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Estoy cansada

¿Qué tan normal es soñar con que tu pololo te engañe? Creo que jamás había soñado tan seguido tal cosa, esta vez en el sueño, lo pillé escuchando una playlist de alguien más, y al ver sus historias de ig, él había subido una indirecta grabandose así mismo con una canción que decía básicamente que estaba mejor sin x persona. "x" persona, porque no sé si se refería a mí o a su ex quien yo creí también que podría ser tal indirecta. Puedo destacar que su cara se veía deforme, como si no fuera él -pero era él- y que usaba mi polera y que el user de la creadora de la playlist que estaba escuchando tenía un user muy raro en ig y que era media rubia o de pelo castaño claro y con ondas o enchochado.

No pude dormir bien en toda la noche, desperté 4 veces con el mismo pensamiento de que me engaña y fuera de que si es mentira o no, mi pregunta sería, por qué, con qué razón. Y no sé, entiendo que quizás la desconfianza que siento hacia él y que se la he mencionado y el porqué (que no tiene nada que ver con algo que haya hecho sino por algo que yo pienso) haga que se aleje, y es entendible, pues es extraño estar en una relación donde no confíen en ti.

No lo negaré, he pensado en terminarle, pero no porque no lo ame ni nada de eso, incluso me da miedo que crea que no me interesa la relación y él, cuando en realidad nuestra relación y él son parte de mi prioridad, lo amo demasiado y ha sido muy paciente y bueno conmigo y por eso, no es que no lo ame, sino que creo que él está viendo y viviendo mis problemas de muy cerca y no quiero que eso le llegue a perjudicar, no quiero lastimarlo con mis cosas.

Tener este pensamiento frecuente de que me engaña me hace tomar distancia de la pura desconfianza, pero en caso de que de verdad me engañara, no puedo controlarlo, si lo quiere hacer lo hará como sea y donde sea, mi pregunta sería entonces; -aún- por qué.

Estoy muy cansada de esto, no es la primera vez que desconfío de esta manera en mis intereses amorosos, siempre llega este punto donde comienzo a desconfiar cuando todo va muy bien, y es que no me creo que todo sea tan perfecto.

Me desconozco, en algún momento del día le reviso sus seguidores y seguidos de ig, y eso me da asco, pero lo sigo haciendo, termino comparándome con cada una de ellas, he tenido una dismorfia de mierda y he dejado de comer como antes. De solo pensar en la mierda que estoy haciendo me dan ganas de vomitar, de verdad.

Creo que él tiene más razones para terminar conmigo. Pero se queda, se queda porque de verdad quiere arreglar las cosas, a veces no lo entiendo, como soporta tanta mierda, si de verdad me ama, nos ve juntos en 5 años más y no hemos cumplido aún los 7 meses.

Y en el fondo, me encanta que nos vea juntos en 5 años, de verdad creo que es el amor de mi vida. Y sí, temo por eso también. Quizás me hace falta ser más vulnerable y confiar más. Es dificil cuando en el pasdo te han fallado de maneras terribles. Mi pololo frente a mis dudas de si le gusta o habla con alguien más, siempre responde que no, que no quiere conocer a alguien más, que no habla con alguien más, y que no le interesa. Pero me cuesta creerle incluso después de que me lo repitiera más de 3 veces. Tengo un pensamiento de que si le creo y confío, saldré dañada nuevamente. Pero pido perdón por no creerle a veces. A pesar de todo lo amo demasiado.

#pololo #desconfianza #miedo #inseguridades

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extraño cuando escribías sobre mi en tu twitter

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¿Retorno?

He comenzado a pensar en lo enferma que estuve y que estoy respecto a los TCA, no me puedo creer que vivía con 200 kcal al día por semanas, pero tampoco me puedo creer que ahora no sea capaz de hacerlo teniendo mejor fuerza de voluntad que a mis 13 años. Por un lado, extraño esos días extraños que eran un infierno, levantarme temprano todos los días de verano para salir a trotar y a veces por lo ansiosa no dormir por esperar a salir. Esos sueños interrumpidos donde despertaba en la madrugada por hambre y por soñar que comía helado. Esos días que no salía de la pieza solo para no ver lo que mi abuela preparaba para comer. Esos días donde me fatigaba haciendo ejercicio, esos días donde lloraba toda la noche por subir un kilo, esos días que trataba de cubrir mis lesiones con muñequeras, esos días donde los blogs “pro-ana” tenían su propias canciones que hasta hoy me dan vueltas en la cabeza, esos días donde recibía comentarios de mi cuerpo, donde mi profesora alguna vez se preocupó porque bajé 15 kilos en tres semanas y mi uniforme apenas podía mantenerse en mi cuerpo, extraño esos días, extraño masticar chicle por horas y horas hasta sentir que mi mandíbula se movía sola, tomar 3 litros de agua diarios, vomitar después de un atracón. Extrañamente y lamentablemente extraño esos días. No sé si ser estudiante de psicología me haga ser más consciente de lo que pienso, pero sé que si bien es una posibilidad, no lo llena por completo, sigo siendo una neurótica obsesiva. Últimamente, mirarme al espejo, se ha vuelto un calvario, y las ganas de volver a todo ese infierno aumentan demasiado, pero no sé incluso como empezar sin ser obvia, o quizás no me importa ser obvia, quizás solo tema de mí. No lo sé.