Tumgik
#ahí también contesté yo :-)
leukiel · 9 months
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Me tomó un rato comprender y digerir tanto dolor... Pero me tomó aún más entender cómo es que existe la posibilidad de volver a sonreír después de haber sido aniquilada la mente.
Ese día me encontré con él... Mostraba suma templanza en su delgado cuerpo y en su sonrisa un tanto pálida mas resplandeciente hacia todos los flancos. Estaba sentado en la banquilla más alejada del parque donde ese día yo me había dispuesto a andar para sanar una profunda herida que se mostraba recelosa en mi interior. Él llevaba unos lentes transparentes de marcado aumento en sus ojos, el tabique de su nariz afilada se aferraba a ellos, como tal vez él se había aferrado a la vida. Sí, hay quienes se aferran a vivir a pesar de las vicisitudes, de las desavenencias, de las dificultades de la misma; en comparación a otros, como yo, que vamos quejándonos por ese raspón que contiene sangre coagulada y mal oliente.
Le pregunté si podía sentarme a su lado y de manera instantánea me respondió asintiendo con su cabeza. "Te ves muy joven", me dijo. "¿Estudias?". A lo cual le respondí con un triste "sí". "¿Y ese ánimo por qué está tan decaído? ¿No te gusta lo que estudias? ¿Qué estudias?". "Medicina", contesté, "me parece una carrera maravillosa, pero a veces creo que no lograré llegar a la meta, a veces me hundo en la irracional preocupación de que, lejos de hacer un bien a la humanidad, tal vez termine haciéndole un mal... Quiero especializarme en psiquiatría. Mi madre se suicidó y es un dolor que cargo día con día... Tan profundo que a veces siento que se ha convertido en un obstáculo para mi ánimo, una barrera que no me hace avanzar y por el contrario, me hunde cada día más. La extraño... Pero también la odio, hoy es uno de esos días en los que la odio más, y ¿sabe? A veces simplemente ya no puedo, porque al matarse ella, mató una parte de mí y por más que intento encontrarla no lo logro, no logro encontrarme, no logro aliviar este maldito dolor." Volteé al cielo, estaba gris, tan gris como el matiz de mi desconsuelo. Las nubes se agolpaban, densas, negras, infinitas, en ese firmamento que súbitamente percibía que me aspiraba pero seguía manteniéndome con los signos vitales, como burlándose de mi sufrir. De pronto me sentí en una total desrealización. El surrealismo en su máxima expresión. Lo onírico esbozado en las partículas del gélido viento, de las hojas danzantes, de los árboles pardos, de los murmullos de la muerte impresos en la vida que andaba ahí.
"Cierra los ojos y mira más allá, ¿podrías hacer eso por mí?", me dijo plagado de paz, como si él jamás hubiera pasado por algo tan crudo como por lo que yo pasé. "Inspira... ¿Puedes sentirla? ¿Puedes percibirla? Aquí está. Aquí está ella. Tu madre. Háblale. Grítale. Reclámale o abrázala, simplemente abrázala y, perdónate así como a ella." "¿Cómo puedo perdonar a alguien a quien jamás le importó cómo yo me sentiría con su abandono provocado por sus propias manos asesinas?". "Observa tu dolor. Observa tu dolor. Dime... ¿Qué te llevó a estudiar medicina con la única finalidad de especializarte en psiquiatría?", calló unos minutos mientras yo me ahogaba con un nudo enorme en mi garganta, no podía articular palabra, simplemente no podía articularla, mis ojos diluviaron, como el cielo lo hizo al unísono conmigo. Mar. Agua. El elemento del que estoy hecho. "Tu madre le ha dado un sentido a tu vida, tu madre te ha hecho buscar el significado de tu nacimiento. Ha sido tu madre quien te ha impulsado, a través de dolor, a resignificar tu vida. Finalmente es ella quien al llegar a la meta, te pondrá el título en las manos. Pregúntate, ¿quién serías tú, hoy, si ella siguiera viva?"
Callé y sentí más odio. Entonces me tragué el nudo en mi garganta y con la voz totalmente quebrada hablé: "¿Y usted qué sabe sobre mi sufrimiento? ¿Ha perdido acaso a un familiar por suicidio?". "No sólo a uno, perdí a cinco. Uno por suicidio y los otros cuatro por asesinato. Perdí a toda mi familia y comprendí que si no hubiese sido por esa razón, yo no hubiera encontrado el sentido de mi vida al ayudar a otros a darle un sentido a la suya." Me sonrió nuevamente y poco a poco su imagen comenzó a desperdigarse entre la bruma que la lluvia emanaba. En ese momento comprendí que estaba hablando con el mayor de mis maestros, el ser humano a quien más admiro en la vida y por quien también hoy estoy en el sendero de la medicina. Me imagino que ustedes saben a quién me refiero.
En ese momento desperté y comencé a abrir la puerta del perdón. Ahí estaba mi madre, con los brazos abiertos, llorando con esos ojos tristes que siempre la definieron, con sus cabellos desaliñados como siempre la vi y la recuerdo, con su cuerpo trémulo como el de una niña abandonada y en indefensión. Ella no tuvo la culpa, ella no lo hizo con intención de hacerme daño. Ella simplemente quiso enmudecer las voces de su mente y encontrar la paz que despierta jamás logró encontrar. Ella es mi madre, y sí, la razón de lo que me he convertido ahora. Su muerte le dio sentido a mi vida. Viviré lo que ella no pudo vivir por el trastorno que padecía. Viviré porque ella vive dentro de mí. Viviré en su honor.
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-Leukiel.
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medusaabierta · 10 months
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El pregunto si era feliz, a lo que yo le contesté si soy feliz con ese hombre que ya no conozco, con ese hombre que dejó de ser caballeroso, que dejó de preocuparse por enamorarme cada día, que dejo de preocuparse por los detalles, claro que me hace feliz ese hombre que siempre me hace reír en vez de llevarme la contraria y hacerme siempre llorar y morir de irás, claro que me sigue haciendo feliz ese hombre que me ayuda con las cosas del hogar, claro que me sigue haciendo feliz ese hombre que en vez de seguirnos estancando sale adelante y tiene ful ideas productivas y me dice amor hagamos esto y veamos que tal nos va en vez de decirme Vámonos a vivir donde mis papás, claro que me sigue haciendo feliz ese hombre al que le escriben otras mujeres y le tratan como si fueran enamorados, claro que me sigue haciendo feliz ese hombre que me hace sentir más insegura, claro que me sigue haciendo feliz ese hombre que me demuestra que puede cuidar solo de su hija, claro que me sigue haciendo feliz ese hombre que me ayuda a prosperar y a crecer, que me llena de detalles y palabras hermosas, que me ayuda, me hace cambiar mis días malos por días buenos y hermosos, que me busca para hablar y me dice amor cenemos y conversemos, arreglemos esto, no quiero perderles, como no ser feliz con un hombre así le respondí yo y ahí entre en un dilema en qué claro que soy feliz por qué el si es el hombre perfecto, el que no comete errores y si los comete los acepta y no se excusa tras cosas tontas, el que me llama loca y traumada, claro que soy feliz con ese hombre, también soy feliz con ese hombre que me pega y que se ha atrevido a alzarme la mano mas de una vez, claro que soy feliz, como no serlo y ahí entre en un dilema porque si soy tan feliz quiero que mi hija crezca con papá y mamá, porque no puede crecer solo con mamá, es que enserio soy tan feliz que de los 30 días que lleva el mes, lloro 29, que hermoso que es ser feliz alado del hombre que ahora ya no conozco.
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perrodetindalo · 1 year
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De la desolación al anhelo.
Hoy fue un momento de esos. Hubo un rato, tal vez de una hora, en el que tuve un sentimiento de profunda desolación.
Una sensación de total vacío, de sinsentido; uno de esos "para qués" abrumantes. El mundo humano me pareció sumamente desagradable. Un callejón sin salida. Un paraje deforestado, pavimentado, lleno de máquinas y de abusos.
¿Me pasó algo en particular? Absolutamente nada. Solo estaba enfrascado en dos tareas absurdas en su totalidad: 1) manejar un carro, para ir a 2) pagar una multa.
No puedo describir el sentimiento como tristeza. Mucho menos como la rabia súbita y espumosa que suele darme. Desolación, apatía, nihilismo, desprecio generalizado... tal vez esas son mejores descripciones.
Llegué al centro, estacioné y me enfilé caminando las cuadras restantes hacia el ayuntamiento. Caminar usualmente me ayuda mucho, pero hoy no. Era tal mi desgano que me afané en preveer un malestar y confrontación: eliminé mis expectativas de ser atendido y de poder realizar mi trámite, dí por sentado que había una probabilidad muy alta de que la misión fuera un fracaso y así zanjé el asunto de antemano. No me importaría y trataría de nuevo algún otro día, con el mismo desinterés.
Afortunadamente no fue el caso y pagué la multa. Realizar el trámite no mejoró mi estado de ánimo, era como si no lo hubiera logrado, me daba igual. Volví a andar mis pasos en reversa y crucé por una librería. Pensé en que seguía sin tener un libro sobre árboles de la Península. Ví la hora, tenía tiempo, así que me asomé.
La mujer que atendía la caja estaba enfrascada en una animada conversación con otra mujer, una persona robusta, de cara muy redonda y cachetes de manzana (me recordó a alguien que conozco). Las interrumpí, preguntando por el tema que me interesaba, reconociendo la molestia en el rostro de la dependienta. La respuesta de ella fue un "No" seco (el "No" que ya tenía yo presupuestado de parte de la burocracia, así que ya tenía dónde acomodarlo en mi 'caja de frustraciones que no serán').
Pero la señora de la cabecita redonda era una persona que se conocía muy bien la librería y me dijo: "De flora no hay nada, pero está esto, mira"; y caminó hacia una mesa, haciendo el trabajo de la dependienta. Yo ni siquiera pensaba en entrar, me quedaba con el 'no' desde la puerta y hasta ahí llegaba, pero dado que se tomó la molestia de mostrarme, decidí responder a la cortesía y la seguí. En la mesa estaban una guía de aves y otra de mamíferos de la Península, que ya conocía. Le agradecí y ella regresó a su charla (en teoría le estaban cobrando, quien sabe cuánto rato llevaban ahí en el cotorreo).
Estuve curioseando en la mesa y encontré un libro de mitología maya que antes ya había pensado en comprar. Pensé "bueno, aquí está de nuevo este, podría llevarlo". Y ví otro, un compilado sobre historia de la región que abarcaba temas interesantes. Y uno más, en inglés, también sobre los dioses antiguos. El de mitología y el de los dioses los apilé y estuve rumiando casi 10 minutos sobre el de historia, pensando en si lo leería pronto o si terminaría arrumbado. Después de un repaso breve sobre algunos libros que tengo sin leer, decidí mejor dejar ese, pero lo archivé en algún lugar de la cabeza; en el cajón que se desocupaba comprando el libro de mitología.
Fuí a ponerme junto a la señora de la cabecita redonda, para que me cobraran. En ese momento, interrumpieron su charla pues la de la caja fue solicitada por otro cliente para ver algo. Entonces, la señora amable echó un vistazo a lo que yo había puesto frente a la cajera: "ese de mitología es muy bueno... y ese otro de los dioses, ya lo tenía ubicado, pero no sé."
"Sí, ha ver qué tal sale", contesté con un desgano que hasta sentí pena de mi persona. "Eso, a ver qué tal", regresó ella, dándose cuenta que tal vez una estela de Cobá le daría una charla más amena que este humanoide tan gris que tenía enfrente.
Regresó la cajera y me dice, sonriendo: "¿le parece que le cobre a ella? Es que ya le estaba cobrando". Claro.
Y por supuesto, reanudaron su charla. La señora de la cabecita redonda mencionó algo como de "no sé ni para que entro, no debería entrar, vine nomás a x cosa y ve todo lo que me estoy llevando". Revisé que llevaba: una pila de unos 5 libros y alguna otra cosa. Nada mal, pensé. Me animé a comentar: "así es, es terrible entrar a estos lugares. Vea, yo solo pregunté por lo de los árboles y ya me llevo estos que ni tienen que ver". Sonrieron las dos: "sí, usted quería algo de flora, que ni hay".
Dicho eso, mientras la dependienta hacía mínimos movimientos para realizar la cobranza, la señora continúo la charla que tenían antes: "entonces, te digo, en esta ocasión la comunidad sí se está organizando, y entonces va a ser muy interesante, vamos a tener varias cosas para el festival en Izamal..." Se interrumpe, se da cuenta que ahí sigo, como Golem al que no le han puesto un papel con órdenes en la boca y por lo tanto no se va a mover. Y suelta un  "usted también está invitado, claro". Yo: "Gracias ¿En Izamal? ¿Qué días?". "Del 16 al 19 de marzo". Saco mi celular porque sí me daba esa información lo propio sería anotarlo y lo anoté. Entonces ella empezó a explicarme muchas más cosas (que no sé bien qué tenían que ver, pero estaban interesantes, eran acerca de una ceremonia de otra comunidad para pedir permiso al monte para entrar a sacar leña y hacer un cocido de maíz con anís para hacer nada más ni nada menos que ¿¡arepas!?). La mujer resultó ser un borbotón de ideas y conocimiento y la conversación tomó giros muy interesantes. La cajera también se integró acentuando algunas cosas y terminamos teniendo un diálogo muy agradable entre los tres, intercambiamos puntos de vista, tuvimos coincidencias y compartimos algunas experiencias que venían a colación.
Caty es la señora de la cabecita redonda y tiene una tienda en el centro de Izamal, una tienda que no sé de qué va porque vende de todo un poco. Compartimos teléfonos y nos despedimos. La cajera es Mary.
Salí sonriendo de la librería, con algo para leer y con ánimos de conocer. La breve interacción con estas mujeres, en la librería, me reconectó con la existencia y volví a sentir anhelos. Y me sentí agradecido de haber sido multado por haberme estacionado en una banqueta de franja amarilla. Amarilla, como Izamal.
P.d. Luego el día mejoró aún más: ¡cierto perro continúa su travesía!
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vikyjames · 6 hours
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El dolor de un viejo amor, que pese a todo no he podido soltar del todo…
La semana pasada regresé a mi ciudad, pasé mi cumpleaños allá después de 5 años de ausencia en esa fecha… en el fondo sabía que me escribirías, por qué ya ha pasado un rato desde que nos vimos, y que si quiera mandamos mensaje.
Este año P y yo cumplimos 6 años siendo pareja, 6 años de amor tan dulce, de buen amor… y aún así sigues ahí, tú, E, aferrado dentro de mi corazón, ahí, en algún espacio hondo y oculto.
Sueles aparecer en mis sueños a veces, extrañamente con P casi no sueño, tal vez por que él está físicamente conmigo, por lo que no hace falta aparecer en los sueños.
Esta semana recibí un mensaje raro del oráculo, pero también terriblemente certero, hablaba de ti, de tu reaparición, lo escuché una noche mientras me daba un baño, y a la mañana siguiente un mensaje tuyo en Instagram, un mensaje tuyo después de 5 años. Fuck. Ciertamente no me sorprendió porque desde que llegué a casa de mis padres lo esperaba y secretamente, mentalmente te decía “no lo hagas, no te atrevas”… ahora que regreso a mi actual ciudad ahí está, el mensaje que sabía que llegaría. A veces me sorprenden mis dotes de bruja, de verdad que si.
El lenguaje del mensaje era extremadamente amigable y de confianza, algo fanfarrón… contesté con simpleza. Luego, mensajes aletargados, dando la vuelta, o de desinterés… me doy cuenta que sigues siendo tu.
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hala2021 · 1 day
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El inicio de la tercera guerra mundial, parte 16 (esto es solo una historia inventada y una continuación del cuento «Las flores»)
Adila se sentó a mi lado y hablamos de Juan. Yo le dije que lo tendría que trasladar a otra empresa, porque no podía permitir que siguiera custodiándome si sentía algo por mí. Con mi fama, sería muy fácil que en otro lugar lo contrataran. Le comenté que mi esposo, que ahora estaba haciendo el servicio militar, había sacado más músculos con el entrenamiento y que sentía miedo de que se pusiera celoso por lo de Juan. Ella se sentía inquieta por la religión y yo le dije que según lo que había escuchado de Dios, para Él era lo mismo una que otra y lo que no soportaba se relacionaba con la idolatría. Por eso, los mensajes siempre habían sido entregados en lugares en donde adoraban varios dioses, como con los judíos o con los musulmanes en la Meca. Ella me preguntó cómo permitía que hubiera estatuas de Buda. Y yo le expliqué que el budismo no trataba de una religión en sí. Y que Buda era el número 33 de ellos, el que había creado a mi frutilla. Adila se rió y me dijo que mi esposo había aceptado a Jesús y no a Buda, como diciendo que se trataba de una ironía. Por otro lado, me preguntó si no se ponía celoso de Jesús, que lo adoraban como a un dios. Y yo le dije que a Dios no le importaba porque era el hijo, y me dijo que lo conocía muy bien y que lo manejaba Él. También María era la madre de Jesús y poco le importaba si le hacían súplicas. En cambio, las estatuillas lo irritaban y enseguida mandaba a que las pulverizaran o las quemaran. 
—¿Qué te pasa? ¡No me asustes! —le dije, porque vi que su rostro comenzaba a derretirse como una vela. Entonces me levanté y me pidió que no la tocara—. ¡No me dijiste que eras illuminati, me mentiste! Si te ven mis guardias te van a matar. 
—Decime la verdad, Hala. ¿Dónde está Papá? 
—Yo no te lo voy a decir, porque no mando sobre Dios —le contesté. Después le tapé el rostro con un pañuelo y de a poco fue apareciendo otra vez sus rasgos faciales.
—Contame sobre tu frutilla. ¡No puede ser que te hayas fijado en un hombre al cual le duplicás la edad! —me preguntó.
—Bueno, Adila, te voy a decir la verdad. Yo iba al colegio, para dictar clases y muchas alumnas me hablaban del grupo musical en donde él cantaba. Yo escuchaba la música en Tik Tok. Y había un tema que me encantaba. Entonces, una alumna me preguntó cuál era mi favorito, ella le decía «bias». Por lo tanto, miré uno por uno y lo elegí a él. Sin embargo, hasta ahí solo me pareció algo como un juego. Hasta que un día lo estaba mirando bailar, desde mi celular. Yo estaba en casa. Y Dios me habló. 
—¿Y qué te dijo, Hala? 
—Dios me dijo: «es el Imam Ali». Y yo seguí mirándolo y no contesté nada. Y Dios me preguntó: «¿me escuchó?». Y claro que le dije que sí. Y fue ahí que empecé a buscarlo en las redes sociales. Pero no dije nada antes porque sentí miedo de que lo mataran. En la otra vida a él lo envenenaron. Y Dios me dijo que nadie le puede hacer nada, porque está protegido.
—¿Y lo encontraste, Hala?
—El grupo se comunica con los seguidores. Mi búsqueda comenzó en la pandemia. Pero no puedo contarte más nada. ¿Ahora entendés quién fue la luz de mis ojos? Vos sos musulmana, Adila.
—Claro. ¡Cómo no lo voy a saber! 
—Cuando el número 33 le entregó mi frutilla a Dios, le dijo que no mirara el destino, porque entre ellos hay como un trato de no cambiar el destino. Todo llegó hasta este momento, en donde pronto se iniciará la tercera guerra mundial. 
—¡Ay, Hala, lo que vos me contás!
—No sabés lo que están haciendo en las ciudades subterráneas. ¿No te diste cuenta de que los extraterrestres tienen cabezas grandes y cuerpos de niños? ¿Entendés, Adila, lo que quiero decirte?
—Leí todos tus cuentos. Están haciendo experimentos con niños, ¿no, Hala?
—Claro, no son extraterrestres, son niños. Les inyectaron mercurio en el cerebro. Y en Estados Unidos están las peores bases de esa gente. 
Seguimos hablando y ella se quitó el pañuelo. Ya se le podían ver sus ojos. Algo la había inquietado y se había comenzado a derretir. Pero su rostro había vuelto a la normalidad. 
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itwassofun · 29 days
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Me siento muy estúpida, como una adolescente, alguna vez por Rodrigo y Justin conocí a este director de cine, es un par de años o cuatro, no sé, pero es mayor que yo; tenía un largo tiempo sin ver a Rodrigo y me invitó a una galería en la que vería a sus amigos y a su novia; Justin llegó después, estaba muy ebrio, me abrazó y se puso a llorar, se disculpó por haberse alejado en la manera que lo hizo, me dijo que siempre nos extrañaba y que sabía que ya no tenía contacto con estas chicas que alguna vez fueron mis mejores amigas, le dije que yo lo entendía, incluso me parecía muy valioso que hubiera apoyado tan incondicionalmente a su novia, me dijo que se esforzaba mucho pero nada lograba cambiar, la verdad intenté cambiar de tema, dijimos muchas estupideces para reírnos y solo vivir el presente, sin fijarnos mucho en el pasado y aunque sabía que no les volvería a ver, traté de no sentirme triste por ello.
Yo había ido a patinar a jardín, sola. Pasé toda la tarde ahí, estaba sudada, traía en mi mochila una falda Givenchy de los 60s', así que fui al bañó pero la fila era larga, así que busqué un rincón para sobreponerme la falda, traía un overol carhartt que me quedaba enorme, debajo traía mi camisa favorita, me hice un nudo en la camisa para que me quedase como un top corto, hacía mucho calor y tenía demasiada ropa encima, me puse la falda y por debajo me quité el overol, cuando hacía esto me vio el amigo de Rodrigo, le dio risa, me ofreció ayudarme pero en realidad ya estaba lista, me había hecho cuatro trenzas en el pelo, para estar cómoda al patinar pero las deshice para tener el pelo suelo, yo me deshice dos y él las otras dos. Me dijo que mi pelo olía bien, le dije gracias. Bajamos del rincón y seguimos diciendo tonterías, pero el amigo de Rodrigo me miraba y a mí incomodaba, no por nada malo, pero es una persona muy atractiva, sin miedo alguno, dijo: 'Eres guapísima, deberías ser modelo, yo soy de Nueva York, si vivieras allá tendrías mucho trabajo'. Le dije gracias pero no lo miré a los ojos, mis medicamentos me hacen sudar el tripe sí me pongo nerviosa y sí me puso muy nerviosa. Me preguntó que de dónde era, le contesté y me dijo que solo había estado una vez ahí, había visitado ese horrible lugar por a un ´rental´, un lugar muy grande con cámaras de foto cine y props, no quise decir que conocía el lugar. Después me dijo, creo que sé quién eres, ¿trabajas con Lorena no?, me preguntó, no quise contestar pero moví mi cabeza, tenía apenas unos meses que esa etapa de mi vida había terminado, en total me debían $1000, 000 pesos mexicanos que nunca nadie dio la cara para devolvérmelos, el día que supe que los había perdido, llegaron a mí de nuevo, con nuevos proyectos y comprendí que no debía aferrarme a nada.
Me pareció muy raro que me reconociera gitana, me dijo, yo también soy gitano, De Santiago, de Calera de Tango; al yo no hablar creo que le generé mucha curiosidad, en México no existimos muchos gitanos y la mayoría somos muy reservados al respecto. Me mostró algunos de los tatuajes que le hizo su madre cuando niño, algo muy común en gitanos más tradicionales, le dije que mis padres y mi hermana también tenían algunos de eso pero yo nunca había querido tatuar mi piel y que el tatuador de mi padre había sido uno de los pioneros del tatuaje en Ciudad de México, mi papá tenía tatuados únicamente diseños que él mismo se había hecho y que el tatuador de mi madre había muerto un año atrás por cancer y únicamente realizaba tatuajes con temáticas prehispánicas y habían sido regalos para ella. Mi hermana pues nada, ya era otra generación y la habían comenzado a tatuar sus amigos skaters cuándo ella era adolescente, muy horribles sus tatuajes, pero se le veían bien porque mi hermana tiene la piel más hermosa que he visto en toda mi vida literalmente, mi familia es prácticamente lampiña y son morenos pecosos, a diferencia de mis hermanos, yo no tengo tantas pecas, ellos sí son muy pecosos, yo solo tengo poquitas y soy un poco más clara que ellos.
Logró contactarme por instagram, me dijo que vivía se había mudado a la San Rafael, que le gustaba más esa colonia que vivir en la Condesa, me preguntó si quería ir por un jugo verde, yo quería ir pero en serio me intimidaba mucho y de solo pensarlo, me ponía tan nerviosa que no quería ni salir e mi casa, como si por arte de magia fuese a estar fuera. A las dos semanas se mudó a Nueva York de vuelta, él no es una persona que suba mucho su trabajo, solo en historias o me aparecía que estaba en proyectos de otros artistas a los que yo admiro a distancia; mi inseguridad me hizo pensar que solo quería pasar un par de días conmigo y con suerte dormir conmigo y después irse de México; yo no nunca he hecho eso, no puedo, me hubiese enamorado y hubiera estado triste y reforzando la idea de que soy desechable. Subía de vez en vez vistas de su departamento y compartía solo en sus historias muy rara vez alguno de sus proyectos, es realmente talentoso, si un color lo representara sería el rojo, tal vez el negro. Solo viste de negro y es muy pálido, sus cejas son muy negras y su cara es demasiado angular. En serio me aterra cuando me escribe. Me preguntó recientemente dónde vivía ahora, le dije y me dijo que en serio le daba muchísima curiosidad conocer este lugar, le dije que sí, había mucha cultura, pero tan bonito, yo soy muy feliz acá en soledad, es mucho más cómoda la vida cuando estas sola.
Hoy me escribió de nuevo, fue mi culpa, puse que si alguien quería ir a ver una película que proyectarán este fin de semana, me contestó una amiga así que ya tenía plan, es mi película de amor favorita, me encanta porque es una película documental, o sea es real y representa un poco la manera en la que yo percibo el amor, bueno, no un poco, mucho. Desearía amar menos pero siento demasiado. Le dije que sí, que una amiga me había me había contestado que iría con ella pero sin problema alguno podía unírsenos, de hecho ella es algo vampira así que me pareció buena idea que tal vez pudiera presentarlos, ella es muy sexy, tiene una oreja cortada como un duende, pero para ser honestos no sé ve natural, la otra oreja la tiene normal, fuma mucha mariguana, yo ya no, así que el plan estaría perfecto, podría verle a los dos sin aburrirles, porque seguramente ellos sí tomarían y fumarían y yo les acompañaría. Me iría temprano y para ir a las iglesia a la mañana siguiente. Pero sin un gramo de inseguridad, me dijo, 'no, quiero verte a ti', mándame tu ubicación que ya coticé un Uber y veo que no es tan lejos como creí, de hecho sale muy barato, creía que vivías más lejos'. ¿Qué haría yo con él aquí? El me dijo que vendría a llevarme por un helado y la verdad es que en la esquina de mi casa venden helados y muy ricos, son de yogurt, prácticamente soy la única persona que compra, es una calle muy poco transitada. Si soy honesta, me gusta mucho pero no soy buena relacionándome. Me siento mal porque me prometí besarme con alguien, sin que me importara mucho lo que pasara después pero creo que no soy así y ni siquiera quiero intentarlo. Quiero enamorarme, casarme, cuidar de mi esposo y que cuide de mí. Suena ridículo pero quiero saber qué se siente estar con alguien que no te oculte, que te tome fotos y las tenga en tu celular, amar sin miedo otra vez, poder ser tonta, así como con mis amigos y hacerle reír, llevarle serenata con la bocina de mi celular y escribirle cartas. Contarnos las arrugas que se van formando con el tiempo que hemos compartido, disfrutar envejecer y tener la seguridad de que alguien va a estar ahí, la muerte no separaría, solo nos haría eternos. Mis vecinos me invitaron a una misa de la santa muerte, iré por lo mismo que el quiere venir aquí, por curiosidad. No le envíe mi ubicación, aquí soy secreta y así quiero que siga siendo. Mi casa huele bien y hay tanta luz que no paro de sudar.
Quiero que alguien me ame, que no me tenga miedo, que no me enamore y luego se vaya. Yo sé que no soy bonita, pero sé que soy peculiar aún cuando mi pelo es recto, no tengo tatuajes y ya no tengo perforaciones. Quisiera no tenerle tanto miedo a los hombres, pero nada me aterra más que ellos.
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Hace un año te besé por primera vez. Estaba nerviosa. Hacía frío. Un ticket del cine adentro de la fuente. Había gente alrededor pero no los notaba. Te abracé. Te besé el cuello. "Estas cariñosa" me dijiste. Me animé.
Dos meses pasaron. Nunca me sentí muy cómoda. Creí que era mi culpa. Que tenía que confiar más. Que tenía problemas para abrirme. "¿Qué pasó con este chico?" preguntó mi mamá. "Voy pisando huevos" le dije.
Otro 30 todo se empezó a desmoronar. Ella te llevó a tu casa. Creo. "Espero que no choquen y ella sea la última persona que viste" escribí. "Tomaste mucho, mañana hablamos" respondiste. Tenía total conciencia de lo que dije.
El primero de julio fue el último día. Hablé con mi amiga. "El destino lo armó para que te lo pudiera contar en este momento" dijo. Me confirmó lo que creía. "Nahuel no me tocás más" escribí. Lo borré. Lo viste. Me culpaste. Me culpé. Intentaste hablarme días después. Intenté yo también. "Te veo bien" escribiste. "Lo estoy" contesté. No te miré.
El golpe final vino de afuera. Me dio náuseas. Te escondiste. Nunca te volví a mirar. Estás ahí. Nadie te volvió a mirar. Te esquivo. Mis ojos desean desviarse. Llegar a los tuyos. Disimulo. Tengo que demostrar que ahora estoy en un buen lugar. Me miento.
Sé como terminó. Debería haber terminado ese primer día. Llegaste una hora tarde. Debería haberme ido. Dijiste que ibas a hacer lo que fuera por mí. Debería no haberlo creído. Me dijiste que tenía que confiar más en mi. Debería haber desconfiado de vos. Me echaste la culpa. Debería haberme defendido. Me diste todas las razones para odiarte. Debería haber podido olvidarte.
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jaquem · 2 months
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Estoy segura de que mi postura lo decía todo: mis brazos cruzados, mi ceño fruncido, mis ojos arrugados y mi ausencia de sonrisa seguro le hacían ver el enojo que me estaba provocando. Ya no quería seguir escuchándolo, solo quería tomar mis cosas y salir corriendo de su casa lo más rápido posible.
Lo notó, -sé que ya no quieres escucharme, me callaré y te dejaré ir- me dijo. Se paró del sillón, abrió la puerta y esperó parado ahí. No me pude levantar, pegué mi frente a mis rodillas y rompí en llanto. Se acercó a mi y me puso su mano sobre la espalda. Se la aventé de inmediato, -no me toques- le dije entre lágrimas - ¿qué clase de animal eres? ¿por qué me haces tanto daño? ¿qué te hice? – le cuestioné.
Se quedó callado, tenía una mirada que no había visto jamás: era culpa, estoy segura. Logré -finalmente- levantarme del sillón, tomé mi bolso, mi chamarra y caminé hacía la puerta. Jaló de mi brazo y me dijo, aún con mucha culpa en sus ojos. - Espera, no te vayas-. Y me detuve a observar todo su rostro, miré las gotas de sudor sobre su frente, miré como mordía su labio inferior, miré como bajaba y subía la mirada, sin podérmela sostener.  
Y fue cuando supo como volver a darme en la madre. Me besó, tomándome del cuello, sabiendo perfecto que me vuelven loca esos besos. Y perdí el control, porque respondí a la acción, tomándolo de la cadera, sin despegar mis labios de los suyos. Caminamos sincronizados de regreso al sillón, se sentó y me senté arriba de ti. Seguimos besándonos mientras iba desabotonándome el pantalón, quitándome la blusa y así, bajó a besarme el cuello. Recliné mi cabeza hacia atrás mientras iba gozando tener sus babas sobre mi cuerpo.
Aún sollozando un poco, me preguntaba ¿En qué momento tomó el control sobre mí? ¿Cómo es que me conocía tanto? Porque sabía perfecto dónde poner sus labios, dónde poner sus manos, como acariciarme, cuando hablar, cuando jalar fuerte, cuando hacerlo suave. Volví la cabeza y le quite la playera, le acaricie todos los lunares de su pecho, mientras me frotaba los senos. Me cargó de las axilas y me puso a un lado suyo, se paró e iba quitándose, rápido el pantalón. Se acercó a mí y mientras me besaba el ombligo, también me quitó el pantalón.
Y de repente nos encontrábamos teniendo sexo en su sillón. La lengua que me pasaba por todo el cuerpo me hizo olvidar el coraje que sentía atorado en la garganta. El vaivén de su cuerpo sobre el mío, disipo por completo, las ganas que tuve de irme, porque quería quedarme y juntar su cuerpo con el mío día y noche. Quería llevarlo al climax con mis manos, con mi boca, con todo mi cuerpo. Quería que él hiciera lo mismo conmigo. Hoy, mañana y pasado mañana. Al despertar y antes de ir a dormir. Pero no dije nada.
Terminamos y se recostó sobre mis piernas. Le acariciaba la frente y el cabello mientras el me olía y me besaba la otra mano. Estábamos así, en silencio, cuando apenas pudo decir en un tono nervioso -si tu quieres lo podemos hacer siempre, porque yo estaría encantado de tener tu cuerpo desnudo cerquita del mío- no le contesté, solo le sonreí y le di un beso en su frente. Él se volteo, me abrazo la pierna y nos quedamos sin decir ni hacer nada más…
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paulindacomoestrella · 2 months
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24.03.24
Hola, amor. Tremendas bobadas estoy a punto de escribirte, pero bueno, cuándo te he compartido algo sensato.
Lo primero es que quiero presumirte que ya van dos domingos consecutivos que logro estacionarme de maravilla (claro, habiendo tenido el espacio necesario para hacerlo).
Recuerdo una vez que te presumí más o menos lo mismo, hasta te mandé una foto para mostrarte lo derecha que me había estacionado. Tú me felicitaste y me preguntaste si también podías compartirme tus pequeños triunfos del día a día. Te contesté que sí con un corazón entibiado de ternura. A partir de ese día me empezaste a mandar cada vez más fotos tuyas en el gym. Cargando más peso, haciendo más repeticiones o mostrando los cambios físicos de tu cuerpo. Sé que nunca fui muy efusiva al hacértelo saber, pero no sabes cómo me gustaba que me compartieras eso de ti. Hoy no sabes cómo lo extraño…
Lo segundo es que hoy mi mamá y yo salvamos una mariposa que se había quedado encerrada. Es primavera, guapo, era una mariposa monarca. Cuando hice conciencia de esto se me vino a la memoria una frase de una serie española que solía ver hace unos años: “me enseñas que la felicidad puede estar en instantes tan pequeños, pero tan intensos como la vida de una mariposa de Vietnam”. Supongo que porque en un aleteo pueden pasar miles de cosas; en un aleteo podría ir a la luna y regresar con un “te amo”.
Y lo tercero ya lo olvidé, cariño. Sólo quiero agregar que, a pesar de mí, te sigo encontrando en en cada canción, película, estrella y segundo del día. Que no entiendo porque Dios no ha extinguido este amor mío para ti, siendo a veces ese es mi mayor deseo. Y que me quema el cuerpo de tanto extrañarte. Te extraño y ya no quiero hacerlo, amor. Benedetti dijo que este es el precio que hay que pagar por los buenos momentos, pero cuánto duele a veces, guapo.
Pero Dios sabe lo que hace, ¿verdad, mi amor? Él no es como nosotros, él nunca se equivoca. Y no te preocupes por nada, que yo siempre le estoy pidiendo por ti. Siempre le pediré que te ayude a encontrar la sombra de camino al trabajo, entre tantas cosas más.
Y mira, acabo de recordar. Lo tercero que tenía para decirte es que hoy estaba volviendo a escuchar tu playlist y me colgué de esta canción. Probablemente tú estabas naciendo, yo estaba por ahí de cuarto de primaria (broma -pero sí estaba en cuarto de primaria-). Se podría decir que era fan de Belinda, me gustaban mucho sus novelas y justo acababa de saltar a la música como solista con este disco. Lo amé completamente. Lo escuchaba día y noche. Me sabía (sé) las canciones de memoria. Bailaba con ellas y cuando las cantaba, imaginaba que lo hacía enfrente de una gran multitud (qué te puedo decir, siempre he estado loquita). En fin, hoy hice conciencia precisamente de esto, de cómo una canción que Pau niña cantaba terminó siendo una canción que Pau adulta dedicaría al chico de la iglesia veinte años después. La gente suele decir que son las vueltas de la vida, prefiero creer que ya estaba escrito. Sé que Dios tiene mejores y más maravillosas cosas que hacer, pero me gusta imaginar que él ya me tenía preparadas las canciones que te dedicaría porque ya conocía esta historia.
Hace dos meses te abracé.
Como dije al inicio: bobadas.
Pd. Te amo. No olvides orar antes de dormir.
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caeliancruz · 6 months
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El viaje en tren
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Esta aventura comenzó con un viaje de negocios. Después de algunos días de preparativos, era la hora de coger el tren rumbo a Madrid, donde me esperaba el hotel para recargar energías para el siguiente día. Llegué a la estación con mi maleta de mano, vestido con una camisa lisa, pantalón vaquero, unos zapatos de vestir y una americana.
Después de pasar todos los controles pertinentes, me subí al vagón 8, donde tenía mi asiento reservado. Después de unos 20 minutos de espera y acomodamiento del personal, en el vagón íbamos un par de personas. Se cerraron las puertas y comenzó la aventura. El revisor del tren pasó por nuestro vagón pidiendo los billetes, los revisó y nos deseó un buen viaje. Teníamos aproximadamente 1 hora o hora y cuarto hasta llegar al destino.
Cinco asientos más atrás había una mujer con gafas, chaqueta vaquera, camiseta ajustada, pantalón vaquero y zapatos con un ligero tacón. Algo llamó mi atención en ella, y la curiosidad por conocerla más me picaba. Decidí levantarme e ir a hablar con ella. Le dije: "Hola, veo que vamos solos en el vagón. ¿También viajas por la empresa?" Me miró y con una leve sonrisa me dijo que sí, y noté que nos esperaba una hora de viaje. Le contesté que sí, y empezamos a hablar sobre varios temas, coincidiendo en muchas aficiones que hicieron la conversación muy interesante.
Después de unos 15 minutos, mi cabeza daba vueltas sobre lo interesante que parecía esa mujer y lo activa que era. Me pregunté a mí mismo si sería igual en otros ámbitos y me puse a jugar con el lenguaje y las palabras. Quería ver a dónde llevaría esa conversación, y mi sorpresa fue grande cuando vi que ella seguía el juego. La cosa se ponía interesante.
Después de otros 10 minutos de conversación picante, ella dijo: "Uff, hace calor, ¿no?" A lo que respondí: "Un poquito sí… Creo que me voy a quitar la chaqueta…" Ella dijo: "Me parece que voy a tener que quitármela yo también, aunque con el calor que hace, está como para quitarse hasta la camisa…" A lo que ella respondió: "Bueno, si hay que quitársela, no sería nada malo, ¿no?"
Después de ese comentario, solo podía pensar en cómo sería ese cuerpo que se escondía bajo su ropa y las tremendas ganas que me entraban de tenerla encima…
Después de quitarnos las chaquetas, comenzamos a mirarnos a los ojos, a relamernos y a mordernos ambos los labios. Las sonrisas de complicidad iban en aumento hasta que decidí no esperar más y la besé mientras ponía mi mano por el lateral de su cara y su cuello. Noté su calor, sus labios y su lengua juguetona. Después de eso, saltaron las chispas y, por consiguiente, la temperatura seguía subiendo. Ya no había marcha atrás. Parecía muy atrevida, y a mí tampoco me apetecía parar, a pesar de que alguien a través del cristal podría vernos o pillarnos si venía el revisor.
Decidí dar un paso más. Empecé a desabrocharle la camisa, para dejar entrever sus pezones duros, los cuales usaría para aumentar su placer. Una vez desabrochada, mi mano se coló debajo de su sujetador y, efectivamente, estaban duros. Joder, cómo me estaba poniendo la situación. Mientras seguía tocando sus pezones con mis manos y besándola por el cuello, comenzó a soltar leves gemidos. Eso hizo que ambos nos pusiéramos muy cachondos. Ahora era ella quien decidía emprender acción. Puso su mano encima de mi pantalón y comenzó a rozarlo con energía por encima de mi polla. Vi que aquí había algo duro. Mmm, así me gusta… No se iba a parar ahí; cuando me di cuenta, tenía quitado el cinturón y desabrochado el pantalón. Solo tenía una cosa más que se interpusiera entre su mano y mi polla.
Decidí bajar y comerle sus pezones, jugar con mi lengua y mi boca. Ella comenzó a disfrutar mucho. Estaba realmente cachonda. Yo también quería más, desabroché su pantalón y metí mi mano entre su tanga y sus piernas. Dios, qué mojado estaba. Me encantaba lo que estaba encontrando. Rozo con mis dedos por encima de este mientras le seguía comiendo los pezones. A lo que ella me responde: "Joder, me están entrando unas ganas de follar…"
Levanto mi cabeza, la miro a los ojos mientras mi mano se cuela por debajo de su tanga para encontrarse con su clítoris. Veo su cara de placer, de querer aún más. Mis dedos comienzan a bajar, abriendo sus labios húmedos y calientes hasta comenzar a entrar en ella. Su cara, sus gestos, me hacían tener aún más ganas de follar.
Después de un par de minutos jugando con mis dedos, sus labios y su clítoris, le susurro al oído: "Tu mano está encima de mi boxer, y tienes dos opciones: que sigas tocando como lo estás haciendo o que bajes tu pantalón y te sientes encima de mí. ¿Qué tal si sientes lo dura dentro de ti?" Ella abre los ojos, me mira y exclama: "¿Cómo has tardado en pedírmelo?" Se pone de pie, me mira y me dice: "Espero que estés preparado, aún te veo con el boxer y quiero sentarme… ¡YA!"
Así lo hice, me bajé el pantalón hasta el tobillo, y ella se sentó encima. Sentí cómo se acomodaba, el morbo que nos invadía. ¡Qué dura la tenía, qué mojado estaba…! Rozó mi punta y comenzó a entrar, ¡qué placer! Ella, al sentirla entrar, respiró profundo mientras terminaba de sentarse con mi polla dentro de ella, y al finalizar dijo: "Joder, así sí, como me gusta."
No solo a ella sino también a mí. Ahora mis manos fueron directas a sus tetas, cogiéndolas para jugar y usando sus pezones a mi favor. Quería que la chica sacara todas sus ganas y me follara como nunca. Así lo hizo, moviéndose cada vez más encima de mí, cada vez más cachonda, soltando leves gemidos… Decidí hacer algo más, ya que el tren pasaba por zonas despobladas, pero quién sabe si podría haber alguien de paseo o de ruta y nos vería…
Le dije: "Levántate y ponte contra el asiento…" a lo que ella me respondió: "¿En serio? ¿Estás loco?… Lo haré." Allí estaba, mojada contra el asiento, frente a mí, dios, qué mojado y qué inmensas ganas le tenía… a lo que me dice: "¿A qué esperas?" Me levanto y la meto en ella, comienzo a darle mientras la sujeto por la cintura. Comienza a gemir y a agarrarse al asiento. No podía parar de follarla. Sentirla tan abierta, con su buen culo chocando contra mí…
Después de un rato, de gemidos y de mucho placer y morbo, ella me pide que me siente, que quiere follarme ella, que quiere correrse, y así lo hice. Esta vez se sienta mirándome a la cara, se la mete dentro. Con mis manos en su culo, le digo: "¿A qué esperas?" a lo que ella me responde: "Estaba disfrutando, me gusta mucho sentir tu polla dentro de mí…" Comienza a moverse cada vez con más ganas, yo a cogerla por sus nalgas con más intensidad, poco a poco ambos sentíamos las ganas de más. Se me ocurrió una idea más, aunque no sé cómo pude pensar… La empujé para que se acercara a mí y le comí un pezón, a lo que ella me cogió la cabeza y dijo: "Mmm, dios, así sí…" Me estaba haciendo morir del morbo intenso, no solo de la situación sino de sentirla con tanto placer, haciendo que me corriera, y al notar que se ponía un poco más dura aún y se hinchaba, hizo que se moviese hasta terminar corriéndose ella también.
A 5/10 minutos de llegar, habíamos conseguido corrernos y recomponernos con la ropa que llevábamos. Justo cuando escuchamos el sonido por los altavoces de que estábamos a punto de llegar a nuestra parada, nos reímos y dijimos: "Guau, qué corto se nos ha hecho, ¿no?" La verdad que sí, había sido increíble. Nos dimos los números… tal vez en otra ocasión podamos encontrarnos y hacer una historia diferente.
Llegamos a la estación, cogimos nuestras cosas, y cada uno se fue por su lado.
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alethiabaguilar · 9 months
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Historias que no le he platicado a mi hommie - número 2.
El martes pasado al salir de comer de mi restaurante fav en Querétaro, mi amiga me dijo que la esperara frente al restaurant en lo que ella iba por su coche:
- ¿No quieres que te acompañe? -Le pregunté.
- No, paso aquí por ti.
Se me hizo raro pero la obedecí, no lo pensé demasiado y en lo que la esperaba, me puse a acomodar lo que habíamos pedido para llevar.
Pasó, me subí, y hasta que llegamos al segundo semáforo me dijo:
- Te pedí que me esperaras afuera, porque cuando salimos, vi que entro “ya sabes quien” en su camioneta al estacionamiento, y obviamente te la ibas a topar, y no sé cómo te sientas, pero no hubiera sido lo mejor verla; - continuo - Yo me la topé, está más delgada, y se pintó el cabello, me medio sonrío y se puso a ver su cel, yo no le contesté la sonrisa, seguí caminando.
Me quedé pensativa, no voy a negar que me dio emoción pensar que estuve a nada de verla, pero si creo que no hubiera sido lo mejor, porque yo ahora me siento más enojada que triste y simplemente hubiera sido un amargo momento para las dos.
Por cierto, el lugar yo se lo enseñé y se convirtió en nuestro fav; y si yo estando ahí, comiendo sin ella, (cuando la última vez que estuvimos ahí fue juntas comiendo como unas idiotas enamoradas) me dio un poco de nostalgia, estoy segura que ella también lo siente así.
Poco se habla de cómo se siente ver a alguien por primera vez después de una separación, pero es un mini infarto, con cólera, felicidad, nostalgia y nervios, y no creo que ningún cuerpo humano esté realmente preparado para llevar con serenidad ese momento.
El día en que me la tope, va a llegar, ¿cómo voy a reaccionar? No lo sé y me da hueva pensar en ello.
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geniogenio64 · 10 months
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Me sentí incómodo, y no sabia que pensar sobre lo que me había dicho Lisa. Se que no la habían operado y Trixi obviamente me mintió. Llame a Trixi y me mando a buzón, decidí irla a buscar una vez más, sus papás me dijo que no estaba. Volví a llamarla nada.
Pensé en lo que me dijo Lisa, -no dejes que te consuma- así que me fui a mi casa a comer pizza y a ver mi show favorito. A las 1130 PM recibí una llamada, era Lisa, - hola Jafar, espero que lo que te dije no- la interrumpí - Lisa agradezco que me llamaras , y no nada a cambiado, solo que estoy algo preocupado, es todo- escucho un suspiro del otro lado - Jafar, la e to si te sumo más preocupación, pero JC no aparece por ningún lado, después de que hablamos tu y yo en la tarde, dijo que tenía que hacer unas cosas y no ha llegado a casa- me quede en silencio unos segundos y luego dije - Lisa, has pensado en algún momento- me interrumpe - jamás! El no me haría eso- le respondo - bueno solo decía- prosigo - estaré en 5 minutos en tu casa, y vamos a buscarlos - ella dice - estoy lista aquí te veo-.
Subo a mi coche y voy por ella, cuando llego sale Lisa con una hermosa mini falda y un top color rosa claro y unas botas que hacían juego con el. -gracias, no se que haría sin ti- me dijo, la miré y le contesté - de seguro muchas cosas - le dije -jajaja- se rio y me miró de una manera pícara, - como vamos a ver o a saber en donde están? - le pregunte - le puse un gps así que tengo la ubicación- me respondió, me paso el teléfono y empecé a conducir. Llegamos y vimos la parte de atrás de su carro, y para mi sorpresa, al lado estaba el de Trixi, trago grueso y Lisa también.
Cuando terminemos de llegar, el lugar parecía un bar de mala muérete, agarre a Lisa por la mano, ella me miró y me apretó fuerte, entramos. Cundo entramos, estaba Trixi prácticamente comiéndose a JC. Los dos nos quedamos viéndolos, no se dieron cuenta de que estábamos ahí. Empecé a pregúntame, cuantas veces habían hecho esto y porque hasta ahora Lisa decidió buscar a JC, o quizás es la primera vez que se había demorado tanto.
Lisa respiro hondo e iba a ir a reclamarle y la frené, la jale por un brazo y la lleve a una mesa - tenemos que ser inteligentes, se están besando pero no sabemos si quedaron o que- le digo, ella me ve con ojos llorosos y asiente.
Al rato vemos que se paran y se van, en ese momento, vi a la Trixi que tocó aquella noche a la puerta de mi casa después de haberse desaparecido, entendí todo. Miré a Lisa de frente justo a los ojos -ya entendí todo- le dije -entiendo lo que me quisiste decirme en el parque, Trixi es alguien tóxica para las personas, no toma enserio las relaciones y deja heridos a sus novios, o bueno así me siento - seguí, Lisa giro un poco la cabeza - tenemos que seguirlos- dijo.
Nos levantamos y fuimos al carro de manera sigilosa, los seguímos, se fueron en un carro cada uno y llegaron a un motel - vigílalos, tienes mi numero, llámame si empiezan a caminar a la recepción- le dije a Lisa, ella asintió y me fui corriendo hablar con alguien de la recepción, encontré a una chicha y le conté una historia, le dije que vendría una pareja a pedir una habitación y que la mujer que venía con el hombre era mi futura esposa, me estaba engañando así que le pedí que le diera la habitación que yo había escogido y le entregara una tarjeta para luego entrar yo y encontrarlos ahí. La chica casi llora pero aceptó, le di algo extra por su buen trabajo obviamente no pagué la habitación, la habitación la pagarían ellos. En ese momento me llamó Lisa -ya van para allá sal sal- cuelgo y salgo corriendo al auto, enseguida entran ellos y le hago seña la chica de qué es esa la pareja que yo le dije , asiente y hace su trabajo.
Llegó el coche muy agitado y le cuento Alicia todo lo que pasó, ella se sorprendió porque nunca pensó que yo era capaz de hacer algo como eso -eres como un espía o algo así- dijo lisa, me sonroje y le dije -es hora de ver lo que ya sabemos- nos bajamos del carro subimos las escaleras llegamos a la puerta pero estábamos inmóviles frente a ella. No podíamos abrir la aunque sabíamos lo que había detrás no podíamos abrirla, lisa agarró mi mano y juntos pusimos la tarjeta en la puerta y sonó, cuando abrimos la puerta escuchamos gritos, gemidos. Levantamos la cabeza y ahí estaban Trixie y JC teniendo relaciones.
Nos quedamos un rato viéndolos enojados hasta que JC se dio cuenta y tiró a Trixi lado, -pero qué diablos? Qué están haciendo aquí? Lisa mi amor no es lo que parece- dijo JC. Lisa levanta la cabeza-terminamos, jamás pensé que harías esto y mucho menos con la persona que yo consideraba mi mejor amiga, mi hermana de otra sangre. Deposite mi confianza y me fallaron no me vuelvan a buscar más nunca- dijo Lizas -te espero en el coche Jafar- y salió por la puerta. Trixi se levantó de la cama envuelta en una sábana me abrazó -Jafar mi amor que bueno que estás aquí, creo que me he drogado y me trajo aquí para abusar de mí,- dijo ella -llévame contigo no me dejes aquí, yo te amo y eres el hombre de mi vida- siguió ella.
Yo la miré miré a JC y regresé a verla ella, quite sus manos de mis hombros levanta la cara y la vi fijamente a los ojos -Trixi sé que me engañaste aquella noche que tocaste la puerta de mi casa, con la ropa rasgada en labial fuera de lugar, sin calzones y medias. Si no querías estar conmigo sólo tenías que haberlo dicho si sólo querías dinero me hubieras dicho quizás hubiera aceptado, he estado pensando en ti todo este tiempo creyendo que tenías un problema pero no, estabas revolcándote con el novio de tu mejor amiga, o bueno tu ex mejor amiga, me carcomía la cabeza pensando en que hice mal, me obsesioné contigo, buscándote, dejaba de trabajar para estar contigo, y resulta que tu estabas con alguien más- hago una pausa, - terminamos, no quiero saber nada de ti- me di la media vuelta y me fui.
Llegue al carro y vi a Lisa llorando, entre y la abracé, fuimos el apoyo del otro. Apartamos una cita para ir al psicólogo, evidentemente estábamos deprimidos, me enteré que Lisa quería quitarse la vida, y que mi falta de apetito y falta de ánimo era debido a como habían jugado con nuestras mentes. En conclusión, y para que sepan porque contesta historia. Gaste mucho dinero en ella, tiempo, perdí mi trabajo por estar detrás de ella y al final, simplemente me tenía como un banco con piernas, no la juzgo, pero no permitan que nadie juegue con sus sentimientos y mucho menos con su tiempo. -ANÓNIMO-
Nota del escritor: los nombres usados en este relato son hombres ficticios, ninguno de los nombres usados aquí son los nombres de las personas que se menciona.
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jaquem · 8 months
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Regresamos de comer y me recosté sobre el reposabrazos de su sillón mientras el sacaba a sus perritos a hacer popis. Me moría de sueño, pero no quería hacerlo evidente, puesto que no quería desperdiciar el tiempo con él, durmiendo.
Entró a su casa y me preguntó - ¿qué quieres hacer? Tengo Mortal Kombat, Mario Kart, podemos ver algo, alguna serie, una película, ¿o quieres dormir? - eso último lo preguntó entre risas.
Solo volteé la cara, no hice un mínimo esfuerzo por levantar mi cabeza de ese delicioso y cómodo reposabrazos -Si quieres vamos a jugar Mortal Kombat o Mario Kart, lo que quieras- le contesté entre risas, también.
-Mmm, no soy muy bueno, eh. En ninguno de los dos... Bueno ya, si quieres vamos a dormir. Pero solo un ratito, Jaque, porque tu duermes mucho- me dijo de nuevo entre risas. 
Solo grité "yeeeei" con emoción, me levanté del sillón enseguida y me subí a su habitación... Él venía detrás de mí y nos dejamos tirar en su colchón, me medio incorporé para quitarme los tenis y el cinturón del pantalón. Él se quitó los tenis y se recostó. Me acosté a su lado y en seguida me cuestionó: - ¿no quieres quitarte el pantalón? -dijo seguro- digo, para que estés más cómoda -y ahí titubeo un poco. -Si- me lo quité en seguida y me acosté dándole la espalda con la intención de que cuchareáramos super deli.
Me abrazó por la cintura y comenzó a rozar la piel de mi ombligo con las yemas de sus dedos. Así estaba acariciando toda mi panza cuando empezó a bajar la mano, apenas iba a tocar mis muslos, cuando yo ya estaba deferente a él, lista para intercambiar fluidos. Le agarré su carita de las mejillas y comencé a besarlo. Aventé mi pierna sobre las suyas mientras los besos ibas subiendo de nivel. me soltó la cintura para bajar las manos y quitarme la ropa interior. Le ayude a bajar su short y comenzamos a hacerlo.
Estaba disfrutando mucho que finalmente nuestros cuerpos se habían encontrado de nuevo. Pero a la par no podía dejar de ver su rostro. Me sentía muy feliz de estar ahí otra vez.
Me provoco como 3 orgasmos que me hicieron temblar todas las piernas. Él finalmente terminó y besó mi frente. Se acostó a mi lado y nos pusimos los calzones, me puse mi bra y mi playera, él se quedó solo en bóxer y se lo agradecí mucho en silencio... Con lo mucho que me gusta verlo con el pecho desnudo, me recosté sobre él y comencé a acariciarlo suave y despacio mientras el me acariciaba la cabeza. Poco a poco fuimos perdiendo fuerzas y caímos en un profundo sueño.
Estar con él me hace sentir tan bien, que perdí la noción del tiempo. Despertamos tarde y con mucha plática pendiente. Eran aproximadamente las 10pm en pleno domingo, pero yo no me iba a ir hasta que todo quedara claro…
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paulindacomoestrella · 6 months
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16.12.23
Amor, sé que no lo notas, pero hoy hay algo en el aire. Hoy representa otro número que no imaginé contar. Hoy, hace tres meses exactos, fue la última vez que estuvimos juntos.
Amor, ¿lo recuerdas?
Como siempre, yo recuerdo muy bien. Esa mañana me incliné ante Dios y, por primera vez, le dije papá. Entre lágrimas le dije “papá, duele mucho” y lo imaginé abrazándome. Oré por nosotros; hasta al final encontrarás la oración que hice ese día.
Me sentía tan nerviosa e impaciente que también le pedí a mi mamá que orara conmigo.
Nos quedamos de ver a medio día, llegaste puntual como siempre. Tardé un poco en salir porque no encontraba mis llaves. Salí y te vi esperándome. Acordamos en ir al parque para hablar.
Llegamos, nos sentamos en los columpios. El mío estaba un poco chueco así que nos pasamos a una banca. Ahí te pregunté si creías que lo que había pasado era irreversible, me contestaste que no, así que hablamos sobre cómo podríamos solucionarlo. Hablamos de muchas cosas. Al final me preguntaste si podías darme un abrazo, te contesté que sí y nos abrazamos. Te pregunté “¿izquierda o derecha?”, tú contestaste izquierda, y de mi bolsillo izquierdo saqué una carta que te había escrito.
No recuerdo muy bien porqué (¿acaso por qué había un gato cerca de nosotros? No lo sé.), pero nos cambiamos de banca. Dijiste que aún te dolía la espalda y te recostaste con tu cabeza en mi regazo.
Te acaricié el cabello, me preguntaste si cuando fuéramos novios no me iba a molestar que todo el tiempo estuvieras abrazándome y besándome, te contesté que no, pero que sólo hasta que fuéramos novios.
En algún momento se nos acercó mucho una abeja, señalaste tu anillo y me explicaste que ellas se acercan al metal. O al menos creo que era metal. Minutos después tu estómago empezó a hacer ruido y me preguntaste si no quería ir a comer. Te contesté que sí.
Caminamos hacia la Charamusca. Llegamos, nos sentamos en nuestra mesa de siempre, un poco apenada te dije que no llevaba suficiente dinero conmigo, me contestaste que no me preocupara, que tú pagarías. Aún así tenía mucha pena, así que elegí lo más barato del menú (molletes sencillos), tú te pediste unos más elaborados.
Comimos, platicamos un poco, rato después me dijiste que estabas muy cansado y que tu espalda te estaba doliendo otra vez. Te dije que podíamos irnos ya para que fueras a casa a descansar. Pagaste la cuenta con tarjeta, dejaste un diez por ciento de propina. Al final te pagué una parte de los molletes con un par de billetes que mi mamá me había dado en la mañana, no porque me lo pidieras, sino porque siempre fui consciente de que a veces tenías el dinero contado.
Caminamos para mi casa. Llegamos, nos despedimos de beso en la mejilla y de abrazo, te esperaste a que entrara a mi casa y, después, te fuiste…
Por una semana todo marchó bien y en mi mente todo estaba volviendo a la normalidad, pero siete días después me mandaste un mensaje diciendo que ya lo habías pensando bien y que realmente no querías una relación conmigo, que había alguien más en tu mente… lo que ha venido pasado después ya lo sabes.
Amor, vengo de clamar una vez más a Dios. Le pido que me ayude a confiar y a esperar plenamente en él.
Cariño, te extraño locamente. Me mata saber que estoy olvidando tu aroma. Daría todo porque Dios me permitiera volver a verte afuera de mi casa esperándome, sentir tu cabeza en mi regazo y tus brazos alrededor mío. Si ese día hubiera sabido… créeme que no te hubiera soltado…
Sólo Dios tiene el poder y el control, de cualquier forma, como siempre: te amo.
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janhektymanny · 1 year
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Yesca 👽
Ella asistía a la vocacional, solo que nunca hablamos así bien, solo nos ubicábamos de vista, básicamente. Fue hasta apenas mayo que nos volvimos a ver en Zacatenco, gracias a Smiley, otro compañero de la voca y amigo de Yessica. Yo la había eliminado en una de las tantas purgas, pero debido a ese encuentro accidental y al intercambio de breves diálogos gracias a nuestro intermediario Smiley, volvimos a estar en la mira. Quizá yo un poco más en la suya porque me mandó solicitud días después y fue que empezamos a hablar ya bien, nos quedamos de ver y demás. Nunca pasó nada más que besos, durante las primeras salidas. Fue hasta septiembre que pasó lo que tenía que pasar, y justo en esa ocasión se dio en mi casa, y adivinen quién la grabó. Exacto. Salimos otras veces y pasó lo mismo, yo sabía que le gustaba pero la verdad ella a mí no, creo que disfrutaba más platicar con ella y salir que incluso el sexo, la verdad estaba super disperso en esa época en el ámbito sexual. Al final la boté para poder andar "bien" con Alex. Valió berga de todos modos, como sabrán. Nuevamente volvimos a platicar a finales de enero, salimos unas ocasiones en febrero, nuevamente pasó aquello unas veces. Le conté un poco sobre mi situación durante 2022, pero no le había platicado bien bien sobre lo que le hice durante nuestros primeros encuentros.
Un buen día la cité, fue terminando el semestre que pasó. Nos vimos algo noche en plaza Lindavista, iba saliendo de un extraordinario que afortunadamente acreditó. Caminamos un rato por la zona habitacional, entre pláticas y demás fuimos por algo de tomar y terminamos cogiendo en un parque de por ahí. Luego de eso le siguió una plática aún más larga sobre varias cosas, ya empezaba a sondear la forma de decirle. Estaba aún más tenso y nervioso que las otras veces, no sabía exactamente por qué en ese momento pero había un presagió que podía percibir, y eso que soy malo para esas cosas. Ya por la hora nos debíamos mover, así que nos encaminamos hacia Av. Politécnico y cuando pidió el uber decidí que era el momento. El speach que ya medio había preparado otras veces no lo ocupé como tal, medio me guié conforme a lo que pensaba y a lo que ya había dicho en otras ocasiones a otras chicas, pero le dije la mera neta de todos modos. Mientras le explicaba la parte medular del asunto, pude notar su cara de decepción y desilusión, vi frente a mis ojos nuevamente como se difuminaba su sonrisa y su mirada se opacaba, como si el mundo se comiese a sí mismo. Fue que pasó lo que más temía, soltó lágrimas y ligeros gemidos de llanto. Obviamente me preguntó cuál fue el fin, el uso que le di y si eso salió de mí. Le dije claramente que nunca lo vi, no lo divulgué y todo quedaba entre nosotros. Cuando le dije sobre poner un "hasta aquí" si era su deseo, ella me contrarrestó con una pregunta: "¿Puedo volver a confiar en ti?" Le contesté que sí, que jamás la volvería a traicionar por nada del mundo. A pesar de que le dije que no merecía su perdón y que estaba de más, sus palabras me tumbaron de golpe. Ella dijo con la nariz roja y lágrimas en los ojos todavía pero de forma firme y decidida. ¡Te perdono! Neta que eso me mató. Era lo último que yo esperaba escuchar, de hecho fue la única que lo dijo, y lo sentí venir desde lo más hondo de su corazón. Sé que fue de forma pura y sincera. Luego de eso llegó su uber, nos despedimos y se fue.
Yessica es una persona muy muy inteligente. Es divertida, amigable, carismática, hace muchísimas cosas deportivas, culturales, escolares, laborales y demás, es una persona muy muy activa, cariñosa, simpática, de linda personalidad y guapa físicamente, pero de todas esas cualidades, su fuerte es definitivamente su gran corazón e inocencia. Ella tiene TDA, razón de su hiperactividad y quizá el que sea algo distraída, también podría explicar su ingenuidad, pero la verdad es algo que está de menos por todo lo positivo que suma y lo que es como persona, ha luchado constantemente para salir adelante, ha pasado por muchísimas cosas difíciles como depresiones y demás, pero ha surgido como ave feniz una y otra vez gracias a su resiliencia. No dudo que pueda lograr sus objetivos de vida y sea la persona que ella quiere ser. Es un amor en todo sentido.
Los días siguientes me hacía bromas al respecto, me remarcaba el hecho de que estaba enfermo y que no dejara el psicólogo, incluso me puso de apodo "el dañado" xD. Hasta llegó a contarme que aparecí en algunos sueños suyos pero que quería envenenarla con una rana, jaja. Ahorita la frecuencia de nuestros mensajes siguen igual que antes, las salidas claramente son más escasas pero no importa porque sabemos que contamos con el otro. Además aclaré bien el punto de que estoy saliendo con una o dos personas más de forma casual, aunque la verdad no tenía casi nada de sexo en ese lapso de semanas. Estoy muy agradecido por conocer a una persona así y tenerla en mi vida de forma relativamente cerca. Aprovecharé ahora sí bien esa nueva oportunidad que me brindó, corresponderé a su confianza y neta que no le fallaré nunca en el tiempo que nos quede, sea cual sea el vínculo afectivo que tengamos.
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myparadisemyblog · 1 year
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De las primeras veces que realmente me fundí con el cosmos
Vibró mi móvil…
Al iluminarse la pantalla apareció un mensaje suyo:
“Putita, ¿Puedo verte mañana?”   
A penas leerlo se me acelero el corazón y voltee rápidamente a asegurarme de que mi madre no estuviera cerca, él había comenzado a llamarme así hace un par de semanas, nunca nadie me había dicho así, pero eso me hacía sentir risa con una pizca de excitación
No tenía planes para el día siguiente, lo que si tenía era un poco de miedo viéndolo así tan de cerca; después de todo  es algo que nunca había hecho, no lo conocía, en realidad no tenía certeza de como me trataría, ya que sus mensajes eran en tono autoritario.
De no haber sido por Lily quizá no hubiera ido. Lily era mi mejor amiga, ella solía tener relaciones estables con hombres de  mayor edad y pintaba ese tipo de experiencias como una maravilla. Unos días antes le había contado de él  mientras caminábamos por una plaza comercial, así que por la noche le escribí para contarle que quería verme, le dije que tenía miedo; pero ella me animó diciéndome que no tenía nada que perder, que fuera y lo conociera, eso si, que le mandara mi ubicación y la mensajeara para comunicarle cualquier irregularidad.
Además, yo también tenía curiosidad, mucha. En efecto, hace un tiempo que ya sabía de que  iba a morir…
Acepté.
“Mañana te quiero bien bonita y putisima- me indicó. –Con leggins,  una blusa entallada y sin bra , que se te marquen los pezones”
Tengo que admitir que no me gustaba del todo que me indicara hasta como vestir, ni el tono en que lo hacía;  pero sabía que al final iba a obedecerle, con recelo o como fuera siempre seguía ordenes, me parecía divertido y cómodo en este ámbito de mi vida.
A la mañana siguiente me alisté, lo rutinario: aceite de almendras en todo el cuerpo mezclado con crema humectante después de la ducha , me hice un maquillaje sencillo y me apresuré a vestirme como me indicó, no quería pensar que me  iba a pasar si llegaba tarde, era un hombre bastante formal y sospechaba que las impuntualidades podrían molestarle mucho.
“Me marcas cuando llegues, no tengo WhatsApp en el móvil” – me texteo
Habíamos quedado en la cafetería de una plaza comercial que no suelo frecuentar, al llegar me cambie el calzado: tenis por zapatillas y suéter por un saco abierto que dejaba entrever el top negro que llevaba.
Le marque mientras daba vueltas por los pasillos,  escuche su voz por primera vez, para sorpresa mía respondió con bastante amabilidad, en contraste con sus mensajes de la noche anterior. Parece extraño que haya aceptado salir con un extraño que además me hablaba golpeado por mensajes? Pues si… es que ya sabrás que mi instinto de supervivencia no funciona como debería.
-Hola, ¿cómo estás?
-Bien, acabo de llegar, dónde esta Starbucks?”- pregunté algo agitada
-Creo que te acabo de ver pasar, vuelve por el pasillo de al lado –
Colgué y camine siguiendo la indicación, ahí lo ví caminar hacia mí , tenía una expresión amable, aparentaba menos años de los que tenía y era ligeramente más delgado de lo que creí.
Nos saludamos con un beso en la mejilla y una sonrisa.
-¿Nos vamos?- Dijo tendiéndome la mano
-Claro!-, contesté y respondí al gesto
Me condujo hasta su auto , me abrió la puerta , le agradecí con la mirada.
Mientras conducía hacía el hotel conversamos un poco más de temas que habíamos tocado por mensajes.
-Eres ingeniero, ¿verdad?-
-Si, tú medico, ¿no?-
-Aún no- respondí riendo
-Bueno , que estudias medicina, me refería-
-Te desee desde que te vi pasar, pensé “Ojala que sea ella” , eres realmente hermosa-
Le agradecí el cumplido mirándolo a los ojos y con una sonrisa algo tímida.
Al llegar al hotel subimos a la habitación.
-A las 11:00 tengo una junta , solo es una llamada- comentó
-Ok!
Me recargue en el tocador  , dejando mi bolsa al lado de mí, se acercó poniéndose en frente
-Me agradas demasiado- me dijo rodeando mi cintura con una mano
-Y tú a mí- Respondí con voz suave,  los ojos muy abiertos y mordiéndome el labio; realmente lo deseaba, tenía algo… no voy a decir que era precisamente guapísimo , pero sí que era un hombre exquisito y yo estaba llena de adrenalina.
A continuación nos besamos, pasé mis manos por su espalda  con suavidad, él tomo mi cintura con una mano  , con la otra recorría mi cuerpo, yendo desde mi cadera, deslizándola por mi cintura y levantándome el top, subió hasta uno de mis pechos, lo apretó con fuerza y pasión, ahí empecé a gemir. ¿Muy rápido para calentarme? No para mí, nunca había necesitado tanto juego previo antes , a partir de ahora con él, mucho menos.
Me senté sobre la base del tocador con las piernas abiertas para que él pudiera pegarse a mi pelvis, comencé a presionarla contra él  sin dejar de besarlo,  le quité el cinturón,  desfaje su camisa y solté los broches del pantalón, intentando disimular que nunca había desnudado a un hombre en pantalones de vestir pero un botón del borde  interno se me resistía
-Por qué tantos broches? Para que no te lo roben? – dije riendo
-Yo no hago los pantalones, solo los compro – Dijo respondiéndome la sonrisa .
Mientras me ayudaba con ese último botón subí mis manos dibujando líneas de arriba a  abajo con mis uñas sobre su pecho.
Qué divino! Su piel y su ropa estaban impregnados de una loción deliciosa
Bajé su bóxer , liberando su pene y haciéndolo recorrer la línea media de mi cuerpo  hasta llegar a mi boca. Mientras él subió mi top hasta dejar mis pechos al descubierto.
Forma perfecta, tamaño ideal. Esta vez decidí ir directo al glande, no sin antes humedecer mis manos con saliva para masajear sus testículos.
Después de saborearlo un rato, me levante del tocador y me puse de espaldas a él , deslizó mi pantalón por mi cadera, bajándolo.
-Qué lindas! – Exclamó
Y me dio una nalgada. Terminó de bajarlo hasta quitármelo por completo, me giró hacia el lado de la cama, recostándome, acarició mis piernas , muslos, subió hasta mis labios y se echó sobre mi , besándome y estimulando mis pezones , volvió a bajar a  mis labios…
-Ya estás muy húmeda-
-Penétrame – le pedí con realmente mucho deseo de ya tenerlo dentro.
Que se lo pidiera le excito, mientras fue por un preservativo  me saqué la tanga y comencé a tocarme, estaba hecha agua…  al volver me penetró despacio, cuando estuvo completamente dentro gemí, “por dios! Este hombre si llena los condones”, pensé.
-Quiero que me montes-
Se recostó en la cama , me subí sobre su cintura , tome su pene con mi mano y lo introduje en mí, no sin antes frotarlo contra mi clítoris.
Ahí estuve un rato, sobre él, volviéndome loca, saltando mientras sentía a mi pelo volar por el aire , él me miraba fascinado y complacido , de vez en cuando dirigía el ritmo de mi cadera con sus manos.
Las 11:00…
Se sentó en la cama, tomó su móvil y se puso solo un audífono; yo me senté detrás de él con las piernas abiertas rodeándole, comencé a besar sus hombros, sus brazos, acariciar su piel blanca, me encargue de acompasar nuestras respiraciones y estimular de nuevo su pene con mis manos, esporádicamente apretaba mi pelvis contra él, abrazándolo.
Se quitó el audífono y dejó el celular de lado.
-No ha terminado, pero ya quiero estar contigo-
Sonreí complacida, lo tomé de la barbilla  y me acerque para besarlo.
Rodeando mi cuello con una mano  me volvió a recostar sobre la cama ,  acomodo sus rodillas una a cada lado de mi cuerpo poniendo su pene a la altura de mi boca, adoro chupar su glande, tiene una forma increíble y buen tamaño, él lo sabe, disfruta ver como me lo llevo a la boca como un caramelo y no paro de chuparlo, lo lleno de besitos,  de vez en cuando intento introducirlo todo en mi cavidad bucal … imposible, aun así sigo intentando mientras él me limpia las lágrimas que han salido involuntariamente cada que roza mi garganta y me provoca cierto dolor .
Se ha sentado a mi lado y me estimula los pezones  con una paciencia increíble y de diferentes modos: tan solo con las yemas de los dedos, con toda la mano, con su lengua al colocar sus labios rodeándolos, me estoy retorciendo mientras me masturbo, mis latidos están muy acelerados , estoy a punto de correrme,  me voy a fundir con el cosmos… esta vez en compañía de alguien .
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