m-body-2-swap-m

[m-body-2-swap-m]

Hora de Cenar

Apenas anochecia cuando un ruido me despertó. Yo dormía mi siesta y, como de costumbre, me puse a llorar al ser despertado tan abruptamente. "Abruptamente" que palabra tan graciosa.

Estaba llorando y escuché como mi papi también lloraba a la par que yo, ambas voces sonaban al mismo tiempo pero quería que mi papi viniera para que me de mi cena y me vuelva a dormir. Lloré fuerte para que me escuchara porque encima de orinarme, me sentía muy incómodo, muy apretado en mi cuna, mis brazos sobresalían de las rejas y mis piernas apretaban tanto que comenzaron a romper la cuna. Finalmente mi cuna explotó y yo me caí.

Cada vez lloraba más y más fuerte, pero mi vocecita se apagaba porque mi papi lloraba más fuerte que yo, hasta que mi voz dejó de sonar definitivamente. La voz de mi papi seguía pero la mía ya no existía.

Después de un rato sentí como un golpe muy suave me tocaba el pecho. Era una mano muy pequeña comparada con mi pecho, ahora lleno de vello.

Gateé hacia otro lado al sorprenderme con el otro niño en la habitación, andaba en el piso, tratando de caminar pero sin éxito; tal vez las caídas constantes de ese niño fueron lo que me despertó. Él balbuceaba como si quisiera hablar, pero yo no le entendía nada; se lo dije y una voz sonó en el cuarto, era grave como la de mi papi. Lo busqué por toda la habitación pero no estaba por ahí. Le llamé, muy feliz pues esa era mi primer palabra y la repetía todo el tiempo. Cuando pasé en frente del espejo de mi papi me di cuenta que estaba atrapado en él. Le dije que viniera, traté de abrazarlo pero a pesar de que tenía mis brazos más largos que antes no logré alcanzarlo. Entonces un dolor terrible me sorprendió en mi cabeza y un golpe de recuerdos se apoderó de mi mente.

Hasta hace unos momentos yo era Lalito, el hijo entre Lalo y Sarah. Mis papás estaban separados por que mi mami encontró a papi con su mejor amigo, Esteban, en la cama de mis padres, claro que no lo sabía hasta este momento.

Ahora soy Lalo, ex marido de Sarah y padre de Lalito, estoy en planes de casarme con Esteban; o bueno, mi papi estaba en planes de casarse con Esteban pero ahora está atrapado en mi cuerpo.

Cuando el dolor de cabeza y el aturdimiento pasaron, me levanté corriendo. Recogí al que fue mi padre del piso y le puse un pañal y uno de mis antiguos mamelucos. Luego corrí a bañarme, pues me había orinado mientras dormía y ahora, siendo un hombre de 26 años, no podía permitir la idea de que a esta edad esté todo pegosteoso por mi propia orina.

Mientra me bañaba pensaba en todas mis responsabilidades. Ya no volvería a dormir por horas, ni llorar cada vez que tuviera hambre o me hiciera del baño en mis pantalones; ahora tenía que despertar a las 5 de la mañana para ir al gimnasio, luego regresar a casa para cuidar de MI HIJO mientras trabajo en mis diseños arquitectónicos, y encima tenía que planear mi boda con Esteban... ah, Esteban es el hombre de mi vida, quien fue mi mejor amigo desde la secundaria y con quien salía de fiesta en la universidad mientras yo estudiaba Arquitectura y él Medicina; éramos inseparables y nos contábamos todo, fue quien ne ayudó a buscar el anillo indicado para Sarah, el padrino de mi boda y también el padrino de mi hijo cuando éste nació. Pensar en Esteban me causó una sensación muy divertida en mi entrepierna. Tener una erección me pareció divertido. Los recuerdos de mi antiguo papi me decían que era muy natural que se me parara cada vez que pensaba en Esteban, por eso mi papi dejó a Sarah y ella terminó por abandonarnos y desaparecer por completo.

Terminé de bañarme y me arreglé para salir con Esteban, me había invitado a cenar. Llevábamos muchos años de amistad y apenas dos como pareja, él me propuso matrimonio hace un par de meses, no pude sentirme más feliz en toda mi vida.

Pasan los minutos y cada vez me siento más como Lalo que como Lalito, incluso mi antiguo padre ha dejado de balbucear o de intentar mantenerse en sus dos diminutas piernas, parece que ya no trata de comunicarse, como si lo hubiese olvidado todo... En fin, mi prometido me espera y ya ha llegado la niñera de mi hijo. ¡Espérame Esteban que esta noche tendremos sexo como nunca!

#malebodyswap #male transformation #young to old #old to young #father and son #gay dad and son

[m-body-2-swap-m]

Sueño Realidad

Un dolor insoportable te despierta, sientes que tu cabeza está apunto de explotar. Tal vez a causa de la bebida, piensas. Seguramente fueron Julián y sus amigos quienes te dejaron en la cama. Anoche llegaste con Carla y Pedro, tus mejores amigos, eso aún lo recuerdas. Hector te invitó a la fiesta, de niños eran muy amigos así que no se te hizo raro que se te acercara, además de que te invitó con el pretexto de recuperar un poco su amistad. Tú aceptaste porque no solo lo quieres, si no que te enamoraste de él hace ya un par de años. Al llegar, Julián y su novia Teresa te estaban esperando, entre ellos dos y un grupo de integrantes del equipo de fútbol y de porristas te tomaron de los brazos y te empinaron media botella de vodka en la boca, diciéndote que tienes que atreverte a divertirte más. Como no soportas el vodka, esa media botella te derrivó y la inconsciencia se apoderó te tu cuerpo y te provoco amnesia.

Antes de llevarte la mano al origen del dolor, Hector entra y ve en ti una expresión de dolor. Te pide perdón pero no alcanzas a escucharlo bien del todo, pues la maldita cabeza aún te duele.

Te ayuda a levantarte y todo da vueltas, le pides ayuda para llegar al baño y él te abraza y te conduce hacia allá. Disfrutarías el momento si tan solo no estuvieses a punto de desmallarte por el dolor.

Una vez en el baño te limpias la cara, al levantarla observas que todo está lleno de sangre, incluidas tus manos. Miras al espejo pero la herida bien abierta en tu cabeza no te importa porque en el espejo hay algo mucho más impactante. No estás viendo tu reflejo, si no el de Carla, la novia de Héctor. Te sorprendes demasiado y la contusión de la cabeza te derrumba.

Al despertar Hector esta a tu lado, estás en un cuarto de urgencias en el hospital. Hector te ayuda a levantarte y te pide que tengas cuidado con la venda que traes en la cabeza, te pusieron puntos.

Te acompaña a tu nueva casa y una vez más vas al baño. Mientras, él promete hacerte el desayuno. Qué romántico, piensas. En el baño vuelves a mirarte al espejo, una vez más no importa lo que esta en tu cabeza sino el resto de tu cuerpo, o el de Carla. Tocas tu nueva piel, morena y tersa; tus pechos, querías asegurarte si el rumor de la operación de Carla era real, pero no lo era, esos son naturales, firmes y redondos. En ese momento, cuando estas tocando tus senos, Hector entra. Con una sonrisa te acercas y lo besas, en este cuerpo no te rechazaría. Te levanta y sientes su erección rozando tu entrepierna, esta más grande de lo que imaginabas. Terminan lo que fue tu primera experiencia sexual y bajan a desayunar. Te comenta que estás rara, pero que le gusta ese cambio en ti.

Pasan las semanas y regresan todos a clases. Lo primero que saben es que Carla, en ti antiguo cuerpo no soportó la nueva realidad, así que se colgó en lo que era tu lámpara de Harry Potter. Lastima por ella, piensas sin sentir remordimiento alguno.

Pasaste un verano increíble, Hector no se separó de ti en ningún momento, sus atenciones y cuidados te parecieron increíbles, pero el sexo aún más.

Tus "amigas" se acercan y te preguntan por qué no habías terminado con Hector si se supone que se separarian el día de la fiesta. Son unas envidiosas que quieren que te separes de él, eso es lo que crees. Pasas todo el tiempo con Héctor durante esa primer semana de clases. Luego, van a la fiesta de inicio de semestre.

Vas solo por darle gusto a Hector, pues a ti no te agradan demasiado. Llegas a la fiesta y esta vez todos te reciben como a uno de ellos, no como la vez pasada, cuando todos te abuchearon a ti y a tus amigos. No tomas mucho por la herida en la cabeza que aún no se termina de curar del todo. Por cierto, ¿en donde estará hector? Se separó porque dijo que iría al baño pero eso fue hace 20 minutos. Comienzas a buscarlo cuando una puerta se abre y te golpea en la cabeza de nuevo. Todos los recuerdos de Carla empiezan a emerger en ti. No le tomas tanta importancia por buscar a Hector.

Cuando lo encuentras él ya estaba todo borracho, había empezado a tomar antes de llegar a la fiesta, y tomó demasiado en ella, antes de separarse de ti.

Estaba con Julián, se habían separado rápido. Los recuerdos siguen llegando.

Carla quería terminar con él porque los viste teniendo sexo. Llevaba engañandola por mucho tiempo, siempre borrachos. La última vez que Carla los encontró fue en la fiesta pasada. Ella le gritó que no quería volverla a ver en su vida, y Héctor la golpeó con una botella, abriéndole la cabeza en el acto.

Te quedas viéndolos y comienzas a gritar, como Carla les gritó la última vez. Héctor se pone agresivo de nuevo, pero esta vez no tienes la suerte que Carla tuvo con la botella, esta vez te golpea a puño limpio. Te toma del pelo y te empieza a golpear. Sangras, gritas y lloras mientras él te golpea; suplicas que te deje en paz cuando, una desafortunada patada en las costillas lo termina todo.

Piensas en como todo tu sueño en un momento se transformó en pesadilla, después todo se vuelve negro.

#body swap #body switch

[m-body-2-swap-m]

Días de Perro

Ser un perro es algo que me agrada bastante, todo te sorprende y todo te hace feliz como si lo vivieras todo por primera vez; no tienes responsabilidades, puedes orinar en donde sea, comer sin tener que ser limpio, y sobre todo, ¡puedes destruir lo que quieras sin tener que responsabilizarte!

Todo esto es bastante nuevo para mí, pues antes yo no solía ser un perro; antes me conocían como Erick, un chico de 19 años que estaba bien con todo el mundo no era el más popular, ni tampoco el más listo; no era el más atlético, pero tampoco el más gordito. Mi vida me gustaba bastante, excepto por una cosa: mi hermano. Gracias a ese cabrón mis padres se divorciaron, ya que cuando él nació mi madre quedó incapacitada para trabajar. A causa de la depresión que el divorcio le causó mi madre murió. Mi padre se volvió a cazar, y esa señora es muy buena con mi hermano y conmigo, pero eso no quita lo que le pasó a mi madre, pues no puedo aceptar que ella haya muerto.

Tiene ya dos meses desde que vivo como un perro, y ahora explicaré por qué.

Del otro lado de la calle hay una señora que se dice que es una bruja, a esa señora todo mundo la trata mal, y a veces le avientan basura y otras porquerías a su casa, todos excepto mi hermano, quien ahora me doy cuenta que iba y la ayudaba a hacer los deberes en su casa.

Un día después de estar con ella, llegó muy feliz diciendo que le había dado un collar encantado que le cumpliría deseos, lo golpeé por qué me pareció muy estúpido.

El se mostró disgustado y me dijo con un nudo en la garganta —: No sé por qué te lo dije, si siempre actúas como un animal cuando trato de llevarme bien contigo.

–Si, pues mejor vete con los animales para que ellos te traten mejor. - le dije. Lo llevé a fuera y lo aventé al patio, en donde se reúnen todos los perros de la zona de donde vivimos. –A ver si los perros te tratan mejor.

Ahí se quedó llorando mientras los perros que estaban ahí lo consolaban, hasta que papá salió con su esposa y le ofrecieron llevarlo a su restaurante favorito mientras yo me quedaba "castigado" en casa.

Antes de irse mi hermano me dijo—: Tienes razón, los perros me tratan mejor. Me gustaría que tú me trataras igual.

Cuando el coche se escuchó distante, llamé a mi novia para que la pasáramos bien, pero no podía, así que me quedé mirando películas solo.

De repente la puerta se abrió y entró un perro. Este corrió hacia a mí y solo me trate de tapar todo lo que pude con los brazos para que no me mordiera, pero cuando iba a impactar contra mí, desapareció.

Me pregunté cómo había pasado eso, y como es que un perro había entrado a la casa, hasta que me percaté de que apestaba a perro y decidí darme un baño.

Cuando salí de bañarme sacudí todo mi cuerpo para que el agua se quitara, ya seco y totalmente desnudo me dirigí a mi cuarto, perdí el equilibrio a mitad del pasillo y quede parado sobre mis manos y mis rodillas, traté de levantarme, pero no pude más que levantar las manos, después me llegaron unas ganas increíbles de perseguir mi trasero, y comencé a notar que el vello en todos lados comenzaba a crecer. Me sentí mareado y me quedé dormido.

Me di cuenta que llegaron cuando sus voces estaban en el piso de abajo. Un chico bastante alto que parecía de mi edad subió por las escaleras y preguntó que quién había comprado un perro. Yo le contesté que nadie y le pregunté quién era, pero creo que no me escuchó o no me entendió, pude notar lo mucho que este chico olía a desodorante, jabón, perfume, y un ligero toque de sudor, el sentido del olfato que ahora tenía me parecía sorprendente; él me levantó del piso y me llevó abajo. Trate de soltarme pues el chico me llevaba en brazos mientras yo estaba totalmente desnudo, era bastante incómodo. Vi a papá y a su esposa que simplemente dijo—: No lo sé, Adrián, pero se ve amigable, ¿por qué no nos lo quedamos?

"¿De qué perro hablan?" Pensé, pero no pude decir nada, ya no podía hablar.

Me percaté de que papá le había llamado Adrián al chico que me cargaba, ese era el nombre de mi hermano, era igual a él, solo que con unos nueve años más de los que tenía. Le dije a Adrián que me baje e intenté incorporarme en mis dos piernas pero no pude, fue cuando me vi en el espejo de una de las paredes en casa, cuando me di cuenta de que era un perro. Al principio me puse a llorar y Adrián me llevó a mi, digo, a su cuarto y me puso en la que solía ser mi cama mientras él se desnudaba para meterse a bañar. Parece que no se había dado cuenta de que un par de horas antes el solo tenía diez años, pues ahora él tenía vello en partes que un niño de diez  años no tiene y ni siquiera se inmutó al verse a sí mismo desnudo.

Mientras él se bañaba me di cuenta de las fotos de su nueva habitación, ahí estaban todas mis fotos pero ahora con su cara. Había una que me llamó la atención, en donde él estaba con un chico muy parecido a mí en cuanto al físico, con rasgos faciales un tanto distintos.

Después alguien tocó la puerta y salí disparado a ladrarle al que estaba detrás de la puerta. El chico era el mismo de aquellas fotos. Con mi nuevo olfato me percaté de que como humano olía bastante bien, y como perro olía a suciedad.

Papá le hizo pasar y este chico subió al cuarto de mi nuevo amo Adrián. Llegó y mi amo estaba cubriéndose con su toalla cuando este llegó y lo besó. Le ladré por qué no entendía lo que estaba pasando. Entonces Adrián se acercó a mí, y me sacó de la habitación. Cuando cerró la puerta, noté que mi cuerpo se estaba desvistiendo, ese cuerpo sí que era muy parecido al mío, incluso hasta pude reconocer la forma de mi propio trasero y la de mi propio pene. Me enojé horrible y comencé a morder todo en la casa, así que me sacaron al patio donde horas antes yo había sacado a mi hermano, digo, a mi nuevo amo. Cuando se fue su novio, Erick, mi amo me puso un nombre, bones(huesos), pues estaba bastante delgado en ese entonces. Por alguna razón comencé a saltar de alegría.

La comida que me dan me agrada bastante, todavía camino con algo de torpeza con mis cuatro patas. Lo que más me gusta de ser un perro es cuando Adrián me lleva a caminar por la colonia y cuando se pone a jugar conmigo a la pelota. Todas las noches me deja dormir en lo que era mi cama y me abraza al dormir, como solía hacer con su peluche cuando tenía diez años.

Un día me llevó a la casa de enfrente, en donde me di cuenta de que vivía mi viejo cuerpo y novio de mi amo.

Al parecer el perro en el que me convertí era el perro de esa bruja. Ofreció llevarme para darme de comer y mientras hizo eso me explicó lo que había pasado.

Al pedir el deseo, un chico llegó corriendo desnudo hacia el perro, se le aventó y el chico desapareció, como lo que me pasó a mí antes de ser un perro.

El chico apareció desnudo en la sala, y la bruja lo vistió y lo baño, después hizo un conjuro para que el perro adquiriera memorias compartidas con Adrián, y así que sean novios.

Después de eso entendí que la vida de Adrián era miserable gracias a mí, y que cuando venía con la bruja, venía en busca de consuelo. Por eso la bruja le había dado el collar.

En ese momento me prometí que sería una gran mascota y amigo para Adrián. Además de que ahora ya no pienso con claridad pues mi instinto es ahora el que manda. Soy un animal estúpido, pero aún así, bastante feliz.

#male body swap #male transformation #man to dog #dog to man

[m-body-2-swap-m]

Botella Equivocada

Anoche tuve la cena más increíble de los últimos años. Durante todo el 2018 fui un desafortunado en todos los aspectos. Mis padres cumplieron cinco años de muertos y no pude ir a la ciudad en donde están enterrados, y mi tío celebró una gran fiesta para recordarlos; casi no tuve suerte con las chicas, que me veían con malos ojos por mi aspecto; perdí mi trabajo y debía varios meses de renta. Por eso, ayer que mis amigos de la secundaria me invitaron a pasar la noche antes de Navidad con ellos, decidí que me desquitaría con alcohol.

Omar, mi mejor amigo, estuvo conmigo durante todas las desgracias de este año. Él y su novio, Damián, nos invitaron a mí y a un par de amigos más para pasar la noche con ellos. Marisol proponía los juegos, y con cada uno de ellos nos divertíamos bastante. Cuando llegó el final de la noche todos estaban bien dormidos, excepto Sofía y yo. Sofía era la hermana menor de Marisol, y le tocaba manejar de regreso a casa, así que no podía tomar y tenía que mantenerse alerta para cuando tengan que irse. Yo estaba muy triste y borracho. Tanto que no puedo recordar de lo que hablé con Sofía, pero creo que esa plática está relacionada con lo que está sucediendo.

Lo primero que hice al despertar fue revisar mi celular, por si alguna chica en Tinder había hecho Match conmigo. Al desbloquear mi celular apareció una foto mía con una botella que no conocía. La foto la había tomado unos minutos después de hablar con Sofía. Puedo recordar que me la dio y bebí demasiado de ella. Casi me la había terminado cuando Sofía trató de quitármela, y al escapar me caí y me golpeé en una mesa. De ahí quedé inconsciente, pero al parecer no me quedé dormido. Dios, la foto era tan vergonzosa.

Al levantarme me di cuenta de que había caído dormido en el cuarto de Omar y Damián, pero no había nadie más en el cuarto. Salí de él, pero seguía sin ver a nadie. De hecho, todo el departamento era totalmente diferente. Había muebles visiblemente más caros. “Pues claro que son caros, idiota. Te han costado miles cada uno”, sonó una voz en mi cabeza. Fui a buscar mi ropa cuando me di cuenta de que estaba en calzones, y mientras buscaba por todo el departamento, al pasar por un espejo, me vi en él y supe que había cambiado de cuerpo.

Tenía veintiocho años, pero anoche me veía muy viejo para mi edad. Hoy me veo más joven. Las áreas en donde empezaba a notarse la calvicie ahora tenía bastante más pelo; el vello corporal había desaparecido casi en su totalidad y me había llenado de músculos, dejando atrás toda esa grasa. No me había dado cuenta de lo mucho que me pesaba toda es grasa. La sorpresa más grande la encontré en mi entre pierna. No sé si ahora la tengo más grande porque la barriga podría hacerlo parecer más pequeño. Lo cierto es que me bajé lo único que me cubría de ropa para poder apreciarme mejor.

Estaba en medio de la autoexploración cuando Omar y los demás llegaron a buscarme. Sin nada de ropa, busque cualquier cosa para taparme. Tomé un gorro de navidad del piso y me cubrí con él para que los chicos no vieran nada.

-Hey, Richie, ¿a qué hora saliste de la fiesta? - me preguntó Omar. ¿Qué carajo estaba pasando? ¿De quién era el departamento? “Es tuyo, idiota”. Sonó esa voz de nuevo.

Les dije que tenía que vestirme y que me esperaran a fuera. En mi nuevo cuarto había un diploma. Ricardo Beltrán Jiménez, Doctor especializado en Ginecoobstetricia. Vaya, ahora trabajo con mujeres. ¡Esto es genial!

Desayunamos cerca de los departamentos. Mientras comíamos revisé mi celular, que estaba lleno de mensajes en Tinder. Muchos chicos me enviaban mensaje. Tipos muy apuestos y delgaditos, como me gustan. “Ahora eres homosexual, recuerda”. Decía la voz, a la que ya empezaba a acostumbrarme.  Pagué la costosa cuenta. Mi cartera estaba llena de billetes ahora.

Mis amigos y yo fuimos a festejar durante todo el día. Asistiendo a fiestas navideñas a las que nos invitaban los chicos de Tinder. Tenía meses sin tener sexo, sin penetrar a ninguna chica. Era el penetrado ahora y eso me encantaba. Follé como cinco veces esta noche y aún no ha terminado. Me encanta esta nueva vida.

¡Gracias, Sofía!

#male body swap #straight to gay #male transformation

[m-body-2-swap-m]

Miguel

La vida en prisión es difícil, y más en los últimos meses, desde hace nueve, para ser exactos. Los presos más recientes recuerdan el infierno desde siempre, pero los más antiguos sabemos que no siempre fue así. Es cierto que la pesadilla comenzó hace nueve meses, pero aquel que es el autor de ésta llevaba ya diez meses entre los presos. 

Cuando Miguel llegó, nos lo presentaron con otro nombre: Carlos, un hombre de unos 39 años, alto, musculoso, tatuado de casi todo el cuerpo. Según las fuentes de otros presos, Carlos había asesinado ya a quince personas en los últimos tres años, según dicen, por dinero. Cuando llegó todo el mundo se burlaba de él. No paraba de llorar durante las noches, y durante el día gritaba siempre lo mismo, que su verdadero nombre era Miguel y que él no merecía estar ahí. Decía que en realidad tenía 19 años, y que su novio había sido asesinado por el hombre que le robó su cuerpo. 

Los demás presos no se hicieron esperar, las burlas y el abuso físico, psicológico y mental eran cada vez más a menudo. A pesar de su aspecto físico, Carlos le tenía miedo a todo, lloraba por todo y se quejaba de todo. Era como tener a un mocoso malcriado entre nosotros. Nos reuníamos todos los días en el patio, a la hora en la que se nos permite estar ahí, que es durante una de las horas de visita, más o menos al medio día, y a esa hora el festín comenzaba. Así fue durante los primeros tres meses. 

Un día, mientras jugábamos con él, uno de los policías que cuidaban la prisión lo llamó. -Carlos, tu hijo vino a verte. Al parecer toda tu familia está loca. Dice ser tu hermano mayor, ja,ja, ja- dijo el policía. Todos nos reímos de él. - Hey, princesa. No te tardes que hoy le toca a Rubén penetrarte, y ya sabes cómo se pone cuando no le dan lo que quieren. Ja, ja- le gritó Rodolfo, uno de los presos más viejos y corpulentos, también era el compañero de celda de Carlos. Carlos se fue llorando, ese fue el último día que lo vimos llorar. 

Esperamos durante casi veinte minutos hasta que por fin regresó. Ya no lloraba, todas sus lágrimas se habían ido y ya no tenía la mirada hacia abajo. Regresó con la frente en alto y una gran sonrisa marcada en la cara. Una sonrisa tan siniestra que haría temblar a más de uno. - ¿De qué te ríes, princesa? Me hiciste esperar demasiado y estoy muy enojado, así que esta vez no seré tan piadoso.- le dijo Rubén, con una sonrisa. Lo sujetó y lo volteó para bajarle los pantalones y entrar por atrás. Esa vez Carlos no dijo nada, no forcejeó como otras veces lo hacía, solo se limitó a sonreír. Antes de que Rubén entrara, su expresión cambió por completo, al igual que la de Carlos. La sonrisa macabra había pasado a la cara de Rubén, mientras que en la de Carlos se marcaba de nuevo el miedo, esta vez con un profundo enojo. -¿qué me hiciste, puto?- gritó Carlos mientras se miraba los brazos y volteaba a ver a Rubén. Carlos trató de abalanzarse sobre Rubén, pero los demás lo detuvimos. Esa noche Carlos durmió con varios moretones en el cuerpo. Rubén amaneció colgado de una lámpara con sus sábanas seis días después de ese acontecimiento. 

Todos los días pasaba lo mismo, pero con un preso diferente. Muchos se suicidaban y otros tantos quedaban traumatizados después de algún contacto con él. A Rodolfo le tocó una semana después, él no tardó ni veinticuatro horas antes de acabar con su vida. Miguel, como comenzaron a llamarle, siempre, todos los días, llevaba esa macabra sonrisa. A mí me tocó un mes después de lo que pasó con Rubén. En mi turno para abusar de Carlos me gustaba meterle el pene en la boca. Yo no soy gay, pero tengo ciertas necesidades, y un trasero masculino siempre me ha dado asco. Todo iba normal, como en los últimos tres meses que llevaba haciéndolo; lo había arrodillado y me había sacado el pene del pantalón. Dios, tenía tantas ganas de sexo oral. Estaba muy excitado, así que traté de apurarme. Cuando metí mi pene a su boca entendí por qué Rubén y otros cuatro presos se habían suicidado. Estaba muy confundido al principio, no sabía que había pasado. Estaba sentado de rodillas y tenía algo en la boca. Era como un dedo gigante, sabia raro y olía mal. Tenía en la boca un pene. Miré hacia arriba y vi una zona cubierta de vello púbico, una panza formada por el consumo excesivo de alcohol y una barba de tres meses. Era mi cuerpo. No me gusta recordar esta escena, así que sólo diré que me hicieron lo mismo que Rubén. Esa noche dormí con un dolor insoportable, mucho más que el que sentí al momento de transportarme al cuerpo de Carlos. Cuando el dolor comenzaba a desaparecer de mi cuerpo tuve tiempo de pensar y de explorar. Aprendí cada detalle de mis nuevos tatuajes, que no sabía el por qué estaban ahí; vi mis músculos, que estaban desapareciendo, parece ser que llevaba meses sin hacer ejercicio; vi mi rostro, que se veía más viejo que el mío. En mi auto exploración comencé a rememorar el por qué estaba aquí. 

Yo tenía dieciocho años cuando llegué aquí. Había matado a mi hijo, que era un dolor de cabeza, el maldito me había quitado mi juventud, así que decidí ponerle una almohada en su pequeña cara de tres años. Si no hubiera estado borracho esa noche tal vez estaría libre. Hoy ese pequeño tendría diez años.

Me desnudé y vi todo mi cuerpo completo, desde mis apestosos pies hasta mi pecho lleno de tatuajes. Nunca había estado lleno de músculos, así que los aproveché un poco. Los admiré y los desee tanto en mi cuerpo original... Estuve admirándome hasta que por fin se me puso dura. El miembro de éste hombre era impresionante, no es que sea gay, pero está bien reconocerlo. Esa noche me masturbé tocando el pene de otro hombre, pero no me importó, estaba muy caliente y este cuerpo llevaba, por la gran cantidad de semen que sacó, un buen rato sin tocarse. Esa fue la noche más larga de mi vida. Era un joven de 25 años en el cuerpo de un hombre algo maduro. 

 -Omar, ven acá- me ordenó un joven de casi quince años menos. Era mi cuerpo, y en él estaba Carlos. No llegué a estar ni a diez metros cuando regresé a mi cuerpo. Tocarme esa noche fue muy excitante, pero no estaba seguro de querer sentir el dolor de los golpes otra vez. Solo por eso decidí también dejar en paz a Miguel, a diferencia de otros que sé que es por miedo. Los meses pasaron y el incidente del cambio pasó una y otra vez con muchos de los presos, e incluso con algunos de los guardias de seguridad. Todo el mundo sabía lo que ocurría, pero nadie se atrevía a decir nada por miedo a estar volviéndose loco. Yo, mientras tanto, me la jalo casi todas las noches pensando en Miguel, en ese cuerpo escultural. Al final, tal vez si sea un poco gay.

#male body swap #malebodyswap #age swap

[m-body-2-swap-m]

Gym Du'Wunder

Nunca he sido fan de los gimnasios, pero bueno, cuando rebasas los 120 kilos de peso a tus 17 años y tu nutriólogo te dice que no bastará con las dietas, hay que comenzar prácticamente a vivir en ellos. Estuve buscando gimnasios en los que me ayudaran rápido con mi problema de obesidad ya que soy muy flojo y esperaba no hacer tanto esfuerzo con eso del ejercicio y rutinas pesadas; obviamente no encontré uno así, por mas que busqué por toda la ciudad jamás encontré un gimnasio que se acomodara a mis necesidades, así que dejé de preocuparme por eso y seguí con mis dietas ya impuestas. Pasaron los meses y comencé a bajar de peso, pero mi masa corporal no descendía, y además no bajé tanto como esperaba, así que el nutriólogo me exigió aún más ir al gimnasio. Tuve que ir al primero que encontré, uno que esta cerca de mi casa, Gym du'Wunder, debajo del nombre en letras pequeñas decía: Donde te aseguramos un cuerpo de modelo en tan solo un día. «Que tontería» pensé, por qué no había ningún gimnasio que lo lograra, pues de ser así, ahora no estuviera tan desesperado. No lo había visto antes, así que probablemente sea nuevo, había jurado que hace unos días este lugar estaba vacío. Este gimnasio estaba a unas calles hacia el sur. Me inscribí: Aldo Salazar, 17 años, 118 Kilos-así es, solo logré bajar dos kilos con las dietas en tres meses-obesidad, dieta estricta. El precio por "solo un día" era demasiado alto pero como ya estaba ahí decidí pagarlo solo para no hacer sentir mal al chico con el que me inscribí. Me llevaron al lugar en donde creí estaban todas las máquinas para poder hacer ejercicio. En el lugar habían unas cuantas máquinas, creí que estaría lleno, por que en donde vivo es muy común ver a chicos muy bien formados andando de gimnasio en gimnasio, además el lugar estaba muy bien ubicado y tenía muy buen aspecto, a pesar de las pocas instalaciones que tenía. Al fondo de la habitación había una repisa demasiado grande en donde habían varios botes transparentes con contenidos de diferentes colores, no reconocí el contenido de ninguno, y eso que debido a mis costumbres alimenticias yo conocía casi cualquier tipo de comida. -¿Aldo?- me dijo el chico con el que me inscribí. Se me acercó con una tabla en la mano, se me hizo extraño que no tuviera el cuerpo de un entrenador de gimnasio. Al parecer era el único chico que trabajaba ahí. -Si, soy yo. ¿Por qué no tienen gente? Creí que habría demasiados chicos a estas horas- le pregunté, y era cierto que en esa hora en especifico la gente se volvía loca por ir al gimnasio a ejercitarse. La ciudad de donde soy es extraña. -En este lugar solo puede entrar gente especial- eso último me sorprendió demasiado. ¿Especial? Supongo que se habrá referido a mi obesidad en modo de burla. Solo conocía a cerca de 20 chicos con mi situación nutricional en toda la ciudad. -Veo que tendremos que trabajar demasiado, eh. Lo primero que haremos es darte un poco de esto, bébetelo- era un vaso muy pequeño el cual contenía una de las sustancias de aquella repisa. Era un líquido vede azulado que tenía una especie de trozos amarillentos, como si fueran de una fruta.Me lo bebí, pues después de todo, había pagado demasiado por aquel gimnasio. -Muy bien- me sonrió- ahora, comenzamos con el ejercicio. Las siguientes horas no fueron como lo esperaba, lo que me puso a hacer a continuación eran ejercicios totalmente inútiles, y eso que yo no soy experto en estas cosas, pero bueno, al principio me convencí que solo era de prueba. Al terminar las dos horas que dura el entrenamiento el chico me dio otra sustancia de aquella repisa. Esta era una especie de barra de color café, parecía una barra de chocolate pero con un relleno un poco ácido, el relleno de color rojo. No pregunté que era por que creí que era una especie de suplemento alimenticio. Cuando desperté al siguiente día una especie de humedad corría entre mis sabanas, creí que me había orinado por la noche, pero esta extraña humedad salía de todo mi cuerpo así que descarte la idea de la orina. Me levanté para ver que era aquella humedad que sentía en mi cama. Al levantarme me di cuenta que mi playera, la cual era de una talla abajo de la mía, me quedaba como un camisón y que la ropa interior se había caído pero no me importó en el instante. Levanté las sábanas y las cobijas y me di cuenta que ese líquido en mi cama era idéntico al que me había dado aquel chico en aquel gimnasio el día anterior. Me quité la playera que ahora me quedaba de camisón por que estaba empapado en ese liquido y me metí al baño. Ahí me di cuenta que es lo que me hicieron en el gimnasio: todo mi cuerpo había sufrido un cambio, los músculos se habían tonificado; el torso se había hecho más delgado y ya no se sentían las longitas que tenía antes, en la parte del pecho ahora estaban unos grandiosos pectorales; mi cara ahora estaba diferente también, se me había quitado por completo el acné y ya no estaba redonda como antes. Me puse ropa de mi padre, que salió por unas semanas de la ciudad y que es de esos tipos que les encanta ir al gimnasio, y salí corriendo en dirección hacia el gimnasio. Guau, estaba corriendo sin cansarme a los pocos segundos. Cuando llegué al establecimiento, el lugar parecía estar abandonado. -Señor, ¿sabe que le ocurrió al gimnasio que estaba aquí ayer?- le pregunté al dueño de una cafetería que está al lado de donde antes estaba el gimnasio. -Si buscas un gimnasio este es el lugar menos indicado, hijo. Llevo aquí cerca de 20 años trabajando y no han abierto un gimnasio aquí. Este edifico lleva abandonado mucho tiempo. Mejor ve a buscar un lugar en donde trabajar aquellos músculos que tienes. Le agradecí al señor y me dirigí hacia mi casa. Estuve varias horas buscando en internet el nombre del Gimnasio, “Gym du'wunder" pero nada, no encontré nada. Al siguiente día llegó mi padre de su viaje, y me felicito por mi "esfuerzo" en el gimnasio, y unas semanas más tarde, volví a la escuela. Al principio me daba pena mirar y que miren mi nuevo cuerpo, ya que no lo sentía mío, pero pronto me di cuenta que enserio todo había aumentado en tamaño, así que me puse a experimentar con el. Salí con chicas y con uno que otro chico, todos querían salir conmigo, después de que nadie me ubicaba en la escuela y quizá en la ciudad, pero todo cambió desde que tengo este cuerpo. Ahora estoy saliendo con un chico y chica a la vez, ambos amigos y compañeros sexuales, uno de ellos, Carlos, era otro chico con el mismo problema que yo, al parecer el también fue al mismo gimnasio que yo y le hicieron lo mismo que a mi, al igual que el Gym du'Wunder había desaparecido al día siguiente. Pero en fin, ya tendré tiempo para pensar en esos misteriosos gimnasios luego pero por ahora ¡le sacaré provecho a esto de ser un chico atlético hasta que muera!

[m-body-2-swap-m]

Año Nuevo, Nuevo Cuerpo

La vida de Leo ha ido de mal en peor desde que su madre murió en aquel accidente de auto que le desfiguró la cara, en donde el solo tenía siete años.

El día del trigésimo quinto cumpleaños de su padre, Fernando(4 de Enero), su esposa, Mónica, le regaló una nueva camioneta para que este no tuviera más problemas con eso de usar el transporte público. Ese día toda la familia decidió salir a algún lado a festejar. Cuando iban de regreso, Leo propuso regresar a casa en la nueva Super autopista que acababa de terminar de construirse. Al llegar a uno de los cruces un trailer resbaló por la nieve que abunda durante la época, lo que provocó que impactara con la parte delantal derecha del auto(la parte del copiloto), provocando así la muerte de Mónica y la desfiguración de leo, ya que él iba detrás de su madre.Al tener el rostro desfigurado Leo era el blanco perfecto de burlas, era humillado y tratado como a un fenómeno, por esto se le dificultaba hacer amigos, así que su padre tenía que cambiarlo constantemente de colegio. 

No solo en la escuela era maltratado, si no que también en casa, pues su hermano, Ricardo, quien era mayor por 6 años, se la pasaba culpándolo por haber tomado aquella decisión que le quito a su madre. Pero a diferencia de los demás, Ricardo sí que podía maltratarlo sin ser sancionado por algún mayor, ya que su padre siempre estaba ausente, pues la muerte de su esposa lo afectó demasiado. Para empezar, su esposa y el amor de su vida había muerto en su cumpleaños, en su camioneta, y mientras él iba manejando. Lo anterior es más que suficiente para perder todo sentido de paternidad y de amor por la vida, así que las noches que no se iba a perder el tiempo en bares, lo iba a perder en burdeles y en zonas con gente que se vende. El pobre Fernando estaba tan necesitado de amor que había veces que llevaba a dos o hasta más mujeres a su casa, incluso había ovaciones en las que llevaba hombres. De su cumpleaños ni se diga, siempre salía dos semanas antes de su casa y regresaba dos semanas después.

Todo esto ponía a Leo muy triste, tenía que aguantar a su hermano por todo un mes, y además pasaba Navidad y Año Nuevo casi totalmente solo, además de que Ricardo hacía muchas fiestas durante esas fechas, pues no había nadie que le dijera que no podía hacerlas.

Así es el infierno en el que solía vivir Leo, y así fue hasta que conoció a Alejandro el día que entró a secundaria. Este chico Alejandro también sabía lo que era lidiar con chicos abusivos que solo vivían para molestarlo, pues el había perdido un ojo por culpa de los abusos de su padre, así que a Leo y a Alejandro no les costó mucho llevarse bien, ya que cada uno tenía a alguien que lo comprendía.

Pronto comenzaron a salir a distintos lugares juntos, se hicieron muy amigos y tal vez ambos querían algo más, pero eso no es relevante ahora.

La fecha del cumpleaños de su padre se acercaba y como siempre, durante las vacaciones de invierno Ricardo empezaba a organizar fiestas y a ir a otras, así que Leo comenzaba a sentirse bastante solo de nuevo. 

Estas fechas lo hacían sentirse tan solo que incluso hubo un tiempo en el que intentó suicidarse, pero no sucedió debido a que algo le dijo que tenía que quedarse.

Días antes de Navidad Alejandro le ofreció a Leo pasar las fiestas con él y con su madre y Leo encantado aceptó.

La noche del 31 de Diciembre Leo se estaba alistando para ir a cenar con su amigo, se había puesto el suéter y la bufanda que le había tejido la mamá de Alejandro, pero antes de salir Ricardo lo detuvo en la puerta.

-¿A dónde crees que vas, enano?-Saldré a cenar con un amigo, así que quítate.

-No, tengo que ir a una fiesta y tú te tienes que quedar aquí, por si llama papá.

-¿Por qué llamaría si él ya no nos quiere?

-Eso no importa, te quedas aquí y punto-dicho esto Ricardo salió y dejó a Leo encerrado en su casa.

Cuando estuvo demasiado alejado, Leo tomó la llave que su padre le había entregado al entrar a secundaria, abrió la puerta y se fue con su mejor amigo.

Al regresar a la mañana siguiente, Ricardo lo estaba esperando en la sala, Borracho, le comenzó a gritar que es un estúpido, y que el mundo estaría mejor sin un pequeño engendro como el. Ricardo se levantó, lo golpeó y trató de romperle la cabeza con la botella que traía en mano. Para suerte de Leo su hermano estaba demasiado Borracho y no pudo darle tan duro como debería.

Leo estaba llorando bastante mientras estaba limpiándose la sangre que le salía gracias a los golpes de Ricardo.

«Espero que este año, Ricardo y todos los demás me respeten y me traten mejor» deseó mientras se curaba las heridas. Cuando terminó de limpiarse la sangre y de curarse bien, se metió a bañar para retirar toda la sangre que aún tenía en todo el cuerpo.

Al terminar de bañarse se percató de que la toalla ahora era más fácil de alcanzar y de que ya no tenía ni una cicatriz en la cara, se vio en el espejo y se dio cuenta de que ahora parecía tener la edad de su hermano.

Al principio pensó que eran alucinaciones, así que fue a buscar a su hermano, pero sólo encontró su ropa tirada en el piso. La tomo y se la puso por qué le daba un poco de pena estar desnudo en la sala.Se fue a su recámara en donde encontró un pequeño niño que aparentaba no más de 10 años. Lo iba a despertar pero de repente alguien tocó la puerta. 

Un muchacho de máximo 20 años estaba en frente de su casa cuando Leo abrió la puerta.

-Hey, con que esto es lo que deseaste para año nuevo.

-¿Qué dices? Yo no te conozco así que largo-Dijo Leo, aunque no era verdad que no lo conocía, pues tenía algo de familiar en su rostro.

-Vamos Leo, soy yo, Alejandro. ¿Recuerdas que te di una pastilla que te bebiste anoche? 

-No estoy seguro-Leo recordaba muy bien que Alejandro le había dado una pastilla que Alejandro le había comprado a una "bruja" en el mercado.

-¿Quién eres y por qué estás aquí?-Su voz ahora se escuchaba sorprendentemente varonil, no como hace unas horas en la que se escuchaba demasiado aguda. 

-Vamos, ya te dije que soy Alejandro. Se supone que estas pastillas son para cumplirnos un deseo a cada uno. ¿Tú qué deseaste?

De pronto Leo recordó.

-«Espero que este año, Ricardo y todos los demás me respeten y me traten mejor» Claro, entonces ¿funcionó? ¿Enserio tú eres Alejandro?

-Así es, y vaya que se cumplió tu deseo.

-¡Increíble! ¿Tú qué deseaste?

-Yo deseé estar contigo para siempre y compartir contigo todos nuestros sueños, y mírame ahora, mi madre ni cuenta se dio del cambio.

Leo había dejado de escuchar después de que Alejandro dijo "compartir contigo nuestros sueños".De pronto, por instinto Leo besó a Alejandro, descubriendo así por qué Alejandro había sido tan especial desde que lo conoció, y ahora tenía edad para entenderlo.

Hablaron de cómo podrían regresar a la normalidad pero a Alejandro no le dijeron nada acerca de revertirlo, peor al final no les importó mucho volver a sus vidas.

Cuando Ricardo despertó parecía que no recordaba nada acerca de que el era el hermano mayor, pero parecía que siempre había admirado a su ahora hermano mayor, así que Leo decidió disfrutarlo en lugar de explicarle cómo eran antes las cosas.Parece que el deseo de Leo había afectado también a su padre, pues ahora llegaba cada vez más seguido a casa, esta vez con su novia y prometida. Al parecer no siempre las peticiones año nuevo son tragadas por el olvido.

#age swap #Body Transformation #new year #male body swap #cambio de edades

[m-body-2-swap-m]

Has pensado hacer historias donde un hombre blanco se transforme un uno negro? Sería fantástico. Amo tu blog

Antes que nada gracias por apreciar el contenido, de verdad gracias. Y si, he pensado en hacer una historia así, tal vez pronto la veas por aquí.

[m-body-2-swap-m]

El Mejor Regalo Para Navidad

Al entrar a la preparatoria Santiago y yo comenzamos a distanciarnos, él y yo habíamos sido amigos inseparables y vecinos desde preescolar, hacíamos todo juntos y siempre estábamos unidos, creí que eso nunca terminaría. Todo empezó a ir mal cuando al final del verano le dije que me gustaba, creí que me respondería igual, ya que me había dicho que aún estaba esperando a una persona que lo entendiera, claro que en ese momento yo estaba pensando que se refería a mi, además, así culminan muchas relaciones amistosas entre un chico y una chica.  Pero estaba totalmente equivocada, me dijo que yo también le gustaba pero no de esa manera, que le encantaba mi manera de ser con la gente y que también le encantaba mi manera de ser con él cuando estamos solos, pero que aún así él no podía estar conmigo. Acordamos olvidarlo y no volver a tocar el tema. Claro que ninguno lo olvidó. Pasaron los meses y Santiago y yo nos distanciábamos cada vez más y más, ya casi no nos veíamos en las tardes como solíamos hacerlo, y tampoco nos mensajeabamos durante la escuela como solíamos hacerlo cuando estábamos aburridos en clase.

Durante noche buena, que es una fiesta que nuestras familias celebran juntas, mi madre me mandó a buscar su cámara fotográfica que había olvidado en el sótano. Mientras salía del sótano con cámara en mano un extraño resplandor me sorprendió, fui al lugar de origen y ahí encontré una extraña figura tallada a madera con unos ojos hechos de piedras preciosas azules. Salí del sótano con la cámara y la figurilla en mano. Ya devuelta en el comedor le pregunté a mi madre que que era la figura que había encontrado, ella me contó que era la representación de Thaü-Ri, la gran diosa en la religión que practicaban los abuelos de mi madre, ella me contó que esa diosa le cumplía deseos a la gente, deseos que otros dioses en otras religiones no podían conceder, por eso la veneraban. Cada año le hacían una fiesta a esta diosa, en donde le hacían banquetes y le preparaban regalos, con el fin de que ella a cambio les cumpliera sus deseos, esto lo hacían los 24 de Diciembre y era un festejo similar a la Navidad. Después de cenar, a la media noche todos los creyentes tomaban cada uno su estatuilla y podían pedir su deseo, la diosa te lo cumplía dependiendo de qué tan bueno hayas sido durante el año, y a los pocos minutos se te cumplía lo que le habías pedido.

"Puros cuentos y supersticiones" pensé. Sin embargo, había algo que me decía que Thaü-Ri me concedería cualquier deseo que le pidiera, durante toda la cena me puse a pensar en que era lo que más anhelara, al principio pensé en mucho dinero o en la inmortalidad, no sabía que pedir, de todos modos no esperaba tanto que una simple estatuilla me cumpliera mi deseo, así que continúe cenando perdiéndole el interés al deseo.

Casi al terminar la cena mi mirada se cruzó con la de Santiago y recordé lo mucho que me gusta y cuánto estoy enamorada de él, lo vi y después pensé en Thaü-Ri, y mis ganas de que se cumpliera mi deseo aumentaron, así que después de la cena a la media noche me encerré en mi cuarto, tomé la estatuilla y pensé: Thaü-Ri, mi deseo es que por favor, me des lo que hace falta para gustarle a Santiago de la forma que él me gusta mí.

Esperé casi veinte minutos y no pasaba nada, mi madre me habló para hacer el intercambio de regalos en la sala y yo, decepcionada, fui hacia allá. Cuando cerré la puerta de mi habitación comencé a sentir la ropa apretada.

Llegué a la sala y me senté en uno de los sillones por qué me incomodaba sentarme en el piso con mi ropa que cada vez me apretaba más.

Cuando llegó mi turno de dar mis regalos dije-: Este regalo es para Sa...- me detuve al escuchar mi voz que sonó más gruesa. Creo que todos lo notaron y comenzaron a verme muy raro.

-Nora...- dijo mi madre mientras me miraba como si hubiese un fantasma en mi lugar.

Desgraciadamente no era un fantasma, si no yo, que ahora a mi camisa se le había soltado un botón, muy apenada me tape con las manos para que nadie viera nada, mire hacia ella y vi que en mi ropa interior superior ya no estaban mis pechos y que se había roto la varilla y ahora ya no lo tenía por qué había salido volando; mis tenis comenzaron a romperse al igual que mis calcetines y mis pantalones. Me levanté para ver mejor que estaba pasando, me toqué el cabello que por cierto comenzó a hacerse más pequeño; mis hombros estaban más anchos y mis brazos comenzaron a romper mis mangas de tan grandes que estaban; de repente comencé a sentir una terrible comezón en la entrepierna por qué ahora pe apretaba mucho mi ropa interior, algo había crecido entre mis piernas.

Cuando la transformación acabó aún mi madre, mis tías y tío, los padres de Santiago y Santiago me estaban observando, todos como si hubieran visto un fantasma, me vi mis manos que ahora eran más grandes que antes y comencé a gritar cuando mire hacia abajo y vi lo que tenía entre las piernas, corrí hacia mi cuarto y me tiré en mi cama llorando.

Todos se acercaron y me dijeron que Santiago había ido a buscar de su ropa para dármela, me dijeron que les contara lo que había pasado antes de la transformación, se los conté pero como la familia de Santiago no entendía mi madre y mis tías(todas hermanas) y tío(esposo de una de mis tías) se lo explicaron, cuando finalizó la explicación, mi madre me dijo-: Debí haberte dicho que yo alguna vez fui a una de esas ceremonias y que todo lo que te conté era real.

«Hija, o bueno, hijo, cuando te tuve todas mis esperanzas se habían ido  al enterarme que era estéril, tu padre se había desesperado de no poder tener hijos, así que fuimos con mi madre y ella me contó de esta tradición, nosotros tallamos esa figura y la usamos para pedirle un deseo. Pocas semanas después nos enteramos de que ibas a tenerte y conservamos la estatuilla en el sótano, lamentó no deshacerme de ella, pero lo entenderemos si quieres estar sola...» escuché como todos se habían alejado de la puerta y aparte mi nueva cara de la almohada, me levante y me mire en el espejo de cuerpo completo, ahora era un hombre y no sabía por qué si todo lo que había pedido era «tener lo que hacía falta para gustarle a Santiago» fue cuando me di cuenta de que lo que a mi mejor amigo le gustaba, me sentí fatal por no haberme dado cuenta antes.

En ese momento Santiago tocó la puerta y me pidió permiso para pasar, fui a abrirle la puerta, y en el momento en que entró comencé a llorar en sus brazos.

-Hey, no llores, un chico no debe de llorar, eso déjalo a las niñas- me dijo con una sonrisa en su rostro. Comencé a reírme y a decirle que lamentaba mucho no ser una buena amiga. -Amigo, ahora eres mi amigo, recuérdalo, ahora tienes lo que todo hombre entre las piernas. Tu madre me contó lo de la diosa y quiere saber, bueno todos queremos saber, ¿qué fue lo que pediste?- me preguntó. Le conté lo que había pedido y por qué. Al finalizar el relato le pedí perdón por no darme cuenta de lo que le gustaba y que fui una egoísta al solo pensar en mi. Antes de terminar de pedirle disculpas el me besó, me dijo que siempre ha estado enamorado de mi, y que me había rechazado por qué no tenía bien claro que le gustaba, y que me lo iba a contar el día que yo le dije que me gustaba, eso solo lo aturdió más. Por eso el se había distanciado, pero me dijo que ahora estaba seguro de lo que le gustaba: Yo. De la forma que sea. Como ya no podía pedir otro deseo por qué la hora había pasado decidí vestirme con lo que me había traído que era todo, hasta la ropa interior, fue un poco incomodo pues era la primera vez que usaba ropa de chico, eso y que era la ropa de Santiago. Su ropa me quedó a la perfección y salimos a seguir disfrutando de las fiestas. Discutimos como sería mi nombre de chico, al final decidimos que me llamaría Ismael.

Al siguiente día llegó mi padre de su viaje, entre mi madre y yo le explicamos lo que había pasado, a él no le importó tanto pues siempre había querido un niño. En año nuevo también cenamos todos juntos con la única diferencia de que ahora yo era un hombre y novio de Santiago, nadie dijo nada acerca de nuestra relación, pues después de todo yo originalmente era mujer. Ente mi padre y Santiago me enseñaron a afeitarme, a practicar deportes y ser más varonil. Los días pasaron y todos cooperaron para comprarme ropa nueva, no fue mucha, pues se supone que solo estaría un año así y al siguiente regresaría a la normalidad. Santiago y yo regresamos a la escuela, me presentaron como el primo de Nora que estudiaría ahí mientras ella se iba de intercambio.

El año pasó y la  relación con Santiago fue tomando fuerza. Cuando llegó el 24 de Diciembre a la media noche no estaba seguro de volver a ser  chica, pues como Ismael, había hecho varios amigos, me había acostumbrado a hacer todo lo que hacía un chico, también la manera de cómo se comportaba, todo mi cuarto y mi ropa pasó a ser más varonil, pero lo que más me encantaba era estar con Santiago en forma de hombre, Santiago me había dicho unas semanas antes que le encantaba estar conmigo tal como era y que si no quería regresar a ser una chica él no se interpondría y me seguiría amando así. Les dije a todos mi decisión a lo que no se opusieron, mi padre parecía ser el único que la acepto totalmente, claro además de Santiago, quien estoy seguro es el chico de mi vida.

Hey! Lamento haber tardado tanto en subir una historia, trataré de estar más presente, lo juro.

#female to male #body transformation #gay love #gay men #gay kiss #Mujer a hombre #transformacion

[m-body-2-swap-m]

Nuevo Profesor

En un principio, el último año de preparatoria no parecía que fuera a ser peor que los anteriores, eso fue hasta que anunciaron que el Sr. Terán sería mi maestro de español, esto era muy malo porque de todas las materias inútiles que tenia que estudiar en la escuela, Español era la que menos odiaba y de todos los horribles profesores que tenían que impartir todas las materias inútiles, era universalmente aceptado que el Sr. Terán era el peor de todos, además olía horrible.

Español era la primera clase, así que no tuve nada de tiempo para asimilar la desgracia, me dirigí al salón y me hundí en una butaca de la última fila, el Sr. Terán entró y comenzó a dar un discurso, no podía concentrarme en nada de lo que decía, su apariencia distraía bastante , era un viejo gordo, calvo y sudado con pelos en la nariz, y no me refiero a los que crecen dentro de los poros, lo que también es asqueroso, pero no, él tenía pelos creciendo en la superficie del puente de su puntiaguda y horrible nariz. 

Si hubiera prestado atención a lo que decía, quizás habría escuchado cuando dijo “El Sr. Dana será mi reemplazo” y entonces no me hubiera caído de la butaca cuando apareció el nuevo profesor. 

Era como si alguien hubiera tomado la descripción del Sr. Terán y, punto por punto, hubieran creado a alguien completamente opuesto.El nuevo profesor era joven, parecía como de 30 y algo, y era muy guapo, de hecho era tan guapo que inmediatamente me vi obligado a cuestionar mi sexualidad y no es que antes estuviera muy seguro, sino que, asumiendo que nunca en la vida iba a tener sexo, jamás me preocupe por cuestionarla. 

El nuevo profesor resulto ser increíble, yo estaba fascinado, se convirtió en un gran amigo y mentor, y yo cada día me esforzaba más en su clase para ser el mejor, el Sr. Dana estaba orgulloso y siempre sonreía y me decía “Buen Trabajo David.”

El Sr. Dana me dejaba quedarme a almorzar en su oficina, esto era un alivio ya que así no tenía que enfrentarme a los matones de la escuela, su oficina era muy bonita, había un amplio escritorio muy elegante y un librero gigantesco repleto de toda clase de libros. 

Un día cuando fui a almorzar a su oficina el Sr. Dana estaba sentado tras su escritorio, se había recogido las mangas de su camisa y usaba sus lentes para leer, parecía muy ocupado examinando un extraño libro azul, le tomó un rato darse cuenta que yo estaba ahí, cuando finalmente me vió, sonrío y me indicó que tomara asiento. 

“¿Qué es eso?” le pregunté.

“Aún no he podido averiguarlo,” dijo sin apartar la vista del libro. 

“Pues a mi me parece un simple libro.” 

“Entonces estás mal,” dijo poniéndolo sobre la mesa. 

Después de eso pude ver que el pequeño y extraño libro azul, no lo era, estaba hueco y en su interior contenía una especie de medallón, era plateado con muchos garabatos, en el centro tenía una hermosa gema morada. 

“Es bonita, ¿Verdad? Se siente muy extraña al tacto, mira,” se acercó para tomar mi mano, en cuanto me tocó di un pequeño salto, nunca en la vida me había sentido tan nervioso “Confía en mí,” dijo y me dirigió una sonrisa reconfortante, los nervios desaparecieron y acerqué mi mano, el la tomó y la presionó contra la gema. 

La piedra de repente se puso muy caliente y me vi forzado a apartar la mano a los pocos segundos, entonces comencé a sentir un hormigueo por todo el cuerpo y mi vista se nubló por completo, dejándome ciego y confundido por unos instantes, cuando mi vista volvió pude ver a mi doble en miniatura mirándome hacía arriba con una sonrisa confiada en su rostro y expulsé el grito más agudo e infantil que se podía con la voz del Sr. Dana. 

Estaba sufriendo un severo ataque de pánico, no entendía nada de lo que estaba pasando, y encontrarme de repente con una replica exacta de mi mismo pero en miniatura que me decía que me calmara no ayudaba en absoluto. 

Pasó un rato antes de que pudiera calmarme, y fue entonces comencé a apreciar las virtudes del cuerpo en que me encontraba ahora, ¡ERA ASOMBROSO!, me sentía grande, confiado y con una fuerza increíble, como si pudiera pulverizar una roca con mis puños, o con mis muslos, que eran igualmente impresionantes, intentaba no verme el culo por temor a que despertara más dudas respecto a mi sexualidad, pero nada de eso importó cuando vi que un monstruo muy difícil de ignorar había despertado en mi entrepierna, en ese momento se disipó toda duda y supe que no habría vuelta atrás. 

“No puedo creerlo, esto es… Impresionante, ¡¿Verdad?!” dijo el Sr. Dana desde mi cuerpo. 

Yo solo asentí con la cabeza como loco, encontraba muy difícil articular palabras en ese momento. 

Estuvimos un rato mirándonos el uno al otro, copiando nuestros movimientos, después intenté imitar la forma en la que el actuaba, y el intentó imitarme a mi, era la cosa más extraña pero nos estábamos divirtiendo mucho. 

Las risas pausaron un momento y le miré directo a los ojos, eran mis mismos ojos pero ahora había una confianza sabia en ellos, a pesar de que mis mejillas sonrosadas le hacían ver tan inocente, después la campana sonó rompiendo el momento, la hora del almuerzo había terminado.

 “Es lo que dicen, ¿No? El tiempo vuela cuando estás en el cuerpo de alguien más,” bromeé, él se rió, después nuestros estómagos gruñeron al unísono. 

“No nos ha dado tiempo de almorzar, puedes llegar tarde si quieres, te escribiré una nota, pero creo que debemos cambiar antes.” 

Volvimos a nuestros cuerpos y almorzamos, él me escribió una nota, yo estaba a punto de irme cuando me detuvo. 

“¿Te gustaría volver a cambiar otro día?” preguntó. 

“¡Por supuesto!” respondí con entusiasmo “Pero, ¿Está seguro?, Recuerde que usted tendría que estar en mi cuerpo,” añadí. 

“Realmente no creo que sea tan malo ser tú,” respondió con una sonrisa, nos despedimos y salí corriendo antes de que se hiciera más tarde para mi próxima clase.

Durante las próximas semanas se dedicó a enseñarme todo sobre su vida, y yo sobre la mía, cambiábamos durante el almuerzo y a veces después de clases, me hacía practicar su postura, su forma de hablar, a ser más confiado, y cada vez me resultaba más fácil ser él y más difícil volver a mi cuerpo. 

Pronto empezamos a cambiar durante los fines de semana, lo compartíamos todo y era increíble, conocí a alguien mientras estaba en su cuerpo, ¡Tuve sexo en su cuerpo! creí que se molestaría, y lo hizo, “¡Eres muy joven!” dijo, nos obligó a cambiar, pero después lo conoció y se disculpo, “En verdad me conoces,” me dijo, y tenía razón, estar en su cuerpo me había cambiado, un día bromeando le dije que intentara hacer lo mismo, conocer a alguien en mi cuerpo, si a mi me estaba resultando todo tan fácil, imaginé que para el sería menos que pan comido, pero me regresó una mirada extraña y se quedó muy callado, fue entonces que noté que estar en mi cuerpo tanto tiempo también lo estaba cambiado y eso le asustaba. 

Un día estábamos almorzando en el cuerpo del otro, y noté que estaba especialmente callado y no había tocado su comida. 

“¿Pasa algo, Sam?” Ya le llamaba por su primer nombre. 

“No, todo está bien,” dijo sin voltear a verme. 

“Vamos, nos contamos todo, si la sopa sabe horrible, puedes ser honesto.” 

Probó la sopa, quizás para evitar hablar, “Está rica, sabe igual a la de mamá,” añadió. 

Samuel Dana era huérfano, nunca conoció a su madre, nunca probó su sopa tampoco, se refería a mi madre, tardó un rato en darse cuenta, y cuando finalmente lo hizo me miró con horror. 

“Creo que debemos cambiar,” se levantó de inmediato y fue a traer el medallón, “Hemos pasado mucho en el cuerpo del otro, creo que debemos parar,” añadió.

 ¡¿Parar?! Él quería parar, estar en su cuerpo era lo mejor que me había pasado y él quería parar, ¡¿Parar?! Yo no iba a parar, no podía permitirlo. 

El medallón se encontraba en la parte más alta del librero y desde mi cuerpo era difícil para él alcanzarlo. 

“Déjame ayudarte,” le dije, no lo pensé mucho, estaba consumido por el deseo de quedarme en su cuerpo permanentemente, me acerqué y fingiendo que iba a tomar el libro tiré del librero con todas mis fuerzas, el librero se cayó, golpeándolo en la cabeza de camino abajo.

Él quedó inconsciente, el amuleto no había recibido ningún daño, tenía que destruirlo, tomé un martillo y lo golpeé hasta pulverizarlo, después llevé al antiguo Sr. Dana al hospital. 

Yo regresé a mi departamento en mi estupendo cuerpo y le pedí a mi novio que se mudara conmigo, el accedió, no había pasado ni un día y esta ya era la mejor decisión que había tomado en mi vida. 

Cuando el Sr. Dana despertó me di cuenta de que había olvidado absolutamente todo acerca del medallón y también sobre ser el Sr. Dana. Volvió a la escuela un par de días después, reconvertido en mi alumno estrella, sus calificaciones eran mejores que las mías, se le notaba feliz, y yo estaba feliz también, la vida era increíble ahora y, al parecer, esto de ser el profesor se me daba jodidamente bien.

¡Hola de nuevo! He estado ausente pero aquí les traigo una buena nueva historia. Colaboración de theoldfamiliar Muy buen blog. Esperamos les guste y no olviden mandar sus propias historias al correo.

#male body swap #young to old #old to young #profesor y alumno #alumno y profesor

[m-body-2-swap-m]

Máquina del Tiempo.

13 de Mayo de 1976.

Hora: 22:17

Experimento: 253. “Máquina del tiempo”.

Prueba: 18.

Soy el científico Thomas Miles, estoy con este experimento desde hace más de 20 años. Cuando esto funcione,  me haré rico.

Estoy llegando a la edad de 60 años, tuve una vida respetable, hasta que la idea de viajar en el tiempo entró en mi cabeza. Perdí a mi esposa hace 10 años, cuando me termine el dinero para sus medicinas y murió. Mis hijos no me dirigen la palabra desde entonces.

Dejo este diario por si el experimento funciona junto a los planos de la máquina. Lo dejare escondido en donde solo yo pueda encontrarlo. Así todos me creerán.

27 de Octubre de 2014

Hora: 16:37

Llegué a esta época a principios de Enero; adaptarse es difícil. Traje dinero de mi época pero al parecer ya no vale nada aquí. Cuando llegué aquí todo yo era diferente. Mi cabello ya no tenía canas, y mi cara ya no tenía arrugas, y cuando vi a mi nieto lo reconocí, aunque se veía muy viejo, casi de mi edad, yo lo llame por su nombre, pero me regañó, luego, un señor al que no conocía me regañó y me dijo que no le llamara así a mi abuelo.

Fue cuando comprendí que el viaje en el tiempo había funcionado pero no como esperaba. Había llegado al cuerpo de mi tataranieto, el nieto del hijo de mi hijo mayor.

Al principio estaba mas que confundido con semejante tecnología nueva, era muy moderna. Ahora las computadoras eran mucho más pequeñas. E incluso los teléfonos ahora se traían en bolsillos y no tenían botones ni una perilla para marcar un número. Hasta se me hacia difícil recordar mi nuevo nombre, el cual era Mark.

Pronto me fui integrando a esta sociedad. Como estaba en mi cuerpo de 18 años, ahora tenía que ir a la universidad de nuevo, y eso me hizo entender mas la época. Así fue hasta que un día trate de recordad como era mi esposa, y por que había muerto. Fue cuando le pedí a mi nie… Padre que me comprara el material necesario para re hacerla, mientras todavía recordaba como hacerla. Obviamente no me creyó, así que decidí mostrarle mi diario y los planos, pero siguió sin creerme, así que decidí hacerla improvisada con material casero.

Todo iba bien hasta que se me olvido como leer los últimos detalles en los planos, ya que era muy complejo. Cada día me comportaba mas como un adolescente de la época, y olvidaba como era la mía. Por eso decidí escribir esto, si algún día alguien encuentra este diario, espero que lo lean y aprendan a usar esta información para el bien humano.

Thomas en el cuerpo de Mark no volvió a usar ese diario, por que pensó que era absurdo escribir en el. Dejó la idea de construir la máquina y comenzó a pensar mas como un chico común en esta época. Ahora juega en un equipo deportivo y puede salir con quien le plazca. Definitivamente no perdió aquel brillante cerebro que tenía, el cual le sirvió de ayuda para terminar la preparatoria.

Hola de nuevo. Les recuerdo que pueden enviar sus historias al correo: [email protected]  o a los Facebook de los escritores: 

Christian: https://www.facebook.com/christian.ortegaxd

Dalí: https://www.facebook.com/profile.php?id=100005376465822

#time machine #maquina del tiempo #old and young #viejo a joven

[m-body-2-swap-m]

Arrepentido

De nuevo el. De nuevo me esta haciendo odiar todo lo que hice en el pasado. De nuevo me envía fotos de el rezagándose con su novio. De nuevo no puedo hacer nada en esta silla de ruedas. De nuevo se esta rezagando con su novio en mi cuerpo. 

El día que Elias llegó a mi vida sabia que nunca nos llevaríamos bien, pero no sabia que terminaríamos tan mal. La profesora de Matemáticas entró un buen Lunes con Elias al salón. Elias estaba totalmente calvo, parecía más un zombie que un humano; estaba pálido y podría haber jurado que llevaba días muerto. La profesora le pidió a Elias que nos contará por que esta así, y el nos explicó que tenía cáncer cerebral, y que llevaba más de dos años asistiendo a las quimioterapias. Alguien de atrás soltó un buen insulto y todos rieron, incluyéndome. La profesora nos pidió que nunca nos metieramos con el por que podría ser peligroso para su salud. Como yo era un completo cabrón, lo molestaba muy seguido importándome poco lo que dijera la profesora. 

 Un buen día mientras Elias caminaba le puse el pie para que cayera. El me comenzó a gritar con palabrotas en diferentes idiomas; gritó y lloró demasiado, hasta que se quedo quiero. Acto seguido comenzó a gritar y cayó en el piso, se puso a temblar, se vomito encima y tenía los ojos totalmente blancos, todos se asustaron y cambiaron sus risas por gestos de miedo real. La directora, al ver esto llamó a las ambulancias. Las ambulancias llegaron poco después y se lo llevaron. 

Al siguiente día, la profesora nos dijo que Elias había tenido un infarto cerebral debido al constante estrés al que estaba sometido: su padre acababa de abandonarlos, su madre acababa de perder su empleo, y además él no se sentía seguro en su entorno social. 

Elias dejó de ir por varias semanas después de enterarnos de lo que había pasado. La culpa me estaba matando. Yo sabía que lo que le había pasado a Elias era a causa mía, yo lo había molestado demasiado; ya no podía dormir en las noches por lo mal que me sentía, y deseé poder ayudarlo de alguna manera. 

Se me ocurrió ir a visitarlo para ver que había pasado con el. Al llegar vi que estaba sentado en una silla de ruedas y le pregunte si estaba bien. El murmuraba algo pero no le entendía. La mitad de su cara estaba caída. Entre sus murmuros entendí algo muy bien, las mismas palabras que habían perseguido por meses: "esto es culpa tuya". Luego le dije que haría cualquier cosa por hacerlo sentir mejor. Uso todas sus fuerzas para que su siguiente murmuro se entendiera bien: "¿lo que sea?" Y yo le respondí que si. Entonces todo el hemisferio izquierdo de mi cuerpo se comenzó a entumir. Caí al piso y trate de preguntar que me estaba pasando, pero no podía hablar bien. Elias solo se me quedo viendo mientras se levantaba de su silla de ruedas, y su cara comenzó a cambiar de forma. Cambio a tal grado que me pareció muy conocida, su nueva cara era igual que la mía.

-Dijiste que harías lo que fuera para sentirme bien, Julio y te lo agradezco mucho, ahora tendré tu vida mientras tu estas muriendo en esta silla-dijo, señalando a su silla de ruedas; me cargó y me colocó en la silla de ruedas.

 -¿P-po-por q-que me ha-ces es-e-esto?- Le dije haciendo mi mayor esfuerzo por hablar. 

Elias comenzó a desvestirse y a desvestirme a mi, incluso se quito la ropa interior. Ver mi cuerpo desnudo en frente de mi me hizo sentir muy vanidoso, pensando que yo realmente era muy guapo y que tenía un cuerpo perfecto. Me puso su ropa interior, sin tener ningún cuidado en donde tocaba. Cuando menos me di cuenta, vi que su aparato sexual no había quedado paralizado y tuve una erección. Elias se apresuró a vestirse mientras se burlaba de mi por aquel incidente. 

 Cuando termino de vestirme a mi, recogió la ropa que antes me había quitado y comenzó por olerla. Me dijo que desde que me vio, había estado enamorado de mi; le encantaba mi olor y todo mi físico. Se tocó por todos lados. Se masturbo en frente de mi, sin importarle lo que yo pensara o dijera. Se metió a bañar y al salir de vistió y salió de la casa diciendo:- Hasta mañana querido Julio, o debería de decir- dijo sonriendo-: Elias. 

Toda la tarde de ese día, me quede llorando y gritando que no podía ser cierto. Me agoté tanto que me quedé dormido. 

En la noche mi nueva madre llegó gritando que había conseguido trabajo. Cuando me vio recordó que su hijo estaba ahora lisiado y dijo que ahora su dinero tendría que ser para cuidar a un maldito estorbo. Después me culpo por el abandono de su esposo y se fue a dormir. No pude decirle que yo no era su hijo por que no me entendía, y supe que tratar de hablar no serviría de nada. 

Pasaron varios días hasta que Elias apareció en mi nueva casa. Su madre entró en el cuarto con el, diciéndome que el mismo se había ofrecido a cuidarme y que no lo hacia por ningún tipo de paga, así que la señora acepto que me cuidara. 

Desde entonces mi vida ha sido un completo infierno. Todos los días Elias llega con una historia increíble de su nuevo cuerpo: El había dicho en el colegio que era gay; dejo de juntarse con mis antiguos amigos; cortó con mi novia y dejo de entrenar en el equipo de fútbol en la escuela. 

Se unió a distintos equipos que tenían que ver con la destreza, se comenzó a juntar con los rechazados del colegio, y se consiguió a un chico como novio. Trae a la casa a este chico solo para besarse en frente de mi, y yo no puedo decir nada por que ahora nada se me entiende. Cuando no esta en la casa me manda fotos procurando que vea lo que ha hecho con mi vida. Lo odio profundamente por esto. Hubo una vez en la que tuvieron relaciones en la cama en la que ahora dormía, mi nueva madre no se daba cuenta por que trabajaba hasta muy altas horas de la noche. Odio mi vida, y también estoy muy arrepentido por todo lo que le hice a Elias.

#male body swap #gay and sraight #chris

[m-body-2-swap-m]

Regalo

Siempre había estado enamorado de Sebastián desde que lo conocí; viene de una familia muy unida, padres que se aman y que se llevan bien con sus hijos, con un padre que maneja una empresa muy exitosa, y un hermano menor con el que se lleva muy bien, se llevaban exactamente por un año, se sobreprotegen el uno al otro, además de que uno haría lo que sea por el otro, hasta parecen mejores amigos e inclusive novios. Lo amo con toda mi alma, pero lástima que lo único que puedo hacer es llamarlo amigo. Él y yo somos mejores amigos desde preescolar, estuvimos juntos en primaria, secundaria, y ahora preparatoria, a punto de entrar a la misma carrera.

Por otro lado, yo venía de una familia totalmente disfuncional, cuando yo tenía ocho años y venía mi hermano menor en camino, mi padre decidió dejarnos por otra familia, éramos muy felices antes de eso; mi padre era socio del padre de Sebastián, así que también lo teníamos todo. Hasta ese día en el que mi padre decidió irse. Desde entonces mi madre entró a trabajar como enfermera de tiempo completo, que es de lo que estudió, para podernos mantener en buena posición económica. El abandono de mi padre no la detuvo para mantenernos a mí y a mi hermano, con el que me llevo demasiado mal a causa de los ocho años que nos llevamos, yo estoy a punto de cumplir 18 años y el apenas va a cumplir diez. A veces es demasiado insoportable.

El día de mi décimo octavo cumpleaños, me llegó un paquete de dudosa procedencia. En la etiqueta decía que la abriera cuando estuviera solo. Tuve que abrirla hasta la media noche a causa de que estuve todo el día con Sebastián, lo sé, otro día sin poder estar con él de la manera que me gustaría. Cuando abrí el paquete, había dos botellas, una con un líquido azul y la otra con un líquido rojo, y una daga dentro. Debajo de ellas había una tarjeta de Felicitación y una carta junto a ella. La abrí y decía lo siguiente:

“Para que seas inmensamente feliz… Cuando termines mándala a otro chico como nosotros…”

“¿Nosotros? Este tipo está loco”, pensé. Estaba muy cansado así que me fui a dormir sin terminar la carta  aventando la caja entre mi ropa sucia.

Durante todo el día siguiente estuve pensando en lo que decía aquella introducción, ¿A qué se había referido aquella persona al decir “nosotros”? Decidí sacarme de dudas esa misma tarde al llegar de la escuela, saqué la caja de mi ropa sucia y comencé  a leer:

“El otro día noté que estabas en el cine  con tu amigo mirándolo de cierta manera, lo noté porque me pasaba lo mismo con mi mejor amigo. En fin, no te diré quién soy, pero sé que deseas estar con él, no importa que.

Las botellas y la daga te servirán para acercarte más a él, de maneras que no te imaginas. Para esto necitas  a alguien muy cercano a él, no importa quien sea, sólo que sea muy cercano a él sentimentalmente-en ese momento pensé en su hermano y continué leyendo.

“Cuando encuentres a tal persona, debes darle el líquido azul. Después de eso tienes que…” Deje de leer al percatarme que mi hermano ya había llegado de la escuela. Le grité al interrumpirme, y acto seguido salí de mi casa y me dirigí a la de Sebastián con las botellas, las instrucciones, y la daga. Resulta que él y su hermano estaban solos. Y Sebastián se había metido a bañar, así que estábamos solos su hermano y yo. Como yo sabía en donde estaba cada cosa tomé un vaso y serví el líquido azul en él, luego se lo ofrecí diciendo que era una nueva bebida, confiaba tanto en mí que se la tomó sin pensar nada malo. El cayó dormido enseguida. Saqué de nuevo la carta.

“Después de eso tienes que tomar tú el líquido azul y el rojo enseguida, tratando de no  combinar ambas bebidas. Trata de esconder las botellas y la carta, la daga déjala fuera”. Leí eso ultimo y me puse manos a la obra. Serví en otro vaso distinto un poco del líquido rojo y metí ambas botellas en mi mochila. Después, me tomé ambos líquidos, el azul que había sobrado del vaso de Carlos, y el rojo que me había servido antes. Al terminar, yo también quedé profundamente dormido….

-¡Mauricio! ¡¿Qué estás haciendo?!- Me levanté para ver que mi cuerpo estaba enfrente de mí cortándose el cuello con la daga, traté de gritar pero me dolía demasiado el abdomen. Estaba sangrando demasiado. Acto seguido me desmallé. Y eso fue todo lo que supe.

Al despertar, me di cuenta que ya no estaba en la sala de la casa de Sebastián, si no en su recámara, la que compartía con Carlos, su hermano. Me levanté de golpe y vi como mi mejor amigo estaba llorando sentado en su cama. -¿Qué pasó?- pregunté.

-Después de que Mauricio te apuñalara en el estómago, se suicidó.

Me quedé atónito al escuchar esas palabras, ¿Por qué hablará de mí en tercera persona? –Ellos creen que podría sobrevivir pero lo dudo, ¿Por qué habrá hecho eso? Ahora está en aquel hospital donde trabaja su madre- me levanté de la cama y salí a la calle. Me puse unos tenis que estaban tirados en el piso y corrí hacia el hospital.

Cuando llegué, vi mi cuerpo en aquella cama de hospital con un collarín. Al lado de él estaba mi madre, llorando. Me acerqué a ella y cuando me vio me dijo:-Carlos, ¿Qué haces aquí?

¿Carlos? ¿Porque mi propia madre me había dicho Carlos? Soltó en lágrimas y me abrazo, me di cuenta que estaba sin playera y con una venda en mi abdomen, con un pantalón de pijama, como los que usaban Sebastián y su hermano. Cuando mi madre me soltó me di cuenta de que en la habitación había un espejo. Cuando me miré en él, comencé a gritar. ¡Yo era Carlos! ¿Pero cómo? ¿Cómo es que yo había terminado en este cuerpo? Sebastián llegó corriendo. -¿Qué haces aquí? El doctor dijo que te quedaras en casa- ahí estaba el hermano sobreprotector.

Llegamos a la casa de Sebastián y vi que ahí seguía mi mochila. La levanté y me dirigí a mi nuevo cuarto, en donde terminé de leer la carta:

“ADVERTENCIA: Este procedimiento es irreversible, ya que esa persona, cuando este en tu cuerpo, despertará y te apuñalara con la daga y después se suicidará, ya que el líquido rojo que quedó en tu organismo te orilla a suicidarte. El líquido azul te permitirá cambiar de cuerpos con esa persona.

Ya dicho eso, espero que disfrutes de este pequeño regalo como yo alguna vez lo disfruté, y recuerda compartir este obsequio con alguien como nosotros”

Por alguna razón, no me podía sentir mal por Carlos. Trate de hacerlo pero no sentía culpa. El pobre no tenía que pasar por esto. Terminé por sentirme mal por lo que le pasó al pobre hermano de mi mejor amigo. Cuando terminé de llorar y tranquilizarme, me puse a indagar sobre mi nueva vida. Decidí que lo mejor que podía hacer era usar el cuerpo de Carlos para el bien, seguir con la preparatoria, terminarla y luego entrar a la carrera a la que se supone, estudiaría junto a Sebastián. Estuve explorando la vida, amigos, y el cuerpo de Carlos durante los siguientes días. Cada día que pasaba me sentía fatal por lo que le hice a Carlos. Todos los días iba a visitarlo al hospital, veía como luchaba por su vida. El doctor decía que ya era tiempo de dejarlo ir. Como no se había cortado bien el cuello, respiraba por una máquina y cientos de tubos, pero mi madre se negaba a dejar ir a su hijo, así que por eso lo dejó conectado. Esa rutina era la de todos los días hasta ese día en que fuimos a su funeral. Mi madre finalmente había aceptado que “Yo” me había ido de este mundo, decidió desconectar mi cuerpo de aquella máquina para al fin, morir. Sentí un dolor inmenso cuando supe que era Carlos el que se estaba yendo y no yo. Durante su funeral, todos estuvieron llorando, incluso Sebastián, que sabía que aquella persona había atentado contra el cuerpo de su hermano. Le pregunté por qué lloraba si ese tipo me había apuñalado. –Era mi mejor amigo. Era como mi hermano- me dijo.

Al llegar a casa, estuve consolando a mi nuevo hermano. Estuve abrazándolo por un buen rato, disfrutando de ese aroma que siempre me había paralizado. Fue cuando decidí que este cambio no sería en vano, que haría a Sebastián mío, por que seguía amándolo a pesar de nuestro ahora parentesco sanguíneo. Deje pasar unos meses para comenzar. Empecé hablándole de cierta manera cariñosa; le regalé las cosas que sabía que le gustaban; Lo consolaba por la muerte de su amigo; hasta que llegó el día en el que ya no aguanté más, ya no aguantaba las ganas de tenerlo en el mismo cuarto, cada noche cuando dormía en ropa interior, o cada mañana cuando se quitaba la toalla para vestirse, ya no aguantaba las ganas, y lo besé…

-¿Qué te pasa? Somos hermanos- me dijo empujándome hacia atrás.

-Pero ambos sabemos que sientes lo mismo que yo, Sebastián.

Él se alejó de mí por un tiempo después de eso; cuando cruzábamos miradas en la habitación o en la escuela, o donde fuera, me veía con tristeza y luego apartaba la mirada. Estuvimos así por varios días. Pero después de un rato, comenzamos a hablar como si nada. Empezamos a llevarnos como yo solía llevarme con el cuándo éramos amigos. Y así fue hasta el día de nuestro cumpleaños; pasamos todo el día juntos. Ya juntos en la noche, hablamos de lo sucedido el día del beso. Quería darle un pretexto absurdo, pero el solo se acercó a mí y me besó. Fue cuando comprendió que lo amo, y que él me ama a mí. Así que, ahora él y yo somos novios, nuestros padres no sospechan nada ya que dormimos en la misma habitación, en donde tenemos intimidad como hermanos y como pareja. Ahora, cuando vamos al cine para pasar un buen rato en los asientos de atrás, busco a aquella persona que me dio aquel paquete, para agradecerle por su regalo. Y mientras estamos pegados en el cine mi “hermano” y yo, escucho y veo gente a quien podría darle ese regalo. Ese regalo con él que le va bien a gente como nosotros.

¡Hola! Espero disfruten esta historia. Soy Christian, uno de los administradores de este blog. Si les gusto, compartanla por favor. Me ayudarían mucho.

#male body swap #hermanos #gay #chris

[m-body-2-swap-m]

Descanso.

Durante toda su vida, John no había hecho más que trabajar, todo el día todos los días, siempre fue así. Desde pequeño su padre le enseñó a conseguir lo que quisiera con trabajo duro, siempre fue el más estudioso, el más atlético. Básicamente destacaba en todo lo que hacía. Desde sus años de secundaria hasta la actualidad, tuvo demasiadas parejas en la escuela, algunas veces mujeres y otras, hombres; se graduó de la universidad  con honores y ahora tenía el mejor empleo que alguien pudo haber conseguido. Era guapo con un excelente físico, una esposa y dos hijos que lo amaban. Cualquiera diría que su vida era perfecta.

Pero para él era todo lo contrario. Él quería una vida tranquila y relajada, para él, un buen día de descanso despejado de la rutina  lo era todo, desgraciadamente para él, eso era un sueño. Lo que más anhelaba en la vida era despertar y saber que no tiene facturas que pagar ni a nadie a quien mantener por delante.

Un día, en unas de sus pocas horas libres que tenía para hacer lo que quisiera, estaba comiendo en un restaurante cuando tuvo que salir disparado por falta de tiempo, así que corrió en dirección hacia su carro cuando choco con un anciano en la calle, este volteó a verlo y le sonrió.

-Veo que algo te aturde, hijo- dijo el viejo.

-Tengo prisa, anciano- le dijo. Después empujó al señor y siguió con su camino. El viejo le sostuvo la mano.

 –Ve a este lugar cuando puedas- le entregó una carta con una dirección escrita en ella y siguió con su camino.

John tenía prisa así que decidió seguir sin detenerse a pensar de donde era esa dirección.

Esa noche en su casa, le entró la curiosidad de aquella carta y  decidió revisar en donde quedaba la dirección por internet. El lugar parecía una bodega abandonada, dio click al acercarse en el lugar para ver la información. Se abrió una página que simplemente decía. DESCANSO: El mejor regalo para ti.

Al leer esto le entró la curiosidad por ir. Así que vio el horario  y al ver que no habían cerrado, se dirigió a aquel lugar.

Al llegar ahí, tocó un pequeño timbre en la puerta, la fachada daba un aspecto de ser vieja y sucia, pero aun así tenía curiosidad. Una señora de mediana edad lo recibió. –Veo que viniste-dijo- pasa por favor- él se sorprendió al notar que la señora parecía haberlo visto antes, pero él no lo recordaba. Lo llevó a un cuarto con cuatro sillones y una mesa en medio con una máquina que no reconocía encima.

-Así que decidiste venir a DESCANSO, ¿Por qué?

-Decía que habría un regalo.

-Eso depende de que tanto odies tu vida.-le dijo.

-Oh, vaya que la odio. Simplemente la repudio. La odio con todo mí ser.- dijo con evidente enojo en su cara.

-¿Y qué tan lejos te gustaría estar de ella?-preguntó con interés.

-Lo más lejos posible de ella, de esta ciudad.

-Anote aquí su número y su correo por favor, le enviaremos el presupuesto de su deseo en cuanto encontremos un recipiente.

-¿Recipiente?- dijo él confundido.

-Así es como funciona DESCANSO, señor- dijo ella

-¿Entonces tengo que pagar para obtener mi regalo? De seguro esto es sólo una farsa y no existe tal regalo.

La señora se levantó y le dijo-:Oh, vaya que funciona, ¿recuerda al viejo que le dio aquella carta? Bueno ese viejo era yo, y desde que encontré esta máquina solo basta crear un recipiente o buscarlo, una vez que esto pasa te conviertes en el mismo. Así de fácil.

- Usted es una loca- Le dijo a la señora, y salió de ahí y se fue a su casa.

Unos días después recibió un correo con una imagen de un chico de aspecto asiático adjuntada, y el precio-que por cierto era muy barato-. Él se sorprendió de lo persistente que había sido aquella mujer con el tema, y decidió darle el dinero pesando que así dejaría de molestar.

Y unos días después todo cambió para John. Al despertar notó que el sol se asomaba en su cara-Mierda, se me hizo tarde- dijo. Entonces se apresuró a levantarse e ir al baño a ducharse. Pero el baño había cambiado de lugar. De hecho todo había cambiado de lugar, incluso el aspecto de todo había cambiado. No le dio importancia en el momento porque se le hacía tarde para su trabajo. Encontró el cuarto de baño y abrió aquella regadera se quitó sus boxers y su playera, fue cuando se dio cuenta que realmente también su aspecto había cambiado. Se miró al espejo y vio que tenía el aspecto del chico de la imagen que le había mandado la señora de DESCANSO, así que se vistió y busco entre sus cosas el número de la mujer. Lo encontró y la llamó.

-Hola, John- dijo ella- veo que has despertado, y que tu transformación salió con éxito, ahora tendrás tu regalo esperado, todo una vida sin hacer nada. Felicidades, puedes disfrutarla. Las instrucciones de tu nueva vida están en la mesa. No te preocupes por tu trabajo ni por tu familia, tú reemplazo ya está cubierto. Vuélvenos a llamar si requieres de nuestros servicios otra vez, adiós- Ella colgó y fue lo último que John supo de ella.

Se dirigió a la mesa y vio su nueva documentación: Su nuevo nombre era Minho, era un hijo de padre asiático y madre mejicana, sus padres habían sido deportados a sus países de origen y el ahora vivía en la ciudad de Boston. Leyó varias cosas acerca de su nuevo yo antes de romper en llanto por varias horas. Resulta que Minho al nacer en Estados Unidos, estaba en todo su derecho de vivir ahí; había estudiado y se había graduado en una universidad de alto prestigio; y hace algunos meses, sus padres habían muerto y le dejaron una herencia de varios cientos de millones de dolares. Después de tanto llorar y de intentar contactar a aquella mujer sin éxito, se quedó dormido.

Al siguiente día, pasó lo mismo que el día anterior, se levantó esperando que todo fuera un sueño, pero no lo era, así que trato de despejarse un poco viendo la tele, mientras pensaba en que iba a hacer. Después de varias horas de preocupación, se percató de su nuevo hedor de un joven adulto así que   decidió darse un baño mientras exploraba su nuevo cuerpo. Tocó partes que ya no recordaba cómo usarlas. Fue el baño más largo y relajante que había tenido en años, sin tener que preocuparse por llegar temprano a un lado. Salió de bañarse y volvió a ponerse aquel bóxer y camisa blanca, después de todo no tenía que ir a ningún lado. Encontró comida dentro del refrigerador y eso fue lo que comió, todo el día se estuvo explorando y comiendo, encontró a un chico en línea y ahora estaba teniendo la conversación más caliente y divertida que había tenido durante toda su vida. Ya no tenía que preocuparse por nada, ahora solo era el, su nuevo novio, y su vida nueva y reconfortante.

#male body swap #DESCANSO #Empresario #cambio de cuerpo #joven y adulto