Tumgik
#chaquetasmentales
aleskahadaverde · 7 years
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Cuántos aun creen en estas #chaqueteras #palabras o peor aún cuántos quisieran escucharlas #ilusionesPendejas #PendejasIlusiones #Mentiras #mentirasbaratas #chaquetasmentales #JodidezEmocional #Pseudohombre #PUTOS #putosyculeros #faltosdewebos #PititoDeAdorno #imbecilesdemierda (en Distrito Federal, Mexico)
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4formyheadaches · 8 years
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#chaquetasmentales
Lo que Dios le había quitado en estatura se lo había puesto en chichis. Nunca se las vi porque ella había desarrollado una habilidad extraordinaria para disimular esa parte de su cuerpo. Todos los hombres en la universidad estábamos enamorados de ella y de su forma de proceder. Algo habré dicho yo en algún momento que despertó su curiosidad y nos hicimos amigos. Una noche en la que mi alcoholismo ya despuntaba se nos aflojó la boca y entre ideas intensas de adolescentes nos besamos.
Nunca nada en la ciudad le fue suficiente así que se marchó a Europa a vivir. En una de sus visitas me la encontré por casualidad en el Auditorio Nacional entrando a un concierto de los Babasónicos. Sabía que te vería aquí- me dijo con esa seguridad con la que siempre me hablaba. Durante el concierto de vez en vez miraba alrededor buscándola, preguntándome si ella me estaría buscando también.
Diez años después mientras visitaba París quedamos para cenar en Les Enfants Perdus donde ella insistió que nos viéramos. Junto al Canal -me escribió en el teléfono asumiendo que esa indicación tendría que ser suficiente para dar con el lugar. Llegué temprano y la mesa de manteles blancos estaba aún vacía. Mientras exploraba el lugar con la mirada escuché su voz en la puerta preguntando por nuestra mesa. Caminó hacia mi, vestía un abrigo y una gran bufanda que le cubría el pecho.
- Sabía que te vería aquí.
                                                               *
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anakareninarv · 8 years
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Sinceridad
Me gusta decir la verdad, me gusta hablar y ser yo, disfruto decir lo que pienso sobre sexo, amor, libertad, disfruto incluso ser una contradicción andante.
Me gusta encontrar personas que saben escuchar, me gusta cuando descubro que yo puedo hacerlo, esos momentos donde las ideas son contrarias pero hay respeto, sin juzgar, siempre esa mirada de complicidad donde se dice implícitamente “respeto tu libertad de creer, de pensar.”
Celebrar nuestras coincidencias y diferencias por igual.  
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12-58 · 8 years
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Gir[on]a.sol
flores, pitos y sentimientos: tumblr para mi. Ah! Y libros también!
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blakerst · 9 years
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Y ahí estaba yo debatiendo la ambivalencia de quererlo, porque sabía que él era lo único que podía hacerme feliz u odiarlo, porque sabía lo mucho que podía dañarme.
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alfarael · 10 years
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Dos punto cero
No es aún ni medio día. Me acecha la sombría idea de que no he hecho nada. Pienso que podría ser muchas cosas y que me concreto en ser una muerte esperando a suceder, un reino enterrado en la mierda. Estar aquí es la forma perfecta de diluirme en el espacio y el tiempo. Me estiro alejándome un poco de la pantalla. Almuerzo algo, ignoro si hay alguien más en ésta casa, en mi refugio.
Me fumo un gallo. Empiezo la jornada averiguando a qué edad moriré. Creo que todo lo podemos alcanzar, todo lo podemos poseer, nos lo podemos coger. ¿Es un mal generacional? Dada la impresión, surge súbitamente una apetencia voraz por una experiencia vacua con un par de post-adolescentes norteñas de cuerpos lozanos y flexibles. Voy al baño y me lavo las manos, antes y después de cada chaqueta. Satisfecho soy emergente, emprendedor y viral. Estoy en la cima del templo de Kukulkan. Marcho de nuevo con los 132, con los maestros, con los 400 pueblos. Califico de atroz al fútbol nacional en los medios de comunicación. Creo consciencia entre mis contemporáneos sobre la gravedad de la violencia en el país, del robo de nuestros recursos, de la defensa de nuestro petróleo y la clase obrera. Decido pasar a un ambiente más global después de todo lo hecho por y para México. Visito el Louvre, un cementerio en Praga, el estadio Centenario en Montevideo. Permanezco en el concierto de la orquesta sinfónica de Londres tocando las melodías de los Beatles. Veo al mundo desde la Estación Espacial Internacional.
En el trayecto de mi viaje, ejercito una profunda introspección. Nunca me percato de ninguna sensación que no sea al interior de mi piel. Prefiero mantenerme prisionero a abrir ese resquicio al exterior, a la posibilidad de experimentar la acción de los elementos sobre mi anatomía. Qué difícil puede ser hacer lo que se quiere.
Me causa ternura recordar el día en que vi a mi madre llorar y a mi padre desdeñarme por ser, a su forma de ver, un desperdicio. Es irónico que ellos sigan haciéndolo posible. Mis cercanos no logran tolerar mis andares, les escandaliza mi estado. Pertenezco a un grupo creciente de personas que disfruta de surcar mares transparentes, las redes infinitas. Estamos construidos de buenas intenciones que se llenan de nada. Planeo hacer quizá en unas horas, mañana tal vez, en algún momento, lo que debía. En la antesala del suceso, lo mío sigue siendo transitar por donde mi curiosidad captora se decante. Los conciertos masivos de rock, las funciones de teatro de sombras, las piernas de jóvenes elásticas y tersas. Los pocos nobles amigos que me quedan, insisten en que reaccione, que cambie algo por mí, por los que aún me quieren. No. No entienden que yo he experimentado más que todos ellos juntos, he transitado lugares que su confundida y aburrida visión no les permitirá conocer como yo.
Ellos quieren que me arregle, me asee y salga a la calle. Ellos quieren hacerme enfrentar el rechazo perpetuo de la mujer que deseé. Ellos quieren verme fracasar
en la casa, el taller o la oficina. Que sufra por conseguir lo que quiero, que mis manos tengan callos, que me gane el sustento. Ellos quieren alimentarse de mi calvario a través del sobrevalorado esfuerzo. Que viva en el país de las pendejadas, aquel en donde todo es angustia. Donde es correr y cumplir deberes, conseguir trabajo o sentar cabeza, levantarse temprano, leer lo que se indica leer, cumplir fechas, expectativas. Ellos quieren trascender en el tercer mundo. Ser felices burócratas y Godínez.
No saben que mi misión es infinita. Ni la sensación de hormigueo en la frente ni la risa absurda pueden distraerme de ella. No quiero dejar de ver la pantalla, apagar el gallo o el módem. Es imposible regresar al punto de donde partí hace tanto. Amoldarme a éste juego en donde soy lo que podría ser y no lo que quiero. Jamás dejaré de estar en Coachella, de pasear por Venecia en el renacimiento, de solucionar los problemas del país sentado atrás del teclado, ver el porno más sucio de todos, reunir las putas esferas del dragón y ser inmortal. Voy a vivir en mi realidad, la 2.0, la del monitor de la computadora. Continuaré mi masturbación mental porque estoy absorto en el eterno terror a salir de éste cuarto (que es todos los cuartos) al medio día, hoy, mañana, ni nunca jamás.
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