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Un viejo amigo me ha visitado

Antes de que todo esto comenzara estaba tranquila, me sentía bien, y había domado a mi depresión, la mantuve encerrada durante casi un año, pero ahora, sin poder salir, sin poder trabajar, sin poder divertirme, creo que se va a salir de control.

Nunca había necesitado ayuda química para mantener a raya mis emociones, pero hace unos años comenzó a ser difícil calmar la ansiedad, el pánico, y sobre todo la idea de que este mundo ya no me atrae tanto como lo hacía cuando era una adolescente.

Solía reírme de las personas que lloraban, de la gente que decía que prefería morir, yo creía que estar feliz o triste era una decisión que puedes tomar, pero, a los 27 comencé con este problema, me siento atrapada, no avanzo, y retroceder tampoco es posible, simplemente mi vida ya no me gusta, cambié de ciudad, y comencé a ir al gimnasio, pero sigo sintiendo que ya no quiero estar aquí.

Sé que una pareja no va a cambiar esto, porque ya lo intenté, creí que tener novio sería genial, y lo eché a perder, primero con mi pobre elección de pareja, y luego, con mi imposibilidad de sentirme completa yo sola, y poner en él toda la responsabilidad de hacerme feliz.

Hay día como este en que me encantaría saber que podré dormir eternamente.

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La chismosa ofendida

Es gracioso como hay personas que pasan todo el tiempo hablando de su vida con cada persona que se cruza en su camino, hablan de la relación que llevan contigo, incluso se cuelgan el titulo de víctimas cuando hablan de cómo las tratas o les hablas, pero en el momento en que tú te atreves a subir un comentario a las redes sociales, ellos pierden la cabeza, y sienten que los has agredido de gravedad.

Mis escritos o comentarios en redes sociales son para personas que no me conocen, y que no conocen a mi familia, nunca los verán a la cara y pensarán “esta es la basura que pisotea tu autoestima cada que le da la gana”. Y ellos me describen como villana, como una persona cruel (sé que lo soy, nunca hablo lindo, y siempre digo la verdad) y luego vienen y traen a toda esa gente para que vean su actuación de víctima.

#victim #inmadura #chismosa

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Estoy tan cansada de intentar entenderte.

eldiariodeltercerpiso

#cansada #comprender

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Vicio (letra) - Camilo Séptimo

#fridaymood #pensando en el

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Mi madre

Creo que ella está triste, casi deseo que lo esté, ¿soy una mala persona si deseo que ella esté deprimida y me necesite? Ella ha estado demasiado distante, sé que ella quiere decirme algo, pero lo evita, quiere ahorrarse mis reproches y reclamos.

Ella se hace daño, sale con tipos que no la hacen crecer, que la denigran, que la maltratan emocionalmente, que echan abajo su autoestima, pero ella cree que es feliz.

Quisiera que no me importara un carajo lo que hace con su vida, quisiera verla y solo pasar de ella, sin preguntarme si está bien, si ha llorado, si tiene dolor físico o emocional.

Quiero vivir lejos de ella y de sus problemas.

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Triángulo amoroso

Precaución, no sé escribir, me estoy aventurando, esto pude o no haberlo vivido, y si te espantan los tríos, no deberás leer. Quizás los decepcione el final.

La noche es cálida, afuera el viento sopla fuerte, puedo ver por la ventana cómo las ramas del árbol afuera se mecen con el viento. Sé que debería tiritar de frío, no debería sentirme acalorada, pero me siento de ese modo, sigo sin poder creer lo que sucedió una hora atrás, no puedo dormir.

El pecho de Fabián es cálido, tengo mi cabeza sobre él, quiero moverme, pero Marco me prensa con sus piernas, estoy en medio de estos dos maravillosos hombres, los tres estamos por completos desnudos, ellos duermen, yo sigo sin poder creerlo, lo había imaginado cientos de veces, cada detalle, cada aroma, lo imaginé, y no estuvo nada cerca de lo que era haberlo hecho realidad.

Solíamos reunirnos en el departamento para beber, bebíamos y veíamos tele, bebíamos y jugábamos cartas, bebíamos y jugábamos videojuegos, habíamos pensado en alguna vez invitar a alguien más, pero lo cierto es que nunca nos hizo falta tener a otra persona aquí para pasarla bien los tres.

Marco había venido una o dos veces con alguna conquista, pero simplemente no nos entendían, no entendían que él y Fabián fueran tan unidos, que tuvieran chistes privados, alguna ves una de ellas me preguntó si yo no creía que pudieran estar a punto que confesar que se amaban y que querían ser pareja. Yo siempre los vi como dos grandes amigos que se amaban como se aman dos hermanos, y es que ellos han sido amigos desde la infancia, crecieron juntos, fueron a las mismas escuelas, han trabajado juntos, son inseparables.

Las otras chicas, las otras personas, mi propia familia, creían que yo estaba perdiendo el tiempo con Fabián, que él tarde o temprano me dejaría por su amigo, pero yo estaba segura de lo nuestro, seis años son demasiados para fingir amor y atracción por alguien que no te importa, así que yo estaba segura de que Fabián y yo teníamos algo real,

Confieso que esa cercanía entre Marco y Fabián fue la que me hizo fantasear con poder tener una noche atrevida con ellos algún día. Nunca le dije a nadie, nunca sospecharon lo que en mi cabeza yo imaginaba.

Sólo era otro viernes más, bebíamos, reíamos, Marco hablaba de su nueva conquista, de cómo estaba pensando seriamente en terminarlo antes de involucrarse demasiado, Fabián y yo lo escuchábamos. Sólo era otro viernes más, pero este sería diferente, nos encontrábamos algo pasados de copas, Fabián fue al sanitario, y Marco, que estaba sentado a mi lado en el sofá, recargó su cabeza en mi hombro.

-¿Crees que debo seguir adelante con Sofía?- preguntó

-Creo que debes hacer lo que te parezca mejor, nadie ha podido comprenderte, ni comprender ese vínculo tan especial que tienes con Fabián- le respondí.

- Quisiera encontrar a una chica tan genial como tú, Fabián es afortunado, yo soy afortunado, eres como una hermana, y eres tan divertida- me dijo mientras tomaba mi mano.

Fabián regresó a la sala de estar, -¿Ya le dijiste lo que soñaste?- interpeló a Marco.

Jamás había visto semejante expresión en el rostro de Marco, sus ojos estaban totalmente abiertos, se sonrojó aún más de lo que el alcohol ya lo tenía, volteó sus enormes ojos azules hacia mi y me dijo -Creerás que estoy loco, pero, soñé que tú, este idiota y yo hacíamos un trío- llevó sus manos a su rostro y empezó a reír.

Fabián reía, yo también comencé a reír, no sé por qué reía, pero sabía que mi risa solo me delataba, así que hablé - También lo he imaginado-

- ¿Lo has imaginado? ¿Mientras te duchas? ¿Has jugado con tu frijolito mientras lo imaginas? - Preguntaba entre risas Fabián.

Marco paró de reír, tomó mi rostro entre sus manos, y acercó sus labios a los míos, me dio un beso delicioso, un beso que por supuesto respondí.

-Vaya, ustedes pueden ir empezando, yo los miraré para entrar en calor- dijo Fabián mientras se echaba en el sofá de enfrente y metía la mano en su pantalón.

-Pero...- me alejé de Marco- ¿Ustedes planearon esto?- estaba sumamente excitada, pero no quería que comenzáramos algo que fuera a terminar mal, y que diera fin a una relación en la cual me encontraba sumamente feliz.

Fabián sacó la mano de su pantalón, se levantó, caminó hacia donde estábamos Marco y yo, se sentó de manera que estuviera yo en medio de los dos- Lo hemos hablado varias veces, desde que comencé a salir contigo, no sé lo que tengas, pero eres jodidamente especial, y te has integrado tan bien con nosotros, no haremos nada que tú no quieras- tomó mi mano, la besó, y después me besó en los labios.

Tomé las manos de ambos, quería hacerlo, quería tener sexo con ambos, sí, al mismo tiempo, había estado fantaseando con la idea de estar incluso en una relación romántica con ellos dos al mismo tiempo, ambos me gustaban muchísimo, con ambos sentía mucha afinidad, y los dos eran demasiado atractivos. -Quiero hacerlo- salieron las palabras de mi boca, casi como si alguien más, el deseo, hablara por mi - quiero tenerlos a ambos dentro de mi, quiero saborearlos, pero quiero saber que mañana todo seguirá igual, quiero que se comprometan a que no hará celos, ni recriminaciones que el día de mañana arruinen todo-

Marco apretó mi mano - Te queremos, nos queremos, sabemos que tú no te irás tan fácilmente- Fabián lo interrumpió- Escucha, él y yo tenemos pasado, hemos tenido sexo, y habíamos querido encontrar a una chica que quisiera estar con ambos, no solo en la cama, queremos a alguien que nos quiera igual, que nos desee igual-

-¿Ya habían intentado antes con alguna otra chica?- les pregunté

Ambos respondieron -No, eres la primera- 

- ¿Si esto no resulta, los perderé a ambos?

Fabián me abrazó- ¿Nos quieres a ambos?

¿Al fin tendría eso que había estado deseando desde hace ya un largo tiempo? Ahí estaban, Fabián, de cabello negro, ojos grises, labios rosas, alto y fornido, y Marco, ligeramente más bajo que Fabián, de cuerpo delgado, pero marcado por ejercicio, cabello rubio, piel blanca, y ojos azules, con una barba que me moría por sentir entre mis piernas, ahí estaban, hablándome de quererlos a ambos.

No tuve más dudas, dejé el miedo atrás, -Sí, los quiero a ambos-

#ficción #romance #sexo

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La ruptura.

Tengo 31 años, y bueno, mi vida es fácil, y creo que plena, aún soy soltera, y no tengo hijos, y a veces siento la necesidad de casarme solo para poder escapar de lo que es vivir los dramas de una mujer que se niega a madurar, y que con el paso del tiempo ha dejado de ser mi madre para convertirse en mi hija adolescente.

Las cosas no siempre fueron de este modo, mi mamá antes era como todas las mamás de mis amigos no eran, ella nos cuidaba, nos alimentaba, nos mantenía limpiecitas, y nos ayudaba con las tareas, en ese tiempo mi padre y ella vivían juntos, eran una "pareja estable", y él tenía buenos ingresos, de hecho seguido salíamos de viaje a la playa, o a visitar a nuestra familia en provincia, toda mi infancia la viví de viajes cada fin de semana.

Pero, como todo en esta vida, eso se acabó, mi padre, (al fin, humano) tomó malas decisiones, el trabajo ya no fue bueno, los ingresos bajaron, viajes y comodidades quedaron atrás, eso no nos importó a mis hermanas y a mi, no nos hizo falta un techo. quizás fue duro tener que estirar el dinero lo mejor que se podía, para poder seguir asistiendo a la universidad y seguir comiendo, pero todo lo veíamos con optimismo.

Mi madre comenzó a trabajar, y no le fue fácil, pues, al final, no tenía experiencia, nunca había trabajado formalmente, pero eso no impidió que se abriera paso, (eso es algo que siempre voy a admirar en ella), claro, con esto ella comenzó a cambiar, quiso independencia, libertad, fiestas, amigos, esparcimiento, algo que no nos molestó a mis hermanas y a mi, pues, creíamos que lo merecía.

Eso fue lo que la llevó a tener un novio en un empleo suyo, hecho que terminó con su matrimonio, esa parte due la difícil, pues, ella se fue a vivir con su mamá, y en ese proceso me quitó a mi hermana menor, la más pequeña, que estaba estudiando en la secundaria, y mi hermana de preparatoria y yo nos quedamos con mi papá.

No fue fácil ese proceso, yo veía a mi mamá triste, estaba lejos de nosotros, y eso era algo que ella hubiera querido evitar, pues, estaba muy acostumbrada a hablar, reír, escuchar música con sus tres hijas. Pero fue aun peor tener que ver a mi padre deshecho, triste, tratando de poner cara alegre, o al menos calmada.

Después de un tiempo, volvimos a vivir con mi madre,  mi hermana, la más peque y yo, y durante ese tiempo también tuvimos que vivir con su pareja, (por la que mis padres se separaron), Ana (no es su nombre real) aprendimos a sobrellevar la situación, y nos acoplamos rápidamente con la pareja de mi madre, él era un buen tipo, pero no era mi padre, quería que lo tratara como tal, pero siempre me negué. Después de un año, esa relación no prosperó, José abandonó a mi madre por una mujer más jóven.

Hoy a 12 años de todo ese suceso, mis padres tienen una buena relación, nos reunimos seguido, y pasamos buenos momentos en familia.