolpadas; sorbía Mino por la nariz y negaba, inevitablemente avergonzado.                     — Y lo intentaste muchísimas veces, cielo… —. Continuó, no moviéndose de su puesto. Seguro y le conocía lo suficiente como para saber que, en el llanto, Mino prefería mantenerse solo, más cuando el dolor era nuevo, desconocido. – pero no debe quedarte un mal sabor, ¿lo tienes claro? Intentarlo es prueba de que te interesa. Lo intentaste tanto porque para ti valía la pena. Vas a fallar muchas veces, las cosas saldrán al revés miles de veces más, sufrirás por alguien un montón más y aunque daría lo que fuera porque las penas de tu hermana y las tuyas se me vinieran encima, no puedo. De eso se trata vivir —.                     Ya rendido, abandonó la fría silla y se refugió en los brazos de su madre, sollozando ahora sin vergüenza alguna, reconociendo el dolor que parecía hacinado en su pecho.                     — Mamá… duele tanto. Te prometo que me he hecho el estúpido, que he trabajado como un loco, pero no puedo dejar de pensar en esto. Mamá… —.           — Llora, hijo, es la única manera de sacar lo que no tiene que estar más en ti —. Los dígitos de la mayor acariciaban la cabellera creciente del joven y esas mismas, de a poco, iban calmando la pena tan grande que había exteriorizado ahora completamente. – Amor, hazte cargo sólo de tu dolor, ¿me entiendes? Muchas veces cargamos con todo el dolor de la ruptura cuando somos dos personas, cuando se supone que cada uno debe quedar con la mitad —.           — Lo sé, sé que es lo mejor. No cambiaría mi decisión, pero no por ello duele menos —. Confirmó y se incorporó, aunque sólo para recostarse sobre las piernas de su madre, dejando el resto del cuerpo sobre el suave cobertor. – Hazme cariño, te he echado de menos —.            
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"Eh... hazme un favor, ¿quieres? Cuida de mi hermanita..." (@Alpha-castor)
El caballero quiso gritar de furia, pero no lo hizo, simplemente cayó de rodillas junto al joven, incapaz de articular palabras. Miró las heridas del muchacho, y la sangre a su alrededor, sentía ganas de explotar y de arrasarlo todo, que toda la creación y todos los dioses le prestasen atención. 
“No, no, no, no...” Saga incorporó al muchacho en sus brazos y lo aferró contra su pecho. No era más que un niño. ¿Por qué él? Cuidar a ese chico era lo más hermoso que su hermano había hecho en su vida, los había hecho mejores a ambos,  por fin Kanon tenía la familia que merecía, lo que Saga nunca pudo ser para él. 
“¡KAAAAAAAAAAAAAAANOOOOOOOOOOOOON!” El caballero gritó a pleno pulmón, intensificando su cosmos al máximo y haciéndolo explotar tan rápida y violentamente como se lo permitió su furia. Tenía que llamarlo, fuese como fuese. 
Saga sostuvo el rostro del joven con sus manos temblorosas, con todo el cuidado y ternura que pudo. “No se te ocurra morirte por un solo segundo. No los dejes solos. Por favor, te necesitan.” El caballero ya no pudo mantener la compostura, y rompió a llorar, las lágrimas corriendo por sus mejillas hasta caer sobre el cuerpo moribundo del joven. ¿Por qué dolía tanto? ¿Por qué estas lágrimas resultaban tan familiares? ¿Por qué sentía tanto miedo?
“Podrás cuidar tú mismo a tu hermana, solo aguanta un poco más.” Le pidió mientras lo miraba a los ojos, el muchacho estaba pálido y frío. Ya no le quedaba mucho tiempo. Saga miraba nerviosamente a un lado y a otro. “
El caballero no conocía al chico desde hacía tanto tiempo, llegó a su vida como un torbellino, pero de alguna forma, su presencia se hizo familiar, y sus risas, discusiones e historias reemplazaron el silencio de su vida. El muchacho aportaba una luz que Géminis nunca esperó volver a ver. No estaba preparado para perder esa luz. “Por favor Lyud... No cierres los ojos. Kanon llegará en seguida.” 
Saga sujetó el cuerpo inerte del joven. “Cuidaré de ella... Lo prometo.” Dijo con un hilo de voz rota y derrotada. 
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