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#la chica más grande de mi grupo. Desde que era una niña
tallagrande · 1 year
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Ropa bella, sexy y cómoda para chicas plus size
Hola, soy Belén. Tengo 32 años, administrativa en una empresa de servicios y sí, soy una chica grande. Me gusta mi cuerpo, no siento ningún complejo con mi figura y soy generalmente, la chica más grande de mi grupo. Desde que era una niña, siempre fui más grande que mis compañeras de clase y siempre me ha gustado serlo.
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laserlunar · 8 months
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The Craft y Mujeres en Comunidad. Láser Lunar Zine. 6/9/2023
The Craft (1996) es una de mis películas favoritas, trata de cómo un grupo de amigas se junta y usan la magia para mejorar sus vidas y eliminar obstáculos de sus caminos. Este grupo está conformado por cuatro jóvenes brujas:
Bonnie - Es tímida e insegura pues tiene en la espalda grandes cicatrices por quemaduras que la hacen sentirse como un monstruo. Es la más noble del grupo y su habilidad especial es la regeneración acelerada.
Rochelle - También es algo insegura pues al ser la única chica negra de la escuela, ha sido víctima de constantes tormentos, agresiones y acoso por parte de algunas de sus compañeras racistas. Es una chica bastante comprensiva y su habilidad especial es causar calvicie.
Nancy - Es la líder del grupo, al haber vivido una crianza dura, tomó una actitud rebelde y una forma agresiva de responder al rechazo y malos tratos de sus compañeros de la escuela. Parece ser la bruja más poderosa del grupo, por lo menos hasta la repentina llegada de Sarah a sus vidas.
Sarah - Es la nueva estudiante de la escuela y la respuesta a las peticiones de las otras chicas para completar el cuarteto mágico. Desde su llegada tiene pesadillas sobre serpientes y ratas que la atormentan todas las noches, lo que resulta ser una señal de que es una bruja natural, diferente a las demás.
Puede que mi gran atracción por esta película sea causada porque, así como las chicas, estudié toda mi vida en un colegio católico en el cual la brujería es vista como algo prohibido, malvado y que solo trae problemas para las “buenas niñas” que siquiera deciden investigarla. Aunque este interés que he descubierto por el ocultismo será tema para otra ocasión, lo que más me interesa destacar de esta historia es cómo podemos ver reflejadas las relaciones entre mujeres adolescentes y cómo pueden impactar en la vida de cada una.
La adolescencia es la etapa más caótica del desarrollo humano, pues ofrece oportunidades para crecer en competencia cognitiva y social, autonomía, autoestima, etc. (Papalia, D. y Martorell, G., 2015) Por esto, se vuelve una constante lucha por querer encajar dentro de la sociedad, y es especialmente caótico para las mujeres porque, gracias a los estándares de belleza y millones de expectativas que se espera que una cumpla, se crea una gran competencia entre mujeres y todo esto impacta demasiado en la forma que desarrolla cada persona para relacionarse con los demás. 
Esto no es excepción para el cuarteto de The Craft, pues Bonnie, Rochelle y Nancy son las chicas “raras” de la escuela, son consideradas poco atractivas y son temidas y apartadas por practicar la brujería. Las tres se vuelven amigas y crean su propia comunidad de apoyo y cada una usa la magia a su favor para intentar eliminar el obstáculo de su “rareza” para poder tener una vida “normal”.
Pertenecer a una comunidad es muy importante porque esta nos proporciona identidad, sentido de pertenencia,apoyo y ayuda cuando se está pasando por un momento difícil. (Stein, S. 2023). Así que este grupo sirve de una especie de refugio para estas amigas.
Con la llegada de Sarah cambian las cosas, el cuarteto se completa, se juntan norte, sur, este y oeste, agua, tierra, fuego y aire, y al descubrir el poder natural que tiene Sarah en su interior, las cuatro se vuelven más fuertes, menos inseguras y más unidas. Me gusta pensar que esta magia interna que tiene Sarah es la compasión, la empatía, la sororidad y el amor porque logró darles la chispa que necesitaban sus amigas para tomar sus vidas por las riendas y forjar su propio camino. Las cicatrices de Bonnie desaparecen y se viste con ropa más reveladora y su confianza y autoestima mejoran, Rochelle logra poner en su lugar a su bully y hace que se le caiga el pelo (para esta chica su cabello lacio y güero era el símbolo de belleza que le hacía sentirse superior a Rochelle) y Nancy y su madre heredan una gran suma de dinero que las aleja de la pobreza que tanto detestaba. 
Todo iba bien hasta que Nancy comenzó a sentirse celosa porque Sarah se había vuelto más poderosa, y parecía haber tomado su lugar como la líder, esto la hace enfurecer y amenaza a Bonnie y a Rochelle recordándoles que sin ella y la brujería que les enseñó seguirían siendo las chicas raras, feas y solitarias de antes. Aquí es donde entra esta competencia innecesaria impuesta por un sistema que por siglos nos ha manipulado para que veamos a otras mujeres como competencia para sentirnos bien con nosotras mismas.
Tristemente esto es muy común a partir de la adolescencia, a veces tomamos actitudes machistas y criticamos a las demás por cómo se ven, lo que hacen y lo que les gusta. No es raro escuchar de mujeres que odian lo femenino y lo que puede ser considerado como tal o que dicen preferir juntarse con hombres porque “son menos complicados”. Hacer menos a otras mujeres no nos hace mejores. Las mujeres somos tan diversas que cada una de nosotras tiene su propia definición de lo que es ser mujer, nos vemos diferentes, vivimos situaciones diferentes, pero no tenemos por qué atacarnos entre nosotras  así que hay que dejar en el olvido esta competencia. Ahora, esto no significa que tengamos que ser amigas de todas, es válido no estar de acuerdo con alguien o querer evitar a alguien que te ha hecho daño, pero podemos unirnos en una comunidad de apoyo y utilizar lo que nos hace especiales para ayudarnos mutuamente. Las mujeres somos mágicas y nuestra magia interna nos hace quienes somos.
Referencias:
Fleming A. & Wick D. (1996). The Craft. Estados Unidos: Columbia Picture.
Papalia, D. y Martorell, G. 2015. Desarrollo Humano. 13º edición. Editorial: McGrawHill Education. p.323.
Stein S. 2023. La Importancia de la Comunidad. Psychology Today. Sitio web: https://www.psychologytoday.com/mx/blog/la-importancia-de-la-comunidad#:~:text=Una%20comunidad%20proporciona%20identidad%2C%20apoyo,a%20las%20que%20podamos%20recurrir.
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outsidebubble · 8 months
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Bon x Bonnie fnafhs fanfic slow burn pero sin smut x q huevos
( esto va a ser parte 1 de una serie q planeo hacer )
( si esto es impulso a si q no creo q postee mi seguido )
(Me estoy proyectando en Bonnie pero si me conoces irl no )
Tw: sh pasado , Bonnie esta sad , cringe
Bonnie por más feliz que es ahora ha tenido muchas dificultades desde hace años aun que no lo acepte y siempre diga que “los golpes no me afectan” ,(si su cuarto hablara diría algo completamente diferente.)
Bonnie entonces , tal ves , más bien definitivamente esta deprimido y tal vez tenga una terapeuta al la que ve menos de lo recomendable y tal vez el echo de que siempre está en una casa sola y fría y que es bulleado por la pandilla de deuz y tal vez posiblemente el echo de que hasta este año ha sido invisible puede que lo haya afectado más de lo que el deja aparentar
Por ejemplo Bonnie siempre usa el mismo atuendo: camisa y pantalón del uniforme con una camisa de mangas largas negras y su corbata amarrada en un moño alrededor de su cuello y por mas normal que sea utilizar la misma ropa todos los días dentro de la escuela a lo qué hay que ponerle atención es a las mangas
Si le preguntaran a Bonnie dirá que es por que siempre tiene frió o por que no le gusta la camiseta de la escuela y se cambia una vez que se acabe. De nuevo Bonnie es un mentiroso, las mangas albergan cicatrices algunas mas recientes que otras pero al fin cicatrices, Bonnie no podría decir cuándo empezó o por que recurrió a eso de todas las cosas pero pasó una , dos , tres y mil y una veces
Bonnie está acostumbrado a la rutina levantarse, ir a la escuela, no hablar con nadie , regresar dormir, tocar la guitarra y aprender a separar un sacapuntas .Bonnie esta bien con eso , en serio. Bonnie es un mentiroso.
Tal vez por eso el día que Freddy llegó a la escuela y conoció a chica ( wow sus papás fueron muy originales) una niña muy entusiasmada y honestamente MUY intensa ,foxie (furro) weon que se hace el desinteresado ,golden buena onda y extremadamente rico , tal vez por primera vez en mucho tiempo sintió ese deseo de tener amigos, ser parte de algo, ser alguien
A Bonnie, si somos honestos , le vale madres si ganan o no la competencia (nunca diría eso enfrente de chica por q es 100% seguro de que no saldría vivo) es mas el echo de que ahora siente entusiasmo de ir a la escuela y ver a sus compañeros
“BONNIE!” Dios aveces chica puede ser muy ruidosa
“Ay Dios chica! Qué pasa ?” Ya se qué pasa, me va a recordar del ensayo de hoy después de clases “hola oye nada mas te quería recordar que hoy hay ensayo” ya sabia “solo que nos cambiaron el salón. Al parecer otra banda lo va a ocupar lo que me parece ridiculo por que estoy muy segura de que ya había avisado que hoy íbamos a usar el salón pero bueno” a bueno eso si que es nuevo, la frustración de chica era bastante evidente así que mejor decidí no comentar nada y solo asentí “ si okey… Umm sabes en qué salón va a ser entonces?” Mierda la voz me salió tremendamente patética “eh no todavía no se , mejor nos reunimos afuera del salón usual y de allí les digo, sirve que vemos esa tal banda” dijo “mhm okey” ella se despidió y seguí caminando hacia la cafetería, hoy es martes de pudín
Bonnie tiene una complicada relación con la comida a veces come mucho, aveces pasan días sin que tome bocado y hay veces que come e inmediatamente siente un disgusto inimaginable y termina haciéndose vomitar. Hoy es un día como los últimos Bonnie se sienta solo en la cafetería con una cuchara y su pudín y juega con el un rato intenta probar algo pero la repulsión es más grande que su hambre, una pena por que el pudín en si cuesta 18 pesos muy caro al fin hace a un lado el pudín y piensa en la situación de las bandas
Bueno tiene sentido que haya más de una banda en la escuela si no no habría una batalla de bandas pero nunca había escuchado de ninguna otra, se qué hay varios grupos de nuestra edad que se presentan en “el terreno” como los nightmers, fun times y otras bandas. El terreno es un.. bueno un terreno abierto techado con lonas en donde se puso un escenario y nuevas bandas pueden presentarse
Bueno eso va a ser después, tire el pudín a la basura y fui a clase aún que quedaban 20 min
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imisolate · 2 years
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Supongo que es una de mis más grandes envidias.
No me malinterpreten, he tenido "amigas" lo que viene siendo gente que se me acerca y de un día para el otro se pegan a mi en el ambiente académico. Pero fuera de ahí, solo experimente aquello cuando se divorciaron mis padres, fue como si salir con mis amigas y tener una adolescencia normal, me fuera permitido (claro, siempre y cuando le agradaran a mi abue y no fueran hombres).
Envidio tanto la amistad que lleva mi primo, él y sus amigos se conocen desde los 7... *suspiro* Mi madre no me dejó experimentar este tipo de amistad, siempre alegaba que las madres de mis amigas eran desagradables o envidiosas y nunca más podría ir a jugar con aquellas niñas.
Fui relegada a la soledad por sus condicionamientos... creo que aquello fue egoísmo?
Mi padre era del tipo que decía: tú familia solo somos nosotros, no tus tíos o tú abuela.
Terminé en una encrucijada en donde no tenía en quien apoyarme ya que no podía confiar en quienes no eran mi familia, ni en los que se suponía "eran mi familia".
Y mis amigos?
Pues nunca tuve, extrañamente siempre terminé en relaciones tóxicas en donde estas chicas que se me acercaban terminaban odiándome porque tenía mejores calificaciones o el chico popular de turno sentía curiosidad por mi.
No sé porque a aquella edad todo el mundo parecía confabularse para formar una novela juvenil de trama barata, en la cual todos actuaban un papel en especifico a mi alrededor. Si pudiera recordar a los personajes diría que había el chico popular, su mejor amigo, el grupo de mean girls, la amiga que esta enamorada del chico popular y lastimosamente... yo creo que era la chica nerd retraída que llamaba la atención del chico popular, que era acosada por las mean girls y su "amiga".
Ja! Creo que todos esperaban que actuara en consideración a su guión, pero... siempre he estado perdida. Mi edad mental a los 16 era de una niña de primaria. Tenía tanta mierda dentro de casa que no ansiaba aceptar la mierda que tenían planeada para mi en el colegio.
*suspiro*
Al final, mi ignorancia era tan poderosa que me salvo de un bullying físico.
El mundo como siempre, siendo una mierda... no me extraña que mi cerebro piense que no vale la pena hacer amigos, por mucho que lo desee.
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andrino100pre · 11 months
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Quisiera que mi vida hubiera sido así:
Mi papá me llevaba a cortarme el pelo cada 3 semanas en la Barberia El Central, donde Don Bargas me hacia reír.
Mi primera Novia se llamaba Karla Beatriz.
El Primer Amor de mi vida se llama Karen Vanessa.
Evelin Aragon es la chica que me acosa.
Laura Bonilla es una mujer muy joven, mas que yo también muy hermosa y nos casamos, mi familia la amaba.
Nunca llegue a pensar mas de 200 LB.
Mi papá era un hombre muy trabajador.
Mis Primos Holgar y Flemmin nos criamos juntos y nos queremos como hermanos.
Mi Tía Sonia es muy amiga de mi mamá y nos quiere como sus hijos.
Termine mi carrera a los 5 años.
Estudie en una High School.
Tuve un mejor amigo afroamericano.
Fui Camp Granite Lake como campamento de verano.
Mi hermana Luisa me prestaba su carro.
Dormí al lado de una fogata.
Dormí en una playa.
Fui muy disciplinado en el estudio.
El Ingeniero Peña es un gran amigo y mentor, nos respetamos mucho.
Nunca defraude a Don Rodolfo.
Franklin Moratalla jamás me robo.
Una de las películas que tanto mire en mi infancia se llamaba Un viernes loco - 2003.
Las amigas de mi hermana decían que yo era muy tierno.
Nos ofrecieron una BECA en Canada, con mi amigo Joaquin para quedarnos con una familia y aprender Ingles.
Mi papá me compro un Nintendo 64.
Me mandaron un Play Station 4.
Soy muy guapo.
No me gusta fumar.
A los 12 años comencé a ver animes.
Ana Garcia es muy fiel, nunca me engañaría.
Mi tía Elsa (Chita) nos quiere mucho, ella nunca hablaría mal de nosotros.
Mi papá me llevo a ver Jurassic Park cuando la estrenaron en los Cines.
A los 20 años nos fuimos de mochileros con Joaquin.
Joaquin se graduó de Ingeniero en Sistemas, en limpio.
Termine mi carrera con mi mismo grupo de amigos de bachillerato y en limpio, Joaquin, Luis y Victor.
Tengo una vista perfecta.
Todo salió bien.
Fui jugador estrella en los 11 Lobos.
El profesor Ruben Guevara entrenador nunca me hecho del entrenamiento.
Mi mamá me enseño a independizarme.
Mi mamá esta cansada que me lleguen a buscar niñas a la casa, dice que me las va a correr.
Hatsune Miku existe y fui a su concierto.
Soy un gran programador.
Yo no veo Pornografía.
Mi pene es grande.
Mi pecho es recto.
No tengo panza.
No tengo tetias.
Compre una Bicicleta en el 2009 y aun la tengo, nunca la robaron.
Mi primer empleo fue en la Pizza Hut.
Mi papá nos llevaba al cine los fin de semana.
Mi papá nunca fue un ebrio.
Mi papá era muy querido por los ingenieros cuando era Motorista.
Blink-182 siempre fue mi banda favorita.
Lesly Reyes me pido que la Besara.
Baile con Evelyn Aragon el baile romántico la noche de graduación de Bachillerato.
Me aceptaron en la banda del Colegio Cristiano, llevaba el redoblante.
Hunter vivió desde 2000 al 2020, siempre sera mi familia.
Yo nunca le puse zancadilla a Hunter para que se golpeara y eso le causara los ataques epilépticos.
Somos una familia muy unida.
Mi mamá esta encantada con sus nueros.
Carlos el esposa de la Margara mi hermana nos apoya y brinda todo lo que necesitamos, el nos aprecia mucho.
Ricardo Diaz le regala muchas cosas a mi mamá.
La Gabriela es una niña muy lista y oficiosa nunca hemos tenido un disgusto con ella .
Luisa Magaña siempre nos ofreció su casa, nunca nos hecho.
Mi papá aun esta con vida y trabaja todos los días.
Mi papá nos puso Cable, porque yo quería ver los Power Rangers cuando tenia 4 años.
Mi profesora de 1 grado me quería mucho, ella nunca me reprobó.
Vansi Adonay siempre me pidió ayuda en todo.
Alba Jennifer es mi mejor amiga desde el 2007, además es amiga también de Ana Garcia.
Oscar Mejia nunca me grito.
Mi papá siempre nos defendió.
Mi primera ves fue con Karen Vanessa en su casa.
Siempre respete a Laura Bonilla, nunca la toque.
Yo nunca hablaba de más.
No tengo hemorroides.
Tuve una relación con una compañera de Estudio llamada Estela, en la Cordero
Desde el 2008, Joaquin viene los fines de semana para ir a nadar y comer pan dulce, ya tenemos 15 años con esa tradición
Termine el Juego de Zelda Ocarina del Tiempo.
Termine el Juego de GTA Vice City
Tuve una ceremonia de graduación, ahi estuvo mi papá para tomarse la foto con nuestro titulo.
Fui a conocer a Dinamarca, mi tía me llevo a conocer.
Adoro mi trabajo.
Aun tengo mi primera USB de 512 MB que me regalo mi mamá.
Tengo una buena relación con mi Hermano Mauricio, papá nos enseño a cuidarnos.
Vi en el 2003 Moulin Rouge cuando la transmitieron por canal 6.
Lisbeth Estrada fue mi novia.
Todos los años le encuentro un sentido a la vida.
Mi hermana Margarita me permitía jugar en su primera Computadora.
El papá de los niños con los que jugaba cuando era niño, jamas me amenazo con romper mi cartera.
Con Moncho y Danny Adalberto, llegamos hasta bachillerato y seguimos siendo amigos.
Creci viendo Narnia.
En el 2021, en el mes de Abril hicimos el ultimo viaje a Puerto Barrios, fuimos con mi Papá.
El Halloween era una de las tradiciones extranjeras que tanto ame festejar de niño.
Fui a padrino de todas las bodas de mis amigos, Siempre era en lugares muy lujosos y elegantes.
Me gusta cuando nieve, estoy a costumbrado a la nieve.
A los 5 años gané una medalla por ganar una carrera.
A los 6 años me gane mi segunda medalla y decía Wel Done.
Mi abuela murió por causas naturales.
Puedo hablar Ingles.
Aun tenemos contacto con la familia de Guatemala, nos queremos mucho y somos muy unidos.
La Karis me invito a su fiesta de despedida del país.
Mis compañeros de 5 grado nunca trataron de perderme en Metrocentro.
Soy muy maduro, no ofendo a las personas con mis bromas.
Katerin fue mi gran amiga en la universidad, vamos a concierto y siempre la acompaño a su casa.
Me gusta arreglarme mucho.
Siempre encuentro ropa de mi talla.
Trabajo en el gobierno.
Viajo mucho.
Disfrute mucho ser niño, fui muy feliz con toda mi familia y todos me querían.
Mi actual esposa se ve hermosa en Bikini.
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bonniepink · 1 year
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ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤ ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ ㅤ 👑 ; O1 ㅤ ㅤ Sophie era una niña alegre en todos los aspectos de su vida pues aunque su padre había partido al cielo años atrás, la compañía de su madre era suficiente para sentirse feliz y también contaba con dos extraordinarias amigas con las que se se divertía todo el tiempo. Nunca salía de casa sin el permiso de su madre, aunque no era difícil de conseguir por lo bien que se portaba todo el tiempo así que esa misma tarde las tres amigas caminaron hasta el parque para convivir después de la escuela. ㅤ ㅤ Llevaba en las manos una canasta con algunos postres que su madre horneó mientras Jade y Ruby llevaban consigo algunos juegos de mesa para aumentar la diversión; lo cierto era que el trío de amigas no necesitaba de mucho para pasar un increíble tiempo, esa era la magia de su amistad. El clima era increíble, los rayos solares se ocultaban detrás de grandes y esponjosas nubes y el viento refrescaba a las adolescentes. —Mi mamá envía estos deliciosos panecitos para ustedes, chicas —soltó finalmente, con ese tono de voz dulce que acostumbraba y sus mejores amigas tomaron uno de inmediato para llevarlo a su boca. ㅤ ㅤ —Wow, desde aquí el castillo se ve tan bonito. ㅤ —¡Es cierto! ¿Imaginan lo genial que debe ser el ser una princesa? ㅤ —¡Tener muchos sirvientes y mucha ropa bonita! ㅤ ㅤ Escuchó decir a sus amigas, mismas que lograron despertar su intriga. Sophie alzó la vista hacia el imponente y precioso castillo de Encantia mientras el viento desordenaba sutilmente sus cabellos. La vida de la realeza daba curiosidad a todos en el pueblo, incluida ella y aunque nadie (a excepción de sirvientes) tenía permitido entrar por seguridad de la familia, admitió para ella misma lo mucho que le gustaría conocer su interior. Sin embargo, adoraba la tranquilidad de su día a día sin preocupaciones y le parecía bobo codiciar una vida llena de lujos cuando ella tenía más que eso. ㅤ ㅤ La aguda voz de Jade la devolvió a la conversación, disculpándose entre risas por perderse en sus pensamientos y el grupo de amigas continuó su diversión por un par de horas más antes de volver a sus respectivas casas. ㅤ ㅤ Sophie entró a su hogar y su madre la recibió con un fuerte abrazo. Para Miranda ella era una hija excepcional porque siempre ayudaba con la limpieza, la cocina e incluso se esforzaba en aprender el oficio de los zapatos para convertirse en un apoyo más grande a medida que crecía. —¿Te gustaría conocer el castillo un día? —la pregunta de su madre la sorprendió tanto que dejó de limpiar la mesa para verla con atención aunque antes de responder su madre continuó con la propuesta. —El rey Roland contrató nuestros servicios para mañana. ¿Quieres venir conmigo? —Por supuesto que la niña jamás se negaría a ayudar a su madre y ahora que era la oportunidad perfecta para conocer el palacio no iba a desaprovecharla. ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ ㅤ La tarde siguiente todo parecía salido de un cuento de princesas. El carruaje real esperaba por la madre e hija fuera de su humilde hogar, aquel amable sirviente sería el responsable de trasladarlas y Sophie sentía los latidos de su corazón acelerarse con cada kilómetro recorrido. Dentro de poco cruzaron el famoso puente (medio único) para llegar a la entrada principal donde el fiel sirviente Baileywick les dio la bienvenida y enseguida las guio al salón donde se encontrarían con el rey Roland. ㅤ ㅤ El interior del palacio era mucho mejor de lo que había imaginado. Sophie escaneaba todo desde las paredes pintadas de lila y dorado hasta las armaduras de un brillante plateado que decoraban los largos pasillos del lugar. Seguía de cerca a su madre, aferrándose a la tela de su vestido como si de ese modo evitara perderse en medio de la belleza que ahora la rodeaba. De reojo pudo observar a la princesa Amber, quien era tan hermosa y la confianza que irradiaba al verse en el espejo era única. Por otro lado, el príncipe James correteaba por todas partes con su sabueso, ambos causando desastres por donde caminaran y esto la hizo reír pues estaba segura que podrían ser buenos amigos si tuvieran la oportunidad. ㅤ ㅤ —Su majestad, el rey Roland —señaló el hombre canoso al llegar, realizando un ademán que autorizó la entrada. Era la primera vez que ambas conocían al monarca, pero Sophie de inmediato percibió su calidez y la nostalgia de no tener un padre la invadió. La primera visita al castillo de Encantia había sido increíble y no podía esperar para contar cada detalle de lo vivido a sus mejores amigas. Sin embargo, la adolescente nunca esperó que esa visita sería el primer paso para un cambio importante en su vida.
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parecerdesesperada · 2 years
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Tú estás sola.
Tengo 8 años, no recuerdo que pasaba en el autobús del colegio, no sé si hablaba con mis compañeros o era la típica niña que le gustaba mirar por la ventana y abstraerse. Apenas vislumbro mi infancia, es como si no existiera, como si hubiera desaparecido desde que reviso mi pasado, me esfuerzo mucho en pensar en él, pero sin embargo, no hay nada, todo es opaco o imaginación. Lo que sí tengo muy claro es que al llegar a casa, me arrastraba con la mochila gigante que me habían comprado y que tanto deseaba de Space Jam.
Entraba en casa, un pasillo larguísimo con un recibidor demasiado grande para su uso, un mueble enorme con espejo, marrón y negro, ¿A quién se le habría ocurrido esa decoración? Eran los 90, ahora lo entiendo. Después del largo pasillo giraba a la  izquierda, derecha y llegaba a mi habitación, la última de la casa. Una habitación de chica, rosa y blanca, con mucho almacenaje, el cajón de las almohadas, el de los juguetes, un armario enorme y una mesa que ocupaba todo el ancho de la ventana y más. Tiraba la mochila en la cama, o así me lo invento, sacaba mis juguetes y comenzaba una especia de ritual solitario que me encantaba: crear historias.
He inventado más telenovelas con mis muñecos que la televisión turca. Qué placer daba poder crear escenas dramáticas de chicas adolescentes, de novios despechados, de malas compañías, chicas perdidas que necesitaban ser salvadas por machos alfas, qué historias tan programas por la sociedad hetero patriarcal, pero qué divertido. Era mi momento, estaba sola, mis secretos, mi vida, un análisis de la sociedad desde el prisma de una niña de 8 años, qué gusto.
De pequeña era tan tímida y guapa, que era imposible para mí soportar los halagos, los ‘’que niña más guapa’’, siempre me enfadaba y mi madre me decía que no fuera mal educada, pero las relaciones sociales me apestaban. En el colegio me gustaba compartir juegos con los amigos y especialmente con las profesoras, pero lo que más me gustaba era estar sola.
Cuando estaba en casa, me sentía bien, a gusto, era yo y solo yo. No obstante, mi hermano, un depredador social, ansias de la compañía y de la atención, siempre reclamaba que yo participara en sus juegos: animándole mientras lanzaba la pelota, prestándome sus ActionMan para sentirse participe de mis historias… Yo no soportaba que me interrumpiera, pero al final siempre cedía, es más, mi madre me obligaba a jugar con él: Hazle caso a tu hermano, los hermanos tienen que estar unidos, los hermanos juegan juntos, no seas mala con tu hermano ¿Dónde quedaba mi espacio? ¿Dónde estaba mi poder de decisión? Anulado, claramente. 
Conforme fueron pasando los años, en el colegio, la gene hacía grupos. De pequeños no hay grupos, somos ‘’La clase’’ y ‘’La clase’’ es un todo, no hay separatismos, ni individualismos, todo se comparte, todo es de todos, de pequeños somos comunistas. Llevamos batas iguales al colegio, la misma bandeja en el comedor y la comida que las completa, los mismos zapatos, el mismo uniforme y todos cortados por el mismo patrón social: clase media- alta.
Pero llega la adolescencia, y empiezan las diferencias, unas chicas van con faldas cortas y el polo  tipo top, otras vestimos de manera monjil, falda hasta la rodilla, polo tipo mod - sin saberlo- todo en su sitio, como les gustaba a las monjas, bien tapadas. Ahí es cuando empieza la primera división de grupo, guapas y delgadas a un lado, gordas y altas a otros, tapadas. Yo, que estaba sola, tenía que decidir, ¿Con quién iría? ¿De qué grupo sería? En esos momentos sentía la misma sensación que mi hermano tuvo que experimentar: frustración. Intentas que la popular, con pechos exuberantes -porque ha sido prematura en la regla-, bajita y con caderas, te haga caso, ser su mejor amiga, eso era caballo ganador, pero claro, había que lucharlo.
Comencé a ser más abierta, más divertida, a compartir parte de mis pensamientos más superfluos, quizás así entraría en ese club tan valorado. La adolescencia me obligaba a socializar como nunca: sonreír siempre, mentir para no hacer sentir mal, seguir la corriente y sobre todo, hacer sentir más lista que tú a la que querías como aliada. De ahí saqué mi destreza por convencer a los demás, sólo tenía que ser amable, buena amiga - aunque a veces tuviera que apretar los dientes y llorar a escondidas- pero siempre ser la que estaba ahí, al lado de ‘’La chica’’, la que te introduciría en el resto de grupo, la que haría que nadie se metiera contigo. 
Finalmente me hice amiga de la gorda de clase, la primera gorda, porque había muchas gordas, si no pesabas menos de 50kg eras gorda, así que había muchas, yo entre ellas, mi grupo de gordas. Gordas que fumaban y bebían calimocho, bebida que he odiado toda mi vida, pero eran malotas, así que también te respetaban, no te consideraban chica, cosa que me gustaba para no tener que hacer cosas de ‘’chicas’’ pero que también me hacía sentir distinta, y no distinta bien, sino distinta poco aceptada. He llorado muchas veces pensando que era invisible para los chicos, que simplemente era una más para ellos, eso sí, luego bien que se la chupaba a escondidas, cada vez que lo recuerdo siento una tristeza tan profunda que solo me hace pensar en lo bien que me hubiera venido ser feminista en esa época, reivindicar mi derecho a ser y punto. Y no tener que satisfacer a chavales que ni me interesaban para sentirme parte de algo o alguien especial, qué bochorno.
Al final, con todo esto de sentirme parte de, empece a ser realmente social, aprendí mucho con mi primer trabajo, tenía que llamar a muchos ministerios, ser educada y saber hablar de manera correcta, tratar a las secretarias de los distintos ministros para que aceptaran la invitación a los eventos que programaba la agencia en la que hice las prácticas. Todo esto lo hacía en Madrid, la ciudad por excelencia que te obliga a ser una ser social, dependiente de opiniones, de conversación, de convencer que sabes de un libro que no te has leído en tu vida y de estar al tanto del grupo de música independiente que acaba de salir ‘’¿No lo conoces? Es lo más.’’
Caer bien en una sociedad tan superficial debo decir que es fácil, solo tienes que seguir el rollo a todo el mundo y siempre dirán ‘’Que maja’’, esto me lleva de nuevo a la estrategia de caerle bien a la popular de clase, así de simple. Me he pasado años callando quién era yo, mis inquietudes, mis gustos. No es que los haya dejado de lado ni mucho menos, pero poco a poco la sociedad ha hecho que pierda mi propia identidad. Si quiero llevar el mismo jersey a diario, quién eres tú para juzgarme, soy una comodona, odio ir de comprar y me encanta este jersey, además el sobre consumo solo lo entiendo en la comida, que sueles probar cosas nuevas, pero una camiseta, siempre será una camiseta.
Hoy, con 33 años, he estado unas semanas sola, paseando, leyendo lo que me apetece, viendo series de superhéroes, porque me encantan, cosa que mucha gente sé que no entendería o se sorprendería. Pues sí, he estado 4 horas viendo una película de Superman, Batman, Superwoman entre otros y me ha parecido lo más, he disfrutado de ella, lo juro. Por primera vez y después de muchos años, he dedicado tiempo a las absurdeces que me gustan. No he intentado cubrir mi tiempo, salir de él, huir. En verano los días son larguísimos y más cuando te haces mayor y no sales de fiesta, que te despiertas a las 7:30 de la mañana sin alarma. No miento si digo que soy inquieta y necesito programarme actividades cotidianas: sacar al perro, hacer deporte, trabajar, preparar la comida, sacar al perro, ir a comprar a Mercadona las hamburguesas veganas a las que soy adicta, hacer la cena, ver una película de superhéroes, encender el ventilador, dormir.
Es verdad, que es difícil sentirse sola cuando tienes un perro tan dependiente como el mío, siempre que miras hay otra mirada - a veces incluso incómoda- que se cruza te muestra claramente que está ahí, preguntándose cual va a ser tu próximo paso. No estás sola, porque estar sola, además del perro, es sentir que tu soledad es aburrida, triste y abrumadora. Hoy puedo decir que mi soledad es divertida, con horarios, con tareas. Y la llamo soledad con un sentido positivo, no como lo que la sociedad nos ha vendido ‘’Tú estás sola’’. Estar sola es otra cosa, es no saber disfrutar de ti, de tu espacio, antes de todos los que te rodean.
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jartitameteneis · 2 years
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LO QUE SABEMOS ES UNA GOTA DE AGUA, LO QUE IGNORAMOS ES UN OCÉANO. ERAN LAS MÁS NIÑAS, las más nuevas, las más apetecibles porque querían carne fresca.
Los golpistas las escogieron entre un grupo de 27 mujeres que iban a fusilar en la tapia del cementerio de Fuentes de Andalucía (Sevilla). Por desgracia correrían peor suerte que las fusiladas. "No se van a librar por mucho que berreen y pataleen" les dijeron mientras las arrojaban al interior de una camioneta. Las condujeron hasta el cortijo abandonado del Aguaucho, cerca del cruce con la A - 4. Era finales de agosto de 1936 y los franquistas tenían ganas de divertirse. La más joven contaba 16 años. Las desnudaron y las obligaron a cocinar, mientras ellos bebían y reían. Las manosearon, las golpearon, las vejaron. Las forzaron a bailar y cantar mientras les servían la comida. Con los estómagos llenos llegó la lujuria, las violaciones, el sufrimiento atroz. La ferocidad surgida de la radio por la bestia fascista y criminal del general Queipo de Llanos. Después del desahogo carnal sobre sus mancillados y torturados cuerpos, vino la hora de la muerte. En una brutal venganza machista las asesinaron y las arrojaron a un pozo. Ebrios de victoria, la manada de "héroes nacionales" regresó a Fuentes de Andalucía. Entre carcajadas y voces rompieron el silencio de la madrugada. Llevaban, como trofeos, ensartados en los fusiles, las bragas y los sujetadores de las chicas, mientras gritaban: "Esta noche hemos tenido carne fresca" Los familiares y los vecinos del pueblo, permanecían aterrorizados en sus casas, llorando impotentes el martirio y los asesinatos de las niñas. Como en muchas ciudades y pueblos, en Fuentes de Andalucía no hubo combates, los golpistas simplemente se hicieron los amos. Asesinaron a 117 fontaniegos, entre ellos 27 mujeres. La represión de género era un fin del plan franquista, como cuenta Virtudes Ávila de 82 años; "A mi madre la pusieron contra la tapia, tenía 24 años, estaba embarazada de 8 meses y la fusilaron. Ya muerta, el crío no paraba de agitarse en el vientre. El sepulturero que era un facha de los grandes, sacó su pistola y le descerrajó dos tiros en la barriga hasta que la criatura cesó de moverse." No solo se llevaron sus vidas, recuerda Virtudes, "Las casas se las quedaron los criminales más grandes." sin atreverse a decir los nombres. Las niñas del cortijo de Aguaucho se llamaban: Josefa García Lora de 18 años. Su hermanita Coral García Lora de 16 años. María Jesús Caro González de 18 años. Joaquina Lora Muñoz de 18 años. María León Becerril de 22 años. Según testimonios puede que fueran más las víctimas del cortijo de Aguaucho, como: Josefa Miranda González de 17 años y Dolores García Lora de 25 años y hermana mayor de Coral y Josefa. Todavía no han sido hallados sus restos mortales. Como siempre, los nombres de los violadores y asesinos no se han publicado nunca, aunque están en la mente de muchos, y sus descendientes sigan mandando. El fascismo machista continúa impune en nuestros días con un balance de más 1.100 mujeres asesinadas desde el 1 de enero de 2003. Cuando se empezaron a contabilizar oficialmente.
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niico67 · 2 years
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Escucharon esa frase que dice " dos polos opuestos se atraen " en mi vida la escuche más de mil veces me presento soy valeria me dicen va , vale y valentina me gustan muchos de mis apodos pero nunca fueron muy importantes o nos los tomaba en cuenta , soy pelirroja y con pecas todos dicen que me parezco a la niña de nemo , uso brackets y unos grandes lentes soy el patito feo de mi grupo no tengo muchos amigos solo mi hermano mayor que casi no hablamos el es el típico fuck boy no entiendo que le ven tiene el pelo rubio ,ojos verdes y tiene la piel muy pálida todo lo contrario a mi se llama sebastian todas las chicas se mueren por el .
Mañana se termina el verano y de nuevo a clases estoy un poco nerviosa ya que siempre el primer día me hacen bromas muy pesadas un chico en especial es muy amigo de mi hermano y no me parece una persona agradable el se llama adán si como adán y Eva , tiene cabello negro , tiene la piel muy palida y ojos azules si si también se mueren por el pero a mi no me parece lindo es un tipo muy fastidioso y arrogante, mi hermano lo conoció cuando tenían 10 años los dos eran patitos feos así que se entendieron muy bien.
Estoy en mi cuarto escuchando música y leyendo uno de mis libros favoritos leer es salir de mi realidad y volverme el personaje principal ,mi hermano hace fiestas muy alocadas a las cuales no estoy invitada ,me cierro la puerta pero esta vez escuché como tocan mi puerta no sabía quien era no le tomé importancia así que seguí leyendo , el ruido seguía aumentando decidí abrir y era el estúpido amigo de mi hermano , adán el comenzó a decir que haces princesa
Yo no sabía que responder ya que nunca tuve una conversación así con alguien solo por mi sueños . el volteó y me dijo no pensaras en hablarme
Respondí con un "SI" mierda no puede ser por fin un chico apuesto me esta hablando y yo respondo con un si
El empezó a reírse y me dijo sabes te vez linda sin los lentes , en ese momento no sabia que responder
El empezó a acercarse lentamente y vi como cerraba la puerta no te que el quería hacer algo me empezó a decir que le gustaba y mucho pero no podía decir nada por ser mejor amigo de mi hermano y que siempre venia a mi casa a verme en ese momento sentí como mi corazón empezaba a latir de una forma sorprendente y me puse roja como el tomate pero el paraíso terminó por que entró mi hermano , adán se paro rápido y dijo tu hermana es muy molestosa osea se atreve a decir eso cuando el entro a mi cuarto y empezó a decirme todas esas cosas mi hermano respondió con un si déjala esta loca.
Día lunes primer día de clases me alistó con la ropa que siempre voy zapatillas negras , un pantalón color negro y una polera gris , mi madre me dice que cambie mi look por que parece que me vistiera igual que un hombre tal vez hoy iré al supermercado para comprar un poco de ropa , entre a mi salón es muy aburrido pero me di cuenta de algo había una chica nueva cabello rubio , pequeña y ojos cafés me acerque y le dije hola ella respondió con un no me hables ni te conozco tal vez sea tímida o simplemente nadie le cae bien ella es muy arrogante
Ya es recreo como siempre los amigos de mi hermano empiezan a hacer bromas muy pesimas todo empezó desde que estoy en tercero , primero pegaron en mi asiento goma líquida Adán se reía no pensé gustarle de esa forma ya que siempre era muy cruel conmigo .
Se acercó una chica morena , ojos de color café y flaca creo que quería ser mi amiga parece una modelo me empezó a hablar solo pude responder con un hola empezó a hablarme de adán creo que le gusta me pregunto si adán tiene novia tuve que responder con un " si " ella empezó a tener otra mirada y me dijo sabes quien es en ese momento sentí como adán me jalo de brazo llevándome a los baños de los varones empezó a tocar mi cintura quise alejar su mano pero el subía aún más ya termino el recreo abrió la puerta y salí del baño , el me acompaño hasta el salón le dije que se fuera sentí que alguien me miraba era Emma se recuerdan de la chica morena a ella le gusta Adam . La historia de Emma su mamá sufre de esquizofrenia y su papá es un alcohólico cuando tuvo los 13 años se empezó a prostituir para traer algo de dinero siempre fue muy linda pero todos la ven como una perra .
Termino el día de clases para ser el primer día pasaron muchas cosas , me quedé pensando en el por qué pienso en adán si no es muy importante para mi ni es lindo , baje un rato a la cocina para poder tomar un vaso de agua me encontré con sebas el me miró y dijo no estés con ninguno de mis amigos me quede pensando y respondí con no y todos tus amigos son muy estúpidos .
Como se deben imaginar mi hermano decidió hacer una fiesta por que empezaron las clases saben porqué hace fiestas porque nuestros papás nunca están en casa y nuestra casa es muy grande mi hermano invito a todas las chicas y chicos ya eras las 12 de la noche estaba en mi cuarto escuchando música vi como entro adán y Emma ella empezó a decir nos puedes dar tu habitación en ese momento sentí como se partió mi corazón poco a poco salí de mi habitación fui al parque más cercano me senté en un sube y baja no quería hablar con absolutamente nadie vi que llego un mensaje diciendo " oye donde estas te estoy buscando " era Adam el mejor amigo de mi hermano no quise responder porque estoy muy enojada el celular estaba estaba en cinco de batería .
Se apago mi celular no puedo recibir notificaciones de nadie ya son las cinco de la mañana hora de volver a mi casa estaba entrando y vi como Adam puso sus manos en mis hombros , me agarro fuerte del hombro pude esquivarlo , el grito muy fuerte diciendo " oye podemos hablar te necesito " yo baje de las escaleras y le dije si tu me necesitarás tanto como me dices porque metiste a mi habitación una chica Emma el Respondió susurrando tu no sabes lo importante que eres para mi no sabes lo que paso en esa habitación " yo estuve muy ebrio ella me dijo que me llevaría a una habitación para poder dormir no me percate de que era tu habitación perdóname lo siento mucho " vi como Adam empezó a llorar susurre muy bajo diciendo te perdono " subí rápidamente las gradas llegando a mi habitación cerrando la puerta . Sentí como Adam intento abrir la puerta pero ya tenía seguro .
Día martes me siento la peor persona del mundo intente salir pero no quisiera ver a Adam , mi hermano me esta llamando para poder desayunar decidí al bajar sentí el olor el perfume de el lo lo sentí , sentí como mi piel se erizaba como mis piernas temblaban pude reconocerlo imposible no hacerlo era Adam sentado en el comedor , como pude bajar hacia el no quería ni darle una mirada , me senté rápidamente pude sentir como me vio
Susurrando me dijo - me puedes pasar la azúcar mi amor
Respondí con un porfavor no sigas y le pase rápidamente y lo hice tan fuertemente que el tarro de azúcar cayó al piso
Sebastian me miró y me dijo ey ey que te pasa después comprarás otro tarro de azúcar " yo levante la cabeza haciendo una seña de un si , no quise comer me aleje mientras subía las escaleras Adam venía detrás mío agarrándome de la mano y me dijo que quería hablar y hablar de no solamente ser amigos habar de tener una relación, me sorprendió lo dijo tan directamente quiere estar conmigo y si no soy la chica perfecta si no soy lo que el quiere.
Me llevo al parque nos sentamos en dos columpios me empezó a decir que el siempre quiso tener a alguien como yo , que el siempre venia a mi casa a poder verme. Quería decirle que siempre me pareció muy atractivo el tenía ojos azules azules como un mar en el que me gustaría nadar todo el tiempo .!
Quiero hablar de como el estuvo con un Emma y decirle que me dolió pero saben aveces no siempre es decir lo que sientes tuve que escapar al igual que escapo de mis problemas
Escape rápidamente me metí en mi habitación llore mucho , sentí que mis ojos estaban tan hinchados acaso este es mi primer amor a los 15 años todavía no se que es el amor , cuando estoy con Adam puedo sentir mariposas puedo sentir que vuelo y cada canción de amor tiene un nombre se que no soy el primer amor de Adam pero quiero ser el último.
Mi hermano siempre tuvo novias no las podría contar ya que son muchas no se como el puede estar en tantas relaciones yo quisiera ser como el y no sentir amor por nadie dejar las cosas y no darles mis vueltas sebastian no me cuenta muchas cosas .
Nunca me gusto asistir a las clases son muy aburridas y las personas solo se fijan en tu ropa , estado social y si tienes cabello rubio pero nunca en sus notas por eso pienso que todos son unos descerebrados hoy vi a una niña gorda me acerque para poder hablar pude percibir algo raro tenia muchos cortes en los brazos yo no soy de preguntar los problemas de los demás ella es muy rara le gusta leer libros de leyendas urbanas o libros de terror , tiene una pulsera de colores del arcoiris estoy orgullosa de ella que salio de armario pero también triste por los cortes susurrando me dijo que me ves susurrando dije tus cortes ¿ te pasa algo ?
Ella dijo que si pero es difícil de explicar acepte sentarme con ella para conocerla más, no es una persona problemática es muy callada y tímida hoy día iremos a su casa pude ver que le gusta patinar .
Su casa es muy linda , su mamá me agrada pero su papá tiene una vibra muy extraña no quise preguntar más del tema me enseñó su grupo favorito nirvana , creo que al fin puedo tener una amiga me dijo que el viernes irá a un viaje con su mamá.
Adam vino a buscarme mi hermano es muy estúpido siempre le abre la puerta el vino directamente a mi cuarto diciendo buenos días mi querida flor dentro de mi estaba alegre pero no quería demostrarle mis sentimientos solo puse una cara enojada el ser acercó más y más pude notar que lleva un collar que tiene una pequeña letra D , no quise decir nada no me gusta preguntar el me dijo que si todavía me gustaba en ese rato entra mi hermano y empezó a decir vamos a jugar algo con una cara rara Adam y yo bajamos junto a mi hermano. Saco un juego nos sentamos en la mesa grande empezamos a jugar y vi como mi hermano estaba enojado le pregunto del por qué esta así el me mira y responde que no pasa nada niña" el siempre me dijo niña pero note que esta vez lo hizo con un desprecio no quise insistir ya terminando el juego me llama un número no sabía de quien era conteste y era un tipo " tienes los libros que te encargue ? Respondí con un no se quien eres el susurrando dijo no eres pau? No , soy valeria escuche una pequeña carcajada el me dijo así que valeria me gusta tu nombre quiero saber cuantos años tienes ?
Tengo 15 años cuantos años tienes y cual es tu nombre? Mi nombre es Francisco un gusto valeria tengo 20 años me quede fría y colgué la llamada.
Mi hermano y Adam me miraban Adam se levantó y dijo quien es ? Es un número desconocido el quiera agarrar mi celular pero se lo quite rápidamente el me miró y dijo no te creo , al día siguiente me llegó un mensaje de Francisco" hola quería valeria " salimos esta noche ? Quiere salir conmigo respondí con un si y me dijo ok te espero en el sitio un pan para el corazón me llevara a una panadería no puedo comer pan por mis brackets , me puse miles de ropas ninguna me quedaba bien no tengo un cuerpo como de esas modelos iré a decirle a mi hermano por suerte no había ninguna chica en su habitación le dije que me acompañará al supermercado a comprar ropa el miró de arriba hacia abajo y dijo a ti nada te puede quedar bien pero bueno haré el intento " fuimos al mercado había mucha ropa pero nada que me agrade sebastian llevo a una de sus novias para que me ayude ella eligió un vestido rosa no puedo ir con ese vestido no soy una niña me lo probé y como siempre se me ve fatal su novia de sebas es superior linda pero sebas es de las personas que no les importa mucho tener una novia ... continuará
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CAPÍTULO I: COMPAÑÍA INESPERADA (PARTE 4)
BICHITA
El escenario cambió de nuevo.
Estaban en una especie de bosque.
El aire ya no olía a tierra de cultivo, sino a hojas y a corteza de árbol.
Árboles de todas las formas y tamaños se alzaban a cada lado de ellos, y a sus pies florecían hermosas flores. Niña de la torre relojera golpeó un pequeño y adorable champiñón; su sombrero en forma de paraguas se desinfló y de sus pliegues brotaron esporas de dulce aroma. Tras unos segundos, el sombrero se volvió a inflar.
‘’Mola, ¿eh? Yo los llamo champi-aromas. Huelen diferente dependiendo del color.’’
Pinchó y golpeó champiñón tras champiñón.
Curioso, Ritmo Callejero decidió intentar golpear uno por sí mismo.
Pero antes de que pudiera, una voz por detrás de ellos los llamó.
Se giró y vio una chica de más o menos su edad con una sonrisa tímida.
‘’Hola, Niña de la torre relojera. Sabía que eras tú nada más oler el champi-aroma. Qué bien verte también, Pensativo. Y…’’ La chica, Bichita, se fijó en Ritmo Callejero. ‘’Em… Ritmo Callejero. Encantada de conocerte.’’
‘’Eh, si. Igualmente.’’
Le dió un rápido saludo con la cabeza.
‘’Se animan los berbechos al verte bien, Su Bichidad,’’ dijo Pensativo Pierrot, haciendo una reverencia que avergonzaría a cualquier bufón de la corte.
‘’¿Qué piensas de mi escenario, Ritmo Callejero?’’ dijo Bichita, reprimiendo una risa ante las bufonadas del payaso. Ritmo Callejero echó un vistazo al bosque. No era muy denso, por lo que había mucha luz que se filtraba a través de las hojas.
Y, como era de esperar de un escenario que pertenece a una niña llamada Bichita, el lugar estaba repleto de bichos: escarabajos, mariquitas, hormigas...todos ellos del tamaño de cachorros de lobo. Y también había enjambres de Negati, como en cualquier otro escenario.
‘’Es bonito. También me gustan los bichos.’’
Bichita sonrió y los llevó de tour. Los saltamontes, tal vez asustados por las pisadas del grupo, saltaron de su camino.
Les mostró su estanque favorito, dónde las libélulas, lo suficientemente grandes como para que una persona pueda montarlas, se deslizaban con gracia por la superficie.
Hasta había arañas, las cuales Ritmo Callejero pensaba que la mayoría de las chicas odiarían. Sus telarañas no eran pegajosas, descubrió, sino que se derretían como la nieve al tocarlas.
‘’Las redes no son para atrapar nada,’’ explicó Bichita con ganas. ‘’Aquí en mi escenario, quise que todos los bichos vivieran juntos y en armonía. Eso significa que nadie es la merienda de nadie.’’
Ritmo Callejero pensó que eso era dulce, pero algo más le pasaba por la mente.
No esperaba menos de una chica llamada Bichita que poblará su escenario con un montón de, bueno, bichos, pero había una especie desaparecida. No había visto una sola mariposa desde su llegada.
Le picaba la curiosidad desde que se dio cuenta, pero algo le decía que no debería mencionarlo.
Digo, ¿y si Bichita reacciona a la palabra ‘’mariposa’’ de la misma manera en la que Niña de la torre relojera reaccionó a ‘’gato’’?
Pensativo Pierrot y Niña de la torre relojera la habían conocido por más tiempo, así que probablemente sabían del problema de Bichita y las mariposas.
Eso explicaría porque también se abstuvieron de hacer comentarios al respecto.
Me pregunto si creen que hay una palabra que no deberían decir a mi alrededor. ¿Pero qué palabra sería?
Quería preguntar sobre ello, pero algo le dijo que no mencionará eso tampoco.
En cambio, preguntó si Bichita había tenido visiones con el hombre sonriente y la chica llamada Luchadora.
La sonrisa se fue de la cara de Bichita.
‘’Si, los…los he visto. Tres veces. No lo mencioné porque no quería que nadie pensara que era una rara.’’ Sus miradas se cruzaron tímidamente la una con la otra. ‘’Misma razón que nunca dijeras nada, ¿cierto?’’
Ritmo Callejero asintió.
‘’¿Había algo más que viste? ¿En tus visiones?’’
Un escalofrío le recorrió.
‘’Había una...criatura, una especie de serpenteo alrededor, como si tratara de encontrame. Estaba tan asustada de qué me comiera o algo peor. Cada vez que tengo esa visión, está más cerca. Tarde o temprano me atrapará, lo se.’’ Bichita se quedó sin palabras.
‘’Algo malo está pasando en Wonderworld, ¿no es así? dijo Niña de la torre relojera.
A su pregunta, Pensativo Pierrot dejó salir un suspiro frustrado. ‘’O algo malo está apunto de ocurrir. Sea lo que sea que esté pasando, necesitamos averiguar más. ¿Vienes con nosotros, Bichita?’’
Sus manos se pegaron al pecho, Bichita negó con la cabeza.
‘’Si algo malo va a pasar, no quiero dejar mi escenario.’’
‘’Entiendo.’’ El payaso le dio una sonrisa reconfortante. ‘’Te diremos que averiguamos. Mientras tanto, si algo pasa en tu escenario, puedes tomar refugio en mi parque de atracciones. Llegaremos hasta el fondo de esto, ¿vale?’’
El payaso se despidió y se marcharon.
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mieltrabajos · 3 years
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Análsis: Transfondo de Ken Shibasaki (Shibaken) 🍯
(Datos sacados de las novelas "Heart no Shuchou" e "Ijiwaru na Deai").
-`ღ´-
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Ken es descrito, en Heart no Shuchou, como alguien de apariencia y facciones llamativas. Se trata de una persona que crea vínculos superficiales, no sólo en el amor sino de cualquier tipo. Un claro ejemplo de esto es Koudai, de quien se hace amigo sólo porque se sienta detrás de él en clase. A Ken le da igual no tener nada en común con Koudai o que sus conversaciones siempre resulten secas al principio, lo eligió como su "compañero" por esa conveniencia de tenerlo cerca en el aula. 
De todos modos, retomaremos el tema amistad más adelante. Ahora pasemos a lo que muchos estaréis buscando en este hilo: tema amor. ¿Por qué empezó Ken a comportarse como un mujeriego?
Si habéis visto la canción de Ijiwaru na Deai seguramente muchos creáis que la razón es que una niña lo rechazó cuando iba a la escuela primaria pero... no, no es cierto. O, al menos, no del todo.
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¿Ken fue rechazado en la escuela primaria por una niña que le gustaba? Sí, eso sí es verdad. ¿Es la razón principal de que se convirtiera en un ligón? No, aunque sí tuvo parte de peso en el hecho de que él tomara ese camino, no es la razón principal.
Cuando comenzó el instituto (11 añitos tenía) empezó a recibir insinuaciones de varias chicas, lo cual simplemente sucedía porque se había vuelto más alto y prestaba una cantidad considerable de atención a su apariencia.
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Finalmente, un día él acepta salir con una de ellas, aún si bien no la conoce de nada. Cito textualmente porque lo siguiente me parece importante:
« La razón de que aceptase era que ella era bastante bonita y tenía el pelo largo, era su tipo. Quizás también influía el hecho de que se sentía un poco celoso de la honestidad que reflejaban los ojos de Kotarou cuando miraba a Hina desde el borde de la ventana; en verdad, estaba realmente preocupado por el hecho de si podría anhelar a alguien de la misma manera ».
Es decir, en el momento en el que Ken empieza su primera relación amorosa, no lo hace con una intención superficial sino que anhela algo certero. El problema se da, sin embargo, cuando encuentra a esa chica poniéndole los cuernos. El chico que estaba con ella dice que la muchacha en cuestión había previamente descrito a Ken como "aburrido" y que había dicho que estaba jugando con él.
La chica intenta excusarse diciendo que es mentira y que es el chico ese quien ha intentado cortejarla. Ken no le cree, se frustra y patea la puerta. Y aquí empieza todo: muestra una sonrisa y, acto seguido, rompe con la chica dejándolo ver como si fuese algo que tenía pensado de antes y no una consecuencia de lo que había visto. Una vez se marcha, su sonrisa se desvanece y piensa que, si bien la chica le ha traicionado, quizás él también a ella pues no tenía sentimientos por ella desde un principio. En ese momento, recuerda cuando se confesó a aquella chica de la escuela primaria y fue rechazado y se da cuenta de que lo que había pensado en ese momento era "ojalá no se lo hubiese dicho", lo que le hace pensar que seguramente sus sentimientos en aquel momento no habían sido verdaderamente tan fuertes. Vuelvo a citar porque realmente este es el momento clave en el que Ken renuncia al amor y empieza a verlo sólo como un juego:
« Aun así, cuando pensaba en aquel pasado, la razón por la que a veces sentía una espina clavada en su pecho era porque el valor que había reunido, a pesar de ser él un cobarde, había sido fácilmente desechado.
Probablemente estaba decepcionado tanto consigo mismo como con esa chica. Había recogido una piedra brillante y la valoraba, convencido de que era un tesoro. Entonces, un día, se dio cuenta de que aquella piedra no tenía nada en especial, era ordinaria.
Su interés por la piedra y su brillo desaparecieron repentinamente, ya ni siquiera la miraba. Ese tipo de decepción. Había creído que lo había hecho mejor que en esta ocasión, pero la historia se repetía.
Se sentía decepcionado con ambos y había abandonado todo con un “se acabó”. Después de todo, había vuelto a rendirse. El romance que anhelaba no existía en realidad. Incluso si se confesaba, si comenzaba a salir con alguien…
Algo como tener sentimientos mutuos jamás ocurriría ». 
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¡Bien!, ya tenemos sus fracasos amorosos. Ahora vamos a tocar un poco su situación familiar y lo que él pensaba sobre ello: tengamos en cuenta que en esta época los padres de Ken aún no se habían divorciado, pero sí llevaban ya años discutiendo sin parar. Lo que Ken opina sobre esto es que está cansado, que son adultos y que deberían ocultar sus sentimientos. Que, incluso si fuese sólo una mentira, deberían pretender que se querían y sonreír para así no lastimarse ni a ellos mismos ni a las personas de su alrededor. En la mente de Ken, esta era una solución simple. 
Tengamos en cuenta que se trata de un niño con una mala situación familiar.
Él reaccionó frivolizando el amor e ignorando aquellos temas que para él resultaban desagradables. 
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Otro punto a tener en cuenta es que Ken aprovechaba el quedar con chicas para llegar tarde a casa y así no tener que aguantar a sus padres   (dejando que Aizou tuviese que aguantar aquello solo. Pero no estoy aquí para juzgarlo como hermano -- , para eso ya tengo un post al que podéis acceder haciendo click aquí).
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Ahora que ya tenemos la base para entenderlo pasemos a responder lo siguiente: ¿por qué Arisa? ¿Qué tenía ella para impulsarlo a cambiar? ¿Por qué siente Ken que ella es la única que puede entenderlo?
La primera vez que Ken se fijó en Arisa fue cuando fue de visita al santuario de la familia de esta. Al salir fue que la vio subiendo por las escaleras. Ella se veía muy feliz y Ken sintió como su corazón, el cual se "había vuelto pesado no hacía mucho", se transformaba en algo ligero e ingrávido. 
 No es que se le pueda llamar amor a primera vista porque Ken ya la había visto otras veces en la clase de Kotarou, fue ese momento, esa sonrisa, lo que le hizo fijarse en ella.
¿Y ya está? ¿Se enamoró así? A ver... esto ya queda a libre interpretación, para mí simplemente aquí empezó a prestarle atención, darse cuenta de que existía, sólo eso. 
 La siguiente vez que Ken ve a Arisa es en un centro comercial. Ahí la ve con un grupo de chicas, pero ella se ve como más apartada. Vuelvo a citar: 
« Parecía realmente feliz cuando la había visto pasar escaleras arriba hacia el santuario. Sin embargo, en ese instante su cara se veía carente de toda alegría. Sólo seguía manteniendo las apariencias para concordar con las opiniones de las que la acompañaban. 
 Debería dejar de ir con ellas en vez de seguir estando al borde de las lágrimas. 
—… pero no puede, ¿verdad? — Una amarga sonrisa se abrió paso mientras susurraba esto.
Todo el mundo se halla desesperado por proteger el pequeño lugar al que pueden pertenecer. Para hacerlo, pretenden ser alguien que no quieren ser. 
Incluso él mismo era así ».
Y aquí lo tenemos: Ken se identifica con Arisa en esa desesperación por encajar. Pero la diferencia es que Arisa sí toma acción con respecto a esto, Arisa enfrenta a los bullys de su clase y se vuelve un objetivo de burlas para poder ser ella misma. 
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Ken no tiene el valor de hacer algo así, Ken sigue permaneciendo en su burbuja de ligues y amistades superficiales, Ken necesitaba sentir que pertenecía a algún lugar. Y, bajo este contexto, que se enamore de forma sincera de Arisa cobra sentido. Porque ella es lo que él no consigue ser, porque ella es la única que puede entender que el "yo" que muestra es falso (bueno, eso según él, según yo Koudai también es capaz de leer a Ken). 
¿Sabéis un dato? Si bien todo esto ocurre a sus 11 años, Ken no habla por primera vez con Arisa hasta los 15. Lo intentó una vez, pero no se atrevió al final. Simplemente le pide a Kotarou que cuide de ella.
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Pese a todo,  a primera vez que logró hablar con Arisa aún lo hizo desde la perspectiva de juego.
« — ¿A qué estás jugando? 
 Sí, así de repente. Como si todas mis emociones y sentimientos ocultos, fueran desvelados a través de mí. 
 —Estoy segura de que debe de ser aburrido….
Esas palabras destrozaron mi sonrisa. En ese momento, “el juego” había comenzado ».
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Según va logrando interactuar con Arisa, Ken se va dando cuenta de que se vuelve sumamente torpe cuando de ella se trata, aunque no es capaz de entender del todo el por qué. No es capaz de hacerlo como con las otras chicas. Supongo que es entonces que empieza a ser consciente de sus propios sentimientos. 
Por otra parte, Ken se siente tan bien y feliz cuando habla con Arisa que poco a poco va descuidando, sin darse cuenta, a sus ligues.   
La primera vez que Ken se anima a pedirle salir a Arisa está medio adormilado, pero describe que siente un dolor fuerte en el corazón. Posteriormente, se rió de haberlo hecho y se denominó a sí mismo estúpido. Cito otra vez: 
« Sólo fingía no notar lo que su corazón deseaba ». 
Y el resto ya lo sabéis. Después de eso Ken finalmente acaba siendo capaz de procesar que lo que siente por Arisa es amor y se confiesa apropiadamente en las escaleras del santuario. Arisa lo rechaza y... el resto el MV de Namaiki Honey siento que lo relata bastante bien.
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¿Conclusión de todo esto? Ken lo que tiene es una dificultad bastante grande para entender sus sentimientos  y una perspectiva de estos distorsionada y superficial tanto por culpa de sus padres como de sus malas experiencias amorosas.
Lo que halla en Arisa es eso que él no consigue ser pero que en el fondo anhela. Y, finalmente, cierro con una de las frases de Shamishigariya: "No se lo he dicho a nadie, pero eres tú quien me encontró".
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davidrodrigz · 3 years
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Ser papá
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Ser papá es algo que es difícil sentir, pero que sabes que es necesario tener, hoy 20 de junio se dice #FelizDiaPapá, una palabra no habitual en el vocabulario de los que nacimos con madres a las cuales le regalábamos, cantábamos y recitábamos en esto días porque sabíamos que ellas valían más que dizque hombre que huía por miedo a responsabilidad.
Soy padre de una hermosura de niña de dos años y recuerdo que el día que iba a nacer me tuve tantas preguntas y cuando la enfermera salió del cuarto de parto y me dijo su hija nació no pude creerlo mi corazón latía tan fuerte que sentía martillazos en mi pecho, fue tanto la impresión, que me separe de mi grupo familiar y me dirigí al baño más cercano trate de controlarme porque empecé a temblar, me moje la cara y me vi en el espejo diciéndome “tranquilo, respira todo va a estar bien, tranquilo”, lamentablemente no pude evitar llorar, pero respirando profundo y pasando salivas me calmé y salí nuevamente con la familia.
Vi como dos enfermeras salían de la sala de parto y en una camilla chica cilíndrica transparente llevaban a mi hija, una me sostuvo del brazo y me dijo “usted es el padre verdad, acompáñenos”, estaba estupefacto de lo que acontecían mis ojos y sin pensar solo camine hasta donde me guiaron, me detuvieron un poco antes de entrar a otra área donde la revisarían, una de las enfermeras me pregunto si tenía celular, lo saque inmediatamente y le tome sus dos primeras fotos, no podía creerlo quería reventar en llanto no sé si por nervios o emoción, pero aunque me contuve una de las enfermeras lo noto y me dijo “Tranquilo señor su hija está bien, es afortunada de tener un padre preocupado”. Cuando escuche la primera vez que alguien me llamara papá fue más impactante venir de alguien que no era mi familiar.
Son más de dos años que esta mi hija en la tierra y son más de dos años que yo aprendí hacer papá y que las dudas que muchos hombres primerizos y sobre todo los que nos criamos con madres fuertes no cobardes lucharon por ser madres y padres para nosotros. De mi madre como papel de padre tengo tres frases que me sirvieron y pueden servir para los que serán padres “Respeta siempre a las mujeres, no te burles de ellas como lo hicieron con tu madre”, “Hazte responsable de tus acciones, si tuviste el valor de estar con ella, pues ten el valor de asumir tus responsabilidades, eso es parte de madurar” y “Los hijos son algo hermoso, pero trabajosos, no desfallezcas si piensas que no hay salida, lucha, que ellos te cuidaran cuando lo necesites”. 
Nunca pude tener el ejemplo de como ser padre de parte de un hombre, no tuve ese hombre sabio se sentara conmigo y me dijera como funciona el mundo, ese hombre que me dijera que cada vez que te caigas te tienes que levantar y que tras cada caída el dolor es menor, ese hombre que me enseñara como afeitarme, como anudar mi corbata, como enamorar a una chica, respondiera mis dudas de hombre, pero tuve a mi madre que si no realizo todo aquello que hubiese deseado, si me dio lo más impórtate y lo que necesite para continuar en la vida.
Me despido felicitando a esas madres que también son padres y que no hay vergüenza alguna en serlo, porque de ellas esa la victoria, ya que su recompensa será grande aquí y en el cielo, y los que somos padres primerizos no se asusten, no desfallezcan que lo mejor estará por venir, lo más fantástico para mí fue el día que mi hija me dijo papá y lo que seguía de eso fue cuando ella bailaba cuando ponía Led Zepelín, sé que mi historia con ella todavía está empezando, pero he aprendido mucho y he hecho mucho desde que nació cosas que no pensé nunca hacer, pero crecí gracias a eso.
A mi madre, que fue que cualquier hombre y me enseño a ser Papá.
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gruposudblog · 3 years
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¿Es posible admirar el arte sin tomar en cuenta las aberraciones de su creador?
Escrito por Nico López, Directora Estratégica de Modo IG
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Este es un tema que suele aparecer cuando algún artista muere o está en alguna polémica, y decidí investigar antes de escribir, independiente de tener una idea bastante formada al respecto, busqué opiniones variadas y leí una frase de San Agustín de Hipona que se repetía siempre que hablaban del tema, ésta dice: “Odia el pecado, ama al pecador”, separando los hechos terribles de quienes los cometen. El problema es que “amar” al pecador no es sencillo de responder. Si llevamos esta filosofía al  arte ¿qué debemos hacer si el creador de una magnífica pieza es una persona monstruosa? ¿Podemos separar el arte del artista? ¿Debemos hacerlo? ¿Es posible admirar el arte sin tomar en cuenta las aberraciones de su creador?. Estas preguntas han causado verdaderas polémicas entre mis amigos y compañeros de trabajo. Antes estaba claro que no se podía polemizar sobre el ganador de un Nobel como Neruda (sobrevaloradisimo a mi parecer), cuestionar el talento vocal de Jackson, no asumir que feliz tendrías  una obra de Picasso o de Dalí en el centro de tu casa, y para que decir que las películas de Polánski  o Woody Allen son verdaderas maravillas, con algunos de los mejores diálogos de la historia del cine, pero los tiempos han cambiado y la perspectiva de cómo vemos las cosas nos ayudan a cuestionarnos.  Y de éste último justamente es del que más lo siento, amaba las películas de Allen, en serio, me podía ver Match Point o Vicky Cristina Barcelona mil veces (mis favoritas), y reconozco muy entre nosotros, que las he visto un par de veces más, pero ahora como con una especie de culpa, ¿por qué?, porque esas historias han sido creadas por un personaje nefasto, pederasta y violador y darse cuenta que todas esas genialidades, nacieron de lo más recóndito de los deseos de un autor que escondía en su “ingenuidad y torpeza” su apetito voraz por las menores y a las que siempre mostraba sobre sexualizadas y en una posición en desventaja de los hombres, todo eso, no produce menos que náuseas.    (*La diferencia que hay en la hipersexualización del cine de las niñas como por ejemplo Lolita y no en los niños como lo vimos en Call me by  your name - otra obra maestra - será una discusión para otro día).  Volviendo a Woody, es cosa de ver Manhattan, donde Allen se muestra casi doblegado ante una joven de 17 años, deseosa de la exploración sexual, en lo que él intenta negarse pero cae porque es inevitable y una ex esposa lesbiana a la que desearía estrangular. Y cuando te pones a indagar, todos los guiones de este cineasta parten con su cuestionamientos de si su protagonista será “¿una chica de 18, no mejor de 19, no de 20, o de 17?” porque sabe perfectamente a dónde va con esto.  “Guernica” ufff cuando la vi en vivo en el Museo Nacional Reina Sofía, me dio escalofríos, ahí estaba la obra que por años vi en libros, en imanes de refrigerador, en falsas imágenes en  casas de amigos, ahí, frente a mí, sola en una sala, podría llegar a decir que más de alguna lágrima se me salió, pero cuando recuerdas que eso nació de las entrañas de un hombre misógino, maltratador y pedófilo, que ponía a 'sus' mujeres en un pedestal para luego derribarlas, tratándola de forma tiránica y despiadada, se te desarma toda esa perfección. Picasso definió los aspectos eróticos y emocionales de su expresión creativa a lo largo de su carrera con las siete mujeres más importantes de su vida: Fernande Olivier, Eva Gouel, Olga Khokhlova, Marie-Thérèse Walter, Dora Maar, Françoise Gilot y Jacqueline Roque. “La mujer que llora”, una de sus obras clave, usó de modelo a su pareja, profundamente triste a causa de él. Quemaba con cigarrillos a una de sus amantes, a otra la golpeaba hasta dejarla inconsciente, una tercera tuvo que escapar de él con sus dos hijos... y algunas se suicidaron.  Picasso menospreciaba a su hijo; y lo convirtió en su chofer personal. Pintó el cuadro titulado Paulo vestido de Arlequín como burla. Paulo murió alcoholizado a los 54 años bajo una fuerte depresión, y así podría seguir citando.  Para qué hablar del fascismo/nazismo de Dalí, amigo directo de Franco y admirador del austriaco a cargo de una de las masacres más terribles de nuestra historia, Hugo Boss asumido orgullosamente de pertenecer al movimiento Nazi, quien era el creador de las hermosas indumentarias del ejército de Hitler, y qué decir de Tommy Hilfiger o de New Balance, abiertamente adeptos a la supremacía blanca.  Lo que me parece más heavy, al menos en mi caso, es que siempre que hablo estos temas son más los hombres, no todos obvio, los que defienden a eso de “separar” las creaciones de quién las hace, Allen violaba a su propia hija desde antes de los 7 años! 7 años!!!! “En Nueva York, el juez Elliot Wilk encontró que la conducta del cineasta con su hija era “asquerosamente inapropiada” y había que protegerla de él”. ¿Cómo saber si de eso no se inspiró para sus creaciones? Y claro, con su poder logró convencer a todos de que era una maniobra de la madre, Mia Farrow, para manipularlo porque se había casado con una de las hijas adoptivas de ella, Soon-Yi, de quién también abusó antes de ser mayor de edad, todo esto también comprobado.
Por mi sacar todos los poemas de Neruda de la educación escolar, por misógino y violador. Cuando lees a alguien que escribió “Veinte poemas de amor y una canción desesperada”, pero luego investigas su vida privada y ves que abandonó a su hija Malva en 1936, porque tenía hidrocefalia, es inverosímil entender bajo qué criterios García Márquez lo denominó como “el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma”. Incluso en su escrito “Confieso que he vivido” admite haber violado a su trabajadora doméstica en Sri Lanka. Es un violador confeso que se mantuvo impune toda su vida e incluso ganó el Nobel de Literatura. Si es casi un chiste escuchar “Me gusta cuando callas porque estás como ausente”, creo que no hay mucha vuelta que darle.
Si bien no es poco sustancioso que se diga que una obra la crea un autor y se completa con un espectador y que esa relación entre obra y espectador es única, y no versará solamente en la invención: se sustenta en las vivencias del espectador y le dan sentido, y que juzgar al autor de una obra de forma apropiada es un privilegio casi exclusivo para las personas que lograron conocer al artista y su contexto, es decir, los que compartieron con él; sin embargo con todos los antecedentes que hoy contamos, pruebas, evidencias y un mundo que se está volcando más humano, ¿sigues pensando que de las profundidades de mentes perversas no se asocian en la inspiración de sus obras “magistrales” y que por eso debemos separarlas?, ¿qué pasaría si alguno de esos artistas hubiese violado a una de tus hijas de 7 años, pensarías igual? Todos cometemos errores, eso está claro, en la vida estamos en un constante crecimiento y madurez, pero éstos son temas indefendibles.  Como dice el libro de María Teresa Budge, “Nuestras sombras son más grandes que nosotros mismos”.   Acá hay una lista de artistas en situaciones similares, quedé en shock y bastante desilusionada, pero ojo que hay algunos casos que fueron refutados como el de Johnny Depp, donde era totalmente inocente, por eso también es importante y responsable ver todas las partes de la historia antes de hacer un juicio: http://tuidoloesunforro.com.ar/ *Todo lo mencionado acá fue corroborado y todas las opiniones acá vertidas son de única responsabilidad de quién las escribe, no necesariamente responden a la opinión de todo Grupo Sud. 
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enigma-deckard86 · 3 years
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Arizona
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Fuente de foto: plasticstoday.com
«{…}“Ama a tu prójimo como a ti mismo.” No hay otro mandamiento más importante {…}» Marcos 12:31
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Había pasado ya la medianoche y todavía la lluvia no dejaba de caer. Un coche corrió calle abajo y al sonido se lo tragó la oscuridad reinante afuera...
 Solange lo tenía todo planeado. Los niños y su marido dormían arriba; y a esas alturas no podía dar marcha atrás: estaba decidida a seguir adelante. Se encontraba sentada a la mesa de la cocina, donde hacía apenas una hora habían terminado de cenar. Estaba por completo absorbida por sus pensamientos. O al menos intentaba vaciar la mente para no hacerse más daño.
Se casaron muy jóvenes. Ella era casi diez años menor que su esposo. Estaban estudiando en la facultad, y durante ese tiempo fue que quedó embarazada del primero. Recién había comenzado la carrera y él la estaba por terminar. Hizo todo lo que pudo para seguir estudiando, pero fue imposible. Y después que su primer hijo nació, no eran capaces de encontrar una guardería decente en donde lo cuidaran bien. En aquel tiempo era difícil y no había tantas como ahora. Además el niño era muy frágil de salud, y en ningún lugar querían hacerse cargo de él. Al final Solange se rindió y desistió de seguir estudiando; y optó por dedicar su tiempo a criar al niño. Luego nació el segundo y ya no hubo más que hacer. Y su marido nunca...
La mujer volvió en sí; como si hubiese despertado de un profundo sueño. Bajó de la nube en la que estaba y miró el reloj de pared: este marcaba las doce y veintitrés minutos. Todo estaba tan calmo en la casa que se podía escuchar el sonido producido por las agujas al desplazarse. En su mente los pensamientos iban y venían. Como autos de carrera corriendo a toda velocidad. Rugían los motores dentro de su cabeza. Le temblaban un poco las manos y su frente estaba algo sudada. Pero a pesar de los nervios, sus sentidos se aguzaban cada vez más. Estaba en un máximo estado de alerta. Afuera pasó un grupo de muchachos cantando una canción en forma enérgica y estridente. Desafinaban bastante e iban borrachos hasta la punta de la coronilla. «Parece que vinieran del Oktoberfest» dijo la mujer para sí y se le dibujó un leve risa. «Van a terminar despertando a todo el barrio», pensó Solange; y en ese instante escuchó a algunos perros que comenzaron a ladrar por culpa del escándalo que había afuera. Pero a fin de cuentas era viernes a la noche, y no había nada de raro en que los jóvenes estuvieran divirtiéndose un poco a esas horas. Arriba de la mesa tenía un café que ya estaba casi frío y a medio tomar. De los nervios había perdido el apetito y su estómago se había cerrado.
Los pensamientos incontrolables y frenéticos perturbaban por de más a Solange. Más que nunca. Presa de sus nervios, aunque hacía hasta lo imposible por controlarse, sintió que algo le rozaba la pierna y dio un respingo. Se le paralizó el corazón por una fracción de segundo. Una causa y efecto involuntarios que la sacó de su trance. Levantó el mantel y miró debajo de la mesa: el gato de sus hijos venía de hacer su ronda nocturna por el barrio, ya listo para acostarse, pero no sin antes darle las «buenas noches» a ella. Lo tomó con sus dos manos y lo subió hasta el regazo. Era un gato muy grande; más bien peludo. Y entonces daba la impresión de tener más tamaño. Luego de unos momentos, el animal comenzó a ronronear. Ella y él se llevaban muy bien. «Mejor que con mi marido» pensó la chica. Siempre le habían gustado los gatos; desde pequeña. Por alguna extraña razón se sentía segura cada vez que estaba en presencia de alguno. Nada malo podía ocurrirle mientras estuviera junto a uno. Lo abrazó con mucho cariño y le dio un beso en la mejilla. Lo bajó al suelo y el felino se fue de inmediato escaleras arriba, saltando los escalones de dos en dos, para irse a dormir con los niños en alguna de sus camas. Mientras lo veía alejarse, la mente de Solange comenzó a «despegar» hacia otros rincones del universo, por decirlo de forma poética. Ahora el reloj marcaba las doce y media, y ya no faltaba mucho.
Horas atrás habían cenado; pero más tarde de lo usual porque su pareja se retrasó en el trabajo. «Cosas de oficina» justificó él al llegar a la casa. «Papeleos innecesarios que me obligan a hacer», agregó. La misma historia de siempre: Los retrasos habían comenzado a hacerse cada vez más frecuentes; desde hacía unos meses. Aunque Solange pensaba en algo más. Al terminar de comer, ella subió a la planta alta para acostar a los niños, y cuando regresó él todavía estaba sentado allí. Casi de manera inevitable discutieron un poco por un asunto intrascendente; algo que ya era de rutina. Una costumbre más que habían adoptado en los últimos tiempos y que por desgracia se estaba convirtiendo en «familiar». Ella se puso a lavar los platos, como para ocupar la mente en algo. Hacer y no tener que pensar. Mientras tanto él seguía en la mesa, aplastado en aquella silla y sin decir nada en lo más mínimo. Inanimado. Solo sentado. Una lechuga habría tenido más vida que ese hombre. «Una lechuga que fumaba y lanzaba más humo al ambiente que una fábrica» pensó la mujer. El marido de Solange había vuelto a adoptar aquel vicio en los últimos meses. Había dejado el hábito por pedido de ella cuando el primer hijo nació. Pero al poco tiempo de nacer el segundo, sucumbió otra vez a la tentación. Aunque esta vez lo empezó a hacer con mucha más insistencia. La mujer incluso tenía la firme convicción de que él lo hacía solo para molestarla. Desde muy niña tenía problemas bronquiales y eso él lo sabía muy bien.
Solange le estaba dando la espalda mientras limpiaba la vajilla, pero podía ver perfectamente a su marido por el reflejo de la ventana que daba al patio trasero de la casa. A pesar que él estaba en ese modo «off», en «piloto automático», la chica tenía la leve sospecha que aquel hombre la estaba desnudando con la mirada; que dentro de esa cabeza ocurrían cosas macabras, y que le aplicaba una especie de rayos equis en todo su cuerpo. De arriba a abajo. Como un scanner. La sola idea hizo que un escalofrío le recorriese por toda la espalda. Y de repente, como si de un resorte se tratase, él se levantó. Como desde una catapulta, salió expulsado de la silla que lo había mantenido cautivo por tanto tiempo, y de esta manera, enfiló directo hacia su esposa; como el león que está agazapado detrás de los arbustos y se lanza a la caza de su presa. Por un momento a ella se le paralizó el corazón. El tiempo se congeló. El hombre se paró detrás de la mujer casi a punto de pegar sus muslos contra los de ella, y todavía sosteniendo el cigarrillo encendido entre sus dedos, la tomó por los hombros con una suavidad absoluta. Fue bajando de a poco con sus manos por los brazos de su esposa. Con la misma fragilidad con que se manipularía un jarrón de porcelana o la copa del cristal más fino. Solange vestía una camiseta sin mangas, y perfectamente podía sentir los dedos de su cónyuge recorrerle la piel; con el efecto que sus pelos se iban erizando al paso de esas extremidades. Además que podía sentir la respiración de él en su nuca. Le llegaba todo el aliento a tabaco que emanaba por sus fosas nasales y boca. Aparte de un poco de hedor a alcohol. El combo era completo; y aún peor: esto le hizo recordar a su padre. Otro fumador y bebedor empedernido, a quien aquella combinación explosiva se había llevado siendo muy joven. Solange no era capaz de recordar un solo momento en que su padre no estuviese con uno de esos rollos de nicotina encendido. O con el vino, o el whisky. Todos los días. Sin excepciones. Antes del almuerzo, después del almuerzo.
Para no tener que soportar a su marido, fuese lo que fuese que aquel hombre tenía en mente hacer con ella, «se fue». Se desconectó de la realidad. Era una especie de super poder que tenía, y que había aprendido a controlar con el paso de los años para evadirse de aquellas situaciones tan grotescas y funestas a las que él la sometía. Una habilidad ideal para aquellos momentos en que ya no soportaba más ese tipo de situaciones tensas e inoportunas, que su esposo parecía ser un experto en generar. «Desapareció» de la habitación. Pero esto solo fue por unos breves segundos. Porque en cuanto su marido se le pegó del todo, tuvo que regresar a la realidad. ¡Ahí sí! Ella cerró los ojos y quedó petrificada. A tal punto que aún tenía sus manos dentro del fregadero, donde estaba lavando la vajilla. Parecía que su marido quería llorar, pero no era capaz de hacerlo. Hacía la mímica, intentaba, pero no podía. Solo llegaba a gesticular con su rostro, como cuando alguien solloza. Pero con la diferencia que a él no le salía ni una lágrima. Y acercando su boca al oído de ella, casi con un susurro aterciopelado, le dijo: «Te espero arriba...y perdóname. A veces me paso...y pierdo el control. Pero yo te quiero mucho. ¿sabes?». Acto seguido, el hombre le dio un beso en la parte de atrás de la cabeza. Solange se había quedado muda, y esas alturas ya no existía más. Como si alguna fuerza sobrenatural le hubiese quitado el habla; o su espíritu. Se había vaciado por dentro. Quizá era cierto, y su alma se había ido por el caño en ese instante; o tal vez eso había ya ocurrido hacía un largo tiempo. Estaba convencida que algo le faltaba. Algo en su interior. El esposo apagó la colilla en el cenicero sobre la mesa de la cocina y subió las escaleras que conducían al segundo piso de la vivienda. Para cuando escuchó que él cerraba la puerta de la habitación, Solange ya no pudo contenerse más y se derrumbó. Comenzó a sollozar, y luego vino el imparable e incontrolable llanto. Llevándose ambas manos a la cara, temblando y hecha un saco de nervios, se sentó como pudo en la misma silla en la que aquel ser al que ya no amaba, había antes ocupado. Y para colmo de males, el cigarro aun seguía allí. Aplastado en el cenicero. Emulando a su marido: vegetando. Todavía se quemaba y consumía; ella por dentro también. Su olor aún estaba invadiendo todo el ambiente; contaminando la sala. Era una extensión del mal que él proyectaba. Como si de una figura fantasmagórica se tratase. Algo que no está; pero está. Estuvo unos diez minutos sentada, hasta que por fin se pudo tranquilizar. Se levantó de la mesa y se encaminó a terminar los platos. Se enjuagó la cara con aquella agua enjabonada que todavía quedaba en el fregadero. Una vez que terminó con los platos se preparó otro café. Se volvió a sentar, y no fue hasta que miró nuevamente la colilla consumiéndose en el recipiente de cristal, que el pensamiento invadió su mente. Algo en lo que jamás antes había pensado hacer: fumar un cigarrillo. Aquel en específico. Solange tuvo la idea que si quizás fumaba ese en particular, sentiría el asco definitivo hacia el individuo con el que estaba unida por los votos de matrimonio. Sería como una especie de comunión - desunión. Un «rito de paso»; sagrado. Algo que por completo los separaría para siempre. Tomó aquel objeto, y aún dudando, se lo colocó entre sus labios. Chupó el tubo y absorbió el tóxico humo. Sintió que la sustancia maligna la poseía lentamente. Se iba internando en cada partícula de su cuerpo. Siguió chupando y absorbiendo hasta que ya no quedó nada. Entonces, volvió a colocar el remanente en el cenicero y se quedó unos minutos en silencio. Mirando por la ventana de la cocina hacia afuera. Todo estaba oscuro. Muy oscuro. Pero casi de inmediato, sintió un gran malestar estomacal. Se retorció aún estando sentada. Se puso de pie, corrió a la pileta y empezó a vomitar de forma violenta. Lanzó y lanzó todo. La cena, la nicotina, el tabaco, el dolor, la furia, la ira, el asco, el amor. Se aferraba como podía al borde del fregadero, pero se le doblaban las piernas de la fatiga. Después de unos minutos en que terminó de purgar su alma, se paró y tomó algo de agua del grifo. Se enjuagó la boca y volvió a sentarse para descansar un instante. Para ahora así, comenzar la cuenta regresiva.
Sabía que lo que iba a hacer no era correcto; al menos no del todo. Pero estaba cansada de aquella rutina. Todo era desgastante; sentía que su mente era una olla a presión al borde del colapso. La vida podía y debía ser más que todo aquello. No lo soportaba más. Su cotidianidad la estaba desgarrando, pieza por pieza, desde muy adentro. Y lo que más lástima le daba eran sus hijos. Pero confiaba que lo entenderían; serían fuertes y soportarían aquello hasta que ella viniese a buscarlos en cuanto pudiese. «Todo tiene solución en esta vida» se dijo en voz alta. Así que de momento debía conformarse, o resignarse, a que las cosas fuesen de aquella manera. Estaba cansada de aquel martirio; la rutina constante; día tras día. El loop.
Afuera, a diferencia de lo que pasaba puertas adentro, reinaba una aparente y perpetua quietud. Una supuesta clama. Se habían acabado los gritos de los jóvenes y los perros ladrando. Todo estaba demasiado en silencio. Así que cuando el relámpago cayó con tanta furia y violencia, como un látigo hecho de luz, Solange dio otro súbito salto. Todo se iluminó. Como si aquello fuese un gran flash de una cámara fotográfica. Y con la furia de aquel haz de luz, se hizo oír el imparable estruendo; un eco que se escuchó por doquier. No hubo espacio sin ser abarcado. Llenó todos los vacíos y se estremecieron la soledad y el silencio. Esa noche, al final del informativo, el meteorólogo dijo que existía una gran probabilidad que en la madrugada hubiese lluvia y tormenta. La mujer pensó que aquello era una locura, dado que la noche estaba casi del todo despejada y estrellada. Pero allí estaba la tormenta acercándose a pasos agigantados; como si de una estampida se tratase, los relámpagos retumbaban cada vez más cerca, como timbales en una sinfonía de Stravinsky. El cielo se encendía y apagaba en un blanco eléctrico. El viento fue incrementándose de a poco hasta alcanzar rachas de una violenta magnitud. Todo de un momento a otro. Hasta que de pronto las ráfagas casi se calmaron por completo, habiendo pasado muy pocos minutos. Aquella violencia tan intensa y destructiva se fue apaciguando, y comenzaron entonces las gotas de lluvia a caer. Chocaban con tanta fuerza contra el techo de la casa, que el seco golpeteo se hacía oír por todas partes. La mujer se levantó de la silla para asomarse a la ventana. Corrió con suavidad la cortina y observó mejor el panorama: la calle apenas si se distinguía, dado que se había formado una densa cortina de agua. Delante de la casa las plantas se estremecían producto del azote del intenso aguacero. Afuera ya no quedaba rastro de nada ni nadie. Todos se habrían ido a refugiar bajo techo de aquel monzón. A los del Oktoberfest hacía horas que se los había tragado la tierra.
Era casi la una cuando sonó el teléfono colgado en una de las paredes de la cocina. La mujer corrió de prisa a tomarlo antes que el ruido despertase a los demás. Descolgó el tubo; y lo primero que oyó fue el sonido de la lluvia, que también estaba en aquel sitio desde donde la llamaban. Pero antes que pudiera decir algo, del otro lado hablaron primero: - ¿Estás lista? ¿Estás segura que quieres hacer esto? Mira que aún tienes tiempo de echarte atrás. Entenderé perfectamente si no quieres seguir adelante con todo esto – dijo la voz de una chica del otro lado de la línea. - ¡Claro que quiero! - dijo Solange. – Nunca he estado tan segura de algo en toda mi vida – . Bien, si es lo que realmente quieres, ¡andando!, no podemos perder mucho tiempo – dijo la voz de la otra mujer a través del tubo. – El lugar se llama «Arizona». Te voy a estar esperando allí -, dijo. A lo que Solange contestó: - ¿¡Arizona!?, ¿qué es eso?-. - Un hotelucho barato a las afueras de la ciudad. ¿Sabés cómo llegar? - preguntó la voz un poco entrecortada que salía por el tubo; se podía escuchar muy claro a la lluvia golpeteando del otro lado del receptor. Al punto tal que aquella voz comenzaba a entrecortarse; a desvanecerse. Como si estuviese siendo tragada por el aguacero. Absorbida por este. La voz parecía venir de un sitio irreal. Un sueño. Otra dimensión. Un eco lejano. Algo que en verdad no estaba pasando.
Por un momento, solo por un instante, la mujer de pie contra aquella pared, en su cocina, una bonita cocina muy bien amueblada, en aquella casa de clase media sin muchos apremios económicos, sin demasiados problemas por los que preocuparse, sosteniendo el tubo del teléfono y haciendo la mayor presión posible contra su oreja para poder escuchar cada palabra, porque no quería perderse ninguna sílaba; a aquellas horas de la madrugada, con una vida «segura», pensó por un instante. Vaciló solo un segundo. Separó el teléfono de su oído y sostuvo el tubo con su mano a medio camino del aparato colgado en la pared. Estaba dudando si seguir adelante con todo aquello. ¿Era esta la mejor solución y decisión? ¿Qué iba a hacer sola, sin su familia, sin sus hijos, sin su marido; el marido que siempre había cuidado de ella, el marido que proveía de seguridad económica, un techo, comida, ropa, el coche? Llegó un punto en que se había perdido en sus pensamientos. En elucubraciones. La tormenta la arrastraba consigo. Hasta que en un momento, nuevamente reaccionó. La voz llegó desde lo profundo del tiempo en suspensión: - ...¡Hola! ¡Solange! ¡SOLANGE! ¿Estás todavía ahí? ¿¡Hola!? -. - Sí, sí...ac..acá estoy. No te preocupes. Me sentí un poco mareada. Solo eso. Son los nervios y la ansiedad - dijo la mujer en la casa, entre susurros. - Creo que mejor me tomo un taxi, y listo. Esos siempre saben cómo llegar a cualquier sitio –, dijo la chica todavía parada en aquella cocina. – Bien. Entonces nos vemos en una hora aproximadamente. ¡Chau! -. Y colgaron del otro lado.
Inmediatamente corrió Solange a agarrar su cartera y las llaves, que se las guardó en el bolsillo del pantalón. Se encaminó hacia la puerta de salida, y la abrió; pero fue allí que se percató que aún llovía. Solo recién al ver la masa de agua que como una maza todavía caía de forma insesante. Insistente. Se había olvidado por completo de la lluvia. Entonces descolgó un impermeable del perchero al lado de la puerta de calle. Se lo puso con prisa; a tal punto que no podía meter los brazos en las mangas de la chaqueta. Luego tomó un paraguas que estaba junto a otros en la entrada del domicilio, y lo abrió; para así cerrar con mucho cuidado la puerta. Bajó los tres escalones del pórtico y abrió la pequeña puerta en la verja de madera, para salir finalmente a la vereda y estar fuera de aquel lugar. Pero antes de cerrarla, se paró un momento sosteniendo el paraguas con mucha fuerza en su mano y miró hacia arriba, hacia donde estaba la ventana de la pieza donde dormía junto a su marido. Sintió que algo le comenzaba a correr por su rostro, por las mejillas, y que terminaba llegando hasta su boca. No eran solo las gotas de lluvia lo que saboreaba. Se dio cuenta por el gusto a sal. Felicidad y tristeza entremezcladas. Amargura y consternación. Pero también la sensación más fantástica e inigualable de este mundo: la libertad. ¿Cómo se manifiesta la libertad ante nosotros, cuando uno ha pasado un largo tiempo de reclusión? Ella hasta aquel momento no lo sabía. Solo al perder algo, se lo puede valorar por completo. Y cuando se lo recupera, es la satisfacción más grande que se puede llegar a experimentar en la vida.
Salió Solange por fin a la calle, y a pesar de tener el paraguas ya estaba muy mojada. La lluvia era copiosa. Caminó lo más rápido que pudo, y al llegar a la esquina vio dos focos que iluminaban en su dirección y que se aproximaban. Era tanta el agua que caía, que las luces parecían estar detrás de aquella cortina acuosa, y como un espejo proyectaban con más intensidad la luz. El taxi se apareció como en un truco de magia. Como si alguien lo hubiese puesto allí; justo a tiempo. Le hizo señas, y este se detuvo unos metros delante de ella. Corrió con cuidado para intentar no resbalar y caerse, y se metió dentro del vehículo lo más rápido que pudo. Para aquellas alturas estaba agotada. Ya no daba más. Así que literalmente se zambulló en el asiento trasero del vehículo. Y allí se quedó unos segundos tras cerrar la puerta; sin hacer nada. Pensando y con los ojos cerrados; jadeando a la vez. Al reaccionar, y mientras intentaba acomodar su cuerpo como podía en el asiento, sacudió su pelo para quitarse un poco del exceso de agua. Entonces el chofer, sin mirarla, y con un cierto tono de suspicacia en la voz, abrió la boca: - ¿A dónde, señorita?-. «Arizona» dijo ella. - Para eso va a tener que tomarse un avión; esto es un taxi – , comentó con sarcasmo y entre risas el conductor. - Disculpe. Al _Hotel Arizona, por favor. _Tengo la cabeza en mil cosas. No ando muy concentrada últimamente – dijo Solange. - No se preocupe, nos suele ocurrir a todos de vez en cuando – comentó el hombre.
El taxista puso en marcha el vehículo. Pero no alcanzaron a recorrer ni cincuenta metros, cuando el hombre miró a la mujer a través del espejo retrovisor. Hasta ese momento no le había prestado verdadera atención, sumado al hecho que debido a la tormenta, todo estaba más oscuro que de costumbre. Pero justo habían pasado por debajo de un foco. Y todo ocurrió en un instante. Casualidad o no. Fue tal la sorpresa de aquel individuo, que no tuvo otra reacción que clavar los frenos del auto; a lo que este se detuvo en seco y dio un brinco. Y allí quedó: bajo la lluvia que golpeteaba en el techo, sin dar tregua. Y los dos ocupantes dentro. Cuando se hizo la luz por un minúsculo lapso de tiempo, pudo ver el rostro de aquella hermosa mujer. Porque Solange era muy bonita. ¡Vaya si lo era! Siempre lo había sido. En todo sentido. Por dentro y por fuera. Aunque a su marido nunca le había interesado demasiado lo primero. Se contentaba con tenerla y exhibirla por ahí, como una especie de trofeo. Entonces el taxista vio por primera vez en los ojos de aquella mujer. Uno de ellos, porque el otro estaba negro, inflamado y cerrado. Fue en ese momento que el semblante del conductor cambió radicalmente. Se puso tenso y apretó el volante entre sus manos. Como un acto reflejo e involuntario. No sabía qué más hacer. De repente lo había invadido por dentro una especie de furia, odio, violencia, impotencia; eso último sobre todo. «¿Cómo alguien es capaz de hacerle esto a otro ser humano?» pensó para sus adentros aquel hombre. Después de eso ya no pudo hablar más con humor. La sonrisa se la había borrado de la cara; y ahora sí la noche había llegado finalmente. Todo estaba oscuro de verdad.
¡Ey! -. El hombre volvió en sí. - ¡EY! - lo volvió a interrumpir la voz de Solange desde su nuca - ¿Lo conoce al hotel? ¿qué le pasa? Parece que hubiese visto un muerto – le hablaba la mujer al conductor; pero este aún estaba fijo en la cara de ella. El taxista finalmente reaccionó y se dio cuenta de lo que ocurría. Volvió la vista al frente, pero aún los flashes regresaban. Las imágenes iban y venían: el ojo negro, el moretón en la frente, la lastimadura en la comisura de los labios. - Claro...Sí, sí. Looooo...conozco. Sí dijo el hombre reaccionando por fin, con la voz un poco entrecortada, pero ya más recompuesto. Solange se dio cuenta que él se había dado cuenta. Pero hizo como que no había ocurrido nada. Ambos lo hicieron. - Pues bien – dijo la chica, - No perdamos más tiempo, por favor; vamos para ahí – dijo Solange. - ¡Andando! -. El auto finalmente aceleró, y el escape emitió un rugido acompañado de un intenso humo negro, que de inmediato fue absorbido por la lluvia y el aire de la noche. El sonido fue tal que despertó a un perro que se puso a ladrar furioso. El vehículo corrió calle abajo, y al sonido se lo tragó la oscuridad reinante afuera...
Horas más tarde, y ya por la mañana, cuando la ira del cielo se calmó y las nubes dieron paso al sol, el marido de Solange abrió los ojos luego de que su cuerpo se sacudiese aún estando tumbado en la cama; como cuando uno despierta de un mal sueño y cree que se está cayendo. Inmediatamente miró hacia donde su mujer debía haber estado durmiendo; pero esta no estaba. Y allí mismo se dio cuenta de que algo andaba mal. Salió de inmediato de la habitación, conducido por la ira, y bajó las escaleras a tal velocidad, que cuando llegó abajo casi tropieza con el gato que estaba acostado en el último escalón. El hombre gritó algo incomprensible, dado que todavía se encontraba entre despierto y dormido. Esto lo encendió más, y como pudo intentó darle un puntapié al gato; aunque el felino huyó despavorido. Al llegar a la cocina, lo único que encontró fue una taza de café helado y a medio terminar sobre la mesa. Ya tenía un grito listo para lanzar a los cuatro vientos con toda la rabia que sentía; pero ni para eso le alcanzó. Los dos patrulleros aparecieron casi que de la nada, a toda velocidad y frenaron prácticamente en seco al llegar frente a la casa. El hombre al ver todo aquello, enseguida comprendió lo que ocurriría. Vio que dos oficiales se bajaron de uno de los coches, y comenzaron a caminar hacia la casa, mientras que los dos del otro vehículo se bajaron también, pero quedaron afuera a la espera. El hombre dentro de la casa, se dispuso a cerrar con llave la puerta que daba a la calle. Luego comenzó a subir las escaleras sin demasiada prisa, y al llegar al piso superior se detuvo para poder escuchar a los oficiales golpear la puerta al mismo tiempo que se anunciaban en voz alta y autoritaria: «¡Señor Cándido de Armas! Somos de la jefatura de policía. Tenemos una orden firmada por un juez para allanar su domicilio y que requiere de su persona. Está denunciado por su esposa por violencia de género. No haga esto más difícil por favor; entréguese por las buenas...». La voz del policía se perdió a lo lejos cuando Cándido cerró la puerta de la habitación. Abrió el ropero, y del estante superior extrajo una caja de zapatos. Fue hasta la cama y se sentó del lado donde su mujer dormía. Abrió la caja y de allí sacó el revolver. Siempre lo tenía cargado. Los policías que se habían quedado a la espera en la calle, no tuvieron la necesidad de que los otros los llamasen; porque también escucharon el disparo. Corrieron de inmediato hasta la puerta y entre los cuatro la tiraron abajo; una vez dentro del domicilio subieron en estampida escaleras arriba. El gato, que se había refugiado debajo de la mesa de la cocina, aprovechó ese momento para salir afuera y huir a la calle. Se fue corriendo en la misma dirección por donde horas atrás un taxi se había llevado a su amiga. Septiembre de 2021
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finalesabiertos · 3 years
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Una pequeña cosita llamada amor
Tenía 16 años cuando un yankee brasilero se enamoró de mí. Nos conocimos arriba de crucero navideño que pasaba por distintas islas de Brasil.
Todo empezó un domingo que fuimos a Cotto con mi hermana a comprar un huevo de pascua, de los grandes. Cuando nos acercamos a pagar, una cajera con cara de cansada nos avisó que ese día había grandes premios con los huevos extra large.
Sin ningún tipo de expectativa, casi por inercia, le hicimos caso y fuimos al mostrador donde pasaban el código de barras de tu huevo por una maquinita y en una pantalla veías si te habías ganabas algo. Andaba tan lento el sistema que a pesar de no tener nada de fe la espera daba cierto suspenso.
Ya seguras de que iba a salir un “seguí participando” empezamos a rotar el cuerpo de a poco como para volver a casa, cuando de pronto vimos que apareció en la pantalla un dibujo pixcelado de unos huevos que titilaban y explotaban por el aire transformándose en oro. Después aparecía un conejo loco que se ponía unos anteojos y se subía a un avión. Las dos abrimos los ojos y nos miramos. Parecía que habíamos roto la máquina. El tipo con una voz monocorde nos dijo “ah, crucero, se ganaron el crucero”. Nos dio un papel, llenó nuestros datos y nos dijo que volvamos al día siguiente. Nos habíamos ganado unos pasajes para ir a un crucero adentro de un huevo de pascua en el supermercado. ¿Quién nos iba a creer?
La idea de hacer un viaje a esa edad y con mis hermanas me hacía sentir re canchera. Siempre había querido ser más grande. Me acuerdo cuando ellas ya empezaban a ir a fiestas y a mí todavía no me dejaban porque era chica. Las primeras Navidades que ya eran más grandes y después de las doce tenían alguna fiesta, a mí me carcomía la bronca. Se pintaban, aceptaban el champagne para brindar que antes siempre nos había parecido vomitivo, preparaban sus carteras y salían. Yo, en cambio, me tenía que ir a dormir abrazada a los regalos, escuchando música fuerte de algún vecino a lo lejos mientras miraba el techo de mi cuarto a oscuras. Todo me hacía sentir patética. Me recordaba que era una niña y tenía la sensación de que la parte más interesante de mi vida todavía no había empezado.
Una vez una de ellas festejó su cumple en casa y vinieron todos sus amigos. Me acuerdo que no me dejó estar en el living así que tuve que espiar toda la tarde por el ojo de la cerradura de la puerta y después escribí frenéticamente en mi diario íntimo. Hice una crónica detallada, como si quisiera captarlo todo, como si escribirlo me hiciese sentir que yo también era parte de ese grupo de amigos.
Pero cuando vimos en la pantalla del Cotto que mi hermana había ganado los pasajes para el crucero, esta vez yo ya era un adolescente y ahora también podía ser protagonista de una aventura.
El viaje duraba una semana. Teníamos incluidas todas las comidas. “La perla” tenía quince pisos. Casino, dos piletas grandes, bares temáticos, un teatro, una sala de juegos, restaurantes de distinto tipo y lo mejor de todo: una bolichin lleno de jóvenes desconocidos de todas partes del mundo.
El primer día exprimimos todas las instalaciones. Estuvimos en la pileta, la fría y la caliente, probamos cada una de las comidas que había, hicimos una clase de salsa en la terraza, jugamos al metegol, hicimos surf en una pileta que tenía olas de mentira, puse cara de grande y no me pidieron documento para entrar al casino, corrimos por los pasillos largos, fuimos a tomar un café preparado por Toni: un robot ( esto es en serio), jugamos al golf aunque no sabíamos jugar al golf y varias pelotas se nos cayeron al agua, nos sacamos una foto en la punta del barco con los brazos abiertos simulando la escena de Titanic y a la noche fuimos a la discoteca. Ibiza se llamaba.
No me acuerdo bien cómo pero enseguida nos hicimos un grupo de amigos. Y cada noche ir a bailar era el plan que esperábamos todo el día. Hasta aprendí a dormir la siesta a la tarde para llegar con energía. Se fue armando un grupo muy sólido. Estaba tan bueno que cada día se sumaba más gente. Uno que las dos primeras noches había caído solo, a la tercera convenció a todas sus primas que vinieron curiosas a ver qué pasaba en la discoteca que era tan divertido. Éramos todos de lugares distintos así que nos comunicábamos como podíamos. Un poco inglés, un poco portugés, un poco español y un poco mucho de un idioma inventado.
Pero el secreto estaba en el baile. Bailábamos hasta transpirar. Era deportivo ya. Había muy buenos bailarines en el grupo que inspiraban al resto. Hasta una rusa, que las primeras noches se la pasaba sentada mirando todo, las últimas ya estaba descalza en el medio de la ronda revoleando su pelo largo para todos lados. Lo bueno es que cuando te cansabas te ibas a la terraza y ahí te volabas. Había un aire en el medio del océano que te desorganizaba la cara y te despertaba. Te refrescaba el cerebro.
Entre las actividades ridículas que tenía el barco una era que antes de cenar te sacaban unas fotos con tu familia o con la gente que estabas viajando. Justo antes de entrar al salón donde se comía pasabas por una especie de aduana donde Richard, un fotógrafo que hablaba muy rápido, te ubicaba y te hacía prácticamente un book de fotos en un fondo que tenía la imagen de un océano robada de Windows. Hasta sacaba fotos individuales de cada integrante y te podía llegar a pedir poses. A mí una de las noches, como me sentía mal porque había tormenta y el barco se movía mucho, me pidió que ponga cara de que estaba viendo al amor de mi vida a lo lejos. Ojalá nunca nadie vea esa foto- pensé- pero al día siguiente descubrimos que todas las fotos las exponían en uno de los salones frente al casino. Se llamaba “La calle de las estrellas” y ahí te buscabas. Las ponían cada noche para que la gente se fije si había salido bien y las terminen comprando.
Y ahí fui que lo vi por primera vez. Su foto con su familia estaba justo arriba de la mía con mis hermanas. Una madre joven medio bohemia y hermosa posaba al lado de dos chicos de unos quince años, probablemente sus hijos, que levantaban a un señor por el aire. Más que su papá parecía su abuelo. La foto estaba tan en movimiento que se podía escuchar hasta las risas. Algo en la ternura de los ojos de uno de esos hermanos hizo que me quede colgada mirando.
Esa misma noche en la discoteca, mientras la rusa cantaba como un perro en el medio de la pista “beso en la boca es cosa del pasado” con un micrófono con cable que hizo tropezar a más de uno, escucho al lado mío una risa nueva en el grupo pero que al mismo tiempo sentí que ya había escuchado antes. La risa del chico de la foto. Era la primera vez que aparecía por ahí y desde entonces nunca más dejó de venir.
Él bailaba distinto. Más lento. Sintiéndose la piel. No había urgencia en sus movimientos. En los nuestros sí. Siempre me miraba y encontrábamos complicidad en algún baile pero nunca habíamos hablado directamente. Una noche le preguntó a mi hermana como me llamaba yo, se me acercó y con un acento raro me dijo “Paloma, ¿querés bailar conmigo?” Hicimos todos los trucos posibles que se pueden hacer bailando de a dos. Lo hice girar como un bailarín profesional. Siempre me había dado un poco de vergüenza bailar de a manos pero algo pasó entre nuestros brazos. Se movían solos con una agilidad que me sorprendí de mí misma. En un momento me dijo en el oído que yo le parecía muy divertida y algo de su voz tierna me dio ganas de quedarme ahí un rato más.
Durante el día, cuando tomábamos sol con mis hermanas, lo veíamos  siempre sentado de frente al sol hablando solo con los ojos cerrados. Ellas me molestaban porque decían que se notaba que él gustaba de mí y que además tenía un leve aire al dibujito Doug Narinas. Nunca había visto ese programa pero lo único que me acordaba de ese personaje es que se la pasaba haciendo bollitos de papel con lo que escribía. Muy inseguro. Yo les decía que a mi él no me gustaba porque me parecía era muy chico, aunque sabíamos que tenía la misma edad que yo. 
Un día estábamos en la pileta con mi hermana y mientras él estaba con los ojos cerrados, varias hojas sueltas se le volaron de su cuaderno. Vimos que empezó a juntar las que tenía cerca pero hubo una, sólo una que llegó para nuestro lado y el no alcanzó a verla. Fue como si la hoja quisiera quedarse conmigo. Porque se me pegó en la pierna que tenía medio pegoteada por un helado que recién había comido y no se movía de ahí. Me la saqué y empezó a volar. Mi hermana salió corriendo y la rescató antes de que se cayera al agua y me dijo: “obvio que es una carta para vos”. Yo creí que lo había dicho en chiste, y seguramente fue así, pero cuando subimos al camarote y abrimos desesperadas la hoja: efectivamente era una carta para mí. 
La carta decía con una letra muy chiquita:
“I started to think that was just an atraction for you. But now i know what is. A little thing that we call love. In the second day at this boat, i felt in love for you. Your ways, your eyes, your smile... I can´t stand it anymore. I wouldn´t be a real lover, without telling this.
 This is not a joke or a bullshit, i´m very honest. I was dating a girl for 5 eyes, so, i know what is love. But i´dont know how. How this happend so fast? Well, I wont think to much. I´m not that kind of guy who cares about beauty. 
I just care about inside. This ...”
La última noche en el boliche del barco acepté salir a la terraza con él. Era nuestro primer momento a solas y probablemente el último. Nos apoyamos en la baranda de lo más alto y miramos el río. No se podía ver nada. El horizonte era sólo oscuridad. Parecía como si en realidad estuviésemos adentro de una caja negra. Solo se veía la forma que dejaba el barco cuando avanzaba. Una espuma breve en el agua que se iba borrando y armaba una nueva. Daba miedo el paisaje pero a la vez no podías dejar de mirar. Los ojos lo intentaban.
Ahí me contó que lo que hacía en la pileta era meditar, que era budista por elección propia desde los trece años. Me contó que su sueño era ser músico de jazz. Que vivía en Sao Pablo con su mamá y su hermano y que viajaban con su abuelo. Me contó que a los dieciocho años se quería ir a vivir a Nueva York y tocar en bares. Me contó que el había nacido ahí y que nunca más había vuelto aunque su papá seguía viviendo ahí. Yo le conté que quería ser actriz pero no tenía ni idea como empezar y después de una charla larga donde los dos hicimos lo que pudimos con nuestro inglés básico nivel uno, y hasta inventamos palabras, me miró y me dio un beso. Fue un beso largo y suave musicalizado por un viento fuerte que nos voló todos los pelos pero no pudo con nosotros. El sol ya empezaba a salir y había un rocío en el aire que nos hacía resbalar a cada rato. Después me confesó que estaba enamorado de mí y que me había escrito algo pero que nunca me lo iba a dar porque le daba vergüenza. Lo que nunca supo es que yo sí leí esa carta y nunca va a saber que ahora también la leyeron ustedes.
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