Tumgik
#Le doy como cajón que no cierra
noantropologo · 4 years
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M I - C A S A - ( II )
Salida de campo . 14/ Abril/ 2020, 7:23pm.
Comienzo el recorrido en la reja de mi casa, lo primero que veo de frente es la puerta del estudio, a mi mano izquierda la escalera hacia la azotea y junto a este un baño. Camino hacia la derecha y encuentro las paredes, donde hay una parte donde una conexión de cables expuestos. Camino de frente y encuentro las macetas donde hay plantas de mi tía y también en el patio está la moto de juguete de mi sobrino. Hay una silla de plástico que se usa para descansar. Hay una ventana que da hacia la sala, y otra ventana que da al estudio.
Paso por la puerta a la sala y encuentro los juguetes de mi sobrino, varias cajas con estos, una pista de carreras y una bicicleta. Hay una cómoda donde mi tía deja documentos, y al lado de esta hay un escritorio con la PC de la casa, la impresora, etc. En este momento mi hermana utiliza la computadora y revisa la tarea virtual del colegio de mi sobrino. Están escuchando música. Al lado del escritorio se encuentran mi sobrino y su papá trabajando en un libro para colorear. Se encuentran en una mesa. Sobre esta hay varias cartucheras, cuadernos y libros. Encima, en la pared hay un dibujo de león hecho por mi sobrino, un cartel con el nombre de mi abuela y un cuadro de Jesucristo. Giro sobre mis pasos y mi mamá está revisando su teléfono sentada en el sofá. Los otros dos sillones están vacíos. Al fondo de la sala está el aparador de la TV. Arriba está lleno de adornos de distintos viajes. Al medio está la TV, apagada porque a esta hora nadie la ve. Abajo un stereo, botellas de vino y otros licores, consolas de videojuegos. Al lado hay un esquinero con otros adornos, pero también con fotos familiares de mi primo, mi hermana, mi sobrino, mi abuela y de mi persona. Hay recuerdos de misas y flores. Abajo hay un trabajo mío de la universidad. Encima de todo hay un globo de feliz cumpleaños. Detrás y arriba del aparador de la tv hay un cuadro de la Sagrada Familia. Veo a mi sobrino quejarse y renegar por no querer hacer tarea. Sus papás le dijeron que guarde el libro de colorear junto a las crayolas, él lo hace de mala gana y el estuche no cierra, se le caen crayolas, las levanta y finalmente lleva el libro. Vuelve a sentarse para comenzar a hacer su tarea. Su papá revisa constantemente el celular.
Dejo la sala y entro al pasillo. Éste me lleva al baño a la izquierda. Me veo en el espejo, camino tres pasos hasta la ducha. El inodoro es color marfil, encima está el papel higiénico, en la ducha están las botellas de shampoo y los jabones. En el lavadero están los cepillos, peines, jabón para manos y encima el espejo. Apago la luz y escucho en la sala a mi hermana llamándole la atención a mi sobrino porque está desobedeciendo. Mi sobrino quiere armar un libro de rompecabezas, pero debe de terminar primer su tarea. Tiene tarea de ciencia y tecnología, sobre el sistema circulatorio. Le pide a su papá que lo ayude a resolver la tarea. Él demora en hacerle caso, pero finalmente lo hace. Me voy nuevamente de la sala.
Ahora estoy en la habitación de mi primo, está vacío. En las paredes hay escrituras con frases motivacionales y hay fotos con sus padres. Luego está su librero lleno de libros de filosofía, ciencias, idiomas, etc. El planchador y un colchón inflable. Su cama, una cómoda sobre la cuál hay objetos religiosos, su billetera e isopos. Al lado un ropero con sus prendas y zapatillas en el suelo. Salgo de su cuarto y está la puerta de la habitación de mi tío. No tengo permitido entrar ahí.
Ingreso a la próxima habitación, donde encuentro la cama de mi tía con sus pertenecías encima. Ropa, sábanas y unos lentes. Sigo caminando y encuentro el ropero de mi hermana con sus pertenencias y las de mi sobrino. Al lado está la cómoda que comparto con mi mamá donde guardo mi ropa y donde ella tiene sus productos de belleza encima. Hay un globo que le regalamos por el día de la madre. Al lado de esta cómoda (que es negra, por cierto), está la cama. No hay nadie en la cama ahora. Encima hay peluches varios con los que mi sobrino y yo jugamos, entre los cuáles hay un gatito y un Pokémon. En el cuarto también hay recipientes grandes con ropa, sábanas, toallas. Hay una mesa con pertenencias antiguas de mi abuela y fotos de ella, y sus imágenes religiosas. Al lado hay un zapatero que por fuera tiene un espejo. Me vuelvo a mirar en el espejo, hay toallas colgando. Más adelante una mesa de noche y abajo el espacio donde se deja la ropa sucia. Encuentro la puerta que da hacia el patio trasero o lavandería.
Aquí lo primero que noto es que no hay techo. Es un espacio abierto y arriba está cubierto por una lona verde, como para que no moleste demasiado el sol. Los perritos que tenemos se me acercan entusiasmados, mi tía está en este cuarto limpiando. Me pregunta que hago, le explico que la observación para un curso. Empiezo a caminar, me tropiezo con los platos de comida. Voy hacia mi mano derecha y encuentro el baño exterior, el lugar donde los perritos duermen. Es un baño que ya casi nadie usa, especialmente porque están las camas de los perros y el interior huele a ellos. Afuera hay varias escobas, trapos, trapeadores, baldes para agua o ropa, el lavadero tiene implementos de limpieza. Hay una gotera en un tubo debajo del caño y una olla está abajo para recibir el agua. Hay muchas más plantas aquí que mi tía misma ha sembrado. Luego veo la ventana que da al cuarto de mi tío. Por supuesto, él está adentro y escucho su tv prendida. Hay una planta que llega hasta el techo, es bastante larga y está sujetada a la pared por unos hilos. Mi tía sale de la lavandería con un balde de ropa lavada. Sigo caminando, veo el espacio donde los perros hacen sus necesidades, hay dos lavadoras y objetos apilados más al fondo. Termino con el lugar y regreso por mi habitación.
Camino por el pasillo, el baño está ocupado.
Vuelvo por la sala. Mi sobrino y su papá están haciendo la tarea. Están colocando lana de colores y bolitas en el dibujo de un corazón. Sigo por la sala y entro ahora a la cocina.
Entro a la cocina. A la izquierda encuentro el espacio en la pared donde colocamos las llaves de la casa, al lado está el intercomunicador. Hay un espacio donde está el botiquín con medicamentos, hay jarras con agua, azucarera, recipientes con café. Hay un microondas malogrado donde guardamos algunos objetos varios como velas o sacacorchos. Encima hay bolsas con pan y tostadas. Arriba en la pared hay un rollo de papel toalla. Debajo encuentro la vajilla con platos y cubiertos. Hay cuchillos, luego el lavabo, posteriormente están los recipientes con especias, debajo del lavabo hay diferentes verduras. Cebollas, papa, kion, etc. Hay botellas de aceite. Debajo también está el plato de comida de la gata, detrás los contenedores de comida para perros y para la gata. Al lado de este lado está la cocina, encima están las ollas con la comida del día, regreso sobre mis pasos y encuentro el refrigerador. En este hay varios imanes de alimentos y también hay imanes que son publicidades de negocios. Hay un calendario de comidas nutritivas. Al otro lado del refri hay un calendario. También encuentro la lista de comidas que se cocinan en la semana por el día en que se cocinarán. En la pared están los horarios y tareas del hogar que corresponden a todos en la semana. Abro el refrigerador por arriba. Hay carnes, hamburguesas, hieleras, una gaseosa y barras de chocolate. Procedo a abrir la puerta de abajo, hay mantequilla, bolitas de chocolate, salchicha, jamonada, tomate, queso, cremas en sobre, limones, ajíes, más mantequilla, hot dogs, varios estuches de hot dogs, jamonada con queso, botellas de Aloe vera, yogurts Gloria, licores selváticos que traje de un viaje, hay verduras varias, luego recipientes con comida guardada. Al lado del refrigerador hay un aparador. Encima veo cajas de panetón, al lado galletas de vainilla, snacks, más tostadas, otras galletas. Encuentro mi bolsa de pecanas y la cojo para ir comiendo en el camino. Está el microondas que si funciona, encima hay una libreta que le pertenece a mi mamá. Debajo hay bolsas con fideos, arroces, sobres para infusiones, sopas Ajinomen, latas de atún. Debajo hay botellas de agua para emergencia y sacos de arroz y azúcar. En la mesa de comedor encuentro la lista de comidas que se cocinarán la próxima semana. También hay maceteros con más plantas, más allá hay unas botellas de plástico que reciclamos, veo una tetera caliente y debajo el basurero. El recogedor y la escoba. Termino con la cocina.
Entro al estudio y encuentro a mi primo trabajando en su laptop. Está haciendo un trabajo por el que le van a pagar, está escuchando música tecno antigua. A su derecha está su librero con libros de la academia. Al lado está el librero que comparto con mi hermana, con libros de ambos, libros de mi sobrino, útiles para manualidades y adornos varios. Le invito pecanas a mi primo. Encuentro copas de shots que le pertenecen a mi juego de jenga. Me doy cuenta de que no deberían estar ahí y los llevo a su sitio. El tercer libero que hay me pertenece. Desde arriba: mis libros, adornos de Pokémon, bitácoras y sketchbooks, agendas, libros, álbum de fotos, una pesa de 2 kilos, en el cajón de abajo está el juego de jenga del que hablaba antes, está la otra pesa de 2 kilos, hay libros y revistas de diseño y fotografía, junto con trabajos de la universidad, cajas en las que guardo recuerdos como fotos y accesorios. Al lado del librero hay cajas vacías que usamos para guardar cosas cuando se necesiten. Encima está una lonchera que mi sobrino utilizaba hasta que cancelaron las clases y posteriormente la cuarentena. Giro sobre mi eje y encuentro mi escritorio. Veo mis audífonos, mi laptop, mi mouse, mi cartuchera, y mi libreta. Veo un trabajo que hice para diseño de la información, un boceto de infografía. Al lado hay lápices. En mi cartuchera hay pinceles, estilógrafos, etc. En el cajón encuentro más materiales como plumones, acuarelas, cintas, pegamento, tinta, lápices de color. Al lado de mi escritorio hay algunos juguetes de mi sobrino, al lado hay una silla de cartón que hice para Pensamiento para el diseño el año pasado, hay un sobre grande con papeles especiales que han sobrado de trabajos anteriores, encima hay una maqueta de hace años de composición, encuentro el trípode de mi cámara, el estuche de mi cámara con la cámara adentro, y mi bicicleta, que no uso en semanas tristemente. Veo por la ventana a mi primo ir a ayudar a mi tía a tender más ropa que acaba de salir de la lavadora. Salgo por la puerta que conecta al estudio con el patio/cochera.
Al salir voy a mi mano derecha. Encuentro el baño de afuera, lo abro y aprecio que se encuentra vacío. Me miro en el espejo. Debajo del espejo esta el lavadero, luego le sigue el inodoro y la ducha. Este baño lo usamos para ducharnos luego de regresar de hacer compras en estos tiempos. Vuelvo a salir del baño y ahora me dirijo a las escaleras.
Subo y veo varias plantas de mi tía, aquí está sin construir, el suelo es rocoso, no está tarrajeado, pero está limpio. Llego a la azotea. Hay una especie de pared de madera que nos deja ver desde adentro el exterior de la casa, la calle. Sigo caminando, encuentro el espacio donde la gata hace sus necesidades. Sigo caminando y veo el lugar donde está ubicada su cama, voy más allá y están mi tía y mi primo tendiendo ropa, conversando sobre lo que están haciendo. Me saludan, pero saben que estoy haciendo tarea. Regreso a la pared de madera y veo a la gata saltando al borde de esta y comenzando a rascar sus garras en ella. Camina lentamente por el borde y se me acerca, me mueve la cola. Se va. Finalmente sigo viendo al exterior. Afuera veo las casas de mis vecinos, las calles completamente vacías, pero se deja escuchar un poco las voces de personas en sus casas. Mi primo y mi tía terminan, él saluda a la gata de lejos y mi tía se ríe. Me despido de la gata y ella maualla. Camino detrás de ellos porque no hay mucho que ver en la azotea. Vuelvo a bajar por las escaleras tarareando.
Camino hacia la sala y pregunto a mi sobrino si terminó su tarea. Me enseña que la resolvió y le digo que salió muy bien. Se encuentra resolviendo el rompecabezas de animales, va en la página del papagayo, con su papá. Ahora me siento a verlo. No avanza muy rápido, piensa bastante las piezas y las va descartando. Volteo para ver a mi mamá, que sigue sentada, ahora está viendo noticias en Latina y me mira, le digo que sigo haciendo tarea. Las noticias hablan de los lugares donde debemos tener cuidado por el Coronavirus. Mi mamá pregunta a mi primo cómo sigue del estómago porque estuvo enfermo estos días, pero en este momento quiere comer yogurt. No le quieren dejar. Mi hermana mira la tarea que hicieron mi sobrino y su papá, se da cuenta que les faltó colorearlo antes de pegar. Se ríen.
Escucho a mi madre llamándome. Me dice que sobró arroz con leche de ayer y voy hacia la cocina. No he probado el arroz con leche que hizo anoche, así que me sirven y agradezco. Veo la hora y son las 9pm.
Termino de comer el arroz con leche en la cocina, doy un pequeño recorrido para terminar. Paso por la sala y todos siguen viendo las noticias. Salgo hacia el patio y luego camino hacia la reja otra vez. Doy por finalizado el recorrido.
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gatypiola · 5 years
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Una mujer, un dia
Suena la alarma. Me revuelvo un poco en la cama. Sigue sonando la alarma. Que paja. Estiro el brazo sin abrir los ojos, tiro un par de manotazos buscando el celular, lo encuentro, lo agarro, abro un poquito los ojos achinados, la luz del celular me hace achinarlos todavía un poco más, apago la alarma. Me revuelvo otra vez en la cama pero me siento un poco húmeda. Me toco la concha. La puta madre, me vino. 4 años tomando pastillas anticonceptivas y todavía no sé qué día me viene. Me levanto con más paja todavía. Me siento en el borde de la cama mirando un punto fijo, buscando por algún lado de mi ser la voluntad de salir de mi cuarto y encarar un nuevo dia. Mientras tengo un breve momento de reflexión de si dormir un ratito más y huirle a mis responsabilidades, mi perro levanta la cabeza, me mira medio dormido, y se vuelve a acostar. Quién pudiera llevar esa vida de perro. Junto fuerza, no la necesaria, y encaro para el baño. Me pongo a hacer pis y miro la bombacha manchada con sangre. Otra bombacha arruinada. Veintiún años y manchando bombachas. Prendo la ducha y me entro a bañar, de paso enjuago la bombacha, capaz la hago safar, está cara la ropa interior linda. Me pongo shampoo en la mano, siempre me pongo de más, no se calcular bien la medida, me masajeo un poco el pelo, me enjuago y el mismo procedimiento con el acondicionador. Voy a agarrar el jabón y veo la Gillete ahí, me miro las axilas, tienen varios pelos, miro la Gillete de nuevo. Ni en pedo, me da paja. Agarro el jabón y me termino de bañar. Apago la ducha, cuelgo la bombacha de la canilla. Agarro una toalla para el pelo y otra para el cuerpo. Me envuelvo cual sushi y me lavo los dientes. Con la pasta de dientes me pasa lo mismo, tampoco se calcular bien. Vuelvo a mi cuarto, el pancho de mi perro sigue ahí echado y lo envidio profundamente. Abro el cajón de las bombachas y elijo alguna medio fea por las dudas de volver a mancharme. Busco mi copa menstrual y la pongo a hervir, mientras tanto me pongo un protector diario. En la otra hornalla pongo agua para hacerme un té.
Mientras espero a que hierva mi copa y el agua para el té abro twitter. Apareció el cuerpo de la piba que había desaparecido. “Encontraron muerta a la joven desaparecida” “Apareció muerta la joven de Santiago Del Estero”. No, manga de mierdas, no “apareció” muerta, la mataron. Hierve el agua de la copa y del té. Voy y me hago el té en el termito  mientras dejo la copa enfriar un poco. Le doy un sorbo al té y me cago quemando. Todas las mañanas es lo mismo, no sé porqué no aprendo a esperar.
Vuelvo al baño y me pongo la copa, todavía me cuesta un poco, es la tercer vez que la uso. Después de una pequeña lucha entre la copa y mi concha, logro colocarla bien, o bueno, eso creo, por las dudas me dejo puesto el protector diario.
Voy al cuarto a elegir que ponerme. Me pruebo quince cosas distintas y siempre termino usando lo primero que me probé. Agarro la cartera, meto la billetera, un perfume, los anteojos, un abanico, la SUBE, el celular y los auriculares. Ya vestida y lista para encarar un nuevo día, vuelvo a la cocina a buscar el termito con té, y lo escucho a papá que se despierta. “Chau papá” le grito. Casi me olvido de saludar a mi perro, así que vuelvo, le doy unos besos y me voy.
Mientras espero el ascensor me pongo los auriculares y pongo un playlist de Los Redondos. Arranca a sonar “Aquella solitaria vaca cubana”. Temón. De pendeja siempre me dijeron que era raro que “siendo mujer” escuchara a Los Redondos y simpre me rompió un poco los huevo, o los ovarios mejor dicho. ¿Que significa eso? ¿Acaso la buena música solo es para varones? ¿Acaso las mujeres estamos obligadas a escuchar a Ricardo Arjona ser un baboso insoportable? No señor, me niego a darles la potestad de la buena música.
Llego a la entrada del edificio y el portero como siempre me dice “buen dia hermosa”. Al principio me ponía bastante incomoda que me salude asi con un piropo, ahora creo que ya me acostumbré. Lo saludo y sigo mi camino hacia la parada de bondi. Paso por el puestito de pan casero que está en el camino y el señor, que también tiene la costumbre de saludarme con un piropo, también lo hace. Me pregunto si es que los hombres de mediana edad en adelante se sienten obligados a piropear pendejas porque es parte del oficio de ser varón de mediana edad. ¿Habrá algún hombre mayor que nunca haya piropeado? Lo saludo y sigo caminando.
Llego a la parada del colectivo, está hasta las pelotas de gente, como siempre. Me prendo un pucho, le doy unas cuatro pitadas y veo el bondi venir. Otro pucho desperdiciado en paradas de colectivos. Me acerco al bondi para subir y un señor que iba a subir al mismo colectivo que yo me hace un gesto para que pase yo primero. “No, gracias señor, usted estaba primero” le digo amablemente. El señor me insiste, le vuelvo a decir que no, me vuelve a insistir como si fuera una cuestión de vida o muerte. Bueno señor, si eso deja tranquila a su masculinidad, subo. Esa falsa caballerosidad impuesta me seca la concha. Subo al bondi, me pongo a buscar la sube en el quilombo de mi cartera, el chofer me mira con cara poco amigable hasta que la encuentro, pago y me voy para el fondo a buscar lugar. Claramente no hay lugar. Igualmente no me molesta mucho viajar parada. Al rato de viaje se libera un asiento en frente mio. El chabón que tengo al lado me mira y me dice “sentate, sentate”. Me saco un auricular y le digo que se siente él, a lo que me vuelve a insistir igual que el señor de la fila del bondi y como me da paja ese tira y afloje le digo gracias y me siento por más de que me baje en cuatro paradas. ¿Los varones sabrán que ser mujer no es lo mismo que ser discapacitada?
Me bajo del bondi y encaro para la facultad. De pasada hay una verdulería bastante barata donde suelo comprar mi desayuno. Me compro una banana y un durazno y sigo camino.
Abro la banana y me la empiezo a comer tranquila. En cuestión de tres cuadras más de 5 varones me miran comer mi banana como si le estuviera practicando sexo oral a la fruta. Por favor hombre, es muy temprano para andar con las hormonas tan revoloteadas.
Llego a la facultad y tengo una cursada en paz. En el recreo bajo a fumarme un pucho con una compañera que me cuenta que se volvió a pelear con el pelotudo del novio que no me lo fumo más. Trato de ser sutil con mis comentarios pero dejando en claro que a mi ese pibe no me cierra por ningun lado. Mi compañera lo defiende y se excusa con que “yo no lo conozco”. Yo no me quiero meter en la relación pero tampoco me gusta dejar pasar de largo estas situaciones. Le digo que se quede tranquila, que las cosas se van a solucionar y que cualquier cosa rara que pase que me llame.
Vuelvo a clase. Historia del cine universal. Una compañera le pregunta al profesor si no vamos a ver directoras mujeres de cine a lo que el profesor le responde “si hubiera buen cine femenino..” con un tono sarcástico desagradable. ¿Disculpame? Sos profesor de historia del cine y estas diciendo que no “hay buen cine femenino”. Me dieron ganas de mandarlo a la casa con una lista de películas hechas por mujeres pero la verdad es que yo estaba en una situación de desventaja, profesor-alumna, varón-mujer, adulto-joven, y ponerme a discutir con este hombre era poner en riesgo la materia así que me quede callada, es decir, fui una tibia.
Terminó la clase, salí de la facultad y realice el mismo ritual rutinario de la vuelta a casa, auriculares, algún playlist de rock rioplatense, parada de bondi, tira y afloje con algún varón y llegar a mi casa.
Llego y saludo a mi perro como si no lo viera hace un año.
Voy al baño a vaciar mi copa, todavía sigo haciendo un poco de enchastre cuando me la cambio pero no pierdo la esperanza de aprender algún día.
Abro la heladera buscando algunas sobras de anoche para almorzar, nunca me gustó cocinar y no creo que me vaya a gustar nunca. Encuentro arroz en un tupper, le tiro un poco de queso encima, microondas y listo pa´ morfar. Termino de comer, salgo al balcón a fumar un pucho. Me llevo la compu y mis cuadernos para dibujar y hacer collage. Me encanta estar sola, sin que nadie me joda. Puedo pasar horas en el balcón dibujando y escribiendo.
Después de un rato me hago unos mates y vuelvo a la misma posición en mi hermoso y tranquilo balcón a seguir divagando en hojas blancas. Si me dieran a elegir un momento y un lugar en el mundo sería ese siempre. Mi perro, mis cuadernos y yo. Y mi música de “varón”, claro.
A eso de las ocho de la noche papá me manda un mensaje avisando que duerme en lo de la novia y que no viene a comer. Que paja, tengo que cocinar. Me pongo unas milanesas de soja en el hornito electrico, porque un horno a gas es demasiado complicado para mi, y mientras espero me pongo a mirar una peli de Tarantino bien sangrienta de esas que me gustan a mi, en tetas y bombacha. Suena el hornito electrico, eso es lo bueno del hornito electrico: no se te queman las cosas, las voy a buscar y tengo una plácida cena sola. Estoy terminando de comer y me suena la alarma de la pastilla en el celular. La apago, miro a ver si esta mi billetera cerca, no está y pienso “bueno despues la tomo”.
Una vez ya con la panza llena, me abro un vino,  me pongo a lavar los platos y le doy de comer al perro. Termino y salgo a fumarme otro pucho acompañada con mi vino.
A eso de las diez de la noche saco al perro a pasear. Hay unas cuadras que son medio oscuras entonces trato de evitarlas pero igualmente las calles vacías siempre me dieron mucho miedo, capaz eso es parte de ser mujer. Damos la vueltita rápido, el perro hace sus necesidades y volvemos.
Cuando subo veo un mensaje de un pibe con el que tenemos sexo casual esporádicamente preguntándome si “estaba para vernos hoy”. Y, caliente estoy. Le respondo que sí pero que estaba en “mis días” pero que si no le molestaba viniera a casa. Al rato me responde que prefiere vernos otro dia entonces. Siempre me llamó mucho la atención el porqué a los varones les da tanto asco la menstruación. Es sangre, no es nada que vos no tengas dando vueltas por el cuerpo. Ni hablar de que es un fenómeno que le sucede a la mitad de la población una vez al mes durante la mayor parte de su vida. Además, a ustedes les sale semen que es un fluido completamente ajeno a mi y pretenden que a mi me fascine el hecho de que me lo tiren en la cara. No veo la lógica. Le respondo “bueno amigo, vos te la perdes” y me voy derechito a la cama a masturbarme. A mi no me da asco mi sangre. Termino lo dicho, otro orgasmo conseguido con éxito. Voy al baño, me lavo las manos, la cara y los dientes. Vuelvo al cuarto, me fijo que estén todas mis almohadas en orden, apago la luz y me acuesto lista para dormir.
La puta madre, me olvide de tomarme la pastilla.
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Preguntas por chat.
Ask1 Rosa,quiero decir que hoy supe de mi ex después de mucho tiempo(duramos 3 años, fue una relación destructiva y tóxica,terminamos hace 1 y aún no puedo cerrar el ciclo)y él es feliz,está siendo exitoso en su trabajo, sigue con la novia que tuvo 3 semanas después de terminar conmigo con la que ya cumplió el año y ODIO QUE SEA FELIZ y yo sigo saliendo de todo el daño que nos hicimos,me deprimí tanto que deje de lado mi vida profesional,y llegue al grado de no salir de casa ni bañarme por días
Ask2 (la depresión fue debido a esto y a otros problemas en el aspecto familiar y profesional de mi vida), me siento un fracaso y me doy vergüenza por sentirme así por él porque no suelo ser una persona venenosa,siento que todos avanzan en su vida y yo sigo estancada No sé si la que no merece ser feliz soy yo y por eso me va tan mal y él está de maravilla,solo...en este momento odio que esté siendo feliz y yo no, lo odio a él, me hace sentir inferior y me hace sentir patética...
@nuncarueguesporamor-blog ❤
(2 ask en anón)
Que una pareja no nos funcione no significa que con otra persona si lo haga.
Dices que fué una relación Destructiva y Tóxica, deberías de estar aliviada de ya no tenerlo cerca y no querer ni oirlo mencionar y es todo lo contrario, aún te ofendes porque sigue con la chica por la que "te sustituyó” y hablas como si llevaran años juntos cuando tan solo llevan unos meses y das por echo que son felices y comen perdices .. eso tu no lo sabes, la gente puede aparentar ante los demás lo que quiera y luego llevarse mal.
Amiga mía, no es cuestión de plantearse quien deba o merezca ser feliz, todos merecemos serlo al menos en alguna etapa de nuestra vida, sentirnos tranquilos, en paz y satisfechos de nosotros mismos.
Lo que has de tener claro ante todo, es que ya no tienes una relación, y dar gracias por haberse terminado y tener ahora la oportunidad de comenzar de nuevo y no cometer los mismos errores.
Si después de terminar esa relación tóxica caíste en Depresión es que eres una persona dependiente emocionalmente y ya hemos visto a lo largo de todo este tiempo que eso no es algo bueno.
Enamorarse de alguien y quererlo está bien, pero terminar con tu vida, es decir dejar de lado tus hobbies, amigos, trabajo, familia por dedicarte exclusivamente a él no es bueno para ninguno .. para él porque lo agobias y para tí porque te quedas sola.
Una pareja ha de disfrutar de su propio espacio, no puede estar 24/7 juntos.
Has de perdonar, perdonarte y reanudar tu vida.
Él ya no es preocupación tuya, si le va bien o mal es solo asunto suyo, tu procura mejorar como persona, no porque seas mala, si no porque es lo que todos deberíamos aprender a hacer ,vuelve a contactar a tus amistades, pon tu vida laboral en orden, arregla esos pequeños problemillas familiares que puedas tener y con todo esto habrás conseguido un 75% de estabilidad personal.
Te voy a explicar lo que vas a hacer para poder cerrar del todo ese ciclo .
Los ciclos son secuencias que conllevan un inicio, un desarrollo y un final, esto es parte del diseño universal. En la naturaleza todo es cíclico, las estaciones, el nacimiento de las flores, de los animales, el comienzo y el final de las relaciones, por ende, debemos internalizar que aunque queramos que una situación determinada dure para siempre, posiblemente no será así.
A muchos nos aterra cerrar un ciclo y huimos de hacerlo, porque le tenemos mucho temor a encarar los fantasmas internos, esas voces que aparecen cuando estamos solos.
Para cerrar un ciclo resulta positivo reconocer lo vivido, y preguntarse:
¿cuál es la influencia que esas experiencias han dejado en mi vida?
Y dejar de preguntarse ¿porque a mí?  y más bien reformular la pregunta: ¿Para qué sucedió?
Pensamos que cerrar un ciclo es hacer borrón y cuenta nueva, pero eso en realidad no funciona así, de hecho nos aleja de trabajar el cierre. Hay que permitirse vivir el cierre, vivir el dolor y  llorarlo por un tiempo "determinado".
Dependiendo de la situación, sobre todo cuando hablamos de rupturas amorosas, mudarse de un sitio o  emigrar, estamos hablando de años y años de costumbres, memorias y recuerdos, por ende, debemos darnos ese tiempo para vivir el duelo asociado a todas esas costumbres que ahora quedarán atrás.
No hay un tiempo exacto para la vivencia del cierre, no es ni mucho ni poco... es decir, ni quedarse en el drama por años, ni andar fingiendo por la vida que estoy perfecto y nada me pasa.
Entonces, ¿Que podemos hacer para ayudarnos a cerrar un ciclo adecuadamente?
Primero te quiero presentar algunas consideraciones:
Cuando te sientes estancado y esos recuerdos del pasado te siguen haciendo daño, e interfieren en la vivencia del día a día y de esa nueva vida que se está manifestando, y ves que tus pensamientos y palabras están guiadas por la queja, el lamento y el recuerdo doloroso de lo que pudo ser y no fue... es allí cuando debes accionar.
Tomar la decisión  de guardar el "drama" en el baúl. Dejar de ver tu vida como una telenovela y tomar la decisión de "confiar" que cuando una puerta se cierra, otras se abrirán para ti.
Asumir que lo sucedido es parte de lo que te tocaba vivir, y que para salir de ese estado de "lamento boliviano" deberás hacer algo al respecto, como por ejemplo:
Tomar Acción
Declarar internamente que vas a hacer lo necesario para cerrar este ciclo, tomándote tus tiempos.
Ritual: Hacer algunos rituales para ayudarte con el cierre final.
Los rituales nos guían a hacer las paces con la pérdida y agradecer la vida que tenemos aunque no sea perfecta.
Un buen ritual (o herramientas de crecimiento personal) ayudan a liberar el espacio mental, y te animan a guardar en un cajón o en un baúl todos esos recuerdos, para permitir abrirte a un canal de abundancia y así vivir nuevas experiencias.
Un buen cierre está ligado al agradecimiento. Un mal cierre está vinculado al resentimiento o a la negación, energías negativas que atraen más de lo que no quieres.
Los rituales para el cierre de ciclos que te quiero recomendar el día de hoy son los siguientes:
Escritura terapéutica, (la carta de despedida de tu vida anterior), aquí la invitación es a que te sientes un buen rato, por la noche o cuando no vayas a tener interrupciones, y escribas todo lo que se te pase por la mente, lo bueno y lo malo de esa vida que quedó atrás. Te vas a desahogar escribiendo, vas a hacer catarsis, llorar, agradecer por lo vivido, escribir sobre las personas de ese pasado..., las que catalogas como buenas y no tan buenas.
Luego puedes hacer lo siguiente: guardar la carta para leerla más adelante, romperla en mil pedazos o hacer el ritual de quemarla y permitir que el fuego haga su trabajo de transmutación.
Con el fuego, vas a ayudar a que las energías estancadas y negativas se transformen y es importante que independientemente de lo que decidas hacer con la carta, al finalizar este proceso, procede a hacer una plegaria y pídele  a Dios que te guie y te permita ver la grandeza de lo bueno que está por venir a tu vida. (si vas a quemar la carta, hacer este ritual con mucho cuidado, en un sitio seguro, deseable, un sitio abierto y sobre un balde agua).
Escritura terapéutica, (carta de bienvenida a tu nueva vida). Unos días después, es recomendable que cuando estés de ánimos, tomes un cuaderno y arranques a diseñar esa vida que deseas vivir, aunque las condiciones que tengas en este momento no sean las más idóneas , de hecho cuando no tienes las condiciones ideales es cuando te puedes sentar a diseñar las experiencias que más deseas, y sobre todo, ponerle foco a esos deseos que están en tu corazón, reconecta inclusive con aquellas cosas por las que alguna vez sentiste pasión, y revisa si hay algo de eso que desees incluir en tu nueva vida.
Esta carta debe ser diseñada y escrita en tiempo presente y en positivo, nunca en negativo. Léela todas las noches antes de irte a dormir para que el subconsciente haga su trabajo.
Limpieza mental - trata de identificar los momentos en que te veas pensando o lamentándote por el pasado y cuando eso suceda, pregúntate:
¿En que debería estar pensando para construir mi nueva vida? seguramente, mis pensamientos deberían ser distintos a estos.
Y por último, busca nuevas herramientas que te ayuden a pensar en positivo: nuevas lectura, libros, videos de motivación en youtube, podcast, eres tu el responsable de nutrir la mente, así que manos a la obra.
Un abrazo,
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natliblack13 · 7 years
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Capítulo 3
Sakura Normalmente, si me despertara, abriera los ojos, y viera a un hombre enojado mirándome desde el marco de la puerta, habría gritado. Habria lanzado cosas. Habria corrido al baño y me hubiera encerrado. Sin embargo, no hago ninguna de esas cosas. Me quedo mirándolo fijamente, porque me siento confundida al pensar en que este sea el mismo chico que estaba borracho y se había desmayado en el pasillo. ¿Cómo puede ser el mismo chico que anoche lloró hasta quedarse dormido? El es intimidante. Está enojado. Y me está mirando como si debiera disculparme, o darle alguna explicación. Sin embargo, es el mismo chico, ya que está usando el mismo par de vaqueros y la misma camiseta negra en la que se quedó dormido anoche. Lo único diferente en su aparienmcia es que ahora es capaz de mantenerse de pie por sí mismo. -¿Qué le pasó a mi mano, Sakura? Sabe mi nombre. ¿Lo sabe porque Naruto le contó que me estaba mudando para acá o porque en verdad recuerda que anoche se lo dije? Espero que Naruto le haya dicho, porque honestamente no quiero que me recuerde por lo de anoche. De pronto, me siento avergonzada de que pueda recordarme consolándolo mientras lloraba hasta quedarse dormido. Aparentemente no tiene idea de lo que le pasó a su mano, asi que espero que eso signifique que no tiene recuerdos de nada más allá de eso. Se encuentra recostado contra la puerta de mi habitación y los brazos cruzados sobre su pecho. Luce a la defensiva, como si yo fuera la responsable de su mala noche. Me ruedo, ya que aún no he dormido completo, a pesar de que él se encuentra alli pensando que le debo algún tipo de explicación. Lanzo las sábanas por encima de mi cabeza. -Cierra la puerta cuando salgas-digo, esperando que entienda la indirecta de que es más que bienvenido de volver a su apartamento. -¿Donde está mi teléfono? Aprieto mis ojos y trato de ahogar el suave sonido de su voz, mientras se desliza por mis oidos y se abre camino a través de cada uno de los nervios de mi cuerpo, calentándome en lugares que ésta sábana endeble no logró calentarme en toda la noche. Me recuerdo a mí misma que la persona a la que le pertenece esa sensual voz en este momento se encuentra en mi puerta, demandando cosas con una actitud grosera, sin siquiera reconocer el hecho de que anoche lo había ayudado. Me gustaría saber dónde está mi Gracias. O mi hola, soy Sasuke. Mucho gusto en conocerte. No obtengo nada de eso de parte de este chico. Se encuentra demasiado preocupado por si mismo como para preocuparse por la cantidad de personas a la que su descuido pudo haber molestado anoche. Si este chico y su actitud van a ser mis vecinos durante los siguientes meses, ahora sería un buen momento para establecer los limites. Lanzo las sábanas y me levanto, luego camino hacia la puerta y encuentro su mirada. -Hazme un favor y retrocede. Sorprendentemente, lo hace. Mantengo mis ojos en los suyos hasta que la puerta de mi habitación se cierra en su cara de golpe, y ahora todo lo veo es la parte posterior de la puerta. Sonrio y camino de vuelta a la cama. Me acuesto y cubro mi cabeza con las sábanas. Yo gano. ¿He mencionado que no tolero mucho las mañanas? La puerta se abre de golpe otra vez. -¿Cuál es tu maldito problema? -grita. Gruño, luego me siento en la cama y lo miro. Una vez más, se encuentra de pie junto a la puerta, mirándome como si le debiera algo. -¡Tu!-le grito de vuelta. Se ve tan genuinamente sorprendido ante mi tosca respuesta, que me hace sentir un poco mal. ¡Pero él es el que está actuando como un idiota! Eso creo. El empezó. Eso creo. Me mira con dureza por unos segundos, luego inclina la cabeza hacia delante y arquea una ceja. -¿Nosotros...? -Apunta con su dedo hacia mí y luego hacia él-¿Nos acostamos anoche? ¿Es por eso que estás enojada? Me reí mientras mis pensamientos son confirmados. Es todo un idiota. Genial. Soy vecina de un chico que obviamente se emborracha en exceso por las noches, y trae a casa a tantas chicas que ni siquiera puede recordar con cuales se mete. Abro mi boca para responder, pero soy interrumpida por el sonido de la puerta del apartamento cerrándose, y la voz de Naruto gritando. -¿Sakura? Inmediatamente salto y corro hacia la puerta, pero Sasuke sigue bloqueándola y observándome, esperando una respuesta a su pregunta. Lo miro directo a los ojos para dársela, pero su mirada me toma con la guardia baja por un segundo. Sus ojos son del negro más oscuro que alguna vez haya visto. Ya no queda rastro de esos pesados ojos enrojecidos de anoche. Sus ojos son tan oscuros que casi no tienen color. Seguí mirándolos, como esperando ver la noche estrellada si los veia lo suficientemente cerca. Diria que son tan oscuros como las noches sin luna, pero en realidad nunca lo he presenciando, así que no podría saberlo. Parpadea e inmediatamente me aleja de esa noche y de vuelta a San Francisco. De vuelta a esta habitación, De vuelta a la ultima pregunta que me hizo antes de que Naruto entrará por la puerta. -No estoy muy segura de que "acostarnos" sea la palabra adecuada para lo que hicimos anoche -susurro. Lo miro, esperando a que se aparte de mi camino. Lo que hace es enderezarse, colocando una armadura invisible con su postura y su rigido lenguaje no verbal. Aparentemente, no le gusta la imagen de los dos haciéndolo, basada en la mirada reservada que me está dando. Casi parece como si estuviera viéndome con disgusto, lo cual hace que me desagrade mucho más. No me echo para atrás, y ninguno de los dos rompe el contacto visual cuando da un paso fuera de mi camino y me deja pasar a su lado. Al salir de la habitación, veo a Naruto rondando el pasillo. Me mira y luego a Sasuke, así que rápidamente le lanzó una mirada para hacerle saber que no existe ni la más remota posibilidad a lo que está pensando. -Hola, hermana- dice, halándome en un brazo. No lo había visto en casi seis meses. A veces es facil olvidar lo mucho que extrañas a  alguien hasta que vuelves a ver a esa persona. Ese no es el caso con Naruto. Siempre lo extraño. Por más que su actitud protectora pueda cansarme a veces, también es testamento de cuán cercanos somos. Naruto me suelta y tira de un mechón de mi cabello. -Esta más largo- dice -Me gusta. Este podría ser el mayor tiempo que hemos durado sin vernos. Estiró la mano y revuelvo el cabello que cuelga sobre su frente. -También el tuyo- digo -Y no me gusta. Le sonrió para hacerle saber que estoy bromeando. En realidad, en el me gusta esa apariencia desordenada. La gente siempre dice que nos parecemos mucho, pero no es así. Su piel es más oscura que la mía, lo cual siempre he envidiado. Nuestros rasgos faciales son un tanto similares. Nuestros cabellos son de tonos diferentes, el es rubio y el mío es de un color rosado para nada comun. Nuestros ojos tambien son muy diferentes, los de el son tan azules como el mar del Caribe y los mios tan verdes como las hojas de los árboles. Naruto saluda a Sasuke con un gesto con la cabeza. -Hola hermano. ¿Mala noche?- le hace la pregunta con una risita, como si supiera exactamente que tipo de noche tuvo Sasuke ayer. Sasuke camina a nuestro lado. -No lo sé- dice en respuesta.  -No lo recuerdo.- Camina hacia la cocina y abre un gabinete, tomando una taza como si se sintiera lo suficientemente cómodo aqui para hacerlo. No me gusta eso. No me gusta que Sasuke se sienta cómodo. Sasuke, el cómodo, abre otro gabinete y toma una botella de aspirina, llena la taza con agua, y lanza la aspirina hacia su boca. -¿Trajiste todas tus cosas?- Me pregunta Naruto. -Nop- digo mirando  a Sasuke  al responder -Estuve demasiado ocupada preocupandome por tu vecino. Sasuke de aclara la garganta con nerviosismo mientras lava la taza y la coloca en el gabinete. Su incomodidad ante su lapso de memoria me hace reír. Me gusta que no tenga ni idea de lo que paso anoche. Incluso me gusta un poco que la idea de estar conmigo pareciera ponerlo nervioso. Podria mantener esa fachada por un tiempo  sólo para mi disfrute enfermizo. Naruto me mira como si supiera lo que estoy planeando. Sasuke sale de la cocina y mira en mi dirección, luego hacia Naruto. -Ya me habría ido, pero no puedo encontrar mis llaves. ¿Tienes mi copia? Naruto asiente y camina hacia un cajón en la cocina. Lo abre, toma una llave, y se la lanza a Sasuke, quien la atrapa en el aire. -¿Puedes volver en una hora y ayudarme a descargar el auto de Sakura? Quiero ducharme primero. Sasuke asiente, pero sus ojos van brevemente a los mios, cuando Naruto comienza a caminar hacia su habitacion. -Nos pondremos al día cuando no sea tan temprano- me dice Naruto. Pudieron haber pasado siete años desde que vivimos juntos, pero aparentemente recuerda que no soy muy conversadora en las mañanas. Muy mal que Sasuke no sepa eso de mi. Después de que Naruto desaparece en su habitación, me doy la vuelta y encaró a Sasuke otra vez. Me mira expectante, como si aún está esperando que le responda las preguntas que me había hecho. Sólo quiero que se vaya, así que le contesto todas a la vez. -Anoche cuando llegué, estabas desmayado en el pasillo. No sabía quien eras, así que cuando intentaste entrar al apartamento, puede que haya cerrado la puerta en tu mano. No está rota. La revise, y sólo tiene un moretón como mucho. Simplemente ponle algo de hielo y envuelvela por unas horas. Y no, no nos acostamos. Te ayude a entrar al apartamento, y luego me fui a la cama. Tu teléfono está en el suelo junto a la puerta principal, donde lo dejaste caer anoche porque estabas demasiado ebrio para caminar. Me dí la vuelta hacia mi habitación, simplemente queriendo alejarme de la intensidad de sus ojos. Me giró de nuevo cuando llego a la puerta de mi habitación. -Cuando regreses en una hora y yo haya tenido chance de despertarme por completo, podemos intentarlo de nuevo. Su mandíbula se tensa. -¿Intentar de nuevo qué?- pregunta. -Empezar con el pie derecho. Cierro la puerta, poniendo una barrera entre esa voz y yo. Y esa mirada. ☆☆☆☆☆ -¿Cuántas cajas tienes?- pregunta Naruto. Se coloca sus zapatos junto a la puerta y yo tomo mis llaves. -Seis, más tres maletas y toda mi ropa en ganchos. Naruto camina hacia la otra puerta directamente al otro lado del pasillo y la golpea, luego se da la vuelta y se dirige hacia los ascensores. Presiona el botón de bajada. -¿Le dijiste a mamá que llegaste? -Si, le escribí un mensaje anoche. Escucho la puerta de su apartamento abrirse, pero no me doy vuelta para mirarlo salir. Entro en el, y Naruto detiene el ascensor para esperar a Sasuke. Pierdo la guerra tan pronto como le lanzo un vistazo. La guerra que ni siquiera sabía que estaba luchando. No pasa muy seguido, pero cuando encuentro a un chico atractivo, es mucho mejor si pasa con una persona con la que quiero que pase. Sasuke no es la persona por la que quiero sentir esto. No quiero sentirme atraída por un chico que bebé hasta olvidar, llora por otras chicas, y que ni siquiera recuerda si se metió conmigo la noche anterior. Pero es difícil no notar si presencia cuando su presencia se convierte en todo. -Deberían de ser sólo dos viajes- Le dice Naruto a Sasuke, mientras presiona el botón hacia el primer piso. Sasuke me está mirando, y no puedo juzgar bien su comportamiento, ya que aún luce enojado. También lo miro, porque no importa cuan atractivo pueda ser con esa actitud, sigo esperando el gracias que nunca obtuve. -Hola- dice Sasuke finalmente. Da un paso hacia delante, e ignora por completo la política tácita de ascensores, cuando se acerca demasiado y extiende su mano. -Sasuke Uchiha. Vivo al otro lado del pasillo. Y estoy confundida. -Creo que ya hemos establecido eso- digo, mirando su mano extendida. -¿Empezar de nuevo?- dice, arqueando una caja -¿Con el pie derecho?- Ah. Si. Le dije eso  Tomó su mano y la agito. -Sakura Haruno. Soy la hermana de Naruto.- La manera en la que retrocede y mantiene sus ojos en los mios me hace sentir un poco incómoda ya que Naruto se encuentra de pie por a solo unos cuantos pasos. Sin embargo a Naruto no parece importarle. Nos ignora a ambos, al estar pegado a su teléfono. Sasuke finalmente aleja su mirada y saca su teléfono del bolsillo. Aprovecho la oportunidad para estudiarlo, mientras su atención no se encuentra centrada en mi. Llego a la conclusión su que su apariencia es completamente contradictoria. Es como si dos creadores diferentes estuviesen en guerra cuando el fue imaginando. La fuerza en su estructura osea contrasta con la suave apariencia en sus labios. Se ven inofensivos e invitadores comparado con la rudeza de sus rasgos y la cicatriz dentada que pasa a lo largo del lado derecho de su mandíbula. Su cabello no puede decidir si quiere ser negro o azabache. Su personalidad cambia entre invitador y cruelmente indiferente, confundiendo mi habilidad de discernir entre caliente y frío. Su postura casual esta en guerra con la fiereza que he visto en sus ojos. Sus ojos no pueden decidir si quieren mirar el teléfono o a mi, ya que vacilan una y otra vez antes de que las puertas del ascensor se abran. Dejo de mirar y salgo del ascensor primero. Cap se encuentra sentado en su silla, tan vigilante como siempre. Nos mira a los tres salir del ascensor y toma los brazos de las silla para levantarse lenta y temblorosamente. Naruto y Sasuke lo saludan con un movimiento de cabeza y siguen caminando. -¿Como estuvo tu primera noche, Sakura?- pregunta con una sonrisa, deteniendose a medio camino. El echo de que ya se sabe mi nombre no me sorprende, ya que hasta sabia a cual piso me dirigía anoche. Miro la parte posterior a la cabeza de Sasuke mientras ellos continúan sin mí. -Un poco agitada, en realidad. Creo que mi hermano no es muy bueno al elegir de quien se hace amigo. Miro a cap que ahora se encuentra mirando también a Sasuke. Las líneas arrugadas de su boca se tuercen en línea recta, y niega con la cabeza ligeramente. -Ah, ese chico probablemente nadie puede ayudarlo.- dice ignorando mi comentario. No estoy segura si se refiere a Naruto o a Sasuke cuando dice "ese chico", pero no pregunto. Cap se da la vuelta alejándose de mi, y comienza a arrastrarse en dirección a los baños del vestíbulo. -Creo que me oriné encima- murmura. Lo miro desaparecer a través de las puertas del baño, preguntándome hasta que punto la vida de una persona se vuelve tan vieja Como para perder su filtro al hablar. Aunque Cap no luce como el tipo de hambre que alguna vez tuvo filtro. Me gusta eso de el. -¡Sakura, vamos!- grita Naruto desde el otro lado del vestíbulo. Los alcanzó y les muestro el camino hacia mi auto. Nos toma tres viajes subir todas mis cosas, no dos. Tres viajes completo a en lo que Sasuke no me dirige otra palabra.
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