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#Sacudiendo la víbora al fuego
caleb-hebron · 2 years
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2022-7-27 Hechos 28:1 28:16
2022-7-27 Hechos 28:1 28:16
28:1 Y CUANDO escapamos, entonces supimos que la isla se llamaba Melita.
28:2 Y los bárbaros nos mostraron no poca humanidad; porque, encendido un fuego, nos recibieron á todos, á causa de la lluvia que venía, y del frío.
28:3 Entonces habiendo Pablo recogido algunos sarmientos, y puéstolos en el fuego, una víbora, huyendo del calor, le acometió á la mano.
28:4 Y como los bárbaros vieron la víbora colgando de su mano, decían los unos á los otros: Ciertamente este hombre es homicida, á quien, escapado de la mar, la justicia no deja vivir.
28:5 Mas él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún mal padeció.
28:6 Empero ellos estaban esperando cuándo se había de hinchar, ó caer muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, mudados, decían que era un dios.
28:7 En aquellos lugares había heredades del principal de la isla, llamado Publio, el cual nos recibió y hospedó tres días humanamente.
28:8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebres y de disentería: al cual Pablo entró, y después de haber orado, le puso las manos encima, y le sanó:
28:9 Y esto hecho, también otros que en la isla tenían enfermedades, llegaban, y eran sanados:
28:10 Los cuales también nos honraron con muchos obsequios; y cuando partimos, nos cargaron de las cosas necesarias.
28:11 Así que, pasados tres meses, navegamos en una nave Alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña á Cástor y Pólux.
28:12 Y llegados á Siracusa, estuvimos allí tres días.
28:13 De allí, costeando alrededor, vinimos á Regio; y otro día después, soplando el austro, vinimos al segundo día á Puteolos:
28:14 Donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que quedásemos con ellos siete días; y luego vinimos á Roma;
28:15 De donde, oyendo de nosotros los hermanos, nos salieron á recibir hasta la plaza de Appio, y Las Tres Tabernas: á los cuales como Pablo vió, dió gracias á Dios, y tomó aliento.
28:16 Y como llegamos á Roma, el centurión entregó los presos al prefecto de los ejércitos, mas á Pablo fué permitido estar por sí, con un soldado que le guardase.
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jc-pivaral-trejo · 2 years
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!!Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció. Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.!! Hechos 28:3-6 https://www.instagram.com/p/CeFetr2Meq6ZHwSeeVBLHkWqZsAeeOjs_k_cFw0/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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epicentrocristiano · 3 years
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“SACUDIENDO LA VÍBORA AL FUEGO” | Pastor Joel González, Predicaciones, e...
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#Sacudase y AVANCE En la Biblia encontramos un relato de algo terrible que le pasó a Pablo, veamos: Hechos 28:3-5 RVR1960 "Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció." De aquí podemos aprender, que cuando usted intente hacer algo bueno el enemigo tratará de impedirselo, no digamos si usted está en el ministerio a tiempo completo; le criticaran, le juzgarán, hablarán mal de usted, le desanimaran y hasta le condenarán; pero usted hará lo mismo que hizo Pablo con la víbora, ¡Sacudirse y avanzar! ¡Ánimo, Dios está con usted! Conozca más de nuestros ministerios en Pinterest: https://www.pinterest.es/APxC01/pins/ |Ministerios Apasionados x Cristo, San Salvador, El Salvador| https://www.instagram.com/p/BtPRQ9MH9f0/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=fbgn49qzml1
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verdadpresenteadv · 3 years
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{HECHOS - 28.}—{REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS.}—{Lunes, 23 de agosto, 2021.}— Este es el último capítulo del libro de "Los Hechos de los Apóstoles", que debería haberse llamado "LOS HECHOS PODEROSOS DEL ESPÍRITU SANTO". El libro termina, pero la obra poderosa del Espíritu Santo continúa, porque salió venciendo y para vencer, hasta que los que se han de salvar estén en los atrios del cielo, y Él los continuará guiando por la eternidad por el camino de la Justicia. ¿Estará tu nombre allí? ¿Estará tu familia?
◇◇◇ [v.1-10] PABLO EN LA ISLA DE MALTA, AL SUR DE SICILIA. Los nativos de Malta reciben bondadosamente a los náufragos. Después de desembarcar, una víbora venenosa muerde a Pablo, pero no le causa daño y tampoco muere, porque está protegido por el Espíritu Santo. El apóstol Pablo, por el poder de Cristo, sana a muchos enfermos en la isla, incluyendo al padre del jefe de la tribu. Otros grandes milagros son efectuados en los nativos por manos de Pablo, por el poder del Espíritu Santo. Allí también fue predicado Cristo crucificado y resucitado, para salvación de los nativos malteses.
◇◇◇ Después de tres meses, los navegantes, los soldados y los presos continúan su viaje a Roma.
◇◇◇ [v.11-16] PABLO LLEGA A ROMA ENCADENADO, pero recibe privilegios, siendo recluido en una casa con un soldado de escolta.
◇◇◇ "...Con corazón apesadumbrado el apóstol avanzaba para hacer su visita largo tiempo anhelada a la metrópoli del mundo. ¡Cuán diferentes eran las circunstancias de las que él se había imaginado! ¿Cómo podría él, encadenado y estigmatizado, proclamar el Evangelio? Parecía que sus esperanzas de ganar a muchas almas para la verdad en Roma iban a quedar chasqueadas." – {HAp 357.3}. {EGW}.
◇◇◇ PERO NI PABLO, NI CRISTO, NI EL ESPÍRITU SANTO QUEDARÍAN CHASQUEADOS, ELLOS VENCIERON.
◇◇◇ "De repente se oye un grito de júbilo, y un hombre que sale de entre la multitud se arroja al cuello del preso y le abraza con lágrimas de regocijo como un hijo que da la bienvenida a su padre por largo tiempo ausente. Vez tras vez se repite la escena, a medida que con ojos aguzados por la amante expectación, muchos reconocen en el encadenado a aquel que en Corinto, en Filipos, en Éfeso, les había hablado las palabras de vida." – {HAp 358.2}. {EGW}.
◇◇◇ "...En ese cansado y dolorido rostro, los discípulos veían reflejada la imagen de Cristo..." – {HAp 358.3}. {EGW}.
◇◇◇ "Pocos comprenden el significado de estas palabras de Lucas, referentes al encuentro de Pablo con los hermanos: “DIÓ GRACIAS A DIOS, Y TOMÓ ALIENTO.” En medio de la llorosa y simpatizante compañía de creyentes, que no se avergonzaba de sus cadenas, el apóstol alabó a Dios en alta voz..." – {HAp 358.4}. {EGW}.
◇◇◇ [v.17-31] PABLO PREDICA EN ROMA. "En Roma el centurión Julio entregó sus presos al capitán de la guardia del emperador. El buen informe que dio de Pablo, juntamente con la carta de Festo, fue motivo para que el apóstol fuese tratado con miramiento por el prefecto de los ejércitos, y en lugar de ser puesto en prisión, se le permitió vivir en su propia casa alquilada. Aunque constantemente encadenado a un soldado [de esta manera también los soldados romanos oyeron el mensaje de la salvación en Cristo, y Pablo], tenía libertad de recibir a sus amigos y trabajar en favor del avance de la causa de Cristo." – {HAp 359.1}. {EGW}.
◇◇◇ [Pablo] "No dijo nada del maltrato que había sufrido a manos de los judíos, o de los repetidos complots para asesinarle. Sus palabras revelaron prudencia y bondad. No estaba buscando atención o simpatía personal, sino defender la verdad y mantener el honor del Evangelio." – {HAp 359.4}. {EGW}.
◇◇◇ "El apóstol mostró que la religión no consiste en ritos y ceremonias, credos y teorías. Si así fuera, el hombre natural podría entenderla por investigación, así como entiende las cosas del mundo. Pablo enseñó que la religión es un positivo poder salvador, un principio proveniente enteramente de Dios, una experiencia personal del poder renovador de Dios en el alma." – {HAp 360.3}. {EGW}.
◇◇◇ "Les mostró cómo Moisés enseñó a Israel a mirar a Cristo como al Profeta a quien ellos debían oír; cómo todos los profetas testificaron de él como el gran remedio de Dios para el pecado, el Inocente que había de llevar los pecados del culpable. Pablo no censuró la observancia de sus ritos y ceremonias, pero les mostró que al mismo tiempo que ellos mantenían el servicio ritual con gran exactitud, rechazaban al que se tipificaba en todo el sistema de ritos." – {HAp 360.4}. {EGW}.
◇◇◇ "Mientras Pablo hablaba de lo que conocía y testificaba de aquello que había visto concerniente a Jesús de Nazaret como la esperanza de Israel, los que honradamente buscaban la verdad fueron convencidos. Sobre algunas mentes, por lo menos, sus palabras hicieron una impresión que jamás se borró. Pero otros rehusaron tercamente aceptar el claro testimonio de las Escrituras, aun cuando les fuera presentado por uno que tenía la iluminación especial del Espíritu Santo. No podían refutar sus argumentos, pero rehusaron aceptar sus conclusiones." – {HAp 361.1}. {EGW}.
◇◇◇ Pablo, sin ninguna amargura ni rencor, declara a los judíos la causa de su viaje a Roma, pues quiere dar testimonio del poder salvador de Cristo. Por dos años predica en Roma a judíos y gentiles; algunos creen; otros, no. ¿QUÉ SE DIRÁ DE TI, QUE CREÍSTE?
◇◇◇ Terrible orgullo de algunos que les impide aceptar la verdad de Dios. Terrible falta de entendimiento de un mundo que quiere vivir, pero que rechaza la Vida misma que es Cristo.
◇◇◇ La lucha más grande a la que tiene que enfrentar el Espíritu Santo no es con el diablo, pues el Espíritu Santo siempre lo ha derrotado, y ya Satanás es un enemigo vencido. La lucha más grande es con cada mente humana que rechaza obstinadamente una salvación tan grande. Con todo, el Espíritu Santo salió venciendo y para vencer.
◇◇◇ Amigo, amiga, ¿eres tú de los vencedores? La historia de Hechos de los Apóstoles terminó; y pronto terminará la historia de este mundo. ¿Serás de los vencedores?
◇◇◇ HASTA AQUÍ LAS PALABRAS DE LUCAS ESCRITAS EN EL LIBRO DE HECHOS DE LOS APÓSTOLES.
◇◇◇ SIGUE LEYENDO...
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[HECHOS - 28] _ [Versión: RV1960].
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[PABLO EN LA ISLA DE MALTA, AL SUR DE SICILIA.]
(1) Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta.
(2) Y los naturales nos trataron con no poca humanidad [nos mostraron una humanidad poco común]; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío.
(3) Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano.
(4) Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.
(5) Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.
(6) Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.
(7) En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días.
(8) Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
(9) Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;
(10) los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias.
[PABLO LLEGA A ROMA COMO PRISIONERO.]
(11) Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña [insignia] a Cástor y Pólux.
(12) Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días.
(13) De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli,
(14) donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma,
(15) de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.
(16) Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.
[PABLO PREDICA EN ROMA CON TODA LIBERTAD.]
(17) Aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos, a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos;
(18) los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa de muerte.
(19) Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no porque tenga de qué acusar a mi nación.
(20) Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena.
(21) Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti.
(22) Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella.
(23) Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.
(24) Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían.
(25) Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo:
(26) Vé a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis;
(27) Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane.
(28) Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.
(29) Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.
(30) Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
(31) predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
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[HECHOS - 28] _ [Versión: RV1960].
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"REAVIVADOS POR LA PALABRA DE DIOS" | Creed en sus Profetas | PLAN de Lectura de un capítulo diario de la Biblia. | #RPSP
La Oración, el investigar la Biblia con entendimiento y obedeciéndola, nos conducirá a un Reavivamiento Espiritual.
Dios los bendiga.
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carolinatalcachile · 3 years
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Los Hechos - RVR1960
28:1 Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta.
28:2 Y los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío.
28:3 Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano.
28:4 Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.
28:5 Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.
28:6 Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.
28:7 En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días.
28:8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
28:9 Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;
28:10 los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias.
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ps-carlos-blog · 5 years
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#Sacudase y AVANCE En la Biblia encontramos un relato de algo terrible que le pasó a Pablo, veamos: Hechos 28:3-5 RVR1960 "Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano. Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir. Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció." De aquí podemos aprender, que cuando usted intente hacer algo bueno el enemigo tratará de impedirselo, no digamos si usted está en el ministerio a tiempo completo; le criticaran, le juzgarán, hablarán mal de usted, le desanimaran y hasta le condenarán; pero usted hará lo mismo que hizo Pablo con la víbora, ¡Sacudirse y avanzar! ¡Ánimo, Dios está con usted! Conozca más de nuestros ministerios en Pinterest: https://www.pinterest.es/APxC01/pins/ |Ministerios Apasionados x Cristo, San Salvador, El Salvador| https://www.instagram.com/p/BtdilbJhOt0ulorD092MyucnxIgR2wGUy9nUew0/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=16sv8ha3jyea6
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reto2020cdl · 4 years
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Hechos 27-28
Pablo es enviado a Roma
27  Cuando se decidió que habíamos de navegar para Italia, entregaron a Pablo y a algunos otros presos a un centurión llamado Julio, de la compañía Augusta.
2 Y embarcándonos en una nave adramitena que iba a tocar los puertos de Asia, zarpamos, estando con nosotros Aristarco, macedonio de Tesalónica.
3 Al otro día llegamos a Sidón; y Julio, tratando humanamente a Pablo, le permitió que fuese a los amigos, para ser atendido por ellos.
4 Y haciéndonos a la vela desde allí, navegamos a sotavento de Chipre, porque los vientos eran contrarios.
5 Habiendo atravesado el mar frente a Cilicia y Panfilia, arribamos a Mira, ciudad de Licia.
6 Y hallando allí el centurión una nave alejandrina que zarpaba para Italia, nos embarcó en ella.
7 Navegando muchos días despacio, y llegando a duras penas frente a Gnido, porque nos impedía el viento, navegamos a sotavento de Creta, frente a Salmón.
8 Y costeándola con dificultad, llegamos a un lugar que llaman Buenos Puertos, cerca del cual estaba la ciudad de Lasea.
9 Y habiendo pasado mucho tiempo, y siendo ya peligrosa la navegación, por haber pasado ya el ayuno, Pablo les amonestaba,
10 diciéndoles: Varones, veo que la navegación va a ser con perjuicio y mucha pérdida, no sólo del cargamento y de la nave, sino también de nuestras personas.
11 Pero el centurión daba más crédito al piloto y al patrón de la nave, que a lo que Pablo decía.
12 Y siendo incómodo el puerto para invernar, la mayoría acordó zarpar también de allí, por si pudiesen arribar a Fenice, puerto de Creta que mira al nordeste y sudeste, e invernar allí.
La tempestad en el mar
13 Y soplando una brisa del sur, pareciéndoles que ya tenían lo que deseaban, levaron anclas e iban costeando Creta.
14 Pero no mucho después dio contra la nave un viento huracanado llamado Euroclidón.
15 Y siendo arrebatada la nave, y no pudiendo poner proa al viento, nos abandonamos a él y nos dejamos llevar.
16 Y habiendo corrido a sotavento de una pequeña isla llamada Clauda, con dificultad pudimos recoger el esquife.
17 Y una vez subido a bordo, usaron de refuerzos para ceñir la nave; y teniendo temor de dar en la Sirte, arriaron las velas y quedaron a la deriva.
18 Pero siendo combatidos por una furiosa tempestad, al siguiente día empezaron a alijar,
19 y al tercer día con nuestras propias manos arrojamos los aparejos de la nave.
20 Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña, ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
21 Entonces Pablo, como hacía ya mucho que no comíamos, puesto en pie en medio de ellos, dijo: Habría sido por cierto conveniente, oh varones, haberme oído, y no zarpar de Creta tan sólo para recibir este perjuicio y pérdida.
22 Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, pues no habrá ninguna pérdida de vida entre vosotros, sino solamente de la nave.
23 Porque esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo,
24 diciendo: Pablo, no temas; es necesario que comparezcas ante César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.
25 Por tanto, oh varones, tened buen ánimo; porque yo confío en Dios que será así como se me ha dicho.
26 Con todo, es necesario que demos en alguna isla.
27 Venida la decimacuarta noche, y siendo llevados a través del mar Adriático, a la medianoche los marineros sospecharon que estaban cerca de tierra;
28 y echando la sonda, hallaron veinte brazas; y pasando un poco más adelante, volviendo a echar la sonda, hallaron quince brazas.
29 Y temiendo dar en escollos, echaron cuatro anclas por la popa, y ansiaban que se hiciese de día.
30 Entonces los marineros procuraron huir de la nave, y echando el esquife al mar, aparentaban como que querían largar las anclas de proa.
31 Pero Pablo dijo al centurión y a los soldados: Si éstos no permanecen en la nave, vosotros no podéis salvaros.
32 Entonces los soldados cortaron las amarras del esquife y lo dejaron perderse.
33 Cuando comenzó a amanecer, Pablo exhortaba a todos que comiesen, diciendo: Este es el decimocuarto día que veláis y permanecéis en ayunas, sin comer nada.
34 Por tanto, os ruego que comáis por vuestra salud; pues ni aun un cabello de la cabeza de ninguno de vosotros perecerá.
35 Y habiendo dicho esto, tomó el pan y dio gracias a Dios en presencia de todos, y partiéndolo, comenzó a comer.
36 Entonces todos, teniendo ya mejor ánimo, comieron también.
37 Y éramos todas las personas en la nave doscientas setenta y seis.
38 Y ya satisfechos, aligeraron la nave, echando el trigo al mar.
El naufragio
39 Cuando se hizo de día, no reconocían la tierra, pero veían una ensenada que tenía playa, en la cual acordaron varar, si pudiesen, la nave.
40 Cortando, pues, las anclas, las dejaron en el mar, largando también las amarras del timón; e izada al viento la vela de proa, enfilaron hacia la playa.
41 Pero dando en un lugar de dos aguas, hicieron encallar la nave; y la proa, hincada, quedó inmóvil, y la popa se abría con la violencia del mar.
42 Entonces los soldados acordaron matar a los presos, para que ninguno se fugase nadando.
43 Pero el centurión, queriendo salvar a Pablo, les impidió este intento, y mandó que los que pudiesen nadar se echasen los primeros, y saliesen a tierra;
44 y los demás, parte en tablas, parte en cosas de la nave. Y así aconteció que todos se salvaron saliendo a tierra.
Pablo en la isla de Malta
28  Estando ya a salvo, supimos que la isla se llamaba Malta.
2 Y los naturales nos trataron con no poca humanidad; porque encendiendo un fuego, nos recibieron a todos, a causa de la lluvia que caía, y del frío.
3 Entonces, habiendo recogido Pablo algunas ramas secas, las echó al fuego; y una víbora, huyendo del calor, se le prendió en la mano.
4 Cuando los naturales vieron la víbora colgando de su mano, se decían unos a otros: Ciertamente este hombre es homicida, a quien, escapado del mar, la justicia no deja vivir.
5 Pero él, sacudiendo la víbora en el fuego, ningún daño padeció.
6 Ellos estaban esperando que él se hinchase, o cayese muerto de repente; mas habiendo esperado mucho, y viendo que ningún mal le venía, cambiaron de parecer y dijeron que era un dios.
7 En aquellos lugares había propiedades del hombre principal de la isla, llamado Publio, quien nos recibió y hospedó solícitamente tres días.
8 Y aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre y de disentería; y entró Pablo a verle, y después de haber orado, le impuso las manos, y le sanó.
9 Hecho esto, también los otros que en la isla tenían enfermedades, venían, y eran sanados;
10 los cuales también nos honraron con muchas atenciones; y cuando zarpamos, nos cargaron de las cosas necesarias.
Pablo llega a Roma
11 Pasados tres meses, nos hicimos a la vela en una nave alejandrina que había invernado en la isla, la cual tenía por enseña a Cástor y Pólux.
12 Y llegados a Siracusa, estuvimos allí tres días.
13 De allí, costeando alrededor, llegamos a Regio; y otro día después, soplando el viento sur, llegamos al segundo día a Puteoli,
14 donde habiendo hallado hermanos, nos rogaron que nos quedásemos con ellos siete días; y luego fuimos a Roma,
15 de donde, oyendo de nosotros los hermanos, salieron a recibirnos hasta el Foro de Apio y las Tres Tabernas; y al verlos, Pablo dio gracias a Dios y cobró aliento.
16 Cuando llegamos a Roma, el centurión entregó los presos al prefecto militar, pero a Pablo se le permitió vivir aparte, con un soldado que le custodiase.
Pablo predica en Roma
17 Aconteció que tres días después, Pablo convocó a los principales de los judíos, a los cuales, luego que estuvieron reunidos, les dijo: Yo, varones hermanos, no habiendo hecho nada contra el pueblo, ni contra las costumbres de nuestros padres, he sido entregado preso desde Jerusalén en manos de los romanos;
18 los cuales, habiéndome examinado, me querían soltar, por no haber en mí ninguna causa de muerte.
19 Pero oponiéndose los judíos, me vi obligado a apelar a César; no porque tenga de qué acusar a mi nación.
20 Así que por esta causa os he llamado para veros y hablaros; porque por la esperanza de Israel estoy sujeto con esta cadena.
21 Entonces ellos le dijeron: Nosotros ni hemos recibido de Judea cartas acerca de ti, ni ha venido alguno de los hermanos que haya denunciado o hablado algún mal de ti.
22 Pero querríamos oír de ti lo que piensas; porque de esta secta nos es notorio que en todas partes se habla contra ella.
23 Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el reino de Dios desde la mañana hasta la tarde, persuadiéndoles acerca de Jesús, tanto por la ley de Moisés como por los profetas.
24 Y algunos asentían a lo que se decía, pero otros no creían.
25 Y como no estuviesen de acuerdo entre sí, al retirarse, les dijo Pablo esta palabra: Bien habló el Espíritu Santo por medio del profeta Isaías a nuestros padres, diciendo:
26 Ve a este pueblo, y diles: De oído oiréis, y no entenderéis; Y viendo veréis, y no percibiréis;
27 Porque el corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyeron pesadamente, Y sus ojos han cerrado, Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y entiendan de corazón, Y se conviertan, Y yo los sane. m
28 Sabed, pues, que a los gentiles es enviada esta salvación de Dios; y ellos oirán.
29 Y cuando hubo dicho esto, los judíos se fueron, teniendo gran discusión entre sí.
30 Y Pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,
31 predicando el reino de Dios y enseñando acerca del Señor Jesucristo, abiertamente y sin impedimento.
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Cien años de soledad. Gabriel García Marquez.
La pasión de los otros despertó la fiebre de José Arcadio. Al primer contacto, los huesos de la muchacha parecieron desarticularse con un crujido desordenado como el de un fichero de dominó, y su piel se deshizo en un sudor pálido y sus ojos se llenaron de lágrimas y todo su cuerpo exhaló un lamento lúgubre y un vago olor de lodo. Pero soportó el impacto con una firmeza de carácter y una valentía admirables. José Arcadio se sintió entonces levantado en vilo hacia un estado de inspiración seráfica, donde su corazón se desbarató en un manantial de obscenidades tiernas que le entraban a la muchacha por los oídos y le salían por la boca traducidas a su idioma. Era jueves. La noche del sábado José Arcadio se amarró un trapo rojo en la cabeza y se fue con los gitanos. Cuando Úrsula descubrió su ausencia, lo buscó por toda la aldea. En el desmantelado campamento de los gitanos no había más que un reguero de desperdicios entre las cenizas todavía humeantes de los fogones apagados. Alguien que andaba por ahí buscando abalorios entre la basura le dijo a Úrsula que la noche anterior había visto a su hijo en el tumulto de la farándula, empujando una carretilla con la jaula del hombre-víbora. «¡Se metió de gitano!», le gritó ella a su marido, quien no había dado la menor señal de alarma ante la desaparición. -Ojalá fuera cierto -dijo José Arcadio Buendía, machacando en el mortero la materia mil veces machacada y recalentada y vuelta a machacar-. Así aprenderá a ser hombre. Úrsula preguntó por dónde se habían ido los gitanos. Siguió preguntando en el camino que le indicaron, y creyendo que todavía tenía tiempo de alcanzarlos, siguió alejándose de la aldea, hasta que tuvo conciencia de estar tan lejos que ya no pensó en regresar. José Arcadio Buendía no descubrió la falta de su mujer sino a las ocho de la noche, cuando dejó la materia recalentándose en una cama de estiércol, y fue a ver qué le pasaba a la pequeña Amaranta que estaba ronca de llorar. En pocas horas reunió un grupo de hombres bien equipados, puso a Amaranta en manos de una mujer que se ofreció para amamantaría, y se perdió por senderos invisibles en pos de Úrsula. Aureliano los acompañó. Unos pescadores indígenas, cuya lengua desconocían, les indicaron por señas al amanecer que no habían visto pasar a nadie. Al cabo de tres días de búsqueda inútil, regresaron a la aldea. Durante varias semanas, José Arcadio Buendía se dejó vencer por la consternación. Se ocupaba como una madre de la pequeña Amaranta. La bañaba y cambiaba de ropa, la llevaba a ser amamantada cuatro veces al día y hasta le cantaba en la noche las canciones que Úrsula nunca supo cantar. En cierta ocasión, Pilar Ternera se ofreció para hacer los oficios de la casa mientras regresaba Úrsula. Aureliano, cuya misteriosa intuición se había sensibilizado en la desdicha, experimentó un fulgor de clarividencia al verla entrar. Entonces supo que de algún modo inexplicable ella tenía la culpa de la fuga de su hermano y la consiguiente desaparición de su madre, y la acosó de tal modo, con una callada e implacable hostilidad, que la mujer no volvió a la casa. El tiempo puso las cosas en su puesto. José Arcadio Buendía y su hijo no supieron en qué momento estaban otra vez en el laboratorio, sacudiendo el polvo, prendiendo fuego al atanor, entregados una vez más a la paciente manipulación de la materia dormida desde hacía varios meses en su cama de estiércol. Hasta Amaranta, acostada en una canastilla de mimbre, observaba con curiosidad la absorbente labor de su padre y su hermano en el cuartito enrarecido por los vapores del mercurio. En cierta ocasión, meses después de la partida de Úrsula, empezaron a suceder cosas extrañas. Un frasco vacío que durante mucho tiempo estuvo olvidado en un armario se hizo tan pesado que fue imposible moverlo. Una cazuela de agua colocada en la mesa de trabajo hirvió sin fuego durante media hora hasta evaporarse por completo. José Arcadio Buendía y su hijo observaban aquellos fenómenos con asustado alborozo, sin lograr explicárselos, pero interpretándolos como anuncios de la materia. Un día la canastilla de Amaranta empezó a moverse con un impulso propio y dio una vuelta completa en el cuarto, ante la consternación de Aureliano, que se apresuró a detenerla. Pero su padre no se alteró. Puso la canastilla en su puesto y la amarró a la pata de una mesa, convencido de que el acontecimiento esperado era inminente. Fue en esa ocasión cuando Aureliano le oyó decir: -Si no temes a Dios, témele a los metales. De pronto, casi cinco meses después de su desaparición, volvió Úrsula. Llegó exaltada, rejuvenecida, con ropas nuevas de un estilo desconocido en la aldea. José Arcadio Buendía apenas si pudo resistir el impacto. «¡Era esto -gritaba-. Yo sabia que iba a ocurrir.» Y lo creía de veras, porque en sus prolongados encierros, mientras manipulaba la materia, rogaba en el fondo de su corazón que el prodigio esperado no fuera el hallazgo de la piedra filosofal, ni la liberación... ESTA HISTORIA CONTINUARA.- (16-173)
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