perrolarola

[perrolarola]

De pronto me pregunté quién era, empecé con una pregunta sencilla.

¿Quien era según mi nacionalidad?

[perrolarola]

La edad puede amargar a las personas, o las personas pueden amargar a las personas y ya de últimas; una persona se amarga así sola.

Pero el, era diferente, aquel viejo llamado Ignacio, vivió su buena racha de felicidad ya hace no mucho tiempo, según recuerda el, pero todos dicen que el vivo su buena vida en otra que no haya sido esta.

Tenía su residencia ubicada en la calle primavera, que a su vez daba esquina con la calle madrigal, era una casa un poco grande, dos pisos, color rosa amargado por el sol y con su pintura caída por la humedad de las lluvias de septiembre.

Todos sabían que esa no era la casa mas lujosa de el barrio, pero en su tiempo fue aquella que acaparaba la vista de todos, ya que irradiaba bellos colores, y hacia juego con los calurosos días de verano, el sol hacía de esa casa como un foco con sus texturas, combinaciones y diseño.

Era simplemente una obra de arte habitable, su dueño no era alguien rico, pero si de buen corazón.

Hace 2 semanas me avisaron de la muerte del señor Ignacio, me quede callado sosteniendo el teléfono cuando me dieron la noticia, posteriormente asistí naturalmente a su velorio y después a su sepultura.

Durante esas dos semanas mi cabeza me hizo recordar momento, momento que me forjaron a lo que soy, y donde estoy.

Tenía solamente 5 años en ese entonces, cuando mi curiosidad se despertaba y navegaba libremente por el barrio en aquella cásquele primavera, frente a nuestra casa habitan un señor un tanto peculiar.

Su hogar reflejaba a pie de la letra

Muda

Arte

Amor

Soledad

Depresión

“Los ojos saben aprecias lo que las palabras no pueden decir.”

Habían noches de vela, donde solo se sentaba junto a una vela esperando aunque sea una señal. No buscaba meter sus arrugadas

Cualquier idea puede ser bellamente expresada con el sentimiento correcto

[perrolarola]

Seré tu baúl de los recuerdos, seré una videocasetera de viejos momentos bellos y en segundos de tu memoria, te mostrare mi razón de vivir.

Noches de solo hablar, de cansarnos uno del otro, de roces virgenes que se sintieron únicos.

No me abriré a nadie más, nadie manchará mi muro, donde tú mural es la raíz de todo aquello lindo, sin embargo seguirá parte de mi en blanco, para que puedas seguir expandiéndote sobre mi superficie.

He llegado a perder la noción del tiempo, y he logrado expandirla a través de ti, logre apreciar tu belleza. Eres mi Susanita, y sobre todas las cosas que escribiré en mi vida, tu tendrás esta dicha preferente, tendrás lo más lindo que brote de mi.

En cualquier otro corazón sería mala hierba, en ti soy un claro entre tanta maldad, tu beldad, eres mi bendición, aquella joya incrustada en tu pecho, que solo guardas para mi.

Me emborraché de lectura hasta que mis ojos cesaron, quería poder escribirte y describirte fielmente, o de manera que pudieran leer a través de mis ojos, entender porque mi dicha, va acompañada de un sentimiento duradero, que como todo, aveces divaga por un camino donde el cielo torna su paisaje al son de mis pasos.

Eres parte de mi, como mis dedos palpan la superficie de las hojas en blanco, no hay momento en que yo pueda ser más serio, que cuando escribo sobre ti. Mi amor, mi único y verdadero amor.

Te espere toda la vida, inconscientemente, podría esperarte un poco más y me gusta soñar, que esto suele ser mi manera de decirte un poco de lo mucho que yo siento solo cuando te logro apreciar.

[perrolarola]

[11:38 pm]

Correr hacia la estación de metro más cercana antes de que llegue la hora de cierre.

[11:45 pm ]

Apresurar el paso, 7 calles para llegar a la más cercana.

[11:52 pm ]

subir las escaleras rápidamente

[11:52 pm]

Resbalas en un escalón y te golpeas fuertemente la espinilla derecha, aún así decides seguir subiendo a pesar del dolor.

[11:58 pm]

subes la estación. El guardia te dice que pases después de insistirle.

[12:05 am]

Esperas el último metro a casa.

Llovía, y la luz de las luminarias hacían juego con los charcos en las aceras, tienes los zapatos mojados y el pantalón también, ni hablar de tu saco y lo demás.

Piensas en que tienes suerte, o tal vez no, que puedes ir buscando otro trabajo, pero es tan tarde y estás tan cansado que esa idea se pierde en la neblina del sueño que cubre tu pensar y prefieres pensar en lo cómoda que está tu cama y lo bien que se sentiría estar con tu pareja ahí, abrazados, que en este momento dormir será un placer con el sonido de la lluvia y el paisaje de la ciudad cubiertas por nubes mordisqueadas por la noche.

- Quiero un auto - te dices a ti mismo para recalcar lo pésimo de tu posición actual. Mientras tus párpados tambaleaban de arriba abajo, dormitabas sentado viendo las luces de la ciudad. Tu imaginación volaba, pensabas en si tuvieras poderes, o si una chica estuviera sentado a tu lado, en otra vida, donde hicieras las cosas diferente a tu pasado para cambiar tu situación actual, trabajar en algo que se ta da bien pero que no amas, despertarte temprano mañana para doblar turno y recibir la misma paga.

Las puertas abrían, dejaban entrar la brisa oscura de la noche, luego cerraban sin interrupción, tu no lo veías, es más, ni prestabas atención, estabas tú enterrado dentro de tus pensamientos que ni si quiera tomabas en cuenta si la próxima estación descendías o no, pero naturalmente sabía si eras así.

Tu cabeza columpiaba, arriba abajo, arriba abajo.

Se abrieron las puertas, un sujeto entró, ¿o era mujer?, entró como si no le importara tu presencia, pero tampoco es como a ti te importara esa persona más que tu sueño, le diste la importancia que podías en el momento.

Pero era extraño, alguien normalmente traería una sombrilla en la situación actual, no un saco que lo subiré casi de pies a cabeza, ni siquiera podía ver su cara.

Se sentó frente de ti, lo seguiste con la mirada, aquel sujeto ni siquiera lo hizo. Cuando se sentó, viste que sus manos estaban en los bolsillos de su saco, y tu instinto de supervivencia empezó a gritar, tu sueño tomo un segundo plano. Abriste más los ojos y observaste mejor, una gabardina grande, y negra que fácilmente se confundía con el cielo de aquella noche, un sombrero que no permitía la luz entrar a su rostro.

Cuando terminaste de inspeccionarlo dirigiste tu mirada a su mano derecha, ¿qué es eso?, un arma, ¡es un arma!. Te levantaste estrepitosamente e hiciste lo que alguien haría en esta situación.

- ¡QUE P-! - un disparo interrumpió, en el costado izquierdo del abdomen. Quedaste en silencio unos Segundo que para ti fue una eternidad viendo como de esa herida empezaba a brotar paulatinamente la sangre, no dolía en el momento, y colocaste tu mano ahí, la sangre brotó rápidamente, tu mano se pintó. Medio segundo después, finalmente reaccionaste.

- ¡AAAH !- caiste estampado sobre el asiento nuevamente, el sujeto no se movía, pero lograste aprecias sus dientes amarillos, llevaba lentes de sol. Y en su rostro se dibujaba una sonrisa, que se grabara en ti como una horrible pesadilla.

- ¡AYUDA, ALGUIEN AYUD! - Segundo disparó, en tu pecho, probablemente perforó un pulmón por la zona, no lograste ver ni oír bien, tal vez se burlaba de ti, tal vez te pedía dinero, no escuchabas nada.

Sentías tus pies duros, o tal vez no sentías nada, el sujeto permanecía inmóvil, como si de un artista apreciando su obra se tratara, pero… pero aquella sonrisa digna del mismo diablo, seguía ahí, intrínseca, y malévola.

Cerrabas y abrías fuertemente los ojos, tu respiración era fuerte y cortada, tenías miedo, en un momento así alguien no sabe qué pensar, querías despertar en tu cama, ver el paisaje, oír la lluvia chocando en tu ventana.

Hubieras ido caminando a casa, todo sería diferente, ¿quién te verá aquí?, ¿quién te escuchará? Solo el.

Aquel frívolo sujeto frente a ti, él era el autor y espectador de tu muerte. Tus últimas fuerzas fueron drenadas con un tercer disparo, nuevamente en el torso, ni te molestabas en saber donde, pero por el movimiento brusco de tu vista sabes que fue otro, luego otro, luego otro.

Caes tenido sobre los asientos.

No sabias cuantos fueron ya, o como seguías vivo, pero lo seguías viendo a el.

Se abren las puertas.

Su sonrisa se borra, y su rostro se oculta nuevamente en la penumbra de la oscuridad, mete su mano en el bolsillo, y se levanta normalmente y desciende. Se detiene frente a las puertas, da las media vuelta, y se queda observándote incluso después de cerradas las puertas.

Avanza en metro, y se siguen ambos con la mirada, después, nuevamente como si esos minutos no hubieran ocurrido ves la ciudad, iluminada, en algún lugar de esos edificios está tu departamento.

Posiblemente no recuerdes en cuál estación bajar, ¿verdad?

Abres y cierras forzadamente los ojos, tu respiración ahora es más ligera, como si de una suave brisa se tratara, y cada vez más lenta.

Desearías estar en otro lado, desearías no sentir este frío, desearías que el sol iluminará tu cara, desearías ser un niño nuevamente y vivir la vida de manera diferente.

El parpadear es tan pesado al igual que respirar, tu brazo resbala de tu costado y cae, seguidamente tu última respiración y parpadeo le siguen el paso.

- Ana… perdóname.

De pronto ves la luz, y una cara.

- es una niña- gritan

Todo es borroso, pero hay ruidos de felicidad, y una figura enorme dándote la bienvenida al mundo.

[editando]

[perrolarola]

Aún aullido a la luna, uno solo, poco después se esparció por todo el medio, aquel frívolo silencio, en otro instante hubiera sido curioso tal calma, es debidamente extraño, nunca se permiten aquí tales placeres.

El ambiente estaba húmedo, el suelo lleno de hojas secas y pequeñas platas que dormían plácidamente esperando el alba. Un tronco hueco cubierto por moho, y diversos hongos alrededor, árboles altos que hacían el cielo apenas visible solo en partes específicas, y la luz de la luna, que con su tenue luz, era lo único que nos separaba de aquella oscuridad.

En mi camino encontré diversas luciérnagas que acompañaban mi camino, quería descansar, pero no sabia donde, y la soledad hace que alguien que hablar ya sea consigo mismo.

- linda noche, es calmada - me dije con el único afán de romper aquella manta silenciosa, era normal que solo mi voz se escuchara, pero aún me quede en silencio unos 3 segundos a ver si algo podría pasar, soy escéptico, pero la única razón de que lo soy, es de que si alguien se topara con entes verdaderamente malignos, no estaría para contarlo, y eso hacía que mi mente eventualmente pensara que no era del todo escéptico.

- El único tonto más tonto que un sonso que miente mal, es el que cree lo que dice - interrumpí mi silencio de manera que mi cabeza no quería sumirse más en aquella eventual caída al miedo. Tenía que avanzar y con miedo mi objetivo estaba más lejos.

No mucho después pude vislumbrar luces lejanas, eso me hizo preguntar donde estaba, pero ahí podría encontrar respuestas, o eso espero.

- mientras no sean locos aislados de la sociedad, culto o secta de dementes, canibales o cosas así, todo bien - mientras sonreía, pero una vez pensado eso, mi cabeza me volvió a traicionar, ¿y si lo son?, ¿habría forma de defenderme?, pero era mi única posibilidad entre vivir o morir de inanición en alguna cueva, no quiero convertirme en un loco que poco después salga en televisión siendo entrevistado por haber sobrevivido en medio de la nada y tener la cara de un maniaco.

Me acercaba más a la fuente, veía cabañas, arreglos y unas fogatas, aún no podía ver señales de vida.

- valiendo madre, si son los cultistas no salgo de aquí, a no ser que no haga ruido y de igual manera me aleje- me detuve a meditar que pasaría después, y me recargue en un árbol, mire el cielo, luego las cabañas, después el suelo y vi una piedra, <seria bueno para defenderse> pensé, mientras levantaba las cejas y hacía una cara de: (pos’ ya ni modo).

Me acerqué más y empecé a rodear el área, para delimitarla y saber como actuar en algún caso, también cómo actuar en caso de una emergencia, de cuclillas y a paso lento pero largo, generando el menor ruido posible me movía, poco después veía a través de ventas de las cabañas siluetas, una o dos, después fueron tres, en medio había una fogata enorme rodeada de troncos y alrededor de ella 5 fogatas.

Ropa tendida, troncos donde sentarse, y pensé que por un momento que era mi salvación, naturalmente es lo que uno creería que personas normales tendrían. Quería acercarme a ellos, pero tenia un aspecto pandroso y mal olor, no se si me confundirían con algún asesino ellos a mi.

Pero en mi camino rodeando vi como uno de ellos salía, era un hombre, de 1.80 aproximadamente, y se dirigía a otra cabaña cruzando la fogata, llevaba sombrero y un rifle de caza, tenía cara de enfado, o tal vez solo fueron las sombras que pintaron su rostro de ese modo.

Decidí moverme un poco más hacia la cabaña donde iba el sujeto, vi contenedores de basura con cerveza, y bolsas aledañas, también cierto olor desagradable, pero seguí caminando en círculo, escuché voces, era un poco inaudibles, pero entendía algo.

- ¿qué piensas hacer?.

- ¿qué quieres que haga? , ¿Qué lo mate?.

- ¡¿matarlo?!, ese es tu plan?, dices matarlo como si nada, como si no te importara lo que le paso, si mal no recuerdo, la mayor parte de la responsabilidad sobre este problema la tienes tú!

- si, ¿y?, a poco me dirás que yo tengo la culpa de que don pendejo se haya metido a no sé donde para hacer no se que, y regresar todo ensangrentado y sin una - no termino su oración antes de ser interrumpido.

- tenias más responsabilidad de cuidarlo, no se que mierda le pasa, pero no responde, tu lo viste!!, si quiera se mueve, perdió litros de sangre y ni siquiera reacciona, esta en estado de trance, sus ojos solo miran hacia la fogata, y muy apenas parpadea, ¡Puta madre!- sollozaba - ¿que se supone que hagamos?, viví toda mi vida con el, y quieres que lo mate como una rata?, discúlpame pero no, no se que haremos pero es algo y ya, no podemos perder más tiempo.

Ambos salieron de la cabaña para dirigirse nuevamente a la otra, sin embargo de una segunda cabaña se asomó por la puerta una mujer, que les gritó que tenía lista la cama, que esperaba su señal para realizar cualquier cosa.

Ellos levantaron la mano y la mujer se metió nuevamente, los hombres siguieron su camino.

Quería continuar sabiendo que ocurría ahí, porque no solo necesitaba saber cómo salir de aquí, y reintegrarme a la sociedad, pero mi curiosidad ahora era mucha, empecé a caminar sobre mis pasos para regresar a la cabaña donde ingresaron aquellos sujetos, sin embargo una extraña figura que resaltaba entre las sobras más atrás de las cabañas, casi sumergida a la par que yo entre los árboles, era extraña, un hombre, con túnica blanca y un casco con cuernos, no se veían sus ojos, solo grandes concavidades negras que daban un aspecto tenebroso, la vestimenta tenía una cruz que partía desde la parte superior de la cabeza y terminaba por debajo de las rodillas, alzó sus manos y empezó hacer formas extrañas con ellas, como si de un rezo se tratara. Me quede extrañado y mire a mi alrededor en caso de no tener un rarito por aquí también, y en efecto, en cada cabaña había uno, por detrás de ellas.

Asustado me quede paralizado, todos iguales, pero uno venia vestido de negro, que solo estaba parado y de distinguía por la luz emergente de la hoguera, todos excepto el último hacían movimientos extraños, y fue así durante un tiempo, hasta que se detuvieron.

Poco después se escucharon gritos:

- ¡deténte, calmado!

- ¡ya!

Un hombre ensangrentado y sin un brazo, con un pedazo de la cabeza cortando salió cojeando de la cabaña, apresurado y haciendo ruidos como si de pujidos con una mezcla de gruñidos se tratase.

También salió la mujer de la otra cabaña, y tres más de una cuarta cabaña.

- ¡Fer! Aléjate de ahí!

Cuando los hombres descubrieron a donde iba aquel hombre todos fueron corriendo tras de él, pero el tal fer pareció darse cuenta de esto y como si de un perro o alguna clase de animal cuadrúpedo se tratara su corrida se volvió más rápida, y poco pudieron hacer cuando vieron aquella silueta. Ser en el fuego, prendiéndose rápidamente junto a la fogata como si de una llamarada como cuando el aceite tiene contacto con el fuego de la estufa y poco después le agregas agua para que el fuego salga aún más alto.

Todos gritaron, y algunos fueron por baldes, pero la fogata súbitamente extinguió sus llamas y con ella todo tipo de luz, gritos pararon por un momento para tratar de entender que sucedía, pero poco después siguieron, las tres personas trajeron una cubeta que echaron al cuerpo ya carbonizado de fer, y los lamentos, gritos y cualquier tipo de acción que hiciera ver que fer sigue entre nosotros, fracasaron.

Se llenó de yanto, todo el ambiente era extraño, un hombre con la mitad de la cabeza cortada, quemado súbitamente, y gente vestida. Yo no terminaba de entender, no sabia que ocurría, mi cara expresaba ese sentimiento, una parte de mi moría de miedo, y la otra gritaba que corriera, mis piernas no funcionaban, poco después escuché un crujido de ramas detrás mío, una silueta negra estaba parada detrás mío, no pude hacer nada más que tratar de ver lo que era su cara, pero el sujeto parecía ver hacia enfrente únicamente, cuando de pronto gritos empezaron a provenir de aquel lugar donde antes había una fogata y ahora solo cenizas de un hombre.

Las personas que estaban junto a fer, se alejaban poco a poco, caminando hacia atrás, y el hombre del rifle hacía una barrera extendiendo sus brazos para que todos permanecieran detrás de él.

Crujidos de huesos, y gritos insensatos resonaban Fe aquel cadaver, cuando súbitamente el fuego nació otra vez de aquel cuerpo, gritaba ya de manera diabólica, cuando mire nuevamente atrás, el sujeto detrás de mí era el hombre de túnica negra, seguía viendo hacia aquel horrible escenario, después me miró y dijo a mi oído, el nuevo mundo está aquí y lo estás presenciando antes que nadie, después escuche disparos que me hicieron mover la cabeza nuevamente a todo lo que acontecía, el hombre se balanceaba con quienes antes eran sus amigos o familia.

Mire atrás para pregúntale al sujeto quien era o que hacía aquí, cuando me percaté de que ya no estaba.

Estaba detrás de un árbol respondiendo unos mensajes, y me dijo - perdon, es que me hablo mi mamá que no llegará tarde-

- no mames, te saliste del papel we

- perdóname es que me hizo sopa

- pues si pero estamos grabando we

- x con eso, Diego ya no quiso continuar la historia bien

- pues si pero es por tu culpa

- cállese el hocico

[perrolarola]

No quiero la responsabilidad de escribir y tener que seguir con una sola historia, toma lo poco que daré y olvídalo pronto.

No hay más ni nada menos.

[perrolarola]

En un viejo pueblo, pueblito mágico, que de mágico solo tenia el apodo o las brujas que de noche decían las voces tratando de sonsacar alguno que otra persona dispuesta a creerlo.

En una tienda ubicada en una esquina, siempre yacía recostado sobre la tierra bochornosa un perro, de raza dudosa, o al menos así le decían cuanta persona que la viera por ahí.

-Es un San Bernardo - decía alguno por ahí. - ¡No, es un cocker! - decía algún otro.

La verdad siempre fue que en aquel pueblo, poco sabían de perros y aquel perro poco sabia de humanos.

Siempre estaba ahí, echado sobre aquel pedazo de tierra donde reposaba desdichadamente bajo la sombra de un árbol, que al no ser noble, creaba con sus grandes raíces una cuna perfecta para aquel peludo.

-Rola - gritaba Pedro -Rola ven para acá y saca ese ratón -

Rola solo atendía la voz de llamada de aquel niño, el niño se había ganado la nobleza del perro, y el perro la de aquel pequeño fruto, puesto que uno le daba de comer al otro, y el otro ofrecía su compañía y amistad a cambio.

Rola corría hacia la tienda, cuya propiedad tendía sobre las manos de la abuela de Pedrito, Dolores, a la que todos conocían naturalmente como Doña Lola

Que brusco es el dolor de cualquier persona cuando pierdes a alguien querido, y que brusco debe ser perder a alguien que viste crecer. Llegado el invierno, el canino se refugiaba en la tienda, todos de igual manera lo saludaban por mansito, pero a nadie o pocos hacía caso, solo cuando se trataba de comida, que en cualquier caso, ningún ser negaría dicha obra de caridad.

- ¡Cierren la puerta, no ven que me muero de frío- gritaba doña Lola

- guelita, la abrió rola al entrar. Pidele perdón rola.

El perro se sentó a lado de la señora, sin hacer ruido, ni prestar atención, pero hacia buena compañía.

- ¡Perro cochino! Me vas a pegar las pulgas - decía lolita mientras me lanzaba una mirada enojada, a la cual respondía el perro con una desinteresada.

- ya guelita, mejor amos a comer duraznos - seguido de un tosido y regresar a la nariz los mocos que le colgaban.

- ya le dije a tu mamá que no me gusta esa tos, y menos que andes con el pecho tan descubierto, ponle más leña al fuego y tráeme más nueces.

- si “ita”

Una vez ido el niño, la abuela empezó a toser y rola solo levanto la oreja.

Pasado el tiempo, el dolor de no saber qué pasará con una vida preciada se volvió más intenso, y dicen que los perros saben sobre estas cosas, así como los humanos tenemos sentidos, ellos tienen aún más… o al menos eso decían los viejos saberes.

Poca confianza le debemos dar a la creencia popular, y al sentido común el se le debe dar la razón. Pero lo que la ciencia confirma, aquello es indudablemente la mejor fuente para jactarse a la hora de confiar en algo que no tienes la capacidad de entender.

Que triste es no tener la capacidad de entender, de no saber porque alguien ya no está o se fue, porque la vida suele ser así y tomar como que de pronto alguien falta, y esperas que regrese.

Un día gris, no había lluvia, el cielo no mordía las nubes para que soltara ni una sola lagrima.

Era un día triste, frío, y todos estaban dentro de sus casas, el día de hoy la tienda permanecía cerrada. Tampoco es como que alguien con este frío estaba dispuesto a salir.

Pedro estaba en cama, tosiendo y tosiendo, su mamá preparaba un té de limón que su suegra le había enseñado. Pensaba en que si su marido estuviera aquí todo sería más diferente, y que si tuviera el dinero también sería diferente, pensaba en cualquier opción por más tonta que fuera que lograra hacer alguna diferencia ahora.

- barrerlo con un huevo… no, mejor con una piedra lumbre, después la quemas en la leña y ves la cara de quien le hizo mal al niño- dijo lola mientras chupaba la mitad de una naranja.

- mañana mismo a ver si voy al mercado por una, pero yo no tengo ni un peso, ahora si, no tengo ni un peso - dijo mientras cuidaba el té

- yo tengo un dinero guardado - dijo mientras seguía con la naranja. - estaba juntando para una mecedora nueva, pero el niño lo ocupa más-

- si tan solo su padre pensara más en nosotros, en el, en mi-

- te dije que pa que lo dejabas irse, ahí está, ya ni caso te hizo-

- ay, ya ama, mucho tengo con esta preocupación que me tiene con el Jesús en la boca-

Pasó la noche, al día siguiente, rola permanecía afuera del cuarto del niño, esperando la gentileza de que alguien lo dejara entrar, para así no soportar más frío.

Ya me aburrí, perdónenme :(

#escritores

[perrolarola]

Aveces quisiera que lo que escribo lo conozca más gente, pero aunado a ello, no quiero contárselo a nadie.

[perrolarola]

El azul me representa

Soy un perro

Y tu virtud me tienta

No estoy claro

Pero entra

No hay ni un pero

Hasta que se acabe la fiesta

O hasta que haya un muerto

Que se drene mi pensar

Por más que haya recuerdo, ya no sufro

[perrolarola]

Y así de pronto brotaron y gorgotearon, las frases, frases que indirectamente te quería dedicar.

Busque tantas formas, inexpresivamente los sentimientos no florecen, no brotan de la insipidez muerta de la arena.

Pero, hoy leí un poema, leí un poema que me recordó a ti.

A tu sonrisa en momentos tristes, guirnalda sobre aquello que me llena de alegría.

Y de mi parte, nació… más que brotar o nacer, le diste vida a un nuevo sentir, más aquello de lo que pude maquinar, intangible e imperfecto, con ramas chuecas, tronco en momentos huevos o en su defecto, apretaba más de lo que debía.

Crecimos, el tiempo no nos dijo como, buscamos nuestro propio camino, el que menos lastimara pues descalzos.

Pero al final siempre terminábamos con los pies adoloridos, sin embargo, no cambiaría esta vida por otra, ni si quiera por dos, tal vez por 5 más a tu lado pero sólo si te vuelvo a tener conmigo.

Si nos volvemos a amargar los días, a alegrar las noches, cautivarnos con abrigos del mismo color, o que nuestra voz emita la misma frecuencia, si nuestros dedos se mezclan haciendo algo más que fantasía, haciendo realidad sueños no soñados, y momentos nostálgicos que aún no vivimos.

Si que cuando nos veamos fríamente a través de un espejo, el contorno de tu silueta me adorne y me cobije, me brinde calor del que ya dispongo, pero por ti necesitaría más y jamás tendría suficiente.

Cuida mis hojas, cuida mis ramas, disfruta mis frutos, aprecia mis vistas, úsame y tiéntame, mantenme firme en las heladas y fresco en verano, yo te daré la poca sombra que un retoño le recompensa a su dueño.

No se si somos amargos, o si somos eternos, pero los pocos momentos que estamos viviendo ahora mismo, me haces más feliz que nunca, y nunca seré más feliz que ahora.

Somos virtud, somos cobardía, pero dentro de todo eso, somos paz, lo que encontramos sumergiéndonos en las lagunas del otro, aquel llovizna que peina los árboles, que sacude la tierra como sabana sucia, que purifica la forma de nuestra vivencia.

Entendí que hay más allá de nosotros dos, de lo que alguna vez podemos ver dentro de nuestras propias cabezas, somos prácticos individualmente, pero juntos relucimos los destellos que nuestras almas hacen sonar al unísono, como si de un solo de guitarra.

Resguardados en nuestra conciencia, fastidiados del bullicio, empedernidos a nuestras costumbres, arraigados de las dolencias, entramos en contacto con nuestras raíces, dejándose inmiscuirse por lo que será, sin el miedo a las consecuencias, eres mi libre albedrío, toda aquella regla que estoy dispuesto a romper, y toda respuesta que no puedo encontrar, funges como un sol.

Emborrachado de letras, usando solo lo que me sirve en este momento, sosteniendo un sentimiento, me pierdo. Y comienza mi río, rodeado de de cañas, con trajineras, y pétalos de colores.

[perrolarola]

- Mira mamá, aquel señor le da dinero a los niños que andan pidiendo -pregunté inocentemente- puedo ir yo también?

- No -me los dijo de manera seca y sin ánimos de seguir- las personas dan lo que más le sobra, a aquellos hombres que les sobra tanto dinero, pídeles un poco de su tiempo y dudosamente te lo dan.

[perrolarola]

Cambia flow: strangers

Adivina, sigues en el mismo estado mental, perdido por dinero, perra, la razón habla por si sola, el ego alardea de humildad regalando lo que más le sobra

Cuando des algo de lo cual carezcas, es cuando entre más crezcas más cerca estarás del cielo, por el momento sigues a la altura de tu sombra

Donde estas dímelo tu, yo obviamente ya lo sé, previamente lo analice, me enfoco en mi enemigo, y no miento, cuando grito fuego se avecina un infierno

Entre más extraño más me temen, acostumbrado a las viejas costumbres, ahí están mis genes.

Mira para atrás y dime, lograste algo?

Fumando la misma cagada de a diario, besuqueando el mismo culo pagado

Comiendo fino, con lengua pobre, donde dejaste el plato lleno de frijoles

Lo primero que logras matar al dar el salto es tu mente, el árbol tu ser con la corteza llena de muchedumbre

Cerca del sol, a la luz que más alumbre, satisfago mi hambre con raperos de vidas lujubres

Nunca te detuviste a verlo, el cielo de lejos, armas detonas hacia conejos, cazadores que antes eran ciervos.

Ahora su ego tiene forma de arma de fuego

Y lo entiendo, todos podríamos con todo si matar sería tan fácil como gastar un peso

Pero, todo tu poderío está enganchado a la bala que estás pronto a usar, eso no es tener huevos, es tener miedo que gobierno este pronto a terminar.

[perrolarola]

Te gusta tanto, que tenia pensado inmortalizarme en tu cuerpo

Te gusta tanto que ya ni se, pero te despido de un beso

Te gusta el té con hielo

Se muy bien que mientes pero aún así te creo

Y siento, que te ves mejor con pelo suelto

Con tu silueta, cambias todo a segundo plano

Diez con cuarenta, que rápido se va el tiempo

Ni me doy cuenta, que cuando te veo me siento más contento

Y tu no piensas, que si un día te pierdo

Probablemente pierda, lo poco por lo que me empeño

[perrolarola]

3

Aveces la peor noche trae consigo el mejor sueño

Te gustan las rosas en verano

Tulipanes en invierno

Te gustan los besos buenos

Tal vez todo es invento mío

- para música y con voz neutra -

Todo lo bueno siempre tiene un final ahora que lo pienso

- comienza el beat -

Sabes más que yo de esto

Me sentía roto y vacío

Rece y aclame a dios para que estuvieras bien

Y es que desde ahora nada será lo mismo

Seguiré pronto mi camino y siempre estaré como me ven

Harapiento y mugroso

Derramando mi vitalidad, a ver si florece algo en mi de nuevo

Caminando bajo el sol como perro

Y si todo termina en “O”

Amigo, estás en el mismísimo infierno

Aún así escalaré los desiertos de arena negra para ver si al final estarás tú frente a la puerta

Y si nada es igual, seguiré mi camino e iré a donde pertenezco

Mi enseñanza va más allá de lo que me han llevado mis huesos

Todo lugar es el infierno si dentro de ti todo está ardiendo

Es perfecto para que deshuesadores te arranquen tus huesos

Me voy a reconciliar con Dios

A ver que aprendo de eso

Aunque ya sé que no cumple deseos

Pero no le dejo de adjudicar todo lo rezo

Y si cuando llegue al final veo frente mi solo un espejo

Un juzgado donde yo soy el que me represento

Y el juez es aquel que lleva mi nombre

Mientras que mi ser apela en mi contra

Primero me mato antes de decir que miento

Y encuero mi alma en un cofre

Soy un perro del la calle y lacra

Muerto por dentro en momentos

Sosteniendo mi propia cabeza de trofeo

Dónde está el cielo?

Y por qué casi nunca estoy ahí?

Esta claro que hasta me desviví

Que las montañas alrededor de mi ser retumben

Salga mi cuerpo de la podredumbre

En aquel sarcófago de hierro

Correré de nuevo por estas arenas a recoger mis huesos

Soy un jinete o algo así recuerdo

Aquel caballo siempre sigue a su dueño

Su nombre es duelo

Y cuando la batalla se torna difícil es mi as bajo la manga

Siempre te lleva a aquel Lugar sin saber el camino

Es mediocre todo lo que pienso de mi

Soy propenso al cinismo

Solo quiero llegar y elevarme

Sentir la libertad sin problemas que me abrumen los aires

Nada de grandeza, claro

Pero se siente bien cuando tocas las nubes con tus manos

Nunca merece estar ahí

Lo mejor que pude hacer fue salir

Ahora solo quiero seguir y seguir en este mismo punto

No recuerdo mucho de lo que escribo

[perrolarola]

Pero si los milagros existen, necesito más de uno.

Sacrificios en ayunas, esperando por el banquete.

Necesito más dinero del que gano

Tengo celos de los que andan en buenos carros

Aunque, si soy sincero, trato de abrir mis paradigmas

Aumentar el ángulo de vista

Entender porque pasan las cosas

Ir a 300 en el autopista

No temo de perder la vida

Trato de odiar menos al que antes odiaba y dejar esa actitud penosa de niño buena vibra

Ser más empatico con lo que hago o lo que pienso hacer

No molestarme por las cosas con las que tuviste que crecer

Paradigmas

Para paradigmas

Paradigmas

Para paradigmas

[perrolarola]

El arte en sus distintas formas nos expresa un sentimiento

Algunos con más o menos presupuesto

Y defiendo la idea de los menos apoyados

Arte defendido definido por dedos detenidos

dientes derechos de ricos que no les falta brillo

Si no lo entienden no entienden a su raza

Uno olvida lo que ama cuando cambia de aires, aunque lo lleve en la sangre

Somos los perros callejeros

[perrolarola]

8 - Dolor

Hay muchos tipos de dolores, por pérdidas, rompimientos, fracasos, emocionales y si me adentro en cada uno de ellos se ramifica aún más la tabla.