Tumgik
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En el metro
Es como si ayer mi mente con mis dedos hubiesen estado conectados
y se me olvidó atarlos.
Sigo sin acostumbrarme al sentimiento de querer expresar todo a traves de las letras
y por eso mismo me encuentro aquí
en una situación agitada y muy distinta a ayer.
En sólo horas la Luna estará completamente llena,
detesto apurarme,
no pude alistarme bien,
quiero retroceder un poquito y arreglar eso,
poner la alarma antes.
Ayer.
Las pupilas se centraban en mis cenizas,
de todos los tamaños y colores,
pero
tú;
tú me miraste completamente diferente,
me miraste con los párpados pesados,
las cejas fruncidas,
una expresión de tristeza
como si me estuvieses pidiendo que haga algo,
que diga lo que falta para hacerte salir
de eso que te encierra,
te hace sentir triste.
Lo que falte para no sentir
esa sensación de vómito en el pecho,
de asma en el centro del
diafragma estigma que te hace cansarte,
cambiar tu mirada y abrirte hacia la verdad.
No supe qué hacer con tu rostro triste
y te dejé ir sin recibir bien lo que
me quisiste decir
con una simple mirada confusa
que hasta ahora no logro decifrar.
Y tú,
tan pequeño con polera roja,
pensando sólo en el disfrute de
una diversión que con un solo resbalón
terminó en dolor.
Pero no lloraste.
Te miré,
ví tu rostro, tu expresión,
al principio quisiste esconderlo con una risa,
un chiste, una situación divertida.
Te vi limpiar esa lágrima,
vi tus mejillas tornarse rojizas
y aún así no lloraste,
no lo dejaste salir, no quisiste.
No te dejaron.
Te reprimieron.
Te falta tanto y a tan temprana edad
ya te empequeñecen más
y te quitan unas de las emociones
que más libera,
una de las acciones que más hace sentir,
pero lo más probable es que
te dijeron que
no.
Y la querida Luna,
la brillante, la materna, la encantadora,
que me observa dirigir mis pasos
a todos lados de la ciudad
simulando que no noto su luz constante
sobre mi cabeza.
¿Recuerdas cuando dijimos que cuando nos fueramos la Luna estaría a la mitad?
desearía no habernos ido
Ahora estaríamos en aquel lindo barranco
que se nos olvidó,
que nunca exploramos bien,
al que llegamos el último día a conocer
y terminamos por extrañar a su compañía.
Ahora estaríamos en aquel lindo barranco
esperando que sea el momento
en que la Luna esté verdaderamente Llena
aunque la viésemos completa de hace 3 días.
Nos quedaríamos en silencio
y nos iríamos con la calma
en la yema de los dedos,
pero no estamos allá,
y no nos sentimos así.
¿Por qué siento como si una lacrimógena
me hubiese explotado dentro de la cabeza?
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Trébol en la cara,
paisajes fríos en la vereda rosada.
Ojos vacíos,
lunas intermitentes e interminables
llenas de
ti.
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Cuando no puedo dormir [1]
A veces la cama se me hace muy pequeña,
me quiero estirar y me encuentro con un final,
un tope que me impide descansar tranquilo.
Miro al techo modulando una canción que escucho constantemente sin querer,
pensando una y otra vez en ti,
me digo que esas lágrimas que rodan por mis mejillas hasta mis orejas son por la posición en la que me encuentro sin querer aceptar que estoy llorando por una canción que parece ser feliz pero tiene tanto sentimiento como lo que experimento al tocar tu mano o cuando te apoyas en mis rodillas.
Me gusta mucho cuando te apoyas en mis rodillas, sensación agradable, bonita, pasada a vainilla y a tactos gentiles que me regalas con tu mirada serena y pestañas largas que podría observar todo un día con canciones en acústico de fondo.
Deberíamos pensar en alguna otra forma de decirnos adiós y te quiero al mismo tiempo que no sean los abrazos porque cuando hace calor no es tan agradable como uno se lo imagina y me llega dar hasta pena cuando me encuentro en el momento de tener las ganas a mil pero la situación por el -1.
Podriamos besarnos
en la nariz, frente, mentón,
En las mejillas y hago una excepción por ti,
es que no me gusta dar besos en la mejilla,
pero por ti me empiezan a gustar
pero, de nuevo, solo cuando te los doy a ti
y tu me los das a mi.
Un beso chiquitito en la mandíbula,
en la punta de la oreja,
en el hombro,
en plena cabeza entre tus rulos con las puntas color arena rodeadas de un canela
acolchado y cómodo que me encanta sentir rozando mi cuello cuando te apoyas en uno de mis hombros y yo me apoyo de vuelta porque siento que es un abrazo indirecto, un afecto apacible que me hace cerrar los ojos y sentir las olas de tus rizos cuando pasan brisas pasajeras moviendo las raíces de tus nubes mientras besan mi mejilla, le hacen cariño por el momento que duran mis poemas y me avergüenzo de leerte los 20 o 30 que te escribí sin querer pensando en lo tanto que te quiero y todo lo que me gusta de ti.
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23.30/ Sat 24 January
Trado de planear mi futuro
sin hacerlo,
como una ironía,
algo muy simple, tal vez muy ideal,
que sé que hay una gran probabilidad
que no se llegue a cumplir
porque de esta noche a la siguiente,
si mis pápados se cierran
hundiéndome en un sueño
oscuro y lúgubre
con ustedes en él;
si me aparecen todos de nuevo
y al final tú sobre mi cabeza
otra vez;
si me desvanezco tanto
que no escuche a mi mamá
gritando mientras me agita desesperadamente;
si aún estando dentro del sueño
mis ojos por fuera estén
enormes,
abiertos
y sin color
otra vez;
no se si pase a lograr
todo eso que sigo planeando
con risas y desespero.
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Para; Jaba [pt.3]
January, 19th /Sunday/
Los planes se voltearon,
se desordenaron.
Nos levantaron
y nos empujaton.
Terminamos decidiendo
todo a último momento,
de cabeza,
encontrándonos
sorpresa tras sorpresa.
Un día agradable,
nublado, tibio,
con pequeñas lágrimas
cayendo desde la nube
rosada, blanquecina,
hacia el suelo
sucio, grisáceo.
Calles vacías,
silenciosas,
música de fondo en sólo un audífono.
Hoy no nos tomamos las manos de verdad,
pero se sintió como si
nunca nos hubiesemos soltado
desde la última vez que nos juntamos.
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Para; Jaba [pt. 2]
Juguemos en la micro;
soltémonos las manos,
separemos las piernas,
brazos como sorfeando en la nada
mientras nos reímos,
hasta que frena de golpe
nos agarramos del otro,
te empujo sin querer,
te tropiezas con tus pies
y caes bajo los asientos,
riéndote
con todo el pelo en la cara
aún agarrada de mis brazos,
aún agarrado de tus manos,
riéndonos.
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Para; Jaba [pt. 1]
Me gusta caminar
por esta calle,
Feria de Nadie
llena de
pestañeos rasposos,
gritos gentiles,
leve olor a lacrimógena,
gente bonita
y helado de medio a dos lucas.
Realmente
no tengo idea si es
un kilo o un litro
de helado.
Realmente
no me importa
si es
0.5 o 1g
porque no me vuelo con nada.
Quiero puro sacarme
este sabor asqueroso del tabaco
que se me impregnó en la lengua,
porque eso es lo otro que me pasa:
sea el tabaco
de durazno, caramelo o chocolate,
nunca le siento otro sabor
que no sea el natural
y aún así me ofrecen y acepto,
me digo
¿por qué no?
y me fumo uno solo,
dos,
tres,
a veces hasta cuatro sin querer,
pero no me gusta.
Sabor culiao horrible del tabaco.
.
.
Tu
Mano tibia,
dedos frios
brazo de hielo
dedos entrelazados
como serpientes sedientas
al sueño
en un día anaranjado,
caluroso,
a tu lado otra vez.
Me gusta tomarte de la mano,
se siente bonito
y es chistoso cuando nos soltamos,
nos limpiamos el sudor
y las volvemos a juntar.
Hagámoslo de nuevo;
soltémonos,
pasémonos la mano por la guata,
hagamos un círculo con la muñeca,
tronémos los dedos
volvamos a juntar
nuestras huellas dactilares,
hagamos un nuevo nudo
con la mirada hacia el frente
analizando balcones y departamentos bonitos,
que salgan las arcadas
cuando pasen los pacos
y te aviso para que te tapes los oídos
y así gritar Paco Culiao
por tercera vez.
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Finalmente decidí, después de revisar esta cuenta llena de weas, que mejor subo mis sosiegos aquí y comparto Reddie y otras cosas en el otro.
Eso, bienvenidos
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Podríamos hablar de cualquier otro tema banal, pero en ésta ocasión hablaremos del amor, de ese mismo que nos une, y del mismo que un día también nos podría separar, pero ojalá que no, ojalá que tú no te enamores de otra y a mí nunca se me acaben las ganas de que seas tú quien me arrope las tormentas, que me abrace los Inviernos y se agache a recoger hoja por hoja mis Otoños. Hablemos de lo monótonos que son los Lunes y de lo bonitos que son cuando cambias esa monotonía por sonrisas improvisadas en mi cara, hablemos de lo lenta que transcurre la semana hasta llegar al Viernes y de lo que me encanta que pase tan despacio para poder disfrutarte más, hablemos del fin de semana que tan rápido se esfuma y de lo poco que me importa que pase tan rápido porque en el nuevo comienzo de semana seguirás estando aquí conmigo. ¿Y por qué no? Hablemos también de los defectos que tienes a los que presto tan poca atención y de las virtudes mías que tanto te empeñas en destacar porque sabes de sobra que yo no me las creo tanto. ¿Y qué hay de las contradicciones que no interfieren para nada en nuestra relación? ¿De que a ti te guste más el café y a mí el té? ¿O de que a ti te guste más ver una película en la que todo son disparos y muertes y yo me incline más por lo romántico? ¿Y lo bonitas que son las cesiones? ¿Hablamos de eso también? De que cuando yo estoy en el apogeo de mi orgullo seas tú el que cede, y que sea al revés cuando ocurre lo mismo contigo. Hablemos de lo dispares que somos, de que sintamos distinto encontrándonos en la misma situación, de que los días impares nos toquen a pares diferentes situaciones o viceversa. Hablemos de las matemáticas del amor, de que todo se quede en teorías y a la hora de ponerlo en práctica se nos atraganten los procesos para obtener la solución. Hablemos de filosofía amoral o del amor a la filosofía. Hablemos de la historia de nuestros antepasados y de la que estamos construyendo nosotros en el presente para no quedarnos en un futuro separados. Hablemos de cualquier asignatura, no importa si no tengo ni idea del asunto, yo te escucho y seguro que tendré algo que añadir, porque ya sabes que me gusta tener siempre la última palabra. Hablemos de la pasión, de lo importante que es tenerla en tu trabajo pero sobre todo en la relación. Hablemos de las ganas que me tienes y de las que te tengo a pesar de tenernos y disfrutarnos todos los días. Hablemos de lo que alguna vez perdimos, de cómo nos arreglamos y cómo intentamos juntar nuestras piezas y vacíos. De cómo encajan nuestras manos y que de a dos pareciera que podemos levantar cien toneladas. Sí, hablemos de tus manos y las mías, de que las tuyas me calientan cuando las mías se enfrían. De lo bello que puede ser el frío cuando me hace buscarte, de lo perfecto que parece calzar todo cuando logro encontrarte. Y hablemos de encontrarnos, del día en que nos conocimos, del azar que barajó las estrellas que miramos y cruzó nuestros caminos. De cómo me asustan un poco los comienzos pero que antes de darme cuenta ya había dado mis primeros cien pasos hacia donde estabas. Hablemos de perdernos y del miedo, de la confianza que siento si tus ojos me guían. Hablemos de que cuando eso viene a mi mente quiero abrazarte, de que en ese momento todo se esfuma y pienso en besarte. Hablemos de ir a Marte, de la belleza de Venus, del cinturón de Orión, y si quieres de la explosión de las supernovas. Hablemos de lo que quieras, pero por favor, no nos quedemos en silencio, porque por más que no quiera admitirlo ambos sabemos que el silencio es una alusión de que todo acabó. —Poeta en decadencia. —Emi Cobal.
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Hot day along the river.
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Y la mataron, cuando un día se despertó con gusto, y decidió salir a correr, sin pensar que después correría por salvar su vida y huir.   Y la mataron, cuando de camino a casa, ya no pensaba en que se iba a poner la siguiente mañana, sino en como se iba a librar de aquel hijo de puta que venía detrás de ella.   Y la mataron, cuando corría por ser libre, y minutos antes había marcado a madre, para contarle sobre su nuevo trabajo, y que, después de haber estudiado tanto era profesora, y le gustaba enseñar.   Y la mataron, cuando después de colgar la llamada, le había dicho entre susurros a madre: “Te quiero”   Y la mataron, siendo guapa, y teniendo unos ojos que clamaban libertad, pero que no pedían a gritos estar muertos.   Y la mataron, sabiendo que era de las mujeres que sumaban y no de las que restaban.   De las que eran artista, y creaban arte con su sola presencia.
De las que leían libros, y creaban historias llenas de magia y poesía.
De las que amaban la fotografía. y capturaban momentos que jamás iban a ser olvidados.
De las que cantaban, y transmitían paz, con solo escuchar su voz.   De las que no robaban, y no lastimaban.   De las que enorgullecían a la familia, y eran inspiración. Pero…   Aún sabiendo eso, la hicieron comer polvo, hasta dejarla muerta, y después violarla y penetrarla.   Y… la mataron, sin pensar que ella en un futuro quería tener hijos, y ser recordada por todos los triunfos que logró, y no porque un hijo de puta, la mató.
  — Manuel Ignacio.
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Tornado
Sometimes when i’m alone, I listen calm music without earphones and try to cry, but usually i can’t so i just sit there, in my bed, and think
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¿Qué estulticias acabo de decir?
A través de las noches estrelladas se nota
cuando comienza mi ansiedad
y mis ganas de hacer más,
¿Por qué no comienzas a ser alguien?
me repite la maldad.
Uso un gorro durante mi insomnio,
para proteger mis pensamientos
de esos que provocan mis lamentos
y mis razones de desaparecer.
Basura expele mi presencia,
displicencia repite mi ausencia;
vaya que apabullante sentimiento 
el saber que no tengo arreglo alguno.
A través de las noches estrelladas se nota
la inercia ante mis ojos,
la falta de perseverancia
que me estimula ver
a todos esos falsos humanos allí afuera.
Me siento roto.
El caos aumenta
y el desastre empeora.
Tal vez por eso necesito que me acepten
y que alguien me reciba en sus brazos.
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That day i was dead.
Me devoraba la delicadeza, me devora el dolor, me devorará la falta de valor.
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