Tumgik
#perla scarborough
19982510 · 25 days
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"I could be a good mother and I wanna be your wife."
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guerrerodelamuerte · 5 years
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¿Cuáles son algunas de las muertes más dolorosas y/o crueles en toda la historia?
Sin duda, Carlos II de Inglaterra merece una mención entre los que sufrieron "muertes doloras y crueles". Médicos contemporáneos coinciden en que probablemente la causa de su muerte fue debida a una insuficiencia renal inevitable, pero lo que hizo que su muerte fuera brutal fue el rebaño de médicos bien intencionados que intentó salvar su vida, utilizando el conocimiento (creencias infundadas, y supersticiones) del siglo XVII.
Incluyo a continuación mi traducción de un artículo encontrado:
Uno de los casos más notorios en la historia del empleo de las sangrías es el tratamiento dado a Carlos II de Inglaterra en el siglo XVII. Debido a que el rey tenía no menos de catorce médicos reales, todos ellos bajo una gran presión para salvar su vida, tuvo que soportar sufrimientos increíbles en el nombre de la medicina hasta que finalmente expiró.
La prueba comenzó a las ocho de la mañana del 2 de febrero de 1685. Carlos estaba a punto de recibir su afeitado diario cuando repentinamente lanzó un grito de dolor y cayó en un paroxismo de convulsiones (probablemente como consecuencia de un derrame cerebral) . Un médico con el nombre de Edmund King, que se encontraba en el palacio de Whitehall, fue convocado y aplicó "tratamiento de emergencia", es decir, extrajo dieciséis onzas de sangre (¡473 cm3!) de una vena del brazo izquierdo del rey. Mientras esto ocurría, mensajeros partieron al galope en busca del principal médico del rey, Sir Charles Scarburgh.
"Acudí rápidamente a ayudar al rey", escribió Scarburgh en su diario, en el que detallaba el tratamiento aplicado al rey Carlos. Después de consultar con seis colegas, Scarburgh concluyó que el rey no había mejorado porque el primer médico no había extraído suficiente sangre.
Por lo tanto Scarburgh extrajo ocho onzas adicionales (¡237cm3!) por un método utilizando ventosas, en el que se hicieron tres incisiones en el hombro del rey y sobre ellas se colocaron tres cilindros en forma de vasos de vino flameados para expulsar el aire y que se utilizaron como dispositivos de succión para extraer la sangre.
Desafortunadamente para el rey, éste se agitó, y este "signo auspicioso" fue interpretado como que se beneficiaría con la extracción de más fluidos de su cuerpo. Esto mismo hizo Scarburgh con un "Emetic volumous" que indujo el vómito; constituído por tartrato de potasio y antimonio (también usado como corrosivo cáustico para teñir de manera permanente).
Una vez más su majestad real se agitó, y esta vez se le dio un enema para extraer aún más malos humores.
Los médicos comenzaron a impacientarse con la falta de progreso del rey; estaba inconsciente. Carlos fue dado vuelta y le administraron otro enema, solamente dos horas después del primero; luego se lo volvió y le hicieron tragar a la fuerza un purgante oral. Como todavía no se reacciona, los médicos le afeitaron la cabeza y le aplicaron cataplasmas con alcanfor y mostaza.
Las cataplasmas tenían Cantharis - mosca española, un conocido afrodisíaco - que se absorbe fácilmente por la piel e irrita el tracto urinario, estimulando la micción frecuente y la pérdida de más humores.
El paciente, que hasta el momento no había sentido dolor, recuperó espontáneamente la conciencia. Los médicos estaban extáticos. ¡Su tratamiento había funcionado! Seguramente el rey se beneficiaría con más tratamiento de ese tipo. Este fue el razonamiento de Scarburgh cuando administró otro emético para "abrir" el humor amarillo (bilis), y luego sopló un polvo de Veratrum album, del rizoma venenoso del lirio de eléboro blanco, en las narices del rey para iniciar paroxismos de estornudos - y , por supuesto, extraer el humor flemático (blanco) o el moco.
Uno podría pensar que a esta altura el rey ya carecía de humores, pero antes de que se le permitiera ir a dormir esa noche, se le dió un masivo purgante, a fin de "mantener los intestinos abiertos durante la noche." Lo cual seguramente no le habría dado mucho descanso.
Toda la terapia se administró en un período de doce horas. Carlos estaba deshidratado.
A la mañana siguiente, martes, Carlos no sólo estaba vivo, sino que estaba realmente consciente, aunque profundamente débil. "La bendición de Dios aprueba la aplicación de remedios adecuados y razonables", razonó Scarborough, quien regresó ese día acompañado por once médicos consultores.
Después de examinar a Carlos, decidieron que sería beneficioso un nuevo sangrado, así que abrieron ambas venas yugulares en su cuello extrayendo diez onzas (¡296 cm3!) de "malos humores". Luego, para evitar otro ataque, le dieron un brebaje dulce de "cerezo negro, peonía, lavanda, perlas trituradas, y azúcar blanco", que él debe haber apreciado.
Pero el miércoles el rey sufrió más ataques. Se le sangró, y luego le dieron un preparado hecho a partir del cráneo pulverizado de un "hombre inocente" que había encontrado una muerte violenta. El tratamiento se asemejaba a la homeopatía en que "cuarenta gotas de extracto de cráneo humano se administraron para convulsiones," como escribió Scarburgh, intentando así curar un síntoma con un sustancia que lo provocaba. Carlos tuvo una agradable noche de sueño, sin convulsiones.
El jueves, agotado, deshidratado, y dolorido, el rey se fue sangrado, purgado, se lo volcó sobre su estómago para otro enema, y a continuación, se le dió la corteza milagrosa de los jesuitas. Ésta era una preparación muy aclamada en esos tiempos, preparada con quinina, difundida en la década de 1630 fue la Sociedad de Jesús, o jesuitas.
Con sacerdotes en todo el mundo, los jesuitas fueron llamados a tratar las epidemias de la malaria, y habían descubierto que la quinina reducía la fiebre de la malaria, un remedio que alentó a la profesión médica a convertirlo en un tratamiento de rutina. Su asociación con una orden religiosa le confirió un aura de milagro, pero era inapropiada para la condición de Carlos, y la toxicidad de quinina empeoró el estado del rey. La totalidad de los médicos reales estaban desconcertados.
El viernes Scarburgh escribió: "¡Ay !, después de una noche desastrosa, la fuerza de Su Serena Majestad estaba agotada hasta tal punto que toda la asamblea de médicos perdió toda esperanza y se desanimó".
Pero no estaban derrotados; no podían dejar que el rey muriera. A Carlos se le sangraba aún cuando casi no tenía sangre y, si eso no era suficiente para medir la desesperación de los médicos, se le dio un "antídoto que contenía extractos de todas las hierbas y animales del reino". Los remedios conocidos se agotaron. Como Carlos, que no podía sostener la cabeza o tragarse otro brebaje, de modo que uno estaba, como Scarburgh escribió, "obligado a hacerlo bajar por la garganta del rey".
El rey se quedó sin aliento. Nuevamente fue sangrado. A las ocho y media del sábado por la mañana su habla era vacilante y entrecortada. A las diez estaba misericordiosamente comatoso. Al mediodía finalmente murió, un testimonio de la resistencia del cuerpo humano.
Roberto Aiassa
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19982510 · 27 days
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"It's not like the first of spring- a never ending plane, where you'll all go on the wing."
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19982510 · 16 days
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"I just wanna be a part of your family"
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19982510 · 7 days
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"She tied you to a kitchen chair, she broke your throne, she cut your hair."
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19982510 · 12 days
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"you are the wind, the flood, and the flame."
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