#Rotwand | Explore Tumblr Posts and Blogs

albpradi · 1 year

Text

Metrópolis y la Revolución

Metrópolis es una película de 1927 dirigida por Fritz Lang y basada en un libreto coescrito por Lang y su esposa Thea von Harbou. La película se situa en una ciudad del futuro verticalmente dividida en tres niveles. En el nivel más alto viven los miembros más opulentos de la ciudad y sus hijos quienes tienen todos los medios para entretenerse y divertirse. En un nivel subterraneo habitan los trabajadores junto con sus familias. Sus vidas son miserables y carentes de sentido. Entre estos dos niveles están situadas las máquinas. Estas son peligrosa y peniblemente operadas por los trabajadores en turnos de 10 horas y proveen la actividad económica principal de la ciudad.

La trama narra la historia de Freder, hijo de Joh Fredersen, el multimillonario industrialista quien administra todos los destinos de la ciudad desde su centro de control localizado en un alto rascacielos llamado la Nueva Torre de Babel.

Freder se enamora de una trabajadora llamada Maria y en sus esfuerzos por llegar a conocerla se adentra en el nivel de las máquinas en donde se da cuenta de las miserables condiciones de trabajo imperantes y es testigo de un accidente en donde varios operarios pierden la vida. El conmovido y traumatizado Freder confronta a su padre quien le dice que los trabajadores están en donde pertenecen. Freder decide entonces cambiar roles con un obrero exausto tomando su lugar en una máquina.

Joh Fredersen es informado por un capataz llamado Grot de que en los bolsillos de los trabajadores accidentados se encontraron pedazos de papel con mapas dibujados encima. Fredersen seguidamente va a consultar a un excéntrico científico llamado Rotwang quien le informa de su nueva invención. Se trata de un robot capaz de adquirir forma humana. Rotwand dice que es su manera de traer a su mujer fallecida Hel de vuelta. Se revela que Hel dejó a Rotwang para irse con Fredersen y al dar a luz a Freder murió. Rotwang le dice que los mapas encontrados en los bolsillos de los obreros son de las antiguas catacumbas localizadas debajo de Metrópolis. Los dos hombres siguen los mapas y son testigos de una reunión bajo tierra liderada por Maria y en donde está presente Freder. Maria le dice a su audiencia que sus vidas cambiarán cuando llegue un Mediador capaz de unir a industrialistas con trabajadores. Freder seguidamente le declara su amor a Maria y se ofrece como Mediador.

Bajo las direcciones de Joh Fredersen, Rotwang secuestra a Maria y le da el rostro de esta al robot. Rotwang manda al robot a visitar a Fredersen y Freder los encuentra abrazados. Cae entonces víctima de delirios durante los cuales ve a Maria, en los vestidos de la Prostituta de Babilonia y rodeada de los Siete Pecados Capitales, danzando frente a una audiencia de hombres lascivos. El robot engaña a los trabajadores haciéndose pasar por Maria y los convence para que destruyan las máquinas. Esto causa la inundación de las viviendas subterráneas donde viven sus pequeños hijos. Freder y Maria salvan a los niños.

Los trabajadores, creyendo que sus hijos han muerto ahogados, deciden linchar a la que creen es Maria. Al quemarla esta toma una vez más el rostro de una máquina. Mientras tanto un enloquecido Rotwang persigue a la verdadera Maria, convencido de que se trata de Hel, hasta la Catedral Gótica de la ciudad. Freder defiende a Maria y Rotwang cae al vacío muriendo.

Maria y Freder tranquilizan a los obreros informándoles que sus hijos están a salvo. Grot y el arrepentido Fredersen son convencidos por Maria y Freder de darse la mano. Freder cumple así su destino de Mediador. La película termina con la frase: "El Mediador entre la Cabeza y las Manos debe ser el Corazón".

Se puede uno preguntar hasta que punto fueron influenciados Lang y von Harbou al elaborar el libreto por el entorno político, social, y económico en que vivieron. Se parte de la suposición que ningún autor de ciencia ficción es impermeable a la época en que vive y que muchos elementos del presente influencian su visión del futuro. Se pueden por lo tanto explicar algunos temas de Metrópolis haciendo referencia a los desarrollos históricos de los años precedentes a 1927, siendo esta la fecha de salida al mercado de la película.

Los críticos han mencionado la visión Marxista de Metrópolis, una ciudad en donde solo existen dos clases sociales, una clase alta de capitalistas opulentos y explotadores y otra clase baja de trabajadores miserables y explotados. No existe en este escenario ninguna posibilidad de pasar de la clase baja a la alta. El concepto de "alienación" ("Entfremdung") de Karl Marx está presente en el libreto ya que los trabajadores ni siquiera conocen la función exacta de las máquinas a las que dedican sus vidas.

La película salió al mercado durante el período histórico de Alemania llamado la República de Weimar. Esta había sido establecida en 1918 después de la Primera Guerra Mundial durante las revueltas que se llamaron más tarde la Revolución de Noviembre. Durante estos desórdenes los trabajadores y soldados habían formado Consejos que en su función y organización recordaban mucho los Soviets rusos y hacían surgir en las mentes de las clases dirigentes alemanas el espectro de la Revolución Bolchevique de 1917. Las agitaciones fueron reprimidas violentamente por unidades paramilitares llamadas Freikorps y culminaron con el asesinato de dos de los principales líderes revolucionarios, Rosa Luxemburg y Karl Liebknecht, a la vez que fueron muertos muchos civiles de manera extra judicial. En 1918 fue declarado el fin de la monarquía y el establecimiento de la república parlamentaria. Se llevaron a cabo elecciones, por primera vez con la participación de votantes femeninas, para el Reichstag (parlamento alemán) y el primer gobierno fue formado bajo la dirección de Philipp Scheidemann del SPD (Partido Social Demócrata Alemán) partido que tradicionalmente representaba los intereses de la clase trabajadora. Este primer gobierno fue uno de coalición entre el SPD, que obtuvo mayorías en el parlamento, y dos partidos burgueses del centro.

El tema en Metrópolis de la revuelta o la revolución de los trabajadores es entonces uno muy presente en el imaginario colectivo alemán de principios del siglo XX.

El final de la película es un poco intrigante. En vez de tomarse el poder de la ciudad después de haber aterrorizado a la clase opulenta con sus acciones destructivas los trabajadores deciden más bien hacer las paces con Fredersen y confiar en la buena voluntad de todos para construir un mejor futuro. Esta conclusión va en contra de las predicciones de Marx quien afirmaba que era inevitable que los trabajadores tomaran violentamente el poder y se apropiaran de los medios de producción eliminando la explotación a la que habían sido sometidos y construyendo una sociedad más justa e igualitaria. Para el escenario propuesto por Lang y von Harbou se pueden tratar de encontrar elementos explicativos en la historia del movimiento obrero alemán.

Desde el siglo XIX existía una diferencia ideológica dentro del movimiento social demócrata alemán entre reformistas y revolucionarios. Los reformistas (Eduard Bernstein por ejemplo) pensaban que la sociedad Marxista era solamente una visión futurista ideal del mundo y que el movimiento socialista debía dedicarse a utilizar la democracia parlamentaria y el sindicalismo para mejorar las condiciones de vida presentes de los trabajadores. La rama revolucionaria (Rosa Luxemburg por ejemplo) pensaba que una toma del poder por medios armados era necesaria e inevitable para crear una sociedad más justa. Eventualmente el ala reformista se impuso en el SPD. La tendencia de la mayoría de los social demócratas a negociar y transar de manera pacífica con las clases dominantes se manifestó en varias ocasiones a principios de siglo.

Un ejemplo se da al inicio de la primera guerra mundial cuando la mayoría del SPD decidió votar en el parlamento juntamente con partidos burgueses y monarquistas a favor del otorgamiento de créditos de guerra para apoyar el esfuerzo bélico alemán. La minoría de los social demócratas que no apoyaban este voto se separó del SPD y formaron su propio partido minoritario, el USPD o SPD Independiente. En 1919 algunos miembros del USPD fundaron el Partido Comunista o KPD, que representaría al ala revolucionaria del movimiento obrero.

Mediante el acuerdo Stinnes-Legien de 1918 entre empresariado y sindicatos se introdujo el día de trabajo de 8 horas y se aceptó la presencia de representantes de los trabajadores en los consejos administrativos. Las empresas reconocieron a los sindicatos como portavoces de los obreros. Los sindicatos reconocieron el derecho a la propiedad privada de los empresarios y renunciaron a las nacionalizaciones. Este también es un ejemplo de la voluntad de negociar pacíficamente del movimiento obrero alemán.

Asimismo se puede mencionar la elaboración de la constitución de 1919 que fue en gran parte obra del partido social demócrata alemán. La constitución les garantizó a las empresas el derecho a la propiedad privada. Solamente el USPD y el KPD siguieron con su insistencia en la nacionalización de las industrias más grandes.

Que entre los social demócratas el ala reformista se hubiera impuesto sobre el ala revolucionaria resulta también obvio cuando se observa la participación entusiasta y vigorosa del SPD en la acción parlamentaria de la post guerra. A raíz de sus mayorías en el parlamento el SPD fue capaz de liderar los primeros dos gobiernos de la nueva república. En los demás gobiernos utilizó su importante peso en el Reichstag para guiar la agenda legislativa en una dirección favorable a los intereses y el bienestar de la clase trabajadora alemana.

Es importante ubicar exactamente la película en el tiempo. Metrópolis salió al mercado en 1927. Este año cae dentro del período de la historia alemana llamado los 20s Dorados que duró desde 1924 hasta 1929. Es un período de fuerte recuperación económica y de creciente prosperidad para la clase trabajadora. Los obreros y la clase media de esta época estaban más ocupados con la distribución de su tiempo libre en diversión y entretenimiento que con la elaboración de planes revolucionarios.

En 1933 el ministro de propaganda Nazi, Goebbels, le propuso a Lang trabajo realizando películas propagandísticas a favor del régimen Hitleriano. Lang dejó Alemania para irse a vivir a París a causa de esto. Su entonces esposa, Thea von Harbou, se quedó sin embargo en Alemania y más tarde terminaría trabajando para los Nacional Socialistas con los que simpatizaba.

A raíz de estos hechos algunos críticos han buscado en el libreto de Metrópolis de von Harbou significados o simbología de tipo fascista. Se ha propuesto por ejemplo que el final de la película en que Grot y Fredersen se dan la mano simbolizaría la unión que los Nazis predicaban para todos los miembros de la Raza/Nación ("das Volk") sin importar su clase social en el esfuerzo colectivo por realizar el destino alemán de dominación mundial.

Sin embargo toda esta línea de interpretación es poco probable. En 1927 el Partido Nazi no había todavía capturado la consciencia e imaginación de los alemanes. Fue solamente después del inicio de la gran crisis económica mundial de 1929 que las masas de desempleados empezaron a escuchar el mensaje de partidos de extrema izquierda como el KPD (partido comunista) y de extrema derecha como el NSDAP (partido Nazi). Es así como el NSDAP pasó de obtener el 2,6% de la votación para el Reichstag en 1928 a obtener el 33,1% en 1932. Estos resultados electorales le permitieron a Hitler ser elegido canciller en 1933 lo que significaría el fin de la república parlamentaria de Weimar y el inicio del Tercer Reich.

Metrópolis es un banquete para los ojos y a la vez una película que estimula el esfuerzo interpretativo. Afortunadamente gracias a una copia integral de la cinta hallada en Buenos Aires se ha logrado restablecer la versión original de Fritz Lang. La película se mantiene muy vigente casi cien años después de su creación.

youtube

0 notes

themountaineers · 3 years

Text

The Mountaineers – Vereiste Tour auf die Rotwand und den Taubenstein

Heute sind die Mountaineers mal wieder im Mangfallgebirge. Man kann sagen, das Jahr 2020 war ein wenig unser „Mangfall-Jahr“. Neben der Brecherspitz (Video kommt noch), waren wir u.a. bereits auf dem Leonhardtstein, dem Schinder oder dem Breitensteinerl Fenster. Nun kommt mit der Rotwand und dem Taubenstein ein weiterer Klassiker im Gebiet rund um den Spitzingsee dazu. Wir parken unser Auto diesmal nicht am Spitzingsattel, sondern direkt am Spitzingsee bei der Taubensteinbahn. Wir ziehen uns ein Tagesticket (5,00 € Stand: 2020) und starten die Tour unterhalb der Taubensteinbahn. Die reine Gehzeit betrug bei uns bei winterlichen Verhältnissen ca. 4h.

Trotz Adventszeit lag wenig Schnee, allerdings waren die Wiesenhänge sehr vereist. Der vereiste Weg zieht sich fast durchwegs bis zum Taubensteinhaus und Grödeln sind durchaus angebracht. Am Taubensteinhaus angekommen ziehen wir unsere Steigeisen an, da hier oben bereits etwas mehr Schnee liegt. Bis zum Taubenstein sind es von dort nur wenige Minuten. Ein paar Kehren weiter, steht man schon vor dem felsigen Gipfelaufbau. Gerade an vereisten Stellen müssen wir das ein oder andere Mal auch Hand anlegen. Am Ende wartet eine mit Drahtseilen versicherte Rinne. Dennoch erreichen wir ohne große Schwierigkeiten den, zu der Stunde, recht einsamen Taubenstein. Da es auf der Hangseite recht steil abfällt, würden wir einem Gipfelbesuch mit kleinen Kindern abraten.

Wir wärmen uns am mitgebrachten Tee, genießen die Ruhe und die herrliche Aussicht auf die Münchener Hausberge. Vor allem der Wendelstein und der halbkugelförmige Risserkogel fallen uns ins Auge.

Danach geht direkt weiter zum zweiten Tagesziel, der Rotwand. Die Rotwand ist die höchste Erhebung im Mangfallgebirge auf bayerischem Grund. Kurz nach dem Taubenstein führt der Wanderweg rechts an einer mit Drahtseilen versicherten Felswand vorbei. Auf dem Weg zur Rotwand sind wir dann auch ganz froh über unsere Steigeisen, da auch dieser Weg größtenteils vereist ist. Der sichere Halt auf dem vereisten Grund ermöglicht es uns, unser recht flottes Tempo aufrecht zu halten. Wir bahnen uns durch den Schnee unseren Weg zur Rotwand. Als wir oben auf dem Rücken stehen, erblicken wir das Rotwandhaus. Eisiger Wind zieht auf. Der weitere Weg verläuft über ein sehr grasiges und erdiges Wegstück ehe wir auf einen breit ausgebauten Wanderweg treffen.

Dieser ist als zusätzliche Tritthilfe mit Baumstämmen gespickt. Dieser führt dann bis kurz vor den Gipfel. Kurz vorm Ende muss man noch eine kleine felsige Steilstufe überwinden und steht prompt auf dem breiten Gipfelplateau der Rotwand. Der starke eisige Wind lässt uns jedoch nicht allzu lange dort verweilen. Für unsere Brotzeit suchen wir uns daher einen etwas angenehmeren, windstilleren Platz. Danach geht es über die Obere und Untere Wallenburg-Alm zurück zum Spitzingsee. Am Spitzingssee angekommen ist die Wolkendecke bereits sehr verhangen und der See ist durch den dichten Nebel kaum noch zu erkennen. Die Temperaturen fallen gefühlt minütlich. Wir laufen noch das kurze Stück am See entlang zurück zum Parkplatz und schauen auf eine tolle Halbtagestour zurück.

undefined

youtube

#Rotwand #Rotwandhaus #Taubenstein #Wandern #Natur #Bergesteigen #Spitzingsee #Mangfallgebirge #Taubensteinhaus

0 notes