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#Me quedó tan bonito que quería compartirlo con más gente
lilfael · 3 months
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nasideblog · 3 years
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Las sensaciones que experimentaba en aquel instante eran inexplicables, porque jamás se imaginó antes que estaría viendo las linternas tan de cerca, después de todo, se pasó años observándolas a través de su ventana, admirando una simple parte de lo que en verdad eran. Estar ahí, poder ver el hermoso cielo iluminado, no se comporaba con nada, por eso es que se pellizcaba con disimulo de vez en cuando, queriendo asegurarse de que no se trataba de una ilusión, que al despertar, todo seguiría siendo real.Su mirada se posó en la de Flynn, frunciendo los labios con algo de extrañeza cuando lo escucho hablar, sin poder evitar, conmoverse ante el gesto que tenía el castaño. Jamás se esperó que pudiese actuar tan dulce, aunque, en ese día que llevaba conociéndolo, notaba que el mayor era más que solo robos y escapadas. Tenía un buen corazón, la había ayudado y mantenido a salvo, sobre todo ahora que agregaba algo más bonito a su historia. — Gracias, Flynn. En verdad, esto es muy lindo de tu parte ¡Vamos a lanzarlas juntos! —Exclamó, esperando que estuvieran listos, para así dejar ir la linterna, siguiendo con su mirada el recorrido que hacía junto a la otra, hasta finalmente perderse en el cielo con las demás.— ¿Dónde irán a parar todas esas linternas? —Pregunta más para sí misma que para el chico, fijando nuevamente su mirada en él, abriendo sus labios con asombro al escucharlo. — ¿Seguro? Pero... ¡Es de la princesa! No puedo guardarla, además hicimos un trato ¿No? —Inquirió, buscando algo bajo su largo vestido, para así sacar el bolso que le había confiscado al chico al principio del día.Extendió sus manos, ofreciendo de vuelta el bolso del castaño, después de todo, no se le hacía justo cumplir su parte del acuerdo. — Ya estoy viendo las linternas ¿No? Deberías poder tener lo que quieres también, es toda tuya o puedes devolver la corona, como quieras. —Comenta, formando una pequeña sonrisa sobre sus cerezos, para así volver a concentrarse en el cielo.Todo era tan lindo, más aún el reflejo de las luces de las linternas sobre el mar, no pudiendo ser más perfecto. Compartirlo con Flynn lo hacía el doble de especial, siendo este sin duda alguna, el mejor y más grande cumpleaños que había tenido. i see the light ft Rapunzel ❀         La visita al pueblo estaba siendo mejor de lo que esperaba, Rapunzel estaba maravillada con todas las cosas que había por el cumpleaños de la princesa perdida. Toda la ciudad estaba adornada con banderines bordados con el símbolo real, algunos aldeanos horneaban sus mejores pastelillos o comida deliciosa para vender, otros ponían a la venta sus mejores flores y algunos más ambientaban con música. ¡Era toda una fiesta!   Flynn tenía mucho cuidado cuando pasaban cerca de los guardias por temor a ser reconocido, no quería arruinarle el día a la joven rubia, no cuando ella la estaba pasado tan bien viéndose por completo divertida y feliz. Realmente nunca esperó conocer a alguien así, menos sentirse contagiado por esa alegría que la chica emanaba porque si era sincero, él también la estaba pasando de maravilla.   En eso, el castaño divisó no muy a lo lejos a unas niñas que estaban adornando el cabello de una muchacha, peinándolo y adornándolo de una forma muy linda, pensando en que tal vez ellas podrían hacer algo con el largo cabello de su compañera porque después de todo, no debía ser agradable que lo trajera cargando la mayor parte del tiempo.   —¡Rapunzel, vamos con ellas! —Exclamó emocionado tomándola de la mano, llevándola directamente hacia las pequeñas. —¡Miren lo que les traje! Estoy seguro de que pueden hacerle algo lindo a su cabello, ¿no lo creen? —Les preguntó señalando a las hebras de la rubia cabellera y ellas abrieron los ojos en sorpresa totalmente emocionadas, accediendo a peinarlo.   Las pequeñas niñas comenzaron a hacer su trabajo, mientras él observaba como iban veloces de un lado a otro intentando acomodarle el cabello. Flynn no iba a negar que de esa forma Rapunzel se veía mucho más linda, tanto que no pudo evitar sonreír bastante amplio al verla, pero entonces sacudió su cabeza antes de que ella pudiera verlo y de que su cabeza comenzara a pensar otras cosas.   —Después de aquí, podemos ir a ver otras cosas. Creo que por allá se escucha algo de música, ¿quieres ir?
RAPUNZEL
Rapunzel se encontraba demasiado emocionada, las sensaciones que experimentaba iban más allá de las palabras, no podía salir de su asombro al ver tanta gente, adornos y como parecía existir un ambiente de celebración por cada lugar que pasaban. Trataba de no distraerse demasiado ni separarse del muchacho, aún si perdía la noción del tiempo y de las palabras foráneas cuando estaba tan absorta en todo lo que pasaba alrededor.
¡Faltaba tan poco! Podía ya sentir que se encontraban cada vez más cerca del momento en que lanzaban las linteras, incluso podía ver como algunos estaban preparando ese momento. Sin duda alguna, ese estaba siendo el mejor cumpleaños y día de toda su vida. Su vista fue de inmediato hacia donde Flynn señalaba, avanzando emocionada hasta cuando estuvo junto a las pequeñas niñas.
Aparte de su madre, nadie había peinado su cabello antes, así que disfrutaba en demasía la manera en que las niñas se encargaban de adornar con flores sus cabellos, siendo tan delicadas y haciendo preguntas acerca de cómo consiguió tenerlo tan largo. Ni ella sabía, pero tenía claro que la magia de su cabello, debía ser un secreto, por lo que solo sonrió y se despidió agradecida.
— ¿Qué más hay? ¡Es tan genial aquí, Flynn! ¿Cuánto falta para las linteras? —Preguntó, aún emocionada y sin dejar de dar vueltas alrededor, apresurándose a tomar la mano del castaño para que así ambos pudieran ir juntos hasta ese grupo de música. Ni le importaba si hacía el ridículo, simplemente estaba pasándola tan bien.
— ¿Dónde las veremos? De verdad, la princesa tiene mucha suerte de que celebren su cumpleaños así, a todo esto ¿Dónde está? —Interrogó, buscando en todas diferecciones alguna fotografía o algo que pudiese darle indicios de a que se debía la celebración, más si ese gran alborota era a causa de la princesa. Queria que fuera de noche ya y por fin, ver las tan ansiadas linternas.
FLYNN
Quedó por completo sorprendido al ver el trabajo que las pequeñas habían hecho con su cabello, ahora atado en una trenza y decorado con flores de diversos colores, si era sincero, ella se veía bastante linda. —Te quedan bien las flores, Rapunzel —Dijo sonriendo algo tímido mientras su corazón daba un vuelco, era la primera vez que eso le sucedía con alguien. Aclaró su garganta desviando la mirada mientras sacudía su cabeza, pero antes de que pudiera hacer algo más ella ya lo había arrastrado hacia donde estaban los músicos.—
Nadie sabe donde está la princesa, desapareció cuando apenas era una bebé y los reyes se la han pasado buscándola desde entonces —Pronunció dejando salir un suspiro. En realidad, ya llevaban buscándola por mucho tiempo, por eso año con año las linternas y a pesar de todo, ella seguía sin aparecer, era una desdicha. —¡Pero oye! ¿Apoco no es genial la música? —Preguntó cambiando el tema alegrando más el ambiente moviéndose al ritmo de la melodía, no era el mejor bailarín, sin embargo se defendía, así que en cuanto tuvo oportunidad comenzó a bailar en compañía de Rapunzel.
La verdad era que la estaba pasando de maravilla, estaba haciendo cosas que nunca imaginó y sobre todo, por primera vez en mucho tiempo estaba feliz, todo gracias a la joven rubia. Aún no sabía cómo es que ella emanaba esa aura llena de felicidad, pero sentía que estando a su lado podía olvidarse por un momento de todo lo demás, divirtiéndose a más no poder como en ese momento donde bailaba a su lado rodeado de otras personas que igual se les habían unido. El baile no lo fue todo, ya que continuaron vagando por el pueblo comiendo mucha comida deliciosa, escapando de los guardias y hasta Rapunzel se había dado la tarea de dibujar alguna que otra cosa con los demás niños del pueblo.
El atardecer por fin había llegado, significando solamente una cosa: las linternas. A pesar de que las demás personas se encontraban en el centro del pueblo o cerca del castillo, ambos se encontraban en el muelle porque si era el sueño de ella ver las linternas, Flynn haría lo posible por que las viera desde primera fila.
—¡Sube, Rapunzel! —Le ofreció su mano junto con una amable sonrisa, con tal de que ella pudiese ingresar al pequeño bote que consiguió para ambos. —¡Veremos las linternas como nunca nadie las ha visto! —Hasta el mismo comenzaba a emocionarse, siendo que era una cosa que antes no le importaba mucho y una vez los dos estuvieron dentro, comenzó a remar tranquilamente. —Pronto comenzará, ¿estás lista?
RAPUNZEL
— Esa es una historia muy triste. —Musitó tras escuchar el relato de la princesa perdida, sin poder evitar compadecer a esos padres que perdieron a su hija; recordando durante algunos instantes a su madre, que de seguro ya había descubierto su ausencia. Realmente, esperaba que no estuviera demasiado enfadada para cuando regresara, ella simplemente había querido cumplir su sueño.
Se estaba pasando un buen rato con Flynn, a pesar de las extrañas circunstancias en que lo conoció, parecía un gran chico y encontraba variadas maneras de divertirse. La música se escuchaba genial, la hacía querer bailar y moverse, aprovechando esa libertad de estar en el pueblo, tan cerca de ver las linternas brillantes. — ¡Me encanta la música! ¡Y bailar! —Exclamó, girando al ritmo de la música y bailando en compañía del castaño, esperando a que anocheciera.
Rapunzel se entretuvo tanto recorriendo el pueblo, probando la comida y todo lo que la gente amablemente le ofrecía, todos parecían tan contentos, como si se celebrara una gran fiesta. Sentía que pertenecía a ese lugar, como si hubiera estado toda la vida con todas esas personas.
— ¿Lo veremos ahí? ¡Es tan genial! De verdad, estarán sobre nosotros. —Comentó emocionada, subiendo al pequeño bote, instalándose en borde del mismo para tratar de ver lo más cerca posible. Ese día estaba yendo mejor de lo esperado. —¡Estoy lista! ¡Muy lista! —Exclamó, removiéndose impaciente, manteniendo su mirada alzada en espara del lanzamiento de las linternas, dejando salir un grito de alegría, al momento en que observó la primera linterna brillando en el cielo, emocionada por el espectáculo que estaba a punto de presenciar.
FLYNN
En realidad, no se alejaron mucho de la orilla, pero sí lo suficiente para ver mucho mejor todo el espectáculo. Las linternas poco a poco comenzaron a aparecer y eso significaba que muy pronto, todo el cielo estaría iluminado por ellas. Flynn puso especial atención en las expresiones de Rapunzel, mirándola con una sonrisa porque por fin, ella estaba cumpliendo el sueño que tanto anhelaba de ver esas pequeñas luces en el cielo.
El pasar todo un día a su lado le estaba cambiando las cosas de ver el mundo, ella no se preocupaba por cosas como tener dinero y ser una persona millonaria que disfrutara de tener todos los lujos del mundo, al contario, con cosas tan pequeñas como las linternas era lo suficiente para hacerla feliz por completo y si era sincero, eso la hacía una persona sumamente interesante y con un corazón demasiado hermoso. Quizá era tiempo de cambiar su perspectiva de la vida, dejándose llevar por esas pequeñas cosas que también podían hacerlo feliz sin necesitar demasiado.
Las luces pronto llenaron todo el cielo, se veían mucho más brillantes que las estrellas haciendo de la vista espectacular. Decidió que era momento de sorprenderla, así que tuvo que interrumpirla mientras veía las luces. —Rapunzel —Dijo llamando su atención. —Yo uh… Quiero que también tengas la oportunidad de lanzar una linterna —Comenzó diciendo algo tímido porque por lo regular, él no era de ese tipo de personas. —Así que toma, es una para ti —Entonces le ofreció una linterna, mostrándole una cálida sonrisa viendo como la emoción se hacía parte de ella. —También traje una para mí, ¡podemos lanzarla juntos!
Esperó a que ella tomase su linterna y cuando ambos estuvieron listos, la lanzaron al mismo tiempo para que se uniesen con las demás, elevándose al cielo nocturno. Flynn sintió cierta emoción al lanzar su linterna ¡y qué decir de Rapunzel! Estaba tan emocionada que esperaba tan sólo no cayese por la borda, porque si no sería un gran problema. En eso, se sintió seguro de lo que iba a decirle, así aclarando su garganta volvió a hablar. —Sobre la corona… Puedes quedártela, en realidad creo que ya no la necesito. Acabo de darme cuenta que en realidad ese no es mi sueño, así que está bien —Entonces sintió como si se liberara de una gran carga y a decir verdad, eso se sentía demasiado bien, se sentí feliz y eso, eso era suficiente para él.
RAPUNZEL
Las sensaciones que experimentaba en aquel instante eran inexplicables, porque jamás se imaginó antes que estaría viendo las linternas tan de cerca, después de todo, se pasó años observándolas a través de su ventana, admirando una simple parte de lo que en verdad eran. Estar ahí, poder ver el hermoso cielo iluminado, no se comporaba con nada, por eso es que se pellizcaba con disimulo de vez en cuando, queriendo asegurarse de que no se trataba de una ilusión, que al despertar, todo seguiría siendo real.
Su mirada se posó en la de Flynn, frunciendo los labios con algo de extrañeza cuando lo escucho hablar, sin poder evitar, conmoverse ante el gesto que tenía el castaño. Jamás se esperó que pudiese actuar tan dulce, aunque, en ese día que llevaba conociéndolo, notaba que el mayor era más que solo robos y escapadas. Tenía un buen corazón, la había ayudado y mantenido a salvo, sobre todo ahora que agregaba algo más bonito a su historia. — Gracias, Flynn. En verdad, esto es muy lindo de tu parte ¡Vamos a lanzarlas juntos! —Exclamó, esperando que estuvieran listos, para así dejar ir la linterna, siguiendo con su mirada el recorrido que hacía junto a la otra, hasta finalmente perderse en el cielo con las demás.
— ¿Dónde irán a parar todas esas linternas? —Pregunta más para sí misma que para el chico, fijando nuevamente su mirada en él, abriendo sus labios con asombro al escucharlo. — ¿Seguro? Pero... ¡Es de la princesa! No puedo guardarla, además hicimos un trato ¿No? —Inquirió, buscando algo bajo su largo vestido, para así sacar el bolso que le había confiscado al chico al principio del día.
Extendió sus manos, ofreciendo de vuelta el bolso del castaño, después de todo, no se le hacía justo cumplir su parte del acuerdo. — Ya estoy viendo las linternas ¿No? Deberías poder tener lo que quieres también, es toda tuya o puedes devolver la corona, como quieras. —Comenta, formando una pequeña sonrisa sobre sus cerezos, para así volver a concentrarse en el cielo.
Todo era tan lindo, más aún el reflejo de las luces de las linternas sobre el mar, no pudiendo ser más perfecto. Compartirlo con Flynn lo hacía el doble de especial, siendo este sin duda alguna, el mejor y más grande cumpleaños que había tenido.
FLYNN
Lo que decía ella era verdad, la corona era de la princesa perdida y aunque ella ahora mismo no estuviese presente, ¿qué tal si un día la señal de las linternas funcionaba y lograba regresar a casa? ¡Seguro que iba a necesitar su corona al volver! Tomó la corona entre sus manos aún no sabiendo muy bien qué hacer, porque tampoco podía ir así como si nada de regreso al castillo diciendo algo como “¡hey! Robé la corona, pero la traje de regreso”, nadie en su sano juicio lo haría por temor a ser capturado. En fin, ya después decidiría qué hacer con ella.
Su mirada volvió hacia el cielo, las linternas se seguían viendo hermosas, aunque la mayoría de ellas ya había tomado rumbo hacia el cielo, no como antes que se encontraban rodeándolos a ambos demasiado cerca. A lo lejos podía ver como las luces que ellos lanzaron, continuaban juntas en su camino hacia el cielo y sonrió feliz debido a ello. Ahora comprendía un poco del porqué Rapunzel se aferraba tanto a verlas, realmente era un espectáculo muy hermoso.
—¿Sabes? —Preguntó aún manteniendo la mirada al cielo. —Es un poco curioso que justamente las linternas sean lanzadas en tu cumpleaños, o más bien, que el tuyo sea igual al de la princesa. Quizá sólo sea coincidencia. —En realidad estaba divagando un poco, mas en verdad le parecía muy curioso todo ese asunto a pesar de que sabía que posiblemente otras personas también pudiesen compartir la misma fecha de nacimiento. —¡Igual son como tu regalo de cumpleaños!
Las luces poco a poco se dispersaban más, sabiendo que pronto desaparecerían de sus vistas y eso significaba que debían regresar al muelle. —¿Qué tal? ¿Las disfrutaste? —Cuestionó con algo de emoción por saber su respuesta, aunque podía intuir cuál sería. —Para ser sincero, nunca las había visto de esta forma, no así de cerca. ¡Fue lindo! Más porque pude verlas contigo. —En cuanto dijo eso último sintió algo de vergüenza, por lo que carraspeó un poco antes de tomar los remos comenzando a remar despacio. —Será mejor que volvamos, después de todo ya es algo tarde.
RAPUNZEL
No había pensado en el detalle de que compartía su cumpleaños con una princesa, tampoco es que hiciera gran diferencia, ya que estaba acostumbrada a celebrarlo en solitario, con su madre y Pascal, encerrada en la torre. Era el primer cumpleaños en que salía, jamás imagino que su pequeña idea se transformaría en una aventura tan llena de cosas nuevas y experiencias que quedarían en su memoria hasta el fin de los tiempos.
Su mirada seguía perdida en las linternas, más cuando estás parecían subir hasta el cielo y perderse en la oscuridad de la noche; realmente creía en que un día iban a traer a la princesa de regreso, tal como la habían atraído a ella.
Volvió su atención a Flynn, escuchándolo con atención, después de todo ya que no quedaba mucho por ver y en algún momento, iban a tener que regresar. Encontrándose un tanto extrañada ante el pensamiento tan repentino de lo mucho que iba a extrañar al castaño, se acostumbró bastante a su presencia y la forma tan arriesgada en que vivía. — ¡Este viaje es mi regalo de cumpleaños! Es como si hubieras llegado por obra del destino. —Contesto sonriente, asintiendo repetidas veces ante su idea, convencida de que conocerse con el chico tenía una razón o era obra del destino.
— En verdad es genial, es más precioso de lo que pensé... ¡Es increíble! —Exclamó contenta, sin borrar la sonrisa de sus cerezos, ladeando un tanto su rostro para mirar más atenta el chico, sin poder evitar ruborizarse por la confesión tan repentina. — También creo que fue el doble de especial porque estuvieras aquí, aunque ya sea hora de regresar. Podemos hacerlo por la mañana ¿No? —Preguntó, percantándose de como volvían al muelle, agachando un tanto su mirada al saber que su cumpleaños y ese día estaban llegando a su fin, sin duda, era muchísimo mejor de lo que alguna vez soñé.
— Gracias por ayudarme a cumplir mi sueño, Flynn. —Dijo con confianza, tan contenta de haber presenciado algo único. Guardaría el recuerdo de las linternas, por siempre.
FINALIZADO
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