CASI PERFECTO CAPITULO 15 FINAL -CASI PERFECTO-
54,955 palabras y solo una para ustedes GRACIAS
No me despido de ustedes, solo descansare por una temporada y volveré. Gracias por la espera y hasta pronto!!!
¿Valor? ¿Lealtad? Y ¿Justicia? Eran palabras que se supone definían a dos elementos de las fuerzas especiales de policía metropolitana de Tokio. En un crimen casi perfecto, el Amor lo hizo imperfecto y por ende frágil, vulnerable, disfrazado con mentiras.
¿Cuánto puede amar una persona para olvidar y perdonar a otra?, cuando encuentras tu objetivo y te conviertes en el objetivo de alguien más, ¿Cuál es la decisión correcta?
***Madrugada del Rescate***
–¡Watanabe!–
–¡Papá! –
Un cálido abrazo hacia el reencuentro fraternal entre el director y su hija forense ambos, excitados por la adrenalina del momento. La comandante Sae les seguía los sus pasos hasta reunirse con ellos y pregunta por Jurina al verla irse presurosamente sin importarle sus ropas y su aspecto.
–Es bueno volver a verte Miyuki–
–Gracias, lo mismo digo–
–¿A dónde va el agente Jurina con tanta prisa? –
–Supongo que… ¿Dónde estoy? –
–En Cobe–
–¡COBE! –
–Así es, ven vamos a que te revisen–
–estoy bien, solo algo fatigada–
–¿Algo? Estas pálida y muy delgada–
–Estaré bien papá, supongo que volvió a Tokio comandante, deben saber que hay que encontrar a Sakura cuanto antes–
–¿Por qué? –
–Ella es quien me tenía secuestrada y al parecer tiene a Miku y Rena–
–¿Qué? –
–Jurina no descansara hasta encontrarla–
–Ya decía yo que esa mujer no tenía buenas intenciones [Nao, Cambio]–
Por la frecuencia de radio, la comandante Sae no tenía intenciones de esperar y contacta de inmediato a su equipo.
–[Aquí Nao, cambio–
–Emita un comunicado de carácter urgente, boletine el nombre de Miyawaki Sakura en todos los aeropuertos, brinde fotografía de apoyo para que la rastreen en las estaciones de trenes o cualquier otro lugar debemos encontrarla a como dé lugar, cambio y fuera–
–Enseguida, cambio y fuera.]–
–¡Que sucede ahí! –
El director corre seguido de las otras dos chicas a una de las ambulancias donde intentaban de forma desesperada reanimar a un agente caído.
–¡Sayanee! –
Alterándose también a ver el cuerpo inerte, Miyuki sabía que esto no significaba nada bueno.
–Sube a la ambulancia, nosotros iremos detrás–
Un poco más coherente para dar órdenes Sae, le indica que hacer tanto a Miyuki como a al devastado Director.
***Camino a Tokio***
La lluvia seguía incesante, dentro de Jurina había un mal presentimiento que se agrandaba y oprimía su pecho cada vez más, incluso podía sentir que le faltaba el aire. Aun no sabía si era verdad lo que Miyuki le dijo, viniendo de Sakura se podría esperar cualquier cosa. Ahora sabiendo la verdad, Miyawaki había peleado con Sayaka intentando huir dejándola moribunda, la pregunta que se hace es, ¿qué más hay detrás? Obviamente al enterarse de que Sakura es la culpable de todo Yamamoto quería venganza ya que parecían llevarse bien, sin embargo se formulaba otra pregunta que se negaba a hacerse. Todo era muy confuso y mientras Jurina conducía a todo lo que le daba la potencia su automóvil deportivo, pensaba en miles de cosas y más era su desconcierto.
Al llegar a su casa, baja de su auto presurosa importándole poco la lluvia y su vestimenta, también en Tokio había un mal clima. La pela con Lola le había desgarrado su vestido elegante y traía sangre sobre él, su cabello era todo un desastre sin embargo, ella corre hasta llegar a la puerta, la abre y es recibida por Sam pero el perro parecía bastante alterado, mientras ella entra de lleno directo a la habitación de Miku, Sam aruñaba la puerta queriendo salir.
–Sakura…–
Apretando sus dientes murmurando su nombre, empuña sus manos. No hay nadie, Sakura ya ejecuto posiblemente un plan y ordenó que se las llevaran ¿Por qué? ¿Para qué?¿ En verdad Sakura es mala? ¿Cómo fue que le permitió meterse así en sus vidas? No sabe dónde empezar a buscar pero por alguna razón piensa en que debe tener cómplices y el único que viene a su mente es la amiga de Yamamoto. Era un tanto sospechosa con los comentarios que le hizo al conocer a Miku y parecía llevarse bien ayer en la fiesta, cualquier información le seria de ayuda.
Sin perder más el tiempo, vuelve a la puerta de salida pero trata de calmar a su amigo quien no se queda quieto y se aferra a ir con ella escapándosele por entre las piernas. En un abrir y cerrar de ojos Jurina llega al departamento de Sayaka, toca varias veces la puerta pero nadie responde, esto definitivamente no le da buena espina. Busca la llave debajo del extintor y se introduce de nuevo sin permiso a la morada de Yamamoto.
Está completamente oscuro, conforme avanza va encendiendo las luces solo para descubrir que tampoco hay nadie. Se lleva las manos a la cabeza y trata de pensar que es lo que puede hacer o por dónde empezar. Antes de decidir salir desvía su vista a un cuadro de recordatorios que Sayaka tenía en su sala a la vista, en el hay un papel pegado intencionalmente. Se acerca a él y es bastante peculiar.
–¿Por qué esta aquí esto….? –
Murmura imaginándose algo más sucio, el papel tenía una tarjeta del aeropuerto privado de Tokio con los datos y ubicación ¿Una membresía? Sale corriendo pues tiene la fecha de hoy. Cuando llega al aeropuerto Sam brinca por la ventana semi abierta como puede. Jurina entra en alerta él no reaccionaria así a manos que Miku estuviera cerca. Corre tras él ya que podrá pasar sin problemas pero a ella no la dejaran entrar, y en efecto. Sin embargo muestra esa membrecía y como si fuera una llave mágica le conceden el paso.
Corre hacia la pista y enseguida se da cuenta que está vacía Sam solo da vueltas en círculos mientras ladraba y hacia sonidos extraños a manera de desesperación. El perro olfateaba insistentemente y se introducía al interior de lo que parecía una sala de espera. Agitada llega corriendo mientras observaba lo que hacía de lejos el perro. Miraba fríamente la pista, el sol ya iluminaba bien el área conforme trataba de controlar su respiración y empuñaba sus manos.
Dentro de ella la amable sargento se desvanecía por cada segundo que pasaba, y daba nacimiento a un demonio que ya vivía dentro de ella al darse cuenta que es lo que está sucediendo y no se atrevía a pensar. Llevándose las manos a la cintura comienza reírse con ironía, sintiéndose traicionada la ira, el despecho, la tristeza y la desolación eran malas compañías. Nada tiene sentido y todo era más confuso que antes pero ya se había dado cuenta de algo. Trataba de comprender porque Sakura está en la ecuación, ¿Por qué ha hecho esto? Pero la verdad saltaba a la vista.
Fatigada y comenzando a sentir el precio de no haber dormido y haberse exigido durante el rescate, el cansancio le cobraba la factura. Ahora se dirige a la sala donde Sam seguía buscando rastros alterado y la guía cerca del baño. Ahí estaba su respuesta tirada en el piso encontrando por fin a alguien conocido.
–Kinoshita…–
Tirada con su cabeza en un pequeño charco de sangre que aun parecía estar fresca y salir un poco. La mueve con su pie pero la chica no responde, su mirada es fría sin piedad alguna y con la ayuda solo de su pie la voltea. Pone una rodilla en el piso, la levanta de los hombros como si la sentara. Acerca un poco su oreja a su nariz y nota que aun respira. Le da leves cachetadas consecutivas para hacerla volver e sí. La chica comienza a mostrar signos de conciencia, pero parece que no es estable, sus pupilas están dilatadas y su mirada no está quieta.
–Ahh~, estoy en el cielo– Sam se acerca a ellas y lame la cara de Momoka, – No me gustan los perros, iaghh ay ay…–
–En el infierno querrás decir–
Por fin reaccionaba debido a los lengüetazos de Sam, parpadeaba y arrugaba los ojos distinguiendo la figura de Jurina y no perdiendo su humor, pero Jurina no estaba para eso. La toma por el cuello de su blusa y la acerca ella. La fuerza de Jurina era tal que la otra chica parecía un muñeco de trapo.
–aaah~ Matsui,… supongo que es así, –Momoka habla entre dientes intentando coordinar bien sus frases pero se refiere más a su aspecto que le da la razón. –¿Qué le paso a tu cabello? Y esos harapos…–
–¿Dónde están? –
–No lo sé y aunque lo supiera no te lo diría–
–¡Déjate de estupideces! –
–¡Ay!¡ Ay! – Jurina la sacude fuertemente varias veces lo cual le genera un dolor más fuerte de cabeza aventándola de nuevo al piso –No no no, no te enojes, lo siento, lo he visto tantas veces en películas que quería decirlo ricitos de oro–
Momoka se retuerce de dolor sosteniendo su cabeza entre sus manos haciéndose bolita en el piso y Sam no ayudaba mucho pues le pasaba varias veces por encima.
–Maldita Imbécil ¿Dónde están? –
–No lo sé, yo también fui usada–
–No te creo–
–T..ten esto– Momoka le ofrece una tarjeta dorada que contiene varios datos y después se devánese pero no pierde el sentido.
–¿Qué es eso? –
Viendo la dificultad con la que la chica hablaba, ya no respondió nada mas solo se quejaba en el suelo a pesar de su sentido del humor antes mostrado. Decide usarla y llevarla a que le den atención médica al menos. Al parecer fue un golpe grabe y Momoka no parece tener intenciones de levantarse, se queda tirada en el piso con su actitud perezosa y solo se queja.
–¡Auch! Ay ay ay~ –
A pesar de sus bromas parecía ausente aparte de retorcerse de dolor el piso, de pronto vuelve a desmayarse sin responderle nada más.
–Maldita sea–
Jurina vuelve a levantarla pero esta vez cargándola en forma de bulto dirigiéndose directamente al auto de nuevo cuidando de no ser vista, la chica que trae a cuestas es muy famosa y no le conviene que Sakura se entere que la ha encontrado con vida seguramente intento cerrarle la boca por completo.
Jurina acomoda a la chica en el asiento de atrás acostándola mientras Sam tomaba el asiento del copiloto, piensa que hacer con su amigo canino pues sus padres no están en la ciudad y volverán en un par de semanas, a la vez es bueno pero, así puede evitarse dar explicaciones. Por ahora debe ir al hospital.
***COBE***
Trascurridas algunas horas, el Director y la comandante Sae encontraban en el área de urgencias donde era atendida Yamamoto de uno de los múltiples paros respiratorios mientras Miyuki era revisada para valorarla después de haber estado cautiva. Pasaron algunas horas conectada a una bolsa de suero y pronto se reunió con ellos. Con un permiso especial veían como en terapia intensiva de nueva cuenta reanimaban a Yamamoto de un nuevo paro respiratorio. La sala de terapia intensiva prácticamente no tenía descanso, apenas si lo graban estabilizarla ella caía de nuevo en paro parecía como si ella misma se reusara a vivir. Lograron detener la hemorragia pero no sabían si lograría pasar la noche, sus pulmones se habían llenado de líquido debía ser intervenida de inmediato pero para su desgracia no había cirujanos disponibles. Miyuki Abrazaba a su padrastro pero cada que ocurría algo ella prácticamente se pegaba al cristal de la ventana que las separaba. Dentro de ella intentaba trasmitirle que estaba con ella y que la quería con vida pero no parecía hacer efecto.
–¿Qué ocurre? –
Miyuki observa como el medico a cargo sale de la sala con un rostro que conoce muy bien.
–¿Son familiares de la joven?–
–Yo soy su tío, soy lo único que tiene–
–Bien, entonces debo informarle que la situación es en verdad crítica, no podemos estabilizarla, ella ha perdido mucha sangre y la que hemos solicitado es insuficiente. Necesitamos varios donadores de sangre tipo B, por otro lado, no podemos tenerla más tiempo aquí–
–¿Cómo? –
–¿Por qué? –
–No tenemos el personal necesario para mantenerla con vida como bien sabrán tenemos demasiados pacientes hoy, deben trasladarla de inmediato, he hecho algunas llamadas y podrían recibirla en Tokio de emergencia–
–Pero no resistirá el viaje ¿Por qué no en la ciudad principal?–
–Hemos hecho traslados y están completos, ella fue la última en llegar y –
–¿Qué personal es el que necesita? –
–La paciente presenta un cuadro agudo de neumotórax traumático con edema pulmonar, es muy delicado y no contamos con un cirujano libre por ahora, el más próximo termina de operar en tres horas y no sabemos a ciencia cierta cuanto pueda resistir –
–¿Quiere decir que tanto puede morir en el traslado como esperando?–
–Lo siento mucho –
– La trasladaremos–
El director no parecía bromear, y Sae con su rostro serio miraba hacia la camilla de Yamamoto que parecía ya estable aunque, conectada a varios tubos auxiliares.
–¿Papa? –
–Es lo mejor, en hospital privado de Tokio están los mejores cirujanos. Sae encargase por favor de llamar al helicóptero estará aquí en menos de una hora y avise en el hospital para que la reciban de inmediato–
–Enseguida señor–
–¿Doctor, puedo entrar? –
Pregunta Miyuki al médico a cargo el cual asienta con su cabeza. Miyuki entra de inmediato y puede verla de más cerca. Lucia completamente amarilla, era obvia la falta de sangre, sus labios casi blancos y solos resaltaban los golpes de la paliza que le había dejado el rescate imprudente y su pelea con Sakura.
–Quédate conmigo–
Tomando su mano con sus manos tibias, y desde lo más profundo de su ser, le dice aquellas palabras en conjunto con el sonido de su respirar forzado dosificado con oxígeno auxiliar y el bip del aparato que marcaba su ritmo cardiaco.
–Resiste…–
***Tokio***
El sol comenzaba a ser intenso y a generar ese molesto calor parecido al del verano pero ya hacia frio, en verdad fue una noche difícil para todos y muy contrastante, ayer una tormenta y hoy es muy soleado. Sin duda es un día de esos malos, para algunos el peor y para otros el último.
Jurina había dejado a Momoka a cargo de los doctores y bajo la mirada del personal que criticaban su vestimenta sucia, cabello desaliñado y maltratado por químicos se quedó ahí, esperando que le dieran diagnóstico de Kinoshita. Su testimonio es lo más cercano a Rena y a Miku, tiene y debe aprovecharlo.
–¿Es usted familiar de la paciente de nombre Kinoshita?–
–No–
–Lamento informarle que las política- –
–Ya sé, sé lo que dicen sus políticas, pero soy un agente y es un testigo en vigilancia y necesito su testimonio–
Jurina le enseña su placa, además de su cara maltratada por todas las emociones que desde ayer la hacían cambiar sus gestos, el medico aclara su voz.
– Esta aún inconsciente presenta un traumatismo craneoencefálico el golpe fue bastante fuerte con hemorragia e inflamación, hemos suturado la herida y he mandado hacer algunos estudios –
–¿Se repondrá pronto? –
–No podría decirle con exactitud los golpes en la cabeza son impredecibles, la hemos inducido aun coma temporal para bajarla infamación del cerebro, lo mejor será que vuelva a casa ella no despertara hasta pasadas al menos 12 horas–
–Volveré mañana–
[Doctor Kuga, se le solicita en el quirófano 4 para operación de neumotórax traumático, carácter prioritario, Doctor Kuga, se le solicita en el quirófano 4 para operación de neumotórax traumático, carácter prioritario]
–Ese soy yo, ¿ustedes tuvieron una pelea? Ambas están…–
–Doctor, vaya a sus asuntos, yo tengo los míos ¿sí? Gracias–
El doctor hace una mueca de desagrado y solo comienza a caminar, parece que el diablo se soltó anoche y han comenzado a llegar pacientes muy peculiares como el que viene encamino.
Jurina caminaba por uno de los pasillos que la llevaría a la salida y ve un gran alboroto, los encargados caminaban de un lado a otro extrayendo algunas bolsas de sangre que colocaban en hieleras. Una enfermera le sale de pronto a su paso y la intercepta.
–¿Disculpe que tipo de sangre es usted? –
–B –
–¿Le gustaría hacer un donativo? –
–Ah… no lo sé, no sé si pueda–
–Le voy a hacer algunas preguntas siéntese por favor ocupamos su tipo de sangre con urgencia–
–Está bien–
–¿A qué se dedica? –
–Soy Agente de la policía metropolitana de Tokio–
–Perfecto, hace cuanto fue su último análisis–
–Aproximadamente 15 días–
–¿Alguna enfermedad o padecimiento detectado? –
–Ninguno–
–¿Ha ingerido algún medicamento o bebida embriagante en las últimas 12 horas?–
–No–
–¿Sus resultados de sangre reportaron alguna anomalía? –
–Ninguna–
–Eso es todo, los oficiales suelen tener una sangre limpia debido a los exámenes de rigor pase por aquí por favor–
Jurina es introducida a un pequeño compartimiento con un sofá individual, rápidamente es preparada para extraer su sangre. Afortunadamente Jurina no tiene ninguna adicción u enfermedad.
–Tenemos una emergencia ¿Extraeremos el máximo está usted de acuerdo?–
–Si está bien–
Como buen oficial, hasta de su sangre debe de disponer para hacer el bien aunque ella se ha olvidado completamente de lo que es el bien. Progresivamente siente un ligero mareo, esta donando más del promedio todo sea por terminar de una buena vez este caso y dar con todos los culpables. Cuando terminan de extraer su valiosa sangre que salvara una vida. Le dan un una botella de aguay un jugo el cual bebe como si fuera un niño.
Mientras caminaba a la salida de nueva cuenta, al pasar por un módulo escucha el ruido típico de una frecuencia de radio.
[–El helicóptero Airbus H135 pide permiso para aterrizar en su helipuerto cambio–]
Jurina se detiene de golpe, el Airbus H135 es el helicóptero del departamento de la policía para misiones y rescate.
–[Aquí torre de control, afirmativo despejado, cambio–]
–[Airbus H135 arriba en 60 segundos y contando, paciente en paro respiratorio solicita personal auxiliar esperando, cambio y fuera] –
Rápidamente a pesar de su mareo corre a la azotea y sube mostrando su placa solo para ver como descendían apurados dos hombres que jalaban una camilla y entre dos más atendían a alguien en el piso con urgencia. Miyuki y el director descienden también y su aspecto es horrible, Miyuki no para de llorar. A pesar de lo que ve intenta dar un paso al frente pero algo le impide acercarse. El lugar de sentir compasión o preocupación empuña sus manos y aprieta sus dientes ¿Por qué de pronto siente un ligero rencor hacia ella? quizá porque posiblemente también está detrás de todo esto, solo falta la confirmación de quien esta inconsciente aun.
En cuestión de segundos logran reanimarla y es introducida de inmediato al elevador seguida de las otras tres personas. Jurina da media vuelta y vuelve por las escaleras esta vez dispuesta a irse Momoka no despertaría, así que no puede hacer nada por ahora.
***Terapia intensiva***
Yamamoto ingreso inmediatamente al quirófano, más muerta que viva y su cirugía era ya de alto riesgo. Si volvía a caer en paro durante la operación sería su fin así que los médicos trabajan arduamente durante la intervención.
Afuera esperaban sus seres más allegados, el Director y Miyuki de pie dando vueltas esperando por el resultado de toda esta tragedia Jurina Solo los observa a los dos de lejos, supone que su comandante se ha ido a la comandancia no la ve por ningún lado, no se atreve a acercarse y en verdad estaba dispuesta a irse pero con todos sus sentimientos encontrados ella se retira, tampoco pueden hacer nada hoy y no hay visitas hasta el día de mañana así que su búsqueda quedara inevitablemente varada hasta que Kinoshita despierte.
Metiendo su mano a la chaqueta que solo se puso por que estaba en el coche toca con sus dedos lo que antes la había dado Kinoshita.
–Bueno, no está de más ir a ver–
Jurina sale del hospital dirigiéndose su casa aún debe pensar en Sam, no siente nada por saber del estado de Yamamoto y antes de visitar otro lugar prefiere verse presentable. Al llegar al fin se quita el vestido sucio y trata de arreglar un poco su cabello pero está realmente en mal estado. Cansada de deja cae en su cama, la soledad de su habitación nunca le había pesado tanto como ahora. De pronto lo tenía todo y de la noche a la mañana no tenía nada. Había muchas preguntas en su mente y una de ellas taladraba su cabeza ¿A caso Rena no la amaba lo suficiente o en su defecto lo le hizo saber que la amaba incondicionalmente para saber que la dejaría estar con su hija? ¿Qué hizo mal?
Ahora tiene que pensaren como les dirá la verdad a sus padres, seguro enloquecerán y sobre todo odiaran a Rena. Debe tener mucho cuidado pero la verdad es así y no hay otra forma. Sin la esperanza de poder descansar, decide ir al lugar misterioso que decía la tarjeta un poco más repuesta.
***El Lugar Misterioso de Kinoshita***
Llegando hasta la dirección que le proporción Kinoshita era bastante enigmático, solo era una puerta en medio de una gran barda.
El lugar era nada más ni nada menos que un lujoso salón de belleza donde al mostrar la tarjeta no le dieron opción a replica y le arreglaron el cabello en contra de su voluntad.
–Kinoshita….–
Su melena oscura y dañada se convirtió en un cabello rubio con tonalidades oscuras, ella misma no se reconocía incluso, su aspecto la hacía ver más agresiva, fuerte y madura.
Mientras tomo ese pequeño lapso de mejora, que sin duda le venía bien se le ocurrió la idea de dejar a Sam en la comandancia, hay un lugar para los perros de guardia y estará muy bien cuidado en estos días así que terminado ese bochornoso momento, sin pensarlo más tiempo ella se pone en marcha hacia allá.
***Comandancia***
Parecía cualquier otro día ahí, después de pasar a dejar a su amigo peludo, con seguridad camina hasta llegar al ascensor. Los demás oficiales miraban y murmuraban, había mucho que hablar a hurtadillas. Cuando llega a su piso nota que es el cambio de turno, no hay nadie.
–Agente Jurina–
–¡Oh!, Dios que susto–
–¿Qué haces aquí? Deberías estar en el hospital ya que está madrugada trasladaron a Yamamoto gravemente herida–
–Ah, bueno yo…–
–¿Y ese cabello? –
–Bueno, durante la pelea con Lola se me daño así que me lo arregle un poco–
–¿Un poco? –
–Como sea, supongo que ya sabe lo de Miyawaki, no hay tiempo que perder–
–Así es, tengo media policía buscándola –
–No es suficiente –
–Supuse que buscarías por tu cuenta, desapareciste de pronto–
–Y eso hice–
–¿Tienes algo? –
Aun dudosa de sus sospechas, no se atreve a hablar de Kinoshita, obviamente es una información que quiere solo para ella.
–No, aun no–
–¿Iras a visitar a Yamamoto? –
–Quizá mañana–
–¿Quizá? ¿Te encuentras bien Jurina? –
–Sí, comandante ¿Dónde está Lola? –
–Mmmh, de eso debemos hablar–
–¿Qué ocurre? ¿Van a extraditarla? –
–Parece que sí, pero he retrasado ese amparo–
–Ella pregunto por ti y por Yamamoto. La tenemos aquí en las instalaciones–
–¿Y? –
–No dirá nada, a menos que estén las dos presentes–
–Bueno pues eso no podrá ser posible–
–Por ahora no–
–¿Puedo intentar hablar con ella? –
–Por supuesto, mientras más rápido nos deshagamos de ella mucho mejor–
***Lola***
Que agradable vista del otro lado del espejo, al fin del otro lado de la justicia podía ver a quien les echara a perder su estancia en Barcelona.
–Zafiro–
–Jurina–
–Agente Jurina, aunque te cueste más trabajo–
–Aun después de todo eres arrogante, Agente–
–¿Por qué no debería? No soy tan débil–
–¡Basta! ¿Podemos iniciar? –
La comandante Sae detiene la evidente discusión que se avecinaba, después de haberse golpeado no hace mucho aún se les veía con ganas de seguir.
–Por mí no hay problema, pero aquí nuestra distinguida detenida no sé si sea tan amable de cooperar–
–¿Disfruta de su trabajo? –
–Como no tienes idea–
–Dije que es suficiente–
–¿Solo ustedes dos? –
–¿Esperabas a alguien más? –
–Bueno, pedí ver a Yamamoto también–
–¿Y crees que estas en condiciones de pedir? –
–Sé que no, pero quiero ver a las dos–
–¿Por qué te interesa la presencia de Yamamoto? – Tras la pregunta de Sae se produce un silencio frio por parte de Lola – ¿No piensas responder? Tienes mucha confianza ¿Huh?–
–Por supuesto, no estaré mucho tiempo aquí–
–Eso está por verse–
–Han pedido mi extradición ¿Creen que no lo sé?–
–Que ha sido negada, ¿pero cómo? ¿No te han informado? – Jurina aplica sus tácticas para ejercer presión sobre Lola, esta donde deseo verla desde hace mucho –Seguramente no, no quieren romper tus ilusiones– Lola la mira con odio pero sonríe –¿Sabías de los planes de Sakura?
–Todo el tiempo pero te equivocas en algo–
– ¿Así, dime en qué? ¿Qué tienes que ver tu con la mafia del callejón, eres el jefe cierto? Eres líder de una célula criminal, la más grande y por cierto te suena ¿Edgar Franco?– Lola solo se ríe con cinismo –No pareces sorprendida–
–La que se va sorprender eres tú–
–¿Qué quieres decir? –
–Si yo soy, pero no soy a quien buscas–
–Y, ¿A quién busco? –
–Yo no soy el extranjero.– Directa al grano, pero siendo enigmática, la ausencia de Yamamoto arruina sus planes. – Pero lo vi alguna vez de frente–
–¿Quién es? –
–¿Y crees que te lo diré así de fácil–
–Te recuerdo que quien está del otro lado eres tú, pero está bien, ¿Qué relación tienes con Miyawaki?–
–¿No es obvio? Pero ya no importa, me dejo atrás…. desde hace tiempo… me ha traicionado–
–Tú has traicionado a todo un país, no sientes culpa–
–¡Ha!, Si debo sentir culpa por la traición, creo que hay más traición aquí, entre ustedes–
–¿A qué te refieres? –
–No voy a hablar hasta que ver a mi padre y tener a Yamamoto aquí –
–Oh, sobre eso, – Sae hace una seña hacia el cristal y un policía entra con una portátil – No puedo hacer nada por lo segundo pero–
[–¡Lola!] –
–¿Qué? Esto no es- –
–Esto es todo lo que tendrás así que empieza, te escuchamos–
[–Si no lo haces Lola, no poder traerte de regreso y todo saldrá a la luz–]
Aun con su padre del otro lado de la pantalla se reusaba a hablar, ¿Por qué insistía en ver a Yamamoto? –
–Bien, a Yamamoto no la podrás ver hasta que sea dada de alta, tu “amiga” Sakura la hirió gravemente, al menos dime ¿Qué tiene que ver Miyawaki en todo esto? –
–¿Por qué no se lo preguntas tú? –
–Como si pudiera hacerlo–
–Lo sabes, sabes dónde está–
Inclinándose hacia el frente miraba retadoramente al agente Jurina, quien le correspondía de la misma forma pero con sus brazos cruzados al frente sin perder la postura erguida.
–No, no lo sé y por lo visto tú tampoco y no te creo nada de lo que dices–
–Hum… No me importa si me crees o no– Volviendo a recargarse en su asiento no pierde el orgullo y sigue hablando enigmáticamente –al final todo se sabrá de una forma u otra–
–Sakura parecía tener el mando o, ¿Estas encubriendo a alguien más? –
–El secuestro lo planee yo así como una sugerencia para el jefe, hay una tregua entre bandos por eso pude entrar a este territorio, bajo ciertas ordenes aunque en jerarquía Sakura es más–
–¿Mas qué? – Lola ya no respondía nada solo la miraba con una cara estúpida y sonriente como si fingiera demencia –Lo siento mucho, pero tus vacaciones aquí serán mucho más largas ya que no quieres cooperar–
[–Lola, di la verdad–]
–¡No hay verdad! –
Un inusual mensaje de texto de un número desconocido detrae el interrogatorio mientras la voz de la pantalla le pedía entrar en razón.
–[Estoy esperándote] –
Jurina, mira a Lola quien está encerrada en su mundo, es obvio que algo oculta pero también es obvio que no dirá nada. El día está a punto de terminar y se le acaba la paciencia. No ha parado desde ayer, hay mucho que analizar y mucho por hacer sobre todo, su prioridad es encontrar a Miku y a Rena.
–¡Es suficiente!–
Jurina sale de la sala de interrogatorio, enseguida de ella la acompaña la comandante, viendo como su mejor agente esta siendo afectada psicológicamente.
–No puedo seguir con el interrogatorio–
–¿Por qué? –
–No me siento bien y ella solo está jugando con nosotros–
–Está bien, está bien, han sucedido muchas cosas ve a casa–
–¡No puedo! –
–Es una orden–
–Sabe que- –
–Entrégame tu arma–
–¿Qué? –
–Tu arma, no lograras nada hoy, ve a casa, es una orden si la desobedeces, si me entero que te has ido por ahí te retiro la placa. Te estaré vigilando–
–¿Me pondrás policías afuera de mi departamento? –
–De ser necesario si–
–Está bien–
Cerca ya de las 11 de la noche, se cumplían más de 48 horas sin descanso, aunque no lo quisiera, aunque su voluntad fuera más fuerte su cuerpo le pedía detenerse un poco. No le queda más que obedecer a su superior y ese mensaje no tiene un emisor ¿Sera Sakura? Pero ¿Dónde la espera? Sin darse cuenta se queda dormida en una posición bastante incomoda mientras pensaba en cuál sería su próximo movimiento.
***Mañana siguiente***
Lo primero que pensó al abrir los ojos fue en ir al hospital pero no precisamente para ver a su amiga, si no para terminar de atar cabos con la ayuda de Kinoshita y salir de al menos algunas dudas.
–¡Jurina! –
De un sobresalto, el agente voltea hacia una de las salas de espera ya que solo iba pasando por ahí, Miyuki fue la primera en verla llegar y corrió a ella abrazándola, un gesto bastante peculiar ya que nunca lo hace, pero en ese momento no eran compañeras de trabajo eran las amigas que se habían formado durante y después de su viaje a Barcelona. Mientras saluda inclinando un poco su cabeza a un preocupado director que parecía no haber dormido y se veía bastante descuidado.
–Miyuki… ¿Estas bien? –
–Sí, me revisaron en el hospital de Cobe y descanse un poco ayer, me repondré pronto, Sayaka esquíen está muy mal ¿Dónde te habías metido? Te ves diferente–
Miyuki hacia muecas extrañas mientras tocaba algunos mechones de cabello rubio de Jurina.
–Miyuki, respóndeme algo–
–¿Qué cosa? –
–¿Yamamoto te menciono algo de Rena cierto? –
–Pues, pues no entendí muy bien lo que dijo, ella deliraba y hablaba de Sakura con desesperación, se reusaba a perder la conciencia, solo me dijo que debía detenerla por lo que ya te he dicho antes–
–¿Y cómo esta ella? –
–La operaron ayer, perdió mucha sangre por las heridas provocadas en la pelea con- –
–Ah, ¿así que mi sangre era para eso?
–¿Tu Sangre?–
–Al fin decidiste venir–
Sae interviene, pues también va llegando y la presencia de Jurina no era algo que esperaba ver y menos cuando la vida de sus dos seres más importantes está en riesgo a parte de su actitud extraña hacia Yamamoto. Hace apenas algunos días moría por recuperar la amistad entre ellas y hoy pareciera que no le importa.
–Sí, y al final he terminado ayudándola–
–¿De que estas hablando? –
–De Yamamoto, comandante– Responde Miyuki mirándola.
–¿Qué sucede contigo? ¿Y cómo es que la ayudaste? Para eso tuviste que estar aquí….ahh ¿Qué estas ocultando?–
Miyuki ante la pregunta de Sae se estremece, quizá Jurina no lo sepa pero su instinto agudo sabe que Yamamoto está involucrada en todo esto. Ahora ella ha terminado encubriéndola, precisamente no es quien para decirle lo que le dijo la otra chica, debe ser la misma Yamamoto quien lo haga, si es que puede hacerlo.
–No tiene caso que lo siga ocultando, he traído a la amiga de Yamamoto–
–¿Amiga? –
A Miyuki le llámala atención, ¿Quién pudiera ser? Yamamoto era siempre algo solitaria. Mientras que Sae se formula algunas preguntas en su mente comenzando a sospechar.
–Sí, la encontré inconsciente en el área privada del aeropuerto donde estoy segura ahí estuvo Miku y Rena. Por ahora no puedo hacer mucho hasta que ella me diga exactamente que paso y si mis sospechas son ciertas Yamamoto está involucrada también–
–¡Pero qué dices Jurina! –
El director se levanta de golpe y va hacia ella, obviamente no se lo cree.
–Lo que oye, Yamamoto Sayaka está involucrada en el secuestro de mi sobrina y de Rena Matsui–
–¿Estás loca? –
–Ella me odiaba gracias a usted ¿lo olvida? Y ahora yo he tenido que pagar con creces de su tiranía–
Jurina en sus palabras tenía algo de razón, pero Miyuki no entendía por qué de pronto todo parece una atmosfera diferente, esto va más allá de una simple sospecha hacia Yamamoto.
–Disculpe director, Jurina, no es momento de discutir esto aquí…–
–Lo siento–
–Lo importante es que al menos tenemos a alguien y debemos llegar al fondo de esto, Jurina mentiste ayer ¿Y cómo supiste adónde ir? ¿Por qué incriminas a Yamamoto?–
–Solo, tengo la ligera sospecha y para su mala suerte soy excelente haciendo mi trabajo y si me disculpa iré a ver si ya despertó mi sospechosa–
–¡Espera Jurina! Iré contigo–
–¿No prefiere esperar a que les den noticia de Yamamoto? –
–No, quiero conocer al testigo y supervisar tu interrogatorio–
–¿Teme a que lo mate comandante? –
–Estas muy tranquila para todo lo que está sucediendo, si, temo por su integridad–
–Está bien, venga conmigo–
–Yo también voy–
–¿Segura Miyuki? –
–Sí, aun si permanezco aquí no cambiaría nada, no podemos entrar a verla todavía–
Miyuki un tanto curiosa por saber quién es también quiere acompañarlas, ella mira al director devastado pero firme en su temperamento.
–Adelante, yo me quedare aquí dentro de poco vendrá el médico–
–Gracias–
–Bien, síganme–
***Habitación de Momoka cuidados especiales***
Momoka dormía plácidamente, parecía no tener culpa en su rostro y los informes del médico determinaban que despertaría de un momento a otro. Jurina no tenía intención de esperar mucho tiempo más.
–Hey, despierta–
Se acerca a la cama mientras le habla y cuando está cerca se sienta en el borde y le da una pequeña cachetada a lo cual exalta a Miyuki y a la comandante. Jurina no conforme la seguía sacudiendo de los cachetes llamándola constantemente.
–¡Jurina! –
Miyuki viendo a la chica y como médico aunque no de medicina interna, el vendaje le hace saber que fue una gran lesión en la cabeza. En él aún se traspasaba líquido de la lesión.
–El medico dijo que estará bien no creo que enloquezca por algunos golpecitos, en todo caso igual y se lequita lo que ya está–
–No entiendo realmente lo que está sucediendo pero recibió un golpe en la cabeza, es peligroso–
–Sí, pero es más peligroso lo que ha hecho ella–
–¿A qué te refieres Jurina? –
Sae pregunta por fin interviniendo viendo como Jurina había cambiado su actitud y ahora es ese agente sin piedad que hace mucho tiempo no veía.
–En un momento lo sabrás ¡Hey, ya despierta! –
–¿Qué pasa? ¿Qué pasa? –
–Despierta–
–Ya, ya… ya desperté woow quien- Aaaaah eres tú de nuevo Matsui– La chica con sus ojos arrugados y parpadeantes daba un vistazo rápido a la sala al ver que no estaban solas –… mira nada más a quien tenemos aquí, Watanabe-San, viva, cuanto tiempo sin verte–
–Kinoshita…–
Jurina se esperaba esto, cruzada de brazos mira a Miyuki murmurar su nombre y verla con melancolía pero también sin sorprenderse de que fuera ella la testigo.
–¿Ahora si dime dónde están? –
–¿Quiénes? –
–No seas–
–No, no, es broma–
–¡Jurina!, tranquila–
Sae le habla antes de que la fuera a tomar del cuello, solo se levanta y permanece a un lado de la cama volviendo a cruzar sus brazos–
–Es bastante fácil hacerte enfadar, eres igual que Yamamoto–
–No soy igual a nadie, y mucho menos a ella–
–¿No? –
–Habla–
–Sí, sí, hablare pero antes ¿Quién es ella? –
–Comandante del departamento de asuntos internos, Miyasawa Sae–
–Oooh, estoy en verdaderos problemas–
–Así es, habla–
–Ya te dije que no lo sé, también fui usada–
–¿Esperas que te crea eso? –
–Sí, solo puedo contarte lo que sucedió además, de no ser así tú no tendrías ni idea donde comenzar ahora–
–Tú dejaste esa membrecía a la vista en la casa de Yamamoto, ¿Por qué? O mejor dicho, ¿Para quién? –
–Vaya, estuviste en casa. Sí, fui yo, solo que no esperaba que fueras tu quien llegara, a decir verdad no sé por qué tú me encontraste a menos que…–
Momoka se piensa su respuesta y se ahorra su comentario final no está segura de algo.
–Muy astuta–
– Pues sí, no estaba segura de que la orden viniera directamente de…–
–¿De quién? –
–Pues…–
–Anda dilo–
Jurina presionaba la descuidada confesión, Momoka sabía que no había a donde correr y era más que obvio, pero sobre todo, ¿Dónde está la otra agente? ¿No se supone que debería de estar con el amor de su vida que tiene en frente?
–… Sayaka…–
Al fin responde y Jurina sonríe fríamente dejando salir un chistido, su cara se llena de repudio, también Sae se llevaba la manos a la cintura incrédula, ahora entendía la actitud de Jurina. Miyuki solo permanecía expectante, ella no se sorprende pero de igual forma se molesta un poco con Yamamoto.
–¿Entonces Yamamoto lo sabía? – La pregunta tajante, seria y directa de Jurina enmudece por fin a la parlante Momoka –¡Habla! –
–¡Sí! Y si algo me sucedía ese sería el principal lugar donde me buscaría. Sakura es un demonio detrás de una cara bonita, tanto que termine cayendo a sus pies y en sus planes–
–Eso ya lo sé, ¿Cómo te prestaste a eso?, las dos están en serios problemas–
–Ya lo sé, pero deberías hablar con ella, te recuerdo que según mis cálculos ahora están a mano–
Volviendo a su actitud arrogante, Momoka se relaja. Es consciente de lo que está ocurriendo pero ya no hay marcha atrás.
–Esto no se compara, además parece que está pagando su culpa–
–Jurina–
–Lo siento Miyuki–
–¿Cómo? ¿Dónde está?–
–Ella está en terapia intensiva luchando por su vida–
–Ya veo… Sayaka…–
–Si he sabido antes lo que ha hecho la hubiera dejado morir–
–Naaah, eso lo dicen todos–
–¡Cállate! –
–Está bien, prosigue ¿Qué le ocurrió Matsui? –
–Primero dime tú que ocurrió Kinoshita–
–¡Ahh! ¿Vamos a negociar? –
–¿Tu dime? Estás implicada en un secuestro, puedo hacerte intocable y no pisaras ni la comisaria ¿O me equivoco Comandante?–
–Así es, esto se manejara con discreción–
–Eso suena interesante es bueno ser amiga de Sayaka pero, ¿ella?–
–hum, ella ya es intocable, su tío es nuestro director. Pero si es culpable hare que pague–
–Otra~–
–¿Aceptas o no? –
–Ya, ya, destrúyanse, mátense pero ya no me involucren–
–¿Qué sucedió? –
–Recibí una llamada de Sakura hace, no sé ¿Qué día es hoy, qué hora es? –
–Estuviste inconsciente todo un día–
–Rayos, así que esto pasó ayer, bueno en fin eran como las tres y algo de la madrugada, y me dijo que ya era hora–
–¿Hora de qué? –
–De ejecutar el plan–
–¿Y cuál era el plan? –
–Hacer que Rena te abandonara y se llevara a Miku con ella–
–¿Qué? –
–Perdón Miyuki, Sayaka estaba tan irreconocible que solo la ayude. Trate de localizarla esa noche pero no respondió y di por hecho que debía hacerlo pero aun no del todo segura deje esa membrecía en algún lugar visible para cuando Sayaka volviera, pero no sabía que ella justo estaba rescatando a su damisela. –
–¿Adónde se dirigirían? –
–Según yo viajarían a alguna parte de América. Solo que, no teníamos contemplado que la misma Sakura nos estaba sacando de su juego… Aahh~ esa mujer tan persuasiva con sus lindos encantos–
–¿Qué sucedió después? –
–Fui por Rena a tu casa y Miku de buena forma quiso ir con ella, en el aeropuerto… ella….bueno pues, Miku ya sabe que es su mamá, así que difícilmente podrás quitársela–
–No pretendo quitársela–
–¿Eh? ¿A no? –
Momoka no esperaba esa respuesta por parte de Jurina, juraría que la odiaría pero es todo lo contrario.
–No, después de todo es su madre–
–¿Aun la quieres a pesar de todo, Jurina?–
–No es momento para hablar de mí, necesito encontrarlas y aclarar todo esto–
–Vaya, no tienes ni idea…–
Murmura, ahora es seguro que Jurina no le pasa la idea de que Rena también es la asesina de su hermano, mira a Miyuki y ambas saben que lo saben y se lo están ocultando a él agente.
–¿Qué dijiste? –
–Nada, nada hay cosas que debes arreglar con Yamamoto, eso es seguro sin duda–
–Si ¿Qué se supone que debo arreglar?–
–Ustedes dos lo saben, se han dañado tanto en estos días. Ricitos de oro, el dolor es el dolor y el amor el amor, la heriste y estuvo a punto de morir a manos de dos tipejos que la golpearon sin piedad a pesar de verla completamente ebria, yo la encontré y la cuide todo el tiempo que estuvo desaparecida hasta que llegaste a la puerta de mi casa.–
–¿Qué? –
–Como lo oyes Watanabe, las cosas aquí no han sido fáciles para nadie, yo solo ofrecí un poco de ayuda a quien considero tenerle aprecio–
–Cometiste un delito, no saldrás fácilmente de ello–
–No creo que sea buena idea tratarlo como delito–
–¿Qué dice comandante? –
–La prioridad no es encontrar culpables, es dar con Sakura y saber que más hay detrás, la actitud de Lola durante el interrogatorio es muy sospechosa–
–¿Quiere decir que este secuestró pasara desapercibido? –
–No fue un secuestro como tal, – Interrumpe Kinoshita. –ellas se fueron por su propio pie, nadie las obligo, Sakura le ofreció ayuda a su hermana, así que no hay secuestró–
–Pero es evidente que están detrás–
–Lo sabemos, pero no hay evidencia de ello Matsui, Miku y Rena estarán bien, Sakura solo quiere atraernos a una nueva trampa y por lo que alcanzo a entender, Rena no tenía idea de lo que estaba detrás, ella no dejara que nada malo le pase a Miku–
–Supongo que tiene razón–
–De todas formas, Tu, te mantendrás cerca de nosotros y no puedes salir de la ciudad por su bien señorita Kinoshita–
–Bueno, yo debo retirarme–
–¿A dónde va agente? Aun no tiene su arma–
–Voy a visitar un lugar, pasare más tarde a la comisaria por ella Comandante–
–Está bien, nosotros permaneceremos aquí para ver cómo evoluciona Yamamoto–
–Sí, si, como sea me voy–
Después de comprobar la culpabilidad de Yamamoto, menos quería saber de ella por ahora, aun en el fondo la quiere y lo sabe por eso su molestia. No puede odiarla sin embargo, aún faltaba una pieza de este rompecabezas.
Sale del hospital, su destino es la casa de Miyawaki, nadie sabe dónde vive solo ella, así que probara suerte ya que es muy probable que de ella haya sido el mensaje misterioso y es lo único que viene a su mente.
Mientras tanto, la comandante se dispone a abandonar la habitación de Kinoshita y llevar consigo a Miyuki pero ella pide hablar a solas con Kinoshita. Ella sale y cierra la puerta para volver al área de espera de terapia intensiva. Dentro de la habitación se suscitaba algo no muy común, Miyuki miraba a Momoka al pie de la cama, cosa que le causaba escalofríos a la chica, nunca estuvo sola con ella y mucho menos bajo su mirada inquisitiva así que se decide a romper el hielo.
–Yamamoto me dijo que Rena es también la asesina del hermano de Jurina, dime es verdad o –
–A lo que yo sé, puede ser verdad pero, como fue que la encontraste ebria en un bar –
–Jurina y Sayaka han estado como perros y gatos desde que desapareciste eso tengo entendido, ¿Qué fue lo que le pasó a Sayaka?–
–Peleo con Miyawaki y ella le provoco algunas laceraciones profundas en espalda perforando sus pulmones, se desangro y ha caído en paros respiratorios. Sakura me tenía secuestrada y eso enfureció a Yamamoto, creo que si es bastante culpable en esto–
–Vaya, toda una fichita–
–Dime Kinoshita ¿qué fue lo que ocurrió con Sayanee en todo este tiempo?–
–Pues lo que dije, no la había vuelto a ver desde que nos graduamos del instituto, verla en aquel bar devastada y sin ganas de vivir me partió el alma–
–¿Sin ganas de vivir? –
–Ella creía que habías muerto en la explosión de la bodega además se enteró que sabían que iban a secuestrarte y dejaron que sucediera–
–¿Qué? –
–Eso fue lo que me dijo, Matsui Jurina y el tal Director, tenían un plan en mente que se estropeo cuando no pudieron protegerte y fingieron matarte, ahora que lo pienso Sakura es muy astuta pero ¿para qué haría todo esto?–
–No puede ser–
–¿Te imaginas lo que sintió todo este tiempo? Traicionada por las personas en las que confiaba, herida no encontraba a donde ir. Un odio creció dentro de ella y jamás lo había visto. Juro vengarse de Jurina y parece que lo logro pero creo que a un alto precio–
Miyuki escuchaba palabra por palabra de Kinoshita, no podía creer en ese cambio radical de Yamamoto, ella siempre ha sido buena, de pronto se sobresalta y agranda sus ojos. Recuerda las palabras de Miyawaki [“–Te voy a mostrar un lado que no conocías de –“ … “–Debí dejarte ver como destruí a tus amigas–“] Se refería a esto, ¿pero por qué? obviamente sus planes salieron mal y termino huyendo, ¿Qué era lo que estaba planeando? ¿Qué sigue? No justifica a Jurina pero poco a poco todo está tomando forma.
–¿Cómo es que volvió a la policía? –
–Jurina la busco, se le veía arrepentida, en cuanto le dijo que era posible que estuvieras viva Yamamoto flaqueo en su odio pero nunca la perdono del todo, ahora creo que ninguna de las dos merezca una segunda oportunidad, pero al final ellas decidirán porque a lo que vi, falta una verdad por descubrir y Sayaka lo sabía desde mucho antes–
–¡Esto tiene que parar antes de que una de las dos se mate!–
–¿Y cómo? Son un par de orgullosas y quien quiera que esté detrás de todo esto las tiene donde quiere, además parece que al darse cuenta Yamamoto que Sakura estuvo jugando con ella se sintió terriblemente culpable. –
–Así es, pero estoy segura de que algo no cuadra.– A pesar de todo Miyuki estaba pensativa y debe hacer algo para recuperar la paz entre sus dos amigas –Me voy iré a esperar el diagnóstico del médico–
–Sí, está bien–
Miyuki sale de esa habitación pensativa su intuición aturdida aun por su desgaste emocional le dice que está olvidando algo importante.
***De vuelta con Jurina***
Se encontraba parada justo enfrente de la casa de Miyawaki, no había estado ahí desde aquel encuentro en el bar. La observa detenidamente desde el auto y pasados algunos minutos ya tenía estudiados los movimientos del vecindario. No parecía haber nadie, así que se baja cuidadosamente mirando hacia los lados como si no quisiera que la vieran aunque con ese nuevo corte y color de cabello era un poco difícil.
Usando uno de sus múltiples talentos logra vencer la chapa de la puerta y se mete como si fuera su casa. No es nada diferente a la primera y última vez que estuvo ahí. Parece solitaria pero no hay nada cubierto y eso le llama la atención al ver los sillones limpios y sin ningún rastro de polvo.
Su vista cae inevitablemente en la fotografía que vio hace tiempo, vuelve a sentir ese sentimiento de opresión pero esta vez se le hace más familiar que antes.
–Te estaba esperando–
Jurina se sobre salta, no vio a nadie al entrar y se gira para toparse con la misma Sakura dándole la bienvenida.
–¡Tu! – Al verla, como si nada sucediera con esa sonrisa bien estudiada se le deja ir encima haciéndola topar con la pared tirando los cuadros incluyendo la foto que miraba, sostenía fuertemente de los hombros a la chica mientras le miraba con una profunda ira. –¡Donde están! ¡DONDE LAS TIENES! – Le grita
–Hey, hey, tranquila no grites–
–¿Cómo me pides eso? ¡Cínica! Tienes a mi sobrina y a la mujer amo secuestradas –
–NO, no es así, escúchame primero, solo yo puedo decirte donde están por cierto, que agradable cambio de look–
–Sí, pues es gracias a tu secuas Lola. Di lo que tengas que decir antes de que se me acabe la paciencia–
–Tranquila Jurina,– Los ojos de Jurina denotaban una cólera pura, jamás vistos. De pronto Sakura no sabe cómo actuar pero su ágil mente ya tiene diseñado un argumento –lo hice para ayudarte, dejarte las cosas más fáciles cuando supieras la verdad, baja la voz no querrás que los vecinos anden de curiosos–
Jurina prácticamente bufaba de ira, pero es consciente de que no puede hacer un alboroto o todo se saldría de control así que modera su tono de voz pero su furia erala misma y la mantenía presa contra la pared.
–¿Por qué tendrías que ayúdame? ¿De qué verdad hablas? Estas implicada en el secuestro de Miyuki la hija del Director ¿Pretendes librarte así de fácil?–
–Bueno, eso es otra cosa aparte–
–¿Qué cosa? – Jurina seguía furiosa y la estruja junto a sus preguntas.
–Tranquila, yo no lo hice, como tal…Solo me encargue de algunas órdenes, no podía negarme–
–¿Por qué? –
–Fueron ordenes de- de mi Padre…– Su actitud sumisa y asustada, obviamente fingida pero muy creíble hace que Jurina cambie un poco su aspecto.
–¿Tu padre es Edgar Franco? –
–Nuestro… padre–
–¿Qué quieres decir con eso? –
–Rena y Yo–
–¿Qué? –
–Como sabrás somos hermanas ¿lo olvidas?- –
–Medias hermanas–
–Sí, sí. Hace varios años, cuando era una niña a punto de pasar la adolescencia conocí a tu hermano–
–¿Lo conociste? –
–Así es, fuerte apuesto, educado, inteligente, todo lo que una mujer quisiera en un hombre. Él se convirtió en el esposo de Rena–
–Lo sé–
–¿Cómo lo sabes? –
–Sayaka se lo dijo a Miyuki antes de–
–¿Murio?, lo siento tanto yo solo –
–No, no está muerta, esta inconsciente y para su buena suerte viva ¿te sorprende?–
–¡Diablos! – Expresa en su mente notando el odio en las palabras de Jurina debe aprovecharlo ya que parece la odia en este preciso momento y no tendrá más oportunidades. –Lamento mucho lo que hice, pero solo me defendí de ella, estaba como loca–
–Y te parece poco que no lo estuviera. En fin ya no me importa, nada de lo que le suceda con ella me importa–
–¿Lo dices en verdad?
–Si–
–¿Has hablado con ella? –
–No, sigue inconsciente en el hospital nadie sabe si sobreviva–
Sakura sonríe frívolamente, parece que debe hacer una visita al hospital y terminar algo pero para eso debe quedar bien con Jurina.
–Ella lo sabía todo–
–Lo sé–
–Incluso, lo que ocurrió a tu hermano y quien,… – con malicia escupiéndola de sus labios está dispuesta a todo con tal de salir bien librada–…Lo mato…–
–¿QUE? –
–Te lo oculto incluso antes del secuestro, eso no hacen los amigos ¿verdad? y merece todo lo que le ocurre, me lo dijo para convencerme de que le ayudara en su plan, quería manipularme bajo la amenaza de que si no cooperaba te diría que yo también lo sabía y hacerme parecer culpable–
–¿Y no lo sabias?
–No–
– ¿Quién es? ¡DIME QUIEN ES!–
Sakura sonríe victoriosa, ahora todo está a su favor y la ira en los ojos lúgubres de Jurina parecen tener otro objetivo que yace en el hospital.
–¿Segura que quieres saber? –
–¡Sí!–
–Suéltame–
Con la balanza inclinada a su favor, bajo la sonrisa irritante Jurina la suelta y se forma un silencio abrumador, en cuestión de nada estaba a punto de cobrar venganza al fin por la muerte de su hermano y ya nada importaba, ni el pertenezco con Miku ni lo que le hicieron a Rena ni su culpa por secuestrar a Miyuki.
–Matsui Rena–
–¡QUE! –
–Ella lo mato–
La impresión no cabía en su rostro ni en su cuerpo, todo comenzó a dar vueltas a su alrededor y se tambalea repentinamente e incluso olvidaba como respirar, la frialdad con la que se lo ha dicho hace que su cuerpo no responda y el impacto la hace colapsar cayendo de rodillas en el piso a los pies de Sakura.
[– “Yo también le he robado la vida a alguien” –]
Como un relámpago cegador esas palabras antes dichas por Rena vienen a su cabeza y y hacen ecos constantes en su cabeza.
–¡NO! – Jurina arrodillada en el piso sosteniéndose con sus puños que temblaban no podía describir lo que ocurría dentro de ella. Esta noticia es mil veces peor que el hecho de que Miku sea su hija. –No no no no no ¡NO! – Era lo único que decía sin poder mirar ningún punto fijo mientras su cuerpo temblaba sin control.
–¿Ahora lo entiendes todo Jurina? Yo solo intentaba ayudarte, siempre…– Y ahí estaba, el plan casi perfecto de Sakura dando frutos de nuevo y no dejando ir esta oportunidad llena la cabeza confusa de Jurina de malos pensamientos fingiendo sentir compasión. –Pero tranquila, te entregare a Rena para que pague por su culpa, – Llevando sus manos a las rodillas inclinándose a la altura del rostro de Jurina, con sus dedos toma su barbilla para hacer que la mirara –¿ves? Te lo he facilitado todo ¿Aun así la amas?–
–Yo, yo…. Miku… Su madre…–
–Es una pena que ya sapa que es su madre, pero no puedes ocultarle que asesino a su padre–
–No puedo decírselo–
–Pues tienes que poder–
–¿Cómo sé que es verdad lo que dices? –
–¿Te parece poco que te haya usado para llegar Miku?¿Crees que no sabía quién eras tú? ¿Por qué crees que se fijó en ti en Barcelona? Te investigo, te mantuvo cerca hasta que Yamamoto lo descubrió y la obligo a huir solo para dañarte–
Jurina vuelve en si después del shock, más herida que nunca al escuchar en versión corto lo que le han hecho se pone de pie desconcertando a Sakura, ciertamente hay mucha verdad en esos cuestionamientos.
–¿Vas a pedirme algo a cambio cierto? –
–Tú sabes, y el secuestro. Dijiste que no te importa ella ¿no soy tan culpable o sí? Asegúrame poder salir a la calle libremente–
–Entrégamelas después de eso serás intocable–
–Bueno, para eso debo traerlas de vuelta, pero lo haré, debes estar pendiente–
Jurina sale de ahí enfurecida pero pensando con la cabeza fría. Conduce su auto agresivamente y maldice su suerte. Se cobrara una por una todas sus desgracias y la primera será Yamamoto Sayaka, por ahora se dirige al único lugar donde encontrara respuestas.
Mientras tanto Sakura rechina los dientes, no salió como esperaba pero al menos Rena es el centro de atención de ahora en adelante y si juega bien sus cartas puede salir intacta de to esto que ella misma provoco.
***Terapia intensiva***
Las noticias no eran tan alentadoras, Yamamoto Sayaka seria intervenida nuevamente y su vida seguía pendiendo de un hilo muy frágil. Difícilmente saldrá de esto, los planes de Sakura parecen ir al pie de la letra y por alguna razón no le conviene que Sayaka este con vida. Para Kinoshita las cosas eran diferentes, seria dada de alta pronto y ya había movido algunas de sus influencias gracias a que Jurina utilizo la tarjeta que le dio.
***Reclusorio***
–¿¡Quién es Rena Matsui!?-
Con la voz notablemente lúgubre, irreconocible interrogaba a Edgar en una visita clandestina, no había podido ver desde hace mucho, su última visita programada se vio interrumpida pero hoy tiene muchas cosas que aclarar. Después de salir de la casa de Sakura con el alma hirviendo solo se le ocurre volver al punto de inicio, Edgar.
–HUM…– El tipo solo se Burla entre dientes divertido por lo que sabía que tarde o temprano pasaría, además de tener contactos ya que es un pez gordo como ya lo ha descubierto Jurina.
–¿QUIÉN ES RENA MATSUI?- Vuelve a preguntar aún más furiosa, la ira se le puede ver en la cara y en cada una de las letras que formaban las palabras.
–Es el Amor de tu Vida ¿No?– Dice el tipo burlándose en su cara por ver como ahora la hermana intachable se enfrenta a una verdad inminente.
–No pregunte quien es para mí, ¿QUIÉN ES EN REALIDAD RENA MATSUI? –
–Él y tú son tan iguales de pies a cabeza e incluso de absurdo Corazón,– Blasfema el tipo como si tuviera el control de la conversación –Sabia que volverías a buscarme, me dejaste plantado la última vez ¿me extrañaste? –
–¡Si no respondes tus días de protección están contados y te arrojare cual conejo a una jauría de lobos!–
–¡No puedes hacer eso! – Dice triunfante el tipo con una sínica sonrisa ahora sabe que solo él es su pieza clave para resolver el crimen del siglo.
–Claro que puedo y afuera están esperando una orden mía, no es que seas especial pero eres a quien tengo a la mano, conozco muchas más personas que mueren por protección y no miento y tú lo sabes. –
El tipo la mira desafiante no muy contento por lo que acaba de escuchar, es cierto que gracias a ella él es intocable en la prisión. Cualquier movimiento el falso lo dejaría frágil y quien sabe que es lo que le pudiera pasar.
–¿Qué le paso a él agente Jurina? puedo ver el odio en tus ojos ya va siendo hora de que te enteres. Es la maldita por la que tú hermano nos traiciono y por la que murió como un cobarde. Merecida muerte tuvo, a manos de…. – Dice él con toda la saña que tenía para expresarse de ambos. –ahora entiendo por qué estás aquí. –
–¡Deja de darle vueltas al asunto y responde! –
–Ella es la hija de la mujer que más he amado y que el puerco de tu hermano asesino, creyendo que era yo en una emboscada. ¡Ha! pago con creces su equivocación al contraer nupcias con su hija ¿Todo tiene sentido no? ¿Rena Matsui se vengó de él matándolo como él mato a su madre? Aaah, Rena era tan especial para mí y sin saberlo termino haciéndome un favor–
–¿Estás diciendo que mi hermano asesino a su madre?–
–La confundió conmigo si–
–Eso no puede ser–
–Ahh claro que lo es, ahora Matsui, ¿quién es más nefasto, tu amor o tu sangre? Aun te faltan muchas piezas por encontrar–
–¿Y diciéndome eso pretendes protección? Estoy ansiosa por destruirlo todo y tú no quedas fuera de eso–
–Diré todo lo que sé, de Matsui Rena, la crie como mi hija pero no lleva mi sangre–
–Te escucho–
– Siéntese, será una historia larga. –
Jurina parecía no andar con rodeos y se sienta impaciente por saber la verdad detrás de Rena Matsui mirando insistentemente al sujeto de una forma furia de brazos cruzados.
–Hace muchos años conocí a una señorita que me llamo mucho la atención por ser de origen asiático, en España no es muy común que hagan algo importante solo ves turistas y ella era pasante en la Universidad hasta convertirse en Maestra de dicha institución, pasaron los años y me case, ella ya tenía una hija y yo otra, ambas eran tan pequeñas.
–Sakura…–
–¿La conoces?–
–Más de lo que te gustaría saber–
Al sujeto se le ve una notable molestia, es obvio que Sakura está interesada por la hermana del agente. Solo espera que no se haya equivocado de lo contrario no podrá ayudarla más.
–¿Qué ocurre? Parece que no te agrada saber que tu hija me ha buscado–
–Estoy dispuesto a cooperar en todo lo que me pida pero a ella déjela fuera–
–¿Por qué? ¿Tú ordenaste el secuestro a la forense? –
–Nadie se mete conmigo y aun estando en prisión quería hacerle saber a otros grupos criminales que sigo presente en las calles, yo lo hice pero hoy en día es difícil encontrar a alguien de confianza por eso se lo confié a ella solo que, no todos son perfectos y ella ha fallado–
–La has expuesto–
–Lo sé, pero aún permanece en el anonimato, espero me ayude con eso–
–Lo pensare ¿Tu sembraste los cuerpos desmembrados? –
–No, eso era para asustarme, ciertamente eran miembros de mi bando pero cosas minúsculas–
–Eran personas–
–Escorias, gente sin que hacer como peones de ajedrez–
–¿Y por qué Sakura solo lleva el nombre japonés? –
–Por protección, ¿cree usted que dejaría que supieran fácilmente de mi familia? La basura de tu hermano lo supo por que se enredó con Rena. Cuando yo la acogí era tan pequeña tenía 15 años y mi Sakura 8, Rena se convirtió en una verdadera belleza que aprovecharía para mí y no permití que nadie se le acercara pero ese gusano… –
–¡Basta! Deja de ofenderlo–
–No merece menos –
–Tú no eres quien para decirlo, bajo los estatutos judiciales el murió como un policía memorable ¿Cómo puedes hablar de amar a la madre cuando veías con otros ojos a la hija? Enfermo–
–Eso fue después agente, tú mejor que nadie sabe la extraña belleza que es, tu hermano estaba comiendo con ella en un restaurante. El llevaba un doble vida, mi gente y yo llegamos a ese mismo lugar y me di cuenta que el estúpido tenía un amorío con ella, pero la carne es débil y si Matsui yo también quería. Tu hermano trabajaba para mí al mismo tiempo yo solo seguía ordenes, pero eso no me impedía tomar lo que quisiera. Él era un asesino, lo fuimos y aun ahora lo soy, agente–
El tipo voltea ver a Jurina como si quisiera hacerle algo, como si le advirtiera de algo.
–Entonces todo esto es por venganza tuya, ¡él estaba de encubierto!–
–¡No! Eso es lo que les hizo creer, pero era en verdad estúpido muy estúpido y aprovecho su jerarquía y sus privilegios, también consumía ¿sabes lo que le sucede a las personas que consumen y venden? –
–¡Eso no es verdad!–
–Terminan en un pozo sin fondo, Él al principio intento defenderla, pues estaba embarazada, pero cuando se dio cuenta de que perdía el control de su vida poco a poco saco su verdadero ser. –
–¡Mientes! –
–¿Jamás creerás que tu intachable hermano fallo? –
–¡Nunca! Y menos viniendo de ti–
–Cuando Rena tuvo al bebe, el muy bastardo la trataba como un objeto más en la casa. Parecía ser que enloqueció. Las drogas cambian a las personas ¿Sabe agente? Un día desapareció con él bebe. Es más que obvio, tú y yo sabemos quién es.
–Miku– Murmura Jurina, permanecía inmóvil y solo escuchando parte de lo que ya había descubierto, algo que Rena Matsui sabia y la uso para llegar hasta ese ser que cuido como si fuera suyo, eso creía ella. La furia estaba marcada en sus ojos combinada con una cristalización que por impotencia no podía verse transformada en lágrimas tenia sentimientos encontrados y revueltos, la traición de Yamamoto y la traición de a quien aun después de todo ama. –Si sabias donde estaba Miku ¿por qué no se lo dijiste a Rena antes? –
–Lo acababa de descubrir por eso vine aquí pero alguien sembró las evidencias por las que hora estoy aquí–
–¿Qué más sucedió? –
–Su doble vida, le cobro la factura, bien dicen por ahí que no puedes servir a dos amos. Su trabajo lo endeudo con su vida misma y el muy cobarde ofrecía a su mujer a cambio de perdón. – La ira en el rostro de Jurina se vio ligeramente quebrantada al escuchar esa bajeza por parte de su hermano. Aunque le doliera Rena era la mujer que ahora ella amaba, pero no se dejara engañar por algo que probablemente sea falso. –Hasta que un día, se hartó. La chica fue muy estúpida o muy valiente pues en sus intentos por defenderse daño gravemente a varios, ya te imaginaras lo que sucedió después–
–No, no me lo imagino ¿ella lo mató? Responde ¡LO MATO! –
–Lo hizo–
Por fin lo escuchaba, por fin le dijo lo que quería oír para no sentirse tan culpable por alejar a Miku de ella. Ella es, ella fue la que mato a su hermano.
–¿Por qué? –
–Pregúntaselo a ella, cuando la encuentres que según se, será pronto–
–¡Maldita sea! ¡Dejen de jugar conmigo!–
Jurina sale de la sala de visitas, ni siquiera era un interrogatorio formal así que solo puede confiar en que le ha dicho la verdad aunque ella solo quería culpara Rena sin sentir remordimiento. Confundida, herida y harta de todo simplemente se pierde intentando aliviar un poco su desesperación.
***Comandancia día siguiente***
–¿Alguna novedad del agente Jurina? –
–No ninguna, no se ha reportado desde la última vez que interrogo a la agente Lola–
–¿Dónde te has metido Jurina?–
Sae se preguntaba en su cabeza, mientras apretaba sus dientes molesta y llevaba sus manos a su cintura pensativa, ayer fue la última vez que la vio en el hospital y de eso y ni siquiera vino en el trascurso del día. Puede que esté haciendo cosas por su cuenta además no tiene arma ¿qué le estará ocultando ahora?
–Si sabe algo de ella hágamelo saber enseguida–
–Si comandante–
***En algún lugar de ¿Japón?***
Había mucha luz, se escuchaba claramente el pasar de los coches y pronto se dio cuenta que había estado inconsciente y no reconoce el lugar. Desesperadamente mira a sus lados con su vista nublada y su preocupación se vuelve realidad cuando Miku no se encuentra a su lado. Aturdida se reincorpora como puede aun con sus manos atadas, bajo los efectos de algún sedante quizá, camina tambaleante por una habitación que era de una sola pieza.
–¿Dónde estoy? – Se tomaba la cabeza entre lo poco que podía separa sus manos intentando recordar –Miku ¿Qué paso? –
Intenta ir a la puerta y abrirla pero no puede, está cerrada con llave. Su mente aun confusa hace lo que sus impulsos le indican, golpear la puerta y pedir que la abran, pronto cae en desesperación al comprender poco a poco de lo que se trataba esto. Era una trampa. Golpea frenéticamente la puerta pero nadie responde, de pronto escucha como la llaman de otra habitación talvez.
–¡Rena!¡Rena! – Una voz hueca llegaba a ella, parecía lejos y ahogada.
–¡Miku! – Exaltada golpea con el hombro y patea varias veces la puerta hasta el cansancio. Sin importarle lo adolorida que estaba por su insistencia logra vencerla y desesperada busca a Miku pero no será tan fácil el camino, ya había gente que se lo impedía. Un par de sujetos vestidos con trajes negros la sostenían de los brazos. –Suéltenme ¡DIJE QUE ME SUELTEN! ¡MIKU! –
Ahora recordaba un poco, después de abordar el avión alguien cubrió su cabeza con algo oscuro y sintió un piquete en su cuello el cual hizo perder la conciencia al instante, después solo tiene momentos nublosos y visiones de personas borrosas para después perder la conciencia de nuevo.
–¿A dónde con tanta prisa, Renita? –
–¡Sakura! –
–Hola, hermanita–
–No me llames hermana, lo sabía nunca debí confiaren ti, me tendiste una trampa–
–Bueno, las cosas no resultaron como hubiese querido pero, pues te daré una tercera oportunidad–
–¿Y en qué momento se supone que me diste la segunda? –
Preguntaba luchando contra la fuerza de los elegantes sujetos a los cuales les estaba costando trabajo contenerla.
–Cuando te pedí que te alejaras de Touru–
–Él no te quería–
–Ni a ti tampoco, al final lo terminaste asesinando–
–¡Cállate! –
–Como sea te dejare ir. Vete antes de que Jurina te encuentre–
–¿Qué?¿Sin Miku? –
–Si nada, Jurina lo sabe todo–
–¡Que! –
–Lo que oyes, sabe quién eres y sabe que fuiste tú quien mato a su “heroico hermano” –
–Yamamoto…–
No podía creer que Sayaka haya sido tan cruel como para llegar tan lejos, nunca debió confiaren nadie.
–No, lamentablemente no fue ella, Dios lo hubiera disfrutado tanto pero no, en fin ya me encargare de ella más tarde–
–¿Qué? ¿Dónde estamos?–
–¡Ah! Es verdad nunca saliste de Japón–
–¿Qué? ¿Por qué no simplemente me entregas?–
–Porque eso no me combine, solo diré que escapaste a demás sabes bien que no me agradas–
–No tiene sentido–
–Para mí sí, y mucho, saber que serás infeliz en retro de tu vida es suficiente para mí–
–Eres una maldita, desquiciada ¿Por qué me odias tanto?¿Que te hice?–
–Ay… la pobrecita de Rena, la mártir, la buena y bondadosa maestra, el ejemplo a seguir, ¿crees que soy estúpida? Mi padre te veía con otros ojos además, me arrebataste al hombre que yo quería ¿se te hace poco?–
–Yo no sabía que tú lo querías, yo no sabía que tu padre me quería–
–No te hagas la estúpida, ahora me quedare con todo lo que amas–
–Miku que le harás–
–Nada ella solo es mi As bajo la manga. –
–¡NO!
–Llévensela de aquí, ellos te llevaran muy lejos, te entregaran tus cosas y tienes tiempo suficiente para salir del país antes de que Jurina te encuentre–
Rena deja de forcejear, estaba deshecha y desesperada, solamente la separaba una puerta de su hija pero cada vez la alejaban más. Nuevamente pisoteada por su hermana que tanto odia y ahora está peor que antes pues no se llevara nada
–Llévensela–
–¡No! ¡Miku!–
Gritaba mientras forcejeaba aun con mucha mayor fuerza y se resistía pero le fue inútil.
–¿Qué haremos con la niña? –
–A pesar de que él agente rompió su palabra no estoy en condiciones de ponerme exigente, en cuanto averigüe donde esta les diré a donde llevarla, mientras tanto alisten sus cosas–
–Como usted ordene–
Sakura era verdaderamente maquiavélica, tuvo encerradas a Rena y a Miku en una parte contigua de su casa, solo un verdadero criminal tentaría su suerte de esa forma. Y más aun llevando a Jurina ahí quien ni siquiera cuanta se dio.
¿De dónde provenía tanta maldad? En su cabeza ya estaba dando el siguiente paso y ese era Yamamoto.
***Al mismo tiempo en otro lugar***
Su vida se había convertido en una mentira, ya nada tiene sentido. Enfurecida y segada por la ira apretaba un vaso de wiski que termino por romper y veía sin expresar dolor como escurría sangre de su puño cerrado. El dueño del local la miraba asustado pues la conocía pero había pasado prácticamente toda la tarde de ayer y la noche ahí, repentinamente se fue bien acompañada pero ha vuelto y se le ve incluso peor. No es la misma de siempre parece otra persona y él solo la deja estar ahí. Jurina no tenía nada claro y la mejor solución a la rabia que la quemaba por dentro fue perderse, no sabía cuánto tiempo había pasado no sabía ni quien era ella. Ahogada en el alcohol perdiendo la noción del tiempo, le regala una oportunidad más a Miyawaki quien ponía en marcha su otro plan en alguna otra parte mientras el día casi llegaba a su fin.
–Disculpa, ¿te conozco? –
–No lo creo– Respondió Jurina con dificultad a una chica que miro con desgano pero no perdió detalle de sus facciones, talento nato de policía.
–Creo que te he visto en otro sitio– Bajo la mirada molesta de Jurina, una chica con vestimenta sencilla pero elegante y discreta tomaba su mano y envolvía un pañuelo en ella mientras con unos ojos penetrantes, grandes y hermosos la miraba a detalle. – ¡AH! Tú eres el Ikemen–
–¿Ikemen? –
–Aunque, tu aspecto es un poco diferente sigues teniendo esa mirada hambrienta–
–Infieres que soy alguien solo por una mirada ¿Patético?–
–Veo que no estas de humor, y sí, lo hago–
–¿Quién eres tú? –
–Bueno, me conociste como una chica de burdel, pero mi nombre es el mismo–
–¿Shiroma-…Miru? –
–La misma, ¿estás pasando un mal rato? Puedo ayudarte… –
La chica no perdió el tiempo, sus palabras y su tono de voz era suplicantemente adorable dándole entender que podía hacerle pasar un muy buen rato. Jurina dibuja una sonrisa fría en la comisura de sus labios.
–¿En verdad? –
–Por supuesto–
–Entonces muéstrame–
Bajo sonrisas lascivas y la debilidad de Jurina, Shiroma se la lleva de ese sitio y la lleva a un lugar no muy lejano quitándole las llaves de su auto. Era un apartamento muy modesto pero bien distribuido. Jurina apenas si pudo subir las escaleras que llevaban al lugar, la sentó en un pequeño sillón y fue por un botiquín de primeros auxilios.
Jurina a pesar de su evidente enojo, parecía vacía y melancólica miraba con atención como la chica apenas conocida limpiaba los restos de vidrio de su mano.
–¿Ahora trabajas ahí? –
–No, soy libre–
–¿Así? –
–Sí, Ota y Yo Salimos de ese lugar antes de que lo reventaran, había rumores de que éramos vigiladas por policías–
–Huh, y vaya que si lo eran–
–¿Lo sé, eres uno de ellos cierto? –
–¿Cómo lo sabes? –
–Últimamente he sabido demasiado, los chismes vuelan sabes, tu mano estará bien–
–¿Eres medico acaso? –
–Enfermera, en realidad tengo un oficio pero tenía muchas deudas y no ganaba lo suficiente así que busque el camino fácil–
–¿Y ahora? –
–Ahora no le debo nada a nadie y comenzare desde cero. De hecho me dedicare a trabajar solo en el hospital privado de Tokio–
–Ahora entiendo–
–¿Qué cosa? –
–No llegaste a ese bar por casualidad ¿cierto? –
–Quizá, pero sabiendo quien eres y lo que ha sucedido por algo estas hoy aquí–
–¿Qué quieres decir? –
–Te daré información valiosa–
–¿A cambio de qué?–
–Cielos, ¿en realidad todos los policías son así?–
–Más bien, no hay quien haga algo por nada–
–Pues no pediré nada, quizá un poco de tu tiempo porque no y un poco de protección–
–Ahí esta ¡ha!, ¿Qué tipo de información? –
–Bueno, es sobre tu amiga Yamamoto–
–No es mi amiga–
–¿No? –
–No–
–Pero eso parecía- –
–Pues las apariencias engañan, no me importa nada de lo que ocurra con ella–
–Vaya, las cosas son más complicadas supongo–
–¿Tu que sabes? –
–Muchas cosas, solo quería decirte que en verdad está muy mal–
–¿Cómo diste conmigo? –
–Eso no importa, creo que eres alguien que no se debe dejar a la suerte en verdad te ves deplorable ¿Quieres tomar un baño? –
Jurina la miraba fijamente ¿Cómo es posible que cosas buenas le sucedan aún bajo estas circunstancias? Asiente con su cabeza, en realidad no sabe qué hacer.
–¿Puedo quedarme aquí? –
–¿Qué? –
–¿Puedo quedarme un poco más de tiempo aquí? –
–Seguro…–
Shiroma Miru, era en verdad una mujer agraciada y además bella. No por nada trabajaba en la zona más cara para alguien que busca compañía. Jurina no estaba ciega y desde la misión en el distrito rojo sus ojos se deleitaron con grata vista, pero en ese entonces estaba llena de un sentimiento que la satisfacía y hoy no tiene nada pero se sentía más hambrienta que nunca de satisfacer sus más bajos instintos. Después de tomar un baño utilizo un camisón largo proporcionado por su hermosa anfitriona, era cómodo. Permaneció en el sofá mirando hacia la ventana como caía la lluvia. Estaba ausente y vacía.
–No eres la misma–
–¿Eh? –
–No eres la misma que conocí en ese lugar–
Llegando a hacerle compañía le ofrece una taza de café negro ideal para reponerse después de beber tanto ayer. Jurina lo toma y ve como se sienta en el acto. Es un poco fuerte pero es agradable el sabor.
–¿En verdad solo quieres ayudarme? –
Jurina deja su taza en la mesa de centro y recarga un codo en el respaldo del estrecho sillón. Prácticamente sus piernas rosaban las de Miru, ella mantenía su taza frente a su boca con ambas manos y medio cuerpo girando hacia Jurina.
Detrás de la taza se dibujaba un sonrisa traviesa, des enredando sus piernas y llevando la taza también a la meza de centro, como si fuera un gato pidiendo atención ella se le pone arriba de Jurina.
–Si tú quieres podríamos divertirnos también–
–Ah…–
Con ironía melancólica Jurina deja salir una simple expresión que confirma las sospechas de la antes meretriz.
–Incluso tu mirada es diferente–
–Así–
–Tu alma está rota–
Jurina amplía sus ojos, saberlo la mataba por dentro pero que alguien más se lo digiera le hace sentir un agujero y una rabia que desesperadamente pide ser apaciguada de la única forma que conoce. Sacando su lado lascivo le planta un beso que es bien recibido por la otra chica, cuando menos se dio cuanta Jurina ya estaba arriba de ella del lado contrario del sillón, era bastante agresiva pero sus toques y exploraciones hacia su cuerpo no dejaban de ser gráciles y satisfactorias. Muy diferente a la desesperación de un hombre, Miru deja hacer lo que a la chica le placía y disfruta de ese ¿Casual encuentro?
***Área de cuidados intensivos***
Días bastante difíciles y horas agonizantes habían pasado. Ocurrieron sucesos tan rápido que no había tiempo para lamentarse, ahora solo queda esperar a ver como se evolucionan las cosas y actuar lo más rápido posible.
Miyuki permanecía en la habitación a la que fue trasladada Yamamoto después de pasar momentos críticos en peligro, ya han pasado varias horas y parecía responder bien sin embargo seguía dependiendo de numerosos aparatos. Mientras observaba sentada en una silla a un lado de la cama como la chica permanecía conectada a un respirador artificial con una mascarilla que le cubría medio rostro, un par de agujas clavadas en sus brazos para suministras suero, medicamentos y sangre. De su aspecto ni se diga, era deplorable; sin quitarle la vista de encima pensaba en las razones que la llevaron a hacer todo esto.
No la justifica, pero puede comprenderlo a la perfección. Cuando la persona que amas está en peligro lo único que quieres es estar ahí con ella, ayudarla y defenderla, darlo todo por ella. Si la pierdes, solo quieres seguirla incluso después de la muerte. Hace varios años, ella perdió a su madre en aquel terrible accidente pero, aunque nunca se lo dijo, Yamamoto Sayaka fue la razón para permanecer viva, para creer en que vendría algo mejor pero, en lugar de unirlas las separo. Antes no lo sabía y ahora sabe que por la estupidez que tanto adora de Sayanee perdieron mucho tiempo y sabe que ella lo sabe y no puede perdonárselo.
Decide ponerse de pie e ir hacia ella, la recorre de los pies a la cabeza, su mano izquierda toma apenas los dedos de la mano de Sayaka, con su manos derecha acaricia la frente y su mejilla.
Sufre un pequeño sobre salto al sentir un ligero movimiento de los dedos de Yamamoto, mira fijamente su rostro pero no parece dar signos de conciencia. Resignada a que solo ha sido un juego de su imaginación suspira y tomando completamente su mano se inclina para darle un ligero y cálido beso en su frente, un impulso que le sale nítidamente. Al regresar su vista hacia Yamamoto su frente se arrugaba como si intentara abrir sus ojos.
–¡Sayanee! – Exclama sin embargo, la chica era aún muy débil y apenas si lograba entreabrir sus ojos y dar ligeros parpadeos –Estas de vuelta–
Sonriendo sin soltar su mano sonreía emocionada, ver de nuevo ese par de ojos similares a un gato travieso después de todo lo que había sucedido era en verdad una alegría inmensa. Los ojos de Sayaka parecían un poco perdidos pero siempre mirando hacia Miyuki. Con las pocas fuerzas que tenía se aferraba a su mano quien no dejaba de regalarle esa hermosa sonrisa y suaves caricias en su rostro.
Hueca, fatigada y con mucho esfuerzo intenta decir el nombre de quien tiene enfrente dándole muestras de cariño. Pero no puede, no hay voz.
–Shhhh, no te esfuerces– Sus ojos cristalinos no dejaban de mirarla, lo cual le inquietaba parecía desesperada pero dándole muestras de cariño logra tranquilizarla y le hace saber que esta con ella, cerrando de nuevo sus ojos.
¿Qué fue eso? Se pregunta Miyuki, Sayaka despertó pero parecía inquieta y como desesperada por decir algo, pero su debilidad pudo más que ella dejándola inconsciente de nuevo. Ella sale de la habitación para informar a los médicos del suceso y también a su padre. Lo cual, les devuelve la calma momentáneamente. Entrando tiempo después la enfermera en turno para tomar signos junto al médico.
Miyuki observaba las maniobras desde la puerta junto a su padrastro un poco más aliviada, de pronto se siente sola pero por el pasillo ve venir a Kinoshita con quien platica un poco y sabe por medio de ella que ha sido dada de alta, ambas también comentan la actitud de Jurina y su repentina desaparición. Después de algunos minutos todo vuelve a la normalidad y Sayaka permanece dormida.
***Mas tarde ese mismo día***
El rechinar de unas llantas patinaba sobre el asfalto y como si fuera un costal de papas empuja un cuerpo hacia afuera de una lujosa camioneta, cayendo en el piso por perder el equilibrio pues, tenía los ojos vendados.
Aturdida y llena de polvo se reincorpora sentándose y quitándose el vendaje, hay mucha luz y no puede ver nada de pronto, todo es borroso. Poco a poco se aclara su vista, está oscuro en campo abierto pero reconoce el lugar. A lo lejos, muy a lo lejos puede ver su casa. Pero viéndose en libertad decide caminar en sentido opuesto.
***Departamento de Shiroma Mañana siguiente***
Recargada en el marco de la puerta de su pequeña habitación, sobre la cama. Boca abajo cubierta con una sábana observaba el cuerpo de Jurina. Es una lástima encontrarla en ese estado emocional. La chica es muy vigorosa y si es capaz de hacerla sentir un placer sin igual así, no puede imaginarse como es enamorada de alguien. Se pregunta qué es lo que la tiene así.
Escucha de pronto un móvil vibrando en la sala cayendo su vista en su dispositivo que estaba sobre la mesita de centro. Camina hasta el objeto y sonríe al ver el nombre.
[–¿Qué quieres? –
–Hola, “a mí también me mucho gusto saber de ti, después de que te ayude a salvar tu trasero”–
–Gracias no tienes que recordármelo–
–No lo haría si no fueras tan grrrr, en fin es un encanto tuyo–
–Dime ¿Qué es lo que quieres ahora? –
–¿Cómo está mi encargo? –
–La he mantenido ocupada si a eso te refieres–
–No querida, no me refiero a los detalles si no en todo su ser ¿has sabido algo?–
–Nada, por ahora duerme, después de que me pidió quedarse un poco más aquí no habla mucho ¿Por qué tienen tanto interés por ella? –
–No creo que se de tu incumbencia, pero es lo menos que puedo hacer ella y por Yamamoto–
–Oh, Sayaka…–
–Sí, está pasándola difícil pero sé que se repondrá, solo te llamaba para eso, te la encargo–
–Por cierto ahora que lo mencionas ella reacciono extraño cuando le hable de Yamamoto–
–¿Te dijo algo? –
–Me dijo que no le importaba lo que sucediera con ella, la forma en que lo dijo me dio es calofríos–
–Oh, ya veo– Kinoshita, ella y su extraña habilidad de salvar personas perdidas, sabe por eso que Jurina está al tanto y ya no hay más secretos –Gracias Miru, Mantenme al tanto–
–Si– ]
Kinoshita cuelga la llamada y cuando Miru voltea hacia la habitación Jurina ya no está, sale de pronto del baño y está vistiendo sus última prendas.
–¿A dónde vas? –
–No te importa–
–¿Volveremos a vernos? –
–Quizá–
Jurina toma su chaqueta y poniéndosela de camino sale sin decir más, su corazón se acelera y sus emociones la calcinan por dentro. Así, con su mirada apagada y el odio escrito en sus ojos, aún recuerda que hay cuantas pendientes con Sakura pero en el transcurso ella la contacta.
[–Sakura–
–Vaya, al fin ¿Dónde te habías metido? –
–No te importa–
–Bueno, despareciste y- –
–Solo te di un poco más de tiempo–
–A vaya que considerada Miku está esperándote en el parque del Rey pingüino ¿lo recuerdas? Más vale que- –
–¡Miku!–]
Juria reacciona al escuchar el simple nombre, se viste rápidamente y pone en marcha su vehículo dejando en la línea a Sakura, La misma Sakura había alertado a las autoridades la comandancia recibían el reporte de un niño inconsciente con las características de la niña que se estaba buscando.
***Terapia intensiva***
Un nuevo día trascurría, Miyuki sin falta dándole un respiro a su padre que debía volver a la fiscalía ya que recibió una llamada de la comandante. Permanecía con Sayaka preocupada por todo pero aun no sabía la dimensión de lo que estaba ocurriendo. Para ella lo único que importaba era que Sayaka se repusiera pero ella permanecía inerte sobre su cama.
Una enfermera un tanto conocida para Miyuki entra y es quien toma ahora los signos vitales de Sayaka. Cuando termina antes de que pudiera abrir la puerta alguien desde a fuera lo hace primero, Kinoshita Momoka se topa con ella y ambas se saludan con gesto inclinando su cabeza cuando se cruzan, para después quedar solo ellas tres dentro y se acerca a ellas hasta quedar del lado contrario sentándose deliberadamente en la cama.
–Kinoshita, de nuevo por aquí –
–Hola Watanabe, pues me vine a visitar a mi amiga ¿Cómo sigue?–
–Débil muy débil–
–¿Qué dice el medico? ¿Se repondrá pronto?–
–Dice que tardara un poco, las heridas y los paros respiratorios la debilitaron mucho, el cree que hoy debería de cobrar la conciencia–
–Más le vale– Murmura
–¿Qué? –
–Aah~ ya no debo ocultar nada–
–¿Qué sucede? –
–Jurina ya lo sabe todo–
–¿Cómo lo sabes? –
–Tengo mis contactos–
–Ya veo, por eso no ha vuelto–
–Estas dos están cortadas con la misma tijera y por alguna extraña razón he estado ahí para ellas–
–¿Qué quieres decir? –
–Jurina está furiosa y a pesar de que cayó en un estado depresivo ya se encuentra repuesta– Momoka mira a Sayaka conectada a todos esos aparatos –No quiere verla y creo que la prefiere muerta–
–¿Tan mal están las cosas? –
–Muy mal–
Ambas chicas observan con preocupación a la chica postrada en la cama, las cosas se complican cada vez y no van a esperar a que Yamamoto despierte.
***Parque del Rey Pingüino***
Las patrullas rodeaban el parque y había muchos curiosos alrededor, y como si fuera una pista de carreras Jurina patina su auto por una de las calles que llegaban al parque. Ya había oficiales custodiando una banca donde estaba la pequeña aparentemente dormida.
Jurina corre a pesar de sus reciente pelea que la dejo exhausta, hacia la banca. Ahí la encuentra acercándose a ella. Aparentemente no tiene ningún rasguño y parece haber sido cuida bien. Ella incluso está más sucia que la niña.
–¡Jurina! –
–Comandante–
–¿Dónde te habías metido? Me informaron que estuviste en la cárcel–
–Fui con Edgar–
–¿Y con qué autoridad? –
–Comándate, Sakura–
–¿Has hablado con ella cierto? ¿Qué fue lo que sucedió? ¿Qué fue lo que te dijo para que desaparecieras de la nada?–
–Me revelo que Edgar es su padre y que…que–
A pesar de su temple de acero le costaba decir lo que recientemente había descubierto. Sae siente escalofríos tras la mirada que le lanza junto a sus palabras, no parece mentir y ha llegado al fondo como era de esperarse, aunque no se cuenta con el testimonio de Sayaka quien sigue mal en el hospital deben aclararse muchas cosas.
–¿Qué cosa? –
–Matsui Rena es el asesino de mi hermano–
–¿Estas seguras de lo que dices? –
–Más que segura, ella es la madre de Miku, exesposa de mi hermano y su asesina–
–Vaya, esto es un tanto confuso ¿Cómo puedes probarlo? –
–Pregúntele a Yamamoto, ella lo supo todo el tiempo, incluso antes de salir de España y lo utilizo para vengarse–
–Ustedes dos deben arreglar sus diferencias, son los mejores elemento que tengo y las necesito.–
–Eso será imposible, comandante–
–Terminando este caso ella dejara de ser un oficial de policía. No pueden echar por la borda todos los años que convivieron, si Yamamoto no te lo dijo en su momento fue por alguna razón y tu más que nadie debe entenderlo. Cuando somos poseedores de información que llega a nosotros y no nos pertenece debemos manejarla con mucho cuidado–
–Pero ella lo uso para lastimarme y puso en riesgo la vida de Miku–
–Quizá no pueda justificarla, pero tú y yo sabemos que también la hemos lastimado y no solo a ella, Miyuki también–
–Lo sé, hay algo más–
–¿Qué cosa? –
–Aunque no fue un interrogatorio oficial acorde con Edgar- –
–No me digas, Sakura esta fuera ¿cierto? –
–Sí–
–ah~ vaya… Está bien, juguemos un poco más su juego por a ahora llevaran a la pequeña al hospital para valorarla, ve a casa cámbiate y te veo allá, es una orden–
–Si comandante–
Evidentemente no está de acuerdo pero esto debe manejarse con absoluta discreción aunque eso implique dejar a Sakura inmune–
–¡Jurina! –
–¿Si? –
–Toma– La comandante le arroja la funda con su arma la cual Jurina acciona sus reflejos para atrapar. –Esto aún no termina–
–Lo sé–
–Date prisa–
La comandante desaparece y toda la zona es limpiada, pronto el lugar vuelve a estar como si nada hubiese ocurrido. Jurina antes de subir a su auto de nuevo mira a su a su alrededor, no hay señales de que Rena estuviese cerca lo cual es extraño pues ella le pidió claramente que le devolviera a ambas en la preocupación de recuperar a Miku lo paso por alto. De nuevo su teléfono le indica que alguien le llama.
[– Que grosera, me dejaste del otro lado de la línea–
–¿Dónde está Rena? –
–Escapo–
–Que fácil lo dices–
–Bueno, pero tienes a Miku y eso es lo que importa ¿Me ayudaras a quedar absuelta? –
–Hable con tu padre–
–¡Ah! ¿Por qué no me dijiste que irías a verlo?, le hubiese mandado saludos–
– Deja de ser tan cínica Sakura, voy a ayudarte pero aléjate de mí y de Miku–
–Cielos, eso no está en mis planes–
–Me importan un carajo tus planes, esa es la única condición que te pongo por ayudarte, la comandante esta enterada y dejaran de buscarte, ahora solo ¡piérdete!–
–Pe-… –]
Nuevamente corta la llamada Jurina dejando a la otra chica haciendo pucheros y rechinando los dientes. Sus planes se frustran poco a poco y parece no tener ya opciones pero ya puede salir a la calle.
***Hospital***
En un par de horas Jurina ya se encontraba en hospital. Sin ser ella misma, carente de identidad y llena aun de odio debía mostrar ese lado generoso delante de Miku. Por su mente pasa ir a visitar a Miyuki y saber cómo están las cosas pero descarta inmediatamente esa posibilidad ganándole su orgullo.
–Ah, ahí estas–
–¿Qué haces aquí? –
Jurina reconoce la voz de Sakura en el pasillo, vestida discretamente y cubierta, llevaba un extraño ramo de flores que ve mientras la tomo del brazo y la hizo hacia una orilla del pasillo.
–Auch… vine a cerciorarme de que todo esté bien–
–Si te descubren y te ven hablar conmigo tú pagaras los errores de tu padre, aléjate de todo–
–Woow, no me la creo ¿acaso te preocupo? –
–No, en lo absoluto pero, acorde con Edgar mantenerte al margen–
–Mmmh, supongo que él despejo tus dudas–
–Lo hizo, y aunque tú salgas bien librada de igual forma no te quiero cerca–
–Que ruda, en fin, si me disculpas tengo cosas por hacer ahora que soy libre de nuevo–
–Has lo que quieras, no me importa–
–Hum, ya lo veremos–
Jurina va por Miku después de la revisión de rutina para llevarla a casa, esperar a que sus padres vayan y ocultar un poco lo hechos. Pero Sakura toma un camino diferente.
***Habitación de Yamamoto***
Mientras tanto en la habitación de Yamamoto no había nadie, Sakura entra deliberadamente y la observa postrada en la cama conectada a varios aparatos que registraban sus signos vitales. Se acerca sin culpa alguna a ella y la recorre de pies a cabeza.
–Ahh Yamamoto, no debiste meterte conmigo, más te vale no habérselo contado a nadie de lo contrario querida, me veré obligada a cerrarle la boca– Busca el jarrón que casi siempre está cerca de la cama las flores muy llamativas y raras, simples, pero dentro de su simpleza algo oscuro ocultaban. Dejando el jarrón justo aun lado de Yamamoto la observa de cerca y sonríe cínicamente. El color pálido y demacrado de la agente le hacía sentir placentera. –Como a ti–
De un momento a otro los aparatos registran una alteración lo cual hace retroceder a Sakura, cuando dirige su vista a Sayaka ella tiene los ojos abiertos pero no puede hablar. Sakura lo nota y se acerca de nuevo a ella para torturarla con su presencia. Yamamoto intenta moverse pero le es inútil también intenta hablar pero tampoco puede hacerlo, solo parece estar paralizada, eran los sedantes en pleno efecto. Respiraba frenéticamente cuando Sakura puso su mano en su mejilla y le sonreía frívolamente. La mirada de Sayaka denotaba desesperación y solo una lagrima rodo por su mejilla de impotencia.
Sakura se mueve hacia la bolsa del suero y dentro de las flores saca una jeringa con un líquido trasparente el cual inyecta en el catéter. Terminando su fechoría y escuchando gente en el pasillo cubre su rostro y sale presurosa de ahí.
Cuando abandona la habitación, Sayaka comienza a convulsionarse hasta que simplemente deja de moverse. Segundos después Miyuki entra a la habitación y ve con horros las maquinas que ya no marcaban ningún signo, no se escuchaba la respiración artificial y no había más bip en la máquina que registra el corazón. Llama alarmada y con desesperación al personal médico que entra en acción inmediatamente intentando reanimara un cuerpo más muerto que vivo de nuevo. Nadie sabe que es lo que está ocurriendo, Sayaka parecía estar respondiendo bien en su recuperación y de pronto recae. Miyuki pierde las fuerzas en sus piernas y llorando veía como se acortaba la esperanza pues Yamamoto no respondía. Una y otra vez daban shockes eléctricos pero nada funcionaba. El director entra de improviso y observa el caos dentro. Corre directo a Miyuki y entiende lo que esta sucediendo.
Casi dándose por vencidos, al fin un bip se reflejaba en monitor y los signos vitales recobraban un ritmo de vida, eran anormales pero eso indicaba que lo peor había ya pasado. El director sale con el equipo médico para preguntar qué había sucedido y Miyuki solo puede pensar en llegar a Sayaka. Sollozando corre hacia ella tomando su mano y limpiando sus lágrimas. Solo la veía, su corazón aun acelerado por la preocupación la hacía respirar rápidamente. Viendo como todo volvía a la calma el jarrón de flores extrañas llama su atención ¿Cómo llego esto aquí? ¿Quién lo trajo? Eso solo significaba que Yamamoto Sayaka no había estado sola y algo provoco el reciente suceso.
El Medico vuelve junto con el director y una enfermera ordenando tomar muestras para realizar estudios profundos y detectar que es lo que estaba mal con la paciente, finalmente prohíbe las visitas para no alterarla de nuevo hasta tener el conocimiento de que fue lo que ocurrió.
***Mas tarde***
Jurina se encontraba en la sala de su casa, Miku permanecía encerrada en su habitación y su comportamiento es inusual. Jurina era consciente de que en su exterior no tenían ninguna herida sin embargo la más grande y profunda yacía en su corazón. No sabe cómo mirarla ni cómo explicarle lo que está sucediendo, ¿Cómo puede decirle que la mujer que es su madre mató a su padre? Ni ella misma puede asimilarlo aún.
Ella puede sentir un odio profundo hacia Rena pero no puede permitir que Miku crezca con el mismo sentimiento en su interior, después de todo es su madre. Decide ir a la habitación de la pequeña. En la valoración médica le informaron que su daño era meramente psicológico. Durante el trayecto de regreso a casa Miku estaba retraída y no dijo una sola palabra. Jurina abre la puerta y se encuentra con Miku sobre su cama de espaldas a la puerta y
–Miku– Pese a su propia inestabilidad, es fuerte frente a Miku y trata de estar a la altura de un adulto mayor. –Miku–
La pequeña gira su cuerpo sentándose sobre la cama tomando sus rodillas entre sus brazos.
–Miku yo- –
Dando alguno pasos hacia adentro no se atreve a ir más lejos cundo ve lo ojos de la pequeña.
– ¿Dónde está Rena? –
Jurina se congela al escuchar el nombre proveniente de su boca, cruda y directa con una expresión de molestia pero predominante la confusión.
–No lo sé–
–¡Encuéntrala! –
De pronto Miku explota y rompe en llanto ante los ojos de Jurina brincando de su cama yendo al centro de su habitación, sus emociones reprimidas se desbordan por sus ojos y el trauma por lo que vivió en estos últimos días se ve reflejado en ansiedad y desesperación. Arrugaba con sus pequeñas manos la ropa de Jurina y la miraba suplicantemente.
–Lo hare pero, ¿Por qué me lo pides de esa forma? Ella te abandono–
–¡No! ¡Ella no hizo eso! ¡No pudo haber hecho eso!–
Gritaba la niña mientras manoteaba y golpeaba repetidas veces el abdomen de Jurina, quien trataba de detener sus manos.
–Miku tranquila, supe que ella escapo de donde las tenían–
–Eso es mentira– Dijo dejando de manotear sollozando con sus lágrimas que no se detenían –Eso es… es mentira…– Al final se vence y se deja caer en el piso, Jurina se sienta junto con ella y la envuelve entre sus brazos. –Ella dijo que no me perdería de nuevo ¡ELLA GRITABA MI NOMBRE!–
–Miku, ella, ella– Sin saber cómo explicarse y con un dolor punzante en el pecho al ver el sufrimiento de su pequeño amor, también está a punto de quebrarse –Ella no es quien dijo ser–
–Ella es mi mamá–
–Lo sé, pero- –
–Ella dijo que no me abandonaría–
–Miku, ¿recuerdas algo de lo que ocurrió? –
–Solo recuerdo despertar en una habitación y escuchar como Rena llamaba mi nombre y golpeaba una puerta– Jurina arruga su frente momentáneamente, si Miku escucho eso fue porque alguien le impedía llegar a ella. –Justo en ese momento alguien cubierto entro y ya no recuerdo nada más que estar en el hospital ¿Qué está sucediendo?–
–Ahora no estoy tan segura, pero te juro que llegare al fondo de esto. Quiero que entiendas algo, Rena no podrá volver con nosotros, no podrá–
–¿Por qué? –
–No puedo decirte más, no hay nada más para decir Miku–
–¿Pero por qué? ¿Qué está sucediendo? –¿Ya no la amas? Tú la amabas–
Ante la cuestión desesperada Jurina solo la mira seriamente sin saber que hacer toma la postura de indignación y decide ignorar a la pequeña.
–No voy a discutir eso contigo, alístate, papá y mamá está de vuelta en la ciudad y vendrán por ti. Date prisa–
Sale de la habitación de Miku con su cólera nuevamente encendida, esa mujer no solo destrozo su corazón si no también el de la pequeña, definitivamente no puede perdonárselo.
Iban a dar las seis de la tarde, un día que cambio de clima en un abrir y cerrar de ojos tornándose lluvioso. El timbre anunciaba la llegada de sus padres. Así que no tarda más en atenderlos.
Ellos aún no sospechaban nada de lo ocurrido pero las preguntas no tardaron en llegar respecto a la ausencia de Rena. Jurina evadía las preguntas ágilmente y conforme Miku se despedía de ella, le recordaba guardar un tiempo el secreto. Una vez sola en casa, ella es quien se prepara para salir a la comandancia donde iniciara la búsqueda implacable de Rena.
***Hospital***
El pasillo de la habitación de Sayaka era muy solitario, solo los dos guardias fuera de la puerta haciendo un fuerte. Nadie sabía lo que había ocurrido y se mantuvo en secreto su estado de salud, no querían que sucediera otro percance.
Kinoshita se acercaba poco a poco a la entrada pero evidentemente no la dejaron pasar, Miyuki se encontraba dentro y escucho voces que parecían discutir así que decide echar un vistazo. Al salir se encuentra con Kinoshita Momoka.
–Ah, eres tú–
–Pues quien más–
–Lo sentimos mucho, no puede pasar Doctora–
–Está bien, ella es familiar–
–Oh, disculpe, adelante entonces–
Momoka se sorprende del título que le ha dado pero también ve que su rostro está preocupado. Cuando ambas se encuentran dentro de la habitación Momoka no pierde el tiempo pregunta.
–¿Qué está sucediendo? ¿Por qué están estos dos afuera? –
–Alguien vino, e intento hacerle daño. Le provocó un infarto–
–¿Qué? –
Momoka obviamente se sorprende y no le gusta nada lo que sucede, en verdad esto es grave y ahora comprende el rostro de Miyuki. De pronto Sayaka despierta y reconoce a Momoka alterándose, cosa que las maquinas registran de inmediato. Con dificultad intentaba levantar su mano y llegar a la mascarilla pero era inútil y mas era su desesperación. Ellas se acercan más a ella y Momoka le ayuda a quitarle la mascarilla pese a la prohibición de Miyuki.
–Mo..mo..ka–
Sayaka hablaba con mucha dificultad y parecía asfixiarse a sí misma pero parecía tener algo importante que decir.
–¿Qué pasa? –
–Mo…m..ka, R...Rena–
–¿Rena? ¿Qué tiene? ¿Qué pasa con ella? –
–A..y..ayuda..la–
Sofocada pierde de nuevo el conocimiento y Kinoshita coloca de nuevo la mascarilla de oxígeno. Mira a Miyuki intentando descifrar por qué le ha dicho eso Sayaka. Pero ambas solo se veían. Le pidió ayudar a Rena pero ¿Por qué?
***Comandancia***
–Agente Jurina, es un gusto tenerla de nuevo por aquí–
– Kitagawa, Fukushi, comandante –
–He emitido una alerta de búsqueda para Matsui Rena, hoy tendremos una reunión a las para res estructurar la misión–
–Oh, sí ahí estaré–
–¿Por qué ahora se busca otra persona?–
–Porque Sakura parece ser inocente, otro de los implicados hay ya está en prisión y Matsui Rena es la última que falta–
–¿Cómo es eso? –
–Se trata de uno de nuestros informantes–
–Oh, ya veo. ¿Entonces quien dicen ustedes es el nuevo culpable? –
–No, está en búsqueda por otra razón–
–Buscamos a Matsui Rena porque ella es la culpable de nuestro caso especial–
–Se refiere al caso del “El asesino de Touru Matsui” –
–Así es, ella asesino al hermano de Jurina–
–Pero esa señorita era–
–No vamos a entraren detalles, por ahora nos dedicaremos exclusivamente a buscarla–
–Si comandante–
–Jurina acompáñame a mi oficina debes firmar algunas hojas–
–Sí, ¿Miyuki está aquí? –
–No, aún no se ha presentado, me informaron que–
–No me interesa…saber–
–Está bien, solo acompáñame–
La tarde caía, el tiempo corría rápido para todos los elementos de la policía que estaban encargados del patrullaje en las calles y para los que estaban en la oficina incluyendo a los oficiales de las tareas internas.
Jurina había pasado la mayor parte del tiempo en el archivo muerto repasando todos los casos que tenían que ver con su hermano, cajas y cajas de informes eran devoradas unos tras otros incluyendo los informes clasificados confidenciales de lo recaudado en España antes de que su hermano pereciera.
Mira su reloj y ve que ya es tarde, devuelve todo a su sitio y sale del archivo muerto hacia la entrada donde es interceptada por la comandante y otros dos conocidos agentes. No alcanza a saludar cuando su teléfono le indica una llamada entrante de su padre.
[–¿Si, hola? –
–¡Jurina Miku no está! –
–¡QUE! ¿ ESCAPO? –
–Creímos que se quedaría en su habitación, pero no sabemos en qué momento escapo por la ventana–]
Jurina se lleva una mano a su cabeza y su aspecto nuevamente vuelve a ser de preocupación. Las demás chicas pronto supieron lo que estaba sucediendo y solo esperaban que terminara la llamada.
[–¿Salieron a buscar alrededor? –
–Si, en estos momentos vamos a la policía para poner el reporte, ya estamos cerca–
–¿Vienen para acá? –
–Jurina ¿Qué está sucediendo? ¿Hay algo que no nos has dicho, cierto? –
–Cuando lleguen hablaremos–]
En cuanto la llamada termina, Sae no pierde el tiempo y pregunta ante la preocupación evidente de Jurina.
–¿Y ahora qué? –
–Miku escapo–
–De cierta forma era lógico que lo haría–
–Quizá, pero no lo pensé–
–¿Crees que fue a buscarla? –
–Sí–
–¿Quieres ir?–
–Mis padres vienen para acá, los esperare–
–Bajemos entonces–
Al llegar a la planta baja las puertas del ascensor se abrieron y ellas salen apresuradas con Jurina encabezando la cuadrilla pero se frena de inmediato haciendo que las demás chocaran entre sí por detenerse tan brusco.
En las puertas de la entrada, con la lluvia a fuera; débil, fatigada y abatida se deja caer una figura de rodillas como si pidiera clemencia a su destino, pero era más por su cansancio de haberse desplazado de Nagoya a Tokio lo más pronto posible. Matsui Rena enmudeciendo el lugar, deja boquiabiertos a algunos y fría a Jurina.
Sin quitarle la vista de encima camina hasta ella, en sus estomago sus jugos gasticos parece que le queman, sus viseras se retuercen e involuntariamente aprieta los dientes endureciendo la mandíbula, frunce el ceño y sus manos se empuñan. Ahí estaba, la culpable, la asesina arrodillada en el piso con su mirada perdida. Despectivamente mirando únicamente sus ojos sin mover su cabeza lave debajo de ella. Rena no hacía nada solo tomaba su pecho, jadeaba y derramaba algunas lágrimas. No huyo, muy por lo contrario acepto su destino, Sin Jurina no tenía sentido seguir, sin Miku no tenía sentido su existencia así que solo está terminando lo que debió suceder hace varios años atrás.
Los padres de Jurina entran enseguida distrayendo la atención incluso de la misma Jurina. Ellos al entrar inmediatamente vieron a la chica en el piso, obviamente no sabían nada de lo que ocurría.
–Señorita– El padre de Jurina se arrodilla para ofrecerle ayuda y levantarla, Jurina no hacia ningún movimiento solo de pronto parecía desconcertada y sin saber qué hacer.
Antes de que cualquier cosa pudiera suceder Sae toma control sobre la situación y ordena dos de los policías que estaba ahí esposar a Rena Matsui y llevarla a una celda preventiva. Es sacada de su trance por la misma comandante mientras los padres de Jurina miraban a la expectativa pues no entendían que sucedía ¿No era ella una buena amiga de Jurina? Jurina omitió decir que la amaba y que no eran simples amigas y aun así faltaban por decir muchas cosas.
–¿Que sucede Jurina? –
–Mamá, papá, vengan por favor–
Tomando decisiones rápidas en su cabeza invita a sus padres pasar a la sala de la recepción, Sae toma la rápida decisión de comenzar un búsqueda específica enviando a algunos oficiales a patrullar las principales zonas de Tokio. Todos Saben que lo que ocurriría ahí dentro era delicado y por ende el principio de la petición de Justicia con todo el peso de la ley en contra de quien asesinara al mejor de los agentes tiempo atrás.
–¡Esa es la maldita que asesino a mi hijo!–
Es lo que escucha fuera la comandante, el enojo era notable y no era para menos. Jurina termina de confesarles toda la verdad y todo lo que hay detrás de este caso por fin resuelto. Los padres de Jurina después de desahogarse, salen en busca de Miku junto con Jurina.
***SHIBUYA****
Con la restricción médica y después de la alteración de Sayaka cuando las vio desesperada por comunicar algo era mejor que estuviera sola así que, Miyuki decidió ir al área más concurrida solo para resolver algunos pendientes, no había tenido tiempo de comprar algunas cosas y debía pasar por otras ya que antes de su secuestro dejo asuntos pendientes. Pasando uno de los cruces más concurridos del mundo, ya del otro de la calle en las pantallas se proyecta la imagen de Yamamoto Sayaka distrayendo su atención, es ella y la canción que salió en la radio hace tiempo “Ai seyo”. Miyuki se sorprende y la invade una melancolía mientras escuchaba ¿En qué momento paso? Hay tantas cosas que quisiera hablar con Sayaka pero por ahora será imposible. De reojo ve a alguien en medio de la calle y los semáforos no tardan en cambiar, de inmediato se apresura a llegar hasta donde se encontraba una niña que también miraba las pantallas.
–¡Miku! –
–¿Quién eres tú? –
–Miku, ¿Qué haces aquí, sola? Es muy tarde–
De pronto Miku no la reconoce pero se le hace familiar, es amiga de Sayaka. Miyuki toma su mano y la guía a un extremo de la vía a la cera.
–¡Quiero encontrar a Mi mamá! –
Grita la niña y Miyuki amplía sus ojos, seguramente ella no sabe nada del origen del problema.
–Tranquila Miku, no sé dónde se encuentra–
–¿Dónde está Sayaka, ella puede ayudarme? –
–Por ahora no, pero te aseguro que lo haría si pudiera ¿te escapaste, cierto?–
–Jurina de pronto no quiere verla y yo, yo quiero estar con mi mamá–
La niña se abalanza a sus brazos, no sabía de pronto que hacer, no esperaba encontrase a nadie y mucho menos a esta pequeña que debe tener preocupados a todos.
–¿Has comido algo Miku? –
–No–
–Vamos, te llevaremos a comer–
–No quiero–
–Bueno entonces, vayamos a mi casa ¿sí? –
La niña asienta y Miyuki la lleva con ella en busca de su automóvil. Mientras se dirigían a casa ella pensaba en que haría después. Hace una llamada a la primera que se le viene a la mente, Kinoshita, para que le ayude con lo que iba a hacer dándole también su dirección. Al llegar, lo primero que hace es asearla y prepararle de comer. Quizá la niña es muy inteligente pero en estos momentos parece no entender lo que ha hecho. Se queda dormida y Miyuki aprovecha para llamar a Jurina.
[–Hola–
–Hola Jurina–
–¿Miyuki?, ¿qué ocurre? –
–Me encontré con Miku ¿Qué esta sucediendo?–
–¡QUE! ¿Está bien? –
–Está ansiosa y alterada–
–¿En dónde están?–
–Jurina, sé que esto no es de mi incumbencia, pero se trata de Miku y ella quiere ver a su mamá no la veo bien–
–Tienes razón no es de tu incumbencia, pero gracias–
–¿Qué ocurre Jurina? –
–Iré a tu casa, ¿cuál es tu dirección? –
–Está bien, no seas tan estricta con ella– Miyuki no comprende muy bien la actitud de Jurina pero es paciente y neutral así que solo le da su dirección. Con Yamamoto es otro tema pero con ella, a ella le debe disculpas.
–Sí, está bien gracias–
–No vemos más tarde Jurina–]
Al terminar la llamada del otro la de la línea Jurina permanecía con el móvil pegado su oído, suspira pensando en lo que ha pasado y lo que está a punto de pasar. Finalmente como si el móvil pesara toneladas baja su brazo y lo guarda.
–¡Jurina que haces ahí parada debemos encontrar en Miku!–
El padre desesperado la cuestionaba pues por un momento se quedó ausente muy pensativa.
–Ya no es necesario–
–¿Qué? –
–La han encontrado–
–¡DONDE ESTA! –
–La forense de la unidad la encontró, la llevara a su casa–
–¡Vamos por ella! –
–¡NO! Iré solo yo–
–Por supuesto que no, iremos todos–
–¿Y qué harán? ¿La regañaran? ¿La castigaran? –
– Pues si–
–Pues no, desgraciadamente acaba de conocer a su madre y no sabe porque la ha abandonado de nuevo, ¿Cómo le van a explicar que es una asesina? ¿Qué está en una celda preventiva y muy posiblemente la condenaran de por vida y no volverá a verla nunca más? ¿Huh? –
–Jurina tiene razón, – La madre más benévola toma el brazo de su esposo y trata de hacerlo entrar en razón– Creo que estará bien si no vamos–
–Pero… –
–Lo importante es que apareció y está bien–
–Está bien, se quedara con ustedes un tiempo, el que se necesario pero te vas a encargar de que esa Mujer no vuelva a ver la luz del sol Jurina–
–Así será, Papá–
–JURALO–
–Lo Juro, nos veremos mañana en la comandancia–
Llegando a un acuerdo y un poco más estables las cosas, la búsqueda finaliza y todo se concentra en el interrogatorio pendiente y más esperado en muchos años. Por parte de Jurina se dirige a la casa de Watanabe aunque prefiere no verla por ahora, pero debe agradecer que Miku esté sana y salva.
Cada vez es más difícil para ella mantener una compostura cuerda en frente de los demás y sobre todo de Miku. Está hecho un caos y la mayor parte del tiempo no sabe lo que le ocurre, no sabe cómo enfrentar lo que siente y lo que piensa, esos pensamientos tortuosos que últimamente le han quitado el sueño. No sabe cómo manejar la rabia que lleva por dentro y mucho menos, ese sentimiento que se reúsa a irse y la hace enfurecer más.
El timbre anuncia su llegada y Miyuki estaba a la espera tanto que, no tardo nada en abrir, tampoco ella la ha tenido fácil y de igual forma necesita hablar con Jurina.
–Hola–
–Hola, pasa–
–Disculpa las molestias–
Miyuki la guía por su elegante pero modesta casa, hasta llegar a un tipo de cuarto de estudio donde le invita a pasar.
–¿Qué está sucediendo Jurina? –
El rostro del agente aparte de fatigado estaba serio, ocultaba su molestia pero se le podía ver reflejada toda su preocupación.
–¿En dónde está Miku? –
–Se quedó dormida, ¿Dónde habías estado? ¿Cuándo apareció? ¿Rena? Miku preguntaba por ella–
–Estuve ocupada con lo de Sakura, pasaron muchas cosas y yo, yo… lo siento mucho Miyuki yo no tengo nada en contra tuya pero no quiero saber nada de Yamamoto por eso no volví y Rena ya está encerrada en una celda preventiva–
–Bueno, yo no sé qué decirte, tú sabes lo que siento por ella pero también te aprecio, voy a mantenerme al margen y seremos profesionales ¿Te parece? –
–Creo que eso sería lo mejor y como esto es parte de nuestro trabajo, necesito los informes de las evidencias del caso de mi hermano–
–¿Por qué? –
–Porque en dentro de poco, tendré un interrogatorio con…–
–Matsui Rena…–
–Sí, después de tomarle declaración más las pruebas que la imputan comenzara su proceso de juicio que no tardara mucho, es un caso que solo necesitaba al culpable–
–¿Cuánto tiempo? –
–No lo sé–
–¿Por eso estas molesta con Sayaka? –
–¡Ella lo sabía! –
–No grites, despertaras a Miku–
–Ella, sabía todo y aun así dejo que me ilusionara con un amor que no tenía a donde ir, lo sabía incluso antes de que la extraditaran y lo uso para dañarme a mí–
–Eres un poco injusta ¿sabes? –
–¿Injusta?¿Te parece injusto? –
–Tú también la lastimaste–
–Pero fue diferente–
–¿Diferente en qué? Ambas ocultaron algo que no les pertenecía, por una u otra razón perdieron el control de la situación y más de uno salió dañado ¿Dónde está la diferencia?
–No lo entiendes–
–Exacto, no lo entiendo pero en fin, ella sigue pagando como bien lo dijiste y no creo que se recupere pronto para ver el desastre que ha provocado ¿Supongo que eso te reconforta?–
–No quiero hablar de eso contigo–
–¿Por qué no?, estoy en medio–
–Porque te quiero y me siento también culpable contigo, prefiero que todo se quede ahí. Por favor, llévame con Miku y gracias por cuidar de ella–
–Está bien, sígueme–
Pronto llegan a una sala que parecía más de entretenimiento que de convivencia, ahí estaba Miku recostada y profundamente dormida. Camina hasta ella y se arrodilla trata de no verse imponente y se pone a su nivel, la verdad no sabe cómo. Por más que haya repasado diálogos en su mente no hay nada que se le acerque a este momento, simplemente está en blanco.
–Miku…– La pequeña abre lentamente sus ojos, pero en cuanto reconoce a Jurina se sienta de golpe y se encoje de hombros. –No voy a hacerte nada Miku, pero debemos irnos–
–No quiero. Quiero ver a mi mamá–
–Lo sé–
–Entonces ¿Por qué no puedo verla? –
–Es ella quien no puede verte.– Sintiendo un golpe en la boca de su estómago dice una verdad a medias y formula una excusa en su cabeza.
–¿Por qué? ¿Por qué no puede? –
–Ella… ella tuvo que dejar el país por un tiempo–
–¿La volveré a ver? –
Se le parte el corazón a Jurina y niega con la cabeza viendo como las lágrimas de la pequeña ruedan por sus mejillas, la niña la quiere de verdad y Rena no lo sabe y nunca lo sabrá. Ese será su castigo más grande pero, ¿Qué culpa tiene Miku? Por una obvia razón no se atreve a decirle la verdad, guardara el secreto y pedirá que lo guarden también.
–Vamos a casa ¿quieres? –
–Los abuelos me regañaran ¿cierto? –
–No lo harán–
La entrada sorpresiva de alguien muy conocida cargada de paquetes llega hasta la sala junto a sus guardaespaldas con más paquetes, apenas si se le veía la cabeza a ella.
–Watanabe aquí esta lo que…- ¡ah! vaya vaya~ ricitos de oro y ¿la hija de?–
–Cierra la boca Kinoshita–
Jurina no está muy feliz de verla, no es de su agrado y faltara mucho para poder considérala cercana sin embargo, Kinoshita tiene la habilidad de relajar el ambiente e incluso bromear en la tragedia más grande. De igual manera Miku la reconoce.
–¡Ella es la chica que estuvo la última vez que vi a Rena! –
–Sí, es ella–
Inmediatamente se pone de pie y corre hasta ella sacudiéndola importándole poco lo que trae encima.
–¿Donde esta Rena? ¿Qué sucedió? –
–Oye oye pequeña tranquila,– Decía Momoka mientras bajaba los paquetes y hacia señas a sus guaruras para que salieran– Eres bastante fuerte niña. No lo sé, en aquella ocasión recibí un golpe y no supe lo que sucedió–
–Es verdad Miku, – Jurina se para y se acerca hasta ellas tomando las manos de Miku que arrugaban el costoso traje de Momoka. – Ella no sabe nada–
–Ah, ya estás aquí–
–Sí, acabo de llegar… y traje lo que me pediste ¿A qué se debe esta agradable reunión familiar? ¿Me perdí de algo?–
–Miku, ven conmigo–
Miyuki vuelve a salvar la situación, llevándose a la pequeña a hacer cualquier cosa. Para que Jurina pudiera conversar con Kinoshita y le explique lo que sucede. Definitivamente no esperaba encontrar a una Jurina amable y en verdad le sorprende un poco.
–¿Qué está sucediendo ricitos de oro?–
–Deja de decirme así ¿quieres? –
–Necesito decirte que esta absuelta, junto con Sakura. Y apareció Rena, se entregó no hubo necesidad de buscar y ya se encuentra en la comandancia y van a juzgarla pronto–
–¿Cómo sucedió eso? –
–Ella llego solo por su propio pie y se entregó en la comandancia–
–¡Que! No te lo creo, ¿qué es esto? ¿Una película? –
–No, un fanfic–
–Aaah–
–Obvio no. No se te ocurra decirle nada a Miku ¿Entiendes? –
–Interesante, Miyawaki es libre de toda culpa y Rena pronto cumplirá con su destino–
En la mente de Momoka algo no cuadraba. La desesperación y lo único que dijo Sayaka le inquieta un poco pero si conoce bien a su amiga, sabiendo que Jurina encontraría a Rena quiere que la ayude en este proceso.
–Si bien es cierto que ellas las tenía, llegamos a una acuerdo ya que hay más implicados–
–¿Sabes dónde está Miyawaki? –
–No, y te pido que ya no metas tus narices–
–Mmmh–
Eso es más como si le pidieran que lo hiciese, ella en su cabeza ya está pensando en que va hacer.
–¡Miku! – Miyuki corría detrás de Miku. –Y corre directo y sorpresivamente hacia Momoka.
–¿Qué te pasa niña? –
–Ayúdame a encontrarla–
Abrazada de su cintura con su cabeza un poco más arriba de su ombligo acariciaba su cabeza mientras veía a Jurina y Miyuki.
–Vamos a casa Miku–
–¡No quiero¡ ¡Me llevaras con los abuelos! ¡NO QUIERO, YO QUIERO VER A RENA!– Miku se aferraba más a la chica elegante pues, fue a la última que vio antes de subirse al avión.
–Sí Miku, te llevare con los abuelos yo, mañana…. Mañana estaré ocupada y posiblemente no vuelva a casa–
Momoka ve la ansiedad de la niña y la preocupación en Jurina quien le oculta a la pequeña que su madre esta encarcelada.
–¡AH!, no es necesario que te la lleves–
–¿Qué estás diciendo? –
–Yo la cuidare–
–De ninguna manera–
–He cuidado de ti–
–¿Qué? –
–De hecho, he cuidado dos ¿Por qué lo dudas? –
–¿A mí? ¿Cuándo? –
–Bueno mmmh, no vas a negarme que la pasaste bien hace unos días ¿Te divertiste?–
–Cierra la boca–
–Está bien, está bien. No espero que me lo agradezcas–
–Y no lo hare, y de ninguna manera dejare a Miku a tu cargo ¿A dónde la llevaras ni siquiera tienes casa?– –
–Oh querida, yo lo tengo todo. Por ahora a casa de Yamamoto–
–De ninguna manera–
–Perdón que me meta a su conversación pero Jurina, creo que sería lo mejor, tus padres están enterados de todo y…–
Es verdad, estarán presentes siguiendo todo el proceso y tienen derecho a hacerlo. Miku no debe enterarse de nada y no hay más opción que Momoka, quien es un poco más ajena a todo y más cercana.
–Está bien, pero no se te ocurra hablarle de tus perversidades–
–¿Enserio? –
–Sí, y Gracias–
–¿Cómo dijiste? – Momoka escucha las gracias y no lo deja pasar para fastidiarla e inmediatamente recibe una mirada de prevención por parte de Jurina –Ya, ya… por cierto te queda muy bien ese look, Rubia–
–Ciérrala boca, iremos a mi casa y ahí te quedarás a cuidarla–
–Bueno, por mí no hay problema pero sabes que yo soy una mujer de negocio- –
–Has lo que tengas que hacer pero no la vayas a dejar sola–
–Sí, si–
–Vámonos entonces–
–¿Podemos pasar casa de Yamamoto por algunas de mis cosas? –
–Ya que–
Era extraño e inusual, pero también era necesario y para que se lo que viene Kinoshita se convertía en una pieza fundamental tanto para Miyuki como para Jurina.
***Interrogatorio, mañana siguiente***
–¿Segura, quieres hacerlo? –
Como encargada de tomar la declaración, ante la vista de sus padres, comandante y fiscales quienes no se conformarían con una simple grabación, ellos presenciaran el cierre de la investigación del caso más esperado, no podía claudicar. No cabía nadie más en aquella cabina de observación las cabezas grandes querían ser testigo de ello y ya no había nada que lo impidiera.
–Si–
Sin embargo Sae mira fuera de toda esa seriedad y temple de Jurina una debilidad inminente y siente la duda en sus ojos.
–Bien, toma esto,– Sae le entrega un maletín que contiene todo lo que necesita para el interrogatorio. –en 15 minutos comienza–
Finalmente se retira con los oficiales de altos mandos para conversar un poco con ellos y dejar que Jurina se prepare. La mejor de las agentes y el mejor de los criminales iban a encararse en pocos minutos.
Miyuki caminaba buscándola, oficialmente las visitas en hospital habían sido restringidas y solo por algunos momentos. Ya se encontraban un par de oficiales custodiando la puerta así que no había de que preocuparse por el momento. Miyuki debía volver al trabajo después de enterarse que Rena había sido capturada.
–Jurina…–
Ella parecía estar bebiendo un poco de café pero en verdad mordía el vaso desechable vacío, voltea al escucharla voz de la forense y no pierde detalle al darse cuenta que trae puesta su bata.
–Miyuki, no sabía que ya estarías de regreso–
–Bueno, debía volver al trabajo y ayer me dijiste que necesitabas esto–
– ¿Qué es esto? –
–Lo que me pediste y algo más. Los resultados de varias pruebas que mande comparar antes del secuestro–
Jurina analiza lo que le han dado. No puede creerlo, hay más de cinco comparaciones en diversas instituciones y todas llevan a lo mismo. Han confirmado que él se suministraba droga ¿A qué nivel? Eso no pueden saberlo, pero de acuerdo con lo que le dijo Edgar, parece tener razón a lo que se negó a oír por parte de él. Y lo que arrojan estos resultados es una concentración grande al momento que murió.
–Es hora– Le indica su Comandante Sae.
Jurina no dice nada, solo observa con detenimiento y mira a Miyuki como si pensara en decir algo, pero se abstiene de todo comentario. La forense le sigue los pasos y ve dentro de la cabina de observación a varios sujetos importantes incluido su padre, la psicóloga y a su comandante. Ella decide presenciar el interrogatorio y conocer el testimonio de Rena Matsui.
Con un gesto de desagrado, molesto y cansado gira nuevamente y con pasos firmes se dirige a la sala de interrogatorios. Al llegar a la cabina de interrogación observa a todo el público presente, parece una fiesta. Siente repudio y por primera vez odia su trabajo.
Dirige su mirada del otro lado del cristal donde ahora, en aquella silla incomoda y con las manos esposadas ocultas debajo de la mesa, está el ser que más ha amado tan intensamente hasta hacerla perder la cordura, hasta llevarla a la misma locura. Es horrible lo que siente y hace todo lo posible para que sus emociones no sean más que la profesionalidad que todos conocen. El calor que siente en su pecho le quema el alma conforme es consciente de lo que está a punto de hacer.
**Sala de interrogación**
Al abrir la puerta y dar algunos pasos dentro, la atmosfera se torna pesada tanto que, parece que se asfixia. Lo primero que ve es como lentamente Rena gira su cabeza y la mira directamente al rostro. No puede describir esa mirada, pero sin duda sus rodillas tiemblan.
Ella sigue con sus ojos los movimientos de Jurina, hasta que ésta se sienta por fin frente a ella. Se miran directamente a los ojos, entre ellas hay una comunicación que los de afuera no entienden, bueno, casi todos. Sayaka sabe a la perfección de eso.
–¿Seré interrogada por ti, perdón por usted Agente? – Rena rompe ese intercambio de miradas y el silencio sofocante con una voz resignada.
–Aquí las preguntas, las hago yo. – Responde tajante y cortante.
Saca una carpeta del maletín que le entrego Sae cuando llego, lo más desgarrador para ella y lo más doloroso para la otra está dentro. Las fotos clave del homicidio que fueron enviadas por el departamento de investigación de España. Las fotos sacadas de la cámara de seguridad el día que ella mató a su hermano. Las arroja frente a ella en forma de abanico.
– ¿Qué tienes que decir al respecto? – Jurina toma fuerzas de donde puede, no es la primera vez que las mira, pero tener al causante frente a ella, a quien juro destrozar con sus propias manos cuando lo encontrara sabiendo lo que representa; ahora quien juro amar por sobre todas las cosas, le hace un nudo en estómago y en su garganta. Sin embargo eso también era difícil para Rena quien solo dio una mira rápida pero desvió su vista hacia otro lado. –Míralas, ¡MIRALAS! – Se exalta un poco Jurina. Pero Rena no miro las fotos, si no que la miro directamente a ella. –No me mires a mí, ¡MIRA LAS MALDITAS FOTOS!– En un arrebato de ira ella se pone de pie y camina hasta el otro lado de la mesa tomando su mentón y obligándola a ver las fotos más atroces una por una.
Inmediatamente, Juina recobra su juicio. Sí, era verdad, Rena era la culpable de aquel suceso, pero su hermano y la doble vida que llevaba, la orillo a hacerlo según lo que Edgar le dijo. Toma una poción erguida y suelta la barbilla de Rena quien ahora no la mira de frente si no a la mesa y en momentos fuera de ella.
¿Qué más podía sentir Rena Matsui?, más que la culpa de haber matado de haber cometido tal crimen por quien era por el título que le daba importancia, pero haber amado a un hombre falso, de eso, de eso no se sabía si sentía algo al respecto. Se la comía viva la vergüenza y tenía destrozada el alma porque ahora; no tiene ni su carrera, ni a su hija ni a Jurina. No tiene nada y así va a pasar el resto de su vida en la cárcel, confiese o no. Como si ella hubiese sido el delincuente más buscado, en ausencia de él, será juzgada con el mismo rigor. Deberían darle un premio por haber sacado a esa escoria de esta existencia.
– ¿No vas a decir nada? –
Modera su voz y rodea la mesa pero no se sienta, va directo al espejo y da la espalda a los espectadores, permanece de pie lejos de Rena quien seguía renuente a hablar. Y ella lo sabía, sabía que lo que digiera no cambiaría nada y solo estaría dándoles como su consentimiento para proceder, qué más da si hablaba o no.
–Lo hice…– Por fin Rena confiesa.
**Cabina**
Fuera de la sala de interrogatorio, no se sorprenden pero comienza a murmura por ello, ahí estaba la respuesta más buscada. Incluso sonreían aliviados como si disfrutaran de la situación.
***Sala de Interrogación***
Jurina más que mirarla con odio y con desprecio, parecía quebrarse frente a ella. De espaldas al espejo, podía cubrir su semblante abatido a los que estaban detrás de él, pero Rena era testigo de ello. Jurina empuñaba sus manos y se podía apreciar como cortaba su propia circulación, se mordía el labio inferior y de tanta presión, termino hiriéndose a sí misma.
– Detalla…- detalla los hechos–
–¡Fue un maldito!–
–¡No te permito que lo insultes! ¡Él era el mejor agente! – Va hasta la mesa y con ambos puños cerrados golpea encarando a Rena con sus ojos llenos de ira.
De pronto alzaron su voz mutuamente, era tan vulnerable el momento que cualquier cosa provocaría una reacción mayor. Sae intenta dar un paso para ir a la sala e intervenir pues Jurina parece haber perdido el control pero el director la detiene y niega con su cabeza, van a dejarla hacer su trabajo a su manera.
–¡ERA UNA BASURA! – Rena lo grito con mucho odio en su voz y en sus ojos, no se dejó intimidar por la cercanía de Jurina y con sus manos esposadas que ocultaba debajo de la mesa, da un golpe sobre ella inclinándose hacia el frente respondiendo a la agresión de la agente.
– ¡ERA MI HERMANO! –.
– ¡ERA SU VIDA O LA MÍA! – Jurina retrocede un poco ante esas palabras. Había pruebas contundentes de que su hermano se drogaba, tardaron mucho para que las pruebas fueran enteramente confiables y descarta hecho que fue sembrada la droga en sus pertenecías y también en su cuerpo, lo acaba de saber por parte de la doctora forense e hizo un gran trabajo con las investigaciones a las bases de datos forenses, análisis, tomas de tejidos, etc.
Sin dejar de verse una a la otra, un par de lágrimas orgullosas hacían juego con las que caían deliberadamente y sin permiso en el rostro de la presunta asesina. La misma suaviza su voz quebrada y toma aliento para hablar.
–¿Qué derecho tenía el agente de arrebatarme a mi hija?, ¿tenía la ley a su favor? ¿Tu hermano intachable podía violar las reglas fácilmente? ¿Podía tratarme como un objeto? ¿PODÍA ELEGIR LA HORA DE MI MUERTE? –
–¡ERA UN HEROE! –
¡EL ERA UN DELINCUENTE–
–¡NO! –
– LO LLAMABAN EXTRANJERO! – Jurina amplía sus ojos y por un milisegundo su odio vacila pero arruga el ceño y voltea un poco hacia el cristal rápidamente pero vuelve a mirarla. Rena lo sabía, sabía que él era el extranjero del cual nunca le dijo nada ella a Rena, de pronto siente un miedo muy profundo de escucharlo que viene. –¿Y AHOR PAGARE POR SU MUERTE? –
***En la cabina de observación***
Sin duda alguna la declaración y sus palabras cambian el rumbo de la situación, están desconcertados, ¿el delincuente más buscado pertenecía a la policía? La acusada afirma que era el extranjero. Los altos mandos se miran unos a otros y los padres de Jurina vacilan también ante la sorpresa. Miyuki sorprendida piensa en medidas alternas y muchas cosas se aclaran en su mente.
***Dentro de la sala de interrogación***
Jurina se queda sin palabras, fría ante la honestidad de su culpable declaración, solo la mira y de pronto se siente como la primera vez que interrogo a alguien, como una novata ¿Qué es lo que procede? ¿Qué debe preguntar? ¿Cómo debe seguir?
–¿Qué- qué fue, lo- que sucedió? ¿Cómo te atreves a decir eso?–
Aclarando su voz un poco forzada, es lo que pregunta. Aún permanecía recargada sobre sus puños pero su semblante había cambiado, estaba a nada de quebrace en pleno interrogatorio y su aspecto era pálido, sudaba y sus piernas le temblaban aun en contra de su voluntad.
–Una noche, yo dormía y él llego a casa desquiciado, no tenía con que pagar sus deudas. Él quería que pagara por su estupidez, vendía mi cuerpo…– Jurina cierra los ojos, nadie podía ver lo que ocurría con ella pero sin duda es algo que le duele escuchar. –Yo herí de gravedad a dos hombres defendiendo mi cuerpo y tu valiente hermano nunca hizo nada. Esa noche tomo a la bebe, estaba fuera de si quería aventarla por la ventana deshacerse de ella de un departamento de más de diez piso dime ¿Un héroe hace eso? – Jurina abre sus ojos y la sigue mirando con todas las emociones dibujadas en ellos. –Forcejeamos le quite a la bebe y él me golpeo hasta que perdí el conocimiento yo cubrí a mi bebe con mi cuerpo. Desperté en un hospital, todo me dolía y no había nadie cerca. No sé cuántos días estuve ahí pero él llegó e intento clavarme un bisturí que no sé cómo logre quitárselo y cuando se me vino encima lo maté, clave en su pecho un bisturí y vi como mis manos se manchaban con su sangre. De nada sirve justificarme en decir que lo hice en defensa propia. Cuando su fuerte cuerpo se debilitaba progresivamente se retorcía en el piso de manera extraña –
***Cabina***
Miyuki amplía sus ojos y frunce el ceño, hay algo que le ha llamado la atención y no es normal en el relato.
***Sala***
–Me asuste y corrí, corrí sin importarme mi apariencia. Salí con mi bata de paciente, descalza y los parches donde estuvieron las agujas. Con los golpes aun marcados ¡parecía una loca por la calle!. Volví a casa solo pensando en Miku y ya no estaba, me desquicie, grite y llore como nunca y destroce todo a mi paso. Pero tenía miedo sabía que ellos vendrían y llegaron, Salí del departamento antes de que ellos llegaran al piso y solo llevaba conmigo una sortija de matrimonio que perdí hace tiempo– Jurina recuerda ese anillo, de hecho ella tiene los dos
–¿Quiénes eran “ellos”? –
–Una mafia entera–
Jurina no sabe que responder, de pronto se olvida en qué lugar esta. No tiene respuestas a todas las preguntas que Rena ha hecho, ni nada claro a lo que ha dicho, al contrario tiene sentimientos encontrados debidos ello. Traga saliva y endurece su rostro pero no dice nada.
–Pueden juzgarme, puedo podrirme en la cárcel pero escúchame bien, no me arrepiento…– Al escuchar eso, toma su posición erguida la mira detenidamente y camina hacia la puerta, ya escucho suficiente y obtuvo la declaración. Cuando iba a tomar la palanca de la puerta Rena exclama con su garganta quebrada pero su orgullo firme. –¡Agente Matsui!, – Jurina solo permanece parada con la puerta entreabierta y escucha –No me arrepiento de salvarle la vida a lo que más amo, mucho menos me arrepiento a aferrarme a la mía.–
Se estremece a te esas palabras, a pesar de su semblante no dice nada más y solo sale de ahí. Ahora todo queda en manos del juez en turno y deberá esperar hasta que el proceso termine y sea sentenciada, el proceso será ágil ya que era el caso más esperado pero ahora ha tomado otra vertiente y es algo que no esperaban y deben investigar. Se niega rotundamente a creer lo que le ha declarado Rena sin embargo los estudios de Miyuki ya anunciaban algo que podría probarlo.
Saliendo de ahí con prisa ni el llamado de sus padres la hizo detenerse, se ha convertido en el verdugo de la persona que más ha amado y que ahora sabe compartió con su hermano. Su mente y sus pensamientos van a desquiciarla si sigue ahí, si sigue viendo su rostro, sus ojos y hará hasta lo imposible para olvidarse de ella.
***Algunos días después***
Deplorable era su estado, por más que satisficiera su promiscuidad, nada, absolutamente nada le borraba de su mente la última mirada de Rena y sus últimas palabras. De nuevo nadie sabía de ella, al menos eso creía ella. Yendo a un refugio temporal que no pidió y que llego a ella, pasaba el tiempo con Shiroma Miru quien, mantenía al tanto a Momoka y Momoka rendía cuanta a los padres sobre Miku, ellos mismos sabían que Miku no podía enterarse y solo esperaban el día de la sentencia. En esos días también en el hospital llegaron a la conclusión de que alguien intento hacerle daño a Yamamoto, así que Momoka no se quedara de brazos cruzados.
Perdida sin noción del tiempo, ya no era más un lobo hambriento de temperamento seguro y con la convicción más inquebrantable. Eras más parecida aun fiera herida, temerosa y frágil disfrazada de una débil ira. Ya no confía en nadie y su mundo se le vino encima. En ningún lugar en los que ha estado, ninguna experiencia o práctica le ayudaba para entender y superar esto. Ser la mejor no le servía ahora de nada.
Miru la observaba, sentía lastima por ella y a la vez impotencia por no poder hacer nada más. ¿Quién era y que era lo que la tenía así? Su celular comienza a vibrar y ella no se sorprende, es Momoka para el informe del día.
[–Hola–
–Hola Momoka–
–Necesito hablar con Jurina–
–Está dormida–
–Despiértala–
–Lo intentare, pero esta algo ebria–
–No sé cómo pueden beber tanto esas dos y encima de eso salir bien libradas–]
Miru vuelve a la habitación llegando esta vez hasta Jurina. La sacude un poco pero es difícil de despertar.
–Jurina– La llama pero la chica parecía una roca –Jurina–
Sacudiéndola y diciendo varias veces su nombre logra despertarla aun que aun su rostro parece dormido. Después de algunos pucheros logra hacerla volver en sí.
–¿Qué sucede? –
–Alguien quiere hablar contigo–
–¿Alguien? ¿Cómo sabe- –
–Solo tómalo–
[–Diga–
–Hola Ricitos de oro, ¿no me extrañaste? –
–Kinoshita…– Llevándose un mano a la cabeza para sobarla un poco vuelve a la realidad al escuchar su voz – Tú ¿Para qué has llamado? –
–Bueno, solo quería decirte que Miku está muy bien, pero, hoy es el Juicio–
–¿Qué?¿Segura? ¿Qué día es hoy?–
–Sí, tu teléfono parece estar muerto y han pasado varios días–
–Oh, rayos–
–Más vale que te des prisa–
–Kinoshita–
–¿Qué sucede? –
–¿De qué lado estas? No me trago el cuento de que me estés ayudando sin pedir nada a cambio–
–Obviamente de Yamamoto, pero salvaste mi vida–
–Hum, Yamamoto…–
–Ahora que la mencionas, tuvo un paro cardiaco repentino–
–¿Crees que me interesa? –
–Debería, intentaron asesinarla–
–¿Qué? –
–Ya despertó y está un poco más repuesta, parece que alguien no le conviene que este viva, y—
–No me importa–
–Bien, bien. Solo tómalo en cuenta y ve al juicio–
–Sí, ¿Miku? –
–Ella es bien, está algo retraído pero bien–
–Bien–]
Jurina cuelga la llamada y busca su ropa, es hora de desenlacé de esta historia.
***Hospital***
Por fin en piso, Yamamoto respondía bien pero aún seguían guardias en su puerta y el tiempo de visita era limitado. Su cuerpo estaba débil y aun dependía del aparato para respirar. Se encontraba dormida, por los sedantes y las puertas corredizas anuncian la llegada de alguien especial.
Era Miyuki, sabiendo lo que se celebraría hoy en la fiscalía prefería estar con Sayaka. Se mueve un poco por la habitación acomodando algunas cosas y termina atraída por la serenidad del rostro de la agente.
Ella abre los ojos y su vista es maravillosa, sonríe pero sintiéndose mejor se mueve inquieta–
–¿Sayanee, que ocurre?
–Jurina, ¿don-d-e esta? –
–No lo sé–
–Debo decirle– De pronto intenta reincorporarse y quitársela mascarilla pero Miyuki se lo impide.
–No, cálmate, ella ya lo sabe–
–¿Eh? –
–Lo sabe todo, su instinto la llevo a descubrir que –
–Estoy involucrada. Me duele todo ¿Qué me paso? –
–Tuviste una pelea con Miyawaki después de rescatarme, te apuñalo varias veces y caíste en varios paros respiratorios perdí la cuenta de cuantas veces te reanimaron–
–¡Miyawaki! – Sayaka se exalta de pronto – ¡tengo que ver a Jurina!–
–No puedes y no creo que ella quiera verte–
–¿Qué es lo que sabe? –
La puerta corrediza de la habitación se abre y entra una bella mujer que no es tan desconocida dejando sorprendidas a las chicas de dentro quienes no dejaban de mirarla. Sayaka la reconoce con todo y su malestar.
–Con su permiso, voy a tomarle lo signos ¡oh! Ya despertó–
– ¿Shiroma San? –
La joven enfermera mira Sayaka que la ha llamado por su apellido reconociéndola inmediatamente. la última vez que la vio fue en el distrito rojo ¿Qué hace aquí?
–Hola, siguen siendo muy unidas–
–Más que eso trabajamos juntas–
–Sí, supe lo que ocurrió. Ahora ella es policía y tú–
–Doctora Forense–
–Me lo imaginaba de ti sin embargo, creí que ella seria cantante o algo así–
–¿Desde cuando trabajas aquí? –
–Mmh llevo un par de años– Yamamoto solo la observaba hacer su trabajo escuchando lo que conversaba con Miyuki y hace conjeturas en su mente, eso quiere decir que ella lleva una doble vida. –Bueno, iré a informar al médico que has despertado, con permiso–
Después de hacer una reverencia Shiroma Miru abandona la habitación y Sayaka miraba con sus ojos hacia la puerta.
–¿Qué ocurre? –
–Ella…–
–¿Ella? –
–Ella estaba en el distrito rojo–
–¿Eh? Bueno ese cuerpo debe aprovecharlo pero… ¡Oye! ¿Qué hacías tú en el distrito Rojo?
–No, no pienses mal, la noche de tu rescate nos encontrábamos en una misión de encubierto en ese distrito pero precisamente abortamos la misión porque nos dieron tu ubicación y se volvió prioridad encontrarte. –
–Ooh, ya veo–
Nuevamente se abre la puerta y es ahora el doctor en turno el que ingresa gustoso después de recibir el informe de la enfermera.
–Parece que está respondiendo bien a la operación y al medicamento, aah las ventajas de ser joven. Vamos a hacer algunas pruebas–
El médico le hace hacer algunos movimientos para valorar la recuperación del daño a los tejidos internos y externos, quita la mascarilla y nota una ligera fatiga en Yamamoto, vuelve a ponérsela y prosigue con su inspección.
–¿Se encuentra mejor Doctor? –
–Aparentemente si–
–¿Cuándo poder salir de aquí? –
–Pues todo parece estar bien, pero será mejor que pases otra noche aquí y ver si puedes respira sin la ayuda de la mascarilla, en caso de que no puedas hacerlo deberás permanecer aquí al menos una semana, dependerá mucho de cómo evolucione tu cuerpo en las próximas 12 horas.–
–Bien, gracias Doctor–
–Las dejo, con su permiso–
Al abrir la puerta el doctor, Momoka se encontraba del otro lado y no fue necesario abrir, solo hace un pequeño saludo al médico y entra de lleno aliviada de ver más repuesta a su amiga.
–¿Mo-moka? –
–Kinoshita ¿Qué haces aquí? ¿Y Miku? –
–¿Miku? –
–Hola a las dos, ella está bien, mis subordinados cuidan de ella–
–¿Por qué tienes a Miku? ¿Qué te paso en la cabeza? –
–Nada grave Darth vader– Sin perder el humor sonríe y toca una de sus piernas amistosamente –Solo me dieron mi merecido ahora somos un par de delincuentes, lindo historial–
–hum, ¿Qué sucedió en todo este tiempo?–
–Pues, Matsui Jurina me encontró herida y me trajo–
–¿Jurina? –
–Sí, – Interviene Miyuki. –ella viajo desde Osaka después de lo que le dije de Sakura–
–Mientras peleábamos Sakura me dijo que… ella se había encargado de ti y me imagine lo peor–
–Casi, afortunadamente tengo la cabeza dura y pues heme aquí–
–Ya veo, necesito hablar con Jurina, Sakura–
Ambas chicas se miran mutuamente, no sirve de nada ocultarle la verdad y lo que está sucediendo justo ahora.
–Sayaka, Sakura esta condonada–
–¡Que! –
–Rena apareció, ella misma se entregó a las autoridades y hoy justo ahora es el juicio–
–Pero no...¡Debo salir de aquí!–
Intentado quitarse todo se desespera y comienza a manotear pero tanto Miyuki como Momoka la detenían alarmadas por su cambio.
–¡Que ocurre Sayaka! –
–¡Sakura! ¡Sakura no se puede salir con la suya! –
–¿Por qué? Cálmate Sayaka, de lo contrario van a sedarte–
Sayaka respiraba aceleradamente, sus pupilas estaban completamente dilatadas y decía incoherencias pero nada claro–
–¡Sayaka!¡Sayaka! ¡Escúchame! – Miyuki tomaba su rostro con ambas manos y podía notar la desesperación en Sayaka –¿Qué ocurre? –
Yamamoto no parecía estar en la habitación, había ausencia en sus ojos y su mente vagaba en la culpa que le comía el alma, ella sabía algo vital pero no podiadecircelo a nadie de lo contrario correrían peligro, ahora sabe de lo que Sakura es capaz.
–No te preocupes por ello, hice lo que me pediste y en estos momentos espero que todo salga bien–
Escudando eso, se tranquiliza pero aun así no está conforme y se siente muy inquieta y ansiosa.
***Juicio***
Mientras tanto, en una sala pequeña y blanca que reflejaba mucha luz que estaba estratégicamente distribuida. Había una pequeña abertura que tenía una rejilla en una de las paredes frente al Juez. Había muy pocos presentes, solo los interesados. En un pequeño estrado los padres de Jurina. En otra sección del estrado, Sakura y Edgar custodiado por un par de oficiales junto a la comandante Sae y el director. Jurina quien iba llegando no sabía porque estaba Edgar, su pone que es porque se había descubierto su parentesco. Del otro lado, un elegante sujeto a un lado solo en la mesa de la defensa, quizá sea el abogado de rigor, obviamente también estaba el Juez y el jurado que evaluaran el caso, estaba agente moderador quien será el que lleve el Juicio siendo neutral. Ella se sienta en la mesa de la parte acusadora junto a su abogado, era hora de vengara su hermano. Actuando solo como un familiar afectado.
Todo estaba listo, el Juez se pone de pie y pide atención a los presentes llamando a los custodios pasar a la acusada. Demacrada, pálida como la arena en un traje naranja que parecía ser una talla más grande aunque en verdad ella había adelgazado, aparece con sus manos esposadas al frente del fondo del pequeño cuarto con la reja, se le podía ver al menos medio cuerpo.
Jurina se mueve de su asiento estirando un poco el cuello, ahí está. Aun así no pierde la elegancia a pesar de su aspecto descuidado, su cabello lacio y suelto caía perfectamente sobre sus hombros y su vista siempre miraba al piso. Después de algunos días de no saber nada de ella, ya no sabe que es lo que siente, solo sabe que debe cumplir su palabra y vengara su hermano.
Rena es colocada de frente a la reja con un par de custodios detrás de ella, como si en realidad fuera peligrosa. Había uno más por la parte de fuera el portaba un arma larga, en verdad la están tratando como la peor de las delincuentes.
–Mírala– El abogado de la parte acusadora la saca de su trance –Usan su mejor táctica, parece tan inocente– Jurina hace un gesto extraño, habla como si la conociera y no está ni lo más cerca de hacerlo, algo dentro de ella le molesta la ligereza con la que se expresa de ella. Matsui Rena siempre es un enigma incluso ahora, por lo poco o lo mucho que pueda presumir que la conoce, simplemente es ella detrás de una reja sin la intención de defenderse.
Gira un poco su cabeza hacia donde están sus padres, el semblante de su madre parece de compasión pero el de su padre es duro, hacia el otro lado puede ver a Edgar y Sakura saludándole sensualmente sin perder el tiempo de decir con sus gestos que seguirá detrás de ella.
–Nos encontramos el día de hoy, para esclarecerlos hechos y dictaminar sentencia a la señorita Matsui Rena, asesinato en pleno uso de sus facultades, pido a la parte acusadora comience con su presentación de pruebas–
El hombre de traje oscuro que estaba aún lado de Jurina se pone de pie abotonando su saco, y caminando hacia la acusada desbordando experiencia y tomo el control del panel.
Explicaba uno a uno los hecho, preguntaba y acosaba a Rena con sus preguntas bien formuladas, mostraba imágenes y videos del archivo, el abogado estaba muy bien preparado.
Finalizando con sus presentación de pruebas y su ronda de preguntas, seden la palabra a la parte defensora.
–Buenos, días. Como ya hemos escuchado la culpabilidad de la Señorita Rena Matsui debo rescatar el hecho de la defensa propia–
–Objeción– Inmediatamente el abogado acusador
–No hay lugar– Dice el Juez –Siga–
–SI bien es cierto que la señorita se encargó de quitarle la vida a una persona y herir a otras tantas, fue por que las circunstancias la llevaron a ello. Casada con un hombre falso, vendida por el mismo hombre a una mafia. Tratada como prostituta ¿Qué se supone que debía hacer? –
–Objeción, el señor está especulando sin pruebas–
–A no, no, tengo las pruebas, tenemos un testigo dispuesto a declarar–
–Agente por favor– Pide el Juez
–Llamo al estrado al señor convicto Edgar Franco–
–Objeción, ¿Cómo este señor puede ser testigo?– Los murmuros no tardaron en llegar y Jurina comprendía ahora la presencia de Edgar y estaba asombrada. La misma Rena se sorprende, no creía que en verdad tuviera una parte que la defendiera.
–Permanezca en su sitio, veremos qué es lo que tiene que decir– Dijo el Juez dando su consentimiento.
–Diga su nombre–
–Edgar Franco su señoría–
–¿Profesión? –
–Empresario–
–Bien, Abogado de la de la parte acusadora por favor–
–Después de la defensa–
El abogado cede primero a la defensa esperando ver que es lo que trama. Inmediatamente, en el dispositivo digital comenzaban a aparecer imágenes, en su mayoría fotos en las cuales Edgar aparecía con los dos sujetos muertos y al menos un par con Rena y Touru.
–Señorita Matsui dígame, qué relación tiene con Edgar Franco–
–Es mi padrastro– Mayor eran los murmuros en el la sala mientras Edgar Miraba hacia Sakura, parecía que se decían algo con la mirada.
–Orden, orden– Pedía el Juez golpeando la mesa–
–Solo mire a su padre señor Juez, jurado ¿Qué se puede esperar de ella?–
–Manténgase en silencio–
–Señor Edgar Franco, ¿qué tiene que decir al respecto? –
–Sí, es mi hija. Me case con su madre cuando ella era pequeña–
–Y dígame, ¿ella tenía conocimiento de quien era usted en realidad? –
–No–
–¿Cómo fue que lo supo? –
–Cuando conoció a Touru Matsui–
–¿Y eso cuando fue? –
–El llego a España, como un agente pero en realidad llego para dominar la plaza…–
–¡Objeción! Esta fuera de contexto–
–¿Cómo puede estar fuera de contexto? Estamos hablando del ahora occiso y la causa de su muerte ¿no?–
–Objeción aceptada. Limítese a hablar de los hechos, por favor siga.– Poniendo un barrera que obviamente era para no hablar de sus sucios negocios, cierra una posibilidad el Juez.
–Bien, La señorita Matsui ha mencionado que el ahora occiso llevaba una doble vida, y aparte que consumía estupefacientes lo que lo llevo a un estado de locura y la golpeó brutalmente. Señor Edgar Franco, ¿tiene usted conocimiento de cómo fueron los hechos la noche que Touru mando a la señorita al hospital?–
–Estábamos reunidos en una pacífica convivencia conforme juagábamos póker, obviamente no le fue bien y claramente escuche como él apostaba a su mujer–
–¡OBJECION! Esa acusación no tiene fundamento ni se puede probar–
–Objeción aceptada–
–Señorita Rena, ¿podría narrar al jurado los hechos de esa noche? –
Rena narro nuevamente la atroz y doloroso recuerdo de su peor noche, siendo interrumpida de por el abogado.
–¡Ahí lo tiene! De donde obtuvo el bisturí, clara mente lo tomo antes de entrar a la habitación de la Señorita Matsui de algún lugar–
–¡Objeción! Es un hospital, por supuesto que puede haber bisturís en las habitaciones, además el arma no tenía las huellas del ahora occiso, Jueces del jurado esto es una pérdida de tiempo–
–¡No hay bisturís en las habitaciones! –
–Objeción aceptada–
Tirando de nuevo una prueba contundente cierra casi todas las pruebas a favor de Rena. Y así una tras otras eran refutadas consumiéndose el tiempo. El juez concede quince minutos de receso.
***Hospital***
–No puedo decirles, perdón–
–Sayaka, han pasado muchas cosas y ya no debía de haber secretos, por favor confía en nosotros–
–Rena, ¿Creer que le vaya bien en el juicio? –
–Hice lo que me pediste, pero el abogado que conseguí, el mejor por cierto la tiene difícil, fue muy poco tiempo y solo tenemos una carta a favor –
–Sayaka que es eso que te está alterando–
–N- –
–¡Momoka! ¡Miku ha escapado! –
–¡Que! –
–¿Por qué cuidan de Miku? –
–¿Cómo paso? –
–Ella vio una noticia en la pantalla de su tableta–
–No puede ser– Momoka se lleva las manos a la cabeza –Debo irme, sé a dónde se dirige Vamos– Le dice a su subordinado.
–¿Qué? –
–Lo siento Sayaka, iré con ella, esto en verdad es grave–
–Pero–
Miyuki sale corriendo detrás de ella dejando a Yamamoto con la duda, ¿Miku escapo pero a dónde? Amplía sus ojos y recuerda el juicio y si su mente investigadora no le falla lo que vio fue la noticia de Rena, hay muchas suposiciones que puede hacer y una de ellas es que la niña aún no sabe nada.
–No puedo quedarme aquí–
Así que sin importarle su apariencia, ella roba del bolso de Miyuki que ha olvidado por las prisas las llaves de su auto y como puede, tambaleante y con dificultad para respirar venciendo a los guardias, se escapa del hospital.
***Fiscalía***
–Bien, después de algunos minutos de descanso, Agente. –
–Sí, su señoría–
–Pido continuar, defensa–
–Hay un testigo más–
++Murmuros++
–Agente por favor–
–Llamo al estrado al agente inactivo del departamento de policías de Barcelona España: Carlos Hernández–
Una verdadera sorpresa para todos los presentes y un gran aliado para Rena pero, ¿Quién está detrás? ¿Cómo sabían de él? La misma Sakura está sorprendida y solo espera que todo salga como lo ha planea. Jurina sabe que esto es obra de alguien que está ayudando. Inmediatamente el Juez prosigue con su protocolo.
–¿Jura usted decir verdad y nada más que la verdad? –
–Sí, lo juro–
–Diga su nombre–
–Carlos Hernández–
–¿Profesión? –
–Agente de la policía de Barcelona España–
–Bien, Abogado de la defensa–
–Agente Carlos, ¿conoce usted a la acusada? –
–Sí, era la esposa del Agente Touru Matsui–
–¿Podría decirnos como era la convivencia entre ellos? –
–Era como una familia, feliz y completa. Durante su embarazo él se esmeraba por ella pero de pronto, a la par de las peleas con los bandos, llego un bando Americano muy fuerte, tuvimos muchas bajas y entonces el comenzó a verse diferente–
–Explique diferente–
–Ausente, distraído. Abecés de buen humor y la mayor parte del tiempo desesperado y agresivo, recurría frecuentemente a estudios médicos–
–¡Objeción! Eso no prueba en nada que el fuera un narcotraficante su señoría, contrario a eso, es estúpido hacerse exámenes médicos–
**Murmuros**
–Objeción Aceptada–
–Pero su señoría, es un testimonio vital–
–Denegado, ¿Cuál es el verdadero propósito de este testigo?–
–El agente aquí presente vio el proceso del cambio en aquellos días, ¿Cómo se supone que debe probar una culpa si no se cuenta con los testimonios suficientes desde la raíz del problema? – El abogado, cansado de tantas trabas saca a relucir por qué es uno de los mejores – Está claro que el agente Touru Matsui llevaba una doble vida, la señorita Rena únicamente fue víctima de su inestabilidad y presión del negocio. De lo único que pueden culparla es de aferrarse su vida y a la de la hija que Touru Matsui le arrebato–
–Objeción su señoría, este señor no tiene pruebas contundentes de los hechos pasados, sin embargo yo le presento de la propia mano del comisario de la policía su doble identidad en la intención de llegar al fondo–
–Objeción aceptada, prosiga la parte acusadora–
–Agente, Carlos ¿cierto? –
–Así es–
–¿Usted tenía alguna relación directa con el ahora occiso? –
–No–
–¿Se llevaban bien? –
–Solo éramos compañeros de trabajo–
–Entonces, realmente nunca convivio con él–
–Sí, pero–
–Está claro señor juez que este señor aquí presente no tenía ni la menor idea de las costumbres y comportamiento de un Japonés y su cultura, el fácilmente pudo confundir sus actitudes, pasa muy seguido con los extranjeros. Por lo tanto el agente Touru Matsui solo cumplía con su misión, era del conocimiento de la comandancia su doble vida. Así que no hay delito que perseguir. El Murió en cumplimiento de su misión a manos de esta señora–
***Murmuros***
–Orden, orden. –
–¿Tiene algo más que agregar la defensa? –
–No su señoría–
–Señorita Matsui, ¿Tiene algo más que decir? –
Rena no emitía ninguna palabra y su silencio daba por hecho que estaba rendida y resignada a su futuro.
–Entraremos a un receso de 5 minutos para dar paso a la sentencia, el jurado y un servidor se retira para deliberar, abandonen la sala–
Golpeando la mesa deja en el estrado a ambos abogados mirándose uno al otro, nadie dijo que sería fácil y ciertamente para uno de los dos el caso de su vida. La parte acusadora estaba perfectamente preparada y el destino de Rena Matsui estaba echado a la suerte.
Desde ese pequeño cuarto, como un ave enjaulada miraba Rena Matsui por segunda vez al estrado, encontrándose con Jurina y Sakura juntas quienes venían entrando. Sakura Miraba hacia ella conforme la abrazaba, estaba claro; Sakura cumplió su cometido y por fin se había salido con la suya. Jurina no se molestó en verla ni a ella ni a las otras chicas del otro lado. El ambiente estaba tenso, estaba claro hacia donde se inclinaría la balanza a pesar de las pruebas presentadas. El juez vuelve a la sala con su comitiva y toma la palabra.
–Vamos a proceder a la Sentencia: Después de deliberar cuidadosa mente, yo el Juez máximo de lo penal en acuerdo con lo que marca el artículo 140 del código integral penal, en uso de mis plenas facultades declaro que: Señorita Rena Matsui; Por el asesinato del Agente Touru Matsui y en vista de la carencia de pruebas se le declara Cul- –
–¡Detengan a esa niña!–
Se escuchó y los presentes comenzaron murmurar y la puerta repentinamente se abre de golpe ampliando los ojos de los presentes interrumpiendo la sentencia. Una niña corría y gritaba el nombre de Rena creando un gran al boto en la sala.
–¡MUKU! – Grita Rena siendo el único suceso que la hizo alterarse.
Se le cae la cara de vergüenza Rena y a Jurina se le puede ver un rostro de pánico al igual que a los demás presentes
–¡Orden!¡ORDEN! ¿PERO QUE ES LO QUE PASA? – Grita el Juez molesto pidiendo una explicación–
La niña logro pasar la barrera de judiciales y prácticamente llego al estrado donde Jurina la detuvo.
–Miku–
–¡Mentirosa!, ¡eres una mentirosa!–
–Miku no puedes estar aquí–
–¡RENA! ¿Por qué esta ahí? –
La pequeña no dejaba de hacer berrinche hasta que una voz fuerte y silencia toda la sala.
–¡MIKU!–
La misma Rena la llamaba, Jurina la suelta y deja que ella llegue hasta Rena, apenas si alcanzaba la rejilla pero podía ver los dedos de Rena e inmediatamente tomo entre los suyos llorando.
–Rena, Rena…. Mamá–
Rena no quiere, pero se enternece al escuchar su nombre proveniente de la boca de la niña, además la llamado Mamá. No podía hablar, su garganta estaba trabada por el llanto que estaba reprimiendo.
–Miku, no puedes estar aquí. Todo va a salir bien, ahora sal de la sala–
–Pero, ¿Por qué estás ahí? –
–Miku, sal–
Momoka llega sudando de tanto correr, justo cuando la pequeña soltaba los dedos de Rena y Jurina no perdió el tiempo acercándose a ella para preguntarle lo que había sucedido. Miyuki corrió hacia Miku y fue ella quien la llevo a otro lado lejos de la audiencia. Los padres de Jurina permanecían en la tribuna mientras Sakura parecía disfrutar el espectáculo.
–¿Qué diablos es lo que sucedió? –
Pregunta Jurina inmediatamente tomándola por los hombros verdaderamente furiosa, ¿Cómo paso esto?.
–¡Hey! Hey Jurina!, estamos en la fiscalía por favor–
–Lo siento, no lo pude evitar–
–Momoka ¿qué fue lo que ocurrió? –
–Fui de visita al hospital y ella se quedó en el auto custodiada por dos de mis ayudantes, estaba jugando en su tableta pero no sé cómo vio una noticia en ella–
–¿Qué? ¿Noticias? –
–¿Que esperabas Jurina, que nunca saliera a la luz? Es el caso más esperado era algo que no podíamos controlar–
Jurina la suelta y camina en círculos furiosa tratando de calmarse mientras todo en la sala volvía a la normalidad.
–Está bien está bien, y hora ¿Qué se supone que debo hacer? –
–Por lo pronto debes volver a la sala y seguir con el juicio– Momoka la empuja un poco hacia la puerta
**Sala**
El juez pide tomar todo su lugar, la tensión había crecido en ambas partes y el juez retoma su veredicto.
Sayaka tambaleante llega corriendo casi moribunda, nadie se percata de su presencia pues Momoka se encontraba dentro y Miyuki estaba cuidando de Miku en otra área. Ella abre la puerta un poco y justo se entera del veredicto.
–No sé qué es lo que acaba de suceder, pero seré puntual; en vista del presente agravio concluiré que; La señorita Rena Matsui es declarara culpable bajo los cargos de asesinato con una condena de 70 años en una cárcel de máxima seguridad, he dicho.–
Llego tarde, el veredicto se ha dado, Sayaka se deja caer en el piso fatigada deslizando su mano por la puerta con la frete pegada a ella ¿Qué ha hecho? Ya ni siquiera las lágrimas le salían, su llanto era cortado y le costaba mucho respirar.
Dando un último golpe a la mesa, el Juez abandona la sala molesta por la interrupción, los abogados se miran y obviamente no están en buenos términos. Momoka se hunde en su silla y el padre de Jurina celebra. Jurina solo está ahí sentada pensando en lo que acaba de suceder y como se llevan a Rena entre dos oficiales hasta que desaparecen junto con ella.
***Afuera***
–¡Sayaka! ¿Qué haces aquí? – Miyuki y Miku corren hasta ella moviéndola a un lado, las personas comenzaban a salir, entre ellas Momoka quien ve lo que hay afuera y corre hacia la chica que está en el piso con la bata del hospital puesta.
–¡La condenado! ¡La han condenado! –
Sayaka hiperventilaba y no dejaba de decir eso, estaba fuera de sí y en mal estado, pronto Momoka llama la ambulancia y tratan de mantener consiente a Sayaka. Los padres de Jurina salen también y ven aquello acercándose. Hacía mucho que no la veían y no entienden porque esta ella así. Jurina sale detrás y al fin se encuentran.
–Tu–
–¡No! – Se escuchó en muchas bocas.
No conforme con lo que acaba de suceder allá adentro se le deja ir encima importándole poco su estado. La comandante la detiene y Momoka se interpone también, ella se zafa bruscamente llevando se a Miku con ella y sus padres le siguen, aun no comprenden. Era más que obvio el odio que le tiene y deja claro que si la encuentra de nuevo no será para nada bueno. La ambulancia llega de inmediato y se la llevan rápidamente yéndose con ella ambas chicas. Sakura nunca se dio cuenta de lo que había sucedido, ella se quedó conversando con su padre.
***Casa de los Matsui***
–Era lo menos que se merecía–
–Papá por favor–
–Donde esta Miku–
–En su habitación– Responde su madre.
–Tarde o temprano debía–
–¡YA LO SE! Ya lo sé–
Dela nada se exalta, la sentencia, intentar ignorar a Rena, lidiar con Sakura y finalmente ver a Yamamoto, la ponía muy inestable.
–¿Cariño que te sucede? –
–Nada, nada–
–¿No era Rena cercana a ti? –
Jurina traga saliva, nunca les dijo nada sobre Rena, solo que era una visita que venía de España y que conoció allá, era su maestra.
–Lo era–
–¿Qué tan cercana? –
–Mamá, no te ofendas pero no quiero hablar de eso–
De pronto se generó silencio sepulcral, después de unos minutos transcurridos sentados en la mesa que parecía de un comedor, estaban Mama, papa y Miku, Jurina permanecía de pie.
–¿Pueden, dejarnos solas? –
–¿Por qué?, también nos compete–
–Cariño, vamos a dejarlas ¿sí? –
–Pero–
–Nada, nada, anda–
Una vez solas Jurina busca las mejores palabras pero nada claro se formulaba, es un momento en el que nunca se tomó le molestia de pensar.
–Perdón por haberte mentido Miku- –
–Eres mala igual que Miyawaki–
–Miku, ella, ella….–
–¿Mató a Papá? ¿En verdad lo hizo?–
–Sí–
–¿Por eso estas tan molesta con ella? –
–Si Miku, ella nos engañó–
–¿Cómo alguien que te protege con su vida puede quietársela a alguien más?–
–No lo sé –
–¿Qué sucederá con ella? –
–Ella debe pagar por lo que ha hecho, ahora ve a tu habitación a hacer una maleta, mis padres y tú saldrán del país–
–Si–
Para sorpresa de Jurina Miku ha tomado los hechos de una forma muy madura, y parece que la más afectada es ella. Los padres de Jurina aparecen de nuevo y ella solo los mira.
–¿Ya estarán satisfechos? –
El padre asienta pero su madre ve en ella un terrible dolor clavado en sus ojos, ella lo sabe todo aun si Jurina no se lo ha dicho.
–¿Cuándo se van? –
–En unas cuantas horas–
–Espero que le sirva–
–Lo hará, iremos donde siempre ha querido ir, América–
–Que tengan buen viaje–
–¿A dónde vas Jurina? –
–Saldré un momento–
Fuera de la casa de Jurina, ella sube a su auto con destino claro en su mente. Parada fuera de una elegante propiedad a las afueras de tokyo, Jurina decidió ir a casa de Miyawaki, no sabe porque pero ha recurrido a ella, tiene algunas dudas y necesita tener respuestas. Con lo que le queda de orgullo toca la puerta y es recibida por una cara gustosa y victoriosa.
–Vaya Vaya, la misma Jurina en persona tocando mi puerta–
–¿Puedo pasar? –
–Claro, adelante ¿Y a que debo el honor de tu visita? Creí que no querías saber nada de mí–
–Bueno, las personas cambian ¿sabes? –
–Ooh, ya veo–
Mientras Jurina caminaba a la sala siguiendo a Miyawaki no perdía detalle de las fotografías enmarcadas.
–¿Te ofrezco algo de tomar? –
–Agua, está bien–
Ella seguía con su inspección cuando de pronto su mirada vuelve a caer por tercera vez en la foto de la chica de la fuente. Aquella que la primera vez le genero un inexplicable nostalgia.
–¿De nuevo observando esa foto?
Miyawaki volvía de la cocina con el vaso de agua y observaba la extraña actitud de Jurina, le recuerda un poco a la chica que se encontró hace mucho tiempo en un bar, su mirada fría y hambrienta pero triste. Últimamente si está aquí es por algo, pero que haya venido por su propio pie le intriga.
–Sí, te gusta inmortalizar recuerdos ¿cierto? –
–Así es, es una de mis más grandes pasiones–
–¿Puedes….puedes decirme algo sobre esta? – Descolgando el cuadro, Jurina voltea hacia Sakura con el marco entre las manos.
–Por supuesto– Sakura sonriendo cínicamente y haciendo una mueca de ironía deja el vaso con agua para acercarse a ella, tomar ella el cuadro jalando a Jurina a uno de los sillones para que tomara asiento. –El día que la tome vi a una mujer llorando, sus manos el pecho y sus ropas eran sucias–
–En verdad eres una sádica, esa mujer era Rena ¿Cierto? –
Sakura agranda sus ojos, ¿Cómo es posible? Nunca le ha contado del origen de esa foto a nadie, y solo ella sabe la verdad detrás de esa foto.
–¿Te parece que lo sea? – Jurina no le responde nada y eso la perturba solo la mira como si estuviera ausente –¿A qué has venido? ¿Solo para ver esta fotografía?–
–Tienes razón, no debí venir–
Ella se pone de pie recapacitando su estancia ahí pero Sakura la toma rápidamente de una de sus manos y la sienta de golpe.
– ¡No! No te vayas, es ella–
Escuchar eso la llena de un sentimiento que desconoce, indudablemente es del día en el que Rena perdió a Miku, pero no sabe cómo sentirse, no sabe si es el principio o el fin de su sufrimiento. Mientras tanto Sakura parece jugar bien sus cartas.
–Tú, ¿Tu lo sabias todo, cierto? –
–No todo, pero estuve ese día ahí, con ella y no quiso mi ayuda. Tiempo después papá tomo cartas en el asunto. Tengo entendido que Rena se entregó a la policía por su propio pie–
–Sí, lo hizo–
–Y, ¿Qué sucedió? –
–Se declaró culpable–
–¿Dijo algo más? –
–¿Tendría algo más que decirme? –
–No lo sé–
–¿Por qué no me dijiste que conocías a mi hermano? –
–Porque yo no sabía lo que sucedía–
–Dime, ¿en verdad mi hermano trabajaba para tu padre? –
–Bueno, en aquellos días yo no sabía nada de los negocios de mi padre lo supe hasta que tuve que venir aquí después de que lo arrestaran, él me dijo algunas cosas cuando fui de visita–
–¿A quién esperabas en aquel bar aquella noche? –
–A un sirviente de mi padre, pero al verte no se atrevió a hablarme. Ese día supe que me gustabas y yo a ti – Jurina se pone un poco incomoda, recuerda ese día y como no le fue tan indiferente – Me gustas Jurina Matsui– En su papel sumiso, Sakura deja el marco sobre la mesa y comienza a seducir a Jurina mirándola fijamente –Dime, ¿ya no te soy atractiva? – Empujándola para que se recargara completamente en el sillón ella se le va encima. –Ahora no hay nada que te impida divertirte con migo y si tú quieres yo podría ser algo más.
–Tú siempre serás atractiva pero yo ya no soy la misma–
–Bueno quizá podríamos iniciar de cero–
–Eso no es posible–
–¿Segura? Yo creo que si lo es–
–Quizá…–
–¿La amas cierto? –
–Eso no es de tu incumbencia–
–Lo es, lo es porque yo a ti te quiero y a ella no le interesas, solo te uso para llegar a Miku y encima de eso, asesino a tu hermano–
Sin importarle nada, incluso inconsciente del daño que ha hecho a la misma Jurina ella seguía enredándola en un escenario que parecía estar a su favor.
La perversidad miraba a la lujuria, una herida y la otra por fin cumpliendo un objetivo importándole muy poco todo lo que destruyo a su paso le recuerda que Rena es una mala mujer. Sakura estaba prácticamente sobre Jurina sin contenerse ni un poco jugaba con sus labios conociendo bien que sus oídos son un punto muy sensible para ella, y Jurina no parecía negarse a la seducción de la chica. Ella tenía razón, con el caso casi resuelto tenía derecho a buscar su estabilidad por que habría de desaprovechar a tremenda belleza que siempre ha estado interesada en ella. Haciendo uso de sus habilidades de igual manera hacia que Sakura disfrutara de ello mientras sus manos le indicaban que aún había deseo hacia ella.
***Hospital un par de días después***
Miyuki seguía con Yamamoto sin perder un solo segundo, justo antes del atardecer, el medico llego a la habitación donde se encontraban ambas chicas.
–¿Cómo esta nuestra paciente? –
–Mucho mejor Doctor–
–Es bueno escuchar eso, hoy mismo puede regresar a casa, los últimos análisis y pruebas nos arrojan una gran mejoría, a pesar de que se nos escapó–
–¿En verdad? –
–Sí, aunque aún no podrá volverá su trabajo–
–¿En cuánto tiempo podré volver? –
–Quince días al menos–
–Bueno, aun así ¿es genial no? –
–Sí, genial–
A pesar de oír eso, Yamamoto arrugaba las sabanas con sus puños, ella debía encontrarse con Jurina cuanto antes a pesar de que ella seguro la vuelve a mandar al hospital.
–Entonces, en unos momentos más le entrego su alta–
Al entrar el doctor se topa con Momoka, a estado al pendiente todo ayudando a Miyuki y fue a casa por algunas prendas para cuando la dieran de alta encontrándose con la sorpresa de que se iría hoy mismo. Sin esperar más tiempo Yamamoto toma entre sus brazos la maleta que le arroja Momoka. De pronto su expresión era como la de in gatito asustado.
–¡Hey! Mucho mejor ¿No? –
–Momoka–
–Aunque estoy realmente molesta por tu escape, te he traído esto–
–Gracias–
–¿Por qué te escapaste? –
–Yo… no, no puedo decirles–
Ambas chicas voltean a mirarse mutuamente, la preocupación y hecho de que se haya escapado les indica que hay algo grave y le preocupa a la chica.
–Bueno yo debo ir a arreglar unos asuntos, volveré tarde a tu casa–
–¿Por qué? –
–Cosas de negocios pronto deberé volver a Osaka. –
–Es verdad–
–Bueno, me voy–
Momoka camina de nuevo hasta la puerta de acceso y da una última mirada, para después salir de ahí.
–Mmh, ammh… yo…este…–
Sayaka hacía gestos extraños acompañados de sonidos como si fueran palabras a medio decir.
–¿Quieres que me vaya para que te vistas? –
–No…–
–¿No? –
–Creo que no puedo levantar mis brazos aun, tú podrías… por favor–
Miyuki sonríe ante la infantil petición, este suceso le ha transformado a Yamamoto, es una mezcla entre la niña que jugaba con elle en el parque, la chica de la prepa y la audaz policía.
Ayudándole a levantarse de la cama, Miyuki sonreía traviesa y feliz. Sayaka se voltea dándole la espalda, para quitarse la bata había que desatarla. Miyuki lo hace sin emitir ningún sonido ni decir nada, pronto la chica que tiene frente a ella se en centraba en ropa interior, al menos la parte baja en su espalda había un vendaje que rodeaba el pecho de Yamamoto el cual cubría sus pechos también una verdadera lástima.
–Sayaka es adorable cuando se avergüenza–
–¿Eh? –
–Nada, levanta los brazos hasta donde puedas–
–¡Auch Auch! Con más cuidado ¡auch! –
–Lo siento, es inevitable–
–¡AaH~ –
Definitivamente ese fue un quejido diferente, Miyuki roso con sus dedos las costillas de Sayaka, no fue intencional pero fue inesperado para ambas. Después de pasar ese bochornoso momento para Yamamoto, Miyuki la lleva a su departamento bajo las restricciones del médico.
Ambas parecían de buen humor, pero la preocupación y el malestar en el rostro de Sayaka era evidente. Sin embargo, justo estos momentos eran la medicina perfecta.
–Es la primera vez que estoy en tu departamento–
–¡Oh!, es verdad–
Miyuki abre la puerta del departamento, elegante y modesto como es ella, una combinación de colores discretos y muy limpio. Caminaban lo suficientemente despacio para admirar con detalle el hogar de Yamamoto.
–¿En el sillón está bien?–
–Si–
–¿Tienes hambre? –
–Un poco–
–Veré que hay en la nevera–
–Es pero que Momoka no la haya vaciado–
–¿Qué dijiste? –
–Nada–
–¿Kinoshita no te ayuda con las labores domésticas?–
–Espero que si–
–Ustedes dos siempre me han parecido peculiares–
–¿Eh? –
–Desde la preparatoria, a pesar de conocerla poco es tu persona más íntima que conozco–
–Ahh, pues sí, como ya te diste cuenta es una buena amiga –
–Bastante como para ser cómplices–
Sayaka se mueve inquieta con dificultad en su asiento. No ha hablado este tema con nadie. Miyuki llega hasta ella y se sienta con una par de emparedados ofreciéndoselos.
–Gracias–
–¡Oh! Que te traigo de beber, hay leche, Jugo, soda–
–Agua está bien–
Ella se levanta del sillón y va de nuevo a la cocina, Yamamoto observa cómo se mueve como si fuera su casa. De una forma banal se siente como un hogar y fugazmente piensa en como seria vivir con ella.
–Aquí tienes–
–este sofá es lindo pero, ¿Desde cuándo no lo cambias? –
–¿Qué? –
–Los muebles deben cambiarse, es una buena forma de mantener en equilibrio el flujo de energía positiva–
–Q-que, no voy a cambiarlos, este sofá me gusta–
–Pero es viejo, también le vendría bien unas nuevas sillas a la barra, esas no van con el estilo y las cortinas no permiten que pase la luz…–
–¿Quieres dejar de criticar mi casa? –
–Lo siento, eres tan básica que no te fijas en estos detalles–
–Pues sí, de todas formas tendrán la misma función–
–Ves, básica–
–Es mi casa–
Una verdadera tortura concluye Sayaka, Miyuki combinaría hasta la ropa de su gato con los colores de las cortinas diariamente.
–Ya, está bien te dejare tranquila. Debo ir a la comandancia–
–¡Espera! –
–¿Qué ocurre? –
–Es sobre lo que mencionaste hace unos momentos–
–¿Qué cosa? –
–Lo de ser cómplices–
–Oh…–
–Tienes razón, somos cómplices y me arrepiento de ello–
–Y eso es lo importante, cuando te encontré estabas en shock–
–Fue por lo que dijo Sakura, aun necesito hablar con Jurina y encontrar a Sakura antes de que se entere que estoy viva.
–¿Qué? –
–Lo único que te puedo decir es que Sakura es tan culpable como Rena–
–¡Que! –
–Tienes que ayudarme a llegar a Jurina, hay cosas que quiero revisar pero no puedo volver a la comandancia–
–¡AH! Sobre eso, hay algo que me molesta desde que me dijiste eso–
–¿Qué cosa? –
–Creo que he pasado algo por alto–
–Algo, ¿sobre qué? –
–Respecto a la forma en que Murió el hermano de Jurina–
–¡Dime que es lo que sabes! ¡AUCH! – Sayaka hace un movimiento brusco y se lastima interesada por la plática
–Tranquila, no es como si fuera a servir mucho–
–Dime que es–
–Bueno, hace tiempo de recién que ingrese investigue algunos archivos de los casos importantes, e hice lo mismo cuando llegamos a España. Encontré el caso del hermano de Jurina pero los informes no eran del todo iguales a simple vista. –
–¿Qué? –
–¡Ya lo tengo! –
–¿Qué cosa? –
–¡Ya sé que pase por alto! Debo irme de inmediato–
–¡Espera!, explícame eso–
–Mira, tengo una copia del archivo que la misma comandante Sae sustrajo y me los dio justo el día que volviste a Tokio, investigue y entregue hace poco a Jurina lo que me pidió pero en lo demás siempre me dio la impresión de que había un tercero–
–Entonces puede haber pruebas en contra de alguien más –
–No lo sé, no puedo suponer nada hasta no revisar todo lo que tengo pendiente, me tengo que ir–
–¡NO! ¡Espera ella me confeso ser ella la verdadera asesina!, – Lo que ha dicho Sayaka la detiene en seco y la hace devolver algunos pasos. – qué te parece si por primera vez en tu vida te atreves a suponer y me dices algo que pueda hacerme llegara Jurina y probarlo que estoy diciendo–
–¿Ella te dijo eso?¿Por eso no puede saber que estas viva? –
–Si…algo así–
–¿Eso quiere decir que ella estuvo en el hospital? – Sayaka solo asienta con su cabeza – Está bien, de acuerdo a lo que te dijo suponiendo que no vivirías para contarlo pudiera estar involucrada pero eso no significa que aun podamos hacer algo–
–Debo ver a Jurina–
–Lo que debes de hacer es descansar y reponerte, no puedes ir a ningún lado en ese estado así que espera un poco para saber el resultado de lo que tengo y entonces podrás acercarte a Jurina con un motivo mayor.
–Entiendo–
–¿Me lo prometes?–
–Supongo que si–
Responde ella consiente de que sabe que hay un verdad absoluta que necesita decir antes de que alguien vulva a hacerle daño a ella o alguien cercano.
–Yamamoto ¿Lo prometes? –
–Si–
–Si veo tus narices allá voy a hacer que esas heridas que tienen en tu espalda sean nada comparado con lo que podría pasarte, ahora me voy–
–Ah, aah si está bien, por favor no le digas a nadie lo que te he dicho de lo contrario estras en peligro y yo- –
–¿No podrás protegerme? –
–Aah bueno, yo–
–Ahh~ No tienes remedio Sayaka, me voy–
Sayaka solo ve como Miyuki desaparecía y con ello comenzaba más tiempo de agonía e impotencia, pasaba relativamente lento mientras ella permanecía inquieta, Miyuki trabajaba lo más rápido que podía y visitaba a Yamamoto para ayudarle con sus heridas. Algunos días trascurridos Momoka y Sayaka se encontraban viendo las noticias en el televisor sentada en su sala cuando de pronto le entra una llamada.
[–¿Miyuki que ocurre? –
–Sayanee, tienes algo que ayude a corroborar que hay más de un implicado–
–¿qué? –
–Hay presencia apenas detectable de lo que pudiera ser, no sé no logro definir bien, necesito un prueba fresca –
–¿Qué quieres decir con eso? –
–Que posiblemente se encontraba bajo los efectos de algún estupefaciente pero no es todo, cuando fue apuñalado tuvo también una convulsión, iré a departamento en cuanto me encargue de algunas cosas para corroborar otra sospecha que tengo, iré más noche para ayudarte con tus heridas–
–A, pero–]
Miyuki termina la llamada súbitamente dejando a Sayaka en la línea pensando en algo que está olvidando.
–¿Quién era? –
–Miyuki–
–¿Y qué fue lo que te dijo? ¿Por qué de pronto estas tan pensativa?–
–¡Ya lo tengo!–
–¿Qué? –
–Debo ir a la comandancia, a mi computador–
–¿Por qué? –
–Hay algunas cosas que necesitan ser revisadas–
–¿Por qué? –
–Mira, antes de que todo esto sucediera, yo estaba investigando a fondo la culpabilidad de Rena pero no llegaba a nada claro, había anomalías, nunca tuve la certeza realmente y entonces Jurina y Miyuki llegaron de España y todo fue un caos hasta que… hasta... –
–¿Hasta? Sayaka, ¿quien estuvo en el hospital cuando tuviste ese paro cardiaco? –
–Sakura…–
–AAAH….ya veo Sakura puede estar involucrada con la muerte del hermano de Jurina también.– Sayaka guarda silencio no debe decir nada, Momoka es muy astuta y sabe que hay algo, por el momento le seguirá los pasos y sabe que a la única que se lo dirá es a Jurina –Pero aun no estás bien del todo–
–Estaré bien, solo echare un vistazo rápido–
–Bien, pero si Miyuki me reclama le diré que yo no supe cuando te fuiste–
–Sí, si iré a cambiarme y después me iré–
Momoka sigue con su vista su apresurado caminar hasta la habitación mientras buscaba su celular entre sus ropas. Cercioran doce de que Sayaka está ocupada decide hacer una llamada que puede significar mucho.
[–Hola–
–Vaya ya funciona tu celular–
–¿Qué quieres? –
–¿Estas en la comandancia? –
–No–
–Bueno, no preguntare donde estas, ya que supongo donde estas–
– ¿Vives espiando a la gente? –
–No, solo a los que me importan, quiero decirte que Yamamoto va a la comandancia–
–¿Y eso debería importarme? –
–Sí, hay cosas que debes saber–
–Tienes Razón, hay cosas que merecen explicación–
–Bueno, no me refiero es- –]
Jurina cuelga la llamada drásticamente y Momoka hace un gesto de preocupación, se arriesgó a hablar con Jurina y provocarla aún poco. Con lo que no contaba era que, Jurina no estaba en buen estado. Sakura la había mantenido donde quería, ofreciéndole los mejor vinos, la mejor comida y satisfaciéndose a sí misma, su estado era deplorable. Mareada se levanta y se viste, únicamente con un solo pensamiento. Sakura yacía aun lado de ella en una amplia cama profundamente dormida. Se levanta sin hacer ruido y se viste. Al volver Miyawaki ya estaba despierta.
–¿A dónde vas? –
–A la comandancia–
–¿A qué? –
–Me mandaron llamar– Afortunadamente no dice el motivo
–Oh… Yo sé que no es de tu agrado, pero, haz sabido algo de Yamamoto–
–¿Eh? ¿Por qué me preguntas? –
–No, por nada, simple curiosidad–
–Me voy, no sé cuándo pueda regresar–
–Descuida, no iré a ninguna parte–
***Comandancia***
Yamamoto llega y pide un pase de visitante el cual le cuesta trabajo conseguir, al tenerlo baja a los laboratorios pues con esa excusa logro entrar. Sin embargo al estar en el piso de abajo y ver que aún no llega Miyuki pone su plan en marcha.
El lugar parecía desértico, muy pocas personas estaban en los pasillo, era la hora de cambio de turno. Asoma su cabeza por la puerta donde se encuentran los cubículos de su unidad y no hay nadie. Camina para rodear el escritorio de Jurina y se sobresalta al ver quien está ahí.
–Bienvenida, Yamamoto–
Con sus pies sobre su escritorio y sentada en su silla la miraba acechante. Justo como lo dibujo en su mente, su patético rostro aun demacrado por el incidente de hace varios días. Con lo que no contaba era con la rabia que sentía, le quemaba el estómago con solo verla.
–¿Qué haces en mi escritorio? –
–¿No es obvio? –
–¿Sabías que vendría? Tenía entendido que no habías venido desde hace varios días–
–Vaya, me doy cuenta que estas muy bien informada. Pues yo también, tengo mis contactos–
–¿Momoka te lo dijo? –
–Creo que es hora de pensar en la lealtad de tus amigos–
–No lo creo, me ha hecho un favor–
–Mmh… ya veo, sabía que pronto volverías aunque no deberías eres una delincuente en potencia–
El tono de voz en Jurina no era normal su mirada estaba clava en su humanidad mientras se mecía de un lado a otro, era como si guardara algo que le hacía sentir escalofríos pero no puede evitar irritarse. De pronto se olvidan de los hechos, las dos se habían jugado sucios y se habían lastimado en sus puntos más débiles como auténticas rivales, y Yamamoto no se queda callada pues nunca habían puesto las cartas sobre la mesa.
–¿Y solo porque la orden de tu traición te la dio el director te hace más inocente?–
Con aires de superioridad Jurina se pone de pie caminando hasta ella lentamente cruzando sus brazos en el proceso al escuchar eso por parte de Yamamoto.
–Yo no planee un secuestro–
–Pero si entregaste lo que yo amo, en un secuestro…–
Estando frente a ella se encaran, aunque Jurina la veía un poco hacia abajo, hace notar la ganancia en altura pero Yamamoto no se intimida, su superior tenía un aroma que no era el suyo y le recuerda a alguien pero de momento no sabe quién, además se sentía un claro aliento alcohólico. Su amiga volvió a las andadas lo cual le causa escalofríos y no le dice nada bueno, incluso traga saliva.
–Estamos iguales supongo–
–Supongo…–
En el mismo nivel de molestia se miraban una a la otra pero Sayaka de pronto evade la mirada, sabe que esto no ha terminado.
–¿Cómo se perdona la traición, Yamamoto? –
–¿Eh? –
Sayaka no se ha movido ni un solo centímetro y devuelve sus ojos sobre ella al escuchar que la llama por su apellido, de pronto le suelta esa pregunta de algo que ambas saben muy bien, es como si Jurina pudiera leerle la mente.
–¿Cómo se perdona la traición?, dije–
Invadiendo completamente el espacio personal podían mezclarse sus respiraciones, Jurina era imponente y jamás había sentido amenazante su presencia como ahora.
–Confiando, Jurina–
Responde sin titubear pero hay algo extraño en el ambiente y comienza a dudar de su fortaleza emocional cuando sus manos le sudan frio.
–¿Así? –
–Sí–
Sorpresivamente y de manera rápida, la toma de su chaqueta, una chispa de fuego encendió sus ojos y Yamamoto leyó en ellos que Jurina estaba herida más que nadie.
–¿Y CUANDO PLANEABAS DECIRMELO? ¿HUH?–
–Suéltame, no estás bien–
–¡LO SABIAS TODO! –
Gritándole, Jurina no puede contenerse más y le suelta un puñetazo fuera de sí directo en la cara importándole poco sus recientes heridas. Yamamoto se tambaleo enseguida pero no la dejo llegar más lejos, la contuvo agarrándola de los brazos cuando se le vino encima de nuevo y trata de razonar con ella.
–¡En cuanto volvieras pero todo se salió de control! –
Resistiéndose un poco la empuja haciéndola chocar con otro escritorio tirando incluso las computadoras y otros aparatos saltando chispas de energía por la agresividad en la que son jalados los cables pero Jurina parecía no sentir dolor y se repone de inmediato volviendo a envestirla.
–¡Te hable de ello mientras patrullábamos! ¡Te conté de mis planes para vivir con ella y dejaste que todo llegara más lejos! –
Era incontenible, forcejearon y repartían golpes, tirando todo lo que se les cruzaba en su lucha haciendo un gran escándalo. Rompían cosas y comenzaba a generarse humo que inmediatamente activo la alarma contra incendios y prendió las regaderas de emergencia. Sayaka se quedó sin fuerza perdiendo el equilibrio y dejo de oponerse en la lucha cayendo al piso.
–¡Defiéndete! –
Jurina la alzaba levantándola de la solapa de su chaqueta mojada hincándose frente a ella y la estrujaba como si fuera de trapo.
–No puedo–
–¿NO? – Poniéndola de pie con dificultad la estrella en la pared pero Sayaka no respondía ya a nada. –¡DEFIÉNDETE! –
Yamamoto no se oponía a la reacción violenta, solo estaba ahí recibiendo la cólera de Jurina que la mantenía acorralada sin dejarla caer completamente al piso. Sentía que se lo tenía merecido, condeno a Rena a pasar toda su vida en una prisión y sacarla es casi imposible, recordando ese sentir simplemente pierde las fuerzas y deja que Jurina descargue todo lo que trae encima.
–¿SABES LO QUE TU SUCIO JUEGO A PROBOCADO? ¿HUH? ¿LO SABES? – Sayaka no responde nada, acepta su responsabilidad y solo agacha su cabeza frente a su mirada iracunda. – ¡Me E-NA-MO-RE DE LA ASESINA DE MI HERMANO MADITA SEA! UNA ¡A-SE-SI-NA!–
Al escuchar eso, recuerda que falta una pieza importante que lo cambia todo, toma valor y se juega su suerte.
–¡NO! ¡TE EQUIVOCAS! Escúchame – Casi bufando Jurina le daba otra oportunidad sin hacer ningún movimiento y Yamamoto suaviza un poco el tono de su voz –¡Ella no lo mato!–
–¿Qué? – Desconcertada la suelta y su mundo vuelve a dar vueltas caminando hacia atrás recargado ahora ella su espalda en la pared. –¿Qué? Que… – Tomando su cabeza entre sus manos, de pronto mira a Sayaka pero más que verse calmada es todo lo contrario –¡MIENTES! – Le grita yéndosele encima de vuelta con una fuerza mayor a la de antes.
–NO, escucha al menos–
–¿SI NO FUE ELLA ENTONCES QUIEN FUE? ¿HUH? ¡MALDITA SEA QUIEN! –
Jurina la sostenía con fuerza y seguía alzando la voz sin importarle nada, su dolor crecía aún más y nada tenía sentido.
–¡SAKURA! –
–¡MIENTES! –
–NO, ELLA INTENTO MATARME TAMBIEN EN EL HOSPITAL– Jurina amplía sus ojos y recuerda la plática con Miyawaki pero no le vale mucho y sigue furiosa.
–¿SOLO POR ESO? ¡ELLA CONFESÓ! ¡Rena Matsui se declaró CULPABLE! ¿Entiendes? ¡CULPABLE! –
–Cuando me apuñalo me lo dijo creyendo que moriría pero ya no desperté hasta que todo paso–
Jurina estaba en shock de nuevo ¿y ahora? ¿Qué está pasando? ¿Por qué todo se complica cada vez más? ¿y cómo puede ser eso posible? La misma Rena acepto su culpa ¿a qué viene eso ahora?
–No…¡No! ¡NO! ¿Y QUE HAY DEL MALDITO TESTIMONIO? ¿HUH? –
–¡Ni siquiera ella lo sabe! Por ahora no puedo probarlo por eso he venido, Jurina, debemos ayudarla…– Sayaka aun entre sus manos fuertes trataba de razonar pero Jurina estaba inestable.
–¡ERES UNA MALDITA IMBECIL! ¿SABES LO QUE SIGNIFICA? ¡LE DIERON 70 AÑOS! ¡70! –Con toda su rabia irracional descargada sobre Yamamoto la cual ya estaba débil, la avienta hacia su escritorio. El cuerpo de la agente convaleciente choca directo en su computador trayéndoselo consigo al piso entre otras cosas. Solo se queda ahí sin fuerza observando con dificultad, como Jurina destruía todo mientras estaba fuera de si, se lamentaba el hecho de amar por primera vez, y de haber destruido lo que amaba ella misma.
Apoya su cabeza en el piso como si no pudiera con ella y cierra sus ojos los cuales con el agua de las regaderas ocultaba sus lágrimas de culpa. Siente como es volteada y abre con dificultad sus ojos, Jurina está de nuevo sobre ella y le está gritando de nueva cuenta pero no puede oírla, su malestar está a punto de hacerla perder la conciencia y aun así está recibiendo los últimos golpes de una ya débil Jurina que veía como abría y cerraba sus ojos negándose a las lágrimas, como dentro de ella había una lucha interna. Jurina estaba sufriendo demasiado incluso más de lo que podía soportar. Había guardado todas esas palabras en su mente y en su corazón. Encima de eso ahora deben lidiar con la idea de que han condenado a una posible ¿inocente?
En su último esfuerzo logra someter a quien parecía una fiera herida, queda sobre la incontenible Juina que lloraba ya a llanto abierto también cansada después de recibir un tremendo golpe que pedía a gritos, Sayaka le partió la boca con un certero y bien dado puñetazo directo a la mandíbula que la tomo desprevenida.
Yamamoto sobre Matsui en una batalla épica para los pocos curiosos de otras oficinas que ya entraban a turno. Observaban el espectáculo pero nadie se atrevía a intervenir excepto quien recién llegaba, Fukushi Nao corre a buscar un teléfono para llamar a la forense que acaba de ver en la entrada.
–Jurina, reacciona, Tú ya la amabas desde mucho antes…–
Con sus rodillas a los costados y sus manos apoyados en los hombros respirando frenéticamente, Sayaka hablaba con su voz entrecortada al ver el sufrimiento de quien aún quiere como si fuera su hermana.
–¿Yo la amaba… desde antes?... –
Confundida y con sus emisiones a tope parecía desvariar, recibía las gotas de agua con sus ojos cerrados y tomaba bocanadas de aire con su boca abierta mientras escupía la mezcla de esos fluidos e su boca. Ambas empapadas, estaban en verdad fatigadas, heridas y arrepentidas por todo el daño que se habían hecho pero las dos eran tan orgullosas que no cedían a pesar de todo.
De las dos, Sayaka sentía más culpa por dejarse llevar por la ira, Ira que ahora ha cambiado de inquilino y la puede ver incrustada en Jurina sin embargo no era del todo culpable Jurina es consciente de lo que sentía por su maestra antes de todos los sucesos. Con sus lágrimas desbordándose y mezclándose con el agua inevitablemente se convertía ya en llanto. Se deja caer sobre el cuerpo de Jurina vencida de dolor, su frete no alcanzaba a llegar al piso debido a su tamaño pero dejo de ejercer fuerza sobre quien tampoco hizo nada por quitársela de encima.
Miyuki no sabía que Yamamoto salió de su casa le advirtió no venir y le acaban de avisar de lo que estaba sucediendo y que nadie hizo nada. Subió de inmediato a la oficina donde se encuentran los cubículos de las chicas y ve una escena desgarradora.
Yamamoto está sobre Jurina todo a su alrededor está destruido y ambas lloran como niñas pequeñas, como nunca las vio antes.
–Jurina lo siento, lo siento en verdad lo siento…Jurina… Perdón Perdóname–
Se escuchaba entre sollozos la voz hueca de Sayaka quien lloraba sobre el pecho de Jurina. Miyuki corre para apagar la alarma y hacer que las regaderas dejaran de tirar el agua.
Cuando vuelve hacia las dos chicas del piso, observa como Jurina levanta sus brazos con mucho trabajo y pareciera que va a empujarla de lado pero contrario a eso la abraza con las pocas fuerzas que le quedaban y seguían llorando agitadas pero sus respiraciones eran más profundas y sollozantes.
–Chicas…–
Miyuki murmura contagiada por el momento con sus ojos cristalinos ¿Qué significaba eso? Aunque ese gesto de Jurina no duro mucho, pronto reincorpora medio cuerpo con dificultad llevando el cuerpo de Yamamoto a un lado. Aun derramando lagrimas miraba a la chica recién llegada con su cabeza tambaleante y aun jadeando. Después regresa su vista a la otra chica que tenía sangre, y varios golpes marcados.
Mira Sus brazos, estaban manchados por la sangre de la espalda de Yamamoto ¿Qué había hecho? Se pone de pie y no dice nada solo camina tambaleante hacia la puerta. Pasando por un lado de Miyuki y solo se miran entre el transcurso. En cuanto Jurina la pasa, Miyuki corre hacia Sayaka.
–Sayanee– La llama y la chica abre lentamente sus ojos. –¿Puedes ponerte de pie? – No responde nada, solo intenta hacerlo ayudada por la forense. Se ve agotada pero no por lo sucedido era por lo que sentía por dentro, sus ojos estaban aún cristalinos e hinchados y por sus mejillas aún se deslizaban algunas lágrimas.
–Vámonos, te llevare al hospital–
–¡No! –
–¿Entonces a casa?–
–¡Que rayos ocurrió aquí? – La comandante Sae llegaba al lugar viendo el desastre provocado y al observar como Miyuki ayudaba a Sayaka comprende a la perfección lo ocurrido. –¡Ah!, claro este desastre solo lo pueden hacer ustedes–
–Lo siento mucho comandante–
–La que lo siente soy yo, no puedes estar aquí y te necesito aquí pero ahora solo has alargado tu tiempo de recuperación ¿En que están pensando ustedes dos? ¿Saben a donde fue Jurina?–
–No…–
–Óigame bien, nadie puede saber que Yamamoto Sayaka esta viva y si Jurina se lo cuenta a alguien más nuestro plan se vendrá abajo ¿por cierto que haces aquí? –
Sayaka relata lo sucedido compartiendo información que le cae como un bomba también a la comandante.
–Yo solo vine por una memoria USB que contiene muchos datos importantes–
–¿Y la encontraste? –
–No–
–Vayan a casa, pediré que limpien y busquen–
–Sí, Miyuki, llévala a tu casa y cuida de ella por ahora–
–Si–
En la salida que lleva al estacionamiento, Jurina cae al piso completamente mareada y adolorida pero no se detiene, como puede llegar hasta su auto. Se encontraba detrás del volante de mirando sus manos. Se había comportado como un animal y lastimo físicamente aún más a Sayaka. Ya no había nada que ocultar y entiende que todo fue producto de las circunstancias, pero el hecho no deja de doler. Ahora no hay vuelta atrás y Rena está condenada. Su maraña de sentimientos la confunden aún más y debe pensar con cuidado sus siguientes pasos pues tiene a Sakura y la espera.
***Casa de Miyuki***
Era la primera vez que Yamamoto estaba ahí, parece un chiste bajo qué circunstancias, apenas y puede moverse. Con dificultad entran a una hermosa sala y Miyuki la ayuda a llegar a un sofá.
–Gracias–
Pronto quita la chaqueta mojada que dejaba ver una blusa de tirantes. No era el momento pero desde que la ayudo a vestirse en el hospital y en los días que ha ido a ayudarle con sus heridas es inevitable reaccionar al contacto de sus manos.
–Acuéstate boca abajo, Iré por mi botiquín, en seguida vuelvo–
–Si está bien –
En lo que Miyuki volvía, ella miraba el lugar nuevo a sus ojos. Su vista cae en una fotografía. Recuerda porque había evitado todo este tiempo cualquier tipo de relación con ella. Al volver Miyuki se percata que Sayaka miraba la foto y no puede evitar hacer una mueca de desagrado en la comisura de sus labios.
–Estoy de vuelta–
–Oh–
Sayaka se recuesta boca abajo en el sillón únicamente con su sujetador que Miyuki desabrocha mientras la cura. Aplica unas banditas emergentes para ayudar a las heridas abiertas mantenerse cerrada aunque no es tan grave algunas resistieron bien. Por alguna extraña razón el ambiente era un poco tenso, muy diferente a las veces anteriores, ¿será porque hoy están completamente solas y no hay una Kinoshita rondando por ahí?
–Listo, termine–
–Gracias–
Sayaka volviendo a su anterior posición, se pone rápidamente su blusa y su chaqueta de nuevo avergonzada y temerosa.
–¿Qué ocurre? –
–Nada, debería ir a mi departamento–
–¿A tu departamento? –
–S… Sí no quiero causarte más molestias–
–Que partes no entiendes de que no te puedes ir porque estás golpeada, débil, tus heridas se abrieron ¡ah! Y estas muerta según la comandante Sae.–
–¡Me siento bien! Y no saldré a ninguna parte hasta que la comandante me lo diga–
Sayaka se para de golpe, desconoce aún esa parte de la historia que se niega a escuchar y no parece ceder a su terquedad.
–Así que volvimos al principio después de todo…–
–¿Eh? –
–Te enfrentas a Jurina iracunda, te atreves jugar sucio y desafías a media mafia ¿para salir huyendo después? Típico de ti no sé por qué me sorprendo–
–No, no es eso–
–¿Es por la fotografía? – Ella señala la fotografía y Sayaka no responde nada, solo agacha su cabeza y empuña sus manos. Miyuki se le pone enfrente dispuesta a aclararlo todo de una vez por todas. Todo este tiempo la dejo huir, dejo que se fuera pensando en quien sabe cuántas cosas, no más. –Escúchame bien Yamamoto Sayaka– La chica voltea inmediatamente hacia ella al escuchar su nombre completo y el tono de voz. –Esa persona que está en la foto es MI MEDIO -HER-MA-NO–
–¿Eh? –
–Como lo oyes, lo conocí el día del funeral de mi madre y no lo he vuelto a ver. Todo este tiempo has estado celosa de él y no te atrevas a negarlo–
–Yo n- –
–¡Shh! No he terminado. Óyeme bien, a la única persona que he querido, que me importa de verdad sobre todas las cosas en quien pensaba y esperaba todos los días que estuve cautiva, esta parada justo frente a mí y se me ha escapado innumerables veces porque es una cabeza hueca, terca y orgullosa, idiota, torpe y, – Sayaka encogía sus hombros por cada insulto bien merecido que escuchaba. –Aun así la amo, – Dice ella moderando su tono de voz, cálidamente –y así la he amado y estoy segura que amare el resto de mi mida porque, porque en todo este tiempo había anhelado volver a encontrarte, nunca pude sacarte de mi cabeza ni un solo segundo. Siempre fuiste mi recuerdo constante, lo primero que venía a mi mente al despertar y lo último antes de ir a dormir–
Miyuki dio algunos pasos al frente, conforme era seguida por los ojos cristalinos y temerosos de Yamamoto. Tomo sus hombros, pero sus manos no permanecieron ahí, los acariciaba con y sus manos recorrían apenas si tocando su cuello y sus mejillas.
–Yo…–
No la dejo hablar, lo han hecho demasiado, lo han razonado todo y lo único que han conseguido es caminar en sentidos opuestos. Su mano que se encontraba en su mejilla puso rápidamente el pulgar sobre los labios entre abiertos de Sayaka. Quien permanecía erguida a escasos centímetros de ella. Con unos ojos confiados y decididos quita la chaqueta nuevamente deslizándola por sus hombros.
Sayaka sabía perfectamente que entre ambas solo se ha prolongado su deseo y su relación, por diferentes motivos por todo o por nada se han quedado a deber y mucho. Pero ahora volvía a sentirse inexperta teniéndola ahí, tan cerca. Frente a ella puede ser igual de valiente como torpe es curiosos la forma que toma ante Miyuki.
–Solo abrázame– Le dijo al oído quitándole la chaqueta por completo apartándose para que sea la misma Sayaka quien actué libremente retándola una vez más a vencerse a sí misma.
Miyuki ya le había puesto claro un sinnúmero de veces sus sentimientos e incluso sus más bajos instintos. Sayaka lo sabía y a pesar de todo, la barrera que se había puesto aún existía, una barrera construida de culpa y que ahora era aún más gruesa por lo que le ha hecho a Jurina y más que nada a Rena.
Sin embargo, dentro de sus deseos Miyuki siempre ha sido la dueña de todos y cada uno de ellos, fue, es y será su primer amor, el que ni la muerte misma podrá quitarle. Hoy destrozada solo un sentimiento la mantiene a flote que le da un brillo de luz en la oscuridad en la que está sumergida. Es ese amor que siente hacia la hermosa mujer que tiene enfrente, es donde hoy encuentra el refugio que nunca antes tuvo. Levanta lentamente sus manos y Miyuki no se movía ni un milímetro. Las manos de Sayaka rodearon de forma rápida y aprensiva a quien ahora sonreía y correspondía gustosa clavando su barbilla y sintiendo la piel del hombro de Sayaka bajo ella.
El calor de un abrazo reconfortante, pareciera simple pero dentro de cada una es como el primero. Aquel abrazo que esperas de la persona a la que le guardas un sentimiento enorme y aun teniéndola cerca no puedes tocar, se libera esa ansiedad y el cosquilleo en el pecho llenándose rápidamente de un calor inusual pero bien conocido.
Sayaka podía percibir el delicado y agradable aroma entre el cuello, su oreja y su mejilla. Teniéndola así, disminuye la fuerza del abrazo y comienza a probar con el rose de sus labios la piel de Miyuki. Inevitablemente, ella suspira y tiembla un poco al sentir como la tocaba con sus labios entreabiertos. Por fin era ella, la reconocía. En el mundo que ella conoce no hay nadie más que anhele con tanta intensidad, no hay nadie más con quien disfrute el simple hecho de compartir el tiempo, nadie quien erice su piel con solo sentir su aliento. Por fin sentía de nuevo a la antigua Sayaka, no esperaba la misma pero si al menos la que con inocencia le robo su primera vez.
Despacio sin prisa alguna con sus ojos cerrados Sayaka sentía únicamente con sus labios la piel que tenía al alcance. Así recorre con pequeños besos pausados y arrastrando sus labios dibujando con su aliento tibio un camino hasta la barbilla. Deteniendo su exploración, ambas entreabren sus ojos y liberando lo que ambas tienen dentro, por fin sus labios se reconocen, se prueban y se recuerdan.
Pausados, tiernos y profundos se manifiesta el deseo guardado únicamente para ella, esta vez Sayaka no pretende ir a ninguna parte y Miyuki de igual forma no la dejaría ir. Caminan sin soltar sus labios hasta topar con una pared que no estaba muy lejos, Miyuki se deprende de sus labios para tomar aire después de la excitante sofocación mientras Sayaka se paseaba de nuevo de un lado a otro besando su cuello.
De aquellas niñas inocentes ya no quedaba nada, de aquellas amigas en busca de identidad solo hay tragos amargos pero de igual forma, debía ser así para darse cuentas ambas que son la una para la otra. Compañeras, amigas y amantes, se entregan al fin a su deseo y manifiestan lo que siempre por orgullo han ocultado, amor.
Sus heridas duelen, pero duelen más sentirse sin Miyuki. El tiempo que paso pensando en que ya no estaba más casi la vuelve loca, ahora saberla viva es todo lo que necesita para nunca más dejarla ir. Poco a poco olvida todo inundándose de un sentimiento lascivo, quiere sentirla más, necesita de ella, es su anestesia y el único lugar al que pertenece. Miyuki comienza a sentir más intensos y profundos los besos que estaba recibiendo. Era sorprendente como podía entender a la perfección las emociones de Sayaka y como su cuerpo reaccionaba pidiendo cada vez más de ella.
Sutilmente detiene a Yamamoto que al principio la mira extrañada pero sus facciones se relajan cuando Miyuki la toma de la mano y cariñosamente le hace dar algunos pasos vacilantes hasta la puerta de su habitación. Paradas en la línea que delimita la entrada Miyuki la cruza sin problemas pero Yamamoto se queda en el borde mirando hacia la amplia cama y después mira a Miyuki. No se sentía como la primera vez, se podía percibir la madurez de cada una. Plenamente conscientes, ya no había ningún impedimento.
El silencio era dueño del lugar, y la sensación era conocida. De pronto Yamamoto Sayaka la testaruda y orgullosa baja por fin la guardia y es seducida con la simple expresión embelasante de Miyuki.
Cruza la línea sostenida de la mano de quien ahora le mira y la conduce hacia el centro de la habitación donde toma ambas manos y vence completamente la distancia entrelazando sus dedos entre los de ella sin quietarle la vista de encima.
Más allá de la lujuria que pudieran sentir, más allá del deseo ya era una necesidad, necesidad de sentirse completas. Una en la compañía de la otra y ahora lo entendían solo con el hecho de cruzar sus miradas.
Las manos de Sayaka cobraban vida y desenredaba sus dedos de las manos de Miyuki, tomando ahora ella un poco el mando. Rodea su cintura y acaricia su mejilla viendo al fin sus barreras derrumbadas, en la circunstancia perfecta en la misma dirección aun con sus heridas que duelen pero en donde todo cobra sentido. Miyuki es quien le recuerda quien era y quien es ella. Incrédula de tener a alguien así en su vida no puede pensar en nada más que hacerla suya de nuevo. Con pequeños pasos como si bailaran empujaba con su cuerpo poco a su chica hacia la amplia cama que miro al abrir la puerta.
Al filo de la cama Miyuki no le quitaba la vista de encima y una sonrisa pícara se dibujaba en su rostro. No queriendo esperar más se acerca a ella provocándola, pero no sería ella quien lo hiciera. La espera de tantos años terminaba cuando Sayaka deliberada mente la toma entre sus brazos y besa sus labios intensamente sin perder el toque que la caracteriza, sutileza y la profundidad con la que solía hacerlo.
Perdida en mundo donde Miyuki la hace entrar, la carga solo un poco para recostarla en la cama y quedar sobre ella sin despegar ni un segundo sus labios. Despojándose poco a poco de sus prendas sin perder ese intimo contacto. No había más que perderse una en la otra, y justamente eso hacían, cada una a su gusto complacía la demanda de una a la otra.
El calor ferviente de dos cuerpos que se reclamaban en cada encuentro que tuvieron generando una tensión que las llevo a la desesperación liberada en un sarcasmo hiriente donde se reprochaban la necesidad que se tenían y no aceptaban, ya eran ahora dos cuerpos que no necesitaban verse, solo sentirse y aumentaba cada vez más y más. Se movían simultáneamente con una cadencia delirante haciendo fricción como si quisieran fundirse una en la otra, estando completamente desnudas podían sentirse enteramente ¿Por qué a pesar de todo, esta vez es diferente? Únicamente guiada por su olfato y la sensibilidad de su nariz recorría cada rincón del cuerpo terso y suave de Miyuki extasiándose en su deliciosa fragancia. La chica se aferraba prácticamente con las uñas a la espalda de Yamamoto intentando ser consiente de no lastimarla, revolvía su cabello corto y daba ligeros tirones y mordiscos entre el cuello y sus hombros cada que tenía la oportunidad. Sayaka estaba envuelta en un éxtasis que era incluso más intenso a la primera vez que tonta e inexperta la hizo suya. Sus manos se movían solas, sus labios exigían cada vez ir más allá y la sumisión de Miyuki que respondía hasta al más mínimo estimulo le hacía caer en una excitación que no lograba zacear. Incluso había olvidado el dolor de sus heridas ¿Y cómo no iba a hacerlo? Miyuki era todo lo que necesitaba y lo reafirmaba una vez más. Ahora se pertenecían y nada ni nadie las volvería a separar el tiempo perdido era recuperado en cada beso y en cada caricia, solo así ellas culminan su acto una y otra vez sin importar el tiempo ni las circunstancias, como debe de ser para dos personas que se aman y que están destinadas a estar juntas.
***Jurina***
¿A dónde ir? Sus preocupaciones en lugar de disminuir iban en aumento, sabía desde un principio que Sakura era peligrosa pero la dejo seguir. Su falta de escrúpulos le hace pensar que Yamamoto está en lo cierto pero aun no confía plenamente en ella.
Conducía hacia su departamento, debía quitarse la ropa sucia y darse una buena ducha, pensar con calma en todo aprovechando que está sola. De nueva cuenta y como ya es costumbre su celular le indica una llamada entrante.
[–Hola–
–¿Que sucede contigo? Apareces y desapareces, y por si fuera poco vienes y destruyes la oficina–
–Oh, comandante–
–Sí, tu comandante–
–Hoy no iré a la comandancia–
–Has lo que quieras, pero te recuerdo que aún hay un cabo suelto y por cierto, referente a ello no puedes mencionar que Yamamoto está viva, de hecho estamos preparando su funeral falso–
–¿Qué? –
–Aunque casi la matas, ella tiene en su poder información muy importante la cual analizaremos e investigaremos confidencialmente. La persona que intento matarla en el hospital tiene motivos muy grandes para cerrarle la boca así que, trabajaremos en ello–
–Entiendo, ¿es todo?–
–Sí, es todo–
–Gracias–]
***Casa de Miyuki***
Inusual despertar se suscitaba en aquel hogar, Sayaka ligeramente volteada y Miyuki escondida en su pecho. Ambas aun dormidas, un cuadro maravillosamente bien pintado y casi increíble de creer después de todo lo que había sucedido entre ellas.
Miyuki es la primera en despertar, era tan reconfortante ver tan serenamente a Sayaka, desearía poder llevarse todas sus preocupaciones lejos, sabe que no puede ya que aún vienen cosas que hay que enfrentar pero al menos ahora sabe que lo harán juntas. Se escabulle de la cama, solo para preparar algo de alimentos. Dejará descansar a la chica que parece un gatito dormido, fue una linda noche y no le exigió demasiado dadas sus heridas, por ahora la ayudara a su total recuperación y que mejor que tratándola como siempre quiso hacerlo.
Mientras preparaba el desayuno ella enciende el televisor para estar al tanto de las noticias, Yamamoto aparece enseguida y se sienta en la barra a observarla. A pesar de que su conclusión de vivir juntas sería un fastidio, después de todo vale la pena estar así con ella. Miyuki le sirve una taza de café para iniciar el día y cuando Sayaka da un sorbo lo escupe inmediatamente pues una noticia en la televisión las deja anonadadas.
[–… “este agente y reciente debutante del genero pop-Rock se encontraba gravemente herida y tras sufrir paros cardiacos y respiratorios no lo soporto más y esta madrugada confirman su descenso, siendoasí un oficial más caído en el cumplimiento de su deber en el afamado caso de “el extranjero” aunque las fuentes relatan que este incidente ocurrió en el rescate de un su encuentro en que estaba implicada la forense de la misma unidad, no se descarta que estén ligados-”… –]
–Bueno, parece que oficialmente estas saliendo con un muerto–
La ironía en el comentario de Sayaka fue bien recibida esta vez por la doctora forense, quien sonríe y cae en la cuenta de que su destino son en verdad los muertos.
–Así que este es el plan que tenía la comandante…–
Miyuki camina hasta Yamamoto dándole para entregarle un plato con un alimento balanceado y robarle de paso un beso en mejilla.
–Oh, gracias. Esto en verdad es serio, necesitamos llegar al fondo rápidamente–
–¿Y qué pasará con tu carrera de cantante?, por lo que veo en la televisión ya tenías fans–
–No lo sé, supongo que Momoka está detrás de todo también, hasta podría apostar que ella lo planeo–
– ¿Tú crees? –
–Sí, ¿Y qué harás hoy? –
–Aparte de consentirte, –Dice ella dándole un bocado en su boca y obviamente sonrojándola por el acto y el comentario –creo que iré al laboratorio–
Aunque no lo quiera, Miyuki logra avergonzar a Sayaka con ese comentario tan natural y honesto acompañado de esa inocencia bien planeada junto a su bella sonrisa.
–Por cierto ¿Qué es lo que tanto te interesa encontrar por lo cual ayer fuiste a la comandancia? –
–Una memoria USB ¿Por cierto, me castigaras por romper mi promesa?–
–¿Más de lo que te hice anoche? – Sayaka escupe de nuevo su café y se le suben los colores al rostro mientras Miyuki sonríe victoriosa. – ya dime ¿Qué contiene? –
–Archivos que me hicieron llegar a lo que se ahora– Decía aun tosiendo y aclarando su voz.
–¿Supiste que en el juicio uno de los mejores abogados de Japón estuvo en la defensa de Rena del juicio?–
–No lo sabía pero, sabía que pasaría–
–Ya veo ¿No te parece sospechoso? –
–¿Qué cosa? –
–Pues que de la nada aparezca un abogado impecable, y que Jurina te encontrara ayer, demasiada casualidad–
–¿Sospechas de alguien en específico? –
–Kinoshita me gustaría decir, últimamente está en todas partes incluso a mí me ha ayudado–
–Puede que tengas razón, yo le pedí en el hospital que ayudara a Rena, ella sabía muchas cosas, llegamos a hablar de ellos en varias ocasiones e investigo otras para poder hacerlo–
–Ella sabía dónde estuvo Jurina todo el tiempo–
–Así es ella, le salvo la vida y no le gusta deber nada–
–¿Ella llevo al abogado entonces? –
–Sí, creo que si–
–¿Qué me estas ocultando? –
–Nada, todo está bien–
–¿Segura? –
–Si–
Miyuki duda de la respuesta, pero confiara en ella. Después de esa noticia ellas continúan su rutina matutina, mientras en otras partes se convertía en un escándalo y se esparcía rápidamente llegando a todos los involucrados. Incluyendo a los de reclusorio y a cierta persona periodista.
Ese mismo día un poco más tarde, Momoka llega a la casa de Miyuki con muchas cosas y muchísima ropa para Yamamoto quien se queda en el marco de la entrada a la sala observando como entraban sus súbditos.
–¡Hola! Justo iba de salida –
–Tú no vas a ningún lado–
–¿Qué? ¿Por qué? Debo llegara a la comandancia–
–Ni que te pusieran falta eres jefa ¡Yamamoto! ¿Te peleaste?–
–¿Y me lo preguntas? –
–Y ni las manos metió–
–Aaah supongo que ya te encontraste con Jurina–
–¿Que coincidencia verdad? –
Ellas se sientan en la sala pero Momoka permanecía dando órdenes de donde dejar lo que traía de pie, inmediatamente se percata que Miyuki está muy cerca de su amiga y no solo eso ¿Están tomadas de las manos?
–Ustedes dos….–
Yamamoto se sonroja pues ni cuenta se había dado que tomaba la mano de Miyuki aclara su garganta y cambia el tema.
–Primero dime ¿cómo supiste donde estaba Jurina?–
Pregunta Sayaka pues en su ausencia ocurrieron muchas cosas y hoy en día no se debe ocultar nada ya que se encuentran en plena misión.
–Aaah bueno eso es confidencial tu sabes, mis negocios– Sayaka hace un gesto recio que le hace saber a Momoka que no está jugando y quiere saber la verdad –¡Aaah! Solo cobre un favor y alguien me informo y lo aproveche. Ella salvo mi vida me sentía en deuda con ricitos de oro y me encargue de que no corriera peligro el tiempo que se perdió en el alcohol y mujeres baratas–
–¿Ricitos de oro? –
–Bueno has de saber que ahora es rubia–
–¿Qué sucedió con Jurina? –
–Bueno, cuando ella se enteró de todo se perdió igualita que tu ¿tu crees? Y es verdad que le debo la vida, solo alguien cuido de ella y pues una cosa lleva a la otra–
–¿Estás diciéndome que Jurina estuvo con alguien? –
–¿Te sorprende que tu amiga se desahogara de esa forma? –
–¿Con quién estuvo la última vez? –
–¿La última vez no los se? No sé nada de ella después del juicio –
–¿Y antes? –
–Bueno, alguien me contacto para pedirme ayuda y salir de una red de ese tipo de vida antes de que ocurriera todo esto, al final logre ayudarla a ella y otra persona un poco antes de que cerraran el lugar, en el distrito rojo…–
–Miru–
–La misma, se ve que la conoces muy bien–
–Claro, el distrito rojo, clientes frecuentes ¿no?–
Miyuki se expresa de tal forma que provoca en Sayaka un nerviosismo y un mal entendido que Momoka parecía disfrutar, antes solo le dijo que estaba en Misión.
–Aah no, no pienses mal–
–Pues que quieres que piense–
Momoka presenciaba su primera pelea marital, son tan graciosas y más los gestos involuntarios de Yamamoto.
–Mira, solo fui un par de veces y una de ellas es la misión de encubierto en la que estabamo- –
–¿Estábamos quiénes? –
– Jurina y Yo, ya te lo había dicho. Nos vestimos de Ikmens por órdenes de la comandante–
– Que conveniente–
Miyuki se cruzaba de brazos actuando indignada pero se podía ver en su rostro como le tomaba el pelo a Yamamoto solo para ver sus expresiones avergonzadas. Kinoshita parecía sobrar en la discusión así que comienza a caminar lejos.
–Fueron órdenes de la comandante–
–¡A cuantas gatas viste!–
–¿Qué? Miyuki no les digas así–
–La besaste ¿Ya lo olvidaste? –
–Por supuesto que si eso fue en la preparatoria ¡Adonde crees que vas Momoka! –
–Bueno, es que ustedes dos parecen pasársela bien así que sobro un poco–
–No te he dicho que hemos terminado por si no te has enterado, estoy muerta–
–¿Así? Entonces ¿Quién eres tú? –
–No seas… –
–Ya lo sé aun así hay que trabajar–
–¿En qué? –
–No vas a estar encerrada toda tu vida, la prisionera es Rena no tu– Sayaka se incomoda por el comentario –Oh lo siento Sayaka pero, todo esto es la nueva tu–
–¿La nueva yo? Si aunque no podrás cantar en público tus canciones han llegado muy lejos y el próximo lanzamiento de tu primer y por ahora último disco ya tiene varios pedidos en mi plata forma de internet y hay que hacer algunos arreglos–
–¿Acaso eso no es ilegal? –
–No, porque se supone que mi compañía no está enterada–
–¿Entonces vas a explotar a un muerto? –
–Como todos los famosos muertos, aah mira– Momoka le entrega un folder
–¿Qué es esto? –
–Un momento, – Interrumpe Miyuki de nuevo– ¿de qué están hablando? –
–Estimada Watanabe, déjame decirte que tienes en tus manos… y en tu camaeehm… a la futura estrella de rock-pop de Japón–
–¿Cómo dices? –
–Pues tu chica, ahora se dedicara a cantar–
–Espera, ¿Eso significa que dejaras la policía?
–mmh–
–Y, ¿Cuándo pensabas decírmelo? –
–Perdón, han pasado tantas cosas, incuso lo había olvidado–
–Así que por eso hay canciones con tu voz y un video reproduciéndose en shibuya?–
–¿Eh? –
–¡Exacto! Mientras tu dormías yo atendía el changarro, ten revísalo, para que veas que tan popular eres ahora y tu ni en cuenta–
Sayaka revisa las hojas y no da crédito a lo que leía, poco menos de medio millón de personas estaba solicitando su pre encargo por internet y el número en existencia solicitado por las tiendas reconocidas era el doble.
–¿Cómo te quedo el ojo? ¿huh?–
–No puedo creerlo, después de todo lo que he hecho no lo merezco–
–No digas eso, esto eres tú, lo que vales y por lo que siempre has soñado–
–Hay alguien en prisión por mi culpa–
–Eso no es verdad, tarde o temprano darían con ella y la juzgarían de tal forma–
–Sí, pero si no hubiese perdido el tiempo hubiera llegado al fondo más rápido, sabía que algo no estaba bien en el caso y poco a poco mis sospechas resultaron ciertas, cuando me di cuenta que Rena era la presunta asesina busque mil vertientes para refutarlo porque no lo creía, sabía que esta noticia iba a destruir a Jurina y en lugar de decírselo, me calle cuando escuche como ella estaba emocionada porque ella vendría– Momoka escuchaba con atención y tomaba asiento frente a ellas que estaban de espaldas mientras los súbditos seguían haciendo cosas en una habitación contigua –Nunca la había visto así, en verdad quería creer que Rena era buena para Jurina por eso no se lo dije, después ocurrió todo esto, sentir que había perdido a Miyuki fue un dolor tan profundo que no me importaba nada, por eso puedo entender lo que Jurina siente hacia mí–
–Y por eso ¿no te defendiste ayer? –
–¿Cómo podría? –
–Aah Sayaka, me gustaría no hacerlo pero te lo dij- – Momoka ve a alguien parado en el marco de la puerta donde se encontraban y se queda sorprendida –Ricitos de oro…–
Sayaka se queda fría y Miyuki gira su cabeza rápidamente a la entrada, ¿Cuánto tiempo lleva ahí? ¿Escucho todo?
–Jurina…–
–Perdón, la puerta estaba abierta y, yo, solo…–
–Pasa, no te quedes ahí–
Miyuki la invita a pasar de lleno a donde ellas se encontraban, Sayaka evitaba verla ¿Qué hacia ella ahí? Aunque no es la misma de ayer, al menos viene sobria.
–¡Ah! Miyuki–
–¿Qué sucede? –
–¿Podríamos ir con mis técnicos? – Momoka intuye que deberían estar solas, le hace gestos a Miyuki para salir de ahí con el pretexto de la invasión que estaba haciendo a una de las habitaciones de su casa para adecuarla como estudio.
Se generó un silencio tras la salida de las otras dos chicas, Sayaka permanecía sentada y miraba momentáneamente a Jurina quien no hacía nada, solo estaba parada vacilante moviendo un poco sus brazos.
–Yo/yo–
El nerviosismo era notorio en ambas, y no sabían cómo comenzar una conversación a pesar de haber sido compañeras por muchos años y un par de amigas entrañables parecían un par de tontas.
–Perdón. – Directo, honesto y puntual. Desde lo más profundo del corazón de Sayaka es lo primero que viene a su boca. Jurina ablanda sus facciones y camina hasta ella, extiende su mano hacia ella quien en un gesto nítido de sorpresa la mira y de igual forma estrecha su mano. Dicha acción hace respirar a las presentas, que espiaban a lo lejos se podría pensar que habría un poco de tregua entre las dos. –¿Cómo estás? –
–mh, mejor que tú, eso es seguro–
Jurina se sienta aun lado de ella, junta sus manos al frente que apoya sobre sus rodillas, y suspira. De pronto se siente incómodo, hace mucho tiempo que no están así de tranquilas hasta apenas ayer se pelearon como nunca antes lo hicieron y hoy, están sentadas una a lado de la otra ambas avergonzadas por todo. Sayaka aun después de todo podía percibir la inestabilidad de Jurina y que no por nada está hoy ahí.
–Jurina ¿Te sientes bien?–
–¿Eh? –
–Te ves ausente–
–¿Realmente importa dónde este? – Sayaka se siente más incómoda y Jurina de pronto se levanta y vacila con sus ojos mirando a todas partes. –No debí haber venido–
Sayaka se para rápidamente captando su atención ya que se duele un poco tambaleándose y Jurina la sostiene para que no perdiera el equilibrio. Cuando pudo sostenerse por sí sola, la soltó de inmediato. No podía permitir que se fuera sin confirmar algo.
– ¿La más? – Jurina frunce el ceño y la mira, no hay respuesta, o quizá sí pero no la dirá.
–¿En verdad te interesa saber si la amo? – Ella la mira seriamente. –Quien me tiene aquí, la orquestadora de su brillante plan ¿Me lo pregunta? – Sayaka no dice nada más, agacha su cabeza y evita el contacto visual. Ciertamente ella tiene un alto porcentaje en la responsabilidad de que todo terminara así. –Eso creí–
–Pero Jurina, debemos resolver el caso–
–Disculpa, no debí venir–
–No te vayas, sé que hice mal, sé que lo he hecho todo mal pero tú, tu aún puedes hacer algo bien y no arrepentirte por ello de por vida–
–¡Tú no sabes realmente lo que está sucediendo! ¿Cierto? –
En un arrebato Jurina la toma por los hombros pero reconoce de inmediato la tenacidad que caracteriza a Yamamoto en esos ojos serios y profundos la cual no se intimida.
–Jurina. Sé que no es momento pero últimamente no es momento de nada y aun así las cosas no se detienen. No van a detenerse, sé que detrás de ese odio tuyo tienes la respuesta a mi pregunta.–
–¿Cuantas veces planeas enfrentarme, aun sabiendo de tu mala condición? –
–Las que sean necesarias Jurina, si Miku en verdad te importa, independientemente de si la amas o no, es su madre–
–¿Y pensaste en eso? ¿Pensaste en eso cuando planeaste tu asquerosa venganza? –
–No, como tú tampoco lo hiciste cuando entregaste a Miyuki–
Ambas chicas se miraban como si se fuera a suscitar otra pelea y nace una tenso silencio en medio de ello, pero Jurina la suelta y retrocede.
–Tienes Razón–
–¿Eh? –
–Que tienen razón, hay más de un motivo por el que estoy aquí–
–y, ¿Qué es?–
–He estado con Sakura–
–¿Qué? –
Ahora cae en la cuenta el comportamiento promiscuo ha vuelto y el aroma que percibió ayer era el de Sakura, pero ahora no sabía quién de las dos satisfacía sus más bajos instintos.
–Ella sabe cosas del pasado también, Edgar es su padre y hasta ahora ha protegido a las dos de sus sucios negocios después del incidente, pero supongo que eso ya lo sabias–
–Sí, ¿Cómo puedes estar con ella después de todo lo que ha hecho?–
–Cuando estabas en el hospital ella me contacto y fui a verla, ahí acorde quitarle los cargos si me entregaba a Miku y Rena, y lo hizo, me confeso quien era el verdadero asesino. Estaba tan confundida y enojada que lo primero que vino a mi mente era ir hacia ti y descargar mi rabia, me dijo lo del chantaje– Sayaka se encoje de hombros, fue por eso que al verla en su escritorio sintió un miedo terrible. –Al salir de su casa fui directamente a la cárcel de máxima seguridad a visitar a Edgar y él me dijo exactamente lo mismo que Sakura y lo mismo que dijo Rena en su declaración ¡es por eso que no entiendo que está sucediendo! Y ahora quiero saber ¿qué tanto de lo que se ha dicho es verdad?–
–Cálmate, es verdad. Rena lo apuñalo pero no dudo que en realidad fue para defenderse–
–Entonces, ¿Cómo piensas culpar a Sakura? Rena sigue y seguirá siendo culpable –
–Entonces, ¿Tú qué vas a hacer con Sakura?–
–Lo que debo hacer, solo eso. Y con respecto a Rena, no me ama solo me uso para llegar a lo que realmente le importaba–
–No Jurina, eso no lo sabes pero te puedo decir que a la Rena que intente chantajear le importabas, bien y pudo irse por su propia cuenta ¿no te parece? ¿Cuántas veces no la dejaste sola con Miku? –
Sayaka intenta razonar con una repentina terquedad y una nueva idea en la cabeza de Jurina ¿Cómo es posible que piense eso? Ella misma supo cuánto es que Rena la ama cuando la obligo a entrar en su sucio juego.
–Ya no importa, estuve con Sakura y ahora estoy con Sakura–
–¿En verdad quieres estar con ella después de lo que me dijo? –
–Es tu palabra contra la de ella–
–Sí, y sé que la mía no tiene ningún valor para ti ahora, pero ella es una mala mujer–
–¿Cómo dices Jurina? –
Miyuki y Momoka volvían a la habitación, viendo que las chicas hablaban un poco fuerte decidieron volver sin embargo notaban un ligero cambio, discutían pero civilizadamente.
–Que estoy con Sakura ahora–
–A ver a ver, ¿Es tu pareja? –
–Si–
–Wow el bombón de Sakura al fin tiene lo que siempre quiso–
–¿Estas segura de esto? ¿Por qué lo haces?–
Sayaka a pesar de la interrupción se sentía alarmada por esta noticia, obviamente no se siente con derecho de recriminarle algo pero Jurina no el tipo de persona que caería tan bajo además sabe por boca de Sayaka que ella le dijo ser la asesina.
–Solo lo hice, me tengo que ir–
–¿Espera, que te parece si hacemos una pequeña reunión? –
Momoka repentinamente saca otra loca idea lo cual las desconcierta pero, es Momoka no es de extrañar.
–Les recuerdo que yo estoy muerta–
–Tú no está invitada–
–Ah, gracias, ni a mi propio funeral estoy invitada–
Responde sarcásticamente volviendo a sentarse con un poco de dificultad y como si hiciera un puchero.
–¡Ah! Yo también me tengo que ir, debemos preparar tu funeral–
–Bueno que dices Ricitos–
–Si vuelves a llamarme así no vivirás para contarlo y, no creo que eso sea conveniente–
–No lo es, pero nos ayudara mucho–
–Supongo que sí, estaría bien–
–Bueno, yo me encargare de todo –
–Este bien–
Jurina camina hacia la entrada dejando a Momoka y a Sayaka mirándola, Sayaka en verdad estaba sorprendida ¿Cómo es que ocurrió esto? Además no parece feliz por ello. Ambas ven como sale Miyuki detrás de ella dejándolas solas.
–¿Una reunión? ¿Es en serio?–
–¿Y si no es así cuando veremos a Sakura? –
–¿Qué tienes entre manos? –
–Oh vamos agente, ¿me vas a decir que no te das cuenta? –
–¿De qué? –
–Que Jurina y Sakura ahora estén juntas, no es normal–
–Como tampoco es normal convivir cuando todas nos hemos dañado y mucho más ella, aunque ciertamente me gustaría verla de frente–
–¿Ves? No es tan descabellado, bajar la guardia ante Sakura nos ayudara a ver sus verdaderas intenciones y de paso nos divertimos, es una lástima que no puedas estar, pero nos veras desde el cielo–
–¡Aunch! –
–Graciosa–
–Lo digo en serio, pondré cámaras ocultas y tú vigilaras–
–¿Dónde será? –
–Acabo de adquirir una propiedad en un penhause, cuenta con todos los servicios. Un lindo sauna, restaurante, spa será como una forma de disculparme con todas ustedes y agradecerles–
–Vaya, después de todo no eres tan indiferente–
–Creo que con ustedes ya no podría serlo y contigo mucho menos–
–¿Eh? – Momoka comienza caminar a la entrada también dejándola atrás –¡oye! ¡Espera! ¿Qué quisiste decir? ¡Ey!–
–Olvídalo, si se entera Miyuki te mata–
–Q…–
Sayaka simplemente se queda parada observando como su amiga desaparecía por la entrada. Es bastante peculiar y no muy honesta pero sin ella no estaría hoy aquí. Momoka le presenta lo que sería su estudio clandestino y ha traído incluso su guitarra. Ahí pasara Momoka el tiempo que sea necesario para poder capturar a su agresor.
–¡Date prisa no tenemos mucho tiempo!–
***Funeral dos días después***
En el hermoso campo verde donde descansan los muertos, se daban cita todos los miembros de la comandancia y el departamento de asuntos internos. Todos elegantemente vestidos con su uniforme de gala. Las únicas que llevaban una vestimenta civil eran Miyuki, Sakura y Momoka, muy peculiares, Miyuki elegante y Momoka con un peculiar y fino traje con lentes oscuros.
El himno de la tierra del son tocaba una melodía y las tambores redoblan una marcha fúnebre con forme los militares quitan la bandera que cubre el féretro y comienza a descender en el hueco oscuro. Había muchos adornos florales de distintos departamentos y todos miraban como el ataúd desaparecía. La bandera, junto con la placa y sus medallas distintivas fueron entregadas al director y único familiar de Yamamoto.
El funeral marcaba el inicio de una nueva cuenta regresiva de la que solo unos pocos tenían el conocimiento. Todo estaba planeado de tal manera para que Sakura y sus allegados no sospecharan nada. El tiempo pasaba considerablemente rápido al punto de que todo se sentía en calma gracias a la reunión que preparo Momoka, ella también se en cargo de una nueva apariencia para Yamamoto tiempo después nuestra chica ruda de cabello corto ahora tenía cabello largo, obviamente falso, pero únicamente lo usaba cuando debía colarse a la comandancia.
Más tarde, aprovechando la distracción del funeral y en acuerdo con la comandante, intentando remendar su culpa se arriesgó demasiado para hacer una visita peculiar. Sayaka va a la prisión completamente disfrazada, Rena estaba aislada lejos de todas las personas, sorprendentemente el poco tiempo que llevaba ahí se había peleado con las reclusas, era en verdad agresiva y fuerte. Aunque no fue sola, Takayanagui Akane, la psicóloga le acompañaba por órdenes de la comandante bajo el argumento de visita de rigor médica mental.
Cuando llegan ven a la chica sentada en el suelo a un costado de la dura cama. Está ausente sus ojos no tienen brillo y Sayaka vacila en poder decir algo. Esta tan arrepentida y avergonzada. La psicóloga se queda un poco lejos pero no pierde detalle al comportamiento de ambas.
–Ma- maestra… Matsui– Murmura, sin embargo el silencio están crudo que parecía decirlo.
Como si su cabeza le pesara voltea hacia la voz, la reconoce pero la persona que está ahí parada parece otra, mirándola bien después de unos segundos la reconoce, ella es quien había sido su verdugo, no fue Sakura ni Jurina si no ella. Cuando hace contacto visual se ríe como si se tuviera loca, cosa que le causa escalofríos a Yamamoto.
–Supongo que…– En medio del silencio, Rena balbucea como si la misma saliva de su boca le estorbara –Estará satisfecha, agente–
–Rena yo… lo siento en verdad lo-… –
–¿Lo sientes? – Se levanta como si todo su cuerpo se negara a abandonar el piso y mordiéndose las uñas camina hasta los barrotes de acero arrastrando los pies. Se miraron momentáneamente pero en un movimiento rápido los largos brazos de Rena alcanzaron su humanidad directos al cuello –¿Lo sientes? – seguía preguntándose con una calma aterradora mientras sonreía desquiciadamente y apretaba con fuerza, extrañamente Sayaka no podía contra las sorpresivas manos fuertes de Rena. Entre abriendo sus ojos y con dificultada Rena la miraba como una serpiente moviendo únicamente su cabeza calculando una mordida letal, Sayaka resistía pero sentía como le faltaba cada vez más el oxígeno.
La doctora se alarma y corre por el guardia que está en la entrada, el cual atiende inmediatamente al llamado.
–¡HEY! – Grita conforme se acercaba en su auxilio quitándole las manos del cuello. Tosiendo y tomando su garganta con su mano trata de recuperar el oxígeno y da algunos pasos hacia atrás cuando al final fue liberada. –¿Está usted bien? Esta mujer está loca–
–No, – Tocia aun Sayaka, – no está loca, me lo merecía–
–Será mejor que salgan de aquí ella es muy inestable–
–No, espere un poco,– Sorprendida y más repuesta aun sobando su garganta da una última mirada a Rena quien se encontraba de nuevo al pie de la cama sosteniendo sus rodillas entre sus brazos y se mecía como una autentica loca.
–Está bien, solo no se acerque demasiado–
–S..si– Sayaka viendo como el guardia se va, toma valor de nuevo –Maestra Matsui, pedirle perdón no arregla nada, pero le juro que voy a ayudarla a usted ya Miku– Rena se inquieta y cambia su aspecto al escuchar el nombre de su hija. La mirada que le lanza ahora es sumisa.
–¿Miku? ¿Dónde esta Miku? –
–Los padres de…esta fuera del país, pero juro que te ayudare, puede que tarde pero lo haré–
Rena le da la espalda y vuelve a su comportamiento demente ahora subiéndose a su cama y recargándose en la pared. Ya no dice nada más y parece ignorarlas.
Akane y Sayaka se miran una a la otra y deciden salir de ahí, dentro del auto incognito ambas están sorprendidas de lo que vieron. Sayaka por que la conoce no da crédito a su deterioro mental y Akane desde un punto de vista clínico ya hace su reporte mental.
–Yamamoto–
–Dime–
–¿Por qué quieres ayudarla? –
–Bueno, ella, ella está ahí por culpa mía–
–Culpa suya, tengo entendido que es la famosa asesina fugitiva del caso más importante de esta institución ¿Cómo puede tener culpa en ello?–
–¿Podemos hablar de ello? –
–¿Sera una sesión? ¿Creí que no quería volver a tener una sesión conmigo?–
–Por favor–
–Está bien adelante, la escucho–
Sayaka explica lo sucedido hace un momento y todo lo que hizo, el porqué de su interés de que ella la ayudara entre otras cosas.
–¿Qué fue lo que observo doctora? –
–Mmh, no mucho. Pero definitivamente la acusada pasa por un shock emocional muy fuerte, ansiedad, depresión fueron algunos de los síntomas que pude ver. Pero ahora que se lo que ocurre, no me sorprende, en el interrogatorio con la agente Juria no mintió en lo absoluto–
–¿Estuvo presente en el interrogatorio? Así es y esta mujer al ver a Jurina se veía en verdad como si se rindiera ante ella–
–¿Cómo si se rindiera? –
–Sí, no pretendía defenderse más, solo dijo la verdad y se le veía resignada–
–Hoy no parecía ser ella, estaba ausente y desquiciada–
–En verdad le interesa ¿cierto? –
–Necesitaba verla, necesitaba disculparme con ella pero creo que no logre nada–
–Se equivoca, ella al menos sabe que no esta sola–
–¿Tú crees? –
–Si–
Rena había caído en un estado de locura provocado por una desesperación a la que debía resignarse, debía aceptar su realidad en la que nunca más podrá salir de ahí, nunca más podrá ver a su hija y nunca más podrá ver a la cara de nuevo a Jurina.
*** seis meses después***
El tiempo corría para todas, el tema de Rena Matsui era un taboo y nadie hablaba de ello. Todas llevaba una relación “estable con Sakura” haciéndole creer que todo estaba olvidado y perdonado, con Yamamoto muerta más confianza sentía. Sin embargo. Sayaka de entre las penumbras, Miyuki, Momoka y la misma Jurina trabajaban arduamente en las pruebas que usarían para hacerla pagar por todo lo que ha hecho.
Al morir Sayaka, Lola se negó a cooperar y de una u otra forma logran extraditarla a España, el caso inexistente se complicaba cada vez más para todas. Pero las investigaciones seguían avanzando. Las pruebas más vitales habían entregado a la fiscalía y aun que se inculpara al agente caído, no iban a dejar que quedara impune.
***Laboratorio***
Ahí se encontraban el agente inactivo con su impecable y bella forense, Miyuki. A falta de su computador tomaba prestado el computador personal de la forense mientras Miyuki analizaba con mucho escrutinio algo.
–Esto debería ser suficiente–
En voz alta Sayaka deja salir sus pensamientos en forma de suspiro llamando la atención de Miyuki.
–¿Qué cosa? –
–Ah, bueno reviso la información que le di a la comandante, en estos momentos están en junta en la fiscalía ella y Jurina presentando esto–
–¿Crees que la dejen en libertad? –
–No, definitivamente no, pero por manos podremos apelar a una nueva sentencia–
–A vaya, son evidencias de los negocios del hermano de Jurina pero faltan muchas cosas–
–Los sé, solo Lola podría ayudar pero se niega a cooperar, ¡ah! mira estas fotos que robe de las cámaras de seguridad del archivo muerto del departamento donde vivía con Rena–
– ¿Lo visitaba alguien? –
–Y siempre cubría su rostro–
–Ahora que mencionas eso, en los resultados de los análisis hay algo que no comprendo, la presencia apenas perceptible de oleandrina–
–¿Y eso que? –
–En todas las pruebas aparece siempre, incluso deduje que era acumulación de algún residuo de la fabricación de lo que consumía pero ahora no estoy tan segura, no hay drogas que la contengan–
–¿Y por qué dudas ahora? –
–Un cuerpo no se convulsiona por un par de laceraciones, – Sayaka amplía sus ojos. –y mucho menos por la cantidad de droga que llevaba encima en ese momento. –
–¿Qué estas suponiendo? –
–Nada, yo nunca supongo pero, en la declaración de Rena Matsui eso me llamo la atención–
–Pues sería bueno que iniciaras a practicarlo, la otra vez lo hiciste muy bien–
–No estoy segura de nada y no puedo especular–
–Oh vamos, hare lo que quieras pero solo trata de dirigir ese agudo instinto investigador y esa sexy inteligencia y céntrala en esto, por favor–
–¿Lo que quiera? –
Pregunta ella alzando la ceja, es interesante la propuesta y conociendo a Yamamoto y su deleite por avergonzarla no dejara pasar esta valiosa propuesta.
–Lo que quieras–
–Está bien, acepto–
–Te escucho–
Sayaka deja el mouse y se recarga de lleno en el respaldo del asiento de Miyuki recargándose completamente mirando el techo conforme escuchaba.
–Bueno, hay ciertas sustancias que son imperceptibles y mayoritariamente son de origen botánico, sustancias usadas para asesinar sin ser –
–Espera un momento, – La agente vuelve al computador – mira,– Girando la volita giratoria del mause llegaba hasta los resultados de rigor pero excedían el numero común. –Según sus exámenes médicos él recurría frecuentemente a ellos por…. Según esto es–
–Síndromes cardiacos, – Le Miyuki interpretando el reporte médico –interesante. Deberíamos preguntarle a Jurina o a los padres de Jurina si el padecía del corazón–
–¿Y qué sucedería si no? –
–Pues ya que estamos en la hora de complacencias y suposiciones–
–Gracias, que amable–
–Te costara caro, bueno se de algunos venenos que suministrados gradualmente hacen daño a corto plazo y de ser así expuesto a grandes cantidades de diferentes drogas pudieran haber causado un colapso justo en ese momento. El hermano de Jurina llevaba días drogándose y alterado por lo que había hecho Rena supongo que su taza metabólica estaba al 100% eso pudo haberlo generado.–
–Wowo, si entiendo lo que creo que me estás diciendo. ¿Al hermano de Jurina lo estaban envenenando? –
–No lo sé y sin una muestra fresca será imposible saberlo a menos que encontremos a quien sale y entra todos los días de ese departamento, ya que es el único sospechoso–
–Rayos–
Sayaka se recarga sin esperanzas en el respaldo nuevamente como antes lo hizo contemplando el techo pero su vista es bloqueada por la misma Miyuki.
–Creo que merezco un incentivo por esto.– Miyuki la acorrala poniendo sus manos sobre las recargaderas de los codos mirándola seductoramente acercándose cada vez más y más al rostro del agente.
–Ah, ¿Qué haces? –
–¿Qué crees tú?–
–¡Oh! –
Yamamoto voltea rápidamente hacia la puerta pero Miyuki solo mira con sus ojos hacia la misma dirección y sin pena roba un beso de su mejilla a la otra avergonzada agente y camina hasta el otro extremo de la oficina.
–Disculpe, ¡oh… lo siento!– El agente parado en la puerta estaba en verdad avergonzada.
–Fukushi, ¿qué ocurre?–
–La comandante Sae la busca, yo, yo, yo–
–¿Usted? –
–No, nada, co- con permiso–
Sayaka mira hacia la puerta y después mira en dirección a Miyuki quien le guiñe el ojo y le manda un descarado beso al viento. Obviamente se avergüenza y se pone de pie yendo hacia la puerta.
–Te veo más tarde–
–Claro–
De alguna forma, ellas dos creen en Rena y no ven las cosas de la forma en que las ven los demás cegados por el dolor del asesinato de un familiar, pero también creen que aún hay un poco de bondad en Jurina, su hermano definitivamente era el delincuente más buscado y en algo debía servir su muerte.
***Oficina de la comandante Sae***
–¿Me mandó llamar? –
–Sí, pasa–
–Dígame, la escucho–
–Solo quiero informarle que la testigo Ogasawara Mayu ha sido exonerada y librada de todo cargo nuestro agentes Fukushi y Kitagawa la han llevado a donde ha pedido–
–Oh, es bueno–
–Sí, lo es fue de gran ayuda mmh, –
–Si comandante–
–La junta de hoy fue muy favorable, el saso esta reabierto–
–¿En verdad? –
–Sí, aunque ahora el hermano de Jurina es el culpable, las pruebas a favor de Rena no son suficiente, sigue siendo una asesina–
–Lo sé, pero hay una vertiente–
–¿Cuál? –
–Vea por usted misma– Yamamoto le muestra su memoria y la comandante la observa detenidamente, ciertamente Sayaka se dejó llevar por el odio en el cual ella misma formo parte al ocultarle la verdad sobre el secuestro así que no puede recriminarle mucho. Toma la USB y la conecta en su computador revisando inmediatamente los archivos y se sorprende por lo que ve, es inaudito. –Miyuki también encuentra anomalías en muchos análisis y cree que estas visitas al médico y exámenes médicos de rigor son sospechosos–
–¿Qué exámenes médicos? –
–Estos, él se revisaba constantemente, esta es un testimonio que fue anulado durante el juicio según tengo entendido–
–No comprendo, el agente Matsui fue uno de los agentes más sanos que conocí–
–¿Está usted segura? –
–Sí, no comprendo la necesidad de tanta revisión–
–Según Miyuki hay anomalías en su presión, además, hemos llegado a la conclusión de que podrían estar ligados a un posible envenenamiento prolongado–
–Vaya, yo no puedo meterme mucho en esto, pero creo que ahora tienen la razón, veremos que se puede hacer, por lo pronto el caso esta reabierto–
–Sí, eso sin duda es algo bueno ¿Dónde está Jurina?–
–No lo sé, salió molesta de la junta debido a la culpabilidad de su hermano, la han relevado del caso–
–¿Qué? –
–Pero no se preocupe, el agente Kitagawa está al frente ya que ninguna de ustedes dos puede–
–Oh, bueno gracias, yo me retiro–
–Adelante–
Sayaka sale de la oficina de la comandante pensando a donde se pudo a ver ido Jurina, quizá a su departamento o con sus padres ya que se había enterado que estaban de vuelta, o a su propia casa. Piensa que lo mejor es darle un tiempo y dejarla tranquila.
**Seis meses más**
Cumpliéndose ya un año y con el caso reabierto, después de la búsqueda incesante de más pruebas se habían jugado todas las cartas por debajo del agua, la vida de Jurina era como una bomba de tiempo, fingir que no pasaba nada a lado de Miyawaki era un infierno, era doloroso e inhumano. Ofreciendo quitar por completo los cargos sobre el agente Lola a su padre en España a cambio de la información que ella sabe la hacen volver y es interrogada de inmediato a pocos días del nuevo juicio.
**Sala Interrogatorio**
Jurina entra a la sala, seguida por la comándate Sae, coloca algunas cosas sobre la mesa y Lola sigue su caminar notándola muy diferente a la primera vez que la interrogo.
–Hola de nuevo Agente–
Lola permanecía en silencio, estaba ahí a fuerzas obligada por su padre. Jurina perdía la paciencia en un abrir y cerrar de ojos pero no está sola en el interrogatorio Sae le acompañaba de lo contrario ya hubiera hecho un desastre por ese simple mal gesto arrogante de Lola. Tenían un as bajo la manga pero esperarían el momento perfecto para usarlo, arriesgando todo.
Afuera observaban el director y el comisario de España, la psicóloga, el agente en turno Kitagawa y Miyuki, nadie más.
***Interrogatorio***
–Parece que no quieres hablar–
–Bien –Sae siente el ambiente tenso y percibe la inestabilidad de Jurina – Tenemos pruebas contundentes de que Miyawaki Sakura era muy allegada suya–
Sae muestra las primeras imágenes de ella en diferentes sitios de la ciudad de España e incluso en Japón. Captando la atención también de Jurina, quien sabe que esas pruebas fueron entregadas por Yamamoto, las cosas entre ella y la otra agente aun no eran del todo buenas pero habían avanzado mucho en su convivencia.
–¿Y cree que eso es suficiente? –
–Debería–
Sae pone más fotografías pero ahora son antiguas sobre la mesa donde se le ve a ella y a Miyawaki juntas en aquellos días que también el hermano de Jurina estaba con Rena, de hecho una donde esta los cuatro. Hay algunas donde entran juntas al callejón que tanto vigilaban.
–¿De dónde saco usted eso? –
–Como veras, tenemos contactos externos que están dispuestos a colaborar a cambio de muchas cosas–
–Carlos…– Murmura entre dientes –¿Quieren culparme junto con Sakura de aquel asesinato? –
–Que inteligente – Jurina por fin entra en el interrogatorio– ¿Cómo sabes que te implicaríamos en eso? –
–¿Y en que más va a ser? ¿No pueden culparme por el secuestro ya que nunca lo tomaron como tal. A demás la condición para hablar era que estuvieran ambas a gentes y desgraciadamente solo hay un- – La puerta se abre dejando muda al agente Lola la misma Yamamoto Sayaka entraba por la puerta, con una aspecto diferente pero definitivamente era ella. –¿Tu?¡Tu estas muerta! –
–Solo para algunos.– Responde sonriente tomando el control del interrogatorio. Hay tantas sosas por las cuales está deseosa por preguntar. Mientras Jurina regresa al rincón cruzada de brazos recargándose en la pared.
–Agentes, la interrogada es toda suya–
Sae sale de la sala y va directo a la cabina, dejara esto en manos de ellas com lo había pedido antes Lola.
–¿Cómo es posible? –
–¿Por qué, te sorprende? –
–Sakura…- –
–¡Ah~! Entonces si sabes algo y si mis cuentas no me fallan somos las dos agentes que pedias ¿Cómo sabes de mi muerte?–
–Sakura, la vi en el aeropuerto antes de irme y me conto lo que sucedió, dijo que todo estaba bajo control– En su sorpresa olvida sus votos de silencio, ver a Yamamoto con vida cambia mucho las cosas –¡Pero mintió de nuevo mintió! – Caen la cuenta de lo que ha dicho y repentinamente guarda silencio, mira hacia la ventana que parece un espejo con un poco de temor, sabe que su padre está ahí y está en serios problemas por confiar en Sakura –¡Este bien! Está bien hablare–
–Te escuchamos–
–Hace varios Años yo tenía una relación con Sakura y me deslumbro con todo lo que poseía, cuando supe quién era su padre me rendí ante él, su poder y su hija. Solo recuerdo que ella envidiaba a Matsui Rena porque aunque no tenía mucho más que ella su padre le prestaba más atención, la mando estudiar lejos mientras a Rena la mantuvo a su lado. Volvía ocasionalmente y cuando radico por un tiempo en España ya no era la misma Sakura y comenzó a mostrar interés por Touru al enterarse que él y Rena eran pareja y que iban a tener un bebe. Ella veía como su padre estaba loco por Rena y Touru Matsui comenzó a deteriorarse paulatinamente–
**Cabina**
Miyuki abre sus ojos lo más grande que puede y recuerda los informes médicos que refuto antes el juez en el juicio. Abre el micrófono sin autorización y le habla a Sayaka.
–Sayaka–
–¿Doctora? –
–Los informes médicos–
–Oh, es verdad, antes en el juicio se presentó un prueba de informes médicos ¿Por qué Touru Matsui recurría al médico dos veces en el mes–
–Porque estaba Muriendo–
–¿Qué? –
Jurina desenreda sus brazos exaltándose y va hacia la mesa recargándose con los puños sobre ella.
–¿De qué forma? –
–De la misma forma en la que me dijo que se había encargado de ti Yamamoto–
–¿Sabías que iba a matarme? ¿Por qué?–
–Tu sabes bien porque, solo sé que todo lo cercano a Rena lo repudiaba y lo envidiaba al mismo tiempo–
***cabina***
Miyuki desde la cabina por segunda vez cae en cuenta de algo que había omitido, y sale corriendo de ahí rumbo a su laboratorio dejando detrás miradas de incomprensión.
**Interrogatorio**
–Al final fallo–
–Si se entera de lo que has dicho ella va a matarte ¿lo sabes? –
–Ya no importa lo que pueda pasarme, todos perdemos algo o, ¿me equivoco agente Matsui? –
–¿Por qué no dijiste esto antes? –
–¿Serviría de algo? –
–¡De mucho idiota! Hay una persona encerrada y estará ahí el tiempo que le quede de vida –
–Parece que a pesar de todo le importa, ¿Ya la perdono? –
–Eso a ti no te importa–
–Claro, no me importa. Pero sigue siendo una asesina. Qué no se te olvide–
Jurina, dándole la razón a sus palabras, quita sus manos de la mesa y evita el contacto visual con ella. Solo vuelve a cruzar sus brazos y pregunta firme pero con serenidad.
–¿Sabes lo que sucedió? –
–Que si lo sé, yo misma me encargaba de que Touru pagara sus deudas Sakura le daba una dosis diaria de algo que lo desestabilizaba. Cuando Touru la mando al hospital desesperado porque sabía lo que se le venía encima tomo la decisión de salvar a una y perder a la otra –
–Eso….no–
–Tu hermano era un cobarde, de ahí en más no sé qué hizo con Rena en el hospital, solo sé que Sakura era la más feliz–
No tardando ni diez minutos Miyuki está de vuelta y entra sin autorización a la sala de interrogatorio interrumpiendo y haciendo que todos voltearan a hacia ella.
–¡Sayaka! –
–¿Miyuki? ¿Qué haces? –
– ¡Oleandrina! –
–¿Qué? –
–¡Oleandriana! –
–¿Podrías explicarte?–
– La sustancia que aparece en dosis apenas perceptibles es la misma que apareció en los análisis que te hicieron el día que te dio un paro cardiaco, esta sustancia crea deficiencias cardiacas y en una dosis concentrada es letal, tuviste mucha suerte–
–Podemos probar que era se le suministraba esa sustancia en dosis pequeñas y que intento matarme–
–¡Es verdad! Ese día yo la vi en el hospital, fue el mismo día que me devolvió a Miku y ella llevaba unas flores–
–Adelfas– Dice Lola
–¿Adelfas? –
–Mamá solía plantarlas junto con su madre, era una flor muy importante para ambas pero muy letal también–
–¿Por qué llevaría flores? –
–Me sorprende que no lo sepan agentes, un asesino siempre deja un rastro y a Miyawaki siempre le ha gustado dejar un pista ya que se cree lo suficientemente buena como para que lo descifren. Ustedes dos cayeron en su juego, se bulo de ustedes y las llevo al límite poniéndolas una en contra de la otra ¿O me equivoco? Así es ella, si no puede quedárselo lo desaparece–
Sayaka y Jurina se voltean a mirar una a la otra y después con su ceño fruncido miran al agente Lola,
–¿Por qué Sayaka? –
–Desde que llegaron a España representaba un peligro, pero todo iba bien hasta que metió sus narices en el caso, sabía demasiado, y por eso la inculpamos en aquel asesinato – El rostro de Sayaka cambia por completo –Ahora entiendo por qué fingir la muerta, no la hubiese intentado matar en el hospital si no le hubiera dicho que ella Mato a Touru. –
–¿Quién mato al recluso? –
–Buscamos a alguien de tu complexión, si agente, yo robe su arma de la sala de tiro–
Sayaka siente como una llama se le enciende por dentro pero de igual forma ya no importa, guarda la compostura y no flaquea en su profesionalidad.
–¿Cómo podemos probar que era ella quien entraba y salía de la casa de los Matsui?–
–Yo tengo lo que necesitan, lo que ella me ordeno desaparecer y no lo hice–
–¿Entonces tenemos un trato?, nos entregas las pruebas, firmas tu testimonio, te presentas en el juicio y por ningún motivo menciones que Yamamoto está viva aun. Te otorgaremos tu libertad libre de cargos penales. Por ahora no puedes salir de la ciudad mucho menos del País ¿Entiendes? –
–Si–
–Por nuestra parte, tú nunca estuviste aquí–
**Afuera**
El interrogatorio termina y ahora tiene todas las pruebas que necesitaban, las cuales son llevadas de inmediato a la fiscalía. Al siguiente día, el agente Kitagawa se prepara y estudia el caso a fondo instruida por las otras dos agentes, solo les quedaban 12 horas para el próximo Juicio interno.
**Día del segundo juicio***
Jurina no era la misma, nadie eran los mismos y después de un largo tiempo por fin todos están presentes de nuevo, los padres de Jurina sin la pequeña, le han formado un hogar en el extranjero y volvieron sin ella solo por el citatorio. De nueva cuenta era una sala pequeña, se encontraban todas las autoridades competentes, el Director, Miyuki y Sayaka con su impecable disfraz entre la poca audiencia. Pronto Rena llega a la sala esposada de los pies y de las manos con traje color naranja. Jurina no es capaz de verla ni un solo momento. Su caminar era como el de un muerto demacrado y sin fuerza.
Fiscal: –Nos hemos reunido el día de hoy aquí, en consecuencia de la apelación al caso del asesinato del oficial agente investigador Touru Matsui, a quien también se le ha abierto una carpeta de investigación debido pruebas contundentes de una doble vida fuera de los estatus legales con los que fue enviado a España. Tenemos presente a la señorita y presunta culpable de dicho asesinato ya que, con dichas pruebas se modifica la condena. – Inmediatamente se escuchan los murmuros de los presentes y el más sorprendido fue el padre de Jurina a quien ve fuera del estrado. –Silencio, las pruebas fueron analizadas detenidamente y al ser un caso, ustedes saben confidencial, se ha decidido que fuera así, a puerta cerrada. Tiene la palabra el agente Kitagawa Ryouha, quien en la imposibilidad de llevar el caso dado a la acusación de corrupción y al deceso de uno de los agentes, el agente en turno ha sido relevado. Adelante si es tan amable agente. –
El padre de Jurina estaba furioso pero ante las pruebas no se podía hacer nada, todos eran culpables y descubrir la clase de persona que era su hijo es un duro golpe para ambos, aun así. Lo habían asesinado y no permitirá que nadie se vaya sin pagar su culpa.
Fiscal –En acuerdo con las pruebas presentadas y el largo debate entre todas las autoridades competentes. Se gira orden de aprensión hacia la ciudadana Miyawaki Sakura– Rena despierta de su trance en el que había estado metida, cambiándolo por un rostro sorprendido y boquiabierto viendo el alboroto en la sala ¿Cómo es posible? – ¡Orden! A quien se le imputa el delito de asesinato pre demeritado y asesino intelectual por envenenamiento de agente Touru Matsui. Sin embargo, debido a los hechos antes presentados la Señorita Rena Matsui recibirá una nueva condena a la anterior ya que sigue siendo la asesina en el acto aplicándosele la ley de la legitima defensa y condicionando su libertad si, solo si, la familia a aquí presente le otorga el perdón debido a que ella será trasladad- –
–¡JAMÁS!– Grita desde el pequeño estrado el Papa de Jurina interrumpiendo, mientras la madre de Jurina no dejaba de verla a ella y de ver a Rena, en su interior sabía lo que es estuvo pasando todo este tiempo entre ambas.
Jurina estaba desesperada, no era lo que esperaban y aun después de todo el tiempo que pasó, no sabe cómo pagar el daño hecho, de hecho si lo sabe, pero ella no puede otorgar el perdón directo deben ser sus padres y evidentemente no lo harán. Rena sigue siendo culpable. En un lenguaje burdo, Rena solo le dio la estocada a su triste destino.
Se le veía mal a la agente, no tenía voz ni voto en el caso así que harta de escuchar la burocracia de la fiscalía sale de ahí más que molesta. Pero su padre y su madre le persiguen. En medio pasillo, su padre la toma de brazo y la jala agresivamente.
–¡Que te sucede Jurina! –
–NADA–
–¿Nada? Mírate, no pareces la profesional que dices ser, desde que volvimos del viaje te comporta como si no supieras cuál es tu lugar ¿Por qué no estas encargada del caso?–
–¿Y me lo preguntas? ¿Cuál es mi lugar según tu Papá? –
–¡Tu lugar es allá adentro viendo de frente a la asesina de tu hermano!–
–¡Pues no puedo! ¡NO PUEDO MÁS!–
–¡PERO QUE DICES! ¡LO PROMETISTE, PROMETISTE QUE DEFENDERIAS LA MEMORIA DE TU HERMANO! –
–¡ERA UN DELINCUENTE! ¡Por eso fui- – Papá suelta un cachetada, Sayaka y Miyuki salieron de la sala para ver qué era lo que estaba sucediendo encontrándose con eso. –¿No lo entiendes? –
–Pero aun así, no deja de ser tu hermano ni mi hijo–
–Tu hijo la maltrataba, tu hijo la golpeaba ¡COMO LO HAZ HECHO AHORA TU CONMIGO! ¿Debe pagar la madre de Miku por ello? –
–¡No metas a Miku en esto! –
–¡Es su madre! –
–¿POR QUE DEFIENDES TANTO A ESA MUJERZUELA–
–¡NO ES UNA MUJERZUELA! –
–¡JURNA! No me digas que… tu–
El rostro de Jurina era tan claro como el agua, sus emociones nuevamente estaban a flote y el no poder ver de frente a sus padres hace que salga huyendo de ahí.
–¡Jurina Regresa!–
No hay más dudas para la madre de Jurina, pero es una completa sorpresa para su padre, quien está furioso por ver como su hija no es capaz de hacer bien lo que lleva años haciendo como su trabajo. Jurina camina hasta donde había diferentes habitaciones en la fiscalía, e ingresa a una vacía sin autorización.
Sayaka va de tras de ella seguida de Miyuki, eso fue de verdad difícil y lo vio todo y comprende lo que hay en el corazón de ambas. Sus acciones en el pasado siguen causando estragos y aun no puede perdonárselo además. Si hay alguien arrepentido por todo, ese alguien es la misma agente Yamamoto.
–¡Jurina! –
–Déjame sola–
Alterada, se oculta en una habitación vacía intentando cerrar la puerta pero Sayaka logra interponer el pie y entrar detrás de ella.
–No puedo hacer eso–
–¡DIJE QUE ME DEJES SOLA! –
En la confusión de sus sentimientos y emociones la empuja hacia la puerta chocando con ella y cerrándola por el impacto, pero Sayaka no se intimida y solo regresa a Jurina para forcejear un poco y arrodillarse en el piso mientras escuchaba con el alma rota a Jurina fuera de sí.
–¿Qué está sucediendo? ¿Quién era él? ¿Cómo fue que…? No entiendo nada ¿Por qué TENIA QUE SER ELLA? ¿POR QUÉ TENIA QUE ENMORARME DE ELLA? ¡POR QUE! Porque…–
Ya no podía más, a llanto abierto Jurina por fin deja de hacerse la fuerte y desconsoladamente grita y llora, tomaba bocanadas de oxigeno que le hacía falta. Aun forcejeando débilmente Sayaka solo la abraza con todas sus fuerzas y permanece con ella recibiendo esas lagrimas que mojaban su chaqueta; nuca la había visto así, su llanto era desgarrador. Miyuki entra pero al ver la escena, vuelve a cerrar la puerta y prefiere dejarlas solas aguardando afuera.
Su cuerpo temblaba y también se aferraba a Sayaka, después de un tiempo prolongado su llanto parecía calmarse poco apoco pero aún era incierto su sentir. No estaba previsto, pero había algo cierto en todo esto. Era algo que sucedería tarde o temprano y al parecer debía ser así.
Reponiéndose aun con lágrimas escapándose por sus ojos se para y limpia su cara con sus manos intentando volver en sí.
–Gracias, lo necesitaba–
–No me lo agradezcas, – Ella también se para y se pone a la par con Jurina – Sabes que en verdad te quiero y me duele todo esto que está sucediendo. Por favor perdóname–
–Ya lo hice Sayaka, soy yo quien no puede perdonarse. Todo este tiempo fui egoísta e irresponsable, te lastime a ti, a Miyuki, a Miku y peor aún, no puedo enfrentar a mis padres–
–¿Aun la amas, ¿cierto? –
Formándose un silencio diferente a otras veces, los ojos cristalinos y nítidos la miran, refleja en ellos su alma desnuda y como junto a sus lágrimas silenciosas que aun escapaban junto a su lucha por qué no lo hicieran le responde como si no supiera que hacer con ello.
–Con toda mi maldita alma–
–Entonces ayúdala–
–No puedo ayudarla–
–¿Por qué? –
–Mi padre me hizo prometérselo, y yo lo jure, jure destruir al culpable sin importar las circunstancias, y creo que he cumplido–
–Pero la amas y solo tú puedes conseguir el perdón conseguir pero lo más importante es que ella sepa que Tú la has perdonado. Jurina, yo no sabía nada del amor pero comprendí que lo es todo y lo es nada. Cuando creí que Miyuki estaba muerta quería morirme también. Sí, el amor nos hace egoístas, ciegos e irracionales pero también nos convierte en seres extremadamente vulnerables. Por amor reímos, por amor lloramos, mentimos e incluso odiamos y traicionamos. Quizá mis palabras son vacías pero no estoy sola, – Miyuki detrás de la puerta escuchaba las palabras de Yamamoto y su corazón golpeaba su pecho. Sonríe y decide entrar y al hacerlo tanto Jurina como Sayaka voltean y una de ellas sonríe en medio de su tristeza. – Yo la tengo a ella– Extendiendo su mano Miyuki llega a ella y entrelazan sus dedos.
–Tú tampoco estas sola Jurina–
Miyuki entra en la conversación y trata de darle ánimos, sin embargo parecen no funcionar. Dando un gran suspiro y aparentemente repuesta la mira y se alegra por ellas, al fin juntas después de todo.
–Gracias pero, yo no la he perdonado y, no puedo hacer nada por ella–
Finalmente sale de esa habitación siendo interceptada por Sae quien la pone al tanto delo que ha sucedido y caminan en el acto. Dejando a las dos chicas con una mueca triste en sus labios.
Atravesando uno de los pasillos se cruzan frente a frente, Jurina y Rena. Solo sus ojos se conectan pero no ocurre nada más. La llevan esposada y a la salida del edificio lo que indica que el Juicio termino hace ya un tiempo.
–¿A dónde la llevan? –
–De regreso al reclusorio, los presentes en la declaración tomaron esa decisión unánime, pero no es todo, permanecerá ahí 24 horas. Después de eso, será trasferida a un manicomio de máxima seguridad –
–¡Manicomio! – Jurina se para en seco.
–Lo siento Jurina,– Sae toma su hombro – Te aseguro que no saldrá de ahí nunca, además, casi mata a tres reclusas que querían golpearla, las dejo gravemente heridas y en su celda parecía estar en otro sitio nadie podía entablar comunicación con ella y tomaron esa decisión–
–Pero ella no está demente–
–Tal vez no, pero esa fue la nueva sentencia que no escuchaste–
Jurina se queda helada parada en medio del pasillo, ciertamente Rena tiene culpa, pero no la que le imputan. SI ha demostrado demencia no es porque este enferma si no por todo lo que ha pasado hasta ahora. La cárcel es un lugar de miedo y hay que sobrevivir a como de lugar.
Impactada por la noticia es como la encuentran las chicas de nueva cuenta, se perdieron el veredicto por seguirla. Y la felicidad que vieron en el rostro de su padre después de reingresar a la sala de la fiscalía les hacía saber que Rena no había perdido la condena y que había algo más.
–¿Jurina? –
–¿Qué paso? –
–Sayaka–
–¿Si? –
–¿Puedes decirle a Momoka que necesito verla? –
–No es necesario, está en mi casa –Afirma Miyuki –ha estado ahí con los preparativos del disco de Sayanee–
–¿Las puedo ver allá entonces? –
–Sí claro pero, ¿Qué ocurre? –
–¿Vieron a mis padres? –
–Ellos se fueron ya–
–Más tarde le explico, solo iré a casa y estaré con ustedes–
Las chicas ven de nuevo como Jurina sale de ahí apurada, ¿Qué está pensando? No lo saben pero ella va directo a la casa de sus padres, ya deben de haber llegado y no está muy lejos.
Al llegar ve el coche en la entrada, se queda dentro del auto y toma un respiro profundo. A estado en medio de tiroteos, encerrada en cuartos son salida y sin oxígeno, recatando personas en desastres naturales, ha sido el escudo para incontables civiles, siempre viendo a la muerte a la cara todos los días y hoy, con el miedo más profundo que perder la vida, con sus ojos serios y profundos los cuales no se atrevían ni a parpadear para no perder el enfoque, sale de auto a enfrentar un sentimiento nuevo para ella.
Mama se encontraba en la cocina y papa en la sala viendo el televisor regocijándose de al fin cobrar venganza por el asesinato de su hijo.
–Jurina, hija estas de vuelta–
Mama la mira recargada en el marco de la puerta y va a ella para abrazarla con fuerza, pero papá al escuchar su nombre inmediatamente va a la cocina también.
–¿Qué haces aquí? –
Jurina gira para verlo y mamá pone cara de angustia, ambos son idénticos, su temperamento recio y obstinado auguraba aires de una nueva discusión.
–No voy a permitir que Rena vaya a un manicomio–
–¿Y que piensas hacer? –
–Primeramente, – Jurina lleva las rodillas al piso mientras mamá cubre su boca. –Pedir por favor otórguenle el perdón.– Dice ella llevando su frente al piso.
Se forma un silencio que disfraza una cólera en la humanidad del padre de Jurina el cual rechina los dientes pero guarda la calma.
–¿Qué harás si no lo obtiene? –
Al no escuchar una respuesta favorable Jurina se reincorpora con el rostro más serio que antes, sorprendiendo al mismo padre. Nunca habían visto esa expresión en ella.
–Entonces, hare lo que sea necesario–
–¿Tanto te importa ella?
–Tanto, la amo–
–¡QUE! –
–Ya lo dije–
–¡No puedes amar a una mujer y mucho menos a la asesina de tu hermano!–
–Jurina…– Mama se volvía a llevar las manos a la boca, pero reconoce en ella un valor único.
–Óyeme bien Matsui Jurina; si te atreves a cometer alguna locura considérate fuera de esta familia–
–¿Pero qué dices? –
–¡Cállate mujer! –
–Bien, con permiso–
–¿A dónde vas? ¡JURINA! ¡TE ESTOY HABLANDO! –
Ella ya no da ninguna respuesta, solo camina hasta la entrada de la casa, sale de ella y sube a su auto para ir a casa de Miyuki.
–Bien, a que debemos esta linda reunión, Ri-...Jurina–
–Seré directa, a Matsui Rena la trasladaran en menos de 24 horas a un manicomio de alta seguridad, no es cualquier manicomio el de la prisión–
–A vaya–
Momoka se sorprende al igual que las otras dos chicas quienes se miran unas a las otras y miran finalmente a Jurina que no parece dudar y su aspecto es muy serio.
–Ella no puede ir al manicomio–
–¿Y qué piensas hacer? –
–Si tus padres no otorgan el perdón no habrá más alternativa que eso–
Dando una mira rápida a todas arquea su cuerpo sorprendiéndolas, implora con esa reverencia ante ellas.
–Por favor, ayúdenme a ayudarla a escapar–
–¡QUE! –
Las chicas insonoramente reaccionen de inmediato, es la idea más descabellada de todas, y bien saben que es uno de los delitos más grandes.
–Creo que la que debe de ir al manicomio es otra–
–¡Momoka! –
–Es una fuga, no es tan sencillo–
–Yo te ayudare– Sayaka firme en su convicción y en deuda con ambas está dispuesta a ayudar.
–Yo también– Miyuki no se quiere quedar a otras y ofrece su ayuda incondicional.
Momoka viendo como sus amigas no vacilan ante ello, no le queda más remedio que volver a apoyarlas. Al menos todas están de acuerdo esta vez.
–AAH~ Está bien, está bien, ¿qué tengo que hacer? –
–Por favor, necesito emboscar la camioneta en la que la trasladaran, será peligroso y deberá ser rápido y sin bajas–
–Ósea que solo necesitamos descontrolar el operativo–
–Así es–
–Entonces Ricitos, ocupas al menos un par de vehículos sin placas con hombres armados pero que no causen ningún daño supongo que también incluye un avión privado ¿A dónde? –
–La enviaremos de vuelta a España–
–Será el primer lugar donde la busquen–
–Pero no tienen jurisdicción, y Lola nos debe un favor–
–Ya veo–
–Sayaka y yo iremos en uno de los vehículos y dispararemos a los neumáticos, esa será la señal para que tus hombres vayan a la camioneta y saquen a Rena y la lleven con nosotros, saldremos rápidamente y los ellos distraerán la atención de la policía–
–Pan comido–
–Ye estaré en la estación bloqueando la señal de los radios–
–¿Puedes hacer eso? –
–No hay nada que no pueda hacer, si no me creer mírate a ti misma–
–Tú Momoka con que estés en el aeropuerto es más que suficiente–
–Cuenta con ello, solo que será una sala diferente, clandestina. El avión debe despegar de urgencia pero no debe involucrar a nadie más–
–Es un hecho entonces–
Inmediatamente todo se preparaba para la emboscada y se afinaban los detalles. Miyuki preparaba sus artimañas para bloquear la señal de auxilio que sin duda llegaría mientras las otras dos agentes se vestían completamente de negro y cubrían sus rostros alistándose para salir como un par de delincuentes. Tiempo después, se situaban en un punto estratégico a esperar la caravana que llevaría a Rena a cumplir su nueva sentencia.
***El escape***
–Ayer vi el sol, hoy soñé con él y como calentaba progresivamente mi rostro y mi cabello. El olor de esta humedad impregnada en las paredes me da nauseas pero me he acostumbrado a él. Solo ha pasado un año, un año en el cual hubiese querido que el tiempo se detuviera pero nadie puede contra él. Cada vez es más difícil recordar cómo es allá afuera, cada vez es más difícil recordar incluso, quien soy yo –
–¡Matsui Rena, a la reja!–
Escuchando su nombre, ella se pone de pie y camina con desgano hacia lo que sabe le espera, después de un año y la nueva sentencia ya no hay esperanza, Yamamoto cumplió pero no del todo. Los padres de Jurina debieron concederle el perdón por legítima defensa pero no lo hicieron. Hoy no espera nada de nadie y lo mejor que le puede pasar es morir. Pero eso es absurdo, no es posible. Su delito solo fue haber amado con intensidad a un hombre que le arrebato el alma. Su crimen más grande fue haber amado a un oficial y no cualquier oficial, la cual la tiene ahí, en una celda fría y oscura. Su destino será el manicomio y el remordimiento de su culpa. Ni siquiera importaba ya lo que escucho sobre Sakura. Ella es consiente que con sus propias manos acabo con la vida de Touru Matsui.
Trasportada en una camioneta blindada esposada y con su cabeza cubierta siente como unas ráfagas de balas bien planeadas ponchaban las llantas y provocaban que el conductor perdiera el control sacudiéndose mucho. Se escuchaban claramente más disparos y no comprendiendo lo que ocurría, siente como un par de manos fuertes la levantan y se la llevan. En las patrullas inservibles, se escuchaban los radios y los oficiales escondidos por el intercambio de disparos como pedían apoyo inmediato de otras unidades. Pero en la base nadie respondía.
El coche abandona el lugar mientras otros hombres encapuchados cubrían el escape y volvían locos a los custodios del operativo. Todo iba conforme al plan pero no quedaba mucho tiempo, nada de tiempo de hecho.
El auto llega al estacionamiento del aeropuerto privado y dé el descienden dos personas cubiertas por una gorra negra, un cobre bocas de igual color pero no dejaban ver sus rostros, solo la llevan rápidamente a una habitación de espera en donde al quietarle el saco que cubría su cabeza reconoce de inmediato a alguien.
–Kinoshita–
–Matsui–
–Esto es–
–Tu libertad–
Descubriéndose casi al mismo tiempo Jurina es quien habla, haciendo que los ojos de Rena se abrieran como nunca antes lo hicieron. Sayaka procede a quitarle las esposas y liberarla, le entrega una maleta con sus pertenencias y algo de ropa.
–No tenemos mucho tiempo, será mejor que se vista en el avión–
–¿Yamamoto? –
Rena no entendía que estaba sucediendo ¿Por qué la ayudan? No sabía qué hacer, su cuerpo no respondía. Momoka y Sayaka salen de ahí, comprenden que ellas dos deben estar asolas aun si es solo por unos minutos, sus últimos minutos.
–Cinco minutos– Les dice Momoka.
–¿Por qué? –
–¿Por qué, qué? –
–¿Por qué?¿Por qué tenías que aparecer en mi vida? ¿Por qué tuviste que venir a mí con esa elegante sonrisa, esos ojos impresionantes y esa sonrisa tan perfecta?¿Por qué tenía que conocerte Rena Matsui? –
–Lo mimo te pregunto, ¿Por qué tenías que ser tú, Matsui Jurina?
–¿Cómo puedo amar la asesina de mi hermano? –
–¿Cómo puedo amar a la hermana de quien me destrozo la vida? –
Era la primera vez que escuchaba decir a Rena que la amaba, pero bajo que costo y en que circunstancia.
–Vete, no mires atrás y solo vete–
–Yo no puedo…Miku prométeme que cuidaras ella con tu vida misma–
–El avión está listo y Miyuki no pudo bloquear más la señal–
–No necesitas pedirlo–
–Un momento, solo un momento– Rena es llevada casi a fuerzas por otros dos hombres quienes la sueltan.– Yo sabía que era familiar tuyo pero no tu hermano, hasta que estuve aquí, nunca te use para llegar a Miku y me enamore de ti.–
–¡Vete!–
Los hombres se la llevan y el avión privado despega alejándose cada vez más y más mientras las sirenas de la policía es escuchaban cerca.
–Jurina, la policía viene en camino debemos irnos–
–Váyanse–
–No puedo dejarte sola–
–¡Váyanse! ellos ya lo saben, saben que yo estoy detrás de todo y pagare por esto sola–
–¿Ese era tu plan desde que inicio todo? –
–¡Kinoshita!–
–Lo siento Sayaka–
Uno de los hombres de Momoka la deja inconsciente y se la llevan a otro auto, de otra forma nunca la sacarían de ahí.
–¿Así que en verdad la amas Ricitos? – Jurina veía el cielo y asienta con su cabeza –Caray, el poder del amor. Suerte, Matsui Jurina–
Momoka sale de ahí y segundos después cuando era ya un punto brillante en lo alto, las unidades policiacas llegan a esa área y con pena y dolor las agentes de rango menor arrestan a Jurina quien tenía su vista perdida en él cielo.
***Comandancia**
–¡Jurina!–
No era una sorpresa de lo que estaba sucediendo, verla llegar esposada con su mirada consiente de lo que había hecho solo la reafirmaba como único sospechoso debido a que todos sabían lo que había entre el agente y la chica llamada Matsui Rena.
–Director–
–Sabía que esto sucedería, todos lo saben y esta vez no puedo dejarlo pasar–
–No importa ¡Sakura! ¿Ya encontraron a Sakura? La olvide completamente–
–No, hemos estado trabajando con discreción–
–Si Edgar se entera del veredicto no dejara que la detengan–
–¿Sabes en dónde está? –
Jurina revela la dirección de su casa, era confidencial. Rápidamente una cuadrilla de agentes especiales se reúne para planear el golpe a la casa de Miyawaki quien no sospecha aun nada.
**2 horas después**
Los oficiales toman sus posiciones cerrando un perímetro alrededor de las calles cerciorándose de que no haya presencia de los hombres de Edgar. Elegantemente vestida la comandante Sae baja de un auto negro y toca la puerta.
–Voy– Sakura sin esperarse acude al llamado de su puerta, quizá se Jurina, hace un par de días no sabe nada de ella pero teniéndola segura ya no hay nada de qué preocuparse, ella es así, va y viene. Cuando llega a la puerta ve a la comandante parada ahí. –¿Sí? ¿En qué puedo ayudarle? –
–Miyawaki Sakura –
–Sí, ¿En qué puedo ayudarle? – Repite ella al filo de su puerta no saliendo de ella. –Jurina no se encuentra–
–Sé que no se encuentra–
–¿Entonces? –
–Debo informarle que ; queda usted arrestada por el presunto asesinato del ex agente de la policía metropolitana de Tokio, Touru Matsui–
–¡Qué! – Un par de oficiales aparece de los costados de la puerta para esposarla – ¡está usted cometiendo un grave error, no sé de qué me habla!–
–Guarde silencio, todo lo que diga será usado en su contra, tiene derecho a una llamada en cuanto estemos en la comandancia–
–¡Suélteme! ¡Se arrepentirá de esto! –
***Comandancia***
En una celda preventiva Jurina sentía por primera vez lo que sintió Rena, ya había estado en una pero no le dio importancia, su delito fue menor y estaba acompañada de sus amigas. Hoy todo es diferente y siente como han sentido todas la persona que ha mandado ahí, culpa, frio, oscuridad y encima de eso soledad. De pronto ve venir al guardia y tiempo después llega Yamamoto detrás. Él abre la celda y la encierran junto con ella lo cual le sorprende en verdad y mira con incomprensión.
–¿Qué haces aquí? –
–Yo también tengo culpa ¿lo olvidas? No voy a dejarte sola –
–¡Ha!, pues gracias por tu solidaridad pero ¿Quién se hará cargo de Sakura? –
–Aaah, no lo pensé yo solo–
–Olvídalo ¿Y Miyuki? ¿Lo sabe?–
–Sí, no está muy de acuerdo–
–Seguro que no–
–Pero lo entiende–
–mmh–
**Afuera**
10-00,10-00 A todas las unidades se les solicita su presencia en la comandancia de la policía metropolitana de Tokio, tenemos un 10-34 10-10 repito 10-34 10-10 de prioridad.
Había chicas en pleno patrullaje como Fukushi Nao y Kitagawa Ryouha las cuales voltearon a mirarse sorprendidas poniendo en marcha la unidad encendiendo su torreta para abrirse paso. La ciudad se volvió un caos en pocos minutos y nadie podía entrar ni salir de la comandancia, las unidades no eran suficientes para el ataque que estaban recibiendo.
Sae, apenas si logra cruzar la puerta que es cerrada de inmediato recibiendo balazos. Lo primero que hace es verificar que Sakura esté asegurada y da órdenes con los elementos que han salido desde dentro y los que lograron entrar que le acompañaban en el operativo. Desenfunda su arma y corre hasta la entrada cubriéndose encontrando a Miyuki y a Kinoshita saliendo del elevador en la planta baja.
–¿Dónde están Jurina y Yamamoto? –
–¿No lo sabe? –
–No–
–Jurina está encerrada en las celdas preventivas por ayudar a Rena a escapar y Sayaka no la dejaría sola en esto, justo venia de acompañarla cuando vi esto al salir del ascensor ¿Pero qué está pasando?–
–Aaah tsh~ Con que a eso se refería el director–
Sae toma de la mano a Miyuki y empuja a Kinoshita cerca de una pared mientras ve como otros elementos hacían fuerte en la entrada principal donde también había quienes disparaban desde fuera. El suministro de luz es cortado, una vieja táctica muy efectiva por parte delos delincuentes, eso afecta a todo el edificio y complica su defensa.
–¿Qué pasa? –
–¿Ustedes tienen que ver en ello, cierto?
–Bueno, solo ayudamos un poco–
–¡aaah! ¿Qué voy a hacer con ustedes? –
–Por lo pronto salir vivas de esta–
–Está bien como sea ya arreglaremos eso después, sigue el protocolo de emergencia y resguárdense en tus laboratorios–
–Si–
–Vamos– Sae corre hacia las escaleras junto con las otras dos chicas quienes siguen su camino un piso más abajo. La comandante se apresura a llegar a las celdas buscando a Jurina y a Yamamoto, a lo lejos ve al guardia a quien le grita apurada.
–¡Hey! –
–¡Comandante! –
–¿Dónde está Matsui Jurina? –
–En la celda 08–
Sae corre y el guardia va tras ella, casi resbalando por detener cede golpe en la celda, jadea mientras ve a sus agentes con cara represiva. Ellas en cuanto laven ahí se acercan a la reja.
–¿Ustedes dos no aprenden? –
–Lo sentimos–
–Nunca, en mi carrera como oficial había conocido a dos agentes casi perfectos y tan- idiotas al mismo tiempo,– ellas agachan la cabeza ante su palabras –¿Hasta dónde son capaces de llegar? No tienen límite cierto ¡Celador! –
–¡Si comandante! –
–Abra esta celda–
–No puedo com- –
–Que la abra, ¿que no sabe lo que está sucediendo afuera?–
–No pero, Co-como usted ordene–
–Tome su arma y póngase su chaleco anti balas, suba a la planta baja, es una emergencia y una orden–
–Ss si, comandante–
–Ahora ustedes par de dos, buscan sus mejores armas y se alistan para su última misión–
–¿Qué esta pasando? –
–No sabía nada de lo ocurrido con Rena, el director no me dio detalles solo me dijo que Sakura era prioridad. Los hombres de Edgar se enteraron que la habíamos detenido cuando llego a las instalaciones nos sorprendieron con ráfagas, hay un fuerte en la cochera de la comandancia que es donde está pero no resistirá y no van a descansar hasta llevársela–
–No podemos permitir eso–
–¿Y qué esperan? ¡Salgan!–
–¿Dónde está Miyuki y Kinoshita?, no hace mucho que salió de aquí–
–La mande a sus laboratorios junto a Kinoshita–
–Ohh–
–Tienen mi permiso para hacer lo necesario, pero Miyawaki Sakura no se puede librar de esta ni de ninguna más. ¿Entienden? –
–¡Si comandante!–
Inmediatamente salen de ahí rumbo a un lugar en el cual solo ellas podían acceder, una bodega donde hay un fuerte armamento. Se alistan como en los viejos tiempo llenas de adrenalina.
–Iré a estacionamiento–
–Yo Iré al área forense–
Las chicas se miran una a la otra conforme escuchan afuera disparos y ráfagas de balas que como se impactaban con todo a su paso. Nuevamente al filo del peligro se dan la mano como acostumbraban antes hacerlo como las compañeras que han sido y cada una toma su ruta.
Los hombres de Edgar iban por algo suyo, Sakura. Los policías en turno, los que quedaban en pie hacían resistencia en la primera planta donde aún se encontraba dentro de una patrulla. Los apoyos de las fuerzas federales y otros departamentos también se daban cita en el lugar, aquello era un infierno.
Como era de esperarse, apenas si Jurina llego al patio de la cochera las fuerzas externas derriban la puerta, pero no queriendo perder esta vez, corre hasta la patrulla donde estaba Miyawaki.
–¡Sakura! –
Grita abriendo la patrulla y sacándola para meterla a la comandancia y asegurarla en algún lugar donde no las encuentren. Jurina trata de protegerla pero no por que quiera, quiere que pague por lo que hizo y para eso la necesita viva.
**Al mismo tiempo área forense**
Sayaka caminaba con sigilo pero apurada, dentro de ella incrementaba el instinto de protección, tenía que encontrar a Miyuki y de paso a Momoka. Apuntaba con su arma a todos los rincones, llegando a la planta más baja todo era muy diferente, eran casi imperceptibles lo que ocurría arriba. Caminando más relajada pero sin perder el sigilo llega a la oficina disponiéndose a abrir la puerta y cuando la hace Miyuki la asusta haciéndola dar un brinco hacia tras mientras le apuntaba con un arma.
–¡Miyuki! –
–¡Sayanee! –
Sin perder el tiempo se abrazan con fuerza y Sayaka le da un beso en la frente a Miyuki.
–¡Hey! ¡Heyeyey! ¿y para mí no hay abrazo? –
–Aah~ Momoka–
–¿Cómo que “aah Momoka”?, Miyuki me dijo que allá arriba están matando gente y ¡yo soy muy joven para morir! –
–Tranquila, no te pasara nada…eso espero–
–¿EEH? –
–Debemos salir de aquí, no sabemos que más armamento traigan los hombres de Edgar ni en cuanto tiempo lleguen los refuerzos–
–No hay salida segura, la única que existe da a la cochera que es por donde entran los cuerpos para traerlos aquí–
–¿Esta cerrada? –
–Si–
Miyuki apurada abre algunos de sus cajones, recordaba guardar otra arma pero no donde mientras Kinoshita se veía preocupada, al parecer nunca había estado al filo de la muerte como ahora.
–Solo nos queda arriesgarnos y llegar a la planta baja y encontrarnos con Jurina–
–¡Que! Yo no pienso subir–
–No me digas que tienes miedo–
–Nn nooo, pero como sabrás soy figura pública no puedo arriesgarme de esa forma–
–Mira, Kinoshita Momoka, si no nos movemos de aquí, no tardaran en encontrar esta entrada y entrar. –
–Ten–
–¿Qué? –
–El arma, ya está cargada–
– ¡QUE! –
–¡TOMALA! Y date prisa–
–¡AH! Ya está bien, no me grites… ¿cómo se usa esto? –
–¡MOMAKA! –
–AAH ya voy~ –
Sin saber cómo agarrarla, simplemente la sostiene y camina apuntando lejos de ella asustada por lo que está sucediendo y por traer esa cosa en sus manos. Las tres chicas suben y buscan entre los escombros generados por las balas, ya no hay disparos lo cual es extraño.
***Celdas***
Era el único lugar totalmente cerrado y solo tenía una salida, en cuanto Sakura se da cuenta donde esta sede tiene justo antes de entrar.
–Parece que se han detenido–
–Jurina ¿Dónde te habías estado? –
–Estaba ocupada–
–Tu comandante me arresto ¿Sabías de esto?–
–¿Qué? –
Jurina no ponía mucha atención a lo que hablaba Sakura, ella solo miraba por la puerta. Asegurándose de que nadie más entrara, al parecer los pocos elementos habían neutralizado el ataque y la comandante ya se encortaba negociando.
–¿Podrías quitarme las esposas? –
–No puedo, no tengo la llave–
–Me duelen las manos–
–Lo siento–
Jurina empuja a Sakura dentro del pasillo de las celdas, y ella nota un cambio en su apariencia.
–¿Qué sucede Jurina? –
–No puedo dejarte ir–
Aunque no le dice nada más Sakura sabe que también Jurina está enterada de todo pero le desconcierta su actitud. Jurina miraba constante mente por la puerta y aprovechando eso, sintiéndose acorralada y obviamente sin querer perder. Salvando como siempre su pellejo y sin piedad. Levanta sus manos y golpea la cabeza de Jurina ayudándose de las esposas.
Cuando Jurina cae al piso ella toma su arma y sale corriendo de ahí, el golpe no es tan fuerte como para dejarla inconsciente pero se duele de él.
–¡JURINA! –
Yamamoto la ve de rodillas en el piso cuando pasaban por ahí.
–¿Qué sucedió? –
–Se fue, Sakura me golpeo y se fue–
–No puede ser, ¡Miyuki ayúdenla! –
–¡No, no vayas Sayaka! Tiene mi arma –
–¡Sayaka!–
Yamamoto no escucha y corre en dirección opuesta a la que llegaron, decidida a no dejarla escapar de nuevo. Entre Momoka y Miyuki ayudan a que Jurina se reincorpore.
–¿Te sientes bien? –
–Sí, Vayamos detrás de ellas, ¡Rapido! –
Aun aturdida corre y detrás de ella le siguen Miyuki y Momoka, pero Jurina se frena de pronto al ver que ya hay hombres de Edgar dentro del edificio y resguarda a las otras dos chicas a pesar de estar armadas. Mientras los hombres de Edgar hurgaban los rincones ellas trataban de escapar sin que las vieran pero fue inútil, la torpeza de Kinoshita las delata abriendo fuego de nueva cuenta–
Ocultándose mientras intercambiaban balas, Momoka solo sostenía el arma y no ayudaba en nada, Jurina llega hasta ella para ayudarle.
–¿Qué pasa? ¿Nunca has disparado un arma? –
–Pues no, para eso tengo encargados–
–Vaya, toda una gánster–
–Pues te acabo de ayudar en una fuga, no sé qué serás tú ricitos–
–Mira, manos de princesa, solo por…–
Sus reclamos y la forma en la que hablan son interrumpidos cuando uno de los matones llega hasta ellas en su distracción, provocando que involuntariamente Momoka accione el arma haciendo voltear a Jurina por el disparo milagrosamente certero que no pone en riesgo su vida.
–¡AY! No se mueve, yo no quería… aah lo siento – Momoka estaba pálida casi trasparente, en su vida le había disparado a nadie Jurina gatea y ve que ya no hay peligro viendo a Miyuki un poco más delante haciéndole señas de avanzar, regresa su mirada a la chica que seguía balbuceando cosas por la impresión y alcanza una de sus manos para jalarla y ponerla de pie –¿Lo mate? –
–Espero que no, camina yo–
–¡Ah! Lo siento, señor delincuente– Decía mientras era jalada
–Cállate ya–
Por otro lado, en un gran salón donde guardan equipo para el entrenamiento de otro lado de la comandancia Sakura corría buscando como quitarse esas estorbosas esposas y poder hacer uso del arma.
–Quieta–
Apenas viéndose libre de sus esposas, a su espalda escucha una vos conocida que en primer instancia le sorprende y gira apuntándole con el arma de Jurina.
–¿Tú? – Sayaka sonríe también apuntándole con su arma – ¿No se supone que estás muerta? –
–Pues como puedes ver, no lo estoy–
–Vaya, te hiciste pasar por muerta, que bien aprendes–
–Sí, tuve una buena maestra, Suelta el arma–
–De ninguna manera–
–No hay a donde ir–
–Siempre lo hay– Dice sonriente –Solo bastaría jalar el gatillo–
–No me tientes–
–No lo harías Yamamoto, solo mírate tu corazón fragi- –Sakura cierra la boca tras escuchar como Sayaka acciona el arma pero tira hacia otro lado, pudo sentir la ventisca de la bala pasar por un lado de ella haciéndola encogerse de hombros. –Vaya vaya – Inmediatamente repuesta a la impresión la mira desafiante.
Del otro lado de la bodega las chicas escuchan el disparo y se alarman corriendo al origen del sonido al igual que los hombres de Edgar y otros oficiales. Ellas llegan antes que nadie más y encuentran a ambas apuntándose mutuamente a muy poca distancia.
–¡Sayaka! / ¡Sakura!–
Tanto Jurina como Miyuki las mencionan a ambas haciéndoles saber que estaban ahí. Jurina camina hasta ellas y se para detrás de Yamamoto.
–Baja el arma, Sakura–
–Mira nada más, el dúo dinámico–
–Sakura, se terminó–
–¡No! Nada ha terminado. Ahora entiendo, tu amiguita abrió la boca ninguna de las dos me sirve ya –
–Como verás, tuviste mala suerte–
–¿Y te sientes la heroína por ello? No me hagas reír Yamamoto, lo hecho, hecho esta ¿no? –
–¿Por qué hiciste todo esto? –
–¿Y me lo preguntan? Pero deberían de agradecerme, no eran quienes ustedes creían ser y se destruyeron mutuamente, eso sí que fue novedoso. Por cierto, no saben cuánto me divertí al ver entrar a su patética hija en el juicio. –
–¡Fuiste tú! –
–Soy periodista, ¿lo olvidas? Y ahora Rena está pagando su culpa y todo Japón lo sab- –
–¡Te equivocas! – La comandante Sae alza la voz llegando ellas distrayéndolas– Miyawaki, todo término–
–Comandante–
–¿Por qué no le dices Jurina, donde estuviste–
Jurina devuelve su vista a Sakura y aun en estas circunstancias por primera vez en mucho tiempo, siente una satisfacción al mencionar a Rena.
–Ella está libre, yo misma la ayude a irse–
–¿Qué? –
–Como lo oyes, ella no iba a pagar por tus daños–
Yamamoto le hacía segunda sonriendo mientras se lo dice, ver la cara de Sakura no tenía precio alguno y ya no tenía a donde ir.
–¡Pero ella lo mató! –
–¡Ya basta! ¡Se acabó Sakura! – Sae vuelve a intervenir –Los hombres de tu padre se han ido–
–No, eso no puede ser... –
–Sakura–
Jurina camina sin miedo hacia Sakura pero ella no tiene planes de ser pasiva, ella dispara el arma y Yamamoto se mueve rápidamente a un lado llevando consigo a Jurina evitando algún daño, Sakura vuelve a intentar huir pero MIyuki la detiene junto con Momoka quienes se acercaban sigilosamente por detrás. Ella intenta zafarse pero ellas se lo impiden, Sayaka es la primera en levantarse ofreciendo su ayuda a Jurina quien ve la mano delante de ella. Esta vez la acepta levantándose de inmediato y al estar reincorporada la suelta, en cambio, la jala hasta ella de la misma chaqueta de Sayaka saca sus esposas dándoselas en la otra mano.
–Bien hecho chicas, las espero adentro–
–Si/Si–
Estaba hecho, debería ser ella quien esposara a Sakura pero en cambio, sede ese privilegio a Yamamoto, quien es la que más ha padecido por su culpa. Sayaka lo entiende y sabe que con ello Jurina la ha perdonado.
–¡Suéltenme! ¡Quítame las manos de encima! ¡Se van a arrepentir!–
–Ya, ya… cierra la boca–
Miyuki inusualmente disfrutando de ello, forcejeaba con ella. Aun no olvida lo que le hizo pasar encerrada en ese cuarto ocurro.
–¡Quiero hablar con un abogado! –
–Sí, sí, ya cállate.– Cansada de escucharla, con su arma, Miyuki suelta un golpe certero dejándola inconsciente y dejando sorprendidas a las tres chicas presentes. –Esta es por el secuestro– Se levanta del piso dejando a Sakura tirada y sacudiéndose las manos camina hacia la comandancia –Toda suya–
Al fin todo había terminado, Sakura estaba tras las rejas de una celda preventiva por el momento y legalmente todo estaba saldado con la justicia. Jurina llevaba días sin hablarle a sus padre, con su madre todo era diferente, la procuraba. Miku seguía molesta con ella y fuera del país no podía hacer mucho pues la pequeña no respondía a sus llamadas.
Jurina, cumplía con los últimos requisitos de la fiscalía y así poder presentar su renuncia por completo. La falsa muerte de Yamamoto se esclareció y ahora se veía libre de todo y de todos. Trabajaba abiertamente con la disquera de Kinoshita y mantenía una relación con Miyuki bastante cómica. La chica gustaba de sacar de quicio a Yamamoto en cada oportunidad y aunque ella lo negara, le encantaba.
***Un par de semanas después***
En una de sus últimas visitas al reclusorio, platica un poco con Edgar para mantenerlo al tanto de lo ocurrido y quien tenía una actitud diferente a la de otras veces.
**Visita**
–Van a extraditarte–
–Lo sé–
–El caso está cerrado, esta es la última vez que nos vemos. Buena suerte–
Concluyendo con su visita, ella se levanta para cerrar un eslabón más de la cadena sin embargo, Edgar la detiene con desesperación.
–¡Jurina! –
–¿Qué quieres? –
–Déjame ver a mi hija–
Viendo la angustia por primera vez de un padre que se sabe culpable y que sabe que posiblemente nunca más verá a su hija, Jurina ablanda un poco su temperamento.
–No prometo nada, veré que puedo hacer–
Dejando a Edgar cabizbajo sale el área de visita y camina hasta su vehículo. Antes de subir se recarga en él mirando al cielo. A pesar de todo, el sabor de la justicia no era muy agradable, no al menos en este caso. Se había mantenido ocupada día y noche para no pensar pero poco a poco se acababan sus quehaceres. Apunto caer en esos pensamientos que ha evitado sube a su auto y se concentra en el camino de las calles. Su destino, su solitario departamento.
Cuando llega al estacionamiento ve algo inusual en una de las ventanas que da a la calle, la luz está encendida y que ella sepa no dejo a nade en casa. Con tantas cosas que han sucedido no se confía y desenfunda discretamente su arma decidida a averiguar quién ha violado la privacidad de su casa.
Al llegar a la puerta de su departamento está todo normal, abre cuidadosamente la puerta y todo sigue normal a excepción de su sala, escucha murmuros y se apresura a entrar. Apuntando con su arma gira sin importarle quien pudiera estar asustando quienes estaban ahí.
–WOW–
–¿Kinoshita? –
–Hey tranquila, soy inocente, bueno… no lo era pero ya lo soy–
–¿Qué rayos haces en mi casa? –
–Hacemos–
–¿Hacemos? Yo vivo aquí–
–Noooo, ash ¿por qué tardan tanto? –
Caminando hacia la cocina, debido a la demora de cierto par de chicas, Momoka encuentra una escena no apta para niños.
–¡DEN gracias al cielo que no hay criaturas en esta casa! –
Interrumpiendo un profundo y apasionante beso entre Sayaka y Miyuki, Momoka las hace exaltarse. El movimiento brusco de Miyuki lastima un poco los labios de Yamamoto y ambas voltean a la entrada de la cocina.
–¿Qué hacen en mi cocina… y en mi casa? –
–Jurina…–
–¿Qué esta sucediendo? –
–¿No lo sabes? –
–No–
–Qué raro, tu madre me llamo y nos dijo que nos reuniríamos aquí hoy–
–¿Qué? A ve, primeramente ¿Cómo entraron? –
–aaah pues…–
–Kinoshita…–
–No te enojes ricit- Jurina, Jurina. Tú me diste una copia de las llaves cuando cuide a Miku, ya lo olvidaste–
–Oh, es verdad–
–Sobre tu madre no debe tardar en- –Antes de terminar su oración Yamamoto, el timbre anuncia alguien en la puerta. –Ahí está–
–Vayan, Kinoshita y yo llevaremos los aperitivos a la sala–
Casi empujando fuera a las dos chicas, salen de la cocina para recibir a ¿sus padres? Al abrirla sus ojos se iluminan pues su madre está parada frente a ella y Miku detrás de ella.
–Hola– Saluda efusiva pero inmediatamente se da cuenta que papá no vino pero con ver a su madre es suficiente. –Pasen ¿Por qué no me avisaste que venían Mamá? –
–Era una sorpresa Jurina–
–Y vaya que me sorprendieron–
Era una convivencia sana y después de mucho tiempo se suscitaba un reencuentro con Miku. Parecía estar normal, su comportamiento era como el que tenía antes de conocer a Rena, pero también es consiente que solo es una fachada.
Una nueva visita llama a la puerta, esta vez se la comandante Sae quien solo llega a notificarle que debe presentarse mañana a primera hora y aprovechando la reunión, cita a Yamamoto para firmar algunas hojas que un están pendientes. Jurina también le comenta de lo sucedido con Edgar y ella accede a Edgar haga una visita a la comandancia antes de ser extraditado.
De vuelta en casa, Mama le hace saber que estarán en Japón por un tiempo y Jurina entiende que las cosas no están del todo bien, así que no queda más que afrontarlo. Con ellas a su lado las cosas son mucho más sencillas.
**Mañana siguiente**
A primera hora Jurina portaba su típico uniforme negro muy a su estilo, llego antes que nadie y justo en el momento en que varios custodios acompañaban a Edgar.
*** Edgar Franco / Miyawaki Sakura***
–Sakura–
–¿A qué has venido? –
A pesar de estar detenida y consiente de que es culpable de todo lo que le imputan, no sentía remordimiento alguno y seguía igual de altanera y mezquina.
–Soy tu padre–
–¿Ha, ahora si lo eres? Siempre me mantuviste lejos de ti desde que murió mi madre–
–Perdóname, pero sabes que era para protegerte–
–¿Protegerme? Pues mira en lo que me ha convertido tu protección–
–Te equivocas Sakura, tus acciones te llevaron a donde estas ahora, nunca te he reprochado nada, ni he criticado tus preferencias o tus gustos pero, ¿Una policía? –
–¿Solo viniste a eso? –
–Cometiste un error–
–¡Ha!, el señor forjado de errores me dice eso a mí–
–Si lo haces por amor, adelante. Pero si lo haces solo por hacerlo, solo por demostrar algo no tienes que hacerlo–
–Lo hice porque quise–
–¿Qué sucedió contigo Sakura? ¿Qué le paso a mi hija?–
–Tu elegiste a Rena ¿No? –
–¡No! Tú eres mi hija, mi única hija–
–Vete–
–Sakura, va a extraditarme–
–¿Y? –
–No volveré a verte–
–¿Crees que me importa? –
–¿Por qué lo hiciste? –
–¿Y por qué no hacerlo? –
–Casi matas a un policía sin mencionar lo que le hiciste a Jurina y Rena…–
–¡No me la menciones! Yo soy y seré mejor que ella, y se cuidarme bien–
–Fallaste niña–
–Tú también, fallaste como padre–
–Su tiempo termino señor, es hora de irnos. –
Aunque no era un fraternal momento ambos sabían que era la forma en que la vida los había formado, aquel guardia interrumpe pero solo cumplía con su trabajo.
–Un momento, Sakura, Sakura no voy a poder verte pero cuidare de ti–
–Solo vete–
Edgar es escoltado por dos guardias fuertemente armados a la salida de las celdas, ella a pesar de todo se sostiene de una par de rejas y apoyaba su cabeza entre ellas mirando al piso. Jurina ve cómo sale completamente. Decide ir a ver a Sakura, no lo ha hecho desde el día de la detención.
Después de la grata sorpresa de ver a su padre ella apretaba con fuerza las rejas, nadie sabía si dentro de ella sentía un poco de remordimiento o simplemente era maldad pura. Mirando al piso escucha unos pasos acercándose y cuando levanta su vista es a Jurina a quien ve frente a ella.
–Miyawaki–
–¡HA! Mira nada más que grata sorpresa ¿Por qué has venido? –
–Porque no creo que las personas sean malvadas desde que nacen ¿Qué fue lo que te ocurrió? ¿Por qué hiciste todo esto?–
–¿Vas a salvarme? –
–No, es solo curiosidad–
–Veras, – Paseándose por la celda acariciando los barrotes no se le percibía nada de arrepentimiento. – las personas siempre obtienen lo que merecen, Tú lo practicas y se lo haces saber a cada uno de tus delincuentes.– Sakura sonríe frívolamente y le mira directamente a los ojos poniendo su cara pegada a los barrotes de la celda frente a ella ¿Fue casi perfecto, no te parece? –
Jurina ve en ella a un verdadero ser malvado, en sus ojos no hay culpa, de hecho no hay nada. Es verdaderamente lamentable como ha terminado todo al final.
–Supongo que si–
–Vete–
–Hasta nunca, Sakura–
**Fuera de las celdas**
–¿Dónde habías estado Jurina? –
–Comandante, lo siento pase a las celdas y me entretuve un poco–
–¿Fuiste a vera Sakura? –
–Si–
–Bien, pasemos a la sala de juntas, ya están todos ahí–
–¿Todos? –
–Sí, anda vamos–
***Sala de Juntas**
Todos los implicados en el caso estaban ahí, la comandante junto al director estaban a punto de mandarlo al archivo muerto definitivamente. Todo estaba esclarecido y no había más dudas.
–Buenos días tenga ustedes– Habla el director. –Como bien sabrán el crimen más investigado ha sido resuelto, y estamos reunidos aquí para firmar los documentos pertinentes y despedir a dos de los elementos más importantes. Yamamoto Sayaka y Matsui Jurina que el día de hoy cesan sus actividades. –
Dicho eso, los elementos aplauden, tras caras tristes estaban otras también alegres por su acenso. Cada quien hizo lo que debía y poco a poco fueron dejando la sala de juntas quedando únicamente Jurina, Sae, el director, Sayaka y Miyuki.
–Jurina, antes de que te vayas debes tener esto–
–¿Qué es? –
–Un oficio de la fiscalía–
–¿Oficio? –
Las chicas presentes se miraban unas a otras, ¿una oficio de la fiscalia? Jurina procede a abrirla y amplía sus ojos cuando lee su contenido
–¿Qué ocurre? –
–¿De qué se trata? –
Preguntaban las chicas y la comandante sonreía satisfecha junto al director, este tercio de chicas le andado las peores dificultades al departamento pero también han resuelto todos sus casos impecablemente.
–¿Esto… es…? –
–Si Jurina, significa que todas ustedes revoltosas están libres de culpa, suerte con sus nuevas vidas–
Finalmente ella y el director salen dejando a Jurina aun impactada y pensando en cómo y cuándo ocurrió esto.
–¿Qué pasa Jurina? –
Jurina tenía un rostro de alivio, pero aun su tristeza y su confusión era evidente, Sayaka le quita la hoja que tenía en sus manos cayendo en la misma sorpresa y no dejando pasar su duda viendo que todo va regresando a la normalidad se atreve a tocar un tema aparentemente olvidado.
–¿Qué es lo que sigue? –
–Nada– Fue la respuesta sorpresiva de Jurina.
–¿Qué? ¿Pásate por todo eso por ella y no sigue nada? –
–No sé, no sé cómo ella pueda perdonar lo que hice. No sé dónde está u no sé si pueda verla de frente–
– Kinoshita lo sabe, y lo mejor que puedes hacer es dejar que vea a su hija y dejarla estar con ella. –
–Eso no depende de mí completamente. –
–Lo sabemos también, pero Miku ya tiene edad suficiente para saber qué es lo que ocurre y que es lo que quiere. Tus padres deben comprenderlo–
–Ya paso tiempo de eso, ella no ha vuelto a buscar nada, te aseguro que entenderá. –
Miyuki también opinaba a favor de Rena, ciertamente no tenía la culpa en un 100% pero, pago un año entero porque ella se negó a escuchar a su intuición y fue más fácil culparla.
–No lo sé, yo- –
–Tú puedes cerrar los ojos, tapar tus oídos si quieres Jurina pero no puedes evitar saber que la amas y que a pesar de todo no la has olvidado–
Jurina no responde nada. Solo la mira dudando incluso de sí misma pero lo que se reflejaba en sus ojos no podía engañar a nadie, aun la amaba.
–Avísanos para saber qué es lo que hayas decidido, ¿sí? –
Jurina asienta y recibe la hoja de nuevo, para ver cómo sale de ahí sus dos amigas tomadas de las manos, al menos en esta historia un par son feliz. Suspira y mira por última vez el lugar donde paso un gran periodo de su vida. Aun pensativa abandona la sala y la comandancia en sí.
Jurina meditaba las cosas, mientras estaba en su departamento. Le habían quitado los cargos y habían sido devueltas todas sus pertenencias que habían sido incautadas y no solo eso, también había parte de su recompensa por esclarecer el caso antes de que tomara la decisión de dejar ilegalmente en libertad a Rena. Su vida regresaba a un orden que tardó mucho en llegar.
Todo el día se la paso sumergida en sus pensamientos hasta que a la mañana siguiente sin poder dormir toma la decisión de su vida, pensando en todo lo que tiene, de nada le sirve si está sola. Hace algunas llamadas y se alista para salir e ir a casa de sus padres.
***Casa de sus padres***
–¿Jurina? –
–Hola mamá ¿Dónde está Miku?–
–En su habitación–
–Mamá, voy a llevarla conmigo–
–Antes de eso, ven, siéntate–
–¿Papa? –
–Ese viejo gruñón salió, pero es consciente de lo que va a pasar–
–Gracias, a los dos–
–A pesar de todo, lo merecen.–
–¡Estoy de vuelta! –
–Papa–
–Jurina–
Ella se pone de pie al ver entrar a su padre a la sala el cual tiene su temple serio como siempre.
–Ten–
–¿Qué es? –
–Date prisa–
Sin decirle más, le entrega un sobre el cual le sorprende igual o más que la carta de ayer, quizá un poco más porque se los ha dado él.
–Ire con Miku, gracias y con permiso–
Extrañada de cómo se están dando las cosas camina aun mirando a sus padres, por fin avanza más rápido dirigiéndose a la habitación de Miku. Toca la puerta y una pequeña voz le da permiso de entrar, Jurina asoma primero su cabeza y después entra de lleno. La pequeña sigue su caminar con la vista hasta que llega a un lado de ella.
–¿Qué pasa? –
–Alístate, vamos a salir–
La niña corre por una abrigo, afuera ya comenzaba a hacer frio de regreso se para frente a ella. Jurina admira como ha crecido en todo este tiempo, es una pequeña copia de Rena aunque no quiera aceptarlo aún, es su viva imagen.
–¿Estas enojada? –
–Oh, ¿te parece que lo estoy?–
Jurina mientras le arreglaba el abrigo a Miku la miraba a los ojos, esos ojos que son iguales a los de ella. Es casi imposible ocultar lo que siente, y siente mucha culpa por lo que ha sucedido todo este año.
–De hecho desde hace mucho tiempo me lo parece. Además, me miras diferente. –
–¿Te asusta? –
–A veces me da miedo, pero otras veces sé que me amas como siempre ¿hice algo malo?–
–No, para nada. Prepárate vamos a salir, te espero abajo–
Levantándose rápidamente huye de esos ojos hermosos que inevitablemente le hacen recordara alguien.
–¡Jurina! –
–¿Si? –
–¿Algún día volveré a ver a Rena? –
Aunque se esperaba esa pregunta desde que la vio entrar, la niña dudo en hacerla. Después de todo tiene derecho a saber y a preguntar.
–¿Porque me lo preguntas?–
A Jurina se le estremece el corazón, la pequeña no le había mencionado a Rena, ella cree que sigue encerrada en la prisión y que no tiene posibilidad de volver a verla.
–Por, por nada…–
Parecía temer por algo, después de preguntar se retrajo a sí misma como si hubiese cometido un error y Jurina lo nota.
–¿Estas molesta conmigo? –
–Es tu trabajo ¿No? Las personas malas deben pagar por sus malas acciones–
–Es bueno que lo sepas, alístate ya–
Jurina vuelve a reanudar su partida pero de nueva cuenta Miku la detiene tomando su mano.
–¡Jurina! –
–¿Qué pasa? –
–Agáchate un poco–
–¿Mhh? –
–Un poco más–
–¿Así está bien? –
Se inclinó hasta quedar a la altura del rostro de Miku apoyando sus manos sobre sus rodillas, sorpresivamente la tomo con sus pequeñas manos de sus mejillas y la miro profundamente.
–¿Qué sucede? –
–Nada– La niña la miraba de cerca, sonrió y fugazmente le dio un pequeño beso en una de sus mejillas.
–¿Y eso? –
La pequeña encogió sus hombros con un gesto muy pícaro, al cual Jurina solo respondió abrazándola con fuerza.
–Prepárate–
–Si–
***Aeropuerto***
Decidida a enfrentar y concluir otro fragmento de su destino, sonríe al estar frente al aeropuerto, la niña no comprende y definitivamente no quiere volver a viajar.
–¿Adónde vamos Jurina? –
–De vacaciones–
–Yo no quiero ir de vacaciones ¡No traigo maleta!–
–No la necesitas–
–¿No? –
–No, y te aseguro no, te prometo que esta vez te van a encantar–
–¿Lo prometes? –
–Lo prometo, anda vamos a la sala de espera–
Sin comprender nada, la pequeña acostumbrada a no pertenecer a ningún lugar y a varios al mismo tiempo solo sigue a Jurina sintiendo de nuevo un vacío en el estómago de tener que abandonar su país natal. Su aspecto es triste y resignado a obedecer las órdenes de sus mayores, se ve que será un viaje largo pues, Sam las acompaña.
Dentro del aeropuerto Jurina procura que el animal sea tratado como se merece sin perder de vista a Miku, ella vuelve a reunirse con ella para esperar un par de horas más su vuelo.
–Hey–
Quitándose unos lentes oscuros alguien muy conocido distrae su atención de ambas.
–¿Kinoshita? –
–Parece que llegue temprano–
–¡Hey! –
De entre la multitud dos más hacían acto de presencia tomadas de las manos con un brillo radiante en su sonrisa.
–Sayaka, Miyuki–
–Llegamos a tiempo, aún falta más de una hora para que despegue su vuelo, vamos a comer algo ¿Si? –
Miyuki hace una propuesta para convivir los ultimo instantes juntas, sabían que una vez partiera el avión no habría vuelta atrás. Recuperando viejos tiempo, con algo sencillo en la tienda de aperitivos esperaban ser llamadas. La voz de la señorita que avisa alisten sus pases de abordar se escucha para ellas y atienden el llamado.
–¿Qué pasara con Sam? –
–Ya está en su trasportadora en el avión–
–Vaya, después de todo vas en serio–
–No sabes a donde voy Sayaka–
–No hace falta–
Sonriente y cómplices como hace mucho no lo estaban Miyuki abraza a Sayaka de la cintura recargando su cabeza en el hombro de ella y sonríe cálidamente, como siempre.
–Me da mucho gusto saber que ustedes dos están bien, cuídense–
–Por supuesto que la voy a cuidar bien, si ya me entere que gusta de ir a distrito rojo–
–No te preocupes por eso Miyuki, Sayaka nunca, absolutamente nunca se atrevería a engañarte–
–¡Jurina! –
–Extrañaba esa parte tuya–
–Ya vete–
–Eso hare, las quiero–
–Y nosotros a ti–
–Bueno Ricitos, sé que me vas a extrañar y- –
–Si voy a extrañarte–
–¿En serio? –
–Sí, Gracias por todo Kino, Momoka –
Estrechando sus manos, y dando los últimos abrazos se despiden de ella y de la pequeña para caminar finalmente al pasillo que conduce al avión.
**España**
Parada, delante de su puerta, de vuelta en a un país lejano donde todo comenzó, sentía como sus estomago traicionaba su seguridad. Sus manos, las rodillas, la boca, todo le temblaba, no tenía caso culpar al largo viaje, eran sus nervios haciéndose presentes.
–¿Qué hacemos aquí Jurina? –
–Pronto lo sabrás–
Al fin decidida, pone a Miku frente a la puerta y Sam obedientemente se sienta aun lado de ella, toca el timbre y se hace a un lado recargada en la pared. Escucha pasos acercarse a la puerta y Miku sin entenderlo que pasa voltea cuando la puerta se abre.
–Mi..¿Miku? –
–¿Rena? ¡Mamá!–
Miku se abalanza hacia ella en su felicidad, Rena esta impactada por ello pero reacciona y se agacha abrazándola con fuerza era un reencuentro inesperado pero merecido.
Viéndolas así, viendo la sorpresa en la cara de Miku alivia un poco el alma de Jurina, el brillo de sus ojos y Sam ladrando feliz e inquieto. Viendo todo aquello sabe que no se ha equivocado.
Sorprendida de verdad y sin saber siquiera lo que está sintiendo, el corazón simplemente se le quería salir del cuerpo, solo de pronto su hija, su anhelada hija está en su puerta aferrada a ella. Se desenreda y limpia sus lágrimas de esos pequeños ojos que la miran con una cálida sonrisa.
–¿Cómo…- –
–Yo la traje. – Saliendo de su escondite, parándose detrás de Miku la sorpresa en Rena es aún mayor. La misma Jurina está ahí, con Miku hasta el perro. Empalidece y se pone de pie sin soltar a la pequeña. –No voy a apartarla de ti, tranquila–
–Quie... ¿Quieren pasar? –
Rena se hace a un lado para invitarlas a pasar, pero solo se miran. De pronto está ahí, de forma amable incluso muy diferente a lo que ella llegó a conocer.
Rena empuja a la pequeña a que pase junto con Sam, entendiendo que ellas dos deben hablar ella entra a explorar el lugar. Las chicas ven como desaparece por el pasillo y en cuento lo hace las preguntas no tardan en llegar.
–¿Por qué? –
–¿Por qué, qué? –
–¿Por qué de la nada estas aquí? Yo, yo no merezc- –
–Shh, – Jurina avanza hasta ella cerrando la distancia, pero aun guardaba algo de espacio. Parecía que la miraba furiosa pero también parecía que no era dirigida hacia ella. Le recuerda mucho la primera vez que llego a su oficina, misteriosa, guardando algo dentro de ella y sobre todo dominante. –Yo, solo vine a devolverte algo tuyo–
–¿Qué? –
–Lo sabes, ¿No? –
–Miku, ella no es un objeto–
–No me refería a ella–
La toma de los brazos y la acerca mucho más, Rena se resistía ya que Jurina cambio su semblante en cuanto Miku entró de lleno sin embargo, no podía dejar esos ojos profundos que por un momento la hacen sentir escalofríos, en ellos ve los sentimientos más nítidos pero también ve como lucha contra ellos.
–No entiendo–
–¿No? Tenerte cerca me enferma, – De la nada los ojos se cristalizaba y su respiración se hacía pesada. Matsui Rena temblaba por la fuerza con la que era sostenida pero también sentía la ansiedad de Jurina que igualmente parecía estar temblando y no se equivocaba. Jurina había ocultado muy bien sus sentimientos incluso antes del juicio y en la fuga. Esta demás decir que sentirse dividida no es agradable para nadie, ella seguía y seguirá siendo quien con sus propias manos le quito la vida a su hermano ¿Entonces porque está hoy aquí? Nada tenía sentido y aun no podía asimilar nada pero en verdad esto debe ser muy difícil para Jurina. –Basta de mentiras, de engaños, te tengo clavada en mi mente, metida profundamente en mi alma y duele, me quema, me lastima y todo este tiempo he querido sacarte, arrancarte de mí. Sé que podría vivir sin ti, pero no estoy segura de querer hacerlo, ella también es parte de ti, no puedo quítatelo y dejarte incompleta, Matsui Rena, te quiero entera. –
–Juri…–
–Te quiero a ti–
Tomándola de la cintura pegándola deliberadamente. De inmediato, como si de un fórmula mágica se tratara despierta lo que forzó a caer en un letargo que no veía fin. Tenerla así, verla de cerca, respirar su aroma y sentir su calor, simplemente la desarmaba ante ella.
–No, Jurina yo–
Rena la empuja un poco y evita sus labios discretamente. Jurina se siente de pronto rechazada, pero es lógico y más que ofenderse recuerda algo más.
–Perdón, perdón Rena, hay algo más.– De su chaqueta, de su bolsa interna saca la hoja que anteriormente Sae le había entregado. –Es para ti–
–¿Qué es? –
–Léelo por favor–
Tratando de tranquilizarse aun agitada por haber sacado de su corazón lo que se había callado la mira conforme Rena se lleva una mano a la boca y ya no disimila su cuerpo tembloroso.
[Ciudadana Matsui Rena: Por medio de la presente, el juez valida y hace constar que la familia Matsui en conformidad y como marcan los estatutos penales le otorga EL INDULTO por el agravio antes cometido. De acuerdo y cumpliendo los estatutos del código penal del articulo antes mencionado, queda usted en LIBERTAD absoluta…]
–¿Qué? –
–Eres libre Rena–
–Pero yo lo–
–SHH–
Viviéndose a acercar sin miedo a ella, impactada y con un poco de brillo en sus ojos Jurina podía percibir en ella como la iluminaba un rayo de esperanza. Rena estaba incrédula y no sabía si reír o llorar solo miraba repetidas veces hacia adentro de su casa y parecía que colapsaría por todo lo que sentía.
–Vamos a dentro ¿Quieres? –
Rena no podía ni hablar parecía que no asimilaba nada y solo asienta siendo guiada por Jurina al interior.
–¿Qué pasa? –
Miku esperaba sentada en uno de los sillones y pregunta al ver a Rena entrar, corre hasta ellas. Estaba pálida y temblaba completamente la niña solo veía expectante, tampoco ella entendía porque estaba ahí y porqué Jurina había tomado esa decisión pero sin duda sabe que a partir de hoy su vida vuelve a cambiar y sospecha que es para algo mejor.
–Nada, todo está bien Miku– Responde ella intentando no perder la compostura, ella se sienta casi dejándose caer en otro de los sillones con la hoja arrugada en su pecho y Miku se sienta aun lado. Jurina también lo hace pero frente de a ella llevando una rodilla al piso. –¿Soy libre? ¿Libre? ¿Miyawaki?–
–Ella fue detenida Rena y Sí, eres libre completamente –Jurina toma una de sus manos éntrelas suyas frente a Miku que no perdía detalle sonriendo al escuchar eso. –Matsui Rena ¿Te quedas conmigo? –
–Jurina…–
–A pesar de todo, yo no puedo odiarte aunque quisiera hacerlo no puedo, no pude. Porque ya te amaba antes de conocerte por que ya te veía en ella pero no lo sabía.– Jurina toma también una mano de la niña a reuniéndola con las de ellas. – Perdóname–
–N..no ¿no se supone que quien debe pedir perdón soy yo? –
Jurina suelta las manos y se pode de pie mirándolas a ambas. Antes de que pudiera dar una respuesta pese a estar inestable inesperadamente el timbre indica que alguien ha interrumpido la respuesta.
–¡Yo voy! –
La pequeña Miku corre a la puerta junto a Sam que le seguía, como si supiera quien está detrás de la puerta. Aprovechando la distracción la invita a que ella también se pare, los sentimientos de Jurina eran claros desde que dejo Japón. Ahora debía convencer a Rena de que era lo único que quería y lo único para lo que ahora existe. Mirándola fijamente consiente de no estar solas, toma su majilla y viola toda restricción de espacio personal.
–¿Te quedas con nosotras? –
–¿Realmente lo merezco? –
–Mereces mucho más Matsui Rena–
Tomando su cintura, completamente desarmada Jurina la abrazaba a ella con todas sus fuerzas, la separa un poco de ella ansiosa por saber si Rena la aceptaba con todos sus defectos, con todas sus virtudes y por encima de sus errores igual que ella, a ella. No había palabras, solo se reducía la distancia cada vez más entre sus rostros sintiendo ya la respiración una de la otra.
–¡HEY! –
Casi rosando sus labios se sobresaltan por la voz que ha sido causante de sus pesadillas y que sin ella no estarían ahora ahí.
–¿Kinoshita? – Sonriente, es seguida por Sayaka y Miyuki quienes abrazaban a Miku en medio de ellas.
–La misma Ricitos–
–¿Qué hacen aquí? Las deje en aeropuerto–
–Sí, lo sabemos. Pero nos tomó muy poco saber que también nosotros merecíamos una vacaciones y decidimos venir– Sayaka se separa de Miyuki y de Miku, yendo hacia ellas, las cuales no se habían separado casi nada.
–Maestra Matsui, no, Rena–
–Yamamoto…–
–Perdóneme no pude cumplir mi palabra- –
–Mmh, lo hiciste, todas lo hicieron–
–Aun así, perdóname por todo–
–No sé si fue la mejor manera pero, no tengo nada contra ti al contrario, es bueno ver que están bien entre ustedes–
–Bueno, tomo su tiempo pero si, Jurina es como mi hermana–
–También me da gusto saber que Miyuki está bien después de todo, lamento tanto lo que hizo Sa- –
–Shhh, no vale la pena mencionarla–
Sin soltarla del todo, le impide decir el nombre de aquella que destruyo todo lo que tocaba a su paso, aun con heridas no precisamente físicas que cicatrizaban poco a poco no tenía caso mencionarla.
–¡Oh! – Momoka exclama llamando la a tensión de todas mientras Miyuki se acercaba a ellas. –He traído algo que quiero que todas escuchen–
–¿Qué es? – Tomando la cintura de Miyuki sin pena mientras ella sonria a las otras dos chicas Sayaka pregunta.
–Ahh, ¿Renita pudo usar tu componente? –
Pregunta muy en confianza mientras hurgaba el aparato muy sofisticado y de muy buena calidad.
–Ah, pues sí, claro–
–Miku–
–Si–
–¿Puedes traer esa pequeña maleta? –
–Si–
La pequeña corre y lleva lo que parecía más una mochila hacia Momoka y de ella saca un disco, era primer CD de Yamamoto.
–¿Ahora ven? En estos momentos se está vendiendo en todas las tiendas de música en Japón –
–Felicidades–
Jurina le da un pequeño golpecito en el hombro, aun teniendo a Rena entre sus brazos, a partir de hoy no dejaría que se le escapara de nuevo. Miyuki por su parte la abrazaba fuertemente mientras ella sonreía avergonzada.
–A ver Miku ¿sabes cómo funciona? –
–¿No sabes usarlo? –
–Bueno, hay botones que no reconozco a demás mis criados son los que se ocupan de esto de estas cosas tecnológicas–
–Sí que eres una inútil–
–¡Oye pequeña! Cuida lo que dices- –
–Inútil–
–¡Hey! –
–Inútil–
Mientras peleaba con la pequeña ambas ponían el disco de Yamamoto en el reproductor, y distraía la atención de Miku que estaba más que feliz de ver como tiene una familia de nuevo, extraña pero tiene e incluso más grande que antes.
–Gosh, no mires Mkurin, que indecentes comiendo pan enfrente de los pobres~…–
–¿Cómo dices? –
A pesar de no entender, Miku sonreía feliz y daba pequeñas miradas hacia ellas, moderando el volumen del aparato y mientras su canción de debut sonaba Jurina vuelve a hablar.
–Creo que esto te pertenece– De su bolsillo saca empuñando su mano le deja ver un par de anillos muy bien conocidos.
–¿Cómo, tu, por qué tienes los dos? –
–Bueno, la comandante sustrajo uno del archivo muerto de y el otro lo robe de tu oficina–
–Vaya, toda una delincuente–
Más relajada Rena había dejado de temblar y las demás chicas viendo que aún quedaban cabos sueltos entre ellas dos deciden salir un momento a comprar aperitivos para volver y convivir un poco más. Dejándolas solas acompañadas de la voz Yamamoto Sayaka con sus múltiples melodías todo se reducía a una sola pegunta.
Pegándola a su cadera mirándola ligeramente hacia abajo perdiéndose en sus ojos marrones y brillantes; como extrañaba verlos. Bastaba observarlos unos insignificantes segundos para caer en cuenta de que no hay nadie más sobre esta tierra que le amé y con quien está segura de querer pasar el resto de su vida.
–Matsui Rena, ¿Te quedas conmigo? –
–No es tan fácil Jurina pero, – Por fin las manos de Rena se movían, tomaban el rostro de Jurina en medio de ellas asimilando lo que está sucediendo mostrando una actitud alguien mayor y la reconoce, es ella. Es Matsui Jurina, aquella joven atrabancada, fastidiosa, coqueta, arrogante, misteriosa. La que una vez fuera su estudiante hoy entre sus brazos encuentra calma, calma que le robo su misma sangre, hoy solo está ahí mirándola de frente y ofreciéndole una felicidad que la llena, una felicidad que creía perdida y que nunca más encontraría. –Sí, quiero hacerlo–
Jurina sonríe y suspira dejando ver un par de hoyuelos. Junta su frente con la de ella y Rena la toma de los hombros compartiendo un cálido momento conectadas en el mismo sentimiento.
–¿Me amas?¿En verdad me amas? –
Formándose ahora la sonrisa en la parte contraria, una sonrisa que hipnotiza después de mucho tiempo Rena lo hace para ella.
–Si Jurina, lo hago–
Y lo que había tardado tanto en llegar, por fin sucedía. Reafirmando sus sentimientos pactan con un beso nada inocente pero perfecto para la ocasión, que el amor es mutuo. Separándose solo un poco se sonríe mutuamente y ambas lo encuentras irónico, pese a su renuencia de amar saben cada una que tiene en frente a esa persona que se ocultaba y que al mismo tiempo pedía a gritos ser encontrada. Maravilladas por ello, vuelven a unir sus labios terminando así su agonía, dos almas rotas se complementaban y lo harían por el resto de su vida.
Era el final de todo, el cierre de su pasado, el inicio de algo nuevo y maravilloso comprendiendo que; Hay errores que no pueden perdonarse, hay errores que no pueden repararse y hay errores con los que aprende a vivir todos los días, lo cierto es que a pesar de ello con un poco de amor en el corazón cada una de ellas puede seguir adelante, en esta historia no fueron perfectas, fueron perfectibles, casi perfectas.
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