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coccinelle-87 · 19 days

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Belos siempre se considero una persona sin interés en las mujeres desde que tiene memoria... Cuando logro conseguir el poder que quería todo cambio para él a tan solo un paso cerca de completar su plan. Todo iba de maravilla hasta que llego alguien.

Cuando te vio caminar por los pasillos sintió un interés de una manera intensa, tu cabello negro como la noche y tus ojos color lavanda le eran hipnóticos tu eras parte del aquelarre de ilusiones pero tu caminar coqueto y tu figura eran la tentación en persona.

— Buenos días emperador Belos — tus palabras eran como mantequilla que se resbalaban con facilidad en su mente, sonrió inconscientemente debajo de la máscara para seguir con su camino, su primer acercamiento lo marco todo.

Belos estaba en su habitación el silencio le ayudaba a hacer eco en sus movimientos suspiro cansado la semana a estado ocupada lo suficiente para lograr un estres se sentó para pensar unos momentos por su mente paso aquella bella mujer, tu, que en sus propias palabras era el interés que ninguna otra mujer logro despertar, sonrió al recordarte, al recordar tu belleza cautivadora, quería saber más de ti pero también tendria que tener sus límites las personas pueden ser la perdición de la misma. Debió seguir manteniendo esos límites.

Al día siguiente después de la jornada laboral . Todos en la mesa estaban reunidos y pudo notar tu presencia trago nervioso se sentó para dar inicio a la reunión la cual duro más de lo normal el no podia evitar mirarte estabas más concentrada en jugar con la bola de cristal de la mesa, tus manos, son hermosas en su opinión, junto tus delgados dedos... No pudo evitar pensar en que tan bonito sería sentirlos en su miembro y que tan experimentada eras. Se removió incómodo en su silla tener esos pensamientos no eran agradables así que trato de evitarlo.

Después de un tiempo, la reunión había concluido. Todos se retiraron. Cada quien llendo a sus asuntos. Excepto tu, estabas observando, un suspiro saliendo de tus labios rosas antes de levantarte de tu asiento y acercarse a el.

— Qué día tan estresante, no cree emperador? — Belos sonrió detrás de esa máscara. El dulce sonido de tu voz haciendo eco en su mente, tu aroma era peculiar, adictivo y eso le fascinaba. Oh, cómo te metías bajo su piel con solo unas pocas palabras... Y antes de que el pudiera responderte e invitarte a quedarte un solo rato más, te giraste dándole la espalda no sin antes darle una bonita sonrisa con tus bonitos labios y retirarte. Sin duda tu linda sonrisa se mantuvo en su mente y no solo unos minutos o momentos... No solo tus labios. Todo tu ser permaneciendo en su mente por mucho tiempo.

Desde entonces te veía pasar por los pasillos todos los días, su corazón latía y tenía la necesidad de escribir cuan bella eras, quiso aprender cada cosa de ti como reías , caminabas y tu forma de hablar. Dios, tu voz lo ponía mal el no podia creer que estaba interesado por una sucia bruja, aún no podía acercarse a ti se pregunto internamente que sería poco apropiado y que los demás lideres de aquelarres se llegaran a enterar lo haria peor pero después de todo lo dejo pasar. La noche tocó la isla todos descansaban era otro día terminado excepto para el no se podía permitir ¿dormír o si ?

Se acomodo en su cama para poder encontrar una posición cómoda quería distraerse de todo y también de ti cerró sus ojos azules oyendo el sonido de la noche los grillos cantando y el viento tocando las ventanas se permitió relajarse. Los sueños no eran muy hermosos para el pero está vez cambio todo tu estabas en bata en sus aposentos confundido se levantó al verte sentada en la esquina de la cama

—¿Que haces aquí?— Trato de hacerce el duro pero solo ganó una risa de tu parte.

— Oh, emperador ya despertó, me alegro...— Caminaste lentamente hasta el jugando con el nudo que cubría esa hermosa bata blanca de terciopelo que te cubría.

La mirada de Belos se abrió ligeramente, sorprendido habías dejado caer tu bata dejando ver todo tu cuerpo desnudo, no quería verte pero estaba tan absorto en la belleza de tu cuerpo, que no pudo desviar la mirada ademas tu insistes al acercarte a él y sonreírle tomando una de sus manos para pasarla en la fina raya de tu vientre, eres bella, sin duda alguna.

«vamos déjame besarte»

Cuando menos lo sintió lo besaste, tus labios con los suyos eran la gloria, tu propio aroma dulce como la miel inundó sus fosas nasales, dejándolo tonto, guiando su mano a tu núcleo con una sonrisa traviesa, estaba confundido pero no lo negó, tu piel lechosa era ese punto blanco en la oscuridad que el quería probar hacia mucho, demasiado tiempo que no tocaba una mujer, suspiro para acariciar tu rostro de manera tímida, su voz masculina sonado para preguntar:

—¿Puedo probarte? — Tu mirada inocente despertaba lujuria pero también miedo a ser rechazado después de observarlo unos segundos aceptaste. Te acostaste en la fina manta de seda

Abriste tus piernas para darle una vista espléndida de tu coño goteante y brilloso que estaba al aire, trago duro para hincarse y acercarse, tomo tus piernas para tener acceso más fácil paso su lengua por tus labios inferiores un suspiro salió de tu parte para abrazarlo con tus muslos su lengua entro directamente a tu núcleo sacando un chillido de tu parte no se dio por vencido acerco un dedo par frotar de arriba abajo contra tus labios inferiores estaba concentrado hasta que escucho tu petición.

— Por favor déjame sentarme — tu tono dulce provoco escalofríos en el accedió para levantarse ahora era su turno de acostarse, tu suave piel tocó su torso tus piernas se abrían paso para permitir darle la vista de tu núcleo como si fuera sus fantasías más oscuras te sentaste en su cara a belos le importo poco que el aire que no entrara tan fácil te tomo de las caderas para que te hundieras más en el, succionaba devorando todo tu jugo y mordiendo toda tu carne, tus labios estaban hinchados y el calor asfixiaba a belos con cada estímulo que te daba sentías que un nudo se apretaba cada vez más en tu vientre soltaste un gemido sonoro para mover tus caderas.

— Vamos tómalo todo — La autoridad en tu voz era musica para sus oídos sentir tu corazón latir y lo agitada que estás, era hermoso te frotaste más apretaste los dientes cuando tú clítoris se restregó contra su nariz a este punto estabas siendo sádica.

Belos se ahogo en su propia saliva al sentir tu orgasmo, tu gemido final fue tan escándaloso que el estaba seguro de que los escucharon afuera de sus aposentos te levantaste dándole libertad, belos era un desastre estaba sudado y tenía todo rastro de fluidos sonreiste para acomodar su cabello

— Que lindo ahora hazme sentir tu señora — susurraste en su oído para besar su mejilla belos cerró los ojos ante tal toque.

— follame —

Y cuando belos abrió los ojos se encontró con la luz del sol iluminando su habitación sentía la garganta seca y sobre todo tenía una erección a tal punto de que era dolorosa sintió vergüenza qué tan grande estaba su obsesión por una repugnante bruja que soñaba lo peor con ella se levantó para arreglarse esperando olvidar este evento desafortunado

Los aquelarres eran un dolor de cabeza para el, pero era su deber si quería venganza. Camino hasta llegar a la zona del patio el cantar de los pájaros y el clima era algo natural y común si no fuera por qué te vio que caminabas tranquila sin preocupaciones, tu cabello a la luz del sol se veía hermoso dando un tono azul, se pregunto así mismo si el se acerca con interés a ti tu responderás.

Oh, espera el sentir interés?

Decidió dejar de hurgar en sus pensamientos y camino hacia ti sus nervios lo engañaron de la peor manera y sentía que cada vez más estabas lejos. Cuando por fin se acercó a ti, hablo.

— ¿El d��a es cómodo? — Su tono de pregunta era casi nervioso

Te volteaste confundida pero solo sonreiste para decir un simple

— Si emperador, Belos.—

El silencio entre ambos lo daba a entender todo suspiraste antes de decidir hablar.

— ¿Cómo ha estado?—Te acercaste más. —Bueno si no es molestia preguntar, mi emperador.-

Lo último le provocó escalofríos a Belos el decirle " mi emperador" solo aumento sus nervios quería una parte de sus impulsos era querer tomarte y darte un beso pero los valores se interponian aún así solo se limito.

—Ha estado todo bien gracias por preguntar.—

Quién diría que esa pequeña interacción daría paso a eventos desafortunados. Otra noche más el final de un día para dar inicio a otro, Belos estaba sentado en su cama rígido mirando a la pared ya hace días que hablaste con el pero no pudo evitar grabarse todo lo que pasó en esa pequeña charla también se permitió ver la diferencia de altura, era muy notorio y su mente le jugo chueco cuando penso que el fácilmente te domaria incluso imagino que te penetraba pero eso era más intenso era sorprendente que solo habías hablado con el unas pocas veces y ya sentía que todo su mundo se desmoronaba.

Aun así se permite imaginarse unas cuantas cosas, se encontró más comodo en su cama cerro sus ojos para imaginar, quería estar en un rosal y oler cada una de las flores mientras caminaba te vio caminar entre ellos se maldijo internamente por imaginarte ahí era como un puberto que se prendía con la mínima cosas tuya. Imaginarte con un vestido morado de tela noble que se movía ante el movimiento de tus caderas tu toque elegante te hacía ver una diosa, las rosas a tu alrededor hacían juego con tu persona belos camino hacia ti estaba decidió a empezar algo que estaba en su mente le diste una sonrisa para estirar tu mano y cuando estabas apunto de hablar y tocar su rostro tocaron su puerta, Belos dejo de imaginarte para pararse a abrir la puerta se sorprendió al notar tu aroma detrás de la puerta. Acaso eras tú o era otro juego sucio de su mente se puso su máscara para poder abrir la puerta estabas frente a el tenías una bata blanca y una vela en tu mano pudo notar que venías muy comoda se pregunto que estabas haciendo aquí.

—Sucede algo?— El pregunto, mientras se cruzaba de brazos.

— Emperador Belos, disculpe la molestia pero... Le molestaría que pasará para hablar un momento? Es sobre los campamentos que se encuentran en la frontera magica.—Tu tono de voz era algo tímido pero sereno, un dulce sonido.

Belos pensó por un momento, tratando de concentrarse en tus palabras y no en el dulce sonido de estás que le hacía imaginarse como saldrían si estuvieras debajo de el soltando gemidos altos y alabanzas en su nombre y todo gracias a su miembro en tu co-. Ese pensamiento fue interrumpido por el sonido de tu voz llamándolo.

—Emperador Belos?— Belos fue sacado de ese pensamiento por tu voz llamándolo, este aclarandose la garganta y moviéndose de lado para permitirte el acceso a sus aposentos.-Seguro adelante.-

Oh que alegría que usa esa máscara que pudo ocultar su pequeño sonrojo y su mirada lujuriosa que estaba llena de deseo por ti, por tomarte, reclamarte como suya y solo de el.

Observando como caminabas y entrabas a sus aposentos acercándote a la cama y dejando la vela en su mesita de noche solo para dejar de cruzarse de brazos y cerrar la puerta detrás de el. Su mirada sin abandonar tu figura... Notando como esa noche justamente usabas esa hermosa bata blanca de terciopelo que se movía de manera elegante en cada movimiento de tus caderas y tu preciosa espalda. Lucias como un ángel... Y no como una bruja con esa vestimenta. Justo como lo soño una vez.

Cómo desearía ponerte en cuatro ahora mismo. Cómo se perdía en su mente solo por tu preciosa y tentativa presencia... Tanto que no se dio cuenta de que lo estabas llamando innumerables veces y lo mirabas fijamente.

—Emperador Belos? Belos? Mi emperador, se encuentra —Fuiste interrumpida por el, su voz masculina sonando baja y dura. —Si... Me encuentro bien...- El hablo con pesadez detrás de esa máscara. Tratando de mantener la calma, la compostura, porque se estaba perdiendo en sus deseos carnales de tomarte ahí mismo en sus aposentos. De sentir tu coño envolver su pene duro y necesitado por ti.

—En verdad?— Preguntaste alzando la ceja y cruzandote de brazos justo debajo de tu pecho. Haciéndolo resaltar más... Su mirada bajando solo para notar que tus pezones rozaban con la tela de la bata blanca. Maldita sea que no estabas ocupando nada debajo de esa ropa. Solo lo ponías más duro. Soltando un gruñido bajo, sintiendo su erección dura que dolía contra tus pantalones y rogaba con salir y liberarse en ti. Su silencio fue interrumpido de nuevo por tu voz, por supuesto que "no sabías" lo que le sucedía.

—Emperador Belos, he estado notando un comportamiento extraño en usted.— Hablaste en voz baja, tu tono de voz sonando preocupada. -Algo no está bien, ambos lo sabemos.-

Ese maldito tono de voz que decía "preocupación" e "inocencia". —Debe estar muy estresado por todo este asunto. Es usted un gran emperador— Decías con la voz baja mientras te acercabas a el. Belos sabía que algo no estaba bien, lo sabía y era que se sentía atraído a una maldita bruja.

Una bruja que pertenece a la raza que el detesta y desea quitar su magia por su hermano. Se siente como un imbecil. Un imbecil por desearte tanto. Cuando una bruja le arrebato a su hermano y su odio fue gracias a eso, ahora el es otro tonto que cayó en los encantos de una bruja, tu. Tu cuerpo tentador que camino solo unos pasos terminando por acortar con la distancia que separaba a ambos. Tu aroma más fuerte.

—Sabe... En verdad es usted un gran emperador, todo ese trabajo debe ser estresante para usted...—Murmuraste, tu voz sonando seductora mientras no apartabas la vista de su máscara donde podrían estar sus ojos mientras una de tus manos viajaba al cinturón de sus pantalones. Tu cuerpo, tu aroma, tu voz. Son suficientes para que su dureza lloriquee en sus pantalones una liberación.

—No cree que soy una tonta, verdad? Usted está tan necesitado... Pobre erección sin que alguien la toque —

Una risita saliendo de tus bonitos y regordetes labios que sueña con besar. Belos permaneciendo quieto en su lugar sin poder creer lo que estabas haciendo, tu mano jugando con su cinturón.

—Solo déjeme ayudarle con todo este estres, mi emperador — Fue lo último que salió de tus labios y esas palabras que salieron de tus labios fueron la gota que derramó el vaso de su paciencia. Ya no se contendrá más, te dara todo su ser y tú lo tomaras.

El permaneciendo en silencio, su calor aumentando y sudando ligeramente bajo la máscara que llevaba mientras observaba con lujuria y deseo como te arrodillabas enfrente a el como un buen adorador lo haria hacia su emperador. Ahora con ambas manos en su cinturón, tu mirada fija en la erección que rogaba ser liberada de esa ropa molesta y dolorosa. El sin si quiera detenerte, cuando bajabas sus pantalones...

Liberando su gran erección con su bonita cabeza de un color rosa pálido que liberaba poco presemen en la punta por toda su excitación. Tus bonitos labios acercándose a su longitud necesitada solo para depositar un pequeño beso en la punta que lo hizo estremecerse en su lugar, soltando un suspiro bajo.

Observando debajo de esa máscara como una de tus manos tomo su dureza que no era ni envuelta por la palma de tu mano, y como comenzabas a lamerle y chuparle la punta de su miembro necesitado con tus labios que eran una gloria. Tan perfectos al tacto, si, una gloria, como lo había soñado... Pero, el ya no se contendrá más, su erección dura ha estado asi por un tiempo y todo por tu culpa y tú tomaras su eje. Tomando tu cabello con una de sus manos y empujando con dureza tu cabeza más adelante. Su longitud apenas entrando en tu boca, mientras lágrimas salían de tus bonitos ojos color lavanda por su tamaño y tus manos agarrando con fuerza sus muslos por el choque de su punta en tu garganta.

—Esto lo has causado tu... Así que se una buena bruja y toma el miembro de tu emperador en tu boca— El hablo, su voz sonando áspera y baja, su mano comenzando a mover tu cabeza de atrás para adelante tomando tu cabello negro. Tu lengua lamiendo su longitud en tu boca, con lágrimas en los ojos que rodaban por tus rosadas mejillas.

—Se... Ugh... Se sienten tan bien tus labios en mi miembro... Ja... Tan suaves... S-Se siente tan bien como follar un coño —Jadeo.

El se sentía en el cielo, tus labios rodeando su longitud, su miembro siendo acariciado por tu lengua, junto al calor de esta y el húmedo. Suspiros saliendo de su boca, apenas audibles por el uso de su máscara y su duro miembro palpitando en tu boca... Por los cielos, que en serio estaba tomando tu boca en sus aposentos. Se sentía tan irreal. Deseando más y más, que continuarás, que tomaras más de su miembro, hasta que se corriera en tu preciosa boca que se sentía bien con su miembro apenas adentro. Hasta que te separaste con rudeza de su miembro y con tu respiración entrecortada, sacándolo de su éxtasis.

—Que... Que crees que haces...?— Pregunto, su agarre en tu cabello haciendose más fuerte. Queriendo que continuarás con tu trabajo.

—Quitate la máscara... Quiero escucharte bien.—Respondiste en voz baja, tu voz entrecortada. El dudo por un momento, pues el no se quitaba esa mascara jamas enfrente de alguien. Pero tu eras diferente. Al final de tu hibas a ser suya, lo supo en el momento en que comenzo a sentir interés por ti. Eras la indicada. El sabia que te tomaria en cuerpo y alma después de todo. Ademas la forma en que tu aliento choca contra su duro miembro lo vuelve loco! Solo quiere sentirte envolviendo su necesitado miembro! Su mano dejando de sujetar tu cabello negro, volviendo a caer desordenadamente sobre tus hombros mientras ambas palmas de sus manos hiban a su mascara solo para quitarla y aventarla en cualquier parte de la habitación.

Una risita escapandose de tus labios al ver lo obediente que era contigo para observar sus ojos azules y su rostro que solo has logrado ver tu y solamente tu, por el momento...

—Oh, que obediente es mi emperador conmigo...— Mi emperador, ahi va esa maldita palabra saliendo de nuevo tus bonitos labios que le agitaba el estomago, su miembro palpitando. Lo estabas poniendo mal. Y aun mas mal cuando dejabas de estar de rodillas de enfrente suyo para caminar hasta la cama dejando caer tu bata al suelo en el transcurso solo para mostrarle la suave piel desnuda de tu espalda y trasero, sentandote en la cama frente a el y abriendo tus piernas mostrandole todo tu encanto. Tu coño sin ningún tipo de tela en el que lo tapara, dandole una vista de lo humedecido que estaba.

—Vamos, no seas timido, hazme un oral... Si obedeces te premiare.—Tu tono sonando seductor y jugueton, burlon, pues solo veias como el emperador Belos se despojada de su demas ropa como tu lo hiciste con esa bata, solo para terminar observando como se arrodillaba ese mismo emperador enfrente tuyo tomando tus muslos con fuerza y enterrando su boca en tu bonito coño humedecido sin rechistar. Que divertido era para ti, lo estabas disfrutando, tenias al mismo emperador Belos haciendote un oral. Su lengua succionando tu clitoris y chupandolo, cual paleta, dejandolo para adentrar su lengua en tu coño, su lengua adentrando por tus gomosas y apretadas paredes. Su lengua adentrandose y saliendo de tu coño, mientras soltabas pequeños gemidos que eran la mejor melodia para sus oidos. El sonido de tus gemidos, el dulce de tu coño, tus muslos apretándose a su alrededor mientras atendía tu húmedo coño hacia que su miembro erecto palpitara al aire rogando por ser tocado y sentir aún más tu calor, y no el de tu boca, pues eras una adicción a la cual estaba tan desesperado por conseguir.

Lamiendo más la humedad de tu coño, tan absorto en eso, cuando sintió tus manos separándolo de tu coño solo para decirle en palabras entrecortadas que se acostara en la cama.

Simplemente Belos te deseaba, así que lo hizo sin rechistar ni decir ni una sola palabra. Ya estaba sumergido en el calor del momento.

Quedando acostado boca arriba su mirada sin abandonar tu cuerpo, observando como te colocabas encima de el, tus piernas abiertas sobre el, dejando ver el interior de tu coño. Solo para ver cómo tomabas con tu mano su necesitado miembro erecto, alineando su miembro en tu entrada solo para irlo introduciendo lentamente en tus gomosas y calidas paredes de tu coño húmedo, dándole una buena bienvenida...

Tu trasero chocando con sus muslos, un gemido alto saliendo de tus labios al sentir ese choque de pieles en el momento en que tú interior recibió toda la longitud del emperador Belos que solo jadeo al sentir como se sentía bien tu coño en su miembro. Joder, lo estabas apretando jodidamente bien, demasiado que te tomo de las caderas con ambas manos apretando demasiado fuerte su agarre, seguramente te dejaría marcas en las caderas por la mañana con la fuerza que sostiene tus caderas.

Era mejor de lo que pudo haber imaginado o soñado y más cuando comenzabas a subir y a bajar sobre su miembro erecto, observando como este salía y entraba en tu coño, comenzando a jadear. Lo estabas llevando al límite, tus paredes apretadas en su miembro y tus gemidos que sonaban mejor de lo que esperaba. Tu brincos haciéndose cada vez más fuertes y rapidos sobre su longitud que lo cubría una capa de tus fluidos.

Te tomo para quedar arriba de ti continuo con las embestidas que eran duras con cada una que daba tus pechos rebotaban simplemente estaba en el paraíso se estaba cumpliendo su más grande fantasía tu fragancia lo enloquecía lo hacía sentir un hombre tu núcleo lo acojia muy bien, hecho la cabeza hacia atrás para suspirar la fina capa de sudor solo exhibia el calor de ambos sonrió al sentir lo estirada que estabas alrededor de su circunferencia bajo la mirada para verte estabas arruinada tus ojos estaban llorosos por la estimulación

— quieres que pare ?— tomo tu mano para acariciarla

Tu apenas podías tener tu cordura intacta una sonrisa apareció en tu rostro para someterlo con tus piernas logrando que se profundizara en tu vagina la cual estaba resbalosa, gemiste fuerte cuando su dureza se enterró a más en ti, sus bolas chocaban con tus nalgas provocando el sonido más obsceno que escuchará en su vida

— emperador es demasiado — un escalofrío recorrió tu espalda al ver su sonrisa cruel en su rostro — .vamos puedes tomarlo todo

Subió una pierna en su hombro para profundizar aún más gimió para tomarte aún más los dedos de tu pie se doblaron al sentir tu orgasmo latente, gemidos altos, cansada, fácilmente era el mejor orgasmo que hubieras tenido sonreiste para pararte y darte la vuelta Belos ignoro eso para acostarse y suspirar fuel la mejor noche de su larga y dolorosa vida al tenerte para el solo , pobre de el .

Te pusiste tu bata mientras te retiraste lentamente con una sonrisa en rostro habías tenido éxito con tu plan todas las manipulaciónes que tuviste en el por semanas dieron frutos el frío de los pasillos y la palma de tus pies fría aumentaba tus sentidos suspiraste llegaste a tu destino para entrar el sitio era oscuridad pura te pusiste en alerta al ver esa sombra mírate fijamente

— Te encontré por fin — sonreiste para tomar la llave el colecciónista solo miraba curioso al tener visitas que no eran Belos

— ¿quien eres tú ?— el espejo era lo suficiente para verlo completamente Caminaste hasta le hiciste una señal de silencio para voltear a ver la puerta y cerrarla

A la mañana siguiente Belos se despertó de mal humor, no te encontró a su lado y no paraban de tocar su puerta desesperadamente se paró y vistió rápidamente para abrir la puerta

— cual son las urgencias con las que vienen a molestar — su tono era de amenaza

" Emperador Belos temo que a sido robado " el tono del guardia era tembloroso salió rápidamente aventando todo a su camino temia que aquel ser místico que lo costó bastante de su vida haya sido arrebatado y lo peor que la responsable hayas sido tu al llegar a su destino se sorprendió al ver qué no fue recibido con alegría como otros días el colecciónista fue robado suspiro para sentarse ahora su plan ya no era posible vio que el el sueño había un broche de libélula lo tomo entre sus manos para darce cuenta que ese símbolo era el que siempre traías tu

Frunció su seño al darse cuenta todo este tiempo estuvo conviviendo con el enemigo e incluso estuvo con el sea como sea el se había prometido encontrarte a ti y tu sucia rebelión de brujas

« Marceline Bligth »

Su bella Rosa 🌹

#the olw house #emperor belos #fanfic

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