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oidosintrepidos · 6 years
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                                       JACK // PIONEER SOUNDTRACKS (1996)
Hablemos de bandas y discos injustamente olvidados. “Pioneer Soundtracks” de los galeses Jack lamentablemente tiene un lugar en esta infame categoría. Editado en 1996, PS es una colección de canciones de un romanticismo oscuro y narcótico que nace del amor de su frontman Anthony Reynolds por la prosa de Bukowski y los discos de Scott Walker. Al primero ya le habían dedicado su primer sencillo “Kid Stardust”, toda una declaración de amor al autor de “Escritos de un viejo indecente” (“…te amo, pero supongo que estás muerto / Nunca podré llamarte”); del segundo, Walker, heredaron ese pop de cámara que caracterizó su primer etapa solista, con la voz elegante de Reynolds y los arreglos de cuerda que los emparentan con bandas coetáneas como Pulp, Tindersticks o The Divine Comedy. La única diferencia es que todas éstas sobrevivieron al reinado del britpop. No así Jack, que aunque contó durante toda su carrera con un fuerte apoyo de la crítica (“Pioneer Soundtracks” fue votado por varias publicaciones como uno de los grandes discos de 1996) no gozó de la popularidad que se merecía en ese entonces.
“Pioneer Soundtracks” atrapa desde la portada, un torero cabizbajo pero estoico (el tecladista George Wright) que establece el tono de lo que vamos a oír: una seguidilla de “hermosas historias para niños feos” y noches bañadas de alcohol. El disco fue editado por Too Pure (hogar de PJ Harvey y Stereolab) y la producción estuvo a cargo de Peter Walsh, quien produjo los primeros tres discos de Scott Walker (¡qué raro!), y por cuya contratación el sello debió desembolsar una suma considerable. Bien gastada, claro, porque el disco funciona muy bien tanto en sus momentos guitarreros (en “Wintercomessummer” a veces pareciera que estamos escuchando a los Teardrop Explodes o a Echo and The Bunnymen) como en sus baladas más ampulosas.
El disco abre con “…Of Lights” que nos invita a un viaje por una noche lluviosa. Al menos eso transmite la base rítmica tan kraut y las voces fantasmales en reversa que parecen señales de tránsito borroneadas por el vértigo de la velocidad. La voz de Reynolds no entra cantando, más bien haciendo un soliloquio mientras otras voces le salen al cruce. Una de ellas se pregunta “¿what if the world wasn’t ending?“ mientras una alarma pareciera indicar lo contrario. A esta tremenda introducción le sigue la ya mencionada “Wintercomessummer” con las guitarras de Matthew Scott bien al frente; “White Jazz” que comienza de prepo con Reynolds haciendo una declaración: “Esto es música lenta / Esto es jazz blanco”, una metáfora sobre la relación que mantienen los enamorados de la canción, que a su vez sirve como tarjeta de presentación de la banda, aun cuando “Wintercomesummer”, “White Jazz” y la siguiente, “Biography Of A First Son”, de lentas no tienen nada. De hecho esta seguidilla de canciones es la prueba de que Jack puede ser “divertida” y rockera sin perder su elegancia.
La segunda parte del disco es menos acelerada pero no por eso menos profunda. Los (¿las?) protagonistas de la sórdida “Filthy Names” viven una historia de amor prohibido y la única solución es fugarse lejos, “a un lugar en el que nadie conozca nuestros inmundos nombres”. El último tramo de “Pioneer Soundtracks” mantienen este clima plagado de oscuridad: en “I Did It Mean It Marie”, un melodrama de sexo y muerte, Reynolds parece emular la prosa de su adorado Bukowski; mientras que en “F.U.” y “Hope Is A Liar” la guitarra de Scott se hace más palpable, por momentos derritiéndose sobre la voz lánguida de Reynolds, en otros, chirriando a la par de las arreglos de cuerdas de Walsh. “Dress You In Mourning” es sin duda el punto culmine del disco. Inspirada en el título de la biografía del famoso torero Manuel Benítez “El Cordobés” (una foto de suya adorna la portada de “Kid Stardust”) la canción es Jack en estado puro: lúgubre y alentadora al mismo tiempo.
Pioneer Soundtracks es uno de esos discos brillantes que nos hacen reflexionar no sólo sobre la relación intrínseca entre música y poesía, sino también - a partir de su reedición- sobre los avatares de la industria discográfica en los noventas: con los flujos actuales de distribución musical, una banda como Jack no pasaría desapercibida.
Dos años después, Jack redoblaría la apuesta con el fantástico e imprescindible The Jazz Age, colmando las expectativas y superando las presiones asociadas al segundo disco. Pero esa es otra historia y todavía quedan muchas páginas para gastar en elogios.
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oidosintrepidos · 7 years
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Odetta // Sings Ballads and Blues (1956)
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oidosintrepidos · 7 years
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Roy Harper
► “Another Day”
Flat Baroque And Berserk (1970)
Una gema del mismo tipo que prestó su voz para “Have a Cigar” de Pink Floyd. También vale la versión a dúo de Kate Bush y Peter Gabriel, o la de This Mortal Coil cantada por la preciosa voz de Liz Fraser (Cocteau Twins).
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oidosintrepidos · 7 years
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Bobby Vinton 
► “Over and Over”
Rain Rain Go Away / Over and Over (1962)
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oidosintrepidos · 7 years
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The B52′s // The B52′s (1979)
Un 6 de julio, pero de 1979, los B52′s editaban su primer disco. Cargados con letras delirantes sobre ciencia ficción vintage y langostas, peinados rimbombantes, vestuario kitsch y espíritu fiestero, los B52′s aparecieron a fines de los 70′s con su peculiar mezcla de surf rock, pop, funk blanco y punk - aunque evitaban la vulgaridad de ese género a favor del humor camp del rock pre-Beatles (el mismísimo Lennon dijo que le había gustado el disco). Todo lo opuesto a la propuesta melancólica de R.E.M., sus coetáneos y amigos de Athens, Georgia.
Tres de las voces más increíbles y particulares del pop se encuentran en esta banda -Fred Schneider, Kate Pierson y Cindy Wilson- como así también uno de los guitarristas más inventivos de la movida new wave, el olvidado Ricky Wilson (hermano de Cindy) que dejó este mundo muy joven, victima del SIDA.
Las comparaciones son odiosas, pero me atrevo a decir que Los Twist causaron una impresión similar a nivel nacional: humor, new wave y un amor incondicional por el rock and roll de antaño; tanto en lo musical como en lo visual. La portada del disco estuvo a cargo de Tony Wright (voy a subir más portadas de este maestro, lo prometo) bajo el seudónimo Sue Ab Surd y su estética pop art no podría ser más adecuada para tanto “ritmo colocado”.
Los highlights: “52 Girls″ y “Rock Lobster”, obvio.
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oidosintrepidos · 7 years
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Demon Fuzz // Afreaka! (1970)
Una especie de luchador enmascarado, con reminiscencias a El Santo, acapara todo el espacio de la portada de Afreaka!, (único) disco de culto editado por Demon Fuzz. Esta suerte de mandingo posa imponente y vigoroso, tanto en el frente como en el dorso de la caratula, y representa perfectamente la música que contiene en su interior. Los Demon Fuzz (el nombre tiene dos significados, “hijos del diablo” o “malos policías”, según uno de sus integrantes) eran un grupo de emigrados africanos que, al igual que tantos otros, llegaron a Inglaterra a comienzos de los 60′s beneficiados por la política de repoblación de dicho país. Luego de un tiempo de funcionar como una banda de ska primero (uno de sus integrantes era jamaiquino) y de soul sureño después, uno de sus miembros, Paddy Corea, tuvo una “revelación” durante un viaje a Marruecos que lo llevó a convencer a sus compañeros de cambiar de piel, y en 1971 grabaron el citado Afreaka! (Dawn). Insisto, un disco que suena como su portada: potente y bestial, contundente y endemoniado; el título nos da otra pista de lo que nos espera: jams psicodélicas con sabor africano, jazz fu(zz)sión con funk-rock progresivo; los riffs de apertura de “Past, Present & Future” bien podrían estar en algún disco de metal y recuerdan a bandas contemporáneas como Goat, pero también guardan algunos puntos en común con Blood, Sweat & Tears, una de las bandas que los influyó. Todo es bienvenido en esta coctelera afro. Si hasta llegaron a los oídos del mismísimo John Peel (todos de pie), que no dudó en darles rotación en su programa radial de la BBC. Los Demon Fuzz no quedaron conformes con el resultado final del disco (el productor removió algunas pistas de órgano, por ejemplo) y la poca repercusión en los medios y fricciones internas, los llevaron a su disolución. Pero por suerte esta joya oculta de la experimentación se reeditó en 2005 y existe internet, claro.
► https://youtu.be/VWuaagz8Pig
Los highlights: la conciencia ecológica de “Hymn to Mother Earth” y la versión de “I Put A Spell On You” de Screamin’ Jay Hawkins, que se editó posteriormente a Afreaka!
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oidosintrepidos · 7 years
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The Cyrkle // Neon (1967)
Sunshine pop, naive-folk o psych-rock, elijan la etiqueta que quieran, The Cyrkle (nombre sugerido por Brian Epstein, a su vez por sugerencia de Lennon) tenía mucho de eso y sabían cómo explotarlo sin quedar como unos pretenciosos. Un ejemplo de que en los 60′s hasta las bandas de segunda categoría tenían propuestas interesantes.
Los highlights: “The Visit (She Was Here)” y “It Doesn’t Matter Anymore”, que fue sampleado hace no mucho por Gruff Rhys en “Shark Ridden Waters”.
► http://yt.vu/p/PLRQKT-Cu2_2QN-mbwHy7XYNTUr8WUC0XB
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