Tumgik
shey-la · 5 years
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"No te preocupes, aquí todos tenemos nuestros propios problemas. Algunos los conocen, y otros no. Es de quien no los conocen de quienes debes preocuparte. Empieza con lo que tienes ante ti, y olvida de momento el resto. Aparecerá a su tiempo."
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shey-la · 5 years
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-" Tu estuviste ahí. No quieres que se repita, aquí, ahora. Crees que si puedes negar que Lástima trabaje para Sombra, tu convicción bastará para dar forma a la realidad. Necesitas creerlo para salvar tu cordura, porque hay cosas en la vida por la que sólo puedes pasar una vez "-
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shey-la · 6 years
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No sabemos adónde vamos, no sabemos que va a pasar, pero nadie puede quitarte lo que pones en tu mente
La bailarina de Auschwitz- Edith Eger
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shey-la · 6 years
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El tiempo no cura. Lo que cura es lo que haces con el tiempo. Curarse es posible cuando decidimos asumir la responsabilidad, cuando decidimos correr riesgos y, por último, cuando decidimos liberarnos de la herida, dejar atrás el pasado o la pena.
La bailarina de Auschwitz- Edith Eger
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shey-la · 7 years
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shey-la · 7 years
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Emma: -Se que es una locura, pero mi cerebro es una máquina de crear esperanza. Jacob: -Me alegro -dije- El mío es un generador de los peores escenarios posibles.
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shey-la · 7 years
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El problema con la línea que separa la simple temeridad y la estupidez profunda es que a menudo no sabes en que lado estás hasta que es demasiado tarde. Y para cuando has podido sentarte a meditar, ya has pulsado el botón, el avión ha salido del hangar o, en nuestro caso, el barco ha zarpado.
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shey-la · 7 years
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Hay a quien la forma en que compartimentaba su dolor y lo dejaba de lado le habría parecido insensible, pero yo la conocía lo suficiente para comprenderla. Tal vez no quisiera a muchas personas, pero a los que se contaban entre sus seres queridos os amaba con cada centímetro de su cuerpo, pero también sabía que, si se permitía dar rienda suelta a sus emociones, estaría perdida. Así que tenía que controlar sus sentimientos, sofocarlos, silenciarlos; no tenía más remedio que enviar flotando su dolor más hiriente a una isla, que se estaba llenando rápidamente, y adónde se iría vivir algún día.
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shey-la · 7 years
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Reír no empeora las malas circunstancias del mismo modo que llorar tampoco las mejora. No significa que te hayas olvidado de ellas, o que no te importen. Significa simplemente que somos humanos
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shey-la · 7 years
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Cualquiera que presenciara la entrada del tren de las ocho y media en la estación, oyera el silbido que anunciaba su llegada y lo hubiese visto detenerse envuelto en vapor, no se habría percatado de nada fuera de lo normal: no había visto nada extraño ni en los conductores ni en los mozos encargados de abrir los pestillos que accionaban las puertas; ni en las masas de mujeres y hombres, algunos con uniforme militar, que salieron del tren y se fundieron con la multitud; ni siquiera en los ocho niños exhaustos que bajaron en fila india de los vagones de primera clase y parpadeaban en aquel momento bajo la nebulosa luz del andén, sus espaldas unidas formando un círculo protector, aturdidos por la catedral del ruido y humo que los envolvía. En un día normal, un grupo de niños con aspecto tan perdido y desamparado como el que mostraba aquellos, habría sido abordado por un adulto amable que les habría preguntado que les pasaba, si necesitaban ayuda o donde estaban sus padres. Pero aquel día el andén estaba repleto de niños, todos ellos con aspecto perdidos y desamparados. De modo que nadie prestó mucha atención a la pequeña de melena castaña y zapatos victorianos, o al hecho de que dichos zapatos ni siquiera rozaran el sueño. Nadie se fijó tampoco en el chico con cara en forma de luna y corta, ni en la abeja que salía de su boca, examinaba un instante el ambiente cargado de hollín y desaparecía de nuevo por donde había salido. Ninguna mirada se fijó tampoco en aquel niño tan ojeroso, ni en el hombre de arcilla que asomaba del bolsillo de su camisa y que el niño empujó al instante hacia bajo con un dedo. Tampoco en el chico que iba vestido en punta en blanco con un traje embarrado pero de corte perfecto y un maltrecho sombrero de copa, con el rostro serio y demacrado por falta de sueño, puesto que no se había permitido conciliarlo en muchos días por miedo a los sueños que pudiera tener. Ni siquiera nadie había mirado a aquella chica grandullona con abrigo y un sencillo vestido, que parecía un bloque de hormigón y cargaba en la espalda con un baúl casi tan grande como ella. Nadie que la viera habría llegado a imaginarse lo increíblemente pesado que era el baúl, ni lo que contenía, ni se habría preguntado por que uno de los paneles laterales estaba repleto de orificios diminutos. Y también pasaba completamente desapercibido el joven que estaba a su lado, envuelto en bufandas y cubierto de tal manera con un abrigo con capucha que no se le veía ni un centímetro de piel, aún estando a primeros de septiembre y con el calor que hacía. Y estaba luego el chico americano, con un aspecto tan vulgar que nadie se fijaba en el, tan aparentemente normal que las miradas de la gente lo pasaban por alto aún cuando él estudiaba con detenimiento a todo el mundo, alzandose de puntillas, estirando el cuello, recorriendo con la mirada el andén como el centinela que monta guardia. La chica que estaba a su lado permanecía con las manos entrelazadas para esconder la pequeña llama que se erizaba con terquedad alrededor de la uña de su dedo meñique, un hecho que le sucedía a menudo cuando estaba inquieta. Intentó apagarla sacudiendo el dedo, como si fuese una cerilla, soplandolo después. Viendo que no funcionaba, se lo metió en la boca y soltó el humo por la nariz. Tampoco nadie se fijó en eso. De hecho, nadie se fijó lo suficiente en los niños que bajaron del vagón de primera clase del tren de las ocho y treinta como para percatarse de la presencia de alguna peculiaridad. Lo cual estuvo muy bien.
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shey-la · 7 years
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-Todo sucede por algún motivo- dije. Me costaba creer que aquellas palabras hubieran salido de mi boca, pero en cuanto las pronuncie, percebi toda la verdad que escondían, una verdad que resonaba en mi interior con la rotundidad de una campana. Estaba aquí por algún motivo. Y era por algo que no sólo tenía que vivir, sino también hacer, y ese algo no era huir, ni esconderme, ni darme por vencido en el momento en que la situación se volviese aterradora y aparentemente imposible de superar.
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shey-la · 7 years
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-Yo no he mencionado la palabra 《destino》 en ningún momento -insistió -. Pero creo que en las cosas importantes de la vida la casualidad no existe. Todo sucede por algún motivo... que no es precisamente fracasar y morir.
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shey-la · 7 years
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Deseo que alguien me abrace y pronuncie mi nombre. Quiero ser valorada de un modo en que ahora nadie lo hace, quiero ser algo más que valiosa.
Margaret Atwood, El cuento de la criada (via librosyfrases)
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shey-la · 7 years
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Sentir que tu no eres tu; tú eres todo. Y todo eres tu
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shey-la · 7 years
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shey-la · 7 years
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shey-la · 7 years
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Murió esa noche. El último aliento se llevó su alma, lo vi en sueños. Vi como su alma abandonaba el cuerpo en esa exhalación, y después no tuvo más necesidades, más razón, quedó libre, siguió viaje hacia algún lugar en lo alto del firmamento, donde las almas se reúnen y se ocupan de sueños y gozos que nosotros, los seres temporales, apenas podemos concebir. Son cosas que están más allá de nuestra comprensión, pero no de nuestro alcance, si escogemos alcanzarlas. Y, créeme, en verdad podemos hacerlo.
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