#Uncubos

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Uncubos

Resumen:

Vaticano, un joven de 17 años, decidido a convertirse en un sacerdote de la santa iglesia, ingresa a una abadía para aprender el oficio

Por desgracia, dentro de la abadía, hay un terrible secreto del que nadie habla, aun cuando todos han sido presas de este

Vaticano descubre pronto que hay un tipo de demonio más peligroso de un incubo o que un súcubo

México x Ciudad del Vaticano

Notas del fanfic:

Inspirado por una imagen del sextober (que acabé usando como portada para este fic ¬u¬) que va también sobre los íncubos y súcubos… no me pude resistir y acabe haciendo esto XD haha

Me estresa que nunca puedo acordarme quien mierda es quien… así que le pongo Uncubos para referirme tanto a los súcubos como íncubos (y no, no tengo tanto tiempo para ponerme a investigar… además de que me da hueva XD sorry) por último, esto es un AU así que puede que no tenga nada de coherencia

Ahora… con respecto a los puestos en el vaticano… el clero y todo eso… me van a perdonar, eso sí lo investigué, pero entendí más en mis clases de inglés que lo que entendí investigando… (o sea, no entendí ni una mierda) así que me van a disculpar si está mal escrito

Notas del cap:

Originalmente esto solo iba a ser un único oneshot hard y ya… pero se me antojaron mas lemons y termine haciendo un lemon con trama más que una trama con lemon XD tipo “Falsa inocencia” pero ya van a ver qué cosas se encuentran aquí XD reitero, es solo lemon con trama XD (o sea, más lemon que trama, así que no esperen algo mega épico ni coherente)

¡A leer!

1 - La abadía

En cuanto bajo del camión tomo una honda bocanada de aire llenando sus pulmones de un lugar que olía a campo y aire limpio perfumado con flores y tierra fértil… todo muy diferente a como era su hogar en la ciudad y eso, solo lo lleno de emoción mientras pasaba su mano a su pecho para presionar suavemente entre su mano y su pecho, el crucifijo que portaba con orgullo y que siempre frotaba cuando estaba emocionado. Vaticano miro a todos lados, agradeciendo al hombre que lo había llevado y que ya marchaba junto al trasporte; avanza por fin hasta entrar a lo que supondrá es la entrada a la abadía; avanza, saludando a las personas que alcanza a ver y finalmente, toca suavemente la puerta siendo recibido por un sacerdote que en cuanto lo mira, sonríe de un modo amable

-Ciudad del Vaticano ¿verdad? Es un regocijo tenerte aquí querido hermano- saluda el hombre con amabilidad, siendo correspondido en todo momento por una sonrisa igual de radiante y mucho más emocionada del country que asiente con cariño

-Alabado sea dios que me permite estar aquí- alega con alegría aun frotando su crucifijo; el hombre sonríe y abre la puerta permitiéndole pasar

-Disculpa mi sorpresa pero, me pareció algo increíble que un countryhumans quisiera unirse a Dios, tomando en cuenta como se encuentra el mundo hoy en día- menciona el hombre al country que a su lado, carga alegremente con su maleta, tratando de ver al sacerdote pero desviando su curiosa mirada por todos lados para explorar como el niño pequeño que esta emocionado de encontrar un nuevo castillo

-Eso mismo hubiera dicho yo, de no ser que, en mi corazón, siento que esto es para lo que vine al mundo- susurra el adolescente al hombre que sonríe, correspondiendo a su dulce reacción

Ciudad del Vaticano, un countryhumans de ciudad, que había vivido toda su vida (sus 17 años) en la ajetreada vida de una ciudad que no daba pautas para descansar, se había agotado de todo, encontrando la salvación en la iglesia y en la palabra de Dios; en cuanto lo había descubierto, había sido como si descubriera la razón por la que había llegado al mundo y eso, le había llenado de una dicha y alegría que no podía; aun cuando sus padres no estaban muy a gusto con la idea de que su hijo quisiera volverse un sacerdote de la iglesia, terminaron apoyando en todo momento a su amado hijo, permitiéndole comenzar con su educación en la iglesia tras varios exámenes de aptitud

Aquel sacerdote ha guiado a Vaticano hasta la que sería su habitación, sencilla, humilde como todo lo demás en aquella congregación donde Vaticano parecía sentirse en paz y tranquilo, cosa muy diferente de su antiguo hogar. Tan pronto como dejo su maleta sobre su cama, el mismo sacerdote que lo había guiado por ente los pasillos, comenzó a llevarlo, mostrando todos los lugares donde futuramente estaría, donde estudiaría, donde ayudaría a la comunidad, las bibliotecas, la capilla para rezar, etc.

En cuanto el recorrido termina, a Vaticano se le es entregado su traje de aprendiz y prontamente se une al resto de los jóvenes que, en el campo, se encuentran cuidando de los cultivos de ese día. Vaticano entra pronto, ayudado de algún maestro que le explica lo que debe de hacer; la curiosidad del menor se encuentra atrapada de pronto por otro country que alcanza a ver a la distancia… en colores tricolor, lo que ha llamado su atención, son los ojos bicolor en rojo y verde (contrario a los colores de su bandera) y aquel escudo de águila; como le sonríe mientras le guiña un ojo y posteriormente, tomando un simple tomate rojo, marcha lejos ignorando a todos los demás alumnos y hasta a los maestros

-Disculpe ¿Esto es normal?- pregunta Vaticano señalando al country, pero el maestro que le estaba expiando, solo le da un leve regaño, estaba explicando, Vaticano no debía de desconcentrarse y, luego de disculparse, continua por su lado con su labor correspondiente… por parte del sacerdote que funge como su maestro, solo observa discretamente a quien se ha marchado como si nada, sonriendo de un modo seductor. El hombre baja la mirada con velocidad… nervioso, jurando que no ha visto lo que teme haber visto…

--------------

-Uff, que día- suspira Vaticano, abrazando la almohada que tenía su cama, una enorme sonrisa se posa sobre su rostro y comienza a girar sobre la cama con alegría. De verdad estaba feliz de por fin haber comenzado su camino para volverse un sacerdote

-Creo que lo mejor es que me duerma ya- susurra, cambiando sus ropas a unas mas cómodas, dejando bien acomodadas sus ropas de mañana y por fin, entrando en las cobijas para descansar de un agotador pero muy alegre día

… … …

-Mmggg mmgg- un calor se volvía asfixiante rápidamente, sentía su cuerpo sudando, la incomodidad volviéndose cada vez más latente y mientras va despertando con trabajo; puede sentir su corazón palpitando con fuerza además de escuchar extraños sonidos. Aun le cuesta trabajo reconocer entre la oscuridad que es lo que ocurre, pero siente un cosquilleo por fin en su entrepierna que le da escalofríos

Confundido, se trata de sentar, encontrando que hay algo de peso entre sus piernas, su consciencia por fin reacciona y, al bajar la mirada hacia su vientre encuentra un gran bulto entre las cobijas; asustado, aparta las sábanas descubriendo su pantalón desaparecido así como su camisa para dormir y, entre sus piernas, el mismo country tricolor que había visto por la tarde y que había desaparecido

Ese mismo country tricolor en verde, blanco y rojo con escudo de águila, usando su boca para chupar el miembro erecto de Vaticano haciéndolo soltar un grito de miedo y sorpresa. Esto ha logrado que la mirada bicolor del latino gire a verlo y, con una sonrisa de medio lado y un brillo malicioso en su mirada, chupar con más fuerza haciendo a Vaticano sentir un estremecimiento placentero que le da miedo

-No… aléjate… ¿Quién eres?- pregunta asustado, tratando de pasar sus manos hacia la cabeza del contrario en busca desesperada por alejarlo de su erección; sin embargo, en cuanto ha tocado la cabeza del tricolor, se asusta al descubrir que, además de estar desnudo (el tricolor), en su espalda se dejan ver un pequeño par de alas y una cola delgada con una punta afilada en forma de corazón

Asustado, Vaticano lucha para sentarse en la cama. Aquel country le permite el movimiento, dejando a Vaticano recargado contra el muro; aquel tricolor se acerca de golpe, esta vez, robando un lujurioso beso del country de dos colores que, sorprendido, lucha por alejarlo sin conseguir moverlo ni un poco. Sus gemidos son ahogados por la otra boca y, mientras siente aquella lengua entrando profundamente en su boca, jugando con la lengua propia, también siente unas manos cálidas acariciando su cuerpo de un modo que le crea placenteros escalofríos y un miedo que lo inmoviliza

-Soy México Cariño… un Uncubo. Un demonio de la lujuria que adora corromper almas puras y buenas como la tuya~- canturrea el ahora conocido como México. Vaticano lo mira jadeante, aquel beso le ha robado el aliento y le hace sentir sus mejillas calentarse aun cuando su miedo es mayor… ¿Un Uncubo? Había escuchado de los íncubos y súcubos pero no de un Uncubo

-¡Hump!!- chilla de nuevo, tras sentir un nuevo beso y como una de las manos del tricolor toma el miembro erecto de Vaticano para comenzar a acariciarlo de una forma tan horriblemente placentera que Vaticano lucha por alejarse sin conseguirlo; intenta empujando al contrario sin éxito alguno, intenta entonces alejando su rostro pero acaba acorralado entre el muro y el rostro del demonio que divertido; libera el beso, solo para bajar entre lamidas y mordidas que succionan la virgen piel del de dos colores haciendo que inexplicables sensaciones se apoderen de sus sentidos haciéndolo por fin, soltar un quejido que jamás había creído que saldría desde su propia boca

-Bueno, parece ser que realmente lo estas disfrutando cariño~- escucho la voz burlona del country antes de sentir como una nueva succión en una de sus clavículas lo hacía soltar un pequeño alarido de placer más fuerte que los anteriores. México, quien también se muestra un poco sorprendido sonríe divertido… parece ser que ha encontrado su punto erógeno en todo esto; canta victorioso mientras continúa bajando entre besos y lamidas, succionando suavemente aquella piel para crear tanto placer pueda en el country que aun percibía ahogado en terror

-Aléjate… detente… por favor!- ahoga con miedo los gritos. México ha bajado entre besos hasta su vientre y, antes de volver a tocar su miembro, sube con velocidad, lamiendo descaradamente los labios de Vaticano y chupando el inferior del country que lo mira con lágrimas en sus ojos tanto por el miedo como por el placer

-Adelante, puedes gritar tanto como desees, nadie podrá escucharte de todos modos… nadie en esta abadía se ha salvado de mis encantos, y tú, no serás mi excepción cariño~- ronronea una última vez, bajando directamente hasta el falo erecto de Vaticano, metiéndolo de lleno a su boca y comenzando suaves succiones que hacen a Vaticano volver a tomar la cabeza del latino en busca de alejarlo sin éxito alguno; al intentar cerrar sus piernas, descubre que estas son sujetadas por el latino negado a que se muevan; los espasmos se hacen cada vez más notorios. Vaticano cierra sus ojos, mordiendo su labio inferior al tiempo que busca controlar su errática respiración hasta que, sin saber exactamente que ocurre con su cuerpo, se encoje, casi a punto de tocar su cabeza contra la de México; termina corriéndose

El placer del orgasmo lo mantiene unos momentos en un hilo de cordura hasta que a la distancia cree escuchar el suave tragar de alguna garganta; baja la mirada descubriendo entre la oscuridad de la misma, las alas del demonio así como su boca por fin liberando su miembro aun erecto y completamente limpio. En cuanto las miradas de ambos colindan, México relame sus labios guiñándole el ojo. Vaticano no comprende que exactamente ha querido decirle con eso, pero siente su cuerpo estremecerse y su corazón palpitar con violencia

-¡Waaa!- grita en sorpresa cuando es ahora el mexicano quien se sienta en la cama, jalando con las caderas de adolescente, ahora es Vaticano quien acaba acostado en la cama, con su trasero en el pecho del latino y sus piernas justo frente de su rostro en una pose extraña por demás; quiere moverse y cambiar de posición pero, la misma cálida lengua húmeda que había estado acariciando su miembro erecto, baja hasta llegar a su recto dando una prolongada lamida que hace a Vaticano removerse inquieto

-¿Qué pasa cariño? ¿Nunca te la han metido por este dulce agujero?- se burla el country dando otra pronunciada lamida, empujando la punta de su lengua contra la piel ajena haciendo a Vaticano soltar un suspiro incomodo; temblando su ser entero y luchando por escapar de quien lo estaba tocando de ese modo impuro. México solo ríe divertido, lamiendo con más énfasis la zona hasta que finalmente empuja la punta de su lengua entrando al recto del menor

-Nooo!~- ahogo un gemido. México pudo observar cómo, aun cuando aquel chico continuaba “suplicando” por qué se detuviera, su cuerpo mostraba más honestidad. Ya había comenzado a perlarse en sudor y aquel pequeño y blanco miembro comenzaba a dar saltitos pequeños por el placer que experimentaba. México rio internamente… no había nadie que pudiera resistirse a sus encantos y ese chico recién llegado no sería la excepción

Empujo de nuevo su lengua, de un modo lento, recorriendo los alrededores y ensanchando de una vez lo que futuramente se volvería una entrada para su propio falo; relamió con gula la zona, dando pequeñas mordidas en su trasero sin buscar lastimarlo, solo dar una deliciosa amenaza que Vaticano recibió como peligrosa

-Haaaa haaaa mmmm por favor… para… haaaaaa~- escucha sus suplicas ahogadas en gemidos de placer, México suspira; aquello era música para sus oídos. Empujando de nuevo su lengua, simulando penetraciones al cuerpo ajeno, lentamente comienza a empujar un dedo junto a su lengua; Vaticano ahoga un gritillo bajo, se aferra de las sabanas, comenzando a pedir por ayuda a alguien… más nadie responde. México niega divertido, alejando el trasero de Vaticano de su pecho, lo deja recostado en la cama, descubriendo que además de ese interesante sonrojo en sus mejillas, parecía sufrir en silencio; por supuesto, México estaba al tanto de que estaba a punto de correrse una segunda vez y quería que si eso pasaba, al menos fuera en el momento mas opimo, se dijo

Acomodo a Vaticano, dejando una almohada debajo de sus caderas para que estas se elevaran un poco y, mientras las manos del tricolor se dedicaban con lujuria a acariciar el cuerpo ajeno, aquella cola de demonio se envolvía alrededor del pene de Vaticano apretándolo y soltando en suaves caricias que rápidamente volvieron en locura al country adolescente que, mientras niega, suplica a dios por ayuda sin ser escuchado. México se acomoda, puede ver que de nuevo Vaticano está a punto de correrse, así que esta vez acomoda la punta de su miembro erecto en la entrada del contrario y, justo deteniendo sus caricias, toda su atención se centra en el miembro del de dos colores estimulándolo con más fuerza. Vaticano comienza a gemir con mas desesperación y, a escasos segundos de por fin correrse una segunda vez, México se empuja con todas sus fuerzas en el interior del adolescente justo en el momento en que este comienza a correrse volviendo el acto demasiado para Vaticano quien encorva su cuerpo por el placer y el dolor que lo atormenta

-¡¡Mmggg!! Eso es estar apretado cariño~- sonríe divertido el mexicano observando como ahora Vaticano se encuentra viendo al cielo, con sus ojos derramando lagrimas por el placer. México se inclina, lamiendo las lágrimas de este y bajando entre besos; en cuanto llega al pecho del country que se ha manchado con su propio semen, comienza a lamerlo con hambre, besando y chupando suavemente la piel; empieza a mover sus caderas despacio dentro del country dorado que apenas puede aguantar los quejidos entre el dolor y el placer

El movimiento es lento en principio, México se deleita de observar los gestos que crea Vaticano; sus ojos entrecerrados, sus manos buscando de que aferrarse, la necesidad de escapar que lentamente se va perdiendo por el vórtice de placer en el que es envuelto y después, caer en cuenta que el demonio que le mira tan divertido, está lamiendo sus clavículas, dando suaves mordidas que vuelven su piel más sensible. Puede sentir más claramente como algo entra en su interior abriéndose paso de un modo monstruoso y aun así, aun pese al dolor que lo ahoga; ese cosquilleo que recorre su cuerpo como corriente eléctrica, lo tiene indefenso he inmovilizado

-Ya no más- suplica desesperado, derramando más lagrimas que son limpiadas por la lengua del demonio que muy gustosamente continúa acariciando su cuerpo; las manos de México se dedican a sus pezones; el tricolor a su boca lamiendo, chupando, mordisqueando y besando con lujuria mientras que algo se aprieta alrededor de su miembro en un indescriptible estimulo de placer que lo hace perder la cordura antes de poder suplicar por ayuda a alguien

-¿Estás seguro, que quieres que te salven de esto? Hasta ahora eres quien más lo está disfrutando, incluso más que yo ~- se ríe divertido el latino; aun entre besos, cargando con el cuerpo de Vaticano, lo obliga a sentarse sobre su erección y comenzar a dar saltos rápidos que hacen al country gemir con desespero, aferrándose a los hombros del mexicano. Entierra sus uñas con la necesidad de buscar algún modo de liberarse; México solo corresponde entregándole más placer

-Haaaa Haaaaaa Haaaaaa- pronto, los intentos de Vaticano por escapar se han convertido en alaridos de placer ahogados por desesperación… eran demasiadas sensaciones para un cuerpo virgen como el suyo, se dijo la última vez que pudo pensar con claridad… ahora, lo único que observa, es la mirada divertida del demonio, como sus ojos carmesí y verde brillan sobre la oscuridad como si fuera la mirada de algún felino; su cuerpo es movido con brusquedad, su espalda acaba de nuevo en la cama, sus piernas arriba de los hombros del country que, sonriéndole divertido, continua empujándose… puede notar la cola de México enredarse de nuevo en su miembro y aquella punta a forma de corazón, empujar la punta sobre su glande haciéndole sentir más placer del que puede soportar

Cierra sus ojos con desespero, haciendo su cabeza hacia atrás, aferrándose de la cama; su cuerpo comienza a ser movido con más brusquedad, el chapotear húmedo es sonoro para estas alturas, apenas opacado por sus gritos de placer y por fin, aun antes de que pueda decir algo, junto a un lujurioso beso, Vaticano llega al orgasmo nuevamente, sintiendo además, que su interior es llenado con algo caliente y espeso que quema en su interior pero que se siente increíble al poder percibir como incluso va llenando su interior

-------------

Sus ojos se abren, escucha el sonido de las aves cantando alegremente y, de un brinco, se sienta en la cama… no hay nada; su cuerpo está intacto, sus caderas no le duelen y su ropa está perfectamente acomodada… mira a todos lados, sintiendo sus mejillas calentarse en vergüenza… había sido abusado por un demonio de la lujuria, era lo único que tenía claro… y era vergonzoso saber que ni siquiera se pudo defender

Notas finales:

Bueno, una disculpa por las demoras pero hoy he estado ocupada y apenas tengo tiempo… además, me estoy cayendo de sueño, así que una disculpa si hay más errores de ortografía que de costumbre, me está costando ver…

Ahora, con respecto al fanfic, consta de tan solo 4 capítulos (ya acabado el fanfic por cierto. Solo me falta corregir errores y publicar), como ya pudieron ver, la ship principal será México demonio de la lujuria x un Ciudad del Vaticano todo dulce, inocentón y ukeable XD… con respecto a la trama, se irá viendo al avanzar obviamente los capítulos

Errr, no siento que haya necesidad de que de datos extras ¿o sí?, de todos modos, ya lo saben, si tienen dudas ustedes pregunten que yo respondo

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Que tengan lindo día

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Uncubos 2

Notas del cap:

Es, en este momento, en que caigo en cuenta que esto no va a ser un único oneshot ni un twoshot… así que, resignada (XD) y con muchas ganas de lemon… hago oficialmente esto que debía de ser un oneshot, un fanfic corto con lemon y poquita trama, ho si XD hahahahaha

¡A leer!

2 - Durante el día

-Buenos días hermano- saluda una monja con amabilidad; Vaticano corresponde con la misma amabilidad, siguiendo su camino. Debido a que su maestro había sido llamado por el director de la abadía, su clase se había pospuesto y ahora, los alumnos se dirigían hacia su siguiente clase. Sin embargo, él se había desviado para dirigirse a los baños y mojar un poco su rostro

Todo le parecía una mera alucinación de su mente… comenzando con ese extraño demonio de la lujuria que se dijo a si mismo como Uncubos… jamás en su vida había escuchado de ellos, no solo eso, ¿Cuál era su nombre? Juraría que se lo dijo pero no puede recordarlo… y no es realmente como que quiera recordarlo. Siente sus mejillas calientes y una sensación de desasosiego

Jamás, en sus 17 años. Jamás había tenido un trato con algún demonio en sus sueños, jamás soñó las cosas húmedas que un adolescente de su edad debería de soñar… solo, su mente estaba dedicada al señor, a su dios… no había cabida en su vida para los placeres banales y mucho menos que menos para los pecados carnales, a el jamás le pareció atractivo; es decir, puede que haya visto atractivos y guapos a varios de sus compañeros y compañeras a lo largo de su vida, pero jamás se imaginó haciendo un acto carnal con ninguno, jamás, nunca…

Y apenas el primer día de haber llegado, tiene un extraño sueño con un demonio de la lujuria… Vaticano tiene que volver a mojar su rostro con agua para aguantar la vergüenza que lo embriaga… ¿Acaso esto era una prueba de su dios? Se preguntó un instante mientras observaba las gotas de agua cayendo de su piel

-¿Y tú en serio le creerías a alguien que te pone una prueba como esta?- Vaticano pego un brinco asustado; girando la mirada hacia atrás, descubriendo con horror al miso country de sus sueños, aun con esas alas de demonio y esa cola, apenas usando un short de cuero negro brillante como única prenda para cubrir su desnudez pero denotando su figura sensual y atractiva; aunque, el demonio se encontraba mirando hacia el techo con los brazos cruzados

-Digo, yo habría caído a la primera pfff (como todos los que cayeron antes que tu) y me habría ido al otro bando... créeme, no vale la pena alguien así- menciona el country viendo por fin a Vaticano quien se muestra pálido, asombrado de que está viendo al demonio justo frente suyo. Su mirada gira cada tanto al espejo detrás suyo (frente al lavamanos) y descubre que efectivamente no hay nada en la zona donde se supone se encuentra el demonio pero, cuando gira de nuevo la mirada, el demonio sigue exactamente en el lugar donde estaba

Alterna varias veces la mirada del espejo al demonio y de nuevo al espejo, pero siempre el resultado es el mismo. El demonio no está en el espejo, pero si ante su mirada. Vaticano gira, tomando con pavor su crucifijo y viendo al demonio, lo más pegado puede al lavamanos

-A-Aléjate monstruo- apenas chillo en lo que debía de ser un intento de grito y una orden a la criatura que ha dejado de hablar para sí mismo y lo mira divertido, dejado sus brazos a sus lados, comienza a caminar en dirección del country dorado que sigue viéndolo con pavor

-¿O qué? ¿Me lanzaras agua bendita? ¿Rezaras a tu dios todos los rezos que te sepas para ahuyentarme?- se acercó por fin a su lado, acorralándolo contra el lavamanos, Vaticano tiembla asustado, México solo sonríe divertido dando una sugerente lamida a los labios del menor

-Siento decirlo cariño, pero ya lo hicieron otros y mírame, sigo aquí… ahogándolos en un placer tan delirante que han terminado sometidos a mi voluntad~- ronroneo divertido, pasando una mano por la espalda del country dorado hasta llegar a su trasero

-Y por cierto, te lo dije, soy un Uncubos, un demonio de la lujuria… no un “monstruo”- susurra divertido, tomando una mano de Vaticano, la jala hasta colocarla en la entrepierna del mexicano para que pueda tocar el bulto en el diminuto short del demonio

-“Este” si es un monstruo~ ¿Qué dices? ¿Quieres probarlo de nuevo?- pregunta divertido, notando el horror en la mirada del country además de ese sonrojo en sus mejillas que no desaparece

-¡No quiero! ¡Aléjate!- grita con miedo, empujando con todas sus fuerzas a México, apenas logrando crear distancia. Corre hacia la puerta de los baños, pero la puerta no abre; antes de poder golpear la madera y pedir por ayuda, una mano se posa sobre su boca, otra en su entrepierna comenzando a acariciar la zona y algo duro comienza a restregarse contra su trasero haciéndolo pegar un brinco aterrado; al tratar de girar la mirada descubre al mexicano, sonriendo divertido con la lengua de fuera, relamiendo sus labios

-Me encanta, cuando luchan~- gime en deseo el mexicano, acercándose al oído del country y lamiendo la zona con lujuria, besando antes de susurrar con libido

-Me hacen desear… volverlos pequeños y dulces sumisos que solo saben suplicar por mas placer~- ronroneo antes de bajar entre lamidas por el cuello hasta dar una fuerte mordida en el hombro de Vaticano haciéndolo soltar un quejido más fuerte de placer y miedo

-No… no… mmggg!!- entre negatorias, lucha por alejarse de México, siendo atrapado por la puerta y el cuerpo ajeno; Vaticano continúa luchando, siente como aquella mano que acaricia su entrepierna ha abierto el pantalón dejando que caiga fácilmente por entre sus piernas atorándose en sus rodillas y, pronto, le sigue la ropa interior

-¡¡Haaa!!- grita con miedo y sorpresa. México, que continuaba restregando su entrepierna al trasero de Vaticano, de pronto, ya había perdido la sensación de ropa y se ha convertido en algo cálido y húmedo que se hace paso entre sus nalgas asustándolo de paso

Intenta pegar su cuerpo a las maderas, pero ni así se libera del demonio que, divertido, busca cubrir mejor la boca de Vaticano y por fin, empujar la punta de su miembro contra la entrada del country dorado que, con sus ojos abiertos en horror, siente como lentamente se empuja abriéndose paso en su interior de un modo doloroso pero que se vuelve placentero al mismo tiempo

-Lo se cariño, he hecho esto por mucho tiempo… sé cómo invadir estos lugares tan estrechos haciendo a mis presas delirar en placer~- susurra divertido, dando otra mordida en su hombro mientras la mano que había liberado las ropas de Vaticano se dirige al miembro semi dormido del country para comenzar a estimularlo a un compás tranquilo para crearle más placer que el dolor que va sintiendo por la intromisión

Mas sin embargo, Vaticano apenas cree poder comprender sus palabras ¿Lo había estado haciendo durante mucho tiempo? Claro, era un demonio de la lujuria pero… sus palabras, no solo lo asustaban… ahí estaba de nuevo ese horrible cosquilleo que se originaba en su vientre y se expandía por todo su cuerpo debilitándolo. Un nuevo grito de placer y sorpresa aparece cuando, en una embestida más fuerte, a punto de salir de su interior, México se empuja entrando de golpe, golpeando un punto dentro suyo que lo ha hecho perder por un segundo su vista en una bruma blanca placentera

-Encontré algo interesante he?- Vaticano apenas pudo ser consciente de la voz de México antes de sentir una nueva estocada, golpeando aquel punto que hizo a su vista una bruma blanca y su cuerpo entero debilitarse, siendo obligado a ser cargado por México quien, divertido, libera por fin el agarre de la boca de Vaticano para tomar desde las caderas al country, cargando levemente con su cuerpo, comienza a dar fuertes embestidas

-Por favor… no lo hagas- suplica con lágrimas en sus ojos, aun cuando, a cada embestida lenta pero poderosa de México, su voz acababa en un gemido ahogado que prontamente se vuelven más consecutivos cuando el demonio aumenta la velocidad; algo cálido se cuela por debajo de su camisa subiendo y acariciando su piel, Vaticano no sabe que es, pero las caricias son adictivas, su voz se rompe, los gemidos salen temblorosos, el calor lo está asfixiando de nuevo y el solo puede aferrarse a la puerta en busca de estabilidad

-¿Listo? Ya voy a comenzar~- escucha la advertencia divertida cercas de su oído. Vaticano niega, siente que se va a romper por la mitad, pero su cuerpo es cargado, gira en su lugar; ahora es su espalda la que se recarga en la puerta, sus piernas se abren para México quien carga con su cuerpo y, en esa nueva posición, Vaticano puede observar como el demonio, con una sonrisa de medio lado, relame sus labios

-Se un buen chico y dame todos tus lindos gemidos cariño~- ronronea antes de comenzar a mover sus caderas con fuerza. El chapoteo se hace fuerte, el golpetear de ambas carnes se ve aderezado por los gemidos desesperados de Vaticano quien cierra los ojos; cubre su boca con una mano, las lágrimas comienzan a imposibilitarle el ver algo, el placer es demasiado para su cuerpo y opta por morder su mano para callarse aunque fuera un poco. México lo observa, sonriendo de medio lado, acercándose al cuerpo ajeno

Vaticano descubre que lo que estaba tocando su pecho es la cola del demonio que ha subido la tela dejándolo al descubierto; ahora, México se inclina, lame, chupa y mordisquea de nuevo aquella piel, creando placer aún más desesperante en Vaticano que, cerrando sus ojos para no ver, solo alcanza a percibir un suave aroma atrayente de parte del demonio… los gemidos aumentan, Vaticano ya no puede callarse y, entre el movimiento de caderas, Vaticano termina corriéndose con fuerza entre ambos cuerpos manchando ambos y sintiendo una fuerte mordida de parte del demonio que por fin, ha dejado una marcha en una de sus clavículas

-¡Ba-Basta!- chilla al llegar al orgasmo, corriéndose con violencia, disfrutando de ser llenado su interior por ese líquido cálido y espeso hasta que no puede más… sus ojos se cierran un instante… al menos el demonio no se ha movido más, pero percibe como ahora, algo caliente pasea por su cuello subiendo a su oído

-México… recuerda el nombre del demonio al que le perteneces, pequeño cordero de dios~- escucho antes de que su mente cayera en un limbo de oscuridad; en cuanto cae en cuenta de esto, abre sus ojos contra su voluntad, sorprendido de aun tener el rostro empapado y de aun estar de pie frente al lavamanos

Gira asustado su mirada hacia atrás, pero no hay nadie; al mirar al espejo, tampoco hay nada; repite este acto varias veces hasta que comprende que lo que sea que haya pasado, ha sido solo mente suya; tiembla con miedo y, secando su rostro, sale casi corriendo del baño

Justo cuando llega a la intersección donde debe girar para ir a su salón, su avanzar apresurado se frena con miedo cuando, a lo lejos, ve caminar al mismo demonio tricolor que le sonríe y le guiñe el ojo con picardía… Vaticano tiembla aterrado, pero no se mueve, aun cuando al parpadear por el miedo, el demonio, ha desaparecido

Notas finales:

Bueno, ¿Qué les digo? ¿Qué les explico? No creo necesarios los datos extras para esta historia ya que de a poco se va explicando… y en todo caso no es gran ciencia, solo es Vaticano siendo acosado y ukeado por un México demonio de la lujuria XD

Ahora, con respecto a mi inactividad… sorry, entre en un estado depresivo de Hiatus y aun no me salgo. Ni siquiera me he querido acercar a la pc o a un lápiz para dibujar… trate los primeros días pero no me ha funcionado, como sea… ando “a medias” por aquí… y, no pienso abandonar el sextember ¬¬ aunque ya haya acabado la temporada, pienso seguir y acabarlo así me tarde tres años o más ¬¬

Como sea, ya saben, si tienen dudas, ustedes pregunten que yo respondo con mucho gusto, hasta entonces

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Uncubos 4 (Final)

Notas del cap:

He aquí el capítulo final… de verdad se me fue la cuica aquí… no sé, esta… raro el final… a ver si les gusta… y una enorme disculpa por todo el tiempo que me tomo mostrar este capítulo… pese a que ya llevaba mucho tiempo de haberse acabado de escribir ¬¬ reitero, una disculpa… no han sido buenos tiempos para mi

¡A leer!

4 - Mi Propiedad

Miro por los alrededores de nuevo, confundido y a la defensiva… aun cuando llevaba un mes que no había visto a ese demonio luego de que lo tomara en la biblioteca; ahora se pregunta qué habría pasado… no es que hubiera dejado de verlo, de hecho, lo veía cercas de otras personas o viendo a otras personas y no a el

En un principio le permitió respirar con alivio y concentrarse en sus estudios, pero solo la primera semana… luego, llego la preocupación. Si estaba vigilando a otras personas ¿Significaba que estaba alimentándose de la lujuria de alguien más? Estaba preocupado por esas personas. El sabia lo agotador que era tener que soportar al demonio… no podía dejarlo simplemente a su suerte con otra pobre persona inocente

O eso fue lo que, durante aquel mes se hizo creer… la verdad, es que aun podía verlo, despistado, jugado y acosando a otras personas. Vaticano ya había ido varias veces a pedir ayuda a los maestros, incluso al director pero, sorprendentemente ninguno le había respondido. Todos, absolutamente todos negaron la existencia del demonio dentro de la abadía, como si negaran haber tratado con él, aun cuando sus reacciones dejaban más que claro que habían sido víctimas también de la criatura… Vaticano comprendió pronto que lo que le dijo México aquella vez no habían sido mentiras. De verdad, habían tratado de exorcizarlo pero nadie lo había conseguido… entonces, tendría sentido que aun ellos, que tenían más “fuerza” no pudieran hacer nada en contra del demonio

Pero entonces ¿Qué le quedaba a Vaticano? El apenas era un estudiante, no sabía realmente nada y no tenía ni la fuerza ni el permiso para tratar un exorcismo… ¿Cómo se supone que enfrentaría a esa criatura?

Pronto se encontró a sí mismo en la capilla más veces de las que pensó, rezando a dios por una respuesta para poder enfrentarse al demonio que asediaba a la abadía… pero nada, no se sentía “iluminado” por dios… solo mas perdido cada vez que intentaba pedir por una guía aunque fuera

El mes se volvió dos y después tres… México había dejado de tocarlo, México había dejado de estar cercas suyo y aunque debía de sentirse aliviado, se sentía incompleto, triste y… cuando lo vio cercas de un grupo de chicas que fingían no verlo, se sintió hasta traicionado aun cuando trato de no demostrarlo. Aun cuando el demonio en todo momento siempre observo en silencio (y mucho más discreto) las acciones y emociones del joven country de dos colores

Por fin, 5 meses se hicieron presentes desde la llegada de Vaticano y, en todo ese tiempo, pudo observar como el demonio no demostraba algún tipo de preferencia por nadie (*) siempre estaba acosando a alguien, incluso, llego a notar que por día, acosaba hasta a 7 personas diferentes y que todas seguían fingiendo que no existía. El country dorado se sentía estresado, confundido y estaba llegando a el punto donde no podría aguantar mucho tiempo antes de explotar de verdad

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Vaticano giro entre las sabanas de aquella cama, era tarde, eso era seguro, la luna ya había pasado de su punto más alto y ahora comenzaba el tranquilo deceso… no podía dormir, aun cuando se sentía cansado. Su mente solo estaba embriagada por la imagen del tricolor y como siempre fue atento con su placer… es verdad que varis noches también se encontró a si mismo con un problema entre los pantalones al recordar el tacto o el trato erótico del demonio sobre su cuerpo… pero era eso, un demonio de la lujuria, tentando a un mortal que se había negado

¿Qué significaba entonces? ¿Por qué tan de pronto había cambiado de presa? Ni siquiera dijo nada… tal vez era parte del plan del demonio, se dijo varias veces durante las noches que estuvo en vela como esta en particular. Suspiro, sentándose en la cama, harto de no poder descansar aun cuando lo intentara. Se enderezo lo mejor que pudo, incluso se puso en pie y camino por su habitación tomando entre sus manos un pequeño rosario que le habían dado el primer día y con el cual, se dedicaba a orar luego de sentirse estresado por lo que le había ocurrido

*Ho dios mío, he aquí a tu fiel cordero, perdido entre las garras de un demonio ¿Qué es lo que debo hacer? ¿Cómo puedo enfrentarme a este ser?* (siquiera, ¿Qué es lo que hay en mi corazón?) fue una pregunta, que se formuló aun sin palabras en su cabeza. Sus ojos se abrieron, el rosario golpeaba suavemente su pecho debido a que estaba caminando mientras rezaba… esto había ocasionado la pregunta “¿Qué hay en mi corazón?” ¿Por qué eso era importante?

Volvió a sentarse en la cama, preguntándose ¿Por qué es que estaba tan al pendiente del demonio? Si de verdad lo hubiera tentado, es seguro que el habría caído a sus redes… pero, si ese hubiera sido el caso, entonces el posiblemente se habría vuelto loco y habría entregado su alma al pecado, dejándose hacer… pero no era el caso se dijo, aun tenia fe, amor y devoción a su dios

El problema era que no podía sacarse a ese demonio de su cabeza y, como a un mantra molesto, recordaba vagamente las palabras del demonio diciendo que llevaba casi 100 años viviendo en esa abadía… ¿Por qué viviría tanto tiempo un demonio como él, en un lugar que era cuidado por dios? ¿Por qué no había escapado? Además, más allá del acoso que sufrían las personas para con su persona, el demonio jamás había lastimado a nadie, ni siquiera a la fe de las personas directamente

Ni siquiera a él lo lastimo de ningún modo; todas esas veces que reacciono tras haber sido tomado por el demonio, no se sentía lastimado, ni agotado bajo ningún concepto y, sabia (ahora) que los íncubos y súcubos robaban la energía dejando a sus víctimas agotadas… pero el demonio no era así… era como tener un sueño lucido, pero no más… no lo lastimaba bajo ningún termino

*¿Qué clase de demonio es este?* se preguntó confundido, colocando su mano en su frente, buscando sobar la zona que comenzaba a volverse un dolor de cabeza debido al estrés y el sobre esfuerzo de tratar de comprender la naturaleza de un demonio de la lujuria como lo era México

*-Di mi nombre y serás mío para la eternidad Vaticano~-* sus ojos se abrieron confundidos… eso fue lo último que dijo el demonio luego de la última vez que lo había tomado en la biblioteca… por algún motivo, podía recordar a la perfección su frase y, por fin podía recordar además, el nombre del demonio pero… decir su nombre ¿No sería lo mismo que firmar un contrato con él y entregar su alma al demonio? No podía arriesgare a hacer algo así de peligroso ¿Verdad?

Suspiro, derrotado, cansado y frustrado, opta por dejarse caer en la cama y, ante su propia sorpresa, por fin caer dormido

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El nuevo día se había vuelto cotidiano como todo desde que México se había olvidado de él… el miedo por verlo había desaparecido hace mucho y ahora, le parecía lo más normal del mundo verlo jugando y molestando a otras personas… aun sentía cierto toque de enfado al notar que molestaba a las personas, así que, trataba siempre de acercarse, notando que, luego de verse a los ojos ambos, el demonio sonreía divertido y, tras guiñarle el ojo, desaparecía sin que nadie pudiera darse cuenta que eran salvados por el Vaticano

Tras el desayuno, Vaticano se encontraba caminando con cierto cansancio… le dolía la cabeza desde anoche por el estrés, pero ni así había podido dormir correctamente, ahora, intentando aguantar el brillo de aquel hermoso y soleado día, se encuentra con un grito de alguien recién llegado. Una chica que parecía querer ser una monja, vestida en blanco, miraba con terror al demonio que, sin pudor, se mostraba frente a ella justo en el centro de unas jardineras mostrando en su rostro una intención lujuriosa para con la dama

Todos vieron, nadie pudo moverse y justo cuando México se había acercado para tocar la mejilla de la chica, Vaticano sintió enfado carcomiendo su ser entero

-¡México!- grito sin pensar las cosas. El momento se detuvo para todos. El demonio giro la mirada con sorpresa; aquel gesto lujurioso había desaparecido para dar paso a uno sorprendido. La chica que estaba siendo acosada por el demonio corrió y ahora, todo el mundo observa la escena. Vaticano estaba molesto, viendo al tricolor que, dejando de flotar coloca sus pies en el pasto observando con una lenta sonrisa burlona al contrario

-¿Si eres consciente que me has llamado por mi nombre?- pregunta divertido, señalando al country que, tan pronto como comprende lo que ha hecho, si bien, se siente asustado, no se arrepiente

-Si con eso dejas de molestar a la gente de esta abadía, te llamare siempre por tu nombre y te reprenderé para que dejes ese mal camino que llevas- ordena con molestia, el tricolor ríe con fuerza, el mundo observa, pero esto no parece importarle a ninguno de los countrys que hay se encuentran a mitad de una discusión

-¿Y qué harás para impedirlo? Te lo dije, han tratado de exorcizarme y nadie ha podido lograrlo ¿Qué esperas conseguir tú, que apenas eres un aprendiz que ni siquiera ha terminado sus estudios? Te recuerdo que solo con fe no se pueden mover las montañas a tu voluntad- se burló el mexicano colocando sus manos tras su nuca en una pose relajada y burlona al tiempo que su cola de demonio se movía inquieta como si estuviera emocionado por algo. Vaticano avanzo los pasos que le hacían falta hasta estar delante del demonio

-Te entregare mi alma a cambio de que liberes esta abadía de tu pecado- gruñe determinado, haciendo al gesto divertido del mexicano cambia a uno ligeramente sorprendido que vuelve velozmente a mostrarse burlón

-¿Y para que querría yo un alma como la tuya? Es más divertido tener el libido de todo el mundo aquí, me alimento muy bien gracias a todos los que viven aquí ¿Sabías?- se burla, sin embargo, Vaticano ha avanzado una vez más, tomando el antebrazo del latino

Muchos sueltan un suspiro de sorpresa. Nadie había podido tocar al demonio a menos que este permitiera ser tocado y, por el gesto igual de sorprendido pero divertido del demonio, parecía que no había sido su intención ser tocado por el country bicolor

-Porque en cuanto te entregue mi alma, me dedicare el resto de mi existencia a redimirte y guiarte por el camino de la salvación- aseguró el country más bajo. Fue solo entonces, que la sonrisa burlona del tricolor desapareció para dar paso a un gesto confundid como con una honesta sorpresa

El momento queda en silencio, la mirada dorada del Vaticano contrala bicolor de México… un silencio sepulcral que parece lentamente desaparecer cuando el gesto sorprendido del mexicano cambia a una suave sonrisa que no luce ni burlona ni maliciosa

-Solo para asegurarnos ¿Estás dispuesto a entregar tu alma a los peores horrores del infierno, con tal de redimir el alma de un demonio?- contrario a un titubeo en la mirada de Vaticano, México descubre un asentimiento seguro así como aquella mano que lo sujetaba aflojando el agarre para poder tomar la mano del demonio y no su antebrazo, otra cosa que nadie había tenido el valor de hacer para el en más de 100 años

-Dios dijo que amemos a nuestros semejantes como se ama uno mismo… estoy dispuesto a esto para salvar tu alma… México- susurro una última vez con determinación. El latino lo observo fijamente, escudriñando la mirada del country dorado, buscando más allá de lo que se dejaba ver si es que había miedo o vacilación en su mirada y, tras descubrir una firme determinación, sonríe, soltando una fuerte risotada casi histérica cual demonio burlón

Tomo la barbilla del Vaticano, elevando un poco su rostro y se acercó entonces de un modo lento y cuidadoso, viéndolo con burla, tratando de mostrarse aterrador, pero, esta vez, Vaticano no rehuyó de él, solo cerro sus ojos a la espera del beso. Beso que recibió del demonio con gusto también tomando la mejilla del tricolor

Ante la atenta mirada de todos los que ahí observaban, un gemido de sorpresa brota cuando, un halo de luz (*) envuelve a ambos countrys. Incluso, Vaticano que tenía los ojos cerrados, puede sentir que algo ha cambiado mientras aquel beso se consumaba, se dijo… mas no trato de abrir los ojos… solo siguió disfrutando del sabor de los labios de aquel demonio…

… … …

Se separaron del beso lentamente; para cuando Vaticano abrió sus ojos, su sorpresa fue grande. Lo que alguna vez había sido un short de cuero negro ajustado con cadenas, ahora era un pantalón blanco con zapatos y, el pecho descubierto que siempre lucia apetecible, ahora estaba cubierto por una camisa blanca que dejaba al descubierto solo tres botones permitiendo apreciar un poco de esa blanca piel y, por si no fuera suficiente, mas allá de aquello, un par de alas teñidas en un café chocolatoso se mostraban imponentes con un diminuto degradado en las puntas más grandes en color blanco

Vaticano lo observo, dando un paso hacia atrás para observarlo mejor. México solo retrocedió otro paso más y, ante la sorprendida mirada de los presentes, el country que hasta ese momento había sido un demonio, se inclinó ante el de dos colores al tiempo que extendía las ahora imponentes alas de halcón

-Felicidades Ciudad del Vaticano. Has pasado la prueba de dios (*)- gemidos de sorpresa brotan de todos, Vaticano por fin reacciona, mirando a todos los presentes con duda y luego al country que yacía arrodillado delante suyo y que, tras una reverencia, se pone en pie para acercarse a él, besando con dulzura la mejilla del country

-¿Eso que significa exactamente?- pregunto confundido por completo, México sonrió divertido, esta vez, su risa divertida, era diferente. Ya no se percibía ese tono de burla que había mostrado todo el tiempo desde que se conocían, ahora, su gesto era tranquilo y amable, muy diferente a cuando se mostró como un demonio

-Al aceptar sacrificar tu alma para salvar a un demonio, has demostrando la valía de tu propia alma. A dios suele gustarle el auto sacrificio así que, como recompensa a tu acción hecha de corazón, ahora mi trabajo es cuidar de ti y de tu alma- tras sus palabras, México ha colocado una mano sobre el hombro del country que aún lo mira sin comprender del todo lo que estaba ocurriendo, el tricolor le guiña el ojo divertido mientras continúa dando suaves palmadas a su hombro

-Estoy seguro que lograras muchas cosas; con un alma como la tuya, el mundo aún tiene esperanzas por el mañana- sonrió una última vez y, aun cuando realmente Vaticano no comprendía exactamente que era lo que había ocurrido, sonrió, asintiendo a las palabras del tricolor

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La noche había vuelto. Vaticano quitaba lentamente sus ropas aún confundido de lo que había ocurrido por la tarde… no creía comprender ni la mitad de lo que había ocurrido pero, de algún modo, parecía que las cosas habían acabado más que bien ¿Cierto?

Soltó el aire que inconscientemente había estado reteniendo y giro su rostro hacia su cama luego de haberse cambiado. Sorprendido de encontrar recostado en su cama (en una pose seductora) al demonio ahora convertido en un ángel que le mira con deseo

-De verdad te sigues viendo apetitoso, no importa que ahora sea un ángel~- le guiño el ojo haciendo sentir a las mejillas del Vaticano un calor agobiante que hacía rato que no sentía

-E-Espera… se supone que ahora eres un ángel… ya no deberías de desear alimentarte de lujuria… ¿No?- pregunta nervioso, haciéndose hacia atrás con aquel fuerte sonrojo hasta golpear contra el muro de su habitación, sin embargo, para cuando parpadea, pega un brinco al descubrir que el latino ya lo tenía acorralado contra el muro… aun cuando un segundo antes había estado recostado holgadamente en la cama

Esto realmente no le había sorprendido, solo… “asustado” puesto que por un segundo había olvidado esa habilidad de la criatura que ahora, con una sonrisa traviesa, lo observa con claro deseo

-¿No dijiste que ibas a sacrificar tu alma para salvar la mía?- pregunta burlesco el tricolor, tomando por la barbilla a Vaticano haciendo que ambos alientos choquen suavemente y sus rostros se acerquen peligrosamente rosando apenas sus labios… Vaticano siente su cuerpo temblar suavemente, otra vez esa adictiva corriente eléctrica recorriendo su ser ante el tacto del demonio

-Te recuerdo que ya no soy un demonio… ahora soy tu ángel guardián… y uno que desea algo más que una simple oración para seguir en el trabajo he?- se burló, pasando de los labios de Vaticano para comenzar a dar suaves besos sobre el cuello descubierto de Vaticano y comenzar a dar pequeñas mordidas

-¿Entonces existen los ángeles pervertidos también?- se queja, soltando un gemido pequeño en placer cuando siente la mordida del ángel sobre su clavícula haciéndolo estremecer con deseo. Sin embargo México se alejó un momento, dando una pequeña risotada y viendo al country que con un sonrojo en sus mejillas, ya mostraba diminutas lagrimas asomándose por sus ojos

-Creo que tengo que enseñarte mucho sobre los ángeles y los demonios… si te soy honesto, no hay una verdadera diferencia entre unos y otros, ni siquiera en nuestro aspecto… pero eso te lo puedo enseñar con el tiempo… después de todo, ahora tu alma es mía y mi alma es toda tuya~- ronronea el latino, lentamente abriendo las ropas del pecho del Vaticano y comenzando a acariciar su piel

El country cierra sus ojos, no se mueve, solo… disfruta… de aquel placer que siente es pecado, pero no puede detener si viene de ese ser que lo tenía acorralado

-Me… México- gime bajito tras sentir que su ropa es abierta y que lentamente el ahora ángel baja entre besos y suaves succiones hasta arrodillarse delante del pantalón de Vaticano, abriendo lentamente la ropa y sacando de ella el miembro semi erecto del country de dos colores

Lo lame despacio y engulle en su totalidad con su boca comenzando lentas y suaves succiones que vuelven loco al country; una mano viaja a su boca para callar sus gemidos, otra, se aferra a la cabeza de México en busca de marcar un ritmo diferente y algo errático, cada tanto con velocidad, luego, de un modo despacio pero con fuertes succiones que hacen a las piernas de Vaticano temblar incapaces de soportar el peso del country

-México… si sigues así… voy… voy haaaaaa~- ahoga un gemido más fuerte, sus ojos se cierran y antes de que pueda alejar la cabeza del tricolor, se ha corrido en su boca de un modo fuerte. El tricolor sonríe divertido. Tras beber hasta la última gota del Vaticano, carga con su cuerpo y lo lleva hasta la cama donde lo deja con cuidado

-Mira nada más… tu lujuria es la más grande de todos en esta abadía… ¿Tanto me extrañaste acaso?- pregunta con cierto toque de burla que Vaticano nota. Con sus mejillas fuertemente sonrojadas, busca escapar de la mirada del ángel, pero, su rostro es regresado, atrapado por un beso profundo y lujurioso combinado con cariño y afecto… muy diferente a cuando lo sentía siendo México un demonio… fuera como fuera, era aún más adictivo de ese modo, se dijo el country, sintiendo como sus caderas y sus piernas eran acomodadas a los lados del cuerpo de México

El beso continuo lentamente, Vaticano apenas soltaba suaves jadeos mientras se abrazaba al cuello de México para buscar estabilidad, el tricolor comienza a restregarse lentamente y entonces, tal y como siempre pasaba, aquel bulto de ropa desaparece para dejarle sentir algo duro que se restriega contra su trasero

-E-Espera México- jadeo suavemente, el latino detuvo sus movimientos y se alejó del beso sonriendo de medio lado

-Entiendo- susurro, bajando de nuevo entre besos, se recuesta en la cama, encima de las caderas del Vaticano y, entre lamidas que inician desde su vientre, baja, saboreando la hombría del country y llegando hasta su entrada; lame despacio, empujando mu suavemente su lengua, haciendo al country de dos colores soltar cada vez más alaridos de placer que aun con su boca tapada no puede callar con facilidad

El tiempo para ambos se vuelve placentero y eterno, México se dedica a ensanchar únicamente con su lengua, la entrada de Vaticano, introduce su lengua lentamente, empujando con cuidado, simulando las futuras penetraciones al cuerpo contrario. Vaticano solo mueve cada tanto sus caderas, ahogando alaridos cortos de placer, estirando una mano para acariciar la cabeza de la criatura que ahora, dejaba denotar aún más sus alas ligeramente entreabiertas he imponentes

-México~- volvió a gemir, moviendo sus caderas con necesidad. El tricolor asintió sin necesidad de palabras, volvió a acomodarse en su anterior pose, encima de Vaticano, con las piernas de este entre las caderas del ángel. Ambos se miraron a los ojos. La mirada de Vaticano suplicaba ya por la acción y México, correspondiendo a su suplica silenciosa, acomoda la punta hinchada de su miembro en la entrada del country que, tomando un pequeño respiro, solo asiente

-¡¡Haaaaaaaaaaaaa!!~- Vaticano ahoga un gemido, haciendo su cabeza hacia atrás… se ha corrido de nuevo con violencia tan pronto como ha sentido a México invadir su interior de una sola estocada, golpeando como siempre aquel punto en su interior que lo ha hecho llegar a un éxtasis repentino y brusco

México cierra uno de sus ojos, relamiendo sus labios mientras observa el gesto de placer del pequeño country y como se continúa aferrando a su cuerpo pese al acto; el tricolor no puede evitarlo, se inclina, lamiendo su piel mordisqueando sus clavículas al tiempo que sus caderas, sin piedad, se empujan con fuerza contra las del Vaticano

Pronto comienza a sonar el golpear de las pieles juntas, lentamente, un húmedo chapoteo se hace presente; para cuando Vaticano regresa de su orgasmo, gemidos se empiezan a hacer más sonoros, mira con lágrimas al tricolor que, besando sus labios con deseo, acaricia el cuerpo del de dos colores con devoción. El movimiento se hace cada vez más fuerte. La cama rechina, Vaticano entierra sus uñas en la espalda del latino, sintiendo el suave cosquillear de las plumas en su espalada acariciando sus manos

México toma a Vaticano, sentándose ambos en la cama, Vaticano encima de su erección mientras que México, en su éxtasis y propio deseo, encierra con sus alas a ambos, para que solo sean ellos dos, viéndose a los ojos, con deseo. Vaticano se aferra a sus hombros, mueve sus caderas tanto como puede, sus piernas se envuelven en la cadera del latino que, entre suaves sonrisas vuelve a besar tanta piel puede del contrario

-Te… te amo México~- ahoga un quejido suave Vaticano, sorprendiendo al latino que, con una sonrisa llena de felicidad, asiente, uniendo sus labios a los del country con cariño, más allá del mismo deseo, un verdadero amor por el otro

Durante el beso, las caderas de México se mueven con más brusquedad, Vaticano apenas puede soportarlo, entre ahogados gemidos de placer, el movimiento se vuelve errático, ambos ahogan quejidos de placer y finalmente, mientras Vaticano siente que está a punto de correrse nuevamente, México se aleja de sus labios solo para verse a los ojos

-También te amo Vati~- susurro antes de correrse en una completa sincronía

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La mañana llega y, creyendo que sería un día normal como habían sido los demás, Vaticano se encuentra con una nueva sorpresa. Además de que recuerda lo que ocurrió durante la noche, lo que debería de ser dolor de caderas es inexistente, además, lo que realmente le sorprende, es encontrar recostado en la cama, justo a su lado y estrechándolo contra su pecho, al tricolor que aun dormido, lo cubre con una de sus alas

Por supuesto que también corroboro si es que estaba vestido y, tal vez algo decepcionado encontró la ropa de ambos puesta… no le molesto realmente, solo, prefirió seguir observando el gesto tranquilo del country al dormir… jamás creyó que vería algo así de parte de aquel ser, solo sonrió, observándolo hasta que en un suave suspiro, los labios del latino se mueven

-¿No tienes hoy cosas importantes que atender?- los ojos de México se abren, dejando ver aquel brillo bicolor y una sonrisa divertida. Vaticano había sido atrapado con las manos en la masa y, sintiendo un tenue sonrojo en sus mejillas, comienza a tartamudear suavemente

-¿O piensas saltar tus obligaciones para seguir viéndome fingir dormir?- se termina de reír el latino, notando como Vaticano se pone en pie y comienza a hablar incoherencias que no terminan en nada. México ríe divertido, permitiendo a Vaticano observar ahora un gesto amable y honesto seguido del latino desapareciendo de la habitación

-Te daré algo de privacidad, puedes cambiarte, te espero en los jardines cuando termines tus deberes- finaliza

Vaticano se queda unos instantes en silencio, con una pregunta en su mente ¿Ese sería su nuevo concepto de “normalidad” ahora que el demonio se había vuelto su ángel guardián?

De algún modo, la alegría lo invadió y se dirigió a cambiarse… un nuevo día comenzaba y una nueva oportunidad para servir a dios, se presentaba ante el joven prospecto a sacerdote y a su ángel guardián

FIN

Notas finales:

*Err… a nadie le interesa, pero esta escena… no se… siento que ya la he visto en otro lado (y estoy bastante segura que no la he escrito nunca…)

*Pfff esto me sonó a cuando la bella rompe el hechizo de la bestia… mega loool

*¿No les da la sensación de que se me fue la cuica aquí??? No se… se me hizo tipo… “khe?”

Por fin está acabada esta historia, de verdad me disculpo por las tardanzas… pero ya saben, agradezco enormemente a todos los que apoyaron esta historia desde el principio, los que leyeron, los que comentaron, incluso a los que simplemente les gusto, con saber que les gusto, para mi es más que suficiente y sus menajes son un plus extra a mi trabajo n.n

Ahora, antes de dar las gracias por haberse quedado hasta el final, primero pasemos a los datos extras

Datos extras:

*Tal vez no se ha notado, pero cuando Vaticano pide por una guía para saber qué hacer con México, el que el rosario este golpeando suavemente su pecho es una “señal” para que entienda… pero obviamente el ser humano es pendejo y no lo capta a la primera

*Err supongo que la situación mas fuera de contexto, es justamente que el demonio se convirtiera en un ángel solo por el sacrificio de Vaticano… pero según la biblia, ganas puntos si te sacrificas de corazón sin esperar algo a cambio… además, sería una buena manera de explicar por qué un demonio de la lujuria estaba ahí en primer lugar…

*Pff, bueno, deben haber ángeles para todo, hasta para traer los chescos XD ok no, pero la idea es que México es un ángel (lol, ya le iba a decir ave hahaha) del tipo guerrero y de gran poder pero, para poder estar en tierra, primero debía de ponerle una “prueba” a quien fuera a convertirse en su protegido… por desgracia, como dije unos datos más arriba, los humanos son pendejos y no entendieron cuando el demonio les dijo que dijeran su nombre para pertenecerle… igual, era parte del desafío que comprendieran… o que fueran a lo viva México a entregarse (como hizo Vaticano)… nadie lo sabe… pinche dios está loco el wey

*Yo soy de la teoría que los ángeles y los demonios en realidad no tienen verdaderas diferencias, todo es “físico” y ellos pueden cambiar a voluntad su físico así que mhe… pa que descubras si te encontraste con un ángel o con un demonio va a estar cabron, porque es cierto que así como México es un ángel pervertido, hay ángeles que muy “puros” no son y demonios que tú los miras y parecen ángeles… algún día a ver si desarrollo el concepto, aunque no creo… ya hay muchas historias de ángeles y demonios XP

*Err se supone que como México está cuidando ahora de Vaticano siendo su ángel guardián, Vati viene a tener habilidades “espirituales” superiores… digo, a según… igual, esto es en caso de que se haga un “que paso después en el futuro” igual, no es relevante en esta historia

Bueno, eso es todo, una vez más, les agradezco por la paciencia que me han tenido todos, por los que ha comentado, por todos los que aun después de mis largos tiempos inactivos, siguen aquí, leyendo mis historias, de verdad, no saben cuánto lo valoro y lo aprecio de corazón, con todo mi corazón

Me encantaría afirmar que ya he vuelto pero… a la espera por una noticia… el que no llegara… bueno, no necesitan saberlo, así que, no pasa nada, solo les digo que, seguiré en hiatus otro rato más, actualizando cada que mi humor este soportable para traer algo decente en alguna de mis historias

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Uncubos 3

Notas del cap:

Bueno, no quería tardar tanto para publicar esta siguiente parte… en todo caso, no tengo ni idea que clase de “especial” voy a hacer para día de muertos… ni si estaré de humor para hacerlo… diablos…

Como sea, antes de que se me olvide, les aviso, que el siguiente es el capítulo final, así que váyanse preparando, que igual será todo lemon más que trama XD

¡A leer!

3 - Tras los ojos del demonio

-¡¡¡Haaaaaa!!!- grito al llegar al orgasmo aquel director dentro de la abadía, México observo como por fin, su interior era llenado con la lujuria del hombre mayor de edad que, en un suspiro agotado, solo se recarga en su silla, intentando recuperar el aliento y no ver al demonio que solo se encuentra respirando ligeramente errático pero divertido

El latino se ha levantado lentamente, sintiendo en su interior como aquel miembro ahora flácido resbala entre sus nalgas, seguido de una sensación ya común; un líquido espeso que comienza a caer lentamente entre sus piernas; aun así, observa al hombre agotado que lentamente parece recobrar la consciencia y descubrir que ha sido una vez más engañado por el demonio lujurioso. México aún se toma un momento para observar como el hombre aproblemado cruza sus manos y comienza a rezar a dios y a su virgen por ayuda para librarse del demonio de la lujuria, México se encoje de hombros… si tan solo supieran que eso no le ha funcionado a ninguna de las personas que lo han intentado

Sale del despacho, caminando tranquilo, observando su piel que parece lentamente hacerse física. Sonríe de medio lado divertido. Ese hombre tenía tanta lujuria de la que él se ha alimentado que ahora puede que haya gente que pueda verlo, se dice el latino divertido, avanzando holgadamente, dando miedo a todos los que lo miran; les guiña el ojo, a otros les envía un beso fugaz, las mujeres le miran con horror, pero puede percibir que aun poseen libido en su interior; relame sus labios… había tanto y de tatos lugares para alimentarse que muy seguramente jamás abandonaría esa abadía

Fue entonces, al avanzar eligiendo quien sería su siguiente presa, que descubrió a ese country recién llegado, en dos colores, dorado y blanco, un country muy interesante, inocente y puro como un ángel… pero fácil de corromper con cualquier pecado, ¿Y qué mejor que el pecado de la lujuria? México relamió sus labios de nuevo, avanzando en dirección del chico que había entrado a la biblioteca

Lo observo desde la distancia, vigilando sus pasos con cuidado, relamiendo sus labios con hambre de tan solo verlo; tan frágil, tan inocente, tan ajeno a todo a sus alrededores, que ignoraba que estaba bajo el deseo de un demonio como él. Mordió su labio inferior con deseo… apenas hacia un par de horas que había tomado ese delicioso cuerpo virgen… posiblemente el country acabaría inconsciente si volvía a tomarlo pero, luego de alcanzar a leer que el libro que había sacado era sobre demonios, el deseo de hacerlo suyo, opaco su “preocupación” inicial por el muchacho…

Si Vaticano quería información sobre él, México no se negaría a tener una entrevista “muy cercana” con el joven country~

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Se sentó en la banca más alejada que pudo encontrar, agradecía que no habían personas cercas; abrió entonces el libro que había tomado y busco en el índice si es que había algo con respecto al tipo de demonio que buscaba… ese demonio lujurioso llamado México… de tan solo recordar que en dos ocasiones lo había tomado, le creaba un cierto miedo que no podía controlar en absoluto más allá de intentos vagos por decirse que seguramente habría algo que él podría hacer para evitarlo… “tal vez”…

Examino con cuidado letra tras letra, mas no encontró nada que fuera relevante con su búsqueda; de todos modos, se detuvo en la sección de íncubos y súcubos, releyendo de nuevo la información que ya conocía de antemano, enterándose de cosas nuevas aunque no muy relevantes para su investigación, suspira cuando termina de leer y siente que, aunque ha obtenido información, no es lo que realmente estaba buscando

-¿Estás buscando algo en especifico?- escucho una suave voz amable y gentil que, aunque le pareció ligeramente conocida, no pudo identificar; aun cuando deseo subir la mirada y saber de quien se trataba, su mirada continuo fija en el libro, aun buscando ahora entre paginas si es que podía dar con el demonio que lo acechaba

-Información sobre un demonio que se hace llamar uncubo… pero no parece que haya nada- menciona, aun fijo en su lectura, apenas percibiendo por el rabillo del ojo que quien le habla, se ha sentado a su lado y lo observa con un codo en la mesa

-¿Qué quieres saber exactamente hijo?- pregunta de nuevo la voz, Vaticano se detiene de seguir investigando, algo le dice que hay “algo extraño” más su vista continua en el libro, observando la imagen de un demonio recostado en una cama junto a un humano, la sensación le da escalofríos al recordarle lo que le ocurrió la noche que llego a la abadía, pero aun contra eso, aguantando el miedo, menciona

-¿Qué se supone que es exactamente? ¿Por qué ataca en específico este tipo de demonio? ¿Siquiera el nombre es real?- pregunta confundido, observando el libro como si este le fuera a dar alguna respuesta mientras pasa rápidamente sus páginas; aquel que había estado a su lado, toma por fin sus mejillas, obligando a que se miren a los ojos. Vaticano se asusta cuando descubre que la persona con la que había estado hablando, es precisamente con el demonio llamado México

-¿No ya te lo había dicho? Soy un demonio de la lujuria igual a los súcubos he íncubos, la diferencia es que soy de una jerarquía más alta y por lo tanto, más fuerte- Vaticano quiere gritar, pero un beso robado lo atrapa entre la mesa y el cuerpo del demonio que, luego de tenerlo atrapado contra su cuerpo y la mesa, comienza a acariciar su piel pasando de la ropa para tocar su piel; esta vez, aparta rápido la ropa superior dejando su pecho desnudo; Vaticano trata de escapar pero, termina boca abajo en la mesa, a completa merced del country que ahora besa y lame su espalda creando mordidas que, contrario a sus encuentros anteriores, se vuelven más fuertes y violentos

-No… no…- suplica, rogando que no ocurra de nuevo el acto, pero la ropa de sus pantalones cae y antes de que pueda escapar o lanzarle algo al demonio, siente como el mismo miembro duro y húmedo se empuja con fuerza contra su cuerpo ahogándolo en un dolor agonizante pero placentero aun contra su desprecio. Sus ojos se cierran, su cabeza cae y golpea contra la mesa mientras el movimiento comienza a mover las maderas de un modo lento

-¿Por qué? ¿No querías saber? Adelante, no seas tímido. Te doy mi palabra de que te diré la verdad de todo lo que me preguntes- se burló el demonio mordiendo el hombro del Vaticano y empujando sus caderas con más insistencia contra el cuerpo ajeno. Vaticano ahogo un gemido de placer y dolor, girando hacia sus espaldas, encontrando al demonio que se encuentra concentrado en entregar placer al cuerpo ajeno, niega… no quiere volver a pasar por eso pero… si es verdad…

-¿Por qué… estas… aquí?- se ahoga, gritando con fuerza cuando aquel miembro ha golpeado en su interior aquel punto que le hace ver una bruma blanca por segundos. Su cuerpo pierde la fuerza para negarse a ser sometido y ahora, simplemente, sin fuerzas para siquiera sostener su cabeza, comienza a disfrutar del acto para con el demonio

-¿Por qué? Porque iba pasando, no tenía nada mejor que hacer y percibí desde aquí una gran cantidad de lujuria y me quede por supuesto ¿Otra pregunta?- inquiere divertido, recostando de lado a Vaticano para tomar una de sus piernas elevándola a su hombro y continuar arremetiendo. Vaticano alcanza a ver que de nuevo la cola del demonio acaricia su piel, mientras que una de las manos del demonio se acerca a acariciar su miembro en suaves estimulaciones; por otro lado, la boca de México se entretiene lamiendo, chupando y mordisqueando la piel de Vaticano cercas a la pierna que tiene en su hombro

-¿Hace cuánto… haaaa haaaaa- su intento de pregunta es cortada, el movimiento se vuelve brusco, México se estaba divirtiendo al crear tanto placer en su presa que le fuera imposible el formular una palabra concreta; aun así, tras escuchar una segunda vez la oración a medias, luchando por acabar, lo premia con una estocada más profunda que hace a Vaticano correrse y apretar su interior del mismo modo que se estaba volviendo adictivo para el demonio

-¿Hace cuánto estoy aquí? Uff, llevo varias décadas aquí… pronto cumpliré los 100 años si mis cálculos son correctos- menciona, como si fuera lo más natural del mundo. Vaticano niega ¿Cómo es que nadie había dado aviso de un ser tan peligroso como este? ¿Cómo es que nadie había intentado exorcizar a este ser demoniaco?

El cuerpo de Vaticano es jalado, una vez más; siendo cargado por el demonio y siendo el demonio quien se siente en una banca, observa divertido al country que con su boca abierta deja correr un hilo de saliva por el placer, México lame su saliva, introduciendo su lengua nuevamente a la boca ajena para volver a danzar con la propia en un baile de deseo que acaba con Vaticano sin aire y extasiado

-Te diré un pequeño secreto que nadie más ha podido descubrir de mi- menciona divertido, estrechando el cuerpo del contrario contra el suyo; mordiendo su hombro, se inclina cercas de su oído, lamiendo la zona antes de hablar con un deje de diversión palpable

-Al tener más jerarquía, puedo incluso leer la mente de mis presas mientras están sometidos por mi cuerpo… ¿Y qué crees encanto? Puedo no solo leer tu mente… además te diré que alguna vez intentaron exorcizarme y lo único que consiguieron fue una orgia de la que no pudieron escapar hasta un mes después~- se burló divertido, empujando sus caderas con más fuerza haciendo a Vaticano soltar otro fuerte alarido de placer que hace reír a México

-Dios… dios puede… acabarte… haaaa~- ahogo otro gemido más obsceno en cuanto sintió el miembro de México entrar todavía más profundo en su interior. El tricolor negó divertido, jalando ahora con ambas piernas de Vaticano para que su cadera quedara por fuera de la mesa y, desde esa nueva postura, comenzar con una ronda diferente, mas rítmicas y rápidas, haciendo más fuerte el chapotear de ambas carnes

-Si pudiera, ya lo hubiera hecho encanto… pero Dios se ha olvidado de los humanos, ahora, solo somos ustedes y nosotros los demonios- se rio divertido, empujándose con violencia contra el cuerpo ajeno, Vaticano negó, abriendo su boca en necesidad de aire al tiempo que México se inclina, lamiendo y mordiendo las clavículas

-Haaaa haaaa haa haaaaaaaaaa haaaa ggg!!~- ahoga gemidos cada vez más necesitados; su cuerpo se mueve contra su voluntad, sus brazos se aferran al cuello del latino, sus manos se entierran en la espalda del tricolor mientras su cuerpo continua siendo marcado por el demonio. Sus ojos se cierran, la necesidad de aire se le dificulta el poder suplicarle ayuda a dios y, mientras trata de concentrarse para dar una oración y poder escapar, siente la velocidad aumentar todavía más, haciendo a su mente quedar en blanco y finalmente, en alaridos cada vez más fuertes y desesperados, sentir como nuevamente su cuerpo, en pequeños espasmos adictivos de placer, lo traiciona, haciendo su cabeza hacia atrás, aferrándose con todas sus fuerzas del demonio mientras llega al clímax de nuevo, corriéndose entre ambos cuerpos y sintiendo como, las embestidas de México aumentan hasta finalmente correrse también en su interior haciéndolo perder por segundos el sentido de donde es que se encuentra

*Me… México* se ahogó en su mente aquel único pensamiento, llamarlo por su nombre mientras él era envuelto en el placentero orgasmo

El tricolor sonrió, deteniendo los movimientos para con el cuerpo contrario, observando gustoso como continuaba su cuerpo dando pequeños espasmos por el placer y finalmente, mientras el besa sus labios de un modo suave y dulce, susurra sobre ellos

-Di mi nombre y serás mío para la eternidad Vaticano~- Vaticano, quien apenas iba volviendo a la consciencia, pega un brinco, girando la mirada hacia adelante, la escena cambia bruscamente y, nuevamente, se encuentra sentado en la banca, solo, lejos de todo el mundo y entre sus manos, el libro que había estado leyendo, justo entre las páginas que hablan sobre los súcubos he íncubos

… … …

México observa gustoso, recargado en un barandal a la distancia, observando como el asustado country se pone en pie, corriendo acomoda el libro en su lugar y sale lo más rápido puede, huyendo del lugar tan pronto como puede sin levantar sospechas… el latino sonríe interesado

Por fin había encontrado alguien que escuchara su nombre

Notas finales:

Momento idóneo para preguntarme hacia donde putas vergas está encaminándose esta historia… no lo sé… yo solo quería un lemon hard bien puerco entre México y el vaticano… lo demás no lo pensé y ahora me estoy preguntando que mierda espera en realidad México de Vaticano… porque es seguro que solo sexo no es o.o

Bueno, ya saben, no veo necesidad de datos extras, si tienen dudas, yo respondo con mucho gusto

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Que tengan lindo día

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