o sea, que no voy a conseguir un daddy? u.u
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El precio de sanar es olvidar tu nombre.
— Jhomaes
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Hay un par de cosas que quisiera poder decir:
Estoy harta de que me hagan daño.
Me rompe el corazón que nadie me valore.
Me siento invisible para todos.
Quisiera huir lejos, incluso de mi.
Estoy cansada de que pongan cargas sobre mi, que siento que no puedo llevar.
Me agota ser la única que desea la paz.
Vivo agobiada de ser la que se calla para no hacer los conflictos más grandes.
Me duele ser la única que debe ser humilde siempre. Mientras los demás no.
Quiero ser amada y valorada.
Necesito un larga siesta en la que de verdad pueda descansar.
Moongirl
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Unas ganas de masajearte las tetas
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Tumblr también debería darte un distintivo por ser un hijo de pta
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Bloquee tus estados porque para ver mamadas ya tengo pornhub.
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Nivel de tristeza desbloqueado
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El ciclo de la tormenta
No quiero ver, pero observo. No quiero saber, pero percibo. Soy mi propio verdugo, construyo mi propio infierno.
Me siento atrapada en un laberinto de elecciones, donde cada paso me lleva más adentro. Intento detenerme, pero la inercia me arrastra hacia el abismo. Engaño a mi mente con promesas vacías: "No lo volveré a hacer". Sin embargo, sé que no puedo resistir la atracción magnética de la autodestrucción.
Es como si mi alma estuviera dividida en dos: una parte que anhela la liberación y otra que se aferra al dolor conocido. El daño que me inflige mi propia mano es paradójico: sé que me lastimo, pero continúo. ¿Por qué? ¿Por qué persisto en este ciclo vicioso?
Quizás sea porque, en la oscuridad, encuentro una extraña comodidad. La familiaridad del sufrimiento se ha vuelto mi refugio. O tal vez, en mi búsqueda de respuestas, me he convertido en mi propia pregunta sin solución.
Así que aquí estoy, en el filo de la contradicción. No quiero saber, pero percibo. No quiero ver, pero observo. Mi mente es un eco doloroso, repitiendo una y otra vez: "¿Cómo hago para no encontrarlo si yo misma lo busco?"
Y así, tomo el riesgo sin dudar. No me detengo. Me lo permito.
En el abismo de mis pensamientos, danzo con la contradicción.
- gissel
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