Tumgik
#y meto las manos al fuego por ellos
mikrokosmcs · 2 years
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-  —Si  es  un  hombre,  no  puede  ser  un  diez.  No  importa  por  donde  lo  mires,  nunca  será  un  diez.
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fotoynovela · 3 months
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Necesito 50 pesos para siempre tener pan bimbo 0 en la alcena y hacerme panecitos tostados de todo tipo
Quisiera que tu y yo no nos acordaramos nunca mas de lo horrible que la hemos pasado juntos
Tengo ganas de no irme al infierno tan seguido
Llevo dos dias bien
Llevo dos dias bien
Llevo dos dias bien
Ojala nadie estuviera cerca de mi cada vez que me voy al carajo
Por que comienzo a escribir feo
Y vomitar negro
Estoy muy contenta por que
A mis 27 años me dieron un revolver
Y me dieron la opcion de dispararle a la persona que amo o dispararme
Y tome la grandiosa decicion
De no dispararle a nadie
Y gracias a eso puedo serguir escribiendo
Y despues de eso
Me comenzo a ir bien
Puto 2023 putos 27
Celebro a todos los que se mataron en su retorno de saturno y tambien celebro a los que no
Tambien celebro a todos los amigos que se fueron de mi vida por traerla tan recia
Y celebro mas a los que se quedaron por no acobardarse y seguir amandome
Aveces siento que aburro con lo clavada que soy cuando algo me duele
Pero nunca paro de escribir sobre ello
Y hoy no es un dia de esos en los que me llueve encima y me pongo a escribir
Mas bien es uno de esos dias en los que veo el sol y comienzo a escribir
Que esta rico el calorcito
Queee ya casi es primavera
Que me rio mucho a tu lado
Que el refri esta lleno
Que miro al frente y no me siento perdido en mi mente
Que no me meto pastillas para brillar y mad bien brillo sin ellas
Que no me acompleja escribir
Que busco nuevos espacios nuevas personas nuevos caminos
Que sus sombras no caen mas sobre mi
Que mis enemigos ni son mis enemigos por que a mi no me importan
Sostengo la luz en mi mano tengo una bandera de amor y fuego
Sostengo la luz en mi mano tengo una bandera de amor y fuego
Sostengo la luz en mi mano tengo una bandera de amor y fuego .
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lecturasdiarias · 1 year
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Lecturas del Domingo 2º de Pascua
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Lecturas del día Domingo 16 de Abril de 2023
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2,42-47
En los primeros días de la Iglesia, todos los hermanos acudían asiduamente a escuchar la enseñanza de los apóstoles, vivían en la comunión fraternal y se congregaban para orar en común y celebrar la fracción del pan. Toda la gente estaba llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que los apóstoles hacían en Jerusalén.
Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Los que eran dueños de bienes o propiedades los vendían, y el producto era distribuido entre todos, según las necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos, con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y toda la gente los estimaba. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que habían de salvarse.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 118 (117), 2-4.13-15.22-24
La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. Diga la casa de Aarón: “Su misericordia es eterna”. Digan los que temen al Señor: “Su misericordia es eterna”. R./ La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Querían a empujones derribarme, pero Dios me ayudó. El Señor es mi fuerza y mi alegría, en el Señor está mi salvación. R./ La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día de triunfo del Señor: día de júbilo y de gozo.
R./ La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol San Pedro 1,3-9
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene preparada y que él revelará al final de los tiempos.
Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego.
A Cristo Jesús no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Juan 20,19-31
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”.
Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.
Palabra del Señor
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lyon-amore · 1 year
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Las 12 Oneshot Bonus
⚠️ ¡Atención!⚠️  Oneshot extra de '¿Qué pasaría sí...?' después de los eventos de la historia, también contiene contenido caliente, sin muchos detalles, pero lo contiene
Oneshot inspirado en esta canción. ----------------------------------------------------
Había decidido pasar un tiempo en casa de mis abuelos después de todo el interrogatorio de Duskwood. Pero eso es otra historia. Necesitaba relajarme. Viajar. Coger un avión y marcharme un tiempo. Lo único que hago es llorar, gritar... Todas las noches tengo pesadillas. Le veo arder. A Jake. Grito su nombre e intento alcanzarlo. Pero el fuego me detiene porque sabe que le tengo miedo. Al menos sé que, si estoy acompañada, intento calmarme. Mi abuela entra en mi cuarto y me abraza, cantándome como cuando era pequeña, tratando de calmarme. Ninguno sabe de la existencia de Jake o que es al que le lloro todas las noches.
Paseamos por el muelle de Santa Mónica, escuchando a la gente divertirse. Veo a mis abuelos pasárselo bien, como si ellos fueran jóvenes. Sonrío. Verlos me hace tener un poco de esperanzas en mi futuro con Jake. Mi expresión cambia al ver a lo lejos una capucha negra. Mi corazón se acelera. Empiezo a caminar en dirección hacia él.   —Jake... —susurro, apartando a la gente— Jake.    Trato de alcanzarlo y alguien me empuja.   —Perdón —me dice el chico.    Lo ignoro y vuelvo mi vista al tío de la capucha. Había desaparecido. Meto la mano en el bolsillo de mi chaqueta para sacar el móvil y me doy cuenta de que no lo tengo ¡El tío de antes! ¡Me lo ha robado! Intento recordar lo que he llegado de ver de él. Tenía la sudadera... gris.... No llevaba nada llamativo para robar. Busco entre la gente y le veo haciendo otra vez la misma táctica. Me acerco a él a grandes pasos, siendo lo más silenciosa a cada pisada que daba.
Logro agarrarle y me mira asustado. Por supuesto, le he pillado desprevenido. Pero no puedo controlarme, estoy furiosa.   — ¡Dame mi móvil! —le grito, sin ninguna vergüenza a que la gente me mire.   —Tía, no sé de qué me hablar —me contesta, intentando librarse de mí.    La adrenalina de mi interior no me deja pensar con claridad. Solo deseo pegar a este tío si no me lo devuelve.   — ¡No te hagas el loco! ¡Devuélveme el móvil! —le agito, sujetándole de la sudadera.    A diferencia de Jake, este tío es de mi estatura y me es más fácil moverlo, es más débil... Como yo.   — ¡Que no lo tengo, loca! —me agarra de las muñecas, intentando hacerme daño para que le soltase.    Pero lo ignoro. Me ciega la obsesión de tener mi móvil.   — ¿Qué pasa aquí? —se acerca un policía, mirándonos a los dos.   —La mujer esta —me mira el chico con cara de asco—, dice que le he robado el móvil.    Me preparo para pegarle un puñetazo, pero me detienen. Me fijo que es mi abuelo, mirándome con calma.   —Lo sentimos mucho —se disculpa por mí—. Lleva un tiempo nerviosa, ha tenido unos meses duros.   — ¡No! ¡Me ha robado el móvil! —respondo mirando al policía.    El agente mira al chico y luego a mí. Vuelve a mirar al chico y le hace un gesto con la mano.   —Por favor, saque todo lo que tenga en los bolsillos.   — ¿Está de coña? —le responde, señalándome— ¡Es ella la que me ha atacado!   — ¡Es ese! —Grita un hombre— ¡Es ese tío! ¡El que se ha chocado conmigo y me ha robado la cartera!    Me muerdo el interior de la mejilla, controlándome. El policía mira directamente al tío y este suspira, comenzando a sacar todo lo que lleva en los bolsillos. Al ver mi móvil, lo cojo y lo llevo contra mi pecho, llorando. Si lo pierdo, puedo perder cualquier contacto con Jake. Si no lo tengo a mi lado, quizás le pierda ya para siempre.   — ¿Pero qué le pasa? Sólo es un móvil —dice el ladrón, mientras el policía le pone las esposas.   —Y tu libertad tan solo una fianza de tres números —le responde el policía.    Mis abuelos se acercan a mí, colocando sus manos en mi espalda y hombro, intentando calmarme. No es sólo un móvil... No lo es...
Regresamos a casa y me quedo sentada en el porche, viendo cómo empieza el atardecer. Mantengo el móvil en mis manos, apretándolo con fuerza. Esperando un mensaje. Esperando a Jake. Mi abuelo se sienta a mi lado y me tiende un vaso de limonada. Doy un pequeño sorbo, saboreando el contenido.   —Tu abuela y yo estamos bastante preocupados por ti —me dice con una voz calmada—. Vuelves a ser esa Macie de hace dos años.    Suspiro, sin saber qué decir. Esa Macie que se sintió culpable... Como ahora...   —Macie ¿Qué pasó exactamente? —Le miro y vuelvo a llorar— Quizás te sientas mejor si hablas.    Escucho unos pasos detrás de mí y me giro a ver a la abuela, que se sienta en una de las sillas.   —Cuando murieron tus padres, nos dolió mucho —continúa hablando y le presto atención—. Tu padre no tenía que haberse muerto antes que nosotros. Pero al menos, no perdimos una nieta —me coge la mano y la aprieta con cariño—, ya sabes que con nosotros siempre puedes contar.    Asiento, llorando más fuerte. Me apoyo en su hombro y él me acaricia la cabeza, dándome un beso.   —Lo he perdido... —respondo entre respiraciones entrecortadas— Siento que le he perdido para siempre... Se sacrificó por mí y puso su vida en riesgo... No sé si está vivo o... —me muerdo la lengua, tampoco debo dar más detalles de que podían haberle arrestado.   —Lo siento mucho cariño... —me dice, con una voz igual de rota que yo— Si aún no le han encontrado, quizás haya esperanzas, no te preocupes.    Sé que lo dice para animarme. Pero sin una noticia de Jake, lo único que tengo es miedo de perder a otra persona importante en mi vida. Y que sea el hombre que amo, era mucho más doloroso.
Intento dormir, no parando de dar vueltas en la cama. A lo lejos puedo escuchar el movimiento del mar. Hacía un poco más de frío por la noche, la temperatura había bajado. Me pongo a mirar el techo y suspiro. No logro dormir... Me levanto de la cama y busco en el armario una toalla y mis zapatillas de deporte.
Me voy acercando a la playa. No hay nadie para ser solo las doce. Un poco extraño, normalmente hay gente, pero todo está tranquilo. Coloco la toalla en el suelo, haciendo que las zapatillas la sujetes. Me siento y me pongo a mirar el mar, pensando en estas semanas. Duras semanas sin Jake. Semanas en las que todo el grupo estamos demasiado afectados. No les he vuelto a escribir desde que regresé de Duskwood porque les dije que necesitaba estar un tiempo sola. Aunque sé que me necesitan, pero... No puedo. Todo me recuerda a él. La Luna es menguante, no llena. También a ella le falta algo para ser perfecta. Vuelvo a mirar al mar y despacio me levanto, acercándome a él. El agua que choca con mis pies es frío. Helado. Como cuchillas. Poco a poco comienzo a caminar hacia el interior.
El agua ya está por mi cintura. Un escalofrío recorre mi cuerpo. Tomo aire y me hundo. Frío... Mucho frío... Es diferente al calor del fuego. Ah... menuda tontería acabo de pensar. Claro que es diferente.
Me incorporo y me aparto el pelo de la cara, tosiendo ¿Cuánto tiempo he pasado debajo? El leve viento hace que me congele por completo. Me abrazo a mí misma. Deseo sentir este frío a sentir el horrible calor del fuego.   — ¡Macie! —Escucho a alguien gritarme.    Abro los ojos tanto, que parecen que se vayan a salir. Temblando, dirijo mi mirada a la voz. Mi corazón se acelera al verle.   —Jake... —susurro, comenzando a caminar para salir del agua.    Le veo ahí, quieto, con su mochila, su sudadera negra. Se acerca un poco a la orilla y cuando estoy cerca de él, me abraza. Le respondo el abrazo, llorando ¿Cómo era que estaba aquí? Vuelvo a mirarle. Sus ojos verdes resplandecen en la noche, casi como un gato. Llevo mis labios hacia los suyos, que me corresponden. El calor del beso empieza a surgir un pequeño efecto en mí.   — ¡Creí haberte perdido! —Exclamo, separando mis labios de él, intentando poder hablar bien— ¡Creí que- ¡Creí que te habían detenido! ¡Creí que ya no estabas a mi lado!   —Ya, bueno —empieza a decir, mirándome preocupado—, logré salir sin problemas —coloca sus manos en mis mejillas, acariciándolas— ¿Pero qué haces tú en el agua a estas horas? Te vas a congelar.    Me abrazo entonces a mí misma, temblando.   —Mira tu ropa, vas a enfermar —suspira y se saca la sudadera—. Quítatela antes de que enfermes.    Asiento y empiezo a quitarme la ropa, para luego colocarme su sudadera. Cálida por haber estado en su cuerpo, dejando mi pijama en la toalla para evitar que se llene de arena.
Nos sentamos en la toalla y me abraza. Coloco mis manos en sus mejillas, tirándole un poco hacia mí, volviendo a besarle. Él coloca su mano en mi cadera y detrás de mi cabeza, atrayéndome más a él. Separo despacio nuestros labios y suspiro.   — ¿Por qué no me has enviado ningún mensaje? —empiezo a preguntarle nerviosa— ¿Una llamada? ¡Jake! ¡Estaba preocupada! ¡Muerta de miedo!   —Era demasiado peligroso para volver a reunirme contigo —me contesta, cogiendo mi mano y besándola—, lo siento Macie... Ya sabes que no te pondría jamás en riesgo.   —Lo que importa es que estás aquí... —le sonrío feliz— Estás a mi lado ¡Estás conmigo de nuevo!    Suelta una risa, acariciándome la mejilla. No aparta sus ojos de mí.   —Echaba de menos volver a verte ángel —susurra, de manera profunda. Desaparece mi miedo y el frío—. No debí dejarte sola de nuevo,    Niego con la cabeza, abrazándole con fuerza. No quiero separarme de él de nuevo. Ahora que está conmigo, quiero que se quede aquí para siempre.   —No me dejes jamás, Jake —suplico, dejando un beso en su cuello— ¡Por favor! ¡No me dejes!   —No lo haré, por eso estoy aquí.    Me abraza con fuerza y siento que me drogo con el olor de su cuerpo. Que el abrazo que me da es el mejor modo para entrar en calor.   — ¿Te apetece bailar? —me pregunta y me río.   — ¿Qué?   —Quiero celebrar que nos hemos encontrado de nuevo —me dice, ofreciéndome su mano.    Le sonrío y la acepto, levantándonos. Es como aquella noche en el motel, los dos solos. Ha puesto la canción de nuestro primer beso. Sus manos están en mis caderas, mientras que las mías están en sus hombros. Su sonrisa... Dios... Echaba de menos ver su sonrisa. Jake no deja de mirarme y yo no paro de sonreír como una tonta. Todas mis preocupaciones han desaparecido. Ya no pienso en el miedo que tenía estas semanas, ahora me siento como si todo fuera perfecto.   —No tienes ni idea de cuánto he deseado volver a verte... —susurro, solo para él.   —El sentimiento es mutuo, Macie —dice, con una voz tranquila—. Quise muchas veces ponerme en contacto contigo, pero tan solo podía verte por vídeo. Lo siento. Siento que tuvieras que llorar tanto por mí.   —Ya no lo haré más —suspiro, sonriéndole—, ahora que estamos juntos, se acabó llorar.   —Me alegra escuchar eso —suelta una pequeña risa.    Lleva su mano debajo de mi barbilla y me la alza un poco más, para besarme. Cierro los ojos y me dejo llevar, posando mis manos en su pecho, notando el calor de su cuerpo. Arde... Igual que el mío ahora. El frío ha desaparecido. Intento dominarle un poco, mordiéndole el labio. Escucho como hace un sonido de garganta demasiado sexy. Dios... Lo echaba de menos.
Se separa un poco, pero le vuelvo a besar, siendo un poco más pasional. Él me responde, dejándose ahora él llevar. Sus manos recorren mi cuerpo hasta dejarlos en mi trasero, aproximándome a él. Suelto un gemido al notar que pasa por delante de mi prenda, acariciándome despacio. Sonrío con malicia y me separo, para colocar mis manos en sus hombros y obligándole a sentarse en la toalla. Su sonrisa se transforma a una hambrienta, mostrando sus dientes con deseo.
Me siento encima de Jake y vuelvo a besarle, y él continúa con lo que estaba haciendo. Sus caricias hacen que a veces arquee la espalda, gimiendo en sus labios.   —Jake... —digo con dificultad— Yo...   — ¿Tú qué, ángel? —me susurra, comenzando a besarme por el cuello.    Me muerdo el labio, llevando mis manos a sus pantalones.   —Por favor... —suplico— Te deseo...    Escucho cómo se ríe. Se mete por oreja y atraviesa mi cerebro, manteniéndome pendiente en cuál será su siguiente paso. Sus manos, suavemente baja mis bragas y contengo la respiración al notar sus manos en mi piel. Lo hace tan despacio que sabe que es una tortura para mí. Le ayudo a bajarse un poco los pantalones y los boxers y me coloco mejor encima de él. Su mirada me penetra el alma y yo suelto un gemido por cada movimiento. No pensé que también volvería a sentirle tan dentro de mí de nuevo, pero esta vez, llevando yo las riendas. Y le veo cómo suelta pequeños gemidos también, se controla. No le gusta hacer ruido. Me besa para poder así evitarlo y juega con mi lengua, paseando sus manos por mi cuerpo, acariciando uno de mis pechos con suavidad. Mi corazón se acelera. Todo esto... Esta noche, aquí con él... Era lo que más deseaba. Estar solos. De nuevo. No estar con nadie más. Estaba conmigo de nuevo. Y estaba vivo.
Enredo mis piernas con las de él, mientras ahora, tumbados en la toalla, nos miramos profundamente. Jake me acaricia la mejilla con carió y yo suspiro, acurrucada en sus brazos.   —Preciosa... —me dice.    Suelto una risita, tímida. Me besa de nuevo, muy lentamente y, todo mi cuerpo vuelve a estremecerse con su tacto al meter la mano por debajo de la sudadera para atraerme. Su agarre es firme y fuerte. Como si no quisiera dejarme marchar. Cuando nos separamos, trago saliva nerviosa.   —No te irás a marchar de nuevo ¿verdad? —le pregunto preocupada.   —Lo siento mucho Macie —me responde—, he pasado demasiado tiempo aquí, no sé si habrán logrado localizarme mientras estábamos ocupados —me responde, dejándome pequeños besos en la cara.   —No quiero que te vayas... —susurro, con voz rota— Jake, quédate conmigo, por favor —cuando se separa dejando de besarme, le miro a los ojos—. Por favor, marchémonos ahora, juntos. Regresemos a por Henry y marchémonos para siempre.   —Yo... —Jake suspira y se incorpora. Hago lo mismo, mirándole confusa— Lo siento —dice al final—, no puedo dejar que vengas conmigo.   —Pero me lo prometiste —empiezo a ponerme nerviosa, temblando de miedo de volver a alejarme de él— ¡Dijiste que vendrías a por nosotros!   —Lo sé, sé que lo dije —me mira con dolor—. Macie, espera un poco más, tan solo un poco más.   —Pero... —comienzo a llorar, sin saber qué decir. Todo esto era confuso— No me importa... A mí no me importaría seguirte.   —De eso no me cabe la menor duda —me acaricia la mejilla y apoya su frente con la mía—. Ten un poco de esperanza de que podremos volver a vernos de nuevo, ángel.   —No lo entiendo... —le respondo, intentando controlar mis lágrimas— Tú me lo prometiste, que ya jamás nos separaríamos, que estarías conmigo ¡Jake! ¡Aún hay muchas cosas que tenemos que hacer juntos! ¡No me vuelvas a dejar sola de nuevo!   —Perdona Macie —suspira—. Pero como he dicho, ten esperanza de que nos volveremos a encontrar. Porque aún sigue la promesa de que no dejaré que me separen de ti tampoco.   — ¿Esperanza volvernos a encontrar? —Me separo, mirándole a los ojos— ¿Qué dices? Si nos hemos encontrado.    Escucho una leve explosión y dirijo mi vista dirección del sonido. El mar.
Era ahora un mar de llamas.
Me giro para ver a Jake, asustada. Pero él ya no estaba a mi lado. Me levanto de la toalla. Todo estaba ardiendo a mí alrededor.   — ¡JAKE! —Grito desesperada, buscándole con la mirada— ¡JAKE!    Hago un esfuerzo y salgo de la toalla, con miedo a quemarme. El fuego se aparta cuando doy un paso. Me pongo a caminar decidida, gritando el nombre de Jake ¡No podía dejarme así! ¡¿Y qué había pasado?! ¿Por qué estaba ahora todo en llamas?   — ¡JAKE!   — ¡MACIE!    Me giro y veo una silueta. Corro hacia él, pero las llamas no desaparecen, tenemos una barrera entre los dos.   — ¡Jake! —Le miro asustada— ¡Jake! ¡Quédate conmigo!   — ¡Lograré encontrar la manera de volver! —Grita, colocando sus manos en el muro de fuego— ¡Macie! ¡Volveré! ¡Te lo prometo! ¡Ten esperanza de que volveré a por ti!   — ¡NO! ¡NO ME DEJES!    Veo una sombra detrás de él, que poco a poco empieza a ser más visible. Mi respiración se corta al verle. Empiezo a sentir rabia de nuevo. Richy agarra a Jake por el cuello, arrastrándole. Jake intenta librarse y él... Richy... Veo que tiene lágrimas en los ojos.   —Lo siento —oigo que dice entre lágrimas—. Si te digo que lo siento ¿me creerías?   — ¡RICHY PARA! —Grito con todas mis fuerzas— ¡NO TE LO LLEVES! ¡NO TE LLEVES A JAKE!    Doy un salto al muro en llamas y comienzo a arder.
Abro los ojos después de haber gritado. Me incorporo en la cama, sudando.
Tengo la piel caliente, como si hubiera estado cerca del fuego. Me tiro de nuevo en la almohada, llevándome las manos a la cara. Otra vez... Otra vez soñando que lo vuelvo a perder...
Después de estar un poco más en la cama, me levanto para desayunar. Me parece raro que no haya nadie en casa ¿y los abuelos? Escucho el coche y dejo el zumo, saliendo de la casa.   — ¡Buenos días! —me saluda mi abuela, con su aspecto risueño y sus gafas de sol   —Buenos días —saluda mi abuelo—. Hemos ido a comprar, perdona por no haberte avisado.   —No pasa nada —respondo, acercándome para ayudar—, me llevo esto —cojo dos bolsas y empiezo a caminar en dirección a la casa.   — ¡OH! Espera cielo —mi abuela me detiene, cambiándome de bolsas—. Como tu abuela ya es mayor, no me había acordado, te he comprado un paquete de compresas y de tampones, no sé, lo que prefieras.   —Gracias, con todo esto que ha pasado ya ni me- —paro de hablar, poniéndome a pensar.    ¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Cuántas semanas?
Intento hacer cálculos ¿Cuándo fue la última vez? Tendré que mirarlo en el móvil.   — ¿Estás bien cielo? —Me pregunta mi abuela, preocupada— Acabas de palidecer.    Niego con la cabeza, sonriéndola.   —Va todo bien —contesto tranquila—, voy a... Guardar todo esto.    Vuelvo a caminar, entrando en la casa.
Voy a mi cuarto y me siento en la cama, con el móvil en la mano.   —No me jodas... —Me tiro hacia atrás, mirando el techo. Asustada— No puede estar pasándome esto ahora ¿no?    Espero que sea una falsa alarma y que se haya retrasado por el estrés, si no...
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lubay-nue · 5 years
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¡Vida Anime!
Resumen:
 ¿Qué puedo decir?... ¡Japón tiene la culpa de todo!
 Como cuando la vida de México, tan tranquila dentro de su propio caos y problemas, da un giro de 380º cuando salva a Japón de una situación complicada…
 ¿? X México
 Notas del fanfic:
 NO. MAMES. No he podido parar de reír con esta idea XD bueno, es a su decisión, si les gusta esta idea, pues la sigo trabajando… ya andaba pensando yo en el tipo de villanos y todo eso… pero hey, mas que querer hacerla seria, quiero que sea un desmadre… cosa que no voy a lograr por que se que no se me da bien este género pero bha… igual quería hacerlo desde hace rato XD
 La idea es de un anime completamente cliché así que no esperen una trama bien elaborada ni seria… bueno, eso dije de suggar daddy salí con cada cosa que… bueno… detalles XD
 ¡Voten por quien quieren que sea el seme de México!!! Me ando disputando bien y bonito con todo su harem que no se con quien hacerla XD así que vayan haciendo sus votaciones por que vengo Inkspirada XD ok, chiste del fandom de Undertale XD lo siento
  Notas del cap:
 Nada de esto aun es oficial, como dije, primero tengo que ver si les gusta o no, tengo muchas cosas que ver, aunque insisto, son libres de elegir las parejas, en especial la de México que será el prota XD, obvio como cualquier prota de anime, tendrá su harem XD… ¿Nunca se han preguntado? ¿Cómo carajos reaccionaria un verdadero mexicano ante una trama anime? Bueno, es lo que quiero poner aquí XD porque es seguro que mas de una buena risotada vamos a tener XD
 ¡A leer!
  0 - capitulo piloto. “Brazaletes Mágicos”
  Era una oscura noche sin luna y completamente fría debido a la fuerte lluvia que azotaba en esos momentos, México soltaba un suave suspiro sobando su adolorida mejilla lastimada, gruñendo bajo el paraguas negro en sus manos, camina por una oscura calle vacía mientras gruñe para sí mismo
 -Ese perro de USA me las va a pagar un día de estos… pendejo… me dolió un chingo su puto golpe-  gruñe el latino sobando su mejilla lastimada, subiendo su mirada suavemente y soltando suaves suspiros… igual, México debía admitir que… ambos tenían la culpa… ya estaba bien de solo lanzar a USA por la borda, el también tenía que aceptar que tenia buena parte de la culpa… hasta cierto punto claro…
 Toma responsabilidad de decir que había sido culpa suya cuando le dijo como siempre, cerda capitalista luego de que este exigiera que pagara el muro que los quería dividir… México había respondido molesto, USA había salido con comentarios de Texas y sus territorios robados, México se había emputado más fácilmente que en otras ocasiones y simplemente había lanzado el primer golpe luego de que ONU los hubiera calmado…
 Las cosas, hasta ese momento iban “normales” hasta que el mexicano, dolido, había sacado a flote su antigua amistad… lo cual llevo a USA a un momento de silencio que es cortado cuando el americano, a puño cerrado con fuerza, lanza su ataque directo a la mejilla derecha del latino haciendo que sangre su labio y ahora, la zona este inflamada… de cierto modo, México se dice que… “Tal vez” pudo llegar a pasarse…
 Al detener su caminata para ver en la oscuridad el cielo lluvioso, un sentimiento de preocupación lo inunda… cuando USA le había golpeado, sus lentes habían caído unos momentos y el tricolor había podido apreciar claramente un rostro dolido, un gesto molesto que en realidad solo trataba de ocultar una tristeza y lagrimas que querían brotar junto a un sonrojo por la cólera… por eso… México no correspondió el golpe y espero a que los demás llegaran para “separarlos”… México no había visto antes esa mirada en USA… ¿Seria acaso que aun tenía ese sentimiento de amistad? El tricolor niega un momento ¿Cómo va a tener aun ese sentimiento de amistad cuando claramente ya no se llevan bien?
 -Tas pero si bien pendejo pinche México soñador-  se dice, golpeando suavemente su frente y luego su mejilla lastimada para hacerse volver a la realidad, está a punto de volver a continuar su camino hacia su hotel pero escucha el sonido de algo realmente pesado cayendo en una callejuela carente de la luz de las farolas, México gira en la dirección del callejón, viendo que hay algo moviéndose lentamente desde el suelo, su cara se pone pálida, su sangre se vuelve hielo y su corazón casi se detiene antes de tratar de tragar
-Verga… un espíritu negro-  se dice rápidamente… recuerda que a veces, cuando pasaba por sus propios parques en la madrugada se podían escuchar “espíritus” que se arrastraban… recuerda que su jefecita siempre le decía que esos eran los mas peligrosos porque eran malos y peligrosos… México no quiere volver a tener algo que ver con ellos
 -Mggg… haaa-  escucha un quejido bien humano, bueno… México se hubiera sentido gustoso de desmayarse de no ser que nota otra silueta desde los tejados moviéndose en la oscuridad apenas iluminada un poco por las farolas, el latino traga de nuevo
 *¡Eres un pinche pendejo, tas bien pinche loco wey!! Otro hubiera corrido y se hubiera ido a la verga, pero no wey, tu no*  se regaña mentalmente cuando avanza con todo y su paraguas en dirección a donde yacía la persona en el suelo, corre tratando de no hacer tanto ruido con sus pasos y el chapotear del agua, por fin, sacando su teléfono y alumbrando con una pequeña lamparita, ilumina el callejón lleno de basura, contenedores, bolsas negras y por fin, un par de pies
*Ay virgencita santa ¿En qué pedos voy y me meto por pendejo?!*  se dice alarmado, notando un par de zapatos negros como de colegiala, al subir ve unas piernas demasiado blancas para ser de alguna persona… ¿tal vez unas medias? Sigue subiendo, traga una vez más y siente deseos de persignarse cuando nota el filo de una falta entablada de color azul marino
 ¿Asesinato? ¿Violación? ¿Secuestro? ¿Robo de órganos? ¿Combo de todo lo anterior mencionado? ¡Verga! Se grita el latino dudativo si quiere seguir viendo pero… entre el morbo del ser humano oculto tras la palabra “curiosidad” el latino sigue subiendo, encontrando una cola blanca con punta carmesí como degradado que ya no se mueve y se ve tan sucia y apaleada que México enarca una ceja…
 Es que… wey… ¿Cuántos de los que conoces aun de vista, sabes que llevan un traje de colegiala, y una cola blanca con la punta roja?? No se… quien sabe… ¿Por qué te llega la imagen de Japón así de la nada??
 -No mames…-  susurra suavemente siguiendo el avanzar, puede ver un delgado estomago, la piel blanca ahora yace amoratada y lastimada por lo que parecen ser heridas de algo punzocortante, México abre cada vez más sus ojos cuando nota también el resto del traje de marinerito, al seguir subiendo ve sus brazos, igualmente lastimados y en una de sus manos, el puño fuertemente cerrado, seguido de eso, sube y efectivamente ¡Alguien dele una cerveza bien fría al cabron! México acertó y se trata de Japón quien parece inconsciente, incluso sus orejas yacen manchadas por el lodo
-¡Japón!-  grita el latino arrodillándose para verlo mejor, ahora que lo ilumina casi a todo su cuerpo puede ver que realmente esta apaleado y que parece tener cortadas por algo de filo, mira fijamente y desvía la mirada de la faldita que ya de por si no ocultaba mucho y que ahora parece elevada… no quiere traumarse, muchas gracias
-Wey, no mames ¿Me escuchas?-  preguntar si está bien seria lo mas pendejo que alguien pudiera preguntar y lo sabe, así que, con cuidado mueve su hombro, Japón apenas abre sus ojos suavemente y los vuelve a cerrar, México maldice a su suerte, no tiene ni la puta idea si hay un medico cercas así que lo mejor sería llevarlo a su hotel que no estaba muy lejos
 Oculta su teléfono y estira sus manos dejando de lado la sombrilla, cuando trata de carga con Japón de un modo nupcial (con la intención de cargarlo como un saco de papas o sino, a su espalda) nota que de su muñeca, una pulsera que siempre porta con una gema roja se cae, cuando la gema cae haciendo sonido en el mojado suelo, una luz envuelve el cuerpo de Japón, México pega un grito cuando lo ve iluminarse como una lámpara y de pronto, cuando la luz desaparece Japón ha perdido sus orejas y la cola, aunque aun se ve todo lastimado, ahora parece tener ropa común y corriente, una camisa pegada de color gris, un pantalón azul marino y aun se ve herido
 -¡Wey! ¡No mames! ¿Qué pedo contigo? Esto es del diablo- gruñe nervioso el mexicano buscando en su cabeza las orejas que alguna vez había podido tocar… juraría que después de la bomba nuclear que USA le había lanzado a Japón este había quedado con las orejas y la cola… lo juraba por la virgencita y ahora resulta que eran removibles…
-¿Qué pedo con tu existencia Japón?-  pregunta tratando de callar los gritos hasta que escucha el sonido de un ataque que choca en su costado lejos de Japón, cuando México sube la mirada puede ver una sombra negra apuntando su mano en su dirección, México traga nervioso y apega a Japón a su cuerpo
 -No quiero problemas-  habla audible tratando de no usar sus modismos (igual imaginaba que no le iban a entender si las decía) hubo un momento de silencio y, ante su sorpresa, una luz morada sale desde la muñeca de aquel que yacía arriba de la casa todo vestido de negro con gabardina y todo, la cosa morada es lanzada como un disparo que México lo esquiva de milagro, ahora puede ver que sea lo que sea, parece atacar como arma de fuego
-¡La putisima madre!-  grita el latino tomando la gema de Japón y cargando con el japonés rápidamente de un modo nupcial, no lo piensa dos veces y hecha a correr por las calles tenuemente iluminadas, tratando de ocultarse en otro callejón oscuro, coloca a Japón a su espalda, le será más fácil correr así con el mencionado, mira a Japón una vez más, no luce en las mejores condiciones y México se maldice mentalmente mirando a todos lados… ¿Y ahora qué? (pendejo)
 Ante el sonido de un nuevo disparo, México pega el grito cuando ve que tratan de darle a Japón, el tricolor corre sin pensárselo demasiado, ahora, puede ver la sección japonesa, valla, USA había hecho un buen trabajo, demasiado esplendido con la city world (ciudad del mundo) (*)
 *Verga, verga, verga, verga, verga, verga, verga, verga, verga*  es todo en lo que puede pensar el mexicano ocultándose de nuevo en otro corredor, encontrándose por fin y para su mala suerte con un callejón sin salida, maldice por lo bajo, gira dispuesto a salir pero ahora la salida se encuentra atrapada por aquel que los iba persiguiendo, México traga nervioso, mirando que Japón sigue inconsciente
 -Wey no mames… ¿Qué pedo tienes con Japón? Estoy seguro que podemos hablarlo con una buena cerveza fría y todos felices y contentos…- trata de hablar, dando paso tras paso lentamente hacia atrás buscando un modo de escape… si fuera él solo, no sería tan difícil, pero saber que van tras de Japón, uno de sus amigos y comerciantes no era algo que podía tomarse como opción… era claro que el latino no podría seguir corriendo así por más tiempo, traga nervioso y aprieta en una de sus manos la gema que pertenecía a Japón poco antes, aquel de ropas negras y rostro cubierto por lo que parecía una máscara tipo Jason de viernes 13, ahora estira su mano señalando directamente a Japón, México lo mira unos segundos y da otro paso hacia atrás chocando por fin contra un muro
-¡Nel perro! ¡Este wey es mi amigo! ¡Ni pedo te lo dejo perro!-  aunque bueno, mal momento para que México recuerde que Japón le ha hecho más maldades con el resto de los country que sus propios amigos… por ejemplo la vez que lo vistió de maid delante de todos los del congreso en una reunión con ONU… argg, no es momento para pensar en esas cosas, se dice el latino
 Aquel de ropas negras vuelve a estirar su mano pidiendo a Japón, México se niega y pasa al nipón a sus brazos para protegerlo con su cuerpo cargándolo de un modo nupcial, la mano que sujeta la gema de Japón brilla dentro de la mano de México, un pequeño brinco surge de parte de ambos y por fin, una fuerte iluminación los atrapa
 México cierra sus ojos con desconcierto aferrando el cuerpo de Japón… solo que, sorpresivamente ya no lo siente entre sus brazos, cierra sus ojos, siente su cuerpo siendo movido, sus manos alzadas, bajando a su cuerpo, siente una extraña calidez, como si fuera algún tipo de cosquilleo, mismo cosquilleo que pasa a su cabeza y a su cadera, siente una calidez y comezón pero no puede mover su cuerpo, simplemente, se sigue dejando hacer contra su voluntad, el movimiento obliga a sus pies a encogerse y luego volver a estirarse para dejarlo sentir el suelo, ahora nota una especie de zapato diferente pero no tiene tiempo de ver cuando un giro a su cuerpo le regresa a la realidad, de pronto, al abrir sus ojos, una luz de color carmesí deja de brillar proveniente de su cuerpo con pequeños resplandores como bolitas de polvo van cayendo, México mira curioso todo, su cuerpo se siente diferente y al bajar a ver a Japón a quien aun tiene entre sus brazos nota que su camisa de botones a cambiado por un gran moño azul marino y un trajecito de marinero
 -¡¡¡¡¿¿¿¿PERO QUE MIERDAAAAAA???!!!!!!-  grita el latino escandalizado cuando siente frio en sus rodillas y piernas, escucha un gruñido de parte de aquel que había estado persiguiéndolos, México se hace a un costado y siente que llega hasta el otro extremo del pasillo golpeándose y a Japón, mira la zona confuso y cuando cree que el otro va a atacarlos con arma en mano México solo salta
-¡¡¡VERRRGAAAAAAAAAAAAAAA!!!!-  grita cuando al tratar de dar un salto, este ha sido tipo… tipo a los caballeros del zodiaco we… por que hasta el latino salió volando del corredor ya ahora mira a lo lejos la ciudad hasta que la gravedad hace lo suyo y lentamente comienza a bajar
 ¿Entiendes que pasa? Ni una verga ¿cierto? Bueno, México esta exactamente igual, así que… si le sirven bien los animes que ha visto con Japón y los que siguen pasando una y otra y otra vez, como los caballeros del zodiaco y dragon ball… entonces cree saber que puede hacer… joder, ahora agradece haber visto sailor moon cuando era más joven… pero shhh que su orgullo está en peligro en esto momentos, igual que su vida(*)
 Al descender de semejante salto, México logra llegar a un tejado y desde ahí, tomando a Japón a quien ahora ya no le parece tan pesado, comienza a correr, vuelve a soltar una gran maldición cuando nota que puede correr sin pedos por los tejados, con perfecto equilibrio y aun cargado a Japón como si nada, es más, entre sus saltos puede llegar hasta la zona comercial donde hay edificios más grandes… cuando logra de algún bendito milagro llegar hasta un rascacielos se detiene unos segundos para mirar a sus alrededores…
 -Lo perdimos-  susurra aliviado, dejando a Japón sentado en el suelo y mirándose ahora si bien
-¡NO-MAMES-WEY!-  se dice nervioso, ahogado en su propio aire y tratando de gritar sin lograrlo… tiene un mega combo de emociones que lo traen loco y casi mareado… exactamente el mismo trajecito de marinero de Japón lo trae el mexicano… con la ropita, la pequeña faldita que no deja nada a la imaginación, hasta un par de calcetas de colegiada y unos zapatos a juego…
-¡¿QUÉ VERGA WEY?!-  grita cuando al pasar su mano por su trasero nota una cola que, al jalarla, no solo siente dolor como si fuera parte de su cuerpo, además puede ver la punta de color blanco; milagrosamente encuentra entre los diminutos bolsillos de la falda su teléfono y al poner la cámara frontal puede verse, con orejas blancas con la puntita pintada de color, una roja en la zona roja de su bandera y la otra verde… ahora si México se ha puesto pálido
 -No… chinges… esto debe ser un puto sueño… si, seguro me puse hasta la madre de copas con Chile y Argentina y seguro estoy en una pesadilla porque vimos los últimos capítulos de esa mamada de love love magical quimera(*) con el puto de Japón… sí, eso debe de ser… hahahahaha si, esto es un sueño-  se dice, colocándose en pose de súper héroe aunque en realidad lucia mas como un loco asustado tratando de convencerse de algo, pero, tan rápido como ríe y trata de enderezarse siente un golpe que lo empuja hasta chocar contra el otro lado de la barda de aquel gran edificio
-Verga… para ser un sueño duele un chingo-  susurra el mexicano, abriendo los ojos y viendo al mismo tipo de negro ahora acercándose a Japón
-¡Japón!-  grita estirando su mano, notando que en su mano derecha, en la muñeca yace el mismo brazalete trenzado que le había visto a Japón pero que parecía más una de sus artesanías, ahora brillando en un color entre el rojo y el verde casi negro
 Una luz brilla desde la gema y la mano de México se ve envuelto en una especie de bruma de color rojo con ligeros toques verdes, apunta hacia el tipo y al lanzar el ataque este da de lleno a su enemigo lanzándolo por el edificio, México abre los ojos y corre aunque adolorido, cuando logra llegar al lado de Japón y ver el lugar encuentra la calle tranquila, con personas aun paseando pese a la lluvia pero no hay cadáveres… joder, México suelta un suspiro de alivio… al menos no ha matado a nadie, mira sus manos y luego el brazalete que no había notado… su mirada baja hacia Japón y suelta un cansado suspiro
 -Neta, tengo que llevarte a casa antes de que nos metamos en mas pedos por mi culpa-  susurra, volviendo a cargar a Japón y saltando rápidamente entre los edificios… gracias al cielo, ya sabía hacia donde debía de ir… conocía esa zona, solo era cuestión de dar con su nuevo hogar…
 Notas finales:
 *No me vengan a joder con mi pinche ingles de mierda por favor… ya suficiente bulling recibo con el pinche swet paradais del fanfic pecados, como para que vengan a hacerme lo mismo acá… (por algo odio el ingles¬¬) aun así, si me he equivocado en el nombre, díganme y lo corrijo
*Bueno, que agradezca que esta vez no es su culo XD
*love love magical quimera no existe, es el nombre de un anime que se me acaba de ocurrir XD y si existe ¡¡¡no mames!!! Díganme para verlo XD
 Ok ammm, explicaciones que no creo que sean de importancia XD es una idea que habia visto por aquel video que publique (que luego sumo a esta publicación) donde Japón le entrega un brazalete y México se transforma XD solo que aquí, esto irá cambiando conforme el tiempo XD espero que les guste la idea y bueno, como había dicho antes, esta idea aun no está completamente planificada… quiero decir, si, tengo las partes más importantes pero, entre que quiero que sea un desmadre y entre que quiero ver a quien eligen ustedes como su seme XD no sé, me dio locura y por fin puedo escribirlo
 ¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
¿Quién quiere este fic?
¡¿Qué clase de traje de magical girl se les ocurre para México?!!!!! Quiero saber *¬*
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baby-foreveryours · 4 years
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12 de marzo, por la mañana.
Hola.
N.
Sé que me dijiste que no viniese a este lugar, pero también me dijiste que me ibas a acompañar hasta llegar a tu edad, y no te veo. No es un reclamo, solo me excuso.
Vine acá sin que nadie lo sepa. Solo le mande un msj a mama para que no moleste y lo comente en un lugar que se supone que nadie ve. Salí casi al mismo tiempo en el que amanecía, pero no le preste atención al cielo, y empecé el viaje largo hacia acá. No hay muchos comentarios sobre el viaje, no es nuevo porque ya lo he hecho.
No te traje nada porque sé que odias que corten las flores y otra cosa no se me ocurre. Tal vez escribí algo pero lo termino olvidando en algún lugar. Es curioso pero no te extraño.
¿Por qué vine? Bueno, hace unos días se me vino de la nada misma una de nuestras charlas, esas que improvisamos, que me enseñaste. Bueno, precisamente esa en la que te saliste del papel y contaste algo real, tuyo, se escapó un recuerdo tuyo. Eras muy chico, tenías el pelo mucho más largo de lo que yo llegue a tenerlo, tu padre llego no muy sobrio y violento. De la nada se la agarro con vos y no podías hacer nada para salir de esas situación, sentías el terror de que estas eligiendo todas las palabras equivocadas para hablar con él y ya no querías ni siquiera verlo, intentaste escapar del comedor pero te agarro del brazo y fuerte, algo dijo de que le molestaba no poder verte la cara y empezó a cortarte el pelo con unas tijeras que tenía a mano, con lo inestable que estaba tuviste suerte de que no te lastimase. No estaba tu mama y tu hermano era muy chico para hacer algo, él había vivido episodios peores. Pasaste toda la noche con el pelo en tus manos preguntándome el porqué de todo. Al día siguiente te despertó por la puerta tu mama, que llegó en algún momento, quería entrar pero rápidamente pensaste que no querías más problemas. Si ella te veía tus padres iban a pelear y no querías tener que escuchar más, lo de ayer fue suficiente. Le dijiste "te quiero y papi ayer estaba triste". Encerrado en tu pieza y sin molestia terminas de cortar los mechones de pelo largo que te quedaban y te volviste a dormir. Mama tenia la llave de todas las puertas así que no tardo en despertarme de nuevo pero esta vez logrando verte. Intentaste mentirte que fuiste vos mismo pero ella sabía que no dejarías pelos en el comedor. Una vez que supo todo te abrazo y lloraste todo lo que llevabas guardando, "no me vuelvas a dejar". Ella te dio tu tiempo para que te recuperes pero cada día te mostrabas más triste, tu papa no había vuelvo en todos esos días. Tu mama, esa hermosa mujer, tomó una decisión digna de alguien que ama y tiene empatía, (hasta valentía si lo pienso yo) corto su pelo de princesa y te dije que no está tan mal. Madre e hijo, princesa y príncipe ahora se volvían a parecer, y vos no lo podías creer, lo que ella hizo, y se veía feliz, pensaste que vos también podrías volver a hacerlo. Nunca más necesitaste pruebas de que esa mujer te amaba. De ella aprendiste, una vez que se fue, que si ella amaba a tu papa era por algo, y vos también lo ibas a intentar. Cuando ella se fue lo que dejó era el amor que tenía por cada uno de ustedes, vos guardaste el amor de ella.
Sinceramente no sé porqué me acordé de esto. Pero tengo muchos sentimientos en mí estos últimos meces y en esos esta vos y quise venir a verte.
Quería llegar y empezar a hablar de mil cosas pero no puedo. Es que siento esta tranquilidad que hay aquí y quiero interrumpirla lo menos posible.
Bueno, estoy acá y la tierra es húmeda, un manto verde y gastado también se ve, muestra que está cerca el final del verano. Eso me pone bien, sabes? Nos ponía bien saber que el verano terminaba, cosa de introvertidos supongo. Cague todo lo que intente, sabes? Es duro de escucharlo, imaginate de decirlo. Re pienso eso y ya brotan esa sequedad en la garganta, el tiempo pasó y me sigue costando llorar. Si, llore en algunas, pero me arrepiento, no del hecho por el cual llore, sino de el lugar en el que lo hice. Vos te arrepentiste de mostrar tus lágrimas? Ellas sí que eran raras, las borraste de tu rostro muy fácil.
Te acordas de la música, siempre quedo en nada. Estoy lleno de letras pero no puedo hacer nada con ellas, si esperabas que mi voz mejorase estabas muy equivocado, hablo re para el orto (si alguien mas me lo vuelve a repetir lo voy mandar a la mierda), no valdría la pena ponerle mi voz a eso que me esfuerzo por escribir, no.
El deporte que me mantenía distraído ya no hace falta. Lo deje todo. Estudiar, ya te lo dije, no es mi agrado. El estudiar por mi cuenta, me falta mucho motivación. Y bueno, me informo solo si es obligatorio.
Chamuyar, sabes que realmente nunca lo intente ? Ahora sé que ni me interesa.
Te conté de ella ya, una vez que me quise matar, le hable, porque no había nadie. Estoy escribiendo bastante. Las cosas terminaron. Me hubiera gustado escribir más sobre ella cuando estaba a mi lado y no cuando me prohibo por ella escribirle. Tengo muchas fotos de los dos, más aún... Sé que no te va a agradar, puede que se parezca a ese tipo de persona que veíamos mal pero para nuestra mala suerte las apariencias engañan. Bueno, con algunas cosas.
Ya voy a tener más tiempo para decirte en todo lo que la cague. Te dije que no te extraña, pero es porque otra persona tiene ese lugar. Te necesitaba, comprendes? Es raro, estabas ahí igual. Con tu forma de ser racional con todo. Me acompañó un tiempo largo después de que te fuiste, me hizo más frío también. Y alguien me lo quito. Estabas ahí, en esos forzosos silencios que tenía, ahí estabas, te hable, y el silencio era la respuesta, bueno ahí estabas. Sigo siendo realista, sé que no existís materialmente, solo lo que tengo de vos, y lo necesite. Hablo de un pasado si te diste cuenta, y por que es así? Bueno, me di cuenta que no tengo nada así que no podía seguir con vos, deje de necesitarte, no hay nada simplemente. Solo te quiero. creo que vine para decirte eso
Te quiero
No había tenido la oportunidad de decirtelo.
Arruine mi vida, pero esta bien. Son mis decisiones.
Mi familia, cada vez son menos para mi, sólo quiero que no se metan en esta vida que llevo.
La escritura, bueno, estoy siendo más constante pero de qué me sirve si termino escribiendo algo pensando en ella en la mayoría de las veces. Tengo un par de cosas que te van a gustar, te voy a leer algunas ahora. (...)
Prometo traer aunque sea una que no te haya leído antes cada vez que venga. En el camino escribí algo que de eso que tengo en mi cabeza y mis sueños, lo que quisiera. Lo voy a terminar y lo voy a subir.
Voy a seguir viniendo, mientras tanto, si.
Empecé a ir a la psicóloga. La pago yo. Me cuesta entenderme y comunicarme con ella. Es una mujer mayor que espera solucionar todo con Freud. Sé que te va a caer del orto. No le voy a hablar de vos, porque prometí no volver a hablarte con nadie. Lo que me mostraste fue a mi, y tengo que llevarlo yo sólo. Todos los demás hicieron mierda eso. Volviendo a la psicóloga, no estoy viendo progresos pero supongo que puedo aguantar unas semanas más, no veo la hora de tener las recetas a las pastillas (sarcasmo).
Hace casi dos años que no busco bandas y géneros nuevos, me volví muy conformista, capaz demasiados.
Las drogas están haciendo en mi algo que capaz no quiero pero no sé, ya no importa, no?
Hace un rato dije que iba a seguir viniendo pero más que eso siento que voy a cruzarse, esta vez sabes de lo que hablo, ya nadie lo puede impedir. No es que quiera ser como vos, son cosas diferentes las que nos llevan a nuestros respectivos finales.
Encontré trabajo, pero no te creas que me baje a los estándares laborales de ser lo que las empresas buscan. Me metí en un empleo precario en el que vos prestas tus servicios (repartidor en este caso) y trabajas lo que queres. Estoy saliendo a las 9 de mi casa y volviendo 11 de la noche, me viene bien porque me hace perder mi vida, me ahorra pensar, me ahorra afrontar cosas que no quiero. Pero mis sueños, la vida sabe cómo ingeniárselas, en ellos te juro que se va todo. Y los días libre que me tengo que dar ya sea porque mi cuerpo no da mas o tengo que arreglar la bicicleta sufro, no la paso bien. Me drogo o salgo. Nunca te entendí con tu manía de tener que salir a cualquier lado siempre con alguien, sino no salias. Me voy a cualquier lado solo, ya no tengo compañía, menos amigos. Si me pinta saltar de altura, lastimarte, decir que me quiero morir, lo hago. La tranquilidad. Es eso. Sé que se van a aprovechar algún malviviente de mi estado de estar sin segunda para salir, pero bueno, que venga. Quiero probar lo que es estar con lsd en un bosque, pronto voy a comprar una moto y me voy a ir lejos. Jajaja, igual eso último es fantasear, pero no está muy lejos. Me dijiste que no se puede gastar todo el dinero en drogas (término general de la palabra) pero conocí a varios que muestran lo contrario.
Si conozco a varias personas, pero no las meto en mi vida, de ser necesario les muestro otro yo. Gracias a eso aprendí a jugar con fuego. Me fui a pleno sur del conurbano con la costera, y era tan feo como lo pintan, te juro que con esa determinación con la que fui me volví. Nada, parece que lo disfruto, pero estoy muy lejos.
Distraerme, dijiste que mujeres hay muchas pero no me tocó ni yo mismo, estoy muy apagado ahora mismo.
Su amistad, siempre la buscaba, dijiste que era por falta de afecto materno pero te he dicho que no. Dijiste que podía ser un casanova, con respecto a eso, estoy cansado de tener que dejarlas de lado porque en realidad su intención de buena onda era otra, me canse de esas cosas. Pero ya me da igual, no las busco más.
Me gustaría tener una habitación como las de un manicomio y llena de cosas cutes, kawaii como muñecas y hello kitty, sábanas blancas manchadas de sangre. Me retabas por cortarte pero no es la única forma de lastimarse, sabes?
Te imaginas como hubiera sido todo si mis padres me daban un hogar? Si hubiera sido más alto como te conté, si vos siguieras acá, si no hubiese tenido piedad por esa persona y terminaba mi vida. Es una paja pensar en eso.
Quiero vestirme como quería y hacer esa mierda que me distrae la cabeza, no estoy pidiendo nada en realidad, sobrevivo y pierdo mi tiempo.
Descansa, pronto descansaré también. Te tendré respecto cuando te des cuenta de que este es mi respeto.
Te deje con el nombre de "Gran Hermano" no tiene nada que ver con el libro ese nombre. Es solo sentimental. Sos mi único hermano y aun así fuiste el mas grande.
Capaz aguante para que puedas ver mi pelo largo de nuevo.
No necesito de nada más que aguantar esta vida.
Me voy, y hasta la próxima vez que venga voy a estar en modo automático.
Nunca te dije adiós, y no tengo la necesidad.
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nadadeestoesreal · 4 years
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la noche de carnaval
Hace dos noches tomamos unos vinos en lo de las vecinas de la casa rosada mientras la abuela jugaba al bridge con sus amigas en el living. Ellas tomaban coloraditos y Joaquín se encargaba de que sus copas siempre estuvieran llenas.
Son las ocho. Su casa es más antigua que la mía. Su número de teléfono termina en 43, el mío en 69. Trato de hacerlas reír con comentarios sobre Joaquín, el susano vestido de blanco, o con chistes sobre el viejo multimillonario y farandulero que conocimos la noche anterior. Mi éxito es relativo, escaso. Logro alguna sonrisa, alguna charla divertida, pero no mucho más que eso. El viejo nos había invitado a andar en helicóptero pero ellas nunca le escribieron para hacerlo. Había una posibilidad de que pasara algo. Que desperdicio.
Son las diez. Seguimos tomando vino en casa. Vino de visita un primo que vive en el campo. Estuvo una semana viviendo con una chica en el departamento de su madre. La chica quiere saber en qué están, que es lo que hay entre ellos pero él hace tres días que viene dándole respuesta esquivas. Evita el tema. No quiere hablarlo y tampoco sabe como. Como hacer para no salir lastimados. Como hacer para no dar concesiones. Como hacer para no salir él comprometido. Me siento un poco identificado. Es difícil. Es difícil que coincidan los tiempos, los ritmos, las expectativas, los sueños, los lugares, los cuerpos. Es difícil encontrar las palabras correctas, los silencios, los tiempos justos. Pero no nos queda queda otra que intentar hablarlo. No nos queda otra que decirnos cosas para ver si llegamos a algo.
Son las doce. Tomamos unos whiskeys sobre el mar mirando la espuma subir y bajar sobre la arena iluminada por el reflector. Tomamos unos whiskeys inmersos en el olor a espuma, a sal, a arena mojada, a caracoles atrapados en la orilla, a mar. Horas adentro del mar. Nadar bien lejos. Nadar mientras se pone el sol. Nadar de noche. Todos mis miedos se transforman en uno solo, gigante, amenazante. Un miedo que está vivo y que nada cerca mío, al lado mío, abajo mío. Siento que me está por morder. Me excito. Mi corazón late más fuerte. Mi corazón late más rápido. Hundo la cabeza en el agua. Salgo. Respiro. Mi miedo me sigue. Es un espacio oscuro a mi izquierda, en el agua. Es un pedazo de agua con mayor densidad que el resto. Es una mancha negra en el agua. Es un agujero negro. Un vacío. Salgo. Respiro. Miro el mar.
Es la una. Damos vueltas por el pueblo buscando una casa que nunca encontramos. Vamos a visitar a Trini que nos presenta a sus amigos y nos invita un trago. Tomamos un gin tonic mientras ellos cierran el lugar. Vamos a su casa en el bosque donde nos encontramos con más gente que podría decirse que son amigas y amigos pero no se que tanto. Juana nos pone brillitos en la cara y con Eduardo prendemos un fuego. Eduardo siempre que puede hace un fuego. Lo conecta con su lado animal, con sus chacras más bajos. Sus ojos brillan mientras él lo alimenta con pequeñas ramitas, en cuclillas, con la cara iluminada por las llamas. Mitad santo mitad demonio. Es su rito. Una forma de trance. De estar voluntariamente en una, de conectarse con el cuerpo, con el calor, con la tierra, con lo primitivo. Es también algo bueno para hacer cuando no hay nada que decir. Callar y escuchar. Callar y hacer. Callar y prender un fuego. Con lo único que hay que tener cuidado es con el humo. Eduardo lo sabe. El humo y la ropa se tranzan, se pegan, se hacen uno y queda uno impregnado del otro para toda la noche, para siempre con ese olor, ese hedor, esa sensación a sucio.
Son las dos. Tomamos unos vasos de Campari con soda. Tomamos unos dedos de eme. Vamos a la fiesta de disfraces con nuestros disfraces de brillitos, con ganas de bailar y con ganas de conocer a alguien. Alguien que diga algo relevante, que me haga reír, que sea, de alguna forma, trascendente.  Bailamos con Alma, Paloma, Juana y Trini. Alma me gusta un poco. Tomamos unas birras. Tomamos una pasti picada en pedacitos. Salimos afuera, vamos a la pista de afuera. Bailamos. Damos vueltas. Giramos. Nos separamos. Deambulo solo por la fiesta. Voy a la barra y me compro una birra. Me encuentro con las vecinas de la casa rosada. Bailamos. Hay una que me gusta un poco. Nunca supe su nombre. Se lo pregunto. Me contesta con esfuerzo para sobreponerse a la música. Hablamos un poco pero la charla se diluye. Las pierdo medio queriendo perderlas. Sigo girando. Lo veo a Eduardo bailando solo con Paloma. Me cruzo a Teo. Sigo paseando. Bailo solo entre la gente. Cruzo miradas con las chicas de alrededor. Miradas rápidas, cortas, filosas, dirigidas a las chicas que me rodean. Bailo intentando entrar en trance pero no tiene sentido. No termino de fluir. La droga no me termina de pegar. Las chicas no me terminan de dar bola. Me canso de bailar solo, me canso de estar solo. Pienso que la extraño. Pienso que me gustaría bailar con ella y reírnos como siempre lo hicimos.
Sigo dando vueltas por la fiesta. Son las 4. Bailo de a ratos. Me cruzo con Paloma que esta sola y bailamos juntos. Bailamos cada vez mas cerca. Apoyo mi mano en su cintura y recorro con ella su costado, su espalda, su piel. Ella acerca su cara a la mía. Respiro cerca de su oreja. Apoya su cabeza contra la mía, cada vez mas cerca. Jugamos a seducirnos, a calentarnos, a que nos gustamos, a que nos amamos. Jugamos por un segundo, por unos segundos, por unos minutos y después nos separamos. Seguimos bailando, pero separados. Se nos une Eduardo y ellos bailan cada vez mas juntos mientras yo me separo. Me aparto de a poco hasta separarme del todo. Estoy cada vez más lejos.
Vuelvo a estar solo. Camino. La extraño. Pienso que estoy cansado, que ya estoy aburrido. Pienso que estoy grande, que voy a cumplir 28. Que voy a estar siempre solo. Que para que salgo. Que lo mío no es la noche. Que no se como bailo. Que nadie me da bola, que soy un embole, un duro, un inseguro, un nabo. Que me quiero ir a mi casa para al menos abrazar mi almohada y esconderme abajo de mis sabanas. Que quiero soñar que conozco a alguien o que un rayo cae desde la tierra al cielo y me reencuentro con ella y me rio y la abrazo y le hago cosquillas mientras le doy besos en la oreja y ella se ríe y me dice que pare pero que en realidad extraña mis torturas. Es el fin de la noche. Es el fin de mi noche. Es mi fin. Volví a caer en ese mecanismo de autocompasión que me atrapa cada tanto. Bostezo. Me aburro de mi mismo.
Camino. Encuentro a Eduardo. Son las 5. Me quiero ir a casa.  Él me dice que soy el más lindo de la fiesta. Me quejo de mi mismo. Dubitativo acepta mi derrota. Saliendo se encuentra con una amiga y se queda charlando. Es linda. Yo saludo y me quedo tranquilo, esperando. Una chica se me acerca y me dice que soy muy buen bailarín. Después se aleja. Ya no entiendo nada. Me quiero ir a casa. Nos vamos a casa. Saliendo me acuerdo de una canción de Morrisey y me rio de mi mismo por el parecido.
En la salida hay un conteiner de tatuajes. Está la chica linda del indie que yo sabía que tocaba ese día en otro lado. Me gustan algunas de sus canciones. Y está Pablo G. con el culo al aire haciéndose un tatuaje. No logra entenderse con el tatuador porque es brasilero. Se hizo tatuar las siglas CARP en vertical, en rojo, dentro de un cuadrito en la nalga izquierda. Observamos mientras se tatúa y hacemos algunos comentarios. Con alguno la pego pero no con todos. Eduardo le dice que le queda bien el tatuaje, que está bueno que sea rojo porque es más tumbero. A mi no me convence el contraste entre el tatuaje rojo y el culo blanco, debería ser negro. Eduardo habla con otra chica, que también está en el stand. Tiene lindo cuerpo y una belleza medio exótica. Me gustaría estar más despierto. Coincidimos entre todos que es medido raro el espacio que queda por debajo de donde termina la letra P. Pablo le pide al tatuador que haga la pata de la P más larga. El tatuador lo corrige. Pablo luce el tatuaje. Se pone en cuatro. Arquea la cintura. Saca culo. Acostado boca abajo mira para atrás. La chica indie le dice que se lo proteja, que le pida al brasilero que le ponga un film. Lo del tatuaje al parecer es una apuesta, una promesa o algo así. Nos fuimos.
En el estacionamiento nos encontramos con Trini que está en una buena. Nos entretiene un rato. Nos pide que nos quedemos. Nos da un poco de amor en forma de abrazo. Ese amor tan de eme, lindo pero berreta. Ese amor con sabor medio a plástico derretido. Insististe que nos quedemos. Insisto con que estoy cansado y que no me pega la droga, no hay caso. Nos ofrece más eme pero yo dudo, escéptico ya de todo. Además la bolsa de eme está vacía. No se como Trini logra convencerme. Me meto la bolsa vacía en la boca. Siento el sabor amargo. Es algo que aprendí un año nuevo hace tres años nuevos. Le puse una bolsa de eme en la boca a Mateo. Eran las 6 de la mañana. Mateo no volvió a su casa hasta la noche del día siguiente. Me meto la bolsa de eme en la boca, fumamos un porro y vamos a bailar.
Son las seis. Bailamos con Eduardo en el centro de la pista. Bailamos como en un sueño intenso. Nuestros cuerpos se dejan llevar por el ritmo y a la vez dirigen ellos mismos los movimientos. Nosotros no bailamos, bailan nuestros cuerpos. De forma autónoma, natural, se mueven con el lenguaje del ritmo, entrando y saliendo del tempo. Entramos en trance. Siento como la música posee mi cuerpo. Me divierto. Mientras danzamos empieza a formarse a nuestro alrededor un circulo de cuerpos que bailan. De a poco nos volvemos el centro de un circulo de mujeres que bailan de manera animal, sensual, rítmica. Somos el centro. Como una luz que atrae a todos los bichos de la noche a su alrededor. Como dos animales cuya danza congrega al resto de las criaturas nocturnas.
Entre la gente se acerca, siempre bailando, una chica alta y de una belleza exótica. Es la chica del lugar de los tatuajes. Se acerca con movimientos suaves y livianos, casi levitando. Se acerca dominando el ritmo y el espacio. Se conecta conmigo con su baile y su mirada ida. Se acerca bailando y me dice “gracias, gracias por esto que están haciendo”. Bailamos juntos. Ella baila a mi alrededor seduciéndome con su ritmo y sus movimientos. Se aleja bailando y usa su cartera como mascara. Me mira. Se esconde detrás del primer circulo de cuerpos que bailan al rededor nuestro. Se oculta tras la cara de rana dibujada en su cartera. Vuelve. Bailamos cada vez más cerca. Mi cuerpo sigue sus movimientos y ella sigue los míos. Mientras tanto seguimos siendo el centro. El centro de un circulo que baila absorto en el ritmo, abstraído del tiempo, inmerso en la energía de la música y en contacto con los cuerpos. El centro de un circulo que baila sediento. Con Eduardo nos miramos y asentimos. Por fin. Por fin se rinden ante nuestra luz. Por fin las tenemos a nuestros pies. Son nuestras. Eduardo se acerca y me dice “Este momento no nos lo saca nadie, es nuestro para siempre”. Tiene razón. Bienvenidas al centro
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WHAT IS LOVE? / Jesús Tadeo Palacios Valverde
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Le quedan tres cuartos de hora al sábado y yo sigo detrás del timón del Lada, adormecido por los grillos, con un tufo que me rasguña la garganta y la nariz roja y ardiendo por los tiros que me metí en el Soltimbú. Pero ella, ella sigue sin aparecer. No importa, me digo. Todavía puedo esperarla, me miento.
Un mixto arde en mis labios. Yo mismo lo acabo de armar con el último moño que me quedaba y el resto del chamo que el Gonchi me fio en el baño de la discoteca. Dos caladas, y la noche es un gigante cayendo. Me gusta mirar cómo desaparece el pucho que sostengo entre los labios, cómo se va dejando coronar por el fuego, cómo se convierte en hilitos que reptan hasta lo más alto para perderse en la nuca inmensa de la madrugada que se derrumba en cámara lenta, que nos echa sus espaldas negrísimas encima.
El alma se me escapa, pienso, y sigo atrapado en el-tira-y-jala del bate a la jeta, de la jeta al bate, en este sábado huérfano de estrellas. Alumbrada por el vómito de los postes, la ciudad se ahoga en el espeso vaivén de un jugo de naranja: las veredas, los algarrobos cansados, la pista cubierta de baches y la esquina del parque en la que estoy cuadrado, hornándome.
Bajo la ventana. Feel the vibe with your mind. Me deshago del exceso de cenizas golpeando un par de veces al pucho, rápido, sin amor. Feel the vibe (feel the vibe). Un torbellino de luciérnagas salta al viento. Feel the vibe (Ahh, sing!). Y el dedo medio que vuelve a chasquear por la ventanilla un par de veces, no vaya a ser que me prenda la camisa empapada de wishky y ahí sí la cagada. Feel the vibe with your mind.  La ceniza brinca y se pierde en la música del Soltimbú y Come alive, everybody come alive.
Quince minutos. Impaciente, comienzo a imaginármela a ella y a su cabello recogido como suelen llevarlo las enfermeras o las policías. Sí, puedo verla atravesar la bruma que me late en las narices. Lentamente, la espesa neblina le lame las nalgas, clip-clop; y, de pronto, son mis dedos los hilitos blancos que el invierno lleva hasta sus caderas y clip-clop. Me deshago en el silencio del humo y entonces soy mil manos que se dejan arrastrar a las costuras hinchadas de un jean, a la silueta de un enorme caballo al trote.
Inhalo. Ni en el malecón tanta humedad, conchasumare. La espero, la espero y pronto me veo rebuscando en la guantera un casete, entre cajetillas mojadas de Lucky. Está corrido y enredado. Qué chucha, hay que sacarle la vuelta al reloj, calmar a la araña que me trepa por la nuca y que me obliga a seguir jalándole fuerzas a la vaina.
En el suelo, entre freno y embrague, encuentro un lapicero con la tapa mordisqueada. Ya sabes de qué lapiceros hablo, ¿no? Color verde fosforescente, tapa azul. De esos que terminan por embarrarte la mano y, cuando menos lo esperas, tu brazo, tu cara, todo, toditito, teñido de un azul candela.
Otros cinco minutos se fueron mientras rebobinaba la cinta, y la quinta brasa consumió el quinto bate que por quinta vez desarmé, volví a armar y me jalé en cosa de segundos. Mis manos, atrapadas en el ritual y gira que te gira, gira que te gira, como si en algún momento la fricción hiciera lo suyo y ¡Zas!, el mono haciendo una fogata: el casete se ha comido casi por completo la cinta. ¡Carajo, me quemo! Y la colilla sale volando por la ventana.
Media vuelta a las llaves y los faros del Lada parpadean. Tres balazos del tubo de escape: el carro ruge, se ahoga, se apaga y queda sepultado en el silencio de un motor tembloroso. Una vez más, el giro, el parpadeo, la tos de los fierros y el pedal. Rummmmm. Ya no falta mucho, hay que calentar.
                                                    ***
Sé que ella vendrá masticando una menta para disimula mi tufo. Sí, en cualquier momento la veré cruzar la esquina y "SISISISISISI", la cabeza como perrito de taxi.
La llamaré con un silbido, mientras mis ojos la pellizcan a la distancia. Vendrá corriendo y subirá de un portazo y me cubrirá con sus besos. Llevará un suéter verde Mao, espera, no, no, mejor uno verde Velasco, y me dirá que gracias por esperarme (tranquila, amor), que perdona la demora (ya, ya, nenita), que me peleé de nuevo con mi viejo (qué mierda te dijo), que estuvo jodiéndome (pero qué chucha te ha dicho, cuenta), que gracias y mua-mua-mua te amo, ¿sí? Mua-mua-mua y estoy harta de que ese pendejo insista con que te deje o, sino, dice que te va a meter el troncho por donde meas (...) y mua-mua no te preocupes porque es mi vida, y que yo sé que tú no te dejas de nadie (¡Ni cojudo!), y que ya vámonos porque se hace tarde y que perdona ¿sí?, no vuelvo a demorar (más te vale), aunque si me demoro, te provoco las ganas que me tienes ja, ja (¡!), y te pongo en fa en una, ¿no? Jiji. Cómo me gusta que termine las frases riendo, como incitando gestos que ni me pertenecen, ni quiero controlar.
Sí, carajo. Voy a morderla en la barbilla y mientras la radio se come el casete al que devolví las tripas, le diré que bien hubiera podido esperarla cien años, o más, o alguna vaina de esas. Y ella sonreirá. Luego, tomará la pelotita de chicle que dejé pegada al tablero y se llenará de mentol los labios. Entonces hará globitos que de inmediato yo reventaría con la lengua. Las primeras notas de Run to me de Double you nos lamerán las orejas y avanzaremos cinco cuadras hasta perdernos bajo la lumbre enferma de una ciudad que duerme recostada en la resaca de su gente.  
En la primera curva me buscará la boca, como siempre. Y yo me dejaré comer, igual que siempre.
                                                   ***
Cinco para las doce. ¡Cinco pa’ las doce y la putamadre!
Tardas como el culo. Seguro que te convenció la cojudez esa de tu viejo. Seguro hasta te ha llorado y tú te dejaste enredar por la misma huevada de siempre donde te grita sobre lo bueno para nada que soy y que deberías hacerle caso al Toño. ¿Qué cuál Toño? ¡No te hagas la que no sabes, Camila! ¡No me quieras huevear! ¿Cuál Toño, cuál Toño? ¡Toñito de Osambela, pues! ¡Por supuesto que conozco al maricón ese! Sé que desde hace tiempo te va a buscar a tu casa o que se cuadra en la esquina de la uni para panosearse con la bata blanquita de interno. ¡Me limpio el culo con su bata de mierda! Y sé que tu papá te restriega que él no es como el malviviente de tu Cheché que se la vive prendido del troncho y del trago, y jode que jode con esa poesía atorrante que habla de penes y putas y cosas que seguramente anda proponiéndote el muy desgraciado para que le des, y que no se lo vayas a dar porque olvídate que eres mi hija, mierda, y ahí nomás lo busco y ni bien lo encuentre al granputa ese, lo muelo a patadas y le meto el troncho por donde mea.
Y seguro por eso me tienes esperándote en vano, parado como pichula, Camila, porque ya te ganó la culpa de venir a verme a la hora que habíamos quedado. ¡Eso! Ya te remordió las entrañas lo de vernos para ir al cuarto y así poder hundirme en la vida que traes entre las piernas y que el imbécil de tu viejo no quiere que me des, pero que ya me has dado hace rato sin que lo sepa el muy huevón, y menos el Toñito ese que babea por ti con el estetoscopio en el cuello y su bata blanquita, ¡tremendo gilazo!, pero mira, ¡mira la hora! Soy bueno, ¡buenísima gente! Un tipo recontra paciente, sincero, a pesar de las cosas que tú conoces como ninguna otra persona, cómo nadie más lo hace, y que de nada vale repetírtelas.
Estoy cagado, tú lo sabes. Escribo y eso basta, aunque nadie más que tú me lea. Escribo sobre tu cuerpo mi tragedia. Me lees en la humedad de los versos que te di, versos ausentes de toda, de cualquier utilidad, pero más tuyos que míos, a fin de cuentas. Eso no da plata, dice tu viejo. Esa mierda no compra la casa y el carro que puedo ponerte, te miente el tarado de Osambela. ¿Qué pueden saber ellos de poesía? Dime, ¿qué? Carachosos, mugrientos, malcachados. ¡Qué saben los cerdos de métrica, de verso libre, ah?  La historia vendrá, veloz, descarrilada, y les pasará por encima. Se los llevará de encuentro. Cagadas de mosca por las que nadie habrá de llorar, porque nada dejaron. ¿Y así te vienen a decir que yo, el poeta, aquel que hace de su vida un intento de recuerdo, soy el inútil, el pobre diablo, el mantenido, el fracasado? Y, a pesar de eso, yo aquí, consumiéndome en la espera de verte llegar, sin saber de ti, ignorando si acaso vendrás o si ya fue y solo me aburres para mandarme a donde tu viejo y tu Toño quieren que me mandes. ¿Verdad? Putamadre, ¡y yo aquí de huevón con el motor encendido y esperándote, Camila!
Se acabó, Camila. ¡Me llegas al pincho! Llave a tope y casete en radio. Pedal a fondo y soy un proyectil que quiere encajarse en tu pecho.
La pista es un abanico en el que se estrellan todas las formas y colores que pueblan al desierto con veredas que es Piura. Y río, porque el verde huele a chicle y el amarillo cosquilleo bajo mis párpados y el rojo es rojo como roja es la boca de Camila, que seguro debe estar tirando en su casa con el baboso de Osambela, y su viejo que mira, que escucha complacido como el médico se la empuja a su hija y ella, feliz, entre globito y globito de Clorets, pensando en el carro y la casa que no puedo comprarle. Casi, casi, saboreo su desprecio. ¡Qué buen bajo, conchasumare! You gotta run to me/ Uuh can't you see/ You gotta run to me/ Uuh can't you see/ You gotta run to me
La calle se desdobla ante mis ojos y la veo encenderse en un remolino de neón que arranca de su sitio al pavimento, a los algarrobos de los sardineles y a los semáforos de la pista. Y se estira el camino, se estira como fideo y sigue y sigue hasta enredarse en los postes y cubrir de imágenes imposibles a las sombras de la ciudad que se sienten de vidrio, imágenes de mi pasado, un tornado del que no hay salida y en el que me siento disolver, ¡di-sol-ver!
Se me derrite el timón en las manos. Y que no vayas a manejar, juega la pichanga y anda a jatear a tu casa, broder. Y que con quién te crees que estás, oye, que mira, no hay problema, ni cosquillas me hace tu vaina, ¡parece que no me conocieras!, que dame y te las pago a la vuelta, que pásate el wiskacho para asentarlas, que sí te las pago, Gonchi, huevón, pero aguántame un toque, voy a ver a la Camila y luego me guardo, puta, te lo juro. Luego arreglamos. ¿Cuándo he sido falla contigo, Gonchi? Y trato inútilmente de poner al timón en su lugar, pero se me ha escurrido entre los dedos porque es de plastilina suavecita, suavecita, y no puedo mantener la dirección. No hay izquierda o derecha o adelante o atrás. Y entonces las luces, el motor ahogándose con la gasolina, el pie tocando la pelusa del tapete, la pista que no es pista girando en un abanico de luces largas como cohetes humeantes, y Camila tirándose a Toñito y su viejo aplaudiendo y mi troncho quemándome la pija, y los colores, las quemaduras en la boca… el golpe. Un grito ahogado. Un grito rasgando la cabeza del gigante que es la noche. Mi frente rompiendo la lechuza encima del velocímetro y mi cabeza es un revolver. PIUM-PIUM, y solo queda el silencio en tanto que caigo en el abismo de los días. Ojalá me despierte pronto, mi viejita se hace un desayunón los domingos.
                                                   ***
No puedo aguantarme las náuseas. El tufo me sube por la tráquea y termina en un batido de arroz, y algo que parecen ser los tomates de la hamburguesa que me sople en la bajona, saliendo nomás de la discoteca.
Con el huaico en la garganta, siento como un grito me escoce el hueco del pecho: Aunque esté molesto, la extraño.
Abro la puerta, la empujo. Zafo las piernas que el tablero oprime. Pujo, pujo. Por suerte, después de forcejear, aflojan mis huesos, truenan y toda mi humanidad se destroza contra el suelo. Ahora soy una lombriz en el asfalto. Un chasco.
Trato de levantarme. Intento ponerme de pie agarrándome de la puerta. La música sigue sonando, pero las piernas me fallan y muerdo la pista otra vez. Me faltan dos dientes. En su lugar una espesa cascada me baja por el mentón. Espera, ¿Por… por qué el Lada está subido al sardinel? La trompa retorcida, los vidrios regados como astillas en el piso y una humareda espesa alzándose desde el motor descubierto: El auto es un laberinto de fierros retorcidos. ¿En qué momento yo…? ¿Cómo es que…? ¿Q-qué? ¿Qué quieren ustedes? ¿Qué chucha me miran? ¿De dónde salió toda esta gente?
—¡El hijo de puta está zampadazo!
—Ya llamaron a la policía.
—Y encima anda todo reventado el conchasumadre este...
—¡Pobrecita! ¡Ayúdenme a sacarla!
—¡No la muevas, que la puedes fregar más!
—Pidan una ambulancia.
—¡Ponle la mano frente a la cara a ver si la flaquita respira!
 Te demoras mucho, Camila. ¿Ya ves? Ahora estos huevonazos vienen a joderme. Quieren buscarme la boca. ¿De dónde salieron? ¿Qué mierda están hablando? Una ráfaga de nauseas me obliga a devolver hasta el alma. La hiel me rebalsa la boca. Tengo la nariz rota, apenas y puedo respirar sin que me sienta hundir más y más en un inminente desmayo. El sabor a fierro me colma el rostro, me ahoga.
Veo venir más y más pies. Intento incorporarme, hacer frente a la multitud que se me ha echado encima. Lanzo inútil, flojamente, un par de ganchos al aire. Mis pies no responden. Mis rodillas se desmoronan. Los huesos clarean a través del jean.
Las luces de los tronchos que simulan ser postes son un vendaval en el que voces de extraños y dedos afilados se alzan en mi contra. ¿Me… me están mentando a la madre? ¿¡ME ESTÁN MENTANDO A LA MADRE!?
— ¡Váyanse a la mierda!
No me puedo sostener. Todo lo que queda en mis ojos son manchas luminosas. Mis extremidades son una plasta de tallarines. Y tú que sigues sin llegar. Y lloro, lloro cómo nunca antes lo había hecho, lloro tumbado boca arriba sobre la pista. Me encuentro duro, tiezaso, como el cadáver de uno de esos perros que los tucos amarran a los postes y Den Xiao Ping, perro traidor, amarrado al pescuezo. Solo que aquí no hay perros, ni tucos, solo yo tan hecho mierda de repente y sin saber nada de ti.
—¡Agárrenlo!
—¡No, déjenlo! ¡Está cagado!
— La chica no respira... ¡No respira!
—Pobrecita, yo la vi parada, aquí nomás. Segurito lo conocía.
— ¡Dios mío, la ha cogido contra el poste!
— La flaca le alzó la mano, pero el pendejo aceleró y se la llevó de encuentro. Sin asco.
—Sí, sí. Este andaba cuadrado allá atrás, por el parque. De la nada, prendió el carro y se fue de hachazo contra la niña. No le dejó tiempo a nada.
—¡ASESINO! ¡ASESINO!
 ¿Asesino? ¿¡Asesino yo!? ¡Soy un poeta, cojudos! ¿¡Lo entienden!? ¡Un poeta! ¡Un poeta es incapaz de matar! ¡Cómo voy a ser un asesino si la vida en mis versos cunde y palpita! ¿Por qué insisten con eso? ¡Lárguense y no me jodan!
Más y más pies se suman a la muchedumbre que me asfixia, y, a ellos, el chillido de algunos neumáticos. De pronto, vienen las primeras piedras. Las patadas feroces. What is Love? Baby don't hurt me. Don't hurt me. No more. El reproductor ha girado el casete de forma automática, y los bajos se confunden con el aullido de sirenas a cada tanto más cerca.
Cierro los ojos un momento. Dibujo tu cara en mis parpados. Te extraño mucho, Camila. I don't know why you're not fair. Y yo que te amo tanto… me plantaste, mujer. I give you my love, but you don't care. Y tu rostro se ilumina con el juego de azules y rojos, rojos y azules que se traslucen a la piel de mis manos. So what is right and what is wrong? Las piedras llueven y escucho sin poder moverme cómo sacan chispas al caer. Llueven sobre mí, pero no hay más dolor, Camila. Me dueles tú. Gimme a sign… Silbatos, bocinas, sirenas y faros consumen el lugar y tú, cojuda, tú que sigues sin aparecer.
What is love?
Tadeo Palacios Valverde (Piura, 1994). Escritor y bachiller en derecho. Becario del programa «Arequipa Imaginada» del Ministerio de Cultura del Perú (2017). A los 19, publicó el conjunto de cuentos de horror Susurros del Abismo (Caramanduca, 2014) y tiene inédito un libro de relatos. En 2016, obtuvo un Segundo Puesto en la II Edición del Certamen Literario Nacional Cinemafic 2015-2016, organizado por Cinematosis. Y, en 2017, resultó ganador del Certamen Nacional de Cuento Jurídico «La Justicia» de la Universidad del Pacífico. Escritos suyos aparecen en antologías nacionales e internacionales.
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puntosyrayas · 3 years
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Espejismos
No me hablen de esperanzas vagas, persigo realidad.
Me escribe sobre papel, lo envuelve en amor y se toma la molestia de enviarlo... ¿yo?, escribo sobre el viento, le soplo con vehemencia, agito vigorosamente mis manos para que encuentre el camino lejos de mi y no se le ocurra volver.
Cree en el amor y ve lo bueno de la gente. ¿Yo? Creo en la mortalidad y veo a la gente.
Piensa que vivir aún vale la pena y ¿yo? Para que molestarse...
Y aún así llega con energía y me quiere mover; no es que no quiera, ya me acostumbre a ser sin estar o estar sin ser. Pero los últimos eventos me han obligado a aceptar algo más, probablemente a atráelo inconscientemente. 
Algo aterrizó en mi jardín, me acerque por curiosidad, ¿debería conservarle?, ni siquiera le esperaba, trate de quemarle, en verdad quería exterminarle, resistió, y ahora ya le agarre cariño.
En viaje hacia la redención, la luz no deja de pulsar.
Y pensar que íbamos a volar juntos, la realidad es que no ha podido ni despegar.
¿Tiempo, espacio, paciencia? No soy quien, ni siquiera me interesa. No era tan complicado, sólo necesitaba valor, el que le falta y siempre lo hará. Por que ese no se puede plantar y mucho menos comprar, el fuego viene desde adentro y fuego aquí no hubo.
Continuo escribiendo, pero no tuvo el coraje de demostrarlo, las palabras son tan ligeras, incluso mi suspiro se las lleva; pero las acciones, esas pesan, esas se llevan en el alma, incluso cuando esmero en borrarlas, y esas son mas difíciles de conseguir porque requieren compromiso y un poco de fe suicida. Pudieron ser el ancla, se decidió que fueran parte de la nada, del final que siempre estuvo latente.
¿Pasaremos una vida pensando en lo que pudo ser? Pasará un poco de tiempo, mientras que para mi no hay vuelta atrás y encontré una pizca de inspiración para vomitar en letras, para la otra parte todo se romperá mientras se hunde en la miseria.
No te tenemos miedo, tenemos vida y fuego.
No figurábamos ni en el mismo universo.
Por un lado yo, con mis aires se grandeza, jugando póker, intentando ocultar mi verdadera intención y parte de mi esencia, ajustándome el bozal, contando mentalmente y controlándome (agradezco esa lección que podemos dar por aprendida), dándote la ilusión de lo que no soy, pero es lo que tu quieres o necesitar ver, lo que puedo llegar a ser si me conviene aterrizar en el mundo al que pretendía ir, regalando sonrisas, apoyo, confort y tranquilidad como confeti, una inversión que todos supusieron, se iría a la basura. Pensé que encontraría pastizales, me rodearía la magia de la que tanto alardeaste, esa calidez, belleza, tantas ilusiones visuales y melodías que envuelven.
Por otro lado tu...
¿Qué carajos intentabas? ¿Cuál era tu intención? No termine de descifrarte, para tu buena suerte, el tedio me ganó, cerré la carpeta y me concentre en cualquier otra cosa, al final todo es mas interesante que lo que pudiste ofrecer. Pensé que traerías tus mejores cartas y bueno, ni cartas traías. ¿Tu mundo? No lo sé, al volar encima de él no encontré mucho, solo había un ser asustado, temeroso, delicado, frágil y caro. ¡Oh si! Tu precio es muy elevado. Tus demonios dominaron tu mundo, te respiran en la cara y te da tanto miedo verlos que te envuelves en una cobija, ruegas porque se alejen, y si no se van ellos, tu huyes, corres despavorido y te refugias en una cueva.
No te odio, sólo te desprecio, y no por lo que eres, sino por la ilusión en la que vives. Pero no eres el primero al que meto en esta categoría y probablemente no serás el ultimo. Es un buen momento para quemarle, sin pretensiones, sin lagrimas, sin sonrisas, con pura y total indiferencia. 
Empiezo a tabalear, no puedo irme en linea recta ni seguir las reglas.
Realmente lo que quería era volver a sentir, y si ser una mierda de persona me hace sentir... quiero volver a sentirme como un humano...
¿es válido?
¿Ahora me importa cuestionarme mi moral? Por favor.
Ojalá hubiera bailado con el diablo, al menos ahí, me divertía.
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irck · 4 years
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Neandertal.
El sol aparece detrás de las montañas y su luz entra a la cueva, enrojeciendo mis ojos y obligándome a interrumpir mi sueño. En el, estaba yo cazando un mamut gigante, del doble de tamaño de los mamuts que se ven. Partíamos en un grupo de cinco machos, yo incluido y cada uno con su lanza en la mano.
Tallo mis ojos y me levanto estirando mis extremidades, haciendo ruido para que el resto se levante. Yo fui designado líder hace muchos soles, debido a mi fortaleza física y por algo más que nadie sabemos explicar, pero siempre quedan contentos con lo que les doy de comer a cada uno.
Una vez mis muchachos se levantaron, los guie hasta una manada de ciervos que habíamos divisado el día anterior. Con cuidado nos acercamos hacia ellos cubriéndonos de matorrales, intentando que nos vean lo menos posible y sin causar ruido alguno. Ya estando lo suficientemente cerca, lanzamos nuestras lanzas hacia sus estómagos y cuellos, aunque no todos acertaron. Un par han muerto al instante, pero los demás siguen con vida. Me acerco a ellos y con mi lanza les atravieso el cráneo. Cuento cuatro ciervos que cargamos a nuestras espaldas para dirigirnos a nuestra cueva actual. Dentro de diez soles aproximadamente hará tanto frio que será difícil seguir viviendo ahí, por lo que buscar un mejor lugar será la mejor idea.
Dentro de la cueva, destazamos a los ciervos y les voy dando instrucciones a las hembras de cuál parte es para cada quien. Siempre miraba que todos comieran una cantidad exacta y equivalente. No era justo para mi que alguien comiera menos o más que el resto, a menos que él fuese diferente, como los chicos y los mayores que no comen tanto. Sin embargo, nunca nadie supo como lo hacía, simplemente seguían mis ordenes.
Mientras las hembras cocinan los ciervos y lo reparten según mis instrucciones, guardando el sobrante para otro día, yo pienso en cuanta comida podría darnos un mamut gigante como el que tuve en mis sueños. Cada ciervo mide lo mismo que la mitad de cualquier pata de un mamut de ese tamaño. Y ni hablar de su lomo, o sus muslos. Si multiplicamos 2 ciervos en conjunto por 4 patas del mamut tendríamos el equivalente a 8 ciervos, sumando además el resultado de multiplicar 3 ciervos en conjunto por 2, lomo y muslo, serían 8 ciervos más 6 ciervos... Cazar un mamut de ese tamaño nos daría el equivalente a 14 ciervos en una sola caza, que se conservará fácilmente con el frio que se avecina; y eso sin contar sus colmillos, ni toda la caliente piel que puede ofrecernos el gigante animal.
Mi parte del ciervo ya está en el suelo frente de mi, sin saber en qué momento me fue dada. Como mientras ideo una estrategia para cumplir mi sueño.
Después de un reconocimiento a nuestro alrededor, y de haber destazado la piel del ciervo para convertirla en piel extra, el sol se oculta detrás de las montañas. Yo aún fuera de la cueva observando al cielo, continuo contando aquellos puntos que nunca parecen caer. Es difícil saber en cual punto me quedé o si ya conté alguno con anterioridad, pero mientras más los observo, más me familiarizo, a tal grado que algunos conjuntos parecen tener formas, como de mamut, o de conejo, o de pescado, o de flor. Continuo hasta que el sueño me invade y detengo mi cuenta en 13,874,113 puntos. Entro a mi cueva y me pongo en mi lugar de siempre, el cual todos respetan.
El sol aparece detrás de las montañas y su luz entra a la cueva, enrojeciendo mis ojos y obligándome a interrumpir mi sueño. En el, estaba yo cazando un mamut gigante, del doble de tamaño de los mamuts que se ven. Partíamos en un grupo de cinco machos, yo incluido y cada uno con su lanza en la mano... De nuevo ese sueño, no podía volver a dejarlo así.
Únicamente yo sé cuando comenzará a hacer frio extremo, por lo que se lo comuniqué a todos. Enseguida cargamos los ciervos que teníamos en palos, además de pieles, piedras para crear fuego, puños de madera, y nuestras armas. Dejamos atrás la cueva, no sin antes rasgar 11 líneas dentro de la cueva, ya que hemos hecho esto 10 veces antes desde que me asignaron líder, y si alguna vez me pierdo, sabré en qué lugares he estado y cuando. 
Partimos hacia las montañas, nuestros dos mayores siempre adelante, al igual que los chicos. El resto detrás, mirando siempre a todos lados pendientes de cualquier peligro y cualquier caza para comida extra. Cada caída de sol buscábamos un refugio temporal para pasar la noche, y al siguiente sol salíamos de nuevo. Nuestro viaje concluye después de siete soles, ya no tenemos los ciervos que cazamos un sol antes de partir, pero tenemos bastante caza que íbamos recogiendo en el camino. A lo lejos, puedo ver una manada de mamuts, que no son gigantes como en mi sueño, pero sé perfectamente que dos de ellos en conjunto equivalen a uno de mi sueño. No será una sola caza, pero alguna extra no supondrá problema para nosotros.
Nos instalamos en una cueva cerca de allí, y al terminar mi cuenta de puntos en 13,876,645 me meto a dormir en mi nuevo espacio. Mi sueño ahora es distinto, tras haber tenido el mismo sueño los siete soles pasados. En él, aparece un macho sin pelo en el cuerpo, únicamente lo tiene en la cabeza, y su piel es mucho más clara que cualquier otra piel que haya visto. En el pecho tiene una piel extra de un color que solo he visto en la oscuridad, y en las piernas una piel extra de un color que solo se ve en el cielo antes de que el sol se esconda detrás de las montañas. Además, no puedo ver sus pies, los cubre con algo que ni siquiera parece piel. Me señala la manada de mamuts, y me advierte que no los puedo cazar, mostrándome una visión de lo que pasará si lo intento. Aparecen dibujadas líneas haciendo parábolas, que guían la trayectoria de mi lanza y muestran la fuerza que necesitaré para penetrar la gruesa piel del mamut y hacerle aunque sea un poco de daño. Además, me muestra la velocidad con la cual un mamut puede correr, comparándola en una lineal horizontal fragmentada en pequeñas líneas verticales, evidenciando que si un mamut se enoja, nadie podrá ser lo suficientemente rápido como para huir de allí con vida. En el sueño, veo como mi manada muere gracias a los mamuts, aunque solo haya bastado el error de uno solo para alarmarlos y causar tal desgracia. El macho me mira fijo a los ojos, diciéndome una y otra vez que no lo haga. 
Me despierto horrorizado, con una sensación desagradable de culpa que jamás había experimentado, y me volteo a observarlos a todos. El sol está por salir, por lo que no puedo despertarlos, pero los cuento para asegurarme que todos están bien, aunque sé que solo fue un sueño... Sin embargo, falta uno de los muchachos.
Salgo de la cueva asustado y lo veo a lo lejos con una lanza en mano, acercándose sigiloso a los mamuts. No puedo gritarle o alarmaré a los mamuts, así que corriendo en silencio salgo de la cueva hacia él, sin embargo ya es demasiado tarde. Empuña su lanza con firmeza igual que yo le enseñé hace cientos de soles, y la arremete contra un mamut, haciendo una parábola como las de mi sueño, y al caer en la piel del animal no le causa más que un cosquilleo, suficiente para despertarlo y enfadarse.
El mamut se levanta enfadado, agitando su trompa y barritando despertando a su manada. En un acto desesperado, viendo el sueño ante mis ojos, golpeo a mi muchacho en la nuca, cortándole el flujo sanguíneo momentáneamente para causarle un desmayo. Lo pongo oculto detrás de una roca, y corro hacia la lanza. Inmediatamente corro hacia el lado contrario de la cueva, sabiendo que cualquier mamut me alcanzará en cualquier momento y mi vida terminará. En un intento de supervivencia, me volteo sin dejar de correr para arrojarle la lanza justo al ojo derecho del mamut más cercano a mi. Calculé la trayectoria que llevaría considerando la velocidad del viento que sentía en mi pelo, además de la fricción que causaría, y dibujé una parábola justo como la de mi sueño. Al acertar al blanco, el mamut solo se enfadó más, y me aventó con sus colmillos a una distancia muy alta de la tierra. Al caer, mis costillas se quebraron, y ya no respondían mis piernas. Allí acostado sobre la tierra helada, observo como el sol aparece detrás de las montañas y su luz llega a mis ojos. Dejo que la luz invada mi vista, cegándola, pero ya sin importarme, maravillándome como es que algo tan pequeño en el cielo puede causar más luz que el fuego que tenemos en la cueva. ¿Y si aquellos puntos que aparecen en la noche y jamás caen fueran soles como el nuestro, pero que están tan lejos que se muestran como puntos? ¿Porqué no sentimos su calor y su luz no nos cega?
Solo escucho los pasos de la manada furiosa de mamuts que viene a rematarme, solo por venganza.
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pinguinodehelio · 7 years
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IV
Caminaba por el parque Brasil, sector centro sur de Antofagasta. Estaba desnudo, empapado. Quizás de sudor. El pelo completamente mojado. Las gotas recorrían mi cuerpo, cayendo de mi frente, paseándose por mi pecho, mi abdomen, cayendo por mi espalda…  Caminaba lentamente por las cuadras del parque. Era de noche. Sobre mí bailaban medusas de colores… medusas de neón, colores fuertes, vibrantes. Verdes, naranjas, rosadas, amarillas, púrpuras, azules, todos juntos, resplandecientes. Como carteles de ciudad japonesa. Algunas inmóviles, otras nerviosas, otras fugaces, a velocidades y direcciones aleatorias. Cubrían toda la oscuridad sobre mí. Se inundaba de medusas en el cielo, a la altura de las copas de los árboles y las palmeras. Explotaban. Los colores se esparcían por todo el lugar. Era una fiesta. Una fiesta sin música, solo el ruido de los autos a los alrededores del parque. Yo caminaba, impávido. La poca gente que se encontraba por el lugar, también, actuando como si nada. Aunque estaban cubiertas, como si estuviera nevando. Una pareja haciendo yoga, otras parejas besándose bajo la breve oscuridad que lograba proporcionar un árbol… nadie se fijaba en mí. Estaba yo realmente allí? Camino por la cuadra al frente del Unimarc. El techo del local y el edificio contiguo resplandecían, la luz de las medusas chocaba contra las paredes, reproduciéndose como fuegos artificiales. Nadie se alteraba. Pasé debajo del resbalín rojo. Cruzé a la siguiente cuadra, la de los juegos y los patitos. Caminé por la vereda techada. Busqué, por algún motivo a Fabián ejercitándose en los juegos de fierro. No estaba. En las bancas a mi derecha vi un par de adolescentes que podrían estar teniendo sexo, pero no. Estaban cubiertos completamente, debería hacer demasiado frío. Me miré, seguía desnudo, completamente mojado. Como si lloviera solo sobre mí. El Hotel Ibis estaba a la izquierda, al frente. Pareciera que las medusas fueran disparadas por sobre los autos. Alguans chocaban con las micros y llenaban todo de colores fluorescentes. Nadie lo notaba. Seguí caminando hasta llegar a los patitos. Son unos balancines amarillos de madera, dispuestos dentro de un círculo. Se movían solos, lentamente. Me acerqué. Estaban cubiertos de una materia viscosa, dulce… me acerqué mas, una necesidad surgió en mí de lamer uno de los patos. Yo no controlaba mi movimiento ni mis acciones, solo podía sentir las cosas, como si estuviera en un tour guiado dentro de mi cuerpo, sin poder reaccionar, solo sentir… Era miel. El pato dejó de moverse. Al parecer alguien había estado sentado allí, alguien invisible. Sentí sus pasos, como corriendo, como escapando… veía como quedaban pisadas, huellas de miel. Seguí avanzando, como si aquello fuese solo una parada dentro de aquel extraño tour. Cruzé. Hay un negocio de comida en la parte sur, con mesas para los clientes. En una de ellas vi a 3 de los amigos de Fabián que conozco. Ellos si estaban desnudos, sus cuerpos, algunos fibrosos empapados como yo. Sentados y mirándome fijamente. Observándome,  Como deseándome. Me asusté. Recobro el control de mi cuerpo y solo atino a correr, hacia el norte. Empieza a sonar música en mi cabeza, música club de Conker. Todo se vuelve tan lento… solo la música resuena en mi cabeza mientras todo se llena de medusas. Las atravieso… como si no existieran. Siento que corro, siento mis músculos, pero avanzo lento, lento… como si hubieran ralentizado el tiempo, como si hubiera fumado marihuana, y en vez de ralentizarse la música, se detenía la percepción completa del movimiento y del tiempo. Me concentro en la música a ritmo normal, solo corro. Llego al fin de la cuadra al fin, la siguiente está cubierta por unos paneles, la estaban remodelando. A Izquierda y derecha está lleno de medusas y siento como rugen unas bestias. No puedo doblar en dirección al depa. Ya no puedo detenerme, mi cuerpo se mueve solo, corre solo, voy a chocar con los paneles y no puedo frenar… sin embargo lo atravieso también, como si tampoco existiera…
-Maxi weón despierta! Estai todo sopeao!
-!!!
-Primito estai bien? Una pesadilla?
-… - Al parecer todo fue un sueño… estaba sobre mi cama completamente transpirado, como en aquella extraña alucinación, estoy embobado. Mi cuerpo está completamente cansado, como si hubiese corrido… el me sonríe. Como si no hubiera pasado nada. Creo, que efectivamente tampoco ha pasado nada…
-weón ya ven aca - me abraza fuerte y me tira hacia el, calmándome, acariciándome el pelo y la espalda. Tocando mis nalgas también. Recuerdo que fui desvirgado por eé hace, supongo, tan solo unas horas- que soñaste primito
-puras weás Fabi… aunque esta vez muy raras, muy reales
-algo feo?
-… no…
-entonces no te preocupí weón. - me besa dulcemente. Me acaricia con mas fuerza. Besa tan rico esta csm. Se lo digo. - Tu también primito… tus labios son muy ricos wn… - me los muerde. Me queda mirando, algo preocupado, algo tierno, algo caliente. Algo feliz. Me sonríe. Solo lo miro y le devuelvo esa sonrisa. Jugar Mortal Kombat con el fue uno de los grandes aciertos de mi vida. Espero. Me besa nuevamente hasta que se sube sobre mi
-que haci fabi weón?…
-te dije que teniamos que despertar asi todos los dias- Me puso su pene en mis labios. Su glande estaba mojado. Lo acaricie con mi boca… recordando como ayer ese pene se metió dentro mío, por primera vez. Entra. Acaricio sus nalgas… también fueron mías, en la tina. Bajo el agua, como el quería. Fue delicioso sentirme dentro de él. Luego en esta misma cama. Culiármelo fue exquisito. Recordando, y oyendo nuevamente sus gemidos, me excito demasiado. Me masturbo frenético. Él cubre mis ojos con sus manos. Acaricio yo su ano… le muerdo su pene un poco. Solo un poco, lo suficiente como para desocuparme la boca
-te quiero culiar de nuevo fabián
-primito… me duele weon, si me hiciste cagar ayer…-efectivamente, y mas de una vez…
-no que te iba a culiar cuando, donde y como yo quisiera?
-te la debo maxi. te lo juro. Pero ahora… - lo pienso. podría violarmelo y hacerlo mierda. Que se me negara me calentaba mas…Pero mi instinto de primo mayor fue mas fuerte y preferí cuidarlo.
-ya fabi no importa. Ven. - lo acurruqué a mi lado, su cabeza entre mi cuello y mi pecho. - déjame amarrarte con la polera de nuevo
-esa wea no la preguntí… -csm. Deseaba hacer esto de nuevo. Cuando el viernes lo amarré un rato me calenté demasiado. Era primera vez que lo hacía, mi “ex” se negó cuando se lo propuse… fome qlo. Pa que hablar de el. Esta vez dejé la polera a un lado y saqué un par de polerones, mas largos. Le amarré los brazos a la cama, boca abajo, y le inmovilicé las piernas. Puta que se veía rico. Me volvieron las ganas de violarlo de nuevo… pero… 
-te gusta esta weá fabi? -le pregunto mientas me pongo encima. Mi pene acomodándose entre sus nalgas
-weón… si
-habiai esto hecho antes con otro wn?
-no…
-ah buena… soy el primero… aunque me voy a quedar siempre con las ganas de haber sido TU primero- le beso el cuello, se estremece. Al parecer, estando así lo pone mas vulnerable… conociendo un poco mas a mi primito. El solo gime, suavecito. Da vuelta un poco su cabeza para hablarme. Dejo de moverme 
-maxi, tenia mucha curiosidad, de verdad, de estar asi. Aunque tengo muchas ganas de mas, si sabes a lo que me refiero.. - Le asiento.Me río un poco de la situación. El hablándome amarrado y yo encima de el- que weá te da risa
-nada fabi- le beso. - estar hablando asi. Aprendamos juntos. Nos complementamos. Tamos daos. - Era perfecto.
-Démosle. 
-Te violo?
-Noo… porfa. 
-Ya weoncito. - Le beso su cuello y me muevo sobre el, no tan fuerte, no tan suave. Lo masturbo. Su pene esta mojadísimo. En cualquier momento eyacula este weón. Me subo un poco, arrodillándome, de manera que sigue estando mi pelvis sobre sus culo exquisito, mis piernas rodeándolo, y mis manos libres para ahora masajearlo
-primito que rica esta wea… - lo punteo fuerte mientras mis manos lo tocan lentamente. Recorro con la yema de mis dedos toda su espalda, marcada, dura. Su piel morena suave. Él solo gime. 
-Te voy a moquear el hoyo weón
-Noo… desátame weón, acabemos juntos- le hago caso. En cuanto puede se tira sobre mi y me besa como un loco, salvaje. Ambos pajeándonos frenéticamente, besándonos, apretándonos - dámelo en la boca primo, quiero tu semen wn
-Ya qlo - Me pongo sobre el y le meto mi pene en su boca, al contacto con su lengua exploto, otro orgasmo intenso como los de todo ese fin de semana.  Siento como su semen choca en mi espalda, y la recorre siguiendo la gravedad. Me tiro sobre su pecho - uff…
-puta que lo hemos pasado rico Maxi. Mas rico que la cresta.
-Si weón… - suspiro
-tenemos la cama entera moqueá
-te creo
-y el hoyo hecho mierda
-te creeo - ambos reimos. Nuestro sudor nos recorre y nos une. Estamos, por el momento, agotados. Abrazados.
-te hice sudar caleta maxi, viste asi te vai poniendo en forma como yo
-como vo imposible qlo. Oye …soñé que sudaba, mucho - le contaba mientras comenzaba a jugar con sus tetillas
-oe si, despertaste too sopeao, que soñaste?
-(le cuento lo que recordaba)
-la weá tripea esquizofrénica weón. Que mierda - ríe - voy a pasar por ahí mas rato a ver que weá
-te vas? 
-quedé de juntarme hoy con el Benja a hacer barras en el balneario. Con uno de los que soñaste po wn
-te lo hai comido?- pregunto lleno de curiosidad, sin preámbulos. Se nota que mi fabi queda algo descolocado… me encanta sentirlo así.
-… no. A él no - ríe - pero igual está rico… te apuesto que hasta vo lo mirai - mmm… Benja es un compañero de el, mechón de recién cumplidos 18 años. Bastante lindo, la verdad. Carita de guagua.
-Le vai a hacer los puntos?
-nooo weón. Pa que mas. te tengo a tí ahora- reímos - te hago gancho con el?
- weón… que chucha, no
-primito, cualquier loco que vo querai, yo te lo consigo ;) - que mierda este weón. Aunque, siendo como es el… dificil resistirse…
-Cállate culiao. Dime mejor a cuales te hai comido? por curiosidad- un breve silencio de su parte.
-…A uno con los que soñaste. Experimentó conmigo.
-cual?
-soy entero sapo weón -ríe mirándome a los ojos-, discreción. El Damián. No le conti a nadie sipo
-Ese tiene el menso poto
-O no? Yaaaa pero nunca te dije. Si es re piola ese loco, se sacó la curiosidad nomas. Y no me ando comiendo a todo el mundo como vo pensai oe. De la U solo a el. No te me vayai a poner celoso
-Para nada. Hasta me estimula imaginarte haciendo cosas con esos wns
-Enfermo - ríe fuerte - y tu? 
-yo? a nadie.
-El Abel era tu pololo no?- maldito. No tenía que nombrarlo
-… pa que po.
-a ese me lo comí- quedé  helado. que chucha. lo notó - mentira weón!!! jajajja
-no weí mas con eso primo…
-bueeno - sin parar de reirse- no te lo menciono mas. Ahora me teni a mí. Osea, de amigo sexual.
-de compañero de Mortal Kombat?
-nooo yoo soy muy malo en esa weá. En Smash si te gano cuando querái.
-podriamos hacer otra con penitencias
-yapo.- se levanta- me voy a la ducha weón. Te dejé una pizza hecha pa que almorzí, cumplí mi palabra
-la que pediste no duró ni una weá. A que hora vuelves?
-ya me extrañai ya? A la noche
-mmm
-si me quedo vamos a seguir weando, y no. Despéjate, descanza. Todavía te debe doler el hoyo.
-mmmmm
-viste? ya anda a desayunar
Se fué a la ducha, se vistió y se fué. Me traje dos pedazos de pizza y me quedé perezoso acostado en la cama. Estaba cansadísimo. Que paja, al día siguiente tenía que volver a clases. Revisé el celular. Nada interesante, algunos mensajes preguntandome por anoche que no les di tanta importancia, y otros de tareas para la semana. Tampoco pesqué mucho. Tenía el tumblr abierto junto con otras apps, revisé. Weones ricos siendo publicados por todos lados, por el momento ya no lograban exitarme. Ojalá nunca termine ahí. Descargué algunos gifs que me hicieron gracia y cerré tumblr. Dejé youtube para ver videos de Felipe Avello, me daba mucha risa ese weón. Tenía paja de todo. Tenía weas que hacer pa la semana en la U, pero el paro se venía latente. Con Fabían igual tendríamos que viajar a Iquique la siguiente semana por compromisos familiares, asi que igual me servían unos días (que al final se convirtieron en una eternidad). Me fuí a buscar otro pedazo, estaba exquisita la pizza de este weón. Le encanta hacer, me la termino siempre comiendo entera… ahora le como otras cosas. Después de un rato pensé en Fabián. Tanto que me faltaba conocerlo. A pesar de todo se hizo tan natural, que… nosé, sigue siendo raro. Es rara la vida. Se da vueltas muy caprichosas de vez en cuando. Me suena whatsapp. Es Fabián. Me manda fotos del parque brasil el qlo pesao - nada! - me escribe. Una subido en los patitos el qlo. Me manda una selfie de él caminando por la costanera. Gorra, polera de tirantes, lentes de sol, una sonrisa gigante. Como puede tener tanta energía? Y ser tan rico el csm? Voy al baño. Me miro en el espejo. Nose porqué, pero me veo algo distinto. Me siento algo distinto. Mi piel dorada clara brillaba. Aún no me bañaba despues de haber sudado tanto. Mis ojos cafés estaban cansados, pero satisfechos. Pelo castaño, creciendo, quizás me lo corte pronto. Un rollo asomándose, pero pico. Mis piernas, muslos fuertes. Me gusta hacer trekking, y al menos subo a pie todos los pisos cuando llego al depa, casi mi único ejercicio constante. Me miré mi trasero desvirgado, firme. Igual me doy. Volví a la cama y seguí comiendo y viendo al pez Avello. 
Pasaron “tranquilos” los dos días hasta el martes. Fabián dormía conmigo, me despertaba y teníamos sexo…nos teníamos demasiadas ganas acumuladas. Llegábamos de clases y seguíamos. El martes nos quedamos en uno de los quesos, salas grandes escalonadas como anfiteatros, junto el Benja, aquél amigo suyo carita de guagua, a ver el conteo de votos para el dichoso paro. Salio Sí. La weá ya olía a descontrol.
-Benja vamos a carretear? Con el Maxi nos sacamos el depa, piolita, los tres nomas
…Será capaz?
__________________________________________ ¿Debiera esto continuar?
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blogdecuarto · 5 years
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La Noche Anterior al Último Adiós
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El frío de una reciente nevada acechaba al pueblo de Greendale. Su población mostraba su preferencia por quedarse en sus hogares al lado del fuego a leña, tomando un chocolate caliente y en familia. Definición de perfecto para muchos. Para otros, seguridad. En estos últimos meses, habían ocurrido una serie de asesinatos de adolescentes, sin ningún sospechoso mas que teorías raras, por lo que se dictó un toque de queda. Pero, sin embargo, ahí estábamos nosotros 4, un grupo de amigos inseparables yendo a acampar a las profundidades del tenebroso bosque que ocupaba la mayor parte del pueblo. Como siempre, Leonor iba adelante de todo, contando todo lo que veía por ser la primera en la fila y por su peculiar altura que tanto la caracterizaba. Entre lo descrito, se hallaba un riachuelo casi cubierto completamente por una capa fina de hielo que pronto iba a engrosarse, unos pinos eminentes que tapaban cualquier vista de arriba hacia el interior del bosque, y unas cautivadoras pisadas de humano dejadas en el barro mezclado con hielo.
Acercándose cada vez más con su bicicleta, se encontraba Manuel, el clásico deportista al cual todos querían, pero así como buena persona, también tendía a ser bastante competitivo. Con Leonor siempre hacían este tipo de cosas, de molestarse el uno al otro, dejando sospechas de una supuesta atracción entre ellos que pronto terminara en alguna relación. Si uno miraba para atrás, se iba a topar con Claudio y conmigo, que como el mayor tiempo que nos reunimos los 4, teníamos que presenciar todo el histeriqueo entre nuestros amigos. Con el paso del tiempo, aprendimos que lo mejor era ignorar esta situación y comenzar a hablar entre nosotros sobre fotografía, un tema en el cual ambos estábamos apasionados y por el cual podíamos pasar horas y horas conversando y biología, materia que nos iba bien a los dos, principalmente porque su papá era biólogo y tenía un laboratorio en su casa.. Después de tantos años, comencé a sentir algún sentimiento por Claudio, pero no era algo que le iba a contar, ya que no estaba en mis prioridades entrar en un vínculo amoroso con alguien. 
Así que allí estábamos todos, en pleno invierno en el centro de la arbolada, con la noche ya acercándose, mientras que el sol se iba bajando. Al pasar el fogón, cada cual se fue a su respectiva tienda compartida de a pares. Con Leonor, decidimos quedarnos mas tiempo de lo pensado charlando acerca de nuestros sentimientos hacia los chicos, cuando en el otro lado no se escuchaba mucho más que búhos, grillos y sapos, suponiendo entonces que tanto Manuel como Claudio estaban en el quinto sueño. De pronto, un ruido extraño de pisadas hacen que ambas nos alertemos, por lo cual tomamos la iniciativa de abrigarnos, agarrar dos linternas y salir a investigar. Por lo visto, ninguno de los chicos se hallaban en sus carpas, llevándonos a que tengamos que salir mas allá del campamento para buscarlos. Los primeros 20 minutos, no tuvimos la suerte de acertar con cualquiera de ellos, y entonces decidimos separarnos. Lo sé, si uno lo piensa, esa es la principal razón por la cual ocurren asesinatos en las películas, pero no estábamos en una de ellas.
 Sigo recorriendo metros, y nada de nada. Ningún simple indicio de ellos. En ese intento de volver al punto de encuentro determinado con Leonor, por una casualidad logro escuchar una música, proveniente del norte, lo que me lleva a guiarme en esa dirección hasta toparme con una cabaña llena de adolescentes alcoholizados y bailando. Sin siquiera pensarlo, me meto adentro en busca de mis amigos, y así encontrándome con Manuel. Al preguntarle por su amigo, me dice que estaba en el patio y que si sabía dónde se hallaba Leonor, ya que era muy tarde para que este sola, mas habiendo tanta gente loca suelta. Le cuento lo que había sucedido, lo que lo deja sorprendido. Me ofrece algo de tomar, y al haber caminado tanto, muy sedienta acepto. Me retiro, y terminó hallando a Claudio, quien ahora estaba muy ocupado abrazado de Leonor, o diría que algo mucho más que abrazados.  Esto sí que era imperdonable. Mi primera reacción no es de llanto ni de enojo, simplemente de decepción, por lo que le tiró mi buzo diciéndole “Por favor, prosigan, no quería interrumpir, pero tápense así nadie mas los ve”. Pensé en llamar a mi mamá, como lo había hecho antes de llegar a la cabaña, pero me acorde que se hallaba en el bolsillo de mi campera. Seguí mi trayecto, sin ocurrirme hacer cualquier tipo de parada.
Ahí estaba, sola, traicionada, con frío, en el medio del bosque, sin un rumbo fijo, hasta que llego a mi casa, donde inmediatamente me meto en mi cama, tratando de dormir, con la esperanza de que todo lo ocurrido haya sido simplemente un sueño. Siento que alguien bruscamente me despierta, y lógicamente era mi madre. Con un raro e intenso dolor de cabeza, me sorprende informándome de lo in imaginado: Una pareja que había amanecido corriendo a lo largo del bosque, se había topado con dos cuerpos de adolescentes en el río. Para lo que era peor, esos dos cuerpos eran los de Leonor y Claudio. Sin embargo, aunque tuve miles de interrogatorios, no podía recordar lo sucedido el día anterior. Sintiéndome bastante mal, prosigo a dirigirme al baño, lugar en donde no puedo parar de vomitar. Saberlo no lo sé, pero de lo que estaba segura era de que algo extremadamente extraño había sucedido.
Las semanas transcurrieron, y yo pase por todo tipo de velatorios. De Manuel, no se sabía nada, se lo pensaba desaparecido, al igual que otros estudiantes.. Leonor y Claudio, estaban muertos, y devuelta, Beatriz se encontraba sola. En cada clase distinta tenía a una persona diferente tratando de sacarme información, suponiendo que por ser mas amables iba a recordar o a contarles algo. En la ante última hora, Biología, me presto a dormir, ya que los dolores de cabeza continuaban. Me encontraba en el bosque, imágenes de sangre, la cara de Leonor, mis manos manchadas con un líquido rojo, Claudio gritando, siendo interrumpido por el profesor, quien por algún motivo opta por hacer como si nada. Pero  eso no era algo importante, de alguna forma u otra, esos eran claramente recuerdos, pero no los comprendía, ya que eran una serie de flashes, que, por otra parte, me dejaban a mi como principalmente sospechosa. ¿Que hacíamos en el bosque? ¿Yo era la culpable?¿Por qué lo haría?¿Por qué no lo recordaba? ¿Lo tendría que contar?
Al terminar las clases, me dirijo a la casa de Leonor, no puedo lograr no llorar al entrar a su cuarto y ver todas sus cosas. Su mamá me deja mi espacio para que me despida de sus cosas. Me siento en su cama, toco los almohadones, me oriento hacia la ventana, donde noto un color verdoso raro que había manchado la pintura blanca, pero no le doy importancia. Sigo por sus estantes llenos de fotos nuestras, mi llanto se mantiene, me encuentro una caja bajo la cama y decido abrirla. Dentro, se hallaban sus preciosos diarios, en los que ella contaba prácticamente toda su vida y era imperdonable leer  o tocar uno de ellos. Sin embargo, por alguna razón, sentí que abrirlos era la mejor idea que podía pasar por mi cabeza. Me inclino por uno marrón, perteneciente a la primera parte de la primaria, cuando ni siquiera éramos un grupo con los chicos. 
“                                                                                                                                 Lunes 23 de Mayo
 Querido diario, 
                              Con Bea decidimos anotarnos en un taller de reciclaje, y ahí estaba él, Manuel. Al principio pensé que era algo raro, ya que se junta con el fenómeno de Carlos, César, o Claudio creo. No importa, el hecho es que no se que hacer para que me de por lo menos la hora, y no creo que Bea sea de mucha ayuda, ya que solo se preocupa por sus estudios.”
Ver eso me entristeció, después de todo era mi amiga, y saber qué tardó tanto en decirme esto sinceramente me puso bastante mal.
“                                                                                                                                      Viernes 4 de Julio
 Querido diario,
                               Otra vez más, Claudio se interfirió entre Manuel y yo, no lo puedo creer, obviamente se lo dije, por lo que creo que no le caigo muy bien que digamos.”
Por ahí estaba muy preocupada en mis estudios como para darme cuenta de que le caía tan mal Clau. Agarro un diario mas reciente, mejor dicho el último.
“                                                                                                                                     Jueves 7 de Junio
Querido diario, 
                             No se que me pasa, con Manuel no es lo mismo, ya no conectamos de la misma forma, y por otro lado no puedo impedir sentir lo que estoy sintiendo por Claudio. Él se está haciendo alguien muy importante para mi, pero no se como decírselo a Bea, ya se cuanto le gusta, y después de todo, tengo a Manu.”
¿No puedo impedir sentir lo que siente con Claudio? ¿Está hablando de amor? Soy una tonta, no se para que me ocupo de investigar todo si después de todo es una traicionera. A pesar de esto, sigo leyendo, esperanzada de encontrar algo útil que me ayude a recordar. Y ahí lo encuentro, la última escritura, en el día anterior al día en el que supuestamente desaparecimos todos. Raramente, la ante última hoja se encontraba arrancada, sin embargo continuó con mi lectura. 
“                                                                                                                                       Viernes 25 de Julio
Querido diario, 
                            Ya es algo que no puedo controlar. No puedo dejar de pensar en él. Acordamos en ir a acampar con los chicos, ahí nos vamos a escapar a una fiesta, y pienso declararme a Claudio. Me siento horrible por traicionar a Bea, pero Claudio es especial, es alguien único.”
Mentirosa, sin códigos, atorranta, todo eso y mucho más es lo que le diría en este momento. Ya estaba completamente seca de tantas lágrimas que habían salido de mis ojos, no tenía mas para llorar. ¿Por qué me sentía tan enojada si ella estaba muerta? ¿No tendría que sentirme triste? Necesitaba explicaciones reales, pero no las iba a encontrar en ningún lado, ellos ya no estaban, no me habían dejado nada. Así y todo, ¿Había sido yo la asesina? No sabía cómo, pero tendría que descubrir este misterio, empezando por encontrar a Manuel. Él iba a ser la respuesta a todas mis preguntas. Pero ¿Dónde lo iba a buscar? Tenía que empezar a recordar, tal vez si probaba como la otra vez podría obtener algo. Lo hice. Me recosté en su cama, y ya no me encontraba allí, sino en una fiesta. Todo se veía borroso, de pronto lo veía a Manuel, recuerdo una conversación con él, de la nada me encuentro afuera, y los veo a ellos dos juntos. Le tiro mi buzo, con mi celular dentro. Ahora estoy en la cama devuelta. Una llamada de la madre de Leonor es la que me despierta.  Tenía que salir de ahí, mí busca de Manuel no tendría sentido sentada entre esas 4 paredes. 
Al día siguiente, para mí mayor sorpresa no tuve que buscar mucho, ya que extrañamente Manuel había aparecido en la madrugada, al igual que yo, sin memoria. Después de asistir al colegio, mi sentido común me guía a ir a visitarlo, pero al momento de verlo, no podría no preguntarle algo. "¿No te acordás de nada?", le solté. "Recuerdo una fiesta, luces, música, gente, alcohol, a vos, te recuerdo a vos. Estabas rara esa noche, no sé qué te pasaba." Silencio. Eso era la sensación que abordaba toda la habitación. Ninguno de los dos sabía qué decir. De nuevo, yo opte por retirarme antes de que la situación sea más incómoda. No entendía nada, ¿Qué significaba todo? Mi cabeza era una máquina incontrolable que no paraba de procesar miles de hipótesis sobre lo ocurrido. 
 Ya había recurrido a dos personas. Me faltaba la última. De la que menos quería saber, pero que tendría que averiguar para resolver este misterio. No sabia por que, pero quería averiguar que había pasado, después de todo eran mis amigos los involucrados, y de alguna forma, al llegar a la resolución podría vivir en paz. Hasta ahora solo sabía acerca de una fiesta, la traición, encontrarme a Manuel, no recordar nada, flashes de mis manos ensangrentadas, Claudio gritando, tensión por doquier. ¿Cómo se podían conectar todas esas cosas para obtener un asesinato? ¿Había sido asesinato? Lo sabía, mi lugar clave era conocer sobre la autopsia. 
Tarde horas hasta convencer a mi madre de hablar con la de Leonor, quien muy extrañada respondió mis dudas. Al parecer, un balazo había sido la causa de la muerte de Leonor, y ahogamiento e hipotermia la de Claudio. Raros métodos había elegido el asesino, pero ¿Por qué esa elección? ¿Por qué a ellos? Cada vez el dolor de cabeza aumentaba a medida que lo pensaba mas. En eso, un mensaje inesperado llega a mi celular. Cuando lo reviso, me aclara las dudas, siendo Manuel el cual lo enviaba, diciéndome que tenia algo importante que decirme.  
Me quede con la duda toda la tarde, hasta que a la hora de la noche pude encontrarme con mi amigo, quien no tardó en decirme lo que había recordado. No era lo que yo quería escuchar. Disparo, corridas, sangre. Otra vez se repetía la historia. Tanto él como yo sabíamos que todo indicaba que yo era la asesina, la culpable de que ya no estén. Pero, ¿Cómo puede ser que una persona no recuerde su propio asesinato? Algo no cerraba. Manuel parecía muy convencido en sus recuerdos, pero uno no podía llegar a una conclusión sin tener todos los hechos bien organizados. Decidí, escribir todos los datos que tenía en una hoja cronológicamente. 
Leonor interesada en Manuel
Leonor detestaba a Claudio
Leonor se enamora de Claudio
Serie de asesinatos
Campamento
Fiesta
Veo a Manuel
Hay mas gente
Claudio y Leonor juntos
Sangre y gritos
Aparezco en mi casa sin memoria
Claudio y Leonor muertos
Era momento de conectar todo, pero nada, no me llevaba a nada. Claudio. El era la respuesta que necesitaba. Me acerco a su casa, solo se encontraba Sandra, su cocinera. Me dice que pase, que pronto llegarían sus padres que se hallaban trabajando. Su madre, era policía, por lo cual, estaba muy metida en el caso tratando de solucionar las mismas dudas que yo tenía. Por su parte, el padre, estaba en su otro laboratorio, trabajando en algo extraño. Sin importarme mucho, me inclino a su cuarto. Nunca antes había estado allí. Era bastante grande, mucho mas que toda mi cocina y living juntos. Urgo entre sus cosas, cuando allí estaba, la hoja faltante del diario de Leonor. La desenrollo y aunque la mayoría se encontraba medio borroso, pude llegar a leer algo. 
“                                                                                                                                 Jueves 24 de Julio
Querido Diario, 
                              Ayer ocurrió algo extraño. Claudio, muy apurado entro a mi cuarto por la ventana, parecía demasiado nervioso, antes de que lo termine echando, llegó a escuchar que me hablaba acerca de una fiesta en el medio del bosque y se me ocurre invitar a todos a un campamento. Sin embargo, Claudio no se notaba tranquilo, parecía alterado, y hasta un poco violento. Antes de que se vaya, veo una especie de mancha verde, que sin  darse cuenta, tapa la pintura de mi ventana cuando sale. ”
Mancha verde. Violento. Mama policía equivalente a un arma. Antecedentes de maltrato. Conectados con el caso. Necesitaba saber qué era esa mancha verde, y por alguna razón en especial, un presentimiento me llevó a dirigirse al laboratorio, donde por fin encontré un libro. Allí dentro una página marcada revelaba todo. Una sustancia verdosa capaz de borrar memoria. Claudio era muy bueno en biología, y tenía todos los recursos para hacerlo. Pero por lo visto, algo le había salido mal, ya que si quitaba el polvo de la página podía encontrarse con que la memoria era borrada temporalmente. Todo esto me llevo al ultimo recuerdo que necesitaba. El que iba a decretar el asesino. 
Después de encontrarlos, me retiro, camino y camino por el bosque, cuando de repente escucho un grito. Corro en esa dirección hasta toparme con Claudio y un arma, recriminando a Leonor todo el daño que le había hecho sufrir en su infancia. Me escondo atrás de un árbol, y veo entonces a Leonor tirada en el piso. Me sentía extremadamente mal. Dolor de cabeza y mareo en su máximo nivel. Inclino a salir, cayendo en la nieve. En eso, escucho un disparo, siendo la bala impactada en el estómago de Leonor. Me acerco lo mas que puedo a ella, arrastrándome para llegar a intentar tapar la herida, manchándome todas las heridas. Al verme, Claudio amaga a dispararme, cuando es Manuel el que lo intercepta, empujándolo y ambos cayendo. El salvador, retumba con la nieve antes de terminar completamente inconsciente, mientras que el otro es el cual impacta con el agua ya casi congelada, rompiéndola y quedándose bajo, ya que no sabía nadar. Nadie pudo ayudarlo, tanto Manuel como yo estábamos muy débiles, y ahora que lo pienso, ambos habíamos tomado en la fiesta. Uniendo todo lo averiguado, era la sustancia que Claudio había preparado la que nosotros ingerimos. Todo cerraba. Menos algo. ¿Como habíamos salido de ese lugar Manuel y yo? No lo recordaba. Sin pensarlo, voy hasta la comisaría y declaró todo lo recordado, por lo que las autoridades se quedan atónitas con lo vivido. A pesar de esto, en este momento simplemente quería volver a casa, ya había cumplido con ellos de alguna forma u otra. 
Al llegar, decido tomarme un baño, y finalmente recostarme en mi recamara. En eso, otro mensaje llega a mi celular, pero esta vez en modo de anónimo. “ Así que ahora jugas a ser detective, mira vos. Acá te tengo otro misterio para resolver: Muy bien, resolviste el caso, supongo que me debes una por ayudarte a volver a casa, te estaré vigilando, pero acordate que este asesinato no es nada en comparación con los que vengo cometiendo. Tene cuidado, pero tranquila que vos me caes bien, lamentablemente, no puedo decir lo mismo de tu amiguito. Justo ahora lo estoy viendo entrenar. Tic toc, el tiempo vuela, ¿Lo mato o no lo mato? Mejor hoy no. Nos vemos la próxima primor, suerte averiguando quién soy. ”. Miedo, silencio, escalofríos, duda. Todo junto. Pero algo tenía claro, esto no iba a quedar así. 
 ¿Policial negro o de enigma?
Muertes. Crimen. Investigación. Pistas a seguir. Delincuentes. Sospechosos. Detectives. ¿Relación alguna? Claro, a esto se lo relacionaría fácilmente con un típico texto policial. ¿Sabías que hay más de un policial? ¿Cuales son? ¿Cuál es la diferencia entre ellos? Tranquilos que esas dudas se van a aclarar.
“La Noche Anterior al Último Adiós” es definitivamente un ejemplo de una novela policial clásica o de enigma, ya que la historia transcurre desde la mirada de Bea, una adolescente que se encuentra en medio de un acertijo sobre la muerte de sus mejores amigos y del dolor de una chica por la traición de su hermana de la vida. Es ella quién a lo largo de la trama va momento a momento, día a día y paso a paso descubriendo e interpretando distintas pistas hasta llegar a la resolución del crimen. Aunque no tenga un título de detective oficial, dentro de sus características se puede ver como contiene ese sentido investigador nato que la ayuda en el momento de reconstruir la historia y revelar el misterio al final de la historia, otras de las cualidades halladas dentro de un policial de enigma. 
Otro claro ejemplo es la novela “La velocidad de la música” de Andrea Ferrari, autora que opta por usar a la protagonista Sol para usar sus rasgos de aspirante a periodista para resolver el caso del fotografío muerto, que extrañamente termina relacionado con el famoso cantante Tommy Fox, quien al mismo tiempo es responsable de un asesinato. Lo que hace interesante de este policial es ver cómo fue cometido el delito y cuál fue la razón que tuvo el culpable. La novela intenta demostrar que cualquier situación de dinero y poder borra los límites de lo que está bien y lo que está mal. Es ese “Me creo impune por ser famoso y tener dinero”. Muestra qué tan rápido es la industria de la música en la que te podes hacer conocido, ganar plata, fans y poder, y al mismo tiempo que tan rápido eso se puede ver afectado por una simple acción. 
Sin embargo, por otro lado muy distinto, se encuentra el policial negro, en donde la mirada usada es la del delincuente o culpable, y al ya saberlo no hay enigma, pero lo que lo hace interesante es ser protagonista de que puede llegar a hacer el criminal con tal de salir ileso de la situación y de no ser descubierto. En el caso de “Tuya”, novela de policial negro de Claudia Piñeiro,  se puede ver como se marca la mirada de Inés, y se sabe como es el crimen en el que ella mata a Charo, al descubrirla como amante de su marido Ernesto. Anteriormente ella se había enterado de él romance de Ernesto con su secretaria Alicia y es a partir de ahí que ella decide abrir una investigación hasta llegar a Charo, su última amante. Llena de odio y medio a que la imagen de familia perfecta se vea afectada, ella hace hasta lo imposible para mantenerla intacta. Al mismo tiempo se puede ver la personalidad manipuladora y fría que hace que Inés haga lo que hizo. Además es posible observar cómo se abre una investigación para resolver esa muerte, lo que pone en aprietos a Inés.  
Análisis de la imagen:
Al adentrarse a la historia, uno puede verse entre medio de la investigación e intentar interpretar qué es la mancha verde de la ventana de Leonor. Más tarde Bea descubre que Claudio era responsable de ella y que él era el visitante misterioso de su amiga en el medio de la noche. ¿Como lo hacía? A través de la famosa ventana. La imagen muestra una figura masculina delante de una ventana abierta en la oscuridad, representando esa visita.
Chloé Zelaya
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jrlrc · 5 years
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Hampa del periodismo y Enrique Cárdenas
Sí existe "hampa del periodismo". Aunque no en el sentido de López Obrador; “todos mis críticos son todos los hampones”, es lo que quiso decir, y no... No todos sus críticos periodísticos son hampones, pero sí lo son -corruptos, mercenarios, etcétera- algunos periodistas, incluidos críticos y defensores de AMLO. Sólo tres ejemplos de los dos subgrupos: 1) el nefasto López Dóriga (no extorsionó incluso a la Aramburuzavala?; hay otros extorsionadores hasta videograbados!), 2) Sanjuana Martínez, que usa Notimex para promocionarse y defenderse, volviendo privado lo que debe ser público (lo que es corrupción) y 3) la baja campaña de los periódicos poblanos contra Enrique Cárdenas.
No tengo compromiso alguno con Cárdenas, no meto las manos al fuego por él y ha cometido algunos errores de campaña, entre ellos no haber pedido su baja temporal del (por demás cuestionable) SNI. Pero NO es el corrupto que han “querido” pintar los periódicos de Puebla, en donde absurda e increíblemente se le hace aparecer como lo peor de lo peor. Ahora resulta que él y no otros es el ejemplo de la corrupción... Grilla llevada a extremos asquerosos -y potencionalmente contraproducente... Esa campaña de los medios poblanos, en general, y de los periódicos, en particular, es una de las peores que les he visto hacer: por su tamaño y uniformidad y por su falsedad o exageración y su cinismo y bajeza. Coordinación excrementicia. Que queda registrada y es una marca más en la negra historia contemporánea del periodismo local. 
Mucho se confirma en el Monitoreo de radio y televisión que hace el INE sobre la campaña de la elección extraordinaria. Ahí puede verse el enorme sesgo antiCárdenas de los medios poblanos. Un sesgo tan grande, en radio, televisión y periódicos, que no puede sino implicar algún tipo de coordinación, con lo que eso implica -y los que conocemos los medios locales sabemos qué es eso.
Digo, entonces, que algunos periodistas poblanos -sus basuras de temporada- me hacen recordar siempre a Gustave Flaubert: "amaba con tanta pasión al poder que habría pagado para venderse".
P.D. La “valoración” o, en este caso, ataque y prejuicio contra Cárdenas, en radio y TV, está aquí: https://monitoreo2019.ine.mx/puebla2019/app/informeGrafica?execution=e3s1 Pero si al entrar se llega al inicio de un menú, hay que buscar, en la misma sección Gráficas, la parte nombrada Tipo de valoración.
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lecturasdiarias · 4 years
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Lecturas del Domingo 2º de Pascua - Ciclo A
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Lecturas del Día Domingo 19 de abril de 2020
Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 2,42-47
En los primeros días de la Iglesia, todos los hermanos acudían asiduamente a escuchar la enseñanza de los apóstoles, vivían en la comunión fraternal y se congregaban para orar en común y celebrar la fracción del pan. Toda la gente estaba llena de asombro y de temor, al ver los milagros y prodigios que los apóstoles hacían en Jerusalén.
Todos los creyentes vivían unidos y lo tenían todo en común. Los que eran dueños de bienes o propiedades los vendían, y el producto era distribuido entre todos, según las necesidades de cada uno. Diariamente se reunían en el templo, y en las casas partían el pan y comían juntos, con alegría y sencillez de corazón. Alababan a Dios y toda la gente los estimaba. Y el Señor aumentaba cada día el número de los que habían de salvarse.
Palabra de Dios
Salmo Responsorial
Sal 118 (117), 2-4.13-15.22-24
R./ La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Diga la casa de Israel: “Su misericordia es eterna”. Diga la casa de Aarón: “Su misericordia es eterna”. Digan los que temen al Señor: “Su misericordia es eterna”. R./ La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. 
Querían a empujones derribarme, pero Dios me ayudó. El Señor es mi fuerza y mi alegría, en el Señor está mi salvación. R./ La misericordia del Señor es eterna. Aleluya. 
La piedra que desecharon los constructores, es ahora la piedra angular. Esto es obra de la mano del Señor, es un milagro patente. Este es el día de triunfo del Señor: día de júbilo y de gozo.
R./ La misericordia del Señor es eterna. Aleluya.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol San Pedro 1,3-9
Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, por su gran misericordia, porque al resucitar a Jesucristo de entre los muertos, nos concedió renacer a la esperanza de una vida nueva, que no puede corromperse ni mancharse y que él nos tiene reservada como herencia en el cielo. Porque ustedes tienen fe en Dios, él los protege con su poder, para que alcancen la salvación que les tiene preparada y que él revelará al final de los tiempos.
Por esta razón, alégrense, aun cuando ahora tengan que sufrir un poco por adversidades de todas clases, a fin de que su fe, sometida a la prueba, sea hallada digna de alabanza, gloria y honor, el día de la manifestación de Cristo. Porque la fe de ustedes es más preciosa que el oro, y el oro se acrisola por el fuego.
A Cristo Jesús no lo han visto y, sin embargo, lo aman; al creer en él ahora, sin verlo, se llenan de una alegría radiante e indescriptible, seguros de alcanzar la salvación de sus almas, que es la meta de la fe.
Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según San Juan 20,19-31
Al anochecer del día de la resurrección, estando cerradas las puertas de la casa donde se hallaban los discípulos, por miedo a los judíos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Cuando los discípulos vieron al Señor, se llenaron de alegría.
De nuevo les dijo Jesús: “La paz esté con ustedes. Como el Padre me ha enviado, así también los envío yo”. Después de decir esto, sopló sobre ellos y les dijo: “Reciban el Espíritu Santo. A los que les perdonen los pecados, les quedarán perdonados; y a los que no se los perdonen, les quedarán sin perdonar”.
Tomás, uno de los Doce, a quien llamaban el Gemelo, no estaba con ellos cuando vino Jesús, y los otros discípulos le decían: “Hemos visto al Señor”. Pero él les contestó: “Si no veo en sus manos la señal de los clavos y si no meto mi dedo en los agujeros de los clavos y no meto mi mano en su costado, no creeré”.
Ocho días después, estaban reunidos los discípulos a puerta cerrada y Tomás estaba con ellos. Jesús se presentó de nuevo en medio de ellos y les dijo: “La paz esté con ustedes”. Luego le dijo a Tomás: “Aquí están mis manos; acerca tu dedo. Trae acá tu mano, métela en mi costado y no sigas dudando, sino cree”. Tomás le respondió: “¡Señor mío y Dios mío!” Jesús añadió: “Tú crees porque me has visto; dichosos los que creen sin haber visto”.
Otros muchos signos hizo Jesús en presencia de sus discípulos, pero no están escritos en este libro. Se escribieron éstos para que ustedes crean que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que, creyendo, tengan vida en su nombre.
Palabra del Señor
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cuyeta · 5 years
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2018
El fin de año siempre será mi época favorita, es donde haces recuento de los daños y descubres cuánto aprendiste, y cuánto dolió todo en el año, y a inicios de año jamás te imaginas cuánto vas a aprender en tu vida. El 2018 comenzó bien, estaba pasando por una etapa de "depresión" si se le puede llamar así, pero es algo que ya no se me va a quitar, y he aprendido a vivir con ello... Empecé súper enamorada de Carlos, ay ese Carlos cómo me tenía de loquita, era un buen niño, tenía buen sentido del humor, pero resultó demasiado tóxico, y estoy segura que él sabe que es demasiado tóxico incluso para él mismo... Dios mío, a pesar de todo eso le deseo lo mejor, en su vida personal y en su vida laboral, creo que de cierta forma todos merecemos ser felices... Y él me enseñó a ver las "relaciones" de otra manera, me aventó a otro mundo, aprendí cosas nuevas, y me hizo entender varias cosas...
En Febrero conocí a Víctor, el niño que me hizo saber lo que quería, y exactamente con quién lo quería... Me enseñó muchas cosas, no puedo negar que no, me enseñó a decir que no, a decir que sí, a librarme de varias situaciones y me dio todo lo que siempre quise de alguien en un solo día, no puedo negar que me hizo soñar, y que de cierta forma me hizo feliz, también le deseo que esté feliz con su bonita novia, y que siga siendo el hombre virtuoso que es, siempre me encantaran los hombres que tocan instrumentos, y él no será la excepción, que suertuda es su novia.
Después conocí a Fabián, el hombre de mis sueños, real... No puedo creer que en el mundo alguien me pueda querer como él, y yo no puedo creer que lo quiera tanto, vale tanto la pena, necesita vivir tantas cosas y de cierta forma yo siento que lo freno a todo eso, merece el mundo y siempre se lo he dicho, no me cansaré de decírselo... Y me siento como una carga para él, sé que él nunca lo ve así, pero yo sí, no puedo mantenerme cerca de él por todo lo imposible que es esto, pero no puedo evitar quererlo como a nadie... Lo que me duele más es que no se de cuenta de nada, y que justifique todo con un "es que nos queremos" ¡DEMONIOS FABIÁN! Obviamente te quiero, te amo, meto las manos al fuego por ti sí es necesario, pero no estamos en el tiempo correcto, en algún momento estoy segura que encontraras a alguien que te brindará lo que yo no, y será el estar cerca, el poder tocarte, el poder apoyarte... Y yo no puedo... Escribiendo esto me doy cuenta (aunque todo el tiempo durante la relación lo he sabido). No podemos estar juntos porque hay varias situaciones que nos lo impiden, siempre me gustará su manera romántica de decir "pero si nos queremos, podemos" y es obvio, pero tenemos años de diferencia que se notan mucho en esta situación, probablemente después nos encontremos, pensar en que él es mi "hilo rojo" me resulta demasiado romántico, pero me encanta... Ese niño merece lo mejor, y yo estoy dispuesta a darselo, pero hay 8mil km de distancia que no podemos atravesar tan fácil... Me gusta este obstáculo, porque me hace saber cuánto vamos a pasar con tal de tenernos, pero necesito vivir algo cerca, algo palpable, para saber que realmente él es el que ha valido, vale y valdrá siempre la pena.
Y conocí a Sebastián... Las vacaciones de verano fueron un "caos", empezaba a conocer a varias personas después de que Carlos se había ido, verga que carga me generaba ese individuo en muchos aspectos de mi vida, y cuando se fue literal, salió el sol. Sebastián siempre será el niño que me cautivó en el primer momento, yo era una novata jugando y él a pesar de saberlo, si quería jugar conmigo, y yo también, el primer día que lo conocí me hizo doler la panza de la risa, no puedo explicar lo que sentí porque él estaba, recuerdo mucho todas las cosas que dijo, todo lo que me hizo sentir, el quedarnos hasta las 6am simplemente porque queríamos hablar y nada nos importaba, encontré muchas cosas en común con él, no puedo evitar recordar su promesa de ir a ver el Rey León live Action, porque ninguno de las dos la había visto jaja, era un caballero, un tipo que entendía mi humor, y lo mejor de todo, lo seguía...
Pasaron varias personas ese 2018, unas se quedaron, otras se fueron, otras volvieron, y otras vienen... Y se van. No puedo evitar pensar que el 2018 me lleno de muchas sorpresas, me encantan los fin de año, porque parece que el 2019 promete más sorpresas y que emocionante es todo esto.
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wineup-es · 6 years
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Verticalidad es lo que mejor define a los viñedos en la Ribeira Sacra.
No ha pasado un mes y siento la necesidad de plasmar negro sobre blanco la experiencia de visitar una muy pequeña parte de lo que es la Ribeira Sacra, suficiente para hacerse una idea de la grandeza de esta tierra mágica en la que rozas el cielo sin necesidad de subir a cientos o miles de metros.
La verticalidad de los viñedos y sus paisajes, la historia, los valores humanos, la gastronomía… a cada cual le llegará al corazón de una forma o de otra pero meto la mano en el fuego que nadie se va indiferente de este trozo de tierra que acompaña el cauce del río.
Tenía en la memoria los vinos publicados en la guía Wine Up!, esa guía en la que todos los vinos se catan, puntúan y comentan a ciegas, es decir, sin conocer la marca ni el origen del vino. Tras cada tanda de vinos se destapan para anotar el nombre y luego poder publicarlo en la web (www.wineup.info) y de ahí a la guía.
Una bodega (sus vinos) de Ribeira Sacra llamó mi atención: ALMA DAS DONAS (antes Pena das donas). Sobre todo su rosado, uno de los más puntuados en la guía 2019 y su tinto Top: Almamadre.
Tan solo una llamada me sirvió para tener las puertas abiertas y lo que más valoro, la predisposición absoluta a mostrarme sin complejos su verdad, su realidad, su día a día.
Lara (gallega de Marín) y Roberto (Italiano) cambiaron su trabajo en Madrid para tomar las riendas de esta bodega. Locura para muchos, para mí una historia de amor hacia la tierra, hacia un entorno único en el mundo, una forma de vida que creo que aunque sea de reojo todos envidiamos, también, seguro una zona donde reencontrarse como personas, lejos de la vorágine de la ciudad.
La visita se hace rápida, es una bodega pequeña, casi podríamos decir por la dimensión de garaje pero con todo lo necesario para cuidar los procesos de elaboración. Para Roberto lo importante está en la viña, por suerte, para mí y cualquiera que quiera comprender un vino también.
Llega el momento de coger el coche para subir a la zona donde están vendimiando. Yo que soy hombre de llanuras como las que cabalgó el imaginario hidalgo Don Quijote, reconozco que me costó conducir por esas curvas tan cerradas que casi podías leer la matrícula trasera de tu propio coche, todo ello cuesta arriba. La bajada es mucho más fácil, casi te acostumbras y no dudo que cuando vuelva (que lo haré) el miedo dará paso al disfrute máximo (siempre con la debida precaución).
Sólo eres capaz de comprender un vino cuando conoces su entorno, su realidad. Dejémonos de viticultura heroica, queda muy bien decirlo pero hay quien puede entender que es una excusa para cobrar más por un vino sin merecerlo. Lo que se hace en la Ribeira Sacra hay que valorarlo más como arraigo, subsistencia, amor a una tierra, no querer abandonarla aun conociendo lo dura que es. Aferrarse a un medio de vida, probablemente el único como pasa en otras regiones de España y el mundo (la viña) con la salvedad que para ellos es im trabakp infinitamente más duro al no poder usar medios mecánicos para su laboreo o vendimia.
Tienen los mismos problemas que pueda haber en otros viñedos, pero aquí todo hay que hacerlo a mano.
Si son héroes es porque te reciben con una sonrisa, esa que no pierden aún con lo duro del trabajo. Héroes por su hospitalidad, no es tierra de abundancias pero lo que tienen te lo ofrecen como si les sobrara. Eres consciente de que el tiempo es relativo, se vive al ritmo de la naturaleza que es lo que se respira y lo que te inunda.
Puede que no sean los mejores vinos del mundo, aunque te encuentras cosas excelentes, sobresalientes como los de Alma das Donas, pero después de pasear por allí, cada botella que descorcho me devuelve la magia de ese entorno, de esas viñas y de esas gentes y he de decir que me emociona, me sabe a gloria y me pide volver.
Al fin y al cabo, el vino, sobre todo es eso, personas y paisajes unidos a momentos, el vino, el buen vino no deja de ser un estado de ánimo. Hay que sumar muchas cosas para llegar a disfrutarlo al máximo y cuando lo haces… llega el éxtasis, la emoción.
  Los vinos recomendados de esta bodega son:
  ALMALOLA 2017: 91,08 Puntos Wine Up!
Rosa fresa. En nariz intenso, un rosado serio con protagonismo para la fruta roja, sobre todo fresas con algo de cereza y regaliz rojo. En boca le sigue la estela a los aromas de nariz, es intenso en la fruta que encontramos. En retrogusto, también hay flores como las violetas. Ligero amargor que le da presencia y persistencia.
  ALMAMADRE 2016 – 93.69 Puntos Wine Up!
Rojo cárdeno capa media alta que tiñe la copa. En nariz intensos recuerdos de fruta roja, sutil incienso, cacao, vainilla, algo lácteo. La fruta se muestra ácida y destaca por ser balsámico. En boca como se intuía en nariz, con buena acidez, fruta roja y negra como protagonistas. Tanino presente que no estorba, le da carácter. Sutil amargor que se funde con un recuerdo ahumado
    @ecatas
www.instagram.com/joaquinwineup
www.linkedin.com/in/wineup
  RIBEIRA SACRA, VIÑEDOS VERTICALES, PAISAJES ÚNICOS DE LOS QUE NACEN VINOS SINGULARES. #Almadasdonas #RibeiraSacra #Galicia #viticulturaheroica Verticalidad es lo que mejor define a los viñedos en la Ribeira Sacra. No ha pasado un mes y siento la necesidad de plasmar negro sobre blanco la experiencia de visitar una muy pequeña parte de lo que es la Ribeira Sacra, suficiente para hacerse una idea de la grandeza de esta…
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