Tumgik
only-girlss · 2 months
Note
holaaa!! estuve leyendo tus historias, y me encanta como escribes, tu trabajo es muy bueno :)) quería saber si podías hacer algo para Fran: no sé por qué, pero desde que lo vi no dejo de pensarlo como uno de esos que frente a todo el mundo trata a su s/o como a una princesa, pero cuando están solos es todo lo contrario, tipo súper dominante y así, y nadie nunca se lo imaginaría pq Fran es tan soft y precioso, pero si supieran,,,🫣
Tumblr media
Francisco Romero - Innocent.
☆`~Advertencias: Smut. Sexo sin protección. Malas palabras.
Tumblr media
Vos y Fran se conocían desde la secundaria. Si bien en aquel momento no eran lo más unidos, compartían el grupo de amigos.
Una vez que esta etapa terminó, cada cual se fue por su lado. Y por alguna razón, ustedes siguieron en contacto, generalmente por llamadas y mensajes, pero muy de vez en cuando se veían. Todo dependía de sus clases y trabajos.
Y así fue como pasaron de ser compañeros que se llevaban bien, a los mejores amigos.
Era raro ver a uno sin el otro, nunca se pelearon enserio, y si se peleaban no duraban ni 3 horas distanciados. El chico te conocía como la palma de su mano, sabía lo que te gustaba comer y lo que no, sabía cómo tratarte cuando estabas en tus días, sabía hasta que marca de maquillaje usabas para regalartela.
Durante su amistad, ambos tuvieron uno que otro novio o novia, pero fueron cosas pasajeras. Excepto por esa vez hace años sufriste mucho por amor, tanto que te habías alejado completamente de la idea de tener novio. Desde entonces habían sido él y vos.
La gente a menudo sugería qué tenían que salir, qué harían linda pareja, y blablabla.
Pero ustedes siempre se negaban, riéndose. Ninguno veía al otro con ojos de amor. Creo.
Eran más de las 7 de la tarde, el sol ya se estaba ocultando de a poco, cosa rara debido qué estaban en pleno verano.
'El clima Argentino' pensaste.
De igual manera hacia tanto calor como siempre. Te estabas cambiando, te pusiste unos shorts de tiro bajo con una remera musculosa.
Ya tenias que ir yendo para la casa de Francisco. Enseguida llamaste un taxi y le diste las indicaciones.
No vivían tan lejos, pero tampoco tan cerca como para ir caminando. Siempre odiaste la distancia entre sus alquileres. Pero era la excusa perfecta para hacer pijamada.
Desde que Fran empezó su papel en La sociedad de la nieve, vos asististe a cada uno de los momentos del rodaje (A los que te permitían).
Así que conocías bien a los chicos, los amigos de Fran.
Estabas yendo a su casa ya que se había organizado una pequeña juntada casual entre todos. No eran más de 5 y solo iban a charlar y tomar.
Una vez que llegaste y pagaste al taxista, entraste a la casa. Tenias tus propias llaves, así de increíble la confianza.
Miraste al patio y notaste que ya estaban todos: Juani, Blas, Matías, Agus y Pipe.
Apenas te vieron, se levantaron de las reposeras y te saludaron.
- Yo también los extrañé chiquitos, ahora ¿Dónde está Fran?
- Justo recién salió, fue a comprar hielo. Respondió Juani.
Ya habían empezado a tomar, cada uno con una birra en la mano.
-Dale, voy a buscar una cerveza. Dijiste.
Fuiste a la cocina, buscando las latas. Agarraste la primera que viste, decepcionada. No era de la marca que te gustaba. Eras super mañosa.
En eso, alguien abrió la puerta.
-Holaaa. Fran había llegado con una bolsa de hielos. Y en su mano tenía una cerveza, de las que si te gustaban.
Enseguida lo abrazaste y saludaste.
Dejó la bolsa en el frezzer y te dio la lata.
Sonreíste encantada y le diste un beso en el cachete.
- Gracias por cumplir mis caprichos.
Fran solo sonrió contento.
Fueron rápidamente afuera y empezaron a hablar con el grupo.
La noche cayó y todos habían tomado bastante. Hubieron charlas tontas, chistes estúpidos, pero faltaba algo...
- Nena ¿verdad o reto? Dijo Agustín, leyéndote la mente.
- Verdad.
- Uy qué aburrida, aver... ¿Es verdad qué Bayona te tiró onda?
Casi escupís tu bebida. Todos se empezaron a reír.
- ¿Qué? Noo ¿De donde sacaste eso? Que enfermo sos.
Todos seguían tentados.
- Aver, Juani ¿Verdad o reto? Dijiste.
Y así continuó la noche, con retos qué podían terminar muy mal, y verdades que los hacían mearse de la risa.
- Fran? Ya sabes como va la cosa. Dijo un muy ebrio Blas.
- Verdad.
- ¿Es verdad que sos virgen?
Todos se rieron bajito, pero Fran estaba confundido ¿De donde habían sacado eso?
- No ¿Por qué?
- Bueno nunca te vimos hablar de tu vida sexual, es eso nomas. Además es raro pensarte cogiendo a alguien. Contestó Felipe.
Enseguida Francisco se puso serio.
- Pero gor, no lo dice de malo, sino que sos muy inocente como para cogerte a alguien, ¿Entendés? Dijiste intentando que no se sintiera incomodo.
'Y era verdad, el chico parecía un nene después de comer su golosina favorita, nadie se lo había imaginado nunca en medio del apareamiento' pensaste.
- Pero te estoy diciendo que si lo hice. Dijo sonriendo. Te lo juro.
- ¿Ah si? ¿Cuando fue la última vez que cogiste? Preguntó Agus.
- AGUSTÍN LAIN, ¿QUÉ ES ESA PREGUNTA? Gritaron vos y Juani al mismo tiempo.
Después se rieron.
Todos esperaban la respuesta de Fran, la cual nunca llegó. El chico solo se puso rojo y sonreía tontamente.
- Creo que todos sabemos lo que significa eso. Dijo Felipe riéndose. Pero esta vez se reía solo. Blas le dio un codazo, diciendo que se callara.
Todos podían notar incomodidad en Fran, estaba rojo y le temblaban las manos.
Este se disculpó y dijo que ya tenía sueño, total cualquier cosa vos te quedabas a cargo.
No lo detuviste, tampoco los chicos.
No pasaron ni 5 minutos para que todos se vayan. Dejaste todo más o menos impecable y cerraste la puerta. Te ibas a quedar a dormir.
No era algo raro que te quedes, incluso sin preguntar. Siempre dormías con Fran pero no sabias si iba a estar bien esta vez.
Quisiste ir a su habitación a hablarle y decirle que no tenía porque mentir, que no tenía nada de malo ser virgen. Pero en el camino escuchaste ciertos ruidos.
Te asomaste por la puerta mal cerrada y lo viste, tal como te lo imaginaste.
Estaba Fran, abierto de piernas mientras se masturbaba fuertemente.
Creíste que como después de todo lo que había pasado, lo ibas a encontrar durmiendo o llorando o algo así.
Pero ni cerca.
No quisiste interrumpir pero tenías que. Además esa rara sensación en tu entrepierna al verlo no te dejaba pensar bien.
Tocaste la puerta, haciéndote la tonta.
Escuchaste movimiento del otro lado de la puerta, y un segundo después Fran te dio permiso para entrar.
Estaba sentado en el borde de la cama, se veía agitado pero lo ignoraste.
- ¿Estás bien? Dijiste haciendote la tonta sobre lo que acababas de ver.
- De diez ¿Por qué?
- Gor, no tiene nada de malo ser virgen, no dejes que te jodan. Dijiste sería.
Pero Fran solo se rio despacito.
-Nena, ya te dije que no soy virgen.
Estabas confundida, entendías el porque les mentía a los demás ¿Pero a vos?
- No entiendo, ¿Por qué no contestaste? o ¿Por qué te fuiste?
Fran se puso rojito de nuevo.
-Es complicado. Dijo, así nomas, seco.
- ¿Por qué no me decís? Creí que nos decíamos todo Fran. Preguntaste sería.
Francisco solo suspiró y cerró los ojos.
-Prometeme que no le decís a nadie.
Asentiste, desesperada por la curiosidad.
-No soy virgen, tuve sexo en varias ocasiones, pero hace años que no puedo, y me daba vergüenza decirlo frente a todos.
- ¿De qué hablás? ¿Cómo que no podés?
Escuchaste a Fran respirar profundo, y cuando exaló, lo dijo.
- No se me para.
Te sorprendió lo que dijo. Te estaba mintiendo, hace 5 minutos vos viste claramente que la tenía más que parada.
Decidiste confesar.
-Fran, no mientas, te acabo de ver masturbándote.
-Si ya sé. Esa confesion si te sorprendió. Ahora sí que no entendias nada.
- ¿Entonces?
- Hace mucho tiempo que no se me para con otra mujer, únicamente sucede pensándote a vos. Y te juro que intento que no pase, últimamente lo tenía controlado bastante bien. Pero hoy... Me dolía, necesitaba tocarme porque dolía demasiado. Así que solo me fui.
Te quedaste sin palabras.
-Perdón si te incomodé, yo también estoy preocupado. Te miró serio.
Solo pudiste unir tus labios con los suyos como respuesta.
Fue un beso suave, necesitado. Sus bocas encastraban perfectamente. Hubo armonía.
Pero de repente Francisco te agarró de la cadera y te sentó arriba suyo. Hubo un cambio drástico en el ambiente. Estabas frente a él con una pierna a cada lado de su entrepierna. Te obligó a sentarte completamente, sintiendo su bulto.
- ¿Entendés lo que digo?
Asentiste tontamente, desesperada por seguir con el beso. Pero está vez fue violento y salvaje.
Empezó a tocarte por abajo de la remera, sacándote poco a poco la prenda. Quedando encantado al ver tus pechos semidesnudos.
Empezó a repetir besos, mientras intentaba quitar el broche del corpiño. Le temblaban las manos de la emoción.
Una vez fuera, empezó a chupar tu pezón izquierdo, intercalando besos y mordidas.
Vos, fascinada, agarraste su cabeza, empujandola más hacia vos, sin querer que se separe.
Después fue y le dio atención al otro pecho. Vos necesitabas más, querías verlo.
-Sacate esto. Mientras tironeabas de su remera.
Él rio por tu necesidad y te ayudó a retirarse la ropa.
Tocabas su cuerpo con mucho deseo, amabas su piel tan clara.
Bajaste tu mano por su abdomen, llegando a la parte más baja, donde metiste la mano en sus pantalones.
Lo tocaste, y si qué estaba duro. Tenía la punta empapada de preseme.
-Porfavor Francisco, cogeme. Te sorprendiste ante tus propias palabras pero ya no importaba.
- Obvio hermosa, pero antes...
Y te dio la vuelta, ahora estabas arriba suyo, ambos sentados en la punta de la cama. La diferencia fue que le diste la espalda.
Él empezó a tocar tu estómago, bajando lentamente la mano. Ya sabias lo que estaba por venir.
Te tiraste sobre su pecho, doblando tu espalda, mientras repartía besos por tu cuello. Acercándose a tu oído, susurró:
- Te quiero preparar, te necesito bien estirada.
Ambos sabían que era mentira, solo quería jugar un poco con vos.
Te abriste de piernas para el, gimiendo con antelación.
Sus manos bajaron tus pantalones, pero te dejó las bragas.
- Dios mio, mirate, mojando toda la bombacha, qué chica tan sucia eh.
En mil años hubieras creído que Francisco era así en la cama. Vos siempre lo creíste super tierno, de esos que lo hacen con cuidado y miedo a partirte. Pero no.
Francisco quería partirte.
Bajo la mano, tocando tu calor por encima de la molesta tela. Vos solo gemiste.
Simulaba embestidas y pasaba sus largos y blancos dedos por encima de tu clitoris vestido. Era tan desesperante.
Querías el contacto directamente.
Vos solo gemías tontamente, ese chico te iba a matar.
Una vez que tu única prenda estaba totalmente mojada, decidió moverla a un costado, por fin metiendo sus dígitos.
Tal acción te sacó un grito y él rápidamente, con su mano libre, te agarró el cuello. No podías respirar.
Amaba ver como te retorcias en su agarre. Como intentabas hablar y no podías, como tus pliegues empapados se tragaban tres de sus dedos sin problema, pero apretandolos tanto.
Estabas tan cerca del orgasmo, y él lo sabia, así que sacó sus dedos y comenzó a frotar con toda su palma en tu clitoris. Sentiste que te ibas a orinar.
- No, Fran pará, me voy a hacer pis. En respuesta, el mencionado solo empezó a hacer sus movimientos más fuertes y rápidos.
Las lágrimas llenaban tu cara. Y cuando sentiste que no podías aguantar más, cerraste los ojos.
Veías luces, escuchaste gemidos, tanto de tu parte como de Fran. Y querías abrir los ojos, ver que estaba pasando, pero no podías.
Cuando todo terminó, ese gran ardor en tu parte baja fue disminuyendo. Y pudiste abrir los ojos.
Estaba todo mojado.
Tanto las sábanas abajo tuyo, como el pantalón de Fran, y una parte del piso.
- Chorreaste nena. Dijo Fran después de chupar los dedos con los que te tocó.
Vos apenas lo creías, era la primera vez que alguien te provocaba un squirt, y eso que solo había usado sus manos.
Te acomodaste, avergonzada.
Estabas toda sudorosa, y cada vez que te movías sentías tus piernas temblar.
Fran te tranquilizó, acostandote en el centro de la cama. Repartiendo besitos tiernos por toda tu cara.
-Yo me encargo de limpiar. Dijo.
- Pará ¿Y vos? Dijiste, refiriéndote a que él no había acabado. O eso pensabas.
Ambos miraron su entrepierna, sus pantalones grises tenían tanto fluidos tuyos como de él, te dabas cuenta por la consistencia.
- Y bueno nena, te movías mucho. Dijo guiñandote el ojo, divertido.
Trajo una toalla y enseguida se puso a limpiarte.
- Fran...
- ¿Si?
- No me cogiste. Dijiste haciendo puchero.
- ¿Estás jodiendo? Dijo sin creer tu resistencia.
- Si, te estoy cargando, en realidad no doy más. Dijiste riéndo poquito. Pero lo vas a hacer ¿No? Me lo debés. Dijiste eso pensando que capaz era algo de una vez.
Fran soltó una carcajada qué te hizo sonreir.
- Obvió nena, las veces que quieras.
Dicho esto, tiró la toalla arriba de una silla y te acomodó bien para dormir.
Te dió un par de besitos antes de abrazarte. La diferencia de trato qué te había dado en ambas situaciones. Hacia mucho contraste.
- Los chicos no tienen idea de nada... Dijiste susurrando.
Y ambos rieron.
Xoxo - Emma.
52 notes · View notes
only-girlss · 2 months
Note
Me encanta lo que haces por favor necesito no, TE RUEGO por algo con pipe. Necesito algo donde el sea dominante y mejor si está celoso🙏🏻🙏🏻🙏🏻
Tumblr media
Felipe Otaño - Jealous.
Fem! Reader
☆`~Advertencias: Smut. Sexo sin protección. Celos. Enemies to lovers.
Tumblr media
- Entonces ¿Ustedes siempre se llevaron mal? Contame ¿Cómo es la cosa? Preguntó el entrevistador.
Esta no era una entrevista importante, era algo casual, pero aún así sabias que iban a preguntar eso.
Siempre lo hacen.
Básicamente, durante la grabación del estreno de La sociedad de la nieve, hubo una noticia que causó revuelo:
La enemistad entre vos y Pipe.
Nadie conocía bien la razón, la mayoría sabía que no se llevaban bien porque siempre se miraban mal, o por la cantidad de comentarios e indirectas que se tiraban por Twitter. Pero la razón en especifica no se conocía, nadie sabía cuál era. Nisiquiera ustedes.
Hubo muchas teorías por parte de los fans, tales como que vos lo habías rechazado, o al revés. Otros decían que era porque se conocían de antes y hubieron líos anteriores. Y otros ya llegaban al punto de decir que habías estado embarazada de él y lo tuviste que abortar. Puras estupideces.
Así de lejos estaban.
Si lo pensabas bien, capaz que todo empezó cuando lo viste entrar al casting, siempre tan feliz y despreocupado.
Y lo envidiabas. Vos en ese momento no dabas más del estrés y nervios, y te molestaba tanto ver a alguien tan relajado.
O tal vez fue cuando estabas con Matías fumando (cosa que no se podía) y los delató a los dos.
O cuándo en la playa destruyó todos tus castillos de arena con la pelota de fútbol.
O cuándo llevó a su perro al departamento qué compartías con Matías (tu mejor amigo) Y se meó en tu cama. El perro, Pipe no.
O también cuando volcó su café sobre tu blusa nueva dos minutos antes de una reunión.
O pudo ser uno día de los primeros de rodaje, en el cuál estuviste realmente alterada y te enojabas por todo, cosa de verdad frustrante. Ya te habías largado a llorar más de 3 veces frente a todos.
Y cuando te acercás para charlar con Fran, te das cuenta que estaba él. Y justito lo escuchás a Felipe diciendo "seguramente está así de histérica porque está indispuesta o porque el novio no se la garchó bien".
Si, definitivamente en ese momento se pudrió fuerte entre ustedes dos. Después de escuchar esas palabras salir de su boca, le diste una buena cachetada.
Desde entonces todo entre ustedes fueron peleas y discusiones.
Claramente todos los demás del cast estaban hartos de eso, y no se trataba de elegir equipos, así que siguieron saliendo todos juntos. No importa lo mal que se llevaran.
Volviendo al presente, la entrevista se había terminado. Estabas yendo para tu departamento y mientras conducías llegó un mensaje de Matías:
"Nena, vení que estamos todos, hay una re pileta y música" Y al lado del mensaje te mandaba la dirección.
Llegaste rápido y te cambiaste, poniéndote un bikini negro sin dejar casi nada a la imaginación. Arriba te dejaste así, y para la parte de abajo de ataste un pañuelo. No tenias mucho tiempo así que saliste enseguida.
Cuando llegaste no lo creías. Matias te había dicho "pileta" y te imaginaste la pelopincho, pero nada que ver.
Era una casa enorme, llena de ventanales, y afuera había una piscina grandota. Muy bonita. Lo que te sorprendió, además de esto, fue que no solo estaban las personas con las que solías salir del cast, había mucha gente más a la que no conocías. Muchas chicas por acá y allá, también varios grupos de chicos.
Eran las 4 de la tarde, y el sol pegaba desde arriba. No te quedaba otra que entrar.
Apenas pasaste, Matías te vio y fue con vos. Enseguida se saludaron y te llevó con los demás. Te animaste al ver que Felipe no estaba ahí.
Cuando Fran vio tu cara de felicidad, solo dijo - En realidad si vino, está allá. Y lo señaló.
Estaba solo con la malla, hablando con una rubia, cagandose de risa.
Tu ceño se frunció rápidamente. Odiabas que la gente se ría con él, en especial chicas. Sentías que estas podían buscar algo mejor, alguien más. Creías que si se reían, él iba a creer que era gracioso.
Te desgustaba la idea de que a los demás le caiga bien, querías que todos noten lo básico, aburrido, tarado, pajero, agrandado qué era. "También es bastante lindo" pensaste. QUE, ¿¿Por qué pensaste eso??
No lo ibas a negar, la primera vez que lo viste te llamo la atención. Sus ojos tan llamativos, su sonrisa, el gran tamaño de su cuerpo en comparación al tuyo, su voz... Pero cada pizca de esa atracción que sentiste desapareció cuando abrió la boca. Era tan molesto.
Matias afirmó que te caía mal por el hecho de que vos, al ser tan aplicada, correcta, organizada, y atenta, no aguantabas que a alguien tan distraído, desordenado y despreocupado le vaya igual de bien.
Capaz tenía razón...
Capaz.
-Ey, ¿Estas viva?
-Uh, perdón. Dijiste volviendo a la tierra.
Te diste la vuelta buscando al portador de la pregunta, y te sorprendiste cuando viste que no era alguien a quien conocías.
- ¿Puedo ayudarte en algo? Preguntaste.
- Estaba con unos amigos y no pude evitar notar lo hermosa que sos ¿Me permitís un trago?
Intentaste ocultar una tonta sonrisita y asentiste.
Fueron a la barra y te pediste un mojito. Estuvieron hablando con el chico un largo rato hasta que te disculpaste para ir al baño.
Entraste a la casa, sonriendo tontamente. El joven había sido buen compañero.
Centrada en tus pensamientos, no notaste que en la puerta del baño estaba Felipe.
- ¿Qué haces acá? Preguntaste irritada.
- Y lo mismo que vos, pero hay que esperar, hay alguien adentro. Respondió obvio.
Hubo un silencio incomodo.
- Yyy ¿Cómo te fue con la rubia esa?
- ¿Celosa? Preguntó con una sonrisa tirando de sus labios.
- Si claro, dejate de joder.
Silencio de nuevo... '¿Cuanto puede tardar alguien en el baño?' Pensaste.
- ¿Vos la pasaste bien con el flaco ese?
- La verdad es que si, es muy gracioso, y más a la noche me quiere llevar a su casa. Sonreíste presumiendo.
De repente, Pipe se puso serio.
- No vas a ir.
- ¿Eh? No te pedí permiso.
- Y yo te dije que no vas, punto.
Estabas enojadisima ¿Por qué iba a elegir él lo que vos hacías?
- Dame una razón por la que te tengo que hacer caso. Dijiste acercándote desafiante.
- Porque el no te gusta, ni vos a él, te quiere coger nomas.
- Aver pará, primero ¿Vos como sabes que no me gusta? Segundo, nisiquiera lo conoces. Además ¿En que te afectaría a vos?
Estabas muy confundida, y Felipe te había hecho sentir mal. Como siempre. Bajaste la mirada.
- No quiero que alguien te use y te tire como si fueras prostituta. Además es horrendo, arruinaría tu imagen. Y también escuché que tuvo algo con su prima ¿Enserio saldrías con esa clase de enfermo? Por favor... Había empezado a tirar cosas por tirar. Hablando rápido y trabandose.
Subiste la cabeza, 'creo que ya sé que te pasa pipete'.
- A mi me encantaría qué me trate como "puta" , además miralo, es feo de cara nomas pero tiene buen cuerpo. Si quisiera que alguien me trate como prostituta, sería él. Dijiste exagerando a propósito.
Felipe te miró, su mirada mostraba más enojo del que le hayas visto en tu vida.
- ¿Así que sos una putita? Se acercó.
- Lo sería para él. Te acercás.
Y eso fue todo, Felipe te agarró del cuello y unió sus labios. Estaba enojado, enojadisimo. Siempre te había imaginado decir algo asi, pero refiriéndote a él, no a alguien más. Y menos un flacucho cualquiera.
El beso fue desesperado, furioso. Los dos tenían bronca y sabían bien como desquitarse.
Enseguida la persona que estaba en el baño salió, y ambos entraron rápidamente.
Una vez dentro, Pipe se separó para poner traba a la puerta. Te miró como si fueras el mejor plato de comida del mundo.
No duraron mucho separados, enseguida se volvieron a comer. Con lengua y baba de por medio. Él te agarraba del cuello con una mano y vos tironeabas mechones de su cabello. Ambos jadeaban como locos.
Te subió a lavabo y agarró fuerte tus piernas, seguramente dejando marcas. Te sacó la parte de arriba del bikini.
Y casi se corrió con la vista.
Te había imaginado desnuda más veces de las que admitiria, pero no se comparaba con la realidad de tus voluntuosas tetas bronceada.
Enseguida acercó sus labios a tus pechos, varíando entre ellos. Vos solo podías intentar no gemir y agarrarle fuerte el pelo.
- Felipe, por Dios. Intentaste decir lo más bajito posible.
- ¿Qué pasa hermosa? ¿Necesitas algo?
Si, si lo necesitabas. Necesitabas que te cogiera hasta no sentir las piernas. Pero no lo podías admitir, no podías bajar así la guardia.
Así que lo único que pudiste hacer fue obligarlo a besar tus labios, y así tener alcance a su pija. La cuál estaba tan dura qué le dolía. La acariciaste por arriba de la malla, y poco a poco la fuiste bajando.
Lo dejaste tal como Dios lo había traído al mundo. Fue un orgasmo visual verlo.
Le comenzaste a hacer una paja, y el tuvo que meter su cabeza entre el pliegue de tu cuello para no gemir. Repartió besos por la zona.
Lo querías desesperar, querías que el lo pida.
Y como si te leyera los pensamientos, soltó:
- Necesito estar adentro tuyo, ya.
No era ni pregunta ni oferta, era demanda.
Enseguida te bajo la parte de abajo, el pañuelo se había caído hace ya mucho.
Fue entonces cuando vio tus pliegues empapados, solo pudo desear meter la cabeza ahí y dejarla toda la vida.
Pero al entender que estaban en un baño, junto a muchas personas, entre ellas sus amigos, mejor se aguantó.
- Para la próxima. Dijo mirando directamente a tu raja, le hablaba más a ella que a vos.
- ¿Qué te asegura que va a haber próxima?Dijiste amenazante.
- Creeme que cuando te coja tan bien como lo estoy por hacer, no vas a querer ir con nadie más que conmigo.
Y mientras lo decía te penetró.
Estabas apretada, demasiado. Pensó que no iba a durar más de dos empujones. Pero se contuvo para no parecer muy precoz.
Vos estabas en otro mundo, con la cabeza tirada para atrás, lo ojos cerrados y la boca abierta. Los dedos de tus pies se fruncian por el placer.
Él tenía razón, nadie te iba a coger así nunca más.
Mientras empujaba rápido y fuerte, te agarró del cuello y empezó otra guerra entre sus bocas.
Y con la otra mano, empezó a hacer pequeños círculos en tu clitoris. Haciendo que rápidamente te acerques a tu cima. Te apretaste fuertemente y dejaste pequeños espasmos. Él sabía que estabas cerca.
- ¿Te vas a correr por toda mi pija? Te encanta esto ¿no? Estoy más que seguro que ni te acordás del nombre de aquel chico ahora. Y mejor, porque no pienso parar hasta que solo recuerdes el mio. Su cara roja, llena de sudor, el cabello despeinado gracias a vos. Era puro sexo.
- Felipe, estoy muy cerca. Dijiste casi chillando. Las lágrimas estaban apareciendo en tus ojos.
- Solo sos mi putita, de nadie más, ¿Entendiste, pendeja de mierda? Sos una sucia, te encanta pelear y gritar, todo el tiempo diciendo cuanto me odias, y mirate: Toda entregada para mí.
Eso fue todo.
Te corriste y al mismo tiempo, cuando sintió como lo apretabas hasta exprimirlo, se corrió adentro tuyo.
Descansó su frente contra la tuya, buscando igualar su respiración.
- Wow...
- Si.
Por primera vez te daba la razón en algo
Xoxo - Emma.
342 notes · View notes
only-girlss · 2 months
Text
Tumblr media
Esteban Kukuriczka -
Older
Fem! reader
☆`~ Advertencias: Smut. Sexo sin protección. Diferencia de edad.
Tumblr media
El día recién comenzaba, eran las 9 am, y la mayoría del cast ya estaban despiertos y desayunados.
Esteban siempre había sido la excepción.
Esteban, el actor que te tocaba maquillar la mayoría de las veces (ya que aveces iban rotando con tus compañeros)
Te encantaba, para que mentir. Te encantaban esas 3 o aveces 4 horas que pasan juntos, solo vos y él, cara a cara.
Al principio, fueron muchos momentos de timidez entre ambos, pero con el tiempo y su personalidad tan extrovertida, habían desarrollado una buena amistad. Largas charlas de parte de él contándote el rodaje mientras colocabas capas y capas de maquillaje en su cara.
Trabajar con él fue fácil, no se quejaba mucho y la mayoría de las veces, si no estaba hablando, aprovechaba a dormirse. Y ahí aprovechabas a verlo: Una verdadera belleza.
No sabias porque te atraía tanto, no sabias si eran sus labios finitos, o el porte qué tenía para hablar, o su voz grave, o sus manos, o su considerable altura, o por la manera en que te miraba...
Ush, habías vuelto a divagar pensando en mil escenarios, claramente imposibles.
Por el momento.
Un Esteban muy adormecido se acercó a la silla frente a tu escritorio de maquillaje, como era costumbre. Tenía un vaso de café en la mano y unas ojeras cubrían sus ojos, había pasado una noche difícil.
Te saludó y enseguida se recostó en la silla y cerró los ojos.
No habían pasado ni 15 minutos, por lo cual recién le estabas preparando el cabello. Él hombre en tu silla había empezado a largar suaves ronquidos hace bastante. Aunque era de esperar, ya que con la combinación del silencio que ofrecías y la música tranquila que ponías de fondo, cayó rápidamente en un sueño.
Te dio ternura, así que decidiste dejarlo ahí, hasta que viste el vaso de café totalmente lleno arriba del escritorio. Enseguida lo moviste para que se despertara y lo tome, los productores siempre lo retaban por vivir medio dormido.
Él, tonto por el repentino despertar, agarró la bebida y la llevo a sus labios. Pero más de la mitad se volcó por un descuido, mojandole toda la remera.
-UY, que boludo soy. Dijo levantándose enseguida.
Por suerte el café no estaba tan caliente como para lastimarlo, pero si le generó cierto calor en el cuerpo. Vos enseguida le preguntaste si estaba bien o si se había quemado.
Él negó con la cabeza - Nono, tranquila, pero estoy todo mojado. Y mientras lo decía se sacó la ropa, quedando con la parte de arriba descubierta.
Quisiste no hacerlo, pero no pudiste. Lo miraste, por más tiempo del debido.
Él notó como te sonrojabas, y solo sonrió mirando hacia otro lado.
Se sentó y te preguntó si podías seguir así. No te quedó otra que asentir.
Así que seguiste, intentando concentrarte, ignorando el hecho de que estaba en cuero.
Le estabas arreglando la parte de adelante del pelo, así que te paraste enfrentó suyo. Y por el momento lo controlaste bastante bien.
Hasta que viste sus manos.
Estaba tronandose los dedos, de todas las maneras. Pero vos no pudiste evitar verlo y sentir un cosquilleo entre tus piernas. Dios, sus manos estaban tan bien.
Rápidamente apretaste los muslos para calmar ese pequeño dolor y seguiste como si nada.
Él de repente te agarró de la cintura. Te sorprendió, y lo miraste mientras dejabas el peine sobre el escritorio.
-¿Pasa algo? Preguntaste. Te tembló la voz mucho más de lo que querías.
- Si, pero quiero que sigas, tranquila.
No entendiste muy bien a que se refería, así que optaste por preguntar.
-¿De qué hablás?
- ¿Enserio vamos a fingir qué no te gusto?
Te sorprendiste, todos tus sentidos se pusieron tontos, no sabias que decir.
- Si sabés que está mal ¿no? Apenas cumpliste 19, y yo tengo 32.
Ups... Pequeño detalle...
No sabías si dejarlo ahí o seguirle el juego, después de todo, la cosa ya estaba bastante cagada.
'Si la vamos a cagar, hay que hacerlo bien' pensaste.
- Bueno, técnicamente soy legal, así que...
Esteban solo rió, una carcajada fuerte pero corta. Pero después de ver tu seriedad, preguntó:
- ¿Me estas jodiendo? O lo decís enserio.
Te quedaste sería y asentiste levemente con la cabeza.
Recién habían pasado 30 minutos, quedaban 3 horas para poder terminar el maquillaje, tenias tiempo de sobra.
Así que sin pensarlo mucho, te agachaste hasta quedar cara a cara, él sentado y vos parada. Lo miraste a los ojos, y al ver que no mostraba oposición, lo besaste.
Fue un beso lento, apasionado.
En su mente rondaban una cantidad considerable cantidad de pensamientos negativos sobre la situación. Pero por otro lado, no podía dejar la idea de tu pequeño y delgado cuerpo siendo manejado por el suyo.
Se dejó llevar y mordió fuertemente tu labio. Abriste la boca para dejar salir un pequeño quejido y aprovechó la oportunidad de meter su lengua. Pasó sus manos por toda la extensión de tu cintura, y llegando a la cadera, notó lo fácil que sería levantarte y moverte a su gusto.
Esto fue la gota que colmó el vaso.
Se levantó de golpe, golpeando te contra el escritorio. La gran diferencia de altura provocaba que tuvieras que estirar tu cuello con tal de no separar sus labios.
Empezó a bajar sus besos, paseando por tu cuello y encontrando con facilidad tu punto dulce. No quería dejar marcas a la vista, así que lo abandonó con rapidez.
Siguió bajando, hasta encontrarse con el cuello de tu remera. Mirándote a los ojos, buscó permiso, y una vez seguro, te arrancó la prenda. Seguida de esta, medio segundo después, te sacó el corpiño.
-Dios princesa ¿Donde las tenias guardadas?Dijo comenzando a repartir besos y mordidas por la zona. Con el comentario haciendo referencia a que siempre usabas ropa holgada.
No podías hacer más que gemir y mojarte más y más a cada rato.
Lo estabas tocando todo, sus hombros, sus brazos, su pecho, todo gracias al anterior accidente con el café. Te encantaba sentir su piel pecosa, pero querías más.
-Esteban, por favor. Dijiste desesperada mientras tu mano izquierda se dirigía a su notable bulto.
Él suspiró por tu acción y te dio la vuelta, dejándote mirando al espejo del escritorio.
No pudiste evitar notar que estabas hecha un desastre, con la cara roja y caliente, los pechos llenos de marcas, y el pelo muy desordenado.
Esteban por su parte, no perdió tiempo y bajó tus pantalones rápidamente. Enseguida tuvo la vista de tu culo respingón cubierto por una pequeña braga celeste.
- Mirá lo mojadita qué estás, hija de puta. ¿Crees que no te vi frotando tus piernitas hace un rato? Sos una sucia tremenda eh.
Decía todo esto mientras pasaba un dedo por tu raja vestida.
- Basta de bromas, por Dios. Eras un lio mientras gemías.
Él no pudo resistirse más, y bajó completamente tu bombacha empapada.
Escuchaste el sonido de sus pantalones en el piso, y de repente sentiste como iba metiéndose poco a poco en vos.
Era grande. Enorme.
Más de lo que podías aguantar.
Una vez toda adentro, empezó a envestirte , con estocadas fuertes y controladas.
Sus manos en tu cintura, controlando cada movimiento. Sus labios en tu hombro. Y sus ojos mirando el reflejo de ustedes dos frente a él.
Vos estabas con los ojos cerrados, disfrutando la divina sensación. Pero de repente se abrieron cuando te golpeó fuertemente en la nalga derecha.
Casi gritas, pero te tapó la boca.
- Acordate donde estamos, chiquita. Dijo tranquilamente en tu oreja.
Él sentía que lo exprimias. Sentía como tu interior lo apretaba, y sentía tus espasmos.
No iba a durar mucho más.
- ¿Ya estás cerca, hermosa?
Asentiste rápidamente, sintiendo como tu abdomen se tensaba.
Él empezo a masajear todo tu cuerpo, pasando por tus senos, a tu cintura, a apretujar tu culo.
Y en ese instante, sentiste como te llenaba, dejándote su carga pintando tus paredes.
Esa misma sensación fue lo que necesitabas para venirte, todavía con el adentro.
Te dejó respirar 5 segundos, y te beso el hombro mientras retiraba su miembro. Rápidamente agarro un pañuelito y te limpio suavemente.
- Lo hiciste muy bien.
Solo sonreíste ante esto, estabas muy feliz. Relajada.
Ambos se cambiaron rápidamente en silencio, vos fuiste a abrir las ventanas para que saliera el olor a sexo y Esteban salió corriendo de la habitación a buscar una remera limpia.
De vuelta, se sentó y te dejó trabajar, sabiendo que estabas media justa de tiempo.
Una sonrisa no abandonó la cara de ninguno de los dos. Y de vez en cuando se hicieron presentes una qué otra risita, un par de besitos inocentes y muchas caricias por todos lados de parte del Kuku.
Xoxo - Emma.
245 notes · View notes
only-girlss · 2 months
Text
Tumblr media
Matias Recalt - Drunk.
Fem! reader
☆`~ Advertencias : Smut. Sexo sin protección. Bebidas alcohólicas.
Tumblr media
Eran más de las 3 am. Estában en una fiesta organizada por tu papá en su propia casa. En un principio la fiesta se había pensado como una reunión entre amigos, pero con el paso del tiempo, las luces cegantes, el olor cigarrillo y la música en el ambiente, fueron la razón por la cual se perdió totalmente el propósito inicial.
Matias había sido tu mejor amigo desde siempre, se criaron juntos, básicamente.
Habías sido una parte escencial de su vida, y lo seguías siendo. Éran los más unidos.
Volviendo al presente, estabas en la sala, tus viejos y sus amigos estaban tomando distintas bebidas, repartidos por toda la habitación.
No habías visto a Matías hace más de 1 hora, así que fuiste a buscarlo afuera. Mientras caminabas hacia la puerta que daba al patio, lo viste sentado en una reposera con una botella de vodka casi vacia en la mano, y en la otra un cigarrillo.
-Boludo te estaba buscando ¿Qué hacés acá afuera?
-No sé, encontré esto tirado y no me aguanté. Dijo mostrando la botella.
Te sentaste al lado suyo, y mirándolo te das cuenta qué ya había tomado demasiado.
-Matías dejá esa botella, ya estás re chupado.
- Qué decís tarada, estoy bien. Y se intentó levantar, lo cual fue claramente en vano, porque casi se cae.
- Vení que te ayudo, vayamos arriba, te llega a ver así mi papá y no te deja venir más. Decís mientras lo agarrás.
Pasaron desapercibidos, aunque mientras subían la escaleras, Matías se tropezó e hizo un tremendo ruido. Por suerte la música no dejó que se escuchara.
Narra Reader:
Cuando llegamos a la habitación (Recalt ya muy acostumbrado al ambiente por la cantidad de veces que se había quedado a dormir) sé tiró a la cama con las estremidades abiertas y los ojos cerrados.
Se pudo haber quedado dormido si yo no hubiera dicho:
- Nono, te levantas, vas a dormir en el colchón como hacemos siempre.
- Pero nena, el colchón está abajo, vas a hacer tremendo quilombo. Dijo con la voz ronca y adormecida.
Él tenía razón.
Se me hacia rara la idea de dormir juntos, si bien nunca había pasado nada entre nosotros, no voy a negar que estaba tremendamente bueno. Pero jamás se me pasaría por la cabeza pensar así de él... bueno... creo.
Yo seguía ahí parada, pensando que hacer.
-Vení. Dijo de repente, rompiendo el silencio. Se sentó en la cama, apoyadonse de sus brazos. Tenía los ojos apenas abiertos. -Dale acércate.
Me acerqué y me senté al lado suyo, no entendía muy bien que quería.
-¿Qué pasa?
-¿Ya te dije lo bien que te queda esa remera? Mencionó mientras me miraba el escote sin nada de vergüenza.
-Sos alto enfermo, dejate de joder.
No esperaba que dijera algo así, si bien me había molestado, no pude evitar el sonrojo en toda mi cara. Enseguida quise pararme.
Pero me agarró el brazo.
-Vení acá, pendeja de mierda. Dijo con esos ojos muertos mirándome.
Me acostó completamente y susurró:
No finjas que no querés, no soy boludo. sé que te parezco lindo. Cada vez se acercaba más. - Además ¿Qué perdemos? Aprovechemos, nos sacamos las ganas, y si no te gusta finjimos demencia.
Y apenas le di permiso con un simple asentimiento con la cabeza, conectó nuestros labios.
Parecia más una guerra de lenguas que un beso. No habían pasado ni 3 minutos, y Matías nos dio la vuelta. Me dejó encima suyo, ambos acostados.
Sus manos iban por toda la extensión de mi cuerpo, pasando de mi cintura, a las caderas, a masajearme el culo y después volver a subir.
Yo me aferraba a agarrar su pelo, tironeando los mechones.
Algo que había notado, es que él era muy vocal. Lanzaba gemidos, y pequeños quejidos que no hacían más que aumentar mi necesidad de él.
-Me harté, sacate esto. Dije mientras me levantaba un poco para que pudiera sacar bien la remera. Él solo sonrió de lado mientras cumplía mi petición.
- Ahora vos, dejame ver esas tetas que tengo en la cabeza mientras me pajeo todos días. Dijo en mi oído.
No pude hacer otra cosa que ponerme más nerviosa que antes. Este tarado me iba a matar.
En medio de la nueva sesión de besos, mientras yo me frotaba contra su notable ereccion, él se separó de golpe.
- Pará, pará, saquemonos todo, no aguanto más, necesito estar adentro tuyo. Dijo desesperado mientras me levantaba para poder sacarse la bermuda.
Como yo tenia una falda, solo tuvo que bajarla.
-Mira lo mojadita qué estás, dios. Susurró mientras me tocaba por arriba de la última capa de ropa que me quedaba.
-Dale Matías, no jodas. Dije necesitada de él.
No quería más juegos ni bromas, lo quería adentro.
-Ya que tanto insistís... Y sin aviso previo ni preparación, la metió de golpe.
Las lágrimas corrían por mis ojos, mordiéndome el labio inferior con el objetivo de no gemir muy alto.
-Te encanta ¿No? Ser cogida por tu mejor amigo mientras tu papás están abajo. Imaginate se enteran de que su hijita ejemplar no es más que una puta. Mi puta.
Su cara mostraba placer, mi interior lo apretaba tanto, no podía creer lo bien que se sentía.
-Estoy muy cerca Mati. Dije, justo después fui interrumpida por un alto gemido de mi parte.
Matias había bajado la mano y comenzó a hacer círculos en mi clitoris. Sentía que veía estrellas.
-Estás cerca ¿No hermosa? ¿Te vas a correr arriba de mi pija? Obvio que si ¿No?
Yo no podía formular respuesta, cerré los ojos con fuerza, era demasiado.
La sensación de la pija de Matías entrando y saliendo, sus dedos por todos lados, el olor a alcohol que emanaba su boca, el ruido obseno que se provocaba cada vez que nos movíamos. Sus gemidos y quejidos cada vez que yo me apretaba más, las palabras sucias qué decía. Todo.
Fue demasiado.
Mi abdomen bajo se contraia una y otra vez, hasta que se apretó. Y ahí fue: tuve el orgasmo más duro y fuerte de mi vida.
Matias seguía empujando, buscando su propio placer. Yo no pude evitar llorar por la sobre-estimulación que estaba recibiendo.
- nena, aguantá. Decía, totalmente concentrado.
No se necesitaron ni tres empujones más para qué tuviera que salir y venirse en su propio abdomen.
Ambos nos quedamos tirados uno al lado del otro, rojos y llenos de transpiración.
Respirando pesadamente, intentando juntar aire.
Yo hice un amague para hablar pero enseguida fui interrumpida.
- Shh.
Y enseguida me atrajo a un abrazo.
- Mañana vemos que hacer, ahora dejame disfrutar un ratito más.
Y lo dejé así, dejándome llevar por el sueño que me inundaba. Pensando en la cantidad de charlas incomodas que iban a haber con Mati a la mañana. Y la tremenda resaca que iba a tener él mismo.
Y mientras tanto, los invitados de mis papás en el piso de abajo disfrutaban la juntada, sin tener idea de lo que acababa de pasar.
xoxo - Emma.
135 notes · View notes
only-girlss · 2 months
Text
About me ♡
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Emma | She/Her | 17'
Holaaa, soy nueva en esto, tanto en Tumblr como en la escritura en general.
Quería especializarme únicamente en escribir pequeñas historias sobre el cast de lsdln.
Generalmente voy a aceptar pedidos, siempre y cuando no contengan:
Pedofilia
Fetiches muy raros
Inciesto
También como dije antes, van a ser sobre el cast de la película, no sobre los personajes! ya que es una falta de respeto.
Pero después de eso, voy a estar aceptando cualquier idea (principalmente smut).
Todas las historias van a ser en español y con el añadido argentino de la mayoría de los actores, para ser más realistas.
Cualquier comentario va a ser bienvenido, ya que como dije, recién empiezo en todo esto, y me vienen bien las críticas constructivas.
Tumblr media
8 notes · View notes