Tumgik
#es información objetiva no abierta a debate
prontaentrega · 8 months
Text
no me gusta golden kamuy pero sé exactamente qué banda de rock argentino escucharía cada personaje
8 notes · View notes
tucambioesahora · 5 years
Text
La práctica dudosa del coaching
Coaching en Colombia: ¿qué hay detrás de estos talleres? - Séptimo Día Atraviesa tus límites Empodérate Vence tus miedos Estas personas aseguran haber sido estafadas y engañadas por supuestos líderes de grupo de crecimiento personal y espiritual. Lejos de superar situaciones emocionales, los llevaron a profundas depresiones y daños psicológicos. ¿Qué dicen los expertos?
youtube
Séptimo Día es un programa periodístico realizado por Caracol Televisión, presentado por Manuel Teodoro y María Lucía Fernández y transmitido los domingos a las 9 p.m por la señal abierta de televisión en Colombia. Encuentra más información en http://septimodia.co IMAGEN Mi opinión Mis consideraciones sobre el programa de televisión El programa de televisión es un programa testimonial, no tiene carácter de documental ni realmente se trata de una investigación juiciosa y concienzuda. Aunque los entrevistadores y presentadores mantengan una imagen imparcial, el formato del programa y la presentación está diseñada para generar debate, para generar opinión y conseguir mayor audiencia. En esta medida, inclinan la historia hacia uno de los polos, porque eso incita la discusión y al polarizar las opiniones, hago que la gente se divida en falsas dicotomías y reduzcan el mundo complejo a dos o tres opciones únicamente. En este caso, no se entrevistaron a usuarios de programas "exitosos" de coaching, a usuarios que consideraban exitoso esos programas que estaban siendo discutidos y mucho menos establecieron seriamente una definición clara de lo que significa el coaching y lo que no. De hecho, no distinguen claramente entre la psicología y el coaching y simplemente establecen 2 o 3 criterios de lo que es buen coaching, aunque de manera contundente especifican en un momento del programa que dado que están trabajando con las emociones de las personas, los únicos competentes para hacerlo son los profesionales de la salud, no los abogados, empresarios, periodistas o cualquier persona que decida hacer uno o dos cursos de coaching certificados internacionalmente. En este sentido, la discusión es más profunda: ¿qué sentido tendría estudiar 5 años o más para ser un psicólogo si ser coach puede tomarme menos de 1 año en algunos casos y me permite hacer virtualmente lo mismo? ¿Qué opinan los coaches de los psicólogos y viceversa? Si un coach también trabaja con las emociones y supuestamente está avalado internacionalmente, ¿qué tipo de entrenamiento y formación recibe un coach para ser acreditado? No olvidemos que es un programa de televisión de uno de los medios de comunicación más relevantes en el país. Como canal de televisión, necesita transmitir programas que generen audiencia y para ello deben despertar emociones en su público. Usualmente, generar emociones como la indignación y la ira hace que el juicio se vea comprometido y las personas no puedan pensar con claridad. El programa hace afirmaciones sin fundamento (daños psicológicos y profundas depresiones) y no ofrece información objetiva, sino que tiene una meta definida desde el principio, cayendo en el mismo error que pretenden criticar. Consideraciones en cuanto al coaching En cuanto al coaching en general, tengo algunas consideraciones que me parecen fundamentales: 1. El carácter económico. El valor de estos cursos suele ser bastante alto y suele estar divido en ciertos niveles, con un incremento progresivo del valor en cada uno de los niveles. Imagina que consultas un psicólogo y al cabo de unas sesiones te dice que el valor de tu terapia o consulta será duplicado porque ya te has graduado y has pasado al siguiente nivel; que ahora eres una mejor persona, eres más consciente de tus dificultades y que has logrado avances importantes. Por esta sencilla razón, te cobra más. Además, te hostiga para que pagues las siguientes terapias y te convence de que para terminar exitosamente tu proceso debes hacerle conocer a los demás las maravillas de la terapia psicológica y por tanto debes persuadir a 3 personas a que tomen terapia con él. ¿Esto tendría sentido para ti? ¿Esto lo haría un profesional de la salud mental? 2. El carácter social. Usualmente el coaching está dirigido a personas de cierto rango socioeconómico. Con la intención de sacar ventaja del sufrimiento de las personas, algunos programas dudosos de coaching utilizan métodos dudosos en sus talleres para aprovecharse económica y emocionalmente de sus clientes. 3. El carácter psicológico. Las personas que toman cursos de coaching suelen tienen ciertas características a nivel psicológico. Probablemente son personas que tienen un gran malestar emocional debido a dificultades significativas en una o varias áreas de su vida. Estas problemáticas pueden estar relacionadas con el trabajo, la familia, la pareja, la salud o cualquier otra faceta de su vida en la que se han intentado soluciones ineficaces. Entonces, son personas que experimentan emociones como la frustración, la rabia, la tristeza, el desánimo y la desmotivación y que buscan una solución a sus dificultades. Entonces encuentran programas que les prometen una solución efectiva, sencilla y relativamente de bajo costo con unos resultados maravillosos en muy poco tiempo. En otras palabras, un programa de coaching te vende la mejor solución posible, aunque en el fondo tú sepas que la solución no es tan simple o tan rápida. Los coaches son personas altamente entrenadas y con unas capacidades excepcionales, son personas con carisma, con excelentes habilidades para hablar en público y con un encanto personal inigualable. Sin duda, son personas muy inteligentes, pero que también tienen un propósito y unos intereses particulares. Utilizan las reglas de la persuasión a la perfección, conocen el lenguaje no verbal y la lectura en frío, dominan la psicología de masas, han estudiado la hipnosis clínica y social y han pulido durante años un discurso potente, donde cada palabra y cada gesto está diseñado para despertar ciertas emociones específicas en las personas con el fin de llevarlas por un camino previamente diseñado por ellos. Jamás negaré que haya buenos resultados, pues de seguro los habrá; pero también habrá malos resultados porque no todas las personas funcionan de la misma manera y no tienen por qué funcionar igual. No todas las personas tienen las mismas dificultades, las mismas predisposiciones biológicas, el mismo historial de vida, el mismo temperamento o el mismo carácter. Y sin embargo, el coaching vende una ruta prestablecida para solucionar virtualmente cualquier problema de la misma manera. Esto es algo que debe hacernos pensar. Habrá incluso resultados que se mantengan en el tiempo, pero gran parte de estos coaches no realizan un seguimiento posterior, pues no está dentro de su esquema de negocios. Igualmente, el mensaje que difunden en los talleres hace referencia a que tú eres el único responsable de tu propia felicidad, cuando realmente existen cosas que influyen en tu bienestar de manera significativa, como tu familia, el país en el que vives, las condiciones políticas y económicas de tu ciudad, tu educación, tu nivel socioeconómico, tu herencia genética. Por tanto, cada vez que cometes un error o no logras alcanzar un resultado, siempre existe la posibilidad de que no estés haciendo lo suficiente, que no eres paciente, que no te esfuerzas como debes, que no trabajas duro, que te estás victimizando, que aún te falta desplegar todo tu potencial. Los ejercicios de coaching están planteados para despertar emociones fuertes con el fin que sesgar la forma en la que piensas en ese momento. Cuando sientes emociones intensas que no has aceptado o que no sabes manejar, tienes a ser más reactivo, a ignorar información importante en ese momento y a pensar de manera general o exagerada. Una vez entras en esta atmósfera emocional, estarás más receptivo a cierto tipo de información, como considerar que un problema que has tenido gran parte de tu vida va a ser resuelto en cuestión de horas o incluso de minutos; o que la solución a un problema complejo es tan sencilla como emitir un rugido o un grito. Usualmente, los ejercicios que despiertan la emocionalidad sirven a corto plazo y en muchas ocasiones nos permiten conectarnos con el sufrimiento, nos permiten vivirlo, aceptarlo y afrontarlo, reconociendo que existe y que tiene un sentido y una razón de ser, aunque a veces está razón no sea válida o sana. Los ejercicios son llamativos y usualmente involucran conceptos fáciles de entender, ya que simplifican una realidad demasiado compleja en algo más sencillo y maleable. Pueden reducir la personalidad, el carácter o el temperamento de una persona a dos tipos únicamente, pueden hacerte pensar que sólo existen 4 tipos en los que algo funciona o que sólo existen 5 pasos para alcanzar algo tan complejo como el éxito (que en muchos casos se define como una meta con estándares económicos socialmente valorados e impuestos por una cultura capitalista centrada en el individuo). Te etiquetan como fracasado, te dicen que la actitud lo es todo, te venden la idea de que puedes lograrlo todo en la vida, que lo que te falta es voluntad, te convencen de que no has logrado lo que quieres en la vida porque no eres recursivo, porque no eres ingenioso o porque simplemente no trabajas duro; pero jamás te preguntas como la gran mayoría de ellos están triunfando en la vida: diciéndole a los demás lo que no están haciendo bien. Una estrategia que suele usarse con mucha frecuencia es generalizar un resultado particular y simple a una situación más grande y compleja -algo que también sucede en la psicología-. Así, si pienso que fui capaz de enfrentar un miedo a bailar enfrente de cientos de personas voy a poder enfrentar cualquier miedo, o que todos los miedos se enfrentan de la misma manera, o que enfrentar un miedo que me es impuesto me va a ayudar a enfrentar uno que no puedo anticipar. Siempre admiro y privilegio el pensamiento crítico, incluso el que va dirigido a los psicólogos y a la psicología, porque tengo la firme convicción de que es importante cuestionar todo lo que recibimos, especialmente si la fuente es dudosa o tiene unos intereses particulares. Pregúntate cuál es el interés de un programa de televisión al transmitir un show, pregúntate cuál es la intención de un programa de coaching en establecer niveles cada vez más costosos, en realizar talleres en jornadas extenuantes y agotadoras a nivel físico y emocional, pregúntate por qué las actividades están diseñadas de cierta manera, pregúntate por el orden de las actividades y por la fluctuación emocional que generan en ti para conseguir un propósito. Cada aspecto de los ejercicios grupales está pensado de manera cuidadosa. El ambiente, la iluminación, la emocionalidad, la presión de grupo, la conformidad y la facilitación social, los vínculos afectivos, la experticia y habilidad de los coaches, las dificultades personales, la construcción de expectativas y la idea de que se está cerca del cambio definitivo, los horarios extremos, el cansancio, las reglas y normas específicas, la euforia, el llanto, la simplificación de problemas complejos, las historias de personas que han conseguido lo imposible, el condicionamiento y la repetición exagerada de frases y lemas hasta que se interiorizan y se convierten en verdades incuestionables, la idea de que la cura está en "sanar" y desahogarse sin importar cómo se haga, la dependencia emocional o la dependencia a programas, libros, talleres y miles de productos para afrontar cualquier dificultad en la vida, Como dice el psicólogo entrevistado en el programa, pregúntate si no te están vendiendo la cura pero también la enfermedad, pregúntate si son coherentes cuando te dicen que su programa definitivamente te ayudará a ser una mejor persona pero cuando no funciona te dicen que no es para todo el mundo o que "es un proceso para todos pero no todos son para el proceso". Pregúntate por qué al parecer no verás resultados si no te gradúas y si eso se compara o no con la idea de que puedes estudiar 8 semestres de una carrera pero si no te gradúas no aprendiste absolutamente nada en esos 4 años (una cosa es tener conocimientos y otra es terminar un programa). Pregúntate también por qué un programa de coaching no es un lavado de cerebro pero todos sus participantes exitosos hablan y escriben de la misma manera, usan los mismos términos y los mismos argumentos, simplifican la realidad de la misma forma y atacan o se defienden de los escépticos con razones idénticas. Si fueras a un profesional de la salud mental, tal vez no difundirías que eres #Orgullosamentepacientedepsiquiatría u #Orgullosamentepacientedepsicología, porque un trabajo profesional no te genera identidad con quien te prestó un servicio, sino que te facilita herramientas sin tener que identificarte con quien te las dió. Ahora bien, al tratar de discutir un tema en ocasiones asumimos erróneamente que todos estamos entendiendo lo mismo cuando hablamos de transformación, de crecimiento personal, de éxito, de bienestar. Para algunas personas transformarse puede significar simplemente verse enfrentado a un conflicto y resolverlo, aunque la solución no sea la apropiada, sea exagerada o haya exigido un precio demasiado alto; o también puede significar que veo el mismo problema de manera diferente: tal vez antes lo veía como culpa de otros y ahora lo veo como culpa mía, por ejemplo. En este sentido, establecer una discusión sobre un mismo tema no es tan fácil como parece. Igualmente, existen numerosos sesgos cognitivos, emociones y sentimientos que pueden filtrar la forma en la que vemos las cosas. Por ejemplo, puedo llegar a pensar que un programa de coaching me sirvió porque pagué una gran suma para que así fuera y entonces prefiero convencerme de que funcionó porque de lo contrario me vería enfrentado a la idea de que fui estafado, que no logré sacarle provecho o que lamentablemente no tuvo efecto en mí. Por esta razón, antes que reconocer que fui estafado y someterme al escrutinio y a la crítica social (incluso si nadie sabe que yo fui cliente de un programa de estos), prefiero mencionar que hizo maravillas en mí, y encontraré razones por las que así fue. Como mi intención no es dicotomizar, puesto que la realidad siempre es más compleja que el blanco y el negro, reconozco que existen miles de personas en el mundo que siente que han adquirido herramientas valiosas para su vida, y yo no soy quién para invalidar esa experiencia personal. Por supuesto, a pesar de las técnicas y metodologías empleadas, puedo entender que algunas personas experimenten un cambio en sus vidas, incluso uno radical; pero no puedo defender la idea de que todas deben experimentarlo en el mismo nivel y de la misma forma, y tampoco puedo defender la idea de que si no lograste unos resultados es culpa tuya. A un tiempo, reconozco que existen organizaciones muy serias en las que se hace un trabajo metódico y cuidadoso, y que aportan a la comunidad y a las personas; reconozco que algunos de estos programas pueden ser honestos y aclarar de manera específica que no se trata de un proceso terapéutico, ni de resultados garantizados, ni de fórmulas para alcanzar el éxito, sino de una oportunidad para ver las cosas de manera diferente. Gran parte del blog se deriva del coaching, pero también gran parte de la psicología. Y así como puedo defender la psicología, la que se practica con profesionalismo y con ética, sé que existen psicólogos sin escrúpulos que ejercen su profesión de manera irresponsable. Tener una certificación o un diploma no te exime de eso. La estafa y el adoctrinamiento servil no son propios del coaching, porque también hay estafadores que son psicólogos o profesionales de la salud mental, de la misma manera que hay periodistas y comunicadores sociales que se venden a los intereses de un sistema o un empleador. No puedo generalizar mis críticas a todos los programas de coaching, y aunque he experimentado por lo menos 3 versiones diferentes de coaching, no tengo el conocimiento veraz y de primera mano para dictaminar si todos son malos o no, tan sólo invito a pensar de manera crítica y sin tener que identificarme con un grupo que piensa y siente igual que yo. El coaching usa conocimientos de muchas disciplinas, incluyendo la psicología y la neurociencia; y en algunos casos fundamentan muy bien su intervención a partir de estos conocimientos conociendo los límites a los que pueden llegar y sin pretender resultados que no pueden garantizar. En otros aspectos, simplemente se limitan a citar autores y nombrar conceptos de manera simplista y errónea. El coaching no puede pretender tener competencias para la intervención y como bien se menciona en el programa, si no tienen aval del ministerio de salud ni del ministerio de educación, significa que no se ciñen a ciertas regulaciones ni trabajan bajo evidencia científica, lo cual no quiere decir que no tengan aciertos, pero eso tampoco significa necesariamente que estén siendo responsables si pretenden hacer algo para lo que no tienen los conocimientos o las destrezas. Ahora bien, los invito a discutir teniendo en cuenta algunas sugerencias para argumentar de manera lógica, responsable y fundamentada. 1. Ad hominem. No atacarás a la persona, sino al argumento. Si a una persona le sirvió el programa de coaching, esto no significa necesariamente que esta persona sea ingenua, crédula o se haya dejado lavar el cerebro. Si a una persona NO le sirvió el programa de coaching, esto no significa necesariamente que esta persona sea una víctima, ignorante o incapaz de hacer buen uso del programa. 2. Hombre de paja. No malinterpretarás o exagerarás el argumento de una persona para debilitar su postura. 3. Generalización apresurada o secundum quid. No tomarás una pequeña parte para representar el todo. El testimonio de unas personas no da cuenta de la efectividad ni la inefectividad del coaching. No tenemos garantía del porcentaje de éxito ni sabemos cuántas personas están guardando silencio. Tampoco podemos generalizar que todos los tipos de coaching son como los expuestos en el programa. 4. Petitio principii. No intentarás demostrar una proposición suponiendo que una de sus premisas es cierta. 5. Post hoc ergo procter hoc. No asegurarás que algo es la causa simplemente porque ocurrió antes. 6. Falso Dilema. No reducirás una discusión sólo a dos posibilidades. No podemos afirmar que sólo existen dos posibilidades: O el coaching es una estafa, o no lo es. O sirve, o no sirve. 7. Ad ignorantiam. No afirmarás que por la ignorancia de una persona, una afirmación ha de ser verdadera o falsa. Yo puedo tener un argumento muy robusto a pesar de no conocer detalladamente lo que estoy discutiendo. 8. Onus probandi. No dejarás caer la carga de la prueba sobre aquel que está cuestionando una afirmación. El hecho de que no haya probado el coaching no me exime de criticarlo, estudiarlo, conocerlo o cuestionarlo. Por ejemplo, si no he vivido en Francia, no significa que no pueda formarme una opinión de este país u opinar al respecto. 9. Non sequitur. No asumirás qué "esto" sigue "aquello" cuando no existe conexión lógica alguna. No puedo afirmar que el coaching no funciona porque no es psicológico o profesional. 10. Argumento ad populum. No asumirás qué una afirmación por ser popular debe ser cierta. No puedo asumir que como la mayoría de comentarios defienden el coaching, tienen razón.
Recuerda que está prohibido rendirse. ¡Respira hondo y sigue! SI TE GUSTA EL CONTENIDO Y DESEAS APOYARME PARA QUE SIGA ESCRIBIENDO, DIFUNDE ESTA PUBLICACIÓN
from Tu Cambio Es Ahora http://bit.ly/2GqSgnm
22 notes · View notes
notimundo · 4 years
Photo
Tumblr media
New Post has been published on https://notimundo.com.mx/politica/convenio-para-ampliar-cobertura-del-canal-del-congreso/
Convenio para ampliar cobertura del Canal del Congreso
Tumblr media
El Congreso de la Unión y el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano firmaron un convenio de colaboración para que la señal abierta del Canal del Congreso continúe en la Ciudad de México y su zona conurbada, así como en diversas ciudades del interior del país.
La presidenta de la Mesa Directiva del Senado, Mónica Fernández Balboa, recordó que, desde hace más de dos décadas, este medio de comunicación emite su señal para informar de manera directa, veraz, objetiva y plural sobre la actividad parlamentaria federal.
Dijo que, mediante la renovación de este convenio, que se suscribió de la pasada Legislatura, se amplía la cobertura de la señal del Canal del Congreso a 11 ciudades más en diversas entidades.
Destacó que la historia de este medio público de comunicación ha corrido en paralelo con el proceso de democratización que inició a fines del siglo pasado en México y por a acelerada evolución tecnológica y de los formatos de comunicación.
21 años después de su creación, “no podríamos concebir nuestro quehacer legislativo sin su gran labor”, que fomenta la inclusión social, los valores y la identidad nacional, así como la fortaleza de nuestra vida democrática.
Con el canal del Congreso, la Cámara de Diputados y el Senado de la República dan cumplimiento al derecho constitucional del libre acceso a la información, asentó Fernández Balboa.
El senador Cruz Pérez Cuellar, presidente de la Comisión Bicamaral del Canal de Televisión del Congreso, consideró que este convenio ayudará a mantener la alianza entre medios públicos y aprovechar la era digital y sus componentes, como la multiprogramación.
Lo que se indico
Indicó que el acuerdo permitirá que el Canal del Congreso transmita, por separado, las labores de la Cámara de Diputados y del Senado de la República; además ampliará a ocho ciudades la emisión de su programación en señal abierta.
En su participación, el presidente del Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano, Jenaro Villamil Rodríguez, dijo que el proceso de construcción del sistema de medios públicos en México, durante mucho tiempo, ha sido fragmentado. “Las sinergias, las conciliaciones y la estrategia conjunta han sido por casualidad y no por un proyecto conjunto”, reiteró.
Agregó que la firma de este convenio es una parte esencial de la estrategia de multiprogramación para alcanzar uno de los objetivos fundamentales del Congreso de la Unión, lograr que todas y todos los mexicanos tengan acceso directo a los debates y el trabajo legislativo.
La presidenta de la Red México, María Teresa Velázquez Navarrete, dijo que es necesario garantizar mayor certidumbre a los medios públicos, porque ello significa ponerlos en el centro de desarrollo democrático de México. “Son parte de esta transformación que se plantea para el país”.
Expresó que es tiempo de verlos como fortalezas y solución a los problemas del país. “Ponerlos en el centro, es poner a los ciudadanos y atender a la audiencia”, concluyó.
En la firma del convenio estuvieron, Eduardo Fernández Sánchez, director general del Canal del Congreso; Gabriel Contreras Saldívar, presidente del Instituto Federal de Telecomunicaciones; Leticia Salas Torres, directora de Canal 14; y Abelardo Martín Miranda, coordinador de Comunicación Social de la Cámara de Senadores.
0 notes
richard2019me · 5 years
Text
¿Las Mujeres Hablan Más Que Los Hombres?
https://ift.tt/2XeLBTt
Siguiendo con nuestra serie sobre la comunicación, hoy abordaré uno de los mitos más extendidos en nuestra sociedad, y que afecta, sobremanera, a la seducción.
Las mujeres hablan más que los hombres.
¿Es eso verdad?
¿Tú que opinas?
La opinión generalizada es que sí, que las mujeres hablan más que los hombres, los cuales, en general, aprecian más el silencio.
Sin embargo, hoy te voy a mostrar que las mujeres no siempre hablan más que los hombres.
¿Y por qué te interesa a ti como seductor profesional?
Porque como un auténtico maestro en el arte de la seducción, tienes que conocer todos los secretos comunicativos de las mujeres, con sus matices y sus tonalidades, para que puedas utilizar tus técnicas de seducción en los momentos adecuados.
¿Estas preparado?
Bien, pues comencemos.
Y lo haré con una premisa que te voy a demostrar 
a lo largo de las próximas líneas:
EL CONTEXTO SOCIAL EN EL QUE SE ENCUENTREN DETERMINA QUE HABLEN MÁS LOS HOMBRES O LAS MUJERES.
Por tanto, concluiremos, al final, que dependiendo en que situación social te encuentres serán los hombres o las mujeres, aquellos o aquellas que hablen más.
¿Qué te parece? 
¿Tiene sentido?
Voy a intentar explicarte como llegué a esa conclusión.
Cuando me planteé la cuestión de si las mujeres hablaban más que los hombres, me di cuenta de que necesitaba pruebas de interacciones entre hombres y mujeres en diferentes contextos.
Estaba claro, porque yo tenía cierta experiencia en ello, de que en las citas suelen ser las mujeres las que hablan más, y eso está bien, recuerda los artículos relativos a este tema que aparecían en los primeros boletines del volumen 1.
Sin embargo, carecía de información veraz en otros contextos. Así que debía realizar un trabajo de campo.
Y para ello recurrí a amigos míos, todos ellos acostumbrados a tratar con mujeres en ambientes muy diferentes.
En primer lugar, me puse en contacto con Javier, un catedrático de gran prestigio apasionado de las conferencias, que me decía lo siguiente:
-   Mira, Óscar, llevo más de 5 años dando conferencias por todo el país, habré recorrido más de 100 universidades, y he hablado sobre los temas más diversos, y ¿sabes cuál es mi conclusión? Que las mujeres no hablan. No me preguntes la razón, pero la inmensa mayoría de las preguntas que recibía provenían de los chicos.
Bien, ahí tenía un primer ejemplo de contexto social en el que las mujeres no hablaban más que los hombres, con lo que mi premisa parecía empezar a cobrar sentido.
No obstante, seguí con mi investigación.
Contacté, en segundo lugar, con Rubén, gerente de una empresa de un tamaño medio:
-   Esa es una buena pregunta, Óscar. Y si quieres que te diga la verdad, yo también pensaba que las mujeres hablaban más que los hombres, hasta que llegué al puesto que ocupo ahora. En él, tengo reuniones con proveedores, clientes, agencias, etc., y en ellas, claro está, me encuentro con hombres y mujeres. Pues bien, ¿sabes qué es lo que he detectado? Que las mujeres no hablan.
-   Interesante.
-   Ya lo creo. Mira te pondré un ejemplo de esta última semana. Tuve una reunión con una consultora que nos estaba haciendo una auditoria, y en la reunión había dos mujeres y un hombre, además de yo mismo, claro. Pues bien, durante todo el tiempo fue el hombre el que habló. Una de las mujeres solo habló una vez, y al hacerlo fue interrumpida por el hombre, mientras que la otra ni siquiera abrió la boca. Así, que la conclusión es clara. En este contexto las mujeres no hablan más que los hombres.
Por último, me puse en contacto con Adrián, un profesor de secundaria con el que compartí mi infancia:
-   ¡Vaya! Óscar, he leído cosas tuyas y son realmente interesantes, así que intentaré darte una visión objetiva, pero no olvides mencionarme en lo que escribas.
-   Descuida, así lo haré.
-   Bien, pues entonces te daré mi opinión. Verás, creo que, en general, las mujeres hablan menos que los hombres. ¿Cuánto llevo dando clases? ¡Ya ni me acuerdo! 
- Bueno, da igual, el caso es que siempre me gusta lanzar debates a mi clase, que los alumnos intervengan que me muestren sus opiniones. Y te sorprenderías de cómo son siempre los chicos los que más intervienen en los debates, mucho más que las chicas. Por tanto, creo que eso de que las mujeres hablan más que los hombres es una falacia, y que, como tú dices, depende del contexto.
-   Me alegro que estés de acuerdo conmigo en algo.
-   (Sonrisa).
Por tanto, parecía claro que había encontrado diferentes contextos dominados claramente por los hombres a la hora de conversar. Así que, la generalización de que las mujeres hablan más que los hombres estaba comenzando a perder peso.
Ahora necesitaba encontrar una explicación a esa realidad que parecía haber encontrado.
Y para ello necesitaba retroceder hasta la esencia misma de la conversación.
¿Para qué hablamos?
Parece evidente que hablamos para comunicarnos, pero ¿en qué forma? ¿Qué objetivo perseguimos al comunicarnos?
Existen dos tipos de contextos de comunicación:
1.  Contexto formal
2.  Contexto informal
En el contexto formal la comunicación tiene como objetivo principal la persuasión y el status social. 
Se pretende persuadir a los receptores de las palabras de cierta idea o punto de vista, y, en general, el hablar mucho está relacionado con un mayor status social.
Por otro lado, en el contexto informal la comunicación tiene como objetivo el estrechar lazos sociales y sentimentales con los receptores.
Y la experiencia nos dice que los hombres hablan más en contextos formales, mientras que las mujeres lo hacen más en los contextos informales.
¿Por qué?
Por la CONFIANZA SOCIAL.
¿Qué es la confianza social?
Los entornos formales han sido tradicionalmente dominados por hombres, donde siempre se ha prestado más atención a sus opiniones con respecto a la de las mujeres.
Bien es cierto, que eso está cambiando y que las mujeres tienen, cada vez, más importancia, pero todavía carecen de esa confianza social, ese sentirse cómodas con un entorno formal, ese saber que sus opiniones van a ser escuchadas sin ningún prejuicio.
Sin embargo, en entornos informales las mujeres sí que poseen esa confianza social. 
Tradicionalmente han sido las portadoras de las bases de las relaciones sociales, y las comunicadoras de sentimientos, por lo que sus opiniones al respecto siempre son escuchadas, y ellas así lo sienten.
¿A qué nos lleva esto?
Nos lleva a concluir apoyando la teoría de nuestra premisa.
En ambientes formales, las mujeres hablan menos que los hombres, mientras que en ambientes informales la situación se invierte.
Pero, ¿las mujeres están de acuerdo con esta situación?
Evidentemente, no.
A ellas les gustaría poder hablar más en los ambientes formales y no sentir que cada palabra que pronuncian es juzgada por los demás.
Y ahí está la clave para ti, como seductor profesional.
¿La ves?
¿No? Está bien, te lo explicaré en detalle.
Tú ahora sabes que en según que contextos las mujeres se sienten, por decirlo de alguna manera, coaccionadas en su nivel de comunicación. Les gustaría decir más de lo que realmente pueden.
¿Y por qué no lo hacen?
Porque en cuanto expresan sus opiniones, reciben críticas, tanto explícitas como implícitas, son cortadas en sus exposiciones, o, simplemente prejuzgadas.
¿Qué papel puedes jugar tú?
Muy sencillo. Si en una reunión formal en la que ella no disfruta de confort, tú se lo proporcionas, conseguirás crear un vínculo entre vosotros, un vínculo que después tendrás que abonar, pero que, en definitiva, ya está ahí.
Y, ¿cómo le puedes proporcionar confort?
Respetando sus opiniones, no juzgando sus conclusiones y no criticando su actitud. 
Simplemente con eso.
Después, utiliza las técnicas de seducción que has venido madurando durante todos los boletines anteriores, y tendrás las puertas hacia el éxito abiertas de par en par.
Y recuerda que un contexto formal no tiene que ser, necesariamente, un entorno laboral. Puede ser una fiesta social, una reunión de antiguos alumnos, un grupo de trabajo de la universidad,…, cualquier entorno en el que ella no tenga creado un confort previo.
Sé que los más escépticos me diréis que mi conclusión está basada en una premisa falsa, ya que me diréis que hoy en día la sociedad es equitativa y las mujeres disfrutan de las mismas oportunidades que los hombres, y que sus opiniones son respetadas por igual, y etc. etc. etc.
Pues me temo que la realidad se aleja bastante de ese mundo utópico que nos venden los telediarios. 
La realidad sigue siendo que las mujeres no son tenidas en cuenta en determinados contextos sociales.
Y eso, que es una realidad más allá de que nos guste o no, puede ser aprovechado por ti, en calidad de dominador del arte de la seducción.
Así, que no te pierdas en divagaciones filosóficas sobre los derechos de las mujeres. Tú estás aquí para aprender a seducir, y esta desigualdad social que se nos presenta es una oportunidad de oro para ti.
¿Qué no me crees?
La próxima vez que te encuentres en un contexto formal, y en él haya mujeres, haz lo que te he propuesto, escucha sus opiniones, nunca las cortes, apoya lo que dicen,…, y ya me contarás que resultados obtienes.
Es tan sencillo, como ofrecerles el confort que no tienen. Si lo reciben en una situación que ellas entienden como adversa, su subconsciente se imaginará cuanto confort les podrás proporcionar en otra situación más positiva.
Pruébalo, y cuéntame que tal te va.
https://ift.tt/2Sfr4dF
0 notes
tuseriesdetv · 7 years
Text
'El Puente', hacia un reality mejor
Hace unas semanas acabó uno de los realities más originales que se han hecho en nuestra televisión hasta el momento: El Puente, de #0. Quince desconocidos son mandados a un lugar de la Patagonia argentina para construir un puente en un mes. Al terminar el proyecto, los concursantes tendrán que elegir quién de sus compañeros merece llevarse el premio (cien mil euros) y el que gane decidirá si quedárselo para él o repartirlo entre todos en las cantidades que desee.
No se puede negar que la premisa es muy llamativa pero quizás lo sea más su formato. Por primera vez en la historia se mezcla reality show y serie de ficción, y no cualquier serie. La cadena, en su fase promocional, ha apuntado a los más alto en cuanto a sus referentes, vendiendo El Puente como un Perdidos hecho reality. Yo, como fan tanto de las series "de calidad" como Perdidos, como de los reality shows, como Gran hermano, tenía bastante ganas de ver este experimento.
El Puente empieza bien: planos a cámara lenta de gotas de agua y las sonrisas de los concursantes, planos generales del hermoso valle donde se encuentran, las profundas palabras en off de los testimonios de los primeros concursantes... Un lenguaje más cinematográfico consigue transmitirte magia, unión, amor. Paula Vázquez nos cuenta desde su estado de Nirvana de qué va el programa y nos recuerda que el objetivo de este es hacer un trabajo en equipo y observar la belleza de ello. 
A pesar de que no sé aún los nombres de la mayoría de los concursantes, sigo con interés los siguientes capítulos, no por su sofisticada forma, sino por los debates y relaciones que ya empiezan a surgir en el grupo y que han sido mostradas con una limpieza admirable, sin apenas montaje, dándonos momentos muy buenos como, por ejemplo, cuando se revela en qué consiste el premio y sale el tema del dinero o ver cómo se valora más o menos a los concursantes según sus tareas, cómo se forman los primeros grupitos o cómo surgen las primeras estrategias. 
Aparte de tener una imagen más cuidada, el segundo elemento por el que El Puente se relaciona con las series, en concreto con Perdidos, es la estructura. Normalmente, en todos los realities, se presenta a los concursantes al principio, en el primer programa, pero en El Puente las presentaciones se emiten de forma alternativa, conociendo solo de manera más objetiva a dos participantes por capítulo.
Desde mi punto de vista, este elemento no funciona en el caso de un reality con un grupo tan grande, ya que pierdes mucha información desde el principio. Surgen conversaciones sobre personas de las que no sabes nada todavía e, incluso, te olvidas de que muchos existen al no haber sido identificados en un primer momento.
Por otro lado, las presentaciones son bastante convencionales llenas de “Todo lo que me propongo lo consigo” y “Siempre doy el 110%” forzando un discurso aspiracional que ya nos había quedado claro con la realización, y se olvidan de dar información que, para mí, es básica para conocer al concursante, como de dónde es o en qué trabaja. 
Aunque quieran relacionarlo con el producto estrella del audiovisual, las “series de calidad”, conforme voy terminando los últimos capítulos, más creo que El Puente es un docu-reality con mayor presupuesto y menos intervención por parte del programa. En cuanto a lo que tiene de reality existen bastantes diferencias con los realities de las generalistas aunque la esencia sea la misma: no hay nominaciones, no hay expulsiones, el público no interviene en absoluto, no hay multa por abandono, no hay galas para narrar todo esto y, quizá lo mejor, el ganador es elegido por todos. Todas estas diferencias me parecen acertadas y son las que muestran esas ganas de cambio en el formato. 
Ahora, si entendemos por reality el registro de una realidad concreta televisada, como amante de este formato debo decir que me siento un tanto insatisfecha con El Puente. Sin duda, quien esté acostumbrado a ver un reality como Gran Hermano, en el que los concursantes son grabados las veinticuatro horas y en el que no existen puntos ciegos, le parecerá una historia incompleta. En El Puente nunca son grabados cuando están dentro del refugio, en los momentos de irse a dormir o de despertarse, momentos en el que se nos está privando de información sobre el desarrollo de este grupo de personas, motivo principal por el que yo, al menos menos, veo un reality-show.
A pesar de todo, El puente me ha parecido una forma interesante de hacer un reality que, sin duda, debería extenderse a la televisión generalista. Al fin, la televisión de pago está abierta a trabajar con una productora como Zeppelin (Gran Hermano) y dar un lavado de cara a un formato tan infravalorado y desperdiciado como es el del reality, esperemos que con el propósito de experimentar más con él o, incluso, hacerlo suyo (sueño con un Gran Hermano hecho Movistar+). Aunque todo lo que se han gastado en la realización del programa y el sueldo de Paula Vázquez yo me lo habría gastado en cámaras, El Puente puede ser un primer gran paso en la evolución del reality-show a uno más puro, con más belleza y menos intervención/manipulación de la cadena.
<!-- @page { margin: 2cm } P { margin-bottom: 0.21cm } -->
0 notes