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#paraíso de los libros perdidos
crisrf1986 · 2 years
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Romper el círculo - Colleen Hoover
Romper el círculo – Colleen Hoover
¡Hola, holaaaa! Un viernes más que me paso por aquí para dejar una reseña de un libro y lo hago encantada 😉 Hoy os voy a hablar del fenómeno internacional: Romper el círculo de Colleen Hoover, una novela que habla sobre un tema muy delicado y del que, por desgracia, un poco he vivido, por lo que creo que tengo criterio para opinar… Os dejo la información de la novela, que también está…
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redcomunitaria · 2 months
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Querido tío,
Espero que esta carta te encuentre en buen estado y con una sonrisa de oreja a oreja, ¡porque ya casi estoy listo para aterrizar en ese paraíso playero que llamas hogar! Sé que puede sonar un poco loco, ¿verdad? Yo, uno completo desconocido, apareciendo de la nada y pidiendo alojamiento en tu refugio costero. Pero, ¿sabes qué? ¡La vida está llena de sorpresas!
Déjame contarte un poco sobre mí para que puedas reconocerme cuando llegue al aeropuerto. No voy a hablar sobre el color de mi cabello o mis ojos, porque eso sería imposible que lo vieras. Quiero que me veas más allá de lo superficial, tal cual lo haces con tus gafas especiales.
Para empezar, soy un alma inquieta, siempre buscando nuevas aventuras y emociones. Soy como un perrito callejero curioso, oliendo cada esquina y persiguiendo cada destello de luz. ¿Recuerdas ese cachorro juguetón que solía rondar por el vecindario? Bueno, ese sería yo.
Tengo una pasión desenfrenada por la naturaleza y por la escritura. A veces me desconecto del mundo en lugares como playas o bosques para inspirarme y tomar las palabras que vuela en lo etéreo y escribirlas en mi intento por ser eterno. Me siento más vivo cuando estoy bajo el sol, con los pies en la arena o perdido en un bosque espeso. No necesito lujos ni comodidades extravagantes; solo dame un paisaje impresionante y estaré en mi elemento.
Además, soy un gran amante de las historias. No importa si son libros, películas o simplemente anécdotas que, como dice mi amiga Irene, son las patoaventuras de la vida cotiiana, siempre estoy ávido de más. Soy como un cuervo que colecciona palabras en lugar de objetos brillantes. Las historias son mi tesoro más preciado.
Ah, y no puedo olvidar mencionar mi amor por la comida. Soy un explorador culinario, siempre dispuesto a probar platos exóticos y sabores desconocidos. Para mí, cada comida es una aventura en sí misma, y cada bocado es un nuevo descubrimiento.
En cuanto a mis habilidades, bueno, digamos que soy un poco como una mezcla de Bob el constructor y Dr. House. Puedo arreglar casi cualquier cosa con cinta adhesiva y un poco de ingenio. No soy el tipo de persona que se rinde fácilmente ante un desafío; más bien, lo veo como una oportunidad para demostrar mi creatividad.
Así que, tío, cuando nos veas llegar al aeropuerto, solo busca a alguien con la chispa de la aventura en los ojos, el olor a sal en la piel y una sonrisa ansiosa por explorar lo desconocido. Esa seré yo, listo para sumergirme en la maravilla de tu mundo costero.
¡Nos vemos pronto!
Con cariño,
Mario
P.D. ¡Te quiero!
Don Ggatto
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persepolisph · 7 months
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ULTIMA CARTA DE PIZARNIK A SILVINA OCAMPO.
Tristísimo día en que te telefoneé para no escuchar sino voces espúreas, indignas, originarias de criaturas que los hacedores de golems hacían frente a los espejos.
Pero vos, mi amor, no me desmemories. Vos sabés cuánto y sobre todo sufro. Acaso las dos sepamos que te estoy buscando. Sea como fuere, aquí hay un bosque musical para dos niñas fieles: S. y A.
Escribime, la muy querida. Necesito de la bella certidumbre de tu estar aquí, aquí abajo; sin embargo, yo traduzco sin ganas, mi asma es impresionante (para festejarme descubrí que a Martha le molesta el ruido de mi respiración de enferma). ¿Por qué, Silvina adorada, cualquier mierda respira bien y yo me quedo encerrada y soy Fedra y soy Ana Frank?
El sábado, en Bécquar, corrí en moto y choqué. Me duele todo (no me dolería si me tocaras –y esto no es una frase zalamera). Como no quise alarmar a los de la casa, nada dije. Me eché al sol. Me desmayé pero por suerte nadie lo supo. Me gusta contarte estas gansadas porque sólo vos me las escuchás. ¿Y tu libro? El mío acaba de salir. Formato precioso. Te lo envío a Posadas 1650, quien, por ser amante de Quintana, se lo transmitirá entre escogencia y escogencia.
Les envié así un cuaderniyo venezolano con un no sé qué de degutante [desagradable] (como dicen Ellos). Pero que te editen en 15 días.
Oh Sylvette, si estuvieras. Claro es que te besaría una mano y lloraría, pero sos mi paraíso perdido. Vuelto a encontrar y perdido. Al carajo los greco-romanos. Yo adoro tu cara. Y tus piernas y tus manos que llevan a la casa del recuerdo-sueños, urdida en un más allá del pasado verdadero.
Silvine, mi vida (en el sentido literal) le escribí a Adolfito para que nuestra amistad no se duerma. Me atreví a rogarle que te bese (poco: 5 o 6 veces) de mi parte y creo que se dio cuenta de que te amo sin fondo. A él lo amo pero es distinto, vos sabés, ¿no? Además lo admiro y es tan dulce y aristocrático y simple. Pero no es vos. Te dejo: me muero de fiebre y tengo frío. Quisiera que estuvieras desnuda, a mi lado, leyendo tus poemas en voz viva. Sylvette, pronto te escribiré. Sylv, yo sé lo que es esta carta. Pero te tengo confianza mística. Además la muerte tan cercana a mí, tan lozana, me oprime. Sylvette, no es una calentura, es un re-conocimiento infinito de que sos maravillosa, genial y adorable. Haceme un lugarcito en vos, no te molestaré. Pero te quiero, oh no imaginás cómo me estremezco al recordar tus manos que jamás volveré a tocar si no te complace puesto que ya lo ves lo sexual es un “tercero” por añadidura. En fin, no sigo. Les mando los 2 librejos de poemas póstumos –cosa seria—. Te beso como yo sé, a la rusa (con variantes francesas y de Córcega). O no te beso sino que te saludo, según tus gustos, como quieras.
Me someto. Siempre dije no para un día decir mejor sí.
Sylvette, sos la única. Pero es necesario decirlo: nunca encontrarás a nadie como yo. Y eso lo sabés (todo). Y ahora estoy llorando. Sylvette, curame, ayudame, no es posible ser tamaña supliciada, Sylvette, curame, no hagas que tenga que morir, ya…
Tuya:
Alejandra.
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leukiel · 2 years
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Por algún cigarro...
Así era ella, siempre detenía sus labios por algún cigarro, esa era la manera de trabajar sus emociones, de sanar sus heridas, de enmendar sus errores. Llovía entre la oscuridad de sus ojos, pero era una lluvia escondida, casi casi como el niño que tímido, se resguarda entre las faldas de la madre. Y con esa mirada nublada, plagada de tormentas y destellos ardiendo en soledad, ponía en calma por un instante el alma; la cajetilla abría y cerrando los ojos, tomaba un cigarro al azar. Los trémulos dedos atrapaban con espectacular dulzura el objeto que abrigaba con envidiable celo a la nicotina. Ella cerraba los ojos y sus mejillas al instante se humedecían. Había tristeza, mucha tristeza en su espíritu, pero también había un antifaz, un mecanismo de defensa que detenía por segundos el curso de su espíritu de escritora invisible, sí, la escritora que era, que escribía fenomenal, creativa, sensible mas imperceptible ante el entorno. Sus únicos amigos: los imaginarios, aquellos con quienes creaba historias, charlas, reuniones, fiestas, peleas y situaciones que no podía vivir en un mundo donde nadie la volteaba a ver. Entonces metía la mano derecha al bolsillo de su pantalón de mezclilla e iba sacando despacio el negro encendedor con diseño de mariposa de metal azul —el emblema de uno de sus libros, que aún aguardaba para ser publicado, en el cajón de su escritorio. Apretaba el botón de encendido y una larga flama de color turquí hacía su aparición. La delgada llama amiga, compañera de viaje, la bailarina de fuego que de repente danzaba al unísono del viento de la noche. Aquella sonreía delante de esa aparición cuya alzaba sus manos para alcanzar la nívea columna del tabaco y así hacerlo arder. La primera bocanada abrasaba la garganta, pero en la garganta del dolor, de la melancolía oculta, de los sueños y las esperanzas que de repente parecían asfixiarse... Entonces, de pronto, todo cambiaba.
Entre cada bocanada un rayo de sol se encendía y el cielo oscuro se inundaba de artificiales fuegos de gran celebración. Las fanfarrias se hacían presentes. La soledad se llenaba de ilusión, de inspiración; la tristeza se vestía de tinta y las manos comenzaban a guiar la orquesta de letras atestadas de optimismo, de carcajadas, de sonrisas. Era increíble lo que ese cigarro hacía. "Ven a mí, miedo." Repetía una y otra vez en tanto se carcajeaba, sin embargo su mirada no dejaba de derramar lagunas de sal. Una escena absurda, contrastante, un teatro que sólo un artista podría descifrar.
"Jodida estoy, y saben qué... no me importa estarlo, porque realmente yo no soy la jodida, el jodido es este mundo que nos ha vuelto invidentes al alma y videntes de lo que pudre a nuestro espíritu... Pero bueno, quién soy yo para emitir una opinión. Nada. No soy nada, ni soy nadie. Allá afuera mi nombre no existe. Paso inadvertida entre el tumulto de zombis que llaman humanos y que por ser mis semejantes, también llaman mis hermanos. El vacío mira al vacío. Se ha olvidado el creador de aquellos que llevan el éter latiendo en el corazón."
Una bocanada larga más... y silencio. No había nada más que un ensordecedor silencio. Luego una estrella entrecana, otra estrella ámbar, por allá una pálida en tono rosa, como asustada... y otra descendiendo de algún paraíso perdido, en tono brillante cetrino.
Y ahí, en la esquina superior del escritorio viejo, una maceta con tierra seca aguardando por la raíz mágica del astro emancipado de la mano de un ángel que se olvidó de ser ángel.
Y la escritora casi por terminarse el cigarro. Y es que realmente no era cualquier sustancia química la que estaba invadiendo sus pulmones, eso nos hizo creer al iniciar la lectura de este relato. Ahí dentro, envuelto en esa hoja yacía una droga, un aletargante de la tristeza, un alentador de la alegría... El puente hacía el mundo donde todos los ojos observaban a nuestro personaje dándole el regalo de existir, donde sus letras eran leídas y donde su amigos podían tener un alma, un alma como la que ella dejaba de tener cuando ese cigarrillo volvía a apagarse.
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—Leukiel.
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jgmail · 2 months
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Dos siglos de falsas noticias arqueológicas
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Por Stéphane François
Traducción de Juan Gabriel Caro Rivera
Nuestro amigo Jean-Loïc Le Quellec acaba de publicar Des Martiens au Sahara. Deux siècles de fake news archéologiques (Éditions du détour, Burdeos, 2023). Este libro es una reedición ampliada (¿doblada?) de Des Martiens au Sahara. Chroniques d'archéologie romantique, publicado en 2009 por Actes sud/Errance. La treintena de capítulos que componen el libro, los cuales son más bien breves, también han sido reorganizados. En resumen, se trata prácticamente de un libro nuevo y cada capítulo aborda un tema en específico. El libro ofrece un amplio panorama de lo que puede llamarse la “pseudo-arqueología”. Su principal interés se resume en su subtítulo, el cual ha sido modificado: de “Crónicas de la arqueología romántica” ha pasado a ser “Dos siglos de falsas noticias arqueológicas”. El contexto cultural y social ha cambiado profundamente en estos catorce años, pues quienes realizan estas acciones ya no son aficionados apacibles, a menudo caprichosos (piénsese en las colecciones dedicadas a la “arqueología misteriosa” que florecieron en las décadas de 1970 y 1980), sino que han adoptado posturas mucho más agresivas encubiertas por un discurso pseudocientífico que trata de socavar la confianza del público en la ciencia y en el conocimiento establecido. Esto se aplica sobre todo a las teorías de conspiración y sus nefastas tesis que se han extendido considerablemente debido a la epidemia del Covid 19. Con el desarrollo del Internet y las redes sociales ahora es más fácil perderse en el laberinto de teorías alternativas y relatos pseudocientíficos. Estas últimas resultan atractivas por su simplicidad y espectacularidad, pero causan estragos al poner en entredicho el conocimiento científico.
Jean-Loïc muestra muy claramente cómo estos discursos han adquirido una mayor visibilidad hoy en día. Con la excepción de los escritos de John Smith, que fueron el origen de una nueva religión (la Iglesia de Jesucristo y de los Santos de los Últimos Días – los mormones), las tesis analizadas en este libro tuvieron una difusión limitada en el siglo XIX y llegaron a un público mucho más amplio únicamente con la invención de Internet. Un ejemplo de ellas es el creacionismo. Sus partidarios no dudan en utilizar burdas falsificaciones para promover sus ideas, por lo que son objeto de varios capítulos (capítulo 6, “Un dedo de creacionismo”; 11, “Un poco de arche-ología"; 12, “Greenpeace y el diluvio”; 13, “Un paraíso perdido, 10 “¡Primicias encontradas!”; 14, “Mamuts y mormones”; 16, “¿Vieron los amerindios al diplodocus?”; 17, “¿No vieron mamuts, rinocerontes y triceratops?”). Otro de los objetos de estudio del autor es Graham Hancock, periodista británico especializado en “historia del misterio” y los partidarios de la “historia secreta”, cuyas ideas son supuestamente rechazadas por la “arqueología oficial”, como el mismo Hancock dice en la introducción de su serie de “documentales” (“En los albores de nuestra historia”) emitidos en Netflix.
Como explica Jean-Loïc Le Quellec en su “Prólogo”, es necesario cambiar de registro: ya no se trata de promover una “visión alternativa” de la historia, como era el caso de la “arqueología romántica” como propone el autor en el subtítulo de la primera edición del libro, sino de banalizar las tesis de las mismas con tintes racistas que le niegan a las distintas civilizaciones no europeas la capacidad de fundar culturas complejas y admirables en términos arqueológicos. La premisa es simple: estas civilizaciones solo pudieron alcanzar tal grado de sofisticación con ayuda exterior. Erich von Däniken y Aliens Theory, una serie televisiva de pseudodocumentales (que se basan en las tesis del primero), consideran que la respuesta es bastante sencilla: lo hicieron los extraterrestres (véase el capítulo 27, “De los marcianos al Sáhara y otras ‘cabezas redondas’”). Sin embargo, el enfoque de Graham Hancock es más sutil: nunca nombra a los antepasados que crearon la civilización. Se limita a dar un periodo de tiempo de 12.000 a.C., el mismo para cada episodio de su serie junto con otro dato: la idea de un cataclismo mundial. En sus libros, es incluso más explícito: esta civilización primordial, creadora de las demás, es la Atlántida. Y los atlantes de Hancock son blancos. Obviamente, podríamos decir que estas tesis de pueblos blancos civilizadores igualmente se encuentran en otros autores de la década de 1960 que también abordaron este tema, como lo son el caso de Robert Charroux y Jacques de Mahieu ejemplo (véase “Epílogo”). Los defensores de Hancock (y también él mismo, ya que nunca se puede ser mejor defendido que por uno mismo) propusieron la idea de una conspiración: los partidarios de la “ciencia oficial” (en otras palabras, los académicos) impiden la difusión de estos descubrimientos de los orígenes europeos y prehistóricos de la civilización hechos por aficionados. Se trata de la vieja tesis de la superioridad de la “raza blanca” y como siempre el diablo se esconde en los detalles.
El otro gran mérito del libro de Jean-Loïc Le Quellec, además de su increíble erudición, es mostrar cómo estos discursos racistas, que no son pocos, vuelven a ser habituales después de la popularidad que tuvieron en 1960 y que ahora son difundidos gracias a Internet y a sitios como Netflix. Démosle la palabra al autor: “¿Por qué interesarse por las innumerables historias de este género? Porque las teorías fundamentalistas y creacionistas sólo pueden atraer a los mal informados y porque la arqueología fantástica (o romántica) a menudo transmite ideas racistas o contribuye involuntariamente a reforzarlas reciclando eternamente las mismas tonterías. La mala arqueología puede hacernos sonreír, pero no por ello es menos potencialmente peligrosa como demuestran varios de los casos examinados en este libro”. (pp. 345-346). Este libro es una sólida investigación que, con una ironía mordaz, ayuda a la salubridad intelectual y conviene leerlo y releerlo.
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vaquero-soul · 2 years
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HOMBRES MAYORES
Ojo con ellos.
Andan por ahí con su corazón endurecido.
Ojo con ellos son pocos y dificiles de identificar.
Ojo con ellos.
Ya se enamoraron y perdieron, fueron perdidos y tratados de reconquistar.
Ojo con ellos.
Ya lloraron y ya olvidaron.
Ya caminaron caminos olvidados, senderos de aventura y éxtasis y
Olieron flores de perfumes embrujadores.
Ojo con ellos.
Ya amaron cuerpos jovenes, escalaron con besos montañas erguidas en desiertos morenos y ardientes de placer.
Ojo con ellos.
Sus manos son expertas en acariciar.
Sus boca sabe a vino añejo y sus ojos son un paraíso que si miras no podrás abandonar.
Ojo con ellos ya pasaron los 40, su cabello presume canas plateadas con historias jamás contadas.
Ojo con ellos, ya no mienten, ya no juegan, ya no quieren aventurar.
Ojo con ellos.
Quieren besarte mientras duermes, agarrar tu mano fuerte, darte eternos abrazos de seguridad.
Ojo con ellos saben cuidar, saben conquistar cada día, saben amar cada noche, llamarte en las tardes con un poema de cuatro palabras, llenar tus domingos de alegría y saciedad. Los sábados miran la Luna, leen libros, están llenos de paz.
Sus palabras son sabías, sus besos imanes de los que una no puede escapar.
Ojo con ellos porque ya no creen en cuentos, ni se enamoran de los ojos o las caderas, no se embelezan en senos firmes ni en largas cabelleras, una cintura no es para ellos lo que más se ha de admirar.
Ojo con ellos, saben escuchar sin que tengas necesidad de hablar.
Ellos se fijan en la mirada detrás de los ojos, en la belleza del alma, la madurez del espíritu y la sabiduría mental.
Ojo con ellos, si te topas con uno, dudo que puedas escapar.
©️darkmindblender
Mayo,22
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cuadernodeliteratura · 8 months
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«El paraíso, el espacio exterior», Mariano Blatt.
El Paraíso, el Espacio Exterior, un viaje en lancha por el Río de la Plata, una charla confusa con un perro, 3 pibes caminando por el medio de la calle. El olor de una panadería, de un porro y de después de coger en verano. Una buena mesa en una pizzeria. Un vaso de cerveza, un chico en cueros. Un pibe con cara de drogado en el subte. Un ventilador de esos de pie que me tira aire a mí, a vos, a él, a vos, a mí de nuevo y así toda la tarde. El Paraíso, el Espacio Exterior, un camino entre árboles re altos, las siete de la mañana, una pila de libros, varios pibes jugando a la pelota en un descampado y otros destrozados por la droga y por el amor, especialmente por el amor. El Paraíso, el Espacio Exterior, una foto de un lugar abierto, el ruido que hacen las estrellas y el que no nos dejan hacer. Gente del otro lado del alambrado. Los diferentes tipos de drogas que usamos para estar bien, el sol dándote de lleno en la parte de arriba de la cabeza.
El olor de una pileta techada, la luz en el vestuario de chicos, los chicos. Un buen nadador, un chico del interior andando en motito de delivery. Un montoncito de yerba usada tirada atrás de un campo de deportes. Un pibe con buzo de Tigre andando en bici por la plaza de Lobos. Un campo de deportes a las cinco de la tarde. El Paraíso, el Espado Exterior, un chico re lindo bailando re. La luz de una estrella, la de muchas, un pibe extasiado mirándote de cerca a los ojos y otro con cara de extasiado buscando perdido a su grupo de amigos. El Paraíso, el Espacio Exterior, un buzo de los Minessota Timberwolves. El primer día de vacaciones de cuando tenías diecisiete y se te marcaban los abdominales. El montoncito de mochilas en la playa, un pibe dándole la mano a otro. El Paraíso, el Espacio Exterior, el olor de fumar porro los sábados a la tarde. Una casa con las ventanas abiertas, las cerámicas frías de la cocina, una pileta en la parte de atrás.
El Paraíso, el Espacio Exterior, el viento del Río de la Plata en la rambla de Montevideo, un pibe rubio de ojos negros haciendo juego consigo mismo y la camiseta de Peñarol. El olor del barro seco entre los tapones del botín, el pantaloncito de fútbol manchado con pasto, una droga nueva muy rica que viene en gotero. El Paraíso, el Espacio Exterior, la sensación de empezar a estar drogado en una super fiesta, una foto del campo a las cinco de la tarde, un amigo pasándote el brazo por atrás de la cintura para empezar a saltar juntos. El Paraíso, el Espacio Exterior, un chico en la cancha de Quilmes agitando una bandera de palo de Argentinos. Un jugador de fútbol bailándole cumbia al banderín del córner, un puente muy largo de cruzar. Gente saltando porque su equipo va ganando, un policía más chico que vos revisándote los bolsillos. Quince micros parados al costado de la ruta a cincuenta kilómetros de entrar a Córdoba, unos pibitos que estuvieron tomando Fernet todo el viaje jodiendo a unas vacas para matar el tiempo, un policía cordobés yéndolos a buscar. Una foto desde el cielo, la hinchada visitante cantando mucho más fuerte que la local. El Paraíso, el Espacio Exterior, la única forma de entrar a un lugar. Un pueblo de pocos habitantes, un camión heladera llevando lácteos al almacén, los yogures, el chico que los descarga, un billete de dos pesos volando en el medio de cualquier lado. El Paraíso, el Espacio Exterior, la terraza de un edificio, la parte más alta. Una buena manera de empezar a bailar, saber que tenés más éxtasis en el bolsillo del pantalón. Una charla graciosa con un amigo, dos pibes hablando con los anteojos puestos, siete amigos bailando exactamente igual por un ratito , 3 pibes caminando por el medio de la calle. E l Paraíso, el Espacio Exterior, una escalera que no termina nunca más, un amigo jugando al ajedrez contra la máquina, un pibito que no entiende lo que está pasando. La droga de los buenos, la de los mejores,
la de los increíbles. Una foto satelital de altísima resolución, un chico haciéndote una pregunta interesante. Un abrazo sincero. Muchos recuerdos juntos que te hacen cosquillas en las piernas. El Paraíso, el Espacio Exterior, un chico con los ojos cerrados, unas zapatillas para saltar mejor. Un perro de la misma raza que el chico que te gusta, un amigo hablándote del campo a las cinco de la tarde y en el momento en que iba a escribir que tomaba mate tomo mate. El Paraíso, el Espacio Exterior, un chico imitando el ruido del viento con la boca, una esquina mal iluminada. Dos pibes con capucha fumando porro. Un poema que empieza y termina como vos querés. El Paraíso, el Espacio Exterior, un chico que te lo jura por dios, una canción que viene con un sonidito increíble. Un sueño re lindo, un m omento agradable para estar en. El Paraíso, el Espacio Exterior saber que está todo bien. Un chico con un tatuaje de Michael Jordan, una pastilla que te pone como superhéroe. El Paraíso, el Espacio Exterior, un pibe bailando con las mejores zapatillas, un tema que te da ganas de vivir y otro, que viene después, que te da ganas de vivir más arriba. El Paraíso, el Espacio Exterior, un festejo de gol que no te vas a olvidar nunca más, los mejores chicos para estar enamorado de. Un poema fácil de escribir, un chico re lindo de ver sin remera, ' un arquero que achica bien en el mano a mano. El Paraíso, el Espacio Exterior, la sonrisa de éxtasis más grande de la fiesta, mucha gente levantando las manos al mismo tiempo. Estar bien, estar re bien. El árbol más alto del pueblo, un tema que te hace despegar. El Paraíso, el Espacio Exterior, una carrera de acá a la esquina, una cosa que se me acaba de ocurrir, un poeta con la mirada puesta en
Las cosas que nadie entiende. Una lancha que te lleva a mil lugares que querías conocer, media pastilla de éxtasis en el bolsillo de la campera que más te gusta, una cosa interesante que te quería contar. El Paraíso, el Espacio Exterior.
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77jose-ricardo77 · 1 year
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SAN PEDRO DAMIANI, OBISPO DE OSTIA Y CARDENAL, DOCTOR DE LA IGLESIA, CAMALDOLENSE
San Pedro Damián está entre los santos que encontramos en el Paraíso dantesco. Santo reformador y doctor de la Iglesia, combatió la simonía y la corrupción en clero de su tiempo. Su fiesta se celebra el día 21 de febrero
Una infancia difícil
Pedro Damián nació en Ravena, el último hijo de una pobre y numerosa familia. Habiendo perdido a sus padres cuando era muy niño, quedó al cuidado de un hermano suyo, quien le trató como si fuera un esclavo enviándolo a cuidar de los cerdos que tenían, en cuanto pudo aprender a caminar. Otro de sus hermanos, que era arcipreste de Ravena, se compadeció de él y decidió encargarse de su educación. Viéndose tratado por primera vez como un hijo, Pedro tomó de su hermano el nombre de Damián.
En la escuela de la generosidad
Su primer biógrafo, San Juan de Lodi, cuenta dos episodios significativos de la juventud de Pedro Damián. Un día el jovencito encontró una moneda y lleno de alegría se dirigió hasta el párroco y se la entregó para que ofreciera una misa por los difuntos. Podría habérsela gastado en un dulce o en cualquier otra cosa, acorde a las ilusiones y gustos de su edad, pero decidió despojarse de ella por una mejor causa. En otra ocasión, se encontró con un mendigo ciego que estaba hambriento. El pequeño compró dos trozos de pan y escogió para si mismo el que era más blanco y tierno, dejando para el mendigo el más duro. En ese momento se atragantó con una miga de pan. Arrepentido por su egoísmo, intercambió su trozo de pan con el del ciego, y pudo entonces volver a respirar. Fueron estos y otros episodios los que posteriormente lo llevaron a decidir consagrar su vida a Dios.
En la ermita de Fonte Avellana
Pedro decidió abandonar enteramente el mundo y abrazar la vida monacal en otra región. Un día en que se hallaba reflexionando sobre su proyecto, se presentaron en su casa dos benedictinos de la reforma de San Romualdo, que pertenecían al convento de Fonte Avellana. Pedro les hizo muchas preguntas sobre sus reglas y modo de vida. Sus respuestas le dejaron satisfecho, e ingresó en esa comunidad de ermitaños, que gozaba entonces de gran reputación. Los ermitaños habitaban en celdas separadas, consagraban la mayor parte del tiempo a la oración y lectura espiritual, y vivían con gran austeridad.
Con el tiempo, sería elegido prior y reorganizaría el monasterio inspirando un resurgir de nuevas casas en las zonas colindantes.
Los males de la Iglesia
Los dos peores vicios de la Iglesia en aquellos años mil, eran la impureza y la simonía. Muchos sacerdotes eran descuidados en cumplir su celibato. Y contra estos dos defectos se propuso luchar Pedro Damián.
En el año 1057, el Papa Esteban IX lo nombró Cardenal y Obispo de Ostia (que es el puerto de Roma). El humilde sacerdote no quería aceptar estos cargos, pero finalmente lo hizo por obediencia al Santo Padre.
Santo de inmediato
Y precisamente como muestra de su obediencia, aceptó el mandato del Sumo Pontífice que lo envió a Ravena a tratar de lograr que esa ciudad hiciera las paces con el Papa. Lo consiguió, y al volver de su importante misión, al llegar al convento sintió una gran fiebre. Murió santamente el 21 de febrero del año 1072. Inmediatamente la gente empezó a considerarlo como un gran santo y a conseguir favores de Dios por su intercesión.
El Papa lo canonizó y lo declaró Doctor de la Iglesia en 1828, por los elocuentes sermones que compuso y por los libros tan sabios que escribió.
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queridoantigris · 2 years
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Ma très chère,
Tristísimo día en que te telefoneé para no escuchar sino voces espúreas, indignas, originarias de criaturas que los hacedores de golems hacían frente a los espejos (cf. von Arnim).
Pero vos, mi amor, no me desmemories. Vos sabés cuánto y sobre todo sufro. Acaso las dos sepamos que te estoy buscando. Sea como fuere, aquí hay un bosque musical para dos niñas fieles: M. y L.
Escribime, la muy querida. Necesito de la bella certidumbre de tu estar aquí, ici-bas pourtant [aquí abajo, sin embargo]. Yo traduzco sin ganas, mi asma es impresionante (para festejarme descubrí que a Martha le molesta el ruido de mi respiración de enferma.) ¿Por qué, Minerva adorada, cualquier mierda respira bien y yo me quedo encerrada y soy Fedra y soy Ana Frank?
El sábado, en Bécquar, corrí en moto y choqué. Me duele todo (no me dolería si me tocaras –y esto no es una frase zalamera). Como no quise alarmar a los de la casa, nada dije. Me eché al sol. Me desmayé pero por suerte nadie lo supo. Me gusta contarte estas gansadas porque sólo vos me las escuchás. ¿Y tu libro? El mío acaba de salir. Formato precioso. Te lo envío a Posadas 1650, quien, por ser amante de Quintana, se lo transmitirá entre ascogencia y escogencia.
Te (les) envié aussi un cuaderniyo venezol-ano con un no sé qué de degutante (como dicen Ellos). Pero que te editen en 15 días (…) Mais oui, je suis une chienne dans le bois, je suis avide de jouir (mais jusqu’au péril extrême). Oh Mimi, si estuvieras. Claro es que te besaría una mano y lloraría, pero sos mi paraíso perdido. Vuelto a encontrar y perdido. Al carajo los greco-romanos. Yo adoro tu cara. Y tus piernas y, surtout (bis10) tus manos que llevan a la casa del recuerdo-sueños, urdida en un más allá del pasado verdadero.
Minerva, mi vida (en el sentido literal) le escribí a Adolfito para que nuestra amistad no se duerma. Me atreví a rogarle que te bese (poco: 5 o 6 veces) de mi parte y creo que se dio cuenta de que te amo SIN FONDO. A él lo amo pero es distinto, vos sabés ¿no? Además lo admiro y es tan dulce y aristocrático y simple. Pero no es vos, mon cher amour. Te dejo: me muero de fiebre y tengo frío. Quisiera que estuvieras desnuda, a mi lado, leyendo tus poemas en voz viva. Minerva mon amour, pronto te escribiré. Min., yo sé lo que es esta carta. Pero te tengo confianza mística. Además la muerte tan cercana a mí (tan lozana!) me oprime. (…) Minerva, no es una calentura, es un re-conocimiento infinito de que sos maravillosa, genial y adorable. Haceme un lugarcito en vos, no te molestaré. Pero te quiero, oh no imaginás cómo me estremezco al recordar tus manos que jamás volveré a tocar si no te complace puesto que ya lo ves lo sexual es un “tercero” por añadidura. En fin, no sigo. Les mando los 2 librejos de poemúnculos meos –cosa seria. Te beso como yo sé i a la rusa (con variantes francesas y de Córcega).
O no te beso sino que te saludo, según tus gustos, como quieras.
Me someto. Siempre dije no para un día decir mejor sí.
Ojo: esta carta tu peut t’en foutre et me répondre à propos des hormigas culonas.
Min, tu es la seule, l’unique. Mais ça il faut le dire: Jamais tu ne rencontreras quelqu’un comme moi –Et tu le sais (tout)
(Et maintenant je pleure. Minerva curame, ayudame, no es posible ser tamaña supliciada -)
Minerva, curame, no hagas que tenga que morir ya.
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odetomylover · 2 years
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Ma très chère,
[…] Pero vos, mi amor, no me desmemories. Vos sabés cuánto y sobre todo sufro. Acaso las dos sepamos que te estoy buscando. Sea como fuere, aquí hay un bosque musical para dos niñas fieles: S. y A.
Escribime, la muy querida. Necesito de la bella certidumbre de tu estar aquí, ici-bas pourtant [aquí abajo, sin embargo]. Yo traduzco sin ganas, mi asma es impresionante (para festejarme descubrí que a Martha le molesta el ruido de mi respiración de enferma.) ¿Por qué, Silvina adorada, cualquier mierda respira bien y yo me quedo encerrada y soy Fedra y soy Ana Frank?
El sábado, en Bécquar, corrí en moto y choqué. Me duele todo (no me dolería si me tocaras –y esto no es una frase zalamera). Como no quise alarmar a los de la casa, nada dije. Me eché al sol. Me desmayé pero por suerte nadie lo supo. Me gusta contarte estas gansadas porque sólo vos me las escuchás. ¿Y tu libro? El mío acaba de salir. Formato precioso. Te lo envío a Posadas 1650, quien, por ser amante de Quintana, se lo transmitirá entre ascogencia y escogencia.
[…] Oh Sylvette, si estuvieras. Claro es que te besaría una mano y lloraría, pero sos mi paraíso perdido. Vuelto a encontrar y perdido. Al carajo los greco-romanos. Yo adoro tu cara. Y tus piernas y tus manos que llevan a la casa del recuerdo-sueños, urdida en un más allá del pasado verdadero.
Silvine, mi vida (en el sentido literal) le escribí a Adolfito para que nuestra amistad no se duerma. Me atreví a rogarle que te bese (poco: 5 o 6 veces) de mi parte y creo que se dio cuenta de que te amo SIN FONDO. A él lo amo pero es distinto, vos sabés ¿no? Además lo admiro y es tan dulce y aristocrático y simple. Pero no es vos, mon cher amour. Te dejo: me muero de fiebre y tengo frío. Quisiera que estuvieras desnuda, a mi lado, leyendo tus poemas en voz viva. Sylvette mon amour, pronto te escribiré.
Sylv., yo sé lo que es esta carta. Pero te tengo confianza mística. […] Sylvette, no es una calentura, es un re-conocimiento infinito de que sos maravillosa, genial y adorable. Haceme un lugarcito en vos, no te molestaré. Pero te quiero, oh no imaginás cómo me estremezco al recordar tus manos que jamás volveré a tocar si no te complace puesto que ya lo ves lo sexual es un “tercero” por añadidura. En fin, no sigo. […] Te beso como yo sé i a la rusa (con variantes francesas y de Córcega).
O no te beso sino que te saludo, según tus gustos, como quieras.
Me someto. Siempre dije no para un día decir mejor sí.
Cartas de Alejandra Pizarnik a Silvina
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crisrf1986 · 5 days
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7º ELO - Inscripciones abiertas
¡¡¡Hola, holaaaa!!! Un año más ponemos en marcha el Encuentro Literario de Ourense y ya vamos por la séptima edición. Lizzie Quintas y yo estamos encantadas de iniciar una nueva aventura y este año, como siempre, cargada de sorpresas. Empezamos con una gran novedad, porque este año, por primera vez, tenemos madrina del evento. Ella es una gran escritora que ha sido fiel al ELO desde sus…
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¿Historias cortas para no dormir y así no tener pesadillas? Por Florence Inferno | Faena Aleph
En la Divina Comedia, Dante dice que en los momentos más impiadosos, cuando el hombre no ve nada más que niebla, no deja de imaginar cosas: la mente se eleva y se encierra en sí misma hasta que comienza a llover en la fantasía. La imaginación, entonces, es un lugar en el que llueve. Cuando leemos su poema épico tendemos a pensar, como acertaba Borges, que Dante se imaginaba el otro mundo exactamente como lo presenta.
William Blake (1757 – 1827)
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Prueba de la intensidad de su texto, casi inmediatamente después de su publicación (c. 1304-1321), la Divina Comedia comenzó a intrigar e inspirar a los mejores artistas. Uno de ellos fue Sandro Botticelli, otro Florentino, ambos magníficos pintores que sirvieron como los primeros ilustradores para el libro. Las ilustraciones más finas de Botticelli vinieron del “Inferno”, el más popular de los tres libros por razones similares a las del Paraíso Perdido de Milton: el infierno es mucho más atractivo que el paraíso. En ambos poemas, el averno es descrito en los términos visuales más seductores y poderosos. Tanto así que uno pensaría que la imaginación está directamente hermanada con Satán y sus oscuros jardines.
¿Qué cuadro pintarías tú si fueras a ilustrar la Comedia? ¿El Infierno, el Purgatorio o el Paraíso? ¿Por qué privarnos de la felicidad de leer esta historia e ilustrarla en la fantasía? (Porque la imaginación es un lugar en el que llueve.)
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feesperanza2016 · 2 months
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El pecado lo ha dañado todo.
“Sabemos que hasta hoy toda la creación se queja de dolor…”. Romanos 8:22a (PDT)
Nada funciona perfectamente. Porque la raza humana en su totalidad ha tomado malas decisiones…
Todo está roto, y nada en este planeta funciona perfectamente. El pecado dañó todo.
El pecado ha arruinado todo. El pecado ha destruido todo. El pecado ha corrompido y manchado todo. El pecado ha herido todo —cada relación, idea, sueño y cuerpo humano. Todo ha sido tocado por este daño.
En el libro de Eclesiastés, Salomón describe seis dimensiones de tu vida que el pecado ha dañado. En los próximos días estaremos viendo estas seis dimensiones.
El primer resultado son desastres naturales y deformidades.
Ya no estamos viviendo en el EDÉN. Como John Milton escribió en su famoso poema, el paraíso está perdido. Vivimos en un planeta quebrado. Y, como resultado, tenemos huracanes, tifones, clima loco, terremotos, sequías e inundaciones.
Me asombra que las compañías de seguros llamen a esto “actos de Dios” pero no llamen al nacimiento de un niño un acto de Dios. En otras palabras, un acto de Dios es solo algo negativo que ocurre. Dios no quiere que estas cosas sucedan en el mundo. El mundo se quebró cuando el pecado dañó todo.
La Biblia dice en Romanos 8:20, “Todo el mundo está confundido” (TLA). Todo en este planeta perdió su propósito original. Todo en este planeta fue dañado, inclusive tu ADN, el ADN de tus padres y el ADN de los padres de tus padres. ¿Te diste cuenta de que tu cuerpo no funciona correctamente? Si los cuerpos de cada persona funcionaran correctamente, no habría necesidad de doctores.
El segundo resultado es el deterioro físico y la muerte.
No había muerte en el planeta hasta que el pecado entró en el mundo. Eclesiastés 8:8 dice: “Nadie tiene poder sobre el viento para retenerlo; ni hay quien tenga poder sobre el día de su muerte” (NVI). Sabemos que la muerte es inevitable, pero de seguro tratamos de detenerla. Vamos muy lejos tratando de posponer el deterioro también. Pero hay buenas noticias: Dios no quiere que vivas por siempre en este planeta. Dios quiere que vivas por siempre en un lugar perfecto, no en un planeta que ha sido dañado por el pecado.
1 Corintios 15:42-43 dice: “Cuando morimos, nuestros cuerpos terrenales son plantados en la tierra, pero serán resucitados para que vivan por siempre. Nuestros cuerpos son enterrados en deshonra, pero serán resucitados en gloria. Son enterrados en debilidad, pero serán resucitados en fuerza” (NTV).
Reflexiona sobre esto:
¿Por qué es difícil para nosotros, aún los creyentes, aceptar la idea del deterioro de nuestros cuerpos y la muerte?
¿Cuál te parece que debería ser la actitud de los cristianos frente al medio ambiente?
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dmarren · 6 months
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15/11/2023
Hoy, en un ratito libre que he encontrado he aprovechado para leer el capítulo 6 del volumen II.
Aquí hemos presenciado el descubrimiento de unos libros por parte del monstruo: El Paraíso perdido (donde se habla de la Religión y la existencia de un Dios omnipotente), Las Vidas de Plutarco (libro que habla de los Nobles ideales, la geografía y la historia) y las Desventuras de Werther (libro que le da a conocer el abatimiento y la tristeza). Estos libros le llevan a hacerse preguntas sobre él mismo como ¿Qué era?, ¿Quién era?, ¿De dónde venía? o ¿Cuál era su destino?
Además, encontró el diario de Víctor en el cual su creador iba anotando todo sobre su creación, llegando a sentirse como Adán durante la creación solo que siendo desdichado. Esto le llevó a pensar en pedirle a los granjeros cariño y comprensión.
Este capítulo me parece importante porque se ve más claro que va a dar el paso y presentarse ante los granjeros. Además, se ven reflejados los conocimientos de la lengua adquiridos cuando los emplea para leer los libros encontrados.
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haikyou · 6 months
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Leggendo il risvolto*
Trova la chiave.
“Claro del bosque”**,
L’esergo lo invita,
Ci può entrare.
Si potrebbe perdere,
È quel che gli ci vuole ?
WakaBaoTzeBao, 9 novembre 2023 - 6.56, Kontowood.
#Cacciari #metafisica
* Metafisica: ecco la parola «davanti alla quale ognuno, più o meno, si affretta a fuggire come davanti a un appestato» (Hegel). Un fuggire che, a furia di decostruzioni, oltrepassamenti, dichiarazioni di morte o di inesorabile, fatale compimento nelle forme della razionalità scientifica, ha finito col diventare una sorta di habitus del pensiero contemporaneo. E tuttavia, ripercorrendo contropelo le filosofie classiche e i grandi sistemi del razionalismo moderno, così come le più ardite e recenti teorie della scienza, è possibile riscoprire ciò che di quel termine rimane inaudito: la tessitura che collega l’essente in quanto osservabile e determinabile allo s-fondo della sua provenienza e del suo imprevedibile avvenire; la relazione tra la theoría della cosa sotto l’aspetto della sua caducità, nell’ordine di Chronos, e quella che cerca di esprimerla nella sua relazione al Tutto e in tale relazione giunge a considerarla res divina. Nessun ‘al di là’, nessuna Hinterwelt, o mondo ‘dietro’ tà physiká, dietro il manifestarsi di Physis. Questo mondo, e il soggetto che intende conoscerlo conoscendo sé stesso, il cui essere-possibile non si arrende al Muro dell’Impossibile, esigono di essere interrogati anche secondo una tale prospettiva. Metafisica concreta, dunque, come Florenskij, scienziato, filosofo e teologo, voleva intitolare l’opera che avrebbe dovuto concludere la sua ricerca. Filosofia e scienza possono in essa ritrovarsi ed esprimere insieme, in forme distinte e inseparabili, l’integrità e inesauribilità della vita dell’essente.
** "Claros del bosque" (1977) es todo un monumento filosófico-poético, uno de los libros fundamentales de la historia reciente del pensamiento. En él, María Zambrano (1904-1991) sumerge al lector en un sentir primigenio, anterior a todo tiempo, al que el temible Cronos no tiene acceso y donde se recobra un paraíso perdido, una visión primordial. Es en este no-lugar al que Zambrano accede para no sentirse desterrada, exiliada; es en él donde todos podemos recuperar una siempre añorada unidad primigenia. La pensadora malagueña propone así una regresión originaria en la que la filosofía, la poesía, la música y la mística nos indican el camino para recordar «el Sentir», para rescatar «a las cosas y a los seres de la confusión». Introducción de Joaquín Verdú de Gregorio. [Esta edición reproduce la fijación del texto que hizo Mercedes Gómez Blesa en el Tomo I del Vol. IV de las OO.CC. de María Zambrano, 2018.]
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memoriasdelecturas · 7 months
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Cuando nos fijamos un objetivo, el mejor medio para alcanzarlo es tomar siempre el camino opuesto. No soy yo quien ha inventado dicho método. Para llegar al paraíso, Dante, en su Divina comedia, comienza pasando por el infierno. Para descubrir las Indias, Cristóbal Colón levó anclas en dirección a América. Para encontrar la realidad hay que hacer lo mismo: darle la espalda y pasar por lo fantástico. Ése es el recorrido que lleva a cabo el héroe de La historia interminable. Para descubrirse, a sí mismo, Bastián debe primero abandonar el mundo real (donde nada tiene sentido) y penetrar en el país de lo fantástico, en el que, por el contrario, todo está cargado de significado. Sin embargo, hay siempre. un riesgo cuando se realiza tal periplo; entre la realidad y lo fantástico existe, en efecto, un sutil equilibrio que no debe perturbarse: separado de lo real, lo fantástico pierde también su contenido. Eso lo aprende Bastián a su paso por la ciudad de los emperadores destronados. Al haber perdido hasta el recuerdo del mundo real, los habitantes de dicha ciudad del absurdo se ven obligados a desparramar al azar las letras del alfabeto durante todo el año, esperando que, en el transcurso de la eternidad, acaben por aparecer todos los libros del mundo, entre los que se encuentra, claro está, La historia interminable.
Michael Ende | La realidad de la fantasía
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