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#aproximaciones al desarraigo
bocadosdefilosofia · 10 months
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«La publicidad es la última tentativa hasta la fecha. Aunque su objetivo es suscitar, provocar, ser el deseo, sus métodos son, en el fondo, bastante semejantes a los que caracterizaban a la antigua moral. La publicidad instaura un superyó duro y terrorífico, mucho más implacable que cualquier otro imperativo antes inventado, que se pega a la piel del individuo y le repite sin parar: “Tienes que desear. Tienes que ser deseable. Tienes que participar en la competición, en la lucha, en la vida del mundo. Si te detienes, dejas de existir. Si te quedas atrás, estás muerto.” Al negar cualquier noción de eternidad, al definirse a sí misma como proceso de renovación permanente, la publicidad intenta hacer que el sujeto se volatilice, se transforme en fantasma obediente del devenir. Y se supone que esta participación epidérmica, superficial, en la vida del mundo, tiene que ocupar el lugar del deseo de ser.»
Michel Houellebecq: El mundo como supermercado. Editorial Anagrama, págs. 68-69. Barcelona, 2005
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ericktellez11 · 4 years
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“RELIGIOSIDAD, VIOLENCIA Y CULTURA POPULAR CARAQUEÑA”. APROXIMACIONES DESDE UNA PERSPECTIVA SOCIO-ANTROPOLÓGICA.
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Caracas es una ciudad de grandes contrastes, en ella pueden encontrarse múltiples maneras de concepción de la realidad social; comprendidas desde las variadas visiones y pautas de comportamiento, manifiestas en el accionar de sus habitantes. La heterogeneidad de lo social se hace presente con notoria intensidad, cuando se analizan diferentes aristas referentes a la vida en la capital venezolana. Habiendo toda una gama de elementos socio-económicos, históricos, políticos, religiosos, lingüísticos, filiales, de identidad y herencia cultural, que confluyen y permean el conjunto de factores que componen la esencia del acontecer caraqueño, pensado desde sus diferentes localidades.
           El presente ensayo, lejos de mostrarse como una macro-lectura de la realidad social presente en Caracas; constituye más bien un esbozo sobre las características más resaltantes, en materia cultural, religiosa y de violencia, que pueden ubicarse en el entramado de situaciones generadas en la esfera sociocultural de la metrópolis. Empleándose para ello el uso de categorías conceptuales teórico-metodológicas halladas en algunos textos etnográficos y de carácter sociológico de origen nacional y extranjero; de los cuales el autor de la reflexión en curso, siguiendo  las lógicas de sus propios conocimientos empírico-vivenciales y lo recolectado del bagaje teórico de interés, expone las semejanzas ubicadas en planteamientos extrapolados de los escenarios plasmados en las investigaciones abordadas, junto a descripciones realizadas respecto a factores de importancia, para producir el acercamiento hacia algunos fenómenos socioculturales.
           Como punto inicial de la discusión, trataremos lo relacionado a las prácticas religiosas caraqueñas. Vale destacar que a pesar del predominio del cristianismo en todo el p aís, con especial poder del catolicismo, - religión a la que pertenece, según el último censo oficial, realizado en el año 2011 el 71% de la población nacional- las prácticas de religiosidad se encuentran inmersas en un sincretismo, que reformula las dinámicas objetivadas  por las instituciones religiosas; generándose  toda una gama de nuevos  elementos de creencia, presentes sobre todo en sectores populares, a través de los cuales puede accederse a distintas formas de culto.
 Por consiguiente, ASCENCIO (2007)  expone un análisis sobre campos de religiosidad ubicados en Caracas; donde ocurre una dinámica de componentes religiosos que trascienden el establecimiento de la típica concepción este-oeste dentro de la metrópolis. Según la cual se establece un patrón de categorización social en la que los habitantes caraqueños y residentes en otros puntos del país, establecen una distinción basada fundamentalmente en las condiciones materiales de existencia. Siendo el “este” entendido como una zona con habitantes de mayor estrato socioeconómico y superior poder adquisitivo, frente a los que habitan el “oeste”; considerándose esto en frases comunes como “el este del este”, con la que se hace referencia a las áreas más exclusivas, algo así como “lo mejor de lo mejor”. Cuestión que resulta bastante contradictoria, pues en términos meramente geográficos, el “este del este” se encuentra constituido por el conjunto de barriadas populares conocidas con el nombre de Petare.  
Ahora bien, lo más interesante respecto a lo anteriormente planteado, es comprender cómo la religiosidad pasa a concebirse desde un plano en el cual las estructuras de diferenciación social,  se tornan difusas, en medio de prácticas allegadas a cultos paganos, de los cuales destacan la religión de María Lionza  y la santería. Siendo éstos practicados en distintos puntos de la ciudad, que más allá de regirse por elementos sujetos al status socioeconómico de sus participantes; son el producto de  experiencias de religiosidad que se desarrollan en la intimidad de hogares destinados a la ejecución de las actividades sujetas a ellos.
En este orden de ideas, es menester agregar la marcada presencia del ya comentado sincretismo, pues tanto el culto a María Lionza como la santería, no pueden verse desligadas del catolicismo. Respondiendo dicho fenómeno, evidentemente a las consecuencias generadas por los procesos de colonización y adoctrinamiento que subyacen a lo largo de los últimos quinientos años de nuestro continente. Escenario del devenir histórico, en el que podemos plantear la importancia de ir más allá del típico discurso de dominación, analizado bajo una lógica de aculturación; que en ocasiones plantea una visión netamente homogeneizante dada en la concepción  “pura” de los grupos étnicos precolombinos, desconociéndose las variadas formas de organización que se disponían, basadas en una relación nomádica o de asentamiento, según las condiciones medioambientales que éstos poseían.
En este sentido, Los elementos socio-históricos juegan un rol determinante dentro de las discusiones referidas, cuando se busca explicar los nuevos sentidos de realidad, desarrollados a partir de las fusiones culturales que son paradójicamente propiciadas, en el seno de conflictos de relevancia mundial, como lo fue y sigue siendo la colonización desde Europa hacia América a finales del siglo XV. De esta manera, toman relevancia las palabras de Augé, quien señala como argumento vital para la praxis antropológica, la concatenación del elemento presencial, establecido con  la intención de producirse un acercamiento hacia el objeto de estudio, junto a una lectura que recorra la literatura que rodea las nociones básicas de lo que se busca conocer.
Por ende, cultos religiosos como la santería, son el fruto de un acervo de creencias provenientes de la mezcla afrocaribeña; mezcla propiciada por la escenificación del desarraigo obligado al que fueron sometidos los humanos traídos del África, en condición de esclavos. Así, puede mirarse a la santería como un instrumento sociocultural ejercido por los esclavos para la continuidad de su propia idiosincrasia en fusión con las nuevas estructuras de adoración que les eran impuestas. Ahora bien, esta explicación, hoy día pareciera no dar respuesta desde la lógica de existencia religiosa, con base en criterios exclusivamente raciales o de origen africano, pues cada vez son introducidas con mayor frecuencia en sus filas de creyentes personas de orígenes culturales y ambientes radicalmente distintos.  Teniendo importancia en este punto, la traída a colación de la categoría conceptual proporcionada por  José Vasconcelos sobre la gestación de una “raza cósmica”, como una metáfora que plantea el advenimiento de un estado de entrelazamiento de los diferentes grupos étnicos en América en una raza universal; argumento que si bien es en líneas generales utópico, facilita simultáneamente el conversar sobre los cada vez mayores niveles de hibridez cultural, presentes en Latinoamérica, Venezuela y para nuestro particular interés sobre los procesos de amalgama cultural en la Caracas.
En otro orden de ideas, Ascencio añade un conjunto de creencias diferentes, ligadas a prácticas espirituales que se encuentran vinculadas a el acervo de fundamentos religiosos orientales, que introducen elementos del hinduismo, budismo, la parapsicología, el yoga, la meditación y otras áreas que forman parte de lo que se conoce bajo la esfera de la “nueva era”.  Concepción cargada de una especie de filosofía de vida que persigue el crecimiento y fortalecimiento espiritual de cara a una transformación humana. Es así como el imaginario colectivo de los caraqueños y los habitantes de otras regiones del país, donde estas nociones de progreso personal han penetrado, empiezan a verse inmersos en el uso de términos lingüísticos que los llevan a concebir la necesidad de encontrarse produciendo constantes cambios para la evolución humana, a través de ejercicios como la meditación.
En este sentido, podemos afirmar el gran auge de las mencionadas formas de religiosidad, vistas desde nuevas alianzas estratégicas entre los grupos dedicados a su promoción con instituciones laicas. Un claro de ejemplo de esto es la vinculación existente entre la organización internacional dedicada al budismo de Nichiren Daishonin, llamada Soka Gakkai, originaria de Japón y la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela; coalición en la cual los estudiantes de dicha casa de estudios, que necesitan realizar el servicio comunitario, como un requisito obligatorio para la obtención de su título de pregrado,  pueden dedicarse a la enseñanza de los valores provenientes del budismo, con ciclos de conferencias en liceos de la ciudad, sobre la vida y obra de tres líderes mundiales: Martin Luther King,  Mahatma Gandhi y Daisaku Ikeda; siendo éste último el presidente internacional de “la Soka”, lo que sugiere una mirada de dicha alianza, ya que más allá de un acto caracterizado por la búsqueda del camino hacia la generación de la felicidad absoluta y la paz mundial, denominada “kosen rufu”, como uno de los objetivos principales de la nombrada organización; esto abre las puertas a fuertes posibilidades de reclutamiento de personas que pueden ser miembros potenciales para la institución religiosa.
Llegados a este punto, es menester situar en la discusión un nuevo elemento,  que toma gran relevancia en el tratamiento de la relación existente entre: religiosidad-violencia y cultura popular caraqueña; de la mano de nuevas formas de culto y adoración, presentes mayoritariamente en barriadas populares, hacia la denominada “corte cale o corte malandra”: Grupo de figuras de devoción que conforman el escalón más bajo dentro del culto marialioncero. Siendo éstos de gran interés si se comprenden desde una perspectiva semiótica, ya que pueden considerarse como la representación socio-identitaria de aquellas personas ligadas a actividades concebidas típicamente como “antisociales”, debido al oficio delincuencial de éstos, que los sitúa en  una posición de desvinculación con los patrones objetivados de trabajo.
Pero además dichas figuras sobrepasan las esferas de representación única del delincuente, como símbolo de correlación; estando presentes en el conjunto de creencias de personas externas a los oficios delincuenciales. En este sentido, a través de la lectura socio-antropológica de documentales como “pa’ santo yo”, puede situarse la figura de los llamados “santos malandros”, en una posición empática, asumida por residentes de zonas populares de Caracas, quienes ven materializados los valores fundamentales de “la vida en el barrio”, desde una perspectiva que les permite apropiarse de un culto que sienten propio, ya que refleja sus dinámicas de vida.
Ahora bien, dentro del contexto de sincretismo religioso que hemos venido abordando, es importante acotar cómo el apego a las mencionadas formas de religiosidad no se traduce en la ruptura radical con las formas socialmente objetivadas de vivir lo religioso. Así puede apreciarse en el referido documental, ante argumentos como el dado por una señora asidua visitante de la tumba de “Ismaelito”, (principal santo-malandro de la Corte Cale), quien afirma: “A él es al que yo le pido… bueno y a Dios que es el brujo más grande”.  De esta manera, toma relevancia los datos proporcionados por la Encuesta sobre Consumo Cultural e Imaginarios, realizada por GIS XXI, en la que se muestra los siguientes datos respecto a actividades de fe realizadas por venezolanos: Pedirle a José Gregorio Hernández 91%; festejar el día de un santo (santa bárbara, san juan, etc.) 87,60%; ponerle un azabache a un niño (a) 84,90%; comulgar cuando va a Misa 81,20%;  pedirle algo a sus familiares difuntos 80,74%; leerse las cartas 70%.
En este sentido, vale decir que la religiosidad, mirada desde la concepción de la “corte cale”, refleja el drama de las altas cifras delincuenciales, presentes con especial énfasis en zonas populares en Caracas. Lo que conlleva al forjamiento de una vinculación directa con el elemento de la violencia. Un docente de un barrio de Caracas, expone en “pa’ santo yo”, la intensidad con la que viven los jóvenes inmersos en el mundo delincuencial, en tanto que poseen plenamente un proceso de conciencia sobre el prácticamente seguro final precoz de sus vidas, debido a la peligrosidad de sus labores. Por lo tanto, podemos encontrar en este aspecto una situación ontológica de coexistencia con la muerte, entre éstos sujetos.
En este orden de ideas, en el ya comentado documental, se explica la función proteccionista de los santos-malandros: “Son invocados por malandros para que los protejan de cualquier marramucia o culebra que tengan por ahí”. De esta manera, nos adentramos en una nueva categoría conceptual dentro de nuestro estudio: “la culebra”, como reflejo de la condición violenta del delincuente, en tanto forma dadora de poder dentro de las dinámicas de desenvolvimiento que se evidencian en los entornos de socialización de éstos.  En la investigación: “La culebra: Una Mirada Etnográfica a la Trama de Antagonismo Masculino Entre Jóvenes de Vida Violenta en Caracas”, escrita por Verónica Zubillaga, se define el concepto de la culebra como:
“Una trama que vincula a varones en oposición que comparten una masculinidad preocupada por la obtención de respeto. La constituye un régimen de intercambio, iniciado por una ofensa y regido por el antagonismo entre varones –el nosotros y el ellos– cuyo resultado extremo es la muerte”.
Por tanto, el fenómeno de la violencia, empieza a dar cuenta de una matriz cultural y simbólica, que despeja la visión reduccionista con que suele tratarse, acuñándose sencillamente como una serie de eventos crueles, llevados a cabo por personas desviadas. Por consiguiente, a través del anterior relato, accedemos a una perspectiva relacionada al capital cultural y los campos finitos de sentido que explican conductas y acciones de los sujetos inmersos en dinámicas violentas. De esta forma, podemos extrapolar lo narrado, con lo expuesto por Philippe Bourgois, en su tesis: “En busca de Respeto. Vendiendo Crack en Harlem”, donde se muestra la realidad social vivida por habitantes del barrio Neoyorquino, donde igualitariamente, la reproducción de formas de violencia, constituyen un paso de crecimiento y legitimación social, como elemento dador de un status adquirido, que plantea el establecimiento de una identidad de fuerza, frente a un colectivo regido por lógicas de dominación y subordinación, donde si bien  las formas de “progreso” se tornan desde una perspectiva superflua, distintas a las establecidas en la sociedad convencional, son simultáneamente, el recuerdo tangible de la existencia de fuertes estructuras de segregación y clasificación,  visibles en categorías extraídas de la investigación referida como: “cultura de la pobreza” , “inner city” o “economía subterránea”, que buscan dar sentido a formas alternativas de organización social, mediadas por políticas tanto estatales como morales, de exclusión.
Siguiendo con lo anteriormente argumentado; es importante establecer una comparación entre un dato encontrado en el tratamiento histórico hecho por Bourgois, respecto a los procesos de políticas públicas gubernamentales en Harlem, y un episodio similar dentro de la formación social de Caracas, con la cual podemos adentrarnos en el tema fundamental de la alteridad, como elemento de vital importancia para la reflexión de la praxis antropológica. En este sentido, Bourgois expone que durante la década de 1950  a través de  la política conocida como “Plan de Renovación Urbana” se destruían decenas de cuadras de una comunidad constituida por trabajadores de bajos recursos, pero operativa, lo cual se legitimaba desde una concepción de combate a la pobreza, a través de frases como “eliminación de los arrabales”.
Situación que se torna sumamente parecida a lo acontecido durante tiempos similares en la capital venezolana, bajo la implementación del “Plan de Vivienda del Nuevo Ideal Nacional”, ejecutado por el expresidente Marcos Pérez Jiménez, que buscaba “erradicar los ranchos”, para lo cual se dispuso al igual que en Harlem, de una reubicación de grandes cantidades de pobladores, hacia otros espacios territoriales, adecuados a la visión modernizadora de la vida citadina,  aunado a la destrucción masiva de las anteriores zonas de territorialidad de los mismos.
Finalmente, vale preguntarnos acerca del elemento identitario, de las personas afectadas por los mencionados programas de gobierno, ya que su realización arbitraria, desemboca en un cambio extremadamente brusco en  las condiciones materiales de existencia de estos. Generándose un desconocimiento hacia las formas en que se concibe el vivir cotidiano de la otredad.  Generándose una política intervencionista que no se pregunta por el sentido vivencial de los espacios demolidos y el entramado de significaciones de los mismos para aquellos que han visto en éstos, el desarrollo de procesos constituyentes de sus propios espacios de realidad.
Por lo tanto; es importante adentramos en la preocupación por el repensar a las ciencias sociales en su estrecha vinculación con la comprensión de fenómenos sociales en medio de la complejidad de éstos, pues es incongruente pretender establecer un modelo unívoco de desarrollo en nuestras sociedades, que obvie los procesos de reconocimiento de las múltiples formas de concepción de la realidad. Así, figuras como la del “malandro”, la  del santero o aquel creyente en los cultos paganos de expresiones populares religiosas en la capital venezolana o  los personajes descritos en la narrativa de la vida en Harlem,  evocan una cierta condición de extrañeza frente a las posiciones asumidas desde los modos generales de interpretación colectiva de los gruesos poblacionales. Tomando sentido lo expresado por Sabido (2012) quien explica lo tratado por George Simmel en su libro “El Extranjero, Sociología del Extraño”, al afirmar que las personas pueden sentirse: “extranjeras en su propia tierra o en los círculos sociales en los que quieren ser aceptadas y reconocidas (…) ser extranjero es una construcción, por eso los más familiares pueden convertirse en blanco de extrañamiento, ya sea por sus creencias, posturas políticas, costumbres o estilo de vida”. (p. 43).
             REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
 -ASCENCIO (s/f). “Las Diosas del Caribe.  La Ausencia de los Dioses”. Recuperado de: file:///C:/Users/Erick/Videos/Las%20diosas%20del%20Caribe%20cap%205.pdf
 -AUGÉ (s/f). “Qué es la Antropología”. Recuperado de: https://mega.nz/#!9BYDxCbK!MUNeIFvrdLVV4oN5Chuh9z-o2SpjMYy4QsPzuFfYI9o.
 - BOURGOIS (2010). “En Busca de Respeto. Vendiendo Crack en Harlem”.  Siglo Veintiuno Editores. Argentina. . ISBN. 978-987- 629-129-3. Recuperado de: https://drive.google.com/file/d/1rxjSubvl5j1HTdhWqK3OiU-NbC7oXzEQ/view
-BRITTO (2016). “En qué Creemos”. Aporrea. Venezuela. Recuperado de: https://www.aporrea.org/actualidad/a225185.html
 - SABIDO. (2012). “Tres Miradas Sociológicas Ante el Extrañamiento del Mundo. El extranjero. Sociología del extraño”. Ediciones Sequitur. Madrid España. ISBN. 978-84-15707- 00-4- Depósito legal: M-29356. p.11. Recuperado de: http://www.academia.edu/19676801/Tres_miradas_sociológicas_ante_el_extrañamiento_del_mundo
 - ZAMORA.  Rhonnyz77. 02 de abril de 2009. “Pa’ Santo Yo”.  Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=jN63JAhsyD4
           - ZUBILLAGA (2008)   “La culebra: Una Mirada Etnográfica a la Trama de Antagonismo Masculino Entre Jóvenes de Vida Violenta en Caracas”. Universidad simón Bolívar y Universidad Católica Andrés Bello. Venezuela. Akademos, vol. 10, n. º 1, 2008, pp. 179-207. Recuperado de: http://saber.ucv.ve/ojs/index.php/rev_ak/article/viewFile/202/176
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after-suchpleasures · 4 years
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Estas ojeras, que me desarman sola, desandando los dias, los mares, estoy acá y voy mas allá, y es irremplazable para mi este deseo que me enciende la piel. Me callo, entiendo, en el silencio aparecen las palabras, yo no las busco, aparecen, descontracturo, miro, milo, cenicero. Todas esas tardes viendonos ser, aprendiendo, que quiero un amor como el tuyo, un amor salvaje capaz de cruzar barreras, vidas, Cruzadas, charcos, mundos, ser. Siento mi pulso, estoy como sedada, y todo el tiempo escucho el ruido del mar, como si estuviera en la orilla, mirando a la nada, ser la paz y el desarraigo. Cada tanto escribo, y se me cuelan las palabras inventadas. Ayer me desperté asustada, porque tenia miedo de ser rechazada.. Creo que tengo muchos miedos, demasiados. Ganas de atravezarlos. Creo que ya no quiero vivir asi, como antes, y que por eso revolucioné. Todavia falta algo, para transgredir todo ese miedo. Una confianza, un amor. Es tan desolante para mi saber que hay engaños, que todavía respiramos, sin vida. Quiero..
Quiero contar(me) lo que siento con toda honestidad. Es muy dolorosa para mi la separacion, el desarraigo, tener que dejar un lugar habitual porque se ponia enfermo. Y yo nunca quise ser enfermera, para esas cosas se necesita mucha vocacion, de cuidado, de reparacion.. yo no puedo reparar a nadie. Cómo me di cuenta de que las cosas se empezaban a oxidar? Primero fueron las imagenes, los pensamientos, verme una y otra vez en la misma situacion, llegar al extremo, pegar, cortar, golpear, arrancar, llorar, y un peso tan profundo en el pecho que me impedia respirar. Eso era, no podía respirar. Pero como casi siempre es mas facil hecharle la culpa a los demas. La culpa, como si existiera la culpa y no fuera un invento tan nuestro.Tan catolico apostolico romano. Tengo sentimientos de angustia, de culpa, tengo mucha bronca. Porque dejo que todo eso se me venga encima? Esas invenciones, esas ficciones sociales que terminan por oxidar lo vital del amor. Eso paso antes. Yo abrí el portal. Mi aproximacion al autismo, mi vergüenza, el telefono sonando y sonando y mi dolor, cada vez que ese telefono suena el dolor golpea y sube. Acaba de sonar, un numero privado. Me agarro la cabeza. Ahora entiendo que si atiendo soy boleta. El juego vuelve a empezar. Puedo salirme de ese lugar. Puedo ser otra cosa. Puedo revolucionar. Encontrar mi paz. Repararme a mi, se que lo puedo lograr. Se que no necesito a ningun Matias a ningun Juan a ningun Mauricio que me saque de ese lugar.. todo lo que necesito es mi paciencia de hormiga y no voy a volver a callar. No voy a volver a ser debil, porque herí y me lastimaron, y porque mis caprichos y mis prejuicios y mi timidez nerviosa hizo que todo esto se fuera al re carajo. Todos mis mambos de inseguridad, no necesito comprar mas, no necesito comer mas, no necesito llorar mas, no necesito internet, no necesito un novio, no necesito necesitar, no necesito un gurú, no necesito yoga, necesito el minuto cero y parar. Necesito caminar de nuevo, andar, necesito agua, ahogarme en litros de agua. Yo siento que soñaba desde antes con estos sueños y desde que nací los vivo y los siento pero no me estan haciendo bien. Y llorar, a costas de que? y un poco cumplir con mi realidad. Si estuviera del lado de los intereses, quizas me reiria un poco mas, me importaria todo un poco menos, el amor no seria tan martirizante.. sería una beba de plastico. Pero no soy pelotuda, sé lo que quiero y siempre quiero tenerlo con dignidad, porque los intereses llevan a las personas a los lugares mas oscuros, donde literalmente no quieren estar. Entonces soy fiel a mi misma, y soy sincera, estoy podrida de laburar tanto por dos mangos con cincuenta. Estoy podrída de que vaya alguien a hacerlo con plata en la mitad del tiempo que yo. Estoy podrida de que mi grupo de teatro se coma todos los golpes. Estoy podrida de la tibia clase media que no sabe lo que quiere. Y que mierda es ser feliz no? Con mas o con menos, te amargas igual, donde esta lo distinto? El juego del teatro. Jugar a ser otra. Sabiendo que no habia otro paisaje. Todas estas cosas las vuelvo a aprender todos los días. De donde nace la alegría? Las ganas de vivir intensamente. Termino de escribir y bailo en el living de mi casa. Debo estar reloca. Debo estar rechiflada porque las letras son mi unica descarga. 
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thisgameisaplateaux · 9 years
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Aproximaciones al desarraigo, ensayo de Michel Houellebecq (fragmento)
Los peligros que actualmente amenazan a la literatura no tienen nada que ver con los que han amenazado y a veces destruido a las demás artes; están mucho más relacionados con la aceleración de las percepciones y de las sensaciones que caracteriza a la lógica del hipermercado. Porque un libro sólo puede apreciarse despacio; implica una reflexión (no en el sentido de esfuerzo intelectual, sino sobre todo en el de vuelta atrás); no hay lectura sin pausa, sin movimiento inverso, sin relectura. Algo imposible e incluso absurdo en un mundo donde todo evoluciona, todo fluctúa; donde nada tiene validez permanente: ni las reglas, ni las cosas, ni los seres. La literatura se opone con todas sus fuerzas (que eran grandes) a la noción de actualidad permanente, de presente continuo. Los libros piden lectores; pero estos lectores deben tener una existencia individual y estable: no pueden ser meros consumidores, meros fantasmas; deben ser también, de alguna manera, sujetos.
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