Tumgik
#clara janes nadal
mournfulroses · 4 months
Text
Tumblr media
Clara Janés Nadal, tr. by Carol Thickstun & Louis Burne, from "I Don't Know,"
2K notes · View notes
osobypostacieludzie · 6 years
Photo
Tumblr media
Clare Leighton ( Clara Ellaline Hope Leighton, Clare Veronica Hope Leighton ) - była angielską / amerykańską artystką, pisarką i ilustratorką, najlepiej znaną z rycin z drewna. Clare Leighton urodziła się w Londynie 12 kwietnia 1898 roku, córka Roberta Leightona (1858-1934) i Marie Connor Leighton (1865-1941), oboje autorzy. Clare żyła w młodym wieku w cieniu swego starszego brata, Rolanda - ulubieńca matki; przydomek rodziny dla Clare był "postronnym". Mimo to jej wczesne wysiłki malarskie były wspierane przez jej rodziców i wuja Jacka Leightona, artystę i ilustratora. W 1915 r. Leighton rozpoczęła formalne studia w Brighton College of Art, a następnie wyszkoliła się w Slade School of Fine Art (1921-23) oraz w Central School of Arts and Crafts, gdzie studiowała grawerowanie drewna pod Noel Rooke. Po ukończeniu studiów Leighton poświęciła czas na podróż po Europie, zatrzymując się we Włoszech, Francji i na Bałkanach. Naszkicowała krajobrazy i pracowników niższej klasy, rozwijając sympatię do portretowania życia na wsi. Pod koniec lat dwudziestych i trzydziestych Leighton odwiedziła Stany Zjednoczone podczas licznych wyjazdów na wykłady, emigrując do USA w 1939 roku. Mieszkała w Baltimore przez pewien czas i zaprzyjaźniła się z H. L. Menckenem. Leighton została naturalizowaną obywatelką w 1945 roku. Od 1943 do 1945 roku była członkiem Wydziału Sztuki, Estetyki i Muzyki na Uniwersytecie Duke'a. W 1945 roku została wybrana do National Academy of Design jako członek stowarzyszony i została pełną akademiczką w 1949 roku. W trakcie długiej i płodnej kariery Leighton napisała i zilustrowała liczne książki wychwalające zalety wsi i ludzi, którzy pracowali na roli. W latach dwudziestych i trzydziestych XX wieku, gdy otaczający ją świat stawał się coraz bardziej technologiczny, przemysłowy i miejski, Leighton nadal malowała wiejskich robotników i kobiety. W latach 50. stworzyła projekty Steuben Glass, płyty Wedgwood, kilka witraży do kościołów w Nowej Anglii i okna transeptu katedry Worcester w Anglii. Najbardziej znanymi jej książkami są: The Farmer's Year (1933, kalendarz angielskiej hodowli), Four Hedges - A Gardener's Chronicle (1935, rozwój ogrodu z łąki, którą kupiła w Chilternach) i Tempestuous Petticoat; Historia niezwyciężonego Edwardiana (1948 r., Opisująca dzieciństwo i jej bohemy matkę). Tekst autobiograficzny i ilustracje są dostępne w Clare Leighton: rozwój i kształtowanie artysty-pisarza, opublikowanego w 2009 roku. Leighton miała dwóch braci: starszy, Roland Leighton, został zabity w akcji w grudniu 1915 r. i został unieśmiertelniony we wspomnieniach Very Brittain, Testamencie Młodości; młodszy Evelyn, oficer Royal Navy, otrzymał OBE w 1942 roku. Clare Leighton spotkała się z radykalnym dziennikarzem H. N. Brailsfordem w 1928 roku i mieszkali razem przez kilka lat. Została oddzielona od Jane Esdon Brailsford, który odmówił jej rozwodu. Kiedy żona Brailsforda zmarła w 1937 roku, pozostawiając jej drogę do wyjścia za mąż, doznał emocjonalnego załamania, niszcząc jego związek z Leighton, która wyjechała na nowe życie w USA w 1939 roku. Nigdy się nie wyszła za mąż. Leighton zmarła 4 listopada 1989 r. Jej prochy zostały pochowane na cmentarzu w Waterbury w stanie Connecticut.
0 notes
anaclarachavez · 7 years
Text
Eventually you become annoying...
Ubican cuando tienen una crisis of purpose tan grave que sólo quieren escuchar a The Replacements todo el día? Eso es esta semana. 
A quien engaño, eso es este año. 
Pero igual que los Replacements “being a fuck-up with a good heart is endearing when you're young; if you've not changed by the time you hit your late twenties, well, you're probably just pretty much a fuck-up, and eventually, you become annoying”. 
Yo siento que estoy a dos de volverme annoying. 
¿Cuánto tiempo se puede pasar uno quejándose de su vida antes de volverse irremediablemente molesto? Un año? Cinco? Veinte?
Nunca me canso de repetirlo, pero tener oportunidades en la vida te hace una persona muy odiosa. 
El viernes vi The Big Sick. Y además de que lloré como una hora seguida, se me quedó grabada una escena en la que el amigo del protagonista (un pakistaní viviendo en Chicago, intentando ser exitoso en el negocio del stand up), presume como consiguió un gig sin esfuerzo alguno. Y va así:
–Are you kidding me, you didn’t have to showcase or audition or anything. 
–It was too easy almost. Like, I wanted to struggle. I wanted a story to be able to tell on talk shows. You guys don’t know how tough it is not to struggle. 
Y yo riéndome de mi propia vida. Guys, en serio, you don’t know how tough it is not to struggle. Cuando era niña, mi papá siempre decía que la facilidad de mi camino me había debilitado. Y ahora creo que con eso predijo lo que iba a ser mi vida entera. Porque en ese entonces tenía seis años, y mi camino era muy muy corto. Ahora, en vísperas de mi cuarto de siglo de camino, yo me siento cada día más debilitada. 
I wanted a story to be able to tell on talk shows. So far I have: “quiso ser bailarina, fracasó. Quiso ser periodista, fracasó. Quiso dejar de quejarse y estar contenta con lo que la vida le ofrecía, fracasó”. 
Y por qué me quejo de todo todo el tiempo, you might ask? Porque puedo. Porque la comodidad da tiempo y espacio para ser quejumbrosa de cosas que ni importan tanto. Cada vez me convenzo más de casi todos mis problemas son por la comodidad de mi camino. Ahí está la falla. Creo que cuando te crían pensando que todo puedes, que todo mereces, y eso no sucede en la vida adulta, se siente como un fracaso. Una frustración/culpa de no haber sabido aprovechar tus oportunidades. Mis papás pecaron de overpraising. Siempre fui muy consentida y me dejaron hacer muchas cosas durante años. Quise bailar, dieron todo para que lo hiciera; quise ir a una prepa con mis amigos, ahí estuve; quise irme de viaje mil veces, se hacía; quise salir jueves, viernes y sábado a bailar con mis amigas, se podía. Mi mamá no me dejaba bajarme del coche al banco “por hermosa”. Mom, seriously, you took it too far. No es que no tuviera límites ni disciplina (mi papá cuando se enojaba y regañaba era de temerse. En serio, nada me da más miedo a la fecha que mi papá enojado), pero en su plan de “eduquemos para que ella (yo) aprenda a decidir y tenga criterio propio”, terminé sintiéndome digna de todo y todos. 25 años en el camino tuve aprender que soy digna de lo que me esfuerzo por hacer. I have no clue what I’m doing with my life. 
Si creo a veces hay que privar para tomarse en serio las cosas cuando uno las tiene. Y no que de por sentado todo lo que tengo, pero como nunca he carecido de ello, me cuesta imaginar qué tipo de decisiones tendría que tomar. Tajantes, por necesidad, no por gusto, como siempre las tomo. No estaría mal a veces un “porque necesito” en lugar de un “porque quiero”. Paso la mayor parte del tiempo sintiendo que mi comodidad es una liability. Me siento en el fracaso y en la culpa eterna de saber que mucha gente, con mis comodidades o menos, haría mucho más. Y yo en el “a ver qué pasa”. Winging it. Because I can. For shame.
You don’t know how tough it is not to struggle.
Me pregunto, si tuviera más de qué preocuparme, ¿me esforzaría más? ¿En trabajar por lo que anhelo? ¿Por lo que no tengo? Que mamona. La comodidad y el privilegio de poder tomar mis propias decisiones me atormenta. A veces quisiera no gozar de esto y sentir más presión de alguien que no sea yo. Presiones externas, que me empujen a decidir sin tanta parsimonia, más onda Deal Or No Deal (el gameshow ese de elegir un maletín): “Hay SOLO esto o esto, lo tomas o lo dejas AHORA”. 
Quizás no estaba tan mal que las familias decidieran por sus hijos. El libre albedrío es una pesadez, sobrevalorada, que en realidad llevamos muy pocos años manejando. Una angustia de la que ni siquiera mis abuelos gozaron en su totalidad. Por ejemplo, mi bisabuela decidió casarse fuera de su círculo social, con mi bisabuelo que no tenía donde caerse muerto. Pero estaba decidida como nunca. Y su familia hizo poco menos que desheredarla. Su decisión, una suerte de rebeldía, al menos tenía consecuencias radicales. Hoy yo hago eso y no es más que un tema de discusión para unas cuantas cenas. A lo que voy: la severidad de las consecuencias hace que pensemos, consideremos y tomemos nuestras decisiones mucho más en serio. Hay consecuencias porque hay necesidades, obligaciones y riesgos de por medio. 
En serio, no estoy tan segura de que Charlotte Brontë supiera a qué le tiraba cuando gritaba “I am no bird; and no net ensnares me: I am a free human being with an independent will”. O sea si, Jane Eyre, entiendo que quieras hacer lo que quieres, porque por fin sabes lo que quieres. Pero en parte es gracias a que fuiste al internado del terror y la austeridad, que aprendiste lo que es no tener todo lo que quieres. Y ahora sabes perfecto tus deseos, puedes apuntar a ellos. Sabes usar tu free will porque no siempre lo tuviste. Lo atesoras. 
Yo, Jane, apunto a ciegas. Porque siempre lo he tenido. 
No tengo duda de que ciertas restricciones fortalecen, te hacen más consciente. 
En cambio esta modernidad de que debes hacer lo que REALMENTE QUIERES... who in the hell came up with that shit? No sé ni qué quiero de cenar, mucho menos lo que quiero, like, out of life. Cuando el universo de decisiones se expande, también lo hace la ansiedad de no saber qué elegir, qué querer. To be truly honest, I wish I had a little less free will –perdóname, Jane Eyre–. O que alguien tomara algunas decisiones por mí, maybe? Como Monica cuando decide la vida romántica de Rachel. O ya de menos, que hubiera una forma de tomar super en serio mis decisiones, pero como no hay presión y mi comodidad básica no corre peligro, no hay riesgo de perder mucho. Termino por decidir cualquier tontera. Igual voy y decido lo contrario al otro día. 
Es como este grupo de espn streak al que me metí para jugar a la que sabe de deporte (resulta que sé más de lo que pensaba). Pero descubrí que estoy invirtiendo tiempo en el, no por el dinero o por el juego en sí, pero por el thrill de decidir y que haya una consecuencia clara y directa si tomas una decisión pobre. Lo que no he hecho en los últimos diez años de mi vida creo que lo estoy haciendo ahora en un juego de fantasía, jaja. Al menos en pequeña escala. Piensas seriamente qué equipo o elección tomar, los pros y los contras, me acuerdo que tal equipo de la MLB está buscando uno de los comodines y le urge llegar al número de victorias, qué tal si otro es mediocre y ya le vale perder porque tiene la postemporada asegurada. Si influyen las decisiones emocionales, pero al final la concentración está puesta en que si elijo mal, se acaba mi racha. 
Y mi racha en la vida como que no se acaba (estoy consciente de que sueno como una persona odiosísima, por favor no piensen que soy Lena Dunham).  Por más mala decisión que tome, la comodidad sigue ahí. Ganando como siempre, Belinda style.  El privilegio de poder tomar cuantas malas decisiones uno quiera es una trampa terrible. Mamaaaa, me debí haber bajado al banco. Me hubieras obligado.
No quiero que la facilidad de mi camino me siga debilitando.
Quisiera hacer más con lo que tengo para no sentirme culpable por lo que tengo ahora con poco esfuerzo. 
No quiero sentirme angustiada por un mundo de posibilidades. Quiero un espn streak para las decisiones de vida: “Aquí están éstas dos oportunidades, piénsalas bien, muy bien, estúdialas, y dale click a una sola esperando lo mejor. Porque no hay vuelta atrás” (así me habla la app).
Si ganas, sientes orgullo, lo aprecias, lo valoras. Si pierdes, te enojas como si Nadal te hubiera humillado a tí y no a Del Potro. En lugar de ir por la vida sin temor de Dios, como acostumbro.
Para combatir esta crisis of purpose I have to start giving a fuck. Antes de volverme muy muy annoying. Les prometo, un día de estos, voy a tomar mi google card en este bamboozled llamado vida.... 
YES! NO! GOOGLE!
0 notes
mournfulroses · 4 months
Text
Tumblr media
Clara Janés Nadal, tr. by Carol Thickstun & Louis Burne, from "Feast,"
188 notes · View notes