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conyphotography · 2 years
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Gaviotin Sudamericano
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birdingtropicstv · 1 year
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El MISTERIO del " Salvador Dali" de las aves Gaviotin monja Birdingtropi...
En este episodio de Birdingtropics TV, vamos en busca del "Salvador Dalí" de las aves, el Gaviotin monja (Lariosterna inca). Esta golondrina de mar se encuentra en Chile, Perú, Ecuador, y ha vagado tan al norte como América Central y tan al sur como Hawái. El Gaviotin está casi amenazado, y exploramos lo que puede ser responsable de su dramático cambio de distribución geográfica. ¡Mira para ver si podemos encontrar al  Gaviotin y salvarlo de la extinción!  💎  💎  💎  💎  💎  💎 El Gaviotin monja (Larosterna inca)... 💥 fotos increíbles 📸 @timflachphotography @stevesanchezphoto @jorgevalenzuelae @cams.moreno 💥 videos increíbles 📹 @batzellapaola ... tomadas en Chile 🇨🇱, Perú...  Foto en miniatura @timflachphotography  💎  💎  💎  💎  💎  💎 📹📸Todos los créditos pertenecen al propietario legítimo... el único propósito es educar y compartir este increíble trabajo con otros... ¡Síguelos para que puedas aprender más sobre su increíble trabajo!... ¡Feliz observación de aves, queridos amigos! 💎  💎  💎  💎  💎  💎  💎 📸📹🌟Etiqueta a @birdingtropicstv o #birdingtropicstvbirdfacts para aparecer en nuestro canal. ¡Feliz observación de aves, queridos amigos!🌟 💎  💎  💎  💎  💎  💎  💎 #birdingtropics #birdingtropicstv #birdingtropicsbirdingfacts #birdingtropicsbirdfacts #birdingmariqui #birdwatchingmariqui #happybirding #felizbirding 💎  💎  💎  💎  💎  💎  💎 #birdingdaily #birdsonearth #birdingphotography #birdsofinstagram #birdsofinstagram #birdphotography #pajarear #pajareando #pajaretes #aves #observaciondeaves #observaraves #avesdelmundo #birdwatching_wildlife #birdwatchingtours #birdwatchingmagazine #birding_is_passion #birdwatching_is_passion #birdsoftheworld #birds_captures #birds_adored #incatern #birdsofchile  #gaviotines #animalescasiamenazados
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birdingcaqueta-blog · 5 years
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Gaviotín Piquirrojo/ Caspian Tern (Hydroprogne caspia) 📸 Note: Boreal visitor, regular on the Caribbean Coast. #birding #birdsofsea #birdsoftheworld #birdscolombia #birdingcolombia #gaviotin #gaviota #hydroprognecaspia #hydroprogne #thebestbirds #birdingphotography (en Colombia) https://www.instagram.com/p/Bx8c6JJg3eB/?igshid=1lphxwldipbi
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rodsmart · 7 years
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#flashback #Gaviotines del #bordecostero de #antofagasta #sinfiltro #nofilter #seagull coast #chile #walkingshooting #nikon #ByRodsmart
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sendath · 5 years
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Travesía en la Reserva de la Biosfera: Corredor Biológico “Nevados de Chillán – Laguna del Laja”
Por Francisco Jara 
El Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja fue declarado por la UNESCO el 2011 como una Reserva de la Biosfera, desde entonces este destino a generado cada vez más conciencia de la importancia de los ecosistemas que ahí encontramos. El huemul es el gran estandarte de esta unidad de conservación, debido a que en esta sobrevive la última población del centro de Chile, donde estimaciones hablan de no mas de 100 unidades disgregadas a lo largo de esta Reserva que abarca desde la comuna de San Fabián de Alico hasta Antuco.
La idea de hacer esta travesía parte el 2013 cuando cursaba Administración en Ecoturismo, en ese tiempo tuvimos una expedición por la Reserva Nacional Ñuble donde recorrimos gran parte de esta: Coihueria, Las Termas de los Peucos, Valle Hermoso, Cuatro Juntas inclusive llegando a Laguna Bejar en la frontera con Argentina. En ese momento quedé enamorado de esta reserva y sus maravillosos ecosistemas: bosques, llanos, vegas, lagunas, ríos, cerros, esta reserva lo tenía todo.
LA RUTA
A partir de aquella exploración, la idea de hacer esta travesía se volvió mi obsesión. De todas las rutas posibles había una particularmente atractiva (basada en la ruta Greater Patagonian Trail, propuesta por el senderista Jan Dudek), la que pasaba por la Puntilla Chillán de la Laguna del Laja y se montaba por el Cordón Polcura al sur de la Laguna el Roble. Le conté esta idea a mi amiga, Administradora en Ecoturismo también, Nicole Benavente, se motivó a acompañarme y quizo hacer un levantamiento de la ruta para agregarla a su Proyecto de Tesis. Iríamos solos, tras huellas de arrieros, senderos equipados por CONAF y por el camino utilizado para construir el gasoducto en medio del hábitat de huemules, pumas, cipreses de la cordillera y otras tantas especies.
Pasaron varios meses hasta que decidimos que ya era momento; los niveros habían retrocedido, el río Polcura tenía menos nivel de agua y el tiempo era más estable. En Febrero de 2015 sería el primer intento.
El INTENTO
Ya estábamos caminando hacia Valle Hermoso por el Sendero “Paso de Atacalco”, habíamos hecho dedo desde el Fundo los Cipreses en Atacalco hasta el sector el Trumao, donde nos registramos en CONAF y empezamos a subir. Partimos a medio día, ya que el hacer dedo demoró nuestra salida. Sin duda la peor hora para hacerlo: los tábanos, el calor y tener que subir un sendero de 4 kilómetros de subida con todo el peso en la espalda. Al final del día llegamos a Valle Hermoso donde esta el puesto de CONAF, un tanto “reventados” pero felices y con todas la motivación de estar empezando esta travesía.
Al otro día, despertamos temprano y seguimos avanzando por lo largo del “Llano” pasando por el sorprendente Salto del Blanquillo, recorriendo por el hábitat del huemul en el camino del gasoducto una recta eterna de 6 kilómetros. Luego llegamos al sector de La Polcura, donde hace más de 50 años vivían los Polcuranos en el corazón de esta reserva, quienes soportaban aislados el crudo invierno gracias a sus animales, chozas y sus mantas de castilla, aún hoy algunos sobreviven, ya exiliados de su tierra originaria en sectores como los Lleuques-Recinto o la Invernada. Capeamos el calor en este lugar, lleno de manzanos y uno que otra ruina de las chozas de alguna familia Polcurana. Seguimos por las Mariposas siempre con el rio Polcura de nuestra izquierda y viendo los vestigios de incendios naturales pasados, como el del Valle las Águilas. Llegamos hasta el inicio del sendero Ratoncillos donde decidimos acampar. Lo desconocido empezaba ahora.
Continuamos con un día nublado, ideal para el calor, nos movimos por el sendero los Ratoncillos de algo así como 5 kilómetros por bosques de Lenga, Coihue y Roble, hasta llegar a un gran coironal que acompañaba uno de los afluentes del la Laguna del Laja. Luego de llegar a la Puntilla Chillán seguimos hacia el noroeste en dirección a la Laguna del Roble. Al llegar a dicha laguna quedamos sorprendidos de la hermosura de esta y decidimos acampar cerca de esta para así bañarnos al otro día. Mañana el objetivo era encontrar la huella de los arrieros para montarnos al Cordón Polcura.
EL REBOTE
Despertamos en la mañana gracias a unos cururos que asomaban su cabeza por fuera de su madriguera metiendo ruido a solo centímetros de nuestra carpa. Desayunamos viéndolos como si
estuviéramos en un documental de naturaleza. Luego quedamos maravillados por la hermosa Laguna el Roble, que estaba como una taza de agua. Nos bañamos y la recorremos, en ese punto estábamos a 3 días de cualquier población o probablemente ser humano.
Desarmamos campamento y tomamos rumbo a donde se suponía veríamos las huellas dejadas por los arrieros que en diciembre subían por el lado de Antuco, pero seguimos unas huellas que iban al fondo del valle y nos perdimos entre bosques achaparrados de lengas y ñirres, ofuscados luego de más de 1 hora de buscar el camino, decidimos volver por donde vinimos, frustrados por tener que devolvernos 3 días caminando por el mismo largo tramo pasado, estuvimos en silencio hasta llegar nuevamente a la parte norte de Laguna del Laja. Ya en la Puntilla, nos pillamos con un grupo de personas que estaban haciendo pesca con mosca, había llegado hasta la Puntilla desde donde está el Centro de Esquí Antuco vía zodiac. Le preguntamos si podía llevarnos y nos dijo que no había problema pero ellos se quedaban hasta el domingo. Justo en ese momento vimos una barcaza pasar a lo lejos por la orilla contraria, decidimos ir a ver, llegamos hasta la orilla y empezamos a gritar y chiflar, venia saliendo desde el muelle en la Puntilla, cuando notamos que tomó nuestra dirección, la alegría era infinita. Habíamos zafado y de pasada hicimos un hermoso paseo en barcaza a lo largo de la Laguna del Laja con gaviotines andinos volando sobre nosotros. Ya las orillas del Parque Nacional Laguna del Laja, hicimos dedo y volvimos a la civilización con la promesa de completar algún día dicha travesía.
EL REGRESO
Tres meses después, en pleno otoño, figurabamos otra vez buscando concretar esta travesía, ahora éramos cinco y decidimos empezar la ruta desde el otro sentido aprovechando que ya conocíamos la otra “mitad”. Caminamos el primer día hasta la Laguna del Cóndor recorriendo todo el Mallin del Toro. Al otro día nos pillamos entrampados buscando la subida al Cordón Polcura... nuevamente no se dejaba acceder, pero después de buscar por una ladera escarpada logramos montarnos. Lo que seguiría sería lo que a mi gusto es la mejor parte de toda esta travesía, kilómetros de caminata por el filo del Cordón Polcura a 2000 metros sobre el nivel del mar, con vista panorámica a la Laguna del Laja al este. El cordón representa la parte más difícil sobretodo el punto más alto donde intentamos pasar, pero nos encontramos en un filo muy expuesto y escarpado
que nos terminó por intimidar, por lo que decidimos bajar y armar campamento al lado de la Laguna la Lágrima. Ya casi con la idea de volver, decidimos buscar una ruta alternativa, rodeando el filo, definimos una hora máxima para encontrar dicho paso y seguimos adelante. Luego de buscar mucho rato, encontramos una subida muy parada pero que nos permitió montarnos de nuevo a lo alto del Cordón.
EL CORDÓN DE LAS LAGUNAS.
El Cordón Polcura no nos dejada de sorprender, casi 40 kilómetros con una decena de lagunas que se encontraban a lo largo del cordón. Muchas de estas lagunas llamadas simplemente Hermosas o sin nombre, enseñaban sus colores turquesas y calipsos, eso sumado a las tonalidades otoñales se convertía en el premio de todos los “rebotes” y frustraciones que habíamos tenido. Finalmente llegábamos a un valle con una laguna que se me hacía conocida – ¡La Laguna del Roble! - me invade una alegría tremenda: ya estábamos en terreno conocido. La bajada igual de escarpada que todas, nos permitía ver la belleza de dicho valle. La laguna reflejaba los rojos, anaranjados, amarillos y verdes típicos de los bosques caducifolios de estas latitudes.
EL CAMINO CONOCIDO
Ya en la laguna del Roble hicimos campamento y nos instalamos, disfrutamos de la comida y el paisaje. Le dimos vuelta a la laguna, recorrimos el bosque, bulderiamos en las grandes rocas. Al otro día seguimos caminando ya en modo de paseo, bajamos a la laguna del Laja, con toda tranquilidad pasamos por los coironales hasta llegar al bosque del sendero los Ratoncillos donde hicimos campamento. Un Bosque Caducifolio en otoño es otra maravilla, la temperatura para caminar era ideal inclusive nublado, no hay mosquitos ni tábanos y el paisaje esta en su mejor momento del año. Al final de ese día llegamos al la Polcura después de recolectar las dulces manzanas en el camino y que terminarían siendo la compota de nuestro desayuno.
Ya en el último día pasamos el río Polcura y caminamos a lo largo de del Valle de Hermoso, siempre buscando si algún huemul nos estará mirando escondido en esos bosques de ñirres achaparrados. Bajando por el sendero Paso Atacalco llamamos a mi hermana para que nos esperará en el Trumao, pero lamentablemente solo fue capaz de llegar hasta el Fundo los Cipreses, ya que no dejaban pasar a esa hora. Esto ultimo muestra una realidad que pasa a lo largo de nuestro país: todavía
existen predios privados que restringen el acceso a nuestras áreas silvestres protegidas (bienes nacionales). Después de caminar 25 kilómetros llegamos por fin a encontrarnos de noche con el vehiculo que nos llevaría hasta las cabañas.
MUCHO MÁS POR CONOCER
Sin duda una experiencia única, demandante y muy escénica, en total fueron 6 días y cerca de 80 kilómetros de extensión, con una dificultad alta principalmente en el Cordón Polcura. Las mejores vistas de PN Laguna del Laja y RN Ñuble, donde aún no se desarrollan senderos ni servicios complementarios, pero que sin duda cuenta con atractivos de gran nivel: biodiversidad única, paisajes propios de la patagonia y mucha aventura en los andes indómitos. Esta travesía solo es una de miles que se pueden hacer en este corredor biológico: la próxima aventura es hacia el norte, conectar la comuna de Pinto con San Fabián de Alico por el Valle del río Ñuble, pasando por sectores que serán inundados por el Embalse Punilla como el Roble, Chacayal o Punilla, para por lo menos tener un registro de todos esos paisajes y biodiversidad que algunos pocos han decidido destruir.
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tomasoski2 · 2 years
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Gaviotin Monja by constanzaflorescaceres https://flic.kr/p/2mGhkLi
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keytattoo · 6 years
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Gaviotin Artico --- consultas al email: [email protected] --- #gaviotinartico #keytattoo #blacktattoo #blackworkers #blackworkerssubmission #blacktattooart #blackwork #tattooer #skinartmag #blacktattoo #blxckink #originaltattoo #tattoo2me #tattooinspiration #tattoomagazine #skinartmag #peru #inkstinctsubmission #igersperu #instalima #instachile #tattooartist (en Keytattoo)
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sciencespies · 3 years
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Searching for the Invisible, Invincible Peruvian Tern
https://sciencespies.com/nature/searching-for-the-invisible-invincible-peruvian-tern/
Searching for the Invisible, Invincible Peruvian Tern
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Smithsonian Voices National Zoo
Searching for the Invisible, Invincible Peruvian Tern
November 5th, 2020, 9:30AM / BY Ximena Velez-Zuazo
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The Peruvian tern’s desert camouflage makes it almost impossible to track, but that’s exactly what our research team set out to do. (Smithsonian’s National Zoo and Conservation Biology Institute)
Esta historia esta disponible en español aquí.
On Peru’s pacific coastline, where desert meets sea, lives one of the least studied and most at-risk birds: the Peruvian tern, known locally as “gaviotin Peruano” (Sternula lorata). The tern is nearly invisible in its native habitat, which looks more like a moonscape than anything you would expect to find on Earth. Its desert camouflage makes it almost impossible for scientists to track, but that’s exactly what our team set out to do. It would take us four months to survey more than 1,851 acres, battling sandstorms, stifling heat and impossible landscapes inside Paracas National Reserve — terrain that the Peruvian tern has mastered.
Peruvian terns are part of a small group of terns (Sternula) that are slender, with long beaks and short legs. They have white feathers with black “caps” that look like masks, and they lay their eggs in shallow depressions in the bare ground. They are found in Paracas National Reserve, Peru’s oldest marine protected area, where reports suggest they began nesting as early as 1920. One hundred years later, the Reserve treasures the largest nesting colony in the country.
But Peruvian terns are on a path toward extinction, and the population in Paracas is no exception. According to the IUCN’s Red List of Endangered Species, Peruvian tern populations are decreasing. A 2018 survey of Paracas’ nonbreeding terns reported fewer individuals than in the past, and the last survey of the Reserve’s breeding population was conducted nearly a decade ago. Our team wanted to find out how many terns still nest in the park and what threats they face. Locating them would be the hardest part.
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It took our team four months to survey more than 1,851 acres, battling sandstorms, stifling heat and impossible landscapes inside Paracas National Reserve — terrain that the Peruvian tern has mastered. (Smithsonian’s National Zoo and Conservation Biology Institute)
Paracas National Reserve is home to a myriad of species of all sizes, from sea lions and seahorses to foxes and geckos. Seabirds are common; many are residents and many more are migrants. Wildlife thrives in the intertidal zone — the zone where the Pacific Ocean meets the shoreline — but it’s a different story on land. The extremely dry landscape makes this habitat nearly impossible to occupy. “Paracas” means “sand rain” in Quechua, the Andean native language, and when it “rains,” it pours. During the sandstorm season, sustained winds of up to 62 mph (100 kph) unroll a thick curtain of sand. This extreme environment is unwelcoming to humans, but it’s an oasis for the Peruvian tern.
How has the tern thrived in this harsh environment? By being invisible. Although we are still learning about this species (there are just four studies on Peruvian populations), we know one thing: they are masters of matching their environment. When the wind blows, terns crouch close to the ground to disappear. They build nests that are nearly impossible for outsiders to spot and adorn them with tiny stones, shells and bones. These visual cues help the birds locate their nests in the homogeneous landscape. Masters of disguise, even their eggs and chicks are the same color pattern as the ground. It’s like the terns wear invisibility cloaks.
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Peruvian terns are masters of disguise. Their chicks’ color pattern matches their surroundings. It’s like the terns wear invisibility cloaks. (Smithsonian’s National Zoo and Conservation Biology Institute)
To find them, we would need help. So, our team at the Smithsonian Conservation Biology Institute partnered with a private company, Terminal Portuario Paracas (TPP). TPP is leading the expansion of General San Martin Port Terminal, a port in Peru for the import and export of goods. The road to the port is also the only road that leads to an area where the Peruvian tern has historically nested. The paved and busy road was built in the 1950s before Paracas National Reserve existed.
Thus, the terns still live in the area, and we don’t know if the increased activity from the port will affect them. In October 2019, with the sandstorm season officially over, we established our base camp in El Chaco, the last urban area before the desert landscapes of the Reserve. Our goal was to cover 1,851 acres in just four months before the end of the reproductive season. We would study tern flight patterns and comb the area for nests.
At 6 a.m. on Dec. 2, 2019, at the onset of the Austral summer, we headed into the already hot desert. One hour later, we were in the middle of nowhere feeling more on the moon than on Earth. The terrain changed abruptly from hollows to hills, with bizarre sculptures that resembled giant puff pastries.
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The terrain in the park changed abruptly from hollows to hills, with bizarre sculptures that resembled giant puff pastries. (Smithsonian’s National Zoo and Conservation Biology Institute)
Between the dunes and hills of the northern side of the park is Cequion Bay — the largest flat terrain in the Reserve. It took us six hours to find the first active nest. Trained eyes and determination helped us detect the subtle circular depression in the ground. Inside were two tiny eggs, each with spotted coloration that matched the ground.
Our next challenge was to set up sound recorders and camera traps. We deployed our recorders along the road, at increasing distances from the road, and near active nests. The lifespan of each recorder was about 12 days. They were set to record one minute of sound every 10 minutes until their batteries ran out. Our camera traps were camouflaged under sand and gravel. We placed them about 9 feet from nests located near the road, to capture both the adult terns and the road traffic. The cameras were set to take a picture every 5 seconds until the batteries ran out.
It might be difficult to imagine the full scope of our work, so let’s compare it to something most people are familiar with: football (soccer).
Between December 2019 and March 2020, we inspected the equivalent of 1,050 soccer fields in search of nests.
We analyzed 40,000 1-minute sound recordings, the equivalent of 444 soccer games.
We analyzed 500,000 images from camera traps, which is about the number of photos a professional photographer would capture during 143 of the most amazing soccer games.
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Between the dunes and hills of the northern side of Paracas National Reserve is Cequion Bay — the largest flat terrain in the part of the Reserve. (Smithsonian’s National Zoo and Conservation Biology Institute)
This enormous effort was well worth it. We suspect that, after 70 years, Peruvian terns have learned to manage the road that disrupted and likely fragmented their habitat. We identified 20 active nests and 26 past activities, including two new nesting areas adjacent to the road that were previously unreported. Noise can have a major impact on bird populations, so the fact that some terns are still nesting near the road is encouraging for their long-term conservation. It tells us that they are both resilient and adaptable.
The sound recorders and cameras told similar stories. Images showed adult terns undaunted by road traffic. Sounds near the road were loud and covered a large sound spectrum, but about 656 feet (200 meters) away, the road noise was nearly undetectable. Most of the nests we found were located far from the road, where our sound recorders detected only the birds’ morning calls.
When we started our study, we wondered what could threaten this tiny bird that looks like an avian Batman with its “mask” of black feathers and has evolved to survive desert predators and sandstorms alike. Surveying such a big area gave us unexpected information that portrays a complex scenario for their conservation. Inside the park, we found lots of garbage, dogs tracks and illegal roads. The garbage pollutes the terns’ nesting habitat, but dog tracks and illegal roads are another story. Domestic animals are predators of wildlife and could pose a threat to the terns.
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A Peruvian tern nest containing two tiny eggs, each with spotted coloration that matches the ground. (Smithsonian’s National Zoo and Conservation Biology Institute)
Illegal roads were the most unexpected and worrying discovery. Their existence is subtle, but this landscape has memory (and a particularly good one for tracks made by cars). No matter how strongly winds blow, the roads are still visible. We mapped each one and saw a tangle of existing illegal roads traversing the terns’ nesting area, and two new roads appeared during our study. With few paved roads, it’s tempting for park visitors to take old short-cuts or make new ones. The terns cannot avoid the destructive effects of visitors searching for hidden beaches or exclusive sunset views, or local fishermen looking for the daily catch.
At the beginning of September 2020, after wrapping up months of data analyses, we stood in front of the Peruvian environmental authorities to tell the evidence-based story of Peruvian terns, share our findings, and make recommendations for their long-term conservation. Our research made the Peruvian tern visible. Peru and Chile are now joining forces to recover the tern’s depleted populations. With our data and lessons learned, we are developing an ambitious, integrated monitoring program to stop the Peruvian tern from taking a one-way detour to extinction. As we work on this rescue plan, I am reminded of the Smithsonian’s National Zoo and Conservation Biology Institute’s mission: We save species. We do. And for this work, we must try to be just like the Peruvian tern, invincible.
#Nature
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demianblog · 4 years
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Piden que se reglamente kitesurf en área protegida Laguna Garzón porque afecta a las aves
Piden que se reglamente kitesurf en área protegida Laguna Garzón porque afecta a las aves
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La Laguna Garzón es una de las 16 áreas protegidas del Uruguay.
La fauna de la zona se caracteriza por la presencia de aves, como cisnes de cuello negro, gansos blancos, flamencos, teros reales, garzas blancas, chorlos, ostreros, gallaretas, gaviotas y gaviotines. Entre los peces, se encuentran el bagre negro, la lisa, la corvina blanca, la lacha y el lenguado. También se puede hallar…
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La tecnología fue el aliado para llevar a cabo el Censo Neotropical de Aves Acuáticas
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Durante el mes de julio, la Fundación Serena del Mar de la mano de sus aliados – la Asociación para el Estudio y la Conservación de las Aves en Colombia-Calidris, el Colegio Montessori de Cartagena y las empresas ecoturísticas de La Boquilla Ematuecob, Ecotours y Los Arriberos – llevaron a cabo la versión número 16 del Censo Neotropical de Aves Acuáticas de manera virtual, demostrando una vez más la capacidad de adaptación y el uso proactivo de los recursos disponibles para poder desarrollar esta tradicional actividad de manera exitosa. En esta oportunidad se desarrolló a lo largo de tres jornadas, teniendo, como es habitual, a la comunidad como protagonista del censo, alcanzando una participación de más de 100 personas en el taller de preparación, la actividad de observación desde casa y el conversatorio “Contando las aves, contando mis vivencias”. La primera jornada, dedicada a la preparación de la comunidad, estuvo orientada a brindar todas las herramientas y protocolos para que los participantes hicieran el avistamiento de aves desde su hogar. 
Gracias al aprovechamiento de las herramientas tecnológicas, esta versión logró conectar a participantes de distintos rincones del país. La Guajira, Amazonas, Valle del Cuca, Bogotá y, por supuesto, Cartagena, hicieron notar su presencia en este tradicional evento en el que los celulares, las cámaras y los binoculares fueron protagonistas en esta novedosa forma de contemplar la naturaleza. La jornada de observación finalizó con un conversatorio en el que además de exponer los resultados que se han logrado consolidar a lo largo de los los últimos censos realizados en la Ciénaga Juan Polo y de La Virgen, se contaron las vivencias desde diferentes perspectivas y se compartió el aporte que el Censo les ha traído para el crecimiento personal y profesional de los participantes. 
En el conversatorio, además del liderazgo y la ciencia representada por Yanira Cifuentes de la Asociación Calidris, participaron emprendedores locales de ecoturismo de La Boquilla Mohameth Alí Ortega, Ronny Monsalve y Alejandro Valiente, la academia por parte de Katy Velandia y Juan Felipe Restrepo del Colegio Montessori, Juan Miguel Ayala, becado del programa de Becas de la Fundación Serena del Mar que ahora es líder del Programa “Verde Vivo” y Hugo Vides, biólogo investigador y candidato a Magister de la Universidad de Cartagena.  Entre los principales resultados que han traído consigo las diferentes versiones del Censo, se pueden resaltar los siguientes:
Identificación de algunas especies migratorias como gaviotines y playeros que son de gran importancia para la zona.Se ha logrado un aporte importante sobre varias especies de aves acuáticas, que han quedado registradas en el Libro Rojo de Aves de Colombia y el libro de Aves Migratorias de Colombia. En el año 2013 se consolidó la Guía de Aves Acuáticas para el Caribe colombiano. Cada vez se alcanza una participación más anta de censistas en las jornadas y se han registrado 100 especies de aves en la Ciénaga, la mayoría aves acuáticas. Este ejercicio de ciencia ciudadana, que tiene como propósito incentivar la conservación de los humedales y de las especies por parte de los habitantes de las comunidades, se realiza en Colombia desde los años 90 en 25 departamentos, gracias a la coordinación nacional de la Asociación Calidris. Específicamente en el departamento de Bolívar, desde el 2017, la Fundación Serena del Mar y el Colegio Montessori son los encargados de organizar la dinámica de observación en el territorio e informar sobre los datos recolectados.
Con esta experiencia, la Fundación Serena del Mar, sus aliados y la comunidad han demostrado la capacidad de adaptación a la nueva normalidad, aprovechando los recursos y las herramientas tecnológicas para llevar a cabo actividades que generan un gran valor para los habitantes de la zona y que trascienden a otros lugares del país. https://fundacionserenadelmar.org/la-tecnologia-fue-el-aliado-para-llevar-a-cabo-el-censo-neotropical-de-aves-acuaticas/ 
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lizardking9 · 4 years
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Gaviotin monja 🇨🇱 #instachile #instaphoto #instamoment#landscape#paisaje #paisaje#papudo #beach #nature #photooftheday #photography #photographer #picoftheday#travel #travelblog #travelgram #travelphotography#travelblogger #traveller #travellife #nofilter#sinfiltro #bird #birdlover #birdphotography #december (en Papudo, Valparaiso, Chile) https://www.instagram.com/p/B6X_KFAnfQU/?igshid=1c4z4olv3us1a
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sergiovazquezph · 5 years
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"Martín el pescador" Gaviotin en Puerto Madryn #naturelover #naturephotography #bird #bird_lovers #sea #coast #chubut #marargentino #naturaleza #sergiovazquezph (en Puerto Madryn) https://www.instagram.com/p/B0zdQHllbei/?igshid=1xorpe8czv4zo
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Gaviotines Capucha Café . #Birds #BirdsOfInstagram https://www.instagram.com/mashapix/p/Br5eJdfldfW/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=1w5yid9dx037v
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orlandomunozamigo · 5 years
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Gaviotin Monja 😃💚 Un ave con bigote, excelente estilo _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ #viñadelmar #viña #natural #sea #birdlife #photography #foto #pic #insta #instagood #instamoment #birstyle #birds #bird_lovers #birdwatching #birding #adventure #landscape #nature #naturelovers #naturephotography #chile #valpogram #chile_bloggers #good #goodmorning #gaviotin #monja (en Viña del mar, Chile) https://www.instagram.com/p/Br5N5OsB-Ya/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=u1ke1nma9h8b
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thumantes-blog · 5 years
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Travesía en la Reserva de la Biosfera: Corredor Biológico “Nevados de Chillán – Laguna del Laja”
Por Francisco Jara 
El Corredor Biológico Nevados de Chillán – Laguna del Laja fue declarado por la UNESCO el 2011 como una Reserva de la Biosfera, desde entonces este destino a generado cada vez más conciencia de la importancia de los ecosistemas que ahí encontramos. El huemul es el gran estandarte de esta unidad de conservación, debido a que en esta sobrevive la última población del centro de Chile, donde estimaciones hablan de no mas de 100 unidades disgregadas a lo largo de esta Reserva que abarca desde la comuna de San Fabián de Alico hasta Antuco.
La idea de hacer esta travesía parte el 2013 cuando cursaba Administración en Ecoturismo, en ese tiempo tuvimos una expedición por la Reserva Nacional Ñuble donde recorrimos gran parte de esta: Coihueria, Las Termas de los Peucos, Valle Hermoso, Cuatro Juntas inclusive llegando a Laguna Bejar en la frontera con Argentina. En ese momento quedé enamorado de esta reserva y sus maravillosos ecosistemas: bosques, llanos, vegas, lagunas, ríos, cerros, esta reserva lo tenía todo.
LA RUTA
A partir de aquella exploración, la idea de hacer esta travesía se volvió mi obsesión. De todas las rutas posibles había una particularmente atractiva (basada en la ruta Greater Patagonian Trail, propuesta por el senderista Jan Dudek), la que pasaba por la Puntilla Chillán de la Laguna del Laja y se montaba por el Cordón Polcura al sur de la Laguna el Roble. Le conté esta idea a mi amiga, Administradora en Ecoturismo también, Nicole Benavente, se motivó a acompañarme y quizo hacer un levantamiento de la ruta para agregarla a su Proyecto de Tesis. Iríamos solos, tras huellas de arrieros, senderos equipados por CONAF y por el camino utilizado para construir el gasoducto en medio del hábitat de huemules, pumas, cipreses de la cordillera y otras tantas especies.
Pasaron varios meses hasta que decidimos que ya era momento; los niveros habían retrocedido, el río Polcura tenía menos nivel de agua y el tiempo era más estable. En Febrero de 2015 sería el primer intento.
El INTENTO
Ya estábamos caminando hacia Valle Hermoso por el Sendero “Paso de Atacalco”, habíamos hecho dedo desde el Fundo los Cipreses en Atacalco hasta el sector el Trumao, donde nos registramos en CONAF y empezamos a subir. Partimos a medio día, ya que el hacer dedo demoró nuestra salida. Sin duda la peor hora para hacerlo: los tábanos, el calor y tener que subir un sendero de 4 kilómetros de subida con todo el peso en la espalda. Al final del día llegamos a Valle Hermoso donde esta el puesto de CONAF, un tanto “reventados” pero felices y con todas la motivación de estar empezando esta travesía.
Al otro día, despertamos temprano y seguimos avanzando por lo largo del “Llano” pasando por el sorprendente Salto del Blanquillo, recorriendo por el hábitat del huemul en el camino del gasoducto una recta eterna de 6 kilómetros. Luego llegamos al sector de La Polcura, donde hace más de 50 años vivían los Polcuranos en el corazón de esta reserva, quienes soportaban aislados el crudo invierno gracias a sus animales, chozas y sus mantas de castilla, aún hoy algunos sobreviven, ya exiliados de su tierra originaria en sectores como los Lleuques-Recinto o la Invernada. Capeamos el calor en este lugar, lleno de manzanos y uno que otra ruina de las chozas de alguna familia Polcurana. Seguimos por las Mariposas siempre con el rio Polcura de nuestra izquierda y viendo los vestigios de incendios naturales pasados, como el del Valle las Águilas. Llegamos hasta el inicio del sendero Ratoncillos donde decidimos acampar. Lo desconocido empezaba ahora.
Continuamos con un día nublado, ideal para el calor, nos movimos por el sendero los Ratoncillos de algo así como 5 kilómetros por bosques de Lenga, Coihue y Roble, hasta llegar a un gran coironal que acompañaba uno de los afluentes del la Laguna del Laja. Luego de llegar a la Puntilla Chillán seguimos hacia el noroeste en dirección a la Laguna del Roble. Al llegar a dicha laguna quedamos sorprendidos de la hermosura de esta y decidimos acampar cerca de esta para así bañarnos al otro día. Mañana el objetivo era encontrar la huella de los arrieros para montarnos al Cordón Polcura.
EL REBOTE
Despertamos en la mañana gracias a unos cururos que asomaban su cabeza por fuera de su madriguera metiendo ruido a solo centímetros de nuestra carpa. Desayunamos viéndolos como si
estuviéramos en un documental de naturaleza. Luego quedamos maravillados por la hermosa Laguna el Roble, que estaba como una taza de agua. Nos bañamos y la recorremos, en ese punto estábamos a 3 días de cualquier población o probablemente ser humano.
Desarmamos campamento y tomamos rumbo a donde se suponía veríamos las huellas dejadas por los arrieros que en diciembre subían por el lado de Antuco, pero seguimos unas huellas que iban al fondo del valle y nos perdimos entre bosques achaparrados de lengas y ñirres, ofuscados luego de más de 1 hora de buscar el camino, decidimos volver por donde vinimos, frustrados por tener que devolvernos 3 días caminando por el mismo largo tramo pasado, estuvimos en silencio hasta llegar nuevamente a la parte norte de Laguna del Laja. Ya en la Puntilla, nos pillamos con un grupo de personas que estaban haciendo pesca con mosca, había llegado hasta la Puntilla desde donde está el Centro de Esquí Antuco vía zodiac. Le preguntamos si podía llevarnos y nos dijo que no había problema pero ellos se quedaban hasta el domingo. Justo en ese momento vimos una barcaza pasar a lo lejos por la orilla contraria, decidimos ir a ver, llegamos hasta la orilla y empezamos a gritar y chiflar, venia saliendo desde el muelle en la Puntilla, cuando notamos que tomó nuestra dirección, la alegría era infinita. Habíamos zafado y de pasada hicimos un hermoso paseo en barcaza a lo largo de la Laguna del Laja con gaviotines andinos volando sobre nosotros. Ya las orillas del Parque Nacional Laguna del Laja, hicimos dedo y volvimos a la civilización con la promesa de completar algún día dicha travesía.
EL REGRESO
Tres meses después, en pleno otoño, figurabamos otra vez buscando concretar esta travesía, ahora éramos cinco y decidimos empezar la ruta desde el otro sentido aprovechando que ya conocíamos la otra “mitad”. Caminamos el primer día hasta la Laguna del Cóndor recorriendo todo el Mallin del Toro. Al otro día nos pillamos entrampados buscando la subida al Cordón Polcura... nuevamente no se dejaba acceder, pero después de buscar por una ladera escarpada logramos montarnos. Lo que seguiría sería lo que a mi gusto es la mejor parte de toda esta travesía, kilómetros de caminata por el filo del Cordón Polcura a 2000 metros sobre el nivel del mar, con vista panorámica a la Laguna del Laja al este. El cordón representa la parte más difícil sobretodo el punto más alto donde intentamos pasar, pero nos encontramos en un filo muy expuesto y escarpado
que nos terminó por intimidar, por lo que decidimos bajar y armar campamento al lado de la Laguna la Lágrima. Ya casi con la idea de volver, decidimos buscar una ruta alternativa, rodeando el filo, definimos una hora máxima para encontrar dicho paso y seguimos adelante. Luego de buscar mucho rato, encontramos una subida muy parada pero que nos permitió montarnos de nuevo a lo alto del Cordón.
EL CORDÓN DE LAS LAGUNAS.
El Cordón Polcura no nos dejada de sorprender, casi 40 kilómetros con una decena de lagunas que se encontraban a lo largo del cordón. Muchas de estas lagunas llamadas simplemente Hermosas o sin nombre, enseñaban sus colores turquesas y calipsos, eso sumado a las tonalidades otoñales se convertía en el premio de todos los “rebotes” y frustraciones que habíamos tenido. Finalmente llegábamos a un valle con una laguna que se me hacía conocida – ¡La Laguna del Roble! - me invade una alegría tremenda: ya estábamos en terreno conocido. La bajada igual de escarpada que todas, nos permitía ver la belleza de dicho valle. La laguna reflejaba los rojos, anaranjados, amarillos y verdes típicos de los bosques caducifolios de estas latitudes.
EL CAMINO CONOCIDO
Ya en la laguna del Roble hicimos campamento y nos instalamos, disfrutamos de la comida y el paisaje. Le dimos vuelta a la laguna, recorrimos el bosque, bulderiamos en las grandes rocas. Al otro día seguimos caminando ya en modo de paseo, bajamos a la laguna del Laja, con toda tranquilidad pasamos por los coironales hasta llegar al bosque del sendero los Ratoncillos donde hicimos campamento. Un Bosque Caducifolio en otoño es otra maravilla, la temperatura para caminar era ideal inclusive nublado, no hay mosquitos ni tábanos y el paisaje esta en su mejor momento del año. Al final de ese día llegamos al la Polcura después de recolectar las dulces manzanas en el camino y que terminarían siendo la compota de nuestro desayuno.
Ya en el último día pasamos el río Polcura y caminamos a lo largo de del Valle de Hermoso, siempre buscando si algún huemul nos estará mirando escondido en esos bosques de ñirres achaparrados. Bajando por el sendero Paso Atacalco llamamos a mi hermana para que nos esperará en el Trumao, pero lamentablemente solo fue capaz de llegar hasta el Fundo los Cipreses, ya que no dejaban pasar a esa hora. Esto ultimo muestra una realidad que pasa a lo largo de nuestro país: todavía
existen predios privados que restringen el acceso a nuestras áreas silvestres protegidas (bienes nacionales). Después de caminar 25 kilómetros llegamos por fin a encontrarnos de noche con el vehiculo que nos llevaría hasta las cabañas.
MUCHO MÁS POR CONOCER
Sin duda una experiencia única, demandante y muy escénica, en total fueron 6 días y cerca de 80 kilómetros de extensión, con una dificultad alta principalmente en el Cordón Polcura. Las mejores vistas de PN Laguna del Laja y RN Ñuble, donde aún no se desarrollan senderos ni servicios complementarios, pero que sin duda cuenta con atractivos de gran nivel: biodiversidad única, paisajes propios de la patagonia y mucha aventura en los andes indómitos. Esta travesía solo es una de miles que se pueden hacer en este corredor biológico: la próxima aventura es hacia el norte, conectar la comuna de Pinto con San Fabián de Alico por el Valle del río Ñuble, pasando por sectores que serán inundados por el Embalse Punilla como el Roble, Chacayal o Punilla, para por lo menos tener un registro de todos esos paisajes y biodiversidad que algunos pocos han decidido destruir.
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tomasoski2 · 2 years
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