Tumgik
#vivir para Cristo
karlos-a · 4 days
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📌 No moriré, sino viviré... No es que nunca deba morir, David sabía que debía hacerlo; pero que sus aflicciones actuales no resultarían en la muerte; o no debería morir a manos de sus enemigos, a veces temía que así fuera; pero ahora creía que viviría, como lo hizo, hasta una buena vejez.
Él sabía que debía vivir espiritual y eternamente, y no morir una segunda muerte; y así pueden decir todos los verdaderos creyentes y miembros de Cristo. Sí, estas palabras pueden considerarse como las palabras de Cristo; quien, aunque vino al mundo para morir, y murió por los pecados de su pueblo; sin embargo, sabía que no moriría antes de tiempo, ni permanecería mucho tiempo bajo el poder de la muerte; pero debería vivir de nuevo, y vivir para siempre, y no morir; la muerte ya no debería tener dominio sobre él; ver Sal 16:10.
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redcomunitaria · 5 months
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¿Qué soy más allá de lo que soy?
¿Nada soy?
¿Todo soy?
Si muriese con Cristo,
con Cristo he de vivir
y más allá de ser yo
es Cristo habitando en mí.
¿Qué soy más allá de lo que soy?
quizá una nada,
mas para Dios, todo soy.
-Andrea-
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xjulixred45x · 6 months
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INFORME DE “LA DIVINA COMEDIA” DE DANTE ALIGHIERI
Miembros del grupo:
Nicole
Evelyn
Dafne
Gonzalo
Julia
Natasha
Abril
TEMA DEL GRUPO:
EL INFIERNO
MATERIA:
LITERATURA
INTRODUCCION
LA DIVINA COMEDIA
La Divina Comedia sigue el camino desde el centro de la Tierra, donde se halla Lucifer, hasta el dominio de Dios. El tema de la obra es el recorrido del poeta a través del más allá. En su obra se encuentra gran capacidad para describir el infierno, los círculos, los sufrimientos y los pecadores.
Iluminado y convertido por la revelación, el poeta peregrino regresa a la Tierra y decide dar testimonio de su viaje en un poema para advertencia y consejo de la humanidad
CARACTERISTICAS GENERALES DEL INFIERNO
La puerta de Dante tiene la famosa inscripción: "Abandona la esperanza si entras aquí". Esta es sólo la última frase de una inscripción de nueve líneas, que incluye la afirmación de que el reino fue creado por "la suma sabiduría y el primer amor “(Dios).
En "El paraíso perdido" hay nueve puertas, tres de bronce, tres de hierro y tres de la roca diamantina, y están protegidas por el pecado, la muerte y los perros del infierno.
El infierno de Dante incluye a muchas personas que conocía personalmente y no sólo a sus enemigos: su amigo y maestro Brunetto Latini sufre el castigo de la violencia porque su vida sexual violentó el orden natural. En lo más profundo del infierno, tres personas reales están siendo comidas eternamente por un Satanás de tres cabezas: los traidores Casio, Bruto y Judas, el peor de todos.
Lo sitúa en el tiempo de Adán y Eva, cuando sus habitantes eran todos demonios. En el infierno medieval explorado por Dante y pintado por Hieronymus Bosch, los castigos son tan variados como el propio pecado, cada uno se adapta al pecado del castigado. En Dante, los sembradores de discordia son cortados en pedazos, los que se quitan la vida están condenados a vivir como árboles, los aduladores nadan en una corriente de excrementos y a los traidores se les come la cabeza el hombre al que traicionaron durante toda la eternidad.
Este infierno no es una pena fija, sino el fruto de las malas decisiones tomadas durante nuestras vidas.
UBICACIÓN
Según las descripciones de Dante, el infierno está compuesto por nueve círculos concéntricos, que se van achicando y enterrando más profundamente en dirección al centro de la Tierra. La condena en cada uno de ellos dependenderá de los pecados que se hayan cometido, con círculos dedicados a los glotones, los herejes, los estafadores.
El punto céntrico de la superficie del cono es Jerusalén. El río Aqueronte recorre el infierno y lo separa del mundo exterior. Fuera de allí, pero aún dentro del paisaje, están las personas que nunca hicieron nada bueno ni malo en su vida. Se les castiga por su neutralidad y están destinados a correr por la eternidad, mientras son perseguidos por avispas y gusanos que se beben su sangre.
NIVELES DEL INFIERNO
El círculo primero es el Limbo, donde están quienes, sin haber cometido falta alguna, han muerto sin haber recibido el bautismo; en particular, todos cuantos nacieron antes de la llegada de Cristo. Las excepciones son Adán, Abel, Noé, Moisés, Abraham, Isaac, Jacob y sus doce hijos, Raquel y "otros muchos", que dejaron el Infierno cuando fue visitado por Jesucristo entre su muerte y su resurrección, y fueron entonces convertidos en santos. Los que están en el Limbo no sufren tormento alguno, salvo el saber que estarán allí para siempre.
A la entrada del círculo segundo está el rey Minos, ante cuya presencia todas las almas confiesan sus pecados y él los asigna al lugar del Infierno que les corresponde. En este círculo se castiga a "los lujuriosos, que la razón someten al deseo", eternamente arrastrados de un sitio a otro por un terrible e incesante viento. Entre ellos se encuentran Francesca da Rimini y Paolo Malatesta. Los amantes explican cómo estaban leyendo la historia de Lanzarote y la reina Ginebra y, en el punto en que los personajes se besaron, ellos lo hicieron también, y así empezó su perdición.
El círculo tercero está guardado por Cerbero, el perro de tres cabezas. Aquí se castiga el pecado de la gula. Los condenados sufren una tormenta perpetua, con lluvia y granizo.
El círculo cuarto está guardado por Pluto, el dios romano de la riqueza, y en él se encuentran los pródigos y los avaros, condenados a hacer rodar pesadas rocas desde las laderas del valle hasta chocar en el centro. Entre los condenados hay numerosos clérigos, cardenales y papas.
En el círculo quinto está la laguna Estigia, vigilada por Flegias, hijo de Marte. Enfangados en ella, luchando eternamente unos contra otros, a golpes y mordiscos, están los condenados por el pecado de la ira, mientras que debajo del agua están los acidiosos, es decir, los perezosos y los que vivieron tristes y deprimidos sin motivo. Entre los iracundos estaba Felipe Argenti, florentino llamado así porque en una ocasión hizo herrar a su caballo con herraduras de plata. Su familia, los Adimari, fue la que se quedó con los bienes de Dante cuando fue exiliado.
Los cuatro círculos anteriores castigan los pecados de incontinencia, mientras que los círculos siguientes castigan (más severamente) la maldad en sentido estricto. La región que comprende a todos ellos se llama Dite (un nombre latino para el Hades, o el Infierno), una ciudad que toma el color rojo de las llamas que hay en ella por todas partes, y está rodeada de murallas, cuyas puertas guardan los demonios.
En el círculo sexto se condena a los herejes. Está sembrado de tumbas en cada una de las cuales arde el jefe de una secta herética junto con todos sus seguidores. Allí se encuentra Farinata degli Uberti.
En el círculo octavo se condenan las distintas clases de fraude, y se llama Malasbolsas, porque está dividido en diez recintos o bolsas. Está separado del anterior por el río Flegetonte, que forma una gran catarata.
Bolsa primera: En ella se castiga a los seductores, azotados por demonios cornudos, provistos de látigos.
Bolsa segunda: Aquí están los aduladores, hundidos en estiércol.
Bolsa tercera: Aquí se castiga la simonía. Cada reo está metido boca abajo en un agujero, de modo que sólo le asoman los pies en llamas. Dante se encuentra con el Papa Nicolás III, que confunde al poeta con Bonifacio VIII (que aún no ha muerto, pero ya está destinado a este lugar del infierno, y tras él le seguirá Clemente V, que destruyó a los templarios por dinero).
Bolsa cuarta: Aquí se castiga a los adivinos, que caminan hacia atrás porque les han retorcido el cuello, de modo que tienen la cara en la espalda.
Bolsa quinta: Aquí están los estafadores, a los que unos demonios negros sumergen en una espesa resina ardiente y les pinchan con sus garfios si asoman la cabeza.
Bolsa sexta: Aquí están los hipócritas, que iban vestidos con capas que por fuera eran de oro y por dentro de pesado plomo, que se veían obligados a llevar con gran esfuerzo. Caifás, Anás y todos los judíos que decidieron la crucifixión de Cristo estaban crucificados, desnudos en el suelo, de modo que los demás hipócritas pasaban por encima de ellos.
Bolsa séptima: Aquí los ladrones desnudos entre serpientes que se les suben encima, les muerden y hacen que se deshagan en cenizas, pero luego se recomponen para seguir sufriendo el tormento.
Bolsa octava: Es un foso en llamas, donde se castiga a los que sembraron discordia.
Bolsa novena: Unos demonios desgarran en ella a los "sembradores de escándalo y cisma", entre los que se encuentran Mahoma y Alí.
Bolsa décima: Los falsificadores caminan aquejados de distintas enfermedades. Entre ellos está Gianni Schichi, que falsificó un testamento para cobrar una herencia.
El último círculo está rodeado por los gigantes que forman una muralla humana que sobresale hasta la altura del círculo octavo. En él se castiga a los traidores, sumergidos en hielo. Se divide en cuatro zonas, en las que se castiga, respectivamente, a los traidores a su propia familia, a los traidores políticos, a quienes traicionaron a sus amigos (entre ellos Ugolino della Gherardesca y el cardenal Ruggieri degli Ubaldini) y, ya en el mismo centro de la Tierra, donde está Lucifer, se encuentran quienes traicionaron a sus benefactores, entre ellos Judas y los asesinos de César: Bruto y Casio
LOS PECADOS
Ciertos comportamientos o emociones son los que marcan el camino al inferno y se caracterizas de distinta forma según el autor.
Así, la soberbia, considerado el mayor pecado capital y el origen de todos los demás, se presenta cuando alguien sobrevalora ante sí y ante los demás su propio ego, su propia persona, cuando siente o piensa que es una persona mejor, con mayores méritos, atributos y capacidades que los demás que lo rodean. Y, por lo tanto, obra despreciándolos. Por esa razón, una persona soberbia tiene el gran defecto o limitación en su personalidad de no reconocer las cualidades y méritos de los otros, el valor que tienen. Al no reconocerles su valor, se convierte en un ser incapaz de tratarlos como sus semejantes iguales.
La lujuria, por su parte, es el pecado que cometen quienes quedan atrapados por un excesivo deseo sexual al que no le ponen límites, o al que no quieren o no pueden controlar. Dante los encuentra sufriendo en el segundo círculo del infierno. Pues cuando los hombres viven sometidos a satisfacer deseos sexuales desenfrenados cometen una falta grave, quedar presos en la “cárcel” de la carne que los aleja de la naturaleza espiritual que poseen, que es su verdadera naturaleza humana. Dejan de ser ellos mismos al rebajar o enajenar sus existencias humano-espirituales al nivel del puro instinto. Es de los pecado mas comunes.
En tercer lugar está la ira, una emoción considerada pecaminosa porque hace aflorar en quien la sufre el odio o deseo de muerte de otra u otras personas. Dante sitúa a los que han pecado de ira en la segunda grada del purgatorio y la define como: “El amor que alguien siente por la justicia que, sin embargo, lo pervierte en deseo de venganza y en resentimiento”. Para él, la ira surge en una persona cuando ha sufrido un daño o una afrenta de otra y, cuando siente que esta no ha sido sancionada o reparada justamente, convierte esa frustración en odio o resentimiento. El sentir que no se ha hecho justicia lleva al odio a quien sufrió; y ese odio no es otra cosa que una ira permanente que atrapa poderosamente.
En cuarto lugar está la envidia. Sentir envidia es un pecado porque quienes la sienten desean en su interior que los bienes que tienen o viven otros desaparezcan; desean con fuerza que pierdan esos bienes para sentirse contentos o satisfechos. De tal manera que son seres humanos que desean el mal al prójimo, los que anhelan que otros pierdan los bienes que tienen y disfrutan, y, que, por lo tanto, sufran por ese motivo.
La avaricia, por su parte, nace de no gastar o usar el dinero que se posee en exceso para atender necesidades de personas con las que tienen lazos familiares o afectivos, o en complacer algunos de sus deseos razonables y válidos. El avaro no solo es aquel que guarda o atesora el dinero que posee, que no le hace falta o que no necesita. El avaro, sobre todo, se niega a compartirlo con los familiares o amigos que lo necesitan.
La pereza, en sexto lugar, también es un pecado en la medida en que el perezoso renuncia o se niega a obrar usando el mayor atributo natural o innato que tiene como ser humano, su libertad o su libre albedrío. Así, el perezoso comete una falta contra esta cualidad que naturalmente posee, es decir, niega la mayor virtud que la naturaleza le dio.
Finalmente, la gula es un pecado en tanto los golosos comen y beben sin mesura. No lo hace para satisfacer la necesidad natural de consumirlos para preservar sus vidas, sino por el puro placer que les provoca este consumo. Cuando los hombres comen y beben en exceso incurren en una falta de desmesura, violan la medida racional que la naturaleza les ordena seguir en los actos de sus vidas.
CRIATURAS MITOLOGICAS
Caronte
Una de las primeras figuras infernales que se muestran en el libro es la de Carón o Caronte quien se encarga de llevar las almas al infiernos, es el barquero de Hades, y navegaba por el río Aqueronte, (aunque algunos dicen que es por la laguna Estigia ) hasta el inframundo el cual es gobernado por Hades.
El nombre de Caronte(literalmente brillo intenso) alude a sus llameantes ojos. Su misión es pasar las almas a través de las lívidas aguas del Aqueronte hasta la orilla opuesta al río de los muertos. En la mitología se lo representa viejo, feo, de barba gris e hirsuta, vestido de harapos. Fue ferozmente castigado por Hércules cuando descendió vivo a los infiernos por no querer cruzarlo en su barca.Caronte intuye que se trata de un ser vivo, y le dice a Dante que cuando muera no vendrá a montar en su barca que le llevara al infierno, sino en otra que le llevara hasta el purgatorio. es el barquero de los muertos, que aparece como un barco antropomorfo con una nave gigante de un cuerpo.
Su deber jurado es transportar las almas de los condenados a través de la infernal río Aqueronte, al Limbo más allá. Virgilio describe a Caronte en el descenso de Eneas al inframundo, después de que Sibila de Cumas mandara al héroe la rama dorada que le permitiría volver al mundo de los vivos. En el Canto III de la Divina Comedia de Dante, aparece Caronte cuando Alighieri, Virgilio y Dante atraviesan la puerta infernal, el vestíbulo de los cobardes y el paso del Aqueronte. Aunque con frecuencia se dice que conducía las almas por la laguna Estigia, como sugiere Virgilio en su Eneida, según la mayoría de las fuentes -incluyendo a Pausanias y Dante- el río que en realidad transitaba Caronte era el Aqueronte.
Cerbero
Cerbero es el perro del Hades, uno de los monstruos que guardaban el imperio de los muertos, vedaba la entrada a los vivos y, sobretodo, impedía la salida de los muertos. Tenía tres cabezas de perro, una cola de serpiente, y en el dorso multitud de cabezas erguidas de serpiente. Estaba encadenado en la puerta del Infierno y aterrorizaba a las almas. Cuando se opuso al ingreso de Hércules al infierno, este lo sujetó con una cadena, lo arrastró y lo sacó del infierno.
Flegias
Flegias, cuyo nombre significa “El Incendiario”. Héroe de los flegieos, citado en la Ilíada. Había sucedido a Eteocles en el trono de Orcómeno y fundado una nueva ciudad, Flegia, donde reunió a los griegos más belicosos. En un viaje al Peloponeso, como espía para preparar una expedición de rapiña, su hija, Corónide, fue seducida por Apolo. La leyenda narra que Flegias, en su furia, habría intentado incendiar el templo de Apolo de Delfos.
Minotauro
El Minotauro, era un monstruo de cabeza de hombre y cuerpo de toro. Su verdadero nombre era Asterio o Asterión, y era hijo de la esposa del rey Minos, Pasifae, y fruto de la unión contra natura de ésta con un toro. Horrorizado Minos del engendro mandó construir a un artista ateniense, Dédalo, un inmenso palacio, el Laberinto, formado por inextricables salas de cuyo centro, donde fue encerrado el Minotauro, nadie podía salir, pues sólo Dédalo conocía el camino. Cada cierto número de años, Atenas pagaba en tributo siete mancebos y siete doncellas que entraban al Laberinto y eran la comida del Minotauro. Hasta que el héroe Teseo, se integró en la comitiva, y gracias a la ayuda de Ariadna, hermana del Minotauro, consiguió matarlo y salir indemne gracias a un ovillo que fue deshaciendo mientras entraba al Laberinto.
Gerion
Según la mitología clásica Gerión es un gigante de tres cabezas y de cuerpo triple hasta las caderas, nacido de Crisaor, hijo de Gorgona y Poseidón, y de Calírroe, hija de Océano y Tetis, por donde participa de la ferocidad y horror de Medusa y del temible poder del Dios del rey del mar. Habita en la isla de Eritia, en las brumas de Occidente, "más allá del Océano inmenso". Poseía bueyes, un boyero Euritión y un perro Orto. Heracles fue a robarle los bueyes dando muerte primero al perro y después al boyero. Acudió entonces Gerión, pero fue vencido y muerto por Heracles[10]. Dante modifica la figura en un solo cuerpo con cola de escorpión y rostro humano para adaptarlo al octavo círculo de los fraudulentos. Virgilio narra en la Eneida VI, el encuentro de Eneas con los monstruos infernales, entre ellos Gerión.
NIVELES Y CASTIGOS
El vestíbulo y el limbo son los dos primeros espacios con los que se encuentra Dante al atravesar la puerta del Infierno.
Dante cae en el vestibulo. Este espacio contiguo a la entrada del infierno recibe a todos los pecadores para luego ser repartidos en los distintos círculos, pero si bien para algunos este es un lugar de paso, para otros es el lugar de castigo.
El vestibulo penaliza a los indiferentes, a todas aquellas personas que no escogieron ni el bien ni el mal sino que decidieron vivir para si mismos. En este espacio se encuentran, a parte de almas humanas, los ángeles que en la revuelta de Lucifer contra Dios no se parcializaron con ninguno.
Son atormentados por insectos que los pican y gusanos en sus pies que se sacian de la sangre provocada por las picaduras y sus lagrimas.
Limbo: Como segundo espacio representado se ubica el Limbo, según la teología católica se hace referencia al limbo como un estado temporal donde residen las almas que no cometieron pecado pero tampoco tuvieron la oportunidad de ser bautizadas.
En este punto se subdividen en dos categorías, las almas de creyentes que murieron antes de la resurrección de Jesús y las almas de aquellos que murieron a corta edad sin tener el uso de la razón pero sin estar libres del pecado original.
Dante se plantea al limbo como el primer círculo tras pasar por el vestibulo del infierno. Este al estar más alejado del fuego infernal no posee tormentos para las almas que allí se encuentran, esta descrito como un gran prado con verdes campos y un castillo en el cual residían los muertos que habían partido antes del sacrificio de Jesús.
Si bien en el limbo las almas no eran castigadas aun así debían pasar toda la eternidad anhelando el perdón de dios que jamás se les seria otorgado.
Lujuria
En el segundo círculo del Infierno se encuentran aquellos que han pecado de lujuria. Dante condena a estos "malefactores carnales por dejar que sus apetitos sobrepasaran su razón. Ellos son los primeros en ser verdaderamente castigados en el Infierno.
El Círculo de Lujuria se compone de un abismo vasto, rocoso, con los extremos estructurales de un puente roto que residen en cada lado. El puente en sí está revestido de estatuas de oro de los amantes, separados a la izquierda y la derecha del puente, rayo púrpura arqueando entre ellos.
Además de un trono para el guardián del círculo, la reina Cleopatra, la torre también actúa como un punto focal para las violentas tormentas de rayos púrpura que giran a su alrededor, atrapando las almas de los lujuriosos para la eternidad.
Gula
Después de derrotar a Cleopatra y descender del círculo de Lujuria, Dante viaja al siguiente círculo, la Glotonería. El círculo está poblado principalmente por demonios glotones, grandes paisajes hechos de órganos vivos, tormentas violentas, barro, montones de desperdicios humanos y gusanos gigantes con apetitos insaciables. En este círculo están aquellos que son castigados por los excesos de comida, bebida y adicciones en el mundo de arriba, colocando tales cosas por encima de todas las cosas, incluyendo a sus semejantes, lo que compone la mayor parte de la circulo..
Avaricia
Aquí encontramos a los avaros, los que acumularon riquezas y los que la derrocharon. Todos se encuentran condenados a arrastrar grandes esas de oro por la eternidad.
Ira y Pereza
Es donde se encuentran los iracundos y los perezosos, hundidos en el lodo del rio estigia. Los primeros se golpean unos a otros por siempre, manteniendo su estilo de vida; los segundos que no poseen ningún accionar se ahogan condenados bajo fango.
Herejia
este es el primer circulo de la parte inferior del infierno, donde esta los mas terribles pecadores, denotr de lo que se conoce como la ciudad de dite, uno de los nombres que se les da a Piuton o Hades. Entre sus muros, los herejes son castigados por las furias o las erinias, megeray tisifone- de la mitología friega asi como los llamados espíritus de la venganza.
Violencia
Desde este circulo en adelante se encuentran todos aquellos que conscientemente y por dedición propia, han vivido extranjeros de a la malicia.
La entrada esta custodiada, por el minotauro, otra de las bestias de la mitología griega y se encuentra dividido en tres “giros”.
En el primero se encuentran los homicidas, criminales, tiranos, violadores y bandidos en un rio de sangre hirviente que les recuerda a la que ellos derramaron.
En el segundo es el el que esta los que ejercieron violencia contra si mismos, dividas en suicidas y los que buscaron la muerte hermano ajenos.
Y en el tercero, se encuentran los blasfemos, sodomitas y los usureros.
Fraude
Nivel divido en 10 recintos o bolsas, donde se encuentran aquellos que no fueron dignos de confianza, como los corruptos, ladrones, falsos profetas, políticos corruptos, proxenetas, magos, y divinos, etc. Estos son metidos a grandes torturas como enfermedades, castigos físicos, psicológicos, dependiendo de la gravedad y tipo de su pecado.
Traicion
Este ultimo circulo también esta divido en varios sectores y se encuentra habitado por gigantes, quienes son condenados y custodios de forma simultanea, aquí existen 4 partes especificas: Caina, Antenora, Tolomea y Judeca. En ellos se ubican primero los que traicionaron a sus allegados, luego los que traicionaron a las comunidades a las que pertenecían, después los traidores de los huéspedes y al final los que traicionaron a sus benefactores, todos sumergidos En el hielo en distintas posiciones de dolor según la faltas que cometieron, cada circulo lleva a los poetas a los lugares mas espantosos del abismo, donde los no arrepentidos reciben sus castigos eternos. Sin embargo, a pesar de que estos 9 círculos son concéntricos, no tienen las mismas medidas, pues el nivel de cúpula reduce el tamaño de los círculos para quienes han cometido los peores pecados.
Los primeros 5 círculos se denominan el alto infierno y se castigan los pecados de auto indulgencia, en el 6to y 7mo círculos están las penas a quienes cometieron pecados por violencia. Mientras aquel en el 8vo y en el mas bajo el 9no circulo se castigan las penas marcadas por la perversidad y es donde están las peores almas de los antes seres vivos.
El final de la cavidad conduce hasta el centro de la tierra que es el final del infierno, en el que se halla Satan como prisionero sollozando y sumergido en el hielo hasta la cintura. Satan es descrito como una bestia de tres cabezas y esta acompañado por los peores traidores de la historia, Bruto, Casio y Judas. Estos dos están en las cabezas de la izquierda y derecha respectivamente y están allí por traicionar a Dios. Mientras que el, la cabeza del centro esta Judas recibiendo el peor de los castigos.
CANTOS Y SU CONTENIDO
Esta formado por 33 cantes más uno de introducción.
En estos cantos se habla de Dante caminando junto a virgilio por el purgatorio. Este lugar esta dividido en 7 cornisas o circulos que Corresponden a un pecado y que se manifiestan en cada canto . Según dante, el purgatorio es en una montaña y en su cima se encuentra el paraíso.
En el 1 canto se habla sobre la introducción al purgatorio. en el 2 y 3 se habla del Antepurgatorio, más especifico sobre las isleta (como una acera en donde esperan las peatones para cruzar).
En el canto 4 se habla sobre el antipurgatorio que es el primer Rellano y negligencia. En los cantos 5 y 6 se habla del 2° Rellano, dónde irían los muertos repentinamente .
En el canto 7 y 8 el Ante purgatorio: El valleameno que serian principes preocupados por la gloria terrena. En el canto 9 sobre la puerta del purgatorio. En los cantos 10,11,12 es El primer circulo donde irian los pecadores de soberbia.
en el canto 13 y 14 ya seria el 2 aro y van los pecados de envidia. En los cantos 15 y 16 es el 3° aro y van los pecados de ira. En el canto 17 es la subida al 4° aro. En el 18 y 19 se ingresan a los pecados de la pereza.
en el 5° aro que serian los cantos 20 y 21 van pecados de Avaricia y digalidad .
En los cantos 22,23 y 24 es el 6° Aro y en van los pecados de la gula. En el 25 y 26 están los pecados de la lujuria y es el séptimo (7)aro. En el canto 27 Se habla de la subida al paraíso terrestre y del canto 28 al 33 se habla del Paraiso terrestre.
BIBLIOGRAFIA
https://momoko.es/estructura-y-resumen/resumen-y-estructura-de-la-divina-comedia
https://www.semana.com/cultura/historia/articulo/dante-y-los-7-pecados-capitales/202114/
https://recursosdidacticos.org/el-infierno-la-divina-comedia-para-primero-de-secundaria/
http://paola-literatura.blogspot.com/2009/08/dante-informacion-general.html
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retornocelestial · 1 year
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Sin fe, ni te acerques...Sin fe, ni leas.
El gran error que cometemos cuando empezamos a buscar de Dios es creer que Él va a liberarnos de todos nuestros problemas y conflictos, buscamos a Dios como una solución a un problema temporal cuando lo que realmente nos dice Su palabra es que Él nos va a librar de la muerte eterna, es decir, Dios en Jesucristo nos resolvió un problema eterno.
La mayor explicación a la palabra fe se da en Hebreos 11, y es que si nos ponemos a analizar uno a uno de los personajes biblicos que allí se mencionan, se habla mas de lo que ellos fueron en Dios que de lo que obtuvieron en Él. Y es que la fe no se trata del tener, ni de la posición que deseamos poseer, la fe se trata del ser, pues cuando yo tengo una relación con Dios mi yo cambia completamente, puesto que ya no soy el mismo, ¡es Cristo en mí!
Analizaré unos versículos importantes de Hebreos 11.
Versiculo 6: "Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan" Lo primero que debemos hacer cuando nos acercamos a Dios es creer en Su omnipresencia, es decir, que Él está en todas partes, que si me muevo a la izquierda allí está Él, que si me voy a otro continente allí también estará... En fin, es creer en que Él me acompaña a cada momento y en cada instante (Leer anterior estudio para mayor comprensión a este tema).
Versiculo 12:  "Conforme a la fe murieron todos estos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra" Lo segundo que debemos comprender es que el objetivo de nuestra fe no es recibir, sino entregar. Creemos que por la fe vamos a obtener lo que deseamos, lo que anhelamos y no, la fe no es una varita mágica que cumple nuestros deseos, la fe es el medio por el cual Dios ejecuta su voluntad en nuestras vidas. ¿Has investigado alguna vez cuantos hombres de Dios tuvieron que entregar su vida para que el evangelio de Jesucristo fuera escuchado? ¡Éste es el mayor acto de fe que alguien puede hacer! ¿O Cristo entregó su vida para que tu tengas tu casa, carro y buena posición social?
Versiculo 25: "Escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar de los deleites temporales del pecado" Lo tercero es morir para vivir. La vida sin Cristo es una mentira y solamente la fe nos permite ver esa realidad. Lo que hizo Moisés al dejar los placeres de Egipto para libertar la esclavitud de su pueblo es un acto de fe, y debemos imitarlo. Todos los días tenemos que levantarnos de nuestra cama reconociendo nuestra posición de siervos de Dios y creer que somos temporales en este mundo, que nuestra ciudadanía está en los cielos. Éste mundo y sus deseos no pueden amarrarnos, puesto que en Cristo somos hijos de Dios y ninguna riqueza terrenal puede cambiar esa gran verdad.
"Sin fe estamos sin Cristo, y en consecuencia, sin un Salvador. Sería infinitamente mejor estar sin ojos, sin oidos, sin salud, sin pan, sin vestimenta, sin hogar que estar sin la fe que brinda todo lo que el alma necesita. Sin fe, estamos espiritualmente desnudos, pobres, miserables, perdidos, condenados...y sin esperanza de una salida."
Sin fe ni te acerques, sin fe ni leas.
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EFESIOS 1:3-8
¿Por qué existo?
Muchos de nosotros, por no decir todos, probablemente nos hemos hecho estas preguntas en algún momento: ¿por qué existo? ¿Cuál es la razón de mi vida? ¿Existe un propósito para mí? Estas preguntas surgen especialmente cuando nos sentimos perdidos o cuando nos enfrentamos a la tristeza y la decepción. En esos momentos, solemos tener una sensación de vacío que nos lleva a cuestionar el sentido de nuestra vida.
Sin embargo, esta generación ha evitado cada vez más hacerse estas preguntas. Nos hemos convertido en una sociedad de consumo, entretenimiento y búsqueda de la máxima productividad, porque pensamos que así llenaremos el vacío que sentimos. Buscamos desesperadamente sentido y felicidad, pero parece que cuanto más buscamos, menos encontramos y al final del día seguimos sintiéndonos solos y vacíos.
Esto se debe a que nos hemos apartado de nuestro Creador, el único que puede darnos un sentido y un significado profundo.
Dios nos creó para relacionarnos con él, para caminar con él cada día, para adorarle por quien es y por sus grandes y amorosas obras. Él nos creó para vivir de tal manera que le glorifiquemos con nuestra vida.
En el jardín del Edén, el hombre se apartó del propósito de Dios y eligió convertirse en su propio dios. Debido a esto, nos apartamos del Padre y perdimos nuestra razón de ser.
Pero todavía existe en todos nosotros ese anhelo de llenar el vacío que la ausencia de una relación con Dios nos ha dejado. Todos fuimos creados para adorar, por ello siempre buscaremos adorar a algo o a alguien.
En sus escritos, el reformador Juan Calvino reflexionaba, entre otras cosas, sobre el hecho de que el ser humano es esencialmente un ser religioso. Él quería decir que los seres humanos crean religiones porque buscan reconectarse con Dios, reconectarse con su propósito.
Pero nosotros, en nuestras fuerzas, nunca seríamos capaces de reconectar con Dios. Por eso, él fue quien reconectó con nosotros mediante la obra de Cristo. Cuando creemos en esta obra redentora, nos arrepentimos y nos entregamos al Señor por completo y descubrimos el verdadero propósito de nuestra vida.
Esto es lo que nos enseña el apóstol Pablo en el pasaje de hoy: hemos sido redimidos por Cristo para vivir el propósito que Dios tiene para nosotros, que es ser santos e irreprochables, viviendo como hijos amados del Padre, para alabanza de su gloria. Ahí es donde reside el verdadero gozo y es ahí donde está el sentido de nuestra vida.
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softaikiria · 6 months
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Notas de un diario;
La perversión de los cuerpos heridos.
Y que dirías si te contara que sin un poco de conmiseración he desgarrado lo que Dios me dio para atesorar y cuidar. Y que pensaría mi lado cuerdo más tarde de mí si no he dejado de pronunciar que al mundo he venido a experimentar, pero más tarde, sin pensar ni un poco con razonamiento alguno, hiero mi carne y flota escarlata sobre la tina tinta de mi cuerpo natural. La lengua lame el sabor a hierro y con desespero alejo cualquier pensamiento. De un mar de sal inundo mi cuerpo, agoto mi mente con lo que encuentro y estoy acá de nuevo en el ahogamiento de un agujero de lágrimas.
El monstruo de las penas me persigue y he querido volverme su amiga para ya no tener que escapar y aprender a convivir con ella, pero no se puede vivir con tu asesino, ¿será así la eternidad de mí poca vida? Una recaída cada tantos meses y un lamento al Cristo colgado en una iglesia a la que solo voy a llorar mis lamentos. A quien debo acudir si es la voz de mi cabeza la que grita y pide que acabe con lo que tengo en las venas.
Siento el pasto recién cortado, me dejé bañar por la luz del cielo y las flores primaverales sacudieron mi pelo junto con el viento. Si cierro los ojos puedo sentir que floto y los cláxones de los autos dejan de existir. Es el viento quien me acaricia en frío y el sol que lo remedia con su suave calor, el aroma, el aroma sonríe conmigo
Y no hay nada más, es solo eso, es primavera y ya no hay motivos para llorar, pero algo en mí se sigue sintiendo mal y me haré uno con los árboles y con el silbido de las hojas te saludaré cada tanto cuando ya no sea parte de este mundo terrenal.
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tetha1950 · 26 days
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Seguimos a Dios juntos...
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Caminar con otros creyentes nos fortalece, ánima y ayuda a crecer.
Mateo 18.20
Seguir a Cristo es una actividad tanto individual como colectiva. Sí, Dios nos ama a cada uno de nosotros, y escuchamos su llamado como individuos. Por eso, como vimos ayer, debemos dedicar tiempo para estar a solas con Él. Al mismo tiempo, debemos recordar que “no es bueno que el hombre esté solo” (Gn 2.18) se aplica a algo más que el matrimonio. Debemos seguir a Cristo con otros que han sido llamados de igual manera.
Vemos el llamado a vivir en comunidad a lo largo del Nuevo Testamento. “Sobrellevad los unos las cargas de los otros”, escribe Pablo a los gálatas, “y cumplid así la ley de Cristo” (Ga 6.2). El escritor de Hebreos insta a reunirse, en especial en tiempos difíciles (Heb 10.25). Y en el pasaje de hoy, Cristo nos recuerda que Él estará presente incluso cuando estén solo “dos o tres congregados en [su] nombre”. Todos estos ejemplos hacen referencia a la koinonia, una palabra griega traducida como “comunión”. Era el término utilizado por Lucas para describir la comunidad cristiana en los inicios de la iglesia (Hch 2.42). Estamos hechos para este tipo de discipulado rico en niveles: con Dios y con los demás creyentes.
En un mundo lleno de distracciones, estar a solas con Dios es una disciplina fundamental del cristiano. Pero también lo es la comunión con otros creyentes, donde encontramos gozo. 
(Ps. Charles Stanley).
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sacodeboxeo · 1 month
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No sé qué escribir, se me acabaron todos los recursos disponibles para sentirme bien, ya es viernes 22 de Marzo, la gente alegre, cada quien haciendo lo suyo disfrutando su día o realizando alguna actividad que lo impulsen a seguir adelante, tengan o no un mal día, están concentrados en sus asuntos para resolverlos p disfrutarlos. Yo estoy en un limbo, en un vacío de que no estoy disfrutando nada, estoy desganada, harta y al mismo tiempo nada me importa, nada me interesa, nada me motiva. Me estoy moviendo porque me tengo que mover, porque es lo que me queda por hacer, yo quiero estar normal por el amor a Cristo, quiero sentirme tranquila mentalmente, ojalá está mierda se me quitara con algún placer sano pero es que ni eso, ya ni estoy disfrutando bailar, no estoy disfrutando comerme un chocolate o cualquier chuchería, me cuesta un mundo hacer deporte, estoy totalmente desinteresada el día de de hoy en hacer algo que me haga sentir mejor, sólo me queda escribir estás mierdas mientras estoy sentada en un centro comercial haciendo nada, viendo cómo carrizo me muevo o haga algo con mi existencia; que fastidio de verdad, quisiera tener la mente de una persona básica que disfruta las cosas mínimas de la vida y se mueva con la corriente de las circunstancias, porque a mí ni las circunstancias me mueven, de verdad ¿Cómo hago para no sentirme más así? ¿Será que mi fuente de motivación sería dejar de sentirme así? ¿ Hacer lo que sea para no sentirme comoe estoy sintiendo? Porque parece que ni eso, las energías hasta para dejar de sentirme mal se me agota, ya ni disfruto la música que me gusta, me cuesta empezar a dibujar, ni siquiera me muevo lo suficiente para ganar dinero, tuve una oportunidad para ganar algo de dinero y lo rechacé porque honestamente me daba demasiado fastidio hacer el trabajo y realmente si tengo necesidad de ganar más dinero, pero no quería tomar ese trabajo porque la paga me parecía poca para la cantidad de trabajo que me tocaba hacer.
Estoy entrando como en un nivel de desesperación mental y no sé si eso me ayudará a moverme, espero que sí. Por fin, se me acaban de salir las lágrimas en este momento, ya me estaba preocupando de que no iba a sentir absolutamente nada, de que estaba totalmente muerta por dentro o algo así. Sinceramente que semana de mierda, o más bien semanas de mierda, quisiera poder publicar este escrito en mis redes sociales para que mis conocidos me leyeran y me ayuden en algo, porque yo misma ya no encuentro solución a mi problema mental, que la gente me lea sin juzgarme y me ayude a buscar alguna alternativa, alguna solución. Pero eso no va a pasar, porque las pocas veces que he hecho algo así, lo que hace la gente es molestarse por mi malestar, diciendo que no debería sentirme así porque otras personas la están pasando peor que yo o que no tengo ninguna dificultad en la vida para que me esté sintiendo así... ¡Por favor! ¿Creen que me siento así por gusto? ¿Creen que gasto $80 entre el psiquiatra, psicólogo y medicamentos por gusto? Ojalá hubiera invertido esa plata en otra cosa si realmente no tuviera nada en mi cabeza, si realmente me sintiera mejor, ya me hubiera comprado una moto o ropa bonita para presentarme mejor en el trabajo, pero no, me he gastado una buena plata para sanar mi malestar y aún así cuesta.
Me siento molesta con la vida, con mi cabeza, no sé con quién me tengo que molestar, porque pareciera que nada me hace feliz o sólo me hace feliz por momentos, estoy en una montaña rusa emocional donde las subidas son pocas y las bajadas son cada vez más profundas. Pondré como meta de vida, es en tratar de sentirme lo mejor posible en medio de las tempestades e inestabilidades emocionales, de no dejarme derrotar por la apatía y el desgano, en moverme como sea con tal de no sentir que estoy viviendo por vivir.
Que fastidio, de verdad que fastidio. Ahora no puedo disimular una el llanto en público. Por lo menos me estoy sintiendo un poquito mejor después de escribir toda esta maraña de palabras, por lo menos soy inteligente y trato de gestionar lo mejor posible mis emociones, quisiera escribir un poema sobre mi malestar para publicarlo en mi Instagram, quiero hacerle saber a la gente de que yo no estoy viviendo bien, pero quiero hacérselo saber de manera sutil e indirecta, disfrazado de poema, porque quiero sentirme escuchada.
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ka1rosnan · 1 month
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꧁-Una buena estación-꧂
20 mar 2018
Lee por favor : Eclesiastés 3:1-11
La Biblia en un año: Josué 4–6; Lucas 1:1-20
-Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora (v. 1).-
Independientemente de las estaciones de la vida, demos gracias a Dios por su majestad, ayuda y compañía.
-Señor, gracias por cada etapa de mi vida.-
-Cada etapa, temporada o «estación» de la vida tiene una razón para el regocijo.-
Creo que ya es tiempo de que tu tristeza se convierta en gozo, que tu llanto se convierta en risa, que tu estrés se convierta en alegría, creo que ya es tiempo de que adores a Cristo de una manera diferente, ¿como puedes adorarle? La respuesta es: congregándote con la mayor frecuencia posible, refúgiate en Cristo y experimenta una manera nueva de vivir la vida, empieza hoy con la entrada de la primavera y no importe ya cuanto tarde el invierno porque lo gozaremos igual, que tengas un lindo día y que Cristo sea bendiciendo tu vida y tu casa...¡Shalom!
Te invito a leer la reflexión completa y otras más en nuestras redes sociales y en nuestro sitio web
https://iglesiakayros.es.tl/
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Temer o no temer
Yo diría que lo más importante en esta vida es no tener miedo. Y habla un hombre atenazado por innumerables pánicos ocultos; alguien cuyo nombre, en infinitos íntimos sentidos, podría ser Juan Medroso. Pero creo poder afirmar que nunca he tenido miedo moral. A mí lo que me aterra es verme encerrado; verme —física o metafóricamente— sin salida o (¡peor todavía!) sin vía de escape.
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A cuento de esto se me viene a la cabeza el arranque de Viaje al fin de la noche, de Céline: «Alguien cerró la puerta a nuestras espaldas… Estábamos atrapados, como ratas… Ya no había nada que hacer». Se refería Céline, concretamente, a la que les cayó a todos encima tras alistarse ingenua y eufóricamente en el ejército francés, en 1914, para marchar al campo de batalla en la primera guerra mundial. (¡Qué grandes —a pesar de las tragedias que a menudo narran— son los libros! Siempre hay páginas que nos brinden agridulce consuelo y solaz. No sé qué sería de nosotros sin el triste y terapéutico paliativo de la literatura.)
Raymond Carver, que como alcohólico conocía de sobra el miedo, escribió un poema así titulado —«Miedo»— que yo traduje y transcribí en mi volumen de «ensayo-ficción» Todos los monos del mundo:
MIEDO
Miedo de ver un coche de la policía pararse delante de casa. Miedo de dormirme por la noche. Miedo de no dormirme. Miedo de que resurja el pasado. Miedo de que el presente emprenda el vuelo. Miedo al teléfono que suena en medio de la noche. Miedo a las tormentas eléctricas. Miedo a la mujer de la limpieza que tiene un lunar en la mejilla. Miedo a perros de los que me han dicho que no muerden. Miedo a la ansiedad. Miedo de tener que identificar el cadáver de un amigo. Miedo de quedarme sin dinero. Miedo de tener demasiado, aunque la gente no se lo crea. Miedo a los perfiles psicológicos. Miedo de llegar tarde y miedo de llegar el primero. Miedo a la letra de mis hijos en un sobre. Miedo de que mueran antes que yo, y me sienta culpable. Miedo de tener que vivir con mi madre en su vejez, y la mía. Miedo a la confusión. Miedo de que este día acabe con una nota triste. Miedo de despertarme y ver que te has ido. Miedo de no amar y miedo de no amar lo suficiente. Miedo de que lo que amo tenga consecuencias fatales para aquellos a los que amo. Miedo a la muerte. Miedo de vivir demasiado tiempo. Miedo a la muerte. —Eso ya lo he dicho.
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Pero no hay que tener miedo. No hay que tener miedo moral. Cuando algo se cae al suelo, dice la exclamación popular que de ahí no pasa. La muerte es nuestro suelo (el mundano al menos) y de ahí no vamos a pasar; de modo que supongo que tener miedo está de más (Epicteto el estoico a su torturador, mientras este último le retorcía una pierna: «Si sigue así la romperá»).
• • •
El estoicismo, a mi modo de ver, no consiste necesariamente en no quejarse (en no «aullar», en no «gritar cuando uno se quema», como decía Charles Bukowski), sino más bien en aguantar (y hacer algo: preocuparse, y pasar a ocuparse después).
Hay una famosa definición de la locura, atribuida si no me equivoco a Einstein, según la cual esta consiste en «hacer una y otra vez lo mismo esperando desenlaces diferentes». Bueno, yo entonces debo de estar como una einsteiniana regadera, porque me he pasado la vida haciendo precisamente eso. Aunque no del todo. Vas introduciendo virajes (o microvirajes) de la mirada. Al fin y al cabo, la policía —y los buenos detectives— suelen volver una y mil veces al lugar del crimen. La vida es hasta cierto punto volver una y mil veces al lugar del crimen; al final, algo hace «clic», y de pronto has resuelto el dilema.
¿Cuántas veces se metió Arquímedes en la bañera? (¡Hemos de suponer que era un hombre razonablemente pulcro! Aunque no sé si gastaban realmente bañeras en el siglo III antes de Cristo, ni qué hábitos higiénicos tendrían). ¿Y en cuántas ocasiones no nos habremos nosotros dicho que «habíamos mirado cien veces», sin ver? Cierto es: noventa y nueve ojeadas no nos habían valido; pero lo importante es que a la postre una de ellas sí nos valió.
¡EUREKA!
La vida es detectivesco cometido: una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez, hay que ir barajando los hechos, peinando la evidencia, reconstruyendo las escenas; trátese de editar un libro, formular un teorema, atrapar al asesino o encontrar pareja.
Estar vivo es ser un detective que —como su presa— siempre vuelve al lugar del crimen: este sueño, lleno de sonido y de silencio y de furia. Hasta que un grito de júbilo raya de parte a parte el alba azul de la conciencia: ¡EUREKA!
ROGER WOLFE · 31 de agosto de 2023
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kpwx · 5 months
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Lo vertiginosamente rápido que se me ha pasado este otro año refleja lo monótona y poco emocionante que es mi vida. Pero esto, que puede parecer un poco triste desde afuera, es algo que en realidad me gusta: no vivir «tiempos interesantes», como dice la apócrifa maldición china (los «eventos canónicos» de hoy en día), y carecer así tanto de momentos especialmente buenos como malos me produce el sosiego que mi forma de ser necesita. Sea como sea, el punto es que se han cumplido dos años desde que comencé a escribir aquí, y dos años no es precisamente poco, sobre todo si se tiene en cuenta que lo hago con frecuencia. Incluso las cosas que se disfrutan exigen algo de esfuerzo y dedicación, por lo que no puedo evitar sentirme contento por haber logrado mantener otros 365 días la constancia que me propuse.
En lo que respecta a las lecturas me siento como siempre: satisfecho e insatisfecho a la vez. Varios libros que tenía ganas de leer los he leído, pero otros muchos, ya sea por falta de tiempo o por no haberme sentido capaz (mayoritariamente esto último), no. La vida, sin embargo, —y como también escribí en la publicación del año pasado— continúa: mientras no me abandone el ánimo y la salud, las oportunidades de hacerlo estarán. Manteniendo la costumbre, los tres libros que más he disfrutado leyendo este año han sido El asilo y otros relatos de lo extraño de Robert Aickman, La naturaleza de Lucrecio y Carta de una desconocida de Stefan Zweig; los que menos, Oso de Marian Engel, Sor Monika de E. T. A. Hoffmann y La felicidad de la familia de Osamu Dazai. Aun en los casos en que la experiencia de haberlo leído haya sido lo único rescatable, no hay libro por muy malo que sea que no deje algo, por lo que guardo gratitud por cada uno de los autores.
La lista de los libros de los cuales hice un comentario es la siguiente:
· Piero Della Francesca, de Kenneth Clark
· La prueba del laberinto, de Mircea Eliade
· Fragmentarium, de Mircea Eliade
· Jesucristo, ¡vaya timo!, de Gabriel Andrade
· Ocultismo, brujería y modas culturales, de Mircea Eliade
· El juego del escondite, de Wilkie Collins
· El maestro de los cinco sauces, de Tao Yuanming
· Por qué no soy musulmán, de Ibn Warraq
· Los cuarenta y siete ronin, de Shunsui Tamenaga
· El vértigo, de Eugenia Ginzburg
· El gaucho Martín Fierro
La vuelta de Martín Fierro, de José Hernández
· Pequeños cuentos misóginos, de Patricia Highsmith
· Diarios y cuadernos 1941-1995, de Patricia Highsmith
· Suspense, de Patricia Highsmith
· El talento de Mr. Ripley, de Patricia Highsmith
· El infierno de los jemeres rojos, de Denise Affonço
· El latín en Chile, de Walter Hanisch Espíndola
· La gran hambruna en la China de Mao, de Frank Dikötter
· Águilas y jaguares, de Carlos Alfonso Ledesma y Raymundo César Martínez
· El Talmud, de César Vidal
· Regreso de la URSS, de André Gide
· Viaje a la revolución. Teoría y práctica del bolvechismo y otros ensayos, de Bertrand Russell
· Literaturas de Anáhuac y del Incario, de Miguel León-Portilla
· La matanza de Katyn, de Thomas Urban
· Beethoven contado a través de sus contemporáneos, de O. G. Sonneck (ed.)
· El evangelio de las anguilas, de Patrik Svensson
· Poemas del río Wang, de Wang Wei
· Cicerón, de Pierre Grimal
· Yo, comunista en Rusia, de Ettore Vanni
· El silencio de la luna, de Javier Martín Ríos
· El Terror bajo Lenin, Jacques Baynac
· Por qué la teoría de la evolución es verdadera, de Jerry Coyne
· Túpac Yupanqui, de José Antonio del Busto
· Poesía completa, de Joan Salvat-Papasseit
· La Biblia contada para escépticos, de Juan Eslava Galán
· La vida cotidiana durante el estalinismo, de Sheila Fitzpatrick
· La vida enmascarada del señor de Musashi, de Jun'ichirō Tanizaki
· Epigramas (volumen II), de Marcial
· El fraude de la sábana santa y las reliquias de Cristo, de Juan Eslava Galán
· Jesús no dijo eso: los errores y las falsificaciones de la Biblia, de Bart D. Ehrman
· Trece poetas del mundo azteca, de Miguel León-Portilla
· Nerón: la imagen deformada, de Pilar Fernández Uriel y Luis Palop
· La pagoda blanca. Cien poemas de la dinastía Tang, de Guillermo Dañino (ed.)
· El pensamiento arcaico, de Jesús Mosterín
· La filosofía oriental antigua, de Jesús Mosterín
· La filosofía griega prearistotélica, de Jesús Mosterín
· Aristóteles, de Jesús Mosterín
· Las redes del terror, de José María Faraldo
· La tragedia griega: una introducción, de Ruth Scodel
· Las primeras poetisas en lengua castellana, de Clara Janés (ed.)
· Una historia natural de la curiosidad, de Alberto Manguel
· Obras completas, de Epicuro
· El cuarto gris, de Eden Phillpotts
· Lina Prokófiev: una española en el gulag, de Valentina Chemberdjí
· Las maravillas del mundo antiguo, de Valerio Massimo
· Epicuro, de Carlos García Gual
· Chuang-Tzu, de Octavio Paz
· Apología del taoísmo, de Giuseppe Tucci
· El epicureísmo, de Emilio Lledó
· Las pseudociencias, ¡vaya timo!, de Mario Bunge
· Epicuro, de Walter F. Otto
· Epigramas funerarios griegos, de María Luisa del Barrio Vega (ed.)
· Cantos de amor y de ausencia, de Xu Zonghui y Enrique Gracia (eds.)
· Reflexiones contra la religión, de Mark Twain
· En el país de la mentira desconcertante, de Ante Ciliga
· Una curiosa historia del sexo, de Kate Lister
· El dragón del estanque, de S. S. van Dine
· ¡Que los dioses nos ayuden!, de Néstor F. Marqués
· Cajal: un grito por la ciencia, de José Ramón Alonso y Juan Andrés de Carlos
· La muerte de Montaigne, de Jorge Edwards
· Cuadernos (volumen I), de Georg Christoph Lichtenberg
· El instante de peligro, de Miguel Ángel Hernández
· Consolaciones. Apocolocintosis, de Séneca
· El patio, de Jorge Edwards
· Ingenuos: el engaño de las terapias alternativas, de Vicente E. Caballo e Isabel C. Salazar (dirs.)
· El whisky de los poetas, de Jorge Edwards
· Cartas desde el gulag, de Luiza Iordache Cârstea
· Filosofía para médicos, de Mario Bunge
· Velázquez. Vida, de Bartolomé Bennassar
· El misterio del pabellón rojo, de Robert van Gulik
· Tratados filosóficos y autobiográficos, de Galeno
· Ficciones filosóficas del Zhuangzi, de Romain Graziani
· Jesucristo Superstar. Ópera rock, de Marta García Sarabia
· Gulag, de Anne Applebaum
· Core: sobre enfermos, enfermedades y la búsqueda del alma de la medicina, de Andrzej Szczeklik
· Martín Rivas, de Alberto Blest Gana
· Las hermanas, de Stefan Zweig
· Catarsis: sobre el poder curativo de la naturaleza y del arte, de Andrzej Szczeklik
· El cristianismo al descubierto, de Holbach
· El sueño de la historia, de Jorge Edwards
· Tratados hipocráticos (volumen I), de Hipócrates
· Filosofía de la cirugía, de René Leriche
· Historia curiosa de la medicina, de Pedro Gargantilla
· Poesía completa, de William Shakespeare
· La lámpara roja, de Arthur Conan Doyle
· El asilo y otros relatos de lo extraño, de Robert Aickman
· Las infinitas vidas de Euclides, de Benjamin Wardhaugh
· Bajo la sombra del Vesubio, de Daisy Dunn
· Franklin Evans, el borracho, de Walt Whitman
· Caballero Jack, de Anne Lister
· La felicidad de la familia, de Osamu Dazai
· Breve historia de las batallas navales de la Antigüedad, de Víctor San Juan
· El mito bolchevique, de Alexander Berkman
· Dos años en Rusia, de Emma Goldman
· La cerilla sueca y otros cuentos, de Antón Chéjov
· Lucrecio. La miel y la absenta, de André Comte-Sponville
· Pensamiento estoico, de Eduardo Gil Bera (ed.)
· El estoicismo, de Jean Brun
· Cinismos, de Michel Onfray
· Historia de la mujer convertida en mono, de Jun'ichirō Tanizaki
· Figuras de la historia de Roma, de Theodor Mommsen
· Mi viaje a la Rusia sovietista, de Fernando de los Ríos Urruti
· Yatsuhaka-Mura, de Seishi Yokomizo
· Mi vida, de Girolamo Cardano
· Ante todo, no hagas daño, de Henry Marsh
· Asesinato en el honjin y otros relatos, de Seishi Yokomizo
· Historia de O, de Dominique Aury 
· Antología de la poesía china, de Juan Ignacio Preciado Idoeta (ed.)
· Así es Rusia, de Johann Philipp
· Sor Monika, de E. T. A. Hoffmann
· El tesoro de Franchard, de Robert Louis Stevenson
· Robert Louis Stevenson, de G. K. Chesterton
· Los traficantes de naufragios, de Robert Louis Stevenson
· Bajamar, de Robert Louis Stevenson
· Vivir: ensayos personales y autobiográficos, de Robert Louis Stevenson
· Audición, de Ryū Murakami
· Conversaciones con Arrau, de Joseph Horowitz
· El monasterio encantado, de Robert van Gulik
· El pabellón de oro, de Yukio Mishima
· Breve historia de Jesús de Nazaret, de Francisco José Gómez
· Vida de una geisha, de Mineko Iwasaki
· El problema final, de Arturo Pérez-Reverte
· Cantares de Ise (anónimo)
· El fantasma del templo, de Robert van Gulik
· Tres cuentos chinos, de Robert van Gulik
· La vida sexual en la antigua China, de Robert van Gulik
· Un puñado de arena, de Takuboku
· Retrato de Shunkin, de Jun'ichirō Tanizaki
· Poesía completa, de Li Qingzhao
· La confesión de Claude, de Émile Zola
· La palabra arrestada, de Vitali Shentalinski
· Como un espectro. Miao Dao, de Joyce Carol Oates
· El médico y el enfermo, de Pedro Laín Entralgo
· La naturaleza, de Lucrecio
· ¿Fue él?, de Stefan Zweig
· Ardiente secreto, de Stefan Zweig
· El amor de Erika Ewald, de Stefan Zweig
· Los ojos del hermano eterno, de Stefan Zweig
· Mendel el de los libros, de Stefan Zweig
· Carta de una desconocida, de Stefan Zweig
· Castellio contra Calvino, de Stefan Zweig
· Magallanes, de Stefan Zweig
· Jeremías, de Stefan Zweig
· La bestia debe morir, de Nicholas Blake
· Hombre lascivo y sin linaje, de Ihara Saikaku
· El nuevo libro de Sonia, de Michael Innes
· 533 días, de Cees Nooteboom
· El ala y la cigarra, de Juan Manuel Rodríguez Tobal (trad.)
· Japón, un intento de interpretación, de Lafcadio Hearn
· Oso, de Marian Engel
· La historia de los fantasmas, de Roger Clarke
· Filosofía de la medicina, de Cristian Saborido
· Historia de la filosofía romana, de Adolfo Levi
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#Estás_vivo
“Y os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados”. —Efesios 2:1.
¡Jesús vino a darnos vida! Piensa en eso por un minuto ahora mismo. Solías estar muerto en tus pecados y transgresiones; solías no tener esperanza. Solías vivir con miedo. Pero una vez que aceptaste a Jesús como tu Señor y Salvador, ya no estabas muerto en tu pecado. Ahora tienes esperanza para el futuro. ¡Estás vivo en Cristo!
Dios quiere que vivas la vida al máximo hoy. No importa cómo te sientas o lo que estés enfrentando, comienza a agradecer a Dios por haberte dado la vida. Aunque Él no haya hecho otra cosa por nosotros, darnos la vida eterna es razón más que suficiente para alabarle y agradecerle cada día. Agradécele por los ojos para ver y los oídos para oír. Agradécele por el aire que respiras. ¡Agradécele por amarte y darte vida hoy!
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MATTHEW 6:19-21
Invertir en el tesoro celestial
Estoy feliz de que hayas dedicado este tiempo para buscar la presencia de Dios. En estos días hemos explorado la identidad que tenemos en Dios. Aunque la Biblia tiene un mensaje claro para hablarnos de quiénes somos y cuál es nuestro valor, sabemos que también estamos expuestos todos los días a los mensajes y mentiras del mundo que nos dicen todo lo contrario. Esta semana nos hemos propuesto exponer algunas de las mentiras que quizás hayamos creído sobre nuestra identidad.
Ayer abordamos la mentira: "Soy lo que tengo". Reflexionamos sobre el poder que el dinero y las posesiones materiales ejercen sobre nuestro corazón y autoestima, y también recordamos que tu valor no se encuentra en tus posesiones, sino en la posición que tienes como hijo de Dios.
Gálatas 4:7 nos recuerda que: "...ya no eres esclavo, sino hijo; y como eres hijo, Dios te ha hecho también heredero".
Eres hijo de Dios y por tanto eres precioso y amado ante sus ojos. Esto significa que tienes un legado celestial: ¡eres heredero del trono del cielo!
La seguridad en nuestra herencia celestial y la identidad que tenemos como hijos de Dios son suficientes para no ceder a la tentación de basar nuestra confianza, valor e identidad en lo que poseemos. ¡Dios es suficiente para vivir de acuerdo a esta verdad en el día a día! En él, es perfectamente posible disfrutar de las cosas que tenemos sin permitir que estas nos definan o nos destruyan.
Jesús nos recuerda: “No acumulen para sí tesoros en la tierra… Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo”.
En otras palabras, si te sientes cautivo o atrapado por tus posesiones materiales, debes cambiar tu enfoque. ¿Por qué mirar hacia abajo cuando puedes levantar tus ojos al cielo? Jesús es claro y habla directamente a nuestro corazón: este cambio de enfoque tiene que empezar en nuestro interior: “Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón”.
La profundidad que encierra esta verdad está relacionada con nuestra naturaleza humana y con el propósito y valor que asignamos a las cosas de acuerdo a la perspectiva desde la que las observamos. Si nuestro tesoro está arraigado en las posesiones terrenales, todo nuestro ser se enfocará en las preocupaciones efímeras de este mundo. Pero si nuestro tesoro se encuentra en el cielo, en lo alto, en lo que es verdaderamente valioso, nuestro corazón estará firmemente cimentado en las verdades eternas del reino de Dios.
Por otro lado, Colosenses 3:1 también recalca: “...busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra”.
Sé intencional con el cambio de perspectiva. Reorienta tu corazón hacia el tesoro celestial que Dios ha preparado para ti.
Tu identidad no está definida por lo que tienes en la tierra, sino por lo que está en lo alto, es decir, lo eterno, lo celestial.
Alinea tu corazón con el de Dios y entonces verás cómo la atracción por las posesiones empieza a perder su impacto en tu vida.
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tetha1950 · 8 months
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¿Qué es la Verdad?
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Solo hay un fundamento firme e inquebrantable para la vida: el Señor Jesucristo.
Juan 17
En el huerto de Getsemaní, horas antes de su arresto, Cristo oró por los discípulos: “Santifícalos en la verdad; tu palabra es verdad” (Jn 17.17). Poco después, al ser interrogado por Pilato, el Señor respondió que había venido al mundo para dar testimonio de la verdad. Esto provocó la pregunta filosófica de Pilato que la gente todavía se hace hoy en día: “¿Qué es la verdad?” (Jn 18.37, 38).
El significado de la palabra corresponde a lo que es, no a lo que sentimos o desearíamos que fuera verdad. Podemos evitar la verdad —o diluirla o encubrirla— porque puede resultar incómodo exponer la debilidad o sacar a la luz el pecado.
La verdad es tan importante que se menciona casi 200 veces en las Sagradas Escrituras. De hecho, en los capítulos 17 y 18, que describen las últimas horas del Señor Jesús antes de la crucifixión, la palabra se menciona seis veces. Cuando la verdad pierde su posición suprema en nuestra vida, todo empieza a desmoronarse.
Pero la verdad es algo más que información objetiva o precisa. Es una manera de vivir que elimina las barreras y nos libera para que disfrutemos de la vida abundante que Cristo quiere para nosotros. (Véase Jn 10.10). Él es “el camino, la verdad y la vida” (Jn 14.6), y al seguirlo, descubriremos la clave de la verdadera paz y contentamiento.
(Ps. Charles Stanley).
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